Reflexión Viernes 20 de Febrero de 2015

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20 DE FEBRERO/VIERNES

Viernes Despus de la ceniza


Testigos y testimonios de all y de aqu
+ Santos Eleuterio y Rasmus Jensen.
+ 20 de Febrero DE 1524: Fueron destruidos los indios quichs en
Guatemala, por los hombres de Castilla. As lo testimonia el Memorial de Solol, un
documento escrito en esta lengua indgena.
+ 20 de Febrero 20 de 1978: despus de mucha presin pacfica por parte
de las comunidades indgenas, de algunos sectores de la sociedad con las minoras, el
decreto 1142 ordena en Colombia tener en cuenta la lengua y la cultura de los
indios.
+ Domingo Lan Sanz: Domingo naci en Paniza, Espaa el 15 de marzo
de 1940. Fue ordenado sacerdote para la Dicesis espaola de Zaragoza. Se ofreci
a trabajar en Colombia en 1966 y se integr a la Obra de Cooperacin Sacerdotal
Hispanoamericana. Lleg al barrio Meissen de Bogot en donde, a la vez que ejerca
sus funciones de prroco, trabaj como obrero en la ladrillera El Molino. Ms
tarde escriba, refirindose a esa experiencia: Experiment en carne propia la situacin de
explotacin y miseria de la mayora de la poblacin.
La audacia de su labor proftica no tardo en crearle problema con la Curia de
Bogot que lo oblig a abandonar este primer campo de trabajo. Se traslad
entonces a Cartagena donde vivi en un rancho miserable de la Parroquia que le
asignaron.
Ante la decisin de la Alcalda de Cartagena de expropiar sin una justa
indemnizacin las tierras de sus vecinos, el padre Domingo encabez una
manifestacin de protesta y por ello fue obligado a regresar a Bogot.
El 19 de abril de 1969 Domingo fue expulsado del pas por la Divisin de
Extranjera del DAS y obligado a viajar a Espaa sin ninguna de sus pertenencias, ni
siquiera sus documentos de identificacin. Intil fue la protesta de sacerdotes,
universitarios y barrios marginados que se congregaron en el Aeropuerto, ni la ms
formal de los abogados Anselmo Chvez, Jaime Torres y Carlos Castaeda, quienes
denunciaron ante la Procuradura: Se ha impedido por parte de la autoridad, el libre ejercicio
de la profesin de abogado y se ha interferido el derecho de defensa del Padre Lan, a quien no se le
permiti siquiera entrevistarse con los abogados. Sin embargo el Secretario del Episcopado
en aquel entonces, Padre Daro Castrilln (posteriormente Cardenal), declar: En el
asunto del Padre Lan se obr enteramente dentro de la ley. Si el Padre viol las disposiciones
colombianas deba hacerse acreedor de las consecuencias de ello (El Espectador, abril 23 de
1969).
Profundamente dolido por la situacin de injusticia que viva Colombia y por
la manera como se persegua a todo aquel que buscara una opcin distinta, an
desde la jerarqua eclesistica, el padre, en ese momento histrico, no vio otra salida
que apoyar los grupos armados. Entonces dialog con su Obispo Pedro Canteros, a
quien le expuso su decisin de incorporarse a la guerrilla colombiana. El anciano
Obispo cedi ante los argumentos de conciencia de Lan y le dio su bendicin. En
febrero de 1970 el padre Lan comunic al pueblo colombiano su apoyo a la

construccin de la justicia social con las armas, viendo que las otras puertas se
cerraban.
Como en el caso del padre Camilo Trres, no apoyamos la bsqueda de la
justicia por las armas. Sabemos la manera como se han degenerado estas guerrillas,
pero eso nos impide reconocer las razones histricas por la cuales surgieron estos
grupos y cmo muchas personas de buena voluntad arriesgaron y entregaron su vida
porque vean que todas las puertas, incluso las eclesiales se cerraban para buscar la
justicia.
El 20 de febrero de 1974 el ELN tuvo un enfrentamiento con el Ejrcito
murieron tres combatientes que fueron sepultados sin identificarlos pero
tomndoles antes las huellas. En marzo se pudo comprobar plenamente que uno de
esos cadveres era el del Padre Domingo Lan. 47 sacerdotes de Zaragoza, amigos y
conocedores de Domingo Lan se pronunciaron posteriormente. En su comunicado
afirmaban:
Somos testigos de sus cualidades, de su fe y celo como sacerdote. No podemos juzgar el
camino emprendido por Domingo, pero comprendemos y compartimos su compromiso con
los pobres. Algo muy grave tiene que estar sucediendo en Hispanoamrica para que
hombres como Domingo, con el Evangelio en la mano y como exigencia de su consagracin
sacerdotal haya llegado hasta esta situacin de violencia y de lucha.
Antfona
(Sal 29,11)
El seor me escucho y tuvo compasin de m. El seor se ha hecho mi auxilio.
Oracin colecta
Te pedimos, Seor, que tu bondad nos ayude a continuar las obras penitenciales
que hemos comenzado, para que la austeridad exterior que practicamos vaya
siempre acompaada por la sinceridad de corazn. Por nuestro seor Jesucristo.
Amen.
Da litrgico: viernes despus de ceniza.
Primera lectura
Isaas 58,1-9a
El ayuno que quiere el Seor
As dice el Seor Dios: Grita a plena voz, sin cesar, alza la voz como una
trompeta, denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados.
Consultan mi orculo a diario, muestran deseo de conocer mi camino, como un
pueblo que practicara la justicia y no abandonase el mandato de Dios. Me piden
sentencias justas, desean tener cerca a Dios. Pero me dicen: Para qu ayunar, si tu
no lo ves?; para qu hacer penitencia, si t no te fijas? Miren: el da de ayuno
buscan su inters y explotan a sus trabajadores; miren: ayunan entre rias y disputas,
dando puetazos sin piedad. No ayunen como ahora, haciendo or en el cielo sus
voces. Es se el ayuno que el Seor desea, para el da en que el hombre se
mortifica?, mover la cabeza como un junco, acostarse sobre saco y ceniza, a eso lo
llaman ayuno, da agradable al Seor?

El ayuno que yo quiero es ste: Abrir las prisiones injustas, hacer saltar los
cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu
pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo, y
no cerrarte a tu propia carne. Entonces romper tu luz como la aurora, en seguida te
brotar la carne sana; te abrir camino la justicia, detrs ir la gloria del Seor.
Entonces clamars al Seor, y te responder; gritars, y te dir: Aqu estoy.
Palabra de Dios.
R/ Te alabamos Seor.

Salmo responsorial: 50
R/ Un corazn quebrantado y humillado, t, Dios mo, no lo
desprecias.
+ Misericordia, Dios mo, por tu bondad, / por tu inmensa compasin borra
mi culpa; / lava del todo mi delito, / limpia mi pecado. R.
+ Pues yo reconozco mi culpa, / tengo siempre presente mi pecado: / contra
ti, contra ti solo pequ, / comet la maldad que aborreces. R.
+ Los sacrificios no te satisfacen: / si te ofreciera un holocausto, no lo
querras. / Mi sacrificio es un espritu quebrantado; / un corazn quebrantado y
humillado, / t no lo desprecias. R.
Da litrgico: viernes despus de ceniza,
EVANGELI0
Mateo 9,14-15
Cuando se lleven al novio, entonces ayunarn
En aquel tiempo, se acercaron los discpulos de Juan a Jess, preguntndole:
Por qu nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discpulos
no ayunan? Jess les dijo: Es que pueden guardar luto los invitados a la boda,
mientras el novio est con ellos? Llegar un da en que se lleven al novio, y entonces
ayunarn.
Palabra del Seor.
R/ Gloria a ti, Seor Jess.

Reflexin
La autntica religin, est ligada a la prctica de la justicia, es decir, a la
instauracin del Reino. Este, es el termmetro que legitima la vivencia religiosa. Hay
prcticas y celebraciones religiosas en apariencia buenas, pero que, por no estar
impregnadas de esta justicia, distorsionan la relacin con Dios y desembocan en una
religin egocntrica y deshumanizante: el da de ayuno buscan su propio inters, y
maltratan a sus servidores. Esto, Dios mismo lo desaconseja: No ayunen como
ahora, haciendo or en el cielo su voces. La religin verdadera nos saca de nosotros
mismos, haciendo sentir como propias las necesidades de los otros: Este es el
ayuno que yo quiero: abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los
cepos, dejar libres a los oprimidos, partir tu pan con el hambriento, hospedar a los
pobres sin techo, vestir al que ves desnudo y no cerrarte a tu propia carne. En la
medida que nuestra prctica de la religin se humaniza, en esa medida,
experimentamos la presencia del novio de la boda con nosotros, que ha venido a
trastocar el luto y el llanto de sus hermanos en la gran fiesta de la salvacin, de la

vida justa y digna para todos. (Evangelio: www.servicioskoinonia.org). La religin es


un medio que bien puede ser empleado para humanizar o para deshumanizar. La
Palabra rechaza todo aquello que deshumaniza, que daa, que engaa e invita
continuamente a crecer como seres humanos a hacer que nuestra vida sea ms
digna, ms justa, ms alegre. Cmo llevamos nuestro camino de fe? Ojal que lo
llevemos al estilo de Jess que siempre convocaba a vivir en plenitud y hacer que
nuestra vida sea ms bella y a disfrutarla hasta la ltima gota, como los buenos
vinos.
Oracin sobre las ofrendas:
Que el sacrificio que te ofrecemos Seor, en este tiempo de Cuaresma, haga
nuestros corazones agradables a tus ojos y nos disponga para ser ms diligentes en la
prctica de la penitencia. Por Jesucristo, nuestro Seor. Amn.
Oracin despus de comunin
Dios todopoderoso, te suplicamos que, por la participacin en este sacramento,
purificados de todos nuestros pecados respondamos mejor a la accin de tu gracia.
Por Jesucristo, nuestro Seor. Amn.

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