El Liberalismo

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EL LIBERALISMO

Es el conjunto de las transformaciones ideolgicas y polticas que se haban desarrollado en Europa y Amrica entre finales del siglo XVII y el fin del Imperio napolenico (1815) conformaron una corriente ideolgica y una doctrina poltica que conocemos como liberalismo. Aunque la palabra liberal (amigo de la libertad), parece ser que fue acuada en Espaa, en las Cortes de Cdiz (1812), en sentido amplio el trmino liberal sirve desde el siglo XIX para denominar un conjunto de ideas que fueron la base y el sustento de los sistemas polticos creados por las revoluciones liberal-burguesas. El liberalismo es la ideologa burguesa por excelencia. Acompaa al capitalismo en todas sus formas de dominacin y explotacin, y por tanto, su periodizacin, etapas y evolucin van ligadas inextricablemente a la suerte del modo de produccin que lo vio nacer con su propio despliegue de fuerzas productivas y ello tanto en su momento de surgimiento como en la consolidacin del poder burgus as como en el repliegue defensivo a la desesperada en la etapa del capitalismo monopolista tardo. Esta doctrina poltica y social aparece en la historia europea con J. Locke. Desde su surgimiento hasta aproximadamente 1870 fue la ideologa dominante. Luego, atraves por una etapa de decadencia hasta 1945, a partir de entonces renaci con Von Mises, Von Hayek, Popper, etc. El liberalismo es una ideologa nominalista, individualista. Slo existen individuos. La sociedad no es ms que un aggregatum de individuos. El hombre es un sujeto de derechos e intereses naturales innatos anteriores a la sociedad poltica. Tales derechos son irrenunciables y necesarios. La poltica ha de defender los intereses individuales, entre los que se encuentra la propiedad privada. El Estado y la ley estn al servicio del individuo. El Estado procede de los individuos, de un contrato celebrado libremente entre ellos para garantizar sus derechos. El anlisis liberal supone el individualismo metodolgico. Las relaciones colectivas, la existencia misma de la sociedad y de la poltica son resultado de elecciones individuales movidas por intereses egostas.

Adems de su contenido poltico o econmico, las ideas liberales se plasmaron tambin en un modo de entender la sociedad y en una actitud hacia las personas y las relaciones sociales. As, en nombre de la razn y del derecho de todo hombre a vivir libre, los liberales concibieron el universo como una inmensa mecnica cuyos engranajes obedecan a leyes naturales. Consideraban que la sociedad estaba compuesta por individuos y no por rdenes clases, o estamentos, y erigieron en doctrina la defensa de la libertad individual. La libertad, que ellos definan como la ausencia de sometimiento a otros, era un bien en s mismo en todos los campos: civil, religioso, poltico y econmico. La nueva ideologa defenda la libertad de comprar, vender, contratar o establecerse, sin otros lmites que el propio deseo y el respeto a la libertad de los otros. La libertad no poda ser limitada por ningn tipo de autoridad, fuera poltica o espiritual. Defendan la libertad de pensamiento y denunciaban todo intento de limitar la libertad de conciencia y de creencias. Reclamaban el derecho a la libre reunin, a la asociacin, a la expresin de las ideas, a la manifestacin y a la libertad de prensa. Asimismo, consideraban que la religin deba ser una conviccin personal y no un asunto de la vida pblica. Se poda creer o no en Dios y ser igualmente un buen ciudadano. Disociaban, por tanto, lo temporal de lo espiritual y defendan un Estado laico, no confesional. Haciendo un poco de historia se observa que en Francia, exista lo que luego se denomin el antiguo rgimen. Un rey absoluto, y una serie de nobles cortesanos que gozaban de toda clase de prerrogativas. El lujo del palacio de Versalles se lograba a costa de impuestos que sometan a la miseria a la mayora de la poblacin. El alto clero (obispos y cardenales) y la nobleza eran una pequea minora, pero monopolizaban el poder econmico y poltico del reino. Por eso, el liberalismo en Francia se destaca por su carcter poltico. Buscan llegar a una forma de gobierno democrtica y consagrar los derechos individuales.

Por lo tanto, los liberales rechazaban todo poder absoluto y desconfiaban de los poderes constituidos. Eran partidarios de un rgimen parlamentario con garanta de derechos y separacin de poderes. Cada uno de los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) equilibraba a los otros dos. El poder no poda manifestarse bajo la forma de decisiones arbitrarias que provinieran de una autoridad que se reclamaba de derecho divino. Los liberales no eran hostiles a la monarqua, siempre que fuera constitucional y que los monarcas reinaran, pero no gobernaran. Toda decisin deba emanar de una Asamblea elegida por sufragio, que representaba la voluntad general de la nacin y para la que defendan una gran cantidad de prerrogativas. La voluntad de la nacin deba expresarse mediante la elaboracin de leyes y deba ser la ley la que rigiera la vida pblica. La Constitucin era la gran ley, el marco que regulaba las relaciones entre los ciudadanos de un Estado y garantizaba sus derechos. Pero adems, para el liberalismo, las leyes deban garantizar el ejercicio individual de las libertades individuales frente al poder del Estado y se defina la libertad poltica como el conjunto de garantas del ciudadano ante los poderes pblicos. Los liberales deseaban un Estado que respetara las libertades y que hiciera aplicar una ley igual para todos. En Inglaterra la aristocracia inglesa vena arrancando concesiones a los reyes desde Edad Media. La clebre Carta Magna de 1215 limitaba seriamente el poder real a favor del Parlamento. En 1679 el rey se haba visto forzado a firmar el "bill de habeas corpus", y diez aos despus debieron firmar la declaracin de derechos que reduca an mas el poder real y reconoca algunos derechos de los ciudadanos. En el siglo XVIII el parlamento tena cada vez ms poder y surgieron dos partidos polticos que disputaban las bancas del parlamento mediante el voto de los ciudadanos. Inglaterra era vista en toda Europa como un modelo de libertad y tolerancia, a pesar de que haba tenido persecuciones religiosas y otras atrocidades. Ya en el siglo XVIII la preocupacin de los ingleses no era el

poder real, sino la riqueza, los inventos Y el comercio monoplico con sus colonias que condujo a la revolucin industrial.

I. Liberalismo poltico
El liberalismo poltico nace en Gran Bretaa, la formacin social

econmicamente ms evolucionada de Europa Occidental, en el siglo XVII. El liberalismo britnico es como dice Josep Mara Colomer en"Ilustracin y liberalismo en Gran Bretaa", Madrid, 1991, en "Historia de la Teora poltica" en primer lugar, un movimiento poltico laico. En segundo lugar es un movimiento empirista, lo que significa que la racionalidad es analtica, instrumental y calculstica. En tercer lugar, tiene una concepcin antropolgica pesimista. Los hombres se mueven por motivaciones egostas e individualistas. Es utilitarista. En cuarto lugar, es convencionalista. Las instituciones sociales descansan sobre el convenio libre de los individuos y a ellos y su inters y proteccin estn orientadas. Sin ellos, carecen de vida propia. John Locke (1632-1704) es el fundador del liberalismo. Es asimismo el principal idelogo de la revolucin inglesa de 1688. Partiendo del iusnaturalismo lo desborda sin embargo al sostener la hiptesis individualista utilitarista respecto a la praxis. Los hombres se mueven por el propio inters. El hombre es un ser racional egosta que busca primeramente autopreservarse y trata de conseguir placer y evitar dolor. Lo bueno es lo placentero y lo malo es lo que produce dolor. Este supuesto hedonista permite analizar las conductas humanas observables. As, es bueno lo que los hombres dicen que es bueno, puesto que buscan el placer. Hay tres tesis presentes ya en Locke que son el ncleo bsico de la tradicin liberal inglesa posterior: a) Los derechos fundamentales de la persona. b) La propiedad privada y el libre mercado c) El gobierno representativo o parlamentarismo.

La propiedad privada es un derecho natural. Para Locke, no cabe la menor duda de ello. En Locke se vinculan entonces propiedad y estado de naturaleza. El Estado tiene como nica finalidad el proteger los derechos naturales de los individuos. El Estado tiene un origen contractual. Ello requiere leyes y sanciones para los infractores (jueces y policas). "Un Estado no puede tener otro fin que la defensa de la propiedad" Segundo Tratado sobre el gobierno civil., Cap. VII, 94 y Cap. XI, 138. En su "Carta sobre la tolerancia" afirma que "la comunidad poltica me parece una sociedad de hombres constituida nicamente para procurar, preservar y promover sus propios intereses civiles..." . De tal manera que "La autoridad poltica es as, un juez imparcial entre derechos e intereses contrapuestos de los ciudadanos" op. cit. p. 26. El Estado ha de preservar por todos los medios legtimos a su alcance los derechos individuales del hombre. Ah entra en juego la represin contra los delincuentes que atacan a los honrados ciudadanos para despojarles de sus posesiones o de su vida. "Considero, pues, que el poder poltico es el derecho de dictar leyes bajo pena de muerte y, en consecuencia, de dictar tambin otras bajo penas menos graves, a fin de regular y preservar la propiedad y ampliar la fuerza de la comunidad en la ejecucin de dichas leyes y en la defensa del Estado frente a injurias extranjeras. Y todo ello con la nica intencin de lograr el bien pblico." Cap. 1, 3. Este bien pblico no es otra cosa que la preservacin de la propiedad. "Por consiguiente, el grande y principal fin que lleva a los hombres a unirse en Estados y a ponerse bajo un gobierno, es la preservacin de su propiedad, cosa que no podan hacer en el estado de naturaleza, por faltar en l muchas cosas" cap. 9, 124. La sociedad slo deriva su legitimidad de la conveniencia y utilidad individual de cada uno de los individuos componentes de tal sociedad. "El fin principal de los hombres al entrar en sociedad es disfrutar de sus propiedades en paz y seguridad", cap. 11, 134. Por lo que se refiere a los derechos, todo hombre tiene derecho a la vida, la salud, la integridad fsica, la libertad y la propiedad privada: "ningn hombre debe daar a otro en lo que atae a su vida, salud, libertad o posesiones" (Segundo tratado, 6). Ello es por la igualdad de todos los hombres: "siendo todos los hombres iguales e independientes, ninguno debe daar a otro en lo que atae a su vida, salud, libertad o posesiones". Cap. 2, 6. El hombre tiene derecho a matar en defensa propia para defender su libertad y para defender su propiedad. "Esto hace que sea legal el que un hombre mate a un ladrn que no le ha hecho el menor dao ni ha declarado su intencin de atentar contra su vida, y se ha limitado, haciendo uso de la fuerza, a tenerlo en su poder arrebatando a ese hombre su dinero o cualquier otra cosa que se le antoje. Pues cuando alguien hace uso de la fuerza para tenerme bajo su poder, ese alguien, diga lo que diga, no lograr convencerme de que una vez que ha quitado la libertad, no me quitar tambin todo lo dems cuando me tenga en su poder." cap. 3, 18. De todos modos, los ladrones suelen ser ms astutos que los propietarios. Por ello, es conveniente la constitucin de un Estado mnimo que garantice la paz social y que cada individuo se desenvuelva como l crea conveniente. La legitimidad del Estado deriva de los individuos que lo han instituido. La libertad es un derecho prepoltico que debe ser garantizado por el Estado. "La libertad del hombre en sociedad es la de no estar ms poder legislativo que el que haya sido establecido por consentimiento en el seno del Estado, ni bajo el dominio de lo que mande o prohba ley alguna, excepto aquellas leyes que hayan sido dictadas por el poder legislativo de acuerdo con la misin que le hemos confiado." cap. 4. 22. El consentimiento es el fundamento del poder poltico, que tiene as una naturaleza convencional, contractual. "Al ser los hombres, como ya he dicho, todos libres por naturaleza, iguales e independientes, ninguno puede ser sacado de esa condicin y puesto bajo el poder poltico de otro sin su propio consentimiento" cap. 8, 95. Ahora bien, tal Estado nunca podr atacar a la propiedad privada de ninguno de los ciudadanos. "El poder supremo no puede apoderarse de parte alguna de la propiedad de un hombre, sin el consentimiento de ste; pues como el fin del gobierno es la preservacin de la propiedad, y sa es la razn por la que los hombres entran en sociedad, ello implica necesariamente que al pueblo ha de permitrsele tener propiedades" cap. 11. 138.

Por tal razn, el Estado liberal del liberal Locke es el Estado de rgimen parlamentario. Es ste un Estado garantista con divisin o equilibrio de poderes y representativo. En un rgimen parlamentario el poder legislativo es el supremo. "El poder ejecutivo que se deposita en una persona que no es parte de la legislatura, es claramente un poder subordinado al poder legislativo y debe rendir cuentas a ste; y puede cambiar de manos y ser depositado en otra persona, si as lo desea la legislatura" Cap. 13, 152. La tradicin liberal, desde Locke, hasta hoy es la tradicin de la aceptacin de la economa de libre mercado en la sociedad capitalista. En el siglo XVIII el liberalismo es escptico y relativista. Tal relativismo axiolgico desemboca en un emotivismo y en un utilitarismo. La razn es y slo puede ser esclava de las pasiones y tales pasiones se orientan hacia lo til, hacia el placer. La razn busca la optimizacin en la relacin medios-fines. Se introduce el clculo de placeres como gua de la conducta individual. Comienza asimismo la apologa del mercado libre capitalista aludiendo a las ventajas de ste para el crecimiento econmico frente al intervencionismo feudal del Absolutismo del Ancien Rgime. Hume afirma que no puede restringirse el comercio. El mercado se evala por sus consecuencias beneficiosas para la mayora. Se defiende el lujo porque es fuente de creacin de riqueza. Los liberales utilizarn mecanismos automticos y teleolgicos ocultos para justificar el capitalismo. Las acciones humanas tienen efectos no deseados, inintencionados. Es la mano oculta, la armona preestablecida leibniziana para explicar por qu las mnadas individuales coinciden sin existir comunicacin entre ellas por carecer de ventanas. Es, en definitiva Die List der Vernunft (la asutucia de la razn) hegeliana. Esto explica los intercambios con mutuo beneficio de personas movidas por egosmo. Ciertas conductas egostas, viciosas, tienen consecuencias benefactoras. Vicios privados se convierten en virtudes pblicas. Hay una cierta sympathy o mano invisible que armoniza las conductas individuales y resuelve los conflictos de intereses constituyendo el bien pblico o inters general. Jonathan Swift critica el liberalismo afirmando irnicamente que las conductas criminales o viciosas son ventajosas desde un punto de vista de utilidad social. Mandeville observa que las conductas egostas traen beneficio pblico, descalificando as a la moral tradicional por intil. Hume afirma que la obligacin poltica de obedecer descansa en la costumbre y en la utilidad del Estado. Rechaza la teora contractualista de Locke. Los Estados duran por la costumbre y por lo incmodo que resulta desobedecer, por sus costes. La justicia es una virtud artificial para armonizar los intereses contradictorios de la sociedad. De ah la defensa de la propiedad privada. Los individuos no slo son egostas, tambin sienten benevolencia hacia los otros. Segn Hume, es conveniente el rgimen parlamentario con divisin de poderes, el gobierno de las leyes, garantas judiciales. La actividad poltica es por el propio inters individual. En las instituciones polticas los gobernantes persiguen su propio beneficio aunque sea a costa de los ciudadanos. Defienden sus propios intereses individuales. Ello hace necesarios pues, los contrapesos y cautelas constitucionales para evitar que el gobernante sea un tirano. Sabiendo que los gobernantes son delincuentes o criminales en potencia, deben ser controlados y dirigidos para beneficio pblico. Bentham (1748-1832) es un apologista declarado de la dominacin burguesa que suministrar argumentos para la apologtica burguesa posterior. Igual que Helvetius, el fin del gobierno y de la legislacin no puede ser ms que la felicidad general. Rechaza el contractualismo y el iusnaturalismo como legitimaciones del Estado y del derecho.

Los principios bsicos del utilitarismo benthamiano son la motivacin de la autopreferencia individual y una opcin tica igualitaria. El principio de utilidad est vinculado al placer y al dolor. "Cada individuo es el mejor juez de sus propios intereses". El valor de la mercanca no depende de sus costes de produccin sino de la satisfaccin subjetiva que experimenta el consumidor al usarla, supuesto que se adelanta al adoptado por la economa neoclsica o marginalista y del bienestar. Segn Bentham los intereses individuales se armonizan artificialmente por medios polticos y legislativos. Como principio normativo, el utilitarismo apunta a la consecucin de "la mayor felicidad para el mayor nmero de personas". Los objetivos de la legislacin son la seguridad, la abundancia, la subsistencia y la igualdad. Bentham llega a la concepcin del sufragio universal en el rgimen burgus parlamentario o presidencial. El discurso apologtico de Bentham se encuentra presente en otros liberales posteriores tales como Von Hayek, Schumpeter, Pareto, Friedmann, etc. Ello ocurre en temas tpicamente ideolgicos como: 1. La fundamentacin misteriosa de la propiedad privada como algo natural en el hombre. 2. La garantizacin del orden burgus como algo sagrado e intangible as como el ms adecuado. 3. La justificacin de la dominacin de una lite y de la represin de la mayora no poseedora por tal minora poseedora. En este ltimo punto se puede advertir claramente cmo el liberalismo adopta un carcter autoritario creciente a medida que las contradicciones sociales del capitalismo se van agravando. El carcter reaccionario del liberalismo se advierte ya con toda claridad en Bentham: "La igualdad slo debe favorecerse cuando no perjudica a la seguridad, cuando no turba las esperanzas que la ley ha promovido y cuando no descompone la distribucin actualmente establecida" Tratados de legislacin civil y penal, p. 107. Tambin afirma que "Cuando la seguridad y la igualdad se hallan en oposicin no se debe dudar ni un instante: la igualdad es la que debe ceder, pues si se trastornara la propiedad con la intencin de establecer la igualdad de bienes, el mal resultante sera irreparable: adis a la seguridad, adis a la industria, adis a la abundancia...La sociedad volvera al estado salvaje del que haba salido", op. cit. p. 125. De todos modos, no debemos olvidar que otros tericos polticos no pertenecientes a la tradicin liberal han defendido radicalmente tambin el derecho de propiedad como sacrosanto. Rousseau es un ejemplo claro de ello: "...el derecho a la propiedad es el ms sagrado de todos los derechos de la ciudadana e incluso ms importante en algunos respectos que la libertad misma...la propiedad es el cimiento de la sociedad civil" "Discurso sobre la Economa poltica", (1758). Sin embargo, cuatro aos ms tarde publica "El Contrato social", en donde Rousseau seala la imposibilidad de una sociedad en la que el reparto de riqueza resulte demasiado injusta. Con Bentham y James Mill, el liberalismo adopta la forma de utilitarismo moral y poltico. El nico criterio defendible racionalmente para pensar el bien o la utilidad pblica es la mayor felicidad del mayor nmero posible. La felicidad se define cuantitativa y calculsticamente como cantidad de placer individual una vez restado el dolor. Hay una verdadera aritmtica del placer en el utilitarismo. La prudencia es el clculo. Al calcular la felicidad total neta de una sociedad hay que contar con que cada individuo es una unidad.

Cada individuo busca el mximo de placer, sin ningn lmite. El dinero da la felicidad y sirve para medir el dolor y el placer. El dinero es un instrumento muy til para medir la cantidad de placer. Cuanto ms dinero, ms placer y ms felicidad consiguientemente. Dice Bentham: "El dinero es el instrumento con el que se mide la cantidad de dolor o de placer. Quienes no estn satisfechos con la precisin de este instrumento deben encontrar otro que sea ms preciso, o decir adis a la poltica y la moral". Adems, al pensar a los individuos como reductibles a su determinacin abstracta, se convierten ellos en elementos susceptibles de posesin. Adems, dinero y poder estn unidos muy estrechamente. La felicidad es luchar por el dinero y el poder, esto es, por el placer. El poder es dominio de unos sobre otros, someter a los otros para satisfacer nuestras necesidades a costa de ellos. El hombre es un depredador. La sociedad liberal es una sociedad de fieras, de depredadores que compiten por someter a los dems para sentir mayor placer. "El deseo de un ser humano de someter a la persona y la hacienda de otro a sus placeres, pese al dao o a la prdidad de placer que ello ocasione al otro individuo, es la base del gobierno. El deseo del objeto implica el deseo del poder necesario para obtener el objeto. El deseo, pues, del poder que es necesario para sometera las personas y las haciendas de seres humanos a nuestros placeres es una de las grandes leyes que rigen a la naturaleza humana...El gran instrumento para lograr lo que le agrada a un hombre son los actos de otros hombres. El poder, pues, significa la seguridad para la conformidad entre la voluntad de un hombre y los actos de otros hombres. Esta proposicin, suponemos, no ser objeto de disputa." James Mill, Del Gobierno, 1820. La sociedad es un agregado de individuos egostas ansiosos de placer y de imponer su poder y dominio sobre los dems, a expensas de otros para obtener placer y felicidad. Esta sociedad de depredadores necesita una legislacin para que los vicios privados reviertan en virtudes pblicas y beneficien al mayor nmero. La legislacin sirve para "facilitar la subsistencia, producir la abundancia, favorecer la igualdad, mantener la seguridad". Bentham, por lo dems, acepta la propiedad privada sin cortapisa alguna. Ello implica el Estado mnimo, el Estado vigilante y represor. De ah el inters con el que Bentham estudi el Panptico con la finalidad de perfeccionar la vigilancia y la represin. La ley nada tiene que hacer sobre la subsistencia de las masas. Es un asunto individual y privado. "?Qu pueden hacer las leyes en pro de la subsistencia? Directamente, nada. Lo nico que pueden hacer es crear motivos, es decir, castigos o recompensas, que lleven a los hombres a atender su propia subsistencia. Pero la naturaleza misma ya ha creado esos motivos, y les ha insuflado suficiente energa. Antes de que existiera la idea de las leyes, las necesidades y los placeres haban hecho a ese respecto todo lo que podran hacer las leyes mejor concertadas. La necesidad, armada de sufrimientos de todos los tipos, incluso de la misma muerte, ha inducido al trabajo, excitado el valor, inspirado la previsin, desarrollado todas las facultades del hombre. El placer, compaero inseparable de la satisfaccin de todas las necesidades, ha formado un fondo inagotable de recompensas para quienes han superado obstculos y han cumplido los objetivos de la naturaleza. Como la fuerza de la sancin fsica es suficiente, el empleo de la sancin poltica sera superfluo" Bentham, Tratado sobre legislacin civil y penal, op. cit. pp. 39-40. Las leyes pueden "proveer a la subsistencia indirectamente, al proteger a los hombres en su trabajo y hacer que tengan asegurados los frutos de ste. Seguridad para el trabajador, seguridad para los frutos del trabajo; para eso valen las leyes, y son de un valor inestimable". op. cit. p. 40. Bentham admite la propiedad privada y por consiguiente la existencia de clases y la desigualdad, de tal manera que la clase trabajadora est condenada a la indigencia como l mismo reconoce por lo dems. Cuanto mayor haya de ser la indigencia de los trabajadores tanto mayor ser la prosperidad general. Esto es por el principio de suma cero. Esto es por el principio de suma cero. Si la riqueza social es una totalidad resultante de la suma de las riquezas individuales, segn el capitalismo o el liberalismo utilitarista de Bentham, cuanta ms riqueza dentro del todo social tengan unos cuantos, menos tendrn los dems: "En el estado

ms elevado de prosperidad social, la gran masa de los ciudadanos no tendr ms recurso que su industria diaria, y por consiguiente estar siempre prxima a la indigencia" op. cit. p. 41. La ley ha de garantizar la seguridad de la propiedad privada individual. Por su parte, William Petty, un liberal del siglo XVII ya haba llegado a conclusiones parecidas puesto que como sostiene crudamente William Petty: "slo debe concederse a los trabajadores aquello con lo que puedan vivir, puesto que si se les concede el doble, por ejemplo, slo trabajarn la mitad de lo que podran y haran en otras condiciones, lo que representara en general una prdida en trabajo". Tratado sobre los impuestos y la contribucin", pp. 137-138. Resumiendo el utilitarismo de Bentham, llegaramos a lo siguiente: 1. Toda persona acta siempre en su propio inters para maximizar el placer y minimizar el dolor, esto es, aumentar el dinero, el poder y la capacidad de sometimiento de los otros a sus placeres. 2. La gran masa de los hombres permanecer en la indigencia. 3. El mvil de ellos ser el miedo al hambre y no las recompensas. 4. Para los ms afortunados, la esperanza de recompensa es un incentivo suficiente para alcanzar el mximo de productividad. 5. Para que esta esperanza acte como incentivo, ha de existir una seguridad absoluta de la propiedad. 6. La seguridad de la propiedad es el principio supremo por encima del principio de la igualdad. La funcin del gobierno es la seguridad y proteccin del libre mercado. El gobierno adecuado a tal fin es el parlamentario. El hombre es entonces, un animal deseante insaciable que consume infinitamente y cuya motivacin suprema es maximizar las satisfacciones o utilidades. En el continente, el liberalismo fue ms dbil que en Gran Bretaa. Se fundament en otras bases. Kant coquete con el liberalismo, suministrndole una base ms slida que el utilitarismo y el empirismo y superando asimismo el iusnaturalismo, iniciando as la escuela del positivismo jurdico al separar derecho y moral. Como dice John Gray (1986): "Kant evita el iusnaturalismo, esto es, el radicar los derechos del hombre en su naturaleza. Kant argumenta que conceptualizar a los seres humanos como portadores naturales de derechos de libertad y justicia es una presuncin de nuestra concepcin de ellos como fines en s mismos y no como simples medios para los fines de otros." p. 83 Segn esta interpretacin liberal de Kant, "Una sociedad liberal es, en efecto, el nico orden social aceptable para las personas que se conciben a s mismas como agentes racionales autnomos y fines en s mismas". De todos modos se puede observar la contradiccin kantiana entre las consecuencias lgicas objetivas e inexorables de sus premisas prcticas no necesariamente liberales, sino ms bien democrticas y las consecuencias subjetivas que l extrae de ellas que son claramente liberales. Kant supera la manera de pensar lo colectivo del liberal empirista. Se trata del mundo noumnico. La voluntad colectiva ser voluntad general si, y slo si, los individuos adoptan la decisin y deliberan no segn sus intereses particulares e individuales sino por la razn, por el imperativo categrico, por su autnoma voluntad. La voluntad general de Rousseau es un concepto aqu universal y general abstrado de las inclinaciones e intereses particulares de los ciudadanos. Esto exige obrar por mor del deber, autonoma de la voluntad, el imperativo categrico, tratar a los dems como fines en s mismos y no como medios. Hay una clara distincin en Kant entre un Estado republicano (conforme al imperativo categrico y a la razn de los sujetos) y Estado democrtico, sometido a la opinin emprica y los intereses de la mayora emprica del pueblo, o sea, un despotismo.

El kantismo, por lo menos en la versin que le da el propio Kant, deriva hacia un liberalismo e individualismo: "Nadie me puede obligar a ser feliz a su modo (tal como l se imagina el bienestar de otros hombres), sino que es lcito a cada uno buscar su felicidad por el camino que mejor le parezca, siempre y cuando no cause perjuicio a la libertad de los dems para pretender un fin semejante, libertad que puede coexistir con la libertad de todos segn una posible ley universal (esto es, coexistir con ese derecho del otro)". Teora y prctica, pp. 27 y 28 AK, 290-291. Esto no excluye interpretaciones socialistas como las del socialismo kantiano de finales del siglo XIX tales como la de Vorlnder. En cierta manera, el imperativo categrico y la nocin de dignidad humana apuntan ms bien hacia el socialismo que hacia el liberalismo y ello a pesar de la voluntad emprica y subjetiva del propio Kant. El liberalismo luch con denuedo contra el Antiguo Rgimen y los privilegios y por los derechos naturales e inalienables del individuo. El Estado slo tena razn de ser para proteger la libertad del indiviuo. Esto fue, claro al principio. La lucha de clases entre proletariado y burguesa oblig a los liberales a ser ms cautos y conservadores y a dar marcha atrs. El liberalismo sufri una cierta variacin inclinndose as de forma creciente hacia el ms rancio conservadurismo y reaccionarismo: "Mientras la burguesa luchaba contra el orden feudal, esto es: mientras fue revolucionaria, sigui manteniendo esta concepcin. Pero una vez realizado el ascenso de la burguesa y al constituirse una nueva clase integrada por el proletariado industrial, la cual luchaba a su vez contra la burguesa para reivindicar sus derechos, el liberalismo tuvo que someterse a una reinterpretacin ms acorde con las nuevas circunstancias, para poder justificar sus propias prerrogativas y evitar que se llevara a la prctica la libertad e igualdad para todos." "El liberalismo", Reinhard Khne, en "Wolfgang Abendroth y Kurt Lenk eds. "Introduccin a la ciencia poltica", Anagrama, Barcelona, 1971, p. 81. Hay que sealar que apenas instalada en el poder, la burguesa liberal y su ideologa liberal sufrieron la crtica devastadora a izquierda y derecha. Hay una asombrosa coincidencia entre los anlisis reaccionarios y marxistas del fenmeno liberal, "contraria sunt circa eadem", lo cual nos dice mucho acerca de su verdad. Tales crticas sealan la incoherencia entre los principios abstractos y la experiencia prctica y que tales principios no son sino la tapadera para ejercer el dominio, la opresin y la explotacin. He aqu, para empezar, la crtica reaccionaria contra el liberalismo: "El partido liberal mantiene la idea de igualdad frente a la nobleza y frente a todos los estamentos como tales, porque sobre la base de la revolucin no puede admitir ningn tipo de articulacin orgnica. Sin embargo, si esta igualdad ha de llevarse a la prctica de forma positiva, si la clase proletaria ha de obtener los mismos derechos que la burguesa, entonces sta renuncia a la idea y polticamente hace diferenciaciones legales en favor de los poseedores. Exige el censo para la representacin, cauciones para la prensa, slo permite la entrada en sus salones a los elegantes, y no concede al pobre la misma amabilidad y el mismo honor que a los ricos. Esta realizacin parcial de los principios de la revolucin caracteriza la postura del partido liberal", Friedrich Julius Stahl, "Die gegenwrtigen Parteien in Staat und Kirche", Berlin 1863, p. 73. Por su parte, la crtica marxista del capitalismo no se queda atrs en cuanto potencia analtica y crtica de la falsa conciencia deformada liberal en cuanto fenmeno apologtico que concibe la realidad de forma invertida: "(El rea) dentro de cuyos lmites ocurre la compraventa de la fuerza de trabajo es, en realidad, un Edn de los derechos innatos del hombre. Slo all impera la Libertad, la Igualdad, la Propiedad y Bentham. La libertad, porque tanto el vendedor como el comprador de una mercanca, digamos, la fuerza de trabajo, estn determinados nicamente por su libre albedro. Realizan el contrato como agentes libres, y su convenio no es ms que la forma mediante la cual dan una expresin legal a su voluntad comn. Igualdad, porque cada cual entra en

relacin con el otro como con el simple poseedor de una mercanca, e intercambia con l cosas equivalentes. La propiedad, porque cada cual dispone slo de lo que es suyo. Y Bentham porque cada cual vela por s mismo. La nica fuerza que rene a las partes y las pone en relacin es el egosmo, la ganancia y el inters privado de cada una. Cada cual vela nicamente por s mismo y nadie se preocupa de los dems; y precisamente por hacer esto, de acuerdo con una armona preestablecida o bajo los auspicios de una providencia llena de sagacidad, todos trabajan juntos en pro de sus respectivas ventajas, por el bienestar comn y el inters de todos." Marx, Kapital, Vol I p. 184 Berlin, 1955. Marx critica el liberalismo econmico con extraordinaria agudeza. Los liberales confunden la libertad con el libre mercado y la libre competencia y la consideran esta libertad burguesa como el ms alto grado de libertad alcanzado por la civilizacin y la humanidad. Ello es falso de todo Marx critica al liberalismo en su propio terreno. Como dice A. Schmidt: "Marx refuta el argumento con sus propias armas. El individuo libre, que debera ser supuestamente protegido contra el socialismo, no ha existido nunca en toda la historia pasada en el sentido que proclaman los idelogos, y slo ser resultado del socialismo correctamente entendido." "El concepto de naturaleza en Marx", p. 168, Madrid, S.XXI, 1976. John Stuart Mill (1806-1873) puede ser considerado un epgono del liberalismo clsico y podra ser ms bien agrupado bajo el epgrafe "Neoliberalismo". Con el creciente intervencionismo estatal, el liberalismo entr en decadencia. Hay que destacar a H. Spencer, T. H. Green y Hobhouse en la poca de 1870 a 1945. El liberalismo en el siglo XX es continuador del liberalismo clsico. En nuestro siglo, el liberalismo es una ideologa esclerotizada y reaccionaria que no dudar en apelar al fascismo para garantizar la nica libertad que en ltima instancia considera importante: la econmica. El liberalismo se hace conservador en lo poltico y "liberal" como siempre, en lo econmico. Dirase que la burguesa "cierra filas" en torno a unos valores muy simples que han caracterizado las seas de identidad de sus intereses y falsas representaciones o Weltanschauung. El liberalismo confluye as con el conservadurismo y con el tradicionalismo. Es el mismo liberalismo clsico slo que con menos libertad poltica. Esto es insistir en los intereses bsicos de la burguesa esta vez monopolista de Estado: propiedad, libertad econmica, mercado, sin insistir en los aspectos emancipatorios polticos del liberalismo clsico, pues ya no est la cosa como para alegras, adems, teniendo el control y el poder como clase dominante, ni qu decir tiene que el inters se centrar en defender sus intereses en el mercado a toda costa, homogeneizando su posicin en torno a un programa muy simple: mercado, propiedad y orden. Su retrica anticomunista nos recuerda al conservadurismo reaccionario clsico y al fascismo. En la defensa de sus intereses, la burguesa es esencialmente homognea. Entre los liberales del siglo XX hay que destacar a Von Mises, Von Hayek, R. Aron e I. Berlin. Von Mises es autor de un libro titulado "Liberalismo" de 1927. ste comienza su libro defendiendo que el liberalismo no es de este mundo: "Exagerara quien dijera que el mundo lleg a conocer una verdadera era liberal, pues jams se permiti al liberalismo funcionar en su plenitud" p. 15 de la edicin espaola de Unin Editorial. El liberalismo es como una idea platnica, como un modelo terico igual que el modelo de los gases nobles, sin ningn correlato emprico. Los hechos no refutan entonces al liberalismo. Ello est en flagrante contradiccin tanto con la epistemologa liberal neopositivista -con su principio verificacionista de significado- como con la epistemologa liberal falsacionista de Popper de las que unos y otros liberales se reclaman fervientes partidarios y deudores a la hora de criticar la "pseudociencia" marxista o "historicismo" "holista" etc. El liberalismo renuncia a construir la felicidad humana: "La poltica econmica, cualquiera que sea, con los medios que a su disposicin tiene, puede enriquecer o empobrecer a las gentes; lo que, en cambio no le cabe es ni darles la felicidad ni atender sus ms ntimos deseos" p. 19. Este liberalismo aqu expuesto se autodenomina racionalista. La razn es tcnica, instrumental y subjetiva. El liberalismo es racionalista. Recomienda a cada sujeto individual actuar segn los

dictados de la razn, comportarse racionalmente: "Los problemas que la poltica social suscitan son simples cuestiones tecnolgicas; hay que abordarlos por idnticas vas y con los mismos mtodos utilizados para resolver todos los dems asuntos cientficos, a saber, mediante racional reflexin y oportuna observacin de las circunstancias concurrentes." p. 22. Adems, el liberalismo condensa su pensamiento en torno a la defensa de la propiedad privada. Todo lo dems descansa en ella: "Los principios del liberalismo se condensan en una sencilla palabra: propiedad; es decir, control privado de los factores de produccin (pues los bienes de consumo tienen, evidentemente, que ser siempre de condicin privada). Todas las restantes exigencias liberales derivan de tal fundamental presupuesto." p. 37. Un argumento a favor de la propiedad privada es la razn de su utilidad social: beneficia el inters general: "La investigacin...hasta ahora, nos dice que el mantenimiento de la propiedad privada es buena y til para todos" p. 49. Corolario de tal afirmacin es la bondad de la desigualdad social de patrimonios y rentas entre los individuos que componen la sociedad civil por la riqueza que ello produce al conjunto. "Y tales logros son precisamente consecuencia de la desigualdad de rentas y patrimonios, pues esa disimilitud es el motor que a todos, ricos y pobres, induce a producir lo mximo que en su mano est y al costo ms bajo posible, lo cual permite atender cada vez mejor, las necesidades de las masas consumidoras" pp. 50-51. Otro argumento a favor de la propiedad es que es consustancial a la sociedad: "La propiedad privada no precisa de defensa, justificacin, apoyo o explicacin. La propiedad es consustancial a la pervivencia de la sociedad". Por tal razn "el liberalismo patrocina siempre la propiedad, amparndola contra cualquier ataque, venga de donde viniere." p. 113 y "Tienen por tanto, razn quienes tildan a los liberales de apologistas de la propiedad, siendo destacable que el citado vocablo en griego significa "defensor". ibdem. Resulta que el lujo es positivo por sus efectos benefactores. Ello posibilita el progreso. La propiedad privad fomenta la desigualdad. La desigualdad fomenta el lujo. "La desigualdad, aunque parezca mentira, desempea otra funcin de no menor importancia: la de posibilitar el lujo." p. 51. La propiedad de los medios de produccin, ni qu decir tiene, ha de ser privada. Ello justifica el capitalismo: "Advertido que, desde un punto de vista social, conviene sean de propiedad privada los medios de produccin y, adems, que la desigualdad de rentas y patrimonios resulta consecuente con lo anterior, patentizada queda la justificacin moral del derecho dominical y del sistema capitalista que en l se basa." p. 53. Ello es porque "el capitalismo constituye la nica organizacin posible para una sociedad estructurada bajo el signo de la divisin del trabajo." p. 111. Como buen liberal, Von Mises postula el Estado mnimo. "Lo que denominamos Estado no es, a fin de cuentas, ms que el aparato de coercin que obliga a las gentes a atenerse a las reglas de la vida comunitaria." p. 56. Este Estado es necesario para proteger la propiedad: "Tiene que haber una institucin investida de poder suficiente para controlar a los que no se muestran dispuestos a respetar la vida, la salud, la libertad y la propiedad de los dems, pugnando contra la propia existencia de la convivencia social." p. 57. Ello tiene que quedar claro para un liberal. "Tal es la precisa misin que el liberalismo asigna al Estado: salvaguardar la propiedad, la libertad y la convivencia pacfica." ibdem. "La accin gubernamental, en opinin del liberal, debe constreirse a proteger la vida, la salud, la libertad y la propiedad privada individual contra todo asalto" p. 73. Hay que aadir que cada uno tiene libertad en su vida privada de hacer lo que le plazca. "en cuanto se abandona el principio de que el Estado no debe intervenir en la vida privada de los ciudadanos, acabamos regulndosela a stos hasta en los ms mnimos detalles." p. 75. El acudir al Estado y pedirle favores es sntoma de servilismo y esclavitud y fomenta el paternalismo. "Esa propensin de nuestros contemporneos a acudir al Estado en cuanto

tropiezan con algo que les desagrada, as como su humilde sometimiento a las prohibiciones administrativas, aunque stas les priven de cosas que les agradan, demuestra cun enraizado tenemos an en nosotros el espritu servil". p. 76. Es la propiedad privada un derecho natural prepoltico inalienable y tan importante y bsico, fundamental, que hay que defenderlo a cualquier precio, incluido el fascismo, al que Von Mises disculpa considerndolo un mal menor en comparacin con el marxismo. Por lo dems, el fascismo utiliza las mismas armas y mtodos que el marxismo. "La idea fundamental de los aludidos movimientos, que cabe designar en trminos generales como fascistas, de acuerdo con el nombre del correspondiente partido italiano, el mayor y ms disciplinado, supone recurrir, en la lucha contra el socialismo, a los mtodos despiadados y sin escrpulos que l mismo emplea". p. 69. El fascismo significa por consiguiente, una lgica y explicable reaccin ante la barbarie marxista. "Los actos de los fascistas son reacciones reflejas, provocadas por la indignacin que lo efectuado por los marxistas en todas partes desatara" p. 70. En resumen, si hay que elegir entre fascismo y marxismo, se elige el fascismo por su defensa implacable de la propiedad privada. Ello provoca una cierta benevolencia liberal para con el fascismo. "Admitamos que los dictadores fascistas rebosan de buenas intenciones y que su acceso al poder ha salvado de momento, la civilizacin europea. La historia no les regatear tales mritos." p. 72. El liberalismo opta por el autoritarismo y renuncia a la democracia, a la igualdad en pro de la propiedad. As lo reconoce tambin Milton Friedmann en "Freedom to Choose", Avon Books, New York, 1980, p. 126. "El Estado debe ser democrtico, de eso no hay duda. Ahora bien, democrtico en el sentido de amplia participacin en el gobierno, nunca en el sentido poltico de gobierno de la mayora". Por su parte, Von Hayek constituye una fuerte reaccin al socialismo y al comunismo. El liberalismo opta por el escepticismo gnoseolgico y moral. Se adopta un relativismo radical, lo que supone una crtica a la modernidad, a la ilustracin, a los "grandes relatos". El liberalismo se aproxima as al "pensamiento dbil", a la posmodernidad. Ello nos hace pensar en el carcter apologtico del capitalismo tardo de la ideologa posmoderna. La desconfianza en los "grandes relatos", las visiones o concepciones del mundo totalizadoras es desconfianza en la razn ilustrada, a la que se atribuye un sentido holista, totalizador aunque ya un gran ilustrado como Kant haba renunciado a los discursos totalizadores, no otra es la filosofa crtica kantiana con su renuncia a hacer discursos metafsicos acerca de la totalidad, de la omnitudo realitatis. Con lo cual cabra concluir que la posmodernidad se enfrenta con un fantasma: el gran relato, que no existe desde hace tiempo y realiza la operacin de endosar al discurso ilustrado un carcter de "gran relato", lo que no es sino una falsedad. Su escepticismo (el del liberalismo actual y tal vez del clsico) es conservadurismo puro. Hayek busca poner al da el liberalismo clsico. Es un economista que desemboca en la poltica al luchar encarnizadamente contra el intervencionismo estatal en la economa. Su primer libro poltico es "Camino de servidumbre"(1944) que defiende enrgicamente la economa de mercado y ataca ferozmente a la planificacin econmica como semilla del totalitarismo y de la incompetencia econmica. Pensar es pensar contra algo o alguien. Aqu se piensa contra el socialismo, el comunismo. Es el viejo liberalismo adaptado al presente. Busca atacar al racionalismo ilustrado y pensar una "sociedad libre". Se parte de que el conocimiento humano es limitado. La razn no puede conocer plenamente la realidad. La razn tampoco sirve para reformar la sociedad ni crear otra mejor. Su pensamiento bebe de las fuentes del liberalismo clsico e insiste en la mano invisible y en el componente conservador, tradicionalista con origen en Burke, Savigny, Humboldt o en Spencer. Segn Von Hayek las tradiciones y reglas establecidas son legtimas porque son tiles, son el resultado de la evolucin y adaptacin conductual de la humanidad y han demostrado su xito adaptativo por su duracin y pervivencia. Representan el producto del proceso de seleccin de las reglas idneas para satisfacer los fines, el progreso social y la libertad. Es menester observarlas y obedecerlas. Se trata de ser eficaz.

El mercado es el modelo por antonomasia de orden espontneo y racional. El mercado es un correcto mecanismo de distribucin y asignacin de recursos. No ha de haber justicia distributiva. La espontaneidad social hace que nadie tenga que responsabilizarse de nada en lo que respecta a la distribucin de los recursos sociales. El mercado no es ni justo ni injusto, es amoral, est ms all del bien y del mal. Aqu sera pertinente aadir lo que dice Max Weber: "La economa de mercado como tal constituye la relacin social prctica ms despersonalizada que pueda haber en el trato de unos hombres con otros. All donde el mercado funciona espontneamente slo se tiene en cuenta a las cosas, nunca a las personas: desaparece cualquier sentimiento de fraternidad y hasta de piedad. en eso consiste justamente la libertad de mercado libre, en carecer de cualquier norma tica" "Wirtschaft und Gesellschaft", J.C.B. Mohr (Paul Siebeck), Tbingen, 1947, (2 vols.) vol. 1, pp. 364-365. El mercado es ciego. Es un sistema autorregulado con carcter annimo e impersonal. Esto permite una aceptacin social de las desigualdades. La libertad encuentra su campo ms abonado en el mercado. Slo el mercado permite un pleno ejercicio de la libertad, ya que en l cada cual puede hacer lo que quiera sin ms interferencia que las impuestas por las reglas generales que no persiguen ningn fin concreto salvo permitir el libre despliegue de los distintos intereses. Isaiah Berlin sostiene que el hombre es un ser autnomo que ha de autorrealizarse libremente. Ahora bien, hay muchas metas y modos de vivir la vida humana. Hay una multiplicidad de valores. No hay base racional para elegir entre unos y otros. El hombre es un agente moral que ejercita su voluntad a travs de la libre eleccin. Para Berlin la historia no obedece a leyes puesto que hay libertad y tal libertad no es predecible. Hay que distinguir entre libertad positiva y negativa. La libertad en sentido negativo es estar libre de...Significa la existencia de una esfera privada de libertad fuera del control pblico o social. El liberalismo tiene una concepcin negativa de la libertad. La libertad positiva es ser libre para algo, tener el poder o la facultad de hacer algo. El socialismo tiene una concepcin positiva de la libertad. La libertad positiva significa tener la posibilidad o la oportunidad de autorrealizarse. Es la facultad o poder de autorrealizacin. Hay argumentos liberales en contra de la libertad positiva: 1. Libertad y autorrealizacin son distintas cosas. Adems, est lejos de estar claro lo que implica la autorrealizacin. 2. Conduce a establecer una ecuacin entre libertad y poder para actuar que es contraria al ideal liberal de igual libertad, porque el poder no puede, por naturaleza, distribuirse por igual. Es superior as la libertad negativa a la libertad positiva. Por ello democracia y liberalismo no son trminos sinnimos. Para Berlin, el capitalismo es el mejor sistema de todos los posibles ya que "...hay ms libertad en l, ms variedad, ms autoexpresin..." R. Nozick, por su parte, en "Anarqua, Estado y Utopa" responde al neoliberal Rawls desde el viejo liberalismo clsico y radical y reaccionario, desde luego. Realiza un ingenioso ejercicio especulativo acadmico propio de individuos ociosos para legitimar el orden social capitalista, al igual que su antagonista Rawls esta vez desde la perspectiva neoliberal. Rawls es un neoliberal intervencionista que defiende el Estado de Bienestar con funciones redistributivas. Frente a tal discurso, Nozick defiende el Estado mnimo liberal, siguiendo as los pasos dados antao por John Locke. Para Nozick el derecho de propiedad es absoluto. Esto excluye claro est, cualquier intervencin e interferencia. Un Estado no es legtimo si viola algn derecho natural individual. El Estado mnimo del que habla Nozick surge de un estado de naturaleza previo por una evolucin guiada por una especie de mano invisible de la misma

manera que la describe Locke. Este Estado slo es justificable para evitar la violencia y el delito. Nozick es un liberal radical antiutpico que recae en la utopa que l ataca. Su utopa es liberallibertaria, interpretando al anarquismo de forma sesgada. Todo su discurso es un ataque al Estado de Bienestar. Como dice Rubio Carracedo, "La obra de Nozick se entiende cabalmente slo en el contexto del actual resurgimiento del liberalismo en sus diversos frentes: econmico (M. Friedmann, 1962), poltico-social (F. A. Hayek, 1960; 1974), jurdico (H. Hart, 1961; 1968, R. Dworkin (1977), etc." p. 245. "Paradigmas de la poltica" Barcelona, 1990. Los derechos individuales son absolutos. El Estado slo tiene una funcin coercitiva para hacer respetar los derechos individuales. El nico Estado legtimo es el Estado mnimo. Otros liberales de esta hornada son Hart, que es utilitarista liberal y R. Dworkin que se mueve entre Nozick y Hart. Segn Dworkin, no existe el derecho de la sociedad o los derechos sociales. Cualquier violacin de un derecho individual es injusta se haga en nombre de lo que sea, aunque sea la mayora quien lo desee y ello pesa ms que el coste adicional en poltica o en eficacia social que pueda derivarse de ello.

II. Liberalismo econmico.


Segn afirma Luis Martnez de Velasco en "Ideologa liberal y crisis del capitalismo", Madrid, 1988, el actual liberalismo econmico ha tenido que romper definitivamente con la economa poltica clsica por el rumbo crecientemente apologtico, justificador y deformador de la conciencia, ideolgico en su sentido peyorativo, que ha ido adoptando la Economa Poltica liberal conforme las contradicciones sociales del capitalismo eran ms evidentes y sangrantes. "Su nacimiento y desarrollo slo son posibles tras la ruptura con la Economa poltica clsica y mediante el mantenimiento, por un lado, de todo un universo mitolgico-simblico de nociones instrumentales (naturaleza, egosmo, capacidad/incapacidad innatas, imposibilidad de una democracia real, etc.), y por otro, de un cada vez ms sofisticado aparato lgico-matemtico a sabiendas de su escassima utilidad explicativa o predictiva" p. 7 op. cit. Por tal razn, hoy, la ideologa liberal como tal "representa ya un discurso terico enfermo, alucinado, dirigido exclusivamente a poblar de mitos la interseccin entre lo propuesto tericamente y lo real existente". p. 12. Tal ideologa liberal atraviesa, a decir de Martnez de Velasco, una etapa de extincin como tal discurso justificador y legitimador, "la ideologa liberal constituye actualmente un inmenso arsenal de nociones contradictorias comparable a un rompecabezas donde de cuando en cuando se han ido introduciendo descuidadamente, y en funcin de coyunturas harto diferentes, piezas absolutamente incompatibles entre s." p. 13. El liberalismo econmico surgi como un producto de las necesidades de la burguesa ascendente en su lucha contra el "Antiguo Rgimen". Lo que preocupa al principio a la burguesa no es justificar moralmente la apropiacin del producto excedente sino comprender como se formaba la riqueza. Los economistas clsicos se preocuparon de analizar el funcionamiento del capitalismo tal cual. Los temas fundamentales de la economa liberal clsica son la formacin de los precios de las mercancas, la distribucin del producto entre los trabajadores (salarios) los capitalistas (beneficios) y los terratenientes

(renta de la tierra) y la evolucin econmica de la sociedad a lo largo del tiempo. La base de sus esquemas de anlisis fue la teora del valor trabajo. Segn L. Martnez de Velasco, la economa liberal clsica se bifurca en un modelo reflexivo-crtico (Ricardo, Mill y con Marx como su negacin y su cumplimiento) y un modelo apologtico, (Malthus, Bentham, Petty). Ya los primeros economistas liberales se dividieron en crticos y apologticos. El liberalismo econmico tiene al principio un enemigo: el Antiguo Rgimen, la cosmovisin feudal. La bifurcacin es posterior al triunfo del modo de produccin capitalista, cuando se derrota al enemigo principal de aquel entonces. Es caracterstica principal de la reflexin econmica liberal la anulacin en la esfera econmica de cualquier gnero de intervencin poltica, ms particularmente, del Estado. La reflexin econmica liberal es una reflexin efectuada desde el punto de vista del empresario. La Economa poltica se convierte as en Economa poltica burguesa.

Adam Smith

(1723-1790) es el primer economista liberal clsico. Su programa es el libre comercio y la limitacin del poder estatal para contribuir as al crecimiento econmico y al incremento de la produccin. Hay que decir en descargo de Smith que el tono empleado por l es un tono crtico. Frente al carcter supuesta y pretendidamente neutral del Estado defendido por Locke, para Smith el Estado resulta ser un instrumento de proteccin de la propiedad de los ricos o poseedores frente a los pobres o no poseedores. "El Estado civil, en cuanto instituido para asegurar la propiedad, se estableci realmente para defender al rico del pobre, o a quienes tienen alguna propiedad contra los que no tienen ninguna" ("La riqueza de las naciones", Libro V, cap. 1, parte 2).
El anlisis econmico de Smith parte del libre mercado, en el que se dara el equilibrio entre oferta y demanda y una asignacin racional y automtica de recursos sin intervencin gubernamental y con soberana plena del consumidor. En tales condiciones de competencia perfecta, la circulacin del dinero y de las mercancas entre los trabajadores, empresarios y terratenientes conduce al equilibrio pues se obtiene una ptima asignacin de recursos al igualarse la produccin de cada mercanca con su demanda efectiva y el precio con el coste de produccin. Los ciudadanos movidos por su propio inters invierten en los sectores productivos ms rentables que les proporcionan mayores beneficios o salarios trasladndose a otros sectores cuando la rentabilidad decae. El inters individual produce relaciones de socibilidad e intercambio entre los individuos. El egosmo individual es beneficioso para todos. El mercado tambin es beneficioso. Los intercambios en mutuo beneficio obtienen si el Estado no interviene en tales relaciones. Los resultados de las acciones humanas son independientes de sus motivaciones y de los planes deliberados previamente trazados. Es la mano invisible que ordena teleolgicamente las conductas hacia una armona natural de intereses. Ya la monadologa de Leibniz haba anticipado tal descripcin del mercado libre. La armona preestablecida no es otra cosa que la mano invisible de Smith. La monadologa es un modelo del mercado libre liberal y de los individuos en l situados: "el sistema de las mnadas, aplicado a la descripcin de las relaciones entre los individuos humanos, nos ofrece un cuadro infinitamente prximo al que Adam Smith dise en "The Wealth of the Nations". Los individuos son agregados cuasi sustanciales -doctrina del vinculum substantiale- y por tanto casi mnadas, dotados de una vis repraesentativa y una vis appetitiva. Por la vis

repraesentativa cada individuo se representa a los dems, conoce, como el productor de la nueva economa de mercado, las necesidades ajenas y slo en virtud de esta representacin la produccin es posible. Por la vis appetitiva cada individuo se manifiesta como un sujeto de necesidades, es decir, como fuente de la demanda, como consumidor. La vis appetitiva es entendida por Leibniz en trminos fuertemente teidos de hedonismo -o, mejor, de eudemonismo- tanto en su contenido como en su administracin: cada individuo, como los sabios epicreos, organiza sus elecciones segn un clculo mximo de felicidad -"car la felicit nest autre chose quune joie durable". G. Bueno, Ensayo sobre las categoras de la economa poltica, Barcelona, Gaya Ciencia, 1972, p. 168. Tambin cabe citar a Newton como otro caso de utilizacin de nociones econmicas en otros contextos tericos como un ejemplo de ocasionalismo, al tener que recurrirse a Dios para resolver las anomalas del universo generadas por los movimientos planetarios. Igual que en el mercado, Dios, una causa extrnseca al sistema, ha de intervenir para corregir las anomalas que surgen en el libre y espontneo desenvolvimiento del sistema planetario o universo y del sistema econmico o mercado. El agente econmico, en un mercado libre "slo piensa en su ganancia propia; pero en ste como en otros muchos casos es conducido por una mano invisible a promover un fin que no entraba en sus intenciones"..."no implica mal alguno para la sociedad que tal fin no entre a formar parte de sus propsitos, pues al perseguir su propio inters, promueve el de la sociedd de una manera ms efectiva que si esto entrara en sus designios" ( "La riqueza de las naciones". Libro IV, cap. 2.) El Estado tambin hace de mano invisible. Es una especie de mano invisible subsidiaria que trata de corregir los efectos indeseables del mercado y para hacer realidad la mxima prosperidad de los ciudadanos. Los fines del Estado son la justicia, la seguridad de la propiedad, la polica, la recaudacin de ingresos fiscales y el derecho de las naciones. La teora econmica liberal clsica del laissez-faire adquiere su expresin en David Ricardo, "Principles of Political Economy (1817). El libre intercambio producira un sistema justo. Ninguna intervencin se hace necesaria por parte del Estado o de la legislacin. El libre juego de los intereses individuales funciona para el mayor bien de la comunidad. Por su parte, la reflexin apologtica burguesa del orden social y econmico capitalista adopta en buena medida la forma del monetarismo. Es ste un discurso ideolgico sobre la moneda consistente en la identificacin entre valor monetario y valor de cambio o riqueza homologando el nmero de mercancas existentes en un pas con la cantidad de dinero monetario circulante. Por otro lado, se enmascara el hecho de que el enriquecimiento de una clase social implica inevitablemente una prdida proporcional por parte de otra clase. Segn Mill: "Es evidente que por cada persona que gane ms de lo acostumbrado tiene que existir necesariamente otra u otras que ganen menos." Es el instinto de clase de los actuales economistas liberales el que los empuja reiteradamente a dar ese carcter apologtico del que estamos hablando a la Economa, a volver a R. Malthus. Malthus afirma que la miseria humana no es el resultado de las instituciones sociales tales como la de la propiedad privada. Malthus intenta demostrar que la tendencia constante de la poblacin a crecer geomtricamente pone en peligro los recursos agrcolas de la tierra, que slo pueden aumentar en proporcin aritmtica. Debido a esta desproporcin, el incremento de la poblacin deba frenarse mediante mecanismos que actuaran sobre la tase de natalidad. Propuso la abstinencia sexual fuera del matrimonio, retrasar la edad del matrimonio hasta que el hombre estuviera en condiciones de alimentar a su familia o incluso, renunciar al matrimonio. As criticaba las leyes de pobres cuya derogacin solicitaba. No se puede mejorar la situacin de los pobres con dinero, sino ms bien al contrario, empeorar la sociedad. Los monetaristas afirman que una mayor cantidad de dinero representa un aumento de riqueza y constituye un estmulo para la realizacin de una cantidad de trabajo mayor y ms productivo. Este punto de vista fue criticado por J. S. Mill, quien habla del engao psicolgico que produce esta concepcin de la Escuela de Birmingham.

Cuanto mayor es el fracaso terico de la ideologa liberal, tanto ms fraudulento resulta el unnime y tajante cierre de filas en torno a las nociones ideolgicas decisivas. De Bentham surge el marginalismo y tambin Keynes con la nocin de equilibrio precario del capitalismo. El marginalismo se deriva de la nocin de optimizacin y sus clculos. La Economa liberal marginalista surge hacia 1870. La actual Economa liberal ha roto as con la tradicin clsica y contiene una creciente preocupacin apologtica interesada en defender el actual statu quo social. El carcter apologtico de la actual Economa se deriva de la situacin surgida a partir de 1870, para lelamente a la aparicin del socialismo cientfico como movimiento de masas poderoso y la formulacin del marxismo maduro en 1867 con la aparicin del "Capital" de Marx. Esta Economa se concentra casi exclusivamente en el intento de solucin ideolgica de los problemas esenciales del modo de produccin capitalista. Se constituye un doble paradigma conceptual: el paradigma del equilibrio de J.B. Say y el paradigma apologtico de Malthus. Ello ocurre por la creciente conciencia de la ilegitimidad tanto moral como econmica que aqueja al capitalismo como modo de produccin esencialmente contradictorio e irracional. El marginalismo sustituy la teora clsica del valor trabajo por una teora de los precios que vincula estrechamente el valor de cambio y el valor de uso o utilidad. Las mercancas se llaman ahora bienes. Se parte del comportamiento subjetivo del consumidor y del productor. El individuo se supone siempre que es un ser racional que maximiza beneficios y reduce costos. El consumidor busca la mxima satisfaccin de sus necesidades y, si es productor, el mximo beneficio. El valor de un bien es lo que la gente est dispuesta a pagar por adquirirlo. El objetivo principal es la explicacin de la formacin de los precios en un mercado perfecto en el que la piedra angular del anlisis es el individuo libre y racional y no hay ningn conflicto entre clases antagnicas. Esto a la postre resulta no ser otra cosa que una construccin acadmica artificiosa y especulativa como la teora de los gases perfectos. Los acontecimientos econmicos no pueden ser estudiados bajo condiciones experimentales controladas, pero se pueden simular con modelos abstractos. Entonces, la produccin es para satisfacer necesidades. Los agentes econmicos son todos iguales en su conducta. No hay clases sociales en tal modelo. El valor es algo dependiente de la importancia que tiene para el individuo. La utilidad es el valor. Es la utilidad que tiene para satisfacer una necesidad. La utilidad marginal es decreciente conforme se satisface la necesidad. Otro principio es que el precio y el valor son lo mismo. El valor viene determinado por su valor de uso (demanda) y los costes de produccin (oferta). El mercado se encarga de garantizar el equilibrio, esto es, de satisfacer a trabajadores y empresarios. El mercado consigue siempre el pleno empleo. Si aparece paro es porque alguien se empea en que el mercado no funcione correctamente, esto es, porque los trabajadores se empecinan en mantener un salario superior al que corresponde a la plena ocupacin. Puede haber desequilibrios a corto plazo, porque en la realidad siempre existen fricciones, pero bastara con que los salarios se redujeran convenientemente para que el paro desapareciera. Por ello, si estamos en paro, ello es totalmente achacable a nosotros mismos, a nuestras interferencia en el orden natural de las cosas. El mercado es la institucin perfecta, pues traduce cualquier aumento de la produccin en un aumento de la demanda equivalente que har frente a la misma. No puede haber superproduccin. Siempre hay equilibrio entre la oferta y la demanda. Es la teora de la suma cero. Keynes es el inspirador del neoliberalismo econmico. Formula una nueva poltica econmica capitalista intervencionista del Estado y una variacin de su funcin. La intervencin del Estado debe ser activa. Pero, como l mismo concluy, "si nuestros controles centrales consiguen establecer un volumen de produccin tan prximo al correspondiente pleno empleo como sea posible, la teora neoclsica vuelve a tener su valor a partir de ese momento".

En 1961 Piero Sraffa infligi un golpe de muerte al marginalismo. Hoy el liberalismo econmico en forma marginalista est derrotado tericamente, acadmicamente, aunque no polticamente, pues inspira la poltica econmica reaccionaria y abierta y cnicamente explotadora y expoliadora de la oligarqua capitalista. La burguesa ya est slo a la defensiva o tal vez a la ofensiva ms feroz y mostrando ahora a las claras su evidente inters en perpetuar la explotacin a cualquier precio. Es hora ya de recapitular lo arriba dicho y hacer balance de la ideologa liberal. Si tuviramos que resumir en qu consiste la ideologa liberal diramos que es individualista, pues odia al colectivismo y de la sociabilidad. El hombre tiene una insociable sociabilidad o sociabilidad insociable segn Kant. Toda persona es fsica e individual. De este individualismo atomstico, monadolgico, derivan el principio incontestable para ellos, de la propiedad privada. Si queremos la libertad individual, queremos la propiedad privada individual, queremos el libre mercado. El liberalismo es la escuela de pensamiento que favorece la propiedad privada de los medios de produccin. El liberal es un individuo autoposesivo y de aqu se deriva su identidad poltica y econmica. Es un individuo prepoltico, antisocial. Es previo a la sociedad. Lo que para un liberal es menester explicar y justificar es el hecho de la sociabilidad no el aislamiento. La sociedad civil y el Estado slo se pueden explicar desde la perspectiva liberal de forma contractual o convencional o utilitarista para poder promover sus intereses individuales. Todo individuo liberal es egosta y sus actos estn motivados por el placer. La razn es y debe ser esclava de tales impulsos irracionales para calcular costes y beneficios. La razn no fija fines, calcula. Cada individuo es el mejor juez de sus propios intereses. Cada individuo est en guerra con los dems. Es un depredador, competitivo. Todos buscan su propio placer aun a costa de los dems. La libertad y el poder se definen segn un modelo de suma cero. Yo al aumentar mi riqueza, poder o libertad lo hago a costa de los otros. Lo que yo tento es por que t no lo tienes. En el mercado capitalista los intereses mezquinos de todos se ordenan teleolgicamente y producen el bien colectivo. Es la mano invisible. Aunque el liberalismo postula la igualdad, la pone detrs de la libertad. El igualitarismo poltico se ve corregido por el mercado. Hay, al final, dos tipos de hombres: propietarios y no propietarios. Segn Hayek es necesario dejar a la esfera econmica fuera del control de la poltica, del pueblo. Ello es porque el mercado es justo y deseable y cualquier poltica legtima ha de ser aneconmica. No puede haber justicia social, pues ello sera a costa de la propiedad privada de los poseedores, que se veran as desposedos injustamente. Sera tambin quitar la riqueza a los mejores, los ms aptos, los ms eficaces y mantendra a los dbiles en situacin permanente de debilidad y dependencia. Ello aplastara la iniciativa individual. El pueblo no debe controlar el mercado. Para el liberal no existe la "voluntad general". Slo hay que proteger al individuo. El teorema de Arrow-Mc Kenzie sin embargo, trata de demostrar que de la agregacin de decisiones individuales no surge ningn tipo de bien comn o de eleccin social racional. Es imposible llegar al nosotros desde el ego esfrico monadolgico y sin ventanas. Por lo dems, el liberal desconfa de los gobernantes. Quien es un ladrn cree que los dems son de su misma condicin. Este es el argumento liberal de la desconfianza del ciudadano respecto al gobernante. Es menester entonces, control, desconfianza y limitacin del poder. El liberal siempre pedir diferencia y pluralidad y tolerancia.

Esta tolerancia es limitada. Se es tolerante siempre que no perjudique a la propiedad. La diferencia es digerible si no tiene consecuencias polticas desfavorables. El liberalismo protege el orden establecido. Es conservador, incluso reaccionario. El lmite de la tolerancia es el lmite del orden establecido. El liberalismo promueve la autonoma individual. La libertad liberal es negativa. Es libertad "de", no "para". El liberalismo no tiene contenido positivo alguno y su nico criterio sustantivo es la prohibicin de interferencias en la esfera individual y asegurar las condiciones polticas del ejercicio individual de la libertad. El individualismo liberal distingue entre Estado y sociedad civil, lo que no es sino una secularizacin de la distincin cristiana entre Ciudad de Dios y Ciudad terrena, o entre Iglesia y Estado. Hay que aclarar que el mercado no necesita ni democracia ni derechos humanos, pero produce libertad e igualdad jurdicas. Es una impostura hablar de democracia de mercado o de democracia liberal. Para terminar, citar a Polanyi, "la idea de un mercado que se regula a s mismo era una idea puramente utpica. Una institucin como sta no podra existir de forma duradera sin aniquilar la sustancia humana y la naturaleza de la sociedad, sin destruir al hombre y sin transformar su ecosistema en un desierto". "La gran transformacin".

EL ANARQUISMO
Es la primera expresin de la lucha del obrero contra el patrn son partidarios de la accin directa de la destruccin del estado, del gobierno y de todo tipo de autoridad. Utilizan el terrorismo individual como arma principal de lucha. Sus principales propugnadores son ELISEUS RECLUIS, PROUDHON , BAKUNIIME, MALESTRA, etc., en Espaa es donde el anarquismo logro el gran impulso. All fusion la federacin anarquista ibrica FAI y expandi su accin a muchos pases latinoamericanos. En Uruguay, chile, argentina, Per, es posible percibir este reflejo anarquista es esta etapa anterior a la primera guerra mundial, Manuel Gonzales Prada, ha sido el anarquista(autor de la anarqua) en mayor jerarqua en el Per , y uno de los ms clasificados del hemisferio. Quizs si o ello gran parte de los primeros sindicalistas peruanos han sido anarcos. El ideal mximo del anarquismo era, establecer una sociedad de trabajadores sindicalistas, sin znganos ni explotadores. Es decir una sociedad armnica de trabajadores. Como ideal literario o quijo puesto, puede estar viene el anarquismo pero como escuela de lucha para transformar la sociedad ha fracasado rotundamente. Estara bien si todos los hombres fueran ngeles para que vivan en paz y armona ene l cielo (segn la fantasa bblica o evanglica) en cuyo caso sera innecesaria la autorizada o el poder pbico para regula la vida de relacin. Por otro lado, el sistema terrorista individual ha sido desacreditado

por inoperante. Los trabajadores cuando han practicado el terrorismo, han sido vctimas de la represin policiaria con mayor violencia. Por estas consideraciones el anarquismo con mayor como ideologa ha quedado en desuso. Orientado el anarquismo como sistema de anarquismo sindical, dio lugar a la corriente denominada NARCO SINDICALISMO, propagndose especialmente en Francia, Italia y Espaa. Su labor desorientada trabajadores que organizaran en Londres, Carlos Marx. Con todo debemos anotar que significo en una expresin aguerrida de los trabajadores, de gran sacrificio individual. Como experiencia de lucha tiene un valor inestimable. Otro de los tipos de sindicalismo que da la sociedad industrial gremiales colabora listas con los principales patronos, partidarios de frmulas pacifistas y conciliadores para resolver sus conflictos de trabajo. Son de organizaciones que en el mbito de los trabajadores se conocen como amarillistas. la burguesa de los grandes pases imperialistas al alcanzar una alto poder econmico han neutralizado o sornado a ciertas capas de dirigentes del propietario. Hacindoles algunas concesiones econmicas y polticas a costa de una explotacin cada vez ms insimiricorde y redoblada de los trabajadores de los pases coloniales y dependientes. Como consecuencia de tal poltica surge entre estas capas privilegiadas del proletariado metropolitano una acenta tendencia a la colaboracin de clases a luchar por pequeas reformas y predicas el conformismo. A esa corriente se designa con el nombre de reformismo o colaboraismo y en su peligrosidad consiste en que hace lo posible por restar combatividad y consecuencia a la lucha del proletariado y en prctica procura convertir a los sindicatos en instrumentos al servicio del capitalismo. Como derivaciones de la primera guerra mundial y luego de un replanteamiento de los sistemas de lucha de la clase de trabajadora organizada, y el triunfo sobre todo, la revolucin rusa en 1917, los trabajadores plantean la lucha por un transformacin radical de la sociedad capitalista. Superando la concepcin colaboracionista echan las bases de una poltica autnticamente proletariado dentro de un movimiento sindical. A esta actitud de la clase obrera en su lucha contra el sistema capitalista se le conoce con el nombre de SINDICALISMO CLASISTA o REBOLUCIONARIO, cuyos principios fundamentales son: 1. 2. 3. 4. Elevada moral Ferrera unidad sindical Autntica democracia sindical Poltica independiente de clase

Elevada moral sindical para garantizar la accin organizativa y funcional. (u dirigente antimoral relajada la seriedad y autoridad del gremio). Frrea unidad sindical, para lograr xito en las reclamaciones salariales. (Un gremio desunido o atomizado jams podr obtener ninguna victoria en la lucha social). Autntica democracia sindical, para que estn representados en la direccin todos los sectores del obrerismo. De lo contrario sera una seudo democracia, donde solo un sector de los trabajadores, hace sentir su influencia. Y poltica

independiente de clase, es decir, sin interferencia partidarista, ni gubernamental, evitando que los sindicatos se convirtieran en sucursales o vulgares instrumentos de los partidos o los gobiernos. El sindicato debe responder exclusivamente a los intereses de los trabajadores. Hasta ah dejamos consignadas las principales escuelas sindicales. No obstantes se han presentado algunas otras formas que las enumeradas para completar el estudio.
Es posible vivir sin estar sometidos a ninguna estructura jerrquica, a ningn poder ajeno, a ninguna forma de opresin o coercin, sea esta de tipo poltico, econmico, social o cultural?. Imaginar una sociedad autorregulada y plenamente libre ha sido un antiguo empeo, que puede detectarse ya en los albores del pensamiento poltico. De hecho, la palabra anarqua deriva del griego clsico anarcia , que puede traducirse como "sin gobernante" (aunque por entonces el trmino tena un sentido peyorativo del que nunca se desprender). Desde la Grecia clsica - y hasta la Ilustracin - el deseo de emancipacin absoluta circul por la historia, con flujos y reflujos, en torno a dos manifestaciones principales. En primer lugar, como crtica intelectual aislada contra ordenes tirnicos, imaginando en su lugar alguna forma de libertad plena. En segundo lugar, como forma de protesta colectiva de ciertos sectores sociales -bsicamente campesinos- que acabaron creando movimientos de voluntad emancipadora, bien con carcter ms o menos aislado (al margen y sin confrontacin con el orden dominante) como los diggers o cavadores de Gerrard Winstanley (1609-?) -autoorganizados de manera no jerrquica y sobre la base de la propiedad en comn - o bien en claro conflicto con las estructuras del feudalismo tardo, como los campesinos dirigidos por Thomas Mnzer (1489-1521) en Alemania. Hasta la Ilustracin, estos movimientos, entre ellos el del propio Mnzer, estuvieron profundamente unidos a concepciones religiosas milenaristas (hussitas, anabaptistas, moravos) heterodoxos de las diferentes religiones empecinados bien en construir el reino de los cielos en la tierra, bien en establecer una relacin directa con dicho reino sin estructuras intermedias. El modelo se inspiraba en la interpretacin que cada uno de estos grupos y sus guas hacan de lo que fue la vida de los cristianos primitivos, una referencia que, al igual que el milenarismo, no abandon del todo al anarquismo posterior, por ms que la razn secularizada se convirtiese en el principal fundamento del ideal anarquista. Fue justamente el despliegue de dicha razn secularizada en la Ilustracin la que abri el camino a lo que convencionalmente consideramos el anarquismo contemporneo. En realidad, casi podra decirse que fue su consecuencia lgica. En el torbellino de ideas que se desat en Europa a lo largo del siglo de las luces, algunas de ellas relecturas del pensamiento precedente, fueron cayendo buena parte de los presupuestos polticos previos y elaborndose propuestas innovadoras que acabaron teniendo un efecto seminal en la gnesis del pensamiento anarquista. As, la consideracin de que el poder proviene de un pacto soberano entre libres e iguales y no el resultado inexorable de la voluntad divina o de cualquier designio mas o menos metafsico ( y por tanto, por qu no un pacto para vivir sin la presencia del poder poltico?), la presuncin de la bondad innata de los seres humanos frente el carcter perverso de las instituciones existentes, el optimismo histrico que se expresa en la afirmacin de la historia como progreso indefinido fueron algunas de las ideas que cuajaron en pensadores como William Godwin (1756-1836) o Pierre Joseph Proudhon (1809-1865), considerados "fundadores" de una ideologa que alcanz, en algn momento y en algn lugar de la historia posterior, una enorme relevancia. Fue, por cierto, Pierre Joseph Proudhon quien por primera vez se autodenomin anarquista, dndole al vocablo un carcter de afirmacin orgullosa, frente a la consideracin despectiva precedente, e

identificndolo con la ideologa y el movimiento que habran de llevar hasta el lmite las posibilidades de igualdad y libertad abiertas tras la revolucin ilustrada. Las ideas anarquistas prendieron con cierta facilidad entre artesanos, trabajadores urbanos y campesinos pobres hacia la mitad del siglo pasado, al igual que entre sectores despreciados por el marxismo, como el lumpen proletariado (el anarquismo no participaba de la conviccin marxista de una nica clase redentora). Las miserables condiciones de vida en los momentos iniciales del industrialismo, que mostraba en los hechos la quiebra del sueo ilustrado de una sociedad justa e igualitaria, o si se quiere, los lmites burgueses a dicho sueo, facilitaron el desarrollo de movimientos que pretenderan completar la obra inconclusa de las revoluciones liberales. Como afirm Mihail Bakunin(1814-1876) , uno de los principales impulsores del movimiento anarquista en la segunda mitad del siglo XIX, "El Estado moderno (..) se ha separado (...) del yugo de la moralidad universal y cosmopolita de la religin cristiana sin que haya sido penetrado an por la idea o moralidad humanitaria (...) Qu queda entonces de la moralidad?. El inters del Estado y nada ms". El Estado -su destruccin - se convertir as en el principal objetivo de la actividad anarquista. De hecho, Bakunin consideraba, invirtiendo la relacin causal del marxismo, que el capitalismo serva al Estado, y no al revs, de modo que la destruccin del Estado traera apareada la emancipacin econmica. El rechazo al Estado tena como corolario inevitable la negativa a la accin poltica ms o menos regulada o inserta en el mbito estatal, lo que constituy, por cierto, uno de los principales puntos de friccin que separaron al incipiente movimiento obrero en dos tendencias dismiles y en muchas ocasiones fuertemente antagnicas. Por un lado, los seguidores de Marx, que se dotaron de organizaciones formales -partidos- de estrategias y de tcticas orientadas hacia la conquista del poder. Por otro, los anarquistas, que rechazaban tanto la formacin de partidos como la "poltica", entendida como mecanismo de negociacin, acuerdo e imposicin . Juan Montas, anarquista espaol del siglo XIX, lo expres de este modo en su comparecencia ante la Comisin de Reformas Sociales: El rechazo de partidos y otras estructuras jerrquicas -no se puede obtener la emancipacin con instrumentos que lo son de sometimiento - se constituy, junto a las ideas sealadas anteriormente (creencia en la bondad innata, el progreso, la razn, la igualdad, la libertad plena...) en el armazn ideolgico del pensamiento anarquista. Pero tambin dicho rechazo fue el origen de las diferentes tendencias que afloraron del tronco principal del movimiento libertario, en cuanto que inevitablemente hubieron de buscarse formas y mtodos para alcanzar el ideal emancipatorio. El problema del cmo? se convirti, pues, en uno de los dos asuntos centrales de debate entre los pensadores y activistas del anarquismo (el otro, v. infra, se refiere al modelo de sociedad alternativa). En alguno de los mtodos hubo sin embargo un acuerdo generalizado. La conviccin unnime en que el conocimiento libera, o al menos cierto tipo de conocimiento, obtenido mediante ciertas formas de aprendizaje , llev a muchos anarquistas a convertirse en autnticos emprendedores pedaggicos y al florecimiento de instituciones docentes y culturales que difundan los valores cooperativos, antijerrquicos y armnicos en todos los aspectos de la vida. Para algunos anarquistas, la educacin y el ejemplo moral seran, en la misma lnea que algunos socialistas utpicos, el medio por el cual, en un proceso evolutivo y pacfico (hay huellas del pensamiento anarquista desde Tolstoi a Ghandi), se ira creando una sociedad autorregulada. Para otros, por el contrario, ello no sera posible ms que en abierta confrontacin con el Estado, en tanto que solo de sus

ruinas podra emerger una comunidad libre. En este punto, la tradicin anarquista se bifurc en dos opciones que a veces se complementaron. La primera tiene sus fuentes en la afirmacin hecha por Enrico Malatesta (1853-1932) en 1876: el hecho insurreccional, destinado a afirmar los principios por los actos, es el medio ms eficaz de propaganda. Esta propaganda por el hecho deriv rpidamente hacia formas de violencia individual, mediante la cual activistas anarquistas llevaron a cabo asesinatos de dirigentes polticos que ocupaban posiciones de particular relevancia en la estructura de sus Estados (el presidente Mc Kinley en Estados Unidos, el rey Humberto I en Italia, el presidente del Gobierno Antonio Cnovas del Castillo en Espaa...). Este tipo de actos, particularmente intensos en el perodo 1890-1905 pretendan lograr el doble objetivo de mostrar la fragilidad del Estado hay que decir que con trgico candor- y estimular la supuesta conciencia revolucionaria de las masas mediante el ofrecimiento sacrificial de la propia vida del activista. La otra rama de la tradicin anarquista, an sin descartar la posibilidad de llevar a cabo acciones de violencia individual, pona ms nfasis en el desarrollo de movimientos colectivos que socavaran las bases del orden constituido. Esta propuesta, que ya figuraba en los textos de los pioneros anarquistas (Proudhon haba insistido en que la emancipacin de los trabajadores deba ser obra de los trabajadores mismos, y haba inspirado el movimiento mutualista) tuvo su mayor impulso cuando el anarquismo confluy con el sindicalismo revolucionario, en la primera dcada del siglo XX. A despecho de las convicciones del sector ms intransigente del anarquismo, los ahora llamados anarcosindicalistas defendan la necesidad de disponer de una organizacin - todo lo escasamente jerrquica que se quisiera, al menos sobre el papel- con una doble funcin. En primer lugar, superar las limitaciones de los sindicatos tradicionales del movimiento obrero, cuya prioridad no iba, al decir de sus crticos, ms all de la lucha por la mejora en las condiciones de trabajo. Para los anarcosindicalistas, el sindicato habra de ser, mediante la huelga general revolucionaria, el ariete con el que socavar al Estado y al capitalismo. En segundo lugar, el sindicato sera el embrin del nuevo modo de organizacin colectiva surgido de los escombros del viejo orden: una comunidad que, al igual que el sindicato, se agrupaba libremente, cooperaba de manera armnica y careca - al menos esa era la intencin - de cualquier escaln jerrquico. El anarcosindicalismo se impuso como corriente dominante en la tradicin anarquista. Atrs quedaban las formulaciones de Max Stirner (1806-1856), en cuyo libro El nico y su propiedad se apostaba por un individualismo radical en el que no cabra ninguna forma de accin colectiva. En algunos lugares (Espaa, Argentina, Italia, Mxico) el anarcosindicalismo cuaj con especial intensidad, y las organizaciones anarcosindicalistas se convirtieron en actores sociales clave a partir de la segunda dcada del siglo. Para entonces, los anarquistas haban atemperado parcialmente la segunda gran disputa en la que estaban enzarzados desde sus inicios como ideologa y movimiento: qu modo de vida social ha de imaginarse y propugnarse como alternativa al Estado y al capitalismo?. En otras palabras, cmo habr de ser el futuro?. La preocupacin del pensamiento anarquista por esta cuestin fue durante mucho tiempo contradictoria. Algunos se negaron explcitamente a disear un proyecto para el da siguiente al que triunfara la insurreccin, argumentando que, destruidos los poderes que opriman al hombre (Estado, Capital, Iglesia, Ley) la creatividad y la espontaneidad liberadas seran suficientes para dar forma y contenido a la nueva manera de vivir. Otros, sin embargo, como se ha visto al hablar del anarcosindicalismo, an reconociendo por las razones antedichas que el futuro no poda estar completamente definido, no por ello se privaron de imaginar la utopa libertaria. Ya lo haba hecho Proudhon, al defender una sociedad basada

en la libre federacin de asociaciones de trabajadores agrcolas e industriales, que tendran el derecho -en el caso de artesanos y campesinos, un derecho individual a la posesin de los medios de produccin, donde el acuerdo entre las comunidades locales sustituira a la integracin forzosa mediante el Estado y la Ley y donde, entre otras cosas, la burocracia se hara innecesaria y la enseanza acadmica sera sustituida por la educacin integral. Para Mihail Bakunin, la propuesta de Proudhon era incompleta. Adems de las diferencias en cuanto al mtodo de accin emancipadora (paulatino y pacfico en el caso de Proudhon, frente al radical y violento de Bakunin), la nueva sociedad no debera mantener formas de propiedad individual. Bakunin pensaba en la propiedad colectiva de los medios de produccin, donde cada cual fuese remunerado segn su trabajo. Este aspecto fue justamente el que diferenci a Bakunin del que sera su sucesor ms relevante en el panten de activistas y pensadores anarquistas, Piotr Kropotkin (1842-1921). El comunismo libertario, en cuya formulacin intervino Kropotkin, defiende que el ideal anarco comunista no solo defiende la propiedad colectiva, sino, asimismo, la distribucin en funcin de las necesidades, y no del trabajo. El sueo de Toms Moro(14771535) de un almacn colectivo en el cual cada uno entregase cuanto hubiera producido y obtuviese cuanto fuera de su necesidad se reactiv por Kropotkin con especial bro. El comunismo libertario organizado en forma de anarcosindicalismo tuvo su cenit histrico en Espaa. La Confederacin Nacional del Trabajo, fundada en 1910, y en la que convivieron mal que bien varias tendencias de raz anarquista, recogi la herencia de los movimientos organizados en la segunda mitad del siglo XIX y se convirti, hacia 1930, en la principal organizacin obrera. Confrontada duramente con el rgimen de la II Repblica, la CNT encontr su oportunidad histrica cuando dicho rgimen se vio abruptamente atacado por la coalicin autoritaria que dara luego paso al rgimen franquista. Su papel en el fracaso del golpe militar en algunas zonas del pas y la propia fragilidad del Estado republicano permitieron a la CNT poner en marcha su proyecto emancipatorio, espoleada por la Federacin Anarquista Ibrica, FAI, creada en 1927, y que funcion paradjicamente como "la vanguardia" del movimiento. Catalua, junto a algunas partes de Andaluca, Aragn y el Pas Valenciano, se convirtieron en los laboratorios donde experimentar la utopa libertaria. Tierras colectivizadas, uso comunitario de la produccin, distribucin acorde con las necesidades, transformacin de usos y costumbres, ruptura ms o menos total con cualquier forma de estructura jerrquica: todo ello se ensay - y en ciertos casos con notable xito, al menos en cuanto se refiere al mantenimiento de la actividad productiva - en los agitados meses iniciales de la guerra civil. Para la CNT-FAI y sus aliados de entonces (el Partido Obrero de Unificacin Marxista, de filiacin comunista antiestalinista), la solucin favorable del conflicto pasaba por llevar a cabo una transformacin radical de la sociedad espaola: para ganar la guerra era necesario hacer la revolucin. Como se sabe, esta opcin no era compartida por el resto de los grupos y partidos de la zona republicana, cuya posicin era exactamente la contraria. Los conflictos entre ambas opciones desgarraron a la Espaa republicana, as como al propio movimiento anarquista, alguno de cuyos lderes llegaron a formar parte del gobierno. Finalmente, en la primavera de 1937, la posicin de quienes pensaban que para ganar la guerra era necesario frenar las transformaciones revolucionarias se impuso. El final, polmico an hoy, del experimento anarquista solo fue el paso previo a la propia desaparicin del movimiento, debilitado en la confrontacin con el resto de los grupos republicanos y desarticulado trgicamente al concluir la guerra civil. El otrora poderoso movimiento anarcosindicalista espaol no sobrevivi al rgimen del general Franco. En primer lugar, sus estructuras clandestinas se mostraban, por su propia concepcin, altamente vulnerables a la desarticulacin por parte de la polica del rgimen, a la vez que escasamente eficaces para articular un

movimiento social de protesta, de modo que la CNT perdi buena parte de su ascendiente sobre trabajadores y campesinos. Adems, los cambios sociales que tuvieron lugar durante el franquismo algo debieron influir para desactivar la protesta radical del anarquismo, y orientar el comportamiento de su antigua base social hacia formas de negociacin, todo lo conflictiva que se quiera, pero negociacin finalmente, con el Estado y el capital. Entre otros cosas, el generalizado proceso de secularizacin no pudo no afectar a una ideologa que, como se ha sealado con acierto Jos lvarez Junco, tuvo en Espaa intensas "reelaboraciones de (...) mitos escatolgicos que haban alimentado la tradicin judeo-cristiana desde haca milenios". Sin embargo, el ideal anarquista no se extingui del todo, ni en Espaa ni en otros lugares. Conoci una forma reelaborada a finales de los aos sesenta - con otros objetivos, con otras negaciones, entre ellas la de la supremaca de la razn, uno de los principios del viejo anarquismo - y an hoy se manifiesta parcialmente en algunas opciones polticas como Die Grunnen, en Alemania. Asimismo, en el mbito acadmico, la especulacin sobre las posibilidades de una sociedad autorregulada y carente de cualquier forma de coercin se ha mantenido en el tiempo. Propuestas como la de Herbert Marcuse, tambin en los aos sesenta, a la que siguieron una serie de aportaciones en torno a las posibilidades de un marxismo libertario, o las ms recientes de Michael Taylor ilustran la fuerza que la reflexin sobre el ideal de la emancipacin plena ha tenido en el pensamiento poltico contemporneo. Es probable que, de un modo u otro, con otros contenidos y otras expectativas, el anarquismo o algunas de sus ideas motoras - la autogestin poltica - conozcan cierto renacimiento en el futuro: no en vano, carente la democracia de alternativas polticas crebles, el debate gira ahora en torno a la calidad de la democracia, a como hacerla ms democrtica. Y ah, sin duda, el pensamiento crtico de inspiracin anarquista algo tendr que decir.

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