Tres Modelos de Intervención Comunitaria

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Tres modelos de Intervención Comunitaria: K. Lewin, S. Alinsky, O.

Fals Borda.

Periódico de Trabajo Social y Ciencias Sociales - Edición electrónica - Edición N° 27 -


primavera 2002

Por Alberto José Diéguez


Licenciado en Servicio Social y Doctor en Psicología Social.
Se desempeña como profesor universitario y ha publicado diversos libros y artículos sobre la especialidad.
Existen múltiples metodologías destinadas a la acción comunitaria orientada hacia
los procesos socioeducativos, originadas en diferentes tradiciones y contextos
sociales y políticos.
Algunas de ellas provienen de la antropología, la sociología y el trabajo social
( Naciones Unidas a partir del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales,
Unión Panamericana, J.L.Lebret y Economía y Humanismo, CELATS – Centro
Latinoamericano de Trabajo Social, CEPAL, T.R.Batten, M.Ross, E. Witte, C. Ware,
C. Campos Jiménez, R. Pozas Arciniegas, P. Young, L. Wirth, H. Adams, E.C.
Lindeman, C.M.Cooley, R.Perlman, P. Phillips, E. Greenwood, R. Hill, T.
Porzecanski, N. Kisnerman, E. Ander Egg, J. Kelleg, R.Escalante Fortón, P.
Lazarsfeld). Otras propuestas de la educación provienen de (CREFAL –Centro
Regional de Educación de Adultos y Alfabetización Funcional para América Latina,
UNESCO, CEEAL, Consejo de Educación de Adultos de América Latina, CINEP,
INODEP, P. Freire). Resulta importante señalar la contribución de lo que en
latinoamericana se ha llamado genéricamente educación popular, así como las
metodologías dialécticas para la acción educativa (C. Rodríguez Brandão, J. Bosco
Pinto, F. T. Rivaños, J. Osorio, A. De Schutter, D. Palma, C. Nuñes, M.T. Sirvent, F.
Vio Grossi, M. Gadotti, M.R. Mejia).
Otros aportes se han originado en la psicología social (K.Lewin, R. Bastide, E. Morin,
G. Lapassade, M. y R. Pagès, S. Moscovici, ) y en especial en los últimos tiempos de
la psicologia social comunitaria (I. Martín-Baro, A. Martín Gonzalez, . M. Montero, I.
Serrano-Garcia, E. Wiesenfeld, G. Perfecto, B. Sawaia, J. Rappaport,
J.R.Newbrough, E. Sánchez, K. Cronick). No se puede dejar de mencionar los aportes
de la Psiquiatría Social y de la Psiquatría Comunitaria (M. Jones, V.W.Bernard, E.
Rolla, H. Wilmer, J. Maxwell, E. Pichón Riviere, W. Arrington).
En este trabajo se abordarán tres aportes metodológicos, dentro de lo que
podríamos enmarcar como metodologías de intervención comunitaria que se orientan
al cambio, la reforma o la transformación social o de los denominados enfoques
radicales (cientificistas y políticos). 1
En primer lugar se aborda la investigación-acción del psicólogo social Kurt Lewin
(1946); luego el método de organización comunitaria de S. Alinsky (1971),
continuando con el estudio-acción de O. Fals Borda (1972).
1. LA INVESTIGACIÓN-ACCIÓN. KURT LEWIN 2 (1890-1947)
La propuesta de acercarse teórica y metodológicamente a los problemas
significativos de la vida cotidiana e involucrar al investigador como agente de
cambio social, parte de la investigación-acción de K. Lewin que antecede a la
investigación acción participativa de la década del 70, fundamentada en la teoría de
la dependencia, la teología de la liberación, la militancia y el rechazo crítico al
positivismo. La investigación lewiniana se realizó en forma experimental, en el
campo educativo y en su época fue considerada como un enfoque radical e
inadecuado.3
No obstante no puede negarse la tradición existente en la investigación en acción
social,. desde los trabajos de John Howard (1726-1790), pasando por los estudios de
Charles Booth (1840-1916), las investigaciones de M. Blenkner y E. Jeter (1937) hasta
la constitución de la sección de la NASW, Social Work Research Group, en 1949 entre
muchos otros.4
La teoría de campo y del espacio vital (life space).
En su teoría topológica de la personalidad (Lewin, 1936) utilizó un modelo
matemático para explicar el campo psicológico de la persona y utilizó el concepto de
campo, extraído de la física, para analizar y comprender la conducta humana. El
campo psicológico lo constituye la totalidad de hechos coexistentes e
interdependientes. Los individuos existen en un campo psicológico de fuerzas que
determina su conducta.
Este componente psicológico circunda a cada individuo y se llama espacio vital, que
es un espacio subjetivo, diferenciado, que está referido a la forma en como cada
individuo percibe el mundo, sus metas, sus esperanzas, sus miedos, sus experiencias
pasadas. Pero además de tener el campo componentes subjetivos, tiene también
aspectos objetivos como las condiciones ambientales físicas y sociales, que actúan
limitando el campo psicológico. La percepción social (manera particular como el
individuo interpreta las acciones, los atributos o intenciones de los otros individuos;
la atmósfera social o determinadas situaciones de la vida) encauzan el
comportamiento (Lewin, 1948).
Personas que viajan en un tren, tienen objetivos diferentes, destinos diferentes y el
paisaje tiene diferentes significaciones para ellos.
Si no hay cambios en el campo psicológico, no habrá cambios en la conducta de las
personas y viceversa. El comportamiento humano debe ser visto en su totalidad y no
puede ser analizado por partes. El fundamento del dinamismo conductual se
encuentra en las necesidades y la relación existente entre el individuo y los objetos,
es el punto de partida dinámico de la conducta.
A partir de Lewin se sabe que la asociación como tal no tiene efecto de activación o
fuerza motivante. Una iniciativa es apropiada por un individuo, cuando la persona se
ha comprometido en ella (ego-involvement). Para los sujetos alcanzar el fin que se
han propuesto, adquiere una importancia personal, ya sea por prestigio o incentivo
personal. Existe una tendencia en los individuos a no abandonar lo que le interesa
personalmente y en lo que está comprometida su propia iniciativa, su compromiso
personal, su tendencia al autodesarrollo.
La fijación de metas, de objetivos, depende en gran medida de las normas de grupo.
De las experiencias realizadas en la reeducación de alcohólicos y delincuentes
(Lewin y Grabbe, 1945) encontraron que resultaba más simple y fácil modificar
hábitos sociales en un pequeño grupo tratado como un todo, que haciéndolo con
individuos aislados. La conducta es para Lewin el resultado de los procesos que se
dan en la vida de los grupos. Asimismo un liderazgo autoritario, democrático o
laissez-faire, determina el desempeño del grupo.
Lewin distingue tres variedades de conflicto conductual que generan frustración. El
conflicto acercamiento-evitación, el acercamiento-acercamiento y evitación-
evitación. El primero ocurre cuando el objetivo es deseado e indeseado al mismo
tiempo. En el conflicto acercamiento-acercamiento se desean realizar dos objetivos
que son mutuamente incompatibles. El conflicto evitación-evitación, se presenta
cuando las consecuencias previstas, son ambas indeseables y llevan a la tentativa de
abandonar el campo.
Las tensiones o necesidades, proceden de conflictos internos y de frustraciones
sufridas al perseguir objetivos que actúan como fuerzas motivadoras. Estas fuerzas
orientan a la persona hacia acciones que alivien o reduzcan necesidades.
A nivel de necesidades de funcionamiento y de autodesarrollo surgen fenómenos de
saturación de una actividad que tienden a producir traslaciones a actividades
similares. (cuasi-necesidades), (Lewin, 1935). Las motivaciones presentes pueden
influir en el presente, por lo que se hace necesario analizar como se dan en el
momento presente, en relación con la persona y con el contexto social.
De estas teorías surgen elementos prácticos a tener en cuenta para la acción
comunitaria, por ejemplo: el de mantener objetivos al alcance de las personas, con
el propósito de reducir la frustración, es decir mantener un nivel realista de
aspiraciones evitando las soluciones fantasiosas e imaginarias o ayudando a las
personas a alcanzar objetivos que razonablemente se encuentren a su alcance.
Ampliar el espacio vital de las personas para estos tengan una mayor flexibilidad y
reduzcan o eliminen la rigidez de las barreras que impiden alcanzar metas, por
ejemplo el logro de pericias sociales en el trabajo grupal podrían ser otras de las
tareas a realizar.
La investigación-acción en K.Lewin parte de la teoría de personalidad y de la teoría
de campo, articulada en una relación teoría-práctica que conduce a la acción social
sobre determinados hechos. Lo que interesa es analizar cuál es la situación presente,
cuales son los problemas urgentes y que es lo que debe hacerse.
Los pasos a seguir son lº) insatisfacción con el actual estado de cosas; 2º)
identificación del área problema; 3ª) determinación del problema específico a ser
resuelto mediante la acción; 4º) formulación de hipótesis varias; 5º) selección de
hipótesis; 6º)diseño de la acción para comprobar e implementar la hipótesis; 7º)
evaluación de los efectos de la acción; 8º) generalizaciones (B. Jiménez-
Dominguez,1994). 5
2. LA ORGANIZACIÓN DE LA COMUNIDAD. SAUL ALINSKY 6 (1909-1972)
Alinsky reconoció el poder de los ciudadanos, unidos alrededor de una causa. Basó la
organización de la comunidad en los siguientes aspectos, 1º la detección del interés
propio de la gente (necesidades), 2º en la valoración realista del poder estructural,
3º la organización y movilización de la población..
El método propuesto por Alinsky parte de las siguientes premisas: 1º) Los pobres
(negros, marginados) mantienen una actitud de apatía y dependencia, que significa
una represión de sentimientos como efecto de un sentimiento de impotencia, de
inermidad. Por ello es necesario movilizar esos resentimientos, exacerbarlos, más
nunca suavizarlos. 2º) El proceso de exacerbar los resentimientos se realiza en base
a intereses propios y a la determinación de necesidades sentidas. 3º) Hay que
organizar a la gente para que adquieran poder para cambiar su situación. Alinsky
define el poder, como “la capacidad de actuar a favor de metas” 4º) El conflicto y la
controversia son inevitables. 5º) El poder se logra por medio de la acción directa
(demostraciones “sit-ins”, ocupación de lugares públicos vedados para la gente de
color; huelgas; campañas de empadronamiento de votantes, manifestaciones,
boicoteo. 6º) Si no hay controversia los problemas no son candentes y entonces no
vale la pena trabajar para organizarse. 7º) Este criterio está referido al uso de las
estadísticas. Alinsky dice “algunas personas utilizan las estadísticas como el borracho
emplea el poste de alumbrado, para apoyarse y no para recibir la luz que viene de
arriba”. 8º) Es fundamental conocer a los líderes y la forma de ejercer el liderazgo.
9º) Importa saber el número de miembros de las organizaciones, si hay una base
popular o si se trata de una estructura integrada por pocas personas. 10º) No se
moviliza a cantidades de personas por simple voluntarismo o altruismo. Es necesario
que la organización y el programa se realice en base a intereses reales y concretos.
(Chartier R. 1972).
El proceso metodológico de organización comunitaria parte de la invitación
formulada por una comunidad a la Fundación, para intervenir en esa realidad. La
primer tarea consiste en identificar las necesidades y las pautas de interacción de la
comunidad. La observación fue el método utilizado en sus trabajos del barrio Back-
of-the-Yards de Chicago. El segundo paso es la movilización de personas y grupos, el
reclutamiento de líderes y la formación de una organización propia de la comunidad
y con raíces en ella. La experiencia de Chicago muestra a Alinsky reclutando líderes
de grupos étnicos hostiles entre sí: servios y croatas, checos y eslovenos, polacos y
lituanos, convocándolos en base a intereses y necesidades comunes y conformando
una “organización de organizaciones” constituidas por todos los sectores de la
comunidad.
Como herramienta para lograr el poder local, Alinsky dice que: “La organización
debe ser utilizada, en todas las formas posibles, como instrumento educativo; pero
la educación no significa propaganda. La verdadera educación es el medio por el
cual los miembros de una comunidad descubren el sentido de sus relaciones como
individuos con su organización y con el mundo que ocupan (...). Cuando no media un
proceso de aprendizaje, la construcción de una organización se convierte en el
simple reemplazo de un grupo de poder por otro”. 7 (Alinsky, 1971:124-125)
En una tercera etapa se realiza un nuevo análisis de situación, de comprensión de los
problemas y de los recursos disponibles para enfrentarlos. En una cuarta etapa se
planifican los objetivos y se determinan los blancos a alcanzar.
En resumen el método de organización comunitaria de Alinsky se orienta a realizar
un análisis realista de situación, formación de líderes y participantes por igual,
creación de una organización autóctona y planificación de objetivos a alcanzar. Las
tácticas de acción directa son siempre acompañadas de negociación (aplicación de
fuerza-negociación tendiente a llegar a acuerdos). La IAF pone en marcha un proceso
y se retira, lo que hoy llamamos sustentabilidad del proyecto.
En Reglas para Radicales (1971) dice: “Las tácticas significan hacer lo que tú puedas
con lo que tú tienes. Las tácticas son aquellos actos conscientes y deliberados por
los cuales el ser humano vive con los otros y se ocupa del mundo que lo rodea. En el
mundo de “dar y tomar”, las tácticas son el arte de cómo tomar y cómo dar. Aquí
nuestra preocupación es con la táctica de tomar; cómo los que no tienen pueden
quitar el poder a los que tienen”.
Las reglas que elabora, se orientan a la acción política y a ganar poder en la
comunidad. Reglas cómo “Nunca pongas en práctica una experiencia que no conoce
la gente, pues el resultado es confusión, miedo y retirada” o “El ridículo es el arma
más potente del hombre” muestran orientaciones prácticas para la labor
organizativa.
Otro tanto se desprende de las “máximas de la política digna”, “Nunca des a un
burócrata la oportunidad de decir no”; “Un movimiento exitoso se cuida a sí mismo”
o “En momentos de crisis, la iniciativa es realizada por aquellos que están mejor
preparados”.
3. EL METODO DE ESTUDIO-ACCIÓN DE O. FALS BORDA 8 (1972)
Compromiso político 9 y teoría e investigación sociológica se unen para conformar la
“ciencia comprometida” a favor de los denominados “sectores populares” (en el
enfoque del autor y de la realidad colombiana, el campesinado y proletariado rural).
Este compromiso lleva a replantear el método de investigación y a orientar el
producto del conocimiento científico.
Fals Borda postula el método del estudio-acción, el que mas tarde se denominará
investigación acción participativa (IAP), como praxis frente a los problemas
derivados de la dependencia, la acción imperialista y la explotación oligárquica.
Los años 60 son una época de reorientación intelectual en las ciencias sociales. Fals
Borda postula el empleo de técnicas de observación participante y de observación
por experimentación (Participación-Intervención) que conllevan la implicación del
investigador en la realidad y en los procesos sociales.
“Inicialmente, la inserción se concibió como un paso que implicaba no sólo combinar
las dos técnicas clásicas de observación ya mencionadas, “sino ir más allá para ganar
una visión interior completa de las situaciones y procesos estudiados, y con miras a
la acción presente y futura. Esto implica que el científico se involucre como agente
dentro del proceso que estudia porque ha tomado una posición a favor de
determinadas alternativas, aprendiendo así no sólo de la observación que hace, sino
del trabajo mismo que ejecuta con las personas con quienes se identifica” (2) 58.
“En otras palabras la inserción se concibe como una técnica de observación y análisis
de los procesos y factores que incluye, dentro de su diseño la militancia dirigida a
alcanzar determinadas metas sociales, políticas y económicas.... Al mismo tiempo la
inserción incorpora a los grupos de base como “sujetos” activos – que no “objetos”
explotables – de la investigación, que aportan información e interpretación en pié de
igualdad con los investigadores de fuera. Así, el compromiso viene a ser total y
franco entre estos grupos.” (1)
En Reflexiones sobre la aplicación del método de estudio-acción en Colombia (1972)
Fals Borda distingue dos dimensiones del método. Una primera dimensión en que:
1. Se produce ciencia como hecho natural de la conciencia social.
2. Se eligen temas y enfoques adecuados a nuestra conciencia de los problemas.
3. Se determinan los grupos claves de referencia.
4. Se actúa en consecuencia.
Las técnicas de inserción profesional son la participación-intervención (Inserción
cercana a como lo concibe la antropología tradicional); la activación (Inserción
estratégica); la incentivación o agitación táctica (Observadores militantes) y la
recuperación critica.
En una segunda dimensión del método, desaparece la inserción profesional, para dar
lugar a la conformación de equipos políticos-científicos.
En un apartado del mencionado documento Fals Borda dice que “Los fundamentos de
la escuela del conflicto, como se sabe, parten de Heráclito y Polibio, van al mundo
árabe con Ibn Khaldun, vuelven al occidente con Hobbes, Hegel y Marx, y pasan
últimamente al oriente con Mao y Giap, entre otros.” Encuentra útil la lectura de
Simmel, Coser y Schaull. La sociología marxista del conflicto, así como la naturaleza
de la dependencia (Teoría de la dependencia y de la organización popular que
enfrenta esa situación) son utilizadas y analizadas en términos de la realidad
colombiana y latinoamericana. O. Fals Borda refiriéndose a estos marcos teóricos
menciona las obras de Ernesto “Che” Guevara, Régis Debray, Hugo Blanco,
Maringhela, Pablo Gonzalez Casanova, Aníbal Quijano, Rodolfo Stavenhagen,
Fernando Enrique Cardoso, Theotonio dos Santos, André Gunder Frank, Enzo Faletto,
Francisco Weffort, Octavio Ianni, Florestan Fernández, Camilo Torres, Juan Friede,
Germán Guzmán. (1) 11.
CONCLUSIONES:
Las metodologías estudiadas ponen énfasis en la necesidad de partir del estudio y
análisis de las necesidades e intereses sentidos por la gente. Se alejan de los marcos
lógico-positivistas, para poner énfasis en la combinación racionalidad-intuición,
conocimiento científico-conocimiento popular.
El conflicto asume una función positiva en la resolución de los problemas, alejándose
así de los paradigmas que procuran minimizarlo o evitarlo.
La teoría científica resulta importante y es una excelente herramienta para lograr
cambios sociales. La conocida frase de Kurt Lewin “No hay nada tan práctico como
una buena teoría” parece fundamental a la hora de realizar la intervención. En ese
sentido los modelos analizados muestran sustentarse en marcos teóricos diversos.
Más la intervención social que se realiza se centra en la pericia del trabajador social,
en el “arte”, en la comunicación y dialogicidad con la gente.
La observación en su tradición antropológica y sociológica es una técnica que se
privilegia frente a otras, como la encuesta, la estadística, que tienen un papel
secundario o se consideran contraproducentes.
El papel del investigador es el de ser un agente activo y participante. En la
investigación participativa existe siempre un involucramiento de la comunidad, en
cada una de las etapas del proceso de investigación. La investigación tiene una doble
función, por un lado es una técnica de investigación, pero a su vez es una práctica
política. Lo que interesa en sí es el proceso socioeducativo de las personas, el grado
de autonomía que adquiere la gente, su nivel de conciencia y la posibilidad de
integrar el potencial de conocimiento y creatividad de la cultura popular, junto al
hecho de que la comunidad se organice y se movilice para alcanzar nuevas metas.
Me parece importante una última reflexión. La intervención comunitaria, puede
orientarse hacia la autonomía y desarrollo de las personas; puede orientarse a
fortalecer la democracia, como puede servir para manipular, disciplinar y/o ejercer
control social, cohesión, coerción. Las prácticas clientelísticas, cientificistas son
también algunas de las modalidades que asumen hoy los proyectos de intervención
comunitaria que se realizan desde diferentes ámbitos institucionales y desde las
diferentes disciplinas. Sí se puede afirmar que la intervención social comunitaria,
sólo puede sustentarse en regímenes democráticos, que deseen superar procesos
psicosociales y culturales que instalan o activan formas autoritarias.
Paper escrito para la Revista Margen de Argentina. Portugal, Septiembre de 2002.
NOTAS
1. Whittington y Holland (1985) y más tarde D. Howe (1987) desarrollaron una
clasificación que ésta basada en los trabajos sociológicos de Burrell y Morgan.
Clasifican a las teorías del trabajo social según las posiciones filosóficas acerca de la
naturaleza de la sociedad, que van de lo subjetivo a lo objetivo. Estas posiciones
entienden a la sociedad como algo cambiante en un sentido radical o como un
sistema regulado por interacciones sociales. (Enfoques de educación de la conciencia
o revolucionarias). Sobre este análisis ver Malcom Payne (1995). Teorías
contemporáneas de Trabajo Social. Una introducción crítica. Barcelona, España:
Ediciones Paidos.
2. Kurt Lewin nació en Prusia. Realizó estudios de biología y de medicina en
Freiburgo, Munich y Berlin. Se doctoró en 1914 con Carl Stumpf, psicólogo de la
llamada “escuela austriaca”. En 1933 perseguido por el nazismo se radicó en los
Estados Unidos, donde dictó clases como profesor visitante en la Universidad de
Stanford y luego en la de Cornell. Pasó luego a trabajar en el Departamento de
Bienestar Infantil de la Universidad Estadual de Iowa. En 1944 como director del
Centro de Investigaciones de Dinámica de Grupo del MIT – Instituto de Tecnología de
Massachussets realizó esfuerzos experimentales para modificar la conducta en
situaciones reales y desarrollar la teoría de la conducta en grupos y organizaciones. .
Tuvo una especial preocupación por mejorar la condición humana, por las minorías y
los judíos, así como por la democracia. Tuvo influencias de Cassirer y de la
psicología de la Gestalt (Koffka, Köhler, Wertheimer)
3. J. Bernardo Jiménez-Dominguez, (1991) Investigación Ante Acción Participante:
Una dimensión desconocida. En: Maritza Montero (1994) coord. Psicología Social
Comunitaria. Teoría, método y experiencia. Guadalajara, Jalisco, México:
Universidad de Guadalajara. p 127. Ponencia presentada en el Simposio Construcción
y Crítica de la Psicología Social, durante el XXIII Congreso de la SIP, San José de
Costa Rica, 7-12 de julio de 1991.
4. Sobre este aspecto se sugiere leer Norman A. Polansky (1966). Metodología de la
investigación del Trabajo Social. Madrid: Euramérica. Título del original: Social Work
Research. New York: University of Chicago Press. 15-70.
5. Jiménez Domínguez, J.B. Ob.cit. 127-129.
6. Saúl Alinsky fue un organizador comunitario norteamericano, egresado de la
Escuela de Sociología de Chicago como criminalista, lideró el movimiento para que
las comunidades consigan poder a través de la acción colectiva, anticipándose a
teorías contemporáneas de participación y democratización ciudadana, como el
Empowerment-Methode. Alinsky se encuadra en la tradición del “radicalismo” de
izquierda norteamericano y del pensamiento sindical de la década del 30-40. De
origen judío, participa de las luchas por los derechos sindicales de la época. Director
Ejecutivo de Industrial Áreas Foundation (IAF) en el año 1938 organizó en Back of the
Yards Council al vecindario y trabajó luchando por mejores casas, empleo y
seguridad. Su trabajo de organización se centra en los problemas urbanos, cómo la
vivienda, el transporte, la segregación racial de la población negra, la lucha por los
derechos civiles. En 1940 con la IAF, comenzó a organizar a poblaciones en las
principales ciudades de Estados Unidos, desde los getthos negros de Rochester hasta
los barrios mexicanos de California.
Elaboró protestas teatrales imaginativas que ridiculizaban el poder y que forzaron a
los políticos de muchas ciudades a negociar con los pobres y con los grupos
minoritarios, cuyas protestas habían previamente sido desatendidas. En 1946 trabajó
con los líderes laboristas, sindicalistas y con la iglesia católica en una huelga
realizada en Chicago. Escribió numerosos artículos sobre protesta social y
organización comunitaria. Se toma del reportaje realizado a R. Chartier (1972) su
mejor definición acerca de quién es él: “Cuál es el significado de la vida ? No sé. Sé
una sola cosa: Voy a morir... Una vez que se acepta eso uno está libre para vivir.
Como decía San Francisco “al morir nacemos a la vida”. No me preocupo por el
“status” o “prestigio”. La vida me interesa profundamente; estoy impulsado por el
sentimiento de la injusticia, estoy convencido de mi propia muerte... y es
precisamente por esto que estoy libre para luchar, libre para vivir”. Y en el prólogo
de su libro Reglas para radicales (1971) dice: “La actual generación quiere lo que
todas las generaciones han querido siempre – un significado, un sentido de lo que el
mundo y la vida son – una oportunidad para esforzarse por conseguir alguna clase de
orden.”
7. Cita tomada del trabajo de Gustavo Wilches-Chaux, El sentido de la participación.
Memorias del Tercer Seminario Internacional HABINET sobre Participación
Comunitaria, que fuera organizado por el Centro de Estudios del Hábitat Popular
(CEHAP), Medellín, Colombia, 18-22 de noviembre de 1991.
8. Orlando Fals Borda, realizó estudios de sociología, alcanzando el grado de Doctor
en Sociología, Ph. D en la Universidad de Florida (Estados Unidos) en el año 1955.
Realizó el conocido estudio de la Vereda de Saucio (Colombia) entre los años 1950-
52, reproducido en el libro Campesinos de los Andes. Realizó trabajos en el CINVA –
Centro Interamericano de Vivienda (Colombia) y en el IICA – Instituto Interamericano
de Ciencias Agrícolas, de Turrialba (Costa Rica). Fundador y Decano de la Facultad
de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia (1959). Fue Director de la
Rosca de Investigación y Acción Social de Colombia entre los años 1970 y 1975,
entidad fundada por él conjuntamente con dos intelectuales colombianos Castillo y
Libreros, los tres presbiterianos. En el Simposium sobre Política de Enseñanza e
Investigaciones en Ciencias Sociales, realizado en marzo 19-24, 1972 en Lima, Perú,
organizado por la UNESCO y la FLACSO – Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales, presentó una comunicación sobre el tema Reflexiones sobre la aplicación
del método estudio-acción en Colombia. En el año 1986 fue Director Encargado del
Programa de Participación Popular, de la Oficina Internacional del Trabajo – OIT.
Coordinador de Congresos Mundiales de Investigación Acción Participativa entre
1996-1997. Fue Presidente de la Asociación Colombiana de Sociología (1965-1966),
Vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Sociología, 1961-64; Presidente
del Consejo Latinoamericano de Adultos, Santiago de Chile, 1988-1990. Actualmente
es consultor en Programas de Ordenamiento Territorial. El tema del compromiso
político y de las responsabilidades de los profesionales en ciencias sociales, había
sido analizado anteriormente por sociólogos y psicólogos sociales franceses. La
revista Arguments, dirigida por Edgar Morin, en su número 25-26, Paris, 1º y 2º
trimestre de 1962, publica en Vers une psycho-sociologie politique, una serie de
trabajos sobre el tema. De estos textos existe en castellano, la publicación
Psicologia Social y compromiso político. Responsabilidades actuales del profesional
de la psicología. S.Moscovici, M. Pagès y otros, Buenos Aires, 1971, Rodolfo Alonso
Editores.

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