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El Genio de Bolívar Por Arturo Uslar Pietri

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Ediciones De La Parra

Discurso pronunciado por Arturo Uslar Pietri en la inauguración de la estatua de Simón Bolívar en Washington, el 27 de febrero de 1959

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ARTURO SLAR PIETRI

Y EL GENIO DE BOLVAR

Arturo slar Pietri (1959)


EL PUEBLO DE VENEZUELA, como la mejor expresin de su historia y de
sus ideales, ofrenda la estatua de Simn Bolvar al pueblo de los Estados Unidos
de Amrica para que quede en esta ciudad de Washington, en la familia de las
grandes sombras tutelares de la democracia americana, como testimonio e
inspiracin para los hombres que han de trabajar en la realizacin de un destino de
justicia, de fraternidad y de progreso para las Amricas.
No voy a detenerme ante vosotros en el elogio de Bolvar, que forma ya parte
inseparable de lo ms alto y puro del patrimonio comn de gloria del gnero
humano. Fue un gran conductor de pueblos, un heroico capitn de la guerra, un
creador de rumbos, un decidor y revelador de las hondas verdades yacentes bajo
la fluida realidad histrica, y un sentidor, casi potico y casi proftico, de la
condicin de su Amrica. Su obra de pensador poltico no es menor que sus

realizaciones de guerrero y estadista por las que seis naciones le proclaman como
su libertador. En los cuarenta y siete aos de su vida humana cupo ms tarea
creadora que en las de los hroes clsicos, cre Estados pero tambin cre
filosofa poltica, dirigi batallas para derrotar ejrcitos, pero tambin supo
concebir la estrategia para luchar contra las imposiciones del pasado y ganarle un
futuro mejor. Tanto como la ms brillante de sus campaas militares vale su
discurso de Angostura que todava hoy, a ciento cuarenta aos de distancia, es una
de las interpretaciones ms penetrantes de la difcil y confusa realidad histrica
del mundo hispanoamericano. Si ese mismo mundo hispanoamericano tuviera que
escoger en su historia un solo personero para representarlo en toda su amplitud,
en toda su complejidad, en toda su combativa variedad, no podra escoger, entre
sus grandes hombres, a otro ms calificado que Bolvar.
Pero no es slo, ni principalmente, el pasado lo que venimos a rememorar aqu. Si
esta estatua no fuera sino pasado casi no valdra la pena haberla erigido, pero ella
es presente, este bronce est lleno de un espritu vivo, que es el de los pueblos de
la Amrica Latina a quienes Simn Bolvar represent en presencia de los
hombres y representa, con innegable derecho, en presencia de la posteridad. En
este monumento est y estar presente el espritu de una familia de pueblos y su
mensaje permanente al mundo de los hombres libres.
Llega en un buen momento esta presencia. No hay acaso en la actualidad en el
mundo un proceso ms dramtico y esforzado que el que viven los veinte Estados
de la Amrica Latina para alcanzar y afianzar no slo la libertad poltica, sino
adems para liberarse de las grandes desigualdades sociales y econmicas que
vienen del pasado. Ese proceso puede desembocar, en veces, en sangrientos
conflictos y en anrquicas explosiones, que seran mal interpretados si se viesen
como la manifestacin de una especie de incapacidad para vivir en el orden,
cuando son, por el contrario, las manifestaciones de un organismo social que
busca un orden de justicia que no puede ser el impuesto por el capricho de la
fuerza y una estabilidad que no puede ser la de la perpetuacin de la miseria.
Muchos de los aspectos de ese proceso escapan de la esfera nacional para ingresar
en la de las relaciones interamericanas, donde la cooperacin y la buena voluntad
de los pases democrticos pueden hacer mucho para que esos ideales de progreso

y de equidad, que son la ms irrenunciable expresin de la conciencia continental,


puedan alcanzarse con la ayuda de todos para bien de todos.
A plantear serenamente todas estas cuestiones viene este delegado de bronce a
este centro vital de la poltica interamericana. Como lo hizo tantas veces en vida
viene hoy, en inmortalidad, a buscar y ofrecer cooperacin, porque hoy, ms que
nunca, es necesario que las Amricas se entiendan de buena fe y con mutuo
respeto. Sobre bases de equidad y de respetuosa cooperacin entre libres e iguales
hay todo un inmenso programa de interamericanismo prctico por realizar. Ese es
el camino que ya hemos comenzado a andar y el nico que conduce hacia la
Amrica que necesitamos todos, unida por el afecto, la confianza y el recproco
inters. Todo lo que recuerde las caducas e inaceptables frmulas del
imperialismo no puede servir sino para sembrar desconfianza y para alimentar la
propaganda de los enemigos de los Estados Unidos. No podemos aceptar
complacidos una situacin de dependencia econmica, en beneficio principal de
una sola de las partes, pero en cambio son y sern bienvenidas y fecundas todas
las formas de cooperacin econmica para el desarrollo de nuestros pases que
nos pongan a trabajar juntos, como socios sinceros y honestos, en la empresa
bolivariana de hacer de la Amrica toda la esperanza del Universo.
Este es el espritu que habla por esta estatua, con amistad, afecto y esperanza
hacia los Estados Unidos. Viene Bolvar hoy al corazn de un pueblo al que
siempre supo admirar y amar, como modelo, porque reuna la mayor suma de
dicha social al poder que da el orden y al poder que da la libertad y a la ciudad
que se enorgullece con el nombre de Washington, el hroe inmaculado a quien
Bolvar profesaba tan honda veneracin, que lleg a llamarlo "el ms santo de los
hombres" porque era una fuente inagotable de lecciones de moderacin y de amor
a la patria.
Viene al hogar amigo y fraternal de los Estados Unidos, como un smbolo de la
vieja e inquebrantable amistad de Venezuela por este gran pas y en una hora
auspiciosa en que Venezuela, su patria, reemprende el camino, nunca renunciado,
hacia la democracia.
La unin sincera de todos los venezolanos demcratas, sin distinciones de
banderas polticas, hizo posible poner fin a la dictadura y restablecer las bases

firmes de una vida de derecho y de libertad. Esa misma unin hizo posible la
pronta realizacin de unas elecciones libres y limpias de las que ha surgido el
rgimen constitucional que hoy preside a Venezuela, con el acatamiento y la
colaboracin activa de todos los grandes partidos polticos. Esa Venezuela de la
concordia y de la unidad, esa Venezuela que no quiere reincidir en los errores del
pasado, esa Venezuela que no quiere decidir su rumbo sino tan slo por la va de
la consulta electoral y por el voto de la mayora, esa Venezuela que se apresta a
afrontar sus problemas, con la sincera cooperacin de todos sus hijos, para
construir un porvenir mejor, es la que hoy trae a Washington la imagen de Bolvar
para dejarla como el ms obligante testimonio de lo ms limpio y valedero de la
unidad de los venezolanos.
Entra Simn Bolvar a formar parte de las grandes presencias inspiradoras que
presiden la labor ecumnica que tiene su asiento en esta ciudad, polo de un
mundo. Y est bien Simn Bolvar entre ellas, porque mucho todava tiene que
decir y hacer junto con ellas, para que la humanidad confe segura en que "el
gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparecer de la tierra".
(Discurso pronunciado por Arturo Uslar Pietri en la inauguracin de la estatua
de Simn Bolvar en Washington, el 27 de febrero de 1959)

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