Reportaje de Violencia Intrafamiliar

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REPORTAJE DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

¿Qué es la Violencia Intrafamiliar?

Destruir la autoestima de una persona sistemáticamente mediante críticas,


desprecios,
abandono o insultos; también constituye violencia.

La Violencia Intrafamiliar

Un mal sobre el cual es difícil hablar


La violencia que deja más víctimas actualmente es el aborto provocado. En
México mueren abortadas anualmente casi dos millones de criaturas. Todas las
mujeres que abortan y especialmente aquellas que lo hacen por
desesperación, miedo, desconocimiento o presionadas por otras personas, son
víctimas de este tipo de violencia. A veces hasta mueren o quedan dañadas
física o emocionalmente por los mal llamados "abortos legales seguros".

Pero la violencia no se detiene con el aborto provocado. El maltrato a los niños


de todas las edades se ha generalizado en México Y otros países, así como los
abusos perpetrados contra los ancianos. Incluso, aunque las víctimas en su
mayoría son mujeres, niños y ancianos, también hay casos de hombres
golpeados por sus mujeres.

¿Qué constituye violencia?


¿Es simplemente darle golpes a una persona? Hasta ahora habíamos creído
que esta era la única forma de violencia. Sin embargo, la psicología moderna
nos ha dado una nueva visión del ser humano y de sus necesidades
psicológicas. Ahora sabemos que hay otro tipo de violencia que también hace
daño a las personas: la violencia emocional, que siempre precede a la violencia
física.

Destruir la autoestima de una persona sistemáticamente mediante críticas,


desprecios, abandono o insultos; también constituye violencia. No cabe duda
de que a veces los golpes al espíritu son mucho más dañinos que los golpes al
cuerpo y dejan heridas más profundas. Las víctimas de este tipo de violencia
por lo general continúan sufriendo calladamente y por eso no reciben la ayuda
que tanto necesitan. Una persona golpeada en su cuerpo puede mostrar las
heridas y recibir ayuda. Sin embargo, la que es golpeada sistemáticamente en
su psiquis, en su espíritu, no tiene heridas físicas que mostrar al mundo para
poder pedir ayuda. Como este tipo de abuso o violencia doméstica ocurre
mayormente en la privacidad del hogar, generalmente pasa desapercibido, a
veces por muchos años.
Cuando a la mujer se le obliga o se le coacciona para que aborte, utilice
peligrosos anticonceptivos y abortivos o se practique la esterilización; todos
estos también constituyen actos de violencia.

¿Por qué permanecen muchas mujeres en una relación abusiva?


Las víctimas del maltrato verbal muchas veces piensan que éste no es lo
suficientemente grave como para tratar de hacer algo para impedirlo. Algunas
temen que no les creerán si denuncian al abusador, pues a menudo éste goza
de una buena imagen pública. Las que están siendo golpeadas tienen miedo a
las represalias por parte del victimario ya que a menudo éste amenaza con
matarla. Otras temen enfrentar la vida, solas o simplemente no tienen los
medios para hacerlo. A veces alguien que la víctima respeta le dice que debe
permanecer en esa relación abusiva "por el bien de sus hijos". En el caso de la
mujer del alcohólico o drogadicto, ella es una codependiente de su esposo o
"compañero" y la codependencia es una enfermedad emocional que requiere
tratamiento de un psicólogo o psiquiatra. Todas estas mujeres tienen en común
una baja autoestima y una incapacidad para poner límites porque vienen
arrastrando problemas emocionales desde su niñez. A menudo la raíz de la
violencia doméstica tanto para las víctimas como para sus victimarios, es el
vacío afectivo. O sea, la falta de amor y atención en su niñez.

La violencia doméstica es una enfermedad contagiosa


En los hogares disfuncionales en los cuales un cónyuge maltrata al otro, es
común el maltrato a los niños. Constituye violencia no sólo el darles fuertes
golpes, sino también gritarles, menospreciarlos, castigarlos excesivamente o
negarles la atención, la aceptación y el amor que son tan imprescindibles para
su desarrollo emocional y social.

También es un acto de violencia en el caso de los padres divorciados, el hablar


mal del ex-cónyuge delante de los hijos o utilizarlos para hacerle daño al otro.

Lamentablemente, cuando una mujer está siendo víctima de cualquier tipo de


violencia por parte de su esposo o "compañero", está tan enfrascada en
defenderse que a menudo no puede darse cuenta del daño que también están
sufriendo sus hijos. A veces permite hasta los maltratos físicos o verbales a
éstos por parte del padre o padrastro, porque se siente incapaz de detenerlos
ni siquiera en lo que respecta a sí misma.

Los casos de violencia doméstica o intrafamiliar abundan. Es algo que puede


sucederle y en verdad a veces les sucede a personas que se consideran
religiosas, porque se trata de una enfermedad psicológica que debe ser
tratada.

Todos los que están involucrados en la violencia están enfermos y


necesitan ayuda
Hasta que no se conozcan los hechos, ninguno de ellos la recibirá. No se les
hace ningún favor a los miembros de una familia que está en estas
circunstancias al ayudarle a mantener este horrible secreto. Se les debe
motivar a obtener ayuda de un sacerdote, pastor y/o un psicólogo.

El continuar permitiendo este tipo de abuso tiene graves consecuencias sobre


todo para los niños, muchas de las cuales sólo se manifestarán pasados
muchos años. A veces los niños se convierten en victimarios y las niñas en
víctimas igual que su mamá. Los niños que crecen en hogares violentos tienen
una gran probabilidad de ser criminales en el futuro.

¿Qué puede hacer la víctima si su cónyuge rehúsa buscar ayuda?


Cuando los esfuerzos para resolver la situación fracasan, el ataque físico
continúa y la salud física y mental de la mujer (o del hombre si ésta es la
agresora) está seriamente afectada, la víctima tiene el derecho y el deber de
escapar y buscar refugio con su familia, amistades, o en refugios especiales en
la ciudad en que vive. La voluntad de Dios no es que permanezca en una
situación de maltrato físico o emocional, sino que busque ayuda tanto para sí
misma como para sus hijos y su victimario. Puesto que no hay respeto mutuo,
el amor llega a morir en la pareja que continúa en esta relación mucho tiempo.

Según el Código de Derecho Canónico de la Iglesia Católica: "Si uno de los


cónyuges pone en grave peligro espiritual o corporal al otro o a la prole, o de
otro modo hace demasiado dura la vida en común, proporciona al otro un
motivo legítimo para separarse, con autorización del Ordinario del lugar, y si la
demora implica un peligro, también por autoridad propia. Al cesar la causa de
la separación, se ha de restablecer siempre la convivencia conyugal, a no ser
que la autoridad eclesiástica determine otra cosa." (No.1153)

¿Entonces la Iglesia acepta el divorcio?


Por supuesto que no. La separación física no equivale al divorcio. Este implica
el intento de destruir el vínculo conyugal válidamente contraído en la Iglesia
Católica que de suyo es indisoluble. En ese caso la persona no puede contraer
nuevas nupcias, a no ser que dicho matrimonio haya sido declarado nulo por la
legítima autoridad de la Iglesia. La separación física bajo esas circunstancias
no es un pecado, sino un derecho legítimo que tiene la víctima para consigo
misma y con sus hijos si los tiene. Toda persona como hija de Dios tiene
derecho a que se le respete su vida y su dignidad.

Ayudemos a las víctimas y sus victimarios


La Iglesia Católica en México ofrecen ayuda especial. Los obispos emitieron en
1992 un documento titulado "Cuando busco ayuda: Una respuesta pastoral a la
violencia doméstica contra las mujeres". La violencia intrafamiliar también debe
ser una preocupación de aquellos que alegan ser próvida. Todos los que
valoramos la vida humana debemos de estar alertas para ayudar a las víctimas
y sus victimarios a salir de ese círculo vicioso, para que puedan recuperar su
autoestima y el sentido de su propia dignidad como hijas e hijos de Dios.

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