El - Amor - Norberto Levi
El - Amor - Norberto Levi
El - Amor - Norberto Levi
El Dr. Levy, creador del concepto de autoasistencia psicolgica, describe las facetas ms significativas del
Amor en relacin a los procesos de curacin.
"La amorosa presencia recprocamente disfrutada es el mayor recordatorio que conozco del paraso en la
tierra, y es tambin el mejor aliento para que el empecinado intento del amor de hacerse humano nos entregue
a nosotros, pequeos y heroicos aprendices de esa partitura, la bendicin de percibir, aunque sea en instantes,
la belleza de la sinfona que nos empea".
Definiendo el Amor
En su dimensin ms vasta llamamos Amor a la energa que ha creado el universo y lo hace funcionar. Es ese
principio cohesivo que enlaza y articula todo lo existente.
"He visto el Amor que mueve al sol y las dems estrellas" deca Goethe.
Desde este punto de vista Dios y Amor son sinnimos, y as como es imposible abarcar todos los atributos de
Dios, tambin es imposible definir completamente al Amor a travs de conceptos. Por lo tanto lo que haremos
aqu es aproximarnos a esa calidad de energa como el dedo que seala a la luna. Sabe que la apunta pero
que no es ella.
Hecha esta salvedad podemos continuar diciendo que para acercarse al Amor en su dimensin csmica tal vez
sea suficiente con mirar una noche la vastedad del cielo estrellado.
Y para acercarnos al amor en la dimensin humana es muy bueno observar simplemente nuestras manos.
Cmo se relacionan entre s mientras realizan las tareas del da: ponerse la ropa, abrochar un botn, preparar
un caf, etc. Todas las tareas. Observarlas con detenimiento y mirar la relacin. Es verdaderamente
maravilloso. Va a encontrar ayuda recproca, ajustes continuos, acoplamientos precisos, sentido de equipo
Eso que ver entre ellas es la cooperacin del amor.
En cada nivel el amor adopta la forma que le corresponde a ese plano. En el nivel personal el amor se
manifiesta bsicamente como respeto, solidaridad y cuidado, y segn la circunstancia ser amor pasional,
fraterno o religioso, etc. Sea cual fuere la forma, la trama esencial de la experiencia del amor es la que surge
del reconocerse como dos partes distintas de la misma unidad mayor. Lo mismo que ocurre entre las dos
manos.
Expresado con otras palabras: el Amor es la memoria que la Unidad tiene de s misma en la diversidad.
El amor entre las personas
Evidentemente entre dos personas no resulta tan fcil. La conciencia individual de cada uno parece borrar el
reconocimiento de que son partes de la misma unidad y suelen percibirse slo como individuos separados,
extraos, y en ocasiones, adems enemigos. En ese marco la llama del amor queda momentneamente
oscurecida y esa es precisamente la tarea humana: vivir una serie de experiencias que, por caminos muy
diversos, van ayudando a recuperar de un modo conciente el mismo reconocimiento que, en forma automtica,
tienen las manos en tanto partes del mismo cuerpo. Es decir, que los seres humanos tambin somos clulas
integrantes y, adems, concientes, del gran organismo universal.
Amor y sacrificio: existe alguna relacin esencial entre ellos?
Sacrificar es negar una parte en nombre de un fin considerado ms importante.
El amor no busca el sacrificio. Busca el mayor bienestar posible, para la mayor cantidad de gente posible,
durante la mayor cantidad de tiempo posible.
En esta bsqueda pueden darse situaciones en las que alguna individualidad deba ser negada; cuando se
llega a ese extremo, como, por ejemplo, el caso de alguien que da su vida para salvar otra, quien lo hace, si lo
realiza desde el amor, no siente que se est sacrificando sino que est salvando.
Amor propio
Lo que llamamos "amor propio" u orgullo es una forma exagerada y distorsionada de intentar compensar la
falta de amor hacia s mismo: Si me descalifico y me reprocho en exceso, esa parte desvalorizada de m vive
en estado de maltrato crnico, como en "carne viva", muy hipersensible. Por lo tanto no tiene resto para
absorber las frustraciones cotidianas y demanda un trato externo que compense ese dficit interior. Si en esas
condiciones alguien me dice por ejemplo que algo de m no le gusta, entonces "desborda la copa", me siento
muy herido, me ofendo, me tenso y me cierro. A esa actitud es a la que llamamos orgullo.
Amor, Inteligencia y sabidura
La inteligencia es la capacidad de resolver problemas. El tipo de problemas que pueda resolver definir cul es
la inteligencia que tengo: Si es filosfica, matemtica, qumica, corporal o musical, etc.
Si utilizo mi inteligencia en qumica para producir armas que destruyen a mucha gente, tendr una inteligencia
qumica pero no una inteligencia que comprenda la cualidad unitaria que subyace en todo lo vivo y el rol
complementario que cumplen todos sus componentes. La sabidura es, precisamente, el conocimiento
vivencial profundo de dicha unidad. Dicho de otro modo, la sabidura es el amor hecho autoconciencia. Es la
energa del amor convertida en concepto, conocimiento, enseanza.
Sabidura en el conflicto
Un conflicto es un vnculo en el que cada parte cree que la solucin radica en la eliminacin del otro: "yo estar
bien slo si logro vencerlo o apartarlo". Esta es la esencia del conflicto tanto en el universo interpersonal como
intrapersonal.
Un conflicto intrapersonal tpico es el que se da entre los impulsos y la mente.
El impulso dice: "Yo quiero expresarme, convertirme en accin, y t, mente, no me dejas. Te la pasas
calculando y anticipando y no me dejas vivir. Quiero eliminarte para poder ser feliz".
La mente responde: "T avanzas enceguecido y traes ms problemas que otra cosa. Estoy harta de que te
equivoques, te ilusiones, te engaen, y tener que pasarme la vida tratando de arreglar los platos rotos. Te voy
a frenar como sea porque eres un peligro total".
Y as puede continuar largamente esta batalla con todo el dao y sufrimiento que acarrea hasta que alguien
pueda devolver la armona a ese sistema.
Esa es la tarea de la sabidura.
Ella es la que puede reconocer la parte de verdad y de error que hay en cada antagonista y explicrselo a cada
uno de ellos del modo en el que lo puedan entender. De esa forma contribuye a reconstruir el vnculo de
complementariedad perdido entre los impulsos y la mente, ese vnculo en el que ambos se pueden volver a
reconocer tan necesarios el uno para el otro como lo son las dos manos entre s.
Los impulsos y la mente podran compararse con el acelerador y el freno. Vistos en forma aislada parecen puro
opuestos que se anulan uno al otro. Recien cuando se incorpora la imagen del auto en el trnsito es que se
comprueba que son complementarios: Puedo acelerar por que cuento con el freno y viceversa.
Conectar con la unidad mayor que permite ver lo complementario que hay en lo aparentemente opuesto es lo
que hace la sabidura del amor
Amar y dar
Esa es una definicin tradicional del amar que es parcial y produce confusin porque asocia el amar a una
accin y uno puede comprender mejor la calidad de esta energa cuando comprende que no es una accin
particular sino una forma de llevar a cabo cualquier accin. Por lo tanto hay un dar amoroso y tambin un
recibir y un pedir amoroso. Cuando formulo mi necesidad y mi pedido de un modo que tiene en cuenta al otro y
reconoce respetuosamente su derecho a decir que no, ese es un pedir amoroso.
Esta ampliacin conceptual nos ayuda a comprender que tanto la actitud emisora como la receptiva pueden ser
realizadas amorosamente. Es decir que el amor no es patrimonio de ninguna de ellas en particular.
Lo amoroso extendido a las emociones
Pensemos en el enojo que parece una de las ms alejadas del amor. Aunque resulte paradjico existe el enojo
amoroso y es aquel que se expresa como autoafirmacin clara que, sin agraviar, presenta con toda la fuerza
necesaria qu es lo que propongo o reclamo que ocurra para que mi enojo pueda cesar. Dicho muy
sintticamente: El enojo no amoroso es aquel que destruye mucho y resuelve poco y por el contrario el enojo
amoroso es aquel que orienta su energa hacia la efectiva resolucin de lo que me enoja con el mnimo dao
posible a los protagonistas de la situacin.
Esto que describo para el enojo vale tambin para el miedo, la envidia, la vergenza, etc. Cada una de ellas
tiene una forma ms o menos amorosa de expresarse. Ese es precisamente el tema de mi ltimo libro: "La
Sabidura de las Emociones".
Todos los estados emocionales tienen su opuesto el amor tambin lo tiene?
Como dijimos antes el amor es ms que una emocin, es una calidad de energa y el plano emocional es slo
una de sus formas de manifestacin. Dentro de esta forma, en un nivel s tiene opuesto y en otro no. En un
nivel ms restringido, si el amor es lo que conecta y articula, los opuestos del amor son todas las fuerzas que
obstaculizan ese proceso, y no es una sola la que lo hace, son varias: el odio, la indiferencia, el miedo y la
dominacin.
Ese es el nivel de la dualidad de los opuestos, pero no es el nico. Existe otro plano de conciencia, ms
expandido, desde donde el amor y el odio son slo aparentemente opuestos pues ambos se revelan tambin
como componentes de una unidad mayor que los abarca e incluye por igual. Y esa unidad mayor es el Amor,
con mayscula.
Puede resultar extrao, y tambin suele producir confusin que segn el nivel que se considere, el amor sea
un polo y tambin la totalidad que lo incluye como tal. Por este motivo es que suele utilizarse el trmino "amor"
con mayscula y minscula como una forma de distinguir el plano que se describe.
Una idea que ilustra muy bien este tipo de relacin entre dos niveles es la nocin de "orden" y "caos". En un
plano restringido ambos pueden funcionar como opuestos, pero desde una perspectiva ms expandida, el caos
se revela tambin como un momento ms de un orden mayor. Es decir, el Orden -ms vasto- incluye al orden ms restringido- y al caos como dos momentos de su devenir.
Otro ejemplo ms de lo mismo est presente en la frase popular que dice: Dios escribe derecho en renglones
torcidos...
Dios escribe derecho... quiere decir: contemplando el conjunto, se hace evidente la presencia de la armona, el
equilibrio y el orden en la manifestacin de lo creado.
...En renglones torcidos... alude a los desequilibrios temporales, a las vicisitudes circunstanciales de los
procesos en curso.
Esta frase presenta dos escalas de tiempo: el tiempo breve y el extenso. "El minuto" y "el siglo". Y a travs de
estas dos escalas integra lo derecho y lo torcido. Lo que aparece como torcido en un plano se revela tambin
como derecho en otro nivel ms expandido.
Esta es, por otra parte, la esencia del "dar sentido", es decir, describir un universo mayor en el que aquello que
apareca como meramente destructivo cobra un significado y una razn de ser dentro de un proceso evolutivo
ms amplio.
Cuando se habla del deseo en forma genrica y se describen sus caractersticas, lo que habitualmente se hace
es hablar del deseo inmaduro. Quiero presentar aqu la propuesta de establecer una distincin conceptual
dentro del deseo mismo y diferenciar deseo inmaduro de deseo maduro.
El deseo inmaduro se caracteriza porque se percibe en el centro de la escena y coloca al resto de los
protagonistas en la posicin de "seres a su servicio". Esto quiere decir que no reconoce la vida propia de los
tres personajes bsicos con quienes se relaciona:
a) el objeto mismo del deseo, b) todos los que funcionen como medio para alcanzarlo y c) todos los que
funcionen como obstculo para alcanzarlo.
Vemoslo en un ejemplo: Juan quiere conocer a Mara y Manuel es el amigo comn que se la presentar.
Manuel es, por lo tanto, el medio a travs del cual Juan llegar a Mara. Si el da convenido Manuel est
cansado o con gripe, el deseo inmaduro de Juan lo "sacar a Manuel de la cama y lo arrastrar" hasta la
reunin en la que le presentar a Mara. Para el deseo inmaduro quien cumple la funcin de medio debe estar
disponible -s o s- para llevar a cabo su tarea. Presionar y forzar "como sea" para que as ocurra. Si al llegar
a la reunin se entera que Mara est unida a Pedro, ste ser, para Juan, el obstculo que le impide unirse a
Mara. Por lo tanto, el deseo inmaduro de Juan intentar excluir a Pedro "como sea" para eliminar ese
obstculo.
Este nivel evolutivo del deseo es la fuente de innumerables conflictos y sufrimiento.
El deseo maduro en cambio se caracteriza por lo opuesto del anterior: no se ubica en el centro de la escena y
tampoco inscribe al resto de los protagonistas como "seres a su servicio". Si pusiramos a esa actitud en una
frase, sera: "Reconozco mi derecho a desear estar con Mara, y tambin reconozco que Mara puede no
desear estar conmigo. Si es as me resultar doloroso pero no me da derecho a agraviarla por sentir lo que
siente.
Si bien me frustra que Manuel est cansado, le reconozco el derecho de experimentar un estado que no
coincida con mis expectativas y ser necesario volver a combinar otro encuentro.
Y, aunque me duela, tambin reconozco que Pedro tiene el mismo derecho que yo a sentirse atrado por Mara
y a ser, eventualmente, elegido por ella".
"En el mismo momento en que comienzo a desear, comienzo a exponerme a la frustracin. No puedo
asegurarle a mi deseo la garanta de su logro, lo ms que puedo asegurarle es mi mejor intento posible".
En este nivel evolutivo -que es posible y necesario- el deseo deja de ser fuente de conflicto y se convierte en
un colaborador conciente al servicio de la plenitud del desarrollo, tanto del individuo como del conjunto.
Notas
(*) Este Artculo fue publicado en el N 75 de Perspectivas Sistmicas (Ao 15, Marzo/ Abril del 2003).
(1) El Dr. Levy, es mdico, psicoterapeuta, creador del mtodo de autoasistenica psicolgica. Ha formado
terapeutas de distintas orientaciones y es autor de numerosos artculos y libros.
Autoasistencia@fibertel.com.ar