Educación Puerta de La Cultura de Jerome Brunner
Educación Puerta de La Cultura de Jerome Brunner
Educación Puerta de La Cultura de Jerome Brunner
En términos analíticos la cultura es definida por Brunner como un conjunto de postulados unitarios
que son el escenario en donde se despliegan lo que él autor denomina los"casos particulares" de
esta perspectiva psico-cultural de la educación: la pedagogía, los objetivos de la educación, la
enseñanza del presente, el pasado y lo posible, el entendimiento y explicación de otras mentes, la
narración en la ciencia, el conocimiento como acción y el futuro de la psicología como disciplina
(Brunner: 1997)
Ahora bien, para Brunner (1997:32-67), estos postulados están directamente relacionados con la
forma en que una cultura o sociedad organiza su sistema de educación, ya que la educación es una
importante encarnación de la forma de vida de una cultura, no simplemente una preparación para
ella.
1. Postulado perspectivista
"Un tratado que legitima la construcción del Canal de Panamá, por ejemplo, es un episodio en la
historia del imperialismo norteamericano. También es un paso monumental en la historia del
transporte inter-océanico, así como un hito en los esfuerzos del hombre por modular la naturaleza a
su propia conveniencia a cualquier coste."
En resumen, este postulado subraya el lado interpretativo y creador de significado humano, si bien
al mismo tiempo reconoce los riesgos de discordia inherentes que pueden resultar del cultivo de este
aspecto profundamente humano, porque cuando la educación estrecha su campo de indagación
interpretativa, reduce el poder de una cultura para adaptarse al cambio.
Educación puerta de la cultura de Jerome Brunner
Las formas de creación de significado accesibles a los seres humanos de cualquier cultura están
limitadas por maneras cruciales. La primera, es inherente a la propia naturaleza del funcionamiento
mental humano. Nuestra evolución como especie nos ha especializado en ciertas formas
características de conocer, pensar, sentir y percibir. Incluso con nuestros esfuerzos más
imaginativos, no podemos construir un concepto del Yo que no impute alguna influencia causal a los
estados mentales previos sobre los posteriores. Parece que no podemos aceptar una versión de
nuestras propias vidas mentales que niegue que lo que hemos pensado antes afecta a lo que
pensamos ahora. Estamos obligados a experimentarnos como invariantes a lo largo de las
circunstancias y como continuos a lo largo del tiempo.
Las implicaciones educativas que se derivan de esta limitación “ontológica” son grandes y sutiles. Si
la pedagogía va a capacitar a los seres humanos para que vayan más allá de sus predisposiciones
"innatas" debe transmitir la "caja de herramientas" que ha desarrollado la cultura para hacerlo.
La segunda limitación incluye aquellas constricciones impuestas por los sistemas simbólicos
accesibles a las mentes humanas en general -límites impuestos por la propia naturaleza del
lenguaje-; pero más particularmente constricciones impuestas por los distintos lenguajes y sistemas
notacionales accesibles a las distintas culturas. A esto se suele denominar la hipótesis de Sapir y
Whorf, que dice: el pensamiento toma su forma del lenguaje en el que se formula o expresa. Es
decir, todo lo que se sabe a ciencia cierta hoy es que la conciencia o el "apercibimiento lingüístico"
parece reducir las constricciones impuestas por cualquier sistema simbólico. Pero como señalo hace
mucho Roman Jakobson, el don metalingüístico, la capacidad de "volvernos hacia" nuestro propio
lenguaje para examinar y trascender sus límites, está al alcance de todo el mundo. En síntesis, "el
pensamiento sobre el pensamiento" debe ser un ingrediente principal de cualquier práctica
capacitadora de la educación.
"La realidad" que atribuimos a los "mundos" que habitamos es construida. La "realidad se hace, no
se encuentra". La construcción de la realidad es el producto de la creación de conocimiento
conformada a lo largo de tradiciones con la caja de herramientas de formas de pensar de una
cultura. En este sentido, la educación debe concebirse como una ayuda para que los niños aprendan
a usar herramientas de creación de significado y construcción de la realidad, para adaptarse mejor
al mundo en el que se encuentran y para ayudarles en el proceso de cambiarlo según se requiera.
Educación puerta de la cultura de Jerome Brunner
4. Postulado interaccional
5. Postulado de la externalización
Para Brunner, el psicólogo cultural francés, Ignace Meyerson, fue el primero en enunciar una idea
que hoy, un cuarto de siglo después de su muerte, parece a la vez obvia y rebosante de
implicaciones educativas. En pocas palabras, su perspectiva era que la principal función de toda
actividad cultural colectiva es producir "obras" oeuvres como él las llamaba-, obras que alcanzan
una existencia propia. En el sentido grandioso, éstas incluyen las artes y ciencias de una cultura,
estructuras institucionales como sus leyes y sus mercados, incluso su "historia". Pero hay oeuvres
menores también: aquellas "obras" de agrupaciones menores que dan orgullo, identidad y un
sentido de continuidad a aquellos que participan, por oblicua que sea su parte, en su realización.
Los beneficios de "externalizar" tales productos conjuntos en oeuvres son variados. Las obras
producen colectivas producen y sostienen la solidaridad grupal. Ayudan a hacer una comunidad, y
las comunidades de aprendices mutuos no son una excepción. Las obras y las obras en preparación
crean en un grupo formas compartidas y negociables de pensar. , es decir, producen mentalidades,
tradiciones, estímulos de pensamiento que caracterizan a distintos grupos en períodos distintos
viviendo bajo circunstancias diversas.
La educación, como quiera que se realice y en cualquier cultura, siempre tiene consecuencias sobre
las vidas posteriores de aquellos que la reciben. La educación, por muy gratuita o decorativa que
pueda parecer o presentarse, aporta habilidades, formas de pensar, sentir y hablar, con las que
después se pueden comprar “distinciones” en los “mercados” institucionalizados de una sociedad. En
este sentido más profundo, entonces, la educación nunca es neutral, nunca deja de tener
consecuencias sociales y económicas.
En este contexto, uno de los principales postulados educativos de una psicología cultural es que la
escuela nunca puede considerarse culturalmente "autónoma". El que enseña, qué modos de
pensamiento y qué "registros de habla" (tradición) cultiva de hecho en sus alumnos, no puede
aislarse de cómo la escuela se sitúa en las vidas y la cultura de sus estudiantes.
7. Postulado institucional
Uno de los papeles esenciales de la escuela es el de preparar a los niños para tomar una parte más
activa en otras instituciones de la cultura.
Considera Brunner, que las culturas no son sencillamente colecciones de gente que comparte un
lenguaje y tradición histórica común. Se componen de instituciones que se especifican de forma más
concreta que funciones tiene la gente y qué estatus y respeto se les otorga; aunque la cultura en
general también expresa su forma de vida a través de instituciones. Las culturas se pueden concebir
también como sistemas de intercambio elaborados, con medios de intercambio tan variados como el
respeto, ciertos bienes, la lealtad y ciertos servicios. Los sistemas de intercambio se focalizan y
legitiman en instituciones que aportan edificios, estipendios, títulos y demás, Se legitiman más con
un complejo aparato simbólico de mitos, reglamentos, precedentes, formas de hablar y pensar e
incluso uniformes.
Ahora bien, en el escenario de la escuela, el postulado institucional, tiene por lo menos dos efectos.
El primero, se inscribe en el orden de la "antropología" de la educación, que va más allá de la
recolección de "etnografía de aula", es decir, un tipo de antropología que debería dedicarse a
trabajar sobre el carácter situado de la educación en la sociedad en general; el segundo, tiene que
ver con los profesores y el cambio de la escuela como institución. Así por ejemplo, la mejora de la
educación requiere profesores que entiendan y estén comprometidos con las mejoras proyectadas.
Una cuestión tan banal apenas merecería comentario si no fuera omitida tan fácilmente por muchos
esfuerzos de reforma educativa. Se necesita equipar a los profesores con la preparación general
necesaria para tomar una parte efectiva en las reformas. La gente que las llevan a cabo crea
instituciones. Por muy meditados que acaben siendo los planes educativos, deben incluir un lugar
crucial para los profesores. Porque, en último extremo, ahí es donde está la acción, concluye
Brunner.
Educación puerta de la cultura de Jerome Brunner
Este postulado es tan importante que implica los postulados antes enunciados. Según Brunner, tal
vez la única cosa más universal sobre la experiencia humana es el fenómeno del "Yo", y se sabe que
la educación es crucial para su formación. Ahora bien, hay dos aspectos del yo que se consideran
universales, el primero es la agencia, y el segundo, la valoración.
La agencia del yo deriva de la sensación de poder iniciar y llevar a cabo actividades por nuestra
cuenta. Las personas se experimentan así mismas como agentes. Para ello construye un sistema
conceptual que organiza un "registro" de encuentros agenciales con el mundo, un registro que está
relacionado con el pasado ("memoria autobiográfica") pero que también está extrapolado hacia el
futuro, un yo con historia y con posibilidad, un yo que se desborda hacia las cosas y las actividades.
Las escuelas y el aprendizaje escolar están entre los lugares y actividades más tempranos. La
agencia implica no sólo la capacidad de iniciar, sino también de completar nuestros actos, también
implica habilidad o saber-como. El éxito o el fracaso son nutrientes fundamentales en el desarrollo
de la persona. Y la escuela es donde el niño se encuentra con estos criterios por primera vez. La
escuela juzga el rendimiento del niño y el niño por su parte responde evaluándose.
Para el autor, cualquier sistema de educación, cualquier teoría de la pedagogía, cualquier "gran
política nacional" que empequeñezca el papel de la escuela de nutrir la auto-estima de sus alumnos
fracasa en una de sus funciones primarias. De una forma más positiva, si la agencia y la estima son
centrales a la construcción de un concepto del Yo entonces las prácticas ordinarias de la escuela
deben examinarse desde la perspectiva de qué contribución hacen a estos dos ingredientes cruciales
de la persona.
Educación puerta de la cultura de Jerome Brunner
9. Postulado narrativo
Además de concederle al aprendizaje una idea de la estructura generativa de una disciplina temática
en el marco de un programa de estudios (Brunner, 1987), la escuela debe tomar en cuenta lo
narrativo, entendido este como
"el modo de pensar y sentir en que se apoyan los niños (tanto como la gente en general) crea una
versión del mundo en la que, psicológicamente, pueden buscarse un sitio a sí mismos: un mundo
personal. Creo que la producción de historias, la narración, es lo que se necesita para eso."
Según Brunner, es muy probable que la importancia de la narración para la cohesión de una cultura
sea tan grande como lo es para la estructuración de la vida de un individuo. A manera de ejemplo,
Brunner, nos muestra lo que pasa con la ley. Sin una idea de las narrativas de problemas comunes
que la ley transcribe en sus mandatos legales comunes, se vuelva árida. Y esas "narrativas de
problemas" aparecen de nuevo en la literatura mítica y en las novelas contemporáneas, mejor
contenidas en esa forma que en proposiciones razonadas y lógicamente coherentes. Parece
evidente, entonces, que la habilidad para construir narraciones y para entender narraciones es
crucial en la construcción de nuestras vidas y la construcción de un "lugar" para nosotros mismos en
el posible mundo al que nos enfrentamos.
Un sistema de educación debe ayudar a los que crecen en una cultura a encontrar una identidad
dentro de esa cultura. Sin ella, se tropiezan en sus esfuerzos por alcanzar el significado. Solamente
en una modalidad narrativa, el individuo puede construir una identidad y encontrar un lugar en la
cultura propia. Las escuelas deben cultivarla, nutrirla, dejar de darla por supuesto. Hay muchos
proyectos ahora en proceso, no sólo en literatura sino también en historia y ciencias sociales, que
están trazando líneas interesantes en este campo.