El Duelo Desde La Perspectiva Gestaltica

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El Duelo desde la perspectiva Gestalt


Por Ma. Isabel Chvez de Snchez *
La respuesta a esa prdida pone en movimiento intrincados procesos tanto externos como
internos. Es necesario reconfigurar completamente un campo que se ha alterado por la prdida de
uno de sus elementos significativos.
A este intenso proceso, de aceptacin y adaptacin a una prdida importante, le llamamos "trabajo
de duelo".
En general, ante la muerte de personas significativas, con las que existe algn lazo afectivo en
mayor o menor grado, se presenta una reaccin similar, el "proceso de duelo".
En la Clasificacin Psiquitrica Americana se considera el duelo como la reaccin a la muerte de
una persona querida, dndose por hecho que en la mayora de los casos se da una reaccin
estimada como "normal", misma que puede variar considerablemente en su duracin y expresin
entre los diferentes grupos culturales (DSM IV, 1995). Se considera "normal" que haya una fuerte
respuesta emocional ante una prdida, pero esta respuesta comprensible y esperada se puede ver
influida por mltiples factores que hacen de cada duelo una respuesta altamente individual. As,
aunque no hay una "respuesta estndar de duelo", podramos decir que hay un proceso bsico,
cuya manifestacin especfica se ver influenciada por factores personales y circunstanciales, en
su aparicin, intensidad, curso y resolucin.
Aunque las costumbres, rituales y ceremonias luctuosas pueden variar de un grupo a otro, en
general se ha visto que las reacciones personales a la muerte de un ser querido son bastante
similares; si las formas externas de manifestarlas estn delineadas culturalmente, los procesos
internos en la respuesta del individuo ante una prdida importante parecen tener caractersticas
universales. Y aunque cada respuesta individual tiene sus matices personales, los procesos
psicosociales y los sentimientos experimentados, as como la sucesin en que se presentan, son
muy parecidos (Royal College of Psychiatrists, 1999).
Es fcilmente identificable que ante la muerte de una persona que de una u otra manera est
relacionada con nosotros, se presenta una respuesta emocional, similar a aquellas en las que se
pierde algo significativo, de tipo relacional, material, econmico o simblico. Esta caracterstica
sobresaliente (la prdida) es obvia; cuando alguien muere, hay una prdida real: perdemos al
familiar, al amigo o a la persona admirada, ya no la tenemos, y no la podremos recuperar. "Cuando
nuestro compromiso con otra persona la ha convertido en parte de la gestalt de nuestra
experiencia, parte de nosotros mismos... su desaparicin nos abre repentinamente a un contacto
con el vaco originado; miramos hacia un abismo y nos llenamos de tristeza y perdicin" (Latner,
1994, pag. 94).
En su escrito clsico, "Duelo y Melancola", Freud (1917) se pregunta en qu consiste el trabajo
que el duelo opera ["Trauerabeit"], planteando en su asercin que el duelo realiza un trabajo
(Allouch, 1996); desde entonces se da por hecho que el duelo implica realizar ciertas funciones,
aunque las caractersticas de ste se definan desde diversas perspectivas tericas. Aunque
matizadas por los diferentes enfoques tericos, las propuestas coinciden en sealar que hay un
"trabajo" que hacer, hay sentimientos, representaciones, relaciones, ajustes, que se tienen que
hacer tanto a nivel interno (representacional, psicolgico, afectivo), como a nivel externo (en el
mundo de relaciones familiares y sociales). "Elaborar el duelo" es darse la oportunidad de transitar
por las diferentes etapas del proceso, para realizar las "tareas" que corresponden a esta
experiencia de asimilacin de una prdida, y continuar viviendo de manera plena.
El presente trabajo pretende brindar una comprensin de este complicado proceso, el duelo por la
prdida de un ser querido, desde la perspectiva terica de la Terapia Gestalt. Se considerarn las
repercusiones en el campo externo e interno del individuo originadas por la prdida de un objeto
externo; las formas de relacin-evitacin que se activan; se propondr el proceso de duelo como
un ciclo relacional en tres tiempos; y su devenir en un "asunto inconcluso" cuando la resolucin del
duelo se estanca o se complica.

RECONFIGURACIN DEL CAMPO EN EL PROCESO DE DUELO


La prdida de un ser querido implica una alteracin fundamental en el campo organismo-ambiente,
al faltar uno de sus componentes, y exige una reconfiguracin del campo tanto en sus elementos
externos como internos. Cmo se altera y cmo se reconfigura el campo?
El Campo Organismo-Ambiente
Desde la perspectiva de la terapia Gestalt, todo organismo vive en ntima relacin con su ambiente,
formando entre ambos una unidad complementaria e independiente: el campo. Ambas partes,
organismo y ambiente forman un campo; se necesitan una y otra recprocamente para su definicin
y su existencia. No se puede imaginar un organismo abstrado de su medio ambiente, ya que ste
contribuye a dar significado a su existencia y a su experiencia.
Surgimiento de Figuras Diferenciadas
En un campo originalmente indiferenciado en la percepcin del beb, gradualmente se van
destacando objetos y eventos externos que van tomando una forma constante, dando lugar a la
constitucin de figuras externas, cada vez ms completas y diferenciadas unas de otras. Van
sobresaliendo y delimitndose dentro de ese fondo indiferenciado, algunas figuras significativas,
especialmente las relacionadas con la satisfaccin de necesidades bsicas del beb, o sea, las
personas encargadas de su cuidado.
A medida que maduran los procesos internos del beb (junto con la experiencia repetida y
predecible de los eventos y personas de su medio), se empieza a formar y retener una imagen
interna de estas personas, constituyndose simultneamente una figura interna. Esta "fotografa
interna" del objeto, su representacin mnmica, junto con las respuestas afectivas suscitadas por
su presencia, su actuacin y su retiro, forman una gestalt interna, correspondiente a cada objeto
externo que se va diferenciando del medio. Estas representaciones internas ayudan al beb a
reconocer a la figura externa cuando aparece, a esperar y confiar en su reaparicin. As,
proponemos que cada figura diferenciada est formada por dos elementos ntimamente ligados:
una parte correspondiente al objeto externo, fuera de las fronteras del yo, y una parte
correspondiente a su representacin interna, dentro de las fronteras del yo, a las que llamaremos
"objeto externo" y "objeto interno". Ambas partes, al complementarse, dan lugar a una
configuracin correspondiente a un "objeto total", o ms sencillamente, a una "figura". A esta
globalidad (objeto externo ms objeto interno) es ante la cual reaccionamos.
Fondo Interno y Fondo Externo
Los objetos externos pertenecen a una parte del campo que llamaremos "subcampo externo"; de
manera similar, los objetos internos pertenecen al "subcampo interno".
El subcampo interno, psicolgico, no es como un mar de elementos fragmentados; constituye un
fondo formado por muchas gestalten (correspondientes a los objetos internos) que permanecen
como fondo, pero que surgen como configuraciones completas al ser activadas, primero por la
aparicin o reaparicin del objeto externo, y despus por la mera evocacin de l.
Caractersticas de los Objetos
Los objetos externos existen independientemente de que los percibamos temporalmente o no
(Objeto 1).
Pero esto es algo que se aprende: inicialmente para el beb los objetos externos no existen si no
los percibe; por eso cuando la madre se pierde de vista el beb se angustia y llora, creyendo que
ha desaparecido, dejado de existir. La "constancia objetal" permite pensar que el objeto externo al
desaparecer de la vista no se destruye; la contraparte interna nos ayuda a confiar y nos garantiza
esa existencia, que se confirma cuando el objeto reaparece.
Los objetos externos, pertenecientes a la "zona externa" de Perls (Perls, 1976), permanecen como
fondo, del cual destacamos perceptualmente la presencia de uno, que se delimita como figura al
convertirse en centro de nuestra atencin.
Los objetos internos permanecen como fondo en la "zona interna", sin que nos percatemos de su
existencia (Objeto 2).
Presentan dos caractersticas: pueden surgir ante la presencia del objeto externo, y anudarse
automticamente a l, pasando a formar parte de la figura gestltica completa (Objeto 3).
O bien, pueden ser evocados en lo que Perls llama la "zona intermedia" o "fantasa" (Perls, op.cit.),
sin necesidad de la presencia del objeto externo (Objeto 4).
Objetos Internos y Objetos Externos
Diferenciacin yo-otros

A medida que se van configurando los objetos externos y diferencindose unos de otros, parte del
campo se va diferenciando en un "yo", que slo se define al mismo tiempo y en contraposicin a
los otros. Esta representacin interna, integradora, que constituye el ncleo incipiente del s mismo,
abarca las experiencias, representaciones, ideaciones, sentimientos, etc., que se atribuyen a uno
mismo y se van considerando como propios.
Consideramos que ms importante que la diferenciacin yo-no yo, es la diferenciacin yo-otro-otrootro; es el contraste con estos otros, con los que gradualmente se ir estableciendo una relacin
de yo-t.
Prdida del Objeto Externo
Cuando un objeto externo se destruye, cuando deja de existir, es evidente que falta la parte
externa del objeto, y deja un hueco o vaco real. Esto necesariamente implica un reacomodo en el
subcampo externo, cuando falta uno de sus objetos clave. Se tiene qu reconfigurar toda la gestalt
de ese campo externo, donde necesariamente se alteran las constantes: los sentimientos, las
relaciones, los roles, las actividades, las expectativas, relacionados con esa figura.
Con la desaparicin del objeto externo, se crea un desbalance en la homeostasis del campo
entero, externo e interno. Y, al igual que en una construccin en la que se destruye uno de sus
pilares bsicos, en la figura que pierde su parte externa tambin se necesita un apuntalamiento.
El trabajo de duelo corresponde a esta necesidad de reconfiguracin del campo, tanto de su
aspecto externo como del interno. Primero, el campo externo nos confronta con la prdida real del
objeto externo.
Al faltar la mitad externa del objeto, la otra mitad interna se ve de pronto amenazada e incompleta
y necesita reconfigurarse.
En el duelo, la funcin de este apuntalamiento es efectuado esencialmente por el entorno social,
mediante los ritos y ceremonias sociales, que sirven de soporte temporal, tanto para la aceptacin
de esa prdida de un elemento clave en la configuracin gestltica externa, como para el proceso
interno que se sigue.
DESARROLLO AFECTIVO Y MODOS DE RELACIN
Activacin de los Modos de Relacin-Evitacin en el Duelo
El trabajo de duelo activa algunos modos de relacin especficos, necesarios para el manejo de los
sentimientos intensos suscitados, para el reacomodo con la realidad externa, y para el proceso
interno de reconfiguracin del vnculo roto. En general, podramos considerar que se activan las
formas de confluencia, introyeccin y proyeccin, para preservar como bueno el objeto perdido,
dotndolo de caractersticas positivas y destituyndolo de lo negativo, que se negara en l y se
proyectara en los otros o en uno mismo.
La confluencia e introyeccin, como parte de los procesos de idealizacin e identificacin con el
otro, permiten resaltar y conservar lo bueno, e ir asimilando gradualmente las caractersticas del
otro que se tomarn antes de destruir una gestalt representativa de esa persona, gestalt que tiene
qu modificarse. La proyeccin permite quitar las caractersticas negativas al objeto interno, y
ponerlas temporalmente en otros recipientes, que pueden ser otras personas o uno mismo. A la
vez, permite manejar la intensidad del enojo, la frustracin y los sentimientos hostiles, dirigindolos
hacia blancos alternativos, algo menos amenazador que atribuirlos a la relacin con la persona
cuyo aprecio y aceptacin se desea conservar. Estos elementos participan tambin en el hecho de
culpar al exterior (a otras personas, al destino, o incluso a Dios) y dirigir la furia y el reclamo contra
ellos, o bien en el culparse a s mismo, mediante la retroflexin.
Los procesos de retroflexin, alterflexinT y proflexin, relacionados tambin con el manejo del
enojo y con los sentimientos de culpa y restauracin, ayudan al trabajo reparatorio para la
constitucin del objeto como bueno. El deseo de no haber lastimado al otro, y de complacerlo,
contribuyen a garantizar una reconfiguracin de la relacin del otro como buena.
En el proceso de duelo se activan estas formas de relacin como partes de un proceso necesario
para la reconfiguracin del vnculo roto. Adems de ello, pueden surgir formas defensivas de tipo
personal con una funcin de resistencia, complicando y prolongando la labor de duelo. Estas
formas pueden tener un carcter funcional, cuando permiten avanzar en la resolucin de la prdida
(formas de relacin), o bien constituirse en una maniobra defensiva que entorpece contactar con
los aspectos externos e internos de la situacin (formas de evitacin).
As, la proyeccin del enojo en otros puede limitar seriamente el contacto con el propio enojo hacia
la persona fallecida; la retroflexin acentuada puede llevar a sentimientos de culpa exagerados, a

tensiones y malestares psicosomticos; las actividades de proflexin pueden llevar a tratar de


solucionar en otros un problema similar, sin enfrentarnos a la situacin original de prdida. La
deflexin puede evitar el contacto con sentimientos amenazadores y la constatacin de la realidad.
El aislamiento puede prolongar el retraimiento del mundo, necesario inicialmente para la
elaboracin interna de la prdida, complicando las cosas al limitar el contacto con los recursos
externos que se pudieran obtener. Ejemplos de fijacin se observan en situaciones en que se
mantienen casi intactos los recuerdos u objetos, en el rumiar sobre la tristeza propia, en los
resentimientos y remordimientos que congelan el tiempo, y en general, en los duelos crnicos.
Cada persona puede utilizar temporalmente sus patrones tpicos de proteccin y defensa ante
situaciones impactantes. El duelo, como todo proceso, implica necesariamente un movimiento, que
va confrontando gradualmente con cada aspecto necesario para la resolucin de la prdida, por lo
que despierta las formas especficas en que una persona se protege habitualmente de un contacto
doloroso, adems de aquellas que requiera la situacin.
EL DUELO COMO CICLO DE EXPERIENCIA
El duelo constituye un ciclo de experiencia con ritmo, tiempos y caractersticas especficos.
Delacroix seala que "toda destruccin de una gestalt supone encontrarse con el vaco, la muerte y
el duelo" (Delacroix, 1998, p. 121). Y qu destruccin ms importante que la destruccin misma de
un objeto externo significativo, que deja un hueco real, sentido como vaco. Para Delacroix el duelo
es una cuestin de postcontacto; es un espacio de recogimiento y soledad donde se procesar la
experiencia de la prdida.
De manera similar, Kepner (Kepner, 1992) considera que el proceso de cierre de una gestalt lleva
intrnsecos sentimiento de prdida; incluso la culminacin de sucesos felices puede estar
paradjicamente ligada a una sensacin de tristeza y duelo, por la experiencia que se termina. Con
mayor razn, aquellas situaciones donde el contacto se interrumpe de manera abrupta y no
deseada por alguno de sus participantes, pueden producir fuertes sentimientos de vaco, abandono
y prdida.
Kepner propone un "ciclo de la experiencia" TT en seis fases:
sensacin
formacin de figura
movilizacin de energa
accin
contacto
retroceso
El proceso de autorregulacin organsmica, visto como la secuencia de pasos que lleva a un
organismo a estar en contacto con su ambiente, buscando la satisfaccin de sus necesidades,
parte del surgimiento de una figura que va resaltando contra el fondo que organiza la conducta,
lleva al contacto con el entorno para completar la necesidad que surge, concluye y retrocede al
fondo, permitiendo el surgimiento de la siguiente figura de inters.
En relacin con la intensidad y naturaleza del contacto en el que se ha participado, se da un paso
necesario de retroceso, de retraimiento hacia el s mismo, para desvincularse del exterior,
restablecer los lmites del self, asimilar la experiencia y cerrar la gestalt, dejando la atencin y
energa libres para la formacin de nuevos ciclos.
Contactos ms intensos y significativos requieren una fase ms prolongada de retroceso; para
balancear la energa y atencin que se invirtieron en el contacto con el exterior, se requiere
posteriormente de una energa y atencin proporcional hacia la otra parte de la relacin, o sea
hacia el s mismo, para asimilar la experiencia, integrndola al previo marco de referencia que
ahora ser modificado por ella.
La muerte de un ser querido generalmente termina de manera involuntaria con el contacto
establecido con l. Este contacto que se termina muchas veces de manera abrupta, las ms de las
veces de manera no deseada, requiere de una larga fase de retroceso para elaborar esta
terminacin. El trabajo de duelo queda comprendido en esta ltima fase de ese ciclo relacional. Y
las tareas a realizar, tanto en la fase general de retroceso, como en la elaboracin del duelo, son
similares: aceptacin de la finalizacin del contacto, desvinculacin del exterior, recogimiento para
redefinicin de los lmites propios, procesamiento y asimilacin de la experiencia, y conclusin o
cierre de ese ciclo.

Entre esta terminacin abrupta de un ciclo de experiencia debido a la destruccin de un objeto


externo, y la disposicin a captar y recibir nuevamente la novedad asimilable en el medio ambiente,
se da un espacio. En ese guin, entre la fase de retirada (a la que Delacroix se refiere como
postcontacto y Kepner como retroceso) y la reinstauracin de la disposicin a captar y recibir la
novedad asimilable en el ambiente, se da un ciclo de experiencia, el proceso de duelo, en tres
tiempos, correspondientes cada uno de ellos al cierre de un ciclo gestltico.
Un primer tiempo corresponde a la primera fase del duelo, que va del momento en que se tiene
conocimiento del fallecimiento del otro, a la terminacin de las ceremonias fnebres. La aceptacin
de la muerte fsica (prdida del objeto externo) y la despedida ceremonial (con el apoyo de los
elementos vinculantes del campo externo), constituyen el cierre de este ciclo gestltico.
Un segundo tiempo corresponde a la fase intermedia del proceso de duelo; el procesamiento
interno que lleva a la confrontacin y reconocimiento de la ausencia definitiva del otro, fsica y
psicolgica, se cierra con su aceptacin. Reconocer y aceptar que la prdida del otro es definitiva
permite reconfigurar el objeto interno y reacomodarlo en el mundo interior. El vaco interno se cierra
al soltar la imagen obsoleta; la destruccin de esta vieja gestalt da paso a la formacin de una
nueva imagen actualizada. Un segundo ciclo gestltico se cierra al completarse este
procesamiento
interno
de
la
prdida.
El tercer tiempo (fase final del proceso de duelo), corresponde a la reincorporacin responsable al
medio externo. Este ciclo se cierra cuando se reconoce y asume que el mundo externo es
diferente, cuando se configura esta nueva gestalt con un elemento ausente, que obliga a una
reconfiguracin del mundo externo y a un reacomodo de nuestra actuacin en l.
Estos tres ciclos componentes del gran ciclo "proceso de duelo", constituyen un ajuste creativo a la
situacin de prdida de una persona significativa, al llevar a una reconfiguracin tanto interna como
externa del medio y del self, que permite vivir en el mundo actualizado.
Ciclo del Duelo en sus Tres Tiempos
Caractersticas del Ciclo de la Experiencia de Duelo
Todos los pasos de este ciclo tienen su funcin de proteccin, restauracin y crecimiento, por lo
que no sera recomendable ni su omisin ni su apresuramiento.
Es necesario vivir inclusive las fases dolorosas o angustiantes; el pleno contacto con cada una de
ellas lleva a su experimentacin y resolucin.
En un proceso que se vive de esta forma, las fases se suceden una a otra de manera fluida. Por
razones defensivas, se puede detener, entorpecer, acortar, alargar el proceso, o brincarse etapas
(como sucede en la ausencia de duelo, en los duelos crnicos, en los duelos que se convierten en
cuadros depresivos severos, en los duelos que entorpecen los modos de relacin familiares, etc.).
A la vez, el medio externo puede interferir con el proceso de duelo, si no ofrece el suficiente apoyo
y permisividad para el reconocimiento y expresin de los sentimientos y necesidades surgidas
(Hernndez Romero, 1999).
Las expresiones interrumpidas en su curso natural, pueden tomar las caractersticas de un asunto
inconcluso.
EL DUELO COMO ASUNTO INCONCLUSO
Cuando una experiencia no se puede olvidar ni resolver de manera satisfactoria, se torna en un
"asunto inconcluso". Estas gestalten incompletas generalmente se relacionan con experiencias
traumticas que no se han podido integrar; derivadas de situaciones relacionales en las que no se
satisfizo una necesidad bsica (seguridad, confirmacin, inclusin, aprobacin), se van
acumulando en emociones incompletas e interrumpidas (Merino, 1999).
Todo asunto inconcluso habla de una necesidad no satisfecha; el individuo se siente obligado a
repetir en su vida cotidiana lo que no logra concluir en forma satisfactoria (Perls, 1976)
Asuntos Inconclusos de Primera y Segunda Instancia
Algunos eventos pueden quedar como gestalten incompletas esperando su resolucin. En algunos
casos, efectivamente se interrumpe un evento, que queda sin cerrarse (los llamaremos asuntos
inconclusos de primera instancia). En muchos otros, el evento realmente concluy, pero la forma
en que sucedi no fue satisfactoria para nosotros (asuntos inconclusos de segunda instancia).
La experiencia de una situacin desagradable y concluida de manera insatisfactoria crea nuevas
necesidades y sentimientos, surgidos precisamente de ese cierre rechazado.
Consideramos que el duelo, como prototipo de las experiencias de separacin y prdida,
constituye un asunto inconcluso de segunda instancia: la muerte del otro significativo cierra de

manera dramtica y repentina un ciclo relacional; pero los sentimientos nacidos de esa realidad
que es difcil de aceptar, abren nuevos ciclos largos que si no se solucionan, se convierten en
asuntos inconclusos.
El nuevo ciclo se mantiene muchas veces porque la persona fallecida ya no est para satisfacer las
necesidades que anteriormente satisfaca, ya no puede darnos cario, seguridad, aprobacin,
compaa; se mantiene tambin porque tampoco est presente para satisfacer las necesidades
actuales, generadas por su ausencia fsica y psicolgica; es un satisfactor con el que ya no se
cuenta para enfrentar una situacin de difcil manejo, no se tiene ni el consuelo, apoyo o estmulo
proveniente de l, que se necesitara en una situacin de prdida. El manejo teraputico del duelo
no cierra el primer asunto; ste generalmente est cerrado ya, pero de manera insatisfactoria. Lo
que s podemos hacer es ayudar en el manejo de los sentimientos y necesidades derivadas de
este primer asunto, para constituir una nueva gestalt con un resultado ms satisfactorio para el
individuo, ya sea que esa nueva necesidad sea manifestar los sentimientos de enojo y aoranza,
descargar la agresin surgida, expresar los sentimientos amorosos no dichos, pedir y aceptar el
perdn.
El fondo de muchos asuntos inconclusos dentro de este marco equivaldra a "actividades
reparatorias" tanto del yo sufriente como de los objetos internos (en el caso de un fallecimiento, el
objeto externo ya no se puede reparar).
As, transitar por las diferentes etapas del duelo, contactando plenamente los sentimientos de cada
fase, lleva a una aceptacin gradual de la prdida y a una reconfiguracin del campo, tanto en sus
aspectos externos como internos, con lo cual se puede cerrar el ciclo de experiencia
correspondiente al duelo.
Cuando los procesos correspondientes a una determinada fase del duelo se ven interferidos, ya
sea, entre otras cosas, porque la persona no cuenta con los recursos internos o externos para
adaptarse a las demandas de una nueva realidad, porque se aferra a sus recuerdos, porque no se
atreve a soltar configuraciones obsoletas para vivir en el presente, el proceso de duelo se puede
ver alterado o estancado en alguna de sus fases, convirtindose en un asunto inconcluso.
Por Ma. Isabel Chvez de Snchez *
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Texto tomado de la revista interactiva Figura Fondo, www.gestalthumanista.com
* Ma. Isabel Chvez de Snchez psicoterapeuta gestalt en Tampico. Para mayor informacin sobre este tema y la psicoterapia Gestalt

puede escribir al Instituto Humanista de Psicoterapia Gestalt o accesar a su sitio en internet.

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