La Oración Del Corazon - Un Cartujo
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La Oración Del Corazon - Un Cartujo
Texto completo
Por un Cartujo
PRLOGO
Hace ya unos aos que me habas pedido que te hablara de
la oracin del corazn aunque yo te contest que no quera
lanzarme a hablar sobre un tema que no conoca
suficientemente. Desde entonces ha pasado tiempo. He
adquirido cierta experiencia basada en lo que he podido
constatar en los dems y a partir de los descubrimientos que
he podido hacer en mi propia bsqueda del Seor. Te voy a
confiar pues unas reflexiones pidindote que no les atribuyas
demasiada importancia.
Ya sabes que la oracin del corazn es fruto de la larga
experiencia de la espiritualidad de la Iglesia Oriental. Lo que
voy a decir yo tiene seguramente puntos en comn con esta
tradicin aunque soy consciente de que tengo una manera
demasiado personal de hacerlo. Por eso, de lo que te voy a
hablar, a lo mejor no es la verdadera oracin del corazn.
Mi intencin no es dibujar un cuadro rgido o una estructura
estable. Es ms bien una direccin que quisiera indicar, un
camino hacia el que hay que dirigirse sin prever por
adelantado exactamente dnde vas a llegar. La oracin del
corazn no es un objetivo a obtener, sino una forma de ser,
una forma de ponerse a la escucha y de avanzar.
Antes de empezar a leer, si ests de acuerdo, ponte a rezar y
pide al Espritu del Seor que nos ilumine a los dos porque
mi nico deseo es ayudarle a que alumbre nuestros
corazones.
ABBA, SANTIFICADO SEA TU NOMBRE
las dems virtudes, las morales, tienen que ver con los
medios que nos ayudan a caminar hacia Dios.
Nos reencontramos aqu con una orientacin esencial de la
oracin del corazn que apunta directamente al corazn de
Dios. Es lo ms profundo de mi corazn quien est en la
bsqueda de un encuentro directo con Dios. No solamente es
un encuentro afectivo para experimentar la ternura divina que
viene a satisfacer mis necesidades ms ntimas y secretas,
de probar la bondad de Dios siendo una persona hu-mana,
sino tambin la oportunidad que me ha sido ofrecida por el
Padre: es l quien viene a mi y, ms all de todos los medios
o intermediarios, este encuentro se realiza porque l est de
acuerdo y me da esta oportunidad.
En este momento me pregunto si t no querrs interrumpirme
para decirme: Por qu insistir en algo que parece ms que
evidente? Rezar es buscar a Dios, es ir al encuentro ms
inmediato entre l y yo en el amor.
Efectivamente, me parece que muy a me-nudo en lugar de
rezar as, gastamos el tiempo y la energa en actividades que
tal vez solo se parecen a la oracin. Ya no es Dios sino el yo
de cada uno el que se convierte en el centro de inters de
semejante actuacin. Esto lo experimentamos todos pero
quizs no sacamos las conclusiones que conlleva.
Permteme que te cuente algo de mi vida para ilustrar lo
dicho.
En la evolucin de mi oracin, he vivido una aventura y s
que muchos han pasado por una experiencia anloga; por
eso creo til decir unas palabras sobre lo que ha golpeado y
orientado el resto de mi existencia. Cuando yo era
adolescente, un da, aparentemente por casualidad, encontr
un volumen de las obras de la gran santa Teresa. Y esta
lectura transform mi vida. En cierto modo ella hizo surgir
instantneamente de lo ms profundo de mi corazn una
fuente cuyo contenido me seria difcil de describir aunque yo
sabia que esta lectura estaba estableciendo un vinculo
infinitamente profundo y verdadero entre mi corazn y Dios.
Abandono