Matrimonio y Divorcio Una Perspectiva Biblica A.p.nunn
Matrimonio y Divorcio Una Perspectiva Biblica A.p.nunn
Matrimonio y Divorcio Una Perspectiva Biblica A.p.nunn
Y DIVORCIO
UNA PERSPECTIVA BBLICA
ISBN: 958-9409-05-9
Primera Edicin por Grficas Olmpica: 1996,
Segunda Edicin Pblica al Internet: 2012.
Andrs Pedro Nunn,
Manizales, Septiembre de 1996;
Puede ser copiado libremente y circulado gratuitamente.
ABSTRACTO:
Todos los cristianos saben que el matrimonio es invento de Dios y que l lo declar "bueno". Adems recuerdan
que el Seor Jesucristo advirti: "Lo que Dios junt, no lo separe el hombre."
Pero, qu dice la Biblia sobre el divorcio? Ser que en algunos casos Dios permite la separacin, el divorcio y
el segundo matrimonio? Qu consejo podemos dar a un creyente que atraviesa problemas matrimoniales graves,
o que ha sido abandonado por su cnyuge?
El propsito de este libro es contestar todas estas preguntas tomando como apoyo las Sagradas Escrituras.
El autor sostiene que la explicacin que mejor se ajusta a la Biblia es la que permite (pero no manda) el divorcio,
y esto nicamente por causa de inmoralidad, especialmente si no hay arrepentimiento o si el pecado se sigue
repitiendo. Si la separacin ocurre por otros motivos, el creyente debe esperar, para ver si es posible una
reconciliacin. Pero si el otro cnyuge cae en fornicacin, entonces el Seor permite el divorcio, y el creyente
que as se divorcia, puede eventualmente volverse a casar en el Seor.
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QUINTA PARTE:
ENTONCES, QU DEBEMOS HACER HOY DA?
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PREFACIO Y
RECONOCIMIENTOS
Este escrito naci de un deseo personal de estudiar los pasajes bblicos que tratan del tema del divorcio, para
permitirme llegar a convicciones escriturales sobre un asunto que para m ha sido muy difcil y confuso. A
medida que estudi e investigu, vi que se requera un estudio ms largo y ms profundo del que inicialmente
haba pensado. El ensayo original fue terminado hace unos tres aos. Distribu copias a una veintena de
hermanos cuyo consejo valoro y respeto, pidindoles sus comentarios. Algunos me respondieron con ideas,
correcciones y comentarios que me han muy sido tiles. La gran mayora de estas sugerencias han sido
incorporadas en la presente edicin.
En particular agradezco los comentarios minuciosos de Douglas Hayhoe, Felipe Nunn, Benjamn Oostra, Mara
de Oostra, Julio Palacios, Daniel Snchez, Moiss Vsquez, Carlos Villamil y su esposa Elizabeth, y Luis
Zorrilla y su esposa Dora Ligia. Reconozco el inmenso privilegio de haber crecido en un hogar cristiano, y
agradezco a mis padres por el ejemplo que me dieron en su matrimonio. Finalmente, agradezco a Marianne, mi
esposa, por su paciencia, por sus sugerencias y su apoyo, sin ella este libro no se hubiera escrito!
A modo personal, siento que el contenido de este escrito constituye mi respuesta del Seor sobre el tema y es
una posicin que puedo defender con integridad y usar como base para consejera pastoral. No es un estudio
exhaustivo ni erudito, pero s trata de ceirse lo ms posible a los pasajes bblicos que tratan el tema. Por otra
parte, ha sido compuesto tomando en cuenta una bibliografa considerable que representa un amplio espectro de
convicciones al respecto, las cuales son condensadas para permitir que el lector conozca de manera resumida la
mayora de los argumentos. Es mi oracin que este estudio pueda ayudar a los creyentes sinceros a llegar a sus
propias convicciones bblicas delante del Seor, basadas en un sano entendimiento de su Palabra.
INTRODUCCIN AL LIBRO
Por qu escribir sobre el divorcio?
Desde que volv a Colombia en 1993, he visto surgir entre los creyentes un gran interrogante sobre el tema, en
buena parte debido a que la nueva Constitucin Poltica de Colombia de 1991 permite el divorcio civil, aun de
matrimonios religiosos.
Antiguamente, debido al Concordato entre el Gobierno y la Iglesia Catlica, todo divorcio era prohibido en
Colombia; "El matrimonio rato y consumado no puede ser disuelto por ningn poder humano ni por ninguna
causa fuera de la muerte." (Catecismo de la Iglesia Catlica, artculo 2382; Codex Iuris Canonici, 1141). Pero
ahora, en el captulo 2, artculo 42, de la nueva Constitucin, dice entre otras cosas: "Las formas de matrimonio,
la edad y capacidad para contraerlo, los deberes y derechos de los cnyuges, su separacin y la disolucin del
vnculo, se rigen por la ley civil... Los efectos civiles de todo matrimonio cesarn por divorcio con arreglo a la
ley civil. Tambin tendrn efectos civiles las sentencias de nulidad de los matrimonios religiosos dictadas por las
autoridades de la respectiva religin, en los trminos que establezca la ley." Hoy da, las autoridades civiles
permiten el divorcio por varias causales adems de la infidelidad. Todo esto ha llevado a los creyentes a
preguntarse: Qu dice la Biblia al respecto? Cmo quiere Dios que manejemos este tema tan delicado? Ser
que Dios permite el divorcio?
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PRIMERA PARTE:
EL PLAN
PERFECTO DE DIOS
1. LA CREACIN DEL HOMBRE Y LA MUJER
En la creacin, Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza... Y cre Dios al
hombre a su imagen, a imagen de Dios lo cre; varn y hembra los cre." (Gnesis 1:26-27). Dios cre a Eva de
la costilla de Adn, como una ayuda idnea para l, y junt al hombre y la mujer, dando inicio as al primer
matrimonio. "Esta ser llamada Varona, porque del varn fue tomada. Por tanto, dejar el hombre a su padre y a
su madre, y se unir a su mujer, y sern una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adn y su mujer, y no se
avergonzaban." (Gnesis 2:23-25). "Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y
sojuzgadla." (Gnesis 1:28). Finalmente, "vio Dios todo lo que haba hecho, y he aqu que era bueno en gran
manera." (Gnesis 1:31). Este es el plan perfecto de Dios para su criatura, el hombre y la mujer. De estas pocas
palabras en el libro de Gnesis, se desprende gran riqueza de enseanza sobre el matrimonio:
Imagen de Dios
"Cre Dios al hombre a su imagen... varn y hembra los cre." Aqu vemos la enorme dignidad que Dios
confiere al hombre basada en la persona de Dios mismo. Es el nico ser en la creacin del mundo dotado de
espritu, el cual le permite tener conciencia de Dios y tener una relacin con l. Ser imagen de Dios, subraya la
unidad entre el hombre y la mujer en el matrimonio, pero al mismo tiempo, la individualidad de las dos personas
que conforman la pareja, reflejada en la unidad del Dios nico que se revela en tres personas distintas. Tanto en
Dios mismo, como en el matrimonio humano, vemos unidad y pluralidad.
Hombre y mujer
"Varn y hembra" indica que tanto el hombre como la mujer tienen igual dignidad ante Dios como sus criaturas,
formadas por sus manos. Ambos sexos, masculino y femenino, son hechos a semejanza de Dios y reflejan
diferentes aspectos del carcter de Dios. Ambos son igualmente importantes para l. Dios no cre otras opciones
para el ser humano, no existe un tercer sexo. Dios nos cre hombre y mujer, varn y hembra, masculino y
femenino; cualquier otra alternativa es una desviacin del plan de Dios. Los sexos se diferencian en cada cultura
por su forma de vestir, de llevar su cabello y su comportamiento. No debemos distorsionar o intercambiar las
diferencias que Dios ha establecido. Tampoco debemos tratar de eliminar las diferencias, conforme al
movimiento "unisexo" de nuestros das. Somos iguales en valor y dignidad ante Dios, pero diferentes en el papel
que desempeamos.
pg.8
La unin de la pareja
"Se unir a su mujer." El acto de unir la pareja no slo lo hace el esposo o la esposa, sino que primordialmente es
Dios quien los une. Esto subraya la gran importancia de alimentar y fortalecer esta unin bendecida por Dios.
Sea relativamente exitoso o no el matrimonio, tanto el esposo como la esposa deben hacer un esfuerzo especial
por proveer tiempos y espacios en que, como pareja, puedan fortalecer su unin por medio del dilogo y las
actividades compartidas. En esto juega un papel vital el hecho de que la pareja cristiana comparta diariamente
tiempo en la Palabra de Dios y en la oracin.
Un solo organismo
"Sern una sola carne" Esto comprende el acto matrimonial ntimo, pero va mucho ms all de la relacin
sexual. El ser un solo cuerpo significa que dos vidas diferentes, al ser unidos en matrimonio, buscarn trabajar
armnicamente juntos tan inevitablemente como una parte del cuerpo coordina sus movimientos con otra parte
del mismo cuerpo. Dios los considera como un solo organismo; no son ya dos sino uno solo. Toda pareja casada
debe fortalecer esta coordinacin armnica, manteniendo buena comunicacin y engranaje entre los dos.
pg.9
Procreacin de hijos
"Dios les dijo [a Adn y Eva, el primer matrimonio]: Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgadla."
Uno de los propsitos de Dios en el matrimonio es el de procrear hijos. El plan divino es que toda criatura trada
a este mundo llegue al seno de un hogar establecido por padre y madre unidos en matrimonio. Incalculables
sufrimientos y heridas sicolgicas han padecido, y siguen padeciendo, millones de nios porque sus padres
desobedecieron este claro mandato.
Que lo tomen como advertencia los que an estn solteros! De este verso tambin se desprende que Dios no
quiere matrimonios "hedonistas" que intencionalmente se abstienen de tener hijos para poder vivir una vida
placentera y egosta. El propsito normal de Dios para todo matrimonio es que tengan hijos; aunque, en su
sabidura, a veces niega este privilegio a algunas parejas.
Lo anterior no descarta la posibilidad de una planificacin familiar usando mtodos que no sean abortivos ni que
atenten contra la integridad fsica o la dignidad de la pareja. La pareja casada debe buscar la voluntad del Seor
para ellos en este asunto. No se debe tener temor de traer hijos al mundo, desconfiando as de la provisin de
Dios; pero tampoco se debe seguir teniendo hijos si es evidente para la pareja, que ya tienen sus manos llenas
con los "talentos" que el Seor les ha dado. Se trata de criar los hijos bien y para el Seor, y en cuanto al nmero
que hayan de tener, slo la pareja misma tiene la facultad de saber de parte de Dios cul es su voluntad
especfica para ellos en este asunto.
Y de todas maneras, a pesar de los planes humanos, Dios se reserva el derecho de dar "bendiciones inesperadas",
aun a aquellos que no lo haban pensado. En tal caso, agradezcmoslas a Dios, y confiemos el futuro en sus
manos. Pero, tengamos cuidado de no juzgar a una pareja por tener demasiados o no suficientes hijos! "He aqu,
herencia de Jehov son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en manos del valiente, as son
los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llen su aljaba de ellos." (Salmo 127:3-5).
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SEGUNDA PARTE:
MATRIMONIO Y DIVORCIO
EN EL PUEBLO DE DIOS
2. EL CASO DE ABRAHAM Y SU FAMILIA
En contraste con la narracin de la creacin, al leer las historias sobre los patriarcas y en especial Abraham y
Jacob, nos encontramos con la sorpresa de que se asume la existencia de la poligamia (o sea el hecho de que un
hombre pueda tener varias esposas) aun entre ellos! Explcitamente, el libro de Gnesis no lo condena ni lo
aprueba, pero las historias s nos muestran claramente los graves problemas que se producen al tener ms de una
mujer.
Abraham, el "padre de la fe", se casa con Sara y luego, por insistencia de ella misma, tambin se casa con Agar
para poder tener un hijo por medio de ella. La expresin "dar por mujer" implica un matrimonio legtimo con su
sierva, y no slo concubinato (Gnesis 16:3-4). Esta costumbre de tomar una sierva como segunda esposa
cuando la primera era estril est documentada en inscripciones de la poca, descubiertas en excavaciones
arqueolgicas.
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circunstancias semejantes, como tampoco podemos tomarlo como precedente para permitir que un creyente
aspire a tener varias esposas.
La carta de divorcio
Si un hombre se quera divorciar de su esposa, deba entregarle una "carta de divorcio" (Deuteronomio 24:1-4),
lo cual le forzaba a buscarse un escriba para que se la redactara, lo que a su vez le obligaba a esperar cierto lapso
de tiempo. Esto permitira que el hombre enojado se calmara, y posiblemente desistiera de su decisin.
Si de todas maneras l insista en el divorcio, la "carta" legalizaba la situacin de la mujer, y aunque ella fuera
hija de sacerdote, podra volver a su casa paterna "como en su juventud" (Levtico 22:13). Por lo tanto, ella no se
vera obligada a caer en adulterio o prostitucin, lo cual muchas veces ocurra con las mujeres abandonadas en
esos tiempos. Adems, su estado legal como mujer repudiada le permita hacer votos y entrar en transacciones
bajo su propia autoridad, sin que estos compromisos pudieran ser anulados por su antiguo esposo (Nmeros
30:9-15). En todas estas medidas vemos que Dios busca proteger a la mujer indefensa.
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libre para casarse de nuevo. En este sentido, aquellos que entienden que la enseanza de Jess permite que el
"cnyuge inocente" tenga la libertad de divorciarse y volverse a casar por motivo de inmoralidad sexual en su
antiguo cnyuge, son consistentes con la libertad que se daba bajo la Ley de Moiss. La diferencia sera que
Jess no pide la muerte del "cnyuge culpable", sino su arrepentimiento, como cuando perdon a la mujer
adltera (Juan 8:3-11).
De lo anterior se deduce que cuando Moiss habla de un hombre que despide a su mujer, dndole "carta de
divorcio" por "haber hallado en ella alguna cosa indecente" (Deuteronomio 24:1), no se refera, en su contexto
original, a la inmoralidad; porque si as fuera, el castigo sera la muerte y no el divorcio! Ms tarde los rabinos
judos debatiran largamente sobre el significado exacto y la aplicacin legtima de la frase "alguna cosa
indecente", y en los das de Jess todava no se haban puesto de acuerdo!
Aqu vale la pena notar que en cierto sentido no existe tal cosa como un "cnyuge inocente" o un "cnyuge
culpable". Casi invariablemente, cuando existen problemas graves en un matrimonio, ambos tienen culpa en el
asunto. Tal vez ella ha sido sexualmente fiel, pero ha sido tan contenciosa o desconsiderada, que indirectamente
ha impulsado a su esposo a encontrar otra amante. O, por el contrario, tal vez ha sido el esposo "inocente" quien
ha tratado a su esposa como una sirvienta, sin afecto ni consideracin, y esto ha sido una razn por la cual ella ha
cado en adulterio con otro hombre que s ha sido detallista y considerado con ella.
Pero tampoco debemos perder de vista que la infidelidad sexual es considerada por Dios como un pecado
extremadamente grave. Recordemos que en la Ley de Moiss el culpable deba morir apedreado! "Huid de la
fornicacin. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, est fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su
propio cuerpo peca." (1 Corintios 6:18). "A los fornicarios y a los adlteros los juzgar Dios." (Hebreos 13:4).
Tambin vale la pena mencionar que en los das de Moiss parece que haba varios "estratos" de mujeres:
En primer lugar, estaba la mujer libre quien vena a ser la esposa de un hombre cuando ste pagaba la dote (el
precio de la boda) a su suegro por el privilegio de tenerla como esposa; como hizo Jacob para casarse con Raquel
(Gnesis 29:18).
En segundo lugar estaba la mujer israelita esclava (Exodo 21:7-11), quien era comprada y posteriormente poda
llegar a ser una esposa-esclava, o concubina, o poda ser entregada al hijo del dueo como su esposa. Si ella "no
agradaba a su seor", no poda ser vendida a pueblo extrao, sino que deba ser redimida por su propia parentela.
Si su seor no provea para ella las necesidades bsicas, ella era puesta en libertad.
En tercer lugar, estaba la mujer extranjera capturada en tiempo de guerra (Deuteronomio 21:10-14). Quien la
tomaba, si despus de tenerla como esposa-esclava no le agradaba, ya no poda venderla sino que deba dejarla
en libertad. Ntese que en los dos ltimos casos, la libertad que obtena la mujer era primordialmente la de una
esclava de su amo, no la de una esposa de su esposo. Por eso no se menciona "divorcio" ni "carta de repudio",
solamente "la dejars en libertad". Esto est ligado a la "voluntad permisiva", "relativa" o "circunstancial" de
Dios con respecto a la esclavitud, la cual es un invento humano que no forma parte de la perfecta voluntad de
Dios para el hombre.
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y probablemente de la de Mical, pues ella amaba a David. Se puede presumir su divorcio, pues de otro modo
estara en adulterio con Palti, lo cual deshonrara la casa del rey.
Cuando David fue hecho rey, demand que ella le fuese restituida. Tal vez se podra acusar a David de actuar en
contra de Deuteronomio 24:1-4 cuando actu as, pero tambin se podra argumentar que el "divorcio" nunca
haba sido legal por haber sido en contra del deseo de los cnyuges. Es de notarse que estando an bajo el
Antiguo Testamento, Dios no orden la muerte de David por ser culpable de adulterio y homicidio, sino que
quiso su arrepentimiento sincero.
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Pero durante el exilio, el remanente de Jud se arrepinti y Dios confort a Sion (Jerusaln, capital de Jud),
prometiendo restauracin futura: "No temas... Porque tu marido es tu Hacedor; Jehov de los ejrcitos... Porque
como a mujer abandonada y triste de espritu te llam Jehov, y como a la esposa de la juventud que es
repudiada, dijo el Dios tuyo. Por un breve momento te abandon, pero te recoger con grandes misericordias...
no se apartar de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantar" (Isaas 54:4-10). "Nunca ms te
llamarn Desamparada [a Sion], ni tu tierra se dir ms Desolada; sino que sers llamada Hefzi-b ("mi deleite
est en ella"), y tu tierra Beula ("desposada"); porque el amor de Jehov estar en ti... como el gozo del esposo
con la esposa, as se gozar contigo el Dios tuyo." (Isaas 62:4-5).
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pg.18
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TERCERA PARTE:
JESUCRISTO
HABLA SOBRE
EL DIVORCIO
8. EL CONTEXTO HISTRICO
EN EL CUAL HABL EL SEOR JESUCRISTO
Cuando Cristo realiz su ministerio pblico, Herodes Antipas era el gobernante edomita sobre Galilea (al norte
de Samaria) y Perea (al lado oriental del Jordn). Recientemente, Herodes Antipas se haba divorciado de su
esposa, la hija del rey Aretas, para poderse casar con Herodas. Para casarse con l, Herodas se haba separado,
y presumiblemente divorciado, de Herodes Felipe, quien era hermano de Herodes Antipas.
Juan el Bautista haba sido decapitado por predicar abiertamente en contra de esta nueva unin. (Mateo 14:3-12;
Marcos 6:14-29; Lucas 3:19-20). Mateo y Marcos nos informan que fue precisamente en esta regin de Perea,
bajo la jurisdiccin de Herodes Antipas, donde los fariseos vinieron a probar a Jess respecto al tema del
divorcio. (Mateo 19:1 y Marcos 10:1).
pg.20
Perdn y reconciliacin
Mateo coloca el pasaje del divorcio en medio de una serie de enseanzas de Jess sobre el perdn y la
reconciliacin. La parbola de la oveja perdida (18:10-11) muestra al pastor dejando las noventa y nueve para ir
a buscar la que se haba extraviado. En los siguientes versos (18:15-20) Jess detalla los pasos a seguir para
buscar una reconciliacin con el "hermano que peca contra ti". Pero si de manera repetida l no atiende estos
llamados, Jess tambin muestra qu se debe hacer, lo cual incluye aun el punto extremo de excluirle de la
iglesia.
Dios quiere la restauracin, pero da indicaciones sobre qu hacer debido a la dureza del corazn del hombre.
Luego Jess dice, "si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren,
les ser hecho por mi Padre que est en los cielos." Esta promesa tiene especial significado cuando la
consideramos como parte del contexto de las enseanzas del Seor sobre el matrimonio y el divorcio.
Finalmente, la parbola de los dos deudores (18:21-35) est inmediatamente antes de nuestro pasaje. El deudor
quiso juzgar a su consiervo aplicndole todo el peso de la ley en vez de perdonarle. Pero Jess quiere que sus
discpulos se perdonen y se reconcilien, y que acepten al pecador arrepentido. Lo mismo desea el Seor en el
rea del matrimonio, aun hacia el cnyuge culpable.
pg.21
pg.22
(1) "Al principio, Dios los hizo" muestra que el matrimonio y la relacin sexual forman parte del plan original
perfecto de Dios. Es algo muy bueno y es un don de Dios a la humanidad.
(2) "Varn y hembra" indica que esta enseanza se aplica igualmente al esposo y a la esposa. Tanto el hombre
como la mujer tienen igual dignidad ante Dios como sus criaturas, hechas por sus manos. No se debe considerar
a un nio como de ms valor que una nia, ni un hombre ms que una mujer. Para Dios no vale el "machismo"
ni tampoco el "feminismo". Tampoco tienen cabida los "matrimonios" entre homosexuales o entre lesbianas. El
plan de Dios para el matrimonio es de un hombre con una mujer.
(3) "El hombre dejar padre y madre" es un mandato de Dios en relacin con el matrimonio. La palabra
"hombre" en el texto griego citado por Cristo es "anthropos" que se traduce "humano" y no "varn". Por tanto
ambos, el hombre y tambin la mujer, deben dejar a sus padres para formar su propia unin independiente.
Cuntos problemas y fracasos se podran evitar si este principio tan sencillo fuera cabalmente obedecido!
Adems, el acto de dejar padre y madre conlleva una edad y madurez suficientes para valerse por s mismos,
independientemente de sus padres en todo sentido: emocional y espiritual, pero tambin econmicamente.
Repetimos: El matrimonio es para una pareja madura, no es para adolescentes dependientes an de sus padres.
Este principio tambin debe ser obedecido por los padres. Ellos deben soltar, y aun "empujar fuera" a sus hijos
cuando lleguen al paso del matrimonio. No es correcto que los padres interfieran en el matrimonio de sus hijos.
Esto no les impide dar un consejo o alguna ayuda econmica, pero los padres siempre necesitan gran sabidura
para no pasarse del lmite ni ser estorbo para el nuevo hogar que se ha formado, aun cuando atraviese
dificultades graves.
(4) "Se unir a su mujer." La palabra griega usada aqu viene de la raz "Kolla" que significa pegante. La pareja
es pegada hasta formar una sola pieza. El acto de unir la pareja no slo lo hace el esposo o la esposa, sino que
primordialmente es Dios el agente unificador. La unin matrimonial viene de Dios! Esta es una forma saludable
de ver el matrimonio, la cual nos preserva de ideas ascticas que de una y otra manera han tratado de influir en la
Iglesia cristiana, haciendo pensar que el matrimonio y las relaciones ntimas son algo "sucio".
(5) "Los dos..." Como ya hemos visto, Jess cita el versculo de la versin griega del Antiguo Testamento que
hace explcita la monogamia. Despus Jess aadi sus propias palabras: "As que no son ya ms dos..." De esta
manera doblemente enfatizada, Cristo da su aprobacin directa a la monogamia. Es decir, en un matrimonio
conforme a la voluntad de Dios intervienen slo dos personas: el esposo y la esposa.
(6) "Sern una sola carne" y las palabras de Jess, "no son ya ms dos, sino una sola carne" introducen el
argumento de "una sola carne" o de "un cuerpo indisoluble". El ser un solo cuerpo significa que dos vidas
diferentes, al ser unidas en matrimonio, buscarn coordinar la una con la otra tan inevitablemente como una
parte del cuerpo coordina con otra parte del mismo cuerpo. La doctrina de "una sola carne" es una verdad tan
profunda que Jess ya respondi a la pregunta de los fariseos sin siquiera mencionar el divorcio: "Por tanto, lo
que Dios (ho theos) junt, no lo separe el hombre (anthropos)".
(7) El griego "ho theos" significa literalmente "El Dios" o "El Gran Dios", en contraposicin a "anthropos", que
significa "ser humano". Cristo enfatiza la diferencia infinita entre el Dios Todopoderoso, quien junta la pareja y
los insignificantes seres humanos, quienes se atreven a separar lo que Dios desea que permanezca unido!
(8) "No lo separe el [ser humano]." Como ya vimos, el griego no dice "varn" sino "ser humano". As pues, el
mandamiento de no separar una pareja casada es igualmente responsabilidad del hombre y de la mujer. Ambos
cnyuges deben luchar por mantener la unidad de su matrimonio. Adems, los hombres y las mujeres en general
deben tener cuidado de no ser estorbo y causar una separacin en el matrimonio de otra pareja. El coqueteo con
una persona casada es un pecado doblemente grave ante los ojos de Dios, como tambin los chismes contados
con el fin de causar problemas en el interior de una pareja.
pg.23
pg.24
En resumen, la palabra griega "moichea" o en espaol "adulterio" significa pecado sexual que implica a personas
casadas; mientras que "porneia" o en espaol "fornicacin" significa "inmoralidad sexual en general", pues es un
trmino bastante amplio que incluye adulterio.
La clusula de excepcin
Slo Mateo contiene la llamada clusula de excepcin: "salvo por causa de fornicacin..." (5:32 y 19:9) como la
nica razn vlida para que el Seor Jess permita (aunque no manda) el divorcio. Esto nos plantea grandes
interrogantes en cuanto a cmo la debemos interpretar. Por qu no la mencionaron Marcos y Lucas? Ser que
ellos asumieron que sus lectores ya conoceran la excepcin? O slo queran presentar una parte de la
enseanza del Seor al respecto, y por tanto no consideraron necesario mencionarla? O ser que debemos
descalificar o limitar el significado de la excepcin en Mateo para que cuadre con la (aparentemente) absoluta
prohibicin de los otros dos? Pero entonces, por qu la incluye Mateo? Hay dos maneras generales de
interpretar estos pasajes:
(1) Algunos opinan que el silencio de Marcos y Lucas en cuanto a la posibilidad de una excepcin, y la aparente
contradiccin entre el mandato claro de Jess "lo que Dios junt, no lo separe el hombre" y la clusula
mencionada, indican que debemos armonizar los tres evangelistas de manera tal que, en la prctica, se excluya la
posibilidad del divorcio. De esta manera queda absoluta la prohibicin del divorcio hoy da.
Los que piensan as, generalmente basan su argumento sobre una interpretacin ms especfica o estrecha de lo
que podra significar "porneia" en el contexto, o sobre construcciones gramaticales alternativas que limitan o
eliminan completamente la clusula de excepcin. En un apndice al final del libro se explican en detalle estas
interpretaciones.
(2) Otros explican que para armonizar los pasajes en cuestin, se debe permitir que se complementen unos a
otros, o sea que los pasajes ms largos y detallados suplan los detalles o las frases que faltan en los ms cortos.
Mateo es el que ms espacio dedic al asunto: dos pasajes (5:31-32 y 19:1-12) para un total de 52 renglones en
la traduccin Reina Valera. Lucas slo tiene un versculo al respecto (16:18) con 4 renglones, y no es razonable
esperar que incluya ms que la esencia de la enseanza del Seor. Marcos trata el asunto algo ms
detalladamente (10:1-12) con 29 renglones, pero omite varias cosas: No menciona que Jess san all a algunas
personas, la primera pregunta de los fariseos no dice "por cualquier causa", no tiene la segunda pregunta de los
fariseos, no dice "el que se casa con la repudiada adultera", tampoco incluye la reaccin de los discpulos, ni las
enseanzas de Jess respecto de "los eunucos". Por tanto, el hecho de que tampoco tenga la clusula de
excepcin no debe sorprendernos.
Los que as piensan, dicen que debemos reconstruir la enseanza completa usando a los tres evangelistas y
permitiendo que cada detalle sea narrado, incluyendo la clusula de excepcin. Esta forma de entender los
pasajes bblicos se llama "la interpretacin de Erasmo", y se encuentra argumentado detalladamente en un
apndice al final del libro.
Cul ser la interpretacin correcta? Existen varias posibilidades y muchos otros argumentos para respaldar
cada alternativa. Personalmente, me inclino por la segunda alternativa (2), pues armoniza y complementa las
enseanzas registradas en los evangelios con las que estn en las epstolas y en el resto de las Escrituras.
As pues, slo la inmoralidad sexual (fornicacin) de uno de los cnyuges dara la posibilidad al creyente
"inocente" de buscar un divorcio; despus del cual, pasado un tiempo prudencial, podra volver a casarse.
Especficamente, esto incluye el adulterio (infidelidad sexual de una persona casada), concubinato (vivir con otra
persona en unin libre), incesto (relaciones sexuales con miembros de la familia), homosexualismo (relaciones
sexuales entre dos hombres), lesbianismo (relaciones sexuales entre dos mujeres), bestialismo (actos de lujuria
cometidos con animales), y otras perversiones sexuales graves, especialmente si no hay arrepentimiento o si hay
reincidencia.
MATRIMONIO Y DIVORCIO, Una Perspectiva Bblica Andrs P. Nunn
pg.25
Notemos que Cristo no manda el divorcio. Un cristiano que se vea envuelto en un problema matrimonial as,
debe intentar primero el camino del perdn y la reconciliacin, pues esta es la voluntad activa del Seor. Pero
desafortunadamente, por la dureza del corazn humano, a veces es imposible restaurar un matrimonio destruido
por la inmoralidad. En tales casos excepcionales, el Seor reconoce que la continuacin del matrimonio es
imposible y que el creyente debe tener el permiso de divorciarse. Ante los ojos de Dios, nicamente la
inmoralidad sexual permite que el cnyuge defraudado obtenga el divorcio.
pg.26
sanar las heridas que tal crisis produce. Pero despus, esta persona tiene libertad de volverse a casar. Si insitimos
en ms que esto, seremos culpables de aadir a la Palabra de Dios, lo cual es un grave error!
(2) Si una pareja se separa o se divorcia injustificadamente (por razones diferentes a la inmoralidad sexual), el
creyente debe quedarse sin casar, esperando hasta que sea posible la reconciliacin con su cnyuge original (1
Corintios 7:11). Buscar otra pareja, para un creyente en estas circunstancias sera cometer adulterio, aun si ya se
ha efectuado un divorcio civil.
(3) Cualquier creyente que conozca una pareja separada o injustamente divorciada, debe "dejarlos quietos". Jess
no permite que se comience un noviazgo con alguno de ellos, porque esto estorbara la posibilidad de una
eventual reconciliacin, y adems llevara a la nueva pareja a cometer adulterio.
(4) Si durante este perodo de separacin o divorcio no justificado, uno de los cnyuges no slo rehsa la
reconciliacin sino que deja de vivir como soltero, ya sea porque se volvi a casar, o se junt a vivir con alguien,
o vive una vida de inmoralidad, entonces ha hecho totalmente imposible la reconciliacin. En este caso la
"clusula de excepcin" (salvo por causa de fornicacin) permite que el cnyuge "soltero" se divorcie (si no lo
estaba) y posteriormente se vuelva a casar con la aprobacin del Seor.
pg.27
"aborrecer" a nuestros padres, familiares y aun nuestra vida. (Lucas 14:26, Juan 12:25). A lo que Jess se refiere
aqu, es a la decisin de permanecer soltero, o sea, de no casarse y as permanecer virgen sexualmente.
Los que "nacieron as" son los que por alguna deformidad congnita fsica o mental, no estn en condiciones de
casarse. Los que "son hechos eunucos por los hombres" son aquellos que por manos de hombres han sufrido un
accidente o una herida (ya sea fsica o sicolgica) que los ha incapacitado para el matrimonio, incluyendo
aquellos que en esa poca eran castrados, como el etope tesorero de la reina Candace. (Hechos 8:26-39).
Tambin puede incluir aquellos que han sido privados de la posibilidad de casarse por alguna ley o reglamento
humano. Los que "a s mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos" son aquellos que
voluntariamente renuncian al matrimonio para poder dedicarse de lleno al servicio cristiano.
Pablo tambin confirma que algunos creyentes reciben el don del celibato, el cual les libera para servir al Seor
sin distracciones. (1 Corintios 7:32-38). Es cierto que la Biblia nos da advertencias contra los falsos maestros
que "prohibirn casarse." (1 Timoteo 4:1-3). Por tanto, la decisin del celibato es muy personal, y no debe ser
impuesta por maestros que ensean una falsa pureza o espiritualidad.
Mateo termina la narracin otra vez de manera ambigua, registrando las palabras de Jess cuando dice, "El que
sea capaz de recibir esto, que lo reciba." A qu se refiere Jess cuando dice "esto"? A la enseanza original
sobre el matrimonio y el divorcio, o a la conclusin de los discpulos, o a sus propias palabras sobre los
"eunucos"? Aqu tambin pienso que la aplicacin es vlida en los tres sentidos:
Todos los creyentes, con el poder del Espritu Santo, pueden aceptar "esto" en el primer sentido (la tica cristiana
para el matrimonio indisoluble), y los que reciben ese don de Dios pueden aceptar "esto" en el segundo y tercer
sentido (una vida soltera dedicada a Dios). Jess exalta el matrimonio y la pureza de las relaciones ntimas en ese
contexto, y tambin dignifica el celibato voluntario como una alternativa honrosa. Igualmente, nosotros debemos
mantener este sano equilibrio.
pg.28
CUARTA PARTE:
EL APSTOL
PABLO
ESCRIBE SOBRE
EL DIVORCIO
pg.29
pg.30
(3) Finalmente, Pablo manifiesta un tercer nivel de la voluntad permisiva de Dios: "Pero si el incrdulo se
separa, seprese; pues no est el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz
nos llam Dios" (v.15). Algunos comparan este ltimo versculo con la "clusula de excepcin" en Mateo,
viendo aqu un permiso para que el creyente abandonado por su cnyuge inconverso pueda aceptar un divorcio y
volverse a casar. A esto se le llama tcnicamente el "privilegio paulino". Debemos enfatizar varias cosas en este
pasaje de 1 Corintios 7:
La posibilidad de la separacin
El "mandamiento del Seor" contiene dos expresiones claras de la voluntad de Dios: Primeramente, la
prohibicin divina en cuanto a la separacin. Esta es la voluntad ms alta de Dios. Los esposos no se deben
separar. Luego, an en el "mandamiento del Seor", viene su "voluntad segunda" o "permisiva": "Y si se separa,
qudese sin casar, o reconcliese con su marido." Si un creyente se ve obligado a separarse de su cnyuge por
violencia o peligro, o si es abandonado, su deseo ardiente, para serle fiel a su Seor, debe ser el de esperar y de
dar toda oportunidad para la reconciliacin. El deseo de Dios es el perdn y la reconciliacin, de modo que si la
separacin o el divorcio ya son un hecho, la "siguiente voluntad" de Dios es que ambos cnyuges se arrepientan
y confiesen su parte, y se reconcilien.
Casi siempre resulta que ambos han obrado mal de una u otra manera, contribuyendo as ambos al rompimiento
de la relacin. As, el tiempo de separacin debe ser un espacio de reflexin para recapacitar ante el Seor.
Mientras tanto deben esperar. El hecho de la separacin por s solo, aunque sea prolongado, no autoriza al
creyente a seguir adelante con el divorcio.
Cuando es evidente que una reconciliacin ya es imposible, debido a que la parte ausente se ha juntado a vivir
con otra persona, o haya cado en inmoralidad sexual, y slo entonces, puede el creyente considerar la
posibilidad de un segundo matrimonio. Existe un gran peligro de extinguir una relacin que debera ser salvada,
por causa del falso atractivo de un segundo matrimonio. A los que se encuentren en tal situacin, Dios manda
que se queden sin casar o que se reconcilien.
pg.31
volver, ningn inters en el hogar ni sus responsabilidades y un rompimiento de las promesas matrimoniales.
Esto necesariamente supone un tiempo bastante largo de separacin, para poder determinar si efectivamente
existe una desercin definitiva, o si es temporal y con posibilidad de reconciliacin.
Adems, el cnyuge inconverso no debe ser echado de la casa! De hecho, el comportamiento del creyente debe
ser tal que pueda ganar a su pareja para el Seor (vs. 14,16). Si llega a ser evidente que el mal comportamiento
del creyente ha sido causa contribuyente a que el cnyuge inconverso se haya aburrido y se haya ido, el consejo
bblico es arrepentirse y buscar perdn y reconciliacin con la parte desertora. No se trata de apuradamente
buscar un divorcio, ahora que ("al fin!") el cnyuge se ha ido.
Esto subraya, de paso, el grave peligro de volverse legalista: una persona puede aferrarse a ciertos textos para
justificar su divorcio y nuevo matrimonio, pero en el fondo puede ser culpable de no querer hacer la voluntad de
Dios. Se puede caer en la trampa de los fariseos, quienes trataban de aplicar la letra de la Ley mientras que
ignoraban el espritu de la Ley. Esta es una actitud verdaderamente peligrosa, y aquellos que aconsejan en estos
asuntos deben tomar esto muy en cuenta.
pg.32
casar, o reconciliarse con su cnyuge. De hecho, puede ser aconsejable para algunos seguir viviendo solos aun si
el desertor se casa con otra persona, pues no para todos es la vida matrimonial.
El creyente que ha sido abandonado por su cnyuge no debe afanarse tratando desesperadamente de buscar y
obligar al cnyuge desertor a volver al hogar. Por eso dice Pablo, "no est el hermano o la hermana sujeto a
servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llam Dios." (v.15). Ms bien debe depender de Dios, reposar
en el Seor y orar por su cnyuge, para que sea Dios quien le cambie y le vuelva a traer al hogar.
Pero si el cnyuge desertor no permanece "soltero", entonces efectivamente ha hecho imposible una
reconciliacin; y la excepcin que pronunci Jesucristo ("salvo por fornicacin") libera a tal hermano o hermana
para que obtenga un divorcio justificado ante Dios, y posteriormente le abre la posibilidad de un segundo
matrimonio. Recordemos que aun en este caso, al igual que en el de cualquier creyente soltero, puede ser la
voluntad de Dios que siga soltero durante el resto de su vida.
As pues, cuando Pablo dice: "Pero si el incrdulo se separa, seprese" (v.15) l asume, al igual que Jesucristo,
que el cnyuge desertor puede contraer eventualmente una nueva relacin con otra persona. Mientras esto no
ocurra, el creyente abandonado debe esperar en el Seor, guardndose "soltero" y dando la oportunidad para una
verdadera reconciliacin. Si bien esta enseanza es explcita en el caso de un creyente abandonado por un
inconverso, tambin es razonable aplicarlo a cualquier caso de abandono entre creyentes profesantes, pues Dios
exige de ellos un nivel moral aun mayor.
Esta interpretacin, que combina las palabras de Jess y Pablo en un solo pensamiento, tiene tres ventajas
principales sobre la interpretacin anterior:
(1) Primeramente, quita la aparente contradiccin entre Jess (quien slo permiti el divorcio por causa de
fornicacin) y Pablo (quien parece adems permitir el divorcio por abandono), pues nos permite ver la enseanza
de Pablo como complementando y no contradiciendo la enseanza de Jess. Pablo no da otra causal de
divorcio! Ms bien, nos muestra explcitamente lo que debe hacer el cnyuge abandonado despus de su
separacin o divorcio civil (no justificado bblicamente), durante el tiempo en que an es posible una
reconciliacin.
(2) En segundo lugar, vemos que tanto Jesucristo como Pablo enfatizan la importancia de la reconciliacin. Dios
odia el divorcio y desea ms bien la restauracin de aquellas parejas que se encuentran separadas o injustamente
divorciadas. Es cierto que la Ley de Moiss prohiba que una pareja divorciada se volviera a casar, para as evitar
que el divorcio fuera tomado como algo liviano (Deuteronomio 24:1-4). Pero en vista del deseo divino de perdn
y restauracin anunciado por medio de Cristo, y aun de los profetas, no es razonable concluir que ahora Dios
busca la reconciliacin de una pareja injustamente divorciada, asumiendo que estn libres de segundas uniones?
Inclusive, si hay verdadero arrepentimiento y cambio de vida, Dios puede restaurar aun una pareja divorciada
por causa de inmoralidad sexual.
(3) Finalmente, vemos que Pablo subraya las advertencias de Jesucristo cuando ste condena como adulterio el
nuevo matrimonio de los cnyuges separados, cuando la reconciliacin es an una posibilidad viable, es decir,
mientras no haya inmoralidad sexual de por medio.
pg.33
permanentemente. Dios ha perdonado el pasado, y quiere construir sobre el presente. "De modo que si alguno
est en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu todas son hechas nuevas." (2 Corintios 5:17).
Esto tambin encaja bien con el nfasis de Jesucristo sobre el perdn disponible para el pecador arrepentido.
Alguien ha defendido la posibilidad del nuevo matrimonio para el cnyuge culpable pero arrepentido, as: "Esta
posibilidad es tan invisible en Pablo como lo es en Mateo, como si Dios quisiera que este tipo de nuevo
matrimonio fuera invisible cuando se habla del matrimonio. Entonces, por qu enseo este punto, hacindolo
visible? Soy desobediente al mtodo apostlico? Yo enseo este punto, porque el evangelio del perdn para el
creyente verdaderamente arrepentido es el mensaje ms visible del Nuevo Testamento."
Otros han sugerido que el tratamiento ms completo y equilibrado de la enseanza bblica sobre el matrimonio,
el divorcio y el nuevo matrimonio debera tener seis puntos: (1) Matrimonio indisoluble de por vida; (2)
Separacin temporal buscando restauracin y reconciliacin; (3) Divorcio permitido para el cnyuge "inocente"
defraudado por la infidelidad de su pareja; (4) Tiempo de espera sin casarse para sanar las heridas, dando espacio
para una reconciliacin; (5) Segundo matrimonio permitido para el cnyuge "inocente"; (6) Segundo matrimonio
permitido al cnyuge "culpable" pero sinceramente arrepentido.
Este ltimo punto sobre el "cnyuge culpable" es muy delicado. Algn creyente carnal podra decidir abandonar
a su esposa para unirse con otra mujer, con el fin de arreglar as un divorcio con la primera esposa, y finalmente
casarse legalmente con la segunda. Esta persona podra pensar que hara todo esto y luego le pedira perdn al
Seor y a la iglesia local, y "arreglado el asunto". Quien piensa as demuestra lo poco que entiende o le importa
la voluntad del Seor, y se expone al juicio de Dios: "El Seor juzgar a su pueblo. Horrenda cosa es caer en
manos del Dios vivo!" (Hebreos 10:30-31). "A los fornicarios y a los adlteros los juzgar Dios." (Hebreos
13:4).
pg.34
pg.35
QUINTA PARTE:
ENTONCES, QU
DEBEMOS HACER
HOY DA?
15. CONCLUSIONES DE LOS PASAJES BBLICOS
Los pasajes bblicos, y en particular las porciones de Mateo, son interpretados por diversos creyentes en
diferentes maneras. Podemos descartar las interpretaciones extremas como soluciones muy poco probables, pero
parece ser imposible llegar a un "consenso cristiano" sobre el tema del divorcio y el nuevo matrimonio. Estas
interpretaciones estn explicadas en un apndice al final para aquellos que deseen conocerlas en ms detalle. Dos
escuelas de pensamiento dominan el campo como las posibilidades ms probables:
(1) En primer lugar, estn los que permiten una separacin o un divorcio civil bajo ciertas circunstancias, pero no
permiten que los cnyuges separados se vuelvan a casar. Deben permanecer sin casarse, o reconciliarse con su
primer cnyuge. Mientras su primer cnyuge tenga vida, le est prohibido al creyente volverse a casar con otra
persona. Esta es, en esencia, la posicin de la Iglesia Catlica Romana y algunos grupos evanglicos
fundamentales. Encuentra su apoyo principalmente en la tradicin de la Iglesia de los primeros siglos, y varias
interpretaciones del pasaje de Mateo: la del compromiso pre-matrimonial, la de los matrimonios prohibidos y las
otras construcciones gramaticales.
(2) En segundo lugar, estn los que permiten que el "cnyuge inocente" se divorcie de su pareja si ha habido
fornicacin (inmoralidad sexual en general) de por medio. Para algunos, la desercin prolongada y definitiva por
parte de un cnyuge inconverso tambin constituye una causal bblicamente justificable para el divorcio. El
creyente que se ha divorciado de esta manera queda libre de su antiguo cnyuge, y puede volverse a casar,
siempre y cuando sea en el Seor. Este punto de vista se denomina la interpretacin de Erasmo, y representa la
opinin de la mayora de los grupos evanglicos contemporneos.
En esta interpretacin, el divorcio es visto como una concesin divina a la humanidad debida a nuestra dureza de
corazn y nuestra condicin pecaminosa. La voluntad perfecta de Dios es que el matrimonio sea indisoluble, de
por vida. Pero en algunos casos, Dios permite el divorcio como su segunda voluntad. Slo se debe recurrir a ella
como ltima medida, y aun despus de la separacin el creyente debe esperar, buscando la posibilidad de una
reconciliacin verdadera.
Conclusin personal
Despus de analizar los pasajes de las Escrituras que hemos detallado en este estudio, y de comparar los
argumentos bblicos y las interpretaciones que se resumen en el apndice, siento que la explicacin que mejor se
ajusta a la Biblia es la segunda, o sea, la que permite (pero no manda) el divorcio, y esto nicamente por causa
de inmoralidad, especialmente si no hay arrepentimiento o si el pecado se sigue repitiendo. Si la separacin
ocurre por otros motivos, el creyente debe esperar, para ver si es posible una reconciliacin. Pero si el otro
cnyuge cae en fornicacin, entonces el Seor permite el divorcio, y el creyente que as se divorcia, puede
eventualmente volverse a casar en el Seor.
MATRIMONIO Y DIVORCIO, Una Perspectiva Bblica Andrs P. Nunn
pg.36
pg.37
(3) Me preocupa el peligro de dedicar demasiado tiempo y esfuerzo tratando con "vehculos estrellados",
buscando la manera de hacerlos manejables otra vez, hasta el punto de descuidar la enseanza de "choferes
nuevos", mostrndoles cmo manejar correctamente para as evitar los fracasos antes que ocurran!
Seguramente, en esta materia, el papel primario de los padres de familia y la enseanza impartida en la iglesia
local deben ser ms preventivos que curativos! En los mensajes pblicos, los estudios bblicos y las actividades
con los nios y jvenes, debemos enfatizar continuamente los aspectos positivos de la enseanza bblica sobre el
matrimonio, el "dejar padre y madre", la doctrina de "una sola carne", la durabilidad del matrimonio (para toda la
vida), la edificacin mutua, el dilogo sincero pero amoroso, el perdn mutuo, la consideracin, y las muchas
otras virtudes que hacen que el matrimonio cristiano valga tanto. Al mismo tiempo debemos mostrar el gran
valor de la vida soltera dedicada al Seor.
(4) Debemos ensear sobre la gran importacia de la pureza sexual! En el mundo moderno, esto parece anticuado
y exagerado, pero la inmoralidad es demasiado seria ante los ojos de Dios. Es tan seria, que amenaza aun con
destruir la unin permanente del matrimonio. Es tan grave, que causa sufrimiento y dao incalculables. Por
tanto, debemos ensear a los jvenes y a las seoritas que se mantengan vrgenes hasta el matrimonio. A las
parejas casadas, debemos enfatizarles la enorme importancia de la fidelidad conyugal. En la sociedad machista y
libertina en que vivimos, esto va completamente en contra de la corriente, pero Dios quiere que sus hijos sean
santos porque l es santo. (1 Pedro 1:14-16)
(5) Recordemos que la manera en que Dios obra es buscando arrepentimiento y reconciliacin. Esta es parte de
su voluntad activa, su voluntad primera. Cuando se pueda escoger entre un divorcio y una reconciliacin,
debemos aconsejar esta ltima. Dios perdon a su pueblo, y Cristo nos perdon a nosotros. Nosotros tambin
debemos perdonar setenta veces siete. (Mateo 18:22). Esto no significa que el creyente debe tolerar cualquier
cosa en su cnyuge. Hay algunas normas que se deben establecer y mantener en un matrimonio para que ste
funcione. Pero si hay arrepentimiento verdadero, la respuesta debe ser el perdn y la reconciliacin.
(6) Existen algunos casos muy difciles como, por ejemplo, los que involucran abuso constante de alcohol o
drogas alucingenas, violencia desmesurada contra el cnyuge o los hijos, participacin en actividades ilegales,
peligro inminente debido a complicidad con criminales, enfermedades mentales graves o enfermedades sexuales
graves. En tales casos, a veces puede ser aconsejable sugerir una separacin temporal del cnyuge afectado, en
espera de que el problema de fondo se resuelva y pueda ser viable nuevamente la relacin matrimonial y la
continuacin de la vida de hogar. Pero la Biblia no permite el divorcio por ninguna de estas causas. No debemos
permitir que la opcin del divorcio, la voluntad pasiva de Dios, ponga fin a un matrimonio gravemente enfermo
pero an rescatable.
(7) Una importante "regla de juego" en todo lo relacionado con el matrimonio, la separacin, el divorcio y el
nuevo matrimonio, es el antiguo refrn: "En caso de duda, no lo hagas!" o por lo menos: "En caso de duda,
espera un poco!" Pablo nos advierte: "Pero el que duda [sobre un asunto de conciencia] es condenado, porque
no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado." (Romanos 14:23). Se debe aconsejar actuar con
paciencia, esperando siempre en el Seor. Nada se pierde con esperar, y mucho se puede perder por el afn.
Debemos aprender a esperar el tiempo del Seor, y actuar en dependencia de l.
(8) Es sabio actuar en acuerdo con los ancianos de la iglesia local de la cual uno forma parte. "En la multitud de
consejeros hay seguridad y se afirman los pensamientos" (Proverbios 11:14, 15:22). No es sabio forzar una
decisin con respecto a un divorcio o un segundo matrimonio, en contra del consenso de la iglesia local, aun si
parece tener apoyo bblico. No seamos culpables de tomar determinaciones que puedan sembrar discordia o
hacer tropezar al hermano dbil. Tampoco debemos postergar indefinidamente una decisin por el veto de un
hermano que insiste en su propia opinin. Es importante depender del Seor para alcanzar una decisin conjunta,
aun en el caso de opiniones encontradas. Ningn hermano debe imponer carnalmente su modo de pensar, sino
ms bien proponer el estudio de las Escrituras y la oracin al respecto.
pg.38
(9) Debemos aconsejar a las personas divorciadas civilmente (aun a aquellas que han sido abandonadas o
injustamente divorciadas) que se queden sin casar, o que se reconcilien con su ex-cnyuge, hasta el momento en
que ste obre de tal manera que la reconciliacin sea imposible, debido a su posterior nuevo matrimonio, o
relacin ntima estable con otra persona, o vida inmoral persistente. Slo entonces cobra validez el divorcio ante
los ojos de Dios. Esto necesita dominio propio y sabidura para evitar entablar una amistad profunda con alguien
del sexo opuesto, ya que esto puede estorbar el desenlace bblicamente deseado.
(10) Los creyentes solteros no deben entrar en relaciones de amistad seria ni de posible noviazgo con personas
separadas o divorciadas sin causa justa, pues Dios desea que ellas se reconcilien nuevamente, y no se debe
estorbar la obra que Dios quiere hacer! Esto tambin requiere sabidura y dominio propio para evitar las
relaciones serias (de sexo opuesto) con ellos. De igual manera, los creyentes solteros deben darse cuenta de que
no tienen el derecho de considerar como posible candidato para matrimonio a una persona separada, a menos que
est divorciada por un motivo bblicamente justificable (fornicacin del antiguo cnyuge).
(11) Aquellos creyentes que han sido abandonados o estn divorciados, no deben desesperarse por estar viviendo
solos. Dios les dar fortaleza para poder resistir (Isaas 40:31; 2 Corintios 12:9). De todas maneras, la vida
cristiana es un llamado a sufrir por Cristo como su discpulo. No es una opcin fcil, pero es la mejor opcin.
Debemos huir de la inmoralidad, resistir la tentacin de la "salida fcil" del divorcio injustificado y el nuevo
matrimonio ilegtimo, y confiar en Dios. Esto es fcil decirlo, pero slo es posible por la gracia y el poder de
Dios. Pero es posible, y es lo que Dios quiere.
(12) La iglesia local debe hacer un esfuerzo especial para ayudar a los individuos que estn en estas condiciones
difciles, proveyendo amistad y apoyo cristiano en maneras vlidas y que honren al Seor. En esto, las parejas
maduras y familias cristianas juegan un papel importantsimo, como tambin las amistades serias del mismo
sexo.
(13) Un hermano una vez me hizo notar que "hay una gran diferencia entre lo que es escrituralmente permisible
y lo que es pastoralmente aconsejable". Aquellos que aconsejan deben tomar esto en cuenta. Esto no significa
que podemos hacer caso omiso de los mandamientos de Dios para acomodar las cosas a nuestras circunstancias,
sino que, al contrario, a veces podemos dejar de hacer uso de nuestros derechos por causa del reino de Dios. Es
posible, por ejemplo, que un nuevo matrimonio sea "escrituralmente permisible, pero pastoralmente no
aconsejable". Pablo dijo: "Todo me es lcito, pero no todo conviene; todo me es lcito, pero no todo edifica.
Ninguno busque su propio bien, sino el del otro." (1 Corintios 10:23-24) Esto tambin se aplica aqu.
(14) Al aconsejar a un candidato al divorcio o al nuevo matrimonio, se deben considerar cuidadosamente todos
los factores. Es indispensable que el consejero hable con ambos cnyuges (si es posible), antes de formarse una
opinin sobre su problema matrimonial. Toda moneda tiene dos caras, y todo problema tiene dos lados. Adems
de los cnyuges envueltos en la situacin, se deben tambin considerar los nios involucrados y las familias
afectadas, para que el consejo que se d verdaderamente edifique, y no destruya la obra que Dios est realizando
en la vida de cada uno de los afectados. "As que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificacin.
No destruyas la obra de Dios..." (Romanos 14:19-20)
(15) Sin embargo, puede ser que un hermano o una hermana, despus de examinar su corazn ante el Seor y de
haber hecho intentos razonables de reconciliacin con su cnyuge extraviado, encuentre que esto es imposible.
Si entonces se divorcia y/o se vuelve a casar siguiendo los principios bblicos ya mencionados, no debemos
juzgarle ni condenarle. Quien obra as est actuando dentro de los parmetros de la voluntad de Dios. Su
voluntad pasiva o circunstancial, es cierto, pero sin embargo est dentro de Su divina voluntad. El divorcio y el
nuevo matrimonio bajo estas condiciones no es una opcin "sucia" que debemos tolerar. Los creyentes
involucrados pueden esperar la plena bendicin de Dios sobre su decisin, aunque tendrn que resolver muchos
problemas personales, prcticos y sicolgicos en una estrecha comunin con el Seor. Es posible que al igual
que en el caso de David con Betsab, an despus del perdn y la restauracin del Seor siempre queden
cicatrices que probablemente les acompaen hasta el final de sus vidas, y an hasta la tercera y cuarta generacin
despus. Pero Dios puede dar la gracia necesaria para saber llevar y aun triunfar sobre estas secuelas.
MATRIMONIO Y DIVORCIO, Una Perspectiva Bblica Andrs P. Nunn
pg.39
(16) Tambin es muy importante que recordemos que Dios perdona de manera libre y completa a los pecadores
arrepentidos, no importa cun bajo hayan cado. Dios puede transformar una vida, no importa cun destruida se
encuentre. Adulterio, divorcio injustificado, segundo matrimonio invlido y concubinato no son pecados
imperdonables. Dios perdona y olvida, y la Iglesia debe obrar igualmente. Cuando hay evidente arrepentimiento,
confesin y sumisin a la disciplina de la iglesia, el creyente debe ser recibido en nuestra comunin cristiana
como un hijo de Dios, y no como un creyente de "segunda clase".
(17) Existen casos en los cuales una pareja ha convivido en unin libre, o ha ocurrido un divorcio injustificado
seguido de un matrimonio posterior, o sencillamente se han juntado a vivir, y que estn obrando claramente en
contra de la voluntad de Dios. Si aos despus, las personas involucradas vienen al Seor en sincero
arrepentimiento y contricin, Dios les perdona, y les manda apartarse del pecado. De all en adelante, lo que
Dios quiere es que legalicen su situacin matrimonial y no que la vuelvan a desbaratar, especialmente si hay
hijos como producto de la ltima relacin. "Cada uno en el estado en que fue llamado, en l se quede." (1
Corintios 7:17,20,24). Lo que no est bien es que sigan viviendo en el estado de pecado sin arreglar. Como
hemos visto, Dios perdona, pero quiere que el creyente arrepentido se aparte del pecado lo antes posible.
(18) Un caso muy difcil es el de una persona que en su vida antigua se ha casado y luego se ha separado sin un
divorcio legal, y posteriormente se ha juntado a vivir con alguien diferente. Para poder legalizar el estado
presente en el que se encuentra un creyente en tal situacin, se requiere llevar a cabo el divorcio legtimo del
antiguo cnyuge para dar va libre al matrimonio con quien se est conviviendo. Tal vez sea aconsejable un
perodo de separacin temporal mientras esto se lleva a cabo. Puede incluso darse el hecho de que el primer
cnyuge todava desee la reconciliacin y no el divorcio. Debemos recordar que en tal caso, ante los ojos de
Dios, el primer cnyuge tiene precedencia sobre el segundo compaero. Todo esto sirve para mostrar la
imposibilidad de "legislar" sobre las posibles alternativas. Se debe actuar en gran dependencia de Dios, buscando
restaurar y edificar las vidas que estn envueltas en el problema, y no destruir o confundir aun ms. Esto es
especialmente cierto en lo que se refiere a los nios involucrados. Aquellos que han de aconsejar en un caso
parecido necesitan conversar con todas las partes involucradas para poder tomar decisiones equilibradas y
acordes con la voluntad de Dios.
(19) No debemos olvidar las recomendaciones pastorales en Timoteo y Tito. Vimos que un hermano que se ha
divorciado sin causa justa y se ha vuelto a casar sin apoyo bblico, si se arrepiente delante de Dios es perdonado.
Al abandonar su pecado y arreglar su situacin conyugal, es recibido en la iglesia local. Pero no debe tratar de
ejercer el trabajo de obispo o dicono. Hay muchas otras reas en las cuales puede servir al Seor. Dios no es
injusto al demandar una condicin especial de aquellos que han de servir al Seor en su iglesia local, ejerciendo
los ministerios claves ya mencionados. Ellos deben ser ejemplo para el resto de la iglesia en su vida conyugal, y
aun tener buen testimonio de los de afuera. Recordemos que la mejor manera de ensear a los nios y jvenes
entre nosotros es por medio del buen ejemplo de las parejas constituidas por los ancianos y por los lderes en la
iglesia. Bien lo dice el refrn: "Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra..."
(20) Tambin es importante que obedezcamos a la Biblia cuando nos exhorta a no relacionarnos con creyentes
que insisten en vivir una vida de inmoralidad, sin arrepentirse y cambiar de vida: "No os juntis con ninguno
que, llamndose hermano, fuere fornicario... con el tal ni aun comis" (1 Corintios 5:11). Debemos advertirles
claramente de la urgencia de abandonar el pecado en que estn, y si insisten en su propio camino de
desobediencia debemos dejarles en las manos de Dios: "A los fornicarios y a los adlteros los juzgar Dios."
(Hebreos 13:4). Tal vez es de estos creyentes que persisten en su inmoralidad, de quienes Judas nos manda: "[De
ellos] tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne." (Judas 23).
(21) Por otro lado, si nos encontramos con creyentes que tienen diferentes convicciones a las nuestras en estos
asuntos de divorcio y nuevo matrimonio, debemos actuar con amor y respeto. Recordemos que ellos son
igualmente sinceros en querer seguir las enseanzas bblicas, y que no nos corresponde juzgar nada antes de
tiempo. En lo posible, al tomar decisiones que les puedan afectar, tommoslas en unidad, considerando sus
conciencias ante el Seor. No debemos hacer tropezar a nuestros hermanos en la fe. Claro que si son
MATRIMONIO Y DIVORCIO, Una Perspectiva Bblica Andrs P. Nunn
pg.40
"convicciones" pecaminosas, sostenidas por conveniencia, no podemos participar de ellas, sino que debemos
reprenderlas (Efesios 5:11). Slo el Seor nos puede ayudar a discernir la diferencia!
(22) En cuanto a nuestra relacin con las personas inconversas en el mundo, no es sabio exigir de ellas el nivel
moral cristiano que la Biblia pregona, antes de mostrarles al Seor, quien puede darles el poder para vivir una
nueva vida. Ms bien debemos presentarles a Cristo, quien quiere rescatarles de su vida de pecado y darles la
salvacin. No es que debamos esconder estas cosas de ellos, pero nuestro nfasis debe ser el de proclamar a
Cristo. Dios no nos manda separarnos completamente de los incrdulos que viven en pecado (1 Corintios 5:910). Pues de otro modo, cmo les podramos anunciar a Cristo, y cmo les mostraramos el cambio que l ha
efectuado en nuestras vidas? Pero necesitamos tener cuidado de no "amar al mundo ni las cosas que estn en el
mundo" (1 Juan 2:15). Que nosotros seamos usados por Dios para ayudarles a ellos, y no que ellos sean un
tropiezo para nosotros!
Palabras finales
Estoy convencido de que al ensear y aplicar los principios bblicos resumidos en los puntos anteriores,
podremos ayudar a aquellos que se enfrentan a una crisis matrimonial para que honren a Dios, aun en medio del
dolor y la angustia de su situacin difcil. Adems, estaremos siendo fieles al Seor en proveer una imagen clara
de la belleza, seriedad y permanencia del matrimonio, como un pacto instituido por Dios, ante las personas
solteras, jvenes y nios, para quienes el matrimonio todava es una proposicin futura.
Estimulemos a los que estn en estos problemas a poner los ojos en Jess! Slo en l nuestra vida halla
verdadero significado! Que el Seor nos ayude a cumplir con esta importante tarea!
Andrs P. Nunn
Manizales, septiembre de 1996
pg.41
APNDICES
AL LIBRO
1. RESUMEN DE LAS PRINCIPALES
INTERPRETACIONES SOBRE EL DIVORCIO
Esta seccin es un poco tcnica, y aun aqu, resumo enormemente los argumentos detallados de cada posicin. A
quien encuentre esta seccin un poco pesada, le sugiero leer slo "la interpretacin de Erasmo" que es la que me
parece ms acertada. Pero creo que el estudiante de la Palabra hace bien en conocer estas interpretaciones para
poder as dialogar inteligentemente con quienes tengan convicciones diferentes a las suyas. Pude contar nueve
interpretaciones esencialmente diferentes, algunas con muy poco apoyo hoy da. Pero las principales
interpretaciones cristianas sobre el tema del divorcio se pueden resumir as:
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La interpretacin de Erasmo
Se ha llamado as debido al sacerdote catlico reformista Erasmo de Rotterdam, quien mejor la propuso y
difundi a comienzos del siglo XVI D.C. Posteriormente, su enseanza fue adoptada por muchos de los
reformadores protestantes, y es ahora la interpretacin ms aceptada entre la mayora de los grupos evanglicos.
Esta interpretacin ensea que el divorcio y el nuevo matrimonio de la "parte inocente" son permitidos (aunque
no mandados) por la "clusula de excepcin" que pronunci Jess. nicamente la inmoralidad sexual en un
cnyuge permite que el cnyuge "inocente" obtenga el divorcio. Si dos personas se divorcian por cualquier otra
razn, y se vuelven a casar con otros, cometen adulterio.
Jess no ense que la parte ofendida debe buscar el divorcio. Ms bien debe haber paciencia y perdn,
buscando la restauracin de la relacin afectada. Esto sera la manera en que un cristiano tratara de resolver la
situacin. Pero tristemente, debido a la dureza del corazn del hombre, a veces es imposible sanar las heridas y
salvar un matrimonio averiado por el pecado sexual. El divorcio es entonces la ltima opcin.
Algunos cristianos que apoyan esta interpretacin, aaden el ser abandonado por el cnyuge inconverso como
causal que tambin justifica el divorcio. Esto es considerado en el anlisis de 1 Corintios 7.
Los principales argumentos en contra de esta posicin son: (1) La aparente contradiccin entre la lgica de la
narrativa de la creacin (lo que Dios junt no lo separe el hombre, nunca) y la posibilidad de una excepcin. (2)
El silencio de Lucas y Marcos, quienes no mencionan ninguna excepcin. (3) La fuerte reaccin de los
discpulos, que parecera indicar que ellos entendieron que Jess prohiba tajantemente todo divorcio. (4) El
contexto de anttesis en que Mateo presenta la enseanza (Osteis... pero yo os digo...) y que requerira que las
palabras de Jess estuvieran en contra de ambas interpretaciones judas (Hilliel y Shammai).
Sin embargo, en respuesta a estos cuatro argumentos, podemos notar que:
(1) La primera objecin puede ser explicada en trminos de la tensin que existe entre la voluntad activa y la
voluntad pasiva de Dios. Dios odia el divorcio y desea la reconciliacin y restauracin, pero en algunos casos
permite el divorcio. Hay otros ejemplos de este tipo de tensin: Dios manda: "No matars" (una prohibicin
absoluta). Pero luego viene el permiso, y aun el mandato, de matar a algunos transgresores de la ley y de matar a
los enemigos en la guerra. Todas estas excepciones tambin se deben a la dureza del corazn del hombre, y no
son la voluntad activa de Dios, pero bajo ciertas circunstancias l lo permite, y aun lo manda como su "seguda
voluntad".
(2) El silencio de Marcos y Lucas puede ser entendido cuando nos damos cuenta que en los tiempos de Jess,
todos, tanto los judos como los romanos y los griegos, exigan que el esposo o la esposa de un adltero
comprobado se divorciara de su cnyuge culpable. No era cuestin de permitir el divorcio, sino de exigirlo!
Entonces Marcos y Lucas pueden haber asumido que sus lectores conoceran esta excepcin indispensable y no
consideraron necesario mencionarlo. Mateo lo incluy para ser explcitamente claro.
De todas maneras, es un procedimiento de interpretacin bblica, universalmente aceptado, el comparar las
narrativas dadas por los evangelistas para complementar la una con la otra, completando as el cuadro general.
Por ejemplo, Mateo menciona que Jess restaur a dos hombres endemoniados en Gadara. (Mateo 8:28-34).
Marcos y Lucas slo mencionan un endemoniado. (Marcos 5:1-17 y Lucas 8:26-37). Ningn estudiante bblico
serio trata de encontrar aqu contradiccin ni de "eliminar" a uno de los endemoniados. Ms bien armonizamos
juntamente los pasajes, permitiendo que la historia ms larga complemente la mas corta: Haba dos
endemoniados, pero Marcos y Lucas enfocan su atencin en la interaccin entre Jess y el endemoniado
principal. Este es slo un ejemplo, pues hay muchos otros casos parecidos.
Entonces, por qu tratar de forma diferente los pasajes sobre el divorcio? Mateo contiene el pasaje ms
completo, mientras que Marcos y Lucas enfocan su narracin sobre otras partes del debate. No es ms lgico
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permitir que Mateo nos supla los detalles que faltan en Marcos y Lucas (incluyendo la clusula de excepcin), en
vez de recortar o limitar a Mateo para que encaje con los otros?
(3) La sorpresa de los discpulos ante las palabras de Jess puede tambin explicarse si entendemos que ellos
probablemente tenan una perspectiva muy liberal sobre el divorcio, al igual que la mayora del pueblo comn.
Habiendo sido pescadores, publicanos y zelotes, los discpulos formaban parte del pueblo comn, y no de los
estrictos observadores de la Ley de Moiss. La verdad es que al entender bien los maravillosos propsitos de
Dios con el matrimonio, nosotros tambin debemos reaccionar con asombro!
(4) Finalmente, es cierto que la enseanza de Jess es una anttesis contra las actitudes legalistas de los fariseos,
pero tambin es cierto que Jess nunca est en contradiccin con el Antiguo Testamento. Cristo dijo: "No
pensis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir... ni una
jota ni una tilde pasar de la ley, hasta que todo se haya cumplido." (Mateo 5:17-20, Lucas 16:17). Ambos
pasajes citados estn en el contexto inmediato de las palabras de Jess sobre el divorcio, lo cual subraya el
acuerdo fundamental entre el Seor Jess y la Ley de Moiss bien entendida. As pues, Jesucristo acepta la
esencia de la posicin de Shammai al permitir que por la dureza del corazn del hombre la excepcin exista.
Pero la enseanza de Jess est por encima de la actitud legalista de los judos, pues l quiso aplicar el espritu
de la Ley (perdn y reconciliacin) ms que la letra de la Ley (reglamentos y mandamientos).
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con la idolatra pagana, caracterizada por las comidas paganas en honor a sus dolos, el beber la sangre de sus
sacrificios, el comer la carne con su "fuerza vital" (sangre) y la inmoralidad en los cultos a la fertilidad con las
prostitutas sagradas. En todo caso, el mandato de abstenerse de sangre y carne con su sangre antecede a la Ley
de Moiss (Gnesis 9:4), y fue repetido por Moiss mucho despus. (Levtico 17:11-14 y Deuteronomio 12:23).
Sin embargo, esta interpretacin, que permite el divorcio de "matrimonios prohibidos", tiene graves defectos.
Cmo podemos reconciliar el evangelio de perdn y reconciliacin con este mandamiento de divorciar algunas
parejas de creyentes gentiles? Pues el divorcio efectuado sera slo para satisfacer los escrpulos judos, y no por
otra razn. No es ilgico imponer sobre los creyentes gentiles esta carga de la Ley del Antiguo Testamento?
Hablando en el contexto de los matrimonios mixtos (creyente con inconverso) Pablo manda: "Cada uno en el
estado en que fue llamado, en l se quede" (1 Corintios 7:17,20,24). Romanos y Glatas insisten en la libertad
que tenemos los creyentes que vivimos bajo la gracia, de las leyes ceremoniales del Antiguo Testamento como la
circuncisin, etc.
Esto no significa que un creyente pueda casarse con su hija, o su hermana, pues las leyes civiles de toda nacin
lo prohben, y Dios nos manda sujetarnos a las autoridades. Adems, existe una compatibilidad esencial entre el
Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento en todo lo relacionado con la ley moral que Dios dio al hombre. Por
lo tanto, aunque somos libres de la ley ceremonial, pues Cristo la cumpli a cabalidad en su sacrificio en la cruz,
todava debemos sujetarnos a la ley moral revelada en el Antiguo Testamento.
En la prctica, hoy da, quin aconsejara a un judo casado con una gentil, a divorciarse por ser un matrimonio
mixto? Finalmente, esta interpretacin exige una traduccin muy forzada a la palabra "porneia" tanto en Mateo
como en los Hechos, lo cual hace que su validez sea muy poca.
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"porneia" (cuyo significado se sugiere sea infidelidad pre-matrimonial) en vez de "moichea" (adulterio, o sea
infidelidad de una persona casada).
El grave problema de esta interpretacin es que descansa sobre una traduccin muy restringida de la palabra
"porneia". No es completamente descartable, dados los argumentos de apoyo, pero lingsticamente es muy
improbable. Ninguno de los diccionarios especializados o lxicos que consult (H.Liddel y Scott, J.Moulton y
G.Milligan, F.Brown y S.R.Driver, W.F.Arndt y F.W.Gingrich, W.E.Vine) permiten que "porneia" sea traducido
tan restringidamente; al contrario, lo definen como inmoralidad sexual en general, incluyendo adulterio,
prostitucin y relaciones sexuales prohibidas en general.
Si Mateo se estaba refiriendo nicamente a la "infidelidad pre-matrimonial", por qu no us una expresin ms
clara? Es cierto que Mateo escribi principalmente a los judos, pero es imposible que hubiera restringido su
lectura exclusivamente a ellos. Mateo mismo us "porneia" en el sentido general en otra parte de su Evangelio
(Mateo 15:19). No es irrazonable especular sobre un significado tan estrecho, que no se halla en ninguna parte,
ni en las Escrituras ("porneia" se usa unas 30 veces en el Nuevo Testamento, significando fornicacin o
inmoralidad sexual en general) ni en la literatura griega antigua de la poca? El nico caso ambiguo de "porneia"
es el que aparece en Hechos 15 y 21, como vimos en la seccin sobre los matrimonios prohibidos, pero aun all
no se nos permite traducirlo como infidelidad sexual exclusivamente durante el compromiso pre-matrimonial.
En cuanto a los argumentos de apoyo de esta interpretacin, ya hemos contestado los puntos (1), (2), (3) y (5) en
la seccin sobre la interpretacin de Erasmo.
En cuanto al punto (4), recordemos que para la Ley juda, la situacin de Jos y Mara era equivalente a estar
legalmente casados. En Deuteronomio 22:22-29, vemos que el castigo por infidelidad sexual dado a una
muchacha virgen pero desposada, era igual al que se daba a una mujer casada infiel. En el mismo pasaje, se
describe a la muchacha virgen desposada como "la mujer de su prjimo". As que Mateo est en lo cierto cuando
llama a Jos "su marido", y describe su separacin como "divorcio". Esto no necesariamente apoya la
interpretacin postulada, ms bien muestra que Mateo es muy consciente de las costumbres y leyes judas que
tratan a la virgen desposada como si ya fuese legalmente casada.
Finalmente, con relacin al argumento (6), sugiero que Jess us "porneia" (fornicacin, o inmoralidad sexual en
general, incluyendo adulterio) y no "moichea" (slo adulterio), porque para Jess, no slo el adulterio sino
cualquier acto de inmoralidad sexual, incluido el adulterio, concubinato, incesto, homosexualismo, lesbianismo,
bestialismo y otras perversiones sexuales (especialmente si no hay arrepentimiento o hay reincidencia),
destruyen de manera profunda el vnculo matrimonial, y son causales que ante los ojos de Dios permiten el
divorcio definitivo.
Al comienzo, me sent muy atrado por esta interpretacin, en especial por la nitidez de los argumentos de apoyo
bblicos. Pero en balance, creo que las objeciones en su contra son fatales: Jess s permiti el divorcio en estos
casos excepcionales, pero solamente como su "voluntad segunda". En primer lugar, l desea que haya
arrepentimiento, perdn y reconciliacin. Sin embargo, en algunos casos el divorcio es parte de la voluntad de
Dios. Su voluntad "pasiva" tal vez, pero de todas maneras su voluntad.
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mujer, (dejando de lado por el momento el caso de fornicacin), y se casa con otra mujer, comete adulterio..." Y
Jess rehus especificar despus su opinin sobre el caso que dej pendiente.
(2) La Traduccin Inclusiva: Esta interpretacin entiende la excepcin ms bien como una inclusin. En este
caso se traducen los versculos mencionados ms o menos as: "Pero yo os digo, que cualquiera que repudia a su
mujer, aun en el caso de que ella haya cometido fornicacin, y se casa con otra mujer, comete adulterio..."
El problema con estas construcciones gramaticales diferentes, es que muy pocos estudiosos lingsticos griegos
aceptan como vlidas estas posibilidades. La verdad es que cambian completamente el sentido de lo dicho. Hoy
da, aun entre aquellos que rechazan la posibilidad del divorcio, hay muy poco apoyo para este tipo de traduccin
del texto bblico.
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