Afasias
Afasias
Afasias
EVALUACIN Y REHABILITACIN
DE LAS AFASIAS
Aproximacin cognitiva
Presentacin
A lo largo de la ltima dcada, la bsqueda de una explicacin comprensiva de la actividad humana ha puesto de manifiesto la necesidad
de hacer converger los modelos y mtodos de todas aquellas disciplinas
que asumen que sus objetos respectivos de estudio estn mediatizados
por la actividad de la mente. La Psicologa Experimental, la Neuropsicologa o la Neurociencia, entre otras, han asumido los presupuestos
bsicos del cognitivismo al entender que toda forma de comportamiento es la expresin de la actividad mental de una estructura biolgica llamada cerebro. Cerebro, cognicin y conducta se han convertido
en el trinomio indisoluble en los modelos y teoras de las Ciencias Cognitivas, un movimiento cientfico interdisciplinar en el que estn comprometidos por igual psiclogos experimentales, neuropsiclogos, neurocientficos, psicolingistas, filsofos de la mente, etctera. Todos y
cada uno de ellos han adquirido un compromiso especial para desvelar
las relaciones intrigantes entre esos tres niveles: los mecanismos estructurales y fisiolgicos del cerebro, la realidad psicolgica de la mente y
la actividad humana.
Con la Coleccin Ciencias Cognitivas, la Editorial Mdica Panamericana inicia una nueva andadura cientfica por este singular y excitante terreno interdisciplinar con el fin de ofrecer a los estudiantes y
cientficos cognitivos de habla espaola los ltimos avances de este
campo en constante evolucin.
Jos M.a Ruiz-Vargas y Mercedes Belinchn
Universidad Autnoma de Madrid
CIENCIAS COGNITIVAS
EVALUACIN Y
REHABILITACIN
DE LAS AFASIAS
Aproximacin cognitiva
Fernando Cuetos Vega
Profesor Titular de Psicolingstica
Universidad de Oviedo
Coleccin:
CIENCIAS COGNITIVAS
Directores:
Jos M.a Ruiz-Vargas
Profesor Titular de Psicologa
Universidad Autnoma de Madrid
Mercedes Belinchn
Profesora Titular de Psicologa
Universidad Autnoma de Madrid
Prlogo
4
izquierdo (s que lo es para otras finalidades como el tratamiento farmacolgico o la ciruga), en cambio, es de gran utilidad saber que un
paciente tiene daada la conexin entre la representacin fonolgica de
la palabra y su significado, ya que esa informacin permite decidir cules sern las actividades ms recomendables para rehabilitar a ese
paciente. Y ciertamente la aplicacin del enfoque cognitivo est produciendo unos frutos excelentes en el campo de la rehabilitacin.
Justamente fue la eficacia en la rehabilitacin, la razn que nos
impuls a escribir este libro. Desde hace algunos aos se vienen publicando trabajos en las principales revistas internacionales que muestran
los brillantes resultados que la neuropsicologa cognitiva consigue en la
rehabilitacin de los pacientes afsicos. Y nos pareca necesario disponer de un manual que sirviese para dar a conocer esta orientacin a los
investigadores y logopedas de habla espaola. Probablemente unos y
otros se acerquen al libro con diferentes intereses. Nuestra esperanza es
que sirva de estmulo a los primeros para que desarrollen modelos cada
vez ms precisos y adaptados a la lengua castellana y de este modo ayuden a entender mejor los trastornos de los pacientes afsicos. Y a los
segundos para que intenten interpretar los trastornos de sus pacientes
desde este enfoque y as sus datos 'puedan servir, por una parte, para
mejorar los modelos del procesamiento lingstico y por otra, ms
importante an, para obtener resultados mucho ms alentadores con
sus pacientes.
No quiero terminar este prlogo sin antes agradecer a los Drs Jordi
Pea, Enrique Vera y Mercedes Belinchn los valiosos comentarios que
hicieron sobre un borrador previo. No obstante, los errores que se
pudieran encontrar son todos de mi exclusiva responsabilidad. Tambin
agradezco a Bernardo Alvarez muchos de los dibujos ilustrativos. Finalmente quiero sealar que este libro es fruto de un proyecto de investigacin del Ministerio de Educacin y Ciencia (DGICYT n PM90-0123)
y de otro de la Universidad -de Oviedo (DF93-206-20).
Fernando Cuetos Vega
Universidad de Oviedo
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indice
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Introduccin
1.1. Caractersticas del enfoque cognitivo
La Neuropsicologa Cognitiva es una disciplina muy reciente fruto
de la convergencia de la Psicologa Cognitiva y la Neuropsicologa.
Surgi cuando los psiclogos cognitivos se dieron cuenta de que el
estudio de los pacientes que han sufrido una lesin cerebral constituyen una valiosa fuente de informacin sobre el funcionamiento de la
mente humana. Sin embargo, los beneficios de esta disciplina no han
ido a parar slo al campo de los psicologa, ya que los modelos sobre
la mente estn permitiendo entender a esos pacientes, y en consecuencia, son capaces de proporcionar las directrices sobre cmo deben de
ser los programas ms adecuados para su rehabilitacin. Se trata por
lo tanto de una disciplina que sigue utilizando los mtodos experimentales desarrollados en los laboratorios, pero ahora tomando como sujetos a los pacientes afsicos.
Pero antes de entrar a desarrollar el enfoque cognitivo conviene
comenzar describiendo, aunque sea brevemente, el enfoque clsico, para
poder luego mostrar las novedades que supone el nuevo paradigma cognitivo, tanto en lo que se refiere a los supuestos, como a los objetivos,
procedimientos y metodologa que son ciertamente muy distintos.
La neuropsicologa clsica, que es la que se sigue mayoritariamente en
este momento en nuestro pas, trata de encuadrar las afasias dentro de
un pequeo grupo de sndromes cuyas principales razones de existencia
son, por una parte la de dar un cierto orden a las complejas variedades
de trastornos existentes, y por otra, la de basarse en esos sndromes
para tratar de localizar la lesin en el cerebro. Puesto que las dos grandes zonas del lenguaje (rea de Broca y rea de Wernicke) se encuentran
situadas a ambos lados de la cisura de Silvio, la de Broca en la zona
Introduccin
Introduccin
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del sistema de procesamiento lingstico. No se trata de una nueva foi
ma de clasificar a los pacientes sin ms, sino de explicar sus trastorno
de conducta a partir de estos modelos. De hecho, en este libro no habla
remos de sndromes, sino que intentaremos dar una explicacin de lo
sntomas que sufren los pacientes afsicos, independientemente de eti
queta que se les halla asignado. No hablaremos, por lo tanto, de afasia
de Broca pero si trataremos de analizar en detalle las causas por las qui
ciertos pacientes producen un lenguaje agramtico o las dificultades do
algunos pacientes para articular las palabras; no hablaremos de la afa
sia de Wernicke, pero s trataremos de explicar por qu se producen la
parafasias o a qu se deben los problemas en la percepcin del lengua
je oral. Incluso entraremos en disquisiciones mucho ms finas y en ve;
de las parafasias en general explicaremos cul es el origen de cada unc
de los diferentes tipos de parafasias: semnticas, neologsticas, fonolgicas, fonticas, etc., ya que se trata de sntomas diferentes y disociables. Esto quiere decir que un paciente con afasia de Wernicke no tiene
porqu cometer todos los tipos de parafasias existentes, sino que podemos encontrar pacientes que cometen parafasias semntica y no hacen
parafasias fonolgicas y viceversa. Hanlon y Edmondson (1996) describieron un paciente (con jergafasia). que era incapaz de formar una sola
palabra y sin embargo, sus fonemas eran correctos. Es ms, la frecuencia con que emita cada fonema era similar a la frecuencia media con
que emitimos los fonemas los hablantes normales. Sucede as porque los
mecanismos encargados del procesamiento lxico y fonolgico son diferentes, como luego veremos, y se pueden lesionar de manera independiente. En sentido opuesto, con esta disociacin de sntomas, tambin es
esperable que pacientes no clasificados como afsicos de Wernicke puedan cometer parafasias.
En definitiva, que el procedimiento de clasificar a los pacientes por
sndromes con el objetivo final de localizar la lesin en el cerebro tuvo
inters en un momento histrico pero no parece que hoy sea demasiado til. No debe por ello extraar que la neuropsicologa cognitiva prefiera practicar lo que se ha venido a denominar una neuropsicologa sin
sndromes.
La neuropsicologa cognitiva parte ya del hecho de que su misin no
es la de localizar la zona del cerebro que el paciente tiene daada, sino
la de tratar de explicar los trastornos conductuales que sufren los
pacientes con lesin cerebral y de proporcionarles las ayudas necesarias
para recuperar su lenguaje. Para ello, se basa en los modelos de procesamiento desarrollados por la psicologa cognitiva para los sujetos normales y en explicar su conducta en base a estos modelos. El supuesto es
que los pacientes afsicos utilizan los mismos mecanismos de procesamiento que los normales menos alguno de esos mecanismos que se
Introduccin
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Ininuiticei(in
mdulos, y esa ausencia de coincidencia es la que da lugar a los distintos modelos propuestos; algunos autores sostienen que los mdulos tienen un funcionamiento autnomo, en el sentido de que realizan su trabajo sin dejarse influir por otros mdulos situados en niveles superiores,
mientras que otros, en cambio, defienden un funcionamiento interactiyo que implica un intercambio de informacin entre los mdulos al mismo tiempo que estn procesando la informacin. Pero aun siendo estas
cuestiones de gran inters terico para la psicologa cognitiva, no lo son
tanto para la neuropsicologa cognitiva, ya que para esta disciplina lo
realmente importante es que al estar organizado el sistema cognitivo
por mdulos, se pueden destruir, total o parcialmente, algunos de ellos
y quedar intactos el resto.
Esta ltima afirmacin se basa en un segundo supuesto sobre el que
se sustenta la neuropsicologa cognitiva denominado isomorfismo, que
se refiere a la base orgnica de los mdulos. Obviamente el sistema de
procesamiento lingstico no es algo ajeno al componente biolgico,
sino que tiene que tener una representacin en el cerebro. Aunque desde el enfoque cognitivo apenas se hace referencia al componente orgnico, nadie duda de que las actividades cognitivas son l resultado del
funcionamiento del sistema nervioso, y que lo que nosotros llamamos
mdulos cognitivos, en realidad se corresponden con grupos de neuronas o circuitos neuronales.
Y como la lesin puede alcanzar a ciertos grupos de neuronas de
manera particular sin que afecte a otras zonas del cerebro, eso implica
que puede destruir algunos mdulos y dejar al resto funcionando normalmente. ste constituye el tercer supuesto importante en que se basa
la neuropsicologa cognitiva y se denomina fraccionabilidad (Caramazza, 1984).
Finalmente, el cuarto principio denominado sustractividad sostiene
que la conducta patolgica que presenta el paciente afsico despus de
la lesin es el resultado del funcionamiento del sistema de procesamiento lingstico menos los mdulos lesionados. ste probablemente
sea el supuesto ms criticado de los que sustentan la neuropsicologa
cognitiva, ya que la conduct; que muestra el paciente puede derivar del
uso de estrategias compensatorias, ms que del funcionamiento d los
mdulos intactos. Pero el hecho de que estas conductas anmalas aparezcan en el mismo instante en que se produce la lesin, es prueba de
que, al menos en algunos pacientes, no ha habido lugar para el desarrollo de estrategias compensatorias.
Basado en estos cuatro supuestos, el neuropsiclogo cognitivo dispone de una herramienta sumamente til para interpretar la conducta de los pacientes. Esta herramienta no es otra que los modelos
cognitivos elaborados en los laboratorios con los sujetos normales.
Introduccin
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14
Introduceion
'1
Objeto
Representacin
inicial
Color
Representacin
del objeto
l'ig. 1. Modelo de los primeros estadios que intervienen en la percepcin de obje-
1 os,
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Introduccin
que no hay una zona general en el cerebro que se activa ante cualquier
tarea lingstica, sino que las regiones que se activan son distintas en
funcin de cul sea la tarea que realizan los sujetos e incluso en funcin
de cules son los materiales utilizados (Fiez, Raichle, Balota, Tallal y
Petersen, 1996), lo que prueba el carcter modular del sistema de procesamiento lingstico.
Introduccin
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2
El Sistema de Procesamiento
Lingstico
2.1. Necesidad de un modelo cognitivo
Antes de entrar a describir los trastornos que se producen por alteracin
de alguno de los componentes del sistema de procesamiento lingstico
es necesario conocer, con cierto detalle, cmo funciona ese sistema en
condiciones normales. Esto de comenzar por analizar el funcionamiento
normal del sistema es absolutamente necesario sea cual sea el tipo de
trastorno que se estudie: un tratado sobre alteraciones digestivas tendr
que comenzar por describir el funcionamiento del aparato digestivo,
antes que las alteraciones, un manual de mecnica tendr que comenzar
por describir cmo funciona el motor antes de exponer las posibles averas. Y puesto que los trastornos que aqu analizaremos son de tipo cognitivo, tendremos que comenzar por describir la maquinaria cognitiva
que nos permite comprender y producir el lenguaje. Esto puede resultar
chocante para muchos neuropsiclogos, acostumbrados como estn a
que la mayor parte de los manuales sobre las afasias comiencen por una
descripcin del funcionamiento del sistema nervioso, especialmente de
las partes del cerebro relacionadas con el lenguaje. Pero, es as porque
la clasificacin que se hace en esos libros de los trastornos viene determinada, como ya hemos dicho, por las zonas cerebrales lesionadas. Por
el contrario, el anlisis que aqu hacemos de los trastornos afsicos es
cognitivo y por lo tanto el sistema que describiremos es el de procesamiento lingstico.
Obviamente esa descripcin no puede ser extensa, pues no es ste el
tema central del libro (para una revisin en profundidad vase Belinchn,
Rivire e Igoa, 1992), aunque s que tratar de recoger sus principales
caractersticas, as como los procesos que lo componen. Comenzaremos
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21
22
Fi
Anlisis auditivo
Por las caractersticas que acabamos de exponer sobre el habla, se deduce que la percepcin es un proceso nada fcil que requiere una maquinaria muy compleja. Para empezar, requiere saber hacer uso del contexto para poder interpretar muchos de los fonemas y palabras que se
nos escapan cuando escuchamos una conversacin (algo realmente difcil para una mquina). Estos efectos del contexto fueron demostrados
hace ya tiempo en un famoso experimento realizado por Pollack y Pickett (1964) en el que registraban la conversacin de varios sujetos que
se encontraban en un sala esperando a participar en un experimento.
Los experimentadores desenganchaban las palabras de la conversacin
y se las presentaban aisladas a los mismos sujetos. Aunque estos sujetos
no tenan ninguna dificultad para reconocer las palabras en el contexto
de la conversacin, slo conseguan reconocer aproximadamente la
mitad cuando las escuchaban aisladas.
Adems, la percepcin del habla, requiere un buen funcionamiento
de los mecanismos de anlisis encargados de clasificar los sonidos que
llegan a nuestros odos en alguna de las categoras de fonemas existentes. Tres son los niveles de anlisis que realizamos para conseguirlo
(Studdert-Kennedy, 1976): anlisis acstico, anlisis fontico y anlisis
fonolgico.
En el nivel acstico se hace un anlisis del estmulo en trminos de
sus principales variables fsicas, como son la frecuencia, la intensidad,
la duracin, etc., como ocurre con el resto de los sonidos, ya que este
estadio no es especfico del habla. De ah que cuando escuchamos a una
persona hablar en un idioma muy distinto del nuestro aun cuando no
comprendamos nada de lo que est diciendo, s que percibimos la intensidad con la que est hablando o su timbre de voz.
En el nivel fontico se hace un anlisis de los rasgos fonticos con que
ha sido articulado ese estmulo, esto es, detectamos si se trata de un
sonido bilabial, nasal, sonoro, etc. Sin entender nada de lo que dice un
chino cuando le omos hablar en su idioma, s que podramos decir si
est emitiendo sonidos nasales: vibrantes, etc.
Por ltimo, en el nivel fonolgico, clasificamos el segmento fontico
identificado en el nivel anterior como un fonema determinado de los
existentes en nuestra lengua. Este ltimo estadio es, por lo tanto, distinto para cada idioma, tal como ya hemos indicado anteriormente,
debido a que cada uno de ellos tiene su particular clasificacin de los
fonemas. Cuando un ingls escucha las palabras "bat" y "calm" distingue los sonidos voclicos de las dos palabras como dos fonemas distintos (/ae/ y /a/ respectivamente), en cambio a un espaol puede parecerle el mismo sonido ya que en ambos casos le asigna el fonema /a/.
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r. fonticos
/b/
/o/
/a/
fonema
boca
bota
mesa
palabras
lata
bota
Fig. 2. Modelo de los primeros estadios en la percepcin del habla.
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do que los oyentes tenernos que identificar los fonemas como paso previo) al reconocimiento de las palabras, debido a que los fonemas constituyen la unidad ms pequea del lenguaje. Sin embargo, tambin existe la posibilidad de que la unidad activada no sea el fonema, sino la
slaba, tal como defienden algunos investigadores (Massaro, 1975,
Mehler, Dommergues, Frauenfelder y Segu, 1981). Ciertamente, parece
ms fcil segmentar el habla, al menos de manera consciente, a nivel de
slaba que de fonema. Los nios desde muy pequeos son capaces de
seguir juegos que exigen tener conciencia de la slaba, pero hasta mucho
despus (los analfabetos no lo llegan a conseguir nunca) no adquieren
conciencia del fonema (Morais, Cary, Alegra y Bertelson, 1979). Por
qu entonces se ha dado tanta importancia al fonema y tan poco a la
slaba? La explicacin pudiera estar en que la mayor parte de los estudios sobre segmentacin del habla se han hecho en ingls y el ingls es
un idioma en el que es difcil precisar la slaba (muchas veces ni siquiera hay acuerdo entre los ingleses sobre dnde termina una slaba y
comienza la siguiente). Pero en idiomas tan claramente silbicos como
el francs o el castellano las cosas pueden ser diferentes.
En unos famosos experimentos realizados en francs por Mehler y
col. (1981), los sujetos tenan que detectar secuencias de sonidos "CV"
(consonante-vocal) o "CVC" (consonante-vocal-consonante) en palabras bislabas cuya primera slaba tena estructura CV o CVC. Cuando haba coincidencia entre la secuencia que tenan que detectar y la
slaba por la que comenzaba la palabra (por ejemplo "PA" en "PAlacio" o "PAL" en "PALmera") los tiempos eran ms cortos que cuando
la secuencia no coincida con la slaba (ejemplo "PA" en "PALmera" o
"PAL" en "PAlacio"). Si los sujetos utilizasen como unidad de segmentacin el fonema no se tendran que producir esas diferencias, ya que los
fonemas eran los mismos en ambos casos (PALacio PALmera). En cambio, el hecho de que la coincidencia silbica produzca esas diferencias
es un dato robusto a favor de una segmentacin silbica.
Estos resultados encontrados en francs abogan claramente por la segmentacin silbica ms que por la fonmica. Sin embargo, cuando trataron de replicar estos experimeritos en ingls (Cutler, Mehler, Norris y
Segu, 1983, 1986) no encontraron el efecto silbico, esto es, el hecho de
que los sonidos a detectar coincidiesen con la slaba no disminua los
tiempos de reaccin. La interpretacin que se hace es que los sujetos franceses utilizan la slaba como unidad de segmentacin y los ingleses el
fonema. Y en castellano? Qu unidad de segmentacin utilizamos los
hablantes del castellano? Puesto que en nuestro idioma la slaba tambin
est claramente definida, es de esperar que se produzca una segmentacin
silbica. Y efectivamente eso es lo que parece suceder, ya que diferentes
investigaciones han mostrado que tambin los hablantes espaoles son
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r. fonticos
/b/
/a/
fonema
/ta/
slaba
mesa
palabras
lo/
It/
ol/
boca
bota
lata
bota
Fig. 3. Modelo de percepcin del habla ahora incluyendo el nivel silbico.
Procesos lxicos
Si en el primer estadio de percepcin del habla la misin era categorizar la variedad de sonidos verbales que nos llegan en unos pocos fonemas y/o slabas, en el siguiente estadio, que denominamos lxico o de
reconocimiento de palabras, la tarea es atribuir un significado a esa
secuencia de sonidos. Para ello necesitamos disponer de un almacn de
memoria en el que se encuentren representadas todas las palabras que
conocemos oralmente para as poder identificar cul es la que corresponde a una secuencia de sonidos determinada. A este almacn de palabras lo denominamos lxico auditivo (para diferenciarlo de otros lxicos que iremos exponiendo).
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Resulta sorprendente pensar lo efectivos y rpidos que son los procesos de reconocimiento de palabras ya que a pesar del enorme
nmero de palabras que conocemos, pocos milisegundos despus de
escuchar una secuencia de sonidos ya hemos identificado la palabra
correspondiente. Cmo se lleva a cabo este proceso? Se podra pensar que primero se identifican los fonemas y/o slabas e inmediatamente a continuacin comienzan a funcionar los procesos de reconocimiento de palabras. Sin embargo, el carcter temporal del habla,
esto es, el hecho de que los sonidos de una palabra vayan llegando
sucesivamente al odo favorece el que se realice un procesamiento en
paralelo de los fonemas y de las palabras. Ciertamente, tal como
demostraron hace ya algn tiempo Marslen-Wilson y Tyler (1980),
los procesos de reconocimiento de palabras comienzan a. funcionar en
el mismo instante en que se comienzan a percibir los primeros sonidos sin tener que esperar a escuchar la palabra completa. En unos
experimentos realizados por estos autores en los que los sujetos tenan que reconocer las palabras que iban escuchando, los tiempos que
empleaban en el reconocimiento eran incluso ms cortos que el tiempo que duraba la emisin de las palabras (tiempo medio de pronunciacin de la palabra 400 ms, tiempo medio de reconocimiento 275
ms). Cmo es posible que se pueda reconocer una palabra antes de
terminar de ser escuchada? Se podra pensar que gracias a la ayuda
del contexto. Ciertamente, el lenguaje es muy previsible, de manera
que cuando el hablante va a decir una palabra en un contexto determinado, basta con escuchar los primeros sonidos para saber de qu
palabra se trata. Pero no es solamente el contexto el que nos ayuda
a reconocer con rapidez las palabras, ya que incluso cuando se presentan aisladas se pueden reconocer antes de que se hayan terminado
de pronunciar. En este caso, la rapidez de reconocimiento depende
principalmente de dnde tenga situada la palabra el "punto de unicidad". Se llama punto de unicidad al fonema a partir del cul la palabra es nica, es decir, no existe ninguna otra palabra que comience
con esos fonemas. Slo hay una palabra que comience por "rinoc"
que es "rinoceronte". En cambio hay varias que comienzan por
"rino" (rinologa, rinoplastia, etc). En consecuencia, el punto de unicidad de la palabra rinoceronte es el fonema /c/. Pues bien, cuando la
palabra tiene el punto de unicidad al principio, el tiempo de reconocimiento es ms corto incluso que el de pronunciacin ya que enseguida sabemos de qu palabra se trata (la palabra "etctera" se
podr reconocer rpidamente, porque el punto de unicidad est en el
tercer fonema). En cambio, cuando el punto de unicidad est al final
(por ejemplo con la palabra "aguja") es necesario escuchar toda la
palabra para poder identificarla.
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El modelo que proponen Marslen-Wilson y Tyler (1980) MarslenWilson y Welsh (1978) para explicar el sistema de procesamiento lxico es el siguiente. En el momento en que se identifica el primer fonema
de la palabra se activan todas las palabras que comienzan por ese fonema (por ejemplo cuando se identifica el fonema /e/ se activan palabras
como "edad", "estrella", "escaso", etc.). A este grupo de palabras activadas se denomina "cohorte" de la palabra. Una vez identificado el
segundo fonema, el nmero de palabras activadas se reduce (por ejemplo, si se trata del fonema /p/ quedarn activadas palabras como "epopeya", "episodio", "poca", etc.). Y a medida que se van identificando
nuevos fonemas se va reduciendo la cohorte hasta que se llega al punto
de unicidad y slo queda la palabra clave que es la que se reconoce
como correspondiente a esos sonidos.
De todas formas, aun siendo el punto de unicidad la variable ms
importante, no es la nica que interviene en el reconocimiento de las
palabras, sino que existen otras variables tambin relevantes. Por ejemplo, la frecuencia de uso de las palabras. Ante dos palabras que tengan
el mismo punto de unicidad la ms frecuente se reconoce primero (Taft
y Humbley, 1986). De hecho, en una nueva versin del modelo de
cohorte (Marslen-Wilson, 1987) ya se incorpora un nuevo mecanismo
para dar cuenta del efecto frecuencia. La explicacin es que las palabras
tienen diferentes umbrales de encendido de acuerdo con la frecuencia. A
medida que se escucha una y otra vez la misma palabra, disminuye el
umbral de la representacin de esa palabra y es necesario entonces
menos activacin para alcanzar ese umbral. La mayor parte de los
modelos actuales de reconocimiento de palabras ya asignan umbrales
diferentes a las representaciones de las palabras en funcin de la frecuencia de uso. Otra variable importante es el patrn de acentuacin.
El acento marca tambin un punto de distincin de la palabra. La categora gramatical, la complejidad morfolgica o la composicin silbica,
son tambin otras de las muchas variables que influyen en este estadio
lxico.
Procesos semnticos
Los procesos explicados hasta ahora se refieren a todo lo que ocurre
hasta que se activa la representacin auditiva de una palabra. Pero esto
no significa que se hubiese activado el significado de esa palabra, puesto que la forma fonolgica y el significado se encuentran en almacenes
separados. Y aunque, generalmente, la recuperacin de una forma fonolgica conlleva la inmediata y automtica recuperacin del significado
(cuando escuchamos la palabra "lmpara" no podemos evitar la acti-
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vacin de su significado), sin embargo, hay ocasiones en las que se produce la activacin de la forma fonolgica y no del significado (y viceversa). A veces escuchamos una palabra que estamos seguros que hemos
escuchado anteriormente y de la que sin embargo no recordamos su significado. De la misma manera que a veces activamos un significado y
no encontramos la palabra que lo designa. Por lo tanto, es necesario
postular un nuevo almacn, aunque en este caso para los significados de
las palabras, o lo que es lo mismo, para los conceptos. A este almacn
lo denominarnos sistema semntico.
La organizacin del sistema semntico es diferente de la del lxico
auditivo, as como tambin su funcionamiento. Para empezar, las representaciones del sistema semntico o conceptos se organizan por categoras tal corno reflejan los datos experimentales. Desde hace tiempo se
sabe que tendemos a agrupar las listas de los objetos que tenemos que
recordar por categoras. Tambin desde hace tiempo se conoce el efecto
de priming semntico que se encuentra en las tareas de categorizacin
semntica; esto es, cuando tenemos que decidir si "un tigre es un mamfero" el tiempo que invertimos en la decisin es menor si previamente
hemos escuchado una palabra relacionada semnticamente (por ejemplo
la palabra "len").
Lo que no est claro es si los conceptos se representan mediante
nodos tal corno sostiene la teora de redes propuesta por Collins y Quillian (1969) y Collins y Loftus (1975) o a travs de sus rasgos, tal como
defienden Smith, Shoben y Rips (1974). Segn la teora de redes, los
conceptos estn representados en la memoria como unidades independientes conectadas entre s por medio de una red de relaciones y es en
esas relaciones con otros conceptos donde reside su significado. El significado de "mesa" vendra dado por su relacin con el concepto ms
general de "mueble" al que est unido por la relacin "es un" (una
mesa es un mueble), con el concepto "patas" mediante la relacin "tiene" (la mesa tiene patas), con los conceptos, "madera", "silla", etc. La
teora de rasgos, en cambio, defiende que lo que est representado en la
memoria no son los conceptos, sino los rasgos que definen a esos conceptos. El concepto "mesa" Istara representado en el sistema semntico mediante los rasgos "es un mueble", "tiene cuatro patas", "es de
madera", etc. Es difcil probar experimentalmente cul de estas dos teoras es la correcta ya que tienen muchos aspectos en comn y prcticamente hacen las mismas predicciones. Hollan (1975) llega incluso a afirmar que estas dos teoras son isomrficas y slo difieren en su aspecto
externo. Para Hollan la teora de rasgos podra ser reformulada como
una teora de redes sin prdida alguna de su poder explicativo y viceversa.
S est bastante claro, en cambio, cules son los tipos de categoras
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en las que se agrupan los conceptos. Se sabe, por ejemplo, que esas categoras no son producto de una peculiar organizacin innata del sistema
semntico, sino que son resultado del aprendizaje. As, una de las distinciones ms generales de los conceptos en nuestro sistema semntico
es la de seres vivos vs artefactos. Esta divisin obedece a las caractersticas que distinguen a unos y otros. Mientras que los seres vivos se diferencian por sus rasgos perceptivos (la trompa del elefante, las rayas del
tigre, etc.) los artefactos tienen unos rasgos que permiten deducir su
funcin (la hoja afilada del cuchillo permite deducir que sirve para cortar, las ruedas de la carretilla que sirve para rodar, etc.). Incluso estas
dos categoras podran almacenarse en zonas distintas del cerebro; en
este sentido, la categora seres vivos podra estar situada en la zona temporolmbica, mientras que la categora artefactos estara por la zona
frontoparietal (Gonnerman, Devlin, Kempler, Seidenberg y Andersen,
1996). Y de hecho, como veremos ms adelante, se han encontrado
pacientes que tienen daados los conceptos pertenecientes a una de
estas categoras y no a la otra.
Otro dato bien establecido es que el sistema semntico es comn para
todas las modalidades perceptivas. Mientras que el lxico auditivo slo
sirve para reconocer las palabras que nos llegan a travs del lenguaje
oral, las representaciones del sistema semntico se activan igual para
cualquier modalidad perceptiva. El concepto "manzana" se activa de la
misma manera cuando escuchamos la palabra /manzana], cuando leemos la palabra "manzana"; cuando vemos un dibujo de una manzana,
cuando nos llega el olor de manzana, etc. No obstante, esta opinin no
es compartida por todos los investigadores. Shallice (1988), por ejemplo, afirma que existen diferentes sistemas semnticos: un sistema
semntico verbal para la comprensin de palabras, un sistema semntico pictrico para la comprensin de dibujos, etc. Pero los datos de los
pacientes que sufren lesin en el sistema semntico apoyan ms la existencia de un sistema semntico nico.
En cualquier caso, hemos de reconocer que a pesar de los muchos
avances que ltimamente se estn consiguiendo, el sistema semntico
sigue siendo el almacn menos conocido de cuantos intervienen en la
comprensin del lenguaje.
Ya para terminar este apartado de percepcin de habla, vamos a
exponer en forma de diagrama y a modo de resumen los procesos que
intervienen en la comprensin de una palabra hablada. Primero comienzan a funcionar los procesos de anlisis auditivo, y bajo este trmino
englobamos todos los estadios de anlisis acstico, anlisis fontico y
anlisis fonolgico y/o silbico. Despus la identificacin de la forma
fonolgica en el lxico auditivo y finalmente la activacin del significado en el sistema semntico. (Fig. 4).
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Palabra hablada
Anlisis acstico
Lxico
auditivo
Sistema
semntico
31
activacin de los programas motores encargados de articular los sonidos. (Fig. 5).
Sistema
semntico
Lxico
fonolgico
Almacn de
fonemas
Habla
Fig. 5. Modelo de produccin oral.
Conceptualizacin
El primer paso de la produccin oral comienza con la activacin del
concepto (o de sus rasgos) en el sistema semntico, bien porque percibimos un objeto o un dibujo de ese objeto, bien porque alguien lo ha
nombrado directamente o porque el mensaje que queremos exponer exige su activacin. Esa activacin se expande en dos direcciones: horizontalmente a otros conceptos relacionados dentro del sistema semntico y verticalmente hacia el lxico fonolgico a la representacin o
representaciones lxicas correspondientes. Decimos representacin o
representaciones, porque algunos conceptos se pueden denominar de
maneras diferentes (por ejemplo, las palabras "burro", "asno" o "pollino" se refieren todas al mismo concepto) y en ese caso todas reciben
activacin, aunque la ms frecuente ser la ms activada. Pero como
indicbamos, la activacin tambin alcanza a otros conceptos relacionados que a su vez activarn a sus correspondientes representaciones
lxicas y su grado de activacin ser tanto mayor cuanto mayor es su
relacin. As, cuando se activan los rasgos semnticos correspondientes
a "mamfero carnicero muy feroz y de gran tamao, parecido al
gato...", no slo se activa la palabra "tigre", sino tambin alcanzar un
32
Lexicalizacin
La forma verbal de los conceptos se encuentra representada en lo
que llamamos el lxico fonolgico. La organizacin y funcionamiento
del lxico fonolgico es muy similar a la del lxico auditivo que ya
hemos descrito. Ambos son almacenes de representaciones verbales, sin
embargo, son fsicamente diferentes y se utilizan en actividades diferentes.
Al igual que en el lxico aditivo, una de las variables ms importantes en la organizacin del lxico fonolgico es la frecuencia de uso.
Efectivamente cada vez que usamos una palabra desciende su umbral de
activacin de manera que en prximas ocasiones ser ms fcil acceder
a ella. Las palabras poco frecuentes tienen umbrales altos y son por ello
difciles de activar. No en vano el fenmeno de la punta de la lengua,
esa incmoda situacin que a veces sufrimos, consistente en no encontrar la palabra que queremos decir, se produce casi siempre con las palabras de poco uso. Como veremos al hablar de los pacientes anmicos,
su capacidad para recuperar la forma fonolgica de las palabras viene
marcada dramticamente por la frecuencia de uso, esto es, pueden utilizar palabras muy frecuentes, pero son incapaces de recuperar las
menos frecuentes. No obstante, en la recuperacin, lxica tambin influyen otras variables como la categora gramatical, la imaginabilidad o la
complejidad morfolgica.
Como es evidente, la produccin oral no termina en el nivel lxico,
sino que a su vez las representaciones lxicas activadas transmiten activacin a los fonemas correspondientes. Siguiendo con el ejemplo anterior, la palabra "tigre" activa a los fonemas "/t/ /i/ /g/ /r/ /e/". Y tambin en este caso se puede producir un error fonolgico porque se active
un fonema en vez de otro por razones similares a las anteriores (porque
33
felino
mamfero
salvaje
r. semnticos
mesa
tigre
len
lagarto
conceptual
timbre
tigre
len
mugre
r. lxica
fonemas
jd
tigre
34
otros objetos similares, pero que, sin embargo, se les asigna gnero
femenino (ej "pantera", "jirafa", etc.).
3.- En el nivel del lexema se encuentran las formas fonolgicas de las
palabras. En el caso de la palabra "tigre" recuperamos la informacin
de que es monomorfmica y que est formada por cinco fonemas
(/t/,/i/,/g/,/r/,/e/).
En el diagrama siguiente se pueden ver estos tres niveles, tal como
hemos explicado (Fig. 7):
mueble
felino
mamfero
salvaje
r. semnticos
mesa
tigre
len
lagarto
conceptual
tigre H nombre
masculino
timbre
tigre
mugre
len
lemma
lexema
fonemas
tigre
Fig. 7. Diagrama de algunas dal las activaciones que se producen al pronunciar la
palabra "tigre", ahora incluyendo el nivel silbico.
35
errores tan frecuentes de cambiar una palabra por su antnimo ("arriba" por "abajo", "ayer" por "maana", etc.) y que en otros modelos
se explican a nivel semntico, en ste de tres estadios se explicara a
nivel de lemma.
Este modelo de tres estadios se encuentra actualmente sometido a
fuerte discusin, ya que algunos autores (Caramazza, 1997) sostienen
que no es necesario postular que este estadio del lemma se encuentre
intermedio (y obligatorio) entre los estadios semntico y lxico, sino
que se puede acceder a l de forma independiente.
Procesos articulatorios
En cualquiera de los casos, una vez seleccionados, los fonemas son
retenidos en un almacn a corto plazo, denominado retn de respuesta, mientras se preparan las rdenes articulatorias que posibilitan su
emisin. Cualquiera que sea la tarea (denominacin, lectura en voz
alta, repeticin, etc) los fonemas tienen que esperar un breve tiempo
para que puedan ser articulados de una manera ordenada. Este almacenamiento es muy breve, pues el almacn no dispone de capacidad
para retener los estmulos durante demasiado tiempo, y si tenemos
que repetir una palabra larga (especialmente si es desconocida) es fcil
que nos olvidemos de algn fonema antes de terminar de pronunciarla.
Finalmente entran en funcionamiento los procesos motores. Pero
para ello, es necesario comenzar por especificar los rasgos articulatorios
que tenemos que producir. Es as, porque como ya hemos dicho, los
fonemas son entidades abstractas que aglutinan todos los sonidos de un
idioma; de ah que cuando tenemos que pronunciarlos, tenemos que
buscar las formas concretas que vamos a usar en ese momento y que
constituyen los fonos. Cada fono tiene unos rasgos articulatorios determinados y para producirlos se ponen en funcionamiento los procesos
motores encargados de mover los rganos del aparato fonador. Cada
fonema, o quizs cada slaba (al menos en idiomas como el espaol) tiene establecido un cdigo desde el cul salen las rdenes a los msculos
que intervienen en la fonacin: laringe, lengua, labios, etc. Estos programas motores estn automatizados, lo que nos evita tener que pensar
en los movimientos que tenemos que realizar cuando queremos expresar una palabra.
Este es el esquema de los procesos que intervienen en esta ltima etapa de produccin del habla, desde el retn de respuesta. (Fig. 8).
36
Retn fonolgico
Cdigo articulatorio
Ordenes neurales
a la musculatura
del habla
Repeticin
Otra tarea del lenguaje oral de la que tambin tenemos que dar cuenta es
la repeticin, pues aunque no es lo ms comn, a veces, cuando escuchamos una palabra tenemos que repetirla, bien porque as lo exige la tarea,
bien porque no estamos seguros de haberla escuchado correctamente y la
exponemos en voz alta para asegurarnos de que es eso lo que hemos odo,
o para que nuestro interlocutor nos confirme que es eso lo que ha dicho.
La repeticin implica procesos tanto de comprensin como de produccin
ya que para poder decir la palabra primero tenemos que percibirla.
De acuerdo con los modelos expuestos anteriormente, estos seran los
procesos que implica la reticin de una palabra. ,En primer lugar, anlisis auditivo con el fin de identificar los fonemas. Despus, activacin de
la representacin de la palabra en el lxico auditivo y del correspondiente significado en el sistema semntico. A continuacin, activacin
de la forma fonolgica en el lxico fonolgico. Finalmente, activacin
de los fonemas que componen esa palabra y articulacin de los mismos.
No obstante, no es ste el nico camino posible para llevar a cabo la
repeticin ya que sabemos que a veces repetimos las palabras que nos
piden que repitamos sin entrar en su significado. Esto es posible a travs de la conexin directa que existe entre el lxico auditivo y el lxico
fonolgico sin pasar por el sistema semntico.
37
Conversin
acstico-fonolgico
Sistema
Semntico
Lxico
fonolgico
Almacn de
fonemas
Habla
Fig. 9. Modelo de todos los procesos que intervienen en la comprensin y produccin del lenguaje oral.
2.4 Lectura
Si en un apartado anterior decamos que la percepcin del habla es
un tipo especial de percepcin auditiva, ahora tenernos que decir que
38
Anlisis visual
Los primeros procesos que realizamos en la lectura tienen como misin
identificar las letras a partir de los signos grficos presentes en la pgina. Para ello, centramos nuestra atencin en pequeos trozos del texto
de aproximadamente una palabra (dos si son cortas o media si es larga)
que es lo que abarcamos en una fijacin. Pues, aunque nuestro campo
visual es muy amplio, lo cierto es que el campo con buena agudeza
visual, que es el que corresponde a la fvea es muy pequeo y no abarca ms all de los 8 caracteres. De esta manera, cuando leemos un texto, nuestros ojos se detienen en el primer segmento de la primera lnea y
en ese momento comienza el proceso de extraer la informacin presente
en ese segmento. Cuando terminamos de procesar esa informacin nuestros ojos dan un pequeo salto, denominado movimiento saccdico, hasta el siguiente segmento en el que comienza una nueva fijacin y nueva
extraccin de informacin. Nuevo salto saccdico y nueva fijacin hasta
que se termina la lnea (en cada lnea se suelen producir entre 4 y 5 fijaciones con sus correspondientes saltos saccdicos). Cuando se termina la
lnea hay un salto hacia atrs al comienzo de la lnea siguiente para continuar con el mismo procedimiento. De vez en cuando, .en vez de hacia
39
delante, se produce un salto hacia atrs, una regresin, hacia la parte leda, que indica que algo no se ha entendido (Mitchell, 1982):
Sobre el material que se selecciona en cada fijacin (decamos que una
palabra aproximadamente) comienzan a funcionar los procesos de anlisis destinados a identificar cada una de las letras. Aunque durante algn
tiempo se sostuvo que las letras se reconocan comparndolas directamente con una especie de plantillas mentales que el lector dispone en su
memoria, esta hiptesis es poco defendible en la actualidad, ya que exigira disponer de un nmero casi infinito de plantillas debido a que son
muchas las formas en que se puede escribir cada letra (F, f, F, f, F...). Los
datos empricos ms bien apoyan un sistema de reconocimiento basado
en los rasgos de cada letra, pues por muy diferente que sean las formas
como se puede escribir una letra determinada, todas comparten unos rasgos que son los que la definen (en el caso de la "f" todas las formas anteriores comparten los rasgos de estar formadas por una lnea vertical y dos
horizontales). El hecho de que cuando nos equivocamos en el reconocimiento de una letra, normalmente, la sustituimos por otra con la que
comparte varios rasgos, es una prueba de que hay un anlisis de los rasgos como paso previo a la identificacin de las letras.
En la Figura 10 se muestra, el esquema de lo que sucede, segn los
modelos conexionistas, cuando una palabra aparece ante nuestros ojos.
De acuerdo con este esquema, cuando leemos una palabra comienzan a funcionar los detectores de rasgos. Estos detectores transmiten la
activacin a las representaciones de las letras que posean alguno de los
rasgos identificados. Las letras, a su vez, activan a las palabras que
posean esas letras. Y no es slo activacin lo que se transmite, sino
que, junto a la activacin tambin se transmite inhibicin a los detectores que no poseen esas caractersticas. As, los detectores de rasgos
envan inhibicin a las letras que no poseen esos rasgos y las letras a
las palabras. Hay, por lo tanto, un intercambio de activacin/inhibicin que hace que la representacin que ms activacin y menos inhibicin reciba sea la que salga triunfadora. Veamos como funcionaran
los diferentes detectores con una palabra concreta, por ejemplo, la
palabra ROCA. Para empezar, comenzaran a activarse ciertos detectores de rasgos, tales como el de lnea vertical por la letra R, lnea inclinada tambin para la letra R, el detector de crculos de la letra O, etc.
Estos detectores pasaran la activacin a las letras que los poseen, as
el detector de crculos pasara la activacin a la letra O, tambin a la
letra Q (aunque esta letra recibira inhibicin del rasgo lnea horizontal en la parte de abajo por no estar presente en el estmulo). A medida que las letras R, O, C, A comienzan a recibir activacin, ellas a su
vez activan a las palabras que las contienen. As, la R inicial activar
a todas las palabras que comiencen por R (RANA, RETO, RICO, etc.),
40
41
Procesos lxicos
La identificacin de las letras y/o slabas nos permite poder reconocer las palabras, pues ese es, en definitiva, el objetivo de la lectura. Y
tal como decamos en el reconocimiento del habla, que para poder
reconocer una palabra tenemos que tener una representacin interna
de esa palabra, para poder reconocer una palabra escrita es necesario que esa palabra se encuentre representada en nuestra memoria
43
tambin influyen otras variables como la categora gramatical, la imaginabilidad, la edad de adquisicin, etc.
Despus de activada la palabra en el lxico visual, el siguiente paso
es la activacin del significado asociado a esa palabra y representado en
el sistema semntico. Tal como ya hemos dicho, el sistema semntico es
nico y, por lo tanto, comn a todas las modalidades perceptivas, de
manera que el significado que evocamos al leer la palabra "bho" es el
mismo que evocamos cuando escuchamos la palabra /bho/ o vemos el
dibujo de un bho.
En la Fig. 12 se pueden ver los procesos que utilizamos para comprender las palabras escritas:
44
45
Palabra escrita
J.-Palabra hablada
Anlisis visual
Anlisis acstico
Lxico auditivo
Y
Conversin
acstico-fonolgico
Sistema
semntico
Conversin
grafema-fonema
Lxico fonolgico
Almacn de
fonemas
Habla
Fig. 13. Modelo de las tres rutas de lectura.
46
2.5 Escritura
El castellano, que es perfectamente transparente en lo que a lectura, se
refiere es opaco en cuanto a la escritura. El hecho de que algunos fonemas se puedan representar mediante diferentes grafemas (11(/ como "k",
"qu" o "c", /6/ como "b" o "y", etc.) hace que algunas palabras slo
puedan ser correctamente escritas si se dispone de una representacin
mental de su forma ortogrfica (de qu otra manera se pueden escribir
bien palabras como "horca", "voto" o "hereje"?). Bien es cierto que
hay una serie de reglas ortogrficas que tratan de regular esta situacin.
Pero son muchas las palabras que no se ajustan a ninguna regla y cuya
forma ortogrfica es totalmente arbitraria.
Esta circunstancia implica que si en la lectura hablbamos de dos
rutas, a pesar de que la lxica no pareca absolutamente necesaria en castellano, en la escritura s que parece imprescindible postular dos rutas
para poder escribir todas las palabras. La ruta lxica para las palabras
de ortografa arbitraria y la fonolgica para las palabras desconocidas.
Porque, si bien es cierto que las palabras conocidas se pueden escribir
consultando su forma ortogrfica en la memoria, tambin es cierto que
podemos escribir palabras que no hemos visto nunca y que, por lo tanto, no pueden estar representadas en nuestro lxico ortogrfico.
Al igual que sucede en la denominacin oral, la escritura espontnea se
47
hueco
hueso
msculo
sistema semntico
huevo
lxico ortogrfico
grafema
hueso
48
nemos de la correspondiente forma ortogrfica de la palabra que queremos escribir (por ejemplo, en el caso de los apellidos desconocidos)
o disponemos de una forma incompleta. Incluso algunas veces tenemos esa representacin, pero no la consultamos, simplemente porque
no tenemos muy automatizado el uso de la ruta lxica. Especialmente
los nios escriben mal muchas veces las palabras, no porque no dispongan de su representacin en el lxico, sino porque no lo consultan
y de hecho cuando se les obliga a acceder al lxico, por ejemplo en los
dictados, cometen menos errores de ortografa (Cuetos, 1993a). El
problema en este caso es que, como decamos antes, algunos fonemas
pueden ser escritos mediante ms de un grafema y esto puede llevar a
escribir las palabras de manera ortogrficamente incorrecta. As,
cuando se escribe a travs de la ruta fonolgica la palabra "caballo"
se pueden producir 8 formas distintas todas ellas fonolgicamente
correctas (cavallo, cabayo, kaballo, cavayo, etc.) pero slo una correcta desde el punto de vista ortogrfico. En consecuencia, esta ruta es
adecuada cuando se trata de palabras compuestas por los fonemas que
slo se pueden representar mediante un grafema, pero pueda dar lugar
a errores ortogrficos con las palabras que tienen los fonemas que se
pueden representar mediante varias letras distintas /-01, /g/, /b/, etc.
Estos son, en definitiva, los procesos implicados en la escritura de
palabras: en lnea continua se representa la ruta ortogrfica y en lnea
discontinua la fonolgica (Fig. 15).
Sistema
semntico
Lxico
fonolgico
Almacn de
fonemas
Lxico
ortogrfico
Conversin
fonema-grafema
Almacn de
gra femas
v
i!
Escritura
Fig. 15. Modelo de los procesos de escritura.
Escritura al dictado
La escritura al dictado es una actividad bastante frecuente, especialmen-
Palabra hablada
Palabra escrita
1
1'
Anlisis visual
Anlisis acstico
Lxico auditivo
Conversin
acstico-fonolgico
Sistema
semntico
Lxico fonolgico
Conversin
grafema-fonema
Lxico ortogrfico
y
_
Almacn de
fonemas
Habla
Conversin
fonema-grafema
Almacn de
grafemas
Escritura
Fig. 16. Modelo de todos los procesos que intervienen en el lenguaje, tanto oral
como escrito.
Copia
Otra forma de escritura es la copia, consistente en escribir palabras (o pseudopalabras) que el sujeto tiene delante de su vista. En trminos del modelo
expuesto en la pgina anterior la copia supone pasar de la "palabra escrita" en la parte alta del modelo a la "escritura" en la parte baja. Veamos
entonces, con el modelo delante, cul es el camino o caminos a recorrer.
En principio, cuando hacemos una copia, lo lgico es que entendamos las palabras que vamos escribiendo, lo que significa que accedemos
al sistema semntico. En este caso el recorrido es el siguiente: anlisis
visual para identificar las letras, lxico visual para reconocer la palabra
y sistema semntico para recuperar el significado. A continuacin lxico ortogrfico para recuperar la ortografa de la palabra, almacn de
grafemas y finalmente los procesos motores.
Pero tambin existe la posibilidad de realizar una copia sin entrar en
el significado. El recorrido podra ser el mismo que el anterior, excepto
el paso por el sistema semntico que se evitara pasando directamente
del lxico visual al lxico fonolgico y de ste al ortogrfico. O incluso
directamente del lxico visual al lxico ortogrfico.
Y aun tiene que haber otra va, puesto que somos capaces de copiar
pseudopalabras y palabras desconocidas de las cuales no tenemos representacin. Estos estmulos se pueden copiar a travs de la va fonolgica,
primero la de lectura y despus la de escritura. En este caso intervendran los siguientes procesos. Vrimero, identificacin de los grafemas en el
anlisis visual despus, conversin de los grafemas en fonemas; posteriormente, la conversin de fonemas en grafemas y por ltimo, los procesos
motores. Esta ruta tiene el inconveniente de que los cambios de grafemas
a fonemas y viceversa puede dar lugar a errores ortogrficos en los fonemas que se representan con dos o ms grafemas (es la ruta que utilizan
generalmente los nios pequeos y que hace que cometan errores ortogrficos cuando copian, para desesperacin de sus profesores).
Hay adems una cuarta va que conecta directamente el sistema de
anlisis visual con el nivel de grafemas sin la intervencin de ningn
proceso intermedio. O incluso la copia esclava que ni siquiera necesita
la identificacin de las letras, simplemente se dibujan, aunque esta ltima no se puede considerar una forma de escritura, sino ms bien se trata de dibujo de letras.
Procesos motores
Una vez seleccionados los grafemas, se almacenan en un retn de corto plazo similar al fonolgico que hemos descrito antes, aunque en
52
este caso lo que se retiene son los grafemas, mientras dura el proceso
de escritura. Este almacenamiento de los grafemas se ve realmente
necesario cuando tenemos que escribir una palabra larga, y especialmente si la tenemos que escribir despacio (por ejemplo cuando escribimos con buena letra). A este almacn lo denominamos retn grafmico.
A partir del retn grafmico entran en funcionamiento los procesos
destinados a dibujar la palabra sobre el papel o a articular los sonidos,
si en vez de escribir la palabra la queremos deletrear. Si la vamos a deletrear tenemos que recuperar el nombre de las letras y los programas
motores encargados de pronunciar esos nombres. Si la vamos a escribir,
la primera decisin a tomar es el tipo de letra que utilizaremos: mayscula cuando se comienza una oracin, se escribe un nombre propio o
simplemente se quiere hacer una letra clara (por ejemplo cuando se
rellena un impreso) y minscula en otros casos. Por otra parte, se puede escribir con letra cursiva, script o de cualquier otro tipo. Estas formas diferentes de representar cada letra se denominan algrafos y al
almacn de memoria en el que se encuentran almacn algrafico. Despus de seleccionar los algrafos viene la recuperacin de los procesos
motores en los que se encuentran especificadas la secuencia, direccin y
tamao proporcional de los movimientos a realizar para dibujar los algrafos. La forma concreta que finalmente queda reflejada sobre el papel
o pizarra es el grafo.
Si en vez de escribir a mano escribimos a mquina o con el ordenador, los patrones motores son otros, tal como se puede ver en el siguiente diagrama (Fig. 17):
53
Retn
gra fmico
Nombre de
las letras
rdenes muscul.
del habla
Deletreo oral
Algrafos
Patrones motores
escritura mquina
Patrones motores
escritura mano
rdenes muscul.
mano y brazo
rdenes muscul.
mano y brazo
Escritura a mquina
Escritura a mano
Por lo tanto, pasar del nivel de la palabra al nivel de la oracin implica pasar al nivel del mensaje. Pero cuando pasamos al nivel de la oracin tenemos que hablar adems, de un nuevo tipo de palabras a las que
no habamos hecho referencia hasta ahora, porque carecen de significado: las palabras funcionales. Las palabras funcionales, formadas por preposiciones, artculos, conjunciones, etc., tienen una misin puramente
sintctica, esto es, su papel es el de servir de conexin entre las de contenido (sustantivos, verbos y adjetivos). De manera que si las de contenido son las que contienen el significado, las funcionales juegan un papel
fundamental en la asignacin de los papeles gramaticales, pues dependiendo de las conexiones que establecen entre las palabras de contenido
puede variar totalmente el sentido de la oracin. As, el mensaje de la
oracin anterior "El violinista envi flores a la actriz" puede pasar a ser
justamente el contrario con slo cambiar alguna de las palabras funcionales: "Al violinista le envi flores la actriz". Orden en que aparecen las
palabras y colocacin de las palabras funcionales, son por lo tanto, dos
factores importantes en la formacin de la estructura sintctica.
El procesamiento de oraciones, tanto en lo que respecta a la comprensin como a la produccin, ha tenido un gran desarrollo en los lti.
mos aos (y en buena medida gracias a los estudios con pacientes af
54
Comprensin de oraciones
Cuando escuchamos o leemos una oracin, adems de reconocer las
palabras que la componen, intentamos averiguar cules son las relaciones que existen entre esas palabras, con el fin de extraer el mensaje que
esa oracin contiene. Dicho en trminos muy simples, lo que intentamos
es poder responder a la pregunta de "quin hizo qu a quin". Y para
ello, tenemos que realizar una serie de actividades como la de identificar los diferentes sintagmas que componen la oracin, averiguar la relacin que existe entre esos sintagmas, comprobar los papeles temticos
que cada uno de ellos juega, etc. Segn la mayora de los modelos de
comprensin de oraciones, existen, al menos, dos estadios diferentes
( Mitchell, 1987):
1.- Un primer estadio en el que se segmenta la oracin en sus correspondientes sintagmas y se etiquetan sintcticamente (sintagma sujeto,
sintagma predicado, etc.).
2.- Un segundo estadio en el que se asignan los papeles temticos a
esos sintagmas.
El primer estadio est fuera del control consciente y consiste en la
aplicacin automtica de una serie de estrategias sintcticas. Una de las
estrategias ms simples consiste en asignar los papeles "sujeto-verboobjeto" a las estructuras formadas por las palabras "nombre-verbonombre". Otra estrategia sintctica es la de unir un sintagma con el sustantivo que est ms prximo. En la oracin "Juan no vio a Luis
porque estaba en clase" tendemos a considerar, por el factor proximidad, que quien estaba en clase es Luis, aunque la frase "estaba en clase" puede referirse tanto a Juan como a Luis. En este primer estadio
influyen los factores ms superficiales, como son, la categora gramatical de las palabras, el orden de las palabras, los rasgos prosdicos si se
trata del lenguaje oral o los signos de puntuacin si se trata del escrito,
la concordancia entre sustantivos y verbo, etc. La forma como se lleva
a cabo este proceso est en este momento sujeta a una fuerte discusin,
ya que algunas hiptesis defienden estrategias de tipo lingstico (Frazier, 1987), mientras que otras basan la explicacin en factores ms
pragmticos, como pueden ser la frecuencia de uso (Cuetos, Mitchell y
Corley, 1996).
En el segundo estadio se comprueba la plausibilidad de la estructura construida y se asignan los papeles temticos. Este segundo estadio
55
est bajo el control consciente y de hecho, si la informacin semntica y/o pragmtica lo aconsejan, puede obligar al primer estadio a realizar de nuevo el anlisis. As, por ejemplo, si leemos la oracin
"Mientras el payaso beba el pollo...", nuestra primera intencin puede ser la de entender que el payaso se estaba bebiendo el pollo por
aplicacin de la estrategia cannica "sujeto-verbo-objeto". La informacin semntica nos indica que no es as y que debemos rehacer la
comprensin (la lectura completa de la oracin y la presencia de la
coma hubiesen impedido esta interpretacin errnea: "Mientras el
payaso beba, el pollo se escapaba de la pista"). Las variables que
influyen en este segundo estadio son, por lo tanto, de tipo semntico
y pragmtico (el significado de las palabras, la plausibilidad de la oracin, etc.).
En algunas oraciones los papeles temticos coinciden con los gramaticales, lo que hace ms fcil su comprensin. En otras, sin embargo, el
papel del sujeto verbal no coincide con el de agente de la accin, y por
ello resultan ms difciles de procesar, especialmente para ciertos tipos
de pacientes afsicos, como veremos. Es el caso de las pasivas, pues en
una oracin como esta: "Juan fue besado por Mara", Juan hace el
papel de sujeto gramatical pero no es el agente de la accin de besar.
Algunos autores como Schwartz, Fink y Saffran (1985) consideran
que el anlisis de la funcin verbal se debe considerar como un proceso independiente de los anteriores, por lo que distinguen tres estadios en
vez de dos.
El primero sera el de segmentacin de la oracin en sus principales
componentes: verbos, sintagmas nominales, predicados, etc. y especificacin de los papeles gramaticales de cada uno.
El segundo el de anlisis de la forma verbal para determinar las
relaciones temticas que lleva asociadas. As, un verbo intransitivo
como "mirar" requerir un objeto directo adems del sujeto, en cambio, un verbo intransitivo como "estornudar" slo requerir un sujeto. Algunos verbos requieren un sujeto animado mientras que otros
no lo necesitan. Esta es la razn por la que, siendo aparentemente
iguales estas dos oraciones, sin embargo, son bastante diferentes: "El
nio rompi el jarrn", "La piedra rompi el jarrn". Este estadio
puede resultar especialmente difcil con los verbos antnimos (dartomar, tirar-empujar, comprar-vender, etc.) ya que el empleo de uno u
otro implica cambios en los papeles de los sintagmas nominales (Ej.
"El soldado dio una flor a la campesina" vs "El soldado recibi una
flor de la campesina").
El tercer estadio sera, como en los modelos anteriores, el de asignacin de los papeles temticos a partir del significado del verbo y de lz
funcin gramatical de los sintagmas.
56
Produccin de oraciones
En cuanto a la produccin de oraciones, tambin se lleva a cabo en
varios estadios, tres segn el conocido modelo de Garrett (1982).
El primer estadio es de planificacin del mensaje que se quiere transmitir. Esto implica un acceso al sistema semntico para activar los significados que se expresan en la oracin. En este estadio, estos significados todava aparecen en forma abstracta, no tienen una forma lxica
definida. Adems, en este estadio se especifica la informacin sobre los
papeles temticos de la oracin, esto es, aparece indicacin sobre quin
har el papel de agente de la oracin, quin el de objeto, etc.
En el segundo estadio se construye la estructura de la oracin. Por lo
tanto, aqu ya se elige el tipo de estructura concreta que se va a emplear y, en funcin de esa estructura el orden de las palabras. Si se trata de
una oracin activa el nombre que har de agente ir en primer lugar, si
es pasiva entonces ir despus del verbo, etc. En este estadio tambin se
disponen las palabras funcionales, puesto que su papel es el de nexo que
permite construir la estructura oracional.
Finalmente, ya en el tercer estadio, se rellena la estructura con las
palabras de contenido (nombres, verbos y adjetivos) especficas que formarn la oracin. Este estadio exige, por lo tanto, acceso al lxico fonolgico para dar forma al concepto activado en la fase inicial. As, si el
concepto activado era el de "carnvoro domstico amigo del hombre",
en el tercer estadio hay que llamarlo de alguna manera, entre las muchas
disponibles: "perro", "can", "animal", "doberman", "l", "ste", etc.
Aunque este modelo de Garrett ha sido muy discutido, la mayora de
los modelos de produccin siguen postulando esos mismos procesos.
Las diferencias van ms en la relacin que existe entre los estadios. As,
los modelos interactivos, por ejemplo, el de Stemberger (1985) tambin
distingue un estadio de construccin de la estructura y otro estadio de
bsqueda de las palabras concretas, pero postula que ambos estadios
funcionan en paralelo y de manera interactiva.
En la siguiente figura se expone un modelo general de produccin,
formado por los procesos que la mayora de los autores coinciden en
admitir. La relacin(serial o interactiva) que pueda existir entre estos
procesos es lo que diferencia unos modelos de otros (Fig. 18).
Acceso al significado
Acceso al lxico
58
3
Tipos de Trastornos Afsicos
63
sia receptiva. Sin embargo, los orgenes de estas dificultades pueden ser
muy variadas, y por ello, tambin las caractersticas de los pacientes.
Franklin (1989) estudi a nueve pacientes que podran ser etiquetados
de afasia receptiva, puesto que todos compartan la incapacidad para
comprender las palabras cuando se las presentaban verbalmente y sin
embargo, una evaluacin cuidadosa indic que haba diferencias notables entre ellos. Unos tenan severamente daada la capacidad de discriminar fonemas, mientras que otros no tenan ninguna dificultad con
esta tarea. Unos eran incapaces de realizar tareas de decisin lxica verbal y otros realizaban estas tareas sin errores. Franklin encontr que,
haba, al menos, cuatro tipos diferentes de trastornos de percepcin
auditiva. Por lo tanto, la nica forma de poder diferenciar todos los
trastornos posibles es siguiendo el modelo, en este caso de percepcin y
comprensin del habla. Y esto es lo que vamos a hacer, describir los
trastornos que pueden aparecen cuando se daa alguno de los procesos
que intervienen en la comprensin del lenguaje oral y que aparecen en
la figura 4 del captulo anterior.
Recordemos que el primer anlisis que realizamos al escuchar el
habla es de tipo puramente fsico, lo que llamamos el anlisis acstico,
ya que lo hacemos en base a las variables fsicas de intensidad y frecuencia. De esta manera, cuando se produce una lesin en este estadio,
el paciente, no slo deja de percibir el habla, sino tambin el resto de
los sonidos ambientales. Su trastorno no es muy diferente al de los sordos perifricos, a no ser porque su audiometra es normal, lo cul es
esperable, ya que la lesin se localiza en el cerebro, no en los rganos
auditivos. No en vano a este trastorno se le conoce con el nombre de
sordera cortical. Y para que aparezca la sordera cortical tienen que
estar daados ambos hemisferios, esto es, tiene que producirse una
lesin bilateral de las zonas temporales, ya que el anlisis acstico, al no
ser especfico para el lenguaje puede ser realizado por ambos hemisferios, razn por la cual, basta con que uno quede intacto para que el
paciente contine oyendo.
Sordera cortical
Incapacidad para discriminar sonidos verbales y no verbales a pesar de
presentar una audiometra normal.
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consecuencia, la etiqueta de sordera verbal pura, al menos de momento, incluye a todos los pacientes con dificultades para identificar fonemas, sea su problema de tipo fontico o fonolgico.
Bien es cierto que se estn haciendo anlisis cada vez ms especficos
sobre este trastorno que permiten conocer con cierta exactitud el problema concreto de cada paciente. As, Auerbach, Allard, Naeser, Alexander y Albert (1982) comprobaron que su paciente no tena dificultades con las vocales, pero s con las consonantes. En particular tena
graves dificultades para percibir el rasgo "lugar de articulacin", razn
por la que no era capaz de discriminar, por ejemplo entre sonidos labiales y alveolares. El paciente de Takahasi, Kawamura, Shinotou, Hirayama, Kaga y Shindo (1992) era capaz de identificar el nmero de slabas
que tenan las palabras que se le nombraban, a pesar de no entender
esas palabras, lo que indica que perciba la segmentacin silbica.
bien articuladas
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Agnosia fonolgica
Tambin puede ocurrir que la lesin alcance a las dos vas, esto es,
que se interrumpa la conexin acstico-fonolgica y que se dae la va
directa de acceso al sistema semntico o el propio sistema semntico. En
este caso los pacientes tienen dificultades para repetir las palabras desconocidas y las pseudopalabras (como consecuencia de la inoperancia
de la primera va), pero tambin tienen problemas con las palabras funcionales y con las abstractas, ya que estas palabras tienen una escasa
representacin semntica. Pero el principal sntoma de estos pacientes es
la produccin de errores semnticos en repeticin. A este tipo de trastorno se le denomina disfasia profunda por su semejanza con un trastorno de lectura que luego comentaremos. Un paciente estudiado por
Michel y Andreewsky (1983) cuando se le peda que repitiese "globo"
deca "corneta", con "rojo" deca "amarillo" o con "independencia"
deca "elecciones". A veces el paciente est convencido de que ha repetido justamente la palabra indicada. Otras veces es consciente de que no
est repitiendo la palabra que se le dijo. Por ejemplo, cuando el experimentador le dice "planeta" y el paciente dice "luna... fue eso lo que yo
dije, no creo que no... yo dije planeta, Marte... no, no es esto". Ellis y
Young (1988) afirman que estos errores semnticos se producen porque
la palabra que escucha el paciente activa un rea conceptual que incluye varias palabras de las cuales el paciente elige una probable. Esto
explica los intentos de aproximacin que estos pacientes a veces realizan: "planeta, luna...Marte...).
El paciente de Michel y Andreewsky tambin haca errores semnticos al escribir al dictado. No los haca, en cambio, al leer en voz alta ni
al escribir el nombre de los dibujos, lo que indica, por una parte, que el
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sistema semntico estaba intacto y por lo tanto las dificultades eran slo
de acceso, y por otra parte, que las rutas de acceso al sistema semntico son distintas para las palabras escritas, para las palabras habladas y
para los dibujos.
Los disfsicos profundos tambin muestran otros sntomas (similares
a los que caracterizan a los dislxicos profundos) y explicables en el
modelo de procesamiento lxico como consecuencia de utilizar la ruta
semntica que no es muy precisa con aquellas palabras que tienen escasa representacin semntica. Por-est- razn, tienen ms dificultades con
las palabras abstractas que con las concretas (debido a que las palabras
abstractas tienen menos conexiones en el sistema semntico que las concretas), mayor dificultad con las palabras funcionales que con las de
contenido (las palabras funcionales al no tener significado no poseen
representacin semntica) y mayor dificultad con las palabras morfolgicamente compuestas que con las simples (probablemente porque raz
y afijos se encuentran separados y slo la raz dispone de representacin
semntica).
Antes de finalizar con la disfasia profunda habra que matizar que
aunque utilizamos esta etiqueta para referirnos a los pacientes que
cometen errores semnticos en repeticin, en realidad habra que
distinguir varios tipos de disfasias profundas ya que la ruta lxicosemntica est compuesta por varios subprocesos que se pueden
lesionar independientemente. As, los problemas pueden surgir por
dificultades en el acceso al lxico auditivo, en la conexin del lxico auditivo con el sistema semntico, en el propio sistema semntico o en la conexin del sistema semntico con el lxico fonolgico.
Las caractersticas, en principio, parecen similares en todos los
casos; sin embargo, cuando se analizan en detalle se encuentra diferencias. As el paciente descrito por Howard y Franklin (1988) era
incapaz de realizar la tarea de decisin lxica auditiva, lo que indica que tena problemas para acceder al lxico auditivo. No tena, en
cambio, problemas en el sistema semntico ni en la conexin del sistema semntico con el lxico fonolgico, puesto que su denominacin de dibujos slo estaba ligeramente daada. Por el contrario, el
paciente de Katz y Goodglass (1990) aunque tambin disfsico profundo haca bien la tarea de decisin lxica (96% de aciertos) y
tena, en cambio, problemas de denominacin. De hecho su ejecucin en denominacin era similar a la que tena en repeticin. Otro
paciente descrito por Morton (1980) tena problemas en el sistema
semntico, ya que tena dificultades para definir las palabras y justamente las palabras que no consegua repetir eran las que tampoco
poda definir, mientras que las que consegua repetir tambin las
poda definir.
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Agnosia semntica
Dificultad para entender las palabras independientemente de la modalidad perceptiva
Similares dificultades en produccin
Comisin de errores semnticos
Mayores dificultades con los rasgos ms especficos de los conceptos
Las dificultades pueden ser ms acusadas con determinadas categoras
Por otra parte, la destruccin del sistema semntico no slo se produce en la agnosia semntica, sino que hay algunas enfermedades degenerativas en las que tambin existe alteracin de este almacn. Es el
caso de la demencia tipo Alzheimer, ya que los pacientes pierden el significado de los conceptos y palabras y, adems, el deterioro se va
haciendo mayor a medida que progresa la enfermedad. Al principio
pierden los rasgos ms especficos y finalmente los ms generales (Cox,
Bayles y Trosset, 1996). Ahora bien,, en estos pacientes, la destruccin
del almacn semntico va siempre acompaada de deficiencia en otros
procesos lingsticos, e incluso cognitivos (los ms notables son la prdida de memoria episdica y tambin dificultades perceptivas y de
razonamiento), por lo que es difcil comprobar en qu medida la conducta de estos pacientes se debe a la destruccin del sistema semntico
y no a otros dficit.
Hay, sin embargo, un tipo de demencia en el que el trastorno es selectivo para el almacn semntico. Hodges, Patterson, Oxbury y Funell
(1992) la denominaron demencia semntica. La primera en describir
este trastorno fue Warrington (1975) en un estudio con tres pacientes
con atrofia cerebral progresiva cuyos principales sntomas eran una
anomia cada vez ms incapacitante y dificultades para comprender las
palabras. Sin embargo, conservaban los conocimientos episdicos y
autobiogrficos, ya que podan recordar sin dificultad los sucesos de
cada da. Desde entonces se han publicado muchos otros casos que
muestran esta alteracin especfica del sistema semntico. Curiosamente, estos pacientes conservan otras capacidades lingsticas, tales como
la sintaxis o la fonologa, por lo que su habla es fluida y sin esfuerzo y
no cometen parafasias fonmicas. Su lectura en voz alta es correcta,
aunque son incapaces de comprender lo que leen. Adems, conservan
intactas las capacidades perceptivas, como indica el hecho de que puedan copiar dibujos o realizar tareas que' exigen discriminacin visual,
incluso aunque no entiendan lo que ven. Igualmente conservan el razonamiento siempre que no sea verbal.
En la demencia semntica, el deterioro no se produce en algunas cate-
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3.3. Anomias
Empleamos el trmino anomia, en general, para referirnos a los trastornos de produccin oral. No obstante, hay varios tipos de trastornos
en la produccin oral porque son varios los procesos que intervienen en
el habla y que son, por lo tanto, susceptibles de sufrir algn deterioro.
Son el sistema semntico, el lxico fonolgico, el almacn de fonemas y
los procesos encargados de programar las rdenes articulatorias.
Cuando el trastorno se produce a nivel de conceptualizacin o sistema semntico, los pacientes tienen dificultades para denominar, pero
tambin para acceder al significado en cualquiera de las modalidades
lingsticas. Y adems, puesto que el sistema semntico se organiza por
categoras, los problemas de denominacin pueden ser especficos para
algunas categoras determinadas. Un paciente de Hart, Berndt y Caramazza (1985) tena dificultades slo para nombrar frutas y verduras.
Por otra parte, estos pacientes cometen gran nmero de errores semnticos y no son conscientes de esos errores. Las claves fonolgicas no les
suele servir de mucha ayuda a la hora de recordar el nombre del objeto que no son capaces de denominar, pero s las claves semnticas. Este
trastorno se denomina anomia semntica.
Si el trastorno se produce en el lxico fonolgio, el paciente puede
acceder al significado de las palabras, pero no puede recuperar la forma fonolgica que permita su pronunciacin. En este caso, sabe exactamente lo que quiere decir pero no encuentra la palabra que necesita.
Es algo similar a lo que nos ocurre a nosotros cuando caemos en la
molesta situacin de tenerlo "en la punta de la lengua". Es ms, tal
como sucede en el fenmeno de la punta de la lengua, el paciente
recuerda a veces parte de la palabra (por ejemplo los ltimos fonemas)
o sabe el nmero de slabas que tiene la palabra, aun cuando no consigue recuperar su forma total. El habla de estos pacientes es escasa en
nombres de objetos respecto a otras clases de palabras, por ejemplo las
funcionales. Las palabras a las que no puede acceder son normalmente
reemplazadas por otras ms generales (por ejemplo dice "cosa" cuando
no consigue nombrar la palabra "brocha" o por circunlocuciones (dice
"eso para pintar"). Estos pacientes comprenden y clasifican perfectamente los dibujos que no son capaces de nombrar o cuando se les sugiere una palabra saben si es esa la palabra que buscan o no. Igualmente
son capaces de representar el significado mediante mmica o gestos
Tampoco tienen dificultades para repetir y leer en voz alta las palabras
que no son capaces de nombrar. Cuando dicen una palabra que no el
la que corresponde saben que no es esa la palabra, e incluso lo dicen
As ante el dibujo de una oveja pueden decir "cabra... no, no es eso".
En cuanto al tipo de palabras con las que tienen mayores dificulta.
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jergafasia
Dificultad para recuperar la pronunciacin de las palabras
Su habla espontnea contiene gran nmero de neologismos
Tambin la dificultad para recuperar la forma lxica se puede manifestar en forma de perseveraciones. Las perseveraciones, presentes en la
mayor parte de los pacientes afsicos, consisten en decir una palabra
que ya ha sido utilizada para nombrar algn estmulo previo, incluso
aunque no tenga ninguna relacin con el estmulo al que ahora tiene
que responder. La explicacin que se da a este trastorno es que el
paciente puede carecer de la representacin lxica que se le est pidiendo y en su lugar utiliza la que ms activada est en ese momento, que
es justo la que acaba de pronunciar. O incluso puede disponer de la
representacin lxica adecuada pero la que acaba de pronunciar tiene
un nivel de activacin ms alto. Este fenmeno no es exclusivo de los
pacientes afsicos, sino que incluso nos sucede a los normales cuando
nuestro sistema se encuentra sometido a ciertas presiones. Vitkovich y
Humphrey (1991) lo demostraron empricamente. En un experimento
de denominacin de dibujos presionaban a los sujetos a contestar con
rapidez, y en esa situacin, los sujetos cometan un alto nmero de perseveraciones de nombrar algn dibujo con el nombre de otro dibujo
denominado previamente. Especialmente cuando entre los dos exista
cierta relacin semntica. La explicacin es que la activacin que an
conserva esa representacin, ms una pequea activacin semntica es
suficiente para superar la activacin de la representacin que debiera
emitir. En los pacientes afsicos, cuyo problema es muchas veces una
disminucin del nivel general de activacin, es fcil que una representacin que se ha activado previamente tenga un nivel ms alto que la
correcta.
Cuando la lesin se produce en la seleccin de los fonemas, el trastor-
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no se denomina anomia a nivel de fonema. En este caso, los pacientes eligen bien la palabra que van a utilizar, pero se equivocan en alguno de sus
fonemas componentes ya que la seleccin de los fonemas se produce en
un estadio posterior al lxico. Esos errores son principalmente de sustituciones de un fonema por otro (por ejemplo "rillones" por "riones"), o
simples omisiones ("cata" por "carta"). Este tipo de errores fonolgicos,
bastante frecuente en la mayor parte de las afasias, y especialmente en las
jergafasias, se denominan parafasias fonolgicas y cuando las parafasias
son tan distorsionadas que no se puede reconocer las palabras que el
paciente trata de decir se denominan neologismos.
Curiosamente, los errores de sustitucin no se producen de una manera desordenada o aleatoria, sino que se someten siempre a unas restricciones que indican que por muy destrozada que est la maquinaria, an
se rige por ciertas reglas lingsticas. Por ejemplo, nunca se sustituye un
fonema consonntico por uno voclico ni viceversa, o la secuencia resultante del cambio de algn fonema siempre es una combinacin lingsticamente legal dentro de la lengua a la que pertenece el afsico.
Por otra parte, el problema no se suele producir de la misma manera
con todos los fonemas, sino que puede acentuarse en algunos de ellos, que
son los que estn ms daados y no consigue recuperar, y en cambio funcionar a nivel normal (o casi normal) con los dems que estn intactos.
Perecman y Brown (1981) describieron el caso de un paciente con jerga
fonmica cuyo trastorno era muy desigual con los diferentes fonemas.
Utilizaba con gran frecuencia los sonidos /m/ y /b/ (tambin, aunque en
menor medida /r/ y /s/) mientras que el resto apenas los utilizaba.
No influyen, en cambio, en la ejecucin de estos pacientes las variables lingsticas tales como la categora gramatical o la imaginabilidad,
lo que indica que no hay influencia lxica. S que influye la longitud de
la palabra, y es lgico que as sea, pues cuantos ms fonemas tiene una
palabra ms posibilidades existen de cometer error con esa palabra.
Ahora bien, este trastorno no slo se manifiesta en el habla espontnea
y en las tareas de denominacin, sino tambin en las de repeticin y lectura en voz alta, ya que el nivel de fonemas es comn para todas las
actividades de produccin oral. Un paciente de 'Captan (1987), clasificado como afsico de conduccin, es un caso tpico de anomia a nivel
de fonema, ya que produca parafasias fonolgicas en todas las tareas
de produccin: denominacin, repeticin y lectura.
Anomia a nivel de fonema
Parafasias fonolgicas
No influyen las variables lxicas
Se manifiestan en denominacin, repeticin y lectura en voz alta
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Parafasias fonolgicas
Gran influencia de la variable longitud
Se manifiesta en todas las tareas orales
Trastornos motores
Finalmente, cuando el trastorno afecta a la capacidad de programar
y ejecutar las rdenes dirigidas a los msculos para la produccin de los
sonidos del habla, se denomina apraxia oral o ms concretamente apraxia del habla (o dispraxia si la alteracin es slo parcial). En la apraxia
no existen trastornos motores, los msculos se encuentran en buen estado, lo que ocurre es que no les llegan las rdenes motoras pertinentes
( Mine; 1991).
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3.4. Dislexias
La lectura de palabras tambin es una actividad que exige la intervencin de mltiples procesos cognitivos, todos ellos susceptibles de ser
lesionados, por lo que es esperable que sean varios los posibles trastornos que se pueden producir. De ah que no tenga ya sentido hablar de
dislexia en general, sino que es preciso distinguir varias formas distintas de dislexia.
Los primeros procesos que realizamos al leer son los que hemos
denominado de anlisis visual y destinados a la identificacin de las
letras. Este es un paso previo e imprescindible para que se puedan realizar todos los dems, de manera que si un paciente tiene dificultades en
este primer estadio no podr llevar a cabo el resto de los procesos lectores. Sin embargo, y a pesar de que tradicionalmente se consideraba a
la dislexia como un problema de tipo perceptivo (no en vano se la denominaba "ceguera verbal"), lo cierto es que son escasos los pacientes con
problemas en estos primeros estadios del procesamiento. Ciertamente la
mayor parte de los trastornos de lectura se encuentran en estadios puramente lingsticos.
Hay adems, algn tipo de dislexia que los investigadores sitan en
estos primeros estadios perceptivos pero que en realidad son trastornos
de tipo atencional. Es el caso de la dislexia por negligencia, llamada as
porque los pacientes cometen errores de lectura debido a que negligen
parte de la palabra. Es un trastorno similar a la negligencia visual y de
hecho, como en la negligencia visual, la dislexia por negligencia tambin
se produce por lesin en el hemisferio derecho. Sin embargo, son trastornos diferentes, pues si bien es cierto que a veces ambos coinciden en
un mismo paciente, otras veces no ocurre as. En un principio se crea
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que los pacientes con dislexia por negligencia tenan dos caractersticas
distintas (Ellis, Flude y Young, 1987): omisin de las letras o palabras
situadas en la parte izquierda de la pgina (por ejemplo, leer "edad"
por "soledad") y sustitucin de las letras iniciales por otras ("piedra"
por "hiedra"). Los datos actuales parecen, en cambio, indicar que la
omisin de las letras iniciales y la sustitucin constituyen dos tipos diferentes de dislexia por negligencia, originadas por causas distintas. Mientras que las omisiones suelen alcanzar a la mitad izquierda de la pgina, por lo que se suelen omitir varias letras e incluso palabras, las
sustituciones se suelen producir slo en la primera letra de la palabra,
independientemente de la longitud que tenga la palabra, y adems, no
es que desaparezca la letra, sino que la cambia por otra, lo que indica
que el paciente sabe que ah va una letra. En definitiva, que dentro de
lo que llamamos dislexia por negligencia se puede hablar de dos trastornos distintos, que pueden darse unidos en un mismo paciente, pero
que tambin pueden aparecer disociados: omisin de las primeras letras
y/o palabras (este trastorno es el que suele ir unido a la negligencia
visual) y sustitucin de la letra inicial (Young, Newcombe y Ellis, 1991).
Incluso se habla ya de un tercer tipo de dislexia por negligencia que se
caracteriza porque el sntoma es la sustitucin, no de la letra inicial de
la palabra, sino de la final, pues ya se han publicado algunos casos en
los que son las letras finales las que sustituyen.
Otro trastorno que tambin se produce en estos estadios iniciales del
procesamiento de la palabra escrita es la dislexia atencional, que como
su nombre indica tambin parece un problema de atencin ms que perceptivo o lingstico. En este caso, los pacientes identifican perfectamente las letras y pueden leer palbras aisladas, incluso cuando se presentan al taquistoscopio con tiempos de exposicin muy breves, pero
cuando tienen que leer una frase o un texto es cuando aparecen los problemas. Ya con dos palabras comienzan a tener dificultades y a cometer un tipo de error caracterstico de este sndrome que es el "baile de
letras" o migracin de letras de una palabra a otra. As el paciente de
Saffran y Coslett (1996) , cuando le presentaban el par de palabras
"leaf hot" lea "left hot" o-el par "flip snag" lo lea como "snip flag".
La dislexia atencional suele ir asociada a lesin en la zona parietooccipital del hemisferio izquierdo.
Ya de tipo perceptivo y/o lingstico es la dislexia visual. El principal
problema de estos dislxicos son los continuos errores visuales que
cometen al leer, consistentes en cambiar una palabra por otra parecida
visualmente (leer "casa" donde dice "cara" o "trote" donde dice "brote"). Por estas caractersticas, se podra pensar que se trata de un problema perceptivo-visual. Sin embargo, hay un dato que no encaja con
esta interpretacin y es que pueden deletrear correctamente las palabras
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en las que cometen errores visuales. Coltheart (1981) afirma que estos
pacientes hacen un acceso visual aproximado ya que responden con una
palabra que coincide en algunas letras, aunque no en todas, con la que
tienen delante. La interpretacin que hace Ellis (1984b) es que hay una
falta de inhibicin en la conexin entre el nivel de letras y palabras o en
el mismo nivel de letras, por lo que el paciente responde con la primera representacin que se activa. Y ciertamente, una de nuestras pacientes que cometa muchos errores visuales realizaba una lectura rpida,
como si diese la primera .respuesta que le surgiese sin pararse a valorar
si era la correcta. Los primeros dislxicos visuales ya fueron descritos
por Marshall y Newcombe (1973) en su pionero artculo, que algunos
consideran como el punto de inicio de la neuropsicologa cognitiva.
El primer tipo de dislexia que realmente se debe a problemas lingsticos es la dislexia denominada lectura letra a letra o tambin llamada
alexia pura. Su principal caracterstica es que para poder leer una palabra el paciente tiene que nombrar (generalmente en voz alta) cada una
de las letras que la componen. As para leer la palabra "rancio" diran
"erre, a, ene, ce, i, o.... rancio". Se trata, por lo tanto, de un tipo de lectura muy lenta y trabajosa y en la que la longitud de la palabra influye
enormemente (Patterson y Kay, 1982). Por el contrario, su habilidad
para reconocer palabras cuando se le deletrean en voz alta es buena.
Igualmente, su comprensin oral y escrita se encuentra en buen estado.
Los pacientes con alexia pura suelen tener daado el lbulo occipital
izquierdo, generalmente como consecuencia de un infarto en el territorio
de la arteria cerebral posterior (Behrman y Mc Leod, 1995, Behrman,
Moscovitch, Black y Mozer 1990) y a veces la alexia va unida a agnosia
para el color. Es por ello posible que la alexia pura sea, en realidad, una
agnosia para la forma que incapacita al paciente para discriminar formas
finas, en este caso letras. De hecho, muchos pacientes que sufren alexia
pura tienen dificultades para identificar otros smbolos, como son los
nmeros y determinadas figuras, especialmente aquellas que exigen discriminaciones finas. Los datos anatmicos corroboran esta posibilidad ya
que el mdulo para la percepcin de la forma (el rea V3) est localizado en el lbulo occipital, muy prximo al mdulo del color (rea V4).
Alexia pura
Identifican bien las letras individuales, pero no las palabras completas
Para poder leer una palabra tienen que nombrar (generalmente en voz
alta) cada una de las letras que la componen
Pueden leer bien cualquier palabra siempre que se les conceda tiempo
suficiente
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A nivel cognitivo existen dos interpretaciones distintas sobre la localizacin del dficit en estos pacientes. Algunos investigadores sitan el
trastorno en el proceso de identificacin de letras. As Behrmann y Shahice (1995) afirman que los pacientes que sufren alexia pura muestran
poco efecto de "priming" cuando se intercambian la forma de las letras
de la que aparece primero y la que tienen que identificar, esto es, cuando la primera, por ejemplo, aparece escrita en letras maysculas y la
segunda minsculas (y viceversa). En cambio, el priming es robusto
cuando ambos estmulos aparecen con el mismo tipo de letra. Esta es
una prueba clara, segn Behrmann y Shallice de que estos pacientes tienen dificultades en acceder a la representacin de las letras. De la misma opinin son tambin Arguin y Bub (1994). La interpretacin de Kay
y Hanley (1991) es ligeramente diferente ya que ms que en la identificacin de las letras, su hiptesis es que el problema de estos pacientes
radica en que son incapaces de identificar las letras en paralelo. De ah
que los tiempos se vayan sumando dramticamente con cada nueva
letra que contenga la palabra.
Un segunda interpretacin es que el dficit se sita en la conexin del
almacn de representaciones de las letras con el lxico visual. En este caso
se supone que los pacientes no tienen dificultades para identificar las letras,
sino ms bien para acceder al lxico a partir de esas letras. Quizs las dos
hiptesis estn reflejando dos tipos distintos de pacientes que tienen ciertas caractersticas en comn, pero producidas por causas diferentes.
A todos estos tipos de dislexias descritos hasta ahora los denominamos dislexias perifricas. Cuando los problemas surgen en los procesos
de reconocimiento de las palabras se habla de dislexias centrales. Y existen tambin varias formas distintas de dislexias centrales. Para empezar
distinguamos dos rutas en el reconocimiento de palabras, la lxica y la
fonolgica, por lo que ya tenemos, al menos, dos tipos diferentes de dislexias. Cuando se destruye la ruta fonolgica el paciente puede seguir
leyendo palabras familiares a travs de la ruta lxica, pero tiene dificultades para leer las palabras desconocidas que no tenga representadas en
su lxico mental. De manera que es incapaz de leer en voz alta las palabras poco frecuentes y las pseudopalabras. En estos casos su respuesta
puede ser de dos tipos: simplemente decir que no es capaz de leer esos
estmulos o nombrarlos como palabras ortogrficamente similares (por
ejemplo lee "trisa" como "prisa", o "trojo" como "trozo"), lo que indica la participacin de la ruta lxica. A este tipo de pacientes se les conoce con la etiqueta de dislexia fonolgica. Los dislxicos fonolgicos son
capaces de leer la mayora de las palabras familiares, tantas ms cuanto
mejor fuese su lectura premrbida, pero muestran graves dificultades a
medida que desciende la familiaridad de las palabras. Y estos problemas
con las palabras poco frecuentes y con las pseudopalabras no se deben a
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el sistema semntico. Y al igual que al hablar de los trastornos del lenguaje oral distiguamos la sordera para la forma de la palabra, cuando la
lesin se produca en el lxico auditivo y la sordera para el significado de
la palabra cuando la lesin se produca en la conexin del lxico auditivo
con el sistema semntico, en lenguaje escrito se pueden predecir trastornos
similares (aunque con algunos matices que luego comentaremos debido a
la existencia de la ruta fonolgica que permite convertir los grafemas en
fonemas y hacer as uso del lenguaje oral). Cuando la lesin se produce en
el lxico visual los pacientes son incapaces de realizar tareas de decisin
lxica visual, especialmente con las palabras irregulares y con los pseudohomfonos, ya que las palabras regulares las pueden convertir en fonemas
y hacer la decisin lxica en lxico auditivo. En cambio por el sonido creer que "haller", "ueko" o "uebo" son palabras, mientras que "Hollywood", "peugeot" o "disjockey" no lo son.
Si el lxico visual funciona correctamente y lo que falla es la conexin entre ste y el sistema semntico, los pacientes realizan bien la
tarea de decisin lxica, esto es, saben cuando una palabra es real o no,
pero no consiguen acceder a su significado. Recientemente Lambon
Ralph, Sage y Ellis (1996) describieron un caso con estas caractersticas
al que le han puesto la etiqueta de ceguera para el significado de las
palabras en correspondencia con la ."sordera para el significado de las
palabras". Esta paciente identificaba perfectamente las letras y realizaba bien las tareas de decisin lxica visual, lo que indica que hasta el
lxico visual todos los procesos funcionaban correctamente. Sin embargo no consegua acceder al significado de las palabras como se manifestaba por su incapacidad para emparejar las palabras escritas con sus
correspondientes dibujos.
Sus problemas no eran de comprensin, puesto que esas mismas palabras las comprenda cuando se las presentaban oralmente. Incluso las
comprenda cuando ella misma las lea en voz alta. Se trata, por lo tanto, de un trastorno totalmente similar a la sordera para el significado de
las palabras, pero en este caso en la versin escrita. Y del mismo modo
que los sordos para el significado de las palabras no comprenden las
palabras cuando las escuchan pero s cuando las leen, los ciegos para el
significado de las palabras no entienden las palabras cuando las leen
pero si cuando las escuchan.
El hecho de que estos pacientes sean capaces de leer las palabras en
voz alta a pesar de no comprenderlas, quiere decir que efectivamente
hay otros mecanismos para la lectura en voz alta que estn intactos. Si
miramos en el modelo general podemos ver que una posibilidad para
leer en voz alta sin entrar en el sistema semntico es a travs de la ruta
fonolgica. Ciertamente la paciente de Lamban Ralph y cols. lea bien
las pseudopalabras prueba de que esta ruta estaba operativa. Otra posi-
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tades cuando se le presentaban por escrito. Al explicar la palabra escrita "miel" deca "pequeo animal que vuela, ms pequeo que un murcilago" (probablemente refirindose a la abeja) y en cambio cuando se
le presentaba esa misma palabra de forma oral la defina correctamente.
Una segunda posibilidad es que la lesin se site en el propio sistema
semntico, y en este caso el paciente tiene dificultades en todas las tareas
que exijan recuperar el significado de las palabras. A este tipo de dislexia
se le denomina dislexia profunda central. Los pacientes de Marshall y
Newcombe (1973) y de Hillis, Rapp, Romani y Caramazza (1990) estn
en esta categora puesto que cometen errores semnticos y tienen dificultades en la comprensin de palabras tanto cuando se le presentan de forma visual como auditiva. Una de nuestras pacientes clasificada corno dislxica profunda, ya que cometa errores semnticos en la lectura ("oro"
por "plata", "monte" por "valle") tambin tena localizado el dficit en
el sistema semntico ya que fallaba en todas las tareas en las que tuviese
que acceder al significado, cualquiera que fuese la modalidad empleada.
Finalmente, puede ocurrir que la lesin se site en la conexin del sistema semntico con el lxico fonolgico o en el propio lxico fonolgico, en cuyo caso el paciente entiende las palabras, pero aun as las lee
mal. Este 'ltimo caso sera una dislexia de output. El paciente de Patterson (1979) se ajusta a estas caractersticas puesto que comprende
bien las palabras y, sin embargo, comete errores al leerlas en voz alta.
Y cmo se explican todos los sntomas que aparecen siempre asociados a la dislexia profunda? Algunas hiptesis han tratado de explicar todos estos sntomas mediante una causa comn responsable de
todos ellos. La ms conocida es la hiptesis del hemisferio derecho propuesta por Coltheart (1980). Segn esta hiptesis, los dislxicos profundos tienen gravemente daado el hemisferio izquierdo del cerebro y
tienen que recurrir al derecho, que es ms torpe con las palabras que
tienen pocas conexiones semnticas, como son las palabras abstractas y
las palabras funcionales. Ciertamente, la mayor parte de los dislxicos
profundos sufren una destruccin masiva del hemisferio izquierdo. Sin
embargo, hay algunos datos que contradicen esta hiptesis, por ejemplo, que algunos dislxicds profundos slo sufren una pequea lesin
del hemisferio izquierdo, o el hecho de que los sntomas aparezcan tan
rpido despus del accidente hace difcil creer que se haya realizado el
cambio al hemisferio derecho (Glosser y Friedman, 1990). De ah que
se prefieran explicaciones particulares para cada sntoma y en base a
modelos cognitivos ms que orgnicos.
Ellis y Young (1988) afirman que para explicar los errores semnticos hay que suponer que est daada la ruta directa entre el lxico
visual y el lxico fonolgico. En estas condiciones, el paciente slO "puede leer a travs del sistema semntico, con lo cual, puede ocurrir que
95
96
>
dislexia
fonolgica
severa
>
dislexia
profunda
Friedman sostiene que el paso de dislexia profunda a dislexia fonolgica severa se produce porque mejora la va semntica que es la que
utilizan estos pacientes para leer y, por lo tanto, si no hay problemas en
el sistema semntico no habr errores semnticos. Sin embargo, otra
posibilidad es que sea la mejora de la ruta fonolgica la que evite los
errores semnticos. Si consideramos que la lectura de palabras en voz
alta es el resultado del trabajo de ambas vas, ser justamente la fonolgica la que en condiciones normales evite los errores semnticos, errores que por otra parte, son muy frecuentes en el habla espontnea (decir
"maana" en vez de "ayer" o "gato" en vez de "perro"), porque slo
interviene la ruta semntica. En cambio, ese tipo de errores no aparecen
nunca en la lectura de las personas neurolgicamente normales, probablemente por la aportacin de la ruta fonolgica. En el caso de los
pacientes dislxicos profundos es entonces probable que comentan los
errores semnticos, porque la va fonolgica no funciona en absoluto,
pero cuando esta ruta se va recuperando y empieza a aportar algo de
informacin, (ni siquiera es necesario que llegue toda la informacin
fonolgica de la palabras) puede ser suficiente para evitar el error
semntico.
3.5. Disgrafias
Tambin en la escritura existen varios tipos de trastornos en funcin de
cul sea el proceso daado. Como en la lectura, se hace distincin
entre disgrafias centrales, cuando la lesin se produce en los componentes lxicos y disgrafias perifricas, cuando se trata de trastornos de
tipo motor. Dentro de las primeras, la tipologa viene determinada por
cul sea la ruta que haya sido afectada por la lesin. Y puesto que tambin en la escritura distinguamos dos rutas similares a las de lectura,
los tipos de disgrafias sern, en cierto modo, similares a los de las dislexias. Cuando se lesiona la ruta lxica se pierde la capacidad de escribir palabras irregulares (en espaol seran las palabras de ortografa
arbitraria). Este tipo de trastorno se 'denomina disgrafia superficial.
Los disgrficos superficiales escriben correctamente las palabras, siempre que sean regulares, e incluso pseudopalabras, pero cometen errores
con las que no se ajustan a las reglas fonema-grafema. Beauvois y
Derouesn (1981) publicaron el caso de un paciente que escriba perfectamente el 99% de las pseudopalabras pero slo el 73% de las palabras. Dentro de las palabras, los porcentajes de error venan determinados por la regularidad ortogrfica: escriba correctamente el 93% de
las palabras regulares y slo el 36% de las irregulares. Respecto a los
errores, la mayor parte de las veces eran palabras que, desde un punto
de vista ortogrfico estaban incorrectamente escritas, pero que desde el
punto de vista fonolgico estaban bien ya que se ajustaban a las reglas
grafema-fonema. Por otra parte, la dificultad para recuperar la forma
ortogrfica de las palabras era ms acusada en las de menor frecuencia, posiblemente por la misma razn que dbamos al explicar los errores de los anmicos y jergafsicos de que estas palabras, por tener un
menor uso, tienen un umbral ms alto y necesitan, por ello, un mayor
nivel de activacin.
Muchas veces los disgrficos superficiales consiguen escribir parcialmente la palabra, ya que la recuperacin de las representaciones ortogrficas no es una operacin del tipo todo o nada (esto tambin sucede
en lo sujetos normales y as es fcil encontrar el error de escribir
"halambra" en vez de "alhambra", porque el sujeto sabe que esa palabra lleva una "h" aunque no recuerda donde va).
En espaol, los disgrficos superficiales tienen especiales dificultades con las palabras de ortografa arbitraria, ya que estas palabras
slo se pueden escribir bien consultando el lxico ortogrfico (de qu
otra manera se puede saber que "vaso" se escribe con "y" o "hijo"
con "h" si no hay ninguna regla que dice que se tengan que escribir
as?).
98
99
el 81% de las palabras y slo el 12% de las pseudopalabras. Obviamente, si utilizase la ruta fonolgica no tendran que aparecer esas diferencias.
Disgrafia fonolgica
Dificultad para escribir pseudopalabras
Errores derivativos
Lexicalizaciones
Palabra hablada
Alexia pura
Sordera verbal
Dislexia
superficial
Sordera para la
forma
Agnosia
fonolgica
.5
Anomia
Dislexia
fonolgica
Afasia
semntica
Disgrafia superficial
Anomia
fonemas
Disgrafia
fonolgica
Apraxia
del habla
Habla
Disgrafia
grafmica
Disgrafias
perifricas
Ilf
Escritura
Fig. 19. Esquema de los principales trastornos del lenguaje en funcin de los procesos daados.
4
Evaluacin de los Trastornos
Afsicos
4.1. Caractersticas de la evaluacin cognitiva
Antes de entrar a describir las tareas de evaluacin que se utilizan en
neuropsicologa cognitiva, conviene comentar, aunque sea de manera
somera, los objetivos que persigue el terapeuta que trabaja desde este
enfoque cuando se enfrenta a la tarea de diagnosticar a un paciente,
puesto que difieren bastante de los que mueve al terapeuta clsico.
Tal como ya hemos dicho en la introduccin, la neuropsicologa clsica tiene como objetivo principal clasificar a los pacientes en un pequeo conjunto de sndromes, determinados stos por la localizacin de la
lesin en el cerebro. De esta manera lo que se busca en un paciente es
comprobar la presencia o ausencia de problemas en ciertas actividades
lingsticas (fluidez, comprensin, produccin, repeticin, etc.) que son
los que determinan su clasificacin. Y aun cuando el paciente pudiese
tener otros rasgos que no encajan en un sndrome determinado, si posee
los fundamentales, se clasifica con la etiqueta correspondiente a ese sndrome, porque lo que interesa son los rasgos comunes (asociaciones)
ms que los divergentes. Esa clasificacin permite averiguar, aproximadamente en qu zona del cerebro se localiza la lesin.
La neurpsicologa cognitiva no pretende clasificar a los pacientes en
sndromes (ya hemos comentado los inconvenientes de los sndromes),
ni trata de localizar la lesin en el cerebro (para eso estn las tcnicas
d neuroimagen). Su inters se centra en conocer lo ms exactamente
posible todas las dificultades del paciente, no slo las que aparecen
agrupadas dentro de un sndrome, sino tambin las que son especficas
de ese paciente, y, sobre todo, el objetivo fundamental de este nuevo
enfoque es averiguar cules son las causas (cognitivas, no orgnicas)
1I 4
que originan esas dificultades. Para ello el terapeuta utiliza los modelos
de procesamiento del lenguaje, tal como ya hemos visto y formula hiptesis en base a estos modelos. La manera de poner a prueba estas hiptesis es controlando y manipulando toda una serie de variables lingsticas y no lingsticas que influyen en la ejecucin del paciente y
tratando de interpretar esas variables en el modelo de procesamiento.
Estos diferentes objetivos implican metodologas, procedimientos y
tareas bastante diferentes en uno y otro enfoque. As, mientras que el
terapeuta clsico se preocupa slo de comprobar si el paciente falla en
una actividad determinada y cul es el grado de dificultad que presenta, el terapeuta cognitivo observa qu variables influyen en la ejecucin
del paciente, en qu tareas falla y en cules su actividad es normal. Por
ejemplo, ante un paciente dislxico el terapeuta clsico le presentara
una lista de palabras y si comprueba que tiene problemas para leerlas le
pondra la etiqueta de dislxico. Si el nmero de palabras que consigue
leer es muy bajo hablara de dislexia severa y si consigue leer un nmero aceptable de palabras hablara de dislexia moderada. De esta manera, la nica diferencia que se establece entre los pacientes clasificados
dentro de un sndrome es el grado de severidad del trastorno. De hecho,
muchas de las bateras clsicas adems de aportar criterios que permiten clasificar a los pacientes en alguno de los grandes sndromes proporcionan una escala sobre la que se clasifica la gravedad del trastorno.
En el caso del Boston esta escala va de 1 a 5, donde el uno significa nula
capacidad de comunicacin y el cinco afasia ligera. En el AAT (Aeche
Aphasia Test) la puntuacin (sobre una escala de O a 5) no se hace de
forma global, sino particularmente para cada una de las actividades lingsticas que mide la prueba, como son la articulacin y prosodia, el
lenguaje automatizado o las estructuras sintcticas. El terapeuta cognitivo, en cambio, cuando evaluase a ese mismo paciente dislxico le presentara varias listas de palabras en las que se manipulasen distintas
variables y comprobara si sus problemas de lectura vienen determinados por el hecho de que las palabras sean frecuentes o infrecuentes, concretas o abstractas, de contenido o de funcin, etc. En base a esos resultados podra, averiguar, no solo la gravedad del 'trastorno, sino lo ms
importante, las causas que originan ese trastorno, esto es, podra deducir qu procesos cognitivos de los que intervienen en la lectura tiene
daados ese paciente y cules continan intactos.
El punto de finalizacin del diagnstico es tambin diferente en uno y
otro enfoque. Mientras que el neuropsiclogo clsico intenta por todos
los medios asignar una etiqueta a sus pacientes y de hecho el diagnstico termina con la asignacin de la etiqueta, el neuropsiclogo cognitivo
prescinde de las etiquetas o como mucho las utiliza como una primera
aproximacin, para centrar la hiptesis y para comunicarse con los cole-
Evaluacin de la lectura
En la lectura de palabras aisladas los procesos que intervienen son los
siguientes: anlisis visual, lxico visual, mecanismo de conversin grafe-
Evaluacin de la escritura
Los procesos que intervienen en la escritura son: lxico ortogrfico,
mecanismo de conversin fonema-grafema y almacn grafmico (ms
los procesos perifricos). Las tareas ms adecuadas son las de escritura al dictado (de la 37 a la 43 del EPLA).
Para comprobar el estado del lxico ortogrfico (disgrafia superficial)
tenemos la tarea de escritura al dictado de palabras de ortografa irregular. Si en la lectura sealbamos que haba dificultades para evaluar el lxico, debido a la regularidad del castellano, en la escritura la cuestin es ms
sencilla, debido a que no hay total regularidad ya que existen fonemas que
se pueden representar con dos o ms letras (/b/ con "b" y "y", /k/ con "k",
"c" y "qu", etc.). Dentro de las palabras irregulares tenemos que diferenciar aqullas que siguen reglas ortogrficas (por ejemplo, se escriben con
Palabra escrita
Discrim. letras
Discrim. fonemas
Decisin
lxica-visual
Decisin
lxica-auditiva
y
Repeticin
pseudopalabras
Categoriz.
sinonimia
Denominacin
Seleccin
fonemas
Dictado P. irregulares
Dictado
pseudopalabras
Habla
Lectura
pseudopalabras
Dictado
grafemas
Escritura
Fig. 20. Esquema de las principales tareas que se pueden utilizar para evaluar
cada uno de los procesos cognitivos.
Fig. 21.
Fig. 22.
145
5
Rehabilitacin de los
Trastornos Afsicos
5.1. Caractersticas de la rehabilitacin cognitiva
Aunque en el momento actual, el campo de la rehabilitacin de las afasias desde el enfoque cognitivo no est tan desarrollado como el del diagnstico, las perspectivas son muy buenas, ya que en los pocos ltimos
aos se han publicando numerosos trabajos con resultados prometedores. La razn de que no se hubiesen realizado antes investigaciones sobre
la rehabilitacin se debe simplemente a que los neuropsiclogos cognitivos estaban interesados en los afsicos, ms que como pacientes, como
sujetos con los que probar sus modelos tericos, y en este sentido, su trabajo terminaba con el estudio de los sntomas de los pacientes y su interpretacin a travs de los modelos de procesamiento del lenguaje. Pero
recientemente se ha visto que la rehabilitacin es tambin una buena forma de probar los modelos, ya que ante cada paciente se pueden hacer
unas predicciones sobre qu procesos tiene daados y cul sera la forma de rehabilitar esos procesos. Si la rehabilitacin sugerida por el
modelo funciona se est proporcionando apoyo al modelo. Si falla hay
que replanterse ese modelo o el diagnstico dado a ese paciente.
Adems, la rehabilitacin es una forma ms exigente que la evaluacin de ponr a prueba los modelos, ya que no basta con decir que el
paciente tiene daado determinado proceso, sino que es necesario conocer cmo funciona ese proceso con el fin de poder disear adecuadamente el programa de tratamiento. En un principio, los modelos cognitivos eran bastante imprecisos, pues un simple diagrama de cajas y
flechas serva para expresarlos. Los trabajos con pacientes afsicos, y
ms an cuando se prepara un programa de rehabilitacin, exigen conocer cul es exactamente la funcin de cada proceso y cmo trabaja.
Diseo AB
A
Fig. 23. Ejemplo hipottico de los efectos de un tratamiento cuando se aplica un
diseo AB (A indica el perodo de lnea base y B el de tratamiento).
Pero aun siendo mejor que el anterior, este diseo no est exento de
problemas. Uno que puede surgir. es que la mejora del tratamiento contine despus que ste se ha retirado. A veces sucede as porque el tratamiento pone en marcha unas estrategias que el paciente contina aplicando despus de retirado ste. Otras veces los efectos perduran porque
el tratamiento consigue desbloquear ciertas conductas y a partir de ese
momento contina el proceso por si slo. En estos casos, tambin nos
quedamos sin saber si la recuperacin que experimenta el paciente despus de retirado el tratamiento se debe a la intervencin o es producto
de la recuperacin espontnea. Obviamente, desde el punto de vista del
paciente la situacin es perfecta, pero metodolgicamente queda abierta una incgnita.
Diseo de tratamiento mltiple. Si en vez de un tratamiento se quieren poner a prueba dos o ms tratamientos distintos, un procedimiento que se puede seguir es introducir sucesivamente cada tratamiento. Se
comienza por la lnea base, despus se introduce el primer tratamiento.
Nueva lnea base y nuevo tratamiento. Y as sucesivamente con cuantos
tratamientos se desee: AB A C AD A .... De esta manera,
se puede comprobar cul es el tratamiento ms efectivo (Fig. 25).
Tratamiento
Control 1
Control 2
Control 3
A
sabramos si tuvo lugar una generalizacin de la lista de los items tratados a los no tratados o una recuperacin espontnea. Para evitarlos
se pueden hacer mediciones de otras conductas que no reciben tratamiento y que pueden as servir de doble control.
Diseo de tratamientos alternativos. Este diseo se utiliza cuando son
varias las conductas que requieren tratamiento. En vez de aplicar todos
los tratamientos a la vez, se van alternando y mediante comparacin de
los progresos en cada conducta se pueden conocer los efectos de cada
tratamiento. Por ejemplo, se aplica el programa X a una actividad deficitaria, mientras la otra actividad se deja en descanso y luego se aplica
la terapia Y a la segunda actividad y se suspende la terapia X. En el
caso de que las terapias fuesen efectivas se tendran que ver mejoras en
cada actividad en las fases en que estuviesen recibiendo tratamiento y
estancamiento cuando ste se suspendiese. Por supuesto este procedimiento se puede intercambiar tantas veces como se quiera o sea necesario. Si adems aadimos una lnea base previa al tratamiento, el diseo
no puede ser ms fiable. As por ejemplo, si en un paciente determinado encontramos dos actividades deficitarias (por ejemplo dificultades
para leer palabras poco frecuentes y dificultades para denominar dibujos), podemos aplicar un programa de rehabilitacin de la lectura y la
denominacin
, a. semntica
Tratamiento B
Tratamiento C
Fig. 28. Dibujos con su correspondiente nombre escrito, tiles para la rehabilitacin de los pacientes con sordera para el significado de las palabras.
normal
ilegal
libertad
prisin
t
multa
t
normalidad legal
t
inocente
t
culpable
\ ,4
sentencia
4
t
t
prohibicin.* norma .41-- legislacin
t
legislar
ordenar
ministros
1
/
justicia --ir-injusto
1
\ /
LEY
\
presidentegobierno.4 decreto
\
juicio
fiscal
Ir juez
abogado
senado f
parlamento
'Ill
tribunals. jurado
lk
senadores
diputados
'/'
audiencia ir- juzgado
Fig. 29. Red semntica utilizada para explicar los conceptos relacionados con la
palabra "ley".
1 79
consigue aplicar esta estrategia podr convertir todas las palabras largas que le resultan tan difciles en palabras cortas que estn a su alcance.
Apraxia del habla. No nos vamos a detener a describir las actividades destinadas a recuperar este trastorno ya que aparecen en la mayor
parte de los manuales de logopedia y tratamiento de las afasias. Por
ello, slo indicaremos algunas sugerencias generales (para una informacin ms precisa se puede consultar Perell, Guix, Leal y Vendrell,
1979, Pea y Prez, 1990).
Una recomendacin importante es aprovecharse de los residuos que
conserva el paciente. Es bastante comn que estos pacientes no sean
capaces de nombrar una palabra cuando lo tienen que hacer de manera consciente y, sin embargo, la pronuncien sin dificultad cuando emiten relatos automatizados, por ejemplo, en una cancin, en una poesa,
en series como los das de la semana, los primeros nmeros, etc. En
estos casos es muy til el trabajar las palabras a partir de esas series
automatizadas.
Otra recomendacin es comenzar por los fonemas ms fciles de articular: las vocales antes que las consonantes, dentro de las consonantes
las que tienen el punto de articulacin externo antes que las que lo tienen interno ya que las primeras son ms fciles de mostrar al paciente,
Una vez que se pase a las palabras comenzar por palabras cortas y con
sonidos repetidos. Por ejemplo, palabras que estn formadas por dos
slabas iguales: pepe, coco, bebe... Despus cambiar la vocal de una c1(
las slabas: pepa, coca, beba... Finalmente la consonante: pera, cosa.
besa...
Fig. 30. Algunos de los dibujos utilizados para facilitar la memorizacin de las
reglas de conversin grafema-fonema.
Fig. 31. Ejemplos utilizados para facilitar el aprendizaje de las palabras homfonas.
Fig. 32. Ejemplos utilizados para recordar la forma ortogrfica de las palabras
irregulares.
Fig. 33. Ejemplos utilizados para facilitar la escritura de las palabras homfonas.
vez escrita, comprobar con el original si lo haba hecho de forma
correcta. Si era as continuaba con el paso siguiente, en caso contrario
repeta toda la secuencia hasta conseguir escribirla bien.
7.- El sujeto deca verbalmente una oracin con esa palabra y si la
oracin era adecuada el terapeuta se la dictaba para que la escribiese.
8.- El terapeuta escriba la palabra en una tarjeta para que el sujeto
la pudiese estudiar en su casa y en sesiones posteriores, despus comenzaba el proceso con una nueva palabra.
Disgrafia profunda. Puesto que los disgrficos profundos tienen problemas con ambas rutas habr que combinar ambos tipos de tratamientos, tanto el destinado a recuperar las reglas de conversin fonemagrafema, como el destinado a conseguir las representaciones
ortogrficas de las palabras. Adems, los disgrficos profundos tienen
algunos problemas adicionales como son las dificultades para escribir
las palabras funcionales o las palabras morfolgicamente compuestas.
Hatfield (1983) observ que un paciente disgrfico profundo, cuando
intentaba escribir una palabra funcional (por ejemplo "in"), en su lugar
escriba una palabra de contenido que era ortogrficamente similar
("inn"). En base a esta observacin, Hatfield ense a ese paciente a
escribir las palabras funcionales utilizando las palabras de contenido
196
Fig. 34. Ejemplo utilizado para facilitar la identificacin del sujeto y el predicado de la oracin.
Cundo? etc., para identificar al resto de los componentes. Por ejemplo,
en la oracin: "El gato caz un ratn esta maana en el jardn" se comenzara por buscar la accin. (cazar) y a continuacin a plantearse las preguntas sobre esa accin: Quin caz?, Qu caz?, Cundo?, Dnde?
Jones comenz con oraciones simples y continu con oraciones cada
vez ms complejas y con ms elementos a medida que el paciente iba
mejorando. Su mejora se manifest, no solo en la comprensin, tanto
oral como escrita, sino tambin en la produccin, ya que cuando
comenz el tratamiento, este paciente padeca un severo agramatismo
en el que la mayor parte de sus expresiones eran holofrsticas y a raz
del tratamiento era el propio paciente el que analizaba sus propias frases y se daba cuenta de las palabras que le faltaban para completar la
oracin. Esta mejora en todos los mbitos del lenguaje indica que, al
menos en este paciente, el problema sintctico era comn para la comprensin y produccin tanto oral como escrita.
Basados en el programa anterior, Schwartz, Saffran, Fink, Myers y Martin (1994) desarrollaron un protocolo de entrenamiento en el que el paciente tena que leer en voz alta una oracin y despus responder a las preguntas de "Quin?, Qu?, etc. y subrayar de un color distinto cada uno
de los sintagmas de la oracin a medida que iba respondiendo a las preguntas (por ejemplo, el sujeto en rojo, el objeto directo en azul, el objeto
199
indirecto en amarillo, etc.). Despus que el paciente completaba cada oracin reciba un inmediato feedback de su ejecucin. As en la oracin "El
nio dio una moneda al turista", despus que el paciente responda, el terapeuta le deca: "Est bien (o no est bien), fue el nio quin di la moneda, as que subrayamos la palabra nio en rojo...". Tal como Schwartz y
cols. (1994) comprobaron con varios pacientes, este mtodo era tambin
muy eficaz, especialmente con los agramticos ms puros. Con los pacientes con afasias ms amplias y severas los efectos no era tan espectaculares.
Similar tambin es el tratamiento emprendido por Haendiges, Berndt
y Mitchum (1996) con un paciente con afasia severa que era incapaz de
comprender las oraciones reversibles, tanto activas como pasivas. La
tcnica utilizada por Haendiges y cols. (1996) consista en presentar al
paciente ambos tipos' de oraciones, la activa y la pasiva, junto al dibujo correspondiente, para que el propio paciente las comparase y extrajese sus propias conclusiones. Por ejemplo, el dibujo de una mujer salpicando a un hombre y las dos oraciones "La mujer salpica al hombre"
y "El hombre es salpicado por la mujer", para que viese que con un tipo
de oracin el sujeto aparece en primer lugar y con otro tipo de oracin
aparece al final. En otros casos le mostraban el dibujo y le iban presentando una a una varias oraciones que podan ser verdaderas o falsas (ej.
"La mujer salpica al hombre", "La mujer es salpicada por el hombre"...) para que el paciente respondiese en cada caso si la oracin se
corresponda o no con el dibujo. Con cada respuesta el terapeuta le
proporcionaba inmediato feedback de su ejecucin (ej. "Correcto, la
mujer salpica al hombre", "No, no es correcto, el hombre es salpicado
por la mujer"). Como resultado, el paciente empez a descubrir una
serie de claves superficiales, como la terminacin del verbo y la preposicin "por" en las oraciones pasivas que le permitan deducir que en
determinadas oraciones era el primer nombre el que haca de sujeto y
en cambio en otro tipo de oraciones el primer nombre haca de objeto.
Este mismo procedimiento, pero mediante presentacin oral, lo utilizaron Mitchum, Haendiges y Berndt (1995) con un paciente que haba
sufrido una lesin masiva en la zona frontopariental del hemisferio
izquierdo haca doce aos y desde entonces sufra una afasia crnica. En
una primera fase le presentaban el dibujo y oralmente la oracin para
que dijese si la oracin se corresponda o no con el dibujo. Posteriormente, le decan la oracin y le presentaban dos dibujos para que sealase el correcto. Cuando el paciente acertaba, el terapeuta le reforzaba
positivamente y le repeta de nuevo la oracin. Cuando fallaba, le indicaban que la respuesta no era correcta y le pronunciaban lentamente la
oracin correcta. El paciente no slo mejor en la comprensin oral de
oraciones, sino tambin en la comprensin escrita. Sin embargo, a diferencia del paciente de Jones, no tuvo mejora en la produccin.
Referencias bibliogrficas
Indice de Autores
Benson, D.F., 9
Berndt, R.S., 17, 75, 77, 78, 88,
104, 105, 108, 110, 140, 143,
178, 182, 183, 199, 203, 204
Bertelson, P., 24
Bing, S., 116
Black, S.E., 85
Blumstein, S.E., 83, 105, 132, 166
Bock, K., 33, 77, 202
Bradley, D.C., 25, 105
Bramwell, B., 67
Broom, Y.M., 189, 192
Brown, W.D., 58
Brown, J.W., 80.
Brown, T., 166
Bruce, C., 164
Bub, D., 86, 99, 100, 109
Butters, N., 119
Byng, S., 106, 118, 163, 172,
173, 185, 197
Capasso, R., 162
Capitani, E., 72
Caplan, D., 59, 80, 105, 141, 169
Caramazza, A., 13, 35, 43, 75,
77, 78, 92, 93, 100, 101, 102,
104, 105, 118, 132, 140, 148,
149, 150, 160, 162
Cardebat, D., 58
Quilliam, M.R., 28
Raichle, M.E., 16, 58
Ramsay, S., 58
Ramsberger, G., 201
Rapp, B.C., 93, 148
Rascol, A., 58
Rauch, S., 59
Reinvang, I., 9
Rips, L.J., 28
Riviere, A., 20
Robson, J., 72
Romani, C., 93, 100, 105, 148
Rose, D.F., 92
Rumelhart, D.E., 41
Saffran, E.M., 55, 84, 92, 105,
107, 108, 143, 196, 197, 198,
200, 202, 203
Sag, K., 91
Salasoo, A., 105
Salmon, D.P., 119
Snchez-Casas, R., 25
Sanfeli, M.C., 130
Sartori, G., 72, 87, 95, 151, 174
Schuell, H.M., 14
Schwartz, M.F., 55, 92, 105,
107, 108, 143, 196, 197, 198,
199, 200, 202, 203
Scott. C., 118
Sebastian, N., 25
Segu, J., 24, 25, 41
Seidenberg, M.S., 29, 43
Semenza, C., 77
Seron, X., 190
Shallice, T., 29, 72, 86, 87, 93,
95, 98, 165, 166, 205
Shewell, C., 119
Shindo, M., 65
Shinotou, H., 65
Shoben, E.J., 28
Siegel, S., 160
Sin, G., 77, 79
Indice Analtico
activacin 23
afasia anmica 8
afasia de Broca 8
afasia de conduccin 8
afasia global 9
afasia mixta 9
afasia transcortical motora 8
afasia transcortical sensorial 8
afasia de Wernicke 8
agnosia auditiva 65
agnosia fonolgica 68
agnosia semntica 71
agramatismo 107
alexia pura 85
algrafo 52
Alzheimer 73
amusia 65
anlisis auditivo 29
anlisis visual 38
anomia lxica 76
anomia a hivel de fonema 80
anomia semntica 75
apraxia del habla 82
ceguera para el significado de las
palabras 91
circunvolucin 57
clave facilitadora 165
compensacin 164
parafasia semntica 10
paragramatismo 107
perseveraciones 79
priming enmascarado 207
priming de repeticin 202
priming semntico 28
programas de rehabilitacin 168
pseudohomfono 120
pseudopalabra 37
punto de unicidad 26
rasgos fonticos 22
reaprendizaje 163
recuperacin espontnea 151
red neuronal 205
rehabilitacin cognitiva 147
reorganizacin 163
resonancia magntica funcional
15
retn fonolgico 35
retn grafmico 52
ruta directa 44
ruta fonolgica 44
ruta lxica 44
simulacin 205
sndrome 9
sntoma 9
sistema de procesamiento
lingstico 15
sistema semntico 28
sordera cortical 63
sordera para el significado de la
palabra 67
sordera para la forma de la
palabra 66
sordera verbal pura 64
sustractividad 12
test AAT 114
test de Barcelona 115
test de Boston 115
tomografa por emisin de
positrones 8