El Decálogo Del Abogado

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EL DECLOGO DEL ABOGADO

Eduardo J. Couture

A la edad de 45 aos, Eduardo Juan Couture Etcheverry, el gran jurista


uruguayo, imparti una conferencia en el Colegio de Abogados de Buenos
Aires, reproducida en el Boletn del mismo de 1949. Aqu es donde nace una
pequea obra jurdica de enorme contenido tico, quiz de los ms
famosos textos de la literatura en la materia, Los mandamientos del
abogado, mejor conocido como El declogo del abogado.
La relevancia de la obra de Couture se extiende a diversos mbitos, pero el
ttulo sealado ya de por s indica por qu alcanz gran reconocimiento entre
las principales figuras del mundo jurdico, pues es (se estima en el mbito
legal) lo que todo abogado debe tener presente a lo largo de su vida
profesional.
Perfecto corolario de su conspicua carrera, El declogo del abogado es el
fruto de sus aos como catedrtico y escritor, de abogado postulante,
de acadmico y ferviente amante de la aplicacin del Derecho, en
especial del Procesal Civil. Quienes tuvieron cerca a tan ilustre jurista
pueden bosquejarnos el contexto en el que para el doctor Couture fueron
meditados sus mandamientos. As el profesor Nelson Pilosof, por ejemplo, nos
dice: Su existencia pareci presidida por la enseanza de aquel pensador que
nos indic vivir con la conviccin de que maana mismo podemos morir. De
esas palabras, grvidas de sobrecogedor llamamiento, extraemos lo ms puro
de la personalidad del maestro. En una hora en que las bocas proclaman
principios y las conductas los desvirtan; en un mundo en que se exigen
derechos, pero se rehsa asumir responsabilidades; en una sociedad en la que
hay odos para el halago, pero no para la rplica, Couture nos habla de
tolerancia, libertad, misericordia y amor. Es que su postura ante el mundo y
ante los hombres fue semejante a la del profeta. Habl con el lenguaje firme y
expresivo de la conducta, por temor a que el silencio de las palabras pudiera
diluirse. No exhort: reclam con amor el cumplimiento de los mximos
postulados en los que crey y por los que brind bondadoso lo mejor de sus
afanes.
Tambin Daniel Escalante expresa lo siguiente respecto de tan plausible
aporte: Como arte y poltica, tica y accin al mismo tiempo, consider el
doctor Couture a la abogaca: arte de las leyes, sustentado, antes que nada, en
la exquisita dignidad de la materia confiada a las manos del artista; disciplina
de la libertad dentro del orden; como constante ejercicio de la virtud; como

constante servicio a los valores superiores que rigen la conducta humana;


todas ellas contenidas dentro de la mayor diversidad de formas que ofrece el
ejercicio profesional, y cada una de ellas con su propio estilo. Desde estos
puntos de vista formul Los mandamientos del abogado el doctor Couture;
admirable declogo, del que conozco, por lo menos, cuatro ediciones; hermoso
libro preceptivo de la conducta del abogado. Cada uno de los diez
mandamientos aparecen, dentro de las reducidas pginas de la obra adecuada,
breve y, a la vez, profundamente desarrollados y puntualizados; por lo mismo,
todos y cada uno son de diaria aplicacin y de permanente vigencia durante la
vida del abogado que ame, segn el ltimo de dichos preceptos, a su profesin
y que la considere de tal manera (dice textualmente) que el da en que
tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti
proponerle que sea abogado.
I. Estudia. El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus
pasos sers cada da un poco menos Abogado.
II. Piensa. El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando
III. Trabaja. La Abogaca es una ardua fatiga puesta al servicio de la
Justicia.
IV. Lucha. Tu deber es luchar por el Derecho, pero el da que encuentres
en conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia.
V. S leal. Leal como tu cliente al que no puedes abandonar hasta que
comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando
l sea desleal contigo. Leal para con el Juez que ignora los hechos y debe
confiar en lo que t le dices y que, en cuanto al Derecho, alguna que otra
vez debe confiar en el que t le invocas.
VI. Tolera. Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres
que sea tolerada la tuya.
VII. Ten paciencia. El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su
colaboracin.
VIII. Ten fe. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la
convivencia humana; en la Justicia, como destino normal del Derecho; en
la Paz, como substitutivo bondadoso de la Justicia; y sobre todo, ten fe en
la Libertad, sin la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.
IX. Olvida. La Abogaca es una lucha de pasiones. Si en cada batalla
fueras llenando tu alma de rencor llegara un da en que la vida sera

imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria


como tu derrota.
X. Ama tu profesin. Trata de considerar la Abogaca de tal manera que
el da que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor
para ti proponerle que sea Abogado.

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