Mitos Del Perú
Mitos Del Perú
Mitos Del Perú
ruido. Ese terrible estruendo asust a esa serpiente, que no era otra cosa
que la terrible Yacumama, que velozmente se sumergi en su lago.
Incomprensiblemente, las plantas acuticas tambin volvieron a su posicin
inicial y todo qued en calma, pues hasta las sachavacas se escaparon
percatndose de la horrible Yacumama.
El pescador que adverta estupefacto todo cuanto suceda. No quiso perder
un segundo ms, y se alej de este fatdico lago, antes que la Yacumama le
cerrara el paso nuevamente.
Lamentablemente no llev ni un solo pez, porque "la madre" de esa laguna
no quiso regalarle sus pacos, sardinas, sbalos, bujurquis, lizas y gamitanas.
AI respecto, se cuenta que cuando alguna persona comn se acerca a las
orillas y penetra a esos lagos encantados, se desata sorpresivamente una
tormenta infernal que hace zozobrar la embarcacin y la persona se ahoga
irremediablemente.
El muki
Cuando se habla de duendes generalmente se cree que uno se est
refiriendo a esas pequeas criaturas verdes propias de la mitologa
irlandesa, que esconden sus monedas de oro al final del arco iris. Sin
embargo, estas leyendas tambin son conocidas en los Andes, con la
diferencia de que all habitan en cavernas subterrneas y - para no perder la
costumbre son mineros. Son los llamados Mukis, el cual resulta de una
castellanizacin del vocablo quechua murik, que significa "el que asfixia" o
muriska "el que es asfixiado. La creencia en la existencia del Muki surgira
tanto de las antiguas tradiciones andinas sobre los demonios y pequeos
seres que pueblan el Uku Pacha o mundo de abajo, como de los propios
temores y de la necesidad de los trabajadores de encontrar una explicacin
a las cosas extraordinarias que suelen ocurrir diariamente en la labor
minera para lo cual no encuentran respuesta alguna. Y cmo son estos
duendes? Se pregunta uno. De estatura pequea, el Muki no excede los
cincuenta
centmetros,
de
cuerpo
fornido
y
desproporcionado,
perteneciendo a la categora de los enanos. Su cabeza est unida al tronco,
pero no tiene cuello. Su voz es grave y ronca, no concordante con su
estatura. Sus cabellos son largos, de color rubio brillante, su rostro est
cubierto de vellos y posee una barba larga. De orejas puntiagudas, su
mirada es penetrante, agresiva e hipntica, de reflejos metlicos. En otras
tradiciones mineras, su cabeza presenta dos cuernos los cuales le sirven
para romper las rocas y sealar las vetas. Habitan en lugares desrticos y
atacan produciendo bastante miedo a sus vctimas o adversarios. Asimismo
se dice que suelen llevarse nios solos e indefensos para convertirlos en
duendecillos. Su descripcin vara de acuerdo a la poca. Antiguamente, por
la dcada de los aos 1930, se deca que recorra el interior de las minas
El Chullachaqui
La selva encierra un mundo de misterio en la profundidad
de los boques. Para los habitantes de la selva no hay
secretos ocultos, adems de existir variedades de animales
salvajes y gran cantidad de especies de fauna, tambin hay
mitos y leyendas de seres mitolgicos y fatdicos.
EL AYAYMAMA
Esta es la historia de dos hermanitos muy pequeos de una familia
tpica de la selva, que envueltos por la curiosidad planifican seguir a
sus padres, a fin de darles una sorpresa. Los padres siempre
responsables y trabajadores, muy de madrugada tenan que
internarse en las profundidades del bosque tropical para cazar y
recolectar frutos, no sin antes dejar provisiones para sus hijos,
quienes quedaban bajo el cuidado de la hermana mayor, pues eran
tres los hermanos en total. Aprovechando que esta dorma como un
tronco, deciden emprender la marcha. Muy confiados que el camino
al borde de una ribera era el correcto, avanzan por horas
detenindose solo a jugar con mariposas que agrupadas y
detenidas en la tierra hmeda, parecan colorear tapices azules,
verdes y amarillos sobre el camino.
Cuando la barriga comienza a sonar por hambre y con la sensacin
de sentirse perdidos en medio del bosque, deciden regresar. Luego
de horas de caminata encuentran ms y ms vegetacin, pues sin
mayor orientacin, la selva pareca un laberinto. Comienzan a llorar
por el miedo de no saber a dnde ir y la desesperanza de no ver
ms a los suyos. Todo a su alrededor era vegetacin, con rboles
gigantes que muchas veces cubran los rayos del sol, que con
dificultad ingresaban a las partes ms bajas. El pnico se apoder
de ellos, corren y gritan pidiendo ayuda, pero en medio de la jungla
solo el cantar de algunos pjaros e insectos parecen responder a
sus demandas. Algunos sonidos singulares de aves comienzan a
aterrorizarlos, hasta pareca que el enmaraado bosque cobraba
vida y que las ramas de los rboles cobraban aspectos siniestros y
pretendan cogerlos. Cada cosa a su alrededor solo les ocasionaba
ms terror.
El espritu de la madre del bosque apenada por la situacin de los
nios decide enviarles algo de comer. Por lo que al rato se percatan
que hormigas comestibles salen a su encuentro. Luego que el
hambre se ha saciado, deciden descansar ms tranquilos bajo la
proteccin de un rbol de huayruros. Cuando la tarde comienza a
abrir paso al ocaso y la oscuridad comienza a cubrir la densa