Epistemologia
Epistemologia
Epistemologia
!u vamos a ver: "Cu#les son los primeros pasos cuando nos planteamos una investigacin social$% "cmo pensamos el ob&eto de investigacin$. 'u( papel ocupa la e)periencia de e!uipo de investigacin en el proceso% cmo se incluyen las teoras y los saberes. En !u( sentido es *til el concepto de estructura social para construir el ob&eto de investigacin% cmo podemos aprovec+ar la comple&idad y la incertidumbre !ue depara toda investigacin. , para terminar% "cmo integramos el +ec+o de ser observados% adem#s de ser observadores$
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resulta e)tra.o puesto !ue el proceso de aprendiza&e 4desde la escuela a la universidad5 se caracteriza por sumar in-ormaciones compactas !ue no admiten muc+as aportaciones 6e)cesivamente7 personales. En la mayora de las ocasiones acudimos a las -uentes sin un planteamiento previo del problema !ue !ueremos tratar y% como resultado de ello% todas las aportaciones parecen v#lidas% como si parti(ramos de cero. l -inal% nos encontramos ante una -uerte acumulacin de autores% de teoras% !ue son muc+as veces las responsables de la de-inicin de 6nuestro7 ob&eto% cuando lo m#s apropiado sera partir de las preguntas !ue nos suscita el ob&eto y con ellas acudir a las -uentes en busca de respuestas. De lo contrario% corremos el riesgo de repetir lneas de investigacin ya abiertas y desestimar nuevas vas de an#lisis. 8or!ue nuestro ob&eto plantea las primeras dudas y por!ue sin unos interrogantes previos% es muy di-cil a-rontar cual!uier lectura 9y son muc+as las !ue +abremos de tener entre manos1 para poder aprovec+ar bien sus aportaciones. Estos procedimientos apresurados tienen sus e-ectos sobre la -orma de indagacin2 y se re-le&an en el dise.o de una investigacin% especialmente en sus -ases 4de-inicin de ob&eto% +iptesis% dise.o del traba&o de campo% recoleccin de datos y conclusiones5% como si cada una de ellas tuvieran una identidad singular separada de las dem#s% respetando% eso s% un ciclo cronolgico: superada la primera% se emprende la siguiente sin establecer cone)iones entre ellas. Esto e)plica !ue% ante la progresiva especializacin del conocimiento% resulte m#s di-cil -recuentar otras disciplinas y autores !ue no est(n comprendidas en nuestra especialidad% aun!ue sean pertinentes para esclarecer el ob&eto de investigacin. Mientras !ue% en las ciencias e)perimentales% una teora va ligada a una e)plicacin emprica% en las ciencias sociales% a menudo% se +a separado conocimiento terico de conocimiento aplicado. nte una demanda de investigacin% !uedamos emplazados a mostrar al cliente lo me&or !ue tenemos: nuestro o-icio t(cnico% siendo +abitual !ue los proyectos de investigacin presenten% por una parte la teora y% por otra% la metodologa. 8or estas razones% lo m#s di-cil es trazar bien las cone)iones entre teora 9la !ue me&or d( cuenta del tema de nuestra investigacin1 y la metodologa% eligiendo a!uellas t(cnicas m#s pertinentes para obtener in-ormacin del ob&eto de investigacin.
Este es!uema no es casual si tenemos en cuenta !ue nuestro sistema escolar e% incluso el universitario% se +a es-orzado m#s en medir nuestra capacidad de memoria y de sntesis% !ue el proceso de re-le)in y descubrimiento. Las pruebas ob&etivas sobre el conocimiento 9los e)#menes1 +an estimado m#s relevante el e&ercicio de memoria% !ue las aportaciones personales. De e)istir (stas% !uedaban ba&o el ttulo del comentario% claramente di-erenciado del te)to principal. 1 22 1
monoparental% es cierto !ue la de-inicin del ob&eto a-ecta todo el proceso: desde las +iptesis +asta el dise.o metodolgico5. sumir !ue se toman decisiones implica detener el relo& pr#ctico% para 6mirarse7 tomando decisiones. ceptar !ue% como e!uipo de investigacin% asumimos un doble rol: como un e!uipo e)perto en el 6saber1 +acer7 y% sobre todo% como un e!uipo re-le)ivo. 2. Cuando +ablamos de re-le)ividad no estamos aludiendo al mero acto de re-le)ionar% sino a una operacin cognitiva !ue nos ayuda a pensar en nosotros como su&etos de conocimiento. Dic+o en otras palabras% la re-le)ividad opera cuando marcamos una distancia con el !ue+acer inmediato y nos 6vemos7 desde -uera tomando decisiones. En de-initiva% nos 6observamos7 de-iniendo el ob&eto de investigacin. ludiendo al e&emplo anterior% nos veramos pregunt#ndonos: "por !u( optamos por la categora 6problema7 o por la categora 6recurso7$. : bien% imaginemos una investigacin sobre &uventud%2 el primer planteamiento 6re-le)ivo7 radicara en saber "!u( pensamos cada uno sobre el tema a tratar% !u( teoras ser#n las m#s adecuadas para pensar nuestro ob&eto de estudio$ :% por el contrario% concentramos m#s energa en plani-icar el dise.o o la plani-icacin del traba&o de campo. ;. La re-le)ividad de un e!uipo de investigacin representa una e)celente oportunidad para a-rontar discrepancias% dudas% o bien% lograr consensos respecto al ob&eto de investigacin. 8ero no consensos !ue sur&an de las prisas% sino de una discusin !ue posibilite 6verse a s mismo7 tomando decisiones 4por e&emplo% darse tiempo para debatir las razones !ue llevan a decantarse por un dise.o metodolgico sobre otro5. Sin embargo% la re-le)ividad de un e!uipo de investigacin suele !uedar del lado de la buena voluntad% puesto !ue los plazos de entrega son una tirana !ue act*a en contra. De a+ la premura por -ormalizar el ob&eto de investigacin. <o en balde los cient-icos sociales nos +emos es-orzado m#s en comprobar la validez de los instrumentos de medicin% !ue en observarnos actuar en el proceso de investigacin. Como tampoco es una costumbre detenerse a pensar en 6cmo se va leer7 un in-orme de resultados una vez !ue (ste +a sido entregado. =. 8ara !ue dedi!uemos alg*n tiempo a re-le)ionar 6sobre nuestra -orma de pensar7% es necesario desear +acer un +ueco en el engrana&e operativo. >na investigacin es demasiado comple&a como para eludir el debate interno y precipitarse en la depuracin t(cnica. un!ue esta intencin sea lgica% puesto !ue la parte emprica no slo concita acuerdos 4todo el mundo 6sabe7 de metodologa5% sino !ue proporciona las me&ores credenciales como portadores de un o-icio. "'ui(n no reconoce a los me&ores t(cnicos en esta -ase de la investigacin$% se trata de una actividad codi-icada y organizada. 8oseer esta +abilidad reporta el bene-icio de la certeza: se sabe hacer y% sobre todo% de esta competencia, surge el certi-icado de saber hacer ciencia. l atribuirnos el papel de e)pertos nos investimos ; de cient-icos. Ese saber hacer tiene un e-ecto acumulativo y% por !u( no decirlo% provee de un ritmo cercano a la e-iciencia%
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>n e)celente e&emplo de re-le)ividad% asumiendo la comple&idad !ue conlleva toda de-inicin de ob&eto% lo aporta Enri!ue Martn Criado en su libro 8roducir la ?uventud. ; El t(rmino investido% signi-ica !ue se recibe una posicin% un papel% un estatus% en una suerte de vestimenta 9 -uncin1 !ue est#s encargado de llevar% -unciones tanto m#s visibles% cuanto m#s elevado es el puesto !ue se ocupa en la estructura social. 1 22 1
propio del !ue controla el terreno de la metodologa y la t(cnica. Estas son -unciones especializadas% cuya aplicacin lleva consigo% adem#s de unos resultados% la capacidad de proporcionarnos un sentimiento de certeza muy grati-icante. 'ueremos de&ar claro !ue no partimos de una renuncia al procedimiento cient-ico. <uestra intencin es subrayar la importancia !ue conlleva detenerse en el proceso de conocimiento. clarar las di-erentes posiciones y pensar 4re-le)ivamente5 sobre las mismas no representa una p(rdida de tiempo% sino una -orma de introducir la e)periencia del e!uipo de investigacin para no permanecer inmunes ante la e)periencia de los dem#s: los su&etos !ue con-orman nuestro ob&eto de investigacin =. 8or!ue de 0su1 experiencia !ueremos rescatar la mayor in-ormacin posible para nuestro ob&eto de an#lisis
dorno 4y despu(s Cabermas5 se !ue&aba de la insistencia en separar ciencia y e)periencia% y apostaba por el ideal de la dial(ctica% !ue no es otra cosa !ue concebir el mundo como una totalidad% algo concreto y no slo analtico. En suma% observar los procesos microsociales integrando en (stos los criterios interpretativos del e!uipo de investigacin !ue suma dos e)periencias: su saber -ormalizado y su saber cotidiano. @ Con este a-ortunado ttulo: La mirada cualitativa% Luis Enri!ue lonso nos o-rece un e)celente mapa de la perspectiva estructural1cualitativa. B , esta posicin no se resuelve apelando al uso de las t(cnicas. :bservamos investigaciones !ue% desde una metodologa cualitativa 4con sus correspondientes grupos de discusin% o entrevistas5% establecan un tratamiento de los resultados cercano a la matematizacin 4cuanti-icacin5. , nos congratulamos !ue e)istan estudios cuantitativos cuya aspiracin es interpretar% relacionar% para no caer en reproducir 9mediante 1 2; 1
8ara aclarar esto a*n m#s% presentamos un cuadro es!uem#tico !ue tiene dos -inalidades: l. Mostrar las di-erencias entre conocimiento terico 4epistemologa5 y conocimiento aplicado 4metodologa y t(cnicas5% di-erencias !ue no comportan una -rontera% puesto !ue ambas est#n estrec+amente relacionadas en el proceso de descubrimiento y de &usti-icacin de una investigacin. 2. Servir como gua de lectura del te)to !ue a!u presentamos% puesto !ue (ste se presenta dividido en dos partes. La primera% basada en relacin a los contenidos !ue se sit*an ba&o el epgra-e de epistemologa y la segunda parte% re-erida a la metodologa y las t(cnicas% utilizando como e&emplo slo una de ellas: el grupo de discusin.
'2-2'3%3$-+2 +$453'2 E8DS0EM:L:AE C'mo pe samos el o-.e!o "e i $es!i%a&i' %ateriales6 Fnuestra e)periencia Fnuestro saber 4logos5 Fla estructura social en la !ue investigamos
C'mo a-or"amos el o-.e!o Co (#/ )erramie !as "e re&o%i"a "e "a!os 7os perspectivas o procedimientos6 'uantitativa 'ualitativa $l cuestionario $l grupo de discusin .a )istoria de 8ida .a $ntrevista. >n observador !ue in-luye en lo !ue observa
La observacin
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explicar que lo primero que vimos en la c*mara !ue a un extranjero, porque evit*bamos pensar en lo que se complicara la investigacin si no !uera as. 9:ui"n teme al lobo; <arin /ossum
0odos tenemos acceso al conocimiento% pero (ste ser# cient-ico slo si se siguen unos procedimientos espec-icos. Dic+os procedimientos de-inen el m(todo cient-ico. , (ste debe a sus orgenes el siguiente supuesto: la naturaleza es observable gracias a su car#cter est#tico. nte este punto de partida% las metodologas !ue se desarrollan son de car#cter abstracto1matem#tico. Hasta recordar a Aalileo 9el primero en sentar las bases matem#ticas del universo% con su mec#nica racional1% o <eIton 9cuya nocin de -uerza% tambi(n sit*a las matem#ticas como la va regia de conocimiento1% +asta Hoyle% pionero en la e)perimentacin% cuyos instrumentos 9la bomba de agua1 ser#n aptos% no ya para estudiar% sino para interpretar lo !ue es la naturalezaJ.:peraciones cognitivas !ue vienen avaladas% desde el siglo KLDD% por una tecnologa e)perimental propia de una revolucin industrial centroeuropea% cuya traduccin metodolgica 4positivismo y neopostivismo5 va sedimentando una idea rectora del principio de conocimiento cient-ico: conocer e!uivale a traba&ar con +ec+os y procedimientos controlados empricamente. Sabemos !ue es di-cil mirar% como si !uera la primera vez% pero re-le)ionar ante la sorpresa de lo desconocido constituye la esencia del conocimiento. Conocimiento !ue no siempre surge de la e)perimentacin. 8or e&emplo Latour% en su libro -unca hemos sido modernos% re-iri(ndose a la epistemologa de Hoyle 4es decir% a su -orma de conocer5 nos dice !ue% en contra de lo !ue pudiera parecer% la bomba de agua es un arte-acto !ue no obedece slo a principios matem#ticos% sino !ue sigue la lgica de los procesos &udiciales. Lo mismo !ue 0+omas Cobbes% el autor de la teora del Estado% se gui por las reglas de c#lculo para articular su argumento en torno al contrato social.
Mernando Conde% muestra las races epistemolgicas de ambas metodologas% introduciendo datos muy sustantivos% como la aceptacin cultural del vaco 4el cero5 en el siglo KDDD. En 8erspectivas Metodolgicas: cualitativa y cuantativa en el conte)to de la +istoria de las Ciencias Sociales. En Delgado% M y Auti(rrez% M 4coords5 2NN=.M(todos y 0(cnicas Cualitativas de Dnvestigacin en Ciencias Sociales. Madrid. Sntesis. 4pp. @;1BO5. 1 2@ 1
l. <uestras de-iniciones como investigadores se -undamentan 9Ppero tambi(n se limitanQ1 en -uncin del sistema de lenguaje en !ue vivimos. ,a Mic+ael Moucault nos dio una leccin sobre lo !ue puede% o no puede nombrarse en cada (poca +istricaO. 2. La accin de investigar no puede eludir la -ase epistemolgica 46mi7 proceso de conocimiento% "cmo pienso el ob&eto$5. 8ara lo cual viene muy bien interrogarse sobre la relacin entre sujeto investigador el objeto de investigacin. 'u( ideas% nociones% creencias u opiniones% mantenemos respecto al tema de an#lisis. 8onerlas encima de la mesa precisa de un e&ercicio de re-le)ividad. ;. Es un buena pr#ctica revisar la in-ormacin !ue se desprende de a!uellas teoras con las !ue operamos% para ponerlas en di*logo con los datos obtenidos en el trabajo de campo. La teora no es un dogma al !ue reverenciar% sino !ue 1como toda construccin intelectual1 acepta cambios. >na teora siempre puede optimizarse gracias a los resultados de nuestros in-ormantes. =. La concepcin tradicional !ue de-ine al investigador como un analista ob&etivo 9e)terno a la 6realidad7 !ue estudia1 es una inercia misti-icadora del proceso de conocimiento. R+un% Royr(% 8rigogini% Lon Moerster% o Hateson% por citar slo a unos pocos% +an dado una vuelta de tuerca a este es!uema% proponiendo una re-le)in m#s ambiciosa: pensar cmo incide el observador en el !enmeno observado. De modo !ue cadu!ue la vie&a nocin de !ue la realidad est# a+: e)terna a nosotros. 8ara empezar a desarrollar el ovillo% empezaremos con el binomio e)periencia y saber% como se indica en el cuadro de epistemologa de la p#gina 2=.
Las palabras y las cosas% es una obra !ue da buena cuenta de ello. Cada da tengo la oportunidad de comprobar como se dise.an investigaciones% en las cuales la m#)ima prioridad radica en testar el instrumento de an#lisis% sin !ue el dise.o reco&a un propsito% una teora !ue e)pli!ue el ob&eto de estudio. 1 2B 1
objeto de investigacin a lo largo de todo el proceso es una buena estrategia para +acer -rente a lo !ue venga. <o +ay investigacin !ue no depare problemas% lo cual supone un estr(s suplementario en los investigadores. En estos casos no sirve negar las circunstancias% sino &ugarlas a nuestro -avor. postar por la contencin es una cosa% pero creer !ue somos capaces de adoptar el papel de ciborgs, es otra muy distinta. La compostura es una magn-ica estrategia y es imprescindible mantener los sentimientos bajo control para no inter-erir en la investigacin. 8ero esta posicin no se logra con disciplina% sino adoptando un rol re-le)ivo% es decir% poniendo sobre el tapete una discusin !ue clari-i!ue las di-icultades de la investigacin y lo !ue (stas signi!ican. 8or e&emplo% sabemos !ue las instituciones son reacias a ser investigadas 9aun!ue nos +ayan contratado para ello1% por ello interponen todo tipo de 6trabas7. >na vez !ue nos +emos !ue&ado 4entre nosotros% Pclaro est#Q5 es m#s -#cil interpretar !u( clase de obst#culos se activan ante el e!uipo de investigacin. Las instituciones tambi(n se e)presan a trav(s de sus negativas o de la constante rede-inicin de la demanda 4cada da se pide al e!uipo algo distinto5. Lo cierto es !ue una vez !ue empezamos a investigar% todo acontecimiento es una oportunidad de an#lisis23 para saber !ue e!ectos tiene nuestro objeto de investigacin en el *mbito donde se aplica. Los cient-icos sociales +allan en el transcurso de las investigaciones una serie de descubrimientos de car#cter provisional !ue luego devienen en datos m#s concretos% por!ue es evidente !ue la investigacin no es un proceso est#tico% sino !ue est# su&eta a cambios. Entre ellos% percibir el grado de in-luencia !ue los su&etos investigadores e&ercen sobre lo !ue observan. Es decir% admitir !ue toda posicin% desde un modelo de conocimiento% supone traba&ar con unas lentes a trav(s de las cuales se analiza la 6realidad7. , cada uno lleva ga-as distintas. 8or e&emplo% entre los psiclogos% unos siguen utilizando diagnsticos 4categoras como depresin% -obia% etc5 mientras !ue otros +an renunciado a estas categoras en su pr#ctica investigadora 4la perspectiva denominada psicoterapia breve% por e&emplo5. Si contamos con este binomio 4e)periencia m#s saber5% la realidad se torna menos lineal y ad!uiere mayor comple&idad. dmitir este supuesto nos otorga la venta&a de aprovec+ar% a 6nuestro -avor7% todo lo !ue depare el proceso de investigacin. Es decir% a!uellos datos no previsibles% con los cuales no se contaron pero !ue son pertinentes al tema !ue estudiamos y !ue surgen donde menos te lo esperas% ya sea al cierre de una entrevista% o en una nueva demanda !ue e)presa un cliente seg*n avanzan los resultados. Cual!uiera de ellas% le&os de provocarnos malestar% representa una in-ormacin !ue debemos llevar a nuestro terreno. Por ejemplo, en una investigacin se pactaron una serie de entrevistas con los internos de una prisin. $n principio todo quedo consensuado, posteriormente los t"cnicos >psiclogos educadores= quieren estar presentes, lo cual ,como ellos mismos saben( distorsiona los protocolos de la propia t"cnica. +enemos varias opciones, enzarzarnos en el plano de los contenidos 0discutir1 el procedimiento metodolgico6 recordar a 0otro1 experto en qu" consiste una entrevista >de antemano es una partida perdida6 est*s en su terreno=. 2 bien, analizar la relacin,
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En una investigacin para una Corporacin Local% la actitud de permanente control por parte del responsable de personal era una clara incomodidad para el e!uipo% pero tambi(n evidenciaba claramente el signi-icado de &erar!ua !ue articulaba las relaciones laborales. 1 2J 1
para interpretar su posicin como una valiosa in!ormacin sobre la necesidad de controlar las !ases del proceso de investigacin. $s un hecho que, al trabajar en investigacin social, no cabe esperar situaciones estables, ni trabajos de campo ideales. Los su&etos observados 9el psiclogo de la prisin% tanto como los internos1 tambi(n observan nuestra labor. En de-initiva% son dos -ormas distintas de observacin: la del cient-ico !ue !uiere saber y la del su&eto observado !ue aporta sus percepciones. Cada uno e)+ibe sus razones y todas son legtimas% sin !ue deba establecerse una &erar!ua entre ellas. La di-erencia estriba en el cometido de las tareas. La nuestra: interpretar los resultados a partir de una teora !ue nos permita ir m#s all# de la mera descripcin. La tarea de los su&etos observados% sera 6+acer suyo7 el ob&eto de estudio y o-recernos toda la in-ormacin posible. El proceso de observacin no es lineal y no se lleva a cabo desde un espe&o unidireccional% desde el cual observamos lo !ue sucede en la +abitacin contigua. un!ue sera muy cmodo traba&ar con guantes de late)% lo cierto es !ue% como investigadores% compartimos conte)tos% lengua&es% +#bitos% creencias% tanto cuando observamos% como cuando somos observados.
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ob&eto de investigacin como un 6problema7% implica apostar por un dise.o y por una metodologa !ue se especialice en rastrear su 6origen7 4por e&emplo% el concepto 6-amilia desestructurada7 parece aglutinar la mayora de las causas !ue e)plican los ob&etos de investigacin relativos a la intervencin social% as como en to)icomanas% la 6primera vez7 1origen1 !ue se consume la sustancia representa una in-ormacin sustantiva5. <iTlas Lu+man muestra la salida a este es!uema lineal 4causa1e-ecto5 mediante el concepto de 6apertura7. La apertura consiste en intercambiar in-ormacin con el entorno. plicado a la investigacin% el entorno sera e!uivalente a los su&etos observados y al conte)to social donde operamos% es decir% a la parte emprica de la investigacin. En el transcurso de la misma% es preciso !ue la in-ormacin sea de ida y vuelta% admitir !ue los discursos de los su&etos pueden variar nuestros supuestos tericos% o modi-icar categoras para crear unas nuevas. s como% sumar nuevos elementos si (stos resultan claves para la investigacin 4durante la recoleccin de datos aparecen in-ormaciones nuevas nada desde.ables5. Desde una posicin abierta% es posible ampliar cuantas re-erencias tericas sean pertinentes para esclarecer nuestro ob&eto de investigacin 4incluso acudir a otras disciplinas5. La apertura supone un intercambio% y todo intercambio implica !ue las reglas de &uego pueden ser modi-icadas por las partes implicadas. 8ara a+ondar m#s en las relaciones !ue mantienen investigadores y su&etos in-ormantes% deberemos tener en cuenta !ue los observadores% son portadores de sus propios comportamientos y lengua&es% adem#s se atienen a sus reglas y nos muestran 6su7 visin del mundo% es decir% son autorre-erentes. 0odos los elementos de la estructura social 9incluidos% grupos e individuos1 est#n provistos de cdigos propios y% por lo tanto% son a&enos a 6nuestro7 sistema de categorizacin cient-ica. Esto signi-ica !ue los investigadores somos observados mientras !ue observamos. <uestra presencia puede ser todo% menos neutra. 8or eso% los su&etos reaccionan ante la novedad !ue representa un e!uipo +aciendo preguntas de distinta ndole. En otros casos% 6a.aden7 contenidos !ue no +abamos contemplado previamente. Por ejemplo, en una reciente investigacin, un cargo institucional mencion en la entrevista la necesidad de participar en las decisiones p?blicas. $sta re!lexin nos llev a una disciplina clave6 la ciencia poltica, porque de ella bamos a extraer conceptos como ciudadana democracia participativa, entre otros. $sto es un botn de muestra de lo que representa un di*logo entre datos las teoras que surgen si mantenemos la su!iciente apertura. El vie&o par 6sujeto de investigacin7 -rente a 6objeto de investigacin7% se +a !uedado obsoleto al representar una situacin de privilegio por parte de los investigadores% y donde pareca !ue los *nicos agentes activos eran los investigadores. Como si el ob&eto careciera de caractersticas propias 4autorre-erentes5 y se mantuviera a la espera de !ue los e)pertos di(ramos -orma a 6su7 realidad. Aaltung nos presenta un magn-ico e&emplo sobre la observacin. Los estudios sobre los primates superiores% indicaban como una re-erencia importante la agresividad de los gorilas mac+os% cuando este campo -ue estudiado por primatlogas% la cooperacin se revel como una nueva pauta de observacin. Aaltung se pregunta !ui(n +a cambiado% si los gorilas% o el punto de vista de los su&etos observadores. <o obstante% es previsible !ue los gorilas mantengan un comportamiento menos comple&o !ue los su&etos observados en el campo de la investigacin social.
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8ara +acer signi-icativo el acto de observar% debemos priorizar conocimiento -rente a m(todo% "ste ?ltimo se deriva del primero no al rev"s. La apertura 4o el intercambio de in-ormacin5 valida la de-inicin !ue propongan los actores sociales% sin creer !ue es una simple combinatoria de datos. 'ueremos entender desde !u( posicin +ablan y% sobre todo% cu#les son las condiciones sociales !ue -avorecen unos discursos% -rente a otros. Dnsistimos en esto por!ue otra de las normas !ue damos por sentadas% estriba en creer !ue los su&etos observados mantienen una clara sintona con nuestro proyecto de investigacin 4entienden per-ectamente desde las preguntas% +asta el sentido !ue subyace en ellas5. Esta presuncin se re-le&a al precipitarnos en traducir sus experiencias a nuestras categoras% sin esperar la aparicin de nuevas categoras% en -uncin de cmo de-inen los su&etos la realidad. Por ejemplo, la categora extradom"stica, surge de un discurso experto, ninguna mujer con un empleo retribuido nombra su ocupacin a trav"s de esta categora. 7e hecho, al utilizarla, es preciso explicar su sentido >adem*s de ser una categora que slo se aplica a la poblacin !emenina=.Por estas razones, sera m*s ?til anteponer la escucha a la b?squeda de ajustes con nuestro guin. Si nos ad+erimos a una posicin as(ptica correremos riesgos. 8rimero% colocamos en un lugar secundario a los su&etos in-ormantes% como si estos no tuvieran otro cometido !ue con-irmar o descon-irmar nuestras +iptesis. l traducir a 6nuestras7 categoras lo !ue los su&etos nos dicen obtenemos una in-ormacin redundante% mientras !ue si mostramos mayor apertura% posibilitamos nuevas perspectivas a la +ora de analizar los resultados de la investigacin. >n segundo riesgo sera caer en una suerte de 6denominacin de origen7 1donde cada cient-ico +ace valer su paradigma vali(ndose de sus propias categoras de an#lisis1 para movernos en terreno seguro. Sin embargo% tanto las +erramientas como las categoras deben ser -le)ibles% revisarse cuantas veces sea necesario para !ue den cuenta del ob&eto de investigacin. En suma% nuestros paradigmas% en vez de blindarnos% +an de servir para contrastar distintas -ormas de pensar: la de los e)pertos y la de los su&etos a estudiar. Es a la +ora del an#lisis cuando ganamos posiciones% por!ue nuestro cometido estriba en acudir a un marco terico !ue otorgue un sentido cient-ico a lo !ue estamos indagando. Por ejemplo, al entrevistar a mujeres que han su!rido maltrato, "stas introducen en sus expresiones re!erencias al amor, para explicar su permanencia en la relacin. -inguna in!ormacin es residual, m*xime cuando en nombre de un vnculo amoroso, se aplazan decisiones respecto a la denuncia. Pero siendo relevante, tambi"n es cierto que el amor, como categora, resulta ajena a muchas disciplinas, por lo que precisa estudiarse con m*s detenimiento. @na vez m*s, la direccin de orquesta la lleva el objeto de investigacin, corresponde al equipo de investigacin tomar buena nota del enunciado abordar otros modelos de an*lisis que den cuenta del !enmeno que estamos estudiando. $n esta !ase, tambi"n es importante saber lo que 0cada1 miembro del equipo cree que es el amor en una relacin de este tipo, porque de su valoracin depender*n las preguntas ,tanto en !orma de tem, como de enunciado lingAstico( que se dise#en en los instrumentos de recoleccin de datos. <o +ay !ue olvidar !ue traba&amos con lengua&es 4a pesar de !ue la suma de resultados de un tem sea un dato num(rico% (ste +a sido -ormulado mediante una -rase5. Esto implica
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contar con !ue nos en-rentamos a multitud de signi-icados% !ue no siempre guardan el mismo sentido para !uien pregunta% !ue para a!uel !ue contesta.
>n cuestionario sobre malestar docente !ue lleg al despac+o% inclua dos items sobre el sentido de la vida% sirvi(ndose de enunciados cuya -ormulacin% de +aberse ledo en voz alta por parte de su dise.ador% estoy segura !ue +abran revisado sus contenidos. Consultados otros compa.eros sintieron la su-iciente e)tra.eza como para sumarse al 6no sabe% no contesta7. Lo mismo podra decirse de algunas preguntas !ue se vierten en grupos de discusin o entrevistas% lo importante es detenerse a pensar !ue relacin marcamos con respecto a nuestro ob&eto de investigacin y% especialmente% con respecto a los su&etos !ue van a ser interrogados. 1 22 1
Sin embargo% y a pesar de la cancin de RiTo Leneno !ue dice: la experiencia es la prima hermana de la ciencia, (sta no siempre se introduce en el #mbito de investigacin. El pensador <iTlas Lu+man nos recuerda la valiosa in-ormacin !ue se obtiene a partir de la e)periencia% tanto de la vivida% como de la relatada. 0odo tipo de vivencias est#n repletas de incertidumbres% de situaciones ine)plicables !ue los individuos resuelven recurriendo a discursos sociales !ue aporten cierto sentido y estabilidad a su -orma de actuar. 8or eso% anticipamos !ue el inter(s !ue articula la perspectiva cualitativa se basa en indagar "a !u( discursos se recurre para decir lo !ue se dice$% o bien% "cmo modelan (stos las actuaciones de los su&etos$ Ese campo es el !ue nos interesa rescatar: el le %#a.e. $n numerosos estudios, que no vamos a citar para no incurrir en !ragmentaciones, lo habitual es pasar un cuestionario que ha sido validado contrastado en poblaciones mu distintas, especialmente en el caso de estudios internacionales, pas*ndose a realizar una traduccin literal de los items. Sin embargo, no basta quedarse en el vocabulario, sino preguntarse por las representaciones que se desprenden de las preguntas. @n sentido que puede variar de una poblacin a otra. .a salud reproductiva, por ejemplo, contempla la plani!icacin !amiliar como un indicador de bienestar, mientras que en aquellos lugares con una !uerte tradicin social religiosa, las mujeres se resisten a pensar que tener hijos es !ruto de una decisin personal compartida. $l resultado de esta comprensin nos aproxima al sentido de la maternidad, con lo cual debemos tomar buena nota de la 0particular1 experiencia de las personas que contestan, slo as 0adaptaremos1 las preguntas a los marcos de re!erencia de los sujetos que entrevistamos, al objeto de obtener la m*xima in!ormacin pertinente para con el objeto de investigacin. Los individuos precisan con-irmar sus percepciones% no slo a partir de su parecer% sino invocando 9insiste Lu+man1 a slidos re-erentes como la autoridad% o la costumbre. Es decir% a a!uellos -enmenos !ue la sociedad +a estipulado como puntos -uertes !ue de-inen 6la realidad7. Esta necesidad de 6apelar7 a un marco social !ue re-rende nuestras opiniones e)plica por!ue se siguen pautas sociales de manera recurrente. 'uiz#s por ello resulte tan di-cil establecer marcas personales !ue di-ieran de lo establecido. <osotros vamos a preguntar sobre lo que hacen% adem#s de interesarnos sobre lo que dicen. 8or!ue cada su&eto activa 9lo e)plicite o no1 un cdigo% un sistema de re-erencias desde el !ue se mueve. >n cdigo !ue bien se a&usta al deber ser 9m#s -iel a las pautas sociales1 o bien% un cdigo !ue di-iere de lo esperado% pero !ue en ambos casos sirven para &usti-icar sus acciones. Lo !ue a!u interesa subrayar es la importancia de apro)imarnos a su sistema de creencias% de sus percepciones y de sus posiciones. Sin embargo% conviene insistir !ue no traba&amos con su&etos aislados% o con sub&etividades particulares construidas desde la m#s estricta individualidad. Cerbert Mead nos aclara este espinoso asunto. El individuo no construye su identidad en un proceso aislado% sino de interaccin a partir de dos mecanismos de in-ormacin. 8rimero% la in-ormacin !ue proviene del propio su&eto 9de su e)periencia particular1 y% segundo% a!uella in-ormacin !ue obtiene del grupo social al !ue pertenece. Dndividuo y grupo mantienen una estrec+a relacin a partir de una intercambio de in-ormacin. 8ero +ay in-ormaciones con m#s peso !ue otras. >n grupo de re-erencia act*a como tal% por!ue nos devuelve una imagen de nosotros
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mismos !ue nos sirve para crear una identidad. 8or e&emplo% un rol no podra e&ercerse si no se comprobara !ue se act*a de acuerdo a unas normas sociales comunes. l a&ustarnos al guin los grupos de re-erencia22 nos devuelven una imagen sobre nosotros mismos !ue convalida nuestra actuacin. Sabernos seme&antes nos proporciona una identidad social. 8or eso convine recordar% como apunta Hourdieu% !ue el su&eto !ue +abla no lo +ace a ttulo personal% sino !ue es portavoz de un discurso social. un!ue para cada uno la realidad parezca estar 6-uera7% lo cierto es !ue todos los individuos mantienen su punto de vista emocional% intelectual% tomando como re-erencia el #mbito social en el !ue +abitan. Es por ello% !ue aun!ue +ablemos de visiones particulares% u opiniones% esto no implica !ue los es!uemas cognitivos de cada individuo no le deban sus contenidos a la sociedad !ue les +a tocado vivir. Si nos !ueremos apro)imar a este terreno% es preciso otro ingrediente clave para la investigacin social: el lengua&e. <o +ay otro modo de analizar el discurso social !ue trav(s de los discursos de los su&etos% en cual!uiera de sus modalidades de discurso: poltico% de opinin% institucional% religioso% etc(tera. 8ero si lo !ue buscamos es !ue nos den su opinin sobre 6nuestro7 ob&eto de investigacin% no +ay nada me&or !ue recurrir a su e)periencia. Dado !ue la e)periencia se va ad!uiriendo a lo largo de la biogra-a del su&eto en una combinacin entre lo general y lo espec-ico% entre lo com*n y lo particular% en una sucesiva con-irmacin o negacin de lo aprendido% dependiendo de las circunstancias biogr#-icas. nosotros nos interesa saber cmo se -orma la e)periencia a partir de ese apasionante engrana&e entre lo individual y lo social. pro)imarnos a sus signi-icados pasara por registrar 9simult#neamente dos elementos: lo !ue los su&etos +acen 4su accin5 y lo !ue los su&etos dicen 4su discurso5. $n una investigacin sobre discriminacin laboral en una ciudad industrial del sur de %adrid, el cuestionario mostr que el CD E de los empresarios se mostraban con!ormes a la contratacin de mujeres. $n cambio, a partir de una observacin directa en una serie de empresas del distrito industrial, pudimos constatar cmo los empresarios explicaban determinadas ramas de actividad, cu as competencias parecan ajustarse con caractersticas estereotipadas de lo que supone el trabajo masculino6 !uerza, dureza del trabajo, disponibilidad de tiempo. $stas mani!estaciones !ueron mu relevantes para saber cu*l era el prototipo de 0trabajador1 que operaba como un requisito dentro de la cultura interna de la empresa.
este conglomerado de su&etos% !ue no tienen !ue conocerse necesariamente% lo denomina Mead el 6otro generalizado7Mead% A.C. 42NJ25. Espritu% 8ersona y Sociedad. Huenos ires. 8aids. 1 2; 1
me&or recurso !ue interesarnos por su cotidianidad% para saber cmo act*an y a partir de !u( motivaciones. Dnteresarse por sus posiciones implica preguntar por lo !ue +acen. 0eniendo en cuenta !ue no guarda el mismo sentido una accin% desde el punto de vista de !uien la lleva a cabo% !ue para a!uel !ue la escuc+a% pero al mismo tiempo% esta distancia nos da una importante venta&a: combinar en el an#lisis los enunciados 6particulares7 y a!uellas teoras !ue nos permitan interpretar lo dic+o. Con estos elementos lograremos nuestro ob&etivo: estudiar los !enmenos sociales ,tal como son de!inidos( por el discurso de los sujetos. pro)imarnos a lo !ue 6+acen7 los su&etos es de vital importancia para nuestro modelo de investigacin% por eso -acilitamos !ue nos 6cuenten7 sus motivos o simplemente nos describan sus acciones p*blicas y privadas. En las pr#ctica cotidianas es donde se visibiliza una suerte de 6plebiscito cotidiano7% en palabras de Miguel Heltr#n2;% donde se re-renda% o rec+aza% lo !ue la sociedad recomienda como pautas a seguir. 8or estas razones% buscamos !ue los su&etos nos narren sus pr#cticas cotidianas !ue% son por de-inicin% pr#cticas sociales. Cacerles +ablar sobre las representaciones !ue ponen en &uego a la +ora de emprender sus acciones es lo !ue &usti-ica unas t(cnicas de investigacin basadas en la conversacin. 8or e&emplo% contraer matrimonio% no siempre va ligado a una decisin% sino a la ad+esin +aca un ritual con el !ue se coincide en grados muy relativos. :btener los discursos de los su&etos sobre el sentido !ue dan a sus acciones% nos o-rece una valiosa in-ormacin sobre la e-ectividad de las reglas sociales% as como los cambios !ue registran sus contenidos% datos relevantes en cual!uier ob&eto a estudiar en el campo de la investigacin social. 'ueremos por eso insistir !ue aun!ue tratemos con individuos% es su car#cter de individuo portavoz de lo social% lo !ue nos interesa rescatar. 8or!ue como su&etos combinamos la repeticin de normas% creencias y actitudes% con la e)periencia singular !ue aporta la propia biogra-a. Seproducimos la vida social y% a la vez% la modi-icamos. Si bien% e)iste una tendencia a la repeticin% tambi(n es verdad !ue (sta reproduccin de lo social% coe)iste con acciones individuales !ue alteran el guin. 8or e&emplo% las primeras pare&as de +ec+o tuvieron !ue dar m#s de una e)plicacin sobre su conducta% adem#s de no ser legitimadas como tales% +asta !ue este tipo de convivencia se +ubo e)tendido como pr#ctica social 4aun!ue siguen sin +omologarse% por e&emplo% no suelen recibir un regalo por iniciar una convivencia% al carecer del ritual de intercambio !ue se produce en las bodas convencionales5. Este caso sirve para subrayar la importancia de interesarnos tanto por los discursos% como por las acciones de los su&etos% por!ue a trav(s de (stas logramos recoger las representaciones !ue evocan distintos -enmenos sociales cuando estos se traducen en pr#cticas concretas: grupales% institucionales% culturales. Por ejemplo, en relacin a organizaciones, tuvimos la oportunidad de trabajar con el personal de en!ermera de un centro sanitario. 2bservamos que, junto a sus tareas pro!esionales, emerga un discurso de insatis!accin en el trabajo, re!erido a la !alta de valoracin de la pro!esin de en!ermera. Por una parte, estaba la adhesin a la
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La estructura social 9tomando como e&emplo una pieza musical1 incluira todo lo !ue conlleva la creacin de una pieza musical% su partitura% el compositor% el piano% la grabacin de un disco +asta la ad!uisicin y degustacin de la pieza. En suma% 6algo com*n a todas las -ormas por la !ue +a pasado la m*sica7. Siguiendo este e&emplo de Leac+% Miguel Heltr#n nos o-rece un espl(ndido artculo% tanto en la recopilacin% como en su propia interpretacin de la estructura social% ba&o el ttulo Sobre la nocin de estructura social. En Sevista Dnternacional de Sociologa. nU ;3. Septiembre1diciembre. 2332. 1 2= 1
norma de la organizacin6 0decide el m"dico1 ,justi!icada en !uncin de un criterio como la cuali!icacin( , por otra parte, emerga un discurso paralelo por parte de las en!ermeras6 0 o tengo ma or trato ,in!ormacin( con el paciente1. $sta escisin a!ectaba a la operatividad de la organizacin las conclusiones de las entrevistas nos llevaron a otros indicadores no previstos en el pro ecto, aquellos ligados a la toma de decisiones al concepto de cuidado. $lementos que no hubieran podido explicitarse con otros instrumentos de recogida de datos, como el an*lisis de puestos de trabajo, o una escala de satis!accin del puesto. $n suma, lo que se desprendi del estudio no se presta a objetivarse en una primera aproximacin al objeto de investigacin. Las organizaciones no est#n al margen de la sociedad% como tampoco los e!uipos de investigacin. 8ara seguir mostrando !ue es imposible 6mirar los toros desde la barrera7 vamos a presentar el concepto de estructura social% por!ue decir sociedad resulta insu-iciente. En cambio% la estructura social nos ayuda a entender me&or nuestra posicin como investigadores en lo !ue se re-iere a cmo con-iguramos las -ormas de conocimiento.
Huscar la m#)ima in-ormacin es el propsito de toda investigacin. , para cumplirlo es m#s *til acudir a a!uellos modelos de an#lisis !ue no tomen a los individuos% grupos% o instituciones como si (stos -ueran entes separados% sin cone)in entre ellos. 8roceder -i&#ndonos m*s en las relaciones !ue en el vie&o es!uema causa1e-ecto% supone comple&izar el ob&eto de investigacin. "'u( signi-ica esto$: bordar cuantos cambios sean necesarios a medida !ue recogemos in-ormacin. Siempre +allaremos alguna in-ormacin inesperada 1algo +abitual en el traba&o de campo1% pero estimar su importancia depende de nuestra apertura. "<os preguntamos si es relevante para el ob&eto de investigacin$% o bien% "somos tan -ieles a nuestro dise.o !ue esta in-ormacin corre el riesgo de pasar inadvertida$. En vez de eludir la incertidumbre% debemos contar con ella% dado !ue en investigacin social traba&amos con su&etos y% es previsible !ue sus distintas percepciones salgan a la luz. 8or!ue cada individuo se +ace portavoz de la sociedad en la vive a 6su7 manera.
<o entramos a!u en posiciones estructuralistas de signo lingVstico% o en el debate entre estructuralismo y -uncionalismo. Lo *nico !ue !ueremos mostrar son las implicaciones !ue supone compartir par#metros sociales. 1 2@ 1
descriptivo% implica operaciones de conocimiento 9por eso lo +emos trado a!u1. Entre ellas% -i&arnos tanto en los elementos !ue componen la sociedad% a la vez !ue prestar atencin a las relaciones !ue se establecen entre ellos. En el campo de la investigacin supone -ocalizar el ob&eto de estudio con dos lentes. 2. >n zoom. Cuando nos acercamos a 6cada7 elemento !ue con-orma el mapa social a nivel micro social. :bservando los di-erentes elementos !ue me&or de-inen la estructura social% est#n las instituciones 9de ndole poltica% cultural% e +istrica1% m#s los individuos 9o grupos1 sin los cuales no se entenderan (stas. 2. >n gran angular. Cuando a pasamos a una observacin a escala macro social% -i&#ndonos en las 6relaciones7 !ue se establecen entre los distintos elementos !ue con-orman la sociedad. Las relaciones cuando son constantes% es el signo !ue me&or de-ine el concepto de estructura. 0odo ob&eto de investigacin social tiene este doble en-o!ue% micro y macro. El concepto de estructura nos obliga a realizar dos operaciones: detallar y relacionar. <o es posible pensar en ning*n elementos de la sociedad !ue ad!uiera sentido 6al margen7 de sus relaciones con otros elementos !ue le son a-ines 4o antagnicos5. En este marco debemos inscribir nuestro ob&eto de investigacin. Por ejemplo, este es el esquema que sigue /oucault, cuando en su an*lisis de la sexualidad, m*s que estudiar la historia de las consecutivas pr*cticas sexuales, aislando unas de otras, pretende descubrir las conexiones entre la vida poltica, cultural social que explica porque estaba prohibido desear, o pensar en algunas !ormas de relacin sexual los intereses sociales que sub acen en la disciplina de uno mismo con respecto a su cuerpo. El concepto de estructura social posibilita una lectura del con&unto de elementos !ue +emos considerados claves en nuestra investigacin% a la vez !ue sirve para detectar a!uellas relaciones !ue se producen entre ellos. En suma% permite pasar de lo general a lo particular 9o dic+o de otro modo1 observar la parte y el todo. Por ejemplo, los discursos ,como el poltico el religioso( se condicionan mutuamente, bien para re!orzar posiciones, o para di!erenciarlas. Faste recordar su implicacin en la educacin, que va m*s all* de un debate sobre asignaturas. 3denti!icar a sus portavoces, las lneas maestras de sus argumentos, o los intereses que de!ienden son puntos de an*lisis que aportan una rica in!ormacin. B una vez visualizadas estas relaciones, nos interesa saber qu" e!ectos tienen las mismas en un entramado m*s global. $s decir, si existe, o no, coincidencia entre los discursos polticos religiosos en el sistema educativo qu" e!ectos tiene en las creencias, los mitos, o los comportamientos sociales. Le&os de despe&ar un elemento 9operacin +abitual cuando de-inimos un ob&eto de estudio1 es conveniente !ue en esta primera -ase de conocimiento% no tratemos nuestro ob&eto como si (ste estuviera aislado% sino analizar las cone)iones !ue cada una de las dimensiones de nuestro ob&eto debe a otros elementos sociales. De esta manera obtendremos una primera visin de nuestro ob&eto de an#lisis% con una perspectiva m#s global !ue nos permite visualizar cmo se
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constituye un todo. >na vez analizado este plano% podremos pasar a la segunda -ase: relacionar. , sobre este mapa de cone)iones% nos !uedaremos con a!uellos elementos !ue sean los !ue me&or de-inen nuestro ob&eto. : dic+o de otra manera% procederemos a la eleccin de la muestra. 8ara acercarnos al an#lisis de los elementos y sus respectivas interacciones e)iste una va sumamente -ruct-era: el lengua&e. <o descubrimos nada nuevo si a-irmamos !ue la sociedad se articula a trav(s del lengua&e. 8or e&emplo% podra parecer !ue las instituciones 6no +ablan7% sin embargo% se e)presan a trav(s de sus normas% costumbres% o reglas !ue act*an los individuos !ue se incluyen en ellas. 8reguntarles a (stos en un conte)to de interaccin 4como el grupo de discusin5 es una va de acceso para conocer la naturaleza de cada elemento. El orden social es demasiado comple&o como para ser interpretado slo desde un discurso experto% analizar su din#mica supone conversar con los su&etos% por!ue no se mantiene ninguna sociedad sin su&etos !ue repitan% amplen o disientan de las pr#cticas sociales. ?es*s Db#.ez recordaba !ue la vida social se reproduce a trav(s de conversaciones. Conversaciones !ue obedecen a un intercambio regulado% donde adem#s de la comunicacin% la vida social incluye lo !ue puede o no puede decirse.
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8ara seguir avanzando diremos !ue los elementos de la estructura social% podran identi-icarse me&or% si los clasi-icamos como materiales e inmateriales. Sabiendo !ue est# divisin slo es *til para poder entenderse% por!ue ninguno puede analizarse por separado. . Los elementos materiales son a!uellos -enmenos m#s -#ciles de localizar% por la -acilidad !ue supone constatar su e)istencia. Se podran de-inir tambi(n como a!uellos +ec+os susceptibles de identi-icarse como 6ob&etivos7. Por ejemplo en una investigacin sobre la maternidad, vista la investigacin como proceso, !ij"monos en un elemento material como sera la opcin de la anestesia epidural. @na t"cnica que se aplica en intervenciones quir?rgicas, entre ellas el parto. H. Los elementos inmateriales seran a!uellos !ue% por su naturaleza% puedan aludir a -enmenos menos tangibles: costumbres% reglas implcitas% lengua&es. En suma% todos a!uellos elementos !ue remitan a la 6sub&etividad7 del ob&eto !ue !ueremos estudiar. Por ejemplo, la anestesia epidural, adem*s de una t"cnica biosanitaria, ha supuesto un debate dentro la organizacin sanitaria, sobre cmo se administra ,situaciones impensables en otras anestesias( si ante la demanda de la paciente o bajo prescripcin !acultativa. B, por otra parte, la aceptacin de las pacientes, tambi"n implicaba, en sus comienzos, quebrar el mito de la maternidad ligada al dolor. Si tuvi(ramos !ue de-inir un ob&eto de investigacin tendramos presentes las dos opciones% la primera 4opcin 5 sera la m#s -recuente% ya !ue tendemos a 6centrarnos7 en las partes m#s visibles del ob&eto y por lo tanto m#s -#ciles de -ormalizar. lgo lgico% dado !ue resulta m#s costoso rastrear cambios en la concepcin de la maternidad a partir de mitos% u otros elementos inmateriales. 8ero !ue nos -alte entrenamiento en este tipo de observacin% no implica !ue estos elementos no sean tan relevantes como los materiales. En los preliminares de la investigacin recomendamos 9este te)to no de&a de ser una propuesta1 !ue% a la +ora de de-inir nuestro ob&eto de estudio% se a.adan cuantos elementos resulten pertinentes% tanto materiales e inmateriales. >na vez !ue +emos detallado cada uno% pasemos a establecer relaciones entre ellos. Cacerlo de este modo% implica aceptar la comple&idad del ob&eto de investigacin al plasmar todos los elementos !ue le son pertinentes. 8osteriormente y en el marco de una discusin de grupo% 6seleccionaremos7 a!uellos en los !ue vamos a centrar nuestra atencin% por!ue de todo no se puede tratar% pero es cierto !ue +emos abordado una lectura global de nuestro ob&eto !ue nos permite &usti-icar nuestras elecciones. Sesumiendo% dos seran los pasos a e&ecutar: 2. Encuadramos nuestra investigacin en el marco de una estructura social% dado !ue +acemos investigacin social. 2. Mostraremos a!uellos elementos !ue est#n asociados al tema !ue estamos tratando para establecer% a continuacin% de !u( tipo son las relaciones entre ellos.
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;. 8ara -inalizar% de-inimos el ob&eto slo con a!uellos elementos !ue constituyan el centro de nuestro inter(s 4seleccionamos a!uellos en los !ue vamos a centrarnos5. Leamos un e&emplo. l. $jemplo de objeto de investigacin6 la organizacin del tiempo de trabajo en la negociacin colectiva. /ase A >elementos materiales=6 +rabajar la organizacin de tiempo de trabajo incluira aquellos elementos que mejor pudieran contrastarse, o que resulten m*s visibles por parecer m*s 0objetivos16 horas trabajadas, jornadas de trabajo, tiempos tipos de actividad, an*lisis de convenios >horas extras, tipos de contrato, entre otros ejemplos=. /ase F >elementos inmateriales=6 $ntre los elementos inmateriales, m*s ligados a las costumbres, a las percepciones, tendramos presente las relaciones que el tiempo productivo tenga con otras instancias6 tiempo privado, tiempo de ocio, tiempo donado >voluntariado=, entre otras. As como los e!ectos que tienen los sistemas de control del tiempo de trabajo, o los argumentos que se dirimen en la negociacin colectiva en relacin a la organizacin del tiempo. Al ser nuestro objeto de investigacin ,la organizacin del tiempo de trabajo( no incluir* todos, slo aquellos que den cuenta del !enmeno sobre el que queremos !ocalizar la atencin. "8or !u( motivos +acemos todo esto$ La respuesta es sencilla% si concedemos importancia a todos los elementos !ue componen cual!uier tema de investigacin social% estamos visualizando todos los -actores !ue entran en &uego y% aun!ue luego nos limitemos a traba&ar sobre algunos de ellos% lo cierto es !ue estamos anticipando re-le)iones !ue surgir#n en nuestros in-ormantes. Los su&etos 6no e)pertos7 no tienen -ragmentada la realidad y no responden a&ust#ndose a lo espec-ico de nuestro ob&eto% sino !ue se ubican en conte)tos m#s amplios de in-ormacin. De acuerdo con el e&emplo anterior% aun!ue nuestro inter(s aluda a la negociacin colectiva sobre el tiempo de traba&o% ser# -recuente !ue los su&etos liguen su respuestas a otros elementos del tiempo productivo 9sistemas de control% sanciones% absentismo laboral1 4o nos encontremos con la di-cil conciliacin entre vida laboral y -amiliar% si entrevistamos a traba&adoras5. Cabernos anticipado a estos datos% nos permite ubicarlos en el es!uema !ue +emos trazado al de-inir todos los elementos del ob&eto de investigacin% con la venta&a de saber cmo organizar esta in-ormacin para !ue no !uede aislada y desprovista de sentido. 2.3.2.2. Estudiar las relaciones entre elementos En investigacin social no podemos prescindir de la estructura social donde se enmarca nuestro ob&eto. <o sirve traba&ar con compartimentos estancos% sino !ue la in-ormacin es proporcional a la capacidad de observar las cone)iones entre los -enmenos sociales. De +ec+o% e)isten ob&etos de investigacin !ue no se e)plican por s solos si no se visualizan todas sus dimensiones. 8or e&emplo% las investigaciones sobre madres solteras no suelen incluir la -igura del su&eto masculino como in-ormante% sino !ue se sabe de su papel a
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trav(s de las mu&eres estudiadas. Esta omisin es un rasgo +abitual de las investigaciones en este campo% pero no es *nicamente imputable a los investigadores% dado !ue la estructura social est# repleta de tipi-icaciones sobre algunos grupos 4incluido el de madres solteras5. 0ipi-icaciones !ue se 6cuelan7 en las percepciones del e!uipo de investigacin. De +aberse contemplado todos los elementos !ue de-inen el ob&eto de investigacin 9teniendo adem#s una discusin en el e!uipo de investigacin1 el su&eto masculino no sera slo una re-erencia narrada por el colectivo a estudiar. Si +acemos una primera seleccin en una apresurada -ormalizacin% corremos el riesgo de no recoger toda la in-ormacin pertinente !ue rodea el ob&eto de investigacin. 8or e&emplo% las investigaciones sobre las drogas muestran sus resultados en -uncin del o&o observador !ue las mira. Los modelos m(dicos destinados a la prevencin de la droga% seleccionan cuatro elementos prioritarios para el an#lisis: prevalencia% sustancia% va de acceso y periodicidad de la recada. Elementos !ue podramos de-inir como materiales% por su -#cil constatacin% sin embargo% otros elementos inmateriales son tan relevantes como los anteriores. "cmo podra entenderse este -enmeno sin los ritos% la -uerza del grupo% o la relacin con el proveedor$ 4a-ectiva% en la mayora de las mu&eres to)icmanas5. >nos y otros est#n estrec+amente unidos y no pueden disociarse dependiendo de la observacin !ue +aga el su&eto e)perto. nalizando las relaciones entre los elementos de nuestro ob&eto ganamos en in-ormacin% y en comprensin del -enmeno !ue !ueremos describir. nalizar estas cone)iones depara otra venta&a para los investigadores% nos permite comparar a!uellos elementos !ue elige el sujeto 4y cu#les omite5 a la +ora de mantener su posicin respecto a lo !ue le preguntamos. Cual!uier seleccin !ue +agan los su&etos in-ormantes% nos permite re-le)ionar sobre la consolidacin de unas pr#cticas sociales sobre otras. Por ejemplo, cuando hemos hecho investigacin sobre el mercado laboral, partimos de que los individuos se desenvuelven dentro de un sistema que ellos no contribu eron a crear >la organizacin estaba antes que ellos=, pero que s est* en su mano introducir algunos cambios. .os re!erentes a los que aluden son nuestro material de an*lisis. 9:u" elementos ganan protagonismo en el discurso laboral; 9la jerarqua o la horizontalidad;. B siguiendo con estos elementos, qu" costumbres o met*!oras se utilizan para de!ender una posicin de autoridad. $n de!initiva, qu" discursos se activan a la hora de presentar cualquier argumento. %irando a la organizacin, tambi"n cabe preguntarse 9qu" tipo de sanciones arbitra la organizacin; 9cmo se administran las recompensas, las escalas de promocin;. +odos estos elementos !orman parte de lo que se denomina 0cultura de empresa1 , a partir de ella, puede detectarse los elementos materiales, como los inmateriales.. En las organizaciones los elementos inmateriales inciden con la misma contundencia !ue los materiales. El concepto cultura de empresa se basa en una serie de representaciones !ue la organizacin convalida mediante sus acciones. Cultura cuyas reglas no emanan de la empresa en singular% dado !ue en el marco de una estructura social% cada sociedad tiene unos signi-icados espec-icos ligados al concepto de traba&o. 2.3.2.3. Encuadrar los elementos -y sus conexiones- en coordenadas espacio temporales
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0odos los elementos de la estructura social son analizables en t(rminos de tiempo y espacio. Si resulta -#cil di-erenciar entre sociedades modernas y tradicionales% en investigacin social los par#metros de tiempo son *tiles para el an#lisis de nuestros datos. 0emporalizar sirve para establecer una &erar!ua respecto a la vigencia de los re-erentes sociales% y saber cmo estos son gestionados en la vida cotidiana de los individuos. El tiempo tambi(n est# presente en la parte terica con la !ue interpretamos los datos. Las teoras deben 6ponerse al da7.<o !uedan muy le&os% a!uellos 6serios7 diagnsticos de en-ermedad% o rigurosos an#lisis sobre desviacin social% cuyas categoras se aplicaban a opciones no +eterose)uales. l emprender una investigacin% todo ob&eto de an#lisis tiene antecedentes !ue conviene conocer. Debemos adelantar el relo& cuando una organizacin nos pide un estudio% averiguar cmo se +a gestionado la demanda o en !u( momento se e)plicita% resulta una in-ormacin muy valiosa para el e!uipo de investigacin. Es preciso poner -ec+a a las condiciones sociales !ue +icieron posible la emergencia de unos elementos de la estructura social% as como la caducidad de otros. Los su&etos !ue vamos a investigar tambi(n est#n inmersos en variables de espacio y tiempo: los +#bitos% las rutinas% o las reglas% necesitan transmitirse en condiciones de estabilidad. Es decir% +an de contar con un tiempo su-iciente para estabilizar sus de-iniciones. 0ambi(n se re!uiere tiempo para lograr el consenso de la mayora. 8or poner un e&emplo% uno de los elementos materiales de la estructura social% las instituciones% convierten el tiempo en una credencial 4e incluso% la antigVedad es un rango5. En otros casos% el tiempo se punt*a a la inversa% por e&emplo el mercado de traba&o acorta la edad pro-esional% siendo la &uventud un valor en s misma. 0emporalizar nuestro ob&eto de investigacin 4cmo se contemplaba antes% cmo es a+ora% y !u( como ser# en un -uturo pr)imo5 nos permite comprobar el peso de las tradiciones% la vigencia de las costumbres% o las di-icultades !ue aparecen al inaugurar nuevos comportamientos !ue no gozan del re-rendo social. Los espacios tambi(n son -uente de representaciones sociales y de-inen muy bien la estructura social en la !ue estamos inmersos. "dnde se va a desarrollar el traba&o de campo$ En un espacio normativo 4organizaciones% instituciones5% en un espacio in-ormal. <o estamos acostumbrados a pensar en las reglas del espacio y lo !ue este condiciona el desarrollo de la investigacin. Sin embargo% el espacio es m#s !ue un conte)to. Hasta pensar en las ciudades como los lugares responsables de la sociabilidad% escenarios del primer aprendiza&e social m#s all# de los estrec+os lmites personales. El espacio de la ciudad genera pautas culturales. Macilita las interacciones y% gracias a ellas se vuelven revisables ideas y conductas !ue coe)isten con pautas m#s rgidas% en una din#mica de cambio permanente. 8or eso el espacio rural mantiene reglas completamente opuestas% donde cual!uier cambio pugna con la tradicin. El espacio social reproduce sus reglas a trav(s de otros espacios% como el espacio de la organizaciones% donde resulta *til conocer su distribucin% o las representaciones !ue surgen cuando un e!uipo de investigacin 6invade7 su espacio para realizar el traba&o de campo. Como investigadores nos interesa saber cmo se negocian los espacios% desde la primera entrevista con el cliente 4en su territorio o en el nuestro5 +asta el lugar !ue nos reservan para abordar la parte emprica. 8or estos motivos% en investigacin cualitativa elegimos
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cuidadosamente el espacio donde se veri-ican las t(cnicas% especialmente los grupos de discusin. Sabemos !ue el espacio es otro agente !ue interviene en la investigacin. Como nos deca ?es*s Db#.ez% el espacio ecolgico alude a la disposicin de sillas% una mesa circular 9!ue evite las &erar!uas1 la disposicin de los participantes. 8ero sin olvidar otro espacio% el espacio semiolgico 4en el orden de los signi-icados5. Es decir% debemos tener presente !u( signi-icado se asocia con el espacio donde se aplicar#n las t(cnicas. ":ptaramos por un espacio !ue sea neutro o% todo lo contrario% aprovec+aramos lo !ue representa a -avor de la investigacin$. Por ejemplo, la universidad pudiera ser ?til para re!orzar el discurso de un grupo de amas de casa >consideradas inactivas en las macroencuestas de actividad=, o bien, la eleccin de un espacio in!ormal para convocar a jvenes, como participantes en un grupo de discusin. 2.3.2.4. Los elementos y la eleccin de la muestra La muestra se dise.a en -uncin de unos criterios de seleccin estructurales. Dic+o en otras palabras% la muestra se construye a partir de las relaciones de un n*mero determinado de elementos 4a!uellos !ue son pertinentes a nuestro ob&eto de investigacin5. En la perspectiva cuantitativa la muestra se dise.a e)trayendo a los individuos de la red de sus relaciones sociales% con la -inalidad de rescatar sus caractersticas comunes y en -uncin de ellas se agrupan. 4-orman parte de un subcon&unto5. Este subcon&unto debe representar% a su vez% un con&unto m#s amplio 4el universo5% mientras !ue en la perspectiva cualitativa los par#metros son otros. La muestra 4por entendernos5 se -orma a partir de las interacciones sociales !ue nos parezcan m#s relevantes para el an#lisis de los elementos. <o se toman individuos aislados% sino 6su&etos tipo7 como lo de-ine l-onso :rt2@ !ue me&or reproduzcan a!uellos discursos !ue den cuenta de nuestro ob&eto de estudio. Se incluyen a!uellos individuos !ue reproduzcan mediante su discurso relaciones sociales relevantes. 8or e&emplo% la vivencia del desempleo en las sociedades contempor#neas se agrava en -uncin de lo !ue representa el empleo% siendo (ste una de las principales credenciales de solvencia m#s e-icaces 4vivienda% status% o acceso a cr(ditos bancarios5. 8or eso% si analizamos el desempleo% como tasa% o como tendencia% sin identi-icar a!uellos lugares donde se genera un discurso de e)clusin% desestimamos una in-ormacin muy importante. 8or!ue los e-ectos del desempleo no se entienden igual% sin 6relacionar7 este +ec+o con los signi-icados sociales !ue concita 6tener una ocupacin7. El an#lisis de los +ec+os sociales 4tasa de desempleo% por e&emplo5% adem#s de respaldarse con una buena teora% precisa contar con el peso de las representaciones !ue circulan por la estructura social sobre el par empleoWdesempleo. La muestra estadstica se dise.a por e)tensin: se seleccionan tantas unidades 4o individuos +omog(neos5 !ue representen los elementos de un con&unto 4universo5. En cambio cuando decimos !ue la perspectiva cualitativa es estructural% !ueremos decir !ue el dise.o muestral2B sigue las siguientes -ases:
2@
6La apertura y el en-o!ue cualitativo o estructural: la entrevista abierta semidirectiva y la discusin de grupo7 En Aarca Merrando% M/ Db#.ez ? y lvira% M.42NON5 El an#lisis de la realidad Social. M(todos y 0(cnicas de Dnvestigacin Social. Madrid. lianza Editorial.. 1 ;2 1
2. Cabiendo tenido presente el en-o!ue estructural: los elementos y sus relaciones entre ellos% elegiremos a!uellos actores sociales !ue% por su posicin en la estructura social% me&or reproduzcan 1mediante su discurso1 las relaciones m#s notables de nuestro campo de investigacin. 2. En el dise.o de la muestra no priman los criterios propios del muestreo estadstico% es un muestreo estructural. Se tiene en cuenta m#s las relaciones 9!ue posteriormente se recoger#n en el grupo de discusin1 !ue las caractersticas individuales. ;. Se seleccionan posiciones discursivas% no individuos. <o son las variables sociodemogr#-icas las !ue marcan los criterios% sino a!uellos discursos !ue dan entidad al ob&eto !ue !ueremos estudiar.
En sntesis% la muestra se a&usta al ob&etivo de la investigacin cualitativa: analizar las pr#cticas de los discursos individuales% pero no en t(rminos -ormales 4estructuras lingVsticas% -on(ticas% o de contenido5% sino interes#ndonos m#s por las motivaciones% el sentido !ue los individuos otorgan a lo !ue +acen y 9cuando les preguntamos sobre ello1 obtenemos un discurso !ue es m#s !ue un te)to% es la va para conocer cmo se articula la realidad social.
2.2.
Cablar de m(todo cient-ico es algo m#s !ue +ablar de m(todos y t(cnicas% supone pensar en el lengua&e como instrumento de an#lisis. Dic+o esto% +ay !ue aclarar !ue somos deudores de una disciplina interesada en el estudio global de los lengua&es: la cibern(tica. >na ciencia especializada en el estudio de la comunicacin% pero desde todos a!uellos sistemas capaces de intercambiar in-ormacin: los sistemas biolgicos% sociales e in-orm#ticos. La cibern(tica% o el estudio de los lengua&es% tambi(n se +a -i&ado en el uso del lengua&e cient-ico2J% lo !ue nos lleva a preguntas muy interesantes. 8or e&emplo% "!u( e-ectos tiene el lengua&e e)perto$. Llevadas a la investigacin% podramos a.adir "cu#ntas veces se tiene en cuenta el cdigo del su&eto in-ormante$2O. :cuparse del 6propio7 lengua&e no es -#cil% supondra una revisin atendiendo a su comprensin% m#s !ue a la e)actitud de 6nuestros7 enunciados. Es preciso vigilar el uso de tecnicismos% dado !ue me&oran los resultados% cuando se emprenden cuantas modi-icaciones sean necesarias para lograr una buena interlocucin con los su&etos in-ormantes. Esto se traduce tanto en a&ustar el tiempo del cuestionario% como en pensar sobre el tiempo disponible del !ue contesta. Se-le)ionar sobre el lengua&e empleado supone adoptar una posicin constructivista2N. Es decir% tener presente cmo in-luyen las -ormas de nombrar las cosas en el intercambio de in-ormacin.
2B
Leremos la muestra con m#s detenimiento en la segunda parte 9Camaleones1 relativa a las t(cnicas% pero conviene anticipar algunos supuestos.. 2J . 8osicin emic y etic. Ler ne)o. 2O Muc+os investigadores reconocen !ue su cuestionario era e)tenso% di-cil de entender% en relacin a la poblacin encuestada% o bien desde nuestro campo% preguntas en un grupo de discusin% m#s cercanas al cdigo psicoanaltico !ue al guin de una investigacin social. <o preguntarse por los e-ectos del lengua&e% no depende de nuestras competencias t(cnicos% sino epistemolgicas. 2N 8erspectiva constructivista. Ler ne)o. 1 ;; 1
De todas las aportaciones de la cibern(tica% nos interesan a!uellas !ue se preguntan sobre el papel !ue &uegan los investigadores en el proceso de observacin.23 En de-initiva% saber cu#l es nuestra participacin en la de-inicin de la realidad a estudiar. Lo !ue e!uivale a decir: pensar en todo lo !ue implica el proceso de conocimiento. Aregory Hateson 4Pasos hacia una ecologa de la mente= -ue el primero en sacar -ic+a al preguntarse "desde !ue plano conocemos$. >na pregunta comprometida% sabiendo !ue la ciencia cl#sica se +aba caracterizado por contestar a este interrogante de&ando a salvo al su&eto observador: Estos eran sus principios: 2. 'ue el mundo real e)iste independiente de !ui(n lo observa% y por lo tanto es accesible al su&eto% precisamente por!ue es e)terno a la realidad. 2. 'ue el su&eto observador es un su&eto racional% lo !ue le asegura mantener una posicin e!uidistante con respecto a lo !ue observa. y% por supuesto% no incide en lo observado. ;. 'ue el su&eto observador no condiciona lo !ue observa% por!ue la ob&etividad se alcanza en virtud de los procedimientos cient-icos !ue se emplean para apro)imarse lo real. Si bien estos principio son aceptables en el campo de las ciencias naturales% cuando nuestro material de an#lisis son los discursos de los su&etos% tenemos enormes di-icultades para ser -ieles al guin. De entrada compartimos un lengua&e% y de salida los ob&etos !ue estudia la investigacin social ad!uieren un enorme grado de &omple.i"a"% pero "!u( !ueremos decir con comple&idad$ La teora de la comple&idad viene a redundar en la necesidad de acabar con el par ob&etividad y sub&etividad% poniendo el acento en el vnculo entre observador y realidad observada. Samn Samos22 nos ayuda a de-inir la comple&idad% precisamente a partir de lo !ue no es: 2. La comple&idad no es una propiedad !ue pertenezca al mundo real% sino !ue es una atribucin de los investigadores. >n concepto !ue surge de la comunidad cient-ica y !ue indica !ue la comple&idad depende m#s del observador y su conte)to% !ue de la denominada 6realidad7 en s misma. 2. un!ue pudiera parecerlo% lo comple&o no es e!uivalente a complicado. La complicacin remite a un tiempo extra de dedicacin para realizar una tarea% mientras !ue la comple&idad implica adoptar una posicin de incertidumbre ante el ob&eto de investigacin 4no lo s( todo sobre (l% a pesar de tener un rol de e)perto5.
;. <os emplaza a pensar qu" hacemos cuando en el transcurso de una investigacin surge una in-ormacin no esperada. De nosotros depende !ue sea un inconveniente% o bien la posibilidad de indagar sobre lo !ue +ay detr#s de un orden 6aparente7. !u si !ue nos volvemos detectives y buscamos !u( tipo de orden se oculta en la trastienda.
23
este inter(s% se le denomin cibern(tica de segundo orden. Cuando la investigacin se vuelve re-le)iva% es decir% se ocupa de pensar en la eleccin de los lengua&es y procedimientos !ue pone en &uego. 22 Samos 0orre% S. ?ano y el ornitorrinco: aspectos de la comple&idad social. En 8(rez1 gote 8oveda% y S#nc+ez de la ,ncera% D. 4eds5. 2NNB Comple&idad y 0eora Social. Madrid. Cis. 4pp: 2B;12335 1 ;= 1
=. .a complejidad es un orden oculto% aun!ue la sociedad se mueva 9aparentemente1 en -uncin de repeticiones y e!uilibrios. Lo importante es detectar la comple&idad de este orden !ue no emerge a primera vista22 . , "cmo se +ace$: sumando todas las in-ormaciones 4previsibles o imprevisibles5 para buscar sus cone)iones entre ellas. @. La comple&idad del ob&eto de estudio puede volverse ine)istente si traba&amos con de-iniciones cerradas% y la investigacin se convierte en una tarea !ue no admite sorpresas. 8or m#s competentes !ue seamos para -ormalizar ob&etos de estudio% esta +abilidad no est# re.ida con mostrarse receptivos a todo acontecimiento% +ec+o o comunicacin !ue sur&a durante la investigacin. Es pre-erible mantener una posicin abierta respecto a la in-ormacin. En vez de simpli-icar se trata de saber administrar la complejidad.
Los investigadores en-rascados en el dise.o% creemos !ue las operaciones de -ormalizacin nos asegura la distancia necesaria para garantizar la asepsia del procedimiento. El investigador se coloca como un su&eto !ue observa 6desde -uera7 a salvo de toda inter-erencia% a pesar de !ue en la de-inicin preliminar de su ob&eto de estudio +a colocado sus representaciones. PEs imposible +acerlo de otro modoQ% pero e)plicitarlo es el primer paso para no creernos a&enos al proceso de construccin de ob&eto2;. 2. La denominada observacin de segundo orden incluye en el acto de observacin analizar el papel !ue &uega el su&eto observador en la construccin de la realidad. Es decir% sus operaciones no se reducen a indicar un espacio pre-erente de an#lisis y desestimar a!uello !ue no sea pertinente al ob&eto% sino !ue nos obliga a observar cmo observamos 4siguiendo con el e&emplo anterior% argumentar el tipo de elecciones !ue de-inen la inmigracin5. 0rasladado a t(rminos concretos% una investigacin de segundo orden% implica !ue somos conscientes de la dependencia !ue se genera entre lo observado y qui"n lo observa. , le&os de negarlo% lo convertimos en una -uente de conocimiento. Con la misma intencin% Ernst Lon Alaser-eld% insiste en !ue no se puede separar -orma y -ondo% como tampoco observador y mundo observado. Ceinz Lon Moerster2= desmenuza el dispositivo de observacin% pregunt#ndonos desde !u( #ngulo se observa y !u( e-ectos tiene la observacin sobre lo observado. ,a desde el primer momento en !ue nombramos el ob&eto de estudio% esta de-inicin encierra un n*mero limitado de elecciones GH Setomando a Lu+man% en el propio de +ec+o de XelegirX !u( elementos incluimos en el ob&eto de investigacin% ya puede detectarse cierto grado de empata 4positiva o negativa5 con el tema a tratar. Como es lgico% en toda operacin de seleccin entran -actores de todo tipo y la ob&etividad no es la palabra maestra !ue permite abrir la ca&a -uerte y 6capturar7 la realidad. 7escendiendo a lo concreto para a#adir un ejemplo, pensemos en aquellas investigaciones desarrolladas en un *mbito institucional. 'ualquier organizacin gestiona m?ltiples elementos, entre ellos para simpli!icar, !ij"monos en dos tipos de elementos6 los materiales, es decir, la in!ormacin que se desprende con!orme a las categoras pro!esionales >el organigrama administrativo= aquellos elementos inmateriales menos visibles(6 las alianzas, producto de las lealtades que perviven en la din*mica de la organizacin, as como el organigrama a!ectivo >con tanta in!luencia como el administrativo=. $mprender un pro ecto de investigacin
2;
Si estuvi(ramos tan ale&ados del ob&eto% y este -uera tan e)terno a los investigadores% no se e)plicara !ue estudios !ue tratan temas similares% y con dise.os metodolgicos muy parecidos% lleguen a resultados tan distintos. La observacin depende% no slo de los supuestos tericos del e!uipo investigador% sino tambi(n de sus percepciones respecto al ob&eto..
2= 2@
Ler Ceinz Lon Moerster en el ne)o. La mec#nica relativista/ se.ala la observacin en -uncin de la e!uidistancia mantenida durante el proceso de observar% mientras !ue la mec#nica cu#ntica muestra cmo el ob&eto es alterado por el su&eto !ue lo observa e incluye en el proceso de observar la propia observacin del investigador.. 1 ;B 1
desestimando este entramado relacional constitu e una grave torpeza, adem*s de condicionar el trabajo de campo. 8ara empezar% no sabemos cmo se +a negociado nuestra presencia% !ui(n tuvo la idea y si los su&etos a !uienes preguntaremos% asuman la investigacin% o la aceptaban por!ue no les !uedaba m#s remedio. Lo mismo sucede con la demanda% cu#les son los elementos materiales elegidos por la organizacin 4!u( e)plicitan5 y cu#les son en realidad. Sobre lo !ue no sabemos con certeza% tambi(n se pueden aventurar +iptesis. En cambio si slo observamos lo demostrable y e)plcito% el e!uipo de investigacin podra verse involucrado en una trama de situaciones !ue escapan a su control. Siguiendo con el e&emplo% la anulacin de una entrevista con escaso margen de tiempo% las repentinas di-icultades para pasar el cuestionario% o los malentendidos !ue se -iltran en la comunicacin% -orman parte del traba&o emprico. 8ero estos cambios% le&os de ser slo obst#culos para el e!uipo% representan in!ormaciones rentables para el an#lisis% de esta manera aprovec+amos todo% sabiendo !ue a trav(s de lo imprevisto% tambi"n se obtiene in!ormacin. <o tiene sentido caer en la tentacin de pedir e)plicaciones 1siempre +ay una &usti-icacin y% adem#s% no conducen a ninguna parte 9. Dncluso% (stas pueden conseguir poner de acuerdo a !uien no lo estaba previamente. Si antes de entrar en el traba&o de campo incluimos estas circunstancias% como un elemento del ob&eto de investigacin 4!ue admite tanto indicadores cualitativos como cuantitativos5% iremos relacionando estos cambios como una in-ormacin a estimar en el transcurso de la investigacin. Cada perspectiva 9cuantitativa o cualitativa1 mantiene un campo de observacin propio% en -uncin de su ob&eto de observacin. La primera se especializa en descripciones% por eso se centra en analizar a!uellos -enmenos% cuya regularidad -acilite su observacin. La perspectiva cuantitativa pretende anticipar respuestas y traba&ar en conte)tos controlables. Mientras% !ue la perspectiva cualitativa se especializa en la comprensin 2B% traba&ando con -enmenos de otra ndole: las motivaciones% las opiniones y las representaciones. Elementos no -#cilmente contrastables y !ue pertenecen al #mbito de la sub&etividad. Es +ora de decir !ue al acusar a la perspectiva cualitativa de traba&ar con la sub&etividad% +ay !ue reconocer !ue la conclusin es -#cil: as es. -irmacin !ue no la invalida como pr#ctica cient-ica. l margen de !u( perspectiva sea m#s adecuada para el ob&eto de an#lisis 9siempre depender# de lo !ue !ueramos traba&ar1% lo relevante en ambas sera adoptar% como punto de partida% la observacin de segundo orden. En suma% discutir ba&o !u( criterios se realizan las elecciones. <o es -#cil reconocer !ue intervenimos en nuestro campo de observacin% por!ue esto cuestiona el principio de ob&etividad% algo !ue no se sostiene% como demostr Yerner Ceisemberg con el principio de incertidumbre 2J% adem#s contamos con e&emplos de dudosa 6ob&etividad7. 8or e&emplo% de la !ue +acan gala muc+as investigaciones !ue con so-isticados modelos matem#ticos% omitan la categora g(nero al no estar incluida en su paradigma de conocimiento. , todava persisten estadsticas o-iciales !ue no desagregan por se)o. De !u( depende esta omisin% "del instrumento o del investigador$ En este captulo +emos intentado dar cuenta de este dilema. continuacin nos centraremos en saber !u( tipo
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de in-ormacin obtenemos si nos decantamos por la metodologa cualitativa. Secordando !ue la eleccin depender# m#s de la naturaleza de nuestro ob&eto% !ue de las +abilidades del e!uipo de investigacin. SES>ME<: En una investigacin partimos de las preguntas !ue nos +acemos sobre el tema a tratar. Centr#ndonos en el ob&eto podemos integrar teora y metodologa% deteni(ndonos re-le)ivamente en nuestro propio proceso de conocimiento. Esto supone tener en cuenta nuestra propia e)periencia% como la e)periencia narrada 4lo !ue dicen sobre lo !ue +acen5. Esta e)periencia +a de con&ugarse con la teora. >no y otro no se entienden por separado. 8ara entender la realidad social nos resulta *til el concepto de estructura social% por!ue enmarca nuestra investigacin% y nos permite pensar en t(rminos de elementos 4materiales e inmateriales5 y sus respectivas relaciones. El +ec+o de observar la realidad social% ineludible en una investigacin% nos trae al primer plano los problemas de la comple&idad y la incertidumbre. La observacin nunca es ob&etiva 46traduzco lo !ue veo% no construyo nada75% no se puede limitar a lo demostrable y e)plcito% sino aceptar la rentabilidad de una observacin de segundo orden% si nos ponemos a pensar sobre cmo pensamos. El principio de incertidumbre indica la di-icultad de ser vez observadores e)ternos a lo observado. La perspectiva cualitativa tiene como ob&eto el discurso como pr#ctica social 4y no como mera e)presin5. 0raba&amos% pues% con la sub&etividad% por!ue a trav(s de lo 6particular7 nos apro)imamos a los discursos sociales.
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