Manual para Exorcistas y Carismáticos. Ascensión y Misión
Manual para Exorcistas y Carismáticos. Ascensión y Misión
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los retengis, les sern retenidos (cf. tambin Mt 16,19). En este contexto se
vinculan la referencia a Jess (fe) y la identificacin eclesial (bautismo), que
aparecen ahora como medios. Igual que en la otra conclusin no cannica
(16, s/n), aqu no se habla de la llegada del Reino que anunci Jess, sino de
la salvacin eterna (sthsetai). En este contexto se oponen los dos caminos
clsicos de la tradicin apocalptica de Israel (y del helenismo).
Hay una salvacin, que est vinculada a la fe y al bautismo (16, 16a), es
decir, a la identidad cristiana, tal como ha sido expresada en el conjunto del
evangelio de Marcos. Ciertamente, para Marcos la fe era esencial (creer en
Jess, aceptar el evangelio). Pero ahora se introduce tambin como esencial la
referencia al bautismo, que ha de entenderse como sacramento de la Iglesia,
cosa que en el texto original de Marcos no era clara (no apareca el bautismo
como medo salvador estricto, ni como sacramente identificador de la Iglesia).
Este pasaje ha vinculado fe y bautismo, como principio de identidad cristiana
(fe) y como signo distintivo y manifestacin de la fe (bautismo). En este
contexto podra hablarse quiz de una experiencia paulina, en la lnea de Rom
1,16-17, donde se habla del valor salvador del evangelio, que acta por medio
de la fe; pero Mc 16, 16 ha unido fe y bautismo, es decir, una fe expresada
en el signo eclesial de la pertenencia cristiana (bautismo).
Los que creen se salvan, sin ms, sin juicio: La fe (pistis) significa aqu
aceptacin de la buena nueva: Se trata de creer en la salvacin anunciada por
Jess, comprometerse personalmente por ella. No es creer en dogmas
tericos, es aceptar un impulso de vida, confiar en la tarea y esperanza de
Jess.
Los que no creen sern juzgados (16, 16b). Sintomticamente, aqu no se
dice quien no crea y no se bautice, sino slo quien no crea (en contra de la
frase anterior, donde se unan fe y bautismo). Eso supone que el tema clave, el
principio salvador, es la fe (en la lnea de 1, 14-15). El texto supone que no hay
salvacin sin fe. En otras palabras, la misma fe es la salvacin: Se salva
quien acepta la salvacin, es decir, quien deja salvarse.
Aqu no hay salvacin por obras (por gestos, acciones, compromisos), ni
siquiera por compromisos sacramentales o eclesiales. La salvacin es un
misterio de fe: Quien se deja salvar (en manos del mensaje de Jess) ser
salvado. Quien rechace la salvacin no puede ser forzado. No hay salvacin
impuesta, pues no sera salvacin.
con ella, aunque aqu no se habla de un envo del Espritu Santo; es evidente
que la misma ascensin de Jess aparece como Pentecosts.
Este esquema del final cannico de Marcos est cerca de Lucas, pero hay una
diferencia significativa: en Hechos, el Jess que sube al cielo enva a su
Espritu que anima y funda la vida de la Iglesia; nuestro texto, en cambio, no
posee una pneumatologa expresa, pues el mismo Jess que se ha ido es el
que sigue actuando entre los suyos (coopera con ellos) realizando sus seales.
En ese aspecto nos hallamos cerca de Mt 28,16-20, aunque all no haba
verdadera ascensin, pues Jess segua en la montaa, y no se deca que se
fuera al cielo (ouranos), como aqu.
Segn Mateo, el mismo Jess que enva a sus discpulos (les separa de s) se
encuentra en ellos y por ellos obra (estar con vosotros hasta la consumacin
del tiempo). Por el contrario, en Mc 16, 19-20 el Seor sube al cielo, donde
est sentado a la Derecha del Padre, pero, al mismo tiempo l acta a travs
de sus creyentes a travs de una especie de sin-ergia (tou kyriou
synergounto, el Seor co-acta con ellos). Esa sin-ergia se expresa tambin a
travs del fortalecimiento de la Palabra, que aparece aqu de un modo
personal, como paralela el Seor, fortaleciendo (bebaiountos) a los creyentes.
As se puede decir que Jess est en el cielo, a la derecha del Padre, pero, al
mismo tiempo, est presente como Kyrios y co-acta en los creyentes, y est
tambin presente como Logos y, de esa forma les fortaleza. As podramos
decir que Jess se ha convertido en Kyrios y en Logos, es el mismo Dios
presente como Seor y Palabra en sus creyentes.
Se repite de esta forma el esquema que veremos en la conclusin pequea (no
cannica), que presentaremos a continuacin: Jesus resucitado enva a los
suyos por todo el mundo (pantakhou), iniciando as la histona y vida de la
Iglesia Mc 16,20 no siente la necesidad de detallar mejor los pasos y
momentos de ese pantakhou (salieron y predicaron por todas partes), pues ello
pertenece ya a la misma experiencia actuante de la Iglesia, que va
extendindose por todo el mundo conocido. Lucas, en cambio, ha quenado
narrar ese camino de apertura y expansin del evangelio y as lo ha hecho en
el libro de los Hechos.
Resumiendo lo anterior, podemos decir que este apndice (Mc 16,9-20) cierra
de algn modo el texto precedente de Marcos, haciendo que as quede en el
pasado, como expresin de un tiempo que es antiguo, en la lnea de eso que
suele llamarse el esquema de historia de la salvacin de Lucas-Hechos. Pero,
al mismo tiempo, las palabras finales de este apndice (misin eclesial,