Este documento presenta un resumen de un informe de seminario sobre las motivaciones, afectos y emociones de los combatientes del Proyecto Rodriguista en Chile. Explica que los combatientes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez eran personas comunes que decidieron luchar contra la dictadura de Pinochet. A pesar de ser caricaturizados como terroristas, en realidad provenían de diversos orígenes sociales y tenían motivaciones humanas para arriesgar sus vidas por la libertad de Chile. El objetivo del informe es conocer a las personas detrás de
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Este documento presenta un resumen de un informe de seminario sobre las motivaciones, afectos y emociones de los combatientes del Proyecto Rodriguista en Chile. Explica que los combatientes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez eran personas comunes que decidieron luchar contra la dictadura de Pinochet. A pesar de ser caricaturizados como terroristas, en realidad provenían de diversos orígenes sociales y tenían motivaciones humanas para arriesgar sus vidas por la libertad de Chile. El objetivo del informe es conocer a las personas detrás de
Este documento presenta un resumen de un informe de seminario sobre las motivaciones, afectos y emociones de los combatientes del Proyecto Rodriguista en Chile. Explica que los combatientes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez eran personas comunes que decidieron luchar contra la dictadura de Pinochet. A pesar de ser caricaturizados como terroristas, en realidad provenían de diversos orígenes sociales y tenían motivaciones humanas para arriesgar sus vidas por la libertad de Chile. El objetivo del informe es conocer a las personas detrás de
Este documento presenta un resumen de un informe de seminario sobre las motivaciones, afectos y emociones de los combatientes del Proyecto Rodriguista en Chile. Explica que los combatientes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez eran personas comunes que decidieron luchar contra la dictadura de Pinochet. A pesar de ser caricaturizados como terroristas, en realidad provenían de diversos orígenes sociales y tenían motivaciones humanas para arriesgar sus vidas por la libertad de Chile. El objetivo del informe es conocer a las personas detrás de
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UNIVERSIDAD DE CHILE
FACULTAD DE FILOSOFIA Y HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS HISTORICAS Detrs de cada combatiente, un sujeto cotidiano: Motivaciones, afectos y emociones en el Proyecto Rodriguista. Informe de Seminario para optar al grado de licenciado en Historia Alumno: Mariano Idini Flores. Profesor gua: Gabriel Salazar. Santiago, 2005
Epgrafe Ninguno naci guerrillero, Nosotros somos personas comunes y corrientes, Con conciencia formada en base A la trayectoria que hemos tenido como chilenos. Juan Andrs. Revista Apsi N 461. A m el frente, No tengo la menor duda que me hizo mejor persona, me hizo mejor ser humano, un mejor ciudadano, lejos, y eso me permite mirar la vida con ganas de vivirla. Ral. Los sentimientos que tiene un revolucionario son muy profundos, se nos quiere aparecer como muy fros muy calculadores, asesinos. Pero dentro de lo que yo conozco y las relaciones que he tenido con los hermanos que me he relacionado en esta lucha, por la misma actividad de uno, el estar un poco lejos de la familia no como el comn, los momentos de amor los momentos de entrega son intensos, adems pensando que puede ser el ultimo. Rafael.
INTRODUCCION La violencia que ejerci la dictadura de Pinochet, sobre la poblacin civil tras el golpe de Estado, no tuvo respeto de nada, ni de nadie, se ejecuto sin contemplaciones durante 17 aos. Esa violencia de Estado, y ejecutada por militares, carabineros y civiles a sueldo, no slo asesin, sino que tambin tortur e hizo desaparecer a miles de personas, sin importar nacionalidades, credos religiosos, ni colores polticos. En esos aos cualquier persona poda ser vctima de esos atropellos, sin necesidad de ser un opositor acrrimo del rgimen de Pinochet, ya que bastaba quebrantar las disposiciones emanadas de la Junta de Gobierno, para ser blanco de las balas, presidio, exilio o relegaciones. Con el correr de los primeros aos del gobierno militar y tras la razzia ejercida contra el pueblo, se comenzaron a organizar, o mejor dicho a reorganizar los partidos polticos que sobrevivieron a los hechos inmediatamente posteriores al golpe de Estado. Esa reorganizacin que se efectuaba dentro y fuera del pas, intentaba crear focos de resistencia, los cuales iban desde una oposicin que utilizaba medios pacficos para demostrar su descontento, a otros, que utilizaran la violencia como mtodo de accin. Si bien tras el golpe de Estado la preparacin de combatientes chilenos en el extranjero ya estaba en marcha, sta oficialmente necesitaba de una poltica terica de sustento, la cual se elabor en el seno del Partido Comunista, dando a luz en 1980 la PRPM, o Poltica de Rebelin Popular de Masas. Esta estrategia poltica, promulgaba la rebelin del pueblo contra Pinochet, utilizando todas las formas de lucha. As y con un contingente carente de instruccin y de conocimientos militares, se fueron formando en Chile los primeros cuadros operativos del FPMR, aprendiendo al fragor de la lucha y con mnimas medidas de seguridad, se lanzaban a realizar acciones audaces a fines de la dcada del 70. Estos grupos salidos de las Juventudes Comunistas, comenzaron a recibir instruccin de otros comunistas ms experimentados en el manejo de las armas, la conspiracin y la vida clandestina. Posteriormente se fueron sumando otros combatientes, que llegaban clandestinos al pas, venan dispuestos a entregar sus conocimientos militares adquiridos en escuelas militares de Centroamrica, frica y Europa, los cuales incluso haban sido puestos en prctica en guerras Centroamericanas. Sin embargo, hubo que esperar algunos aos para dar el golpe de presentacin, que diera el inicio oficial de la lucha del Frente Patritico Manuel Rodrguez. Esto acaeci el 14 de diciembre de 1983, desde esa fecha fueron hacindose ms frecuentes los apagones de luz, los asaltos a armeras, las tomas de radios y agencias de prensa extranjera. Luego vendran los ataques a cuarteles de la CNI y comisaras, respaldadas por la sigla de la Sublevacin Nacional, la cual visualizaba al ao 86 como el ao decisivo en la lucha contra Pinochet. En todas esas acciones y las que se ejecutaran aos despus, se cubra un manto de misterio, acerca de quienes las realizaban, serian sper hombres, los que se atrevan a enfrentarse a la CNI? o Seria el mismo rgimen de Pinochet que autoprovocada esas acciones, tendientes a respaldar su poltica represiva? Sin embargo, nada de ello se acercaba a la realidad, ya que la audacia, el ingenio y la valenta demostrada por aquellos que propinaban golpes a la dictadura, eran caractersticas propias de mujeres y hombres comunes y corrientes, que decidieron un da aportar de esa forma al trmino de la dictadura. A pesar de ello, y tal cual como ha sucedido durante toda la historia con los revolucionarios, los Rodriguistas fueron caricaturizados, denominados por el rgimen de Pinochet y los medios de prensa afines, como terroristas, desalmados, e incluso para referirse al Frente, omitan la letra P, con la cual los Rodriguistas autodenominaban su sigla como Frente Patritico. En otros casos intentaban crear anticuerpos en la sociedad, perpetrando atentados en los cuales o eran victimas transentes civiles, o los blancos afectados estaban en clara desavenencia con los que en realidad postulaba el Frente, todo ello sumado a la supuesta carencia de valores, que tendran estos terroristas. A pesar de ello, el Frente estaba conformado por mujeres y hombres muy diferentes a los cuales presentaba el rgimen cada vez que era detenido alguno de sus miembros, en los cuales los focos de cmaras y micrfonos, intentaban por todos los medios develar las siniestras intenciones y supuestas desviaciones psicolgicas que tendran estos terroristas. Es por ello, y sin un afn de elevar a estos sujetos histricos a la categora de sper hombres, hroes o mrtires, es necesario decir, que eran personas comunes y corrientes, incluso, tal vez con una sensibilidad ms aguda a la normal, ya que tuvieron la valenta para arriesgar sus vidas, con tal de ver al territorio liberado de la dictadura de Pinochet. Esta investigacin tampoco es la historia del FPMR, ni pretende serlo, tampoco es la historia de los combatientes que lucharon contra la dictadura, es ms bien la historia humana de los miembros del FPMR ajena de la poltica, los acuerdos y las rencillas, la cual habla de disciplina, amores, temores, miedos, entrega, tica, hermandad, etc. El objetivo central de este trabajo, es escarbar un poco en la vida cotidiana de las personas que se ocultaron tras una paoleta o un gorro pasamontaas; encontrar el sujeto social, detrs de la figura del combatiente del Frente Patritico Manuel Rodrguez, conocer las motivaciones que tuvieron para cargar con fusiles y explosivos. En definitiva conocer a la persona, al hombre, a la mujer que se convirti un da en combatiente del FPMR, dejando atrs familias, estudios, y arriesgando su vida y la de los suyos en esta inusual forma de lucha aqu en Chile. Inusual por que si bien es cierto, durante toda la historia de Chile, han existido grupos opositores a los gobiernos de turno, es el en el contexto de la dictadura militar, en que aparecen organizaciones poltico militares, dispuestas a enfrentar con armas en mano a Pinochet. Son los referentes mayormente organizados, en dar este tipo de combate en la vida republicana chilena, ya que tanto el MJL, el MIR y el FPMR dispusieron de una metodologa altamente militarizada, quizs l Frente sea quien cuente en sus filas con una mayor cantidad de combatientes entrenados en academias militares del extranjero, lo cual les hacia adjudicarse la categorizacin de los ms milicos. Dentro del Frente se poda encontrar adems, un extenso campo de ayudistas, los cuales aportaban de distintas maneras a la consolidacin del Frente como organizacin armada, clandestina y compartimentada. Pero no slo existan grupos operativos en el Frente, ya que ste tambin contaba con estructuras especiales, encargadas de la logstica, sanidad, comunicaciones, casas de seguridad etc. La posibilidad de conocer a sus integrantes en aspectos tan ajenos a la violencia, como su origen familiar, poltico, econmico o social, nos llevar a ver la diversidad de realidades que confluan en el FPMR, la cual no es lejana a la que se viva en nuestra sociedad. Esta situacin es entendida, ya que dentro de cualquier organizacin se mezclan una serie de diferencias, tanto sociales, culturales, de experiencias vividas, familiares y generacionales. En este sentido la subjetividad personal de cada uno de los involucrados, presenta una visin desconocida para la mayora de la poblacin. Cada experiencia vivida, cada situacin de nervios, cada sensacin de triunfo al concretar un objetivo, como cada temor ante lo imprevisto, son hechos humanos que percibimos a diario, son estas cotidianeidades que humanizan al supuesto terrorista y lo desmitifican. Por otro lado, el conocer de sus diversas labores, lo acercan mucho ms a la realidad que viva cualquier persona en Chile, la cual sufra la represin, la carencia de medios de subsistencia o la nula proyeccin en un futuro mejor para sus hijos. Detrs de cada Rodriguista existe la cotidianeidad normal de todo ser humano, la cual le permite tener momentos de relajo como de tensin, as como tiempo para amar, comer, dormir, siempre y cuando las obligaciones y responsabilidades de la organizacin lo permitan. Para la construccin de este trabajo fue primordial, la conversacin con militantes del FPMR, los cuales a travs de su experiencia combativa, entregaron gran parte de la informacin que se trat en esta investigacin. Las largas horas de conversacin contribuyeron a desnudar su subjetividad, llena de cdigos, emociones y sin sabores. Con esa informacin se disearon tres grandes temas, la primera nos muestra al sujeto pre militante, alejado de consignas y ortodoxias, en donde las influencias familiares, del medio en que se desenvuelve y del periodo en que les toc vivir, marcan su vida posterior; posteriormente se encuentra l sujeto combatiente o militante, que carga con responsabilidades y emociones, que lo hacen ser actor principal de los aos 80. Finalmente se encuentra el combatiente derrotado en su proyecto, pero digno y consecuente en sus ideales (en la inmensa mayora sucede ese fenmeno), y que siguen luchando, tal vez no en la lucha que promulgaron hace 20 aos, pero destinados a crear conciencia y contribuyendo a la sociedad desde sus nuevos oficios, trabajos o estudios. En lo referente al periodo a estudiar, ste no fue acotado a un lapso determinado, ya que los afectos, labores y hermandades dentro del Rodriguismo, no tienen un momento de trmino, es ms, perduran a pesar de los aos, las rencillas o las muertes. Esta situacin la avala los testimonios de los entrevistados, los cuales a pesar de su diferencia generacional, no mostraron grandes variaciones, acerca de los diversos temas tratados en la investigacin. Las limitantes que se debi enfrentar acerca de la bibliografa especifica, fueron producto de la carencia de textos referidos al tema especfico de las cotidianeidades, en la vida de los combatientes del Frente, es ms, para el caso chileno no existen libros que aborden la vida de la gente del MIR o del Movimiento Juvenil Lautaro, por ello la importancia de las entrevistas a gente que halla militado en alguna etapa de la vida del Frente. En torno a los testimonios, en un principio la dificultad se tradujo en la negativa de conceder entrevistas de parte de algunos ex - militantes del Frente, y de otros que aun participan en las filas del Rodriguismo, o de otra instancia de izquierda. Esta negativa sin embargo, se comprende, entendiendo que la identidad de muchos de aquellos combatientes, no fue captada por los aparatos de inteligencia de la dictadura y de la concertacin, por ello, el miedo a hablar del pasado es recurrente, ms aun, entendiendo que los organismos de inteligencia siguen operando en el pas y que quien requera su ayuda no era alguien conocido, y que como nico argumento utilizado para acercarse a estas personas, era el que estaba realizando una investigacin de Universidad. Por otro lado, la labor de entrevistar se complic en un principio, al esperar los entrevistados preguntas que tuvieran que ver con la poltica del Frente, acerca del primer manifiesto Rodriguista o acerca de su relacin con el PC. Sin embargo a medida que las primeras preguntas fueron respondidas, la tensin inicial desapareci y se dio cita la necesaria subjetividad de los entrevistados, llena de memoria, llena de recuerdos, lgrimas y emociones. Otra dificultad que se present al desarrollar este tema de las cotidianeidades, afectos y emociones, tiene que ver con la escasa publicacin de investigaciones, por no decir nula, que se ha realizado por parte de psiclogos, en relacin con sus pacientes combatientes. Estos profesionales han acumulado en sus archivos miles de casos de ex combatientes, o casos de combatientes que sufrieron la tortura o la crcel. Ante esta situacin ha sido imposible llegar a conclusiones definitivas, que nos muestren tendencias o patologas a las cuales, en este caso, los Rodriguistas se han tenido que enfrentar, en muchos casos debido al temor de develar su pasado combativo. Tal vez esa ausencia de publicaciones se deba a que no interesa dar a conocer esas conclusiones a las nuevas generaciones, o no es rentable dedicar tiempo en esos sujetos que deambulan, en muchos casos, con un pasado lleno de muertes, y que no han podido hablar su verdad, ni rehacer sus vidas a causa de los fantasmas que los rodean. Si bien es cierto, que los libros publicados en los 80 por el FPMR, iban con un claro objetivo de propaganda, y de una sumatoria de adherentes, stos junto a las entrevistas se convirtieron en fuentes directas para la investigacin realizada. En el caso de las entrevistas la confiabilidad del relato, se apoy en la espontaneidad, certeza y emocin con la cual cada uno de los entrevistados rememoraba su pasado reciente. Sumado a lo anterior tenemos la concordancia de hechos y emociones, los cuales hacen ser confiables las entrevistas y en cierta medida, los narrativos libros de propaganda del Frente. Esta investigacin es necesaria, ya que a pesar de que la historiografa nacional se ha abierto el ultimo tiempo a abordar temas que en un pasado estuvieron vetados, aun no logra escribir acerca de aquellos temas conflictivos y que adems incluye a sujetos histricos odiados por muchos, aquellos que utilizaron en algn momento la violencia como medio para alcanzar sus objetivos. Este encasillamiento que se hace de los violentistas, los catapulta como el peor mal para la sociedad, sin argumentar el porque se produce esa expresin, nunca aprobada, pero siempre utilizada. Es una tremenda batalla por la memoria, como dice Maria Anglica Illanes, es una especie de rescate del olvido, de aquellos que no se sentaron a negociar la democracia, ni que se conformaron con cargos en los futuros gobiernos. Estos sujetos histricos tampoco aparecen en manuales de historia, ni en los recuentos televisivos del siglo XX, a pesar de haber sido protagonistas estelares de no pocos momentos, en aquellos tan recordados aos 80. Es adems un momento preciso, de no dejar pasar ms el tiempo y aprovechar esos recuerdos de guerra, entendiendo que la memoria aun esta fresca y puede hacernos regresar a esas trincheras; hoy sus protagonistas aun viven entre nosotros, quizs temerosos de dar a conocer sus verdaderas historias, por lo que deben transitar en muchos casos silenciosos y precavidos, con tal de resguardar su integridad y de quienes los rodean. Es una forma de enriquecer la historia social, la historia reciente de nuestro pas, que continua objetando y apartando de la luz publica, a sujetos sociales tan importantes como aquellos que ostentan ttulos y apellidos de tradicin. Es un aporte tambin a la tradicin combativa del pueblo, de los sectores populares, los cuales a pesar de la modernidad se han negado a olvidar las siluetas combativas de los Rodriguistas, los cuales cruzaban raudos los pasajes de la periferia, llenos de tierra, cargando fierros, explosivos, molos u hondas. Por otro lado es un espejo que pretende traer a nuestros das imgenes pasadas, rostros sin nombres, explosiones de torres, conferencias secretas, las cuales, cada uno de los Rodriguistas guarda en su memoria, con un necesario egosmo de develar aquellos pasajes a la sociedad entera. Pretende servir a aquellos soldados del pueblo, como bitcora de los antiguos combates, los cuales hoy en el presente se hacen tal vez ms aorados, al ver que las cosas no han cambiado mucho, desde aquellos lejanos das en que decidieron tomar los fierros. A pesar de sus retractores, esta historia esta llena de memoria, la cual debe ser utilizada para construir un futuro mejor, como se analiza en memoria para un nuevo siglo, esta historia no puede quedar en narrativas o slo en las periferias poblacionales y en el recuerdo de sus protagonistas, debe salir a la luz, debe ser del conocimiento de los nuevos actores sociales, con tal de aprender de los aciertos y errores del pasado. Es una nueva historia para quienes no la conocen, no se la han contado y que difcilmente conoceran por los canales oficiales de la escritura, es una de esas historias de las cuales slo se conocen pasajes y no la trama completa. Esta es una bisagra que unir varios cabos sueltos que nos se han podido unir, y que tal vez pueda explicar a las nuevas generaciones, quienes, como y porque formaron aquel ejercito de insurgentes, que pretenda liberar el pas de la dictadura militar. Quizs sea un instructivo, o un recordatorio ms, para que las nuevas generaciones se nutran de las experiencias del pasado, de aquellos que la mayora de las veces son ignorados, apartados o silenciados por la historia.
CAPITULO I. CONTEXTO POLITICO, ECONOMICO Y SOCIAL ANTERIOR AL SURGIMIENTO DEL FPMR. Luego de consumarse el golpe de estado, la poltica represiva de la junta de gobierno en contra de sus opositores no se hizo esperar, es el periodo en que las detenciones masivas, las torturas, afectaron a varios miles de chilenos, bajo la accin de consejos de guerra, los cuales ejecutaron a cientos de personas a lo largo de todo Chile. La feroz represin que se desato en aquellos das, contra los partidos de izquierda y las organizaciones sociales adherentes al gobierno de la unidad popular, pretenda acabar con cualquier signo que denotara oposicin al nuevo rgimen, cometindose en los primeros aos cientos de asesinatos, por lo que no era extrao encontrarse con cadveres arrimados en las calles de Chile. Esta etapa inicial produjo una dispersin total dentro de las organizaciones sociales y polticas, haba que salvarse como fuese de las balas del Estado, muchos perseguidos comenzaron a asilarse en embajadas extranjeras, solicitando la anhelada visa que los pusiera a salvo, lejos de las fronteras chilenas. Los arriesgados que por diferentes razones tuvieron que quedarse en Chile, no les quedo otra que pasar a la clandestinidad, la cual se transformo en un verdadero juego de disfraces, mudanzas constantes y la adquisicin frecuente de diversas identidades. Se instalaron de emergencia varios campos de concentracin en todos los rincones de Chile, en donde los apremios ilegtimos a los prisioneros, se transformaban en torturas sistemticas tanto fsicas como psquicas. Bajo esa constante se ejecutaron matanzas como la caravana de la muerte, pero no slo dentro del pas se eliminaba a potenciales enemigos de Pinochet, ya que estando en el exterior se asesino a Carlos Prats, Orlando Letelier y a Bernardo Leighton, sin dejar de mencionar a los 119 chilenos asesinados en el marco de la operacin Colombo, los cuales siendo detenidos en Chile eran llevados a la Argentina, siendo asesinados en supuestos enfrentamientos con la polica del pas vecino. A la par con la eliminacin de los elementos peligrosos para la sociedad, el gobierno de Pinochet iniciaba una poltica tendiente a reestructurar el pas en todos sus aspectos, modificando de partida la idea del estado centralista o Estado de compromiso, por uno acorde a las leyes del mercado. As su poltica se encargaba de ir cerrando espacios, excluyendo, eliminando privilegios, para ir transformando a la sociedad chilena, en una donde sus miembros estuvieran disciplinados y controlados. La educacin fue modificada, ya que se deba adaptar a las demandas de una sociedad disciplinada y autoritaria. Con ello van apareciendo los programas destinados a formar jvenes para el trabajo, se produca mano de obra barata y disciplinada. Las imgenes heroicas de los soldados tapizan las aulas, las cuales se acercaban mas a la realidad que se vive dentro de los cuarteles. La revolucin capitalista autoritaria en curso en Chile sustituye el modelo tradicional de la cultura burguesa y reorganiza los procesos de acumulacin y creacin sobre las bases del disciplinamiento de la sociedad Note1.
La culminacin de esa estrategia fue la aprobacin de la constitucin de 1980, la cual fue diseada para que la obra del gobierno militar trascendiera y se perpetuara en el tiempo. Esta constitucin reforzaba el poder de los militares en el gobierno, dificultaba posibles reformas futuras, le ampliaba el periodo de mandato a Pinochet y restaba las posibilidades a los sectores no aliados, con los partidos poderosos Note2. . Si bien el proyecto constitucional fue aprobado por un amplio margen, su desarrollo estuvo rodeado de hechos no muy cvicos, lo que hizo suponer la existencia de un fraude, el cual nunca se llego a comprobar. Este plebiscito se realizo con la inexistencia de registros electorales, tampoco se permiti el sistema clsico de apoderados de mesa, ni el funcionamiento de un tribunal calificador de elecciones. El temor a ser oposicin al proyecto constitucional, sumado a que la crisis econmica aun no se visualizaba en un futuro cercano y las mnimas posibilidades que tuvo la oposicin de explicar el porque este proyecto deba ser abortado, son explicaciones validas para entender que a pesar del supuesto fraude, una amplia mayora votar a favor del proyecto. Con la constitucin aprobada la dictadura ganaba prestigio, legitimidad y apoyo, lo que acallaba las crecientes denuncias que se realizaban desde el exterior, a raz de los constantes hallazgos de osamentas, correspondientes a ejecutados polticos de la primera fase de exterminio a opositores. Por otra parte se consolidaba el carcter autoritario del gobierno militar, apoyado en todo tipo de clusulas que legitimaban los mltiples estados de excepcin. La instauracion del nuevo modelo economico As como el sistema poltico era modificado por uno que respondiera a las necesidades del gobierno militar, la economa tambin necesitaba hacer un giro en su estrategia. As se paso de una economa estatista, regulada y basada en la sustitucin importaciones, a una economa exportadora de libre mercado. De esta forma, a partir de 1975 se haban implantado una serie de medidas econmicas profundas que convirtieron a Chile en un verdadero laboratorio del modelo neoliberal de Milton Friedman Note3. . Quienes se encargaron de desarrollar esta nueva poltica econmica, fueron un grupo de jvenes economistas egresados de la universidad de Chicago, los denominados Chicago Boys. As comenzaron a desarrollar una serie de cambios, entre los que se cuenta la reduccin en un 27% el presupuesto del Estado, redujeron las tarifas aduaneras, lo que pretenda una apertura externa, comenzaron a privatizar los bancos, liberaron las tasas de inters, implementaron una poltica de diversificacin de exportaciones Note4. . Sin embargo los resultados esperados tardaron en llegar, ya que recin en 1977 se obtuvieron resultados acordes a las medidas implementadas desde 1975. En ese ao el PGB subi a un 9,9%, el desempleo cayo al 13,2% (la que en 1976 se encontraba en los 16,8%) y la inflacin se redujo a ms de la mitad, 63,5%, siendo que el ao anterior bordeaba el 174,3% Note5. . El milagro econmico que se produca en Chile estaba asociado a un crecimiento de las importaciones de bienes de consumo, las cuales alcanzaron una expansin anual del 40% en el periodo 1976 1981, esta situacin era posible gracias a la facilidad con que se podan conseguir crditos. El otro factor era el boom especulativo, en donde la propaganda del milagro econmico y el consumismo, producan avalanchas de productos importados, construyndose con ese fin, grandes centros comerciales. Sin embargo, este milagro econmico favoreca slo a un sector, ya que los estratos populares se vieron diezmados por la cesanta, la que conllevaba a que se produjera un empeoramiento de sus condiciones de vida. Esta fue la causa, de que fueran los sectores populares, los que se comenzaran a manifestar pacficamente primero y de forma violenta despus, ya que eran el sector ms perjudicado con la nueva economa. Los problemas econmicos comenzaron en 1981 debido a la crisis internacional, la cual impacto fuertemente a Chile, quien dependa directamente de la economa externa. El auge econmico de Chile haba sido financiado con ahorro externo y el sector privado se encontraba fuertemente endeudado por ello. Comenzaba la crisis para el milagro econmico de Amrica. La quiebra azotaba a cerca de 450 empresas, y a pesar de ello el gobierno espero hasta mediados de 1982 para devaluar la moneda y rebajar los salarios. En 1983 el desempleo alcanzaba el 30 % y la inflacin se empinaba a los 23,1%. En ese ambiente ya se haban comenzado a sentir las cacerolas y las marchas del hambre, las cuales daban claros indicios de una reorganizacin de las masas populares Note6. . La reorganizacion de la sociedad La poltica de Estado de Pinochet no slo hizo variar la economa, sino que tambin modifico a la sociedad chilena. Esta sociedad que en los primeros aos de dictadura se acostumbro a callar y a no levantar la voz, comenz silenciosamente a ver modificadas sus vidas, organizndose de manera diferente, dentro de los cnones que le impona el rgimen. La desmantelacin que se va produciendo dentro del aparato del Estado crea graves consecuencias para la siempre estable clase media, los cuales en cosa de aos fueron perdiendo todos los privilegios que tenan al ser funcionarios pblicos del Estado. De partida hay una gran parte que es exonerada y pierde su trabajo, con lo cual debe dedicarse a otros campos laborales, muchos de ellos se hacen taxistas, otros se convierten en microempresario y muchos se instalaran con algn local comercial. Si alguno tuvo la suerte de mantenerse en el servicio publico, tuvo necesariamente que ver disminuido su sueldo y las regalas de antao, trastornando el nivel de vida que se haba acostumbrado a tener. Ante esas dificultades laborales del marido, la mujer debe salir a competir por un puesto que tratara de mantener el status de vida de esta clase media. Dentro del espectro social ms bajo, la situacin empeoro, los niveles de cesanta aumentaron, y como salidas estatales para apaliar esta situacin se crearon planes de trabajo de emergencia, el PEM (Plan de Empleo Mnimo) y el POJH (Programa Ocupacional de Jefes de Hogar), los cuales slo buscaban mantener los indicadores de cesanta, ya que hoy en da se ha sabido que las cotizaciones laborales para estos beneficiados, nunca fueron pagadas. Esa realidad que afectaba a la gran mayora del pas, provocaba por un lado desercin escolar y la falta de perspectiva en los ms jvenes, mientras que los adultos deban ingenirselas para intentar solventar las necesidades bsicas y salir del hacinamiento Note7. . Ante esas carencias los sectores populares debieron organizarse, con tal de dar solucin a sus problemas. De la Maza y Garcs hablan del ao 1974, como el trmino del periodo de defensa, el cual dio paso lentamente a un proceso de reorganizacin social, especialmente alrededor de los familiares de Detenidos Desaparecidos, la iglesia catlica, la poblacin y los sindicatos. Esta reorganizacin ira dando frutos en 1977 con las primeras manifestaciones publicas de los familiares de DD.DD, y algunas acciones reivindicativas que impulsaban sectores laborales. La iglesia era el punto de encuentro de todo el mundo popular, en el se acoga a los perseguidos, a los damnificados, a los cesantes, a los allegados, a los sin casa, a las jefas de hogar, y a los jvenes, los cuales se apoderaron de las salas de las parroquias para crear, tanto en lo social como en lo cultural Note8. . En ese espacio se conformaba la cultura popular de los 80, la que pateaba piedras en las calles, pero que tenia ansias, ingenio y ganas de hacer cosas, total tenan tiempo de sobra para conspirar con otros cabros del barrio, para hacer teatro, para instalar talleres de guitarra o poesa y cotidianamente organizar una pea folklrica. Mientras los jvenes de la pobla construan, los adultos se dedicaban a auto educarse en las diferentes labores aprendidas a puro pulso, no son pocos los talleres implementados al alero de las parroquias, en donde el carpintero, el albail o el gasfiter, comparta sus conocimientos con aprendices necesitados de aprender un oficio. Las mujeres pobladoras incansables en la lucha por sacar adelante su familia, se organizaba en las ollas comunes, en los comits de vivienda o de allegados y en otras instancias que fomentaban el apoyo mutuo entre perseguidos y desposedos. Existe la parte ms de organizacin social de la parroquia, como por ejemplo, el comprando juntos de 400 familias, y que es un verdadero supermercadoPero afuera de ella, hay una relacin de las comunidades cristianas y de la parroquia con las organizaciones poblacionales, como el comit de vivienda, los centros culturales, la olla comn, los centros de recreacin infantil Note9. . No hay que dejar de mencionar al siempre participativo sector universitario, los cuales en sus diferentes campus a lo largo de Chile, se transformaron en uno de los sectores que presento mayor oposicin a Pinochet. Por su parte, los secundarios tambin se las ingeniaban para sumarse activamente en las manifestaciones, bajo la tutela de la activa FESES. Todos estos sectores comienzan a manifestar claras muestras de oposicin a partir de 1980, en especial luego de la aprobacin de la Constitucin de 1980. Esas muestras de rechazo al gobierno militar, se comenzaron a repetir con mayor frecuencia, a la vez que iba creciendo en adherentes. Esta situacin demostraba dos cosas que exista un claro descontento que creca en la poblacin y que adems se comenzaba a perder el miedo a Pinochet. El ao 1982 se producen varias huelgas y tomas de fbricas, y en el centro de Santiago se efectan las denominadas marchas del hambre. Con ese clima se llega a mediados del 83, en donde la primera protesta nacional, se convierte en el momento preciso para reventar, luego de 10 aos de dictadura. La identidad juvenil popular se perfila sobre la base del rechazo y el enfrentamiento. Desde un punto de vista psicolgico la protesta cumple un doble rol: es un medio de participacin que permite recobrar la identidad y es una forma de canalizar la agresin como respuesta a la frustracin Note10. . Las jornadas de protesta Si bien las histricas jornadas de protesta se inician el 11 de mayo de 1983, estas manifestaciones ya se venan desarrollando anteriormente, quizs en esa lgica es bueno hacer una diferenciacin con los hechos de protesta que antecedieron a las jornadas de protesta nacional. Esos hechos de protesta, no son otra cosa que manifestaciones de denuncia, acerca de violaciones a los derechos humanos, detenidos desaparecidos y asesinatos de personas a manos de afectivos del Estado. As encontramos por ejemplo el 5 de agosto de 1975, el primer acto por los detenidos desaparecidos, el cual consisti en un acto ecumnico desarrollado en la baslica de Lourdes Note11. . La constante se mantuvo cada vez que eran descubiertos cuerpos de victimas de la dictadura o que se producan nuevas detenciones o muertes de opositores al rgimen. En todas estas manifestaciones lejos de buscar el enfrentamiento con las fuerzas policiales, los convocantes se remitan a realizar la denuncia necesaria, acerca de los atropellos que estaban siendo victimas sus familiares. Eso no deja que en cada acto de estas caractersticas, sus participantes fueran apaleados, detenidos, sin ameritar provocacin alguna, cometan si graves denuncias contra el gobierno de Pinochet y eso bastaba para ser reprimidos. A inicios de la dcada del 80, el miedo inicial a la represin se comenzaba a perder y poco a poco las muestras de descontento y de denuncia contra Pinochet, comenzaban a multiplicarse tanto en nmero como en las formas de manifestarse. As escalonadamente las iniciales entonaciones de la cancin nacional en alguna cntrica esquina, pasaban a los mettings de la plaza de armas o al lavado de la bandera chilena. En los sectores perifricos la protesta que se haba dejado de realizar por algunos aos, retomo su curso con el comenzar de la dcada del 80. Hay que recordar que fue en esos sectores, en donde el 11 de septiembre y das posteriores, se desarrollaron formas de resistencia armada, contra la asonada militar que haba derrocado a Allende. En estos sectores las manifestaciones significaron marchas por la poblacin, caceroleos, barricadas y cadenazos a los cables del tendido elctrico, los cuales dejaban sin luz elctrica a la poblacin. Ya con el correr de la dcada y ante la creciente crisis econmica que atravesaba el pas, las iniciales manifestaciones pacificas fueron dando paso a expresiones cada vez ms violentas, los cuales segn Garcs y De la Maza son respuesta a la represin de que eran victima Note12. . La violencia cunda especialmente en las poblaciones emblemticas como La Victoria, La Legua, Lo Hermida, La Pincoya o Jos Maria Caro, lugares en donde el enfrentamiento directo con los efectivos policiales, motivo que en ocasiones fueran destinados a esos lugares efectivos del ejrcito Note13. . La violencia manifestada en cada convocatoria a protesta, colocaba a los jvenes como principales actores de estas explosiones, siendo extensas las razones para ello. Por un lado se encontraba la creciente pobreza manifestada en sus poblaciones, con las consecuencias que ello conlleva: desempleo, delincuencia, drogadiccin, alcoholismo, desercin escolar y falta de perspectivas Note14. . Esta situacin provocaba a la vez que fueran estos mismos jvenes, los que fueran victima de las balas represivas, que se hacan presentes a cada protesta Note15. . Pero los jvenes no fueron los nicos que se manifestaban en esas jornadas, ya que en esos das todos de alguna manera participaban de las protestas, unos simplemente no mandando a sus hijos a las escuelas, otros no asistan a sus centros laborales, las mujeres optaban por el clsico caceroleo, as como otros preferan las barricadas, los miguelitos y los cadenazos. En las protestas obviamente los pobladores y los universitarios eran quienes ms adheran a los llamados a manifestarse, a diferencia de los sectores medios, los cuales luego de su apoyo irrestricto a las primera manifestacin del ao 83, se restan a las convocatorias posteriores, debido a las negociaciones que mejoraban su situacin y por el grado de violencia que se produca en esas jornadas. Los obreros, en general, vean coartadas las posibilidades de manifestarse, ya que el constante control de sus jefes les impeda tanto manifestarse como realizar trabajo sindical dentro de sus talleres, fabricas y oficinas, lo cual se sumaba al permanente temor a perder su trabajo por adherir a las protestas. Las jornadas de protesta a pesar de ser una expresin que pas a ser importante a la hora de ser una muestra clara de oposicin a la dictadura, la explosin de las mayoras, no tuvo un proyecto definido que pudiera servir como alternativa futura Note16. , ya que por ser una coordinadora de movilizaciones, tanto como se sumaban organizaciones, haba momentos en que se restaban otras y eso dependa de los momentos en que se realizara la movilizacin y de los requerimientos esgrimidos en el llamado a protesta. El 11 de mayo de 1983 tuvo lugar la primera de la serie de protestas, la cual fue convocada conjuntamente por la Coordinadora Nacional sindical y la Confederacin de Trabajadores del Cobre. Esta etapa Tomas Moulian la ha denominado fase de ebullicin, la cual se proyectara en el tiempo hasta la jornada de octubre de 1984 Note17. . Esta etapa se caracteriza tanto por el ascenso en las convocatorias, como por la adhesin a sus demandas por parte de los polticos y diferentes organizaciones sociales, las cuales vieron en esta forma, una manera mas de manifestar sus rechazo al rgimen. Hay que agregar que tambin la violencia aumento, producindose en esta fase de ebullicin cerca de 100 muertos Note18.
PC: de la sobrevivencia inicial a la ofensiva con todas las formas de lucha Posteriormente al golpe de Estado el Partido Comunista de Chile, vive una etapa de sobrevivencia, tendiente a impedir que sus miles de militantes a lo largo de Chile, caigan en manos de los efectivos de las FFAA, Carabineros o de la DINA. Este periodo se caracteriza por un xodo de sus principales dirigentes al extranjero, producindose dentro de Chile un masivo paso a la clandestinidad de los militantes que no pudieron asilarse en el extranjero, o que por otros motivos decidieron quedarse en el pas. Segn Rolando lvarez la clandestinidad fue el lugar o espacio caracterstico en donde particularmente la izquierda hizo poltica desde 1973 - 1990 Note19. . Esta situacin fue labrada por los comunistas especialmente en los 70, producindose claras muestras de ingenio para implementar nuevamente en su vida poltica la clandestinidad. Este proceso llevado adelante sin ninguna pauta instructiva, se comenz a estructurar con mnimas medidas de seguridad, las cuales con el correr de los aos se hicieron cada vez mas efectivas, lo cual evito que cayeran militantes tato del partido como de las juventudes Comunistas. Las medidas de seguridad se fueron construyendo con la sombra de represin acechando a cada clandestino, siendo el principio bsico de la seguridad la compartimentacin, por ello que las medidas deban ser ingeniosas y sin despertar sospechas de los inquisidores, as fue comn ver incluso a nios comunistas sirviendo desde su temprana mocedad, como contacto o de correo de muchos perseguidos. Empiezo a trabajar en la clandestinidad, te hablo de 14, 15 aos, pero hago algunos trabajos, en ese momento, tambin para el partido. Era fundamentalmente buzn, porque mi contextura fsica era delgada, pequeo y con la edad que tenia as que servia de correo para algunos compaeros que hoy estn desaparecidos Note20. . Sin embargo, a pesar de ya haber estado implementadas las medidas tendientes a proteger a sus militantes, el PC no pudo desviar el acecho de la DINA, la cual en 1976 se encargo de barrer con tres directivas completas, lo cual dificulto la reorganizacin del partido Note21. . Fue la derrota de los profesionales del PC Note22. , como seala Rolando lvarez, entre los cuales se encontraba Vctor Daz, cabeza del partido aqu en Chile. En el plano poltico el PC, hacia 1974, hacia un llamado a la unidad de todas las fuerzas democrticas, con tal de crear un frente comn de oposicin, en este conglomerado el PC pretenda tambin incluir a la Democracia Cristiana, infaltable a la hora de definir la balanza en poltica de alianzas. En este periodo y hasta 1980, la poltica del PC segua siendo legalista y apegada a la Constitucin, por lo tanto, no se visualizaba dentro de sus proyecciones pblicas, el uso de la violencia como medio para acabar con la dictadura. Sin embargo, en silencio y tal vez con el desconocimiento de muchos comunistas, ya en 1975, se preparaban combatientes comunistas en academias de guerra de Europa. Estas instrucciones a chilenos se intensificaron a fines de los 70, pasando muchos de los ya entrenados combatientes, a engrosar las columnas guerrilleras que triunfaron en Nicaragua y en El Salvador. Con los duros y seguidos golpes que la DINA propinaba al PC, esta preparacin combativa, slo necesitaba una poltica de sustento que viniera desde su Direccin General, para dar inicio a la lucha frontal al gobierno de Pinochet. Esta poltica se denomino Poltica de Rebelin Popular, la cual fue anunciada por Luis Corbalan desde Mosc, en los primeros das de Septiembre de 1980 y que fue escuchada con curiosidad por los radioescuchas de radio Mosc, ya que no entendan que significaba en realidad la consigna de todas las formas de lucha, son validas para enfrentar a Pinochet Note23. . Bajo este contexto se implemento el Frente Cero, que ser la antesala de lo que el 14 de diciembre de 1983, pasara a denominarse Frente Patritico Manuel Rodrguez. En este Frente Cero, participaron de preferencia militantes del PC y de las JJCC, por lo tanto la mezcla generacional que se produjo, llevo a que los mas jvenes se enriquecieran de las experiencias combativas de los ms viejos, muchos de los cuales tambin militaron en el FPMR Note24. . En los aos 80 el PC se mantendr en la clandestinidad, apareciendo sus banderas masivamente en las manifestaciones que comenzaron a multiplicarse desde 1983, mientras que su posicin poltica llegara a la ciudadana, a travs de la publicacin de entrevistas realizadas a sus dirigentes por las revistas alternativas de la poca. Es en estos aos en que la figura rebelde la encarnan los jvenes de las JJCC, con ello son miles los nios y adolescentes que se suman a las filas de la Jota, pasando posteriormente otros tantos a convertirse en Rodriguistas.
CAPITULO II. EL COMIENZO DE UNA VIDA DE COMBATE, MOTIVACIONES, PROCEDENCIAS Y CAMBIOS DE VIDA Las causas que motivan la adhesin a la lucha armada Las causas que motivaron a miles de personas para militar en el FPMR son numerosas, no existe una en particular que aglutine la decisin de una mayora, la diversidad de elementos polticos, econmicos, sociales, culturales y familiares que influyen en su decisin son enormes, por lo tanto no existe una motivacin general, que agrupe la diversidad de causas que gatillaron su ingreso a esta organizacin poltico militar. Lo que s se encuentra, es una diferenciacin que se basa en las edades de los combatientes y los periodos militantes en los cuales les toc participar. En primer lugar, la razn de las motivaciones que pudieran tener estas personas va de la mano con su historia de vida, es decir todas las influencias y hechos que marcan su vida desde la niez, hasta el momento de tomar la decisin de ingresar al FPMR. En ese sentido los sentimientos, la memoria y la ideologa son puntas de lanza para tomar la decisin de empuar las armas. En una primera escalada Rodriguista se encuentran los ms viejos, quienes por la poca en que les toc vivir militaron en las Juventudes Comunistas primero y en el Partido Comunista despus. Estas personas comenzaron como militantes de la Jota, de la BRP (Brigada Ramona Parra) o de otras instancias de los partidos de Izquierda, en la poca anterior a la UP. Con esa juventud son partcipes de la campaa presidencial que llevara al poder a su candidato Salvador Allende, paralelamente e imbuidos por la fiebre partidaria, el clima de confrontacin y alegras del triunfo, pasan a formar parte del Partido Comunista y del gobierno popular de Salvador Allende. Para Ral la motivacin en esta poca para militar y ser parte de las JJCC y posteriormente del PC, se grafica en las ganas de luchar en contra de las injusticias y por una sociedad ms justa. yo quera luchar por la justicia, o sea uno vea en su barrio los contrastes tremendos, yo soy de un barrio de contrastes, del barrio matadero de aqu de Santiago y ah hubo siempre de todo, gente acomodada, gente con un buen pasar y gente muy pobre, nosotros mismos vivamos en un cite y ese cite estaba al medio, en la lnea media entre gente que trabajaba ms o menos bien, que tena un buen pasar, otra gente que lo pasaba medio mal, pero nadie estaba en la extrema pobreza. Sin embargo, al frente tenamos un conventillo donde la gente sala a comprar huesos, a recoger botellas y nuestros amigos eran esos, amigos muy pobres, Vea eso y empec a tomar conciencia de que eso haba que cambiarlo, a convencerme que haba que cambiar eso de alguna manera Note25. . Esa motivacin inicial se vera alimentada con otros elementos, para ser parte del Frente Patritico, su motivacin tiene una clara carga emocional, al haber vivido en carne propia los hechos sucedidos el 11 de septiembre de 1973. Para Ral sus motivaciones son una combinacin de ideologa y de afectos, una combinacin de cuestiones racionales y emotivas Note26. , esto debido a que los afectos y sentimientos vividos por la prdida del gobierno popular de Allende, la desaparicin y muerte de muchos de sus compaeros, fueron cimentando la necesidad de acabar con la dictadura de Pinochet, la cual a inicios de la dcada del 80, se perpetuaba y legalizaba con la aprobacin de la Constitucin por medio de un plebiscito y el reconocimiento legal de algunos pases y el Vaticano. Por otro lado existe una responsabilidad ante el pueblo de recuperar lo perdido, o ms bien lo que no se pudo defender en 1973, en ese sentido Rafael agrega, yo soy un luchador social, desde mi corta edad ingrese a las juventudes comunistas el ao 57, con 15 aos de edad, fui militante activo de las juventudes hasta el ao 67, y posteriormente pase al partido comunista. El compromiso con la lucha y la causa por una sociedad ms justa, se me enraiz y viv la etapa del golpe militar, imbuido de que estbamos preparados para defender ese gobierno popular, pero la triste realidad nos puso en la tierra llammoslo as y nos dimos cuenta, muchos de nuestros compaeros de que en realidad no tenamos las condiciones, porque no estbamos para ello, esa fue mi primera gran decepcin frente a lo que se me vena inculcando, de la defensa de ese gobierno y de los ideales Note27. . Sin embargo, no exista una base slida de civiles armados que pudieran hacer frente a un ejrcito profesional, e impedir el golpe militar. Este es un aspecto conflictivo dentro de la izquierda, ya que como sealan los entrevistados, el pueblo estaba dispuesto a defender su gobierno, y as todos se sentan confiados de esa aseveracin. Lo que todos esperaban era que esa defensa se deba realizar con las armas y apoyados por las Fuerzas Armadas, las cuales presumiblemente se mantendran fieles a su tradicin constitucionalista, pese a todo lo anterior esa maana del 11 de septiembre de 1973, las armas no aparecieron por ningn lado y el ejrcito olvido su papel constitucionalista. Esa generacin vivi un triunfo y una derrota acelerada en tres aos. Sin embargo, es esta misma generacin la que comenzar a preparar la resistencia, a pesar de las muertes, las torturas, el exilio y la persecucin. De este grupo de comunistas, en su amplia mayora, saldrn los primeros cuadros operativos del Frente, de estos comunistas saldrn tambin aquellos que recibirn instruccin militar en el extranjero y sern parte de los denominados Frente Cero, destacamentos Lautaro y Manuel Rodrguez, autores de los primeros actos de sabotajes perpetrados al rgimen de Pinochet a inicios de los 80. el Frente Cero, estructura militar del partido, ya haba comenzado a realizar sus primeros sabotajes. El 11 de noviembre de 1980 realizan un corte de luz en Santiago, Valparaso y Via del Mar. Tres meses ms tarde otro apagn oscurece Via durante el festival y, sincronizadamente, se anuncian bombas en los centros tursticos de esta ciudad. Estas acciones fueron adjudicadas por el Comando Manuel Rodrguez Note28. . Paralelamente y viviendo directamente los horrores de la represin militar, se encuentran los hijos de la generacin anteriormente expuesta. Estos jvenes y nios comenzaron a sufrir la persecucin, los fusilamientos, la desaparicin y la muerte de sus padres, hermanos o abuelos. Algunos de los afectados de esas prcticas represivas castrenses son Vasili Carrillo, Vctor Daz Caro y Lautaro Cruz Sandoval. Yo tena 16 aos. Me toc vivir el fusilamiento de mi padre, la crcel y la tortura de mi hermano mayor Note29. , (Vasili Carrillo) su padre fue fusilado el 20 de septiembre de 1973 en Lota. Los padres de Lautaro Cruz y Vctor Daz son detenidos desaparecidos desde 1976 Note30. . Una de las cosas que me motiv o me decidi a ingresar al frente..., mi pap estuvo desaparecido como 15 das y el trabajo que realizaba l era netamente un trabajo de imprimir El Siglo, la propaganda escrita y lo que conllevaba ser militante del Partido Comunista en esa poca, me acuerdo que yo con mis hermanos quedamos solos, yo era la mayor en esa poca, tena como 14, 15 aos y en el fondo fue como la impotencia y frustracin de no poder ayudar a tu pap cuando se lo llevaban, es decir, igual los tipos en esa poca llegaron sper agresivos, golpearon a mis papas y cero posibilidad de defenderlos, entonces yo creo que esa fue una de las principales motivaciones que me llev a ingresar al Frente y adems lo otro fue ms a nivel humano, viviendo yo esa realidad, tambin la realidad de mucha gente que se llevaron detenida en la poca despus del 73, con los detenidos desaparecidos, con los ejecutados polticos, sin tener ninguna posibilidad de poder defender sus propias vidas Note31. . Estas dos generaciones estn claramente marcadas por los atropellos de que fueron vctimas por parte de la dictadura, en ellos se reflejan el dolor por la prdida de sus seres queridos, amigos y compaeros. En ese sentido la motivacin de ingresar posteriormente al FPMR y acabar con todo el clima de terror que produca la dictadura, se conjuga con la venganza de sus muertos, desaparecidos y del proyecto poltico que postulaba la UP. esta entre las principales motivaciones, el haber experimentado yo en directo esto y ver desaparecer amigos, ver desaparecer compaeros, mucha gente conocida en prisin, mucha gente conocida torturada, o sea todo ese terror que se descarg me toc de esa manera, y yo mismo huyendo con otros sobrevivientesen ese momento, para salvar el pellejo, porque definitivamente como hoy se sabe, se desat el terrorismo de Estado y el terrorismo de Estado no respeto nada Note32. . A inicios de los 80 se configura otra generacin de jvenes, que si bien cruza motivaciones con las anteriormente sealadas, esta ms bien influenciada por otros factores que se comienzan a vislumbrar en la poca. La sobrevivencia a los duros golpes propinados tras el golpe de Estado, y la cacera a opositores entre 1976 y 1977, fue dando pas a una prdida del miedo al rgimen de Pinochet. Se comenzaban a organizar los pobladores, los sindicatos, los gremios de profesionales y se vislumbraba que lo peor ya haba pasado. Se organizaban las primeras manifestaciones pblicas de oposicin a Pinochet, las marchas del Hambre realizadas en el centro de Santiago iniciaban la desobediencia civil, mientras que las mujeres se encargaran de lavar la bandera chilena de tanta sangre que la manchaba. En el exterior el triunfo de la revolucin Sandinista ilusionaba a la izquierda Latinoamericana de una nueva posibilidad de expandir la revolucin en el continente. Este triunfo conjuntamente al que la guerrilla logr en El Salvador, son de mucha importancia para el nimo de los revolucionarios chilenos, sin ir muy lejos no pocos de los Rodriguistas que recibieron instruccin en el exterior hicieron su prctica profesional en esas latitudes. Esos jvenes que militaban en la Jota o en la Resistencia (coordinadora opositora clandestina e informal en que participaban los partidos de Izquierda), iban adquiriendo la herencia combativa de sus amigos, vecinos y de los antiguos militantes, de los cuales se nutran en las instrucciones mnimas que implementaron los primeros combatientes comunistas, para rechazar a la represin. Estos jvenes a diferencia de los viejos militantes, pasaban directamente de la jota al Frente, por lo tanto no alcanzaban a militar en el PC, como suceda con los Rodriguistas ms viejos. Con estos nuevos jvenes comprometidos, el componente Rodriguista creca numricamente en forma acelerada, sin embargo, a estos nuevos combatientes los motivaba nuevos factores, no siempre hallados en los militantes ms viejos. tiene que ver con un tema de sensibilidad, un tema de captacin de situaciones que involucran injusticias, explotacin, etc., y que tu vas captando, de las cuales te vas impregnando en el espacio en que t vives, sea poblacin, trabajo, estudio etc., la sensibilidad va dando origen despus a compromiso, a consecuencia, a conciencia y a mayor desprendimiento de lo que en aquel entonces, estamos hablando en tiempos de dictadura, significaban las injusticias que se cometan en este pas Note33. . La mayora de estos jvenes combatientes, se vieron influenciados por el medio en que se desenvolvan, llmese liceo, universidad o poblacin. Las influencias que pudieran encontrar en estos lugares, son de vital importancia para definirse socialmente y participar de forma resuelta, en las instancias de participacin poltica, artstica o cultural. El vivir cerca o en una poblacin popular, que adems haya tenido claros componentes de lucha en su formacin, trascienden en los 80, especialmente entre los jvenes, en ese contexto la periferia poblacional va aportando gran cantidad de sus miembros, para sumarlos a la lucha del Frente. me cri en una poblacin que en mi poca de adolescencia, fue una de las primeras en aparecer con muestras de reagrupacin poltica, de actividad social, artstica, La Victoria, y eso tambin me permiti desde bastante joven ir teniendo grados de participacin en distintas actividades. Desde principio de los 80, un poco antes quizs, empec a tener una actividad cultural, poltica a travs de los centros culturales, juveniles que se empezaron a formar, particularmente en mi poblacin, participacin en la escuela con otros compaeros y ese fue como mi inicio en la actividad poltica Note34. . Por otro lado, el recuerdo de familiares, compaeros y amigos pueden estar directamente relacionados con casos de encarcelamientos, tortura, detenidos desaparecidos, ejecutados polticos o exiliados. Esta realidad se configura como una razn de peso para acabar con la dictadura, sin embargo, aqu se manifiestan diferentes percepciones, ya que por un lado, se encuentran quienes al momento de ocurridos los hechos, tienen una edad que les permite darse cuenta personalmente de lo que ocurra con estas personas y por otro lado los que en el 73 an eran nios y que por lo tanto, no entienden la magnitud de los hechos, o porque sus padres les ocultan la verdad. Para Ral su visin de los hechos tras el golpe son causas indesmentibles para optar por una opcin armada, el haber experimentado yo en directo eso y ver desaparecer amigos, ver desaparecer compaeros, mucha gente conocida en prisin, mucha gente conocida torturada, o sea todo ese terror que se descargo me toc de esa manera y yo mismo huyendo con otros sobrevivientes en ese momento para salvar el pellejo Note35. . la motivacin para entrar era fundamentalmente de carcter emotivo, o sea haba amigos que ya estaban participando, compaeros de colegio, nosotros estbamos en tercero medio, familiares que haban desaparecido, entre ellos unos primos mos que estaban detenidos desaparecidos desde el 73, entonces juntas todas esas cosas y sale la idea de integrarse Note36. . Tal cual lo seala Mara Antonieta Mendizbal, en la conformacin del Frente existieron diferencias en cuanto a formacin y motivacin para el ingreso. Ella seala que los ms viejos admiten una relacin directa entre la UP, mientras que los ms jvenes relacionan su ingreso directamente con el golpe militar, esto sumado a la situacin de permanente represin y experiencias familiares que les toc vivir. En cuanto a las diferencias ellas se remiten especialmente a su formacin poltica, siendo los ms viejos, los que tienen un anlisis poltico e histrico de ms largo plazo sobre las necesidades del Frente, mientras que el sentimiento de los jvenes es de solidaridad y de ganas de terminar rpidamente con la dictadura Note37. . En cuanto a la formacin esto se clarifica al existir casos, especialmente entre los ms jvenes, de aquellos combatientes que se forman o nacen polticamente en el Frente, esto debido a que muchos pobladores comenzaban militarmente en las Milicias Rodriguistas, pasando posteriormente al Frente, segn sus capacidades demostradas. En relacin con esos casos, su lazo directo lo tienen con el Frente, son formados poltica y militarmente ah, por lo tanto no es de extraar que cuando ocurre la separacin de aguas en el FPMR, estos sientan el compromiso de seguir en l, y no descolgarse ni optar por la fraccin ms proclive al PC. En ese sentido, caso especial es aquel que aportan los jvenes que se suman a la lucha del Frente, en la poca en que los acuerdos de la transicin ya estaban pactados y la separacin o fraccionamiento del Frente es una realidad. En estos casos encontramos jvenes que se ven influenciados por el medio en que viven y por su conviccin partidista, en donde las ganas de seguir en la lucha, es el anticipo a que a pesar de plebiscito, las reformas a la Constitucin del 80, y las bulladas elecciones libres, nada en el pas iba a cambiar, ms bien era la perpetuacin como la llam el Frente, del rgimen de Pinochet. Yo en ese tiempo militaba en la jota, en las Juventudes Comunistas y siempre tuve ganas de ir un poco ms all de la lucha callejera, o de la lucha panfletaria como decamos nosotros, y bueno yo creo que fue el medio y las situaciones que me fueron dando ganas de ir un poco ms all Note38. . Esta generacin es la que se organiz en sus liceos, llegando en muchos casos a tomrselos cuando el dilogo se haca estril, o simplemente porque la ocasin ameritaba demostrar su rebelda y descontento a Pinochet. Estos estudiantes secundarios harn historia con su organizada FESES y sus multitudinarias marchas por la Alameda. Simultneamente estos adolescentes tambin se preparaban en sus poblaciones para construir barricadas, bombas molotov y miguelitos. Esta generacin de la segunda mitad de los 80, tendr una especial participacin dentro del contexto social que se viva en la poca, animando las multitudinarias concentraciones en contra de la dictadura, inscribindose masivamente en los registros electorales o saludando la visita del PAPA a Chile. Exista una efervescencia en el pas, en donde gran parte de ese entusiasmo lo ponan los jvenes. Yo creo que fueron los amigos, los vecinos, yo empec a militar a los 14 aos y yo me acuerdo que fue parece el ao 83 una de las primera protestas nacionales y bueno yo te digo todos vivimos el hambre, nosotros comamos papa 3 a 4 veces a la semana, porotos, legumbres todo eso. Tuvimos suerte porque tenamos familia en el campo, entonces claro veamos en la poblacin donde viva, a los pacos sino todos los das, un par de veces por semana, escuchabas de gente que se llevaban presa, y bueno lo que me llamo la atencin y me subi la adrenalina la primera vez que yo decid entrar a militar, la primera protesta que se hizo el ao 82 o 83, y yo estaba cabro, tena 14 aos y ver a la gente marchar, pasar de un lado a otro, prender los neumticos, salir con las cacerolas afuera, era como que me dieron ganas de decir bueno, por aqu va la cosa, por ah tengo que empezar Note39. . La represin, el hambre y la rabia seguan entre los postergados, a pesar de las promesas y los colores de la Democracia continuaban los allanamientos en las poblaciones, las crceles seguan atestadas de luchadores sociales y en cada protesta seguan cayendo pobladores heridos o muertos. ms all de las carencias que se vivan da a da, en esos aos estaba muy presente el tema de la represin. Uno viva esa realidad y no podas hacerte el leso. Por eso ingrese a las Juventudes Comunistas en 1986. Pasar a engrosar las filas del Frente dos aos despus fue su forma de tomar una opcin ms radical contra la dictadura. Note40.
Por otro lado un dato interesante de aportar es el que nos relata Jos, ya que l seala que tambin la efervescencia juvenil, es un motivador que no se puede dejar de lado, esa rebelda natural que se presenta en edad adolescente y que impulsa a tomar decisiones, bueno en ese tiempo la efervescencia que uno tiene entre, - mirando hacia atrs los 17, 18 y hasta los 25, 26 aos, yo creo que no la puedes comparar, es bastante impulsivo en ese momento y bueno estaba todo lo que tenas al lado, todo el mundo diciendo vamos para adelante, hay que echarle y nosotros pensbamos que bamos a ganar, o sea con esa conviccin entrbamos y bueno pensando as todos tus proyectos personales y todo eso, tu podras haber pensado que lo podras realizar despus o postergarlo un poco. Note41.
Eso explicara en alguna medida, la renuncia de muchos histricos revolucionarios, que en antiguas generaciones estaban en las calles arengando su rebelda juvenil y que hoy reniegan de su pasado, aludiendo a que fueron cosas de juventud, ms bien a su impulsiva mocedad. Pero como en todo grupo humano, no todo puede ser una contribucin positiva, ya que tambin existieron aquellas personas que a juicio de Ral, ingresaron al Frente por choreza. Esta situacin de deterioro poltico dentro del Frente, se habra producido por una falta de seleccin de los nuevos aspirantes a Rodriguistas, en donde se filtraron las irresponsabilidades, y la inmadurez natural que pueden tener algunas personas, pero que en este tipo de organizacin pueden costar la vida. pero hay mucha gente que entr con una visin mucho ms inmediatista y de repente porque no decirlo, algunos compaeros que inmaduros de edad y tambin polticamente, gente que entr por la choreza tambin, no hubo tal vez un filtro adecuado y entro gente que no deba estar, deban esperar un tiempo ms, a lo mejor pudieron haber estado en las milicias un tiempo, haber estado en otras cosas, pero no en el frente y no digo con desprecio por las milicias sino porque era una escuela, pero pasar mas tiempo en eso. Note42.
Sin embargo, existen mil realidades, slo se mencionan ac los casos ms recurrentes en relacin con los testimonios recogidos, pero no es algo definitivo, ya que por ejemplo, en esos antecedentes slo se refieren a la ciudad de Santiago, lo que no quiere decir que estas se repitan necesariamente en regiones, las cuales tambin tienen sus diferencias y caractersticas propias, por ejemplo las ciudades histricamente de Izquierda, en que para las elecciones mnimo elegan a un candidato, hablo de zonas como Lota, Antofagasta, Concepcin o Valparaso, ciudades que se han caracterizado en manifestarse cada vez que sus derechos han sido violados. En cierta medida, las motivaciones que influyen la decisin de ingresar a participar en el Frente son variadas, en otras palabras son una sumatoria de causas emotivas, ideolgicas e influencias del medio que pueden ser humanas o perceptivas, sin embargo, estas motivaciones no escapan a la realidad de los otros grupos armados de la poca como son el MIR y el Movimiento Juvenil Lautaro. La familia como motor de la rebelda, sus influencias y apoyos Para cada uno de los integrantes del FPMR, la familia es un factor muy importante, ya que de una u otra manera, su influencia marca el inicio militante de alguno de sus miembros. Sin embargo, no es el nico aporte que hace la familia a estos combatientes, debido a que cuando la militancia ya es un hecho, sta se convierte en fuente de energa y motivacin. La familia del militante puede estar representada por los padres, hermanos mayores, abuelos o tos, sin embargo, cuando los militantes ya han contrado compromisos afectivos y tienen pareja, esa familia puede alcanzar a consignar a sus hijos, con los cuales se desarrollan nuevos sentimientos que influyen a militar en esta organizacin poltico militar, sin importar los riesgos y separaciones familiares. Una buena cantidad de integrantes del FPMR, surgi como militantes de algn partido poltico, bajo la influencia de su familia, la cual al estar comprometida polticamente con un sector determinado, incide en una decisin futura de sus hijos, sobrinos o nietos para militar. En muchos casos fue familia Roja, una familia comunista, en la cual por tradicin las futuras generaciones, ya tenan un lugar en las JJCC y posteriormente en el PC. Comenc a militar en las Juventudes Comunistas en 1971, en pleno gobierno de Salvador Allende. Vengo de una familia de izquierda. Mis padres eran socialistas y mis hermanos comunistas Note43. . yo vengo de una familia comunista de padre y madre comunista, y evidentemente eso te da una formacin desde nio Note44. . Bueno yo tengo varios motivos de porque ingrese al Frente, una de esas es que de partida yo vengo de una familia de izquierda, en que m pap y m mam son comunistas, dirigentes sociales y por ende yo tambin milite en las juventudes comunistas, a la edad de 13 aos empec a militar Note45. . El hecho que toda la familia sea poltica o que por lo menos el ncleo ms cercano lo sea, facilit las cosas para que los jvenes Rodriguistas, se integraran a las diferentes faenas combativas que le depuraban su destino. Esa situacin da cuenta de una conspiracin solapada con el combatiente, de parte de su familia ms cercana, eso aparte de apoyo proporciona seguridad y confianza al militante Rodriguista, en las acciones que deba realizar en el futuro. mi familia es como bien pequea, entonces el hecho de ser activos polticamente facilita las cosas, no se si uno le plantea a la familia abiertamente en que esta trabajando propiamente tal, que tipo de tareas polticas esta cumpliendo, pero es como evidente dentro de la familia, en que puede estar uno en esa etapa, y de alguna manera yo vena ya antes de incorporarme al Frente cumpliendo ciertas tareas en esta lnea de resistencia, y yo dira que no fue una cuestin traumtica Note46. . Sin embargo, no todos los casos se dieron de esta manera, ya que existen otras realidades, en que si bien la influencia familiar esta presente, sta no esta atribuida a influencia directa de Partidos Polticos, sino ms bien a la educacin cvica que exista en el pas antes de 1973. Por ejemplo, Rafael habla de la conciencia social que les inculc su padre a l y sus hermanos, Claro, bsicamente es la situacin al interior de la familia, con un padre que era radical, militante del Partido Radical, pero con una conciencia social ms avanzada, llammoslo as, entonces l nos embull a nosotros, y de echo dos de mis hermanos, somos cuatro hermanos, tambin ingresan al Partido Comunista. Y en virtud de esa formacin y de principios que l nos inculca, nos plantea que de acuerdo a lo que nosotros consideremos que es correcto, debemos actuar y debemos ser consecuentes, esa es la formacin que yo tengo, no siendo mi padre comunista, pero tena mucho de impronta de la justicia social Note47. . Pero no slo influencia poltica existe en el seno familiar de los Rodriguistas, sino tambin influencia de carcter religioso, esto debido a que muchos combatientes provenan de hogares con mucho apego a la religin, cosa no muy ajena a la realidad de la mayora de los habitantes de este pas. Esa influencia religiosa era la encargada de inculcar valores cristianos a estos jvenes, los cuales sern traducidos en un lenguaje de lucha, transformndolos en un motivo para sumarse a la lucha anti dictatorial. Provengo de un hogar cristiano de gente muy creyente, una madre y tas muy creyentes, y recib una fuerte influencia catlica donde los valores de la solidaridad, los valores del amor al prjimo, la piedad siempre estaban muy presentes Note48. . Esta situacin no fue dejada al azar por la direccin del FPMR, ya que en su afn de congregar en sus filas, al ms diverso espectro ideolgico, se las ingeni para desarrollar discursos dirigidos a esos cristianos, los cuales vean en muchos pasajes de la Biblia, la justificacin legtima de hacer frente a la ilegitima dictadura. La entrega de valores, no slo era una exclusividad de las familias ms religiosas, ya que las familias tradicionales, tambin se esmeraban en entregar principios bsicos de convivencia a sus hijos. Mi familia es alemana y muy conservadora, sin embargo, mi padre era muy amplio, muy sensible, nunca me presion a pensar como l: lo nico que le preocupaba era que yo fuera un hombre de principios. Cuando le cont que haba entrado a las Juventudes Comunistas lo hice a fines de 1962 me dijo: si amas tus ideas, aunque te traigan sufrimiento, sers feliz Note49. . Por otro lado existen casos en los cuales si bien existe una influencia familiar, esta no se da precisamente como un motivador de lucha directa, ya que su posicin frente a la realidad del pas, es completamente opuesta a la que se podra imaginar. Este es el caso de Manuel, quien creci en medio de una familia de extrema derecha, la cual no alcanz a incidir como influencia que lo llevara a militar en ese sector poltico. haba una tradicin que era del otro lado, con un viejo que haba militado en patria y libertad en su momento, mi hermana que haba estado con gente de derecha en el liceo, y que haban sido siempre de un extremo, o sea siempre de armas a tomar y por otro lado despus de un proceso yo creo natural de rebelda de uno, se toma la conciencia de que hay que tomar una posicin tambin, pero una posicin contraria obviamente a ellos, un proceso de rebelarse tambin a la familia.Pero tampoco iba a ser una posicin de centro, sino que era tambin irse para el otro lado, o sea, significaba estar como a la misma altura de ellos, pero en bando contrario Note50. . En este caso si bien no existe una influencia para militar, si se puede considerar como una causa para rebelarse, primero frente a su familia y posteriormente contra el sistema, aqu la motivacin se da por oposicin a la lnea partidista de la familia, la cual influye indirectamente en la decisin de Manuel para militar posteriormente en el Frente. Por otro lado, la familia siempre ser un motor importante para quien se encuentra en constante peligro, ya que entrega energa y motivacin, esto a pesar que no sepan nada de las actividades realizadas por sus familiares combatientes. Este era siempre un tema sensible para los Rodriguistas, ya que ese ocultamiento de su militancia y de las actividades realizadas, proporcionaba la seguridad de la familia, pero tambin significaba en muchos casos un paulatino alejamiento de la vida familiar. La rigurosidad en el enmascaramiento de situaciones, se complica cuando l combatiente ya tiene un hogar y su pareja no esta al tanto de su labor combativa. Ah la preocupacin principal aparte de mantener la militancia en el anonimato, es proteger a la familia, lo cual se logra precisamente privndole de saber la verdadera identidad de su pareja. Una manera de proteger a la familia es que la familia no sepa, porque si la familia sabe se la pone en riesgo, adems de arriesgar a la organizacin. Probablemente alguna vez sospecharon, una vez que salimos y pusimos en Santiago como 52 bombazos en una noche y claro yo no estaba en la casa y volv al rato despus de los bombazos, o sea no puse yo y otro amigo los 52 bombazos, fueron varios grupos quizs tantos grupos como bombazos. Claro y volv y estaban como con sonrisa de gato... no me dijeron nada, o sea me empezaron a hablar oye los bombazos a hacerme comentarios que ser yo no le dije nada por supuesto, claro gente que esta enojada a lo mejor y yo creo que intuan, pero yo no les revele detalles de nada, no los involucre en nada, trataba de mantener una vida normal, familiar normal porque yo no haba vuelto clandestino a Chile Note51. . Ese ocultamiento de la verdad era necesario, ya que adems as se evitaba que supieran informacin del Frente, que posteriormente podan ser argumento de los grupos de inteligencia de la dictadura, para torturar en busca de esa informacin. Yo viva con mis viejos, estaba estudiando en el liceo, entonces tenia que distribuir tiempo entre una cosa y otra, adems conspirar al interior de la casa para que no se dieran cuenta Note52. . Los problemas con la familia ms cercana, comienzan cuando las situaciones no calzan y el ocultar algo se transforma en mentira, los horarios se desordenan y cuesta dar normalidad a las ausencias del hogar, naturalmente que como pareja tuvimos algunos problemas en virtud de que yo tena que enmascarar un montn de situaciones, entonces por asuntos operativos tuve que entrar a mentirle y claro haban cosas que no calzaban de repente Note53. . Esa situacin en muchos casos fue causa de separaciones, en el caso de Rafael no lleg a ese extremo, ya que tuvo la posibilidad de contar su secreto a su compaera, y evitar el deterioro matrimonial que se estaba produciendo a causa del ocultamiento de sus actividades. ya por el ao 85, tengo la necesidad de por lo menos con mi compaera, sincerarme, en virtud de evitar el deterioro de mi relacin de pareja, si bien es cierto, le impacta que no haya sido lo suficientemente honesto con ella, pero tambin lo entiende que no fue por falta de honestidad, sino que era un requerimiento para una mayor seguridad para ella Note54. . Pero esta no fue la realidad para otros combatientes, los cuales por diferentes razones, no alcanzaron a develar su verdadera identidad a sus parejas, en algunos casos debido a la clandestinidad o al estar largos periodos privados de libertad. Otros casos ms extremos, en los cuales su mujer no soport estar unida sentimentalmente a un terrorista. Quizs muchos alcanzaron a mantener su secreto y no tuvieron los problemas anteriormente sealados, ya que esa situacin dependa tambin del grado de responsabilidad que l combatiente tuviese. Para los ms jvenes, es un desafo inventar cualquier tipo de excusa para salir de la casa y llegar tarde, significa mucha precaucin para que no sospechen, manteniendo su condicin de combatiente lo ms que se pueda, hay un intentar mantener una normalidad, los primeros aos son como fciles de mantener, incluso empezamos el grupo que nosotros creamos que era un grupo de amigos del barrio, intenta a ir a fiestas, obviamente empezaban de las 8 hasta las 12, intentamos hacer como una vida bien normal con la vigilancia sper estricta de parte de los viejos nuestros de que no nos metiramos en nada Note55. . Una situacin complicada la viven los combatientes que pasan a la clandestinidad, ya que ellos por ningn motivo pueden ver a su familia, esto debido a que pueden ser blanco de seguimientos de los aparatos de seguridad, por lo tanto, la separacin especialmente del ncleo familiar ms cercano, puede ser perjudicial para el combatiente, por ello se implementaba todo un sistema de visitas entre el clandestino y su familia, sin embargo este encuentro se produca slo cuando la ocasin lo ameritaba, ya que esto significaba un despliegue de varias estructuras y recursos, todo por la seguridadde la organizacin y de los mismos implicados, estos encuentros se producan por lo general lejos del lugar de origen, muchas veces se les organizaba citas clandestinas con los familiares que no podan ver, cuando era posible, cuando el riesgo no era demasiado alto, se verificaba por ejemplo, se trasladaba un compaero por razones de seguridad de una regin a otra sin su familia, entonces este compaero imagnate los fines de semana ese compadre sin su familia, entonces lo que se trataba de hacer a veces era mover a la familia para que se vieran, un chequeo previo de cual era su situacin de seguridad , se verificaba si la familia estaba siendo vigilada, entonces se mova a la familia, se la sacaba a travs de un recorrido especial, era supervisado muy estrechamente para que esta familia llegara a un punto X, suponte si el compaero era de la VIII regin, se sacaba la familia a Los Vilos y el compaero estaba en Santiago, la familia llegaba a Los Vilos, al compadre se le compraba un pasaje a Los Vilos para que estuviera un fin de semana con su familia Note56.
Las relaciones de pareja vividas por los Rodriguistas, a pesar de la normalidad que le pretendan dar, no podan ser consideradas relaciones normales, es por ello que los momentos de amor, se convertan en el espacio, en el momento de volver a la normalidad. Eran los momentos de sentirse desprendidos de la tensin asfixiante, de la eterna incertidumbre de no ser detectados por los aparatos de seguridad o de ser alcanzados por una muerte precipitada. En ese sentido esos momentos se vivan con mayor intensidad, Con ms fuerza, con mucha ms intensidad se valora mucho ms lo que se tiene, a pesar de los problemas, en el caso mo tiene la connotacin muy distinta tal vez a la de muchos compaeros, porque en mi caso no es tan idlico, yo volv casado a Chile, yo era un padre de familia cuando volv a Chile y por supuesto que el amor a mi familia en ese momento era el que se potenciaba, era el que se multiplicaba, incluso a lo mejor dejando de lado muchas carencias, muchas debilidades de la relacin, muchos aspectos crticos de la relacin, yo creo que la participacin en el Frente hasta ayudaba a atenuar ciertos conflictos de la pareja, en el caso mo, a ver con ms indulgencia algunas cosas Note57. . Esa misma manera de amar, de entrega desinteresada hacia los dems, acrecienta el amor a los seres queridos e incluso es proyectada hacia todo el mundo, y proporciona nuevos bros para continuar en la lnea de combate del Frente. Ese tipo de sentimientos grafica a cabalidad la condicin humana de los combatientes, los cuales privndose de muchas normalidades, preferan arriesgar su pellejo, por construir una nueva sociedad. Los sentimientos que tiene un revolucionario son muy profundos, se nos quiere aparecer como muy fros, muy calculadores, asesinos. Yo creo que la gran mayora, los habr quizs por ah, un poco ms mesurados llammoslo as en cuanto a su entrega, pero dentro de lo que yo conozco, y las relaciones que he tenido con los hermanos, con que me he relacionado en esta lucha, de una fuerza hacia el amor inconmensurable, grande por la misma actividad de uno, el estar un poco lejos de la familia, no como el comn que se ven todos los das, en fin, los momentos de amor, los momentos de entrega son intensos, adems pensando que puede ser el ltimo, entonces es fuertsimo, y eso uno lo transporta al amor hacia su pueblo, por que soy parte de ese pueblo, porque hay mujeres, porque hay nios, porque hay todo eso que yo amo ....... es que uno se entrega Note58. . tampoco quera que mi hijo viviera el da de maana lo mismo que viv yo, el que nos tomaran preso, el escuchar en la radio que estaban matando gente, desapareciendo o el clima de terror que haba en esa poca, entonces para mi era mucho ms significativo, ms productivo el poder aportar desde esa trinchera, y decir bueno el da de maana cuando se termine esto, estaremos nuevamente juntos Note59. . Las relaciones de pareja que se intentaban armar dentro de la organizacin, tampoco podan desarrollarse normalmente, ya que a pesar de estar ambas personas involucradas en la misma complicidad, y entendiendo mutuamente el porque de las ausencias, todas llegaban a un punto de desvanecimiento, propio de la inestabilidad de la misma. era algo muy simptico, porque se pololeaba cinco das, se terminaba, se volva un mes despus, se hacia el contacto para juntarnos en un punto donde estbamos un minuto, dos minutos, a veces bastaba con que nos viramos para saber que estbamos bien, Era entregar cartas para all, para ac, de repente acomodar una casa donde llegar, donde vernos. Pero eran relaciones como muy en el aire sin saber si la prxima vez iban a existir, Eran relaciones en las cuales yo priorizaba por no tenerla, pero existan, o sea, se abran paso solas, eran como cpsulas de relaciones, pero no eran como relaciones estables. Aparte que la pareja siempre peda un compromiso que no exista, o sea, nos vemos tal da no tengo una reunin nos vemos tal da no tengo que hacer. Yo propona las fechas, no, nos vemos en un mes ms, o nos vemos en dos meses ms, alguien se va a comunicar contigo, eran como bien extraas las relaciones, eran como de aguante, si alguien aguantaba ese tipo de relacin, bien, Pero no eran relaciones obviamente normales Note60. . Estas relaciones de aguante reemplazaban cualquier relacin normal de pareja, que exigiera un compromiso mayor, al que estuvieran dispuestos a aceptar los Rodriguistas. Por lo tanto era una de las posibilidades de relacionarse o de entablar una relacin de pareja. Sin embargo, como una forma de evitar esas complicaciones, lo recomendable era evitar ese tipo de relaciones, ya que provocaban alteraciones en el accionar de los combatientes. Indudable, indudable, la familia te limita mucho, te limita mucho y te hace ser doblemente riguroso, y por lo general, se prefiere al soltero, por ejemplo para el clandestino total, pero bueno, han habido muchos hermanos que fueron totalmente clandestinos an teniendo familia Note61. . En los casos de los jvenes que an no se embarcaban en una relacin amorosa formal, la situacin era obviamente menos complicada, ya que su acelerada militancia y adopcin de mayores responsabilidades, impeda formalizar algn tipo de relacin. Se evitaba llegar a un compromiso ms serio, ya que eso implicaba el ocultar muchas cosas, sin embargo para estos adolescentes de la poca, no fue sntoma de trauma, ya que por compromiso y su forma de ver la vida en ese momento, una relacin amorosa ms formal no era una prioridad, ms bien era un obstculo para desarrollar plenamente su labor combativa. En el caso de tener pareja siempre te preguntan, porque no tienes tanto tiempo conmigo, porque andas aqu, porque andas all, y no estoy diciendo que por el hecho de tener pareja los sentimientos te hagan ser ms dbil, pero s hay un momento en que tienes que enfrentar o cortar, y yo creo que para mi fue mucho ms fcil no tener pareja que tener pareja y hacer dao Note62. . tuve parejas pero nada estable digamos, no tuve parejas propiamente tal, o sea, tuve relaciones muy breves, sin mayor compromiso, no estableca ningn tipo de relacin que me complicara en lo que yo estaba o tena como prioridad en ese minuto, adems que era joven digamos, tena 18, 19 hasta 20 aos cuando me tomaron detenido, entonces no tena ninguna gran urgencia de pareja, de convivencia, de formar familia, ni nada por el estilo Note63. . Si bien la familia sangunea o la pareja estn siempre presente en la vida de los combatientes, existe un momento en que todo el amor y sentimientos que puedan sentir por ellos, se dirige a otra familia, la familia Rodriguista, en donde con otros cdigos ms compartimentados se construye una nueva relacin familiar, en donde todos son hermanos. Esto no quiere decir que se olviden o desaparezcan los sentimientos a su familia original, sino ms bien se agregan al conjunto de los seres ms queridos. Composicin social del FPMR La composicin social del FPMR es un reflejo de nuestra sociedad, ya que en el confluyeron miembros de todos los sectores sociales, constituyndose en un abanico de relaciones posibles. En cuanto al origen socioeconmico, el Frente cont con la participacin de miembros de todos los sectores, desde el humilde poblador, hasta el exitoso economista, pasando por taxistas, obreros o pintores de brocha gorda. En este tipo de organizacin que lucha por derribar las diferencias sociales, resulta llamativo que a sus filas lleguen miembros de aquellos sectores, que por el contrario, promueven la permanencia de esas diferencias. Sin embargo, en el Frente se dieron casos como estos, los cuales demuestran el alto grado del componente ideolgico, ya que no es posible explicar de otro modo, el abandono a una vida llena de privilegios. Obviamente esa influencia de justicia social no llega desde la familia, sino al relacionarse con personas con una ideologa ya definida, y que es tomada tambin por estos casos atpicos de combatientes. Un ejemplo que grafica esta situacin y que quizs sea el ms conocido en el Frente, es el de Cecilia Magni Camino, quien proviene de una familia acomodada. Realiz sus estudios en el Grange, uno de los ms exclusivos colegios privados, y luego ingres a la Escuela de Sociologa de la Universidad de Chile Note64. . En la nica entrevista realizada a Cecilia, al ser consultada acerca del porque de su ingreso al Frente, afirma que primero comenz militando en una Juventud poltica, porque crea en una sociedad, ms justa, y despus de eso bueno, creo que ste es un camino ms realista. Creo en el uso de las armas y que hay que usar todos los medios para combatir esta sociedad. De ah pas aqu. Hay que ser consecuente con las ideas Note65. . Sin embargo, el aporte de este sector social no fue muy numeroso, aunque s demuestra que el discurso Rodriguista lleg a esas esferas, comprendiendo que en los sectores ilustrados de la sociedad haba mucha gente con conciencia antidictatorial, con una profunda conciencia patritica, que entendan que haba que sacudirse del yugo de la dictadura y que haba que avanzar hacia un proyecto poltico nacional diferente, esa es mi interpretacin respecto de la presencia de gente de todos los sectores Note66. , tal vez sean muchos ms los casos de adinerados en las filas del Frente, pero no se conocen por la secreta condicin de su militancia, la cual era prdida slo cuando la desgracia de la prisin o muerte, develaban la verdadera identidad y el origen social del combatiente. Con un escaln ms amplio en cuanto al nmero de integrantes, se encuentra el que se podra denominar, contingente de profesionales del Frente o clase media alta, estos profesionales son en su mayora, los hijos que debieron partir junto a sus padres al exilio, tras el golpe de Estado de 1973. Eran, claro est, familias de profesionales, ex diplomticos y parlamentarios de Izquierda que debieron dejar el pas por razones obvias. En el exilio estos jvenes y adolescentes se educaron y se convirtieron en mdicos, ingenieros, abogados o economistas, sin embargo, la mayora no ejerci su profesin, ya que paralelamente al estudio de sus respectivas materias, estos estudiantes tambin reciban instruccin militar, la cual sera puesta en prctica en Centroamrica, para dar posteriormente la prueba de fuego en su natal territorio, se incorpora tambin una cantidad de gente, que son retornados, clandestinos la mayora, un buen nmero, que tambin podemos decir, la mayora son de un sector social medio Note67. . Este estamento Rodriguista tampoco fue demasiado numeroso, aunque de estas filas ascendieron muchos de los ms connotados combatientes del Frente. Dentro de esta realidad se encuentran los casos de Ral Pellegrn (comandante Jos Miguel o Rodrigo), Galvarino Apablaza (comandante Salvador), Jos Valenzuela Levy (comandante Ernesto) y Roberto Nordenflycht (Aurelio), slo por dar algunos nombres. Sin embargo, la realidad de estos profesionales, no dista mucho de los que estudiaron y recibieron instruccin en el pas, un claro ejemplo es el del economista Ignacio Valenzuela (comandante Benito), quien estudi en Chile, y no pas a la clandestinidad, ya que su labor profesional como docente de varias academias impeda esa condicin combativa. La realidad de estos profesionales, se sita directamente en las vivencias que les toc experimentar a partir de 1973, la mayora experiment el exilio, las desapariciones y la muerte de familiares, amigos y compaeros, por lo tanto su compromiso con la lucha del Frente, esta cimentada especialmente en lo ocurrido en Chile, en la dcada de los 70. Esta categora de miembros del FPMR, se la podra encasillar dentro de la clase media alta, ya que por su condicin de profesionales y el origen familiar que tenan, llevaban una vida sin sobresaltos en materia econmica. Este ltimo punto no es excluyente de aquellos jvenes que se abrieron paso en la sociedad, y ascendieron por medio de sus estudios primero, y posteriormente por su desempeo laboral, a ocupar parte de esa clase media alta y que tambin aportaron de diferentes maneras al trabajo del Frente. Por otro lado, se encuentra el estrato medio bajo el cual en relacin con los otros dos anteriores, es uno de los sectores que aport la mayor parte de los combatientes del Frente. Dentro de este grupo se pueden encontrar estudiantes, y todo tipo de trabajadores independientes, profesionales jvenes, dueas de casa, jubilados, etc. Este segmento al ser ms numeroso, lo hace ser acreedor de una mayor diversidad de causales para sumarse a la lucha del Frente Patritico. Por un lado, se podra citar la edad de sus miembros, su militancia poltica o el sector de hbitat. Sin embargo, el sector social que ms integrantes sum a la filas Rodriguistas, fue la clase baja, la cual vivi con mayor dureza las distintas formas represivas que impona la dictadura, ya que por un lado sufri la desaparicin y muerte de muchos de sus integrantes, y por otro lado fue vctima de los allanamientos y el hostigamiento constante de las fuerzas represivas. En el plano econmico fue el sector que ms not la crisis econmica de inicios de los 80, sufriendo la cesanta, l hambre y la segregacin. empieza a aparecer una nueva estructura, que son las poblacionales, y que yo dira son las mayoritarias en el tiempo, las que aportan mayor cantidad de combatientes..., si consideramos como combatientes a todos los que formaron parte de las milicias, que probablemente en nmero sea la mayor cantidad dentro del Frente en esa poca 85, 86 y 87..., pero yo dira que el componente mayoritario si uno habla de nmero, es proveniente de poblacin y de familias trabajadoras Note68. . Este sector poblacional, ser quien ms apoyo dar al Frente, durante su poca de ms actividad, no slo aportando combatientes, sino tambin demostrando su cario y respeto a los Rodriguistas, los cuales muchas veces defendieron sus poblaciones de la accin represiva de carabineros y militares. En cuanto a la conformacin en el tiempo del FPMR, sta tiene distintas versiones, ya que por un lado se habla que el Frente fue creado por los oficiales que recibieron instruccin en el extranjero. Sin embargo, para muchos el Frente ya estaba operando antes del mentado 14 de diciembre de 1983, tal vez, sin el nombre de FPMR, pero ya existan grupos operando en el pas. Esto no impide que exista una influencia externa, ya que segn el testimonio de otras personas antes del estreno en sociedad del Frente, ya haban ingresado al pas varios oficiales formados en el exterior. El pequeo grupo de especialistas ms algunos destacados combatientes forjados en el pas, fueron designados a las principales jefaturas de trabajo recin creadas.Un grupo de jvenes comunistas y otros no tan jvenes de las principales ciudades integraran las primeras unidades o grupos de combate y principalmente la logstica del FPMR. Note69. . A partir de 1980 fueron infiltrados a Chile, en olas sucesivas, decenas de oficiales con preparacin desproporcionada, para las necesidades ms rudimentarias de la situacin chilena Note70. . el Frente lo fundaron y lo hicieron operativo en su primera poca viejos militantes, para la edad de nosotros, o sea, uno que era recin mayor con 18 aos, con mas de 30 aos ya eran viejos, y ah uno empieza a conocer a esos militantes, esos que son los primeros cuadros operativos del Frente, son los que empiezan las acciones de verdad, los que hacen el primer apagn nacional, los que asaltan las armeras, los que hacen las primeras tomas de radios, las transmisiones clandestinas, los que sacan el rodriguista y es toda gente mayor de 30 aos Note71. . Csar Quiroz (vocero del MPMR), habla del ingreso de los primeros oficiales guerrilleros a Chile a partir de 1985 Note72. . A pesar de ello, otros testimonios hablan de la existencia de viajes de instruccin combativa en el extranjero, incluso antes de 1980,Ah ya se plantea algo de la implementacin de la poltica militar, de echo yo recibo instruccin, por razones obvias no te voy a decir donde, ni como, esto fue a fines del 75, y yo el 77 vuelvo, El ao 80 tambin tengo que salir por un tiempo, ya ms breve, ms corto Note73. . Esta situacin indicara que operativamente los cuadros locales, ya organizados en el pas, son lo que inauguran las acciones del Frente, y que si bien, la presencia de algunos combatientes formados en el extranjero tambin existe, es slo a partir de fines del 84 y comienzos del 85, que llegan la mayora de la gente ms experimentada. A pesar de ello, ya en 1983 se encuentran en el pas gente como Ral Pellegrn y Jos Joaqun Valenzuela Levy. Las responsabilidades fueron creciendo, nuestro grupo creci, se multiplico por todo el pas, adquiriendo ya en 1983, con la llegada de varios combatientes expertos, entre ellos, Ral Pellegrn y Roberto Nordenflycht, una organizacin formal y tcnica con preparacin militar. Lo que s queda claro es que antes que el Frente apareciera a la luz pblica, ya existan embriones Rodriguistas realizando acciones de sabotajes o bombazos a reparticiones pblicas, las cuales eran slo un anticipo de lo que se comenzara a producir a partir de diciembre de 1983. Los que crearon el Frente no son los oficiales de afuera, por que el 80 parte con la PRPM y aqu ya hay embriones del frente, que es el Frente Cero o el destacamento Lautaro, que son los que realmente crean el Frente, despus lo profesionalizan la gente de afuera y que llegan despus, el 85, cuando el Frente ya tenia su carrete, exceptuando algunos compaeros que llegan el 84 Note74. . en la aparicin de lo que se denomin Frente Cero, antes del 83 siempre uno se re porque los que hicieron el primer apagn el 14 de diciembre del 83, nunca supieron que actuaron para el Frente, la mayora, o sea, se vena actuando y cuando se produce el apagn la mayora de los combatientes que actuaron no supieron que esa era la primera accin del Frente, porque se actuaba en esa poca con otro nombre, o se tenia un nombre clandestino, porque se actuaba como Frente Cero, pero no se hacan proclamas, ni nada Note75. . En ese sentido los primeros Rodriguistas que operaron, lo hicieron sin saber a nombre de quien realizaban las acciones de sabotaje. Sin embargo a inicios de los 80 el denominado Frente Cero y los destacamentos Lautaro y comando Manuel Rodrguez comenzaron a adjudicarse esas primeras acciones de sabotaje. En el primer momento no existi Direccin Nacional, apenas una reducida jefatura, ms las estructuras combativas preexistentes. Segn algunos protagonistas, en Santiago comenzaron con apenas 6 pequeas unidades de combate, divididos en dos zonas, dos o tres grupos en Valparaso e igual cantidad en Concepcin. Contaban adems con un reducido nmero de armas cortas, subametralladoras, granadas caseras y explosivos, fruto de una logstica centralizada que ya exista en el propio partido Note76. . Los primeros aos fueron de pocos combatientes, los cuales a pesar de las carencias de los inicios, se las ingeniaron para realizar las primeras recuperaciones de armas, las primeras tomas de radios, y los extensos apagones del ao 84. Con la llegada al pas de los combatientes que reciban instruccin en el extranjero, el Frente comenz a reclutar ms combatientes, principalmente de la cantera de las JJCC y de las Milicias Rodriguistas. El ao 85 ya con un prestigio ganado, se comienzan a integrar ms combatientes, para seguir ascendiendo en cantidad paulatinamente hasta el ao 87, fecha de la crisis Rodriguista, en que el apoyo popular comienza a descender con respecto a la adhesin que tuvo en sus primeros aos de combate. La instancia de origen partidista tambin es importante de consignar, ya que esta decidir la opcin a seguir cuando el Frente se fragmenta. Tal vez no es una apreciacin definitiva, pero la mayora o gran cantidad de los Rodriguistas que alcanzaron a militar en el PC, no continu la lucha armada, volviendo a su partido de origen o formando parte del Frente ms cercano al PC. En cambio aquellos Frentistas que slo estuvieron en las JJCC, junto a los que se formaron poltica y militarmente en el Frente, optaron en su mayora por el FPMR Autnomo. Hay que insistir, que si bien esta apreciacin no es definitiva, se basa mucho en los testimonios recogidos y de la composicin de edad de ambos bandos Rodriguistas. La edad promedio de los combatientes del FPMR, se podra decir que tambin desciende con el transcurso de los aos, ya que si bien los pocos cuadros operativos del Frente, estaban compuestos por algunos jvenes, la mayora de esos cuadros lo integraban adultos. Esta situacin variar al pasar los primeros aos de combate del FPMR, descendiendo la edad de manera acelerada, ya que la mayora de sus nuevos integrantes sern jvenes e incluso adolescentes. En una etapa posterior se empieza a cambiar la composicin de edad, empieza a bajar el nivel de edad, y tenemos que en esta etapa la mayora de los militantes, son veinte aeros literalmente, incluso menos, la mayora Note77. . La media de edad de los miembros del FPMR no sobrepasara los 20 aos: slo los comandantes y algunos miembros seran mayores y experimentados. Un cientista poltico sostiene que a su juicio, se trata de muchachos que, por sobre una posicin realista, optan por una visin heroica de la poltica. Es un fenmeno existencial muy profundo, dice: son jvenes que quieren hacer algo til con sus vidas, darle carcter de nobleza, entregarse a los dems. Eso explica, por ejemplo, la presencia de cristianos en el Frente. Son jvenes que quieren algo ms que divertirse, y consideran que hoy la poltica chilena no es ms que concilibulos sin sentido. A esto se suma a menudo una falta personal de horizontes, en un rgimen que no les da ninguna posibilidad y que los obliga a la cesanta. A mi juicio estn tremendamente equivocados, incluso polticamente, pero ticamente no es tan fcil condenarlos. Note78.
Por otro lado, la necesidad de nuevos combatientes abri las puertas del frente, a todos aquellos que sin importar su tendencia poltica, tuvieran la decisin de terminar con el rgimen de Pinochet, as el Frente se defina como: una fuerza poltico militar donde podran participar personas de todas las tendencias polticas, que tuvieran la disposicin de empuar las armas en contra de la dictadura, ese era el principio, por lo tanto el Frente Patritico Manuel Rodrguez no era ni Marxista Lenninista, ni Troskista, ni del Humanismo Cristiano, era tal vez una sumatoria de todas estas cosas, pero el principio fundamental era gente que tuviera la conviccin, la decisin de empuar las armas en contra de la dictadura Note79. . Ideolgicamente el Frente es muy abierto. Hay que pensar que est compuesto por laicos, cristianos, marxistas, ecologistas y los ms distintos sectores sociales Note80. . los combatientes que dieron origen a nuestra organizacin y los que siguen ingresando todos los das pertenecen al ms amplio arco ideolgico y partidario.Entre sus miembros se puede encontrar a aquellos cuya nica formacin ha sido lograda en medio del hambre y la humillacin de los trece aos de dictadura hasta quienes han tenido posibilidades de educacin sistemtica, de mejores condiciones econmicas, y de acceso a la cultura Note81. . Por otro lado, si se puede considerar que el enemigo comn era la dictadura, y la figura que agrupaba todos los atropellos, violaciones y violencia hacia el pueblo era Pinochet, bajo ese contexto cualquier persona que estuviera contra la dictadura poda ser un potencial rodriguista, ya que al interior de la organizacin todos seran considerados para enfrentar al enemigo, en el seno del Frente tienen un lugar de combate todos los patriotas, no importando su ideologa o credo religioso, que hagan suyo el ideario rodriguista Note82. . Todo lo anterior refleja que el FPMR, cruz no slo las diferencias sociales y partidistas, sino tambin distintas generaciones de chilenos, constituyndose en un verdadero Frente amplio de resistencia y combate contra la dictadura militar. Los cambios que se producen, en la nueva vida combativa Estando ya en la organizacin es natural que a pesar del intentar mantener una normalidad en la vida, los Rodriguistas sufran alteraciones en diferentes aspectos de su vida cotidiana, los cuales pueden modificar el fsico, la imagen o incluso patrones fisiolgicos. Estos cambios fueron ms drsticos para los combatientes ms jvenes, ya que exista gente especialmente entre los comunistas ms viejos, que ya haban visto modificada su vida en otras circunstancias. No es menor que muchos de esos viejos, haban vivido la clandestinidad bajo el gobierno de Gonzles Videla, por lo tanto esta nueva proscripcin de sus vidas, no era algo nuevo. Estos viejos comunistas por ejemplo, ya haban implementado sistemas de compartimentacin y normas de seguridad bsicas, los cuales tenan como objetivo evitar los golpes que le propinaba la DINA, especialmente entre 1973 y 1978 Note83. , por lo tanto, para esta generacin no les fue tan radical las nuevas responsabilidades y variaciones en sus formas de vida, si es que ingresaban al frente. Por otro lado los jvenes que alcanzaron a vivir esa poca de persecucin y clandestinidad, tampoco les fue complicado asumir su papel al optar por la lucha armado, ya que desde adolescentes tambin haban conspirado en pequeas grades labores, para ir en busca de pertrechos, sirviendo de correo o para realizar enlaces entre los perseguidos y clandestinos dirigentes del PC. Por un lado, estn los cambios relacionados con la seguridad personal y de la organizacin, as el alejarse de la familia marca el inicio de una seguidilla de requerimientos bsicos, que deban ser cumplidos a la brevedad posible, un alejamiento de la vida de hogar, en virtud de mi semi clandestinaje, destinado de repente alguna operacin desapareca del hogar 3, 4, 5 das, en fin de acuerdo a los requerimientos y a veces hasta ms tiempo Note84. , por otro lado ese alejamiento de la familia, en la mayora de los casos, implicaba dejar de lado cualquier proyecto personal fuese trabajo fijo, estudio o formar una familia. Todas estas limitaciones recaan principalmente entre los jvenes, ya que ellos por su propia juventud aun no tenan hijos o una casa que mantener, por lo tanto los requerimientos del Frente ocupaban la mayor parte de su tiempo, bueno hay hartos cambios, de partida no sigo viviendo en el mismo lugar, despus el contacto con mi familia es menor, y dejo postergado cualquier decisin o cualquier proyecto de vida digamos, de estudiar, de trabajar y empiezo a tener una vida clandestina, clandestina en un cierto sentido, porque no fue mi caso, al menos en esa poca inicial, de tener una vida clandestina absoluta, yo fui uno de los combatientes que sigui manteniendo su identidad y clandestino era en las cuestiones operativas, pero no tuve la necesidad en esa poca al menos, de cambiar identidad ni nada, o sea, segu con haciendo todas mis cosas legalmente digamos Note85. . la vida, a m, este ao me ha cambiado. Empec el ao bien. Tena un trabajo, una polola y viva en mi casa. Ahora estoy terminando el ao 84 y ya no tengo ninguna cosa Note86. . tenias que aislarte de la vida cotidiana que tu habas tenido, salvo para ir a mostrarte frente a tus padres, decirles que estabas bien, e irte no mas, y cero participacin en todas las actividades que habas hecho, en las protestas o en las movilizaciones, no podas ir a ningn tipo de movilizacin que te pudieras exponer, hacer la vida lo ms normal posible, o lo mas aislado posible del trabajo revolucionario de partidos polticos Note87. . Sin embargo, ese alejamiento tambin tenia que ver en muchas ocasiones con dejar el barrio de toda una vida y por consiguiente dejar de ver amistades de niez y cortar los vnculos sociales que se tenan, uno se restringe mucho ms de lo que esta, dejo de tener una participacin social como la que tenia en distintas organizaciones, de hecho no estoy ya en La Victoria en esa poca, o sea, desde ese periodo y por supuesto hay preocupacin de la familia Note88. , este ultimo factor no siempre era as, ya que en casos por ejemplo, en que el combatiente no era clandestino, el no cambiarse de residencia, servia para mantener una normalidad en su vida. Por otro lado, los jvenes rodriguistas deban enmascarar una serie de situaciones para ocultar sus responsabilidades en el Frente, empieza a haber como una doble vida, por un lado empezamos a inventar fiestas, empezamos a inventar carretes, para empezar a ir a reuniones, para empezar a hacer algunas cosas ms interesantes y llega un momento en que ya no puedes seguir inventando, o sea, defines que estas trabajando en algo y sobre eso pones en la balanza que pesa ms, tu familia o esto, y la mayora pusimos que era la causa lo ms importante y de ah hay un desapego sper fuerte sobre lo que es la familia. En funcin de que empezamos como te deca yo a trabajar, se nos destina algunos sectores, llegbamos a casas que no conocamos, dormamos con gente que no conocamos y empieza a haber un reencontrarse con uno mismo, tampoco podas preguntar, o sea, si a ti te acuartelaban con un grupo de personas no podas empezar a preguntar, de donde venias, como te llamas, estas pololeando, no estas pololeando, no se poda en realidad por un tema de seguridad Note89. . Un aspecto que talvez grafica, ntegramente los cambios que se van produciendo en los integrantes del FPMR, es la figura, en ese aspecto la esttica o la imagen que cualquier persona puede representar con su vestimenta, su peinado o la manera de expresarse, se ven modificados, llegando incluso a modificar los modales. Estos elementos pasan a ser primordiales, si entendemos que la accin conspirativa necesita de individuos que se mezclen en la sociedad, sin despertar sospechas de nada y de nadie, ya que la imagen pasa a ser vista por los ojos ciudadanos y especialmente por los ojos inquisidores de los aparatos de seguridad. hay un cambio fuerte, cuando yo entre a la universidad usaba el pelo largo, mi barba, mis chalitas, mi morral, me vesta de negro y hubo un momento determinado que me doy cuenta que me estaban mirando, pero no me interesaba.Cuando viene el compromiso ms fuerte si me interesa, me corto el pelo, mis lentes, cambio la vestimenta, trato de pasar desapercibido y ese pasar desapercibido tiene que ver con mi forma de actuar donde yo vivo, con quien me relaciono, yo tenia amigos que nunca supieron, ni saben que yo estuve metido no hay que olvidar que en esa poca te detenan por sospecha, o sea si andabas con zapatillas y mochila eras sospechoso, o sea, muchas veces que en que el centro te agarraban los pacos, a mi me detuvieron en el centro por andar con zapatilla y con mochila, y obviamente yo nunca andaba trayendo ningn material que fuera comprometedor, pero te registraban o una patrulla militar te detena, entonces la disciplina era cien por ciento, o eras disciplinado o te ibas cortado Note90. . La nueva imagen forzada, modifica los estilos propios de estas personas, adquiriendo una esttica prestada por la sobriedad de lo desapercibido, tal vez muchas mujeres y hombres que militaron en el Frente, tuvieron necesariamente que cortarse el cabello, dejarse crecer o cortarse bigotes y barbas, otros desecharon sus zapatos artesanales o zapatillas de lona y la onda artesa tuvo que retirarse a los armarios y dar paso a la normalidad del ropaje establecido. Estas modificaciones fueron siempre ms drsticas en los jvenes, ya que en los ms adultos las modas eran cosa del pasado, por lo que sus fisonomas y estticas no quebraban con los cnones de la sociedad, ah tuvimos que dejar el morral, dejar los zapatos artesanales, empezar a vestirse ms formalmente Note91. . Yo me deje crecer los bigotes. Por suerte tengo la barba cerrada y los bigotes me crecieron rpido y tupido. Con estos bigotazos no me reconoce nadie, adems que nunca yo haba usado bigotes. Siempre usaba el pelo largo, ahora lo uso corto y me peino al lado, con partidura Note92. . Lo anterior no implica que los viejos Rodriguistas, no vieran en algn momento modificada su imagen, ya que por ejemplo, aquellos a los cuales el rgimen haba puesto precio por sus cabezas, necesariamente deban extremar sus precauciones, y obviamente el enmascaramiento de su figura estaba entre las posibilidades de evadir esa persecucin. As muchas veces los bisoe, pelucas y bigotes postizos salvaron a los clandestinos del Frente, de caer en manos de los aparatos de seguridad de Pinochet. Estas estrategias de encubrimiento de la identidad e imagen, fue la que salvo a los diferentes fugados de las crceles de Pinochet y de la Concertacin, de ser identificados y ser devueltos al encierro. Otros cambios son los que se producen a consecuencia de la militancia, es decir se modifican aspectos de la vida cotidiana, debido a las nuevas responsabilidades, las recurrentes tensiones que se empiezan a vivir, a los horarios por cumplir, lo cual va alterando el sueo, desordenando la vida sexual y en algunos casos el comer menos provoca que la dieta se descompense. En relacin con el sueo, ste se ve alterado dependiendo del caso, ya que es diferente la situacin que puede vivir un clandestino, a la de alguien que vive en su casa normalmente, con su familia, su mujer e hijos. En este ltimo caso la responsabilidad de no levantar sospechas hace que el combatiente viva en constante guardia, especialmente por las noches, entendiendo que es una hora propicia para que los aparatos de seguridad realicen su labor represiva, de secuestro o de asesinato. se duerme con un ojo abierto, cuando a ti te vence el sueo del cansancio, los sobresaltos son grandes, o sea, cualquier ruido extrao en tu casa, te despierta sobresaltado de inmediato, eso de dormir con el arma debajo de la almohada, la idea ma y de la gran mayora, era no entregarse, no caer, y por lo tanto siempre atento a situaciones Note93. . Sin embargo, esa alerta dependa tambin del grado de responsabilidad y de informacin que manejase el combatiente, ya que no era lo mismo, la informacin que manejase un combatiente de tropa, a la que pudiera conocer un oficial o un comandante. Esta situacin no impeda que la CNI pudiera allanar y secuestrar a algn Rodriguista y su familia, con tal de obtener informacin. se desordena, bueno siempre hay una persona de guardia, pero por el cansancio exista la posibilidad que se quedase dormido, o que no estuviera acostumbrado al sistema de guardias, entonces uno duerme con un ojo medio abierto y con la oreja apuntando hacia todos lados. El sueo se perturba bastante sobre todo en los acuartelamientos Note94. . En relacin con los acuartelamientos la situacin se extrema, ya que al estar congregados varios combatientes, la seguridad debe ampliarse sobre todo en las noches, momento de mayor indefensin, por lo tanto lo apacible y reparador que puede ser el dormir, se vea en situaciones como sta, mitigada, por lo impredecible de la noche. Las situaciones vividas por los clandestinos se acerca bastante a lo anterior, ya que la soledad y la consiguiente desproteccin nocturna, que debe asumir el combatiente desordenan el normal vaivn del sueo, acortndolo u obligndolo a modificar su horario nocturno, por uno fuera de la jornada normal de sueo. En cuanto a la vida sexual esta tampoco escapa a las nuevas restricciones, que talvez en el sexo se note menos, pero el practicarlo no con la continuidad que se quisiera, marca un desorden, una alteracin, que lo sufran quienes deban estar continuamente trasladndose de ciudad, recorriendo el pas, o viajando por los pases hermanos de la causa Rodriguista. Esto no quiere decir que el sexo quedo olvidado, sino mas bien quedo a merced de las posibilidades que le entregara, en algn momento la vida combatiente. hace ya unos buenos meses que vena recordando los placeres erticos que poda brindarme Mirta por aquellos das pasados, y contando el tiempo de la crcel, ya eran cerca de doce meses que no vea alguna mujer dispuesta a compartir sus carnes conmigo Note95. . Esta realidad no la vivieron quienes pudieron mantenerse junto a sus parejas, o fueron afortunados de entablar alguna relacin de mediana normalidad. Sin embargo, aun as no pudieron escapar a que ese momento de amor, se viera modificado, ya que a pesar de ser un momento de entrega total, se fue convirtiendo en estas circunstancias, en un clmax profundo, vivindose con mayor pasin y produciendo un acercamiento mucho ms frreo a esta vida, transformndose por otro lado en un instante de vida normal, alejado de las balas, los mapas y los explosivos, eran mucho ms intensas las relaciones sexuales con mi pareja, porque, como que todo se viva intensamente en ese momento Note96. . en lo sexual yo pienso que puede haber sido un poco desordenado, pero no carente de ello, yo creo que cada uno, los que tenamos pareja, tenamos nuestras familias, los que no la tenan o tenan una pareja por fuera de la organizacin, o tenan una pareja dentro de la organizacin cosa que no sola ser los mas recomendado pero ocurra, o sea desorden por lo irregularidad puede ser, incluso yo te dira, fjate que era ms, el deseo era bastante intenso, puede ser por las mismas tensiones vividas, que de repente se sintiera necesidad de ternura, la carencia, el enfrentarse a situaciones limites con tanta frecuencia de repente era como ms necesario el abrazo, la tibieza de la cama, el dormir abrazados y por supuesto el sexo. Incluso yo dira de otra calidad, una calidad infinitamente superior con apego a las cosas que uno vio, a las cosas que le toco vivir, o sea el haber estado a 200 pulsaciones por minuto o ms durante alguna hora del da y claro despus relajarse, soltarse y sentirse inundado de todos los afectos, de todos los fluidos, el querer, el sentir es infinitamente ms hermoso fuera con la pareja, con la novia o con la polola Note97. . El asunto alimenticio tambin es un aspecto que se ve mermado, especialmente en aquellos combatientes que no tienen un domicilio fijo, es decir aquellos que andan de casa en casa debido a su clandestinidad, o a causa de que en algn momento estaban con seguimientos de parte de los aparatos de seguridad, por lo tanto deben dejar un momento de operar para tratar de superar y evadir esa persecucin. llegue a pesar 44 kilos, que para mi era estar en estado de desnutricin, o sea, de repente en un da coma una manzana o una fruta, llegaba a una casa y peda alimento, como estaba descolgado o a veces tena la suerte de que te mandaban a una casa de seguridad y haba comida Note98. . Esta realidad de caresta alimentara, afectaba tambin a los Rodriguistas que deban movilizarse en el pas, llevando informacin a otras ciudades, trasladando pertrechos o encargndose de establecer estructuras en zonas alejadas carentes de combatientes. Ese desorden alimenticio, no siempre significo falta de alimentos, muchas veces se tradujo en una descompensacin de una dieta balanceada, ya que en los casos anteriormente sealados, la premura de los viajes, significaba comer a deshoras, ingerir la mayora de las veces slo sndwich y gaseosas, pero no comidas, en otras ocasiones simplemente se tradujo en no tener tiempo para comer. Existieron situaciones militares en que por lo complejo de las misiones, el comer pasaba a un segundo plano. Es el caso de las operaciones en la montaa, en donde lo aislado de los lugares impeda un traslado suficiente de comida para los combatientes, quedando las minutas de comida reducidas a lo necesario para sobrevivir. sobretodo cuando tienes que ir a participar en operaciones grandes, en donde tienes que estar acuartelado una semana, con 15 das antes, no te puedes llevar un refrigerador, de partida. Entonces todo se reduce a una dieta mnima en caloras, te digo, ahora yo no puedo ver el jurel en tarro, lo siento y me dan ganas de vomitar. Bueno era lo que tenamos a mano, tenamos una bolsa con leche condensada, jurel, almendras, frutas secas y agua, a eso se reduca tu alimentacin durante 15 o 20 das, bueno perdas grasa y ganabas masa muscular. Y bueno a mi me toco varias veces pasar fines de semana enteros sin comer, a pura agua, porque la logstica nos fallaba, claro no todo el mundo se acerca a la cordillera, sobre todo en la poca en que hacamos entrenamiento, como desplazarse en la montaa, como sobrevivir en la montaa, muchas veces me toco pasar 3 das sin comer Note99. . Este segmento de la vida tan importante para la salud fsica y psquica, en muchas ocasiones fue producto a que los recursos econmicos eran limitados, especialmente en los inicios, con el tiempo y a medida que las recuperaciones econmicas a Bancos y aportes solidarios desde el extranjero, fueron solventando la infraestructura del Frente, se cont con ms ingresos para poder dar algunos recursos a los combatientes y solventar de cierta manera sus necesidades bsicas. En cuanto a los ingresos econmicos cada Rodriguista, implement diferentes maneras de poder contar con algunos recursos en dinero, que lo ayudaran a sobrevivir en esta poca, as la mayora recurra a, prestamos, llegaba algo de dinero, no haba forma de trabajar, yo trate de tener algunos trabajos, pero era imposible pero plata para moverse muy poca en general, toda la plata que haba se daba en funcin de hacer algunas actividades, pero para uno era muy poca la plata que llegaba. No haba un sueldo de revolucionario, sino que haba la intencionalidad de mantenerte vivo, nada ms Note100. . Sin embargo, otros combatientes se las ingeniaban para poder realizar algunas pegas espordicas, que les reportaran alguna entrada econmica, tan necesaria s se tena una familia que mantener. bueno, yo en un comienzo estuve sin trabajo y naturalmente que la organizacin provee de algunos recursos, para poder, sobre todo en el caso de aquellos que tenamos familia, naturalmente que era precario, y yo con trabajos espordicos, pero en realidad siempre bastante estrecho en lo econmico, porque no somos ni soy mercenario, por lo tanto era de acuerdo a lo que la organizacin pudiese, en un momento determinado entregar algunos recursos, que eran en todo caso escasos, pero dadivosos en un sentido, de que siempre se entrego el mximo que poda la organizacin Note101. . Una realidad similar viva Marcelo que adems reciba apoyo familiar, en esa situacin el apoyo familiar se manifiesta por la dependencia que aun tenan los ms jvenes de sus familias, sin embargo, ese apoyo deba ser justificado de otra manera, manteniendo en el anonimato el destino final de esos pesos. con apoyo familiar y con apoyo de la propia organizacin y trabajos eventuales que yo hacia, no tenia un trabajo formal, y creo que como la mayora de los combatientes que estaban en una situacin similar, con bastantes restricciones econmicas, salvo en las cuestiones operativas que pudiesen corresponder que uno estuviese ms holgado, pero en la vida cotidiana viva muy apretado, de plata Note102. . Sin embargo, la mayora de las veces esos aportes econmicos, que entregaba la organizacin a sus miembros, vena a solventar los requerimientos conspirativos, ya sea de movilizacin, compra y arriendo de vehculos o casas, etc., por lo tanto era un ingreso que no modificaba en demasa la situacin de los combatientes. adems, no hay plata. A m slo me dan algo para movilizacin, es un presupuesto harto bajo y hay que aprender a barajrselas. Uno entrega un clculo; por ejemplo, yo digo que tomo aproximadamente unas 15 micros al da y se me asignan los pasajes correspondientes. Pero generalmente uno se queda corto y, al final, la plata le dura como para 15 das porque como hay que contrachequearse mucho por eso siempre hay que hacer algn trabajito propio para ganarse unos pesos Note103. . se nos daba un bono de ayuda, que era para la locomocin ms que nada, era netamente para los vnculos, para los encuentros de entrega de cosas, yo tenia acceso a esa plata que me la daba directamente mi jefe para la movilizacin, de repente cuando no haba plata tenamos que caminar no ms Note104. . Existan casos que no sufrieron demasiadas urgencias econmicas, debido principalmente a que su situacin combativa, les permita tener un trabajo estable o porque eran trabajadores independientes, dueos de una pequea empresa, taxistas, suplementeros, etc. El mantenimiento de esa condicin estaba supeditada a que no fueran sorprendidos por sus perseguidores o que su labor ameritara pasar a la clandestinidad. En otras situaciones la necesidad de encontrar un trabajo no slo cumpla la misin de obtener algunos recursos extras, sino tambin la de cubrir necesidades de la organizacin, por ejemplo, trabajar en un punto permita conocer el lugar y los alrededores muy bien, en caso de ser hallado un objetivo en las cercanas, la mitad del trabajo ya estaba adelantado. Sal un da por la maana y en uno de los rboles a la salida de la pensin logre ver un cartelito anunciando un empleo de fcil acceso y sin muchas condiciones de por medio. No me fije en el sueldo que daban ni menos an en los horarios,En tanto observaba los mejores sitios en donde poder esconder los fusiles y otras cosas que necesitaramos, poco a poco me iba conociendo todas las irregularidades del terreno, me hacia parte del entorno, me pase varios meses recogiendo cadveres de animales y soportando los constantes los constantes hostigamientos del salvaje jefe de peones, empero, encontraba el momento exacto para desaparecerme de la carretera y salir por los montes toda una tarde, suba y bajaba cuestas, encontraba escondrijos Note105. . Por otro lado el estudio, el ejercicio, la discusin eran necesarias de implementar, ya que con ello se afianza la conviccin de la lucha. Por un lado el estudio entregara nuevas herramientas tericas acerca del hombre nuevo- del cual hablaba el Che las lecturas victoriosas venidas desde Centroamrica daban cuanta que s se poda, tal cual como suceda en El Salvador o en Nicaragua, fomentando el animo de los Rodriguistas. Sin embargo para realizar de buena manera cada operacin se deba fomentar un fsico acorde con cada responsabilidad. era obligacin de cada combatiente Rodriguista la preparacin combativa, eso significaba que tenia que estudiar, que tenia que informarse polticamente, estar al da de las cosas que ocurran en el pas, se consideraba parte de la preparacin combativa porque tenia que ver con el estado de animo, tenia que ver con la moral combativa, lo que l entendiera que estaba pasando, donde cresta estaba pisando y adems tena que hacer ejercicio, haba una norma bsica que era mantener una buena preparacin fsica y ah algunos jefes fueron ms finos, establecieron en algunas estructuras verdaderas minutas de preparacin fsica, cada combatiente tenia que hacer todas los das abdominales, tantas flexiones de piernas, de brazos, tantos rebotes a pies juntos, La idea no era que los combatientes fueran Rambo, pero que estuvieran preparados, felizmente en la practica siempre se dio que la gente respondi muy bien desde ese punto de vista, siempre, incluso algunos compaeros que fueron baleados en un momento determinado, sobrevivieron gracias a su tremenda condicin fsica, vivieron por su capacidad aerbica Note106. . Quizs la preparacin fsica o combativa, sea otro factor en que se demuestra la conviccin de luchar y la entrega por parte de los integrantes del FPMR, ya que si bien es cierto, toda organizacin poltico militar, debe fomentar el trabajo fsico como una necesidad para el buen desempeo operativo, esta organizacin no estaba compuesta por militares, sino por civiles que se esforzaban por ser los mejores combatientes, por lo tanto muchos no tenan un habito de trabajo fsico, lo que significaba sacrificio, esfuerzo y dedicacin. recuerdo una vez que tuvimos que salir a reconocer zona con Marcelo. El viaje dur diez das, caminando por cordones cordilleranos, con mochila al hombro y sin mucho alimento, era una jornada agotadora, en la que el sacrificio era grande. Yo, al caminar por esos agrestes parajes, pensaba si acaso Marcelo seria capaz de soportarlo. Entonces, lo miraba hacia atrs. El me sonrea y me lanzaba una talla, que siempre tenia a flor de boca. La enorme disposicin de Marcelo implico que, durante toda esa labor, siempre estuvo pisndome los talones, aunque se encontraba bastante extenuado y con los pies desechos Note107. . hay que prepararse mucho. Cuando vamos a operar, entrenamos a diario para estar en mejor forma que nunca. No son pocas las operaciones en que uno tiene que salir a pata, corriendo como puede! Son minutos largos, y ah se nota si uno no tiene un buen estado fsico Note108. . conversando con Cecilia mucho tiempo despus, supe que Ignacio a veces pasaba como un cometa por su casa, y que, de repente, se perda unos das. Yo lo encontraba muy tostado y musculoso y supuse que estaba haciendo mucha actividad fsica, llevando una vida de play boy. Para mi resultaba raro Note109. . La preparacin fsica era indispensable en los combatientes que pertenecan a los grupos operativos, ya que eso permita que estuviesen preparados para cumplir cualquier misin, adems de fomentar su espritu de sacrificio. Existan varias formas de desarrollar esta faceta militar, ya que por las condiciones de la clandestinidad, existan momentos de trabajo personal, para lo cual el compromiso era primordial, ya que nadie podra chequear el cumplimiento de esos ejercicios. Sin embargo, existan otras instancias en que el trabajo pasaba a ser colectivo, fueron as las jornadas de instruccin, que se desarrollaban en casas de seguridad, de las diferentes ciudades en donde existieron. Tenias que salir a correr, hacer bastante ejercicio, en mi caso estuve practicando artes marciales y hacer sobre todo resistencia, resistencia a caminar, a correr, resistencia a transportar peso, salamos casi todos los fines de semana a hacer caminatas, a hacer instruccin con 20 kilos en la espalda, el estado fsico era algo que haba que cuidar en permanencia. Siempre haba que estar preparado para operar o estar preparado para alguna operacin que hubiera que hacer con rapidez Note110. . Otras jornadas se desarrollaban definitivamente, en los campos o montaas de algn lugar previamente chequeado. Aparte de ir en pleno beneficio de las acciones a desarrollar por los combatientes, el ejercicio proporcionaba una imagen saludable, que mantena a los Rodriguistas, en plena condicin de sus capacidades fsicas. En tanto el fsico se acondicionaba para las tareas operativas, el intelecto se respaldaba con la literatura propia del Frente, a travs de comunicados que peridicamente llegaban a los combatientes, o por medio de su rgano de difusin El Rodriguista, en estos medios se daba noticia de los ltimos avances en el plano operativo, de la realidad poltica que se viva en el pas y en el extranjero, por otro lado estos recursos servan para tener otra mirada de las situacin del pas, entendiendo que la prensa escrita, televisiva y radial la manejaba el rgimen, escapndose a esa censura las revistas opositoras Hoy, Cauce, Anlisis y Apsi, y algunas radioemisoras como Cooperativa y Nuevo Mundo. Por otro lado, la influencia extranjera tambin se vio minada en el sentido de la cantidad de literatura llegada de Cuba, pero especialmente de El Salvador y Nicaragua, los cuales eran los referentes obligados, el ejemplo a seguir, para motivar la posibilidad de alcanzar los mismos objetivos en Chile. Entre el armamento hallado en Carrizal, no slo venan armas, sino que tambin se encontraron al menos 13 ttulos que tocaban variados temas, desde el uso de armamentos a otros que hablaban de la realidad combativa en Centroamrica Note111. . empezamos a leer yo creo todos en esa poca un montn de documentos de distinta ndole, hechos ac, que venan de las dirigencias o que venan de otras estructuras, que venan de lo que estaba ocurriendo en Nicaragua, yo creo que lemos mucho sobre Nicaragua, sobre la revolucin Sandinista, el proceso salvadoreo, se logro romper creo yo el cerco que nos restringa el acceso a ese material Note112. . Los clsicos obviamente no podan quedar afuera, con lo cual Marx y Lennin se convertan en acompaantes de las pocas tardes distendidas que tenan los Rodriguistas. Por otro lado en las planificaciones de acciones no estaba mal echar un vistazo a las estrategias del Che, del general Giap o de Mao. Sin embargo la mayora de los Rodriguistas no desarrollo a plenitud esa faceta terica, ya que por lo acelerado de los acontecimientos, la operatividad era vista como una necesidad ms inmediata y necesaria. Giap, Giap, se repeta Juan desde esa conversacin. Y Alejandro le trajo un libro escrito por el General Giap donde se hablaba de la guerra de Vietnam y de cmo haban hecho para organizar la lucha contra el colonialismo francs. Juan comenz esa misma noche a leerlo Note113. . Muchos de estas variaciones en la vida de los combatientes del Frente, se convirtieron en verdaderos escollos difciles de superar, sin embargo, como una forma de soportar los sacrificios, y adaptarse a los nuevos patrones de vida, la gran mayora de los Rodriguistas se baso en la conviccin revolucionaria, dejando de lado cualquier escollo que impidiera, dar lo mejor de si, en esta empresa liberadora. As el hambre o las extenuantes jornadas conspirativas, eran olvidadas o aminoradas, convirtindose en sacrificios revolucionarios necesarios, para alcanzar el objetivo final yo creo que fue netamente esa conviccin revolucionaria que hizo no preocuparte de eso, todo lo contrario, si sabias que estabas haciendo una causa noble estaba todo permitido y el sacrificio vala la pena Note114. . Todas las muestras de sacrificios, carencias, o tensiones produjeron cambios de percepcin, que por consiguiente, se fueron convirtiendo en ms sensibles a todo tipo de situaciones, desarrollando los sentidos de una manera mucho ms aguda, la cual remedio y salvo de situaciones comprometedoras a muchos Rodriguistas. desarrolle algo muy extrao para mucha gente, desarroll un rea de la percepcin distinta al comn y corriente. Aprend a percibir sonidos, a percibir la luz, a percibir a las personas, movimientos, olores. Se ampla el campo de las percepciones. Y de esa manera uno tambin desarrolla el instinto de sobrevivencia Note115. . Todas las condicionantes de vida que los Rodriguistas debieron cumplir, modificaron todo un sistema de vida, el cual en la mayora de lo casos, haba sido formado con la normalidad de las etapas que va viviendo el ser humano. La niez, la pubertad y adolescencia, comenzaron a ser modificadas, por la imposicin necesaria de normas de seguridad, chequeos rigurosos, carencias econmicas y alimenticias, o la adopcin de hbitos de trabajo fsico que en muchos casos nunca fueron desarrollados. en un documento elaborado por el FPMR en 1999, se reconoce que el trabajo clandestino afect a los combatientes: El carcter de la estructura y las condiciones de lucha clandestina crearon una mentalidad en que los intereses individuales estaban absolutamente subordinados a la organizacin y donde los sacrificios personales no entraaban contradicciones. La preocupacin por la vida personal ocup un rol secundario y por parte de las organizaciones se perdi sensibilidad respecto del militante, sus inquietudes, necesidades y expectativas. De una u otra forma, el militante era valorado en funcin de su utilidad. Y cuando era afectado por la accin del enemigo los responsabilizamos de errores, desconociendo su disposicin de entregar lo mejor de s a la lucha Note116. . El reconocimiento a la modificacin que existi en las vidas personales de todos los combatientes Rodriguistas, no hace mas que explicar el porque de los cambios, ya que para muchos quizs su vida no se vio alterada mayormente, pero por ejemplo casos extremos como las personas que estuvieron clandestinos, es innegable que esa condicin deja su huella, ya sea en su forma de actuar, de mirar, or, respirar o de dormir, no reconocer eso es olvidar parte de esa historia vivida hace algunos aos. La huella que quedo en cada uno de estos combatientes, se ve condicionada por las diferentes funciones y compromisos que tenan estas personas, ya que no en todos se dieron las mismas situaciones o experiencias, por ejemplo las responsabilidades de Direccin y jefatura son distintas a las de un mensajero, o de un combatiente de tropa. Por otro lado el haber operado en el extranjero, en la montaa, en las ciudades o regiones, tambin marcan realidades distintas, e incluso el haber estado preso, y haber recibido torturas, incomunicaciones etc., lo claro es que en todos existen huellas de aquellos tiempos, algunas notorias u otras casi imperceptibles, las cuales son herencias positivas o negativas derivados de los combates que les toco librar.
CAPITULO III. AS RELACIONES Y EMOCIONES, IVIDAS AL INTERIOR DEL FPMR La hermandad entre los combatientes del FPMR, el compaerismo, la camaradera y la solidaridad Es difcil comprender como se pueden dar relaciones afectivas, de compaerismo o de entrega total, entre personas que no necesariamente se conocen, sin embargo por esa misma razn los lazos que se producen entre los integrantes del Frente son tan fuertes. Esa relacin que podra partir sin ningn lazo, exceptuando el hecho de estar en la misma trinchera de lucha, se iba fortaleciendo de diversas maneras, en la solidaridad, en la entrega total por el otro hermano, etc. Se grafica mucho en el trato que tenamos nosotros en ese instante, y tambin por un asunto de diferenciacin, pero bsicamente por la impronta que ello ocurra, como compaeros de causa, no nos tratbamos de compaeros, nos tratbamos de hermanos... el dolor de uno era el dolor del otro, el sufrimiento de uno era el sufrimiento del otro, el xito de uno, era el xito de el otro, como te digo muchos hermanos rindieron su vida por salvar la de otros, era un sentimiento muy enraizado, muy rico, como en toda organizacin tiene que haber habido grados ms, grados menos, pero dentro de las estructuras en las cuales yo trabaje siempre sent eso, esa hermandad ese compaerismo, esa entrega, el trato igualitario. Note117.
La familia rodriguista se fue construyendo a medida que la causa se afianzaba, por lo tanto los afectos empezaron a florecer en cada combatiente que ingresaba a la organizacin, el compromiso fortaleca esa relacin de hermanos de lucha, hasta llegar al extremo de ofrecer la propia vida con tal de salvar la integridad de su otro par. Sin embargo, los afectos variaban segn las vivencias que podan existir entre algunos combatientes, la cual cimentaba an ms la relacin entre ellos. La relacin era buena, pero informal, o sea, yo conoc compaeros con los cuales yo milite dentro del frente, te hablo de Patricio Acosta, de la Pat, de la Ester gente que yo los conoc de antes y que fueron nexos para que yo entrara, y gente con las cuales nunca me aparte, y con ellos una relacin mucho ms profunda que lo que se dio antes de, en un intentar retener a la gente antes de que se te fueran, entonces tu tratabas de ser lo mas cuidadoso posible en lo que conversabas, y en demostrar los afectos con la gente tambin Note118. . Los diferentes grados de afectos entre combatientes no solo se enriquecan con el haberse conocido antes de entrar al Frente, sino tambin al participar juntos en diferentes operaciones, las cuales no necesariamente significaban acciones armadas. El reencontrarse con compaeros en diferentes trabajos operativos fortaleca esta amistad informal, ya que no era recomendable ahondar esa relacin fuera de la organizacin, por cuestiones de seguridad. Cuando estabas con tu grupo, el que te recibi, que te hizo la ceremonia, era un poco ms abierta la relacin, sobre todo entre compaero y compaera, se dio incluso relaciones afectivas entre compaeros, pero si tu queras ser un buen cuadro te disciplinabas y no preguntabas, o sea, mas all de tocar un hombro, o un golpear la cabeza, haban afectos que se generaban, pero trataban de trascender el momento y muchas veces eran antes de salir a operar, para romper el rigor muerte que se produca antes de, cuando te tenan sentado en algn lado con tu fierro en las manos. Note119.
Sin embargo, a pesar de la compartimentacin, sta no impeda que crecieran amistades al interior del Frente, pero por otro lado era una amistad que no necesitaba ahondar en la vida de la otra persona, ya que, se saba de sobremanera que demasiadas preguntas eran sospechosas, por lo tanto la amistad se cimentaba en los momentos de estar juntos, en los apoyos mutuos antes de operar o en la motivacin de seguir creyendo en la causa. Por otro lado el compaerismo se reflejaba tambin en la disciplina que desarrollaba cada rodriguista, ya que esta daba seguridad no solo a la persona, sino que a toda la estructura, y por ende significaba proteger a los hermanos de los aparatos de seguridad. A pesar de no existir vnculos anteriores, el compromiso por los dems combatientes segua siendo muy grande, ya que se parta de la concepcin, que todos entraban al Frente con un objetivo comn, todos estaban arriesgando cosas, y adems no existan cuestiones monetarias de por medio, por lo tanto lo que primaba en la mayora de los combatientes, era la conviccin de luchar contra la dictadura y eso bastaba para sentirse hermano de todos los dems integrantes de la organizacin. los combatientes del frente eran hermanos entre si, porque cada uno sabia que primero, todos estaban ah voluntariamente, por conviccin, los una un ideal comn, el poner fin a la dictadura, de paso ms de alguno a lo mejor tenia un familiar afectado por la represin, a lo mejor, o sea por lo tanto pertenecan tambin al sector de los reprimidos por la dictadura, desde los primeros das y sucesivamente, y adems de eso iban juntos al combate, juntos a las acciones combativas, a las operaciones, donde arriesgaban el pellejo por parejo y donde la vida de uno dependa del otro, dependa de la firmeza de carcter que tuviera para enfrentar un momento difcil, su compaero, y tambin estaba ese sentido muy grande, enorme, de saber que hay otros compaeros que dependen de ti, que su vida depende de lo que tu hagas, tanto en la accin combativa como en la conspiracin en general... tambin tenia la carga emotiva, del cario filial, de la fidelidad al compaero, o sea el combatiente no solo se estaba cuidando as mismo, sino que estaba cuidando a sus compaeros, a cada uno del grupo Note120. . La hermandad Rodriguista se enriqueca en cada combatiente, ya que era un ejrcito de iguales, en que todos arriesgaban por igual y a la vez todos se protegan entre s. El tener un enemigo comn tambin es un elemento que afianza los sentimientos de unidad, mucho ms en quienes se vieron afectados directamente por la represin del rgimen de Pinochet, ya que ah existe una solidaridad mutua de haber sufrido el mismo dolor, las similares torturas, haber sentido en carne propia la posibilidad de la muerte. Era una relacin muy fraterna, porque partimos de la base de que todos estbamos ah con un propsito comn... que era terminar con la dictadura, estaba el hecho de que todos estbamos arriesgando la vida por parejo, todos sabamos que dependamos mucho del otro, sabamos que dependamos no solo en las acciones combativas contra la dictadura, sino que tambin en la reserva, en la responsabilidad de cada uno, en la seriedad con que cada uno tomara su trabajo Note121. . Era una situacin de hermandad, incluso muchos nos llambamos hermanos... era un sentido de compaerismo sper fuerte, una camaradera de armas, el sentirse parte de un ejercito popular, significaba que el compaero que estaba al lado no se poda perder, que tu te la jugabas por el compaero que estaba al lado y viceversa... Entonces era una camaradera sper fuerte, y ese compaerismo no se traduca en un verte fuera de la accin, muchas veces yo funcione con gente que nunca mas volv a ver, pero an as estaba la necesidad de entregar todo por el compaero y viceversa... Creo que lo fundamental dentro de la gente de armas que realmente estaba peleando, yo no hablo por los milicos porque no conozco su experiencia, pero la gente que estaba peleando era una camaradera sper fuerte, o sea no te iban a dejar votado, y muchas veces gente muri por rescatar compaeros que iban a caer, o que caan heridos, entonces eso te da un poco la sensacin de que estabas seguro con tu grupo, no iba ms all, recuerdo chapas, pero no recuerdo, ni no se nombres, no se mucho donde estn enterrados, no se si tenan pareja, no se nada ms, me entiendes, solo se que en ese momento esa gente se la jugo por mi y yo me la jugu por ellos, entonces eso yo creo que vale ms que conocer a profundidad a una persona Note122. . La entrega que se manifiesta entre hermanos de armas trasciende el lazo sanguneo, existe un cdigo tico por el compaero de lucha, esa relacin es de vida o muerte y que mejor ejemplo que el de ofrecer el propio pecho, antes que acribillen a t hermano, nosotros siempre estuvimos espalda con espalda, en el sentido que yo era responsable de la vida de la persona que estaba al lado mo, y l era responsable de mi vida tambin, era as como funcionaba Note123. . Esa entrega es superior a cualquier relacin que se desarrolle en nuestra sociedad, estoy hablando de hermandad al extremo, dar mi vida por la tuya, fue lo que primo en muchas ocasiones en los combatientes del FPMR. El carcter del compromiso total por tus compaeros se sita dentro de la tica revolucionaria, esa mxima se manifestaba a pesar de que en la sociedad chilena, avanzaba el individualismo, el inters personal, perdindose la mayora de esas ticas que se sostenan en las relaciones humanas. Esa situacin de entrega, de sacrificio por los hermanos, se manifestaba en los numerosos casos en que el jefe o alguno de los combatientes, protega la retirada de sus compaeros, ante la arremetida de los agentes de seguridad, que intentaban darle caza. Una situacin similar la vivi Cecilia en el marco de la Operacin Albania, Cuando encontraron la casa de nosotros y tuvimos que arrancar, uno de los compaeros con que fui detenida, Hctor Figueroa que era uno de los fusileros, el compadre sabiendo que lo andaban siguiendo, que ya tenan su ficha, l igual me apoyo con mi hijo hasta el final. Y fuimos detenidos juntos, aun as l teniendo la posibilidad de haberse ido solo y eso es sper valorable en una persona que sabiendo que lo van a matar por el grado de dificultad que l estaba teniendo y que la CNI ya andaba detrs de l, el tipo estuvo conmigo siempre y eso no se olvida, estuvo ah conmigo, apoyando a mi hijo, sin tener relacin de pareja ni nada de eso, compaerismo revolucionario Note124. . Los momentos de acuartelamiento eran la ocasin de profundizar en esas relaciones, en esos instantes de intriga, de no saber en donde te encuentras, y con quienes compartiras la instruccin o la operacin de rescate; la necesidad de dialogo, de discusin o de humor para relajar las tensiones, se hacia imperiosa, y en esos momentos todos aportaban con la experiencia personal, para contribuir a despejar dudas, temores o errores pasados. los combatientes que nos acuartelbamos para una accin, en el fondo desarrollbamos como una vida familiar, preocupndonos que como estabas, y como es natural y lgica, a veces, y muchas veces, uno siente temores, no faltaba el hermano entonces que te apoyaba y te incentivaba y te daba una tranquilidad, en fin, todos pendientes, el uno del otro, de cmo estas, de que te aqueja, cual es tu temor Note125. . En esta familia la preocupacin por el otro es constante, obviamente en aquellos momentos tensos antes de iniciar alguna operacin, la palabra tranquilizadora de la experiencia cobijaba el temor de la primera vez. A veces ni siguiera eran necesarias las palabras y bastaba un abrazo, un beso o un golpe en la espalda para sentir el apoyo, para hacer sentir seguro a quienes no lo estaban. Por ultimo este rito de concentracin servia para controlar el miedo que poda aflorar ante lo imprevisto. Yo creo que se expresa de distintas maneras, o sea si nos ponemos como en los minutos ms lgidos, previos, en los acuartelamientos propiamente tal, en las operaciones, en el trabajo posterior a las operaciones, se da en mi caso al menos, establecer la relacin con los que uno pueda tener un grado de conocimiento anterior, normalmente con las jefaturas o con los miembros del grupo o de la instancia con los que ya se ha estado y desde otro punto de vista como incorporar a los que, o son nuevos combatientes con poca experiencia militar, o que siendo combatientes ms antiguos no son conocidos dentro de ese grupo, entonces uno trata en esos minutos de mantener la disciplina, ya sea como jefe, como subordinado o como par, de mantener la disciplina, de mantener y conservar el mando, pero por otro lado, tambin de distender de alguna manera las situaciones que impidan el temor, que apacigen un poco la tensin que hay, porque evidentemente la hay, la adrenalina siempre esta arriba y la posibilidad del trato un poco mas brusco esta presente, entonces uno yo creo cada uno tuvo sus formulas para tratar de cumplir con esos objetivos, o sea el cumplimiento de la misin y para eso es la necesidad de conservar la estructura, el mando de quienes estn en ese minuto y la calma y la confianza sobre todo en quienes o son los jefes, o son los combatientes ms experimentados, yo creo que se produce as como un cmulo de sensaciones de como hacerlo, ni ser muy estricto, ni ser muy critico de la situacin, ni ser muy irnico, ni ser muy payaso, yo creo que se manejo de distintas maneras y uno como en cualquier grupo humano va apreciando las actitudes de cada uno, o sea cada uno reacciona de distinta manera, mas relajado, mas tenso, pero esa era siempre la intencin mantener el objetivo y saber que el cumplimiento de la misin era lo ms importante para los que estbamos en ese instante Note126. . Sin embargo, la preocupacin entre los combatientes no solo se manifestaba en los momentos operativos, sino que era una constante en todo momento, el saber como se encontraba el Rodriguista que haba sido herido y se encontraba en recuperaciones; si su familia se encontraba bien; si los hijos tenan que comer, cual era la situacin de los combatientes presos, etc. el recurso que a uno le hacan llegar, uno sabia que era el mximo que dispona la organizacin para hacerlo, y si haban momentos que haba ms dinero, perfecto haba ms dinero, pero as a la vez preocupado, por que resulta que al compaero, al hermano se le enfermo su hijo y necesitaba la atencin, haba compaeros que de su peculio se ponan, por decirte a mi me entregaban cien mil pesos al mes, bueno yo dejaba cincuenta mil pesos, para que el hermano tuviera para atender a su hijo, y as venia la mano de vuelta, cuando lo necesita igual, te fijas aqu nadie, nadie era mercenario, nadie lucro con estas situaciones, era gente convencida de su ideal Note127. . adems esa fraternidad se vea reforzada por un factor solidario frente al hecho que no solo exponamos la vida, sino que adems detrs de cada uno haba otras muchas cosas en juego, algunos se jugaban su familia, sus hijos, las personas que pudieran haber dependido de l econmicamente o afectivamente Note128. . Obviamente entre hermanos la solidaridad tenia un lugar especial, ya que al no contar con un sueldo revolucionario las necesidades se multiplicaban, en especial para aquellos que tenan familia e hijos, esta situacin se vea doblemente agravada cuando el combatiente adems era clandestino, por lo tanto si algn infortunio lo afectaba ah apareca el apoyo solidario de sus hermanos rodriguistas, llegando incluso a sacar de su propio bolsillo para aportar al hermano afectado. Por otro lado, cuando la soledad de la clandestinidad abrazaba a algn Rodriguista, quienes se encargaban de hacer desaparecer esa sensacin, eran sus compaeros de armas, notndose en ese momento la otra cara de esta familia, la que apoya, motiva y resguarda. cuando estas en la clandestinidad el hermano que tienes al lado, el compaero que tienes al lado pasa a ser tu amigo, pasa a ser tu familia, pasa a ser tu oyente, tu psiclogo, el que te levanta la moral y bueno, lo que no puedes tener en una vida normal lo tienes a travs de tus camaradas Note129. . Sin embargo la confianza en el otro se pona en juego cuando adems de no conocer a los dems, las operaciones se realizaban a rostro cubierto. Ah la entrega se demuestra en la responsabilidad de actuar bien, ya que tu trabajo significa que otro combatiente se mantenga con vida, por lo tanto se deba realizar el trabajo a la perfeccin, y remitirte solo a lo que se le designaba. A pesar que era recomendable no ahondar en amistades conocidas dentro de la organizacin, estas igual se produjeron, trascienden y se proyectan en el futro, a pesar de las diferentes formas de ver la realidad actual y los aos transcurridos. El respaldo a esas relaciones lo dan los momentos vividos, las emociones al lmite que vivieron los Rodriguistas, y por supuesto la entrega al mximo por l hermano, ese tipo de situaciones provocan lazos fuertes que no se destruyen fcilmente. incluso se dan grados de amistad ms profundos en la actividad, llammoslo as fuera de la organizacin, fuera del grupo, yo tengo muy buenos amigos, que hoy no pertenecen al frente, pero en un momento determinado pertenecieron, y que ah afloro una amistad con ellos, lamentamos tambin la desercin de algunos hermanos en el transcurso de los aos, pero no por ello he dejado de tener acercamiento, naturalmente que nos cuesta mucho conversar sobre el frente llammoslo as, o en el caso de la visin poltica que tiene uno, porque naturalmente si ellos ya no estn, es por que no comparten esa visin y es respetable, yo no estoy de acuerdo con lo que algunos hermanos piensan, ex hermanos piensan, pero yo les respeto esa decisin, yo lo que no tolero y no se debe tolerar nunca, es cuando alguien se va, y como en nuestra jerga se va sapiando, porque es totalmente legitimo que alguien pueda cambiar, tener una visin distinta y no por eso yo lo voy a descalificar, solamente yo nunca mas me dirijo y si es posible hago justicia con alguien que fue sopln, y de echo tenemos casos de ajusticiamientos del frente a gente que ha sido delatora, ms halla de que uno puede decir bueno pero fue un hermano rechupeta, por ejemplo, bueno, tenemos casos, varios casos de ajusticiamiento especialmente por el soplonaje, pero son los menos afortunadamente, lo que si hay mucho hermano muy valioso que lamentablemente tomo otro rumbo pero son respetados de todas maneras Note130. . Una forma de romper esos lazos es la traicin, en la gente de armas eso se paga con la vida y justamente el Frente ajusticio a algunos colaboradores de aparatos de inteligencia, especialmente los relacionados con La Oficina, organismo creado por el primer gobierno de la Concertacin, para desarticular a los grupos subversivos que siguieron luchando despus de 1990. La delacin y el soplonaje son elementos de negacin a toda esa hermandad vivida en el Frente, significa olvidar la sangre de los combatientes cados, renegar del pasado, de los afectos y emociones percibidas. Sin embargo esas situaciones al parecer son las menos, nfimas en comparacin con la lealtad que demostraron los detenidos y torturados del Frente, que callaron o desviaron las miradas de los agentes, soportando los golpes y la corriente con tal de mantener la conspiracin y la vida de sus hermanos. Eso era caracterstico ahora por supuesto que como seres humanos, esta relacin no tenia una sintona nica, haba matices por supuesto, haba diferencias como en todas las organizaciones integradas por personas, haba enemistades tambin como en todas partes, haba cuestiones de piel que a veces son ineludibles como en todo grupo humano, pero jams predominaban esas cosas por sobre la cuestin fraterna, o sea a la hora de hacer la suma final, cada uno tenia muy claro que aquel amigo, aquel compaero por ejemplo que no era de su agrado, que no le caa simptico o que se yo, era sencillamente otro hermano ms y seguramente en las familias se da del mismo modo Note131. . No existe un testimonio ms lucido que l anterior, para explicar el tipo de relaciones que se viva en l Frente. Era una familia, en la que se producan buenas y malas relaciones, con roces y afectos, con preocupacin de los dems hermanos o con envidias. Toda esa conjuncin de afectos y situaciones, eran un nutriente necesario en pos del desarrollo de la organizacin y su lucha. Los jefes y los combatientes, una relacin horizontal de respeto y mando En toda organizacin poltico militar existen mandos y jefaturas que ordenan, y combatientes que deben acatar rdenes, la situacin al interior del FPMR no era distinta, sin embargo, exista una diferencia, que se manifestaba en el trato entre tropa y oficiales. La relacin se mantena en hermandad, aunque con algunas caractersticas especiales. As el papel de los jefes del Frente, se construa con seales propias de una organizacin que se va constituyendo con una meta clara, pero gigante. En ese sentido los jefes iban aportando diferentes cualidades y condiciones, las cuales se constituan como indispensables para el desarrollo de la organizacin y de los futuros combatientes. Por un lado el jefe era responsable de la disciplina militar del grupo de combatientes que tena a su cargo, El jefe haba que protegerlo, el jefe era la persona que estaba encargada de dirigir a un cierto nmero de gente, entonces tena su importancia, Note132. ; con esa misin a cuestas el superior deba adems alimentar a que sus combatientes crecieran en distintos aspectos de la vida, no slo militar, sino tambin en los aspectos afectivos, de hermandad, de teora etc. Haba una frase que se deca en esos aos, el jefe su nico rol que debe cumplir, es hacer crecer al subordinado, y si a uno le queda chico, tiene que romperle el techo, para que siga creciendo el subordinado, y uno se subordinaba a l Note133. . Si bien las rdenes en lo operativo deban ser acatadas sin objecin, la discusin y la opinin de los combatientes era recibida y aceptada por los jefes, sin que esto fuera considerado una falta o indisciplina, sino ms bien una forma de crecer en experiencia y mejorar para los futuros combates. no porque era el comandante era el superior, haba que mirarlo para arriba, naturalmente que en los momentos de las acciones el comandante es el que dirige y punto, t no puedes objetar lo que l te ordena, pero con posterioridad y en los anlisis de las acciones, s puede venir entonces la disidencia, decirle no, yo creo que estas equivocado, por esto por esto, t no te puedes poner a discutir en momentos de una accin y eventual enfrentamiento, discutir si la orden esta bien o esta mal, en ese sentido simplemente tienes que seguir esa orden, y si saliste con vida, despus lo puedes representar y decir no me pareci esto por esto y por esto Note134. . Los cargos superiores no develaban en demasa las diferencias entre combatientes y jefes, por el contrario tendan a desaparecer en la mayora de los momentos en que se relacionaban. Esto a pesar de que si bien, estamos en presencia de un grupo armado, en que la verticalidad y el mando son aceptados por los combatientes, el trato generalmente era diferente a lo que pueda darse en una Academia de Guerra, en que no existe la instancia dediscusin entre tropa y oficiales. Esa posibilidad s la tenan los rodriguistas, lo que provocaba una mejor relacin entre superiores y tropa. no haba un mal trato por parte del jefe, haba una camaradera y un discutir de repente algunas cosas, o sea visiones, proyecciones, yo creo que esto va a terminar bien, o fjate que, muchas veces te hablaba en tercera persona... entonces no era una relacin tan vertical, o sea haba una cierta horizontalidad en los momentos de estar juntos Note135. . La verticalidad se manifestaba en forma estricta en los momentos del combate o de operaciones, a mi me toc relacionarme con algunos de los comandantes, duros en su trato, exigentes al mximo, pero muy humanos, entonces es lo que te deca yo, en la accin el hombre no perdonaba una Note136. , sin embargo, al volver a la normalidad, al regresar a la planificacin de los nuevos objetivos, el trato volva a ser humano, la relacin regresaba a los cursos de igualdad entre todos los miembros del Frente, el comandante pasaba a ser un componente mas del grupo en fin, por lo menos a mi me toco la suerte de tener un jefe en ese sentido muy duro, que incluso nosotros le decamos muy milico, pero con un corazn muy grande y muy preocupado de su gente Note137. . Otro papel que cumpla el jefe Rodriguista era el motivacional, esta responsabilidad la he agrupado en dos situaciones especficas, por un lado, la motivacin cotidiana, y por el otro, quizs ms rodeado de mstica y emociones, la que se produca antes de entrar a efectuar una operacin. En la motivacin cotidiana estaba la palabra, la actitud de ensear, la explicacin del porque de las cosas, etc. Por otro lado esa labor de motivacin serva para levantar la moral de sus combatientes en diferentes momentos, especialmente en los de crisis, cuando por ejemplo eran apresados alguno de sus hermanos, o quizs ms cuando la desgracia de la muerte golpeaba sus filas. Las arengas de motivacin que se realizaba antes de una operacin, por parte de los jefes, produca en sus subalternos una confirmacin de su presencia en esas esferas combativas, la emocin que rodeaba ese momento entre lgrimas, besos y abrazos, aceleraban las ganas de salir a operar, entregaba seguridad acerca del resultado de la misma, produca una fortaleza de todo tipo, espiritual, fsica, mental, etc. yo creo que el rol importante que tenan los jefes del Frente, era que te saban hablar y saban darte la justificacin y el convencimiento ideolgico de todas las operaciones que se hacan, y t despus de una arenga lo nico que quieres es salir a hacer la operacin, hacerlo rpido y que no hubieran huellas sobre todo, entonces la importancia de la mstica al interior de la organizacin, la tenan los jefes, y siempre hubo muy buenos jefes. Yo siempre me acuerdo del discurso, la arenga que nos hizo Ral antes de ir a hacer el asalto al reten, todos tenamos ganas de salir corriendo a hacer la operacin Note138. . Quizs en una comparacin forzada, pero que representa ese tipo de ceremonia, sea la que entrega la televisin cada vez que transmite algn partido de ftbol, en que los jugadores se renen, se abrazan, su capitn los aleona contra el rival de turno, se escuchan arengas y como clmax entonan su himno patrio. La situacin de los Rodriguistas varan en que su camarn puede ser una casa, una montaa, o un vehculo; su capitn es el jefe operativo y su himno no es patrio, sino el Rodriguista. El comandante Ernesto haba decidido que no repetira su arenga del pasado fin de semana. No tendra ya el mismo efecto. Decidi usar otro recurso para que sus subordinados alcanzaran el clima psicolgico necesario y estuvieran prestos para entrar en combate en cualquier momento. Cuando el ltimo son del himno se apag, la comandante Tamara avanz unos pasos y cambi el cassette. Se escuch la voz del presidente Salvador Allende, en su discurso del 11 de septiembre de 1973 Note139. . Por otro lado la preocupacin constante de los jefes por sus combatientes, demostraba la humanidad, la experiencia y hermandad de estos. Esa preocupacin trascenda la persona del combatiente, la cual llegaba a la familia, a los hijos, a los padres. Ese respaldo paternalista que muchas veces ocuparon los jefes aumentaba la confianza y el respeto de su papel de superiores. era una relacin mucho ms afectiva que lo que es un ejrcito regular, donde al pelado le pegan en la cabeza porque se movi, ac obviamente no, haba de parte de muchos oficiales una relacin paternalista, dada tambin por la experiencia que tenan Note140. . Esta relacin protectora hacia sus militantes tambin se demostraba en que las operaciones eran dirigidas directamente por el superior, es decir no eran jefes de escritorio, ya que su ejemplo los haca involucrarse palmo a palmo con sus subalternos. Esta situacin aparte de entregar respaldo y seguridad a quines comenzaban en los combates. nuestros oficiales, por el contrario, asumen el peligro mximo, siempre a la cabeza de sus hombres dirigiendo desde el punto ms vulnerable, y en caso de retirada, los cubren hasta que el ltimo queda a salvo. Con su vida guardan la de sus combatientes, como un padre lo hace respecto de sus hijos Note141. . Cada jefe adems de tener la responsabilidad de un grupo de combatientes, deba tratar de mantener una buena disciplina, por ello la imagen que ste demostrara era el ejemplo a seguir, por lo tanto los jefes tambin se encontraban en constante evaluacin de parte de su tropa, llegando incluso en ocasiones a intercambiarse los papeles, es decir un combatiente podra pasar a ser jefe de su antiguo jefe, sin embargo ello no siempre tena relacin con una norma de castigo disciplinario, sino una nueva responsabilidad a causa de los buenas condiciones combativas demostradas. El carcter militar de la organizacin era entendido por cada rodriguista, ya que era obvio que la disciplina era estricta y el mando era jerarquizado, por lo que no exista mayor problema si aparecan jefes duros en la manera de relacionarse con sus combatientes. Lo que si se fomentaba era mantener una buena relacin con el encargado militar, lo que permitira una mejor sociabilidad dentro de cada grupo. El estableca de inmediato relaciones de principio con uno. Eran relaciones muy profundas, de mucho respeto. No estaba con el manotazo en la espalda. Buenos das, la mano firme, asiento y empezaba el dilogo no dejando lugar para el chistecito Se impona por presencia Note142. . Sin embargo, ello no alejaba la posibilidad de que el superior olvidara las jinetas, y se mostrara ms amigo de sus subalternos, ms hermano de sus compaeros, lo que lejos de dar pie a futuras rebeldas e indisciplinas, fomentaba la imagen de un jefe ntegro, preocupado de todos los aspectos de vida del combatiente. en los momentos de descanso, de relajo, el humano, el preocuparse de su gente, de ver como estaba, como estaban tus hijos, como estaba tu compaera, como estabas t, en fin, preocupado de eso, en los momentos claves naturalmente que no Note143. . T veas solamente la diferencia en las reuniones y sobre todo cuando tenas que operar, el resto del tiempo mi jefe poda ser mi amigo, poda ser mi oyente, poda ser un compaero para ir a tomarse un trago. La diferencia la veas solamente en las reuniones y en las operaciones, el resto del tiempo casi no haba diferencias Note144. . Sin embargo, como en todo grupo humano, existan diferencias entre jefes y jefes, eso provocaba que las relaciones tampoco siguieran un ideal de hermandad en todas las estructuras del Frente. Por otro lado ese factor acerca mucho ms a la realidad humana a esta organizacin, a pesar que esas dificultades en algunos momentos provocaron situaciones de conflicto, que en realidad se dieron en contadas ocasiones, lo que s primaba era mantener la disciplina la preocupacin era de en primer lugar mantener la disciplina y eso obliga a una jefatura a mantener cierta actitud... la actitud de los jefes respecto de los subordinados era de cordialidad dira yo, como una norma general, pero ocurrieron miles de situaciones y de experiencias que eran bastantes anormales por supuesto, donde uno refleja todo el espritu humano, o sea desde jefes con muchas deficiencias polticas, militares y tambin por supuesto de trato con los miembros de su grupo, as como combatientes de extraordinario carisma, que bien formados o no tan bien formados poltica y militar, pero de una personalidad que en algunos momentos producan un impacto sumamente importante en la cohesin Note145. . As era imposible que los combatientes que trabajaron con ms de algn jefe, hicieran una comparacin respecto de stos, as por ejemplo se podra advertir que los jefes militares formados en el extranjero, eran mucho ms estrictos que aquellos que por la premura del tiempo, debieron recibir instruccin en el pas. Sin embargo, la comparacin resulta intil al momento de referirse a la entrega que cualquiera de ellos hicieran, en beneficio de la organizacin. yo creo que hay diferentes periodos, la primera generacin del 83 al 86 era clarito, el jefe era el jefe, uno lo trataba de usted, teniendo responsabilidad uno o no, pero tu responsable mayor estaba clarito. Recordando que la mayora de los jefes vienen del exterior, vienen de un ejercito, vienen con formacin militar, de 7 aos en el exterior como oficiales, con combates en guerras concretas, en Nicaragua, en Angola, El Salvador, en donde tambin fueron jefes Note146. . por supuesto que haba formas y formas de trabajar, haba jefes y jefes, haba personas que hacan su tarea de una manera ms afable y otros menos amistosa, pero nadie se incomodaba por eso, porque partamos de la base que era una organizacin disciplinada que tena una estructura militar, que tena un mando jerarquizado y que la misin de los jefes era mandar, entonces si alguien mandaba, mandaba no ms, pero la mayor parte de nosotros en general, siempre reforzbamos mucho el que si t eras jefe era importante tener una buena relacin con tus subordinados, fortalecer la fraternidad de tus subordinados, ser el compaero jefe, no ser el jefe a nivel gerencial, no el gerente, no el ejecutivo de la empresa que viene a dictar rdenes Note147. . Una de los objetivos que deban cultivar los superiores del Frente, era hacer crecer a sus combatientes, en esto me refiero tanto a su preparacin combativa como terica, la cual le ira entregando cualidades necesarias, para llegar en algn momento a convertirse tambin en jefe de alguna instancia. Rodrigo conoce ese ao a Julio Muoz Otrola, uno de los cinco detenidos desaparecidos en 1987, Muoz era un excelente jefe, tena permanentemente preocupacin por ti y siempre entregaba elementos para capacitarte como persona, sin autoritarismo, slo a travs de la racionalidad y la explicacin Note148. . Rodrigo nos ayudaba con una crtica muy fuerte. Haba que conocerlo para comprenderlo bien. Su preocupacin por la gente fue constante, un rasgo muy tpico en l. Sintetizaba lo que es humildad, sencillez, la sensibilidad de un revolucionario Note149. . Por otro lado, la palabra gua de los superiores permita al combatiente ir ganando confianza en la labor combativa que desarrollaba, las experiencias vividas eran tertulia de enseanza, de explicacin y de impregnarse de las luchas internacionalistas que muchos jefes del Frente dieron en diferentes latitudes. hay otro elemento importante, es que en nosotros siempre existi el principio de que el jefe tena que dar el ejemplo, entonces eso significaba que el jefe cuando haba misiones difciles o tareas difciles, el jefe entraba a la operacin a dar confianza suficiente, o sea no eran jefes, quizs muy pocos, casi ninguno dira yo, salvo aquellos que por razones extremas de seguridad, no se permita que se acercaron a las operaciones mismas, no se arriesgaran en operaciones, pero todos mayoritariamente participaban en las operaciones, entiendo cualquier misin, en cualquier parte del dispositivo de combate que se diseara, esa era la forma Note150. . En los inicios las jefaturas salieron de combatientes sin experiencia en operaciones militares, pero que si haban resistido a Pinochet en los primeros aos del golpe. La instruccin de nuevos jefes que manejaran conocimientos de armas, tcticas y explosivos se hizo una necesidad, al crecer rpidamente en nmero se deban implementar nuevas estructuras de combate. Por lo tanto no era de extraar que segn el desempeo de los rodriguistas, estos fueran ascendidos a ocupar nuevas responsabilidades. Mira yo creo que ocurri un fenmeno justamente porque esta organizacin tuvo un crecimiento muy fuerte desde su nacimiento en adelante, en que una cantidad de combatientes experimentados de los orgenes del frente o un poquito ms, paso con el poco tiempo a ocupar cargos y responsabilidades de jefatura en las distintas estructuras, si uno dice, no se suponte que partimos con 100 y a los dos aos tenamos 1000, por supuesto que los ms antiguos iban cubriendo las necesidades de direccin que iban ocurriendo, si tuvimos por decir un nmero cinco grupos en poco tiempo tenamos cien grupos, eso fue produciendo una rpida subida y cambios de responsabilidades, de pasar a ser combatientes, a pasar a ser jefe, y pasar a ser jefe de un grupo Note151. . Quizs los momentos ms conflictivos en la relacin entre jefes y combatientes, se vivi a raz de la separacin de un sector del Frente. Esta estructura que se conoce como el Autnomo, cort relaciones con el PC y comenz a operar con en forma independiente de las posturas del partido. Esta divisin de aguas en el Frente, no fue ajena a los jefes de la organizacin, ya que estos de manera directa vean el desarrollo del proceso. Esta disputa que se produjo a nivel de Direccin Nacional, mantena a las bases desconectadas de las decisiones, lo que provoc que al momento de consumarse el fraccionamiento del Frente, existieran indisciplinas de combatientes que no compartan la visin de su jefe. Eso provoc en cierto sentido, que las relaciones se agudizaran al haber dos posturas, haba jefes que optaban por un sector, pero sus combatientes preferan la otra postura, entonces grupos operativos quedaban sin jefes o sin combatientes. Sin embargo, esa situacin que hizo mucho dao en las relaciones entre hermanos, fue quizs el nico momento de crisis general, ya que siempre se mantuvo la primicia de colocar a la organizacin por encima de otros intereses. Pero yo creo que como situacin general en el aspecto de relacin entre jefes y subordinados se mantuvo dentro de lo normal en una organizacin poltico militar y quizs el peor momento de la organizacin en ese sentido fue el de la fractura del frente el ao 87, que por la misma razn produjo una dispersin de jefes y combatientes que llev a que muchos grupos o quedaran sin jefe o quedaran sin combatientes, y muchos combatientes que no estaban dispuestos a quedarse en una de las fracciones de las dos partes que quedaron, se insubordinaron respecto a los jefes, que s estaban en una parte y se iban a otra, o as jefaturas intermedias, si podemos considerar como esa parte de la relacin entre jefe y combatiente, yo dira que ah si hubo una situacin absolutamente tensa y que en algunos minutos desemboco en conflictos personales, polticos y de confrontaciones muy serias, pero fruto de un rompimiento poltico no producto del desgaste de la relacin misma, del trato diario, porque poda ocurrir, yo en ese minuto estaba en la crcel y entre mis compaeros rodriguistas muy cercanos, hermanos mos y con los que ramos miembros de una misma direccin, por ejemplo terminamos fraccionados, a pesar de ser muy amigos y muy compaeros, obviamente que en la crcel uno se puede enojar y se puede como graficarlo digamos, se puede enfurecer por situaciones polticas que se producen, pero estamos conviviendo, entonces se produce el fraccionamiento la tensin que ocurre, la discusin muy fuerte, el roce y todo eso, pero la hermandad no se pierde y quedamos en dos organizaciones totalmente distintas Note152. . Las con mujeres del FPMR, un intento de superar la tradicin y el machismo Un aspecto difcil de llevar dentro del FPMR, fue desarrollar desde los inicios las relaciones de gnero, difcil en cuanto a que es complicado de buenas a primeras, aceptar dentro de una organizacin, poltico militar a mujeres, ms si el peso de la tradicin histrica de las armas se arrastra desde siglos, entendido en que su uso a estado de preferencia en manos de los hombres. Para el caso chileno se agrega a la tradicin militar masculina, el conservadurismo incluso de los sectores de izquierda, por lo que encontrarse con mujeres dispuestas a participar de este proyecto no deja de llamar la atencin. Yo creo que s, que hay un grado importante de machismo en el entendido que por historia y por tradicin la lucha militar a estado en manos de hombres... nosotros venimos de una organizacin de izquierda, de una izquierda que tiene una tradicin, tampoco es fcil decir, llegar y romper, y menos en una organizacin que tiene como mtodo la lucha armada, entonces numricamente el Frente estuvo conformado mayoritariamente por hombres, y las mujeres se incorporaron en muy poco nmero al principio, pero con el correr del tiempo fueron ms las mujeres que se fueron incorporando y hartas mujeres fueron tomando responsabilidades ya como jefas de grupo, muchas de ellas en cargo de direcciones regionales y nacionales Note153. . En general si, aunque de tarde en tarde afloraba un poco el machismo, del bueno y del malo, llammoslo as, machismo del bueno, por decirte, esta accin es muy riesgosa, dejemos a la hermana afuera, por que le puede costar la vida, que esto que el otro, o sea en buena, y el machismo del malo, te fijas, o sea, como un poco mirando por debajo de la pierna, por el hecho de ser mujer, en fin, es un asunto que es inherente al ser humano, por la misma formacin, te fijas, yo afortunadamente, teniendo rasgos y componentes machistas bien definidos, no soy, por lo menos creo no ser tan obtuso en ese sentido, tengo una mayor apertura, pero tengo rasgos machistas Note154. . Por consiguiente la integracin de las mujeres a la lucha del Frente, se vi dificultada especialmente en los inicios, ya que el peso de la tradicin histrica de las armas, no ha permitido que stas sean empuadas por mujeres, en una razn proporcional la diferencia es diametral entre mujeres y hombres en armas. Sin embargo, desde los inicios del Frente ste cont con interesadas en participar de este desafo. el hecho de ser mujer me ha entorpecido enormemente. Jos Miguel no es una persona machista y eso favoreci mi carreraen un primer momento. Pero no es la regla general. Ser mujer crea una desconfianza en la jefatura para la direccin correcta de cualquier tarea Note155. . A esto debemos sumar la dificultad de integrarse a un grupo que esta en formacin y que debe enfrentarse a un enemigo experimentado en el tema de las armas. Con el Frente en formacin, era poca la atencin que pudieran despertar entre sus primeros miembros, la posibilidad que ms mujeres se integraran a sus filas. El hecho mismo que los primeros cuadros operativos del Frente estuvieran recibiendo instruccin y aprendiendo sobre la marcha tcticas, manejo de armamentos y explosivos, puede ser un factor de descuido en la posibilidad de integrar mujeres a esos primeros cuadros. Sin embargo, con el correr de los primeros combates, la visin de los hombres del Frente hacia sus mujeres combatientes fue cambiando, ya que su papel en la lucha urbana era indispensable para enmascarar una serie de situaciones, incluso su presencia daba normalidad a las diferentes actividades que deban realizar sus integrantes. No es de extraar que mujeres rodriguistas hallan estado realizando trabajos de chequeo, traslado de pertrechos, arriendos de casas y vehculos, confeccin de mapas operativos, exploracin de lugares destinados a la instruccin de tiro, traslado de informacin, etc., ocultando su verdadera identidad detrs de disfraces y pelucas. Lara haba alquilado dicha casa con el objetivo de concentrar a los que participaramos en lo venidero. Este haba sido su trabajo durante todo el periodo, ir de un lado a otro prestando cobertura a otros clandestinos, alquilando departamentos y automviles, hacindose pasar por la esposa de muchos Note156. . yo creo que en el caso de la lucha que emprenda el frente como lucha urbana particularmente, por la estrategia que nos habamos planteado... la importancia de la mujer en esta guerrilla urbana era mucha, o sea la posibilidad de cumplir ciertos enmascaramientos de misiones con mujeres era mucho ms factible, entonces desde ir a la toma de una radio, a la toma de lugares de difcil acceso, con mujeres como miembros del grupo operativo, era mucho ms fcil por la normalidad que representaba, y yo creo que gran parte de las tareas operativas que se cumplieron contaron justamente con el apoyo, con la participacin de mujeres en ese contexto, de la normalidad que se necesitaba para llegar a los objetivos, nosotros operbamos normalmente en los grupos centrales en territorios o en lugares que eran de acceso pblico, entonces las mujeres, dira yo se fueron de muy poco numero original incorporando y asumiendo tal cual las responsabilidades que le iban apareciendo Note157. . As la presencia femenina entre los rodriguistas fue convirtindose en una necesidad, debido a su papel conspirador de normalidad. Esa normalidad que irradiaban las mujeres le permita al Frente proteger y realizar diferentes actividades, as haba mujeres encargadas de darle el toque hogareo a las casas de seguridad, es decir darle vida familiar a la casa y mostrar esta mascara a los vecinos. Quizs cdigos domsticos que implementaron las chicas del Frente en aquella suicida ilusin. Esta guerrilla femenina en Santiago no us traje milico de camuflaje ni bototos como en la sierra. A cambio, y para despistar, vestan lanas pacifistas y bmbulas hippies, pero tambin delantales de enfermeras, hbitos de monjas o abrigos de pieles para confundirse con viejas cuicas. Y es posible que lograran pasar documentos y mapas en carpetas de Cema Chile, teidas de rubio, hablando con acento si, pos ato, o hacindose las putas en una esquina lunfarda cuando se suban a un auto para circular la informacin. Todos estos secretos corran en silencio por la boca chueca de las mujeres Frentistas o slo colaboradoras de aquel riesgo Note158. . Sin embargo, no slo para enmascarar fachadas de casas estaban llamadas las mujeres Rodriguistas, ya que empezaron a incorporarse en diferentes estructuras del Frente, tanto en logstica como en sanidad, llegando incluso a ocupar jefaturas y cargos de direccin. Muchas recibieron instruccin militar y pasaron a ocupar puestos en los diferentes grupos operativos. Ah no haba ningn problema, se conjugaban dos cosas por un lado la preparacin de la gente, de los combatientes en general y la disposicin a acatar el mando no importando de quien lo ejerciera fuera sexo femenino o masculino, pero tambin estaba este otro componente que era la preparacin de los jefes, quien ejerciera el mando era frecuentemente, quizs no siempre pero frecuentemente, reciba una preparacin para ejercerlo, adems que normalmente las personas que asuman mandos o jefaturas era gente que tena condiciones para hacerlo, era gente que no slo se haba probado en las acciones combativas, sino que tambin haba demostrado el famoso don de mando, haba demostrado que tena esa capacidad de liderar cosas o de saber imponer inteligentemente iniciativas, eso era caracterstico, entonces con las compaeras se daba lo mismo, claro y es sorprendente para la cultura nuestra ver una mujer enfrentarse o que venia a darnos la pauta de lo que vamos a hacer y como lo vamos a hacer, y a repartir las tareas especificas, a dar las rdenes en definitiva y a tomar decisiones en el terreno mismo tambin, alguna vez o muchas veces, y bueno en eso hubo compaeras destacadas, no hubo graves problemas en absoluto, no obstante como una organizacin chilena, hubo muy pocas mujeres a nivel de direcciones superiores, o sea el machismo de todas maneras se impuso, predomino, pero estaba la voluntad de que no fuera as, y de hecho por eso haba muchas compaeras que iban en camino a convertirse en jefe y otras tantas que fueron jefes y lo hicieron bien Note159. . As poco a poco y abrindose paso entre la tradicin y el machismo, las mujeres del Frente fueron ocupando su espacio en la lucha, espacio que por consiguiente nadie les regal, ms bien lo fueron ganando en la medida que se les permiti, demostrar sus aptitudes, su valenta y sus ganas de empuar las armas en contra de la dictadura. cuando me incorpore a un grupo hace casi un ao y medio yo era la nica mujer. Entonces tena responsabilidades menores. Haca cosas mnimas, se tomaba creo en cuenta mi condicin de mujer. Pero yo me esforc mucho. Quera que no hubiera diferencias y me preparaba igual que mis hermanos hombres. Saba que llegado el momento a lo mejor los iba a tener que defender, y ellos no lo estaban considerando as, pero yo siempre lo tengo previsto. Luego con el tiempo me fui adaptando bastante bien y me fui ganando la confianza y el respeto de todos. Yo digo, hoy, que en esto las cosas y actuaciones de cada uno, sea hombre o mujer, dependen de la disposicin revolucionaria que tenga Note160. . En algunos casos puntuales su actuacin sorprenda gratamente a sus hermanos, ya que el arrojo, valenta y decisin de resolver problemas en situaciones extremas, no dejaba de llamar la atencin, derribando de un golpe la duda masculina sobre la incapacidad de gnero. De un testimonio escrito de Mauricio Hernndez, acerca de Patricia Quiroz asesinada en 1987 en la denominada operacin Albania, se extraen los siguientes prrafos. te conocimos como Mara, mujer de pueblo, madre, hermana, tenas el coraje de muchos y el carcter para hacer valer tus derechos de estar en la primera lnea de combate. De militante abnegada en cumplir las tareas de aseguramiento, esperabas tu oportunidad, guardando y cuidando prolijamente los pertrechos para que no falten cuando se usen, como t decas, y todo el ingenio y audacia que desplegabas para transportar y entregar puntualmente los mismos, y que ejemplo de decisin diste, cuando la granada amiga, rebelde en un momento por aquel error del hermano intent hacer estallar en pedazos nuestros sueos, tu mano, tu serenidad, para arrojarla por la ventana del auto y asumir el mando de los que all congelados te miraban Note161. . As poco a poco las mujeres demostraban que esa invalidez que cargan desde muchos siglos, les ha sido impuesta por intereses masculinos de demostrar una superioridad total sobre ellas, por ello sus habilidades y trabajos realizados ptimamente, comenzaban sino igualar el papel macho hembra, por lo menos lo dejaba entrever, provocando que muchas mujeres despertaran de esa hipnosis de sometimiento, y decidieran participar junto a sus hermanos, olvidando las prohibiciones y relegaciones eternas, en la lucha por la liberacin de la patria. Ese ascenso de algunas mujeres combatientes a cargos de jefaturas o de direccin, responde a las capacidades que cada una entregaba en la lucha. S hay machismo!!. Pero a pesar de eso yo soy jefa y t tambin puedes llegar a serlo. El nico requisito es la eficiencia y la responsabilidad Note162. .Esas capacidades estaban en constante evaluacin para cada integrante del Frente, as los buenos combatientes era premiados con ascensos que se traducan en mayores responsabilidades, y justamente eso fue lo que sucedi con varias mujeres, que fueron ascendiendo en la escala de mando gracias a sus buenas evaluaciones. a nadie se le pas por la cabeza generar estructuras especiales para las hermanas.La posicin al interior de la organizacin estaba determinada por el lugar en la estructura, es decir, poda estar en la logstica, como (infra) personal de algn comandante o combatiente y por lo tanto estar en condicin de ayudista, o estar en unidades de combate, ya sea en las fuerzas centrales o unidades territoriales. En el fondo, la posicin que se ocupe en las filas del Rodriguismo, est estrictamente relacionada con las capacidades polticas o militares, jams por su condicin sexual o de cualquier otro tipo, sino la organizacin estara discriminando Note163. . yo soy jefe y se me subordinan hombres. He estado a cargo de tropas, masculinas, por supuesto. Nunca he tenido problemas. Te aseguro que mis subordinados difcilmente ven en mi a una mujer Note164. . Superada la duda de las capacidades femeninas, las mujeres rodriguistas fueron aportando tambin en otros aspectos de la vida conspirativa. Estos aspectos muchas veces imperceptibles, los cuales tenan que ver con demostrar afectos, animando a sus hermanos en los momentos tensos, comprendiendo y escuchando los miedos, etc., entonces la desconfianza de decir: bueno pero les dar el cuero a las mujeres, sern capaces de cumplir con esto, de asegurar tal misin y yo creo que finalmente todos nos fuimos convenciendo, que por supuesto, que las debilidades que como hombres dentro del frente tambin tuvimos, muchos, con esa salvedad su actuacin era tal cual en las misiones que les corresponda, pero tambin eso fue un aprendizaje que probablemente en un momento era muy relegado el papel, pero con el tiempo una gran cantidad de mujeres tuvo mandos de hombres en las distintas estructuras Note165. . Uno de los factores no menos importantes a la hora de las tensiones, eran la ternura, la comprensin y el tino femenino. A pesar que esos afectos eran entregados por la mayora de los Rodriguistas, la forma que tienen las mujeres de expresarlo, lo hacia diferente, ya sea por su sensibilidad, por su responsabilidad o compromiso como mujer frente a sus hermanos. As el papel femenino comenzaba a ser visto positivamente, por la mirada incrdula masculina, muy valiosas, lindas todas, entregadas, abnegadas, esa ternura que tiene la mujer propia, que te hace muy bien en un momento en que t estas con toda la adrenalina, y con los miedos... Note166. . Ah haba yo creo esta misma fraternidad, pero tambin una cuota ms de romanticismo, por esto que es inusual en nuestra cultura ver a una mujer haciendo cosas, cometiendo cosas complicadas como esa, como es arriesgar el pellejo, como es empuar un arma o tener por lo menos la decisin de hacerlo, y eso sin duda gatillaba estas sensaciones de admiracin que las ponan en un nivel distinto, o sea si cualquier mujer hermosa para el comn de nosotros es mina, es una mujer atractiva, una de estas otra que era guerrillera que se atreva por lo menos a intentarlo, era como una diosa poco ms o menos, lo digo en forma exagerada pero lo digo a propsito, era as Note167. . Puede parecer ridculo hablarlo ahora, pero se preocupaba de que tomramos leche, de que nos alimentramos bien, ella misma iba a hacer las compras. Se preocupaba de hacer llegar cartas y recados a las pololas o esposas de los compaeros concentrados en La Obra La Cecilia era un combatiente integral Note168. . La imagen femenina se vea entonces resaltada, por su inusual presencia en estas ldes, su valenta provocaba admiracin entre sus compaeros y respeto por su capacidad para asumir y cumplir responsabilidades. La figura de la mujer Rodriguista se elevaba por sobre las dems mujeres de la sociedad, en la concepcin machista varonil, ya que el estar arriesgando la vida por la causa demostraba su entrega, compromiso y consecuencia. Se convertan sin querer serlo en sper mujeres, la compaera ideal de todo revolucionario, capaz de asumir cualquier responsabilidad con la misma entrega que la hace un hombre. Un caso que grafica la constante lucha contra las dudas y las concepciones machistas heredadas de siglos de exclusin femenina, es el de la comandante Tamara, quien desde los orgenes del Frente estuvo decidida a cambiar esa historia, quizs en ella se encarna la lucha que dieron las mujeres Rodriguistas para ser consideradas como iguales, dentro de una organizacin que siempre fue predominantemente masculina. Los que la conocieron directamente bien dicen que era capaz de hacer de todo, era correo, era infla, era el cuadro militar, era el jefe de las Milicias Rodriguistas; y todo lo desempeaba con la misma naturalidad. En sus inicios enfrent algunas mentalidades un poco estrechas que impedan aceptar de buenas a primeras el protagonismo de una mujer en la organizacin revolucionaria. Se resista a cumplir las tareas que a veces nuestro sectarismo la asigna a las compaeras, ella fue combatiente de primera lnea, particip activamente en la planificacin y ejecucin de la Operacin Siglo XX, el atentado al tirano, as como en las acciones del 21 de octubre de 1988 (Los Quees) Note169. . Yo con la nica mujer que tuve la ocasin de trabajar fue con Tamara, Cecilia Magni, ella a nivel operativo, a nivel de dirigencia no haba nada que criticarle o nada que envidiarle, era un combatiente ms y se comportaba como tal, e incluso iba mucho ms all que los hombres, por eso fue tan conocida, nunca escuche ni sent que a la mujer se le protegiera mucho ms que al hombre, hay capacidad igual y a nivel operativo igual Note170. . Sin embargo, estas mujeres no estaban haciendo algo fuera de la realidad, simplemente estaban asumiendo su papel de combatientes, de luchadoras sociales, tal cual lo hacan los hombres y en su lucha no slo estaban apuntando contra la dictadura, sino tambin contra la tradicin de las armas y el conservadurismo del machismo. Estas combatientes deban reforzar sus esfuerzos, ya que su orgullo de mujer deba imponerse sobre las dudas masculinas, y demostrar que no exista responsabilidad que no se pudiera asumir, ni peso que no se pudiera cargar, por lo menos en caso de enfrentar dificultades, su ingenio encontrara la solucin necesaria para salir de cualquier embrollo. Ahora si te voy a confesar que una de las grandes dificultades tambin que se vivi en el frente es justamente con sta nocin de sistema patriarcado, el trabajo de nosotros como las mujeres del frente mereca mucho ms esfuerzo y mucha ms entrega, para demostrarles a los compaeros que ramos capaces, porque igual estaba la nocin: se la podrn, vas a poder llevarte esto, es muy pesado; entonces igual era como una constante de decir: no pos yo tambin soy parte de ustedes, tambin merezco respeto, as como t eres hombre nosotras somos mujeres y podemos hacerlo, por algo estamos ac; entonces exista eso inconscientemente, no creo que era premeditado, pero igual era como que ellos igual a nosotras las mujeres nos vean mas dbiles. Seguramente no es explcito, pero se daba mucho como por ejemplo comentarios as como que tienen que llevar esto, pero es muy pesado, lo podr? Si pos porque no, ah pero es que eres muy flaca, no si me la puedo igual, como que siempre te andaban midiendo, Ahora igual hay otras compaeras que no tuvieron la misma suerte que yo, de los compaeros que tuvieron, que haban algunos compaeros que eran demasiado abusadores, es que el grado de ser jefe y hombre, como que de repente igual caan un poco en la jerarqua militar, en algunas partes no en todas Note171. . La duda inconsciente masculina tampoco puede tomarse como algo premeditado, mas bien es un problema cultural, de educacin, incluso de formacin, en que las propias mujeres caen de vez en cuando, a pesar que luchan por su igualdad, la caballerosidad masculina las inmoviliza y las hace actuar de la misma manera, existiendo a la vez un machismo femenino, provocado de la costumbre de ser consideradas inferiores a los hombres, en diferentes aspectos pero esto no es un problema de gnero es un problema de clases, as lo entendemos muchos, o sea la mujer que es pobladora y que es explotada, es tan explotada como el hombre poblador, o a veces ms, y es explotada a veces por una vieja del barrio alto que a pesar de ser mujer sigue siendo explotadora, entonces tambin venan muchos compaeros que le hacan la cruz a las compaeras, pero tenan que aceptarlas en funcin de que eran capaz de ganarse su espacio adentro de la organizacin Note172. . Un punto interesante es el que plantea Manuel, al situar el problema de gnero en uno de clases, esto tiene mucho de asidero ya que en este mundo patriarcal, la supremaca del hombre por sobre la mujer, es un asunto de dominacin, al igual del que se produce entre clases sociales. En ese sentido algunas mujeres actan de igual forma, como lo hiciera un hombre frente a una mujer, por lo tanto, en vez de superar el machismo se deberan eliminar las diferencias de clases. Volviendo al tema de las relaciones de genero en el Frente, estas se fueron desarrollando de acuerdo a como las mujeres fueran ocupando sus posiciones y responsabilidades, por un lado se ganaron un respeto y por otro iban destruyendo el tab de su incapacidad ante ciertas formas de lucha, que estaran vedadas para ellas. yo creo que alcanzamos a aprender bastante sobre esta relacin de gnero, pero nunca se lleg en el Frente ni numricamente ni en la composicin de las estructuras de direccin, a tener una situacin de representacin de la mujer en el grado que quizs hubiese correspondido Note173. . Un punto que es importante de no olvidar, es el papel de madres, profesionales, estudiantes, obreras y dueas de casa, que estas mujeres deban ensalzar junto con su militancia, ya que muchas no dejaron sus casas ni pasaron a la clandestinidad, por lo tanto tuvieron que desarrollar tal vez incluso ms papeles que los propios hombres. eso era recomplicado porque igual yo estaba casada, tena mi hijo y adems tena que hacer todas las labores de duea de casa, ir a estudiar, preocuparme de mi hijo y dentro de ese lapso, hacer las tareas que me demandaba el frente, y que mi marido tampoco saba Note174. . El problema es qu va a hacer ahora Mayi con su trabajo en el Frente, porque aunque le ayude Margarita, ella tiene que hacer casi todo en relacin con el nio, y criar un nio no es nada fcil. Mayi ya hablo con sus jefes y explic su situacin. Estn buscando algn trabajo que ella pueda hacer porque lo que s esta claro es que el hecho de que una mujer trabaje y cre un nio no puede ser un obstculo para pertenecer al Frente Note175. . En otras situaciones la separacin necesaria de los hijos puede parecer una locura, sin embargo en su tiempo muchas mujeres combatientes optaron por esa opcin y dejaron sus hijos a resguardo de sus maridos, padres o tos, ahorrndose el riesgo que podra correr su primognito e impidiendo que esa fuera una causa para descolgarse de sus responsabilidades. en ocasiones nos hablabas de tu hijo, del dolor que haba que asumir por la separacin necesaria y como aquello acrecentaba tu odio hacia los poderosos y te fortaleca para enfrentar la adversidad. Decas que tu hijo estara maana orgulloso de su madre que lucho contra la dictadura, decas que no habra vergenza en mirarlo a los ojos, sino una sonrisa Note176. . Caso extremo an es el de aquellas Rodriguistas, que estando casadas formaban parte de los riesgos, y nunca se lo revelaron a sus maridos, arriesgando su matrimonio, su familia, etc., sin embargo para ellas existan labores ms imperiosas, que necesitaban los concursos de estas fminas rebeldes a la tradicin y la dictadura. yo andaba trabajando en el Frente, mi marido trabajaba, yo todo el da andaba en el centro haciendo tareas, entregando cosas, entonces una hora antes que llegara mi marido tena que tener todo impecable, para que no supiera nada de lo que yo estaba haciendo, ni que se diera cuenta tampoco, entonces tambin era como recomplicado en el sentido de no poder contarle Note177. . Sin embargo, el Frente al ser un grupo de personas dentro de una sociedad, reconoce diferencias entre ellos, las cuales derivan de sus mltiples realidades, por lo tanto no todos sus integrantes aceptaron la presencia femenina en la organizacin. Por otro lado la incorporacin de mujeres en este tipo de lucha, hizo reconocer a la mayora que su incapacidad de combatir con armas en la mano era falsa, incluso otorg mandos y papeles legados histricamente a hombres. el rol de la mujer lo consider igual que el del hombre, la importancia de ella es que es igual que la del hombre, la consider en cierto modo igual... Pero al interior de la organizacin se da de todo, pero no, no haba un componente fuerte machista, con sus particularidades afloraban Note178. . Sin desconocer la entrega de las mujeres que engrosaron las filas del Frente, su presencia sigue siendo un caso atpico dentro de los grupos armados, esto principalmente a la diferencia numrica existente entre hombres y mujeres, dispuestos a participar en esta forma de lucha. Sin embargo, esa diferencia no slo se expresa en estas latitudes, ya que a nivel mundial sucede algo similar. La anterior aseveracin no desmerece para nada la actuacin de aquellas mujeres, que si han participado en proyectos de lucha armada, ms bien hace reflexionar sobre la carga que sigue y seguir impidiendo, por tradicin, que las mujeres realicen cosas de hombres. La hermandad expuesta ante la prisin y la muerte Si bien los Rodriguistas saban perfectamente al peligro que se exponan, no vislumbraban que la prisin, la tortura o la muerte podran alcanzarlos algn da, sin embargo ninguno de ellos estaba libre de esa posibilidad, pero tambin esta el hecho de que estbamos convencidos de que bamos rumbo a una confrontacin ms aguda con la dictadura y que eran parte de los costos que bamos a pagar y que tenamos que pagar Note179. . Esa premura en acelerar el proceso de desestabilizacin de la dictadura estaba en marcha, nadie pretenda pasar toda su vida entre olor a plvora y mapas operativos, entonces se debera trabajar en serio y muy duro para que los objetivos planteados fueran alcanzados, en un mediano plazo. En caso que sucedieran detenciones o muertes, los frentistas estaban capacitados operativamente para enfrentar esos golpes, la primera medida a realizar tenia que ver con la proteccin de la organizacin, ya que por muy dolorosa que fuera una detencin o muerte de un hermano, haba que proteger al resto de la organizacin, impedir que siguieran cayendo otros combatientes. En ese sentido una medida concreta se refera a soportar lo ms posible las torturas que obviamente aplicaran los aparatos de seguridad, con tal de obtener informacin del Frente, sus actividades y militantes. nosotros tenamos el instructivo de eventualmente sufrir detencin, sabiendo que bamos a ser torturados por lo menos tener un aguante de 24 horas, eso era lo mnimo que se exiga a un miembro de la estructura, para que permitiera, el reacomodo de la gente... entonces uno tenia que aguantar por lo menos 24 horas, entendiendo que no todos los seres humanos tenemos la misma resistencia, entonces, nunca va objetar que el compaero bajo tortura halla hablado, porque, bueno hay que estar en el momento de la tortura como para decir ser capaz o no ser capaz Note180. . Esa medida permitira proteger la identidad de los otros combatientes de la estructura afectada y cortar los posibles seguimientos que estuvieran realizando los aparatos de seguridad. Por otro lado, la negacin a declarar permita reagrupar las estructuras combativas, que se viesen en peligro de ser detectadas, a causa de las detenciones sufridas. Yo creo que a todos nos toc esas situaciones, y eran noticias realmente duras, nos tomaban dependiendo de la situacin en que cada uno se encontrara de distintas maneras, algunas veces muy cercanas, y la primera reaccin era cubrir a la organizacin, cuando el muerto, el detenido era de nuestra estructura o muy cercano, la reaccin era de defensa de la organizacin, tomar las medidas Note181. . Paralelamente a las medidas de seguridad se iba asimilando el dolor, el cual se deba dominar, para poder realizar las labores de seguridad contempladas en los casos de detenciones y muertes. Para los Rodriguistas los sentimientos que afloraban al enfrentar una prdida, eran una mezcla de sensaciones, afectivas y emocionales que incidan en el desarrollo de las futuras operaciones. Yo no s como habr sido en cada caso, haba un golpe emotivo muy fuerte, primero por la prdida de cualquier compaero nuestro, cualquier combatiente, pero era el triple ms grave, ms duro, ms amargo cuando se trataba de alguien conocido, de alguien con quien compartiste algo Note182. . A poco andar en la vida del FPMR, el comandante Jos Miguel o Rodrigo declaraba acerca de sus Hermanos cados: De estos hombres y mujeres, de su ejemplo, como el de tantos otros chilenos que han dado su vida por la libertad, nos nutrimos. En su ejemplo educamos a nuestros jvenes combatientes. A nuestros hermanos los recordamos siempre, con dolor. Ellos son un permanente compromiso para los Rodriguistas y su ejemplo seal que anuncia que la victoria ser de los patriotas de su temple Note183. . A pesar de que las detenciones y posteriores torturas infringidas a los miembros del FPMR, tambin significaban un golpe, stas no se podan comparar con el dolor que provocaban los casos de asesinatos, o muertes en enfrentamientos de miembros del Frente, el dolor de la muerte, de la tortura, uno se hace amigo, compaero, hermano y no era fcil aceptar o comprender la fuerza con que muchas veces ramos castigados Note184. . Ese dolor, esa prdida de combatientes a manos del enemigo, potenciaba las ganas de luchar, con esas ilusiones en la cabeza nosotros sentamos que la perdida de un combatiente era inmensamente grande, pero que en cierta medida tambin, esto es bien importante, nos obligaba a ms, si ese que era tan bueno como yo, o mejor que yo, ya dio la vida, ya este es un pacto irreversible, eso se daba harto en el Frente, se daba mucho, era muy fuerte, era como que la sangre de los hermanos que caan nos sellaba, sellaba un pacto, o sea como vas a dejar esto despus que ellos cayeron, despus que ellos se jugaron la vida por esta historia en que se embarcaron juntos, o sea esto ya se sello con sangre Note185. . era muy duro aceptar la muerte de nuestros compaeros, esa frase de luchar ms fuerte cuando alguien cae es cierto, pero eso es pura ganas digamos, el dao moral y organizacional y operativo que producan las muertes, las detenciones era muy potente y hubo reacciones a veces frente a estas cuestiones muy hormonales... de ir a disparar, de responder a lo que fuera, si ocurri muchas veces la reaccin destemplada dira yo, no vengativa pero de desesperacin de la incapacidad nuestra de defendernos en muchos casos Note186. . Esas ganas de luchar a causa de la perdida de compaeros, aumentaban considerablemente el compromiso, la entrega y las ganas de seguir participando del proyecto Rodriguista. El compromiso de la sangre derramada transformaba el dolor inicial, a una inyeccin anmica, mezcla de desesperacin y venganza, que obligaba a no bajar la guardia y reforzar las medidas de seguridad. La cada de los hermanos, quedaba fresca en la retina de sus amigos y compaeros, ese recuerdo vivo de los que ya no estaran, en cuerpo presente, se transformaban en los nombres de la resistencia, los mrtires que quedan en el camino de cualquier lucha, y que en definitiva producen nuevos nimos de compromiso en quienes siguen adelante con la lucha. con la prdida de vidas por ejemplo o el apresamiento de compaeros era inicialmente el duelo, la pena, en algunos casos por lo querido que eran algunos compaeros para unos y otros. Son duelos que no van a terminar nunca y por otro lado se redoblaba el deseo de pelear, o sea haba pena, haba amargura cuando estas cosas ocurran, pero normalmente por lo menos en todo lo que yo conoc, se redoblaba el nimo de pelear en la gente, en el Frente por lo menos, no se en el resto de la poblacin, pero entre los compaeros de los cados normalmente, era el nombre del cado, el ejemplo del cado se converta en una bandera de lucha, se converta en una inyeccin Note187. . Los golpes ms duros obviamente eran las prdidas de compaeros conocidos o amigos, con quienes se haba compartido no slo la militancia en el Frente, sino que en algunos casos se remontaba a su participacin inicial en las Juventudes Comunistas. Otras prdidas que impactaban no slo a los Rodriguistas, sino tambin a la opinin pblica, eran aquellas en que la muerte era producida no slo con balas, sino adems con el horror de las torturas y la farsa supuestos enfrentamientos. Y ah por ejemplo para m fue muy terrible la muerte de Oscar Tapia, porque era un amigo con el que haba compartido, militamos en la jota antes del gobierno de la UP, estuvimos en la campaa de Allende, salamos a rayar juntos, fuimos de la brigada Ramona Parra juntos, era muy valioso este hombre, era tan valioso que despus que yo lo entregue al Frente, el que fue jefe de l me deca, oye adonde hay ms de estos, porque era una compaero extraordinario, disciplinado, serio, responsable, simptico, bueno para la talla y tremendo amigo, despus me toc perder a otros compaeros que esos si haban sido de mi grupo, de mi unidad, de mi estructura, ah hay una pareja que se haba formado en la conspiracin y los mataron a los dos Note188. . Se viva dolorosamente, bueno de hecho el golpe ms fuerte que tuve yo, fue la muerte de un compaero que muri en un auto bomba, y que si bien uno vive como siempre pensando que algn da te pueden matar, fue como la muerte ms cercana a m, de un amigo y compaero, que estuvo cerca de ti, y bueno el golpe que dieron al Frente en la operacin Albania Note189. . Los Frentistas que cayeron asesinados en la denominada operacin Albania responden a esa condicin de horror con que murieron, sin embargo existen otras perdidas muy lamentadas entre los rodriguistas, como los asesinatos de sus diferentes comandantes. La muerte de los comandantes Jos Miguel (Ral Pellegrin) y Tamara (Cecilia Magni) son quizs las prdidas ms sentidas, por lo que significaban en ese momento para el futuro del FPMR - A. Su muerte se produce luego de ser detenidos y torturados por agentes del Estado, tras haber sido perseguidos durante varios das en la precordillera de la VII regin. En esa zona y ms especficamente en el poblado de Los Quees dieron inicio a la Guerra Patritica Nacional, estrategia poltico militar diseada por el FPMR Autnomo, que tras el plebiscito del 5 de octubre de 1988 sigui luchando con las armas, para evitar la perpetuacin de cualquier atisbo de dictadura en el futuro. La prdida de los compaeros ms queridos produca una necesidad imperiosa de operar, es decir salir a la calle a realizar alguna accin que permitiera en alguna circunstancia enfrentarse con las fuerzas represivas, cobrando de esta manera la vida de los hermanos cados. Esta posibilidad quedo solo en las intenciones hormonales de los rodriguistas, ya que si bien la respuesta a los golpes no se haca esperar, esta se produca en operaciones estudiadas con responsabilidad, lo que impeda arriesgar la vida de otros combatientes. en general nos pillaban de sorpresa, yo creo que es la rabia de no alcanzar hacer, o de no responder y esa rabia se descargaba con la primera oportunidad que tu tenias, o sea si te mandaban al choque contra ellos, tu le tirabas todo, le tirabas todo lo que tenias si te echabas un compadre, te lo echabas cagado de la risa, entonces se empez a producir una situacin medio sictica, porque la muerte no es buena o sea no es un elemento del cual t te puedas jactar, pero empez a ser la justificacin de lo que t estabas haciendo, por cada compaero que mora tu te queras echar un par de gueones, y muchas veces se consigui el objetivo y eso como que aah, te bajaba los niveles de agresividad, de violencia y luego venia como un proceso de masticar todo lo que estaba pasando Note190. . Un tab asociado a los hombres de guerra o de quienes portan las armas, dice relacin con su dureza y frialdad que tendran en el desarrollo de sus vidas, esta tesis se realza cuando los anlisis apuntan a los terroristas, quienes obviamente no tendran sentimientos, excepto para secuestrar o matar. Sin embargo, estas mujeres y hombres sufran el doble al vivir la experiencia de la muerte de manera extrema, sus cados fueron asesinados o en otras ocasiones no vencieron al destino de los enfrentamientos. esa forma de codearse con la muerte da a da, el poder que tiene al frente de su organizacin, no le hace convertirse en un ser fro al que no le importa el costo humano que implican sus mtodos de lucha? Enfticamente No, somos cada da ms sensibles llora cuando cae alguno de sus amigos o compaeros? Siento un profundo dolor. No me da vergenza confesar y mostrar ese dolor. Lo comparto con mis hermanos con los que me une todo, hasta la posibilidad de perder la vida Note191. . Las lgrimas y la impotencia son recurrentes en la prdida silenciosa, que deben guardar por cada uno de sus cados, en muchos casos la ltima imagen, ser la que vieron en los diarios, ya que la presencia a un definitivo adis poda ser la causa de detenciones o de una nueva muerte. En ese sentido son entendibles las ausencias a sepelios y romeras, ya que la mirada inquisidora de los agentes los estara aguardando en los alrededores. Obviamente la campaa orquestada de desprestigio hacia el Frente, no inclua el dolor que sentan los Rodriguistas por sus muertos, ya que las conjeturas tendientes de resaltar la figura de desalmados, desacreditaba cualquier sentimiento afectivo que pudiera venir de parte de ellos. Sin embargo, las acciones del Frente eran tan bien preparadas, que fue slo en contadas ocasiones, en las cuales su accin fue causa de victimas inocentes, lo demuestran los secuestros efectuados por el Frente, las acciones recuperativas, las miles de detonaciones etc. En este punto es necesario aclarar, que si en otro tipo de acciones la vida de sus enemigos fue arrebata, fue necesariamente por que fueron enfrentamientos, en que un bando quedara con vida o libre de las balas. Inevitablemente el dolor por los asesinatos o muertes de revolucionarios trascenda la posibilidad de conocerlos, ya que por diferentes razones era imposible que todos los Rodriguistas se conocieran. Sin embargo, esa no era razn para no sentir la prdida de un hermano desconocido, ya que a pesar de las mltiples diferencias que existieran entre ellos, tanto polticas, econmicas, culturales, todos estaban en la misma trinchera. Eso fue para m un golpe muy grande, y as yo se que para muchos compaeros el caso de otros combatientes que caan lo iban marcando. Hay golpes como el de Tatiana Faria, que yo no la conoca pero fue muy terrible tambin, Tatiana Faria que vol con una carga Note192. . incluso cualquier combatiente que caiga, por ejemplo el Antonnioletti, que no era del Frente, naturalmente que no te voy a decir que tendra algunos sentimientos, pero tambin haba dolor, porque era un revolucionario, y uno puede estar de acuerdo o no en la forma de actuar, su visin distinta, pero era un revolucionario, un combatiente y por lo tanto tambin hay dolor Note193. . La muerte propinada a pobladores, estudiantes y combatientes de otras organizaciones revolucionarias tambin era un golpe para los Rodriguistas, ya que se entiende que son hermanos de lucha, con diferencias en los mtodos a utilizar, pero que apuntaban al mismo enemigo. Es solidaridad de clases, con los hermanos que se encuentran en la misma trinchera de lucha, es un duelo propio ante la cada de uno de los suyos, es el compromiso que se adquiere por la vida que rindieron al pretender una sociedad mejor. Sus muertes se convirtieron en smbolo, smbolos para ciertos sectores de la poblacin, que ve en sus muertes el terror extremo del poder, tal vez sea por el exceso de violencia con que sus vidas fueron silenciadas, que sus nombres se convierten en banderas de lucha para las nuevas generaciones. Por ejemplo los casos de Tatiana Faria, los hermanos Vergara, los 12 Rodriguistas asesinados en la operacin Albania, Ral Pellegrin, Cecilia Magni, Pedro Ortz, Mauricio Gmez Lira, Jos Miguel Martnez, Ariel Antonioletti, Alejandro Soza, Ral Gonzlez, Yuri Uribe, Claudia Lpez, Daniel Menco o Alex Lemun, son jvenes que murieron por la violencia utilizada desde el Estado, todos ellos fueron asesinados por las mismas balas, a pesar de ello, an su imagen se presenta a cotidiano en las murallas de las poblaciones, sus nombres ahora lo llevan pequeos grupos colectivos o preuniversitarios populares, y son recordados entre estudiantes o simplemente en la memoria de su pueblo. Un momento crtico en la historia del Rodriguismo se produce el ao 87, con el fraccionamiento entre las posturas ms cercanas al PC y quienes optaron por una lucha armada independiente del Partido Comunista. En esos momentos sus combatientes tuvieron que optar y muchos amigos de antao quedaron en bandos diferentes, sin embargo a pesar de las diferencias, el dolor por los golpes propinados desde la dictadura era uno solo, esa sensacin tambin tiene que haber pesado mucho, yo que estaba en la crcel la perciba, ya estbamos divididos, incluso en la crcel habamos dos estructuras del frente, pero uno sufra lo mismo, las dos sufrimos lo mismo, no importa que cayeran compaeros de ellos o compaeros nuestros, porque de pronto las relaciones eran cruzadas, los que caan que eran de all haban sido amigos de gente de ac y viceversa o haban estado en una operacin juntos o ms de una, en fin estaba todo eso Note194. . Sin embargo, en muchos casos las prdidas en vidas humanas no eran causa de los aciertos operativos de la represin, sino errores y falencias de los propios rodriguistas. Las fallas podan producirse al no haber realizado un exhaustivo estudio operativo de una accin, o como suceda en los inicios del Frente por falta de armas. Pero comenzaba tambin una revisin muy profunda, porque todos entendamos que si ocurran esas cosas, esos golpes no eran siempre la labor exitosa de la represin, sino que era muchas veces el xito que la represin lograba a travs de nuestros propios errores, de nuestras propias fallas Note195. . En otras ocasiones eran los imponderables quienes hacan las veces de obstculos para alcanzar los objetivos y por ende tambin causantes de prdidas de vidas. Son casualidades que no las puedes incluir dentro de un plan operativo, por ms exhaustivo que este sea, en ese momento es donde opera el ingenio del combatiente de resolver en el momento esos obstculos que lo ponen en un riesgo no contemplado. tu puedes tener la rutina, por ejemplo en una recuperacin del un banco, tu sabes a tal hora abre, cuantos guardias hay, en fin tienes todo el teatro operativo bien acotado, bueno, se inicia la accin y en ese momento por ejemplo, aparece una seora en silla de ruedas y te corto una va, bueno, sobre la marcha tienes que salir a como de lugar, esos son los imponderables que suceden a veces, y eso a veces cuestan vidas Note196. . Las muertes en falsos enfrentamientos continuaron en el periodo denominado transicin a la democracia, uno de los ms sangrientos que le toc vivir a militantes del FPMR, fue el episodio en que luego de intentar realizar una operacin recuperativa a un camin de valores en el Campus Oriente de la UC, Alex Muoz y Fabin Lpez, tras el asalto, se refugiaron en una casa y tomaron a sus moradores como rehenes. El secuestro fue televisado y termin con los dos frentistas acribillados. Mira, yo te puedo relatar la muerte de Alex y Fabin por ejemplo, de partida cuando uno de los hermanos muere, es como si muere un familiar tuyo, es un sentimiento de dolor pero si tambin de orgullo, el hermano no se rindi, el hermano estuvo ah, que lamentable no poder haber estado ah, nos sucedi por ejemplo como te digo con Alex y Fabin, no se si tu te recuerdas de un caso, que hicieron una recuperacin en el campus de la Catlica y despus se metieron a una casa y secuestraron. Alex y Fabin, nosotros en ese momento nos encontrbamos en la operacin de Cristian Edwards, tenamos arsenal, tenamos ocho M 16, con seis cargadores dobles cada uno, o sea tenamos poder de fuego, y los hermanos lo nico que queran era rescatar a los hermanos, porque sabamos que los iban a matar, pero ah donde t tienes que ser muy pragmtico, hacer eso significaba abortar lo que era el secuestro y en el fondo regalarse, entonces ver y todava que lo transmitan por la televisin, ver como exterminan a tus hermanos, ah lloramos todos y la impotencia de no haber podido hacer algo aunque hubiera sido tambin una masacre, te fijas, porque nosotros ramos seis en ese momento, por mucho poder de fuego que tenamos, el enemigo nos triplicaba o cuadruplicaba en fuerza y poder de fuego, entonces habra sido una masacre ms, pero hubo que contener a la gente ah, porque queran salir a rescatar a los hermanos y como te digo llorando, lamentablemente por ejemplo, la bitcora que llevbamos da a da, en esa bitcora,palito, Jos Miguel Martnez, escribi un poema tan precioso, y tuvimos que destruirlo, por las medidas de seguridad Note197. . Todos disparan en un escenario demencial. Pablo cay de dolor al recibir un tiro que le parti la pierna en dos. Fabin, al ver aquello, dej de disparar tratando de ayudarlo, pero era imposible. Alexis sigui concentrado en cada tiro, mirando de reojo a su hermano. Le saltaban las lgrimas ante el hecho de dejarlo en el suelo junto a la sangre iluminada por el sol. Sabemos que Pablo qued ah, a pesar de la insistencia de Alexis y Fabin que queran cargarlo, pero l dijo mil veces que no, y los dos corrieron entre los disparos hacia un destino que Pablo desconoca, porque lo que comenzaba a conocer era el miedo de los carabineros que antes de acercarse le rafaguearon las piernas tras l ltimo tiro que logr dar antes de que se le trabara definitivamente la pistola, como si un negro cuervo desajustara los impredecibles mecanismos de esa inercia. Tambin sabemos que Alexis y Fabin continuaron corriendo y disparando hasta quedar sin municiones. Murieron en su jardn a manos de carabineros en un espectculo trasmitido a todo Chile por la televisin. Sangre de verdad y caliente, como le gusta al buen ciudadano respetuoso del pudor y la moral judeo/cristiana Note198. . Esa nueva etapa vivida en los 90, por los Rodriguistas que siguieron luchando contra el sistema heredado de Pinochet, sumo nuevos detractores y enemigos, ya que los antiguos colaboradores y simpatizantes de la causa del FPMR, ahora se encargaran de delatarlos, infiltrarlos, eliminarlos o encarcelarlos. En muchos sectores poblacionales que en los 80 fueron ayudistas del Frente, tambin optaron por no continuar la adhesin a los Rodriguistas, tal vez segados por la fiebre de la incipiente Democracia, por lo tanto, esta vez los cados en este periodo no causaron la solidaridad unnime, que se produca en los aos 80. Para la mayora de quienes formaron el FPMR en sus diferentes periodos, slo queda el recuerdo de sus hermanos, el respeto por su entrega y sacrificio de dejarlo todo, por la construccin de una sociedad mejor. Muchos acompaaron a sus hermanos en el trayecto a su tumba, pero no pudieron acercarse quizs al fretro, ya que sus vidas estaban encargadas a los servicios de seguridad, de la dictadura primero y de la democracia despus. Muchos quizs no saben en donde estn enterrados sus cuerpos, pero la imagen de todas aquellas mujeres y hombres que sacrificaron sus vidas, siguen en la memoria colectiva de sus hermanos y de aquellos pobladores que alguna vez de una u otra forma, se vieron protegidos o beneficiados por la accin de esos combatientes. no podan ser consideradas como simples bajas, eran nuestros hermanos, era algo muy amargo, o sea todos sabamos que estbamos perdiendo a uno de los mejores hijos de nuestro pueblo, uno de esos hombres sencillos o mujeres sencillas que decidieron tomar las armas, para apoyar y colaborar con la lucha del pueblo por recuperar su libertad, por construir una democracia real Note199. . con mucho honor y dignidad llevamos el nombre de Joaqun. As tenamos en la memoria a todos nuestros hermanos cados en combate: Rodrigo, Ernesto, Benito, Tamara, Alex, Fabin, por nombrar algunos. En nuestra preparacin siempre los recordamos. En todo momento estuvieron presentes. En el primer vuelo Rodriguista viajaron con nosotros, seala un integrante de la Unidad Mauricio Arenas Bejas Note200. .
CAPITULO IV. EL TRABAJO RODRIGUISTA,MEZCLA DE DISCIPLINA, MIEDOS Y SENTIMIENTOS La disciplina rigurosa y el esparcimiento ocasional La disciplina que deban cumplir los combatientes del frente era muy rigurosa, por un lado se entiende que eso sea as, ya que al ser un grupo poltico militar, los mandos se respetan, las rdenes se acatan y la disciplina se mantiene. Sin embargo, al tratar de implementar una disciplina militar, esta se complicaba al contar dentro de su organizacin con combatientes que no eran militares de carrera, y que adems tenan una vida normal con familia, trabajo o estudios. Entonces es bastante ms complicado una disciplina militar, primero con una mayora de combatientes no formados militarmente, segundo con una perspectiva de guerrilla urbana que a la mayora de sus combatientes los tiene con una vida cotidiana, entonces la forma de disciplinar a un grupo combatiente as no es fcil Note201. . Hay que consignar que esa disciplina deba prcticamente lidiar con la vida normal de los nuevos combatientes, los que en su mayora, jvenes, contemplaban dentro de su adolescencia diversos patrones culturales, los cuales no necesariamente incluan la disciplina como una de sus prioridades. Era sper difcil controlarla, porque siempre nos criamos en un medio y en una sociedad en donde se carretea caleta, se toma bastante, se fuma cualquier cantidad tambin, y yo creo que era sper difcil controlarlo y sobre todo que te daba problema de imagen hacia el resto de la gente, porque no ramos una organizacin de sper combatientes, ramos una organizacin de personas antes que nada Note202. . Esto no quiere decir que todos los jvenes tuvieran ese tipo de comportamiento, sino era ms bien una generalidad dentro de la juventud. Esos desbandes juveniles son manifestaciones arraigadas en la idiosincrasia del pueblo y que no por ello debe ser tomadas como anomalas humanas. Esto tambin abarca el plano de las responsabilidades, el cumplimiento de misiones, o de horarios, etc., los cuales desde ese momento deban de ser la norma de los combatientes del FPMR. En pocas palabras, se comenzaba a conformar un cuerpo militar sin uniforme, que mantena una disciplina, la cual a pesar de ser ms flexible que la implementada en los ejrcitos regulares, segua siendo estricta para quienes nunca haban tenido responsabilidades tan apegadas a la norma. Sin embargo, la palabra gua de los Rodriguistas ms viejos o de los jefes, fueron la clave para explicar el porque de esa severa disciplina, en realidad no exista otra razn ms importante que la seguridad de la organizacin, la propia de cada combatiente y la de sus nuevos hermanos. Un caso menos extremo aunque no por ello menos interesante, es el que vivieron los Rodriguistas ms adultos, estas personas fueron recogiendo y adoptando la estricta disciplina de diversas experiencias. Por un lado los que ya haban militado en el PC y sufrieron los horrores del 73, lograron sortear la cacera de que fueron victimas, gracias a la disciplina que haban adquirido en el partido, la cual inclua normas bsicas de seguridad, codificacin de informacin, implementacin de casas de seguridad y la estricta compartimentacin de sus labores. En el Frente esta disciplina se implementaba desde el momento en que un aspirante a combatiente comenzaba a ser chequeado, este monitoreo era el primer paso para saber si la persona era capaz de cumplir ordenes al pie de la letra. Esa disciplina militar deba ser acatada desde el primer momento, pues era el paso necesario para que las normas de seguridad, funcionaran o que la compartimentacin se mantuviera. Me impresiono mucho la disciplina. Nada que ver con la Jota, - maana me orden te quiero a las seis en tal parte, recorres una cuadra y te vas a tu casa. Fui a las seis en punto, recorr una cuadra y me fui a mi casa sin ver nada ni a nadie. Pero el hombre me haba ido a controlar y sa fue mi primera prueba para ver si serva. Sper militar Note203. . Para Rafael la disciplina seria una condicin para mantenerse en la organizacin, ya que al estar de por medio la utilizacin de armas, enfrentarse a un enemigo con mayor infraestructura, y participar de un nuevo proyecto militar, cualquier error o indisciplina pona en riesgo la organizacin y por ende a sus integrantes, La disciplina es primordial, si t eres muy al lote, en realidad no sirves para esto Note204. . Sin embargo, esto era entendido por la mayora de sus integrantes, ya que de ello dependa el xito de sus operaciones, y por que no decirlo, el seguir con vida. A esto se agrega la conviccin poltica que era explotada con lecturas, que los combatientes deban de realizar, y por otro lado hay que tomar en cuenta que en el Frente nadie estaba obligado a participar, tampoco exista dinero de por medio, por lo tanto lo nico que se enriqueca eran la consecuencia de seguir luchando. Se trata aqu de una disciplina consciente, que nace de la comprensin cabal de su necesidad ante la complejidad y la envergadura de las tareas. Los combatientes actan motivados por una gran disposicin interna. Esta es una gran ventaja ante un enemigo que cuenta con muchos medios, pero que es dbil en el plano humano y moral. Los hombres y mujeres del FPMR, han asumido la lucha contando con la fuerza que da la gran conviccin personal Note205. . haba bastante disciplina, porque esta era una participacin voluntaria y conciente, por tanto el que no estaba dispuesto a cumplir con las normativas, con las ordenes, no tenia que estar no mas, y para un combatiente creo yo en la generalidad, salvo casos ms extremos, de no querer el castigo frente a indisciplinas, frente a faltas a las medidas de seguridad, que ocurran, era no participar y el castigo mximo dira yo, era no operar, entonces no ir a la misin con el resto de tus compaeros eso era un castigo enorme o cumplir misiones menores a las que el combatiente poda, tambin eran formas de castigar alguna indisciplina o castigar alguna falta Note206. . En caso de haber casos de indisciplina, quien deba reconvenir al combatiente y guiarlo, era l jefe encargado, quien conversaba, analizaba las causas de la falta y probablemente daba otra oportunidad Era siempre el jefe, primero que nada tenias llamado de atencin, o despus lisa y llanamente la expulsin de la clula, Mira yo creo que mucha gente entendi el mensaje a la primera vez o a la segunda vez Note207. . El Frente como toda organizacin disciplinada contaba con un reglamento, el cual serva de recordatorio de la conducta que deba tener todo Rodriguista, en el se resaltaba la imagen del Che, la cual deba servir de ejemplo a todo combatiente. en el reglamento siempre se hablaba de tener una conducta ejemplar, siempre se hacia referencia al Che, con la cosa del hombre nuevo, que haba que ser el mejor, no el ms inteligente, pero s el que tuviera, la confianza y pudieras seguir casi a ciegas, entonces el reglamento te hablaba de todas las conductas que tu tenias que tener, los lugares donde no tenias que ir y bueno como tenias que comportarte sobre todo Note208. . el militante Rodriguista deba ser, por ejemplo, el mejor poblador, el mejor estudiante, el ms responsable, el mejor padre, hermano y eso era una exigencia de la organizacin, ya que si t te considerabas Rodriguista, debas cumplir a cabalidad el desempeo de tu rol en cada una de las instancias que estuvieras desempeando Note209. . Al igual que los ejemplos a seguir, el reglamento Rodriguista hacia una detallada lista de las restricciones que deban cumplir cada uno de sus combatientes, estas recomendaciones abarcaban varios aspectos, dejando muy pocas consideraciones sin ser registradas. Por ejemplo no se pasa nunca mas por la plaza de armas, ningn rodriguista llega a ms de dos cuadras de la plaza de armas, norma de oro por ejemplo... normas estrictas, bueno otra norma muy estricta por ejemplo trasladarse de ciudad, ningn combatiente del frente poda salir, moverse de ciudad donde estaba operando sin avisarle a su jefe, mucho menos salir del pas por iniciativa propia, todo en ese sentido rigurosamente medido, fiscalizado, por supuesto, haba prohibicin de frecuentar ciertos lugares y haba orientaciones estrictas en base a tener cuidado con el vestuario, haba que desde el principio pasar desapercibido, o sea ser tan normal como el mas normal de los habitantes de este pas, y lugares donde no se poda ir por supuesto, dudo que algn combatiente rodriguista no por principios exclusivamente morales, pero tambin morales haya ido a un prostbulo, sin renegar que la gente lo haga, pero nosotros no, barrios complicados por ejemplo donde era frecuente la actuacin de los aparatos represivos, lugares por donde no se poda pasar Note210. . el reglamento haba que respetarlo, siempre se hablo de una imagen Rodriguista, de una identidad Rodriguista, de una forma de ser Rodriguista, de una forma de comportarse Rodriguista y bueno tenias tus cdigos de comportamiento que haba que respetar. El alcohol es malo para la salud, no haba que tomar, las drogas son malas para la salud, no haba que consumirlas, pero s haba que combatirlas, porque tambin era una forma de escape de la gente y una forma de aislarse del mundo, por eso tambin haba que combatirlas Note211. . Por otra parte existan diferentes grados de disciplina, ya que para Ral en un principio esta era muy rigurosa, hasta que algunos jefes ms relajados, fueron mermando los controles, lo que provocaba que en varios casos el resultado fuese detenidos y muertos. Este punto es de gran sensibilidad, ya que para muchos Rodriguistas la mayora de los golpes represivos que sufrieron y el fracaso de algunas de sus operaciones, justamente se produjeron a causa de errores disciplinarios. Sin embargo a pesar de ello la disciplina se mantena en general inalterable en el resto de la organizacin. era estricta bsicamente, pero creo que con el correr del tiempo se fue relajando, creo que hubo jefes que dieron malos ejemplos... en un principio con una disciplina bastante rigurosa, eficiente, pero con el paso del tiempo yo creo que se fue relajando. Alguien o algunos empezaron a desarrollar mtodos ms flexibles, ms relajados de disciplina, el mal ejemplo vino de un grupo de jefes en particular, que a mi juicio tuvieron una actuacin ms festiva, ms farandulera de lo aconsejable y eso perjudico al resto que tenia una visin ms seria, ms rigurosa de lo que deba ser, entonces se vivi esa contradiccin tambin, entre los que miraban la actividad general como fcil y que incurrieron por lo tanto en uno de los ms graves errores que se puede cometer en este tipo de cosas, que es subestimar al enemigo Note212. . La disciplina como queda reflejado tambin comprenda diferentes grados, esto se refleja en los distintos cuadros que componan el frente, ya que los grados de compromiso tenan mucho que ver con la disciplina, as los cuadros ms preparados o los combatientes ms importantes, por la informacin que manejaban, deban tener altos grados de disciplina y resguardo. te hablo de una organizacin que fue creciendo y que tiene distintos grados, o sea probablemente la disciplina de las estructuras centrales, de los destacamentos, era distinta a la disciplina que pudo haber en algunos grupos poblacionales, por decirlo de alguna manera, pero yo creo que en general la mayora de los combatientes se esmero por tener, por cumplir y por responder de la forma que se esperaba, pero hay efectivamente una gran responsabilidad de nuestros errores, de los graves errores del frente, conocidos pblicamente como la cada del armamento en el norte y nuestra incapacidad de mantener la disciplina y medidas de seguridad Note213. . Tal como seala Marcelo la disciplina iba de la mano de la seguridad, la cual no solo protega a la organizacin, sino que directamente la vida de los combatientes, por ello en los inicios el reglamento del FPMR, explicaba las cosas que ya no se podran hacer al estar dentro de la organizacin y las que deberan empezar a realizar sus integrantes, por su seguridad. Otra forma de que los rodriguistas se enteraran de las medidas de seguridad era a travs de la cadena de mando, es decir cada jefe de estructura instrua a sus subalternos de los peligros, de los lugares por donde no podan pasar, los cuidados en la imagen, la prohibicin de sacarse fotos, etc., En relacin a otro aspecto de la disciplina, el que tiene que ver mas que nada con la tica revolucionaria, que tambin sufri una descomposicin con el correr del tiempo, esta se produjo por diversas razones entrelazadas, las cuales sin embargo no alcanzaron afectar a la mayora de los Rodriguistas. Sin embargo, existi un momento en que por la gran cantidad de interesados en formar parte del Frente, no se implementaron las formulas adecuadas para seleccionar a los nuevos combatientes, en realidad no existi la rigurosidad de los primeros aos, por lo tanto comenz una degeneracin de sus componentes, ms bien de algunos de los nuevos combatientes. hubo un momento en que el Frente empez a crecer, tuvo bastante fuerza en los aos 86, 87 y 88, el Frente creci cantidad y era sper difcil de gestionar el ingreso de los militantes, entonces se produjo mucha degeneracin de lo que fue la autodisciplina, y eso se vio despus en los aos 90, 91, donde hubo mucha mezcla de combatientes y lumpen, eso hasta los aos 89, 90 no hubo ningn control y bueno despus paso lo que paso Note214. . Una de las lecturas que se puede hacer de este fenmeno, es que el Frente no fue una estructura que diera su mayor nfasis a la preparacin ideolgica, ya que no era una necesidad primordial en los primeros aos, entendiendo que la premilitancia era un requisito para ingresar al Frente, por lo tanto la gran mayora de sus primeros integrantes haba tenido alguna participacin poltica, y con ello algunas concepciones ideolgicas ya manejaban. Cuando aparece el Frente ste no contaba con una ideologa propia, esta se fue formando en el camino, construyendo con el ejemplo de sus hroes, por la impronta que entregaban sus comandantes y quienes haban recibido instruccin en el extranjero, por lo tanto quienes se integraron sin militancia, se formaron en el Rodriguismo. Sin embargo, no todos los que ingresaron al Frente entendieron el discurso y la disciplina Rodriguista, y quizs con la premura del tiempo, que requera ms energa en las operaciones, no se trabajo ms intensamente en ese aspecto, de apoyar la teora, conversar las inquietudes, los temores, intensificar la disciplina, etc. En los aos en que el Frente creci la premilitancia empez a quedar de lado, y tal vez muchos empezaron a engrosar sus filas, sin tener una ideologa que impidiera mezclar los intereses revolucionarios con los personales, enlodando la consecuencia y el trabajo de aos. Este proceso iba en claro desprestigio del FPMR, sus acciones y de sus combatientes, es por eso que hay que aclarar que fue un sector minoritario, pero que no dejo indiferente a la opinin publica de inicios de los 90, es necesaria esa aclaracin tambin por aquellos jvenes que en esa misma poca siguieron combatiendo, los cuales no mezclaron sus intereses y s entregaron sus vidas por su lucha. As Marcelo Barrios, Juan Fuentes, Mauricio Cancino, Fabin Lpez, Alex Muoz, Luis Antonio Gonzlez, Mauricio Gmez Lira, Jos Miguel Martnez, Pedro Ortiz merecen esa aclaracin. Por otra parte esta disciplina frrea para algunos, mostraba un lado atpico, el cual era permitir a los combatientes distender las tensiones y relajarse, obviamente estos momentos eran mnimos, ya que la premura de la lucha los mantena activos la mayor parte del tiempo. Pero en la medida que se dieran, esas ocasiones eran aprovechadas por los Rodriguistas ya sea para estar con sus familias, pasear un poco o ir al cine. Los que tenamos vida normal podamos hacer convivencia con nuestros familiares, los que tenan hijos con sus hijos, ir a una fiesta, ir al cine etc., o sea tenamos una plena normalidad Note215. . Bueno, realizando una vida lo ms normal posible, en momentos de esparcimiento con la familia y a veces con los propios hermanos, jugando una pichanga, hiendo al cine, en fin, o sea, dentro de las posibilidades, una vida lo ms normal posible Note216. . cada estructura velaba por que sus integrantes tuvieran espacio propio, su tiempo libre, que no era mucho, lo que se hacia era tratar de que los compaeros, cada uno tuviera tiempo para su familia, los que no estaban clandestinos y los que si lo estaban la nica solucin era pasarle un poco de plata para que salieran, se fueran al cine o de repente se arrancaban a la playa Note217. . En los casos de los combatientes que estaban en la clandestinidad o con problemas de seguridad, estos momentos mantenan la rigurosidad de la compartimentacin y de los chequeos, por lo tanto la distensin en vez de ser un pequeo espacio de libertad, se converta en una continuidad de las tensiones. yo creo que la gente que estaba plenamente clandestina e ilegal, por supuesto que estaba obligada a cumplir una rutina distinta, con muchas ms medidas de seguridad, con muchas ms restricciones, yo creo que la mayora en esta guerrilla urbana que intentamos conformar, estaba obligada a mantener normalidad en todos los aspectos de su vida, con estas restricciones que te menciono Note218. . Esos momentos, a pesar de ser espacios de distraccin, no deban prescindir de las normas bsicas de seguridad, las cuales ligadas a la normalidad que cada combatiente incluyera en su vida diaria, permitan de alguna manera que mujeres y hombres del Frente, vivieran un lapso de normalidad. Cuando las normas de seguridad estaban tomadas de manera estricta, muchas veces permitieron darse lujos a los Rodriguistas, uno de esos privilegios, es el mito de las idas al estadio de Ral Pellegrn, Le gustaba el Colo - Colo e iba al estadio confundido con la masa Note219. . Para otras personas esos momentos eran usados en la lectura, con ello profundizaban acerca de temas de contingencia o para mejorar sus conocimientos en temas combativos; existan otros que simplemente descansaban o escuchaban msica, en definitiva cada uno a su modo intentaba ocupar de la mejor forma, esos pequeos espacios de libertad, los cuales disminua los grados de violencia y permita pensar en cosas no relacionadas con la lucha del Frente. leamos bastante, tenamos todas las lecturas del rgano oficial El Rodriguista, y aparte de eso haba mucho de los polos ideales, que en ese momento eran Cuba y Nicaragua, o sea, haba mucha literatura que venia de all, sobre todo de Nicaragua, en donde se hablaba de la organizacin en las montaas, haba mucha literatura de ese tipo, bueno y despus la comentbamos entre nosotros Note220. . Yo tocaba guitarra, escrib harto, escuchaba msica tenia un cassette que era mi regaln, es una soprano argentina Nacha Guevara, y era mi casete regaln, me permita escribir, relajarme y dormir Note221. . Por otro lado existan otros combatientes, que arriesgando su seguridad y rompiendo normas de compartimentacin, preferan distender las tensiones con fiestas, las cuales si bien estaban prohibidas, no alcanzaron a ser una constante dentro de la estricta militancia Rodriguista. otros hacan fiestas care palo eso fue un problema, hubo gente que si rompi las normas de seguridad en un momento para eso, estamos tan seguros, tan tranquilos, que estamos seguros que no va a pasar nada, juntmonos no mas, yo tengo una casa de seguridad, que no faltaban porque cada estructura empezaban a contar con ms infraestructura cada vez, con ms casas de seguridad, casas alternativas etc., no faltaba el que arrendaba una casa amoblada que estaba habitada por un matrimonio, las casas no podan estar nunca solas, y hacan una fiesta, no me consta que eso halla servido para los aparatos represivos, yo creo que lo hicieron bien las veces que lo hicieron, pero eso no estaba permitido. Eso por una parte, lo otro es con los grupos, internamente como unidad, las unidades del Frente hacan una especie de convivencia en algn momento eran las menos, en algn momento invitar a la gente a comerse algo, a tomarse un shop en alguna parte, pero contadas con una mano Note222. . A pesar de la disciplina y la perdida de muchos momentos, que la sociedad estructura de manera rigurosa, la mayora de los combatientes Rodriguistas, a pesar de estar carentes de esos momentos no demuestra arrepentimiento de lo vivido, ya que en el momento esa era su prioridad. As estos trabajolicos de la revolucin no miran el pasado como un tiempo perdido, ms bien fue un tiempo ganado en experiencias no cotidianas, las que sin embargo, fomentaron otros aspectos de vida, olvidados en otras ocasiones. si me daban a elegir entre ir a una fiesta, por ejemplo, o pasar de repente jugando una pichanga en la tarde con estos locos y en ese mismo horario realizar una actividad de la organizacin, yo prefera, porque era mi prioridad y era mi proyecto de construccin participar en la organizacin Note223. . La compartimentacin, la norma clave de la seguridad La norma primordial que deban mantener los Rodriguistas, para la seguridad de su organizacin, era la compartimentacin, la cual basaba el xito de su implementacin, en evitar que las operaciones fueran conocidas por la totalidad de sus combatientes, as cada unidad combativa podra conocer solo su papel dentro de una operacin, la cual contaba con otros grupos combativos que desarrollaban otras funciones, dentro del mismo plan. En la clandestinidad, la compartimentacin es el ms sagrado de los principios estructurales. La organizacin es como un rbol. Por ningn motivo puede haber conocimiento ni comunicacin horizontal directa entre sus ramas. Todas las comunicaciones son verticales, a travs de la jefatura superior. Esta norma es expresin del principio de seguridad que dice: saber todo lo necesario y nada ms que lo necesario Note224. . Esta estricta forma de operar impeda que las operaciones fueran detectadas por los organismos de seguridad; por otro lado evitaba que de caer detenido algn Rodriguista, ste supiera ms acerca de la operacin, pudiendo bajo tortura, entregar informacin a sus captores, acerca de sus compaeros, sus jefes o de las operaciones realizadas. Por ello la funcin de cada Rodriguista se remita slo a lo acordado en el plan operativo, que en definitiva era la accin que l conoca. Si tena que manejar un vehculo, si tenia que prender una mecha o si deba cubrir la retirada, deba cumplir slo su misin. Entre nosotros no hay ningn tipo de relacin. Nadie cuenta ni que tiene pap y mam, ni que estudia, ni en que trabaja; salvo la apariencia, todos somos perfectos desconocidos para el otro. Uno puede cachar que un gallo es simptico, que tira tallas o que es serio, pero nada ms. As, s a uno lo toman detenido, lo ms que puede decir de un hermano es eso, no puede dar ningn otro dato Note225. . En este aspecto tambin la funcin del combatiente, queda supeditada a la confianza que este guarda por su hermano de armas, ya que todos deban confiar en el papel que desarrollara el otro, lo cual asegurara lo acordado en los planos operativos de la accin. En los momentos que no ocurra de esa manera, la frialdad de reaccin, el temple de los combatientes ms experimentados, o el arrojo de los ms jvenes, salvaron situaciones, que en otras circunstancias se convirtieron en muertes o detenciones. Entonces tuvimos especial cuidado de que nadie conociera las casas, ni los vehculos, ni las patentes. Entonces, en ese aspecto todos los entretelones, estuvieron destinados a cuidar la seguridad, garantizando que en caso de caer detenido, nadie pudiera entregar nada, incluso ni los colaboradores Note226. . Sin embargo, esta compartimentacin para que fuera realmente efectiva, deba abarcar todas las relaciones del Frente, as las relaciones humanas debieron subordinarse a esta condicin. De esta manera como norma bsica entre los combatientes, no deba existir una relacin ms all, que la de ser miembros de un equipo operativo, esta norma buscaba proteger la verdadera identidad de cada uno de los Rodriguistas. la clave de la seguridad para una agrupacin como esta es la compartimentacin, una de las claves, que las estructuras no se conozcan entre si, no se comuniquen entre si, que la gente se tenga que ver solo para los trabajos, para las operaciones, si alguien se tiene que reunir, bueno esa es una reunin de trabajo y es una reunin conspirativa, que tiene que obedecer un conjunto de reglas, un conjunto de normas, si alguna vez queremos hacer una ceremonia, celebrar algo, condecorar a alguien, premiar a alguien se har con la gente justa, pero no va a ser una cosa donde este medio mundo participando Note227. . Esta compartimentacin si bien poda incomodar a la gente que se integraba al FPMR, deba ser entendida como una forma de mantener la seguridad, primero de la organizacin y luego de cada uno de sus militantes y ayudistas. As cada integrante del Frente comenzaba a tener dos vidas, una cara visible para sus compaeros de lucha y otra que lo integraba a su vida diaria, alejada de esa compartimentada identidad. Cada uno de los manolos, tuvo que ser bautizado con una nueva identidad, la cual pasaba a ser su nombre poltico dentro del Frente, otros utilizaban o eran conocidos por sus chapas, las cuales dejaban ver en muchos casos sus apariencias fsicas o personales, as el huevo, el loco Carlos, palito, pum pum, o el chele, vinieron a remplazar los nombres y apellidos reales de estas personas. No fueron pocos los que dependiendo de la ocasin cambiaban su chapa, utilizando diferentes nombres en su historia militante, para despistar a la inteligencia que estaba tras sus pasos, o simplemente para dar mayor seguridad a su persona. Esta forma de seguridad, variaba segn la ocasin, ya que para determinadas operaciones, la compartimentacin deba ser el mximo de rigurosa. Es el caso de las acciones grandes del Frente, en que por ejemplo a los afortunados militantes designados para llevarla a cabo, se les conduca a casas de seguridad en que o llegaban varias horas antes de la accin o sencillamente se les acuartelaba con das de anticipacin. Cuando Vctor Daz abri los ojos, se encontr en una habitacin donde ya haba otros ocho: seis hombres y dos mujeres, todos jvenes. Comenzaban a preparar las colchonetas para pasar la noche, cuando ingreso la comandante Tamara para darles las instrucciones: descansen, se les necesita tranquilos y descansados; no hagan ruidos que alerten al vecindario; no hablen entre ustedes nada ms all de lo estrictamente necesario. Ya lo saben, seguridad ante todo. Maana sern trasladados a otro lugar Note228. . Sin embargo, a pesar de estar concientes de la seguridad, la estricta compartimentacin era remediada con conversaciones informales, que en cierto modo buscaban distender esos tensos momentos. Por otro lado el recurrente recordatorio de evitar las amistades ms all de lo necesario, inculco mecnicamente esa normativa, la cual no afecto de manera traumante a la mayora de los integrantes del FPMR. Estbamos todos compartimentados respecto a la operacin, pero hablamos de nuestros anhelos, gustos, incluso algunos, proyectaban sus vidas ms adelante.ramos todos combatientes fogueados, entonces nos daba gran alegra juntarnos despus de otras operaciones que habamos realizado juntos, haber hecho un camino que el enemigo an no detecta, eso es lo ms importante, todos legales y desarrollando una actividad normal, despus nos incorporamos a nuestras fuentes de trabajo sin que nadie sospechara nada Note229. . A pesar de ello, la posibilidad de una anterior relacin entre los Rodriguistas, no estaba del todo evitada, ya que por distintas razones muchos combatientes del Frente, tenan relacin entre si, algunos por sus anteriores militancias, otros por haber estado detenidos, etc. Otros simplemente por accidente, ya que con el tiempo, y tras haber operado en diferentes estructuras combativas, se volvan a encontrar con sus antiguos hermanos, en nuevos combates, fortaleciendo de alguna manera esta relacin. Tuve que trasladarme a Valparaso. Se me haba asignado la responsabilidad de crear estructura. Tome contacto con un compaero de la zona, quien me sealo que exista la posibilidad de establecer un contacto con compaeros que se encontraban descolgados, pero que an as, desarrollaban tareas de propaganda, dentro de sus posibilidades. Decidimos ir a un vnculo, para conocer a esta gente y retomarlos, para que trabajaran con nosotros. Nos concertamos para ver a uno de estos compas en un cerro del puerto. Grande fue mi sorpresa al descubrir que esta persona era Marcelo, quien me reconoci de inmediato Note230. . Al entrar en la habitacin una nueva sorpresa, me encontr cara a cara con el tipo del cementerio, el que yo crea que me segua entre las tumbas aquella maana en que visit a mi padre. Haba adems otros individuos, pero me concentr, por mi estupor, en este hombre. Ramiro me lo present como scar y tal como lo vea era miembro del Frente al igual que yo. Pude comprobar que mi delirio persecutorio era una constante y no un fenmeno aislado de mi alineacin epocal Note231. . Esta prohibida relacin causo diferentes consecuencias, ya que existieron casos en que a pesar de romperse la compartimentacin, no derivo en posteriores problemas de seguridad, sin embargo en otros casos s fue la causa que se produjeran muertes y detenciones de Frentistas. Estas consecuencias no siempre eran producto de la imprudencia de un grupo de combatientes, ya que primero dependa de cada uno de los Rodriguistas, de quien toma conciencia de estar operando en forma clandestina, en un pas militarizado, con un enemigo que no iba a descuidar el momento de atestar golpes a su rival. Por lo tanto las medidas de seguridad comenzaban por casa, es decir de manera individual, de cada uno de los combatientes del FPMR. Cerca de las nueve de la noche llega German con muchas precauciones y despus de percatarse que hay una escoba en la puerta de calle como olvidada por casualidad que es la seal de normalidad: significa que todo est bien y que puede entrar; si no estuviera la escoba, German pasara de largo y acudira al da siguiente a la salida de la fabrica donde ya est trabajando Mayi Note232. . Camino hasta el final del pasillo, aquello me qued como una costumbre, me cuidaba, siempre dispuesto a saltar de un microbs, casi nunca andaba armado, luego era cosa de todos los das, me acostumbraba a cuidar mi vida a costa de quitrsela a otro, reitero, cuando se elige la violencia se debe estar dispuesto a soportarla hasta en sus ms infames expresiones, es la regla, me bajo del autobs calmadamente, miro a los costados, ya no me siguen como antes pero me qued aquel vicio, miro para todos lados Note233. . Para ello existan una infinidad de medidas de seguridad, las cuales deban comenzar a ser implementadas por el combatiente, desde el momento en que era aceptado como nuevo Rodriguista. La vida as se regulaba a partir de diferentes normas de seguridad y de compartimentacin. Son innumerables las formas de tratar de mantenerse limpio, tanto las personas como las estructuras, y hay unos manuales que circularon respecto de cosas muy elementales como el chequeo, el contrachequeo de las personas, de las casas, las seales, la codificacin de la informacin, cosas muy elementales como no tener informacin escrita que sea innecesaria, no usar nombres reales, ni que el resto de los compaeros sepa de tu identidad, ni mayor informacin sobre tu vida, normas relativamente bsicas y otras ms complejas Note234. . Una de las frmulas ms comunes dentro de los grupos clandestinos, es la prctica del chequeo y contrachequeo, el cual consista en asegurarse a travs de un trayecto, de no estar siendo seguido por algn sospechoso, porque puede ser agente de seguridad, eso implicaba que el caminar largas distancias para los Rodriguistas, se transformara en una prctica comn a diario. Luisa camin por la Alameda entre el gento que se junta a las siete de la tarde del viernes. Es fines de noviembre, hace calor y es de da claro por el cambio de hora. Ella aparenta ir distrada mirando vitrinas y entrando en los negocios, preguntando precios, metindose en los pasajes. Despus de media hora logra estar segura que nadie la esta siguiendo Note235. . nosotros como bsico en medidas de seguridad, tenemos el chequeo y el contrachequeo; no tener una ruta peridica igual, siempre tiene que estar variando, cuando tu caminas en la calle tienes que chequearte, incluso aunque no sientas que puedas estar siendo vigilado, tienes que hacer rompimientos, para comprobar que eventualmente no te sigan, ser muy riguroso, por ejemplo si yo tengo un punto con un compaero, nosotros nos definimos las seales para saber si hay normalidad, por lo tanto uno tiene que ser riguroso al llegar al punto, uno ya tiene que haber tenido todo el rompimiento, se camina mucho, te fijas, entonces uno se da el punto, tienes que elegirlo muy bien, en virtud de que cercano al punto tengan que haber varias partes donde tu puedas romper, como te digo son por ejemplo trayectos cortos, cuadras cortas, donde tu puedas por ejemplo caminas por una calle, viras a la derecha, en una cuadra cortita viras a la izquierda, te das veinte vueltas, por decrtelo grafico, y vas notando a travs, no tampoco mirando para atrs, por los vidrios, por esto vas notando que es lo que hay, si tu necesitas de cerciorarte para no mirar para atrs cruzas y eso te permite mirar, en fin, ver que no se te repitan rostros Note236. . Esta compartimentada seguridad rega de manera estricta, el desempeo responsable de cada una de las labores combativas, ya que el cumplimiento al pie de la letra de las misiones, significaba seguridad y por ende mantenerse activo en la lucha diaria que libraban los Rodriguistas contra la dictadura. la hora para un punto es la hora, si yo digo a las seis de la tarde, es a las seis, no es a las cinco cincuenta y nueve, ni a las seis uno, el que esta esperando en el punto, no puede esperar ms de un minuto, o sea lleg las seis, no apareci, se va. Porque alguien pudo haber cado y el hombre cado puede decir, en tal lugar me iba a juntar, o sea, tambin caigo, entonces ser lo suficientemente riguroso y meticuloso y como te digo, ser perseguido, porque si yo, eventualmente a lo mejor no me vienen siguiendo, pero me pareci raro que no llegara entonces al punto, o si pasas, por ejemplo, tu me estas esperando a mi, tu me ves, tu no me saludas, ni haces nada hasta que yo me acerque, o tenga las seales de normalidad, si tengo seal de anormalidad, no me conoces, ni yo a ti te conozco Note237. . Los hechos demuestran lo riguroso que poda llegar a ser la vida de los militantes del Frente, rodeada de cdigos disciplinarios y de una entrega conciente de sus vidas, a la causa libertaria de su organizacin, pero quizs el momento en que se produca la mayor entrega sea cuando los Rodriguistas entraban a operar, o a realizar los distintos trabajos que dispona el FPMR El riguroso trabajo conspirativo, miedos y emociones en la lucha clandestina En una infinidad de ocasiones de los aos 80 e inicios de la dcada del 90, los medios de comunicacin informaron acerca de las acciones que realiz el FPMR, esos golpes periodsticos aparte de informar acerca de apagones, asaltos a armeras y tomas de radios, tambin informaban acerca de la detencin de presuntos Rodriguistas, el hallazgo de arsenales, barretines o la muerte de alguno de sus miembros. En cuanto a las operaciones, las informaciones slo se acotaban al hecho mismo, la cantidad de explosivos, el nmero de encapuchados, o el tipo de armas que portaban los extremistas, dejando un mar de dudas acerca de cmo, quienes y porque realizaban esas acciones. Por otro lado, estas acciones se venan ejecutando antes incluso del nacimiento oficial del FPMR, claro que en esas operaciones, la carencia de infraestructura combativa, no permita que sus resultados fuesen de gran envergadura, eran las denominadas acciones audaces de inicios de los 80. Las primeras acciones fueron menores. El 14 de diciembre de 1983 naci el FPMR con un gran apagn, pero ya desde antes nuestros mecanismos se iban estructurando desde abajo, utilizando cadenas para provocar la interrupcin del suministro elctrico en determinadas zonas, y si no haba cadenas usbamos el hacha para cortar los postes de luz, porque no tenamos explosivos por aquel entonces; abramos los grifos en las calles para provocar inundaciones y obstruir el paso de los elementos represivos de la dictadura. Tambin tapbamos las alcantarillas en los barrios altos, donde viven los adinerados Note238. . Esas acciones que en el papel eran simples, ya contaban en esa poca con un riguroso plan operativo, el cual con los aos y a medida que el Frente comenzaba a contar con una mejor infraestructura, se fue complejizando an ms, sumando nuevos grupos operativos, los cuales se especializaban en diferentes trabajos. As el Frente se constitua con gente especializada en buscar objetivos, disear planos, mapas, seguimientos a personas, o en traslado de armas y pertrechos. Por otro lado las acciones del FPMR se desarrollaban en tres direcciones, 1) Sabotaje, que buscaba hacer dao a la dictadura, a su infraestructura econmica, edificios gubernamentales, desmoralizar su confianza de omnipotencia frente al pas, y de esa manera hacer ingobernable el pas; 2) acciones de castigo, que afectaban a torturadores y miembros de la dictadura, 3) acciones de propaganda que acercaban el discurso Rodriguista a la gente Note239. . Una de las grandes incgnitas que despertaban las acciones del Frente en la opinin publica, era conocer como se realizaban, independiente de la magnitud que presentaran, estas al contrario de lo que la mayora de la gente piensa, eran producto del extenuante trabajo de cada uno de los militantes y ayudistas del FPMR. La planificacin en total para que sea un xito consta de varios elementos; la exploracin, la seguridad post operacional, la accin misma, etc., entonces es el conjunto de todos estos elementos Note240. . Para que cada operacin del Frente se efectuara, esta era antecedida de diferentes pequeos trabajos, los cuales en la sumatoria entregaban la factibilidad de realizar o no la operacin, planificar significaba ver todos los detalles, no solo el lugar y la accin que se va hacer, sino como se va a preparar cada detalle Note241. .As por ejemplo, la exploracin entregaba rutinas de personas posibles de ser atacadas o secuestradas, poda entregar tambin las posibilidades de retirada de los combatientes luego de una operacin, la factibilidad de ataques a cuarteles de la CNI o carabineros, etc. Por ejemplo, si ibas a hacer una recuperacin de dinero, haba todo un trabajo previo, que me da la impresin, de que ac era mucho ms profundo, ms elaborado, con 5 alternativas, 5 variantes, con puntos previos, la metodologa de trabajo, una metodologa militar concretamente, de hecho ramos mucho ms milicos que otras instancias. Note242.
As una operacin poda tener largos meses de exploracin y otros ms de evaluacin para ver su factibilidad, estos trabajos no se realizaban al azar o de manera irresponsable, ya que los grupos de exploradores especializados, podan estar mimetizados entre lustrabotas, carteros, suplementeros o taxistas, redactando informes de varias hojas con una infinidad de detalles, sin que su entorno notara que eran miembros de una de las organizaciones ms buscadas de la dictadura. Primero nos dimos un plazo que tiene relacin con todo el aseguramiento combativo que es la exploracin. Este fue un lapso de unos quince das para tener todos los aseguramientos, en ello trabajamos varias unidades, los del aseguramiento logstico y las del aseguramiento combativo, toda la informacin fue coordinada, manteniendo el mximo de compartimentacin, complementando lo entregado por los distintos destacamentos. Basados en eso, planificamos y vimos la situacin del lugar. Primero, estudio de la comuna. De este modo sabemos cul es la ubicacin de los medios represivos que tiene el enemigo Note243. . Una accin del Frente por ejemplo, poda llegar a tener un sin fin de variantes, las cuales tomaban en cuenta incluso los hechos casuales o fortuitos, que se pudieran presentar en algn momento de la operacin, con ello el estudio operativo de la accin, abarcaba an mas aspectos. Sin embargo, esa complicacin lejos de dificultar una operacin, la converta en una accin mucho ms segura, ya que nada estaba siendo dejado al azar. Primera variante: presencia de personal civil en el rea, segunda variante: presencia de patrullas no detectadas, octava variante: paso inesperado de un convoy o de cualquier material rodante por las vas, novena variante: nos sorprende la patrulla mientras ponemos la carga Note244. . Por otro lado, si bien en un comienzo la mayora de las acciones del Frente fueron en las ciudades, el campo y la montaa tambin comenzaron a ser utilizados para diferentes actividades por los Rodriguistas, es as como se transformaron en los lugares indispensables para realizar la instruccin de los nuevos combatientes. Sin embargo, no slo se ocupo estos lugares como centro de instruccin, ya que tambin por las condiciones geogrficas y de baja densidad de habitantes, se convertan en el lugar apropiado para la prueba de armamentos, escondite de armas, etc. En la montaa tenias todo lo que era la preparacin de la guerrilla, esconder comida, armas, reconocimiento de terreno, tu conocimiento topogrfico del terreno, medir distancias de tiempo de caminatas, en cambio en la ciudad en parte tenias una vida ms normal, incluso estando clandestino podas hacer una vida normal, ir a acostarte en una cama, tenias tu tele, en cambio en la montaa si tenias fri con surte encontrabas un horno de carbn para calentarte, no haba nada, haba que construir todo arriba, en cambio en la ciudad estaba todo construido, tenias tus redes, si quedabas cortado o votado en un sector podas irte a conectar a otro sector y desplazarte sper fcil en los medios de locomocin, en cambio en la montaa, si quedabas colgado de una regin tenias que hacerte 100, 120 kilmetros a pie, para poder contactar otra casa de seguridad, otro ayudista, entonces el trabajo de montaa es mucho ms difcil, mucho ms arriesgado y ms complicado Note245. . Las zonas alejadas de las grandes ciudades, tambin eran consideradas para formar ah focos de resistencia y as evitar que la rebelin en la zona slo fuese una manifestacin pacifica. Existan ocasiones en que tratando de evitar un excesivo centralismo en las operaciones del Frente, estas deban ser llevadas a otras regiones, en las cuales muchas veces no exista resistencia u oposicin a Pinochet, o por lo menos no se manifestaba, por lo tanto se deba partir desde cero, intentado contactar gente que estuviera dispuesta a ingresar al Frente o por lo menos a ser ayudista. Ese proceso si bien requera ser implementado rpidamente, no siempre cumpli con las expectativas, a veces el temor, la lejana o simplemente la inexistencia de gente adecuada para formar una estructura, retrasaba las operaciones, periodo en el cual, los encargados de la creacin de la nueva unidad combativa, deban volver a viajar en reiteradas ocasiones para concluir su proyecto. Obviamente que este trabajo de viajes incesantes no se recuerda a la hora de los recuentos victoriosos. Para nuestras futuras exploraciones contbamos con un automvil que ambos tipos haban adquirido a bajo precio, Como era de prever, debamos planificar todo y eso contemplaba empezar desde cero, que los fusiles, que las retiradas, que los colaboradores, es decir, montar todo como siempre y sin la menor ayuda Note246. . Otro rango en el andamiaje del Frente que requera mucho trabajo, era la logstica, la cual estaba encargada de los armamentos, municiones, explosivos que utilizaran los Rodriguistas. Esta estructura se encargaba de proveer de todo lo anterior, a las diferentes estructuras combativas, procurando siempre de evitar una posible relacin entre ellas. imagnate lo que es que un compaero de logstica se valla con un maletn cargado con pistolas y sub ametralladoras, o sea si los otros iban con el poto a dos manoscon una pistola, y el otro lleva un bolso con pistolas y ms cosas. Yo me saco el sombrero frente a los compaeros, a los hermanos que trabajaron en logstica en el Frente, porque tenan un corazn enorme, eran los que llevaban los medios para todos lados, de repente una accin que requera de otros recursos por ejemplo fusiles, ya era ms pesado y all llegaban los compaeros con los fusiles Note247. . Ese trabajo deba ser altamente compartimentado, ya que arriesgaba a un sin numero de personas, entendiendo que ste logstico, recorra mltiples lugares, casas, barretines, hablando con otros combatientes o ayudistas, por lo tanto de caer l, muchos combatientes se veran perjudicados. A pesar de ello y los peligros que representaba este trabajo, casi la totalidad de las veces se efectu de manera ptima por los diferentes logsticos que existan en el Frente. El momento mismo de la operacin es un cmulo de nervios, responsabilidades, miedos y ansiedades, llega la hora en que hay que poner en prctica todo lo aprendido durante la instruccin, en que no deben existir errores, ya que de haberlos pueden ocasionar prdidas irreparables. Es la instancia en que las emociones deben controlarse y manejarse en beneficio de la operacin misma, la tensin debe poner alerta todos los sentidos, agilizando la mirada, y percibiendo cada movimiento no previsto. cuando uno va a una accin todos los sentidos y toda la tensin, se focaliza hacia lo que vas a hacer, a los pasos que tu tienes que dar, a lo que tienen que dar los dems, la parte que te toca a ti , la que le toca a tu amigo que esta al frente, a como van a llegar, a como se van a retirar del lugar y despus cuando ya paso todo, a mi por lo menos me venia un cansancio muy grande y todos terminbamos as, o sea, uno no se daba cuenta que haba transpirado por ejemplo, y haba transpirado, pero por la tensin y no de la cara, no le corra el sudor por la frente, sino que toda la ropa, la ropa interior quedaba mojada, porque haba estado tenso, y despus pum relajado y ah pasaba, obviamente haba alegra, la emocin de haber terminado bien, de haber regresado todos, de que todo sali excelente Note248. . La antesala a entrar en accin, se convierte en un recordatorio de las funciones a cumplir dentro de la operacin, una preocupacin por evitar dejar huellas, un aseguramiento de las armas, la motivacin mutua entre los hermanos, una preocupacin por la retirada y el anhelo de volver sanos y salvos a la normalidad. Se hizo un sistema de guardia en la noche, a las cuatro y media estbamos todos desayunados, una cosita liviana para tener el estomago vaco en caso de enfrentamiento. Una vez todos en pie, se revis de nuevo la operacin, se quemaron los papeles, empezamos a cubrir las huellas, la noche anterior se haba limpiado todo el armamento con guantes, bala por bala; incluso en el caso que las vainillas quedaran, de tal modo que el armamento estaba impecable, revisamos ropa, todo. Cuando se da inicio a la operacin, empezamos a salir en los autos que tenamos planificados, haba un grupo de contencin que tenamos planificados, haba un grupo de contencin que estaba acuartelado en otra casa, nuestro grupo era el de choque Note249. . En el momento de la accin ya no hay nervios y todos los sentidos, las emociones estn destinadas a la funcin que se esta desarrollando, eso provoca adrenalina mxima, transpiracin, se pierde el sentido del tiempo, sucediendo los minutos de manera ms rpida e imperceptiblemente. A Mayi Rebeca le sudan las manos que lleva enguantadas y tiene seca la boca, el corazn le late furiosamente, ha llegado al lugar donde debe parapetarse, los dos combatientes se acercan al poste, no se ve ni el carabinero de guardia, le bastan cuarenta segundos a los combatientes para colocarlo. Lleva una mecha de slo treinta segundos. Ellos tienen diez segundos para atravesar la calle, en los siguientes segundos, Mayi Rebeca disparar los rafagazos y huir, se calcula que habr corrido la cuadra y media que la separa de los vehculos cuando explotar el artefacto. Tendrn tiempo de sobra para retirarse en la confusin Note250. . En un momento saque mi pistola y se me paso por la cabeza matarlo, porque de repente uno piensa: si no lo mato, me matan. Es harto jodido el momento en que uno tiene que decidirse a matar Note251. . Son instantes en que el miedo tambin aparece, llamado a participar como acompaante de cada uno de los Rodriguistas, esta condicin humana aparece ante lo desconocido e impredecible del futuro. Putas que vai tranquilo. David le dice a Alejandro Labra, el jefe del grupo cuando yo fui a mi primera voladura iba cagado de miedo. David Juan no contesta nada. Pero reflexiona: , as que los otros tambin tenan miedo la primera vez, debe ser por lo desconocido, o por lo que sea, pero a uno le da miedo Note252. . Lo cierto es que cuando alguien me dice que no ha tenido miedo, yo no le creo. Si es normal tenerlo. La primera vez que coloqu una carga para volar una torre iba muerto de miedo, porque a uno se le ocurre que el enemigo lo est mirando o que le va a llegar en cualquier momento un tiro por la espalda Note253. . El miedo siempre estuvo, el miedo se acaba cuando tu empiezas a operar, en todo el proceso previo cuando tu te vas a acuartelar, cuando te toma un vehculo o te toma un compaero y te lleva a una casa de seguridad, te presentan el plan operativo, te dan las armas, te tratan de generar la mstica del combate, todo ese proceso es de mucho miedo Note254. . El miedo es quizs siempre un tab para quien participa de acciones al filo de la vida, ya que la sociedad lo catapulta como un tipo sin esas debilidades, aduciendo que no es posible, que un combatiente tenga miedo. Tal vez muchos Rodriguistas dijeron que no sintieron temor y por supuesto no lo demostraron, pero quizs en la soledad del acuartelamiento, se demostr de otra forma, hiendo ms veces al bao, en la sequedad de la boca o en la excesiva transpiracin que emanaba de su cuerpo. El miedo lejos de aminorar las fortalezas combativas, debe ser entendido no como una debilidad, sino ms bien como una condicin humana natural, que la sobrelleva cualquier persona en algn momento de su vida, y que por supuesto no escapan a ella los combatientes del FPMR. el que diga que en las operaciones no sinti miedo esta mintiendo, ah apareca expresado en todo, en ms adrenalina, en ms pulsaciones cardiacas por minuto, seguramente ms dolor de guata, en ms ganas de orinar de lo habitual, pero a la hora de la gran hazaa que esta gente enfrentaba, cuando el miedo comenzaba a aflorar nos concentrbamos en lo que haba que hacer, en tu pega, en tu misin, que tenias que estar en una esquina, que tenias que manejar un auto o que tenias que estar conciente que si apareca un vehculo de los aparatos represivos te tocaba disparar junto a otro, o que tu misin era encender una mecha, lanzar una granada o lo que fuera, estabas concentrado en eso, en la parte que te tocaba, cuando tu entrabas a escena y el papel que te tocaba realizar y ah no haba lugar para el miedo Note255. . El miedo si bien no era superado, comenz y tuvo que ser controlado por los Rodriguistas, e incluso muchas veces fue utilizado en beneficio de sus propias acciones. Muchos Rodriguistas han dicho que el miedo era bueno, ya que permita estar atento a todo lo que suceda alrededor. Esta dominacin del miedo, se convirti en una verdadera disciplina para los combatientes del Frente, en donde las palabras experimentadas de los ms experimentados, favoreca la asimilacin que deban realizar los ms jvenes. Yo creo que el miedo es algo que tu no lo puedes superar, pero s lo puedes controlar, haba que andar con el miedo debajo del brazo y tratar de que no se te escapara. Era algo con que tenias que luchar todo el tiempo, con la adrenalina sobre todo, cuando tienes miedo generas mucha adrenalina eso puede hacer que un perro te ladre, haba que tratar de controlar esa parte. Yo lo que hacia era antes de cualquier operacin tenia que ir al bao, y si iba al bao normalmente pasaba bien Note256. . Todos sentimos miedo, pero es algo que se va superando, se convive con l hasta que juega un papel tan pequeo que uno termina por ignorarlo. Empezamos en condiciones muy precarias, muy artesanales, y eso marca. Ese sentimiento de contacto directo con el enemigo marca. Uno aprende Note257. . Dentro del FPMR lejos de causar una polmica, el miedo era entendido como una posibilidad normal, sin embargo esta se converta en un enemigo y pasaba a ser inaceptable, cuando se presencia lejos de ser controlada o ignorado por los combatiente, se converta en un peligro para la organizacin, provocando entre algunos combatientes pavor a las armas, inmovilizacin al ver al enemigo, o diversas situaciones que le impedan operar normalmente Muchos compaeros quedaron en el camino en funcin de que no servan para el asunto y se les dio de baja y que era lo ms sano, porque al final no puedes esperar que alguien en la esquina vaya a contener a los milicos y que este tan cagado de miedo que se vaya para la casa Note258. . el temor, el nerviosismo produca graves problemas a las operaciones, el porque probablemente surgimos como una organizacin operativa de inmediato, no tuvimos el tiempo de preparacin, porque necesitbamos combatientes y crecimos de una manera tal que no siempre se tuvo el cuidado suficiente o mucha gente que militaba, participaba y operaba por pura conciencia, no porque tuviese las condiciones necesarias, fsicas, de temple etc. Note259. . La emocin tambin cruzaba por la cabeza de los combatientes en los momentos de operar, los recuerdos por aquellos que ya no estn, por los torturados, en los Rodriguistas que se encontraban presos, en las causas que decidieron su inclusin al Frente, otros piensan en sus padres, hijos, hermanos, en el gran amor de su vida, otros en Marx, Lennin o el Che. En ese momento, pens en Salvador Allende. Lo senta ese da de otro septiembre en medio del humo. Lo vea con su casco y el fusil bajo el brazo. Yo tenia el fusil tambin en mi mano, trece aos despus, escribi Jos Joaqun Valenzuela Levy ms tarde Note260. . Son instantes en que el combatiente se agiganta como la figura de Manuel Rodrguez, no existe rival que se oponga a su valenta, arrojo y decisin, existe una confianza garantizada por la seriedad del trabajo, la conviccin de las personas que la realizan y el resultado de las anteriores operaciones. Luego de los temores y la adrenalina, aparece el cansancio, el agotamiento extremo que sum la tensin, el trabajo fsico y la carga emocional de los minutos de combate. Son momentos de neutralidad, en que se pasa de vivencias al lmite a una tensa normalidad, en que se vuelve a ser el padre protector, el romntico esposo o el hijo abnegado en los estudios. terminbamos las acciones, nos retirbamos y pasbamos a la normalidad de nuestra vida cotidiana agotados, o sea despus de una operacin la gente quedaba agotada por el nivel de tensin, y ah estuvo presente el miedo, pero se expreso de otra manera, una cosa es que el miedo se expresa como amo y seor tuyo o se expresa como un componente mas de tu vida Note261. . pas antes por el bar de la esquina y me tom un combinado, para que me vieran los vecinos y para que mi mujer no sospechara nada. Luego llegu a la casa, jugu un rato con mis hijas, luego me duch y me acost porque estaba agotado Note262. . La percepcin general de la poblacin acerca de las acciones de los Rodriguistas, tuvo siempre gran acogida, especialmente por la limpieza de sus acciones, ya que a pesar de usar en algunas ocasiones auto bombas, armas de grueso calibre, muy pocas veces hubieron heridos civiles, ms bien esos civiles fueron alcanzados por balas o por explosiones debido precisamente a la accin de la CNI y carabineros, quines a ese costo intentaban desprestigiar las acciones que realizaba el Frente. Las mismas fuentes aseguran que se toman todas las medidas para evitar que inocentes sean afectados. Cuando ello ha ocurrido, como en el caso del Consulado Norteamericano, donde una bomba dio muerte a un kinesilogo que pasaba por el lugar en un vehculo, el FPMR ha dado las explicaciones del caso: all haban avisado de la bomba con dos horas de anticipacin Note263. . Por lo tanto ese es otro dato que ratifica la rigurosidad en el trabajo combativo del Frente, en donde las medidas de seguridad eran una norma bsica, incluso para proteger a las personas que accidentalmente se encontraran prximas al lugar, en donde el Frente realizara una accin. Responsablemente nosotros no bamos a ir a dejar una carga a un tarro de basura, no lo dejbamos en un paradero de micros, no, o era en dependencias de la administracin del Estado o era en algn servicio publico que en ese momento estaba fuera de uso, pero que era de administracin estatal, que tenia que ver con el Estado Note264. . Sin ir muy lejos la accin del Frente la mayora de las veces evito incluso enfrentarse a carabineros y CNI, ya que sus acciones buscaban mas que nada el hostigamiento de cuarteles, no el batirse a balas con los efectivos. Obviamente la anterior aseveracin queda abortada en los momentos en que por diversas situaciones, ambos bandos se encontraban frente a frente y el enfrentamiento era inevitable, entendiendo que el apretar el gatillo significaba salvar la propia vida. Pero otro buen ejemplo que grafica que los Rodriguistas no estaban interesados en causar mayor dao a civiles y militares, es el de los diferentes secuestrados que estuvieron en manos del FPMR, los cuales a pesar de estar privados de la libertad, no fueron nunca sometidos a torturas, maltratos sicolgicos, ni privados de alimentacin, cosa diametralmente opuesta a lo sucedido con los presos Rodriguistas que caan en las manos del fiscal Torres Silva. yo ya era todo un conspirador y a esa altura las dinamitaciones eran un placer, cuando no haba gente de por medio claro est. Pero dir que es difcil jugar al bueno cuando uno elige la violencia como medio expresivo y activo. Es cierto que es una eleccin sinuosa y desvariada en el tiempo y si uno entra en ella debe aceptar las reglas inherentes que rigen aquel juego, por lo tanto se trataba de hacer las cosas lo mejor posible para que nadie saliera herido sin intencin. Era cosa de tcnica y sta slo serva para suplir mejor nuestras imperfecciones Note265.
Tal vez en esas situaciones se demuestre tambin el verdadero sentido de la lucha que lidiaba el Frente, la cual tenia en Pinochet su principal enemigo, y que a pesar de estar apoyado por las Fuerzas Armadas y Carabineros, el Frente siempre confi e incluso divulgo algunos comunicados llamando a militares y Carabineros a dejar de disparar al pueblo e incluso instndolo a sumarse a la lucha patritica que realizaba el Frente. Entre tanta planificacin y balas, casi imperceptible queda el sudor y los extensos kilmetros, que a diario deban recorrer hombres y mujeres del Frente, para cumplir con su labor diaria. Esos trabajos conspirativos, se realizaban sin banderas, ni eran conocidos masivamente, ms bien eran jornadas solitarias, en que la conviccin revolucionaria cabalgaba rauda en el corcel del guerrillero Rodrguez en busca de su libertad, su desinters econmico tampoco buscaba medallas, ya que la humildad de su trabajo no lo permita y obligaba entregar sus resultados en el anonimato. el trabajo cotidiano que yo te contaba antes, que es sudor, que en parte es caminar, que es ir a un lugar, que es ir a verificar cosas o averiguar cosas, que se va con otro compaero, que se va solo, que se comparten las labores, todo lo que es preparatorio a una operacin, pero compartir todo eso, compartir la instruccin, tenamos un sistema para salir a la montaa, nos metamos por ah, en lugares que antes tenan que ser explorados por otros compaeros, que se iban a sacar la cresta para all, cachabas que se internaban y buscaban los lugares, levantar los mapas y decan aqu hay un lugar donde se puede ir a practicar tiro Note266. .
CAPITULO V. LAS RELACIONES FUERA DE LA ORGANIZACIN: EL ENTORNO SOCIAL, LOS VECINOS, LOS AYUDISTAS Y EL PUEBLO EL ENTORNO SOCIAL MS CERCANO A pesar de estar desarrollando diferentes actividades combativas, los Rodriguistas no se podan negar a tener alguna relacin con el medio que los rodeaba. Sin embargo, estas relaciones distaban diametralmente de lo que fueron cuando an no ingresaban al Frente, es decir llegado el momento de asumir la responsabilidad combativa, sern menos las pichangas, la participacin en la jota se vera repentinamente abortada o ya no se participar en las ollas comunes y menos en las actividades de los comprando juntos. Una condicin necesaria para mantener un manto de vida creble era, justamente, la concordancia de hechos, fechas y nombres que el combatiente Rodriguista pudiera ir agregando en la construccin de su historia de vida. Esta condicin deba ser seguida estrictamente en aquellos combatientes que se encontraban clandestinos: ciertamente en los hoteles baratos se puede vivir de lo mejor y Santiago centro est plagado de ellos. Me met al primero que vi y me instal sin ms que los recuerdos, debido a la imposibilidad de utilizar mi cdula original y ante la carencia tcnica de poseer otra, me haban facilitado una licencia de conducir, evidentemente adulterada, en la que apareca mi fotografa, lo nico verdadero de aquel papel, deca a mis interrogadores que era un profesor de Literatura y que vena de Concepcin en busca de trabajo, cuento nada extrao en ese hotel. As me hice conocido, entre los pasajeros ms cercanos, como el profesor Note267. . Sin embargo, los Rodriguistas que no estuvieron clandestinos igualmente deban seguir esta condicin, quizs con mayor severidad, ya que en estos casos la justificacin se deba dar ante la familia, la pareja e hijos, los cuales le conocan mucho ms que los vecinos, amigos del barrio o trabajo, por lo tanto ante cualquier atisbo de duda, la credibilidad deba ser respaldada con hechos concretos. tienes que hacer una vida normal y alimentar esa normalidad, el que lleva a su hija al cumpleaos de los amiguitos, para el cumpleaos del vecinito o de la vecinita, o que le celebra el cumpleaos a la hija y vienen los amiguitos y los familiares, y los hijitos de los familiares y bien pos, buena onda, o sea en buena hora que esas cosas ocurran, porque adems te humanizan, son un cable a tierra, pero a pesar de eso en esas jornadas, en esas reuniones, t callado, no hablas, sale fcil decirlo ahora, pero en esos momentos despus de desarrollar un proceso conciente de segmentacin de las cosas que vas a decir y las que no vas a decir, de las que se pueden hablar y las que no se pueden hablar, uno lo dice fcil, pero no es fcil sostener ese esfuerzo en el tiempo, no porque uno no quiera contar las cosas del frente a cualquiera, o las cosas en que anda metido, quiera darse nfulas de algo, sino porque se te pueden salir simplemente, de repente hay cosas que t no tienes por que conocerlas, pero las conoces por el frente y sala el tema de conversacin y t no podas hablar del tema que t sabias, pero cmo sabes tu de eso?, pero cmo sabes que tal cosa es as?, no pos. Note268.
La relacin con el medio no militante era necesaria, ya que de esa manera se entablaba una normalidad para la vida de los combatientes del Frente, esta relacin la podan llevar a cabo sin problemas quienes no ocultaron sus nombres, aquellos que no dejaron de trabajar, es decir todos los Rodriguistas que siguieron viviendo en sus casas y desarrollando su vida en una aparente, pero regulada normalidad. La presin de evitar hablar ms de la cuenta, siempre fue un elemento a no descuidar, con ello los rodriguistas se fueron adiestrando en el arte de ocultar sus verdades, el aprender a mentir, eso es lo que ms te cuesta y de acordarte lo que dijiste en un lado, lo que no dijiste en otro, que le dijiste a tu familia, tus amigos Note269. . Esta forma de proteger su identidad Rodriguista no slo era una forma de proteccin personal, ya que tambin lo era para la organizacin y el medio familiar. Los Rodriguistas clandestinos si bien no deban rendirle cuentas a nadie de sus acciones, tampoco podan olvidar su papel de miembros de una sociedad, que utiliza el dilogo como manera masiva de comunicacin, por lo tanto era inevitable entablar conversacin con desconocidos, vecinas casuales o compaeros de trabajo interesados en conocer algo ms de su misteriosa soledad: Seguro que trabajas todo el da, no? - as es - ah y a qu te dedicas? - aquella pregunta me puso en aprietos, ya que en ningn instante haba pensado cul sera la respuesta a semejante consulta. Rpidamente se me vino a la cabeza la ocupacin ms deprimente vendo seguros, tal vez te interesa le respond algo nervioso. Note270.
Sin embargo y a pesar de la presin que significaba auto censurarse, la mayora de los combatientes rodriguistas mantuvo oculta su militancia, de sus vecinos y familiares, llegando muchos hasta el da de hoy con ese secreto, trato de pasar desapercibido y ese pasar desapercibido tiene que ver con mi forma de actuar donde yo vivo, con quien me relaciono, yo tena amigos que nunca supieron, ni saben que yo estuve metido Note271. . Bueno aparte de los vecinos de la casa de mi mam, que nos criamos y crecimos juntos, y que ellos igual conocen la historia de mis padres, que todos somos comunistas, ah no haba rollo, igual conversbamos, pero eran cosas cotidianas ms que nada, como esta tu hijo, tu marido, y un poco el comentarlo que pasaba en la poblacin, sobre todo para las protestas, pero nada ms, s bien haban redes sociales a nivel de vecinos y todo eso, porque adems adonde nosotros llegamos era una toma, que los comunistas apoyaron, la mayora era gente de izquierda, pero ellos tampoco podan saber en lo que yo estaba metida, igual cuando fui detenida y salio el cuento en los medios de comunicacin, todo el mundo se asombro que yo estaba metida, Note272.
Ciertamente que ese resguardo de identidad era quebrado abruptamente, cuando algn Rodriguista era detenido y se comprobaba su participacin en el Frente, ya que ah se develaban todos los secretos y actitudes sospechosas, que acompaaban la aparente normalidad de vida de estas personas. Era el momento de lo inexplicable de entender, para quienes conocan a estas personas, pero que no saban de su oculta militancia. Hay que aclarar en este aspecto, cual era la visin del FPMR acerca de su relacin con la sociedad chilena, ya que si bien cada combatiente del Frente poda de una u otra manera relacionarse con la sociedad en la que estaba inserto, esa posibilidad solo se daba a nivel personal. Esta ultima aclaracin se debe a que el Frente nunca se planteo tener una relacin directa con la gente ni en el plano poltico ni en el social, ya que por su actividad esta deba mantenerse en la clandestinidad. De ese modo el Frente nace no como un partido poltico, sino como un instrumento poltico militar, que hace suya la poltica del movimiento popular, y que con su accionar armado apoyo y potenci la lucha multifactica de la gente Note273. . Es decir el FPMR se constituy como un referente armado capaz de guiar al pueblo en ese tipo de acciones, pero nunca dejando de lado su labor compartimentada. El Frente es una organizacin poltico militar clandestina que no se plantea como objetivo en todo este periodo tener una vinculacin con las organizaciones sociales que se oponen a la dictadura, el Frente no va a participar en los comandos poblacionales, ni en los sindicatos ni en las instancias polticas de la poca, nunca tuvo esa finalidad, por tanto nuestra relacin como organizacin poltica con la sociedad es de influencia respecto de los acontecimientos polticos esa es como nuestra tarea, contribucin a la lucha poltica por el trmino de la dictadura desde nuestro punto de vista que eran las formas armadas y violentas de lucha en contra de la tirana, pero desde un punto de vista clandestino. Note274.
El Frente no se ha levantado como alternativa a ninguna direccin partidaria o social que est sinceramente comprometida en la lucha opositora. El Frente no tiene pretensiones de poder. Es ms, manifiesta su confianza en la madurez, autonoma y decisin de las diversas organizaciones de trabajadores, intelectuales, estudiantiles o campesinas; confa en el movimiento popular y en la conduccin que pueden dar los partidos polticos. Naci para colaborar activamente en el combate general del pueblo, mejorando fundamentalmente las organizaciones paramilitares y armadas, pero sin afanes de hegemona. Tampoco se propone un choque frontal con las Fuerzas Armadas, sino golpear el ncleo represivo agudizando su descomposicin y provocar el desmoronamiento del apoyo institucional a Pinochet. En una primera etapa, las misiones se centran en la autodefensa, el sabotaje desestabilizador, la propaganda armada y acciones directas de carcter selectivo a los puntos ms sensibles del aparato dictatorial. El Frente se define como el brazo armado de los chilenos que quieren ser libres. Note275.
En ese sentido el Frente ocupara dentro de la sociedad el papel motivador, capaz de crear una situacin de ingobernabilidad a travs de sus golpes, la cual sumada al movimiento de masas, produciran las condiciones subjetivas para una Sublevacin Nacional en el pas, que acabara con la dictadura de Pinochet. Es por eso que el Frente como tal, no estuvo presente en ninguna mesa de acuerdos, ni con los partidos agrupados en el MDP (Movimiento Democrtico Popular) o en las otras instancias polticas de la poca, es ms, tampoco estuvo ligado a sindicatos o referentes estudiantiles, ni poblacionales. Quienes s tuvieron una relacin directa con la poblacin fueron las Milicias Rodriguistas, las cuales tuvieron una cierta prdida de su clandestinidad debido a sus modos de operar, as estos milicianos se vean cotidianamente, en los territorios en que estaban organizados. Estas Milicias fueron fruto del trabajo militar de masas que implemento el PC, y que permiti la incorporacin organizada de amplios sectores poblacionales, los cuales se manifestaban a travs de las protestas y la lucha poblacional. en distintos lugares era ms reconocible el miliciano Rodriguista, se hizo ms visible, perdi un cierto grado de clandestinidad, pero no tuvimos la intencin nunca como frente de tener una participacin social distinta, hablo del periodo hasta el 88, o sea no tuvimos participacin en organizaciones sociales ni en instancias polticas, el vinculo ms cercano por supuesto segua siendo con el PC, Note276.
Desde la implementacin del Frente quien llevaba las relaciones con la sociedad chilena era el Partido Comunista, por lo tanto los Rodriguistas debieron someterse a la logstica del PC y de sus cercanos, con ello las casas de seguridad, barretines, buzones eran implementados dentro del espectro ms cercano al partido. la compartimentacin no nos permita tener una relacin directa con el pueblo, y al alero del partido, ellos eran los que tenan llammoslo as la masa, ellos se relacionaban con la masa, ellos nos permitan entonces, conseguir las casas de seguridad, por ejemplo nosotros llegbamos a estas casas, ese era el contacto que tenamos llammoslo as con el pueblo, porque si bien es cierto la parte visible de la lucha antidictatorial, y la radicalizacin de la confrontacin apareca la gente del frente, yo hago un saludo a toda esa gente que prest su casita, ya sea para el barretn, para guardar algn combatiente, porque sin ellos no es factible, entonces es lo que te digo, o sea, en la lucha todos valen, aunque sea con un granito de arena es importantsimo, es fundamental, Note277.
En esa constante es que aparece otra categora de personas ligadas al desarrollo de la lucha Rodriguista, son los ayudistas del Frente. Sin lugar a dudas que para que los combatientes Rodriguistas tuviesen xito en sus operaciones, deba existir esta retaguardia dispuesta a prestar diferentes tipos de apoyo, ste trabajo de colaboracin es de suma importancia, ya que a travs de ste complejo de ayudistas, se obtenan las casas de seguridad, las casas dormitorios, los lugares en donde construir los barretines, en donde realizar reuniones, o simplemente una casa que sirviera de buzn. Estos ayudistas que se involucraban directamente en la lucha que daba el Frente, se arriesgaban tanto como cualquier combatiente, la diferencia era que no se batan a balas con los agentes de la dictadura, pero que de haber sido descubiertos habran corrido la misma suerte que los combatientes del Frente. Para que el hombre se agarre a tiros con los pacos, esta otra persona que te presta la casita de seguridad, y que el da de maana si lo hubieran pillado lo van a torturan y a lo mejor los podran matar igual, entonces en un proceso revolucionario todos son importantes ms all de la accin o lo que ellos hagan dentro de este proceso, todos son importantes, todos valen. Note278.
Esa retaguardia del trabajo Rodriguista deba cumplir con numerosos requisitos, ya que no era cosa de llegar y ofrecer casas, por lo tanto el proceso de seleccin de ayudistas deba ser riguroso en todo sentido, desde el anlisis de historias de vida, hasta un chequeo prolongado acerca de la seguridad de esa casa y de sus habitantes. Segn el resultado de los seguimientos y el cumplimiento de ciertas tareas, las casas quedaban a disposicin de cumplir diferentes labores, estas pruebas eran rendidas tambin por las personas que estuvieran dispuestas a ser colaboradores directos del Frente. tienen que estar limpios, no haber sido detenidos, no tener problemas con la justicia, no estar relacionados con problemas delictuales, tener en lo posible un manto que nosotros llamamos, un manto es como una historia, una historia creble para el entorno, entonces la seora Juanita que es la vecina de toda la vida, no se a metido en nada y en realidad vive sola, pero dentro hay diez compaeros. Note279.
los ayudistas del frente, esta gente era considerada prcticamente Frentistas, nosotros, cada uno, tena claro que haba diversas lneas de confianza, haba un proceso de seleccin, no bastaba con que alguien dijera tengo una persona que puede pasar la casa, haba un proceso de seleccin ms o menos riguroso que hacia por lo tanto, que esta gente fuera ganndose mayores cuotas de confianza en la organizacin, en virtud de eso se usaba la casa o no, ah se defina para que se usaba, que poda ser para mltiples cosas desde reuniones, pasando por casas de seguridad, buzn. Note280.
Posteriormente a este proceso de seleccin se agregaba un trabajo constante de apoyo a esas personas, el cual apuntaba a demostrar la preocupacin existente de parte del Frente hacia ellos. Este monitoreo buscaba fomentar la capacidad de conviccin poltica de estos ayudistas, se trabajaba para que no fuera gente que abriera la puerta y punto, este trabajo dio frutos al incorporar a muchos de esos ayudistas a las filas del Frente. Desde sus inicios el Frente, ya sea al interior del PC o durante su vida independiente, ha sustentado una poltica basada en principios revolucionarios. A nuestras filas, al igual que muchas organizaciones de los aos 80, se integraron cientos de compatriotas que sin ser militantes apoyaban, colaboraban, simpatizaban, aportando con su granito de arena a luchar contra la dictadura, con estos compaeros y compaeras, que eran miles, buscbamos mantener relaciones basadas en el respeto, el compaerismo, la lealtad y la transparencia. Note281.
Esta relacin de dualidad entre la organizacin y sus ayudistas, contemplaba un espacio para la instruccin, la cual podra contemplar diversos tipos de conocimientos. Un punto esencial era la educacin terica o explicativa del pensamiento Rodriguista, y en algunos casos hasta instruccin combativa. En otros casos el aporte se manifestaba en cosas ms cotidianas, a veces simplemente para ayudar a parar la olla, sobre todo a esa gente tan valiosa, por valientes y por generosos. Note282.
Todas esas muestras de apoyos mutuos, contribuan a que esos lazos se fueran fortaleciendo, por una parte los Rodriguistas comprendan que en esa poca no cualquiera llegaba y pasaba su casa u otros medios, ya que si la represin detectaba ese tipo de relaciones informales, no objetaran en calificar a esas personas de terroristas, por tanto su aporte era arriesgado y demostraba una fuerte valenta. se les brindaba orientacin poltica, se les entregaba algn tipo de documento poltico, iba alguien a hablar con ellos cada cierto tiempo, para orientarlos polticamente y saber tambin que estaban pensando, saber como sentan la sedicin, si sentan miedo, si queran seguir ayudando y todo en trminos muy fraternos, porque imagnate ellos valan tanto como cualquier combatiente, tanto como un jefe, era muy importante lo que hacia la persona que pasaba una casa, ofrecer una casa es una cosa invalorable, estaba por supuesto arriesgndose, Note283.
Ese conjunto de ayudistas, que en un comienzo estuvo conformado en su gran mayora por comunistas, adems de amigos y conocidos del Frente, debi rpidamente abrirse a gente comn y corriente, para que nuevos ayudistas cubrieran la necesidad de apoyo, ante el acelerado crecimiento que tuvo el Frente desde su aparicin publica el ao 1983. Esas responsabilidades fueron tomadas por una compleja gama de ciudadanos, los cuales cargaban con diferentes realidades polticas, sociales o econmicas. yo ms de una vez estuve escondido en el barrio alto, sin saber donde estaba, sospechaba por el entorno que era el barrio alto, se saba que en el barrio alto haba mucha gente que estaba apoyando que no eran combatientes de primera lnea, pero si era gente que estaban adhiriendo al proceso. Note284.
Nosotros recibimos ayuda y colaboracin efectivamente de distintos lugares, podamos estar en casas de seguridad en la poblacin o en el barrio alto indistintamente, y dependiendo de las tareas que nos tocaba cumplir, y esas casas de seguridad eran para los compaeros que andaban clandestinos por cualquier circunstancia, con el tiempo fue creciendo la cantidad de compaeros que necesitaban estar clandestinos absolutamente. Se fueron ocupando muchas casas de sectores medios y altos, otras casas se arrendaban para tales fines y se ocupaban con personas destinados para ello, pero como colaboradores creo yo hay mucha gente de todos los sectores y tena que ver principalmente con las necesidades operativas. Note285.
Sin embargo y a pesar de recibir ayudistas de los diferentes sectores sociales, era desde la trinchera poblacional desde donde se conseguan el mayor nmero de colaboradores o de medios, que permitieran a la logstica contar con casas, vehculos, telfonos, cdulas de identidad o de conducir, etc. Por supuesto que en los sectores populares tenamos muchas ms posibilidades y necesidades de conseguir bases de acuartelamiento, porque probablemente donde ms se expandi la lucha fue a nivel poblacional, el uso de casas y de colaboradores de sectores medios y altos segua siendo exclusivo de las estructuras de logstica, sanitarias y de los destacamentos centrales, que no eran mayoritarios dentro del frente en el periodo ms importante 85, 86, probablemente la masa de combatientes estaba en las poblaciones y ah era donde necesitbamos y conseguamos las casas de seguridad. Pero tenamos indistintamente en todos los lugares apoyo. Note286.
En los sectores altos el contar con ayudistas pasaba a ser indispensable, ya que por ser el territorio de los ricos y en donde viva la mayora de los adherentes al rgimen de Pinochet, era muy difcil que los agentes de seguridad realizaran un allanamiento, como lo solan hacer en las poblaciones de la periferia de la ciudad. Era por ello que las casas de seguridad ubicadas en esos sectores pasaban a ser el refugio de la direccin del Frente o de aquellos combatientes que por su importancia deban ser protegidos. la solucin por parte de Walter no se hizo esperar y partimos ese misma tarde hacia la zona oriente de Santiago, donde una seora que viva sola con su hija de unos dieciocho aos de edad. Al entrar a dicha casa de amplios y bien pintados corredores, pude darme cuenta que no se trataba de una familia de las que acostumbraba a visitar para pasar la noche, seguimos caminando hasta entrar a la casa que para mi sorpresa estaba adornada con un sinnmero de artefactos similares a la artesana elaborada en prisin. Claro est que dispuestas en forma ordenada y con un verdadero sentido de la proporcin que slo tiene esta clase de gente, a no ms de diez minutos de haber entrado a la casa llega la seora duea de todo ese palacio de comodidades. Era alta y espigada, de cabello corto con un peinado moderno de la poca, con una tnica de un suave color caf y unas sandalias artesanales con suela de neumtico, una verdadera seora distinguida en su modo de hablar y en sus movimientos Note287.
En esos sectores tambin se mimetizaban las casas de sanidad, verdaderas clnicas implementadas en pocos metros cuadrados, destinadas a recuperar a aquellos combatientes que sufran graves heridas y que no se podan curar ambulatoriamente Note288. . Esta situacin era similar en Valparaso o Concepcin, sin embargo existan zonas en que por diferentes razones se deba partir desde cero y comenzar primero por reclutar combatientes, es el caso de la zona norte del pas, en donde adems las grandes distancias entre ciudades dificultaban por ejemplo la coordinacin de acciones. Sin embargo existan otras condiciones atractivas para realizar acciones en esas zonas, como por ejemplo la soledad del desierto permita derribar torres del tendido elctrico sin mayores problemas. A pesar de estos contratiempos la necesidad de abarcar todo el territorio operacionalmente, no era un objetivo del Frente, ya que en sus inicios slo se plante una lucha urbana y que por cuestiones estratgicas colocaba como centros operacionales las ciudades ms importantes o pobladas de Chile. A pesar de algunas dificultades el apoyo de ayudistas segua aumentando y provocando gran respeto por parte de los Rodriguistas, ya que estos entendan la importancia de esa labor, lo que adems alimentaba el nimo combativo de los integrantes del Frente, los cuales se vean directamente beneficiados por esa cobertura estratgica. son ricos, son llenadores, porque hay un compromiso, esta complicidad que esta gente tiene al resguardar a un combatiente, y lo hacen parte de su casa, lo hacen como el familiar, te fijas, es muy rico te integran como uno ms de la familia. Note289.
Sin embargo, llega el momento de crisis dentro del Frente, y los ayudistas deben tambin tomar posiciones acerca de a cual sector seguir apoyando. Con esta situacin la logstica que dependa del PC regresa al partido y el FPMR A, queda sin mucha retaguardia, por lo tanto comienza una nueva bsqueda de ayudistas, por parte de los autnomos. en el ao 87 hubo bastante actividad, porque ya se haba producido el quiebre con el Partido Comunista y haba que reestructurarse de nuevo, toda la parte logstica haba que hacerla de nuevo y en ese sentido haba harto trabajo, porque haba que cambiar los berretines de plaza, haba que hacer transporte de armas, haba que hacer una serie de cosas, que antes cuando se estaba trabajando junto a la gente del PC, tenamos la infraestructura del PC ms la infraestructura nuestra, y en ese momento tenamos lo que no perdimos dentro de la infraestructura del PC, por lo tanto tenamos que tomarlas y meterlas en otro lado, Note290.
despus del 87 se produce el quiebre y cambia la relacin con la gente, se va a trabajar con los obreros directamente, se trata de armar un colchn social propio, pero anterior a eso el colchn te lo da el PC, a nivel sindical, poblacional, la retaguardia te la daba el PC, entonces era poco el contacto, Note291.
Esa nueva bsqueda de ayudistas produce un giro en la poltica del FPMR que se separ del PC, comenzando a relacionarse directamente con la gente, lo que en cierta medida era peligroso, ya que era ms factible que esas relaciones fueran detectadas por los organismos de seguridad. Sin embargo, a pesar de ese riesgo en 1988 se conforma la Juventud Patritica, con una expresin vinculada al movimiento estudiantil. Esto constituy la primera experiencia del trabajo de masas del Frente, fue como un intento por construir un movimiento social independiente. El papel del Frente como fuerza de apoyo al movimiento social, haca que este trabajo se orientara al desarrollo de una base de incorporacin de nuevos combatientes, en funcin de los requerimientos tcticos de la lucha llevaron a que a corto plazo la JP, tendiera a transformarse en una organizacin poltica con un carcter paramilitar, alejando la posibilidad de constituirse en un referente social juvenil. Note292.
Un momento que demostr que los ayudistas de los dos Frentes seguan trabajando, fue tras la fuga desde la crcel pblica producida el 30 de enero de 1990, en la cual 24 presos polticos vinculados al Frente ms cercano al PC abandonaron la crcel, apoyados desde afuera por todo un plan operativo tan rigurosamente estudiado como en los tiempos en que empuaron las armas. despus de la fuga el ao 90, me toc estar en varios lugares que me acogieron, gente incluso que no tena idea de que se trataba, o sea que acogi a alguien ms no ms y otra gente que nos recibi gustosos, entonces yo creo que el aporte de la gente que colabor fue enorme, esta relacin en muchos casos perdura hasta hoy da, creo yo que despus de pasados tantos aos la relacin de muchos combatientes con los colaboradores que hubo en la poca, es muy estrecha, porque hay un nivel de gratitud y de confianza, porque esa gente tambin puso la vida en juego y de hecho muchos la dieron, estuvieron presos o fueron torturados por su colaboracin, entonces el apoyo de esta inmensa cantidad de personas fue fundamental y yo considero que esa gente actualmente es parte de este concepto de rodriguista, porque en los hechos lo asumieron plenamente, Note293.
recuerdo con gran cario a los compaeros, hombres y mujeres, que estaban en las inmediaciones de la salida. Nunca he sabido quienes eran. Recuerdo especialmente a uno, que me tom la mano y me sac del hoyo. Fue el compaero Hugo Nenculeo, el resto de los compaeros nos estaban protegiendo, muy bien preparados para hacerlo. Hoy se los agradezco. Note294.
La percepcin de la gente comn acerca del accionar Rodriguista Por otro lado la percepcin de la gente comn en los aos 80, fue mayoritariamente positiva acerca de las acciones del Frente, especialmente de parte del espectro poblacional, ya que en ese medio la presencia de los Rodriguistas beneficiaba directamente a los pobladores. Entre las acciones de beneficio a la poblacin se encontraban la reparticin de alimentos recuperados y la defensa de la poblacin durante las jornadas de protesta, impidiendo la entrada de la represin a esos territorios. se produce de una manera estrecha si uno piensa, nosotros vivamos cada uno en un lugar, conversbamos con el vecino, con el compaero de trabajo, de escuela y la gente saba lo que haca el Frente, escuchaba saba del secuestro, saba del asalto, y en muchas ocasiones se esperaba la accin del frente, lo ms clsico es lo de las protestas, la gente esperaba que el Frente cortara la luz, que el Frente hiciera apariciones en distintas poblaciones, nos comunicbamos con estas recuperaciones y entrega de mercaderas en las poblaciones, esa tambin fue forma de relacionarnos y de manera individual el rodriguista comn y corriente vinculndose con la gente. Note295.
Esa adhesin era percibida directamente por los propios Rodriguistas, entendiendo que gran cantidad de los combatientes del Frente, eran tambin pobladores de esas poblaciones o vecinos de ellas. Por otro lado era imposible no dejar de escuchar los comentarios en diferentes situaciones, en que la ltima copucha acerca de las ltimas acciones del Frente se conoca en el almacn de la esquina, en la iglesia, en la micro o simplemente en la barrida matinal de la calle. despus la opinin comn, la opinin de la calle, los que no nos odiaban nos admiraban por lo menos y eso se escuchaba en la conversacin de la micro, se escuchaba en el almacn, en el supermercado, se escuchaba en los barrios, se saba, o sea nosotros tambin tenamos familias, amigos, conocidos, etc., y andbamos por la calle tambin, tenamos ojos y odos, se senta apoyo, yo creo que si se hubiese logrado medir eso, incluso ahora yo creo que si se hiciese una encuesta del apoyo del Frente habran algunas cifras sorpresivas. Note296.
la mayora de nosotros tuvo la percepcin personal, porque vivamos en contacto con la gente comn y corriente, y uno escuchaba a los vecinos, escuchaba en la micro, escuchaba en los das de protesta y los das posteriores o los das en que el Frente actuaba, porque creo que desde el primer minuto se percibi el tipo de actuacin del Frente que era principalmente de propaganda armada en una etapa y posteriormente todo el accionar del Frente aunque fuese ms violento siempre tubo como objetivo el golpe contra el objetivo de la dictadura. Obviamente haba rechazo cuando errbamos y hubo varias cuestiones involuntarias donde hubo hasta muertos civiles, pero ya a esa altura creo yo estbamos bastante asentados respecto de cual era el mtodo, el accionar y la gente identificaba que si hacamos algo tena una cierta perspectiva, o sea nunca se nos conden por asaltar un cuartel de la CNI o por asaltar un cuartel militar o policial, o por ir a repartir mercadera a las poblaciones o por tratar de matar a Pinochet, o sea es con el tiempo que es por un aprovechamiento poltico viene toda esta crtica que es muy probable que hoy da tenga ms asentamiento social que en la poca, o sea en la poca estaba bastante ms polarizada la situacin. Note297.
Sin embargo, esos comentarios se configuraron dentro de una situacin de apoyo annimo de parte de los pobladores, haciendo de expresiones como el creo que y escuche por ah una institucin del rumor. No hay que olvidar que como forma de detectar a los subversivos poblacionales, los aparatos de seguridad y los partidos de derecha contactaban pobladores para que sirvieran de colaboradores, ms conocidos como sapos, por lo tanto, no se podan emitir juicios de apoyo al frente delante de desconocidos o cerca de los sindicados como delatores. Ese apoyo al Frente fue creciendo a medida que las jornadas de protesta se hicieron cada vez ms constantes y masivas, y que paralelamente el accionar del Frente se haca ms pblico. A pesar del cerco informativo que rodeaba las operaciones del Frente, esto no impidi que muchos jvenes, y otros no tanto, se sintieran motivados al llamado de la lucha armada, y optaran por ingresar al FPMR. Yo creo que esa fue la razn del crecimiento justamente, o sea, en un minuto la gente que se fue incorporando lo hizo con la plena conviccin de estar aportando a la lucha popular, y una vez adentro la ratificacin de que estbamos por el camino correcto, que estbamos haciendo una accin que la gente tena identificacin y que esperaba que lo hiciramos, o sea en muchas oportunidades asaltamos supermercados, en los barrios se sacaba la mercadera a la calle, o sea se haca accin vinculada principalmente a la propaganda armada y poltica, no tena otra explicacin todo esto de la cantidad de apagones que hizo el frente en la historia de la dictadura, es enorme, porque siempre consideramos eso como una accin que levantaba el nimo y que tena aceptacin popular y siempre la tubo, la barricada, el corte de calle, el golpe al enemigo, eso siempre causaba un impacto en su medida, o sea, la gente siempre consideraba, que bueno que se haga esto, nadie iba a decir, que malo que se asalte Borgoo por ejemplo y estbamos hablando que militarmente esos asaltos eran reducidos, o sea nunca hubo un asalto, de decir hubo destruccin del cuartel militar o del cuartel policial, no llagamos a esas capacidades probablemente, pero nunca hubo el rechazo a decir, porque le tiran contra los pacos, el da despus de una protesta o el da de la protesta, o porque si t te acuerdas en un momento volamos varias cosas, micros de pacos, fue un periodo durante las protestas que volaron varios furgones y micros, o quemar una cantidad de micros para que no salieran a trabajar los das en que haba movilizacin. Entonces nosotros yo creo que actuamos de una manera que no provoc rechazo a pesar de los errores que cometimos, pero nos preocupamos creo yo que el accionar, la lnea tctica, cumpliera estos objetivos de identificacin popular con lo que estbamos haciendo, de decir que bueno que haya gente que pueda hacer cosas, que la mayora no puede, de golpearlos, de repente cuestiones bien chiquititas,golpeamos un museo, cortamos la lnea del metro, pusimos bombas en empresas transnacionales, que a lo mejor no eran operaciones de gran envergadura desde el punto de vista militar, pero tampoco era nuestro objetivo, nuestro objetivo era ms bien poltico propagandstico que militar, porque no alcanzamos en tan pocos aos a desarrollar capacidades de enfrentamiento militar en otro nivel. Note298.
Ese apoyo poblacional permiti en muchos casos al igual como lo hacan los Rodriguistas defendiendo la poblacin en las protestas salvar vidas de combatientes Rodriguistas que eran detectados por los organismos de seguridad de la dictadura, as cruzando techos, pasillos y galpones, los Frentistas reciban la vuelta de mano de parte de cientos de pobladores, quienes de ese modo, annimo, contribuan con un granito de arena a la causa del FPMR. nos metimos en variadas casas donde la gente nos transportaba hasta sus patios y de ah que siguiramos corriendo. No s cuntas casas cruzamos con gentes en pijamas o batas de levantarse, sin embargo, muchos de ellos nos ayudaron a salir ilesos de nuestro ataque. Por primera vez senta que la gente daba una pequea mano a los insurrectos hurfanos. Me sent bien, tal vez como nunca. Note299.
Sin embargo, llega un momento en que ese apoyo directo del movimiento poblacional se comienza a restar, no porque est en contra del Frente, sino ms bien porque opta por las nuevas formas que le presentan, as la posibilidad de derrotar a Pinochet sin utilizar como medio la violencia, y que por lo mismo eran menos riesgosa, surte efecto y es apoyada multitudinariamente. Hasta el 87 fuerte, muy fuerte, con el secuestro de Carreo, cuando aparecen las armas de carrizal, hay como un frenar que lo hace la gente de centro, la DC y todos esos, logran frenar el movimiento popular en funcin de que instalan el discurso estos tipos quieren la guerra, no quieren la paz y nosotros odiamos las armas, o sea el discurso que se instala es que odiamos las armas, se instala con una doble intencionalidad, primero decir que odiamos las armas de los milicos, pero tambin las armas que estn del otro lado, entonces se trata de meter una cua y se logra en funcin de que la gente repudia la violencia, y a medida de que va aumentando el proceso de acercamiento entre la gente de centro y los milicos, en funcin de tener una salida pactada, la gente empieza a replegarse, hay un repliegue del movimiento popular y eso se refleja en que cuando nosotros lanzamos la guerra patritica nacional, ya estamos completamente desfasados, o sea no hay posibilidades de hacer lo que se pretenda, que era una guerrilla rural, o sea ya no hay apoyo, y lo que se hace es sacrificar los cuadros. Note300.
En virtud del alza de la confrontacin que vena, nosotros, no s si t puedes recordar el ao 85, nosotros nos planteamos como el ao decisivo, por diversas razones no se da y nos planteamos el ao 86 el ao decisivo, la confrontacin se agudizaba y el campo popular avanzaba, por eso que la internacin de carrizal, por que estbamos viviendo un periodo pre revolucionario, la gente en las calles, enfrentndose a la represin prcticamente sin miedo, entendiendo que era la salida para poder librarse del dictador. Entonces el ao 85 empieza la Democracia Cristiana a conversar con el Departamento de Estado Norteamericano para buscar la salida, en virtud de que producirse una salida popular ellos no tenan nada que hacer, por lo tanto en esa mezquindad de tener el poder, bsicamente poder poltico, ya que el poder econmico nunca lo han tenido, pero por lo menos tener parte de ese poder, es que hace que empiecen a escuchar los cnticos de sirena del imperialismo que aqu venia una salida popular y no les convena, entonces le prestan todo el apoyo a ese conglomerado que se empieza a formar y que hoy se llama Concertacin, y nosotros hicimos las lecturas de que aqu nada iba a cambiar, porque nosotros no estbamos solamente por la salida de Pinochet, el derrocamiento de Pinochet, estbamos por el cambio del sistema, en cambio la Concertacin se conformaba con la salida de Pinochet en el fondo para tener esa cuota de poder, entonces en ese sentido seguimos operando y nos encontramos con que la base popular el apoyo y el Frente que estaba muy bien conceptuado y muy respetado en nuestro pueblo, pero como se les imbuy de que se haba derrotado al dictador con un lpiz, que la alegra vena, que iba haber juicio y castigo, es natural estaban mostrando un camino un modo de salida menos riesgoso, porque el otro, el que ofrecamos nosotros, era poner el pecho al frente y posiblemente morir, entonces naturalmente que al no tener la fuerza y el componente ideolgico profundo, la gente crey en ese discurso y nos despegamos de la masa, entonces nosotros seguimos operando y nos dimos cuenta que cuando tenamos que recurrir a nuestras casas de seguridad, en fin, no tenamos ese apoyo y el ao 90 empieza la gran barrida contra las organizaciones revolucionarias, se encarga el Partido Socialista del trabajo sucio y naturalmente al no tener la base de apoyo popular rpidamente casi nos desintegran. Note301.
Claramente que la confrontacin entre el pueblo y las fuerzas de orden de la dictadura estaban a un nivel mximo, y por lo tanto no era de extraar que si continuaba esa constante, la posibilidad de una salida abrupta de Pinochet era cierta. En esa poca a pesar de los cuantiosos muertos que se producan en las protestas o los cientos de personas que fueron relegadas a distintas zonas del pas, la confrontacin no decaa y el miedo a la dictadura era cosa del pasado. As el temor de una salida popular era no slo preocupacin para la dictadura, sino tambin para los sectores democrticos que haban trabajado duro por restablecer la Tradicin Republicana de Chile. As recorrieron mltiples pases recibiendo muestras de solidaridad con el pueblo chileno, pero adems reciban cuantiosos recursos econmicos para financiar todo tipo de proyectos tendientes a terminar con la dictadura. Por eso que la posibilidad de una salida violenta de la dictadura, dificultaba los planes democrticos. Entre los que se encontraban ms preocupados de esa posibilidad era la Democracia Cristiana, la cual contaba con millonarios aportes recibidos de sus similares europeos, por lo tanto iba a agotar todas las posibilidades con tal de evitar que el Frente siguiera con su poltica violenta, llegando incluso a tranzar con la propia dictadura reformas a la Constitucin del 80, todo con la intencin de crear un conglomerado diverso que le permitiera ser voz y parte de un futuro gobierno. La Democracia Cristiana incluso golpe la puerta de EE.UU., con tal que mediara una salida pactada con Pinochet, la cual al pas del norte obviamente le interesaba, ya que no iba a permitir que en su patio trasero se desarrollara otra Nicaragua. la manutencin del general Pinochet en el poder argumentan es proporcional a las posibilidades de los comunistas de alcanzar el poder; mientras ms dure Pinochet, ms se afianza una alternativa revolucionaria. Note302. , por lo tanto el establecimiento de plazos para la salida de Pinochet deba ser implementada lo ms pronto posible. Yo creo que nuestro peak fue el ao 86 y 87, creo que la situacin poltica cambia a partir de agosto del 87 y en contra nuestra, por la campaa que monta la dictadura en colusin con un sector de la oposicin, que hoy es la concertacin, a partir del descubrimiento de la internacin de armas en el norte, desde mi punto de vista eso produce un cambio poltico muy importante. Yo creo que la dictadura lo que hizo fue mostrarle a esta oposicin, decirle mira: esto es lo que esta ocurriendo y ustedes estn siendo parte de este juego, aqu los que van a dominar la situacin poltica del pas son estos terroristas, que ustedes conocen bien quienes son, que estn vinculados a la ultra izquierda y ustedes van a quedar al medio de este enfrentamiento, as que lo ms conveniente es que dejen aislado a este sector. Y lo ms probable es que en muchos sectores de esa oposicin esto ya vena agarrando fuerza y posteriormente con el intento de tiranicidio aument y se produjo el aislamiento de todo este sector ms duro de izquierda, que estaba contra la dictadura y que proclamaba todas las formas de lucha etc., que era por esa poca el MDP, cuando se produce este desmembramiento la capacidad era mucho ms reducida, por tanto la desmovilizacin fue prcticamente absoluta y todo este bloque dictadura Concertacin que se empieza a formar, proponen como alternativa este otro camino y viene todo este proceso de transicin que conocemos hoy da, con estos pactos y con una dictadura que no fue derrotada, sino que fue simplemente heredada por otro bloque que mantiene las estructuras polticas, econmicas y sociales, tal cual como las anteriores y que a piacere gobierna hoy da con esa misma estructura, y perdimos yo dira lentamente agravado por este quiebre interno, perdimos nuestra influencia popular y es ah justamente cuando se producen estos intentos de tratar de vincularnos ms directamente a las organizaciones sociales en las poblaciones, en las universidades, pero ya era un retroceso muy absoluto y eso signific tambin tanto a los dos bloques del frente que estaban en ese minuto, abrirse y perder gran parte de la secretividad y de la clandestinidad que manejbamos y ese ha sido el proceso que se produjo despus, pero creo que ese es el momento en que perdimos nuestra vinculacin popular, la que venamos desarrollando, porque probablemente el mtodo de accin poltica que venamos desarrollando con formas armadas de resistencia, para el momento poltico que se vino, fue desechado por la mayora, por una situacin poltica que ya estaba andando y eso oblig en el futuro con graves tropiezos para todos, porque es un proceso que se logra descubrir, desenmaraar con los aos que simplemente nos quedamos atrs o fuimos marginados de todo un proceso, y afortunadamente no fuimos parte del conciliado, pero nos quedamos descolocados frente a una serie de maniobras polticas estratgicas que se dieron y no tenamos, creo yo, condiciones ni polticas, ni militares para haber reaccionado, o sea creo que no era nuestra culpa lo que ocurri, aunque nos hubisemos dado cuenta, aunque hubisemos sabido lo que vena posteriormente no ramos capaces, no tenamos esa fuerza ni nos habamos planteado en ese periodo de serlo, o sea nos propusimos ser un componente nuevo, distinto revolucionario en este proceso y cuando ese proceso giro quedamos descolocados efectivamente. Note303.
As entre conflictos internos del Frente e intereses polticos de los diferentes sectores democrticos, el divorcio entre los Rodriguistas y gran parte de la masa, que antes les brindo su apoyo irrestricto, fue en claro retroceso y conllevo a que la posibilidad de una salida revolucionaria fuese abortada, en beneficio de la Transicin pactada. Sin embargo, no hay que pensar que los Rodriguistas fueran abandonados a su suerte y su pueblo nunca ms los acogi, sealo que en comparacin con los primeros aos de operacin que tuvo el FPMR, ste no volvi a contar con esa cantidad de simpata en la generalidad de la poblacin chilena, ya que si bien siguieron existiendo personas dispuestas a seguir aportando y creyendo en el proyecto del Frente, este nmero de adherentes bajo considerablemente. Ese apoyo nostlgico de los aos 80 y de inicios de los 90, an se demuestra en esos mismos pobladores annimos, quienes a pesar de la apacible democracia, an recuerdan con respeto a esos combatientes que alguna vez divisaron entre paoletas y fusiles, desfilando por sus pasajes de tierra. Ese recuerdo permanece en la memoria colectiva de los que a pesar de la democracia no fueron considerados en los aportes de la modernidad y que continan en sus mismos barrios, incluso con los mismos males que los afectaban en aquellos aos. el Frente era percibido con afecto y todava, o sea hablar del Frente en alguna poblacin o en algn lugar popular tiene un eco bastante conmovedor, de repente a m me ha tocado estar en actos por ejemplo donde han mencionado al frente, y no estoy hablando que estn los puros comunistas ah, estoy hablando de la poblacin, y la gente lo aplaude a rabiar o sea no es como para considerarlo en una encuesta propiamente, no es una herramienta cuantitativa, pero es un dato, o cuando el Pato Manss se pone a cantar en el teatro Monumental el cautivo de Til Til en un acto hace algunos aos atrs, que no era un acto poltico, era un recital y el teatro se pone a aplaudir de pie, son cosas que a uno le ponen la piel de gallina, o sea algo tenemos que ver en ese cuento, algo qued, algo esta all. Note304.
Quizs a pesar de la derrota lo que ms sirva de consuelo para los Rodriguistas, sea ese reconocimiento que an perdura en las periferias de la modernidad, ah va como el reconocimiento y esa cuestin me gusta, porque no hay un reconocimiento directamente de la gente de izquierda, sino con la gente comn y corriente. Note305.
La relacin de la periferia poblacional, con el combatiente Rodriguista Uno de los momentos en que la poblacin poda ver en combate a los miembros del FPMR, era en las jornadas de protesta, estas manifestaciones haban aumentando en participacin y violencia desde la primera jornada acaecida a mediados de 1983. As las jornadas de protesta de los aos 85 y 86 se caracterizaron por su violencia de parte de los dos bandos en conflicto, los pobladores y la represin, sta ltima en ocasiones se personificaba en carabineros y en otras por los propios militares. A esas alturas los pobladores de la periferia santiaguina, ya se haban experimentado en tcticas de auto defensa, las cuales sumadas a la perdida del miedo que irradiaba la dictadura, los haca cada vez menos vulnerables a detenciones y atropellos por parte de Carabineros. Esa situacin provocaba que las poblaciones estuviesen preparadas para recibir a las fuerzas policiales, las cuales al tener respuesta a su presencia hacan uso de armas de fuego contra la poblacin. Los pobladores hoy siguen luchando en medio de la miseria, la cesanta y el hambre. Las jornadas de protesta nacional realizadas contra la dictadura han tenido momentos de elevado enfrentamiento. Las fuerzas especiales destinadas para lograr controlar la ira popular han debido recurrir al apoyo militar y an as se ven sobrepasados. En los das de protesta, las principales arterias quedan cortadas por barricadas, Note306.
La correlacin de fuerzas obviamente manifestaba una desigualdad enorme entre los pobladores y los uniformados, ya que los pobladores aparte de contar con algunas armas de fuego, no podan hacer frente al podero de las armas del enemigo. An as, con ingenio los pobladores desarrollaron tcticas destinadas a impedir el ingreso de la represin a sus barrios, para ello levantaron barricadas, cavaron zanjas, cruzaron sus calles con alambres de pas, sembraron sus calles de miguelitos y cachos del diablo, en una protesta por ejemplo, los pobladores hacan cortes, barricadas, llegaban los pacos y apareca la gente del frente y aparentemente, defenda ese grupo de personas, digo aparentemente porque eso era un complemento no mas, los verdaderos defensores de los pobladores eran los propios pobladores, y que nos permitan entonces, en el momento de la represin, guardarnos en sus casas, ponernos fuera del alcance de las fuerzas represivas, pero uno senta cuando apareca, irrumpa ah, senta que la gente te reciba, pero con gozo, con decir aqu estamos, y entonces ah ellos redoblaban su inters y su compromiso y seguan entonces la lucha popular. Note307.
hubo muchas protestas en las que el frente intervino en las poblaciones, por ejemplo apoyo a la gente en las poblaciones, y ojo cuando el frente intervino en las poblaciones casi no hubo muertos, porque no entr la represin, estoy hablando de La Victoria el ao 85, 86 particularmente, La Legua, donde llegaban unidades importantes del frente, una columna y en estrecha relacin con la poblacin, con la gente de las milicias rodriguistas organizaban la defensa de la poblacin, entonces la gente sala a protestar y haba protesta con todas las de la ley, la gente, la poblacin cortando las calles, poniendo barricadas y cuando apareca la represin salan nuestros compaeros a batirse con ellos, ahora, para la represin chitas que les cambiaba el mundo cuando no le tiraban piedras y empezaban a salir rfagas del otro lado tambin, ah guardaban prudente distancia, o sea estoy hablando de rfagas del lado nuestro y con eso, en esos momentos se salvo vidas, o sea la represin no entr a ensaarse con la gente que estaba protestando, no pudo. Note308.
Junto al pueblo organizado aparecan las Milicias Rodriguistas, las cuales eran grupos dependientes del Frente, que se implementaban en las poblaciones y universidades como una forma de coordinar la defensa de la poblacin y anteceda a la aparicin de los Rodriguistas. En su rgano de difusin barricada del ao 1985, se definan comola organizacin que se da el pueblo para defenderse ante la represin y para luchar con todos los medios para terminar con este rgimen de terror. Note309.
el Frente tena un estamento de combate que era intermedio entre lo que es el poblador y el frente, que eran las milicias, la milicia estaba conformada por los pobladores que queran combatir y se organizaban, y esas milicias tenan un mando, ese mando adscriba al mando de lo que era el frente, que le corresponda al territorio, haba una relacin en el sentido de que la gente para ingresar al frente primero cachaba que tena que entrar a las milicias y se probaban ah y el combatiente de las milicias era un combatiente bastante aguerrido, pero sin medios, o sea si haba un miliciano que tena una pistola era como aah, tiene una pistola, pero normalmente peleaban con hondas, con lo que tuvieran que era la lucha callejera y el Frente generalmente llagaba a salvar la situacin cuando ya las fuerzas represivas entraban en los territorios, rompan los cercos que se ponan, la ultima contencin la pona el Frente con un armamento ms pesado. Note310.
Las Milicias premunidas de bombas molotov, ondas, y una que otra pistola, defendan la poblacin hasta que sus capacidades eran sobrepasadas por carabineros o militares. En los momentos en que la entrada a la poblacin por parte de los uniformados era inminente, la aparicin de los Rodriguistas daba un suspiro de alivio a los pobladores. se escuchan unos rafagazos desde las filas de los habitantes. Ahora hay gritos de Viva, lleg el Frente! S, es una unidad del Frente Patritico Manuel Rodrguez. Dos combatientes del Frente estn disparando rodilla en tierra hacia los carabineros. Disparan un par de rfagas cortas y esperan. Los carabineros gritan algo que no se entiende. Alto al fuego, desde un lado, alto al fuego, desde el otro. Note311.
La presencia de los Rodriguistas aparte de dar proteccin a los pobladores, insidia en que stos ltimos prendieran en ansias de luchar tambin en contra de la represin,la gente te peda armas en la calle, ms de una vez me toc ver que la gente se te acercaba te mova el brazo y deca, donde estn las armas, yo quiero pelear y esa sensacin es sper especial, significa que t no estabas dando la hora ah, Note312.
Esas apariciones concertadas del Frente en las poblaciones, ratificaba la mocin que los autodefina como el brazo armado del pueblo, ya que su presencia armada impeda el ingreso de la represin, era a la vez una demostracin que los Rodriguistas no estaban jugando, eran una fuerza organizada con infraestructura de guerra, dispuesta a batirse a balas con su enemigo. durante las acciones de protesta por ejemplo, cuando las unidades del frente les toc estar en las poblaciones y apoyar la protesta, ah la gente se pona con todo, haba un verdadero fervor por los combatientes nuestros, en situaciones como en La Victoria, La Legua donde en ms de una oportunidad se impidi el ingreso de la represin en base a las acciones armadas, porque las fuerzas represivas llegaban con todo, pero encontraban una resistencia reforzada, o sea, aparte de las piedras y de los escopetazos que los pobladores lanzaban y de los modos que tenan, lo cual paso mas de una vez, las fuerzas represivas hacan uso de su armamento de guerra, chitas se encontraban con que del otro lado tambin les contestaban con armamento de guerra, y se retiraban, eran incapaces de entrar, o sea porque encontraron una respuesta proporcional. Note313.
S, por lo menos a mi me toc sentirlo, o sea sentir que la gente se aliviaba muchas veces cuando uno llegaba, porque los medios que se manejaban eran buenos, a m me toc combatir en La Yungay una vez tres das, nosotros llegbamos hicimos zanjas con los pobladores, pusimos alambres entre poste y poste, barricadas adelante, combatimos contra los milicos, contra fuerzas especiales del ejrcito, boinas negras, y los pobladores se sentan motivados a combatir si estbamos nosotros. Note314.
La motivacin a combatir por parte de los pobladores, era respaldada por la presencia de los Rodriguistas, as mutuamente mezclando armamentos de guerra y piedras, la lucha poblacional cunda cada vez que el llamado a protesta era convocado. Cuando las posibilidades no permitan la lucha directa, otras formas de apoyo seran bien recibidas por los combatientes del Frente. de repente estabas combatiendo en la calle y sala alguien y te pasaba un caf y era como sper loco, porque estabas tu parapetado en algn lado y se te acercaba una pobladora agachada y te deca: tmese un cafecito,y era como raro, o sea era como rarsimo y tu lo agradecas, o tome un sndwich compaero, o estabas haciendo una barricada y los pobladores te venan a avisar que ah vienen, ya le decas tu, entonces haba un apoyo directo tu lo sentas, o sea ese aislar que dice el sistema, de que estbamos aislados no era tal, Note315.
Ese aporte fino y delicado tal vez sea una de las muestras ms sencillas de apoyo a los combatientes del FPMR, ya que mezcla la normalidad con la simpleza de la gente de poblacin. Hay que aclarar que tampoco se puede pensar que toda la poblacin manifestaba ese apoyo a los Rodriguistas, algunos no apoyaban por temor al uso de armas, otros por la posibilidad de ser sorprendido colaborando con extremistas y otros simplemente influenciados por la campaa de desprestigio, que el gobierno militar cimentaba en la opinin pblica. Sin embargo, fue la periferia de Santiago y de las grandes ciudades de Chile, la que se manifest siempre fiel a dar cualquier tipo de apoyo al Frente, y en ese sentido el mayor grado de solidaridad lo proporcionaban las poblaciones populares, que contaban con toda una carga combativa de aos de lucha, incluso en algunas su pasado de ex toma de terreno le conceda mayores grados de combatividad. Otra forma de apoyo era la adhesin total con la organizacin, haciendo propias las consignas Rodriguistas y confeccionando banderas del Frente, las cuales vendran a decorar la poblacin en las extensas jornadas de protestas, tal vez muchos de los pobladores que rayaron consignas o hicieron banderas del Frente, nunca entendieron el proyecto poltico del Frente, pero s entendieron y valoraron las acciones del Frente, as como la entrega de sus combatientes. Muchas veces t pasabas por tu territorio donde sabas lo que hacas, la gente pintaba las murallas con consignas y firmaba como frente, y tu sabas que no lo habas hecho, y que no lo haba hecho ningn compaero, de repente en la muralla estaban pintadas enteras con la consignas del frente, o la gente construa las banderas y pona a veces cuando empezaba la protesta la gente sacaba las banderas en su casa y las instalaba en su casa, y t pasabas por la poblacin y veas que las casas estaban embanderadas con las banderas del frente. Note316.
por ejemplo, uno mismo, no siendo un alto dirigente del frente, sino que simplemente un militante, un combatiente mas, ver por ejemplo en las paredes de la ciudad gracias por existir Frente Patritico, es decir es indudable que uno sienta, cuando t estas realizando algo, cualquier accin que hagas en la vida, aunque t no buscas recompensa, las recompensas son buenas, te fijas, entonces eso te hace sentir bien y eso tiene que ver con tu ego, pero lejos estaba el culto a la personalidad. Note317.
Por otro lado las acciones de los Rodriguistas eran celebradas en las poblaciones populares, incluso, en determinados momentos eran esperadas, es el caso de los apagones de luz, de los cuales dependa la buena defensa de la poblacin, o la realizacin de otras acciones del Frente en las ciudades. Los apagones son una tradicin que acompaa cada momento de lucha y protesta nacional. Quienes lo realizan tienen acumulado conocimientos, prctica e ingenio. A ellos se puede agregar que cuando los torreros realizan un apagn, reciben adems la ayuda de muchos otros combatientes. Muchas veces cuando se realiza un corte a nivel de todo el pas, previo a l, en poblaciones y ciudades del pas, los propios habitantes se han encargado de apagar el alumbrado con sus propios mtodos caseros. Note318.
En el marco de las operaciones tendientes a ganar adhesin de parte del pueblo, las recuperaciones de alimentos fueron una de las acciones ms celebradas por la periferia santiaguina, ya que por medio de estas los pobladores reciban alimentos de preferencia lcteos y pollos, los cuales venan a paliar el hambre que se viva entre los pobres de la ciudad: los camiones eran asaltados al llegar a la poblacin prcticamente, independiente que fueran combatientes dentro de los camiones a distribuir los alimentos, la gente se aglomeraba, lo que yo te deca, haba mucha hambre y no era ficticio, no era un hambre pagada desde afuera como deca la gente de derecha, haba mucha hambre, mucha gente que estaba sin pega, la cesanta era sobre un 22%, gente que su comida del da era un t con un pedazo de pan, y tu llegabas y le ofrecas un pollo y la gente quedaba en otra, o sea significaba fiesta para ellos, o sea la gente se volcaba sobre los camiones que se recuperaban y la cosa era as, o sea no costaba nada distribuirlos, nada en cinco minutos estaba el camin vaco, Note319.
Estas operaciones que contaban con un total beneplcito de la poblacin, eran realizadas por varias estructuras del Frente, ya que por su significado de propaganda armada deba ser lo ms limpia posible. Realizar una operacin limpia tena que ver con la posibilidad que no se registraran muertos y heridos, por lo tanto esto conllevaba evitar enfrentarse a las fuerzas represivas, ya que si estos detectaban la operacin lo ms probable era que se ensaaran contra la poblacin beneficiada, por la operacin recuperativa y no seran pocos los heridos y muertos que se registraran en esa posibilidad. Las acciones recuperativas por tanto no eran sabidas por la poblacin, estas eran avisadas a los pobladores slo minutos antes que el camin con mercaderas llegara a la poblacin, todo ello para evitar que se filtrase la operacin. El aviso a los pobladores lo daban otros rodriguistas, quienes anteriormente chequearan la presencia de los aparatos de seguridad de la dictadura en el sector. La misin de los rodriguistas apostados con anterioridad en la poblacin, seria cubrir el normal desarrollo en la entrega de alimentos a los pobladores, observando con ojo atento la posible llegada de la CNI. las que no eran avisadas significaba que tu parabas un camin en la calle, con alimento, te subas al camin, lo conducas a una poblacin, cuando haba un aparato que ya estaba, apenas aparecas tu sacabas a la gente de la poblacin y repartas todo, y ese camin despus se dejaba botado y la unidad se retiraba. Note320.
A diferencia de las recuperaciones exista otra estrategia utilizada por los rodriguistas, tambin sindicada en el marco de la propaganda, pero esta tena otra operatividad. Los secuestros que realiz el FPMR durante la dcada del 80, buscaban romper el cerco comunicacional urdido por la dictadura a travs de DINACOS (Direccin Nacional de Comunicacin Social). As los rescates a los diferentes afectados acercaban al Frente con el pueblo, a travs de manifiestos difundidos en los diferentes medios de comunicacin, o por entregas de alimentos y materiales para la construccin en diferentes poblaciones populares de Santiago. haban procesos en la entrega de alimentos como insumos, como fue el tema del coronel Carreo, fue programado, los camiones iban, la iglesia estaba mediando, se sabia que se iba a entregar a tal hora, tal da, los camiones iban a llegar, la gente esperaba, sabia que venan a esta, porque estaban en la lista de las poblaciones de las cuales se iba entregar. Note321.
Esta era una forma mucho ms ordenada de repartir los alimentos o materiales de construccin, ya que se saba con antelacin cuando se producira la reparticin y en que lugares. Por otro lado la iglesia se haca parte tambin en forma de negociador entre rodriguistas y los familiares del secuestrado, evitando as la intervencin de los aparatos de seguridad de Pinochet. La presencia religiosa intentaba evitar tambin el saqueo de los camiones, haciendo de la entrega mucho ms equitativa entre los pobladores. Este ltimo punto era muy difcil de lograr, ya que la necesidad de alimentos y materiales que no estaban al alcance de los pobladores, despertaba una ansiedad que desbordaba cualquier intento de orden Note322. . De pronto se comienzan a dibujar las siluetas de al menos tres grandes camiones con acoplados llenos de cajas y calaminas, en no ms de un minuto, los grandes camiones estaban enfrente de toda la muchedumbre hambrienta, las oleadas no se hicieron esperar y de pronto me vi rodeado de un centenar de tipos y viejas que haban saltado al camin llevndose todo lo posible entre sus manos y brazos que hacan las veces de palas mecnicas. As siguieron asaltando los dos camiones restantes hasta ya no quedar nada en sus acoplados. Los chferes salan corriendo desde sus cabinas y yo fui expulsado como un bribn en medio del mar. Note323.
Sin embargo no slo se evitaban las aglomeraciones en la entregas de alimentos, ya que tambin el contacto entre rodriguistas y pobladores. Ese contacto lleno de afectos por parte de la poblacin hacia sus defensores, produca una grata sensacin en los combatientes, quienes vean su labor retribuida ah junto al pueblo. las recuperaciones de alimento para repartirlos en la poblacin, eso ni hablar, a veces los combatientes tenan que salir arrancando porque la gente los quera abrazar, los quera saludar, una situacin re penca porque la gente quera expresar su cario y los compaeros nuestros no podan guardar el arma y dedicarse a abrazar a la poblacin. Note324.
En cuanto a la percepcin que significaban este tipo de operaciones entre la poblacin, sta nunca fue objetada, llegando incluso a despertar simpatas en todos los sectores. Quizs esa simpata y aprobacin se produca por que no eran robos personales no lo vean como un robo sino como un proceso legtimo de hacerse de cosas que no se tienen, veas que la gente estaba cagada de hambre, entonces el hecho que te llegara algo no significaba que estbamos robando, sino que recuperando algo y esa sensacin la tena la gente tambin, o sea era legal hacerlo y la gente te apoyaba. Note325.
Rompiendo el cerco comunicacional. la necesaria comunicacin con la ciudadana, los diferentes medios de difusin del Rodriguismo El Frente a pesar de ser una organizacin clandestina, deba comunicarse con la ciudadana para dar a conocer su proyecto poltico, sus propuestas, sus partes operativos etc. Estas comunicaciones salan a la luz pblica de distintas maneras, siendo en los aos 80 cuando la diversificacin de formas lleg a su apogeo y por ende a la mayor cantidad de personas. Desde 1984 el FPMR difundi su poltica a travs de su rgano de difusin El Rodriguista, el cual no slo sirvi para dar a conocer el pensamiento del Frente, sino tambin sus acciones que por lo general no eran cubiertas por la prensa oficial. A travs de ese medio tambin se difundan las conquistas revolucionarias de Centroamrica, las cuales motivaban a los combatientes Rodriguistas, a pensar que la derrota de la dictadura era posible. Pero no slo de propaganda trataba este pasqun revolucionario, ya que en sus pginas tambin se realizaban anlisis de la contingencia poltica nacional e internacional. En otras secciones se incluan entrevistas a combatientes Rodriguistas, las cuales hacan alusin a diferentes aspectos de la vida en lucha armada, en otras ocasiones era la voz oficial de los diferentes comandantes del FPMR, que llegaba a los lectores de El Rodriguista. Otros cuerpos de El Rodriguista, entregaban las poesas de presos polticos, o de annimos autores que recordaban a los combatientes cados, resaltando la condicin humana y la entrega de estos hroes. Tambin exista un cancionero popular, que intentaba hacer conocidos los temas en que se resaltaba la imagen del guerrillero Manuel Rodrguez, y otras letras musicales tenan que ver directamente con el Frente, y la lucha que ste daba. Toda esta gama de recursos propagandsticos y de anlisis eran mezclados con diversas fotografas de los propios Rodriguistas en actitud de combate, o de entrenamiento, el cual se efectuaba muchas veces en sitios abiertos, llmese campo o cordillera. Otras fotos mostraban a los rehenes del Frente, las cuales contaban con un imponente fondo con las banderas de Chile y del FPMR. La nota humorstica la pona el comic de los jvenes Manolo y Petardita, quienes a travs de historias reflejaban la contingencia y hacan alarde de la lucha del Frente. En la parte inferior del comic siempre apareca la hormiguita sper ayudista, la cual representaba a todos aquellos annimos que cooperaban de cierta manera con el Frente, y que en definitiva s poda llamarse trabajo de hormiga. Como forma de hacer mucho ms diverso y completo este medio, cont en varias de sus ediciones con diversos instructivos, los cuales entregaban conocimientos a los lectores de tcticas de guerra, de codificacin de la informacin, formas de chequeo, y numerosos manuales para el uso de los diferentes armamentos que manejaba el Frente, as como la confeccin de armas caseras, llegando incluso en ocasiones a entregar necesarias medidas de primeros auxilios, las cuales incluan desde la forma de evitar los efectos del gas lagrimgeno a otras ms complejas como heridas de bala. Sin embargo, este medio de comunicacin clandestino no poda ser entregado libremente a la poblacin, por lo tanto no era cuestin de verlo en los quioscos, as que los Rodriguistas tuvieron que ingenirselas para hacer llegar su pensamiento al mayor nmero de personas. Una de las formas fue a travs de la entrega mano a mano, la cual se efectuaba en las diferentes manifestaciones que la oposicin a Pinochet realizaba. Otra forma de similares caractersticas se realizaba puerta a puerta, la que se efectuaba en los territorios ms o menos conocidos por los Rodriguistas, sin embargo esta entrega se hacia sin un filtro, lo que haca que cualquier persona recibiera El Rodriguista en su casa, ya que se esperaba que las ideas del Frente se conocieran en todos los sectores sociales, incluso en las Fuerzas Armadas y Carabineros Note326. . No es de extraar que el Frente enviara mensajes a esos sectores. a m me toc repartir el rodriguista ms de una vez, y lo haca casa a casa sin ver a quien se lo entregaba, lo hacamos de noche a veces, tirbamos el rodriguista para adentro, no sabas quien lo reciba, ni que relacin tena esa persona con el peridico, supongo que mucha gente le daba miedo tener el rodriguista en su casa, entonces lo lea y lo tiraba para cualquier lado, porque si te pillaban con el diario nadie deca que era del frente, la prensa era un informativo sobre que se estaba haciendo y como se estaba realizando. Note327.
Por otro lado el FPMR no slo se difundi su ideal a travs de El Rodriguista, ya que al mismo tiempo fueron editados dos libros de su autora, uno sali a la luz luego del intento de tiranicidio en 1986 denominado Manuel cabalga de nuevo, en l se relataba las experiencias de diferentes situaciones en las cuales los Rodriguistas mostraban sus verdaderos rostros, es decir personas con emociones y miedos muy diferentes a los terroristas que mostraba la dictadura en la prensa. Por otro lado ah tambin se publicaban las intenciones del Frente, partes operativos de las acciones realizadas, la lista de combatientes cados, los manifiestos realizados en sus 3 aos de vida y un cancionero ad hoc a Manuel Rodrguez y el frente. Posteriormente sali a la luz Nacer en primavera I, este libro fue netamente narrativo y detall con lujo de detalles las experiencias de jvenes combatientes, tanto en el Frente como en las Milicias Rodriguistas. Este nuevo libro confirmaba la posibilidad de que cualquier persona poda sumarse a la lucha que daba el Frente, ya que en sus pginas se mezclaba lo cotidiano de la vida, con lo arriesgado y clandestino de la militancia. En algunas ocasiones se editaron materiales de audio que incluan las mismas canciones que se entregaban en los otros recursos Rodriguistas incluyendo el famoso Himno del FPMR. A mis manos llegaron dos de esos trabajos, desconozco la existencia de otros materiales de ese tipo. Uno de los cassettes fue producido y difundido en 1985 Note328. , incluyendo en l una de las primeras proclamas del Frente, adems de canciones y el himno. El otro trabajo se realiz en 1988 a raz del quinto aniversario y es un homenaje a los comandantes Tamara y Rodrigo cados en Los Quees en Octubre de ese mismo ao Note329. . Sin embargo existieron otras formas de comunicacin en el Frente, incluso ms directa, me refiero a las tomas radiales, estas eran acciones armadas del Frente en que se copaba una estacin de radio, con tal de difundir una proclama en directo y para todo el pas dependiendo del alcance de la radioemisora. En esas operaciones participaban varios combatientes repartidos en tareas especficas, como de contencin en las inmediaciones de la radio, directamente al interior de la misma y los encargados de llevar y sacar del lugar a los combatientes Note330. . Esta situacin se dio en numerosas ocasiones afectando no solo a radios, sino tambin a agencias noticiosas del extranjero. se tomaban medios, radios, normalmente, de alcance ms o menos buenos y de buena cobertura, radios AM y FM, se tomaba la estacin de la antena y la estacin donde se transmita para poder sacar las proclamas, el 2 y 3 de julio se hizo as, se lanz una proclama tomndose un medio de comunicacin, eso significaba que operaban grupos ms o menos interesante de compaeros, grupos que entraban, otros cuidaban, replegaban, y los de choque, 8 a 10 grupos para hacer una toma, se llevaba el cassette se pona y se lanzaba la proclama. Note331.
Otra de las formas de entregar directamente su mensaje a la poblacin, era a travs de conferencias de prensa clandestinas, las cuales al igual que las tomas de radio, movilizaban a un buen nmero de combatientes, esto debido a que los periodistas citados tenan que ser conducidos compartimentadamente al sitio de la conferencia, para evitar que el lugar en donde se realizaba fuese de conocimiento pblico y que por lo mismo llegasen los aparatos de seguridad. Obviamente que los periodistas elegidos eran de preferencia de los medios alternativos de oposicin y corresponsales extranjeros, la idea era que la conferencia fuese informada objetivamente a la mayor cantidad de personas, incluso en el exterior, ya que as fuera de las fronteras de Chile se interesaran en conocer la propuesta Rodriguista. Usted me podra decir si ac hay una cancha de golf? la nica que conozco est en Lo Hermida. El periodista, tendido en una Suzuki celeste y envuelto en frazadas, escuch perplejo el curioso santo y sea entre dos miembros del autodenominado Frente Patritico Manuel Rodrguez (FPMR). En ese momento el mircoles 9 por la tarde otros cinco colegas, desde distintos puntos de Santiago, acudan a una conferencia de prensa clandestina Note332. . Luego de iniciar un largo recorrido por diversas calles, vereda y aceras durante el cual, se supona, miembros del Frente estaran observndonos para confirmar si ramos seguidos. Ms tarde sobrevino el encuentro, sucesivo, con personajes que nos fueron cambiando de vehculos y que ocultaban su apariencia fsica con gruesas gafas oscuras y notorias cabelleras y aditamentos postizos. Primero se nos pidi agachar la cabeza y cerrar los ojos. Finalmente, tendernos en el piso de un furgn utilitario y cubrirnos con una frazada. Dos horas demor en total esta fase de traslado, pasando por sectores con pavimento, otros con ripio, siempre, en todo caso, al parecer dentro del radio de Santiago. Por ltimo, el vehculo se detuvo en el patio interior de una casa y se nos solicit correr agachados hacia una puerta localizada a un par de metros. Note333.
Cuando los profesionales, desorientados y confundidos, pudieron sacarse las frazadas del rostro, lo primero que vieron, despus del incomodo viaje, fue una mesa con vasitos plsticos, un par de Coca Colas de litro y una docena de sndwiches de jamn con queso En las paredes, una bandera del FPMR y otra chilena El motivo de la conferencia era mltiple. El 14 de noviembre el movimiento extremista cumpli tres aos de vida (este dato es errado, ya que es el 14 de diciembre. N. de R.) y junto con entregar un Manifiesto (Adelante Rodriguistas, adelante chileno, la victoria ser nuestra) presentaron un librillo de Patricio Manns titulado Notas sobre el patriota Manuel Rodrguez Erdoyza . Pero lo ms importante, tal como lo adelant HOY N 490, era la reivindicacin poltica, al menos en parte, de los descubrimientos de los arsenales de Carrizal Bajo. Note334.
Con estas conferencias de prensa se ayudaba a llevar el trabajo del Frente a un nivel pblico, de esta manera su presencia trascendi las fronteras y cada vez se escriba ms acerca de este grupo armado. Un caso de estos fueron la serie de reportajes que public el argentino Arturo Marcos Lozza, en Chile sublevado, reportaje al FPMR, este trabajo se publico a inicios de 1986 en Argentina. Otro trabajo con similares caractersticas fue realizado por Ramn Cataldi y se denomin, Chile, la rebelin popular reportaje al FPMR y a la resistencia. Sin embargo an as era difcil acceder a esas informaciones libremente, por tanto los Rodriguistas seguan ingenindoselas para que todo lo que se escribiese acerca de ellos, llegara a la mayor cantidad de personas. Mira cuando haban elementos importantes se intervena a travs de una radio o muchas veces se recurri al canje de alguien por informacin, o sea cuando se secuestr a Obando, al paco, se pide que se entregue un informativo, una informacin a travs de la prensa, lo mismo se hizo con Carreo, aparte de repartir alimentos en las poblaciones perifricas, se peda que se leyeran los comunicados del frente, y esto tena que ver fundamentalmente con cuan importante era lo que se quera decir, Note335.
En esa direccin se inscriban los diferentes secuestros que realiz el frente, as en los aos 80 las solicitudes por la libertad de Sebastin Bertolone (Subdirector del diario La Nacin), German Ovando (Cabo de Carabineros) y Carlos Carreo Note336. (Teniente Coronel de Ejrcito) se acotaban a la publicacin y difusin en diarios, revistas, radios y televisin de proclamas, cartas dirigidas a Carabineros y Ejrcito, o simplemente la autora del hecho Note337. . Sin embargo el slo hecho de realizar cualquier tipo de accin representaba un acto propagandstico, ya que las llamadas telefnicas reclamando la autora del hecho provocaba la curiosidad ciudadana de saber ms detalles de este grupo clandestino. Las diferentes acciones del Frente que causaron gran revuelo en el pas como el rescate de Fernando Larenas, el caso arsenales, el atentado a Pinochet, las diferentes fugas de Rodriguistas desde las crceles, los secuestros perpetrados o el asalto al poblado de Los Quees, tambin sirvieron de medio para enviar mensajes al pas, de las intenciones del FPMR. A medida que transcurran los aos 80, no todo fue felicidad y aciertos para el Frente, ya que paulatinamente comenzaron a caer muertos muchos combatientes y a ser encarcelados otros. Sin embargo este ltimo hecho fue utilizado para beneficio propio, esto debido a la condicin de personajes pblicos que adquiran los presos Rodriguistas, con ellos fueron varios los que adquirieron la condicin de voceros del Frente, siendo voces visibles y autorizadas para hablar a nombre de la organizacin. As el contacto pblico con Rodriguistas se hizo cotidiano, especialmente para reporteros asiduos de tener la exclusiva con los presos del Frente. El cerco informativo de la dictadura es muy fuerte, la televisin miente. La radio Manuel Rodrguez es una contribucin a romper la desinformacin oficialista, por cierto, no la nica y muy modesta, pero es una demostracin ms de la iniciativa de los patriotas. Note338.
Pero como medio de comunicacin, el Frente tambin cont con una radio, la cual interfera las seales normales de los canales nacionales, y transmita por algunos minutos directamente a sus oyentes, estaba la radio intervenida territorialmente, tena un alcance de ms o menos 3000 Km., donde se informaba de acciones que se haban hecho, se adjudicaban cosas, y la radio tambin serva para eso. Note339.
Este proyecto radial se realizaba de manera sorpresiva, aunque prefera los horarios en que se transmitan programas de mayor audiencia. Su duracin deba ser limitada ante la posibilidad de ser detectada su seal por los agentes del Estado. Su implementacin no dejaba de sorprender, siendo nuevamente una creacin de ingenio por los Rodriguistas. La radio, en verdad, transmite regularmente varias veces en un mismo da. En ocasiones muchas veces. Por ejemplo, para el Festival de Via salimos diez veces, completando ms de cien transmisiones durante todo el evento. Para el ao nuevo interrumpimos el discurso del dictador y ahora para el Mundial de ftbol hicimos nada menos que quinientas transmisiones. Hubo das, en que los partidos eran importantes, en que hicimos veinte transmisiones en un solo da. Note340.
Esta forma de romper el cerco informativo de la dictadura dio excelentes resultados, ya que a causa de sus transmisiones comenz el secreto a voces, acerca de la osada de los rodriguistas encargados de implementar esta radio Manuel Rodrguez, la voz del Frente. La avalancha de mensajes cortos y directos se hizo escuchar en diferentes zonas de Santiago, sorprendiendo siempre a sus inestables auditores. En estricto rigor, las transmisiones de radio Manuel Rodrguez son interferencias a la televisin. Un hecho que ha despertado simpata fue nuestra campaa paro nacional con motivo del Mundial, en la que interferamos los avisos durante los partidos mismos con consignas muy cortas paro nacional para echar a Pinochet y otra que deca El paro nacional es el 2 y 3 de julio. Note341.
Paralelamente cada grupo derivado del Frente tambin contaba con su publicacin, as las Milicias Rodriguistas tenan la Barricada, posteriormente a fines de 1988 surgi la Juventud Patritica, la cual se compuso de jvenes militantes salidos del campo estudiantil preferentemente, ellos tambin contaron con su rgano de propaganda. Sin embargo estas instancias y las que surgieron despus de 1990, no contaron con la fuerza ni los medios que posea El Rodriguista, por lo tanto no alcanzaban a ser conocidas por una gran cantidad de personas. Este ao tambin es importante para el FPMR, en trminos de instalar su presencia en el movimiento popular, con mayor extensin e intensidad. Por ello, aparte de El Rodriguista, el rgano oficial del FPMR, surgen algunas nuevas publicaciones, como El Patriota, rgano oficial de las MR de la regin metropolitana, o Hermano, publicacin oficial de la Juventud Patritica (JP). Dentro de esa misma lgica se encontraba el desarrollo de las brigadas muralistas Cecilia Magni y Ral Pellegrn Note342. . Con los nuevos tiempos los Rodriguistas que siguieron con las armas en la mano, fueron perdiendo medios como para realizar conferencias, interferir seales de TV u ocupar radioemisoras, con tal de explicar sus polticas. Su labor comunicacional se remiti a las acciones armadas, y al bullado secuestro de Cristian Edwards, operacin que como rescate solicit una gruesa cantidad de dlares, destinados a impedir la extincin del Frente, lo que nos lleva a nosotros a realizar la penltima gran accin, en virtud de que ya no tenamos los recursos para la mantencin de la organizacin y por lo tanto tenamos que allegar recursos de algn lado, entonces se recurre al secuestro. Note343. Lo que s se continuo utilizando como forma de allegar informacin a los ciudadanos, fueron las entrevistas a voceros que se encontraban encarcelados o en el extranjero y en alguna ocasin los videos enviados a determinados medios de prensa con entrevistas pregrabadas. En definitiva las mltiples formas que auto implementaron los Rodriguistas, no dejan de ser ingeniosas y muy planificadas, demostrando que exista un trabajo incesante y serio de todos los participantes de esas operaciones. Tampoco hay que olvidar la propaganda ms cotidiana y annima del rayado mural, no menos importante, que vaci miles de latas de spray en las paredes de Chile, llamando al sabotaje, al meeting, al caceroleo etc. y que con mensajes cortos y directos, por la premura del tiempo, informo de las acciones a realizar. El apoyo ms all de las fronteras: la solidaridad desde el extranjero a la lucha armada del FPMR Cada vez que un pas se ve azotado por catstrofes humanas y naturales, la comunidad internacional se conmueve y solidariza abiertamente con esos territorios afectados. Ese apoyo se ve multiplicado si la Nacin daada es tercer mundista y su pobreza es abismante. Chile fue uno de los pases que se benefici por esa solidaridad, tal vez por la simpata que despertaba en el mundo, al ser un pas pequeo, alejado de las grandes urbes y de gente sencilla y humilde. Con el golpe de Estado de 1973, la solidaridad no se hizo esperar, obviamente que con las personas que seran perseguidas por haber adherido al gobierno de Salvador Allende, as fueron miles de chilenos los que se vieron obligados a dejar su pas y aceptar la solidaridad de naciones de todo el orbe, la mayora viaj a Argentina, Mxico, Espaa, Alemania, Francia e Italia, sin embargo paralelamente al proceso reacogida de exiliados y perseguidos polticos chilenos, se comenzaba a cimentar otro tipo de solidaridad con el pueblo chileno, la cual no era otra cosa que la preparacin de efectivos militares chilenos, que en algn momento tuvieran que volver a Chile esta vez con las armas en la mano. Esa labor de preparacin combativa a exiliados chilenos, la mayora militantes comunistas, se llev a cabo en pases Europeos de la orbita sovitica y en Cuba, yo creo que nos formamos en distintos lugares guerrilleros no slo en Cuba, no slo en los ejrcitos regulares, tambin hubo una cantidad de formacin de combatientes en fuerzas militares combatientes en distintos pases. Note344.
Con el correr de los aos 70, los proyectos combativos chilenos eran toda una realidad, decenas de chilenos siguieron preparndose y recibiendo instruccin en academias militares y ejrcitos nacionales de pases socialistas: Nosotros lo hemos reconocido pblicamente hace muchos aos, tuvimos una serie de apoyos, humanos, logsticos, materiales en primer lugar contamos afortunadamente con la formacin de una cantidad significativa de combatientes en escuelas formales de los que en esa poca era el campo socialista, me refiero tanto a formacin completa tcnico militar como formacin combativa de guerrilla urbana en distinta faceta, hay una cantidad de compaeros que se form en logstica, sanidad militar, en mtodos conspirativos, aspectos tcticos y tambin en varios aspectos de guerra sub urbana, guerra de campo, Note345.
Con la llegada de los aos 80 y el nacimiento formal del FPMR, la instruccin de militantes del Frente no ceso, por el contrario fueron aun ms los jvenes rodriguistas que cruzaron las fronteras para adquirir conocimientos militares, yo creo que desde el nacimiento del frente en adelante es donde tenemos la mayor cantidad de personas formadas militarmente, gente que siendo combatiente se fue a formar y volva, una enorme cantidad de personas y eso era muy importante, Note346. este proceso de instruccin en el extranjero tambin fomentaba la moral combativa, ya que vislumbraba un apoyo no slo desde el interior del pas, sino tambin desde diversas latitudes del planeta. yo era uno de los cientos que hacan los cursos de combatientes, uno ms en una larga y prolongada lnea de hombres y mujeres que haban optado de una u otra forma para hacerse soldados de una clase particular. Desde que nuestro tiranuelo tom los anchos mrgenes del Estado, Cuba, aquella tierra particular, nos abra sus suelos y recursos para hacer de nuestra rebelin algo ms que un intento desesperado. Note347.
Sin embargo, ese apoyo no slo se manifestaba en la preparacin de combatientes, sino tambin en apoyo econmico, y de armamento, no hay que olvidar las armas descubiertas en Carrizal Bajo a principios de agosto de 1986, las cuales alcanzaban a varias toneladas incluyendo municiones, pertrechos de guerra, literatura, armas y explosivos Note348. . recibimos no slo instruccin de ellos, recibimos apoyo econmico, apoyo material, indiscutiblemente recibimos el apoyo logstico, que queda comprobado en el ingreso de toda esa cantidad de toneladas de armas por carrizal, Note349.
Se vea apoyo en funcin de que no estbamos solos, de que las mismas armas no llegaron por arte de magia, hubo un apoyo, una triangulacin ms o menos interesante ah detrs, de otros pases en realidad que estaban interviniendo, muchas armas venan de Vietnam, entonces se senta un apoyo fuerte de afuera, sobre todo de los pases que estaban al otro lado del eje, del otro lado del muro, que era un apoyo ms fri obviamente, pero el apoyo Centro americano tambin se senta, Note350.
La necesidad de recursos combativos y logsticos estaban en cierta manera solventados, ello permiti a los rodriguistas desarrollar una cantidad de acciones que tal vez en otras circunstancias hubiesen sido imposibles de realizar, esto a pesar de haber sido descubiertos las armas de Carrizal Bajo. era tranquilizador de alguna manera, el saber que tenamos capacidades humanas de esa envergadura en nuestra fuerza, era importante, te daba la perspectiva del futuro, de que ramos capaces de pasar en un minuto a golpear ms duro, o sea cosas que alcanzamos a hacer, a tirar cohetes, nosotros en nuestra lucha alcanzamos a tirar varias piezas de artillera menor a cuarteles militares, mucha informacin que de repente no esta, y eso es fruto de gente que fue formada afuera, que no tenamos la capacidad interna de lograr esos conocimientos, no bamos a ser capaces de lograr ese nivel tcnico de la nada, Note351.
As las acciones de sabotaje, de hostigamiento a cuarteles militares, de carabineros y CNI, se desarrollaban con armamento de grueso calibre, igualando en cierta manera el poder de fuego que utilizaba las FFAA, Carabineros y la CNI contra el pueblo. Este nuevo escenario se deba en gran medida al aporte extranjero y al ingenio de los combatientes rodriguistas, ya que stos en sus primeros aos supieron suplir la carencia de medios, y la constante persecucin de que eran presa, por los aparatos de seguridad de la dictadura. Entonces el apoyo internacional yo creo que y sin tapujos lo hemos dicho en todo este tiempo, era para nuestras pretensiones vital, si no hubisemos contado por ejemplo, entiendo yo con ese apoyo logstico de toneladas de armamento, hubiese sido imposible plantearse el nivel de golpes que necesitbamos dar para la sublevacin, entonces tambin el saber que contbamos con esto nos permita establecer una lnea de accin poltico militar y me imagino, yo estaba preso en esa poca, pero quienes delinearon esta poltica de sublevacin del ao 86, consideraron en sus supuestos todo este apoyo que ya tenamos y el que vena, para establecer que ramos capaces de aportar y de transformar esta rebelda en una sublevacin. Note352.
El aporte econmico llegado desde el extranjero era tan necesario como las armas, ya que con ese dinero el Frente poda echar a andar diferentes operaciones, las cuales no necesariamente tenan que ver con el uso de armas. Los recursos econmicos proporcionaban al Frente una seguridad para toda la infraestructura rodriguista, as el arriendo de propiedades Note353. , vehculos, la edicin de sus diferentes publicaciones, etc. Creo que el apoyo que recibimos a nivel internacional en todas estas facetas es enorme y de eso dependi en gran medida la capacidad que tuvimos de operar, hubo una fuente yo dira trascendente de financiamiento del trabajo clandestino del frente, fue el apoyo econmico que recibimos desde el exterior, porque efectivamente con los aportes que tenamos desde adentro, con la recuperaciones que ramos capaces de hacer, no era suficiente, era ms bien el complemento de todo el apoyo que recibamos en todos estos aspectos, econmico, materiales, logsticos, humanos. Note354.
Por otro lado si bien en el Frente no exista un sueldo, s haba una cooperacin para los combatientes que se encontraban clandestinos, as mismo cada uno de los encargados logstico reciban su aporte monetario, destinado a cubrir las necesidades de sus diferentes actividades relacionadas con el trabajo conspirativo, transporte de armas, chequeo de futuros objetivos etc. Otros recursos econmicos deban solventar las necesidades de las diferentes casas de seguridad, en las cuales se deban pagar los servicios bsicos y alimentar a sus moradores. Esas casas aumentaban en costos de mantencin, cuando se desarrollaban escuelas, es decir, llegaban nuevos moradores por algunos das a recibir instruccin militar, por tanto durante su permanencia se les deba alimentar. En otras situaciones los recursos monetarios contribuan a apoyar a los ayudistas o amigos del Frente, que se vean en algn momento complicados econmicamente, a veces simplemente para ayudar a parar la olla, un da el dueo de casa qued cesante, nosotros pagbamos, cuando haba plata. Note355. Estos amigos del Frente eran quienes facilitaban sus casas para que sirviera de buzn, que se construyera un barretn que ocultara las armas, o simplemente para realizar reuniones o esconder a algn combatiente. El apoyo extranjero produca un golpe anmico dentro de los combatientes, ya que no slo se trataba de un aporte material y econmico, sino tambin de aprobacin, de no pocos sectores, al desempeo del FPMR. Todas esas situaciones daban cuenta de la gran cantidad de ojos que estaban puestos en Chile en ese momento desde el extranjero. saber que haba un planeta entero que quera el termino de esta dictadura, tambin te daba esa sensacin de que el aporte que estbamos haciendo, estaba en la direccin de la mayora de la gente, de la humanidad, y que de esa humanidad haba un sector importante que estaba de acuerdo, con la forma que nosotros estbamos impulsando. Note356.
La presencia combativa extranjera en territorio chileno tambin se hizo notar, tal vez no en gran nmero, ni en labores que significaran el uso de armas, pero s en otro tipo de trabajo tan importante como el citado anteriormente. As los extranjeros de preferencia se encargaron de labores de chequeo de objetivos, bsqueda de sitios para realizar instrucciones, o ser la fachada de familias extranjeras interesadas en arrendar casas, vehculos o paseos en helicpteros. Y te tocaba ver cosas as en la calle de repente, o sea pasaba gente que t cachabas que no eran de ac o sabas que haba gente, no se pos colombianos de repente entraban, en ese sentido no estbamos solos, espaoles tambin, que todava hay dando vueltas por ah. Note357.
habamos salido con Oscar junto a una de las mujeres encargadas de toda la exploracin del sitio. Ella era conocida como la gringa, no por capricho de seudnimo sino porque ella era realmente gringa, hablaba en un castellano espantoso, pero nadie sospechara de ella y su excntrico fsico extranjero. Era de aquellas forneas que venan a prestar su colaboracin con esta guerra que librbamos los criollos, pero de buena manera, exista en ella esa honestidad necesaria para arriesgarse en nuestras travesas. Note358.
Ese mismo aporte desinteresado que dieron los extranjeros en Chile, fue el que entregaron los numerosos oficiales rodriguistas en diferentes latitudes del orbe, la mayora aportando en la lucha que se desarrollaba en Centroamrica, en donde varios se destacaron y otros tantos cayeron en combate. Esos enfrentamientos por un lado confirmaban el internacionalismo revolucionario de los combatientes rodriguistas, y por otro los fogueaba en el combate que posteriormente deban librar en Chile. Por otra parte recibimos el apoyo de una cantidad de chilenos en el exilio muy importante, yo creo que en los 80 fuimos una organizacin que recibi mucho apoyo del exilio chileno y de otras organizaciones combativas de distintos pases. Note359.
Un apoyo importante tambin lo dieron los exiliados chilenos, los cuales repartidos por todo el mundo, se las ingeniaban para realizar actividades tendientes a generar recursos, destinados a la lucha contra la dictadura, haba apoyo fuerte de los exiliados primero, se hacia mucha actividad afuera para reunir fondos, Note360. as las peas folklricas, las jornadas de ayuda a Chile o recitales de grupos chilenos en el exilio, se convertan en la mejor forma de aportar econmicamente al Frente y su lucha, as era como en ciertas fechas realizaban y se daban a la tarea de organizar peas y ramadas cuando las circunstancias lo requeran, engullendo vinos y empanadas, anticuchos y toda clase de objetos comestibles tradicionales de su amada tierra chilena. El nico objetivo era recaudar fondos para los patriotas que liberaban el pas. Note361.
Ese apoyo tambin se traduca en recibir a los combatientes chilenos o a sus familias, cuando la persecucin de los aparatos de seguridad se haca insostenible. As la cadena solidaria con el proyecto rodriguista se extenda por diversas latitudes. Muchas casas de chilenos en el extranjero se convirtieron en casas posadas, para los rodriguistas que deban continuar su eterno camino de libertad. recibimos el apoyo de exiliados chilenos, de organizaciones polticas y sociales en distintas partes del mundo, y de gobiernos del mundo, cuando hubo necesidad que combatientes y sus familias; o combatientes o familias tuvieran que salir al exilio, o tuvieran que salir clandestinos de Chile, o retornar de distintos lugares hacia Chile. Note362.
Sin embargo, esos aportes y asesoras combativas fueron menguando por diferentes razones, algunas por conflictos internos del propio Frente o por la misma realidad nacional, la cual al aproximarse a los aos 90 haba modificado radicalmente su mapa poltico, comparado al que exista en los inicios del FPMR. los procesos van decantando, en Nicaragua el frente Sandinista pierde, el gobierno de El Salvador, la guerrilla tranza la salida pactada, Cuba repliega su apoyo irrestricto a los grupos revolucionarios de Latinoamrica en general, cae el muro de Berln, entonces hay una serie de elementos que van tambin gatillando la imposibilitando de conectarse, pero tambin tiene que ver con lo que estaba pasando afuera. Note363.
Por otro lado la situacin en el extranjero no era tan distinta, en relacin a los cambios, ya que la mayora de los pases que haban en antao prestado ayuda al Frente, comienzan a variar en sus polticas, especialmente los que se encontraban hasta 1990 bajo influencia sovitica. En Latinoamrica la fiebre por la Democracia alcanza al combativo Salvador y a la incansable Nicaragua, entonces hubo que llegar a eso, en virtud de que ya no tenamos los recursos que venan desde afuera, que lo entendemos, puede que no nos haya gustado, pero lo entendemos en el compromiso de organizaciones hermanas, pases comprometidos con la causa, pero que a nivel mundial estaban complicadsimos, con seguir aportando a la lucha, pero tampoco los aportes se cortaron total y absolutamente, pero ya eran mucho ms menguados. Note364.
CAPITULO VI. DERROTA, CONTINUIDAD Y REINSERCIN DE LOS RODRIGUISTAS EN LA SOCIEDAD Luego de los agitados das que les toco vivir a los integrantes del FPMR, en los aos 80 e inicios de los 90, se produjo un permanente silencio de sus actividades, el cual slo fue quebrado por el rescate en helicptero que hizo un grupo de ellos en 1996, liberando a cuatro de sus compaeros. Sin embargo, a pesar de ese silencio, las vidas de los combatientes o ex combatientes del Frente continuo, con conflictos y resquemores de asumir una nueva vida, ms serena y alejada del constante trabajo conspirativo. Los problemas para estas personas comienzan como dice Maria Antonieta Mendizbal cuando no se reconoce el carcter poltico de su lucha, por otro lado la normalidad de esta Democracia ha desacelerado su ritmo de vida, con lo cual muchos patrones de vida adoptados en los 80, hoy no tienen una razn de ser. Las necesidades bsicas para sobrevivir luego de abandonar las armas, los sita en una angustia permanente, Estos militares de profesin se encontraron de repente con un mundo civil, sin que les tuviera algn lugar reservado Note365. . Sin embargo no son los nicos problemas que deben enfrentar estos ex combatientes, ya que en la apacibilidad luego del combate, es inevitable cuestionar el pasado, mas aun viendo los resultados de la transicin. Es la hora de evaluar si vali la pena arriesgar la vida, perdiendo otras cosas que en la poca tal vez no eran la prioridad, pero que a estas alturas son difciles de recuperar. fue doloroso porque cuando sal muchos compaeros estaban muertos, me sent insegura, salir a la calle, yo sal el 89 de la crcel, entonces era como complicado y adems apechugar ah con mi hijo sola, igual con el apoyo de mi familia, pero es raro, como que igual te cuesta volver a retomar toda la cosa cotidiana, ms que nada el cuidar a tu hijo, trabajar por l, despus llevarlo al colegio, es como distinto Note366. . Lo que no se puede recuperar irremediablemente son las vidas perdidas en la lucha, son los hermanos que se alejaron obligadamente, y que pagaron el costo de enfrentarse a la dictadura primero y a la Concertacin despus. Sin embargo existen otras perdidas que tampoco se pueden recuperar. La mayora de la gente que se meti en esto posterg todo. Dejaciones grandes, desprenderte, separarte de tus hijos, de tu mujer, porque te ibas para la pelea y no sabias cuando volvas, si volvas no ponas condiciones, era muy clara la cosa si queras esperar, esperabas, sino no Note367. . Yo no volv ms con mi marido, nos separamos cuando yo estaba en la crcel, bueno cuando supe que tena ley anti terrorista le di la opcin que nos separramos. Bueno l supo mi militancia cuando ca presa, fue igual fuerte para l Note368. . Lo malo fue haber perdido a mi familia. Producto de la fuga, de mi situacin personal, de lo poco adaptado que uno sale a la vida social, perd mi matrimonio Note369. . Como lo constatan los testimonios, son muchas las personas que postergaron sus proyectos de vida, los cuales incluan trabajos, estudios, formar familias o viajar a otros pases, sin embargo, en esos momentos pes ms el compromiso con la lucha y se quedaron con las armas del Frente, sin pensar jams, que esos proyectos se iban a ver pospuestos por muchos aos mas y no los 4 o 5 que ellos pensaban. La nueva derrota que sufri un proyecto revolucionario en Chile, a diferencia de la que la antecede, producida en 1973, fue producindose por etapas, no fue una derrota de golpe, ha sido un fracaso que se ha extendido en el tiempo, inicindose sta a mediados de la dcada del 80. En su primera etapa son varios los hechos que la provocan, entre ellas esta la gran cantidad de personas que se baja del carro revolucionario, que avanzaba raudo al rojo amanecer a mediados de los aos 80. La perdida de las armas de Carrizal, la imposibilidad de alcanzar el objetivo en El tiranicidio de septiembre de 1986, la irreparable perdida de 12 Rodriguistas en Julio de 1987, en la denominada Operacin Albania, marcan la primera dispersin que tiene como culminacin la inevitable divisin de aguas del FPMR, su golpe ms duro. Esta primera etapa marca el inicio del debacle del Frente, ya que si bien una gran mayora de los Rodriguistas, sigui combatiendo con las armas en la mano la perpetuacin del rgimen de Pinochet, la perdida de fuerzas y apoyo en la sociedad chilena, ya se haba producido, esto sin embargo, no quiere decir que los Rodriguistas perdieran el apoyo total de la poblacin, pero s se compara numricamente con lo que fue en sus inicios, hay una diferencia diametral. El temor a una salida revolucionaria con un pueblo alzado, con grupos armados operando, empez a producir temor, no en el pueblo, mas bien en los partidos democrticos, y que ante esta nueva realidad temieron por su futuro, el cual ya lo visualizaban en el palacio de la moneda. Este punto es necesario de aclarar, ya que en los comienzos del Frente, en que una gran mayora del pueblo de Chile, deseaba el trmino de la dictadura bajo cualquier forma, incluso la violenta, comenz a apostar por una estrategia que dejaba fuera la violencia armada como posibilidad. Este argumento fue levantado desde el sector de la Alianza Democrtica, conglomerado encabezado por la Democracia Cristiana, que posteriormente se transformara en la actual Concertacin de partidos por la democracia. Este sector negociaba junto con militares, civiles del rgimen, la Iglesia Catlica y EEUU., una salida pactada, que evitara una salida violenta de Pinochet y que desencadenara ms muertes que la ya producidas. As la ciudadana se inclino por la opcin menos arriesgada, sin entender que en realidad la transicin a la democracia, se gestara con la misma Constitucin que gobern Pinochet. Esta decisin fue guiada por los dos sectores que no les convena la salida que guiaba el Frente la Concertacin y la derecha los cuales por medio de campaas anti violencia, remecan las conciencias ciudadanas del horror que provocaban todo tipo de armas, refirindose a las militares y a las revolucionarias. Con ello el camino se les fue despejando, entendiendo que el pueblo, especialmente aquel que no tiene conciencia poltica, o que por lo menos no desconfa de los honorables polticos, optaban por la opcin ms democrtica y que tambin terminara con el rgimen de Pinochet. Esta situacin acelero la salida pactada de Pinochet, aunque la totalidad de los Concertacionistas le resten protagonismo al Frente Patritico, su accin fue una de las causas de que eso sucediera. Por lo tanto, en cierta medida muchos de los que hoy gobiernan el pas, le deben algo a aquellos extremistas que amenazaban a la dictadura en los 80. Esta situacin provoca gran desazn entre los ex combatientes del Frente, ya que an as, tampoco se les ha reconocido su papel como actores sociales, en donde fueron protagonistas de demasiados pasajes, como para ser ignorados. Una de las mayores frustraciones que puede sufrir un combatiente es el desconocimiento a su labor, en donde lo dio todo, y en muchos casos lo perdieron todo, por construir una sociedad mejor. Uno se las jug, dio toda su disposicin y, no hay que ser huevon, la gente, los chilenos, optaron por lo fcil, lo sound, los mall, la televisin. Eso quieren y eso tienen. Pero eso lo digo ahora, despus voy a la pieza, miro los afiches de los hermanos muertos y ah empiezas a cuestionarte Note370. . A lo anterior hay que sumar la frustracin del incumplimiento de los objetivos trazados, ya que de todos los postulados del Frente en su primer manifiesto al pueblo de Chile, no alcanzo ninguno, no se alejo Pinochet del poder, ms bien este se fue, dejando su imagen plasmada en la Constitucin, en el sistema binominal, en los senadores designados, etc. Hay muchos sentimientos encontrados, por otra parte hay una cuota de frustracin por los objetivos incumplidos, por las metas incumplidas, porque nosotros nos organizamos, nos levantamos y empuamos las armas por otra cosa no para la sociedad que tenemos hoy da, para la porquera de pas que hay hoy da Note371. . La frustracin se refleja tambin en ver los resultados que produjo la opcin ms democrtica, ya que ni siquiera los colores del arcoiris, ni el slogan de la alegra ya viene, modificaron las leyes que promulgo Pinochet durante su mandato. no luchamos para reconciliarnos sino para que se hiciera justicia en este pas, entonces el hecho de ver imgenes de que por un lado Aylwin lloraba por el informe Rettig, por otro lado veas a Pinochet aun siendo Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, era sper frustrante, as de que vali tantas muertes, de que vali que tantos compaeros hayan matado, s en el fondo camos en el mismo sistema, pero con otro nombre Note372. . Polticamente tambin existe frustracin, ya que el no reconocimiento incluso viene desde el padre. Para muchos Rodriguistas no ser reconocidos por su propio partido, es una causa de un profundo dolor. Ese dolor se agiganta entendiendo que la poltica de Rebelin Popular de Masas fue creada en el PC, entonces el no reconocer en pblico el sacrificio de cada combatiente, desilusiona a sus antiguos militantes, los cuales en gran masa lo han ido dejando. Yo pase altos y bajos, igual estuve como muy mal en un momento de mi vida, con una depre sper fuerte, adems que fue sper doloroso el no reconocimiento de tu propia gente, de tu Partido Comunista, porque hubo una campaa en una poca, a principios de los 90, en que nosotros igual planteamos varias ideas a nivel poltico, en el congreso del PC, de seguir manteniendo el trabajo poltico, sin dejar de lado la parte militar, y ah nos tacharon de cabezas de pistola, que estbamos cagados de la cabeza, que nos habamos quedado en el pasado. Igual sabamos que el contexto poltico histrico era muy distinto al que habamos vivido en los 80, pero tambin ah nos dimos cuenta que el PC tiro pa la cola Note373. . La derrota del Frente se puede comparar con la acaecida en 1973, entendiendo que ambas se producen en contextos que existe un discurso desde las dirigencias, que se podra triunfar o que s se poda defender el gobierno popular. Una fracaso porque no exista la capacidad material para enfrentarse a un enemigo como el ejrcito, y que irresponsablemente se cultivo en el pueblo la idea de defender el gobierno de Allende con puras ganas, a sabiendas que no exista contingente capacitado, ni armas para hacerlo. En cambio en el caso del Frente, si exista esa capacidad, contingente, armas y un pueblo alzado, sin embargo por diferentes razones tampoco se alcanzo el objetivo. Muchos de los que se dieron cuenta que con esas condiciones tampoco se alcanzaba para triunfar, se retiraron, renegaron, delataron y se salvaron. Los que siguieron combatiendo estuvieron y estn presos, otros permanecen clandestinos, otros rehaciendo lo que queda de sus vidas y otros simplemente estn muertos. Despus de una derrota la continuidad de la vida, queda supeditada a las condiciones de la nueva realidad, en donde ya el combate se retira a otras latitudes, no porque ya no sea necesario dar la pelea, sino ms bien a que las condiciones de la nueva sociedad obligan a dejarla por un tiempo o para siempre. Esas condiciones han sido durante ms de 15 aos, una barrera difcil de quebrar por los combatientes que han tratado de reanudar sus vidas, esta vez alejadas de fusiles y planes operativos. En ese contexto son diferentes las realidades que han vivido los ex combatientes en el ltimo tiempo. Por ejemplo, los militares formados en las academias de guerra del extranjero, es muy difcil que puedan entregar sus conocimientos en las escuelas militares chilenas, por lo tanto deben comenzar desde cero o decidirse a buscar nuevos focos guerrilleros en otras latitudes, que necesiten sus servicios y conocimientos, con ello su transitar se convierte en una nueva incertidumbre de un futuro incierto. Yo hasta el ao 90 tenia postergado todo, siempre en funcin de la pelea, yo soy militar profesional y es una carrera que no me sirve para nada, no me van a aceptar en el ejercito, no creo, es difcil. Es una carrera que no era mi vocacin, me hubiera gustado estudiar cualquier cosa, tenia muy bien decidido lo que me gustaba Note374. . Ese comenzar de nuevo se complica, al incidir en las conciencias de estas personas, quienes ven que ningn proyecto lo pueden terminar, transformando su vida en un incesante deambular por proyectos, siempre comenzando desde cero, y sin dejar de ser eternos miembros de un contingente militar inactivo. En general los Rodriguistas, mantienen prcticas que fueron asimiladas por su cuerpo al entrar a militar, no es extrao verlos an perseguidos, chequendose, haciendo rompimientos para verificar un posible seguimiento, y en lo operativo pueden instintivamente seguir diseando mentalmente un plano operativo en cosa de segundos, y sin hacer grandes esfuerzos por descubrir detalles, que solo su ojo agudo puede detectar. Existen muchos casos de ex combatientes que siguen estando clandestinos en plena democracia, ellos han tenido que sobrevivir en esta nueva sociedad, sin identidad, sin carnet de identidad, trabajando sin contratos, ni sueldos dignos, evitando as la presentacin de sus antecedentes. El ex preso poltico sale marcado de su detencin, es discriminado socialmente, se pierden amigos, trabajo, a veces la familia. Le es muy difcil borrar esta marca impuesta por la dictadura. Las posibilidades de acceso a fuentes laborales son mnimas, ya que en general se investigan los antecedentes polticos y penales para contratar a una persona Note375. . Hay algunos que incluso ya murieron como es el caso de Diego Lira Matus, fallecido el 28 de diciembre del 2003, este ex combatiente vivi 14 aos en la clandestinidad, prfugo de la justicia, ya que fue uno de los fugados de la crcel publica el ao 1990 Note376. . Sobrevivi en el anonimato, relacionndose con sus cercanos, viviendo la angustia de la delacin compensada y de un nuevo encierro, el cual no distaba mucho del que vivi en las calles de la democracia, ese encierro sin muros que no lo dejo caminar libremente con su verdadera identidad. Existen tambin un contingente enorme de Rodriguistas que por cosas del destino nunca fueron detectados por los aparatos de inteligencia de la dictadura y de la Concertacin, por lo tanto nunca estuvieron detenidos, ni fueron sospechosos de pertenecer al Frente, ellos han mantenido su identidad alejada de su clandestina militancia, ignorando sus familias y amigos el pasado combativo de estos. Uno de los oficiales Rodriguistas entrevistados, me hablo de las serias dificultades que encuentran, los combatientes del FPMR que no fueron detectados por los servicios de seguridad, en la bsqueda de empleo, de apoyo financiero del Estado para normalizar sus vidas y de asistencia mdica para curar sufrimientos, de lo que francamente llama psicosis de guerra Note377. . Quizs para muchos resulte gratificante el no tener sus antecedentes manchados, sin embargo, ese silencio a permanecido mucho tiempo acallado, sin salir a la luz, produciendo un dao interno enorme, que produce fobias, temores o inseguridades, las cuales complican la nueva vida de estos afortunados prfugos de la inteligencia. Muchos de ellos vieron con horror la muerte de sus hermanos de armas, unos pocos quizs vieron hechos que clarificaran ante la justicia, los presuntos enfrentamientos en los cuales no pocos Rodriguistas perdieron sus vidas. Si bien una cantidad de estos casos recurrieron a sanarse mentalmente no porque estuvieran locos, sino para asimilar las vivencias que les toco pasar en centros de ayuda para ex combatientes, esta posibilidad prontamente fue abortada, al ser un nicho de informacin para los gobiernos democrticos y su oficina de seguridad, quienes utilizaron la sanacin de unos, para dar con el paradero de otros Rodriguistas, o para informarse sobre acciones realizadas en el pasado. Para ello, se vali de la actitud antietica de su esposa Consuelo Maquiavelo, que siendo sicloga del FASIC utilizo informacin de una paciente referida a Ricardo Palma tratando de ganar la confianza de esta. As Guardia logr enterarse de una serie de antecedentes y en particular del papel del Palma dentro de la organizacin Note378. . Un caso que grafica lo anterior, son las argucias que se usaron para dar con el paradero de Ricardo Palma Salamanca, sindicado como uno de los autores del asesinato del senador Jaime Guzmn y el secuestro de Cristian Edwards. As entre un apoyo interesado a quienes dejaban las armas, la Concertacin encarcelaba a quienes seguan en guerra con el sistema y su democracia. Se nos coment en la "Oficina" que cay a travs de una hermana. Ella asista a unas sesiones de salud mental en el Fasic y en una de las consultas le coment a su siquiatra que estaba preocupada por el hermano, porque este haba participado en la muerte de Guzmn. Ella lo haba notado alterado y estaba muy asustada. Quera saber qu hacer. Result que la siquiatra era pareja de Lenin Guardia, a quien le cont lo del "Negro" Palma. As, finalmente, Guardia le llevo la informacin a Belisario Velasco y se iniciaron las acciones para detener a Palma. De hecho, el "Negro" se encontraba clandestino y la hermana, a travs de esa convivencia con la siquiatra, se le hizo un chequeo hasta llegar a l Note379. . Un tema polmico, que involucra la tica, la moral y la reinsercin en la sociedad, es el tema de asaltos con fines personales, en los cuales varios integrantes del Frente se vieron involucrados en la dcada del 90. Esta situacin abordada como una consecuencia de las pocas posibilidades, ciertas, para que los ex combatientes obtengan trabajo, no ha sido entendida en el contexto que se produce, ms bien se le prejuzga sin escarbar en las realidades de vida, de aquellos delincuentes. en los noventa, despus de alejarnos de las juventudes, de estar desencantado de la democracia, no estbamos ni ah con Aylwin, desencantado del partido que haba renunciado a todo, haba una crisis tremenda y, claro, all nos dedicamos a robar, asaltando bancos Note380. . Obviamente que moralmente estas practicas son repudiadas por los Rodriguistas, la cual alejada de toda tica revolucionaria mina negativamente en contra del honor combatiente, de quienes nunca pensaron individualmente, dejando incluso sus intereses fuera de la organizacin. Sin embargo, cuando las posibilidades de intentar reanudar un proyecto de vida no existen, cuando lo nico que se sabe hacer es disparar y conspirar, son pocos los trabajos que necesiten esas capacidades. Es muy triste, y es verdad que a algunos se les dio vuelta el arma del amor y la verdad, y la usaron para comer, alimentar a sus hijos y poder hacer algo en la vida.Por que ha sido muy ingrata la Concertacin en comprender a los combatientes. Es muy delicado cuando t no tienes que darle de comer a tus hijos, cuando no te dan trabajo, cuando te persiguen con colas, con detectives y dems, y tratan de humillarte y ubicarte como un ciudadano de segunda clase Note381. . Por otro lado estn las familias y los hijos quienes no saben de moral, ni tica revolucionaria, pero si saben de lo que se siente cuando existe hambre, cuando se acerca el fin de mes, etc., lo que en cierta medida vendra a justificar esta medida de auto beneficio. Vivimos la derrota y nosotros formamos parte del ejercito de los derrotados. Nosotros queramos ganar, queramos tomarnos el poder en este pas y no fue as. La realidad indica que no fue as, que a nuestros jefes los mataron corre por tu vida, slvate! Y eso nos pas a todos. Y despus, cmo vivimos los 90, en la derrota, en la droga, en el alcohol, en las fiestas, en ganar plata, en juntar plata. Algunos se hicieron msticos, otros se dedicaron a leer el tarot, el I Ching, otros se dedicaron hacer literatura, otros, a robar Note382.
Un caso que aun hoy da es de contingencia es el de los presos polticos, estos combatientes tampoco han recibido un trato digno como luchadores sociales que son. Su situacin luego del encierro por aos deja un saldo negativo en varios aspectos, tanto morales, fsicos y psquicos. Esta situacin ya en 1990 era reconocida por el doctor Carlos Madariaga, quien trabajo en las crceles con presos polticos y sus familiares, tratando de aminorar el deterioro especialmente psquico que produce el encierro. El encarcelamiento por razones polticas en Chile determina gravsimos riesgos para la integridad fsica y psicolgica de las personas. El trabajo teraputico de CINTRAS en el interior de las crceles nos ha permitido constatar que casi sin excepciones cada prisionero ha sido severamente torturado por organismos de seguridad previamente a su encarcelacin, por lo que ingresa al penal en un estado psicolgico que da clara cuenta del reciente padecimiento. La institulizacin del detenido va acompaada de medidas punitivas emanadas de las fiscalias militares que lo condenan a largos periodos de incomunicacin. De esta forma, se le somete a una nueva etapa de privacin psicosensorial, restricciones alimentaras y condiciones insalubres, que lo privan de la posibilidad de elaborar su experiencia traumtica y agravan sus lesiones somticas Note383. . Sin embargo posteriormente estando ya en las calles, las consecuencias no se acaban, ms bien aparecen otras, relacionadas con el intento de volver a una normalidad, la cual es difcil de implementar, tras largos periodos de encierro. Un preso poltico debe asimilar los aos que paso en la crcel, en que existen un mundo diferente al que dejo aos atrs, debe lidiar con el sistema la posibilidad de encontrar trabajo recordemos que al pertenecer a una organizacin revolucionaria, el combatiente sobreviva con aportes de la organizacin ya que debe mantener a su familia. En ese sentido la crcel es una marca que dificulta, incluso a las personas que tienen un titulo profesional, coartando las posibilidades de encontrar un trabajo acorde a sus capacidades. En definitiva estos ex presos deben conformarse con trabajos que no requieren mayores antecedentes sobre su pasado, pero que por contrapartida son mal remunerados y que tampoco satisfacen las expectativas profesionales de los que estudiaron en el pasado una profesin. Esa realidad la viven hoy da aquellos que posteriormente a su estada en la crcel estudiaron, pero que por su pasado extremista, deben conformarse con lo que les ofrece el mercado laboral. el hecho de que en mi papel de antecedentes me salga la ley anti terrorista, al comienzo me provocaba risa, pero ahora ya me da mucha lata, me limita demasiado, adems que este en un papel puesto, que te tilda de terrorista, hay mucha rabia, porque hasta el da de hoy me sale, adems me limita para mi quehacer cotidiano, para poder buscar un trabajo, incluso hace poco yo postule al Cosam, para hacer mi practica en psicologa y ah tu tienes que llenar un formulario, y eso lo llevan a las instituciones del Estado, entonces ah me salto esta cuestin, Entonces igual te sientes fichado hasta el da de hoy, es decir ahora como los enemigos son ms invisibles que antes Note384. . Una realidad diferente es la que sufren los condenados a la pena de extraamiento, los cuales lejos de hallar una vida normal lejos de su tierra, deben someterse a una obligada adaptacin en el idioma, la cultura, el clima y otros factores que tal vez no se nombren a la hora de describir el exilio. Este contingente de afortunados por la justicia al obtener la libertad han debido sobrevivir solos, en otra cultura, alejados de sus familias y amigos, quizs sean los casos menos conocidos, por la lejana y el olvido que esta produce, pero son parte tambin de esta historia de derrotados. Yo no s si podra hablar hasta ahora de vida normal, porque estoy lejos de mi familia, estuve muchos aos con prohibicin de ingresar al pas y le puedes preguntar a mi familia o a la gente que estuvo en la crcel, yo nunca hable de irme del pas, siempre quise quedarme ac, estudiar ac y en cierta manera reinsertarme ac y darme de nuevo una oportunidad personal, como te deca al principio de la entrevista, nosotros pensbamos que esto iba a cambiar y la posibilidad de formarse profesionalmente, personalmente, las podamos dejar para despus y eso es lo que quera hacer yo antes de que nos dieran el extraamiento Note385. . Sin embargo, a pesar de los constantes golpes y obstculos que han debido sortear, los Rodriguistas siguen en pie, muchos ya no estn ni siquiera en las dos organizaciones que derivan del FPMR de mediados de los 80, pero todos, los antiguos y los no tanto, han continuado tratando de hacer cosas. Eso lo demuestra la gran cantidad de ex combatientes que han estudiado y que ven en esta faceta su nueva trinchera de lucha. Despus que estuvimos detenidos y ahora que llego la democracia, igual me he juntado con varios de ellos, como que se han formado grupitos, como los veteranos de guerra, recordando viejos tiempos y tratando de formar algo, pero estamos ah. Pero adems todos los que quedamos, la mayora estamos estudiando, estamos trabajando desde otra trinchera, ahora ya no en el Frente, ni a nivel de la va armada, pero s entregando un granito de arena a la sociedad en mi trabajo social, que lo hago a travs de la psicologa, y de hecho yo estudie esto justamente para poder aportar y ayudar a compaeros, que igual no han tenido como la posibilidad de hablar como yo, porque ms que mal yo como fui detenida tuve la posibilidad de contar lo que a m me sucedi, pero hay muchos que quedaron vivos y no han podido contar su historia, vivieron la crueldad de esa noche, pero ellos no han tenido como yo, la posibilidad de contar a ciencia cierta lo que les paso Note386. . Otro bastin Rodriguista, lleno de orgullo y dignidad lo representan quienes han seguido presos en las crceles de la Concertacin Note387. . Estos Rodriguistas tambin son parte del contingente de olvidados, ya que su situacin social comparada con la que vivieron los presos de Pinochet, los sita en un gran abandono de parte de la sociedad. Estos presos sufrieron el silencio social de los 90 y a no mediar el constante apoyo de sus familiares y amigos, junto a organizaciones populares, juveniles, anarquistas, estudiantiles, su situacin hubiese estado en el abandono total. No son muchos quizs en nmero los antiguos Rodriguistas, que continan trabajando en el MPMR o en el FPMR, sin embargo estos sumados a los que estn insertos en trabajos poblacionales, preuniversitarios populares y colectivos juveniles, abarcan un contingente que entrega a diario la experiencia de los combates del pasado, a quienes hoy dan la pelea en otros mbitos, cambiando los fusiles por libros y lpices y apostando en las nuevas generaciones la posibilidad de concretar lo que el Frente y las otras organizaciones revolucionarias de la poca no alcanzaron a realizar. si confi en los procesos sociales que viven los pueblos, los pueblos pueden dormir mucho tiempo pero despiertan, alguna vez despiertan y eso nos esta enseando Amrica Latina todos los das, creo que esa es la ptica que me regalo la experiencia militante, poder apreciar esos matices, poder valorar lo que hicieron los argentinos, aunque no importa que estn como estn, pero dieron una tremenda leccin, cuando les llego la ira mas arriba del pelo y botaron a 5 gobiernos en una semana, o sea eso es posible si a eso tu lo dotas de otra conciencia, lo dotas de otras capacidades orgnicas, tienes otro pas y otro mundo Note388. . Tal vez es un triunfo de consuelo para tanto sacrificio en aos de combate, pero la memoria de la poblacin an recuerda esas jornadas en que la proteccin de los Rodriguistas impidi que la violencia represiva fuese ejercida contra los pobladores. Es paradojal que a 15 aos de los ltimos grandes combates del Frente, hoy da no sean los jvenes de esa poca, quines recuerdan a los hroes del Frente, y sean los hijos de esa generacin quienes autodenominen colectivos o preuniversitarios populares con el nombre de aquellos combatientes de antao. Esta situacin trasciende a los aos y de toda la estigmatizacin orquestada de los gobiernos de la Concertacin, quienes tras arrebatarle prcticamente de las manos las armas a los Rodriguistas, comenzaron un enlodamiento de la imagen del FPMR. A pesar de ello los murales en diversos recovecos poblacionales siguen recordando a quienes no hace mucho transitaron esos pasajes, claro que con fusiles y granadas de mano. Este nuevo despertar subterrneo de nuevos rebeldes provoca un sin nmero de preguntas, Qu quedo del Frente en esos barrios?, es un consuelo que se siga recordando a quienes murieron combatiendo?porque hoy tras un largo silencio, vuelven a aparecer bastiones de memoria en las poblaciones?, Por qu hoy son jvenes y nios quienes recuerdan a los hermanos Vergara o a los jvenes asesinados en la operacin Albania?, Por qu la gran mayora de quienes participan activamente por la libertad de los presos polticos son jvenes? Quizs estas preguntas aun no deban tener respuesta definitiva, lo que s es factible de visualizar en un futuro cercano, es que cualquier proyecto poltico armado que aparezca, debe tomar como experiencia y enseanza los aciertos y errores cometidos por todos los grupos armados que lucharon con las armas en la mano hasta hace un tiempo atrs, llmese FPMR, MIR y MJL. lo que aprend como ser humano en mi calidad de combatiente del Frente no tiene precio, es un tesoro de incalculable valor, que me enseo a ver la vida, a los seres humanos, a mi pas, a la humanidad, al planeta de una manera que es infinitamente mas rica de lo que yo la vea, a mi el Frente no tengo la menor duda que me hizo mejor persona, me hizo mejor ser humano, un mejor ciudadano, lejos, de lo que era y eso me permite mirar la vida con ganas de vivirla, con optimismo, con un optimismo invencible de que aunque sea una mierda lo que estamos viviendo como pas y como sociedad esto va a cambiar, entre otras cosas porque no hay mal que dure cien aos ni tonto que lo aguante Note389. .
CONCLUSIONES Llegar a conclusiones definitivas en un trabajo como el realizado, se dificulta, especialmente cuando se estudia a un grupo como el FPMR, el cual, dentro de sus filas alberga a una gran cantidad de individuos con realidades sociales, econmicas, familiares y culturales diferentes. Es por eso que la realidad del FPMR en cuanto a su composicin, no es ajena a la que se viva en nuestra sociedad, a la cual la marcan la tradicin, su idiosincrasia y su historia, y en donde tambin influyen las caractersticas propias de cada personalidad humana. Adems de lo anterior hay que agregar, los cambios que se van produciendo al interior de la organizacin a medida que avanzan los aos 80 y que van en directa relacin, con las variaciones que presenta el espectro poltico, econmico y social en Chile. No es menor tomar en cuenta los cambios que se produjeron en el mundo socialista, a fines de la dcada de 1980 y principios de los 90. Sin embargo, s es posible denotar claras tendencias en relacin a los objetivos planteados, los cuales nos acercan al sujeto social que encarnan los combatientes del FPMR. estas tendencias dependen de diversos factores como la edad de los militantes, su origen poltico y social, la labor que desarrollaba dentro de la organizacin, etc. Tal como se pretenda, estas personas no fueron, ni son los denominados terroristas, carentes de sentimientos, y llenos de frialdad a la hora de perpetuar sus acciones. Estos sujetos lejos de ser tipos calculadores y carentes de tica, son portadores en su mayora de una sensibilidad especial, la cual los hace tener, una conciencia de clase y una entrega desinteresada de sacrificio por los dems. Esto no omite que dentro de esa misma organizacin existan combatientes carentes de esos valores revolucionarios. Si bien existen casos en que la accin de algunas estructuras del Frente dio como resultado la muerte de civiles y uniformados, estos hechos lejos de ser justificados, tienen una connotacin que va directamente relacionado con el ajusticiamiento de quienes, segn los planteamientos de algunos sectores del Frente, fueron responsables y mentores del gobierno militar y su poltica represiva. A pesar de ello, nunca fue una constante la muerte en las diferentes acciones que perpetuaban los Rodriguistas, y si esta se dio cita en alguna accin, fue producto de enfrentamientos abiertos, en los cuales cualquier grupo poda resultar afectado. Quizs las nicas acciones en que el Frente no respeto los derechos de civiles, fueron los bullados secuestros que realiz, los cuales tenan como claro objetivo la propaganda y la divulgacin de su poltica. A pesar de ello, ninguno de sus rehenes fueron victimas de torturas fsicas, desaparicin o muerte. Esta aseveracin no es una defensa del accionar del Frente, es ms bien una diferenciacin necesaria, acerca de los cientos de secuestros que se perpetraron en dictadura y que no necesariamente culminaron con la liberacin de los detenidos. En cuanto a las motivaciones que tuvieron los integrantes del FPMR, para seguir la lucha insurreccional, esta presenta claras diferencias en cuanto a la edad de sus militantes. As, los militantes del Frente mas avezados en edad y experiencia, mantienen viva las imgenes del fuego que rodeaba La Moneda aquel fatdico 11 de septiembre, esas postales y la perdida de familiares, compaeros y amigos, gatilla directamente el compromiso de involucrarse en el proyecto liberador del Frente. Entre los militantes ms jvenes las motivaciones se multiplican, aunque se mantienen como puntas de lanza, la perdida del gobierno popular de Salvador Allende y la muerte de familiares y amigos a manos del rgimen militar, estas razones bastan para justificar el uso de armas segn su opinin como nica salida posible de acabar con tanto atropello e injusticia. Las otras motivaciones se acercan a la solidaridad con las victimas del rgimen militar, aunque dentro de este espectro de combatientes, el medio en que viven, estudian o trabajan, tambin influye en la decisin para militar. En definitiva las motivaciones para tomar las armas, son una sumatoria de elementos de carcter emotivo, ideolgicos, de memoria, y en muchos casos de impotencia, al ver como se detena a familiares, vecinos y amigos. Esa situacin de desesperacin hace involucrarse en la opcin ms radical de la poca y que supuestamente acabara de raz y en el corto plazo, con los atropellos, el hambre y la represin. En cuanto a las influencias familiares, sta se presenta especialmente en los casos de hogares con tradicin comunista, en estos hogares la descendencia familiar persiste en la militancia roja, traspasndose la opcin poltica de generacin en generacin. Sin embargo, no slo de influencia comunista se nutren los militantes del Frente, ya que existen otros casos en que no existe tradicin poltica dentro de la familia, la cual sin embargo, entrega otros valores que tienen relacin con el respeto, la justicia y la consecuencia. En otro mbito de cosas, se puede considerar que el Frente Patritico cruz todas las capas de la sociedad, encontrndose entre sus miembros al mas diverso espectro social, inscribindose dentro de esa realidad tanto ricos como pobres, intelectuales como obreros, cristianos como ateos, as como jvenes, viejos y adultos; mujeres y hombres, los cuales cada uno en sus respectiva responsabilidad, intentaba responder al desafi de acabar con la dictadura de Pinochet. Una de las caractersticas inevitables que se produca en cada nuevo combatiente del FPMR, eran los numerosos cambios a los cuales estaban destinados a asumir (o sufrir). Todos por igual deban comenzar a adoptar medidas de seguridad, destinadas a proporcionar la tranquilidad necesaria para operar y que en definitiva significaba mantenerse vivo o alejado de torturas y crceles. En este sentido existen matices, los cuales dependen de los grados de compromiso y responsabilidad que asuma cada militante y que iban en directa relacin con sus capacidades para realizar las diferentes labores combativas. Paulatinamente luego del ingreso a la organizacin, cada uno de sus militantes vea como comenzaban a variar, diversos aspectos de su vida diaria. Por ejemplo, algunos combatientes deban abandonar su vida de hogar, y con ello separarse de su entorno familiar ms cercano, otros pasaban directamente a la clandestinidad, sumergindose en el incesante cambio de personalidad, destinado a proteger la verdadera identidad del clandestino. Otros aspectos que en cierta manera tambin se vean alterados por la militancia, son el apetito, el sexo, el sueo, la vestimenta y el fsico. Nuevamente hay que aclarar que los matices, dependan del grado de responsabilidad y de las faenas que realizaba cada Rodriguista, ya que tal vez otros combatientes del Frente no se vieron carentes de normalidad en su vida, a diferencia de otros combatientes que se convirtieron en verdaderos soldados de civil, los cuales deban implementar su vida de acuerdo a los requerimientos que exiga la organizacin. En cuanto a las relaciones que se vivan dentro del FPMR, estas se pueden caracterizar con el siguiente ejemplo. Cuando los Rodriguistas se preparaban para, segn ellos, ajusticiar al tirano, una de los argumentos que esgriman para justificar la presencia de tantos hombres juntos en el Cajn del Maipo, era que formaban parte de una hermandad religiosa, que eran misioneros cristianos. La mentada cofrada de los hermanos no resulta antojadiza, ya que a pesar de ser en este caso una coartada, las relaciones de hermandad que se vivan dentro del Frente, pueden asemejarse mucho a las que se viven dentro de una entidad religiosa. Independiente de existir rencillas, diferencias de opinin y de anlisis poltico, la hermandad entre los Rodriguistas, lleg a superar en muchos casos, incluso las cuestiones de piel, normales de existir en cualquier grupo humano. Esta predisposicin de poner siempre a la organizacin, por sobre otro tipo de problemas, min en que generalmente existieran buenas relaciones de camaradera entre los combatientes. Ciertamente las relaciones se enturbiaron al momento de separarse una fraccin del FPMR, del Partido Comunista. Esta situacin, a pesar de ser una discusin que se daba en esferas de Direccin Nacional y comandancias, arrastraba a las bases, las cuales no por ello, perdan el respeto por sus antiguos hermanos de armas. En cuanto a las relaciones entre los jefes y subalternos, esta se mantena en general sin grandes alteraciones, ya que el papel del jefe slo era visible en los momentos de operar, siendo los dems instantes de una horizontalidad en el trato. En tanto, las relaciones de gnero segn el testimonio de los hombres, se desarrollaban sin preferencias ni menosprecio hacia las combatientes mujeres, siendo consideradas una combatiente mas dentro de la organizacin. Sin embargo, la opinin femenina deja ver la siempre latente presencia del machismo, el cual en la inmensa mayora de los casos, no se manifestaba negativamente, sino que era ms bien una preocupacin constante de la integridad de sus mujeres, privndolas de realizar acciones riesgosas, lo cual por un lado limitaba el accionar femenino y pona en duda sus capacidades. Detrs de cada combatiente Rodriguista, se encuentra un incesante trabajo, el cual denota el compromiso adquirido por la mayora de sus miembros, este trabajo que mezcla en la mayora de los casos la cotidianeidad con la conspiracin, deba ser resguardada por la necesaria compartimentacin, la cual en muchas ocasiones salv y protegi vidas Rodriguistas. Por otra parte, el arduo trabajo que realizaban la mayora de los miembros del Frente, provocaba no slo cansancio fsico, sino tambin una carga psquica que obligaba a conceder licencias de descanso. Este incesante accionar por la premura del tiempo, obligaba a los ms trabajadores a tomarse das de descanso, para relajar los msculos y despejar las tensiones. As estos trabajolicos de la revolucin, intercalaban sus cotidianas labores conspirativas, con las normalidades de la vida comn; cada caminata al trabajo o paseo dominical, era matizado con la bsqueda de futuros objetivos, que serian blanco del fuego de los combatientes del Frente. Los paseos a la montaa, significaran la ubicacin exacta del lugar de instruccin de los nuevos militantes; el arriendo de casas servira para proteger a los clandestinos; la recuperacin de dinero bancario, aportara a la adquisicin de nuevos pertrechos, en fin son mltiples las labores que se desarrollaban en cualquier parte de la ciudad, el campo o la montaa, sin despertar las sospechas de ningn ciudadano. Las relaciones que mantuvo el FPMR, con la sociedad han variado segn las pocas y segn el accionar del propio Frente. As en los inicios la simpata que despert su accionar en distintos sectores, se fue diluyendo a medida que el acuerdo que impulsaba el regreso a la democracia se consolidaba, y agregando que muchos sectores no se alegraron al ser descubierto los arsenales de Carrizal y ver como se intentaba matar a Pinochet en el Cajn del Maipo, con armas de grueso calibre. Sin embargo, eso suceda entre la clase poltica y los sectores medios y altos, ya que la situacin era diametralmente opuesta en los sectores poblacionales perifricos, en donde los combatientes del Frente estaban perfectamente bien catalogados. Esta situacin variara con el devenir de la alegre democracia, la cual se encargo de estigmatizar a los referentes armados de la poca, considerndolos innecesarios en los nuevos tiempos. Esta estrategia se vio apoyada con la tesis de la seguridad ciudadana, la cual visualizaba la innecesaria presencia de grupos poltico militares, considerando a los miembros de esas organizaciones simples delincuentes. Por otro lado, el Frente tuvo que contar con una estrategia comunicacional, para poder llegar a todos los sectores de la sociedad. Para ello public revistas, libros, dise material sonoro, adems de realizar tomas de radios y agencias noticiosas, o efectuando conferencias de prensa clandestinas, cuidadosamente compartimentadas, las cuales junto a las noticias de los diferentes secuestros perpetrados, aumentaba la curiosidad acerca de los Manolos. Todas esas acciones, como los sabotajes y acciones audaces, eran financiadas por el aportes solidarios de miles de personas dentro y fuera del pas. No son menores los aportes en educacin combativa, armas y pertrechos, de los diferentes pases proclives al accionar del Frente. Sin embargo, a pesar de haber alcanzado una aceptacin importante dentro de la sociedad chilena y de no haber sucumbido a los golpes propinados por la dictadura, el Frente fue derrotado, torturado, asesinado y encarcelado por la concertacin. El debacle que sufri el FPMR, tiene varias causas posibles, entre las que se cuentan las posibles infiltraciones de organismos de seguridad, la creciente perdida de apoyo a sus acciones por parte de un sector importante de la sociedad, la implementacin de polticas desfasadas o no acorde con los momentos que se vivan, el ingreso de combatientes indisciplinados que hicieron descender el nivel tico de sus militantes. Pero es indudable que la separacin del PC tambin influy, entendiendo que posteriormente se producen nuevos fraccionamientos dentro del mismo FPMR Autnomo. Esas separaciones condujeron a muchos combatientes a retirarse a sus casas, tal vez no abortando los sueos rebeldes, pero si alejndose del riesgo diario de la muerte. La derrota provoc tambin dispersin, desencadenando el alejamiento de cualquier proyecto revolucionario futuro. Otros pretenden olvidar tanta sangre derramada e intentan recuperar a sus hermanos que cayeron en combate. Estos son los casos que alcanzaron a rehacer sus vidas, los cuales caminan tranquilos por las calles, ya que consideran que su misin fue cumplida. Otros, temerosos de un futuro incierto, consideraron las propuestas de conocidos polticos, de ser constructores de la nueva democracia, cayendo en la peor categora combativa, la traicin. Traicin que result de delaciones compensadas, de entrega de compaeros a la polica, de nombres y direcciones. Son los repudiados por todos los sectores del Rodriguismo, los que traicionaron la mstica y hermandad Rodriguista, los que se encandilaron con los alegres colores de la democracia, anhelando seguros sillones de ministerios, municipios o reparticiones del Estado. Pero estn los que enfrentaron con las mismas ganas a la concertacin, sufriendo la estigmatizacin, la tortura y la prisin. Prisin que intento destruir fsica y psicolgicamente al condenado, prisin que pretenda lanzar al olvido a los rebeldes, mantenindolos alejados de su pueblo. Hoy da, ya estn saliendo a las calles nuevamente, dignos, sin haber negociado nada, y sintindose mucho ms revolucionarios que cuando entraron por primera vez a las diferentes crceles del pas. Esta a sido slo una parte de esta historia, la cual aun no esta cerrada, porque continua desarrollndose en cada uno de aquellos que se batieron a balas con agentes del Estado, que con virtudes y defectos aprendieron a rebelarse, a engrasar fusiles y a cuidarse de los seguimientos represivos. Es la historia de las secuelas que se adhirieron a las paredes de la memoria, negndose a dejar partir a los muertos del Frente, o imposibilitando de olvidar las torturas inquisidoras, las cuales hambrientas de informacin aun torturan en el recuerdo de algunos Rodriguistas. La doble vida si bien hace buen tiempo se alej, muchos aun caminan inquietos de ser descubierto por su pasado clandestino. Sus intachables vestimentas y apariencias se niegan a develar lo ocurrido en las recurrentes noches a oscuras, cuando su rostro se ocultaba en un pasamontaas. A pesar de ello y de todas sus actividades conspirativas, su vida no manifestaba en general grandes variaciones a la que puede desarrollar cualquier persona, ya que las carencias, cansancios, ejercicios y viajes, dependan del grado de responsabilidad que tuviera el combatiente. Bibliografa 1. 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