Ética Profesional
Ética Profesional
Ética Profesional
debe comportarse un profesional para que su ejercicio sea considerado digno. Por otra
parte debemos considerar que la ética también tiene que ver con la parte interior del ser
humano, o sea, de los valores que internamente todos tenemos y la voz interna que nos
dice si algo es correcto o no y nos fortalece o nos degrada como personas.
Toda persona que ejerce una profesión tiene y debe desarrollar una ética profesional que
defina la lealtad que le debe a su trabajo, profesión, empresa y compañeros de labor.
Para lograr en los empleados una conciencia ética profesional bien desarrollada es que
se establecen los cánones o códigos de ética. Los Colegios de Profesionales y sus
respectivas federaciones, en su afán de lograr por parte de los profesionales en ellos
agremiados, un ejercicio ético de la profesión, han elaborado Códigos de ética que
moralmente deben constituir las pautas para el ejercicio profesional.
Los Códigos de Ética son un conjunto de reglas para que una profesión declare su
intención de cumplir con la sociedad y en lealtad hacia ella. Contienen lo que es licito e
ilícito, correcto e incorrecto, aceptable e inaceptable, en un todo enmarcado en las
actuaciones de una profesión u oficio.
Al examinar las relaciones entre Etica y Teoría del Derecho, se vio el parecido entre
estas ciencias, ya que las dos se refieren a normas o las estudian. Sin embargo, se dijo,
las normas jurídicas estudiadas por el Derecho tiene las características de ser coercibles,
esto es, de imponerse por medio de la fuerza.
En cambio, las normas morales no presentan esta coercitividad en la medida en que son
acatadas libre y conscientemente. Dicho de otra manera, las normas del derecho son
heterónomas, mientras que las de la moral son autónomas.
La violación de la norma jurídica trae como consecuencia el castigo penal (multa,
encarcelamiento, destierro, pena de muerte, etc). El Derecho es una expresión social
acompañada de sanciones legales. En cambio, la violación de una norma moral acarrea
lo que se denomina remordimiento moral.
Este carácter no coercible de las normas morales ha hecho pensar en una especie de
supremacía de la moral sobre el Derecho. Así, José Vasconcelos, en su Ética, dice, por
ejemplo: “El Derecho depende del criterio social, convencional, ocasional del
legislador, no siempre de los dictados de una moral trascendente. La moral puede llegar
a ser estética, y hecha virtud, alcanza a Dios.
El Derecho apenas puede garantizarnos la equidad de las relaciones individuales, las
libertades públicas, el orden en el caos, de los apetitos; su misma culminación puede ser
Ética, nunca estética.” Según Vasconcelos, lo estético significa una instancia superior a
otras formas de vida.
Expliquemos algunas diferencias entre normas morales y normas jurídicas a través del
siguiente esquema:
Normas Morales: Regulan el comportamiento interno del sujeto.
Normas Jurídicas: Regulan el comportamiento exterior del sujeto.
Su desobediencia entraña un castigo penal (coercitividad)
Son heterónomas, su fuerza obligatoria proviene de una voluntad extraña al sujeto
(códigos penales, leyes formuladas por el Estado, etc.)
Normas morales y normas sociales: Dentro del comportamiento normativo se
encuentran reglas convencionales que no pertenecen propiamente al ámbito de la moral
y que regulan también el comportamiento de los hombres en la sociedad. Estas reglas
llamadas normas sociales, reglas de convivencia social o del trato social, también
entrañan obligaciones y regulan las relaciones de los individuos. Son, por ejemplo :
vestir adecuadamente en una ceremonia, conceder un lugar a una dama, devolver un
saludo, etc.
La Etica se pregunta si acaso estas reglas tienen un carácter moral, y cuales son sus
relaciones y diferencias con las normas jurídicas y morales.
El tipo de obligación que entrañan estas reglas de convivencia social no es, en manera
alguna, una imposición coercitiva inherente al Derecho; tampoco hay, en este tipo de
reglas, una convicción y adhesión íntima como las que acompañan a las normas
morales.
El incumplimiento de una norma social, por ejemplo, saludar con corrección, no
implica una multa o algo parecido sino solo la reprobación o el ridículo. En general
todas estas reglas de cortesía son cumplidas por el sujeto de manera impersonal y hasta
hipócrita. Una forma de saludar y felicitar es casi siempre una especie de cliché, de
forma convencional.
Las normas sociales cambian considerablemente de una sociedad a otra, incluso de un
grupo social a otro. Muchas de estas reglas, por su intrascendencia, suelen desaparecer
rápidamente.