Garralda - Neandertales y Manipulacion de Cadaveres
Garralda - Neandertales y Manipulacion de Cadaveres
Garralda - Neandertales y Manipulacion de Cadaveres
BiolgicA
Volumen XIV
**
editoras
Josefina mansilla lory
Abigail meza Pealoza
Comit editorial
Xabier lizarraga Cruchaga
Jos Antonio Pompa y Padilla
Carlos Serrano Snchez
luis Alberto Vargas Guadarrama
resumeN
En este trabajo se exponen las diferentes maneras en que los restos fsiles de los
neandertales fueron encontrados en las excavaciones de yacimientos europeos y
asiticos. El tratamiento de los cadveres, las manipulaciones que realizaron, parecen
haber sido distintas en unos grupos y otros, y los individuos hallados en sepulturas
bien documentadas muestran una clara agrupacin en los yacimientos del SO francs,
especialmente en La Ferrasie y en el Prximo Oriente. Algunas de esas inhumaciones
reflejan complejos comportamientos, como la del varn Kebara 2.
Sin embargo, las sepulturas son la excepcin y, aunque algunos fsiles han
aparecido en guaridas de animales, la mayor parte se encontr en suelos de ocu
pacin Musteriense, fragmentados y mezclados con los restos faunsticos y arqueo
lgicos. arios yacimientos europeos proporcionaron huesos humanos con huellas
de manipulaciones peri-mortem, como marcas de cortes hechas con instrumentos de
slex o machacamiento de las difisis de huesos largos. Las posibles interpretaciones
de estos tratamientos mortuorios son discutidas en el texto, ya que algunos casos
pueden reflejar complejos comportamientos y no pueden ser simplemente asimi
ladas a canibalismo.
palabras clave: neandertal, sepulturas, marcas de cortes, canibalismo, rituales
funerarios.
abstract
This paper deals with the numerous problems involved in reconstructing Neanderthal
customs related to cadaver manipulations, by analyzing the available data about the
discovery and the study of the different fossils. It appears that several Neanderthal
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individuals, of both sexes and very different ages were carefully buried, placing
the bodies in several positions. Some of these burials reflect complex post-mortem
manipulations, as in the case for the adult male Kebara 2.
Most frequently Neanderthal fossils appeared on living floors, fragmented
and mixed with stone tools and faunal remains. In some sites from East and West
Europe the fragments show intentional cutmarks, especially in areas of muscular
attachment, made peri or post-mortem by using flint tools. The possible intentionality
and interpretations of these striations are discussed, because some of these traces
cannot be directly attributed to cannibalism or defleshing, but they could be the
reflections of other funerary behaviors impossible to be deduced.
Key words: Neanderthal, burials, cutmarks, cannibalism, funerary behavior.
iNtroducciN
El estudio de los posibles comportamientos de las sociedades humanas
del pasado con los cadveres y los posibles casos de canibalismo han lla
mado la atencin de antroplogos y prehistoriadores desde hace mucho
tiempo. Las cuidadosas excavaciones arqueolgicas que se desarrollan
actualmente, las modernas tcnicas de anlisis con el MEB y la macro
fotografa han permitido documentar las caractersticas de las autnticas
sepulturas o de las manipulaciones realizadas sobre los cadveres por
medio de instrumentos lticos, y diferenciarlas de las huellas producidas
por dientes de diversos animales o de las estras causadas sobre los hue
sos por pisoteo o por daos durante la preparacin de los fsiles.
En este trabajo slo nos vamos a referir a las manipulaciones iden
tificadas en restos humanos antiguos, sin entrar a detallar los numerosos
casos bien conocidos para diversas poblaciones holocnicas, algunas de
ellas muy recientes y, en particular, se sintetizan y discuten los datos
de las poblaciones neandertales.
Si remontamos el tiempo, es curioso ver que, pese a lo tenues que
son los datos que tenemos para los homnidos pliopleistocenos, el crneo
de uno de ellos muestra las huellas ms antiguas de indudables marcas de
cortes. Se trata del individuo de Sterkfontein Stw 53, de unos 2.4 millo
nes de aos; el estudio de Pickering (et al. 2000) demuestra la presencia
de tres conjuntos de estras nicamente en la cara lateral del proceso
zigomtico del maxilar derecho (y nada en las otras regiones cra
neales conservadas), que son atribuidas a la accin de cortar el msculo
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masetero ((m. masseter), quizs para separar la mandbula del crneo, uti
lizando una lasca ltica cortante. Stw 53 es el nico resto de ese crucial
yacimiento (de los 763 macromamferos observados) que tena esas marcas
de cortes. Queda abierta la cuestin de la asignacin taxonmica de Stw
53, ya que para Tobias (Hughes y Tobias 1972, Curnoe y Tobias 2002) sera
un H. habilis, y para Kuman y Clarke (2000) un A. africanus; la complejidad
de las reconstrucciones efectuadas, a partir de los incompletos fragmentos,
no permite resolver la duda fcilmente, as que por el momento no cabe
elucubrar mucho acerca de quin y a quin (hombre o australopiteco)
hizo esos cortes, ni por qu.
Siempre en frica, y atribuido al Pleistoceno medio, el esplacnocr
neo de Bodo (Etiopa), acompaado de industria achelense, tambin
muestra marcas de cortes en la cara, hecho que White (1986) interpreta
fueron producidas por una prctica mortuoria sin una finalidad utilitaria,
aunque sin duda ligadas a descarnamiento. Ms recientes (Pleistoceno
superior, en torno a 160154 000a) son los fsiles de Herto (Etiopa) que
presentan huellas de numerosas estras producidas por lascas de piedra,
especialmente uno de los crneos de adultos (BOUP16/2) y el juvenil
(BOUP16/5), mientras que slo dos aparecen sobre el adulto ms
completo (BOUP16/1). El estudio de Clark (et al. 2003) interpreta
tambin esas alteraciones seas como causadas por descarnamiento in
tencional post-mortem durante prcticas mortuorias imposibles de descifrar,
pero no dice una palabra acerca de un posible canibalismo.
Fuera de frica, hasta el momento no hay nada que documente ma
nipulaciones sobre cadveres humanos durante estos periodos tan antiguos
en Asia o en Europa, con dos excepciones. La primera concierne a varios de
los fsiles hallados en el yacimiento TD6 (Gran Dolina, Atapuerca; Burgos,
Espaa) de unos 780 000 aos, donde restos de animales y de humanos
jvenes muestran huellas de haber sido descarnados con instrumen
tos lticos y rotos mediante torsin o golpes, marcas que son interpretadas
por FernndezJalvo (et al. 1999) como resultado de canibalismo.
La segunda se refiere a los hallazgos de Homo erectus realizados en el
importante yacimiento de Longgushan (Zhokoudian, China). Weidenreich
(1943) describi un rea del Crneo donde aparecan huellas de cortes
realizadas con instrumentos lticos, y orientadas de manera paralela sobre
el rea de insercin del msculo temporal izquierdo. Boaz y Ciochon
(2004) confirmaron estas marcas sobre el molde original conservado
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M. d. garralda
Cuadro 1
Sepulturas de neandertales
Europa
Alemania
Feldhofer 1?
Adulto
Blgica
Spy 1 y 2?
Adultos
Francia
La Chapelle aux Saints
La Ferrassie 1 y 2
La Ferrassie 3, 4, 5, 6 y 8
La Quina H5?
Le Moustier 1 y 2
Rgourdou 1
Roc de Marsal
Saint Csaire 1
Adulto
Adultos
Inmaduros
Adulto
Inmaduros
Adulto
Inmaduro
Adulto
Rusia
Mezmaiskaya 1 y 2?
Inmaduros
Ucrania
Kiik Koba 1 y 2
Un adulto y un inmaduro
Asia
Irak
Shanidar II y IX
Shanidar I, II, III, I, , I y III
Inmaduros
Adultos e inmaduros
Israel
Amud 1
Amud 7
Kebara 1?
Kebara 2
Tabun C1
Adulto
Inmaduro
Inmaduro
Adulto
Adulto
Siria
Dederiyeh 1 y 2
Inmaduros
Uzbekistn
Teshik Tash (?)
Inmaduro
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M. d. garralda
Cuadro 2
Sepulturas con huellas de manipulacin cadavrica y fsiles de neandertales
con huellas de cortes o roturas en fresco
A: Sepulturas con huellas de manipulaciones del cadver
Francia
La Ferrassie 6
Rgourdou 1
Israel
Kebara 2
Feldhofer 1
arn adulto
Todos los dems son fragmentos seos aislados y hallados en niveles de ocupacin
o sin contexto
Croacia
Estras. El ms especial:
Krapina
arios inmaduros y adultos
Krapina 3
indija
arios adultos?
Estras
Espaa
Sidrn
Inmaduros y adultos
Zafarraya
Francia
Abri Moula
arios adultos
CombeGrenal
Tambin machacamiento
huesos largos
La difisis del hmero de
adulto tiene una rotura en
Inmaduro
Adulto
arios adultos
Estras
Estras
La Chaise
BourgeoisDelaunay
Macassargues
Marillac
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A
Figura 2. C. de Kebara (Israel). A: La sepultura en los inicios de su excavacin;
se observa la fosa que corta los niveles inferiores. B: Corte estratigrfico y situacin
de la sepultura (fotografa y dibujo: cortesa de B. andermeersch).
611
L 20
X
base
7.00
b
XI
c
7.50
Sepultura
8.00
T
XII
XIII
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M. d. garralda
A
Figura 4. C. de CombeGrenal (Francia). Mandbula CombeGrenal III, borde anterior
de la rama izquierda. A: El fsil. B: ista al microscopio de las marcas de cortes
(fotografas: M. D. Garralda y G. Giacobini).
617
B
fmur documentan su despedazamiento mediante golpes para extraer la
mdula (Defleur et al. 1999).
En otro de los ms importantes yacimientos con neandertales, la
Cueva de Krapina (Croacia), varios fsiles muestran roturas y estras de
cortes (por ejemplo Krapina 6, en el occipital) en fragmentos craneales
y postcraneales (Russell 1987a y b). Pero hay un caso excepcional: el
crneo Krapina 3, el mejor conservado de la coleccin, tiene al menos
35 estras paralelas y rectas sobre la escama del frontal, casi a lo largo
del plano sagital desde ~25 mm por encima de la glabella hasta el bregma
(Frayer et al. 2006). Estas marcas son totalmente diferentes en tamao,
orientacin y disposicin respecto a las identificadas sobre los frontales
de otros fsiles como resultado de descarnamiento (por ejemplo illa et
al. 1986). Su ejecucin no parece estar ligada a la nica finalidad de reti
rar la piel y el periostio de esa zona, sino que, segn Frayer (et al. 2006),
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M. d. garralda
B
Figura 5. C. de CombeGrenal (Francia). Hmero de adulto CombeGrenal 567.
A: Algunas de las estras. B: Las mismas estras vistas con el MEB(fotografas: M. D.
Garralda y G. Giacobini).
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muy posible que las numerosas estras a lo largo de la frente y las repetidas
y profundas marcas del borde anterior de la mandbula del adolescente
respondieran a una intencionalidad que se nos escapa por completo.
La complejidad que numerosos datos arqueolgicos estn revelando
para el mundo de los neandertales, tambin ha quedado reflejada en este
trabajo sobre la identificacin, interpretacin y discusin de sus prcticas
mortuorias, as como tambin los numerosos problemas y lagunas por
resolver en el futuro.
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