Teoria Campos Conceptuales de Gérard Vergnaud
Teoria Campos Conceptuales de Gérard Vergnaud
Teoria Campos Conceptuales de Gérard Vergnaud
Grard Vergnaud 1
RESUMEN
El objetivo de la teora de los campos conceptuales es proporcionar un encuadre terico
a las investigaciones sobre las actividades cognitivas complejas especialmente referidas a los
aprendizajes cientficos y tcnicos. Se trata de una teora psicolgica del concepto, o mejor
dicho, de la conceptualizacin de lo real; permite localizar y estudiar las filiaciones y las
rupturas entre conocimientos desde el punto de vista de su contenido conceptual. Esta teora
permite igualmente analizar la relacin entre conceptos en tanto que conocimientos
explcitos y los invariantes operatorios implcitos en las conductas del sujeto en situacin; la
teora explicita tambin las relaciones entre significados y significantes. Los ejemplos que la
ilustran han sido tomados en diversos campos conceptuales: las estructuras aditivas, las
estructuras multiplicativas, la lgica de clases, el lgebra.
estos problemas pueden ser tanto tericos como prcticos. Esto no prejuzga tampoco el
anlisis del papel del lenguaje y del simbolismo en la conceptualizacin; este papel es muy
importante. Simplemente, si se quiere considerar correctamente la medida de la funcin
adaptativa del conocimiento, se debe conceder un lugar central a las formas que toma en la
accin del sujeto. El conocimiento racional es operatorio o no es tal conocimiento.
Se puede distinguir:
1) clases de situaciones para las cuales el sujeto dispone en su repertorio, en un momento
dado de su desarrollo y bajo ciertas circunstancias, de competencias necesarias para el
tratamiento relativamente inmediato de la situacin;
2) clases de situaciones para las cuales el sujeto no dispone de todas las competencias
necesarias, lo que le obliga a un tiempo de reflexin y de exploracin, de dudas,
tentativas abortadas, y le conduce eventualmente al xito, o al fracaso.
El concepto de esquema es interesante para ambas clases de situaciones, pero no
funciona de la misma manera en ambos casos. En el primer caso se va a observar para una
misma clase de situaciones, conductas muy automatizadas, organizadas por un esquema
nico; en el segundo caso, se va a observar el esbozo sucesivo de varios esquemas, que
pueden entrar en competicin y que, para llegar a la solucin buscada, deben ser acomodados,
separados y recombinados; este proceso se acompaa necesariamente de descubrimientos.
Llamamos esquema a la organizacin invariante de la conducta para una clase de
situaciones dada. En los esquemas es donde se debe investigar los conocimientos-en-acto del
sujeto, es decir, los elementos cognitivos que permiten a la accin del sujeto ser operatoria.
Tomemos un primer ejemplo en el dominio de la motricidad: el esquema que organiza el
movimiento del cuerpo del atleta en el momento del salto de altura representa un conjunto
impresionante de conocimientos espaciales y mecnicos. La conducta del saltador tiene que
experimentar ciertas variaciones, el anlisis de sus ensayos sucesivos pone en evidencia
numerosos elementos comunes. Estos elementos comunes se refieren, a lo largo del tiempo, a
la movilizacin de los msculos que contribuyen a asegurar la eficacia de las diferentes fases
del movimiento; pero esta organizacin motriz reposa sobre una cierta percepcin de las
relaciones de los objetos en el espacio y especialmente a las relaciones de las diferentes partes
del cuerpo con este espacio durante el movimiento. Esta organizacin perceptivo-motriz
supone por tanto categoras de orden espacial, temporal, y mecnica (orientacin en el
espacio, distancia mnima, sucesin y duracin, fuerza, aceleracin y velocidad ...) as como
conocimientos en acto que podran tomar la forma de teoremas de geometra y de mecnica, si
fueran explicitados. Esta explicitacin es por otra parte uno de los compromisos del
entrenamiento y del anlisis del movimiento: viene favorecida por las tcnicas del video y por
la competencia profesional de los entrenadores; permanece sin embargo muy fragmentaria.
Las competencias matemticas son tambin sostenidas por esquemas organizadores de la
conducta. Tomemos algunos ejemplos elementales:
- el esquema del recuento de una coleccin pequea por un nio de 5 aos tiene que variar en
sus formas cuando se trata de contar bombones, platos sobre una mesa, o personas sentadas de
manera dispersa en un jardn; no implica menos una organizacin invariante, esencial para el
funcionamiento del esquema: coordinacin de los movimientos de los ojos y gestos del dedo y
de la mano en relacin a la posicin de los objetos, enunciado coordinado de la serie
numrica, cardinacin del conjunto contado mediante un nfasis tnico o mediante la
repeticin de la ltima palabra-nmero pronunciada: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete ...
siete!
- el esquema de resolucin de las ecuaciones de la forma ax+b = c consigue rpidamente un
grado elevado de disponibilidad y de fiabilidad en los alumnos de secundaria, principiantes en
lgebra, cuando a, b, y c tienen valores numricos positivos y cuando b<c (este no es el caso
de hecho cuando algunos parmetros a, b, c y c-b son negativos. La serie de escrituras
efectuadas por los alumnos muestra claramente una organizacin invariante, que reposa a la
vez sobre hbitos aprendidos y sobre teoremas como los siguientes:
se conserva la igualdad al restar b de los dos lados
se conserva la igualdad al dividir por a los dos lados
El funcionamiento cognitivo del alumno comporta operaciones que se automatizan
progresivamente (cambiar de signo cuando se cambia de miembro, aislar x en un lado de la
igualdad) y de decisiones conscientes que permiten tener en cuenta valores particulares de las
variables de la situacin. La fiabilidad del esquema para el sujeto reposa en ltimo extremo
sobre el conocimiento que tiene, explcito o implcito, de las relaciones entre el algoritmo y
las caractersticas del problema a resolver.
La automatizacin es evidentemente una de las manifestaciones ms visibles del carcter
invariante de la organizacin de la accin. Pero una serie de decisiones conscientes puede
tambin constituir el objeto de una organizacin invariante para una clase de situaciones
dadas. Por otra parte, la automatizacin no impide que el sujeto conserve el control de las
condiciones bajo las cuales tal operacin es apropiada o no. Tomemos, por ejemplo, el
algoritmo de la adicin en numeracin decimal; su ejecucin est fuertemente automatizada
por la mayor parte de los nios al final de la escuela elemental. Por tanto los nios son
capaces de generar una serie de acciones diferentes en funcin de las caractersticas de la
situacin: llevar o no, intercalar cero o no, decimal o no. De hecho todas nuestras conductas
comportan una parte de automaticidad y una parte de decisin consciente.
Se ve tambin con estos ejemplos, que los algoritmos son esquemas, o tambin que los
esquemas son objetos del mismo tipo lgico que los algoritmos: les falta eventualmente la
efectividad, es decir, la propiedad de lograr el fin con seguridad en un nmero finito de pasos.
Los esquemas son frecuentemente eficaces, pero no siempre efectivos. Cuando un nio utiliza
un esquema ineficaz para una cierta situacin, la experiencia le conduce bien a cambiar de
esquema, bien a modificar este esquema. Con Piaget, se puede decir que los esquemas que
estn en el centro del proceso de adaptacin de las estructuras cognitivas son: asimilacin y
acomodacin.
Tomemos de nuevo el ejemplo del algoritmo de la adicin de nmeros enteros. Se le
presenta frecuentemente como un conjunto de reglas:
- comenzar por la columna de las unidades, la situada ms a la derecha;
- continuar por la columna de las decenas, despus por las centenas, etc.
- calcular la suma de los nmeros en cada columna. Si la suma de los nmeros en una
columna es inferior a diez, escribir esta suma sobre la lnea total (lnea de abajo). Si es igual o
superior a diez, escribir solamente la cifra de las unidades de esta suma y retener la cifra de
las decenas, que se lleva arriba de la columna situada inmediatamente a la izquierda, para
sumarla a los otros nmeros de esta ltima columna,
- y se contina de la misma manera progresando de derecha a izquierda, hasta que se agoten
las columnas.
Explicitar estas reglas es difcil y casi imposible para los nios, aunque son capaces de
realizar la serie de operaciones. Siempre hay mucho de implcito en los esquemas.
Es necesario observar adems que, sin la numeracin de posicin y la conceptualizacin
que se le asocia (descomposicin polinmica de los nmeros), el esquema-algoritmo no puede
funcionar: se ve bien en los alumnos que fracasn, que no saben componer entre s las
informaciones dadas en trminos de decenas, centenas, millares. Un esquema reposa siempre
sobre una conceptualizacin implcita. Consideremos los errores de los alumnos en las
operaciones de sustraccin: se observa que los errores ms frecuentes (omitir las cifras que se
llevan) suponen una conceptualizacin insuficiente de la notacin decimal. Ciertamente puede
haber fallos en la ejecucin automatizada de un esquema, pero no son estos fallos los que dan
cuenta de los principales errores.
que si una cantidad de objetos comprados se multiplica por 2, 3, 4, 5, 10, 100 u otro nmero
simple, entonces el precio es 2, 3, 4, 5, 19, 100 veces mayor. Se puede expresar este
conocimiento por un teorema-en-acto,
f(nx) = nf(x) para n entero y simple.
- invariantes del tipo funcin proposicional: no son susceptibles de ser verdaderos o
falsos, pero constituyen las piezas indispensables para la construccin de proposiciones. Por
ejemplo, los conceptos de cardinal y de coleccin, los de estado inicial, transformacin y de
relacin cuantificada, son indispensables para la conceptualizacin de las estructuras aditivas.
Estos invariantes no son proposiciones
Estos conceptos son raramente explicitados por los alumnos incluso aunque son
construidos por ellos mismos en la accin: son los conceptos-en-acto, o las categoras-en-acto.
El tipo lgico de los conceptos-en-acto es diferente del tipo lgico de los teoremas-en-acto:
son funciones proposicionales. La relacin entre funciones proposicionales y proposiciones es
una relacin dialctica: no hay proposiciones sin funciones proposicionales y tampoco
funciones proposicionales sin proposiciones. De la misma manera conceptos-en-acto y
teoremas-en-acto se construyen en estrecha relacin.
Entre las funciones proposicionales, es necesario considerar que existen funciones con un
argumento (las propiedades), funciones con dos argumentos (las relaciones binarias),
funciones con tres argumentos (las relaciones ternarias, entre las cuales se encuentran las
leyes de composicin binarias), funciones con cuatro argumentos, como la proporcionalidad,
funciones con ms de cuatro argumentos.
Se puede escribir como P(x) la funcin proposicional ... es azul, R2 (x, y) la relacin
... est a la derecha de ..., R3 (x, y, z) la relacin .. est entre .. y ... o la ley de
composicin la suma de ... y ... es ....
Esta distincin entre proposiciones y funciones proposicionales es indispensable. Sin
embargo, ella por s sola no da cuenta de todos los aspectos importantes del proceso de
conceptualizacin. Los conceptos de color, de direccin y de sentido tienen la evidencia de
otro tipo lgico que los conceptos de azul y de recta. Se puede considerar, por ejemplo, que el
conjunto de los colores es el conjunto cociente del conjunto de los objetos por la relacin de
equivalencia tiene el mismo color. Es necesario por tanto considerar que el concepto de
color procede de la construccin de un descriptor por la puesta en relacin de valores
particulares que puede tomar. Es necesario un anlisis todava ms complejo para los
conceptos de calor, fuerza, funcin, variable? Aqu hay una va de investigacin terica muy
importante.
- invariantes del tipo argumento: quien dice funcin proposicional y proposicin dice
argumento. Los lgicos clsicos tenan la costumbre de tomar sus ejemplos entre los objetos
ordinarios y sus propiedades. Haba entonces argumentos a, b, c, (ejemplos de las variables x,
y, z), objetos materiales como el libro, la mesa, el personaje Pablo; y funciones
proposicionales, propiedades y relaciones P, R2, R3 como las que hemos visto antes. Por
ejemplo, Pablo pone el libro encima de la mesa se puede escribir R3 (Pablo, libro, mesa),
proposicin que resulta de la ejemplificacin de los argumentos de la funcin proposicional
R3 (x, y, z) x pone y sobre z en la cual, x es una persona, y un objeto material pequeo
manipulable y z un soporte posible.
En matemticas, los argumentos pueden ser objetos materiales (el barco est a la derecha
del faro), personajes (Pablo es ms alto que Cline), nmeros (4+3=7), relaciones (ms
grande que es una relacin antisimtrica), e incluso proposiciones (8 es un divisor de 24 es
la recproca de 24 es un mltiplo de 8).
Estas distinciones son indispensables para la didctica porque la transformacin de los
conceptos-tiles en conceptos-objetos es un proceso decisivo en la conceptualizacin de lo
real. Esta transformacin significa entre otras cosas que las funciones proposicionales pueden
convertirse en argumentos. La nominalizacin es una operacin lingstica esencial en esta
transformacin.
Este parntesis sobre las proposiciones y las funciones proposicionales puede parecer
paradjico en un apartado dedicado principalmente a los invariantes operatorios contenidos en
un esquema. La primera razn de esta clarificacin es que los invariantes operatorios no son
de un tipo lgico nico y que es necesario por tanto analizar la condicin particular de cada
uno de ellos. La segunda razn es que un concepto-en-acto no es de hecho un concepto, ni un
teorema-en-acto un teorema. En la ciencia, los conceptos y los teoremas son explcitos y se
puede discutir su pertinencia y su verdad. Este no es necesariamente el caso para los
invariantes operatorios. Los conceptos y los teoremas explcitos no forman sino la parte
visible del iceberg de la conceptualizacin: sin la parte escondida formada por los invariantes
operatorios, esta parte visible no sera nada. Recprocamente, no se sabe hablar de invariantes
operatorios integrados en los esquemas sino con la ayuda de las categoras del conocimiento
explcitas: proposiciones, funciones proposicionales, objetos-argumentos.
En resumen, la operacionalidad de un concepto debe ser experimentada por medio de
situaciones variadas, y el investigador debe analizar una gran variedad de conductas y de
esquemas para comprender en qu consiste, desde el punto de vista cognitivo, tal o cual
concepto: por ejemplo, el concepto de razn no se comprende sino a travs de una diversidad
de problemas prcticos y tericos; igual ocurre con los conceptos de funcin o de nmero.
Cada uno de estos conceptos comporta en efecto varias propiedades, cuya pertinencia es
variable segn las situaciones a tratar. Algunas se pueden comprender muy pronto, otras
mucho ms tarde en el transcurso del aprendizaje. Una aproximacin psicolgica y didctica
de la formacin de conceptos matemticos, conduce a considerar un concepto como un
conjunto de invariantes utilizables en la accin. La definicin pragmtica de un concepto
pone, por tanto, en juego el conjunto de situaciones que constituyen la referencia de sus
diferentes propiedades, y el conjunto de los esquemas puestos en juego por los sujetos en
estas situaciones.
En cualquier caso la accin operatoria, no lo es todo en la conceptualizacin de lo real.
No se debate la verdad o la falsedad de un enunciado totalmente implcito, y no se identifican
los aspectos de lo real a los cuales es necesario prestar atencin, sin la ayuda de palabras,
enunciados, smbolos y signos. El uso de significantes explcitos es indispensable para la
conceptualizacin.
Esto es lo que conduce a considerar que un concepto es una tripleta de tres conjuntos:
C (S, I, )
S: conjunto de situaciones que dan sentido al concepto (la referencia)
I: conjunto de invariantes sobre los cuales reposa la operacionalidad de los esquemas (el
significado)
: conjunto de las formas lingsticas y no lingsticas que permiten representar
simblicamente el concepto, sus propiedades, las situaciones y los procedimientos de
tratamiento (el significante).
Estudiar el desarrollo y el funcionamiento de un concepto, en el curso del aprendizaje o
durante su utilizacin, es necesariamente considerar estos tres planos a la vez. No hay en
general biyeccin entre significantes y significados, ni entre invariantes y situaciones. No se
puede por tanto reducir el significado ni a los significantes, ni a las situaciones.
CAMPOS CONCEPTUALES
Consideremos en primer lugar un campo conceptual como un conjunto de situaciones. Por
ejemplo, para el campo conceptual de las estructuras aditivas, el conjunto de situaciones que
requieren una adicin, una sustraccin o una combinacin de dichas operaciones; y por las
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En principio por tanto, toda situacin puede ser reducida a una combinacin de
relaciones de base con datos conocidos y desconocidos, los cuales corresponden a otras tantas
cuestiones posibles. La clasificacin de estas relaciones de base y de las clases de problemas
que se pueden generar a partir de ellas es un trabajo cientfico indispensable. Ninguna ciencia
se constituye sin un trabajo de clasificacin sistemtico. Esta clasificacin permite adems
abrir el campo de las posibilidades, y superar el cuadro demasiado limitado de las situaciones
habituales de la vida.
Tomemos el ejemplo de las estructuras aditivas, se pueden identificar seis relaciones de
base, a partir de las cuales es posible engendrar todos los problemas de adicin y sustraccin
de la aritmtica ordinaria (Vergnaud, 1981).
RELACIONES ADITIVAS DE BASE
I. La composicin de dos medidas en una tercera
II. La transformacin (cuantificada) de una medida inicial en una medida final
III. La relacin (cuantificada) de comparacin entre dos medidas
IV. La composicin de dos transformaciones
V. La transformacin de una relacin
VI. La composicin de dos relaciones
II
IV
III
VI
Medida
Transformacin o relacin (positiva o negativa)
Esta clasificacin no ha salido perfectamente armada del cerebro de un matemtico.
Resulta de consideraciones psicolgicas y matemticas:
- dificultad muy desigual de problemas de estructuras diferentes que se resuelven sin embargo
con la misma operacin numrica;
- desfase ontogentico en el xito de las diferentes clases de problemas que se pueden
engendrar a partir de una misma relacin; desfase ontogentico de los procedimientos
utilizados, as como de las simbolizaciones matemticas accesibles a los nios;
- importancia de los conceptos de transformacin temporal y de relacin en el proceso de
apropiacin de las situaciones de adicin y de sustraccin. La toma en consideracin de estos
conceptos tiene grandes consecuencias tericas: conduce de una parte a introducir, al lado del
modelo de la ley binaria interna, el de la operacin unaria externa, de otra parte a recurrir a los
nmeros relativos para caracterizar ciertas operaciones de pensamiento de los nios.
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No es este el lugar de recordar las diferentes clases de problemas que permiten engendrar
estas relaciones de base, as como que cada una de las clases de problemas definidas puede ser
a su vez subdividida en subclases, en funcin de los valores numricos utilizados y del
dominio de experiencia al cual se hace referencia: a los 8 aos se tratara de la misma manera
la transformacin de una cantidad de bolas, de una suma de dinero, de una masa, un volumen
o de una posicin.
No es superfluo, por el contrario, resaltar que el anlisis de las estructuras multiplicativas
es profundamente diferente de las estructuras aditivas. Las relaciones de base ms simples no
son ternarias sino cuaternarias, porque los problemas ms simples de multiplicacin y de
divisin implican la proporcin simple de dos variables una en relacin a la otra.
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c
a
c
la divisin-particin
la divisin cuoticin
c
la cuarta proporcional
Estos problemas presentan dificultades muy distintas segn los valores numricos (dificultad
de la multiplicacin y de la divisin por un decimal, sobre todo por un decimal ms pequeo
que 1), y segn el dominio de experiencia al cual se hace referencia (no se hace funcionar el
modelo de la proporcionalidad sobre la homotecia y sobre la masa, como se le hace funcionar
sobre el precio de objetos familiares o sobre el reparto igualitario de bombones entre los
nios).
En segundo lugar, la combinacin de dos proporciones no plantea los mismos problemas
cognitivos si la combinacin se hace por encadenamiento de funciones que ligan las variables
dos a dos: x proporcional a y, y proporcional a z
x
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z
y
No se subrayar nunca lo suficiente la extrema importancia epistemolgica de la
proporcin doble (y mltiple) para la geometra, la fsica, las probabilidades y la estadstica:
muchas cuestiones seran mejor enseadas y su consideracin sera mejor reconocida. Ahora
bien los alumnos no comprenden de ella sino dbilmente los pormenores: de un lado porque
son conceptualmente ms difciles, y de otro porque ponen en juego numerosos elementos a la
vez: seis magnitudes y tres razones para la proporcin doble, sin contar las funciones y las
razones intermedias previsibles.
R1
x1
y1
z1
R2
y2
x2
R3 = R1 x R2
R3
z2
Como estas magnitudes y estas razones pueden ser nmeros enteros simples, enteros
cualquiera, fracciones, decimales mayores o menores que la unidad, existe una diversidad
extraordinaria de casos de figuras, cuya dificultad para los alumnos es muy variable. Esta
diversidad de casos puede sin embargo ser bastante fcilmente jerarquizada considerando los
tres grandes factores de la complejidad cognitiva: la estructura de problemas, los valores
numricos, y los dominios de experiencia.
Son muy variables igualmente los procedimientos utilizados por los alumnos: ms de
veinte categoras de tentativas, xitos o fracasos, para la bsqueda de la cuarta proporcional,
por ejemplo.
Finalmente hay que resaltar que los conceptos de fraccin, de cociente, de nmero
racional, de producto y de cociente de dimensiones, de escalares, de funcin lineal y n-lineal,
de combinacin y de aplicacin lineal, toman primitivamente su sentido en los problemas de
proporcin, y se desarrollan como tiles de pensamiento a travs del dominio progresivo de
estas situaciones, bastante antes de poder ser introducidos y tratados como objetos
matemticos.
La clasificacin de las situaciones resulta a la vez de consideraciones matemticas y de
consideraciones psicolgicas. Algunas distinciones no son interesantes sino porque implican
diferencias significativas en la manera en la que los alumnos se disponen a tratar las
situaciones diferenciadas de esa manera; los propios matemticos no las tienen en cuenta, y si
lo hacen se atienen a las matemticas constituidas, despreciando distinciones que son
importantes para la didctica. Por tanto, una clasificacin que no tuviera sentido matemtico
no sera aceptable. Una de las apuestas que debe tener el psiclogo que se interese por el
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16
7+8=
7
c)
+8
8+7=
d)
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Todas estas formas son aceptables, incluso aunque se observan de manera desigual. Al
mismo tiempo son poco tiles porque representan la solucin del problema y no el problema:
la eleccin de la operacin de adicin es necesariamente efectuada antes que la ecuacin o el
diagrama se escriba, incluso si el resultado de la operacin numrica no se calcula todava. El
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inters de estas escrituras no puede residir sino en las contribuciones que aportan
eventualmente en la objetivacin de la relacin que aportan eventualmente en la objetivacin
de la relacin entre la solucin y los datos numricos, no en la relacin entre la resolucin y el
problema.
Si se trata de representar el problema, no tenemos apenas la eleccin entre dos
simbolizaciones:
e)
f)
-8=7
-8
+8
poniendo entonces en evidencia la reciprocidad de la adicin y de la sustraccin como
operaciones unarias.
Abandonar la ambicin de representar simblicamente las transformaciones y las
relaciones negativas, conducira inevitablemente, si el enseante y los manuales continan
utilizando representaciones simblicas para los otros objetos matemticos, a excluir de la
enseanza las situaciones que ponen en juego transformaciones y relaciones negativas,
especialmente cuando hay varias transformaciones sucesivas: varias compras, varias partidas
de canicas, varias entradas y salidas de un almacn, etc. Ahora bien, las representaciones
simblicas tienen justamente la ventaja de aportar una ayuda a la resolucin de problemas
cuando los datos son bastante numerosos y cuando la respuesta a la cuestin planteada
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requiere varias etapas. Excluir las transformaciones y las relaciones negativas conducira a un
empobrecimiento deplorable en la enseanza de las matemticas.
Adems las representaciones simblicas no tienen sino una funcin de ayuda en la
resolucin de problemas complejos; son tambin medios de identificar ms claramente los
objetos matemticos decisivos para la conceptualizacin. En el caso de las estructuras
aditivas:
- las relaciones parte- parte todo;
-n
+n
- la distincin entre las medidas (nunca negativas) representadas por cuadrados, y las
transformaciones o relaciones (positivas o negativas) representadas por los redondeles, y en el
interior de los cuales el nmero est siempre precedido de un signo positivo o negativo.
Si el profesor y el alumno no dispone de estos smbolos, son conducidos a recurrir a
formas variadas del lenguaje natural: verbos para las transformaciones (ganar, perder,
consumir), formas comparativas para las relaciones (tener n... de ms que), formas atributivas
para los estados y las medidas (tener n bombones, medir x metros), conjugadas en los tiempos
de imperfecto, presente, o futuro; pueden utilizar tambin adverbios (ahora, despus, antes),
etc.
Todo este instrumental lingstico es excelente para transmitir informacin, tanto en la
expresin de la solucin o en las verbalizaciones que acompaan al razonamiento, como en el
enunciado del problema mismo. Pero tales formas lingsticas se analizan como herramientas
de pensamiento, no como objetos de pensamiento. Si la conceptualizacin matemtica no se
limita a la comprensin de las relaciones y las propiedades como tiles, sino que recubre
tambin la transformacin de estos tiles en objetos de pensamiento (Douady, 1986),
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entonces no se puede permanecer indiferentes a los medios de los que dispone el profesor y el
alumno para esta transformacin. En el aprendizaje de la racionalidad cientfica, lo
metacognitivo forma parte de lo cognitivo.
Se puede hablar de un estado inicial de varias maneras:
- utilizando el imperfecto y una proposicin subordinada: Cunto tena Mlani antes de
comprar el pastel?;
- designando este estado mediante un pronombre, un complemento y un adverbio: lo que
tena antes;
- hablando expresamente del estado inicial, o an del punto de partida, etc.
Existe por tanto en el lenguaje natural medios de transformar los conceptos-herramientas
en conceptos-objetos, especialmente la nominalizacin. Sin embargo el simbolismo de los
diagramas con cuadrados, redondeles, fechas y llaves es particularmente eficaz para esta
transformacin de las categoras del pensamiento en objetos de pensamiento. Para la
expresin de las transformaciones, no es conceptualmente equivalente utilizar el verbo ha
pagado en el pasado, de hablar del gasto (nominalizacin), o de designar toda
transformacin mediante un signo nico
La invarianza del significante contribuye a la mejor identificacin del
significado y a su transformacin en objeto de pensamiento.
Igualmente es posible representar el mismo teorema de varias maneras, por ejemplo:
a) el estado inicial, es el estado final al que se aade lo que se ha gastado o perdido, y por
tanto se resta lo que se ha recibido o ganado;
b) F = T(I) I = T-1(F)
c)
+n
-n
-n
+n
Se ve fcilmente que estas formas no son equivalentes para los alumnos: la segunda forma
est fuera del alcance de los alumnos del curso elemental: la primera no tiene el laconismo y
la economa de la tercera. La pertinencia del simbolismo y del lenguaje es relativa a los
conocimientos y al desarrollo cognitivo del alumno.
Tomemos un ltimo ejemplo en las estructuras multiplicativas con la frmula del
volumen del prisma recto; el volumen es el producto del rea de la base por la altura: V = AH.
E interesmonos por una de las lecturas posibles de esta frmula: el volumen es proporcional
al rea de la base cuando la altura es constante, y a la altura cuando el rea de la base es
constante.
Se sabe que esta lectura bilineal se hace raramente en los manuales, aunque sea
conceptualmente esencial: V(A.1, H.1) = AH V(1,1); el volumen del prisma que tiene un rea
de la base A veces ms grande que la unidad de rea, y una altura H veces ms grande que la
unidad de longitud, tiene un volumen AH veces ms grande que la unidad de volumen
construida cannicamente como el producto de la unidad de rea por la unidad de longitud.
Como este volumen A(1,1) es igual a 1, se deduce de ello que V(A,H) = A.H.
Este razonamiento se apoya completamente en la dependencia lineal del volumen
respecto de cada una de las variables rea de la base y altura, independientes entre s.
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1
1
Altura 2
4
6
rea de la base
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10
12
Volumen
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60
72
1
1
Altura 2
4
6
rea de la base
6
10
6
12
24
36
12
Volumen
Es claro que una tal lectura no est al alcance de los alumnos de quinto si no disponen
sino de la frmula V= A.H.
Se podra proporcionar otros ejemplos. Me contentar para terminar con formular la tesis
siguiente: el simbolismo matemtico no es rigurosamente hablando ni una condicin
necesaria ni una condicin suficiente para la conceptualizacin; pero contribuye tilmente a
esta conceptualizacin, especialmente para la transformacin de las categoras de pensamiento
matemtico en objetos matemticos. El lenguaje natural es el medio esencial de
representacin y de identificacin de las categoras matemticas, pero no posee, tanto como
los diagramas, las frmulas y las ecuaciones, el laconismo indispensable para la seleccin y el
tratamiento de las informaciones y las relaciones pertinentes.
Esta importancia atribuida al simbolismo no impide que, en ltima instancia, sea la
accin del sujeto en situacin lo que constituye la fuente y el criterio de la conceptualizacin.
CONCLUSIN
La teora de los campos conceptuales reposa sobre un principio de elaboracin pragmtica de
los conocimientos. No se puede teorizar sobre el aprendizaje de las matemticas ni a partir
slo del simbolismo, ni a partir slo de las situaciones. Es necesario considerar el sentido de
las situaciones y de los smbolos. La clave est en considerar la accin del sujeto en situacin,
y la organizacin de su conducta. De aqu la importancia atribuida al concepto de esquema.
Totalidad dinmica y funcional, el esquema no reclama por ello menos anlisis. Si
organiza la conducta del sujeto comporta reglas de accin y anticipaciones. Pero esto no es
posible sino porque forma parte integrante del esquema una representacin implcita o
explcita de lo real analizable en trminos de objetos, de categoras-en-acto (propiedades y
relaciones) y de teoremas-en-acto. Estos invariantes operatorios organizan la bsqueda de
informacin pertinente en funcin del problema a resolver o del fin a lograr, y dirigen las
inferencias.
El funcionamiento cognitivo del sujeto en situacin depende del estado de sus
conocimientos, implcitos o explcitos. Es necesario por tanto conceder una gran atencin al
desarrollo cognitivo, a sus continuidades, a sus rupturas, a los pasos obligados, a la
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