Discusión I Introducción A. Schutz

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Discusin I. Luis Hernando Orozco.

(Semana II)
El problema de la realidad social. Introduccin de Maurice Natanson. Amorrortu Editores, Buenos Aires,
1974.
PIEDRAHITA, C. Rudimentos Fundamentales de la teora sociolgica de Alfred Shutz. 2013
Problemas introductorios
Reconociendo como rudimentos introductorios al acervo terico y metodolgico de la teora
contempornea de Alfred Schtz, los dos apartados tratados para esta discusin, ms que dilucidar sobre
el panorama epistmico al que nos enfrentamos, genera una primera impresin de la erudicin y ardua
labor conceptual del filosofo, socilogo y abogado Alemn.
Tanto Natanson como Piedrahita, dan a relucir la batera conceptual del Doctor (como lo llama Natanson
en la introduccin a la compilacin). En lo que ambos han sido enfticos es en concebir la importancia de
nuestro autor ante la sociologa fenomenolgica; ardua labor, que conexiona las empresas de M. Weber y
E. Husserl, claro est, sin ser reducido a estas dos tradiciones, pero que si hemos de tener como puntos
cardinales para adentrarnos a la raz epistmica de sus conceptos.
Como lo sostiene Natanson siguiendo a Bergson se podra decir que la filosofa de Alfred Schtz
articula una sola intuicin: el descubrimiento en su cabal profundidad, de las presuposiciones, estructura
y significacin del mundo del sentido comn (15). Su vida intelectual se ve marcada por su preocupacin
por la estructura dotada de sentido de la vida cotidiana, el mundo en que cada uno de nosotros ha nacido,
dentro del que se desenvuelven nuestras existencias y que solo abandonamos al morir. Parafraseando a
Natanson todo individuo es, ante todo, un ciudadano del mundo de la vida cotidiana.
El mundo del sentido comn, ante todo es un presupuesto, un punto de partida; nacemos y todo parece
estar en su sitio. Desde este punto arranca la obra de Schtz, pero indicando, adems, que es un mundo
intersubjetivo. No solo actuamos en el mundo, se acta sobre l, y nuestro propsito inicial no es
interpretarlo, sino afectarlo. De tal modo que como nos desenvolvemos en el mundo de la vida cotidiana,
al mismo ritmo incorporamos modos cognitivos de responder a l, este punto lo iremos comprendiendo
como tipificaciones implcitas, y hasta cierto grado, es labor del socilogo dar cuenta de estas,
explicitndolas, captando en las lgicas del mundo de la vida cotidiano. En este sentido, se fortalece el
sentido de comprender que el individuo est dentro de una estructura, relativamente invariante, y que
ejerce peso sobre l. Sin embargo dentro de la batera de conceptos Schtzianos, el sentido que se le
otorga a la situacin biogrfica se refiere a que cada individuo se sita en el mundo de la vida cotidiana de
una manera nica, de tal modo, que aunque el mundo de la vida cotidiano exista cultural e histricamente
de una manera universal, el modo en que estas formas se expresan de manera individual depende de la
experiencia de los individuos, por esto son nicos, constituyen el curso de una existencia concreta. La
situacin biogrfica define el modo de ubicar el escenario de la accin, de interpretar sus posibilidades y
desafos, identifica lo que controla o puede llegar a controlar el individuo en su situacin determinada,
del mismo modo de a las que no se tiene acceso. En palabras ms simples: cada actor tiene su historia, es
la sedimentacin de sus experiencias subjetivas que son experimentadas exclusivamente por l.
La situacin biogrfica se caracteriza especialmente por el hecho de que el individuo dispone de una
acervo de conocimiento a mano integrado por tipificaciones del mundo del sentido comn, que han tenido

relacin con los mecanismos de socializacin. Lo que nos lleva a posicionar en un espacio y tiempo
determinado a los sujetos, pues, especialmente, las coordenadas de la matriz social son el punto de
partida desde el cual se orientan los sujetos en el espacio. No obstante, los sujetos son seres sociales,
enraizados en realidades intersubjetivas. El punto primordial de la intersubjetividad, es que consiste en
un precedente, es una tipificacin del sentido comn, del mismo modo que todas las orientaciones
subjetivas, nos permiten generar un acervo descriptivo de las relaciones con los semejantes. El hablar del
otro (alterego) y ser una experiencia mutua, significa la potencialidad del flujo subjetivo y la reafirmacin
del presente vivido. Aun as, el designar a mis semejantes, lleva a considerar los tiempos sociales en los
que nos desenvolvemos, en otros trminos: mi pasado, mi presente y mi futuro conllevan relaciones con
los alteregos poseedores de diferentes caractersticas. Nos relacionamos con predecesores a travs de
vnculos memorsticos, con nuestros contemporneos directamente con nuestras coordenadas sociales y
el presente vivido mutuamente, con los asociados en relaciones face to face y con mis sucesores
mediante planes, esperanzas y ansiedades.
De todo lo anterior, llegamos a la Accin, definida por el autor: como la conducta humana proyectada por
el actor de manera autoconsciente (22); diferenciando acto (realizado) y accin (en desarrollo), esta
ultima puede ser latente o manifiesta, entendiendo la primera como manifestaciones negativas y la
segunda proyectada y dotada de propsito. La interpretacin subjetiva del sentido, es decir, la que cada
autor le da a su actuar, es el punto capital de la interpretacin schutziana, en tanto, en primer grado es
una tipificacin del mundo del sentido comn. La situacin del actor es primordialmente problema suyo,
no del ojo objetivo, adems, la manera en que el sujeto interpreta la situacin dada corresponde a la
introyeccin de su condicin biogrfica; pero la observacin objetiva distingue de las tipificaciones que
nos orientan a diario, a comprender el modo en que los hombres definen su situacin. De lo anterior, que
clasifiquemos los objetos del mundo de la vida cotidiana dentro su horizonte de tipificacin.
La vida cotidiana se distingue tanto por desilusin como por xitos. Recordando la distincin entre acto y
accin, concebimos las proyecciones como fantaseo de actos, al asunto, es que desde el presente se
proyectan imgenes que no se correspondern cuando se haga un recuento reflexivo, an as, desde
nuestras tipificaciones cognitivas direccionamos nuestro accionar. Motivaciones pueden ser distinguidas
entre para y porque, los primeros procuran y los segundos que explican; lo que nos lleva a fragmentar la
subjetividad, entendiendo con eso, que cuando me conozco me oriento a mi yo, mi momento subjetivo,
mientras que el m a un momento objetivo. Pero esta fragmentacin, se considera en un marco de
significatividad de los tipos y formas de accin que emprenden los individuos, del mismo modo que las
coordenadas de la matriz social determinan como se presenta el mundo, as tambin hay una estructura
de significatividades que orientan la existencia axiolgica.
Finalmente, todo este entramado conceptual, permite comprender que en el mundo de la vida cotidiana
coexisten mltiples realidades, en donde cada mbito posee su estilo cognitivo, respecto al cual las
experiencias de las vidas son compatibles entre s. Sin embargo, todos estos modos cognitivos, son
diferentes arquetipos de nuestra experiencia de la realidad, todos las dems realidad son modificaciones
del mundo de la vida cotidiana.

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