El Duelo Desde La Perspectiva Gestaltica
El Duelo Desde La Perspectiva Gestaltica
El Duelo Desde La Perspectiva Gestaltica
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A medida que se van configurando los objetos externos y diferencindose unos de otros, parte del
campo se va diferenciando en un "yo", que slo se define al mismo tiempo y en contraposicin a
los otros. Esta representacin interna, integradora, que constituye el ncleo incipiente del s mismo,
abarca las experiencias, representaciones, ideaciones, sentimientos, etc., que se atribuyen a uno
mismo y se van considerando como propios.
Consideramos que ms importante que la diferenciacin yo-no yo, es la diferenciacin yo-otro-otrootro; es el contraste con estos otros, con los que gradualmente se ir estableciendo una relacin
de yo-t.
Prdida del Objeto Externo
Cuando un objeto externo se destruye, cuando deja de existir, es evidente que falta la parte
externa del objeto, y deja un hueco o vaco real. Esto necesariamente implica un reacomodo en el
subcampo externo, cuando falta uno de sus objetos clave. Se tiene qu reconfigurar toda la gestalt
de ese campo externo, donde necesariamente se alteran las constantes: los sentimientos, las
relaciones, los roles, las actividades, las expectativas, relacionados con esa figura.
Con la desaparicin del objeto externo, se crea un desbalance en la homeostasis del campo
entero, externo e interno. Y, al igual que en una construccin en la que se destruye uno de sus
pilares bsicos, en la figura que pierde su parte externa tambin se necesita un apuntalamiento.
El trabajo de duelo corresponde a esta necesidad de reconfiguracin del campo, tanto de su
aspecto externo como del interno. Primero, el campo externo nos confronta con la prdida real del
objeto externo.
Al faltar la mitad externa del objeto, la otra mitad interna se ve de pronto amenazada e incompleta
y necesita reconfigurarse.
En el duelo, la funcin de este apuntalamiento es efectuado esencialmente por el entorno social,
mediante los ritos y ceremonias sociales, que sirven de soporte temporal, tanto para la aceptacin
de esa prdida de un elemento clave en la configuracin gestltica externa, como para el proceso
interno que se sigue.
DESARROLLO AFECTIVO Y MODOS DE RELACIN
Activacin de los Modos de Relacin-Evitacin en el Duelo
El trabajo de duelo activa algunos modos de relacin especficos, necesarios para el manejo de los
sentimientos intensos suscitados, para el reacomodo con la realidad externa, y para el proceso
interno de reconfiguracin del vnculo roto. En general, podramos considerar que se activan las
formas de confluencia, introyeccin y proyeccin, para preservar como bueno el objeto perdido,
dotndolo de caractersticas positivas y destituyndolo de lo negativo, que se negara en l y se
proyectara en los otros o en uno mismo.
La confluencia e introyeccin, como parte de los procesos de idealizacin e identificacin con el
otro, permiten resaltar y conservar lo bueno, e ir asimilando gradualmente las caractersticas del
otro que se tomarn antes de destruir una gestalt representativa de esa persona, gestalt que tiene
qu modificarse. La proyeccin permite quitar las caractersticas negativas al objeto interno, y
ponerlas temporalmente en otros recipientes, que pueden ser otras personas o uno mismo. A la
vez, permite manejar la intensidad del enojo, la frustracin y los sentimientos hostiles, dirigindolos
hacia blancos alternativos, algo menos amenazador que atribuirlos a la relacin con la persona
cuyo aprecio y aceptacin se desea conservar. Estos elementos participan tambin en el hecho de
culpar al exterior (a otras personas, al destino, o incluso a Dios) y dirigir la furia y el reclamo contra
ellos, o bien en el culparse a s mismo, mediante la retroflexin.
Los procesos de retroflexin, alterflexinT y proflexin, relacionados tambin con el manejo del
enojo y con los sentimientos de culpa y restauracin, ayudan al trabajo reparatorio para la
constitucin del objeto como bueno. El deseo de no haber lastimado al otro, y de complacerlo,
contribuyen a garantizar una reconfiguracin de la relacin del otro como buena.
En el proceso de duelo se activan estas formas de relacin como partes de un proceso necesario
para la reconfiguracin del vnculo roto. Adems de ello, pueden surgir formas defensivas de tipo
personal con una funcin de resistencia, complicando y prolongando la labor de duelo. Estas
formas pueden tener un carcter funcional, cuando permiten avanzar en la resolucin de la prdida
(formas de relacin), o bien constituirse en una maniobra defensiva que entorpece contactar con
los aspectos externos e internos de la situacin (formas de evitacin).
As, la proyeccin del enojo en otros puede limitar seriamente el contacto con el propio enojo hacia
la persona fallecida; la retroflexin acentuada puede llevar a sentimientos de culpa exagerados, a
manera dramtica y repentina un ciclo relacional; pero los sentimientos nacidos de esa realidad
que es difcil de aceptar, abren nuevos ciclos largos que si no se solucionan, se convierten en
asuntos inconclusos.
El nuevo ciclo se mantiene muchas veces porque la persona fallecida ya no est para satisfacer las
necesidades que anteriormente satisfaca, ya no puede darnos cario, seguridad, aprobacin,
compaa; se mantiene tambin porque tampoco est presente para satisfacer las necesidades
actuales, generadas por su ausencia fsica y psicolgica; es un satisfactor con el que ya no se
cuenta para enfrentar una situacin de difcil manejo, no se tiene ni el consuelo, apoyo o estmulo
proveniente de l, que se necesitara en una situacin de prdida. El manejo teraputico del duelo
no cierra el primer asunto; ste generalmente est cerrado ya, pero de manera insatisfactoria. Lo
que s podemos hacer es ayudar en el manejo de los sentimientos y necesidades derivadas de
este primer asunto, para constituir una nueva gestalt con un resultado ms satisfactorio para el
individuo, ya sea que esa nueva necesidad sea manifestar los sentimientos de enojo y aoranza,
descargar la agresin surgida, expresar los sentimientos amorosos no dichos, pedir y aceptar el
perdn.
El fondo de muchos asuntos inconclusos dentro de este marco equivaldra a "actividades
reparatorias" tanto del yo sufriente como de los objetos internos (en el caso de un fallecimiento, el
objeto externo ya no se puede reparar).
As, transitar por las diferentes etapas del duelo, contactando plenamente los sentimientos de cada
fase, lleva a una aceptacin gradual de la prdida y a una reconfiguracin del campo, tanto en sus
aspectos externos como internos, con lo cual se puede cerrar el ciclo de experiencia
correspondiente al duelo.
Cuando los procesos correspondientes a una determinada fase del duelo se ven interferidos, ya
sea, entre otras cosas, porque la persona no cuenta con los recursos internos o externos para
adaptarse a las demandas de una nueva realidad, porque se aferra a sus recuerdos, porque no se
atreve a soltar configuraciones obsoletas para vivir en el presente, el proceso de duelo se puede
ver alterado o estancado en alguna de sus fases, convirtindose en un asunto inconcluso.
Por Ma. Isabel Chvez de Snchez *
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Texto tomado de la revista interactiva Figura Fondo, www.gestalthumanista.com
* Ma. Isabel Chvez de Snchez psicoterapeuta gestalt en Tampico. Para mayor informacin sobre este tema y la psicoterapia Gestalt