El Estilo Izapa y El Occidente de

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El Estilo Izapa y el Occidente de El Salvador,

Evidencia en la Sierra de Ahuachapán.

Federico Paredes Umaña


Universidad de Pennsylvania
afe@sas.upenn.edu

Marlon Escamilla
Departamento de Arqueología CONCULTURA
mvescamilla@yahoo.com

Esta ponencia fue presentada durante el XXI Simposio de Investigaciones


Arqueológicas en Guatemala (23-27 de Julio 2007).
INTRODUCCION
Durante el mes de Junio del año 2006, el Departamento de Arqueología de
CONCULTURA recibió una llamada telefónica de la Alcaldía de Concepción de Ataco,
departamento de Ahuachapán. El objetivo de la llamada fue dar aviso sobre un
hallazgo arqueológico en las cercanías del actual cementerio de dicha municipalidad.
Este, según la llamada telefónica, consistía en un “muñeco de piedra”. En base a lo
anterior, se realizó una inspección arqueológica en el mencionado lugar con la finalidad
de confirmar el hallazgo; este episodio dio lugar a uno de los descubrimientos más
importantes de la arqueología de El Salvador en los últimos años: un asentamiento
prehispánico del período Preclásico Tardío con complejas prácticas de organización
social cuyo carácter evidencia tanto dinámicas locales como una preocupación por
establecer y mantener relaciones con la dinámica regional Mesoamericana de la franja
sur del área Maya.

INICIO DE LAS INVESTIGACIONES


El día 28 de Junio del mismo año, se desarrolló una visita de campo. Durante el
recorrido, se constató la existencia de un sitio arqueológico localizado en el terreno
donde se ubica actualmente el cementerio municipal y sus alrededores. Dentro de los
linderos del cementerio municipal se identificó un montículo de aproximadamente 8 m
de altura que presenta un porcentaje alto de destrucción y alteración; el montículo
presenta más de 100 cruces dispersas en su base, parte media y superior,
correspondientes a más de medio siglo de uso como panteón municipal.

Inmediatamente después del recorrido en el sitio, se realizó una visita a las bodegas de
la Alcaldía Municipal con la finalidad de confirmar el hallazgo del “muñeco de piedra”
reportado. Sorprendentemente, el descubrimiento arqueológico consistía de doce (12)
monumentos líticos incluyendo variedad de dimensiones y estilos. Dicho hallazgo
constituye a la fecha el mayor reporte de esculturas líticas localizadas en un mismo
contexto en el territorio Salvadoreño. En el año de 2006 se produjo el primer mapa del
sitio con colaboración de estudiantes de la Universidad Tecnológica, en 2007 hemos
realizado una temporada de investigaciones que abarcó del 2 al 13 de julio, bajo el

2
nombre de Proyecto Arqueológico Ataco, con el apoyo de la Alcaldía Municipal, el
Departamento de Arqueología de CONCULTURA, La Universidad Tecnológica y La
Universidad de Pennsylvania; el objetivo de esta temporada fue recuperar materiales
arqueológicos que permitieran establecer un fechamiento para el hallazgo arriba
mencionado.

ANTECEDENTES DEL SITIO ARQUEOLÓGICO


El sitio arqueológico ubicado en el cementerio de Concepción de Ataco, Ahuachapán,
fue registrado por Herbert J. Spinden (1915: 446-487) en su artículo titulado “Notes on
the Archaeology of Salvador”, en esta publicación Spinden registra un sitio con el
nombre de Ataco, lo ubica 8 km al sur de Ahuachapán y lo describe como un lugar
donde se encuentran “figuras de piedra talladas”. Posteriormente John M. Longyear III
publica en 1944 la existencia del sitio usando los datos de Spinden en su libro
Archaeological Investigations in El Salvador. Actualmente el sitio se encuentra
registrado en los archivos del Departamento de Arqueología de CONCULTURA con el
nombre de Ataco (4-4) y cuenta con una escueta ficha de registro realizada por M.
Solís en 1976, quien describe el sitio como “figurillas de piedra tallada”.

CONTEXTO GEOGRÁFICO
Situado a 1275 msnm sobre una meseta de la Sierra Apaneca-Ilamatepec, el sitio se
ubica al costado Oeste del actual pueblo de Ataco específicamente en el cementerio
municipal y en los terrenos hacia el Norte. El topónimo Ataco significa “En el barranco o
Lugar Barrancoso”, proviene de las raíces Nahuas Atahti=Barranco y Co=en o lugar.
Otro significado podría ser “Lugar de elevados manantiales”, proveniente de las raíces
At=agua, manantial Acu=elevado y Co=sufijo locativo, “Medio Río” por ser una variante
de “Atahcu” (Ministerio de Obras Públicas 1985:150). La geografía que se observa
desde el sitio hacia el Este, es decir hacia la salida del sol, la conforma una sucesión
de conos montañosos de Sur a Norte conocidos localmente como 1) cerrito de
Apaneca, 2) cerro de oro, y 3) Chichicastepeque, o cerro grande de Apaneca. Cabe
agregar que el sitio Arqueológico Ataco está trazado sobre la planicie que gobierna un
valle hundido hacia el Este. Dicho valle ahora conforma el asentamiento de Concepción

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de Ataco. Hacia el Oeste el terreno inicia los escarpados descensos hacia la ciudad de
Ahuachapán localizada a 780 msnm, al pié de la Sierra.

DESCRIPCIÓN DEL SITIO


El sitio arqueológico Ataco se ubica en los terrenos de la Finca el Panteón.
Actualmente la Finca posee un área de 6 mz aproximadamente y se encuentra
sembrada de café en su totalidad, lo cual dificulta enormemente la visibilidad. Por lo
anterior se desarrolló un reconocimiento sistemático, el cual consistió en la ejecución
de transectos sobre un eje Este-Oeste separados cada 10 m. El sitio está compuesto
por al menos seis montículos ubicados sobre una plaza central. El Montículo 1 mide de
base aproximadamente 60 m y tiene una altura de 8 m. Como ya se dijo arriba,
presenta alto porcentaje de destrucción debido al uso del terreno como cementerio. Así
mismo cuando se construyó la antigua carretera que conduce de Ataco hacia
Ahuachapán, ésta cortó una porción del costado Norte del edificio. El Montículo 2 ha
sufrido grave destrucción, sin embargo aún es posible aproximar sus dimensiones. Su
base midió entre 30 y 35 m aproximadamente y alcanzó una altura máxima de tres m
sobre el nivel de plaza actual. La parte Suroeste del Montículo 2 presenta un alto grado
de alteración. Dicho edificio es el recinto de un enterramiento, mismo que dio origen al
presente estudio y que será descrito más adelante.
El Montículo 3 posee una base aproximada de 65 m y una altura de 3 m. Actualmente
se encuentra severamente alterado debido a que en la parte superior del mismo existen
5 residencias habitacionales contemporáneas de madera, lámina y teja; por esta razón
el subsuelo ha sido alterado drásticamente. El Montículo 4 posee una base aproximada
de 40 x 60 m y una altura de 5 m. La parte superior de la estructura presenta alteración
debido a que se construyó una glorieta sobre la estructura. El Montículo 5 constituye la
estructura de mayor altura con una base aproximada de 60 m y una altura de 9 m.
Dicho montículo se encuentra dividido por el actual cerco de la finca que la separa de
otra finca cafetalera. El Montículo 6 presenta una base aproximada de 45 x 30 m y una
altura de 2.5 m. Todas las estructuras fueron ubicadas con GPS (Sistema de
Posicionamiento Global) y fueron mapeadas con brújula Brunton y cinta métrica. En los

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últimos días de la temporada 2007 fue posible identificar al menos una estructura de
más de un metro y medio de altura aproximada al sureste del Montículo 1 (cementerio).

ATACO, SUS VECINOS Y LA IMPORTANCIA DE LA ARQUEOLOGIA DE EL


SALVADOR EN LOS ESTUDIOS MESOAMERICANOS
El sitio arqueológico Ataco constituye un conjunto con arquitectura pública formado por
edificios dispuestos sobre una planicie. Las observaciones que hasta la fecha hemos
podido realizar confirman que se trata del trazo de un conjunto monumental cuyas
características no son ajenas a la arqueología del Sureste mesoamericano. La Sierra
de Apaneca-Ilamatepeq no ha sido explorada arqueológicamente de manera
sistemática, sin embargo conocemos de su importancia para el desarrollo de las
sociedades complejas del sur de Mesoamérica gracias a los trabajos de A. Demarest
en Santa Leticia, un asentamiento que incluye un centro ceremonial sobre una terraza
artificial en la cual se localizaron tres esculturas monumentales del estilo conocido
como “Barrigón” y asociados a estos, dos mascarones del estilo conocido como
“Cabeza de Jaguar”, este vínculo será importante para la discusión a futuro y marca las
tradiciones más locales del occidente de El Salvador. Durante el Proyecto Chalchuapa,
Robert Sharer (1974:170) dedicó esfuerzos a examinar la evidencia de la presencia
Olmeca en la región, y dijo "… hay algunas indicaciones que Chalchuapa puede no
haber sido el único (asentamiento Olmeca) en esta región. Discutiendo tales sitios
comerciales en México central, Grove (1968b:180-182) nota su usual ocurrencia cerca
de rasgos estratégicos como pasos de montaña. Chalchuapa es un sitio en valle
abierto. Sin embargo unos 25 km al oeste de Chalchuapa, cerca de Ahuachapán, el
valle está cerrado por las alturas de la Sierra Lamatepeque (sic), de esta cuenta, la
entrada de la costa pacífica podría controlarse fácilmente. Probablemente es
significativo que los informes más frecuentes de hallazgos de artefactos "Olmecas"
(especialmente serpentina y estatuillas de jade verde) por coleccionistas locales
vengan del área de Ahuachapan. Si existe un sitio de intercambio Olmeca en esta
región, probablemente se encontrará en el área de Ahuachapan.”

Menos de una década después, Arthur Demarest excavó un centro ceremonial con el
potencial entero de ser el sitio Olmeca esperado, sin embargo encontró en su lugar un

5
asentamiento Preclásico Tardío (Kal-Chul-Caynac). Aunque la presencia Olmeca en la
región no fue claramente dirimida, el Sureste Mesoamericano ganó un fechamiento
seguro para el estilo Barrigón (500 A.C. - 100D.C.) (Demarest 1981). Posteriormente
esfuerzos combinados llevaron a un entendimiento más amplio de las relaciones
cerámicas del Sureste Mesoamericano, incluyendo el occidente de El Salvador y dos
esferas cerámicas fueron propuestas para el Preclásico Tardío: Providencia (400 -100
A.C.) y Miraflores (100 A.C. -250 D.C.) (Bishop, Demarest y Sharer 1989:144). Es bajo
ésta perspectiva que el estudio del asentamiento Preclásico de Ataco debe ser
examinado.

UN ENTERRAMIENTO DEL PERIODO PRECLASICO TARDIO


El Sr. Manuel Eduardo Díaz y el Sr. José Rivera, trabajadores de la municipalidad de
Concepción de Ataco, nos relatan uno de los descubrimientos más importantes en la
arqueología del occidente de El Salvador en las últimas décadas. Después de dos
semanas de trabajo, un grupo de quince personas que removía tierra de un pequeño
montículo (Montículo 2) frente al cementerio municipal, al otro lado del camino antiguo
hacia Ahuachapan, descubrió una piedra plana (laja) de unos 3 metros de largo; que
estaba flanqueada por diversas piezas escultóricas Al remover la piedra se toparon
con una tumba prehispánica que contenía restos óseos de al menos un individuo, una
ofrenda cerámica que incluía incensarios espigados, cuencos de pasta crema y un
vaso cilíndrico acanalado, 9 monumentos tallados, una columna basáltica y una
columna irregular de roca ígnea. Por la descripción que hemos recogido de los
trabajadores es posible interpretar que la laja de piedra funcionaba como tapadera de
la tumba, y se apoyaba en dos rocas como sostén. La primera de ellas, una roca ígnea
de 1.40 m de largo con al menos un lado alisado por trabajo humano (monumento 11
de Ataco), y la segunda, un fragmento de estela con iconografía Preclásica
(monumento 1 de Ataco) tallada en sus cuatro lados. El frente, el reverso y un lateral
conservan aun la talla en bajo relieve y uno de sus laterales está casi completamente
perdido. En el exterior de la tumba habría sido localizado un conjunto triádico del tipo
escultórico conocido como “cabeza de jaguar” (Spinden 1915; Richardson 1940; Fidias
Jiménez 1957, 1972; Perrot-Minnot y Paredes Umaña 2006; Paredes Umaña s.f. a,b)
de buena manufactura (monumentos 2,3 y 4 de Ataco), un fragmento columnar

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cilíndrico que presenta detalles fragmentarios de un rostro zoomorfo estilizado con
cavidades oculares y una proyección que podría representar el hocico (monumento 5
de Ataco), una roca tallada en forma de cráneo con cresta de 23 cm de diámetro
(monumento 6 de Ataco) una ancha columna semicilíndrica tallada en bulto que lleva
una figura zoomorfa coronando la columna con 4 extremidades, cabeza, y cola
(monumento 7 de Ataco, un altar con tres depresiones cóncavas que presenta la talla
de un rostro humano y al menos una extremidad superior (monumento 8 de Ataco), una
roca que presenta una concavidad en su parte superior (monumento 9 de Ataco) y una
columna basáltica de planta pentagonal de 37 cm de alto (monumento 10 de Ataco).

DESCRIPCIÓN Y DIMENSIONES DE LOS MONUMENTOS


Monumento 1 de Ataco. Fragmento de estela tallada en sus 4 lados. Uno de sus lados
presenta un 90% de exfoliación, pudiendo reconocerse talla en los 3 restantes.
Descripción: La figura principal es un personaje antropomorfo de pie con una pierna
delante de la otra. Las piernas van decoradas con tres cuentas en cada tobillo, aunque
la pierna trasera presenta erosión. El personaje se encuentra en posición erguida y
está parado sobre un elemento rectangular que contiene símbolos de difícil lectura;
esta escena se encuentra sobre un motivo que circunda el monumento. Solo uno de
sus laterales ha conservado el motivo intacto, se trata de una banda con tres líneas
diagonales a cada lado de un símbolo U, motivo que es repetitivo en el arte de Izapa,
interesantemente este motivo ocurre en dicho sitio arqueológico como parte de la
llamada banda celestial, en contraposición con el Monumento 1 de Ataco, donde lo
vemos formando parte de una banda bajo los pies del personaje principal. El
monumento está tallado en bajo relieve con una ejecución de gran calidad. Contiene
formas curvas y rectas combinadas de manera ingeniosa, la simbología que puede ser
distinguida recuerda monumentos en estilo “Maya Temprano” o del Horizonte Izapa en
los términos de Parsons (1986:120).
Dimensiones Alto: 55 cm; Ancho: 56 cm; Profundidad: 36 cm.

Monumento 2 de Ataco. Escultura del tipo “Cabeza de Jaguar Estilizado”, originario


del occidente del territorio salvadoreño. Representa un rostro zoomorfo tallado en bulto.

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Este es un ejemplo atípico del estilo, aunque retiene rasgos específicos que lo hacen
formar parte del tipo escultórico, estos son la cresta sagital, y las fauces protuberantes.
No presenta volutas ni orificios oculares, como en el caso de los monumentos 3 y 4 de
Ataco, con los cuales forma un conjunto triádico. Dimensiones: Alto: 60 cm; Ancho: 46
cm; Profundidad: 40 cm

Monumento 3 de Ataco. Escultura del tipo “Cabeza de Jaguar Estilizado”, representa


un rostro zoomorfo tallado en bulto. Presenta alto y bajo relieve. Incluye cresta sagital,
orificio nasal, voluta sobre el ojo derecho, cavidades laterales en la porción inferior, y
dentadura superior e inferior. No tiene espiga horizontal, el volumen del ojo izquierdo
ha sido removido por medio de golpes.
Dimensiones: Alto: 56 cm; Ancho: 57 cm; Profundidad 53 cm

Monumento 4 de Ataco. Escultura del tipo “Cabeza de Jaguar Estilizado”, representa


un rostro zoomorfo tallado en bulto. Presenta alto y bajo relieve. Incluye cresta sagital,
orificio nasal, volutas sobre el ojo derecho e izquierdo. Se distingue por su particular
cavidad nasal de donde surge un volumen vertical que parte la dentadura en dos. En su
porción derecha presenta dentadura, en la izquierda no, en su lugar se observan
volutas. Presenta una pequeña espiga horizontal en su parte posterior. Dimensiones:
Alto: 48 cm; Ancho: 44 cm; Profundidad: 31 cm

Monumento 5 de Ataco. Fragmento columnar cilíndrico que presenta detalles


fragmentarios de un rostro zoomorfo estilizado. Presenta cavidades oculares y una
proyección que podría representar el hocico. Tallado en basalto.
Dimensiones: Alto: 30-32 cm; Ancho: 29-30 cm; Profundidad: 25 cm

Monumento 6 de Ataco. Fragmento de cráneo con cresta.


Dimensiones: Alto: 23 cm; Ancho: 23 cm; Profundidad: 32 cm

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Monumento 7 de Ataco. Columna semi-cilíndrica que lleva una talla en bulto de una
figura zoomorfa con 4 extremidades, cabeza, y cola coronando la columna.
Dimensiones: Alto: 75 cm; Ancho: 43 cm; Profundidad: 25 cm

Monumento 8 de Ataco. Altar con 3 depresiones cóncavas o receptáculos. Presenta


un rostro antropomorfo y al menos una extremidad superior.
Dimensiones: Alto: 40 cm; Ancho: máximo: 66 cm; Espesor: 80 cm.
Diámetro depresión mayor: 26 cm

Monumento 9 de Ataco. Roca con depresión cóncava. Tallada en Basalto.


Dimensiones: Alto: 55 cm; Diámetro depresión: 23 cm

Monumento 10 de Ataco. Columna Basáltica de planta pentagonal.


Dimensiones: Alto 37 cm; Ancho 15 cm

Monumento 11 de Ataco. Columna de roca ígnea con un lateral modificado por trabajo
humano. Dimensiones: Alto: 140 cm; Ancho: de 33 a 40 cm

Monumento 12 de Ataco.
Dos porciones de una laja fragmentada. Según el relato del descubrimiento, esta laja
era la tapadera de una tumba que contenía al menos una osamenta y ofrendas
cerámicas. Fragmento 1 Largo: 70 cm; Fragmento 2 Largo: 50 cm; Fragmento 1 Ancho:
70 cm; Fragmento 2 Ancho: 70 cm

La reconstrucción del contexto de este enterramiento con ofrendas por medio de


informantes presenta limitantes, es por esta razón que se decidió conducir una
excavación controlada en los alrededores del hallazgo, en un área no contaminada por
los trabajos municipales. La temporada 2007 nos ha dejado una buena muestra
cerámica datos de los rellenos constructivos del Montículo 2 asociados a fuegos
intensos y abundantes muestras de carbón directamente asociados a restos cerámicos
en contextos sellados. Dichas muestras están ya en camino al laboratorio. Durante las

9
dos semanas de excavación en el montículo 2 fue imposible alcanzar la profundidad
deseada para recuperar los restos óseos que según nuestros informantes yacen
enterrados en una bolsa de cemento a una profundidad mayor a los 2 metros bajo el
nivel actual del suelo. La operación uno, un pozo de 3 x 2 m localizó dos rasgos que
consumieron el tiempo de excavación, ambos consistentes en material cerámico
desechado. El Rasgo 1 consistió en una acumulación de cerámica fragmentaria,
obsidiana, carbón y piedra cortada en fragmentos de hasta 10 cm en un contexto
sellado. Dicha cerámica ha sido utilizada para proveer un fechamiento relativo a la
construcción del montículo y a la tumba, pues dicho rasgo se localiza en un nivel
estratigráfico superior. Si suponemos que el material más tardío recogido del Rasgo 1
puede marcar el momento en que la tumba fue sellada, entonces es posible adelantar
un juicio sobre el fechamiento de este evento importante en la vida del sitio
arqueológico Ataco.

ANALISIS CERAMICO
La muestra cerámica recolectada del 2 al 13 de julio de 2007 brindó datos para la
ubicación cronológica del sitio Ataco. Basándose en la descripción cerámica hecha por
Arthurt Demarest en el libro The Archaeology of Santa Leticia and the Rise of Maya
Civilization (1986), se logró clasificar la cerámica, identificando tiestos del grupo
cerámico Lolotique (rojo) la cual constituye una cerámica roja en algunos casos con un
acabado fino y brillante exhibiendo decoración de finas a medianas incisiones post
cocción en diseños de líneas rectas sobrepuestas. Este grupo cerámico se ubica en el
complejo cerámico Kal (750 a 400 AC) con extensiones hacia el final del complejo
Colos y principios del complejo Chul. Robert Sharer en el libro The Prehistory of
Chalchuapa, El Salvador (1978), clasifica el grupo cerámico Cara Sucia del cual se
lograron identificar tiestos en Ataco. Este grupo cerámico exhibe una superficie no
pulida expuesta a poca cocción y de color ante. La superficie presenta una banda
circundante impresa. Sharer ubica a este grupo dentro de los complejos cerámicos Kal,
Chul y Caynac. Así mismo se identificaron tiestos del tipo Usulután con decoración
negativo-batik pertenecientes a los Complejos Cerámicos Chul y Caynac los cuales se
ubican en el Período Preclásico Tardío. En base al análisis cerámico preliminar, el

10
mayor porcentaje de cerámica proveniente de las excavaciones se ubica
cronológicamente en el Período Preclásico Tardío. Sin embargo, aunque en baja
densidad, se logró identificar presencia cerámica perteneciente al Preclásico Medio.
Por ejemplo, el tipo Huiza Inciso, de la variedad Huiza pertenecientes al Grupo
Cerámico Jerónimo, del Complejo Cerámico Colos. De igual forma se identificó
cerámica perteneciente al grupo cerámico Lamatepeque, la cual exhibe decoración
incisa y punzonada.

MONUMENTO 1 DE ATACO ¿ESTILO IZAPA O MAYA TEMPRANO?


La escultura Preclásica del Occidente de El Salvador ha sido documentada en escasos
trabajos (Spinden 1915, Richardson 1940, Sharer 1978, Demarest 1989, Perrot-Minnot
y Peredes Umaña 2006, Paredes Umaña s.f. a, b) y a la fecha los monumentos tallados
con representaciones en bajo relieve de personajes del período Preclásico se remiten a
los monumentos 1 y 12 de Chalchuapa. El primero representa un personaje sedente de
perfil acompañado de 8 columnas glíficas y asociado al estilo maya temprano
(Preclásico Tardío Terminal o Protoclásico) y el segundo representa 4 personajes, 3 de
pie y uno sedente con elaborados trajes y cetros que se han asociado con el estilo
Olmeca (Sharer 1978) fechado para el Preclásico Medio.

Fue Thompson (1943:105) quien acuñó el término “Estilo Izapa” para referirse a una
serie de características escultóricas que aparecían diseminadas por los corredores del
sur del área maya, sin embargo como refiere Guernsey (2006:72) es un término
problemático pues a lo largo de 7 décadas ha sugerido talvez sin proponérselo, un
punto de origen que pareciera irreconciliable con la evidencia a la luz de nuevos
descubrimientos. Ahora bien, es evidente que cuando en un ambiente profesional se
hace mención de dicho término, éste prueba ser por lo menos útil. Siendo así,
decidimos utilizarlo en el título de esta ponencia, no sin antes reflexionar en las
contribuciones a la definición del estilo que el Monumento de Ataco puede aportar.

El “Estilo Izapa” se caracteriza “típicamente por el uso de líneas que marcan la


superficie inferior, volutas curvilíneas, figuras asimétricas que implican movimiento,

11
ejecución fluida de la línea y el uso predominante de formas curvas, la utilización de los
campos pictóricos y sus límites de manera consciente y una atención al aspecto
general de la composición entre el primer plano y el plano de fondo de la piedra tallada,
la cual se modifica de manera premeditada, pero retiene sus contornos naturales”
(Guernsey 2006:71).

La cita anterior hace referencia a la calidad de ejecución de los talladores y las


convenciones artísticas que permiten reconocer dos o más monumentos como parte de
una misma tradición, ahora bien, debemos poner atención a que el Monumento 1 de
Ataco posee una característica particular que no está contenida en la pasada
definición, y es la preparación de la piedra antes de la talla, formando cuatro superficies
regulares. De hecho el hallazgo del Monumento 1 de Ataco, nos muestra una estela
tallada en sus cuatro lados y representa en su panel principal un personaje que camina
sobre una banda terrestre, característica que comparte con las tallas de sitios
arqueológicos como Izapa, Tak’alik’ Ab’aj, y Kaminaljuyu. Este es sin duda un evento
trascendental para documentar el vínculo de la cordillera de Apaneca-Ilamatepec con
los dinámicos eventos del período Preclásico Tardío que presencian el desarrollo de
sociedades complejas. Dicha complejidad viene dada por la ventaja que la tecnología
hidráulica aprovechada en cultivos brindó a estas sociedades tempranas, como ha sido
documentado en Takalik Abaj (Marroquín 2005), Chocolá (Paredes Umaña et al 2005),
Kaminaljuyu (Barrientos 1996) además de la construcción de edificaciones con barro
apisonado y la modificación de elevaciones naturales con terrazas artificiales
(Demarest 1981). La elaboración de monumentos que contienen una carga ideológica y
simbólica expresan identidades locales y dinámicas internacionales a través de
procesos de organización social, es así que el estilo escultórico conocido como
“Cabeza de Jaguar” ha probado ser característico de la zona occidental de El Salvador,
dicho estilo escultórico se extiende en un área de 3100 km² que incluye los
departamentos de Ahuachapán, Sonsonate y Santa Ana; estudios recientes (Paredes
Umaña s.f. b) han podido establecer que dicho estilo no cruza la frontera natural del
Río Paz, actualmente la frontera entre El Salvador y Guatemala. Este dato es reforzado
por los reconocimientos en Santa Rosa llevados a cabo por Estrada Belli (1999), quien

12
no reporta un solo ejemplar que contenga las características de dicho estilo en territorio
de la actual Republica guatemalteca, sin embargo si reporta asentamientos del
Preclásico Tardío que comparten la tradición cerámica de las esferas Providencia y
Miraflores.
El carácter internacional de la región puede establecerse a raíz de la talla del
Monumento 1 de Ataco, en un claro esfuerzo por vincularse con los desarrollos que se
estaban llevando a cabo a lo largo de la franja sur del área Maya, la cerámica también
atiende a conceptos internacionales sobre todo los tipos identificados como Lolotique
(rojo), y cerámica café negro inciso con motivos de grecas que se registran en el
Altiplano Guatemalteco.

CONSIDERACIONES FINALES
El sitio arqueológico Ataco (4-4), constituye uno de los sitios mas importantes de la
zona. Desarrollar investigaciones arqueológicas en el sitio, brinda la oportunidad de
conocer cómo sus pobladores habitaron el territorio durante el Período Preclásico
Tardío, pero también nos muestra que la ocupación del sitio y sus alrededores inicia
por lo menos en el Preclásico Medio. El hallazgo de las doce (12) esculturas líticas,
constituye el mayor hallazgo arqueológico de esculturas líticas registrado en el país.
Así mismo, el descubrimiento del Monumento 1 de Ataco, abre un panorama cultural
que ubica al sitio de Ataco en una categoría de sitio de primer orden, el cual
probablemente tuvo nexos culturales, políticos, sociales, entre otros, con sitios como
Izapa, Tak’alik Ab’aj, Chocolá, El Baúl y Kaminaljuyu, sin descuidar el carácter local
que generó expresiones muy propias en una región que comparte vínculos a una
menor escala, por ejemplo con sitios como Tapalshucut, Izalco, La Cuyancúa también
en Izalco, y finca Santa Teresa en Santa Ana. Estos sitios, poco estudiados se suman a
decenas de asentamientos que esperan por ser registrados y estudiados
sistemáticamente para avanzar en la definición de una esfera local.
El sitio de Ataco posee toda una ventana hacia el pasado, específicamente al Horizonte
Preclásico. Solamente a través de investigaciones arqueológicas podrá obtenerse una
perspectiva más amplia sobre la interacción de los antiguos pobladores del Formativo.

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AGRADECIMIENTOS
Expresamos nuestros más sinceros agradecimientos a la Alcaldía Municipal de
Concepción de Ataco por todo el apoyo otorgado al Proyecto Arqueológico Ataco. De
igual forma manifestamos agradecimientos a la Coordinación del Departamento de
Arqueología de CONCULTURA. De gran ayuda fue el soporte otorgado por la
Universidad de Pennsylvania y la Universidad Tecnológica de El Salvador. De manera
muy especial y afectuosa agradecemos a nuestro amigo e ilustrador del Proyecto
Daniel Salazar por el empeño mostrado en sus obras.

14
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en posesión del autor con ilustraciones originales de Daniel Salazar.

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FIGURAS

Con
Ilustraciones originales de Daniel Salazar
Derechos reservados Proyecto Arqueológico Ataco 2007

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Figura 1 Mapa del Sureste Maya con los sitios Preclásicos mencionados en el texto.
Figura 2 Plano Sitio Arqueológico Ataco elaborado en 2006 cortesía Departamento de Arqueología CONCULTURA.
Figura 3 Fotografía de hallazgo en 2002. Se observan tres monumentos de piedra tallada, y al menos una roca trabajada a manera
de tapadera de lápida. Sobre esta se observan un fragmento de incensario espigado y un cuenco naranja sin engobe. Fotografía
cortesía Municipalidad Concepción de Ataco.

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Figura 4 Plano de excavación temporada 2007.

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Figura 5 Ilustración de cortes Norte y Este Montículo 2.

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Figura 6 Monumento 1 de Ataco.

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Figura 7 Monumentos 2,3 y 4 de Ataco.

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Figura 8 Rasgo 1 vista de planta. Consiste en una acumulación de cerámica, ceniza, obsidiana y rocas dentro del relleno del
montículo 2. Todos sus elementos se localizaron fragmentados, incluyendo las rocas las cuales evidencian trabajo para la reducción
de su tamaño. La matriz consistía de tierra compacta.

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Figura 9 Cerámica recuperada del Montículo 2.

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Figura 10 Cerámica recuperada en el Rasgo 1, Montículo 2. Predominan tipos con decoración negativa de doble engobe.

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