Urbanismo Temas y Tendencias
Urbanismo Temas y Tendencias
Urbanismo Temas y Tendencias
Este volumen es el resultado de un gran esfuerzo intelectual y acadmico enfrentado a la dificultad de integrar en
un documento los conocimientos especializados y enfoques de las diversas disciplinas que inciden en el mbito
del urbanismo, neologismo que de acuerdo con los expertos, aparece en el contexto francfono a principios del
siglo xx, concretamente en 1910, en una revista suiza de
geografa. De forma paralela en el contexto anglosajn se
empez a definir el campo de accin del town planning, la
planeacin urbana.
Anteriormente, Patrick Geddes ya se refera a una nueva ciencia que denominaba polstica e Ildefonso Cerd
haba redactado su Tratado general de la urbanizacin. En
cualquier caso era evidente que los problemas que aquejaban a las ciudades industriales haban rebasado el dominio tradicional de la arquitectura. Y si bien la forma de
la ciudad es producto de un contexto socioeconmico
determinado, es imposible que slo a travs del diseo
se resuelvan las contradicciones sociales derivadas de los
sistemas econmicos imperantes y que tienen consecuencias en la estructura espacial de las ciudades. As el objeto
de estudio: la ciudad o mejor dicho el fenmeno urbano
fue tratado desde diversas y novedosas subdisciplinas de
la sociologa, la antropologa, la economa, la geografa,
entre otras, todas urbanas. El universo a estudiar ha conocido una expansin en nmero y complejidad. Cada
vez hay ms ciudades y cada vez son ms grandes y complejas. El concepto de ciudad asequible a todos, dej de
significar un espacio con caractersticas concretas, denso,
diverso, no rural. Desde hace un siglo se empezaron a uti-
lizar nuevos trminos como conurbacin, metrpoli, aglomeracin, asentamiento humano, megalpoli, etctera.
Hasta la fecha y de manera recurrente siguen apareciendo autnticos neologismos para describir los fenmenos
urbanos ms recientes.
En el ltimo siglo, el urbanismo se fue integrando con las
aportaciones de mltiples disciplinas. En esta compilacin
eclctica, unificada bajo el ttulo de Urbanismo: temas y
tendencias, intentamos mostrar una vez ms la complejidad del fenmeno urbano y la diversidad de enfoques que
participan en la construccin de soluciones para mejorar el
hbitat mayoritario de la especie humana: la ciudad.
El texto est organizado en dos partes. Cada una agrupa
a los autores de acuerdo a su formacin universitaria de origen. En la primera se encuentran los arquitectos y urbanistas
y en la segunda los cientficos sociales, gegrafos, socilogos, y de manera individual un economista, un historiador
y un periodista especializado en arte urbano. Esta propuesta
escapa a una clasificacin temtica convencional y busca
evidenciar las perspectivas y formaciones que confluyen en
los estudios urbanos y en la prctica del urbanismo, y que
abarcan la dimensin formal-espacial y la dimensin social
de un fenmeno tan complejo como la ciudad.
En apego al espritu de la coleccin Textos FA, la gran
mayora de los autores que participan en esta compilacin
forman parte de la planta docente de la Facultad de Arquitectura en el nivel de licenciatura y posgrado. Muchos de
ellos son miembros tambin de cuerpos de investigadores
y docentes en institutos de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (unam) y en otras universidades. En
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res, revisores, correctores, diseadores, editores, impresores, asistentes y personal administrativo a lo largo de su proceso de elaboracin. Los compiladores quisiramos agradecer la colaboracin de las siguientes personas para que
este proyecto pudiera realizarse: en primer lugar al director
de la Facultad de Arquitectura, Jorge Tams y Batta, quien
recibi con entusiasmo el proyecto Textos FA que incluye
este nmero dedicado al urbanismo. Al equipo de la Coordinacin Editorial de la misma Facultad: Silvia Bourdn el
cuidado de la edicin; a Erandi Casanueva por el diseo,
Amaranta Aguilar por su colaboracin en la formacin; a
Rafael Salinas y David Mutschlechner por su apoyo en el
arranque de este proyecto y a Israel Daz, scar Chavarin y
Starshine Mata en apoyo editorial. Y especialmente a cada
uno de los autores por su inters, entusiasmo e invaluable
experiencia plasmada en cada texto.
Hctor Quiroz Rothe y Esther Maya Prez
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Problemtica inicial
Qu hace diferente a una ciudad de otra? Cmo se construye y cmo se
define la identidad de una ciudad, barrio o pas; qu elementos definen
la identidad de las ciudades mexicanas. Es posible rescatar identidades
histricas, es posible fabricar nuevas identidades. Qu posicin ocupan
las distintas formas de arquitectura en estos procesos?, eran el tipo de preguntas que me planteaba hace ms de diez aos y que fueron el punto de
partida para una serie de proyectos de investigacin ubicados entre la historia, la geografa y el urbanismo. El primero de ellos fue mi tesis doctoral
denominada La formacin de la identidad urbana a travs de la imagen
y el espacio construido a lo largo del siglo xx. El caso de cinco ciudades
mexicanas de la pennsula de Yucatn. Posteriormente, y durante tres
aos, pude ampliar las conclusiones de este trabajo y aplicar la metodologa de anlisis en un universo ms amplio de ciudades mexicanas dentro
del proyecto Urbanismo moderno en Mxico. La historia e identidad de
las ciudades recientes. En este momento y, a partir del encuentro con el
filsofo Armando Silva, se integr el concepto de imaginarios urbanos.
Nutrido por estos trabajos se inici una tercera etapa o proyecto que consisti en el registro de imgenes y entrevistas que permitieran comprender, a travs del lenguaje del documental, la evolucin de la identidad
de una ciudad e ilustrar las mltiples subjetividades que inciden en su
conformacin. El resultado de esta etapa es la serie Historia e identidad
de las ciudades mexicanas del siglo xx.
Las preguntas arriba mencionadas eran, en buena medida, producto de
mi formacin dentro de la Facultad de Arquitectura, con una perspectiva
centrada en la dimensin espacial del fenmeno urbano y muy deficiente
en la teora y metodologa para el anlisis de los fenmenos sociales. En el
mbito de la arquitectura, la identidad suele referirse a las caractersticas
constructivas que permiten asociar ciertas formas con ciertas culturas. As,
una arquitectura mexicana con identidad debe remitirnos, por ejemplo, a
la espacialidad de un patio colonial, pero nunca a una pagoda china o a un
rascacielos neoyorquino.1
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Con el paso de los aos, aquellas preguntas han sido respondidas, superadas o replanteadas. Debo aclarar que las conclusiones de estos trabajos
tienen que entenderse como una aportacin desde la experiencia profesional
especializada (urbanismo) y la investigacin de campo centrada en el espacio construido, principal recurso de la prctica urbanstica y arquitectnica.
En un primer momento de las investigaciones pude constatar, a partir de
la percepcin de expertos, la existencia de dos categoras muy generales de
ciudades mexicanas, aquellas que eran percibidas como poseedoras de una
identidad mexicana asociada a la existencia de un patrimonio construido de
origen novohispano y que, en consecuencia, son juzgadas como ms bellas
al compararlas con otras que carecen de ambos elementos: patrimonio e
identidad. Este segundo grupo, es el que denomino ciudades modernas o
recientes para diferenciarlas en el contexto mexicano de las histricas o tradicionales.
Las ciudades modernas constituyen un conjunto heterogneo de poblaciones, cuya estructura es el resultado de las profundas transformaciones
ocurridas en el contexto de la modernidad; es decir, desde las iniciativas del
urbanismo ilustrado del siglo xviii hasta los grandes proyectos financiados
por el Estado interventor de la segunda mitad del siglo xx. Comprende cinco
categoras: ciudades fronterizas, ciudades petroleras, colonias agroindustriales, centros tursticos y ciudades y suburbios industriales.2
Ms all del enfoque formalista que domina el anlisis arquitectnico,
este tipo de juicios compromete a la poblacin residente; es decir, se llega
a considerar que los habitantes de dichas ciudades no tienen identidad
como mexicanos. Esas afirmaciones son resultado de un discurso dominante
que, a lo largo de muchas dcadas, ha ignorado las diferencias culturales que
existen entre las regiones que integran Mxico, privilegiando y generalizando la cultura y la historia del centro del pas.
De esta manera, la arquitectura considerada mexicana es la arquitectura
histrica mesoamericana y virreinal y sus reinterpretaciones contemporneas.
Esta definicin tan acotada de la arquitectura nacional no logra integrar la historia ms reciente de Mxico, que incluye la fundacin de nuevos centros de
poblacin, as como la transformacin radical de las ciudades preexistentes
a partir de un crecimiento explosivo que ha generado una estructura segregada y desordenada, marcada por una arquitectura funcionalista de carcter
internacional, en el caso de los espacios que han sido planificados y por
edificaciones generadas por los procesos de autoconstruccin, al referirnos
a la ciudad popular, la cual resulta cuantitativamente mayoritaria al hacer un
balance del origen de los espacios que integran la ciudad contempornea.
La supuesta crisis de identidad que afecta a estas ciudades, desde la perspectiva de la arquitectura acadmica, est determinada en gran medida por
un discurso que ha privilegiado ciertos espacios histricos, ya que desconoce
perodos o procesos de la historia local y sus expresiones arquitectnicas,
como ocurre con la arquitectura industrial, algunos eclecticismos del siglo
xix y xx o la arquitectura popular contempornea. Sin embargo, en las ciudades modernas habitan millones de mexicanos que, de manera cotidiana,
establecen relaciones afectivas con el espacio habitado asociadas al sentido
de arraigo, identidad y apropiacin.
No podemos aceptar que los espacios habitacionales y pblicos, generados mediante la autoconstruccin por los mismos habitantes, sean calificados como carentes de identidad por la arquitectura acadmica que se ha
autonombrado detentora de los valores que definen la identidad nacional,
cuando esos espacios son la expresin ms tangible de la cultura mexicana
contempornea. Igualmente, no podemos seguir pensando que los espacios
signados por el racionalismo o funcionalismo en su versin local sean expresiones ajenas a la cultura nacional. Cabe aclarar que esta crtica es producto de la influencia que ejercieron, desde los aos setenta, algunos tericos
posmodernos de la arquitectura, quienes evidenciaron las deficiencias de
la arquitectura moderna (de origen racionalista) en cuanto a su capacidad
de generar arraigo y apropiacin entre los habitantes de los conjuntos habitacionales, y asociaron esta condicin con la crisis social de los suburbios
planificados en Europa y los Estados Unidos durante los aos ochenta. Faltara aqu evaluar la evolucin de los conjuntos habitacionales en el contexto
mexicano.3
Sin duda, este tipo de afirmaciones incomodarn a algunos al poner en
evidencia la jerarquizacin inherente en la definicin de las identidades desde la autoridad o los grupos en el poder, incluida la academia.
A pesar de la evolucin de los planteamientos iniciales en mi trabajo, en el
contexto de la Facultad de Arquitectura, sigo escuchando y leyendo con frecuencia expresiones de malestar sobre la prdida de identidad y declaraciones
a favor de una bsqueda de identidad en la arquitectura mexicana. El debate
en torno a estos temas dentro del gremio tiene una historia que se remonta al
siglo xix4 y oscila entre la construccin de una identidad arquitectnica nacional o la apertura a las vanguardias internacionales en beneficio del conjunto
de la sociedad y en particular de los ms pobres. De este debate, los urbanistas
de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (unam) no nos hemos podido librar.5
De forma paralela, en los ltimos aos el discurso de la identidad nacional
ha sido cuestionado. Mxico, en el contexto de la posmodernidad, se percibe
cada vez ms como un pas multicultural, sobre todo a partir del levantamiento zapatista en 1994 que le confiri a las comunidades indgenas un nuevo
estatus, as como al creciente peso de la comunidad mexico-americana en la
economa, poltica y cultura nacional. Al mismo tiempo, algunas expresiones
regionales, populares y contemporneas comienzan a ser estudiadas y valoradas como parte de la identidad contempornea de Mxico. (Arquitectura
industrial, verncula, art dco, estilo californiano).
Como rplica a esta supuesta prdida o bsqueda de una identidad afirmamos, como premisa compartida en las tres investigaciones realizadas, que
el espacio construido adquiere mltiples significados al ser habitado, independientemente de sus cualidades histricas o estticas. Algunos de estos
significados estn asociados a sentimientos positivos como el arraigo y la
apropiacin del mismo, los cuales constituyen elementos relevantes en la
construccin de las identidades colectivas. Con esto rechazamos cualquier
enunciado respecto a la prdida de identidad.
Como se ha sealado, el universo de las ciudades modernas ha sido el objetivo de estudio central en mis investigaciones, al considerar que su estructura,
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imagen y arquitectura son el resultado de los procesos sociales que han definido al Mxico contemporneo, es decir,
lo que en realidad somos fuera del discurso dominante que
insiste en remitirse al perodo colonial y prehispnico. Esta
dualidad nos lleva a acotar dos acepciones del concepto, las
cuales resultan esenciales en el anlisis de las expresiones
espaciales (construidas) de las identidades colectivas:
La identidad entendida como cultura interiorizada por
los sujetos, es una condicin inherente a la naturaleza
social de los seres humanos, que consiste en la apropiacin de determinados repertorios culturales considerados
simultneamente diferenciadores (hacia afuera) y definidores de la propia unidad y especificidad (hacia dentro).6
La cultura socializada permite entre otras cosas, que una
comunidad se identifique con un espacio a travs de su
apropiacin, arraigo y accin social. En nuestra investigacin denominamos este proceso identidad cultural y lo relacionamos con las expresiones de la arquitectura popular
(generalmente domstica), verncula, autoconstruida o producida socialmente.
Por otra parte, la identidad entendida como un discurso
elaborado desde la autoridad poltica o intelectual y referido, generalmente, al mbito nacional que denominamos
cultura identitaria. Comprende un conjunto de valores,
ideas y smbolos que se expresan a travs de la arquitectura
acadmica e institucional. La cultura identitaria generada
por el discurso poltico nacionalista, ha influido el imaginario colectivo al grado de que, hoy en da, existe una
asociacin directa entre la imagen de las zonas histricas
de las ciudades coloniales y la identidad mexicana, reforzando a su vez el vaco de identidad que caracteriza los
espacios urbanos creados en el siglo xx. Ambas expresiones interactan para conformar el tejido socioespacial de
las ciudades mexicanas contemporneas.
Para concluir, considero que la reflexin predominante
sobre la identidad en el mbito de nuestra Facultad, sigue
respondiendo a la visin centralista y elitista. La supuesta
prdida de identidad y la nostalgia por los valores asociados
a la arquitectura histrica restringe la comprensin de las
expresiones culturales contemporneas en Mxico, la reconciliacin con lo que somos los mexicanos en el siglo xxi
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y, concretamente, la valoracin de otras expresiones arquitectnicas que, fuera del discurso oficial, forman parte de
nuestra identidad y patrimonio. Es el caso de la arquitectura
de las colonias obreras en las primeras ciudades industriales, la arquitectura asociada a infraestructura industrial, la
arquitectura de madera en ciudades costeras del Golfo y el
Caribe, el estilo californiano en Baja California, las versiones regionales del art dco o del funcionalismo, o las soluciones originales en la produccin social de la vivienda,
etctera.
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tuye el mbito por excelencia del encuentro y dilogo pero tambin del
conflicto entre grupos con intereses distintos.
Como se ha sealado, el conflicto suele ser la condicin para la expresin
de las identidades colectivas. Los conflictos sociales con base en elementos identitarios en Mxico se relacionan con comunidades indgenas y se
localizan en zonas rurales y pequeas ciudades del interior del pas (Chiapas, Oaxaca), en donde ocurren roces entre grupos religiosos o clanes
rivales. En el mbito de las grandes ciudades, existen situaciones similares
en zonas perifricas en donde se enfrentan estilos de vida tradicionales
con la modernidad urbana. (San Mateo Atenco, Cuautitln Izcalli o Xochimilco, pueblos contra avecindados o colonos). En contraste, en las zonas
urbanas centrales que han perdido poblacin, el sentido de comunidad y
el sentimiento de arraigo se diluyen. Ejemplo, en el centro de Ciudad del
Carmen (Campeche) no existen organizaciones de vecinos que sirvan de
contraparte a las propuestas de intervencin institucionales o en el caso
del barrio de Tepito (d.f.), en donde la presencia de organizaciones criminales ha contribuido considerablemente a la disolucin del tejido social.
Tambin en el contexto de grandes ciudades, existen espacios pblicos
que han sido apropiados por grupos especficos, vendedores callejeros,
por preferencias sexuales o tribus urbanas. En algunos casos, estos espacios suelen ser objeto de disputas. Finalmente, en las ciudades tursticas el
conflicto resulta paradjico, al constatar que la identidad se construye en
contraste con los visitantes que constituyen la razn de ser de su infraestructura espacial y econmica.
La inevitable y cada vez ms presente influencia de la cultura norteamericana en Mxico es negada a pesar de las evidencias. Los prejuicios promovidos por la historia nacional, que en cierta forma define lo mexicano
por oposicin con lo norteamericano, impiden reconocer los elementos
que tenemos en comn y aceptar como propios procesos y valores que
se consideran ajenos a la identidad nacional. En este sentido, existen
ideas sugerentes y propuestas provocadoras en el mbito acadmico de
la frontera, as como entre las comunidades de origen mexicano residentes en los Estados Unidos.
En Mxico, la identidad nacional sigue siendo un discurso que cohesiona y minimiza las diferencias culturales que existen al interior del pas.
Los medios masivos de comunicacin siguen cumpliendo con el objetivo
de promover y reforzar este discurso. Es un instrumento exitoso desde la
perspectiva poltica. El no cuestionar este discurso retrasa la asimilacin
consciente y crtica de nuevos elementos de identidad, as como el reconocimiento de las diferencias regionales que siempre han existido al
interior del pas.
La memoria colectiva, que puede permanecer en el mbito de la tradicin
oral o bien formalizarse mediante la historiografa, es un medio valioso
para entender los procesos de construccin de las identidades colectivas.
A travs de la memoria, se selecciona lo que se quiere recordar y tambin
lo que se ignora u olvida. Ambas opciones ofrecen elementos para acotar
identidades colectivas. Muchas veces, estos elementos estn referidos a
espacios concretos.
6. El reconocimiento de la dimensin simblica que tiene el espacio construido ha dado lugar a lecturas renovadas del mismo, que superan en
mucho la descripcin puramente formal. Un ejemplo es la teora de los
imaginarios urbanos de Armando Silva que nos permite identificar los
deseos compartidos que conforman la ciudad, los cuales determinan,
en gran medida, las formas en las que el espacio construido es percibido
y utilizado por sus habitantes. En este sentido, se puede afirmar que los
imaginarios pueden llegar a determinar la realidad material, positiva y
objetiva de una ciudad.7
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Conclusiones
El estudio de las identidades colectivas no tiene forzosamente una aplicacin prctica en el desarrollo de propuestas urbansticas. Sin embargo, al igual que otra, aportaciones de de los estudios urbanos desde las ciencias sociales
y humanidades, resultan fundamentales para la comprensin de procesos sociales que enmarcan y posibilitan el
desarrollo de propuestas con mayores posibilidades de
xito. No existen manuales para el manejo, modificacin
o fabricacin de identidades, aunque los proyectos de mejoramiento de la imagen urbana suelen incluir, entre sus
objetivos, la conservacin o reforzamiento de la identidad.
La reproduccin o reinterpretacin de tipologas histricas
en proyectos urbano-arquitectnicos, si bien goza de gran
aceptacin social, no garantiza el buen funcionamiento
ni el xito social de un proyecto en el largo plazo. En el
mejor de los casos, contribuyen a reforzar los imaginarios
de la identidad nacional. El estudio de la ciudad, desde la
perspectiva de las identidades colectivas, reconoce la complejidad de los fenmenos urbanos y se ubica en extremo
opuesto de las visiones racionalistas y simplificadas que todava permean muchas prcticas de la planeacin urbana.
Sin identidad no hay arraigo ni apropiacin del espacio
construido. El estudio de los elementos que definen las
identidades colectivas es una condicin para comprender el proceso de apropiacin del espacio, lo cual resulta
fundamental para el trabajo del urbanista. La integracin
de las aportaciones de las ciencias sociales con relacin
a los mecanismos que utilizan los grupos con una identidad propia para incidir en el destino de su espacio vital
u oponerse a intervenciones de actores externos, tambin
constituye un conocimiento esencial que debe integrarse
en la prctica del urbanismo consciente de la complejidad de la realidad en la que pretende actuar, as como por
el objetivo de promover acciones ms conciliadoras e integrales y, por ende, sustentables desde la perspectiva social. Sin el conocimiento de los recursos (elementos) que
definen la identidad de una comunidad, difcilmente se
puede proponer intervenciones exitosas en el largo plazo.
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