La Era Del Imperio 1-14 (Falta 4,8,10)
La Era Del Imperio 1-14 (Falta 4,8,10)
La Era Del Imperio 1-14 (Falta 4,8,10)
Prefacio
Lo que he intentado conseguir en esta obra es comprender y explicar el
S.XIX y el lugar que ocupa en la historia, comprender y explicar un mundo
en proceso de transformacin revolucionaria, buscar las races del presente
en el suelo del pasado y, ver el pasado como un todo coherente ms que
como una acumulacin de temas diferentes.
Este libro hay que verlo como el desarrollo de un argumento, como la
bsqueda de un tema esencial a lo largo de los diferentes captulos.
Introduccin
() La memoria es la vida, se halla en permanente evolucin, sometida al
recuerdo y al olvido. La historia es la siempre incompleta y problemtica
reconstruccin de lo que ya no est. La memoria pertenece siempre a
nuestra poca y constituye un lazo vivido con el presente eterno; la historia
es una representacin del pasado.- Pierre Nora, 1984.
I
En el verano de 1913, una joven termino sus estudios en la escuela
secundaria en Viena, capital del Imperio Austrohngaro. Para celebrar el
acontecimiento, sus padres le ofrecieron un viaje por el extranjero; buscaron
un pariente adecuado para acompaarla. Afortunadamente entre las
diferentes familias emparentadas que durante generaciones anteriores
haban marchado a Occidente para conseguir prosperidad y educacin
desde diferentes pequeas poblaciones de Polonia y Hungra, haba una que
haba conseguido el xito. El to Alberto haba conseguido hacerse con una
cadena de tiendas en el levante mediterrneo: Constantinopla, Esmirna,
Alepo y Alejandra. En los albores del S.XX exista la posibilidad de hacer
mltiples negocios con el Imperio Otomano (turco) y en el Prximo Oriente y
desde haca mucho tiempo Austria era, ante el mundo oriental, el
escaparate de los negocios de la Europa Oriental. Egipto era, un museo
viviente adecuado para la formacin cultural y una comunidad sofisticada
de la cosmopolita clase media europea, con la que la comunicacin era ms
fcil por medio del francs, que la joven haba perfeccionado en un colegio
prximo a Bruselas. En ese pas Vivian tambin los rabes. El to Alberto y
su sobrina viajaron a Egipto en un barco a vapor de la Lloyd Triestino, desde
Triste, el puerto ms importante del imperio de los Habsburgo, y
casualmente tambin era el lugar de residencia de James Joyce. La madre
del autor de este libro.
Unos aos antes un muchacho se haba dirigido tambin a Egipto, desde
Londres. Su entorno familiar era ms modesto. Su padre haba emigrado a
Inglaterra desde la Polonia Rusa en el decenio de 1870. Solo el ms joven de
los hijos de este hombre pudo conseguir una buena educacin, llegando a
ser ingeniero de minas en Suramrica, que en ese momento era una parte
no formal del Imperio Britnico.
Inglaterra haba ocupado Egipto en 1882. Egipto poda resultar conveniente
para uno de los hijos de ese hombre, era exactamente el tipo de ciudadano
ingles que podra encontrar y conservar un puesto en una compaa de
navegacin. Ese joven era el futuro padre del autor de esta obra, que
conoci as a su futura esposa.
En todos nosotros existe una zona de sombra, entre la historia y la memoria;
entre el pasado como registro generalizado, susceptible de un examen
relativamente desapasionado, y el pasado como una parte recordada o
como trasfondo de la propia vida del individuo. Para cada ser humano, esa
zona se extiende desde el momento en que comienzan los recuerdos o
tradiciones familiares vivos, hasta que termina la infancia. Siempre existe
esa especie de tierra de nadie en el tiempo; siempre es la parte de la
historia ms difcil de comprender. Para el autor de este libro, que naci a
finales de la primera guerra mundial, la era del imperio queda en esa zona
de sombras.
Pero eso es cierto no solo respecto a los individuos, sino tambin a las
sociedades. El mundo en el que vivimos es todava, en gran medida, un
mundo hecho por hombres y mujeres que nacieron en el periodo que
estudiamos en este libro o inmediatamente despus.
La Era del Imperio fue la ms significativa en formacin del pensamiento
moderno.
Cuando se trata de pocas remotas, sabemos que nos situamos ante ellas
como individuos extraos y ajenos. Cuando esas pocas son cronolgica,
geogrfica o emocionalmente lo bastante remotas, solo pueden sobrevivir a
travs de los restos inanimados de los muertos; palabras y smbolos
escritos, impresos o grabados; objetos materiales o imgenes.
Nuestro punto de partida son los supuestos de nuestra poca, lugar y
situacin, y tendemos a dar forma al pasado segn nuestros propios
trminos, viendo nicamente lo que el presente permite distinguir a
nuestros ojos y lo que nuestra perspectiva nos permite reconocer. Sin
embargo, afrontamos nuestra tarea con los instrumentos materiales
habituales de nuestro oficio, trabajamos sobre los archivos y otras fuentes
primarias, leemos una ingente bibliografa, etc. Pero no es mucho lo que
encontramos en nuestro camino, excepto a otros contemporneos
argumentando como extraos sobre un pasado que no forma parte ya de la
memoria.
Cuando los historiadores intenta estudiar un periodo del cual quedan
testigos sobrevivientes se enfrentan, y en el mejor de los casos se
complementan, dos conceptos diferentes de la historia: el erudito y el
existencial, los archivos y la memoria personal. Lo cierto es que ambas
versiones de la historia as enfrentadas son construcciones coherentes del
Por otra parte, el desarrollo econmico y las divisiones sociales del trabajo
eran diversas; en Francia, (1901) el ndice de analfabetismo de los
pescadores era 3 veces mayor que el de los trabajadores y empleados
domsticos; el de los campesinos era 2 veces mayor y el de los
comerciantes era la mitad del que exista entre los obreros. Los campesinos
que trabajaban por su propia explotacin eran menos cultos que los
trabajadores agrcolas, pero en los campos menos tradicionales de la
industria y el comercio, los empresarios eran ms cultos que los
trabajadores. En la prctica, es imposible separar los factores culturales,
sociales y econmicos.
Hay que establecer una distincin entre la educacin a escala masiva,
asegurada en esta poca en los pases desarrollados gracias a la extensin
de la educacin primaria por impulso del estado o bajo su supervisin, y en
la cultura de las elites, por lo general muy reducidas. En este punto eran
menores las diferencias entre los 2 sectores del planeta. Un alto ndice de
analfabetismo no impeda que hubiera una cultura minoritaria muy
importante. Sin embargo, determinadas instituciones tipificaban la zona de
desarrollo o de domino europeo, fundamentalmente la universidad, que no
exista fuera de esa zona y el teatro de pera, que reflejaban la civilizacin
occidental dominante.
Cambio es el trmino que define al S.XIX: cambio en funcin de las
regiones dinmicas situadas en las orillas del Atlntico Norte que en ese
periodo constituan el ncleo del capitalismo, y para satisfacer los objetivos
de esas regiones. Con algunas excepciones de escasa importancia, todos los
pases, se vieron atrapados en esa transformacin global. La mayor parte de
los pases ms avanzados entre los desarrollados cambiaron en parte,
adaptando la herencia de un pasado antiguo y atrasado, pese a que haba
estratos y sectores de la sociedad que resistan al cambio.
El progreso se vea por la curva siempre creciente en todo aquello que poda
ser medido o de lo que los hombres decidieran medir. La mejora constante
quedaba garantizada por la experiencia histrica. El progreso era evidente
en la tecnologa y en el incremento de la produccin material y de la
comunicacin. La maquinaria moderna, casi toda ella de hierro y acero,
utilizaba como fuente de energa casi exclusivamente el vapor. El carbn fue
la fuente ms importante de energa industrial. Por otra parte, las nuevas
fuentes energticas, el petrleo y la electricidad, no tenan gran importancia
todava.
La tecnologa moderna era innegable y triunfante, claramente visible. Las
mayores y ms potentes maquinas del S. XIX eran tambin las ms visibles
y audibles. Se est haciendo referencia a las 100.000 locomotoras de
ferrocarril, la innovacin ms sensacional del siglo. En 1882, eran casi 2 mil
millones los viajeros del ferrocarril; la mayor parte de Europa -72%- y
norteamericanos -20%-. El otro producto de la tecnologa moderna, la red de
lneas telegrficas, con una extensin de 3 o 4 veces mayor que la del
tendido frreo, era ms popular que el tren.
I.
Desde la crisis de 1873 la economa del mundo estaba marcada por una
perturbacin y depresin del comercio sin precedentes. Su peculiaridad es
su universalidad; afecta a naciones que se han visto implicadas en la
guerra, pero tambin a aquellas que se han mantenido en paz.
En el perodo transcurrido entre 1873 y mediados del decenio de 1890, la
produccin mundial lejos de asentarse, continu aumentando de forma muy
sustancial. Entre 1870 y 1890. El comercio internacional continu
aumentando de forma importante, aunque es verdad que a un ritmo menos
vertiginoso que antes. Las economas industriales norteamericana y
alemana avanzaron y la revolucin industrial se extendi preparando una
crisis de deuda internacional muy similar a la del decenio de 1980, era la
prolongada depresin de los precios, una depresin del inters y una
depresin de los beneficios.
La agricultura fue la vctima ms espectacular de esa disminucin de los
beneficios y de una competencia exterior masiva. En algunas zonas, la
situacin empeor al coincidir diversas plagas en ese momento. La reaccin
de los agricultores vari desde la agitacin electoral a la rebelin, por no
mencionar la muerte por hambre.
Las dos respuestas ms habituales entre la poblacin fueron la emigracin
masiva y la cooperacin. Mientras tanto se multiplicaron en varios pases las
sociedades para la compra cooperativa de suministros, la comercializacin
en cooperativa y el procesamiento cooperativo.
El mundo de los negocios tena sus propios problemas. Una gran expansin
del mercado puede compensar esa situacin pero los cierto es que el
mercado no creca con la suficiente rapidez, en parte por el aumento del
nmero de competidores en la produccin y de las economas industriales.
En algunas partes del mundo, la situacin se vea complicada an ms por
la cada gradual, del precio de la plata y de su tipo de cambio con el oro.
Mientras, ambos metales se mantuvieron estables, los pagos
internacionales calculados en los metales preciosos que constituan la base
de la economa monetaria mundial eran bastante sencillos. Pero cuando la
tasa de cambio era inestable, las transacciones de negocios se complicaban
enormemente.
3.- Una tercera posibilidad para solucionar los problemas del capitalismo:
el imperialismo. La bsqueda de nuevos mercados, contribuy a impulsar la
poltica de expansin, que inclua la conquista colonial.
Un resultado final, o efecto secundario, de la gran depresin fue la gran
agitacin social, no slo entre los agricultores, sino tambin entre las clases
obreras. Desde finales del decenio de 1880, la aparicin de movimientos
obreros y socialistas de masas en algunos de ellos. Los modernos
movimientos obreros son tambin hijos del perodo de la depresin.
II.
Desde mediados del decenio de 1890 hasta la primera guerra mundial se
conoce todava en el continente europeo como la belle poque. El paso de la
preocupacin a la euforia fue tan sbito y dramtico que buscaban alguna
fuerza externa para explicarlo y que encontraron en el descubrimiento de
enormes depsitos de oro en Sudfrica. El contraste entre la gran depresin
III.
Cmo resumir lo que fue la economa mundial durante la era del imperio?.
1.- En primer lugar, su base geogrfica era mucho ms amplia que antes.
El sector industrial, en proceso de industrializacin, se ampli, en Europa
mediante la revolucin industrial que conocieron Rusia y otros pases como
Suecia y los Pases Bajos, fuera de Europa, por los acontecimientos que
tenan lugar en Norteamrica y, en cierta medida, en Japn. El mercado
internacional de materias primas se ampli, lo cual implic tambin el
desarrollo de las zonas dedicadas a su produccin.
Como ya se ha sealado, la economa mundial era, pues, mucho ms plural
que antes. El Reino Unido dej de ser el nico pas totalmente
industrializado y la nica economa industrial.
Ese pluralismo creciente de la economa mundial quedo enmascarado hasta
cierto punto por la dependencia de los servicios financieros, comerciales y
navieros con respecto al Reino Unido. Por otra parte, la enorme importancia
de las inversiones britnicas en el extranjero y su marina mercante,
reforzaban an ms la posicin central del pas en una economa mundial.
2.- Ese pluralismo reforz por el momento la posicin central del Reino
Unido. Era el Reino Unido el pas que restableca el equilibrio global
importando mayor cantidad de productos manufacturados de sus rivales. El
relativo declive industrial del Reino Unido reforz, pues, su posicin
financiera y su riqueza.
3.- La tercera caracterstica de la economa mundial es la revolucin
tecnolgica. Fue en este perodo cuando se incorporaron a la vida moderna
el telfono y la telegrafa sin hilos, el fongrafo y el cine, el automvil y el
aeroplano, y cuando se aplicaron a la vida domstica la ciencia y la alta
tecnologa. Para los contemporneos, la gran innovacin consisti en
actualizar la primera revolucin industrial mediante una serie de
perfeccionamientos en la tecnologa del vapor y del hierro por medio del
acero y las turbinas.
II
El impacto econmico del imperialismo fue importante, pero lo ms
destacable es que resulto profundamente desigual, por cuanto las
relaciones entre las metrpolis y sus colonias eran muy asimtricas. El 80%
de comercio europeo, tanto por lo que respecta a las importaciones como a
las exportaciones, se realiz con otros pases desarrollados y lo mismo
puede decirse con las inversiones europeas en el extranjero.
De todos los
pases metropolitanos donde el imperialismo tuvo ms importancia fue en el
Reino Unido, porque la supremaca econmica de este pas siempre haba
dependido de su relacin especial con los mercados y fuentes de materia
primas de ultramar. Aproximadamente una tercera parte del globo era
britnica en sentido econmico y desde luego cultural. En gran medida el
xito de Reino Unido en ultramar fue consecuencia de la explotacin ms
sistemtica de las posesiones ya existentes. Con la excepcin de la India,
Egipto y Sudfrica, la actividad econmica britnica se centraba en pases
que eran prcticamente dependientes. Apoyo a los inversores con la
III
Los socialistas y anarquistas llevaron su nuevo evangelio a masas olvidadas
por todo menos por los explotadores. Los trabajadores eran gentes
desconocidas y olvidadas en la medida en que eran un nuevo grupo social
por eso cuando apareci en el escenario el partido de los trabajadores se
volcaron en l de forma masiva. Les inculcaron la idea de organizacin, ya
que sin ella solo eran un montn de trabajadores, la organizacin fijaba
objetivos. Nadie, excepto los militantes de este nuevo movimiento, llev a
los trabajadores ese mensaje de conciencia de clase. Sirvi para unir a
todos aquellos que estaban dispuestos a conocer esa gran verdad por
encima de todas las diferencias que los separaban. Y estaban dispuestos
porque el antagonismo cada vez era ms grande. Todos los trabajadores
tenan buenas razones para sustentar la conviccin de la injusticia del
orden social, pero la parte fundamental de su experiencia era su relacin
con los empresarios. El nuevo movimiento obrero socialista iba de la mano
con los descontentos por su situacin laboral-financiera.
En definitiva, si la evolucin econmica y social favoreci la formacin de
una conciencia de clase de todos los trabajadores manuales hubo un tercer
factor que les oblig prcticamente a la unificacin: la economa nacional y
el estado-nacin. El estado-nacin no solo formaba el cuadro de la vida de
los ciudadanos, estableca sus parmetros y determinaba las condiciones
concretas y los lmites geogrficos de las luchas de los trabajadores. As los
partidos obreros cobraban perspectiva nacional y ese sera el soporte real
de su conciencia de clase.
IV
El primer gran salto haca la unificacin fue en los comienzos del a dcada
de 1890 con aparicin de la Segunda Internacional obrera (la primera fue
fundada por Marx y que se prolong de 1864 a 1872) y por el
restablecimiento de la celebracin del Primero de Mayo, smbolo de la
confianza y la esperanza de la clase obrera. En esos aos los partidos
socialistas aparecieron en los parlamentos de varios pases. El segundo
perodo de progreso importante se produjo entre la Revolucin rusa de 1905
y 1914. El extraordinario avance electoral de los partidos obreros y
socialistas se complet con la ampliacin del derecho de voto, que permiti
que ese avance quedara registrado de forma efectiva. Al mismo tiempo, los
brotes de agitacin obrera fortalecieron el sindicalismo organizado. Estas
variantes se empiezan a dar en todas partes (en todos los pases
industrializados).
La organizacin bsica y universal de los trabajadores era el sindicato. Casi
siempre reciba el nombre (est donde est) de Social-demcrata u obrero.
Lo revolucionario del partido era lo marxista, el querer imponer un nuevo
gobierno que sea del pueblo. Despus de la Revolucin rusa, el marxismo,
retorn hacia Occidente y se expandi tambin hacia Oriente como
otra ventaja fundamental: poda ensear a los nios a ser buenos sbditos y
ciudadanos.
El perodo 1870-1914 fue por encima de todo la era de la escuela primaria
en la mayor parte de los pases europeos. As , los Estados crearon, con celo
y rapidez extraordinarias, naciones, es decir, patriotismo nacional y, al
menos, para determinados objetivos, ciudadanos homogeneizados desde el
punto de vista lingstico y administrativo.
En cuanto al nacionalismo de Estado, podemos decir que era un arma
estratgica de dos filos. Es verdad que movilizaba a una parte de la
poblacin y alienaba a otra, a aquellos que no pertenecan a la nacin
identificada con el Estado. Contribuy a definir las nacionalidades excluidas
de la nacionalidad oficial separando a aquellas comunidades que oponan
resistencia a la lengua y la ideologa oficiales.
Por qu se resistan algunos? Una razn que indujo a determinados
miembros de algunas nacionalidades a negarse a asimilarse era que no se
les permita convertirse en miembros de pleno derecho de la nacin oficial.
El caso extremo es el de las elites nativas en las colonias europeas
educadas en la lengua y la cultura de los pases colonialistas, no eran
tratadas como iguales. Antes o despus tena que estallar un conflicto en
esos lugares.Los pueblos coloniales eran un caso extremo, pues desde el
principio estaba claro, dado el racismo de la sociedad burguesa, no habra
que convertir a las gentes de piel oscura en ingleses, belgas y holandeses
reales.
Los cincuenta aos anteriores a 1914 fueron un perodo tpico de xenofobia
y, por tanto, de reaccin nacionalista. Fue una era de movilidad y migracin
masivas. La xenofobia no procedi nicamente desde abajo, estas ideas
procedieron de las clases medias instaladas. De hecho, para esta burguesa
el aflujo de extranjeros pobres dramatizaba y simbolizaba los problemas
planteados por el proletariado urbano en expansin, y en ellos se
conjugaban las caractersticas de los brbaros internos y externos, que
amenazaban con acabar con la civilizacin tal como la conocan las gentes
respetables. De todas formas, quienes inmigraban a pases extranjeros
sentan que se despertaban en ellos sentimientos nacionalistas, tuvieran
que sufrir o no la xenofobia local. Necesitaban su comunidad para encontrar
ayuda. As, la nacionalidad se convirti en un tejido real de relaciones
personales ms que en una comunidad simplemente imaginaria, por el solo
hecho de que al encontrarse alejados de la patria, tena una conexin
personal potencial con los dems cuando se encontraban. Cuanto ms
intensos eran los movimientos migratorios y ms rpidos el desarrollo de las
ciudades que enfrentaba a unas masas de desarraigados con otras, mayor
era la base para que surgiera una conciencia nacional entre esos
desarraigados. Es posible que la ayuda y la proteccin de los emigrantes
contribuyeran al desarrollo del nacionalismo en sus naciones.
Todos tenan que cumplir con dos condiciones: Tenan que distinguir
claramente los miembros de las clases medias de los de las clases
trabajadoras, campesinos y otros dedicados al trabajo manual, y tenan que
proveer una jerarqua de exclusividad sin cerrar la posibilidad de ascender
en la escala social.
Uno de esos criterios era una forma de vida y una cultura de clase
media
clase media hicieran amigos que no haban sido presentados por la familia
pero que con toda la seguridad pertenecan a su mismo estrato.
Un hecho importante fue la creacin de la nueva institucin de los Juegos
Olmpicos (1896) con el ideal de unir a la clase media y a la nobleza.
La extraordinaria rapidez con que todas las formas de deporte organizado
conquistaron la sociedad burguesa entre 1870 y los primeros aos del siglo
XX parece indicar que el deporte vena a satisfacer una necesidad mucho
ms amplia que la del ejercicio al aire libre.
V
Tres rasgos fundamentales son de destacar por lo que respecta a las clases
medias en los decenios anteriores a 1914:
-En el extremo inferior, aument el nmero de quienes aspiraban a
pertenecer a la clase media. Eran estos trabajadores no manuales, que solo
se distinguan de los obreros, cuyo salario poda ser tan elevado como el
suyo.
-En el extremo superior, se hizo ms borrosa la lnea de demarcacin entre
los empresarios, los profesionales de alto rango, los ejecutivos asalariados y
los funcionarios ms elevados. Todo ellos fueron agrupados como clase I
cuando se hizo el censo britnico en 1911
-Se increment la clase de los burgueses ociosos, formada por hombres y
mujeres que vivan de beneficios obtenidos de forma indirecta. (En el lugar
ms alto se hallaban los superricos, los plutcratas).
Para la mayor parte de los pertenecientes a estos grupos sociales, las
dcadas anteriores a la guerra fueron positivas. La nueva clase media baja
no alcanzo grandes ventajas materiales. Su estatus les situaba por encima
de las clases trabajadoras. La mayor parte de ellos consideraban haber
tenido mejor fortuna que sus progenitores y contemplaban perspectivas an
mejores para sus hijos. Con toda probabilidad, ello no serva para aplacar su
resentimiento contra las clases superiores e inferiores, tan caracterstico de
esa clase.
Los pertenecientes al mundo de la burguesa tenan pocas quejas que
expresar, porque una vida extraordinariamente agradable estaba al alcance
de todo aquel que dispusiera unos cientos de libras al ao.
No es sorprendente que los aos que procedieron a 1914 hayan perdurado
en el folclore de la burguesa como un periodo dorado.
VI
A los burgueses de alta jerarqua les atemorizaba un futuro parasitario
comandado por esta nueva clase que surgi.
El dilema del modernismo al inicio del nuevo siglo fue; cul sera el lenguaje
en el que expresar el nuevo mundo, especialmente dado que (al margen de
la tecnologa) su nico aspecto reconocible era la desintegracin de lo
antiguo. Lo que llev a los artistas de vanguardia hacia adelante fue, no una
visin del futuro, sino una visin invertida del pasado.
A algunos pintores les resulto difcil dejar de pintar algo. Algunos
vanguardistas, optaron por la supremaca del color y la forma sobre el
contenido, o por el contenido no representativo en forma de emocin
(expresionismo) o por diferentes formas de dislocar los elementos
convencionales de la realidad representacional, para reordenarlos en
diferentes formas de orden o desorden (cubismo). Slo los escritores, que
tenan la traba de la dependencia de las palabras con significados y sonidos
conocidos, les fue difcil realizar una revolucin formal equivalente, aunque
algunos empezaron a intentarla. Afortunadamente, la poesa de comienzos
del S.XX fue un desarrollo lineal del simbolismo de finales del S.XIX ms que
una rebelin contra l.
A partir de Nietzsche, los contemporneos estaban convencidos de que la
crisis del arte reflejaba la crisis de una sociedad la sociedad burguesa
liberal del siglo XIX que, haba entrado en el proceso de destruccin de las
bases de su existencia. Se pueden sealar 2 cosas al respecto: La ruptura
visible entre las vanguardias de fin de siglo y del siglo XX, a partir del
nacimiento del Cubismo en 1907 y en segundo lugar, la vanguardia se vio
avanzando en una serie de direcciones que la mayor parte del pblico no
quera ni poda seguir.
Se gener un abismo entre el cuerpo central del gusto culto y las diferentes
minoras que afirmaban su condicin de rebeldes disidentes antiburgueses
demostrando su admiracin hacia estilos de creacin artstica inaccesibles y
escandalosos para la mayora. Slo tres puentes atravesaban ese abismo. El
primero era el mecenazgo de unos individuos ilustrados y bien situados
econmicamente y de marchantes de arte. El segundo era un sector de la
alta sociedad, ms entusiasta que nunca respecto a los estilos no
burgueses. Paradjicamente, el tercero era el mundo de los negocios. Los
criterios modernistas tenan un valor prctico para el diseo industrial y la
produccin en masa mecanizada. A partir de 1918 el mecenazgo de los
hombres de negocios y el diseo industrial se convertiran en los factores
fundamentales para la asimilacin de unos estilos asociados originalmente
con la vanguardia de la cultura.
Es errneo, dedicar una atencin excesiva a la vanguardia modernista antes
de 1914, a no ser como predecesores. Los nuevos revolucionarios se
pertenecan unos a otros, pertenecan a grupos de jvenes disidentes que
discutan en los cafs, a los crticos y redactores de los manifiestos de los
nuevos ismos, pequeas revistas, algunos empresarios y coleccionistas.
Los movimientos de vanguardia de los aos anteriores a 1914 constituyen
una ruptura fundamental en la historia del arte desde el Renacimiento. Pero
que la agitacin anti britnica adquiriera grandes proporciones en 19061909. El movimiento nacionalista bengal produjo el primer movimiento
terrorista serio en la India que para 1905 planteaba ya graves problemas a
la polica. Mientras que el control britnico sobre la India segua siendo
firme, era inevitable realizar una serie de concesiones que desembocaran, si
bien lentamente, en la autonoma, preferiblemente moderada.
Donde el imperialismo resultaba ms vulnerable era all donde imperaba el
imperialismo informal o neocolonialismo. Mxico era un pas dependiente,
econmica y polticamente, de su gran vecino, pero tcnicamente era un
pas independiente y soberano con sus instituciones y que tomaba sus
propias decisiones polticas. Las clases dirigentes de Mxico no tenan
inconveniente en integrarse en el mercado mundial y, por tanto, en el
mundo del progreso y de la ciencia. El gran obstculo para la modernizacin
era la gran masa de la poblacin rural, inmvil e inamovible, sumergida en
la ignorancia, la tradicin y la supersticin.
Los dirigentes mexicanos no vean con buenos ojos la inmigracin masiva de
poblacin blanca. As pues, la modernizacin mexicana se concentr en el
beneficio, la ciencia y el progreso, a travs de las inversiones extranjeras y
la filosofa de Auguste Comte.
Como la estabilidad de los regmenes situados entre el ro Grande y
Panam se vio dificultada por la falta de buena voluntad de Washington, que
haba adoptado una actitud imperialista militante y que sostena que
Mxico ya no es otra cosa que una dependencia de la economa
norteamericana. El pas era demasiado extenso como para realizar una
intervencin militar, que los Estados Unidos protagonizaron con entusiasmo
en esa poca en otros Estados ms reducidos de la Amrica central. No
obstante a los revolucionarios mexicanos les haba beneficiado
enormemente poder contar con la amistad de su vecino del norte, adems,
Daz tuvo mala fortuna al haber de enfrentarse con una gran revolucin
popular armada que su ejrcito no pudo llevar.
La causa para afrontar este problema fue que el rgimen haba favorecido a
los terratenientes, los hacendados. Las aldeas libres del centro y el sur del
pas, se vieron sistemticamente privadas de sus tierras durante una
generacin, conviertindose en el ncleo central de la revolucin agraria
que encontr su lder y portavoz en Emiliano Zapata (1879-1919).
La segunda zona rebelde se hallaba en el norte que viva una especie de
simbiosis dependiente con las zonas prximas de los Estados Unidos. Eran
muchos los descontentos potenciales privados ahora de sus tierras, Pancho
Villa, bandido, cuatrero y, finalmente, general revolucionario, era un
exponente tpico de ese tipo de hombre, Haba tambin grupos de
hacendados que luchaban por el control de sus estados con el Gobierno
central.
continentes a los ejrcitos de los Estados con vocacin terrestre. Los barcos
de guerra alemanes inevitablemente inmovilizaran a los barcos britnicos y
dificultaran el control naval britnico sobre unas aguas como el
Mediterrneo, el ocano ndico y las rutas del Atlntico. La flota alemana
constitua una amenaza para las islas britnicas y para la posicin general
del Imperio britnico. En estas circunstancias, El Reino Unido, era lgico que
tratara de aproximarse a Francia y tambin a Rusia. Este es el trasfondo de
la sorprenderte formacin de la Triple Entente anglo-franco-rusa, (1907).
A partir de 1905 la desestabilizacin de la situacin internacional, como
consecuencia de la nueva oleada de revoluciones ocurridas, aadieron
nuevo material combustible a un mundo que se preparaba ya para estallar
en llamas. Se produjo la Revolucin rusa en 1905, incapacit al Imperio
zarista, estimulando a Alemania a plantear sus reivindicaciones en
Marruecos. Dos aos despus, la revolucin turca dio al traste con todos los
acuerdos trabajosamente conseguidos para garantizar el equilibrio
internacional, en el siempre explosivo Prximo Oriente. Austria se anexiono
formalmente Bosnia-Herzegovina precipitando as una crisis con Rusia. La
siguiente crisis balcnica se precipit el 28 de junio de 1914 cuando el
heredero al trono de Austria, el archiduque Francisco Fernando, sitiaba la
capital de Bosnia, Sarajevo.
A partir de 1905 los mecanismos polticos que, permitan el gobierno estable
de los regmenes, comenzaron a crujir de forma perceptible. Comenz a ser
cada vez ms difcil controlar.
Sin embargo, haba una potencia que no poda dejar de afirmar su presencia
en el juego militar, Austria-Hungra, desgarrada desde mediados del decenio
de 1890 por problemas nacionales cada vez ms difciles de manejar.
Ninguna cancillera esperaba un conflicto en junio de 1914. Tras el incidente
de Sarajevo, Alemania decidi prestar todo su apoyo a Austria, es decir no
suavizar la situacin. A partir de ah los acontecimientos se sucedieron.
Estall la guerra.
En resumen, las crisis internacionales y las crisis internas se conjugaron en
los mismos aos anteriores a 1914. Rusia amenazada por la revolucin
social; Austria con el peligro de desintegracin; Alemania amenazada por el
inmovilismo, como consecuencia de sus divisiones polticas; Francia donde
toda la poblacin se mostraba renuente a pagar impuestos, el dinero
necesario para un rearme masivo y los britnicos que preferan los barcos
de guerra a los soldados.
El Gobierno britnico partidario de la paz, hasta el ltimo momento, no
poda plantearse la posibilidad de permanecer al margen de la guerra. Por
fortuna, la invasin de Blgica por parte de Alemania proporcion a Londres
la justificacin moral a efectos diplomticos y militares.
La llamada de los gobiernos a las armas no encontr una resistencia eficaz.
Pero los gobiernos se equivocaban en un punto fundamental: fueron
tomados totalmente por sorpresa. Las masas avanzaron tras las banderas
de sus Estados respectivos y abandonaron a los lderes que se oponan a la
guerra. Fueron muy pocos los que manifestaron esa oposicin, al menos en
pblico.
A pesar de que en 1914 eran muchos los que esperaban una guerra corta
esta implic un cambio total. La guerra pona fin a una poca especialmente
fuerte en el mundo de la poltica.
14: Epilogo
I
La palabra catstrofe antes de 1913 era relacionada solo con 2 hechos
importantes que incidieron de manera directa en la vida de los hombres y
mujeres de la poca, estos fueron: el incendio del Karltheater en Viena en
1881 y el hundimiento del Titanic. Estas catstrofes solo afectaban la vida
de la clase trabajadora y pobre, pero no llamaban la atencin de la opinin
pblica.
Pero a partir de 1914 esa palabra iba a estar a la orden del da para todas
las clases sociales. Despus de la 1ra Guerra Mundial (1914-1918), se poda
evidenciar que en cualquier parte de Europa y muchas zonas no europeas,
que los tiempos haban cambiado de forma decisiva.
El cambio ms evidente era que ahora la historia del mundo pareca
proceder mediante una serie de sacudidas ssmicas y cataclismos humanos.
Ambas guerras (Hobsbawn habla de las mundiales) tuvieron caractersticas
en comunes: Dos estallidos revolucionarios globales despus de cada
periodo, un periodo de descolonizacin en general, dos episodios de
expulsiones de pueblos que culminaron en genocidios y una crisis
econmica que despert la incertidumbre en los estratos capitalistas del
mundo.
Una persona nacida en 1900 haba experimentado todos esos
acontecimientos directamente o a travs de los medios de comunicacin. Y
la historia iba a seguir desarrollndose a travs de un proceso violento.
Las nicas cantidades que se usaban en millones antes de 1914 estaban
vinculadas al mundo del comercio y finanzas, pero despus de ese mismo
ao esas cantidades iban a evidenciar el nmero de vctimas de las guerras,
la cantidad de exilios, los masacrados en los genocidios, etc.
Las atrocidades del Congo y el Amazonas causaron una tremenda impresin
en la era del Imperio porque parecan una regresin del hombre civilizado a
la barbarie.
Es por eso que de 1914 en adelante, la catstrofe masiva y los mtodos
salvajes pasaron a ser un aspecto pleno y esperado del mundo civilizado,
pero era innegable que los supervivientes (como llama Hobsbawn) de las
guerras eran cada vez ms numerosos, sanos y longevos. Era evidente que
una parte de ellos viva en mejores condiciones. Debido a esto, el progreso
del siglo XX era innegable pero a su vez todo el mundo senta esa
posibilidad e inminencia de una guerra mundial. La experiencia de nuestro
siglo nos ha enseado a vivir con la expectativa del apocalipsis.
En esta poca, el liberalismo burgus fue capaz de impedir la revolucin
social de masas. La guerra no produjo la crisis de todos los estados y
regmenes al este del Rin y oeste de los Alpes, sino que tambin el primer
rgimen que inicio la labor, de forma deliberada y sistemtica, de convertir
ese colapso en el derrocamiento global del capitalismo, la burguesa y el
establecimiento de la sociedad socialista. Este rgimen fue el rgimen
bolchevique (que accedi al poder en Rusia tras el hundimiento del
Zarismo).
El peligro de emergencia de este rgimen, combinado con la guerra y la
revolucin Rusa hizo que este mismo fuese tomado como un peligro. Este
peligro inminente del bolchevismo va a dominar no solo la historia de los
aos posteriores a la revolucin de 1917, sino a toda la historia del mundo
desde esa fecha.
La historia del mundo desde la 1ra G.M tom forma a la sombra de Lenin, de
la misma manera que haba sido en su tiempo a la sombra de la Revolucin
Francesa. Es as que en la dcada de 1980 el derrocamiento de u rgimen
cualquiera en alguna parte de Occidente o del tercer mundo despierta
esperanzas o temores del poder marxista Esto se pudo evidenciar en los
movimientos obreros socialistas que se haban fortalecido en Austria y
Alemania.
Pero esta alarma siempre fue exagerada, ya que el rgimen que propona
una revolucin mundial potencial dejo atrs un rgimen que se vio muy
debilitado, dejando una potencial revolucin antiimperialista, una futura
modernizacin y una masa campesina. El futuro iba a demostrar que las
economas y sociedades de las economas de mercado desarrolladas eran
muy resistentes. Fueron las sociedades industriales desarrolladas las que se
vieron ms inmunes a las revoluciones.
A todo esto, el liberalismo burgus, para seguir subsistiendo, paso de ser un
partido de oposicin a un partido de gobierno real o potencial.
John Keynes se mostr partidario de interrumpir lo menos posible la marcha
normal de los negocios, entonces se propuso encontrar la forma de salvar al
capitalismo de s mismo. Y se dedic a la tarea de revolucionar la economa.
Es por eso que desde su punto de vista, la sociedad capitalista solo podra
sobrevivir si los estados capitalistas controlaban, administraban e incluso
planificaban el diseo general de sus economas.
-Hobsbawn emite una opinin en la cual dice que el crack del 29 fue la gran
crisis del decenio que supuso el nico autntico peligro al sistema
capitalista-
Nuestras vidas estn todava formadas por el siglo XIX en general y por la
era del Imperio en particular. Esa centuria cre la historia mundial porque
emergi por fin la economa capitalista mundial moderna. Fue la era
europea de la historia del mundo. El Reino Unido ocupaba el papel central y
Estados Unidos ya no era ms visto como un pas de la periferia.
Fue la centuria que transform el mundo. Ninguna otra haba tenido
hombres y mujeres con elevadas utopas como: la paz universal, la cultura
de una sola lengua, entre otras.
Para la mayor parte de Occidente, el periodo pareca acercarse a una
promesa de la centuria. A su promesa liberal, mediante el
perfeccionamiento material, la educacin y la cultura; a su promesa
revolucionaria, por la aparicin y enorme fuerza del triunfo de los nuevos
movimientos obreros y socialistas. Para algunos la era del imperio fue un
periodo de inquietudes y temores cada vez mayores. Para la mayor parte de
los hombres y mujeres en el mundo transformado por la burguesa era, sin
duda, una poca de esperanza.
En conclusin, la funcin de la bsqueda de la sociedad perfecta no consiste
en detener la historia, sino en abrir sus posibilidades desconocidas e
imposibles de conocer a todos los hombres y mujeres. El Siglo XX nos ha
enseado que todo es posible, hasta las utopas.
La historia no garantiza el resultado adecuado, sino que ofrece la opcin
adecuada, o no. Si el mundo consigue no destruirse, esa posibilidad va a ser
la ms acertada. Pero lo nico seguro sobre el futuro es que sorprender
incluso a aquellos que ms lejos han mirado en l.