Inteligencia Erótica. Reseña
Inteligencia Erótica. Reseña
Inteligencia Erótica. Reseña
Para mantener
la pasión hay que alejarse de la
pareja
+ + =
Para Ti
El tránsito de Buenos Aires es, como casi todos los días, un caos, así que
llegamos a la nota a las apuradas, aceleradas, preocupadas por la impuntualidad.
Sin embargo, en lugar de encontrar a nuestra entrevistada –Esther Perel, nacida
en Bélgica, casada desde hace 25 años, madre de dos hijos varones de 13 y 16
años, especialista en terapias familiares y de pareja– sentada en un sillón,
moviendo las piernas con intranquilidad, la vemos en medio de una reunión súper
animada, en el tiempo extra de un taller que reunió a un centenar de mujeres que
escucharon, preguntaron, reflexionaron sobre la pareja, el amor y el sexo.
Así empieza la charla con Perel que asegura que cada cambio social provoca una
nueva sexualidad. Y en este sentido, anuncia: “Los próximos cambios serán
varios. En el matrimonio o la pareja, el cambio más importante que ya comenzó es
el de la sexualidad de la mujer que hoy la vive como una experiencia de placer y
no como un deber. Se consolidó en los últimos tiempos más que nunca la idea del
sexo duradero sólo por deseo y no estrictamente para reproducirnos y tener hijos.
Y también se instaló el ideal de sexo recíproco, que significa que las dos personas
quieren y ¡que tienen que querer a los 70 y más también, ya que vivimos dos
veces más que antes! Algunos lo logran, pero sigue siendo un ideal que lo
hacemos norma. Eso no es bueno porque después decimos que los que no están
dentro de esa norma tienen problemas. El mundo está lleno de consejos, que no
son la norma”.
¿Entonces los consejos sobre cómo vivir la sexualidad no sirven? Sí, pero si
fueran tan efectivos, no deberíamos escribir la misma columna cada semana.
Otros cambios que se produjeron en las últimas décadas son la presencia de la
sexualidad como algo explícito en la cultura en general; ya no hay nada sugestivo,
le estamos robando la imaginación a la gente. Y la sexualidad de los niños, que se
está expresando como nunca antes en la historia. No quiero decir que los chicos
tienen sexo, pero sí que están cada vez más sexualizados. Desde la televisión
vemos lolitas de 12 años, y esto es casi pedofilia. Además, la iniciación sexual es
cada vez más temprana y se produce como un sexo desafiliado, estilo fast food,
que no está inmerso en una historia.
¡Qué panorama! ¿Y por qué no? Hace unos años tener sexo antes del matrimonio
era una blasfemia y hoy no está mal visto. Igualmente, nunca sabemos con
exactitud lo que va a suceder. Lo que sí se sabe, es que cuando en las
sociedades hay reglas tan amplias, se destacan dos grupos extremos: uno
fundamentalista y otro relativista. Mientras el primero dice que todo está permitido,
el otro indica que nada está permitido... y vuelven a ponerle a la mujer el shabot.
¿Es mito o realidad que la sexualidad masculina es más activa que la femenina y
que el hombre “siempre quiere”? Es un mito, y uno de los más instalados en
sociedades machistas. Biológicamente, podríamos decir que el hombre quiere
tener más parejas, para poder reproducirse. La mujer, en cambio, estaba planeada
para quedarse en un lugar y criar a sus hijos. Pero esta teoría del hombre sin
control sobre su sexualidad y de la mujer domesticada que quiere quedarse en
casa también fue el resultado de una política social que, en definitiva, justificó la
infidelidad del hombre. Pero si la sexualidad de la mujer estaba tan inactiva, me
pregunto por qué cada civilización desarrolló tantos sistemas para controlarla y
reprimirla...
Entonces, ¿la sexualidad femenina y masculina son más parecidas de lo que por
mucho tiempo se creyó? Son distintas. La sexualidad femenina es más contextual.
El deseo de la mujer está relacionado en cómo está el tiempo afuera, en cómo
está su vida, si tiene el pelo lindo, si no engordó, si está con alguien que le
interesa, si la seducen bien... Estamos más influidas por el contexto, es una
sexualidad plástica. Una mujer puede descubrir a los 50 años que le gusta estar
con mujeres y después puede volver a los hombres. Nuestra sexualidad está mas
relacionada con la relación en sí misma. Para los hombres es más difícil confesar
que a veces también necesitan emociones. El mito es que el hombre siempre
quiere, que no necesita ayuda, que tiene una erección espontánea, que nunca
dice que no. Pero si la mujer históricamente no ha tenido permiso para decir que
disfruta del sexo sin lo relacional, el hombre tampoco lo ha tenido para decir que
tiene emociones.
Hablando de mitos ¿infiel se hace o se nace? Lo único cierto es que una misma
persona puede ser tanto fiel como infiel, y puede cambiar, como se cambia de
partido político. El monógamo puede algún día ser infiel, y el infiel puede cambiar y
dejar de serlo.
¿Por qué nos interesa tanto la sexualidad de los otros? Porque a través de él se
puede conocer lo más íntimo de una persona. No hay puerta tan única para entrar
en el mundo de otro individuo, de otra pareja, de otra familia y de otra cultura. El
sexo es algo que está en todos lados, pero del que no se dice nada. Y, más aún,
se habla de él en todos lados y con todos, menos entre las dos personas que más
deberían hacerlo. Pensar en el sexo de los otros también tiene que ver con buscar
una manera de promover nuestro propio deseo. El deseo está conectado a lo
prohibido y a la transgresión, y es una expresión fundamental de nuestra libertad y
soberanía. Desear no es una obligación, así que cuando en una pareja estás
suponiendo hacerlo, ya no se siente como una libertad. La rutina no va muy bien
con el deseo, pero por suerte tenemos la lealtad, la fidelidad y el deseo de
conexión.
El estudio, la vestimenta, los amigos, son temas que usualmente irritan la relación.
Ahora, si la disputa es por un novio/a, el problema es aún mayor. Porque para los
hijos es un tema “no opinable”. Y para los padres, “el primer amor” (y todas sus
aproximaciones) es la certeza de que ya hay otra persona, externa a esa familia y
sus costumbres, cuya palabra tiene mayor validez e influencia que la propia.
Además de que se despiertan un montón de fantasías y realidades relacionadas
con la independencia y el sexo, que los vuelven locos por el solo hecho de saber
que no habrá forma de que puedan controlar lo que entre esos dos jóvenes
suceda.
Por todo esto, y para poder disfrutar de tu amor adolescente, aquí van algunas
ideas que ayudarán a que tus padres acepten a tu novio y no se metan demasiado
en la relación:
- Propicia paseos conjuntos para que todos puedan conocerse más a fondo. Esto
es tan importante como que preserves momentos a solas con tus padres, una
forma de que no se sientan “abandonados” y de que no pierdas la relación
personal que han construido durante todo el tiempo que llevan juntos.
Qué decir y qué no decir es una duda existencial que nos acompaña desde que
empezamos a construir nuestra intimidad. Es que la experiencia nos demuestra
que hay veces que contarlo todo nos puede jugar en contra. Aún cuando esa
información revelada no nos pertenezca y estemos hablando de otro.
En la adolescencia, por ejemplo, las infidencias que los hijos cometen dialogando
con sus padres sobre sus amigos, suelen aportar datos reveladores sobre las
costumbres, las relaciones y las ambiciones compartidas. ¿O nunca se quedaron
sin ir a una fiesta con una amiga de la que habían hablado “de más” a sus
madres?
Y en la adultez, nunca les pasó que tras confesar un proyecto profesional con un
compañero de trabajo, vieron cómo éste comenzaba a apropiarse de ese sueño. Y
no necesariamente con malas intenciones. Suele suceder que el entusiasmo con
el que contamos algo, hace que el otro también lo desee y trate de alcanzarlo o
tenerlo.
Por eso, a cualquier edad, lo importante es elegir la persona a la que le queremos
contar ese secreto, ese deseo que nos deja demasiado en evidencia, casi
desnudos.
Hay cuestiones que solo pueden ser confiadas a un familiar (en general son las
que necesitan de un incondicional) aunque a veces hay emergencias que por el
simple hecho de ser reveladas a un padre pueden convertirse en tragedia antes de
serlo… Para estas últimas, conviene analizar muy bien cuándo y cómo hablar.
Una duda: Si cuando callamos lo que otro nos cuenta pidiéndonos discreción, nos
convertimos en personas confiables… ¿en qué nos convertimos cuando
aprendemos a cuidar de nuestro yo interior? ¿En personas maduras?
¿Reflexivas?
Zafar vs esforzarse
Por: Adriana Balaguer, el 24 de junio de 2010, 10:49 AM
“Con esfuerzo todo se consigue”, decían nuestros abuelos y daban fe de ello con
su experiencia de vida. Habían sobrevivido a guerras, a hambrunas, se habían
caído y vuelto a levantar y finalmente habían alcanzado su sueño: un trabajo, una
casa, una familia. Hoy, la cultura del esfuerzo pasó de moda, solo importa
divertirse.
Parece que bastara con consumir productos “light” para adelgazar; con estudiar un
poco para “zafar” y terminar la escuela media; con enviar el curriculum por mail
para conseguir un empleo. Y puede ser que consigamos bajar un poco de peso;
que aprobemos los exámenes y tengamos alguna entrevista laboral, pero tarde o
temprano descubriremos que en la vida hace falta algo más que buena suerte.
A esta altura del texto, seguramente ya sabés de qué lado estás (y habrás
descubierto de que lado estoy yo). Pero si aún tenés dudas, lee este test de la
“Ley del menor esfuerzo”. ¿Te sentís identificado y sos adolescente? Entonces tu
vida está necesitando que ajustes las clavijas. ¿Ya pasaste los veinte y parece
que estos tips hablaran de vos? Más vale que te dispongas a crecer de una vez.
Veamos:
- No estudias para un examen a menos que tengas que levantar tus notas.
- Vas al gimnasio dos meses antes de que llegue el verano y lo haces pensando
en que tendrás que usar los trajes de baño de la temporada anterior.
- Salís a buscar trabajo sólo si tus padres se niegan a darte dinero para ir de
vacaciones con tus amigas o amigos.
- No te da vergüenza llegar tarde a una cita sin un buen justificativo.
- No colaboras en el orden y la limpieza de la casa.
- Te haces trampa a vos mismo diciéndote que te pones metas muy altas y que
por eso te cuesta alcanzarlas.
Está claro que no es fácil el camino hacia la adultez. Y que más de una vez
tendrás que sortear dificultades y adecuar tus metas a la realidad que nos toca
vivir. Pero si aceptas forjarte en la cultura del trabajo, te sentirás menos frustrado
cuando las cosas no te salgan tal cual lo esperabas. Es que seguramente, para
entonces, alguien ya te habrá dicho que de la adversidad no se zafa, pero sí se
puede salir fortalecido.
Embarazada en el cole
Por: Adriana Balaguer, el 10 de junio de 2010, 06:17 AM
Y un día viene tu amiga del alma, esa con la que compartís el banco en la escuela
desde la primaria, y te dice que “está embarazada”, que “tiene miedo” y que sos
“la primera en saberlo”. ¿Qué le decís? ¿Te sonreís y la abrazas? ¿Buscas su
hombro para llorar?
Es que no sólo no sabías que tenía relaciones con el chico que conocieron juntas
en ese baile, sino que faltan tres meses para el viaje de egresados, para la fiesta
de fin de curso…Y te da bronca que no te haya contado su primera vez, Y que
muchas cosas que habían soñado juntas ya no vayan a ser iguales… Pero te das
cuenta también que no es momento para reproches. Por eso, ordenas tus
pensamientos y vas a la carga:
- Lo primero, sabés, es hacerla sentir acompañada. No está sola, estás vos, tiene
que convencerse de eso.
No esperar a tener relaciones sexuales para buscar información y consejos sobre los
métodos anticonceptivos.
*Si tiene relaciones aun con periodo menstrual, la ovulación puede aparece después de
que empieza a sangrar
Anteriormente, cuando hablábamos sobre la edad idónea de los jóvenes para comenzar
las relaciones sexuales completas, decíamos que no se pueden establecer fechas de
inicio de antemano, porque todo depende de las circunstancias personales de cada uno.
En cambio, sí puede determinarse claramente el comienzo del uso de los métodos
anticonceptivos para evitar un posible embarazo: desde el primer momento en el que se
mantengan relaciones sexuales con penetración.
La anticoncepción es la forma de evitar el embarazo mediante el uso de métodos o
productos que interfieren en los mecanismos que lo hacen posible. Conviene recordar que
si se mantienen relaciones sexuales con cierta regularidad y no se usa ningún método
anticonceptivo, la probabilidad de embarazo es altísima: en torno al 8O % en un año. Es
muy importante conocer bien todos los métodos anticonceptivos existentes para poder
elegir el que más se adecue a cada caso. La elección de uno u otro dependerá de
múltiples factores, como son la frecuencia de las relaciones, la edad, las preferencias
personales, etc. En todo caso, si no se tiene a mano ninguno, el petting es la práctica más
razonable.
MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS
Cuando los jóvenes preguntan cuál es el mejor método anticonceptivo, los especialistas
suelen contestar que no existe un método ideal que pueda aplicarse a todo el mundo,
puesto que hay que estudiar cada caso en particular. Pero, de forma general, sí puede
decirse que el anticonceptivo óptimo debe poseer las siguientes características: ser
seguro, inocuo y aceptado con agrado por la pareja.
La píldora
f:Adams
Apareció en el mercado europeo hace casi cincuenta años (1961) y, desde entonces, esta
minúscula pastilla, conocida también como anovulatorio, se ha convertido en uno de los
métodos reversibles más eficaces para prevenir el embarazo. Administrada
correctamente, la seguridad supera el 99,5 %. Esto significa que la proporción de fallos es
de menos de 0,5 embarazos por cada 100 mujeres que la toman anualmente. Su mayor
riesgo es olvidarse de tomarla.
Cada píldora contiene dos hormonas sintéticas similares a las que se producen en el
ovario: estrógeno y progesterona. Cuando estas sustancias entran en el torrente
sanguíneo, la hipófisis recibe el mensaje de que ya hay suficiente estrógeno y
progesterona y deja de dar órdenes al ovario para que las elabore. El ovario, al no ser
estimulado, queda sin ovulación, en reposo, en una situación hormonal similar a la que
experimentan las mujeres cuando están embarazadas. La píldora provoca también un
espesamiento de la mucosa cervical, que dificulta la entrada de los espermatozoides.
Asimismo, cambia el endometrio, convirtiéndose en un lugar hostil para una hipotética
fecundación.
Se vende en las farmacias, en envases que contienen veintiuna píldoras. La primera
pastilla se toma el primer día de la regla y después una diariamente durante los veinte
días siguientes. Al finalizar las veintiuna píldoras, se descansan siete días. Tras la
semana de descanso, se empieza de nuevo otra caja. Para no olvidarse, conviene
tomarla siempre a la misma hora. Este método es eficaz desde la primera toma y continúa
siéndolo también durante la semana de descanso, siempre que seguidamente se inicie
una nueva caja.
Aunque se dice que puede tomarla cualquier mujer sana, como se trata de un producto
farmacológico, es imprescindible la visita médica para poder prevenir posibles
contraindicaciones o efectos secundarios. Sólo el ginecólogo podrá valorar la
conveniencia de usar o no este método y el tipo de píldora que más se adecua a cada
caso, y se encargará de fijar los controles necesarios.
f:ADAMS
No se recomienda su uso antes de los dieciséis años. Este es un margen prudencial que
se establece para asegurar que la maduración sexual se ha completado de forma natural
y que los ciclos son regulares. Otra advertencia: fumar mientras se toma la píldora,
perjudica aún más seriamente la salud.
¿Tiene algo que ver la «pastilla del día siguiente» con la píldora?
-La «pastilla del día siguiente» o tratamiento poscoital, es un preparado hormonal, pero no
es en absoluto un anticonceptivo que pueda tomarse de forma habitual. Se trata de una
medida para aplicar en casos de emergencia: violación o fallo de alguno de los métodos
de barrera (preservativo o diafragma), ya que actúa modificando el endometrio e
impidiendo la implantación de un posible óvulo fecundado. Este tratamiento ha de hacerse
bajo control médico, acudiendo a un centro sanitario o de planificación familiar cuanto
antes y en un plazo máximo de tres días. Hay que tener en cuenta que si hubiera un
embarazo anterior, este tratamiento no sería útil.
Existen diversos modelos y tamaños, por lo que el ginecólogo puede escoger el más
adecuado al útero de cada mujer. Dependiendo del tipo de DIU elegido, puede durar de
dos a cinco años. Suele colocarse y extraerse durante la regla, pues es cuando el cuello
del útero se encuentra más abierto. El médico lo inserta, plegado, en el interior de la
cavidad uterina, mediante un aplicador. Luego, lo despliega de forma que quede sujeto en
las paredes uterinas. Dejando unos pequeños hilos de nailon que servirán para extraerlo
cuando sea necesario. Requiere control médico anual y estar al tanto de cualquier
pequeña infección vaginal.
Se trata del método más eficaz después de la píldora, pero la seguridad no es total. Se
calcula que, de cien mujeres que lo utilizan en un año, dos pueden quedar embarazadas.
Con el DlU, las reglas acostumbran a ser más abundantes, en algunas mujeres esto
ocurre sólo los tres primeros meses. Suele aplicarse a partir de los treinta años, aunque
no existen contraindicaciones expresas en mujeres más jóvenes.
El preservativo
Conocido también como profiláctico o condón, es uno de los métodos más antiguos
utilizados para prevenir el embarazo (en el pasado se hacían con el tejido del vientre de
algunos animales). Se trata de una funda muy fina de látex que impide que los
espermatozoides entren en la vagina. Si se usa correctamente tiene una eficacia muy alta.
No requiere control médico ni receta y se adquiere en farmacias y otros puntos de venta.
También hay de colores y texturas variadas y con distintos sabores. De todos modos, la
seguridad de los mismos depende de la calidad del látex empleado.
¿Cómo se utiliza?
. Se rompe el envase por un extremo con los dedos, teniendo mucho cuidado de no
rasgar el preservativo con las uñas.
. Se toma el preservativo y se aprieta la punta con los dedos para evitar que quede aire en
su interior.
. Sin dejar de sujetar el depósito, se coloca en el glande y se desenrolla con los dedos,
presionando suavemente hasta cubrir el miembro totalmente.
. Tras la eyaculación, hay que retirar el pene de la vagina antes de que pierda la erección.
Esto se hará sujetando el preservativo por la base para evitar una salida accidental del
semen o que la funda quede dentro de la vagina.
. El preservativo es de un solo uso, por tanto se utilizará uno nuevo en cada relación,
aunque no se haya producido la eyaculación.
A tener en cuenta
Métodos naturales
Quienes optan por estos métodos suelen hacerlo por motivos religiosos o bien porque con
ellos no se alteran los ritmos biológicos naturales con sustancias químicas o instrumentos
extraños al organismo. Consisten en la abstención de las relaciones coitales durante los
días fértiles de la mujer. Es necesario saber el momento de la ovulación y la capacidad de
vida del óvulo y del espermatozoide.
Para averiguar cuáles son los días fértiles, existen las siguientes variantes:
. El método Ogino.
. El método de la temperatura basal.
. Billings o método del moco cervical.
Estos métodos son algo menos seguros, ya que el ciclo menstrual de la mujer puede
variar por diversos motivos, como puede ser un simple catarro, un disgusto con la familia,
la toma de ciertos medicamentos o una infección vaginal. Además, no protegen contra las
enfermedades de transmisión sexual. Por otro lado, llevarlos a la práctica resulta un tanto
complicado y requiere un buen conocimiento del propio cuerpo.
El método Ogino
Antes de aplicar el método Ogino (o del ritmo o del calendario) hay que controlar los ciclos
durante doce meses para comprobar su regularidad. Con este conocimiento, y teniendo
en cuenta que el primer día del ciclo es el primer día de la menstruación y el último día del
ciclo es el día anterior al inicio de la regla siguiente, se aplica la siguiente fórmula: se
restan dieciocho días al ciclo más corto y once días al ciclo más largo. Suponiendo que
los ciclos son de veinticinco y de treinta días, el período de abstención de las relaciones
coitales será el comprendido entre los días siete y diecinueve.
Ejemplo:
25-18 es igual 7
30-11 es igual 19
Abstención: del 07 al 19
Un lapsus de calculo y gracias a la colaboración de un muy buen lector se corrige y se
ofrecen las disculpas
Propuestas de intervención
El 45% de las madres adolescentes tuvieron su primera relación sexual dentro de los 12
meses de conocer al padre de su hijo.
En el 89% de los casos de las madres adolescentes, el embarazo se produce después de
varias relaciones sexuales
El método más usado por la madre adolescente antes de su primer embarazo fue el
método del ritmo (32.2%).
Dentro de las características familiares se observó en el estudio que el 64% de los padres
de las madres adolescentes viven juntos; mientras que el 20% de los padres de la madre
adolescente tuvo o tiene otra pareja; también encontramos que el 35.5% de las madres
adolescentes pasaban solas la mayor parte del tiempo en casa antes del embarazo.
Los padres de las madres adolescentes reaccionaban mayormente con castigo físico y/o
psicológico después de las salidas de las hijas durante la adolescencia; y el 28% de las
madres adolescentes se escapaban de su casa ante la negativa de los padres a sus
salidas.
El 34.7% de las madres adolescentes tienen una actitud negativa sobre su embarazo; y el
44% de las madres adolescentes consideran que su embarazo frustró su desarrollo
profesional; el 33% ve con pesimismo su vida futura y el 46% piensa que ellas no lograrán
las metas que se habían propuesto en la vida .
Dentro de las características de su conducta social tenemos que el 92.6% de las madres
adolescentes no pertenecían a ningún grupo juvenil.
El 30.6%, 22.3% y 10.7% de las madres adolescentes conocieron al padre de su hijo en la
calle, las fiestas y el colegio respectivamente.
El 25.6% de las madres adolescentes bebe licor, el 20.7% lo hace con su pareja, y el
21.5% se ha embriagado en la adolescencia .
Las adolescentes tienen quizá menos capacidad de tener hijos saludables y pueden sufrir
más traumas durante el parto. Los hijos de las madres adolescentes tienden a tener mala
salud pues éstas en su mayoría se hayan menos preparadas para buscar y recibir la
atención prenatal adecuada y están menos aptas psicológicamente y materialmente para
cuidar a sus hijos.
Cerca del 90% de las madres adolescentes permanecen solteras o son convivientes, no
llegando a formalizar su unión a través del matrimonio.
Es generalmente aceptado que las madres adolescentes son en alto grado carentes de un
nivel educacional adecuado; sin embargo nuestro estudio encuentra que el 97% de ellas
tienen algún grado de educación. Esta situación es observada a pesar de que se ha
estudiado a una población de nivel bajo socio economico que se atiende en la Maternidad
de Lima, lugar donde previamente Loli realizó un estudio encontrando que tan sólo el 82%
de las madres adolescentes tenían algún nivel del educación, y que el 66% de las madres
adolescentes sólo tenían primaria. En nuestro estudio el 65% de las madres adolescentes
tenían educación secundaria. De esto se deduce que si bien es cierto que el nivel
educacional de las mujeres se ha incrementado en los últimos años, esto no ha producido
una disminución de los embarazos en adolescentes.
Las madres adolescentes estudian mayormente en colegios estatales mixtos. Esto parece
un factor importante puesto que 53% de las madres adolescentes estudiaron en colegios
estatales mixtos. La discusión de este punto es controversial, pues existen muchas
tendencias que apoyan la educación mixta; sin embargo queda por determinar en
nuestras poblaciones al nivel de establecer una educación mixta en los colegios que aún .
El presente estudio también encontró que las madres adolescentes cuando estaban en el
colegio se escapaban en horas de clase. Esto probablemente implique una característica
de la personalidad y del entorno de la adolescente.
Las pajilleras de caridad (como se las empezó a denominar en toda la península) eran
mujeres que, sin importar su aspecto físico o edad, prestaban consuelo con maniobras de
masturbación a los numerosos soldados heridos en las batallas de la reciente guerra
carlista española.
La autora de tan peculiar idea, había sido la Hermana Sor Ethel Sifuentes, una religiosa de
cuarenta y cinco años que cumplía funciones de enfermera en el ya mencionado Hospicio.
Sor Ethel había notado el mal talante, la ansiedad y la atmósfera saturada de testosterona en
el pabellón de heridos del hospital. Decidió entonces poner manos a la obra y comenzó
junto a algunas hermanas a “pajillear” a los robustos y viriles soldados sin hacer distingos
de grado. Desde entonces, tanto a soldados como a oficiales, les tocaba su “pajilla” diaria.
Los resultados fueron inmediatos.
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