Marco Aurelio Denegri
Marco Aurelio Denegri
Marco Aurelio Denegri
No slo somos la nica especie que mata cada veinte segundos a uno de sus congneres, sino que estamos empeados en una creciente destruccin ecolgica. No slo somos la nica especie que mata cada veinte segundos a uno de sus congneres, sino que estamos empeados en una creciente destruccin ecolgica. Por Marco Aurelio Denegri.El hombre es un miembro del reino animal, del filum de los cordados, del subfilum de los vertebrados, de la clase de los mamferos, de la subclase de los euterios, del grupo de los placentarios, del orden de los primates, del suborden de los pitecoides, del infraorden de los catarrinos, de la familia de los hominoides, de la subfamilia de los homnidos, del gnero homo y de la especie stupidus. "Todos los hombres deca Mussolini somos ms o menos estpidos. La cuestin es ser un estpido ligero. Dios nos libre de los estpidos pesados!" Nosotros y los antropoides "Recientemente dice Jos Mara Cabodevilla, en El Libro de las Manos, tras un serio estudio comparativo entre el hombre y los antropoides, se ha demostrado que, de un total de 1065 rasgos anatmicos, slo 312 son exclusivos del hombre, de tal suerte que las semejanzas entre nosotros y los monos antropoides son mayores que las que existen entre stos y el resto de los monos. "Tanto ellos como nosotros somos primates, ttulo mucho
ms insigne que el de simples vertebrados o simples mamferos, pues primates significa los primeros, los ms sobresalientes, los Animales Principales." Si lo que Cabodevilla quiere decir es que tal primaca obedece al hecho de ser nosotros los que hacemos las mayores animaladas, entonces concuerdo plenamente con l. Nadie nos supera, en efecto, en la comisin de burradas. Somos, pues, los Animales Principales. En los primeros ciento cincuenta aos de los ltimos doscientos, en el Occidente civilizado supuestamente civilizado, la principal ocupacin del hombre ha sido matar. Cada minuto, un ser humano ha dado muerte a otro ser humano. En los ltimos cincuenta aos, la pausa entre una y otra muerte violenta se ha reducido a un tercio; es decir que actualmente cada veinte segundos un hombre mata a otro hombre. No solamente somos la nica especie que no sabe convivir y que mata cada veinte segundos a uno de sus congneres, sino que estamos empeados peligrossimo empeo en una creciente destruccin ecolgica. La incapacidad convivencial y la homicidiofilia, o mejor dicho, la homicidioerastia, son ciertamente terribles, pero la destruccin de todos los ecosistemas es de una demencialidad estupefaciente. Presuncin firme de Leakey Richard Leakey, el gran paleontlogo de Kenia, tal vez el paleontlogo ms famoso del mundo y cuyos hallazgos han sido sensacionales, ha publicado, en coautora con Roger Lewin, el libro titulado Los Orgenes del Hombre. Entresaco de esta obra la cita siguiente, que contiene una presuncin lamentablemente muy bien fundada y que dice as: "Quiz la especie humana no sea ms que un espantoso error biolgico que se ha desarrollado hasta traspasar un punto en que ya no puede prosperar en armona consigo misma ni con el mundo que la rodea." A una especie as lo nico que le queda es extinguirse. Esto no es pesimismo ni siniestrosis, como dira Pauwels. Tampoco es catastrofismo. Esto es, sencillamente, la pura verdad. Aunque usted no lo crea.Y