La Gnosis Moderna Como Atajo Al Saber
La Gnosis Moderna Como Atajo Al Saber
La Gnosis Moderna Como Atajo Al Saber
La tercera y ltima etapa de la gnosis es la actual, que surge cuando comienza a resquebrajarse el ideal ilustrado del hombre y la sociedad. El escndalo de la razn que fue la segunda guerra mundial, termin con el ideal eurocntrico de hombre, que no era otro que el hombre racional de la Ilustracin. Y a partir de dos importantes autores, Ren Guenn (1886-1951) y Julius Evola (1898-1974), con dos libros descollantes, Le regne de la quantit et les signes des tempes (1945) y Rivolta contra il mondo moderno (1934), se desarrolla toda una escuela de pensamiento que se va a denominar tradicional. La Tradicin para esta escuela no es el concepto histrico de transmisin de algo valioso de una generacin a otra y que uno recibe vitalmente, sino que es un concepto ahistrico, una categora transfsica que se refiere a un saber primordial, accesible slo a los iniciados en los estudios tradicionales. En una palabra, a la tradicin -y esta es su petitio principi- se accede a travs de un estudio sobre la tradicin. Esto es, se llega a travs de un esfuezo, de una accesis, de la inteligencia al conocimiento de los resortes ms profundos de la vida del espritu. As llegamos nuevamente -recurdese la definicin del comienzo: acceso intelectual a la vida del esptitu- a la gnosis. Esta escuela ha dado autores realmente significativos en lo que va del siglo, entre otros se destacan: Frithjof Schon, Mircea Eliade, Ananda K. Coomaraswamy, Marco Pallis, Gershom Scholem, Frithjof Capra y otros que no lo son tanto. A la desmitificacin de estos ltimos, a sus divulgadores, seguidores, comentaristas, tergiversadores, que son en definitiva los que escriben hoy da por doquier enturbiando las aguas para que parezcan ms profundas segn gustaba afirmar Nietzsche, va dirigido este artculo. As tenemos magos occidentales convertidos en maestros hindues, judos cabalistas, catlicos sedevacantistas, neopaganos, iniciticos, indoeuropestas, aghartistas, indigenistas, astrales, horoscoperos, hiperbreos, hiperaustros, teluristas, titanstas, atlantlogos, orientalistas teosficos, vikinguistas, siuoxistas, yogas rnicos, etctera. Todos unidos en una cruzada irracional en busca de una tradicin primordial y apelando a una espiritualidad confusa en donde todo vale. Un verdadero cambalache en que como dice el tango: lo mismo es un burro que un gran profesor. Es lo que denominamos el atajo al saber. No existe en estos miles de expositores sabiondos, otro criterio de verdad que su capricho subjetivo camuflado de saber primordial. En donde cualquier cosa se afirma y cualquiera se niega. As autores renombrados pueden afirmar muy sueltos de cuerpo: reemplazemos la tradicin judeo-cristiana por nuestros hroes hiperbreos, como si eso fuera soplar y hacer botellas. O el Sur es el sexo de la tierra, de ah nuestro complejo de inferioridad. O Los iberos son descendientes de los atlantes. O la civilizacin de Amrica Latina es lunar y no solar, de ah su poca potencia. Claro est, la luna es femenina y el sol es masculino, y como todo el mundo sabe, los hombres tienen ms fuerza que las mujeres. Buscan un saber primordial sin desandar el camino que ha hecho el nous hasta el presente. Cuando Nietzsche se pone al borde del camino que viene llevando a cabo la historia espiritual de Occidente sospechando que es errado, no realiza la destruccin conceptual de la metafsica, no la desmonta con el pensar conceptual del ser, pero, eso s, repudia el concepto, el racionalismo y opone un irracionalismo vital. Nuestros gnsticos contemporneos, siguiendo a Nieztsche niegan toda metafsica occidental y dan una voltereta hacia atrs de tres mil aos, pero sin siquiera tomarse el trabajo, al menos, de explicar sus proposiciones apocaliptcticas como hizo Nietzsche con las suyas. As por ejemplo, que el Asgard de los Edda es la residencia de los Aswen y de los reyes divinos primordiales. O, cuando tratan un tema histrico como el de los
templarios, lo mistifican hasta hacerlos reaparecer en Guatemala. Ni que decir cuando esos mamarrachos intelectuales se meten con los clsicos. En general no saben ni latn y menos an griego. Copian unos a otros cuando ven un trmino ocurrente o caviloso. Utilizan la filologa histrica, que tuvo su acm en el romanticismo alemn del siglo XVIII, provista por los diccionarios etimolgicos ad usum scholarum, ignorando supinamente los aportes que a partir de Wagner Jeager (1923) ha hecho la filologa gentica y contextualista. En orden a la vida espiritual se llenan la boca hablando de lo sacro y su accesis es, en realidad, slo libresca. Recordemos la definicin de gnosis como slo acceso intelectual al espritu. El ascetismo es declamativo y no virtuoso. Claro est, la prctica de la virtud supone un esfuerzo por crear una segunda naturaleza a travs de la instauracin de hbitos diferentes a la tendencia natural del ser humano. As pues, su accesis es slo exterior, pues la mayora se conforma con vestirse como excntricos. Unos se presentan de capa y sombrero, otros con turbante, otros con la cabeza rapada, etctera. En cuanto a las propuestas de orden poltico, sus tesis van desde el comunitarismo csmico al comunitarismo pueblerino, y de la restauracin del sacro imperio romano germnico al nacionalismo elitista de fronteras cerradas.
Conclusin
Ciertamente que nuestro enemigo es la civilizacin moderno-mundialista que con su proyecto de un one word, en donde se homogeneizan todas las culturas y desaparecen las diferencias, nos extraa sustancialmente de nosotros mismos. Ciertamente que el enfrentamiento a este modelo libero-racional-progresista-demcratoconsumista no puede hacerse huyendo para atrs como pretende la gnosis moderna, ni huyendo para adelante como pretende el utopismo progresista. La pelea hay que darla ahora y aqu -hic Rhodus hic saltus, deca Hegel-. Aqu est Rodas, aqu hay que bailar, con la mejor elaboracin y profundizando las categoras que nos permitan persuadir y disuadir al enemigo. Debemos afectarlo, utilizando categoras que nos permitan la denuncia ms clara de la dependencia, del extraamiento, de la dominacin a que estamos sometidos todos aquellos pueblos que somos convidados de piedra de la historia moderna y contempornea. Pero claro est, esto ltimo supone el esfuerzo de estudiar seriamente, de quemarse las pestaas trabajando sistemticamente, de no distraerse con un pensamiento ocurrente que puede deslumbrar al amigo, ejerciendo una fascinacin esttica, pero que es insignificante al enemigo. As pues, la gnosis moderna es un atajo al saber porque no significa ningn esfuerzo ni intelectual ni moral como lo exige el acceso a la verdadera sabidura - la filosofa griega, el derecho romano, la teologa mstica cristiana, la msica clsica, el arte gtico, la pintura como splendor veri, etctera- dado que es una coleccin de trminos esotricos de cierta resonancia y frases crpticas ms o menos ocurrentes, que cada autor acomoda a su gusto y piaccere. Y la gnosis moderna es adems, y sobretodo, un atajo al saber, porque su pensamiento no significa nada para el enemigo moderno-mundialista a quien no afecta en lo ms mnimo. Es, en definitiva, un sin sentido filosfico-poltico.