Adlet

Un muchacho joven que se hace llamar el hombre ms fuerte del mundo. l lucha
con un dominio de las diversas armas secretas.

Nashetania
Aunque ella es la princesa del gran reino de Piena, es una chica salvaje y libre, llena
de picarda. Ella es la santa de las Espadas.

Fremy
Una chica cuya fra indiferencia no permite que otros se le acerquen. Como la santa
de la plvora, utiliza armas de fuego y balas en la batalla.

Goldof
Un joven caballero completamente devoto a Nashetania, esgrime una lanza
gigante.

Chamo
Una muchacha orgullosa que es llamada la guerrera ms poderosa de la era actual.
Ella es la santa de los pantanos.

Hans
Un extrao hombre que imita a un gato mientras habla. l se protege con una
habilidad poco mundana y peculiar.

Mora
Una mujer extremadamente grave e intelectual. Ella sirve como la lder de los
Santos y es la santa de las Montaas.

Rolonia
Un hroe recin llegado de las Seis Flores quien es una chica tmida, pero de buen
carcter. Ella es la santa de la Sangre Fresca.

Tgurneu
Uno de los comandantes Kyoma. Se destaca en el ingenio y ha puesto en marcha
varias trampas.

Adlet haba estado corriendo a travs de la tierra seca y escarpada, con rocas
propagadas por todas partes. De hecho, l estaba dedicando toda su energa en
correr tal como pisoteaba las malas hierbas marchitas que escasamente salan
desde la tierra.
l estaba en la pennsula que sobresale del borde occidental del continente llamado
El territorio de las Lamentaciones de los Demonios. Era donde residan El Majin y
los Kyomas. Y en ese momento Adlet estaba en la parte oriental, en una tierra
llamada El Valle del pulmn sangrado.
A pesar de que era de noche, Adlet continuaba bajo la luz de la luna. Lo nico que
tena para iluminar su camino era la luz emitida por la joya montada en la placa del
pecho de su armadura.
"Date prisa!" Adlet grit mientras corra.
Haba tres luces detrs de l, quienes pertenecan a Fremy, Chamo y Goldof, todos
ellos le seguan. Estaba sin aliento, su corazn lata con violencia, sus labios
temblaban, y no era capaz de controlar sus piernas correctamente. Pero el estar
coloando toda su energa en la carrera no era la causa. Era el hecho de que estaban
a punto de enfrentarse a una pesadilla.
"Hans! Rolonia! Dnde estn?!" Adlet grit, pero ninguna respuesta regres
desde la profunda oscuridad.
"Estn muertos?! Hans! Rolonia! Respndanme!" Tal como Adlet grit, salt
sobre un acantilado frente a l. Ambos pies y manos se afirmaron en las hendiduras
de la roca, y en un abrir y cerrar de ojos comenz a escalar la roca.
Mientras suba, l involuntariamente mir el dorso de su mano. En el estaba la
primera prueba de que era uno de los hroes destinados a salvar el mundo, la
cresta de las Seis Flores, que siempre brillaba con una luz tenue.
Sin embargo, uno de los ptalos faltaba en la cresta. Y eso significaba que uno de
los hroes haba perdido su vida.
"Hans!"

Adlet corri hasta el acantilado y salt por los aires. Mientras volaba sac su
espada, luego aterriz en la cima del acantilado y asumi una postura de batalla.
Pero la visin que vio en el instante en que su joya ilumin el acantilado lo puso en
una prdida para las palabras.
Hans Humpty. El asesino inusual que luchaba mientras imitaba a un gato. Un
hombre que posea la cresta de las Seis Flores estaba en el suelo, con el rostro
mirando hacia el cielo. Una de las arterias en el cuello haba sido desgarrada y su
sangre estaba derramada por toda la tierra reseca creando un espectculo
repulsivo. Y en cuanto a su rostro, toda la sangre se haba escurrido por completo
sobre el.
"... Hans." Adlet dej caer su espada. No poda creer lo que estaba viendo. Haba
colocado la confianza absoluta en la fuerza abrumadora y rpido ingenio de Hans.
"... Llegaste demasiado tarde Adlet," una mujer de pie ligeramente aparte de Hans
dijo en voz baja. Ella estaba de pie con la espalda frente a Adlet; la mujer era
llamada por el nombre de Mora Chester.
"Hans, no puede ser...".
Fremy sigui a Adlet por el acantilado, con Goldof apareciendo despus. Al ver la
situacin, inmediatamente apuntaron sus armas hacia Mora.
"Esta situacin probablemente no necesita ni siquiera una explicacin. Acabo de
matar a Hans," Mora confes mientras ella se dio la vuelta.
Su cara, el pecho y ambas manos sin blindaje estaban todas cubiertas de sangre.
Incluso su armadura estaba rota por todas partes. Pareca que una persona
ordinaria habra muerto hace mucho tiempo por las mismas lesiones.
"Mora, quien eres t..."
"As es... Soy el sptimo." Su voz estaba desanimada, como si estuviera agotada.
Luego levant las manos, en silencio se arrodill y baj la cabeza impotente.
Nadie poda hacer un sonido despus de eso. Slo haba silencio.

#
Adlet se qued mirando a Mora de rodillas, completamente en una prdida para las
palabras. Era un estado compartido por Fremy, Chamo y Goldof detrs de l. Pero
haba otra persona all que llevaba la cresta de las Seis Flores, y ella estaba sentada
al lado de Hans.
"... Rolonia" Adlet llam.
Su nombre era Rolonia Manchetta. Con la capacidad de manipular la sangre, ella
era la santa de la sangre fresca. Y tambin era la octava persona en aparecer con la
cresta de las Seis Flores.
Tena una cara redonda, anteojos, y con frecuencia tena una expresin tmida.
Adems de eso ella era pequea y de ninguna manera poda ser vista como una
excelente guerrera. De hecho, si ella no estuviera vestida con una pesada armadura,
o no tena un largo ltigo unido a su cadera, se vera como una chica de pueblo.
En el momento en que sus manos estaban tocando el pecho y la garganta de Hans,
sus palmas brillaron ligeramente.
"Cmo perdi Hans?" Adlet le pregunt, pero Rolonia no respondi. Ella se qued
mirando el cuerpo de Hans.
"Rolonia contesta! Por qu est Hans muerto?! Que pas?!"
Adlet entonces se dio cuenta de que Rolonia murmuraba algo. l se acerc a su cara
y escuch tanto su respiracin y las palabras que se derramaban fuera de su boca.
"Por favor, no te mueras... por favor no mueras... Definitivamente voy a ayudar...
que..."
Rolonia era la santa de la Sangra Fresca, poda controlar la sangre de una persona
para curar las heridas. As que, no queriendo molestarla, Adlet toc la mueca de
Hans. No tena pulso y tena fro.
Es imposible, Rolonia, Adlet pens. Casi no haba sangre que quedaba en el cuerpo
de Hans, ms aun su corazn se haba detenido. Hans ya estaba muerto.

"Que significa esto? Por qu est Hans muerto, pero ests ilesa?", Pregunt
Adlet.
Quera saber por qu Rolonia no luch contra el sptimo, Mora. Y lo que era ms,
se preguntaba por qu Mora no habia atacado a la nia indefensa.
Sin embargo, Rolonia se centraba exclusivamente en tratar de ayudar a Hans. Era
como si ella completamente no poda ver lo que estaba sucediendo a su alrededor.
"Rolonia, debiste de haber estado junto con Hans. Qu demonios ha pasado?"
Fremy le pregunt. Sin embargo, incluso sus palabras no parecieron llegar a los
odos de Rolonia.
"Voy a ayudar... Yo te ayudar, ya lo vers. Si no puedo..."
Chamo luego camin hacia Mora mientras llevaba su habitual sonrisa
despreocupada. Era como si no prestara atencin al hecho de que Hans haba
muerto.
"Ah... Gato-san muri? Eso es muy malo." Chamo mir a la Mora de rodillas. "A
Chamo le gustaba bastante Gato-san. l era lindo, fuerte y hablaba con gracia.
Aunque al principio Chamo lo odiaba despus de que golpe a Chamo muy duro,
con el tiempo viajando con l se hizo un poco divertido".
Chamo hizo un puo y golpe a Mora en la cara. Su puo era pequeo, aunque la
cara de Mora solamente se movi ligeramente.
"Nunca te olvidar. Te matar. No voy a dejar que tengas una muerte normal!"
Mora desvi la mirada de la muchacha enojada frente a ella. "No me importa si me
matas. Estoy lista."
"En serio? Oba-chan est preparada para morir? Bueno, Chamo est
extremadamente decepcionada".
Chamo levant su puo de nuevo, pero Fremy la agarr y la detuvo.

"Antes de eso, danos un tiempo para escucharla", Fremy dijo frente a Chamo, luego
se dirigi hacia Mora. Su ojo estaba lleno de silenciosa ira. "Habla Mora y que sea lo
ms breve posible. Cuando hayas terminado, te vamos a matar".
Mirando hacia abajo en el suelo, Mora habl. "Yo no esperaba que esto sucediera.
Yo no quera matarlo. Yo no quera matar a Hans o cualquier otra persona".
"De qu ests hablando?"
"No poda pensar en nada ms que hacer. Todos los otros caminos adems de
matar a Hans se haban cerrado para m." Una lgrima cay de los ojos de Mora.
"Quera proteger al mundo. Quera derrotar a los Kyomas junto a todos ustedes y
prevenir la reactivacin del Majin".
"Chamo no te cree," dijo Chamo, pero Adlet no estuvo de acuerdo. Mora no estaba
mintiendo, ella estaba hablando de sus verdaderos sentimientos.
"Y slo hasta ayer, no, slo hasta hace una hora, yo tena la intencin de hacer
precisamente eso."

Captulo Uno: Parte Uno.

Mora Chester. La Santa de las Montaas y el actual jefe de todos los templos
venerados en el mundo.
Ella era muy popular entre las santas y nadie cuestionaba su competencia. Mientras
que muchos consideraban su gobierno justo tambin era estricto y haba
demostrado una excelente habilidad en la conduccin de sus pupilos. A medida que
el tiempo del despertar del Majin se acercaba, la gente hablaba de que como la
lder de los templos haba sido seleccionada, le era extremadamente afortunado a
la humanidad.
As que por qu Mora mat a Hans Humpty? Una parte de esa respuesta se
encuentra en su historia.
#
Mora fue otorgada con una vida bendecida. Nacida en el pas de las montaas
cubiertas de nieve, era la ms joven de nueve hijos. Ella naci en un rbol
genealgico de un pueblo rico y haba sido criada con amor por sus padres,
hermanos, y los empleados del negocio familiar.
El padre de Mora tena lazos profundos con el templo de la montaa, donde estaba
con los guardaespaldas procedentes de su trabajo, y a travs de esa conexin Mora
entr en el templo como una aclita. Ella tena 13 aos en ese momento.
Vivir en el templo era agotador y estricto, pero no le fue difcil a Mora. Ella era una
chica seria y se destac tambin en la escuela. Ella era an ms capaz de regular su
propio comportamiento y hbitos en comparacin con otras chicas de su
generacin.
Cuando Mora tena 19 la Santa de las Montaas anterior se retir y Mora fue
elegida como la prxima Santa del grupo de aclitos. Ella era la mayor de los dems
aclitos y se deca que era el mejor candidato.
Despus de que las cualidades nicas de Mora comenzaron a florecer, dentro de
tres aos gan las habilidades de lucha y fuerza para ser considerada entre las cinco
santas ms poderosas. Sus altas capacidades de nivel se mostraron a los territorios

administrados bajo el control del templo y cuando Mora tubo 26 fue nombrada jefe
de todos los templos en el mundo. Recibiendo una nominacin de Leura, la anterior
jefe de todo los Templos, Mora fue recomendada por tres cuartas partes de los 78
santos.
Mora, bsicamente, tena todo lo que una persona quera adquirir o desear.
Popularidad, fama, estatus, autoridad y la riqueza. Y poseyendo tambin un poder
genuino.
Sin embargo, para Mora todos esos eran de poca importancia. Puesto que no haba
otras personas adecuadas, el puesto del jefe de todos los templos no era ms que
una posicin que Mora no tuvo ms remedio que tomar como relevo. La
popularidad y la fama tambin no eran tan importantes. La riqueza era slo buena
para asegurarse que no viviera una vida difcil. Y si se hiciera innecesario, poda tirar
incluso el inmenso poder de la santa de las montaas en cualquier momento.
Porque para Mora haba algo que le era ms importante.
#
Tres aos antes del despertar del Majin, Mora estaba en la arena de la diosa de
Piena. El mismo lugar donde ms tarde Adlet causara un alboroto enorme.
"Princesa! Cuntas veces tengo que decirte?! No importa cuntas cuchillas
invoques si no dan en el blanco".
Mora estaba all con tres jvenes santas. Las chicas eran la prxima generacin de
las destinadas a ser hroes de las Seis Flores y estaban siendo instruidas por Mora.
En ese momento, su capacitacin era el trabajo ms importante para Mora.
"Qu piensa sobre esto?" La Santa de las Cuchillas, Nashetania, conjur aspas
desde el suelo, una tras otra, y luego todas ellas se lanzaron hacia Mora sin piedad.
Sin embargo, a pesar de que las cuchillas eran de hecho llamativas, eran lentas. Y
tambin no eran lo suficientemente precisas, por lo que Mora fue capaz de desviar
casualmente cada hoja con su puo blindado.

"No eres capaz de controlar su energa. Y a pesar de que podra funcionar contra los
enemigos ms dbiles, fallar contra rivales ms fuertes. Siguiente!"
"Jefe Alright! Hoy voy a vencer a una pulpa." (Es como un dicho de que porfin la
vencer)
La siguiente en desafiar a Mora fue Welynn, la santa de la Sal. Ella posea el poder
de cambiar cualquier cosa que golpeara en granos de sal.
Pero a pesar de eso, slo un golpe de su puo significara una muerte segura, tuvo
sentido si sus puos no pudieron golpear a su enemigo. Como ella era un poco alta,
Mora fue capaz de esquivar el ataque simplemente moviendo la parte superior del
cuerpo. Luego, en la apertura Mora hizo tropezar a Welynn. Y como la joven Santa
tropez, Mora le dio una patada y la envi volando.
"Tus ataques son demasiado simplistas. Y si no aprendes a cmo atacar desde lejos
nunca vas a avanzar. Siguiente!"
"Eh? De ninguna manera. Usted es el jefe de los templos. Eres demasiado fuerte".
La santa de Fuego, Lenelle, utiliz el fuego que cre para atacar a Mora. Sin
embargo, Mora slo agit ambas manos, esparciendo las llamas y golpeando a
Lenelle hacindola retroceder.
"Ese fue todo tu poder?! Ofrezce tus oraciones al Dios del Fuego. Aumentars tu
fuerza".
Mora estaba a punto de llamar a la siguiente guerrera, pero luego se dio cuenta de
que no haba nadie ms. Nashetania la Santa de las Cuchillas, Welynn la Santa de la
Sal y Lenelle la Santa de fuego haban sido golpeadas.
"Dbiles, jntense y vegan hacia m."
Las tres luego se levantaron y lanzaron sus ataques hacia Mora. Su entrenamiento
intensivo continu hasta que las tres santas jvenes no podan moverse ms.
#

Era de noche cuando la instruccin haba terminado. Mora caminaba sola por los
pasillos de la arena de la diosa, mientras que Nashetania y las otras santas se
dirigieron hacia los mdicos.
Nashetania posea formidable talento y en tres aos probablemente superara a
Mora en la fuerza. Welynn por otra parte todava tena espacio para crecer. Pero
Mora consider que el desarrollo de Lenelle poda estar llegando a una meseta, lo
que le hizo preguntarse si deba ordenarle que se retirara para que pudiera
plantearse una nueva santa de fuego o si era mejor esperar a que Lenelle arrojara
su dbil exterior. (Literalmente esperar a que Lenelle se rindiera de ser una santa)
Mientras caminaba, Mora sigui examinando cmo criar a un guerrero superior y
cmo ayudar a desarrollarle hasta el punto en que podan derrotar al Majin. Sin
embargo, despus de que ella sali de la arena y comenz a caminar por el
extravagante templo de la familia real de Piena, sus pensamientos de batalla
comenzaron a desaparecer gradualmente. Incluso comenz a olvidar la batalla
inminente con el Majin.
"Sheniera. Ya estoy de vuelta. Fuiste una buena chica hoy?"
Cuando Mora abri la puerta en una habitacin de huspedes, situada, en contra
de sus expectativas, en un rincn de la residencia real, una chica se tambale en su
pecho. Y en ese momento Mora cambi de un guerrero que llevaba el destino de la
proteccin del mundo sobre sus hombros a slo una madre.
"Sheniera, qu hiciste para divertirte hoy?"
"Jugu sugoroku con pap."
"Eh Sugoroku? Quiero jugar contigo tambin. Ooh hay una chica linda aqu".
Mora recogi y abraz a su nica querida hija. Sintiendo que su hija se haba hecho
un poco ms pesada, la expresin de Mora se suaviz.
"Oh, ests ms pesada, eres bien pesada."

"Sheniera no es una nia mimada", un hombre se lo dijo a Mora mientras abrazaba

a su hija. Luego entr en la habitacin, un hombre en la plenitud de su vida con los
pelos de plata mezclados en el cabello.
"Cuando ests aqu Sheniera se convierte en una persona completamente
diferente."
Su nombre era Gunner Chester y l era el marido de Mora, mayor que ella por 12
aos.
Las santas no estaban obligadas a permanecer solteras y cerca de la mitad de las 78
santas tenan familias. Adems, no era raro que incluso los aclitos quienes eran
candidatos a Santas tuvieran amantes o maridos. Incluso el matrimonio de Mora
con Gunner haba sucedido antes de que ella hubiera heredado el poder de la Santa
de las Montaas.
"Sheniera, tu madre est cansada. Ven aqu." Ganner abraz a su hija y la levant
desde los brazos de su madre.
"No me importa, no me importa esto. Bueno Sheniera, juega con tu madre," Mora
dijo mientras tomaba de nuevo a Sheniera desde Gunner.
Al ver a Sheniera rer cuando Mora la levant juguetonamente en el aire, Gunner se
encogi de hombros. "Est bien, pero es tu culpa si Sheniera es criada como una
nia mimada."
"Qu ests diciendo? Hay algo de malo en ser mimada? Hey Sheniera, columpio!"
Mora colgaba a Sheniera y luego suavemente la sacuda hacia la izquierda y
derecha. Ella senta que estaba ignorando las crticas de su marido, pero en ese
momento, no tena ganas de separarse de su hija. Sheniera era la nica que poda
hacerle a Mora olvidar el peso de su deber como la lder de los templos.
Despus de que diez aos haban pasado desde que se haban casado, Mora
finalmente se haba dado por vencida y se resign al hecho de que le era imposible
tener ms hijos. As que finalmente el recibir a Sheniera era un tesoro. Ella estaba
en buen estado de salud, ella no estaba desarrollndose lentamente, y ella estaba
creciendo sanamente.

Su hija estaba llena de vida; alguien sin hijos, probablemente no poda entender lo
mucho que ese simple hecho alentaba a Mora y le daba la fuerza para luchar.
Gunner era un buen marido. l no tena ningn poder especial, y tanto su
inteligencia y valenta eran ordinarias. Sin embargo, l era una persona honesta que
mostraba una gran cantidad de tierno afecto. Protegi su casa en lugar de Mora y
en ocasiones incluso la ayud con su deber como lder de los templos. Si no
estuviera con ella probablemente no haba manera de que pudiera tolerar su
trabajo agotador.
"Madre, girame ms, girame ms."
Mora gir a su hija en un gran crculo y Sheniera lanz un grito agudo en la alegra.
En ese momento el hecho de que la batalla se acercaba contra el Majin
completamente se desapareci de su mente.
Slo haba una cosa que le era insustituible a Mora. No era su posicin o su poder.
Fue su amor por su hija y su marido. Aparte de ellos, no haba nada importante
para ella.
Eso fue hace tres aos, durante los das en que el mundo estaba todava en paz.
#
Frente al pequeo templo que controlaba la Barrera Ilusoria de Niebla, Adlet Maia
estaba en una prdida para las palabras. Sus compaeros no estaban diferentes,
una vez ms, estaban en silencio y sin poder hablar. Todos estaban mirando a la
chica delante de ellos con el nombre de Rolonia Manchetta.
"Um, por qu hay siete personas aqu?"
Sin darse cuenta de la situacin, Rolonia mir a los compaeros y estir el cuello
hacia un lado.
"Esto no puede estar pasando. Nunca pens que vendran con algo como esto",
Fremy murmur.

"Es imposible. Qu significa eso? Por qu aument de nuevo?", Mora pregunt,

agarrndose la cabeza en seal de frustracin.
"Uh, umm... Qu aumento?" Rolonia vacilantemente pareca mirar las caras de
Adlet y Mora. A continuacin, al siguiente momento finalmente se dio cuenta de las
lesiones de Adlet.
"Ad-kun, qu te ha pasado? Tuviste que luchar despus de todo? Espera, te voy a
sanar".
Rolonia trat de poner sus manos sobre el cuerpo de Adlet, pero Adlet la detuvo.
Este no era el momento de recibir un tratamiento.
Mir a sus compaeros. Haba una gran variedad de reacciones: desde algunos en
una prdida de palabras debido al shock y otros fijados en Rolonia con una mirada
de impaciencia y frustracin. As que Adlet fue incapaz de averiguar quin era el
sptimo slo por sus caras.
"Qu creen todos?", Adlet pregunt.
"Slo hay una manera de pensar en ello. Estamos de vuelta al punto de partida,"
Fremy respondi en un tono irritado.
"Estamos atrapados de nuevo? Cundo vamos a ser capaces de salir de este
bosque?"
Incapaz de entender lo que estaba pasando, Rolonia estaba completamente
aturdida. Intercambi miradas con Adlet y Mora, y de repente baj la cabeza.
"... Um... yo estoy, lo siento!"
"Rolonia, por qu te disculpas?", Mora pregunt.
"Um... Si yo no hubiera llegado tarde... yo no habra causado tantos problemas para
todo el mundo... lo siento, lo siento mucho."
Una y otra vez, Rolonia inclin la cabeza.
Ella no haba cambiado en absoluto, Adlet pens mientras la miraba.

"Esto no es tu culpa. Probablemente. Levanta tu cabeza", Adlet dijo y Rolonia

todava encogida de miedo mir a los dems.
"Bueno, entonces, quin es esta persona, miau?", Hans pregunt.
Sin embargo, en lugar de Rolonia, Mora respondi. "Ella es exactamente lo que dijo
que era antes. Esta es Rolonia Manchetta, la santa de la Sangre Fresca. Ella vivi en
el templo principal conmigo durante dos aos y medio. Y aunque ella no parece
fiable, sus habilidades son incuestionables".
"Gra... muchas gracias", dijo Rolonia, sinceramente agradecida por los elogios.
"Ella parece dbil", dijo Hans, mientras se rascaba la cabeza.
"Sus habilidades son incuestionables? Eso es poco probable. Rolonia era
tristemente clebre por ser una tonta torpe", dijo Chamo, haciendo que Rolonia se
encogiera aun ms.
"Si ella es fuerte o no, no es importante. La cuestin es si es una enemiga o una
aliada." El dedo de Fremy ya estaba en el gatillo de su rifle. Y mirando a sus ojos,
pareca que ella estaba mirando a un enemigo.
"Um... yo... lo siento. Yo fui culpable y lo lamento. As que por favor, por favor,
perdnenme".
Rolonia continu inclinando la cabeza profusamente. Suspirando, Adlet le habl a
sus compaeros agitados, quienes parecan listos para asesinarla.
"... Por ahora, vamos a presentarnos todos!"
Adlet y los dems se presentaron a Rolonia y le mostraron sus crestas.
Adlet, Mora y Chamo ya estaban familiarizados con Rolonia. Y aunque Goldof y
Rolonia nunca la haban conocido antes, los dos parecan saber el nombre. Fremy,
sin embargo, no habl de cmo ella era la hija de un Kyoma o la asesina de las Seis
Flores, ella slo dijo su nombre y que era la santa de la plvora. Y Hans se llam a s
mismo un asesino, lo que conmocion mucho a Rolonia.

Despus de escuchar los nombres de cada uno y ver sus crestas, Rolonia finalmente
comprendi su situacin.
"Hay siete hroes? Qu significa esto?"
Sorprendida, Fremy pregunt. "Ests diciendo en realidad que no lo puedes
entender si no te lo explicamos?"
"... Lo siento."
"Uno de nosotros es un impostor. Y estoy pensando en que esa persona debes ser
tu," Fremy mostr su intencin de matar a Rolonia emanando de su cuerpo.
En respuesta, Rolonia chill como un animal pequeo y se apart. Sin embargo,
Adlet se interpuso entre las dos antes de que las cosas pudieran aumentar.
"Espera Fremy. Eso no se ha determinado todava."
"Claro que no se ha determinado, pero no puedo pensar en ninguna otra
posibilidad. Si ella no es la sptima entonces, quin es ella?"
Adlet vacil y cuando protega a Rolonia, record la pelea con Nashetania.
Era poco probable que fuera Fremy. Si ella no hubiera estado all, Adlet estara
muerto. Y ambos Hans y Chamo eran tambin poco probable ya que haban
perseguido a Nashetania. A pesar de que era verdad Mora incit a los otros para
que lo mataran, era difcil imaginar que ella no hubiera sido engaada por
Nashetania tambin. Y aunque Goldof era el subordinado de Nashetania y se
esperaba que fuera sospechoso, por lo que Adlet poda decir de la situacin,
pareca que l tambin haba sido engaado por ella.
"No hay nadie ms que podra ser el sptimo", declar Fremy y Hans y Chamo
parecan estar de acuerdo.
"Espera, algo no tiene sentido. Si Rolonia es la sptima entonces por qu no vino
con Nashetania? Cul es el punto en que Nashetania viniera sola?"

"Nashetania... no puede ser, sucedi algo con la princesa-sama?", Rolonia

pregunt.
Por desgracia, no fueron capaces de explicarle.
"Tal vez ellos haban planeado en realidad reunirse, miau. Tal vez hubo alguna
situacin que les impidi reunirse".
"Qu tipo de situacin?"
"No s nada sobre los asuntos enemigos." Hans sonri y se encogi de hombros.
"... Adlet, haste a un lado. Ests en peligro." Fremy apunt su arma hacia Rolonia.
Sin embargo, Adlet blind su espalda hacia Rolonia.
"Fremy baja tu arma. Rolonia no es el sptimo", Mora dijo, causando que Fremy
mirara por encima en su direccin. "Lo dije antes, pero yo estuve en el Templo
Principal durante mucho tiempo con Rolonia. Ella es una persona que no poda
engaar a nadie".
"No crees que Nashetania era el mismo tipo de persona?"
"Rolonia no ha mostrado ningn comportamiento sospechoso en absoluto. Es poco
probable que tuviera contacto con los Kyomas o sus subordinados".
Mora se adelant y puso su cuerpo delante de la boca del rifle de Fremy. Era como
si estuviera diciendo: "Si vas a disparar, entonces dispara."
"Miau. No entiendes tu posicin Mora? Eres la siguiente persona ms sospechosa
despus de Rolonia." Mora hizo una mueca al escuchar las palabras de Hans.
"Yo siendo sospechosa no se puede evitar. Pero Rolonia es absolutamente genuina".
Tal como Adlet apret los dientes, continu protegiendo a Rolonia detrs de su
espalda. "Ya basta. No es esto slo una repeticin de la situacin de antes?"
"Hay un enemigo entre nosotros. Hasta que no lo encontremos no podemos
avanzar", Fremy respondi y los dos miraron a los otros.

Entonces Chamo gir y mir en otra direccin. "Alguien viene."

Desde la direccin del continente podan escuchar los sonidos de los cascos de
caballos. Un grupo de jinetes vestidos con una magnfica armadura negra fueron
corriendo hacia el templo.
"Me pregunto si son enemigos." Fremy apunt su rifle en su direccin.
"No, ese es el rey de Gwinvale, miau," Hans respondi. Gwinvale era el pas que
bordeaba el territorio de los Lamentos de los Demonios.
"Rolonia-dono! Noticias del templo! Los hroes de las Seis Flores siguen ah?!"
grit un anciano en la cabeza del grupo. Tal vez l era el rey de Gwinvale y el
hombre detrs de la Barrera Ilusoria de Niebla. El Rey de Gwinvale y un grupo de
caballeros de pronto llegaron frente al templo. Luego desmontaron, se quitaron los
cascos y respetuosamente se inclinaron.
"Yo soy el rey de Gwinvale, Dolton el tercero. Y tambin los presentes son mi
guardia real. Hemos odo sobre el evento inusual con la Barrera Ilusoria de Niebla y
es nuestra intencin dedicar toda nuestra energa en ayudarles".
El hombre conservaba su majestuosa grandesa sin perder el decoro. Seguramente
era un gobernante digno, pens Adlet.
Como representante de los siete, Mora se refiri al rey y a sus guardias. "Yo soy una
de los hroes de las Seis Flores, Mora Chester, la santa de las Montaas. Estaramos
agradecidos en gran medida en recibir ayuda del rey. Por cierto, Ocurri algo
serio?"
"Vine a informar que los Kyomas dispersos sobre mi reino estn reuniendo sus
fuerzas y viniendo hacia este bosque. Me temo que parece que van a venir aqu y
atacar en unas varias horas ms".
En la declaracin del rey, una ola de tensin se apresur a travs de los hroes.
Ellos no saban cuntos Kyomas estaban en el continente, pero no deban ser
inferiores a 2000 como mnimo. Y si esa fuerza llegara a atacarlos era posible que
todos ellos fueran eliminados.

Habamos sido descuidados, Adlet pens mientras apretaba los dientes.

Originalmente La Barrera Ilusoria de Niebla estaba destinada en atrapar a los
Kyomas en el continente principal. Pero ahora que la barrera se haba disuelto los
Kyomas podra venir al territorio de los Lamentos de los Demonios.
"Tal vez sera mejor retirarse temporalmente."
"Correr no es nada bueno. Chamo no tiene miedo de la sptima o lo que sea,"
Chamo le replic a Fremy.
"Pero, pero... no sabemos quin es el enemigo. As que si luchamos con los
Kyoma..."
"Rolonia, es tal como dijo Chamo. No somos capaces de retirarnos", dijo Mora,
amonestando a la Rolonia asustada.
"Si tuviera que decirlo, parece ms divertido avanzar en este camino, miau".
"Qu quieres decir con la diversin?", Mora pregunt.
"No es ms divertido cuando hay un montn de peligro?" Hans pregunt con una
amplia sonrisa.
El rey de Gwinvale y sus subordinados miraron con perplejidad sobre cmo los
hroes impulsaban ideas de un lado a otro. Ellos tambin estaban perplejos por la
existencia del sptimo.
"Es peligroso continuar. El sptimo est sin duda preparando su prxima trampa".
Los siete continuaron su debate sin prestar ninguna atencin al rey de Gwinvale y
sus subordinados.
"Qu debemos hacer, miau? Tal retirada puede ser ms peligrosa, miau".
"Qu quieres decir?"
"Tal vez Rolonia previ que bamos a retroceder y nos est atrayendo a una
trampa, miau? Sin embargo, eso sera ms divertido para m, miau".

Mora intervino ante el argumento de Hans y Fremy. "Dije antes que Rolonia
absolutamente no es el enemigo."
"Cllate Mora. Realmente no podemos confiar en ti".
"Espera un minuto. Chamo no puede confiar en Fremy tampoco. Ella es una Kyoma
despus de todo." Chamo diciendo la identidad de Fremy pareca haberla hecho
ligeramente enojarse.
"Basta ya!" Adlet grit. "Discutir no nos llevar a ninguna parte!"
Los ojos de todos se fueron hacia Adlet. "Nadie confa en nadie, as que no importa
de lo que se hable, probablemente no seremos capaces de resolverlo de cualquier
manera."
"... Bueno, entonces, qu debemos hacer, Adlet?"
"Voy a decidir todo. Y todos ustedes hagan lo que yo diga sin objeciones".
Era una propuesta arrogante y en circunstancias normales esa declaracin invitara
a un contragolpe. Pero por el momento Adlet pens que eso era lo nico que poda
hacer.
"En este momento el nico que definitivamente puedo decir que no es el sptimo
soy yo. As que hagan lo que digan, probablemente, sea el curso de accin ms
lgico".
Hans, Chamo, y luego Fremy hicieron caras que mostraban claramente su
insatisfaccin.
"Esa puede ser lo ms lgico, pero estoy realmente incmodo con ello, miau".
"Lo has olvidado? Soy el hombre ms fuerte del mundo. Crees que hay errores
con las decisiones del ms fuerte del mundo?"
"Creo que s."
"S."

Fremy y Chamo respondieron inmediatamente.

"Sin embargo, en este momento creo que es lo nico que podemos hacer. As que
tal como dijo Adlet, no vamos a ser capaces de resolver nada como esto", dijo
Mora.
En cuanto a Rolonia, aunque ella no expres una opinin, pareca oponerse a la
idea.
"Bueno, supongo que no se puede evitar. Este tipo es un idiota, pero no es un ser
sin esperanza," Hans concedi.
"Pon un poco ms de confianza en m. Yo soy el hombre ms fuerte del mundo."
"Miau, s, s", dijo Hans, tomando en serio la afirmacin de Adlet.
En cualquier caso, Adlet tena que decidir si avanzar o retroceder.
"Mora. Quiero preguntarte algo primero. Hay alguien entre las santas que tenga el
poder para encontrar al sptimo?"
La persona que respondi no fue Mora, sino Fremy. "He odo hablar de Marmanna
la Santa de las Palabras. Ella puede ver ms all de las mentiras y tiene el poder de
hacer que las personas digan la verdad".
Ciertamente, con ese poder podran averiguar quin era el sptimo. Pero Mora
neg con la cabeza.
"Eso no es bueno. Marmanna est en el Templo Principal. No importa lo rpido que
salgamos corriendo, se necesitaran siete das para llegar all".
En ese caso no era bueno. Incluso si fueran capaces de hacer la ida y vuelta en diez
das, todava se quedaran sin tiempo para derrotar al Majin. Adems no haba
ninguna garanta de que la persona que era la santa de las Palabras estuviera
incluso segura en este momento.

"Soy Adlet Maia, el hombre ms fuerte del mundo. Rey de Gwinvale, no creo que
usted entienda las circunstancias, pero le pido responda con lo que le voy a
preguntar. A partir de ahora, cunto tiempo hara falta para reactivar la Barrera
Ilusoria de Niebla?"
"Hemos preparado la comida y el agua para que pudiramos mantener esta
posicin, por lo que puede ser posible hacerlo pronto."
"Bueno, entonces, por favor active la barrera en 30 minutos a partir de ahora. Y
hasta que derrotemos al Majin, me gustara que usted mantenga la barrera
activada. Puede hacer eso?"
"La barrera est diseada para desactivarse automticamente al derrotar al Majin.
Hasta entonces, pase lo que pase la barrera no se desactivar".
Adlet asinti y mir a sus compaeros. "Vamos a entrar en el territorio de los
Lamentos de los Demonios. Estn bien con eso todos?"
Aunque Fremy haba indicado que sera difcil proceder, no pareca como si
expresara una objecin a su idea. Rolonia pareca estar de la misma manera.
"Hay una posibilidad de que el enemigo est montando su podero militar en la
entrada al territorio de los Lamentos de los Demon. No nos descuidemos. Vamos!"
Los siete luego comenzaron a correr. Entonces fue cuando Rolonia se acerc al lado
de Adlet y dijo: "Ad-kun, agarra mi hombro."
"Estoy bien. Si se trata de slo correr, puedo hacerlo. "
Despus de su respuesta, Rolonia puso su mano en el hombro. Entonces su mano
empez a brillar dbilmente y, al mismo tiempo el cuerpo de Adlet comenz a
calentarse.
"Puedo tratarte mientras estoy corriendo. Yo soy la Santa de la Sangre Fresca. Sanar
las heridas es mi especialidad".
"Lo tengo. Bueno, yo te lo dejo a ti."

"Ad-kun, qu cosa ha pasado? No tengo la mnima idea."

Lo mismo pienso, pens Adlet.
Los siete corrieron hacia el bosque y corrieron a lo largo de la costa. Luego
comenzaron a oler un extrao olor dbil proveniente de las plantas, lo que indicaba
su llegada al territorio de los Lamentos de los Demon. Y despus de un tiempo
vieron una masa gigante de niebla aparecer detrs de ellos.
La niebla hizo que su camino de retirada se eliminara y hasta que derrotaran al
Majin, no seran capaces de abandonar el territorio. Pero eso es bueno, pens
Adlet. La batalla era una que no se les permita perder. Era mejor rechazar cualquier
idea de escapar.
Captulo Uno: Parte Dos.
Una pennsula se extenda a cabo a partir de una parte del borde oriental del
Territorio de los Lamentos de los Demonios hacia el noreste. En cuanto a su
tamao, una persona comn probablemente le tomara unos cinco das recorrerla a
pie. El terreno era extremadamente complejo, y hasta ahora todos los detalles no
estaban claros. La nica informacin que alguna vez haba sido aprobada vino de
los recuerdos de la Santa de la nica flor y los mapas incompletos dibujados por los
pasados hroes de las Seis Flores.
Los rumores decan que era imposible en la actualidad llevar un barco desde la
tierra hacia el territorio. Todo a largo de la costa estaba rodeada por aguas poco
profundas y si uno fuera a acercarse, su barco sera atacado por las piedras. Los
Kyomas haban pasado mucho tiempo cambiando la pennsula en una fortaleza
gigante, tan distinta de acercarse por tierra o volando por el aire, no haba manera
de entrar en el territorio de los Lamentos de los Demonios.
El destino previsto de los Hroes de las Seis Flores era el lugar donde el Majin
dorma, en el punto del territorio del noroeste. La santa de la Flor nica haba
llamado a esa zona la Casa de las Lgrimas derramadas.

Despus de que el Majin despertara habra unos 30 das hasta que su renacimiento
podra llevarse a cabo plenamente. Y si los hroes no podran acabarlo llegando a
ese punto en ese momento, entonces el mundo se acabara.
La mitad de un da haba pasado desde que cruzaron en la pennsula. Adlet estaba
apoyado en el hombro de Rolonia quien lo ayudaba para levantarse. La herida
donde Nashetania le haba apualado empez a dolerle de nuevo y l poda decir
que la sangre emanaba de su estmago.
"Ad-kun. Voy a tratar tu estmago. Reljate por un poco", dijo Rolonia, luego toc
el estmago de Adlet. El poder de la sangre que Rolonia utiliz amplific las
propiedades curativas naturales dentro de su sangre y pronto su hemorragia se
detuvo.
Los hroes estaban en la zona oriental del territorio llamado el Valle de la Sangre
Descendente. El valle se llamaba "La Sangre Descendente" porque cuando la santa
de la Flor nica luch contra El Majin antes, ella haba estado tan cansada que
haba vomitado sangre en el valle.
No se haban encontrado con ninguna batalla desde el bosque hasta que haban
puesto un pie en el valle. No vieron ningn Kyoma esperando para emboscarles a lo
largo de la costa tal como haban pensado, y se las arreglaron para llegar al valle
mucho ms rpido de lo que haban imaginado.
Los siete estaban en guardia y con cautela avanzaron por el complicado terreno del
valle que se extenda por delante de ellos. A pesar de que estaban preparados para
una emboscada por los Kyoma desde el exterior, los compaeros tambin estaban
en busca de cualquier indicio de traicin o una trampa dentro del valle. Y as
caminaban lentamente.
El valle estaba extraamente tranquilo. Fremy mat varios Kyomas que pareca
estar buscndolos, pero aparte de aquellos, no haban visto a los enemigos desde
entonces. Fremy y Mora haban ido por delante para explorar la situacin actual, y
los cinco restantes esperaron por su regreso.
"Ests bien Rolonia? Ests completamente plida".
"...Yo esto... bi... bi... bien."

Hace un tiempo mientras estaban progresando a travs del territorio Adlet le haba
dicho a Rolonia sobre su batalla contra Nashetania. Durante un tiempo Rolonia no
poda creer que ella los haba traicionado. Despus de eso Adlet tambin le dijo
cmo Fremy era la hija de un Kyoma y que ella era la asesina de las Seis Flores. Fue
entonces cuando Rolonia se haba puesto plida. Ella dijo que haba conocido a
Asley la Santa de hielo, una de las candidatas a hroe asesinadas por Fremy.
"Entiendo que luchar junto Fremy es complicado. Pero por el momento que sea.
Todos somos compaeros y yo realmente no quiero que luchemos entre nosotros
nunca ms".
"... Ci, ciertamente."
"Adlet." En ese momento, Fremy regres.
"Hic!" Rolonia grit al instante que Fremy habl. Pero Fremy pareca an ms
sorprendida que Rolonia.
"... Qu pasa Rolonia?"
"... Nada, nada en absoluto. Estoy bien." Rolonia estaba asustada. Pero no se
trataba slo de Fremy, ella tambin tena miedo del asesino Hans, la violenta
Chamo, y el seguidor de Nashetania. Las nicas personas con quien poda hablar
honestamente eran su viejo amigo Adlet y Mora.
Uno de ellos era el enemigo. Y aunque era comprensible que tuviera miedo, tener
demasiado miedo era un problema.
"... No puedo ver a ningn Kyoma. As que estamos bien en este momento. Desde
que Mora sigui adelante, vamos a seguir y reunirnos con ella." Despus de eso
Fremy le dio la espalda y se alej de Adlet, y los cinco tuvieron que aumentar su
ritmo y seguirla.
De repente, un grito reson por encima del valle haciendo que Rolonia temblara
con un sobresalto. Pero cuando Adlet mir slo vio a un venado cruzando el valle.
El territorio de los Lamentos de los Demonios sorprendentemente tena una gran
cantidad de animales. El veneno del Majin emitido no afectaba a ningn ser vivo

distinto del ser human, lo que significaba que aparte de comer, incluso los Kyomas
no atacaban a los animales.
"Es un ciervo. Ah, es lindo. Aunque las mascotas de Chamo son ms lindas." Chamo
sonri, pero la nica sorprendida fue Rolonia. Y que ella estuviera sorprendida por
un ciervo hizo que Adlet se preocupara si podra manejar lo que estaba delante de
ellos.
"Hey chica vaca. Eres realmente una de las Seis Flores, a pesar de ser tan dbil?",
Chamo pregunt, sin hacer nada ms que estar girando su hierba de cola de zorra
en sus manos.
"Um, bueno..."
"Chamo lo sabe. La Diosa del Destino hizo algn tipo de error en seleccionar a una
burra como una Santa. Chamo no puede creer que seras elegida como una flor, si
ste no fuera el caso".
"Um..." Rolonia se qued mirando hacia el suelo. "... Tambin he estado pensando
que... por... tal vez... No soy realmente una de las Flores".
Qu ests diciendo? Pens Adlet.
"Chamo piensa que la ests irritando. As que si eres el sptimo Chamo quiere que
confieses de inmediato. Si te disculpas ahora, Chamo no va a hacerte nada malo".
"Hey, crtalo!" Adlet grit.
"... Cuando la cresta apareci yo no crea que yo era una de las Flores. Tal vez que
me seleccionara a m fue una especie de error..."
"Bueno, eso lo resuelve, eh?"
Adlet estaba a punto de gritarle a Chamo cuando una voz delante de ellos habl.
"Creo que Rolonia es fuerte." Fue Fremy. "Escuch que Mora se qued prendada de
su capacidad y le dio una formacin especial por s misma. Cuando Rolonia fue al
Templo Principal Mora no pudo hacer un movimiento en contra de ella".

"Bueno, tal vez es un poco fuerte."

"Gra, muchas gracias Fremy-san."
"No tienes que agradecerme. Sigo sospechando de ti".
"... Um..." Rolonia retrocedi un poco.
"Lo ms importante es que quiero or ms acerca de ti. Todo lo que s de ti es tu
identidad como la Santa de la Sangre Fresca y que pareces ser una persona
bastante fuerte".
"Est bien. Cuentale Rolonia" Adlet le inst.
"Me hice hace unos dos aos y medio una santa. Antes de eso yo estaba trabajando
como sirvienta. En realidad, debera haberme salido de aquella posicin, pero de
pronto por orden de Mora-san fui instada a convertirme en una candidata a los
hroes de las Seis Flores. Y as, en el Templo Principal Mora-san y Welynn la Santa
de la Sal me instruyeron sobre cmo luchar".
"... Cuntanos los detalles de lo que le sucedi despus de que el Majin despert
hasta que te reuniste con nosotros."
"Oh vale. Umm, cuando el Majin despert y recib la cresta, yo estaba en el Templo
del Fuego en el reino de la fruta amarilla. Lenelle-san y... ah Lenelle-san la Santa del
fuego y yo habamos estado estudiando juntas".
"Y luego?"
"En realidad, yo debera haber llegado mucho ms rpido, pero en el camino
algunos Kyomas me atacaron y haba personas heridas que me pidieron tratarlos.
Me pregunt si estara bien si yo llegara tarde, pero no lo poda rechazar... Y as me
retras. Lo siento." Rolonia inclin la cabeza.
"Qu pasa cuando llegaste a la Barrera Ilusoria de la Niebla?", Adlet pregunt.

"Llegu al bosque ayer en el medio de la noche. En ese momento la barrera ya

haba sido activada. El rey de Gwinvale estaba en una torre y l fue quien me habl
de la barrera. Tambin dijo que haba sido capturado por soldados desconocidos y
no tena idea acerca de la situacin actual o por qu la barrera se haba activado".
"Y entonces lleg la maana, la niebla se aclar y te reuniste con nosotros?"
Rolonia asinti con la cabeza.
"Hay alguien que piense que hay algo extrao en su historia?", Pregunt Adlet.
"Estabas realmente en el Templo del Fuego?" Hans pregunt en respuesta.
"Vamos a confirmarlo con Mora despus. No crees que hay algo extrao en lo que
dijo?, no?"
"As es, miau".
Despus del silencio escucharon la explicacin de Rolonia, Chamo pregunt: "Oye,
por qu conoces a Adlet?"
Rolonia mir a su manera a Adlet y sus ojos se encontraron. Luego asinti, dndole
una seal de que estaba bien que ella hablara.
"Ad-kun y yo nos conocimos hace unos dos aos. Conoces a Atro Spyker-san?"
Tal como habl Rolonia, Adlet record su pasado.
En aquel entonces ni siquiera haba soado que iba a ver a Rolonia de nuevo. La
primera vez que se conocieron ella no pareca nada como una chica que podra ser
criada como una guerrera que llegara a ser seleccionada como uno de las Seis
Flores.
Cuando Adlet tena alrededor de los diez aos, se convirti en el alumno de Atro
Spyker, un hombre que viva de forma aislada en las montaas. Y por los prximos
ocho aos Adlet absorb todas las tcnicas de lucha, el conocimiento y los mtodos
para crear armas secretas que Atro haba descubierto.

Pero Adlet no era el nico discpulo de Atro. Muchos jvenes que buscaban ser una
de las Flores queran ser su aprendiz. Sin embargo, ninguno de ellos pudo seguir la
formacin inusual de Atro y finalmente salieron de la montaa, con solamente
Adlet restante.
Aparte de los alumnos, Atro tambin haba recibido solicitudes de las elites de cada
pas, mercenarios de renombre, y Santos para ensearles sus habilidades de
combate. Aparecieron con cartas de introducciones de los nobles y los lderes
mercenarios, y aprendices bajo Atro por un corto tiempo, por la adquisicin de
nuevas habilidades y conocimientos de batalla. Aunque Atro vivi su vida como un
ermitao, de ninguna manera significaba que haba cortado sus vnculos con el
mundo.
Tal vez fue hace poco ms de dos aos, cuando Rolonia Manchester visit la casa de
Atro, llevando una de esas cartas de presentacin. Ella no era nada diferente de lo
que era ahora. No, ahora ella era an ms tmida.
"Adlet."
En lo profundo de las montaas, Adlet se centraba nicamente en su lanzamiento
de dardos cuando Atro de repente le habl. Pero Adlet continu su formacin; no
importaba si su amo estaba de pie junto a l o no. Con ampollas rotas, carne
desgarrada, y la sangre goteando en sus dedos, tiraba los dardos.
"Esta chica es Rolonia Manchester. Ella es la santa de la Sangre Fresca. Para los
prximos dos meses voy a estarle enseando acerca de la manera de vida de los
Kyomas y cmo tratar con ellos. No te molestes en ella."
Tal como habl Atro seal a una nia de pie cerca. Pero Adlet no la salud ni
respondi. Su personalidad en ese momento era diferente de la que era ahora.
Haba estado mucho ms amargo y muerto de hambre de venganza. Maldeca a
todo en el mundo y de todo lo que ms odiaba era su propia debilidad.
"Slo di tu nombre", dijo Atro.
Si bien escondida en la sombra de Atro, Rolonia mir a Adlet con una mirada
temerosa.

"Soy Adlet Maia. Con el tiempo voy a ser el hombre ms fuerte del mundo, pero en
este momento no lo soy. No me hables."
"Se... seguro. Lo siento. "
"Muevete Rolonia" Al momento que Atro lo dijo Adlet se movi.
Lanz un dardo hacia Atro y al mismo tiempo sac un cuchillo y lo atac con l. Al
lado Rolonia grit y se dej caer al suelo. Atro desvi el dardo con un solo dedo,
agarr la mueca de Adlet y lo derrib. Pero sin un momento de descanso, el Adlet
cado blandi su cuchillo en los tobillos de Atro. Sin embargo, justo antes de que el
contacto con la cuchilla se completara, Atro se traslad fuera del camino y pate a
Adlet en la cara, haciendo que la sangre se apresurara en caer por su nariz.
"Ests?... ests bien Adlet-san?"
"No te dije que no hables conmigo?"
Adlet luego trat de levantarse, pero sus piernas se enredaron en s mismas, lo que
le impidi levantarse.
"No te preocupes Santa de la Sangre Fresca. Acabar en breve".
"... Ah, umm..."
"Le di instrucciones. Puede utilizar cualquier tctica que quiera, no importa. Pero si
l no me puede derrotar en el momento en que tenga 16 entonces l va a ser
expulsado de este lugar. Le queda un mes".
"... Ugh..."
Atro pate a Adlet en la cara y dijo, "Riete".
Adlet trat de mover los labios, pero l ya no poda sonrer. El hambre, un
sentimiento de impotencia y desesperacin le haban robado incluso su sonrisa.
Atro se enfrent al cado Adlet y le escupi.

"Basura".
Atro luego pate a Adlet en el suelo, teniendo a Rolonia con l. Y luego Adlet
golpe sus puos al suelo y grit.
#
Rolonia se hosped en una casa de campo que Atro haba construido para recibir a
los huspedes. Era un lugar donde uno aparentemente podra vivir solo en las
montaas. Atro y Adlet en cambio vivan en una cueva como bestias. Atro estaba
constantemente al lado de Rolonia, ensendole acerca de lo que saba respecto a
los Kyomas, la forma de comer de ellos, y el cuidado personal de ellos. Y en esos
momentos Adlet no interfiri.
Pareca que cada da Adlet desafi a Atro en algn momento y luego perdi. Y a
pesar de que fue herido cada vez, se le oblig a travs del puro dolor y se puso de
pie otra vez.
Comprendi que Atro no ira suave con l. As que si l no poda derrotarlo en un
mes realmente sera expulsado. Adems de eso, Adlet todava no haba aprendido
todo de Atro. Y si l se viera obligado a abandonar, el camino de convertirse en un
hroe de las Seis Flores le sera cerrado.
Un solo Kyoma se aferr en la mente de Adlet. El Kyoma con tres alas que brotaban
de su espalda y que caminaba sobre dos piernas. El Kyoma con la cara de lagarto
estrecha y haba aparecido con una suave sonrisa. El Kyoma que destruy su aldea y
se rob a su hermana y su mejor amigo. No poda olvidarse de l ni por un
momento.
Lo nico gobernando la mente de Adlet era odio. Ni siquiera poda vivir tanto
mientras que no pudiera matar a ese Kyoma o verlo morir.
La existencia de Rolonia ni siquiera ocup un rincn de su corazn.
Entonces, una noche, como siempre Adlet fue golpeado por Atro y estaba
durmiendo en la cueva como un tronco. Sinti que algo le toc la espalda y se
levant slo para ver a Rolonia sentada a su lado llevando una lmpara.

"Para qu has venido aqu?!", grit Adlet, causando que Rolonia huyera a la
esquina de la cueva, temblando.
"M, M, M, Maestro Atro me dijo que te tratara..."
"Atro lo dijo?"
"Yo soy... la Santa de la Sangre Fresca... As que puedo curar las heridas de las
personas."
"... Por favor." Adlet le dijo mientras yaca en el suelo.
Rolonia luego ofreci una oracin al Dios de la Sangre Fresca y le prest su poder. Y
cuando ella puso sus manos en las heridas de Adlet, se cerraron en un abrir y cerrar
de ojos.
"La sangre humana contiene el poder de curar naturalmente heridas. Amplificando
ese poder puedo curar lesiones de este tipo".
"Los poderes de las santas son increbles", dijo Adlet.
Las mejillas de Rolonia se enrojecieron felizmente, slo un poco.
"... Ests tratando de convertirte en un hroe de las Seis Flores?", Pregunt Adlet.
"Eh?"
"Aun lo tengo que preguntar? Ese es el objetivo de todos los guerreros".
Para su afirmacin Rolonia neg con la cabeza. "Um, esto puede parecer extrao,
pero..."
"Qu es?"
"Estoy pensando en volver a bajar la montaa."
"Pas algo con Atro?"

"No, eso no es todo. Umm, he estado pensando que debo renunciar a tratar de
convertirme en una de las Flores. De hecho, creo que sera mejor si dejo de ser una
Santa tambin".
Adlet se sorprendi. Haba vivido su vida hasta ahora con el fin de hacerse ms
fuerte. Con el fin de obtener el poder haba tirado todo. El dejar de lado el poder
que haba ganado era algo que no poda ni siquiera pensar.
"Pero... pero no puedo ser un hroe de las Seis Flores. Y si por algn error fuera
elegida, podra causarles problemas a todos. As que no sera mejor que la Santa
de la Sangre Fresca se retirara?..."
"Por qu ests aqu? No quieres hacerte fuerte?"
"Umm bueno..."
"Explica!" La voz de Adlet estaba llena de ira.
Nerviosa, Rolonia trat de explicar.
En un principio, Rolonia no era un aclito que buscaba convertirse en una santa. En
realidad, era una sierva en el Templo de la Sangre fresca que lavaba la ropa de los
aclitos.
Hace cinco meses la Santa de la Sangre Fresca se retir, y se celebr una ceremonia
para seleccionar a la nueva santa. Pero la persona elegida no fue uno de los aclitos
que asistieron a la ceremonia, sino Rolonia quien estaba secando la ropa en el
jardn.
"Es posible tal cosa?" Adlet le haba preguntado mientras ella contaba su historia.
"La Santa es elegida por los dioses... y nadie sabe lo que los dioses estn
pensando."
Rolonia pronto trat de dejar de ser una Santa. La Santa y aclitos anteriores
pensaban que iba a ser esperado. Sin embargo, entonces ella fue instruida por el
Jefe de los Templos que supervisaba a las Santas. As Rolonia continu siendo la
santa de la Sangre Fresca. Y con el objetivo de convertirse en una de las Seis Flores,

se someti a la formacin de batalla. Ella se traslad al Templo Principal y all

recibi un entrenamiento intensivo con el fin de convertirse en una gran santa.
"El Jefe del templo, dijo que me convertira en una poderosa Santa, pero eso es
imposible... y no importa cuntos aos me entrene, slo voy a ser una gran
molestia cuando se den cuenta de que me he mantenido como la misma chica dbil
que siempre he sido."
Cuando Adlet escuch a Rolonia, el odio burbujeando sali fuera de su corazn.
"... Yo... Ojal hubiera nacido mujer... Si yo hubiera nacido como mujer entonces yo
podra llegar a ser una Santa."
"Eh?"
"Si me convirtiera en una santa, me gustara hacerme ms fuerte. Me gustara
adquirir el poder para matar. Pero nac como un nio." Adlet estrell su puo
contra el suelo. "Deja de joder!"
"Ah, uhh..."
"Por qu alguien como t fue quien recibi el poder? Por qu no yo? Por qu
fuiste t?" Adlet agarr a Rolonia por el cuello y la sacudi. "Quiero poder! Quiero
poder! Quiero el poder para matarlo! No me importa lo que tengo que cambiar
para conseguirlo, slo quiero el poder para matarlo".
Cada da que vomit sangre, se dio cuenta de la realidad de que no tena poder. Y
todas las noches mientras maldeca su propia debilidad y dorma como un tronco,
se lo repiti una y otra vez dentro de su corazn, quiero poder, quiero poder.
Y ahora Rolonia estaba tratando de deshacerse de algo que Adlet nunca podra
recibir, no importa lo mucho que lo deseara. Y eso era algo que no poda perdonar.
"Entregame el poder! Dmelo!"
"... Yo... no puedo. Es una habilidad muy difcil el dar el poder a otra persona."
"Cllate! Dmelo! Dame ese poder!"

"No puedo! Sera imposible, incluso para el Jefe de los templos, o incluso Leurasama. Alguien como yo no podra..."
"Por qu no puedes hacerlo!? Dmelo! Alguien que me de el poder! Slo
quiero ser fuerte!"
Adlet lanz a Rolonia, la arroj de plano hacia abajo en el suelo y comenz a llorar.
"... Yo soy... lo siento. No quise decir..."
Incluso Rolonia empez a llorar junto al Adlet sollozando.
En la cueva los dos continuaron llorando durante toda la noche; la chica que haba
recibido el poder y el chico que no poda.
Al amanecer Adlet se disculp con Rolonia. No era la nica persona en el dolor,
pero era una verdad evidente que haba olvidado durante mucho tiempo.
Rolonia tambin se disculp con Adlet. Ella haba dicho algunas cosas crueles sin
entender cmo se senta Adlet.
Y despus de que los dos se hicieron amigos. Por tan slo dos meses slo tuvieron
una relacin efmera. Fue una relacin que deba haber sido olvidada con el paso
del tiempo. Sin embargo, Rolonia fue una de los pocos amigos que Adlet haba sido
capaz de hacer.
"... Y eso es lo que pas."
Rolonia omiti una gran cantidad del pasado de Adlet y en su corazn, Adlet se lo
agradeci a Rolonia. Se senta tanto avergonzado y deprimido cuando l pens en
ese momento.
"No fue Mora la persona que te hizo aprendiz bajo Atro? Yo no saba que ella saba
de Atro", dijo Adlet.
"No parece como si no lo supiera. Atro era muy famoso".
Algo parece extrao en eso. Me pregunto si hay una conexin entre ellos, pens
Adlet.

"Meohihihi, parece que ustedes dos estuvieron terriblemente cerca por dos meses,
miau. Adlet, no pretendste ser una persona poco sociable para luego tener sexo
con ella?"
"Cllate!" Adlet empuj a Hans, mientras que Fremy los observ a los dos con una
mirada fra. Fue en ese momento cuando Mora regres.
"Qu pasa, Mora?"
"No pude ver a ning Kyoma. El valle est completamente desierto".
Adlet no tuvo alguna duda sobre sus palabras. Estaba claro que no haba Kyomas en
el valle. Adlet no era consciente de nada escondido debajo de sus palabras.
#
Unos diez minutos antes de su regreso, Mora mir hacia su alrededor mientras
caminaba por el valle. Aunque era cierto que una gran cantidad de Kyomas no
podan estar al acecho en terrenos complicados del valle, la zona era ideal para las
emboscadas. As que Mora mir hacia atrs y el cielo sobre ella mientras avanzaba.
En ese momento Mora vio un solo Kyoma encima de un acantilado. Era uno
relativamente pequeo, en la forma de un mono.
Pero en el momento en que Mora hizo un puo y se prepar para atacar, el Kyoma
se arroj sobre su cuerpo a travs del aire y aterriz justo en frente de ella. Luego
baj la cabeza en sumisin y comenz a acercarse a ella en cuatro patas.
"Qu...?" Mora murmur mientras miraba hacia abajo en la espalda del Kyoma.
Caracteres haban estado escritos con tinta negra en su carne
[Esta es una advertencia, Mora. Ests fuera de tiempo.]
Durante un tiempo Mora se qued mirando al mono Kyoma, inclinndose en
sumisin a ella. Entonces Mora pisote resueltamente en la espalda del Kyoma.
Muri con un solo ataque. Haba sido un Kyoma de bajo nivel y era completamente
intrascendente.

Pero Mora pisote en la espalda del Kyoma una y otra vez hasta que ya no poda
leer los caracteres que haban sido escritos all.
"Ests fuera de tiempo... que quieres decir...", murmur Mora.
Luego de abandonar el nico cadver del Kyoma, Mora sali de la zona.
#
"No encontraste a un solo Kyoma? ... Eso es realmente aterrador", dijo Adlet.
"El sptimo no ha hecho nada. Eso es algo de una decepcin", Chamo respondi.
Eso fue exactamente correcto. Adlet haba pensado que la prxima trampa estara
esperndolos tan pronto como entraran en el territorio de los Lamentos de los
Demonios, o que el sptimo podra aprovechar la oportunidad y vendra a
atacarlos. Pero la situacin actual era demasiado tranquila.
"Tal vez no es que no hayan venido a hacer nada, sino que podran no estar
haciendo nada, miau." Hans sugiri.
"Qu quieres decir?"
"Bueno desde que entramos en el territorio, Fremy ha estado mirndonos como si
quisiera matarnos. Ella tiene la intencin de dispararnos inmediatamente si
hacemos algo, incluso un poco extrao".
Adlet mir a Fremy, pero ella no neg el reclamo de Hans.
"He tenido miedo desde hace un tiempo. Ella es una mujer espantosa." Entonces,
como si gozara, Hans se ri.
"Mora, qu hay por delante?"
"Unos quince minutos por delante se puede ver una loma. Hay una montaa ms
all. Sin duda, parece la montaa llamada, "La Flor Eterna."

Despus de escucharlo Adlet consult su mapa mental de la zona. Pareca que no se

haban perdido y fueron avanzando precisamente a lo largo de la ruta que haban
planeado.
Si el mapa mental de Adlet fuera correcto, entonces en la montaa haba una
reliquia dejada por la santa de la nica flor. La regin llamada La Flor Eterna era una
zona segura valiosa. Al medioda descansaran all por un momento, entonces
tenan la intencin de continuar ms profundamente en el territorio.
"Tengo una sugerencia. Despus de que salgamos al espacio abierto, vamos a
descansar", dijo Fremy.
"Todava no es necesario. Me gustara seguir a la montaa... a La Flor Eterna,
mientras que todava es temprano." Pero tan pronto como Adlet lo dijo, Fremy
neg con la cabeza.
"Tengo algo acerca que quiero hablar contigo. Tan pronto como sea posible. Ser
una larga conversacin y es grave, as que quiero que te conformes y hablemos a
travs de fondo".
"Acerca de qu?"
"Sobre el funcionamiento interno de los Kyomas", dijo Fremy, causando que todos
se pusieran tensos.
"Seguramente ella quiere hablar de los tres lderes Kyomas que ordenan a todos los
Kyomas", dijo Mora.
Ella se haba olvidado de la lucha con la apariencia de Nashetania o de Rolonia. Tal
como dijo Fremy, hablar de los lderes Kyomas era la mayor importancia.
"No sera bueno hablar en La Flor Eterna? No est tan lejos de la loma".
"Si yo fuera el enemigo posicionara mi fuerza militar por esa zona. No parece que
vayamos a ser capaces de hablar libremente all", dijo Fremy.
"Eso podra ser cierto ya que no hay una indicacin de que vayan a lanzar una
emboscada en una zona abierta, vamos a escucharlo en la loma."

"Si ese es el plan, entonces vamos a ir rpidamente."

Hans entr primero, seguido por Chamo y Mora. Entonces Goldof vino despus de
ellos con un paso sin poder.
Pero cuando Adlet comenz a caminar, Fremy le agarr la manga.
"Que esta mal?"
"... Lo sientes?"
"Qu?"
"l est aqu. El Kyoma", dijo Fremy y mir hacia el cielo.
En ese momento la silueta del Kyoma que nunca olvidara apareci en su mente.
El Kyoma que destruy su ciudad natal mientras hablaba suavemente a los aldeanos
y mostrando una sonrisa cautivadora. El Kyoma que se haba llevado a su hermana,
su mejor amigo y todo lo de l.
El corazn de Adlet estaba palpitando rpidamente y una oleada de tensin corra
por su espalda. No era que senta la muerte en el aire, ni que senta peligro. Sin
embargo el sudor comenz a aparecerle en la frente. No poda explicar la sensacin
con la razn, pero lo que fuera, le consigui emocionar extremadamente.
"Tengo la sensacin de su presencia. No s dnde est, pero l est sin duda aqu.
Yo nunca lo olvidar. La sensacin de la existencia de las bobinas sobre mi piel".
Adlet record lo que Fremy haba hablado en la noche antes de ayer. Habl sobre el
Kyoma que le haba ordenado hacerle dao en el pasado. Uno de los tres lderes de
los Kyomas y el mismo Kyoma que haba destruido la ciudad natal de Adlet.
El alma de Adlet le estaba diciendo que lo que estaba sintiendo era aquel Kyoma.
"Vamos. Dije antes que esto sera una larga conversacin".
"Puedo preguntarte una cosa por ahora? Cul es el nombre de ese Kyoma?"

Fremy levant la vista al cielo y respondi en voz baja, "Tgurneu..."

Captulo Uno: Parte Tres.
"Oye, qu crees t sobre cual es el poder ms fuerte que existe en este mundo?"
Alguien susurr casi al mismo tiempo que Adlet escuch el nombre de Tgurneu. "Si
por completo, por completo, piensa por completo a travs de aquello te dars
cuenta de que es el amor, despus de todo", dijo un Kyoma.
El Kyoma tena dos brazos y dos piernas, y su altura era un poco ms de dos
metros.Comparativamente, probablemente podra ser clasificado como un
pequeo Kyoma.
Las escamas verdes y el color de su tronco se hicieron de un patrn moteado. Sus
brazos y piernas tenan plumas blancas. Sin embargo, en slo sus palmas tena la
piel hmeda de un anfibio. Tambin tena tres alas de aves gigantes que se
extendan desde su parte posterior. Pero, extraamente, entre dos alas negras
haba una sola de blanco, una de cisne. Y en su pecho tena una gran boca como de
anfibio.
La extraa figura del Kyoma era como una mezcla desordenada de varios animales.
Y su cabeza era muy larga y estrecha, parecida a un lagarto.
Por el momento el Kyoma estaba sentado en una pequea silla de madera.
"... Yo realmente no lo entiendo."
"Ya veo."
El Kyoma sostena un solo libro en su mano. Era un libro normal, de tela atado y
decorado con hilo de oro. Dentro haba una coleccin de scripts escritos por
dramaturgos teatrales conocidos. Con su dedo, el Kyoma pas la pgina.
"Oh prncipe Veezell! He sido maldecida por usted! Oh, la belleza y el color
azulado de sus ojos! Tanto la madre como el padre que te dieron esos ojos y mi
propio ser, que aparece reflejado en esos ojos han sido malditos".

El Kyoma estaba leyendo el guin de una obra de teatro donde con el fin de
envenenar al rey de un reino enemigo, una agente secreta tuvo que colarse en el
reino, pero en el proceso se enamor del prncipe de ese reino.
"Por qu crees que el protagonista grit esto, cuando hace un rato desde su boca
haba estado hablando sobre el amor? S que no es nada ms que una lista de
palabras, pero se me ha presentado con un misterio eterno. El poder del amor es
verdaderamente alarmante".
"... Con el debido respeto, usted debe dejar de jugar alrededor. Los hroes de las
Seis Flores estn acercndose."
"Jajaja, eso es correcto. Debemos separarnos de las ilusiones de amor por el
momento y enfrentar el amor de la realidad".
El Kyoma dej el libro y luego cogi un higo grande de encima de la mesa.
"Antes, el Majin perdi debido al amor de la Santa de la nica flor."
El Kyoma mordi el higo, mastic y luego trag.
"Hemos perdido con los Hroes de las Seis flores dos veces. Las dos veces su poder
haba sido apoyado por el amor. Pero la tercera batalla ser diferente a las
anteriores".
El Kyoma se puso de pie.
"El amor de este tiempo ser la causa de su derrota."
Mirando hacia arriba, el Kyoma... Tgurneu ri en silencio.
#
15 minutos ms tarde Adlet y los otros lograron llegar a la cima de la loma.
Tal como Mora haba dicho, no haba indicios de que seran emboscados all. E
incluso si un enemigo apareciera, los hroes podran prepararse para cualquier

emboscada mientras estaban subiendo por la loma. Pero a partir de su posicin no

vieron signos de cualquier Kyoma en el valle circundante o el cielo.
Exhalando en el relieve, Adlet baj la caja de hierro de su espalda. Luego se quit la
armadura de cuero y mir su herida. Con la medicina de Mora y el tratamiento de
Rolonia, la herida estaba casi cerrada. Probablemente sera completamente curada
al caer la noche.
"Qu, ests agotado a pesar de que no has hecho nada, miau?", Pregunt Hans.
Adlet estuvo de acuerdo con el sentimiento de Hans. l no slo estaba siendo
cauteloso sobre un ataque por sorpresa; tambin varias otras preocupaciones
pesaron sobre su mente.
Los Kyomas que todava no se haban mostrado.
La existencia del sptimo quien no se pudo determinar.
Y esas no eran las nicas cosas.
Fremy pareca que estaba a punto de matar a alguien.
No saba cuando Chamo podra convertirse en violento.
Y Rolonia siempre estaba confundida y asustada.
Haba muchos elementos sobre sus compaeros que lo hacan incmodo. Pero,
sobre todo, su mayor preocupacin era el caballero.
"... Ests bien, Goldof?", Pregunt Adlet, pero Goldof simplemente se sent sin
responder en absoluto. Sus ojos parecan vacos, sus labios se haban puesto
apretados, y su expresin estaba en blanco.
Desde la aparicin de Rolonia y su avance a travs del territorio de los Lamentos de
los Demonios, l no haba dicho ni una sola palabra. Slo levant la vista hacia el
cielo como si su corazn no estuviera en l.
Era comprensible. Adems de ser traicionado y burlado por la princesa que amaba,
haba sido abandonado. Era una sensacin con la que Adlet simpatizaba demasiado

bien. Y as, ya que ni siquiera haba pasado un da, le podran decir que rehacerse
probablemente sera imposible.
A pesar de que era conocido como un prodigio de los caballeros, todava tena
diecisis.
"Goldof, podra pedir demasiado, pero trata de dejarlo atras", dijo Adlet a Goldof,
pero l no respondi. Era como si su voz ni siquiera llegara a sus odos.
"Vas a olvidar rpidamente sobre ese tipo de mujer, miau. Tienes una buena
apariencia para que las mujeres lleguen a ti, incluso si no dices nada".
Goldof no dijo ni una palabra de nuevo a Hans.
"Has estado enamorado de Nashetania todo este tiempo?"
"Bueno, aparte de como es en el interior, tiene una bonita cara, miau. Y por lo que
yo pude ver, ella tambin tena pechos considerables".
"... Ese no es el punto." Adlet suspir. Luego en silencio, sac un dardo de una bolsa
en la cintura y sin hacer ruido lo arroj a la cara de Goldof.
Sin levantar la vista o ver el dardo en absoluto, Goldof capt el proyectil con dos
dedos, y luego lo lanz de nuevo hacia Adlet.
"A pesar de que su corazn est roto, no parece como que haya perdido su
capacidad de lucha. l es muy guerrero," dijo Adlet con una sonrisa, pero la cara de
Goldof permaneci completamente en blanco.
Mora luego le hizo seas a Adlet encima con la mano y Adlet se acerc a escuchar
lo que tena que decir.
"Adlet, me temo que el sptimo podra ser Goldof. No deberamos tomar algn
tipo de medidas contra l?"
"... Creo que es sospechoso, pero que sea el sptimo no ha sido confirmado."
"Ya no creo que pueda ser cualquiera excepto l. No soy yo. No es Rolonia. No eres
t. Hans y Chamo en tanto trataron de detener a Nashetania as que no es ninguno

de ellos tampoco. Y si Fremy fuera el sptimo entonces ella no hubiera tenido

ninguna razn para ayudarte. Por lo que no puede ser nadie ms que Goldof".
"Mora, detente," dijo Adlet en voz baja pero firme. "Lo ms alarmante en este
momento no es la existencia del sptimo. Es el culpar a uno de nuestros
compaeros inocentes. No ests justamente especulando?"
"Pero..."
"Est ahora bien? Quiero hablar", dijo Fremy, interrumpiendo la conversacin de
Mora y Adlet.
"No te preocupes, encontrar al sptimo. Simplemente reljate y espera. Yo soy el
hombre ms fuerte del mundo", dijo Adlet a Mora, y luego sonri.
"Todava me siento incmoda... pero entiendo. He decidido confiar en ti".
"Bien. Entonces callense y sganme".
Los compaeros se sentaron en un crculo alrededor de Fremy, manteniendo sus
armas en sus manos por lo que estaban preparados para una emboscada en
cualquier momento.
Probablemente sera la primera vez en la historia que la informacin sobre el
funcionamiento interno de los Kyomas sera escuchado por los seres humanos.
Durante mucho tiempo nadie saba acerca de esta informacin, por no mencionar
el hecho de que nadie fue incluso capaz de encontrar informacin sobre ello.
As que tal vez la existencia de Fremy era la mayor ventaja de los Hroes de las Seis
Flores. Conocer al enemigo podra cambiar en gran medida el rumbo de la batalla.
"Lo he dicho varias veces, pero los Kyomas se mandan por tres lderes Kyomas. Sus
nombres son Cargikk, Tgurneu y Dozzu", dijo Fremy en silencio. Sus palabras fueron
concisas y directas.
"70% de los Kyomas pertenecen al orden inferior de criaturas que slo tienen la
inteligencia de animales. Pero el 30% restante, aunque tienen la inteligencia, no

poseen emociones complejas. Aparte de matar a los seres humanos no son capaces
de pensar en otra cosa.
"Pero esos tres Kyomas son diferentes. Tienen su propia voluntad, las emociones, la
filosofa, y un sentido de la belleza. Tambin tienen el poder suficiente para
controlar a los Kyomas. Excluyendome, todos los Kyomas han comprometido
incondicionalmente su lealtad a estos tres. Y con slo una orden incluso su lealtad
los obligara a acabar con sus propias vidas fcilmente".
"Qu tan fuerte son?"
"No lo s exactamente. Pero creo que es mejor si pensamos que los tres son
personas con los que no tendremos ninguna posibilidad de derrotarlos uno a uno".
Los tres eran opositores a los que nunca podran ganarles en uno contra uno. Los
hroes ahora saban cun desfavorable situacin se encontraban.
"Pero si podemos derrotar a los tres, ser lo mismo que nosotros derrotando al
Kyoma. Ninguno de los otros Kyomas es capaz de dirigirse a los Kyomas. Y si los
Kyomas pierden su cadena de mando se convertiran en una turba desordenada.
Entonces seramos capaces de elegir libremente si aplastar a cada uno de ellos o
simplemente ignorarlos y proceder a ir al hogar de las Lgrimas Descendentes".
"Ya veo."
"Pero este es el punto importante. Lejos de no slo llevarse bien, es seguro decir
que los tres se oponen ferozmente entre s".
Era una informacin sorprendente, pero Fremy continu hablando sin darles
cualquier momento para indicar si estaban captando lo que estaba diciendo.
"De los tres, el ms fuerte parece ser Cargikk. l es un Kyoma en la forma de un
len que puede respirar fuego suficientemente caliente para incinerar a los seres
humanos. Adems, el humo emitido por su llama es extremadamente txico. l es
un enemigo terrible".
"Quin es ms fuerte, Chamo o l?"

"No lo s. Pero el hecho de que no soy rival para cualquiera de ustedes no ha

cambiado.
"De todos modos, Cargikk comanda aproximadamente el 60% de los Kyomas. La
mitad de ellos se han reunido en el territorio alrededor de donde el Majin duerme,
al hogar de las Lgrimas Descendentes, y estn posicionados para interceptar
cualquier ataque. Temo que Cargikk no se mover de ese lugar puesto que creo que
tiene la intencin de dedicar toda su energa en la vigilancia por completo de ese
lugar".
"Ese es el tipo ms problemtico del enemigo", dijo Adlet. Era una estrategia
simple, pero la ms eficaz desde el punto de vista de los Hroes militarmente ms
dbiles, que era mejor separar las fuerzas del enemigo.
"El siguiente es... Tgurneu. Es un poco difcil hablar de l." Hasta entonces Fremy
haba estado hablando con indiferencia, pero ahora dudaba de forma inesperada. Y
en el momento en que Adlet se enter del nombre, su corazn una vez ms
comenz a latir rpidamente.
"Hasta hace poco ms de medio ao, Tgurneu era la persona ms importante en el
mundo para m."
"Y ahora?", Pregunt Mora.
"... Ahora l es la persona que ms desprecio. Volviendo a lo que estaba diciendo,
Tgurneu manda alrededor del 40% de los Kyomas. l era el cerebro detrs de mi
creacin y l era el Kyoma que me orden ser la asesina de las Seis Flores".
Hubo algunos puntos que ella haba dicho que hasta a Adlet le intrigaba, pero por
ahora no dijo nada y sigui escuchando hablar a Fremy.
"Tgurneu es un Kyoma compuesto de una mezcla de partes. l tiene el poder para
arreglar su cuerpo de las partes de un sinnmero de Kyomas. En cuanto a sus
habilidades de lucha, simplemente hablando l tiene una gran fuerza fsica,
velocidad y durabilidad para aplastar a sus enemigos. Creo que es seguro asumir
que no hay nada que no pueda ser destruido por sus manos. Pero mucho ms
aterrador que eso es su ingenio".

"Su ingenio?"
"Mi creacin no era ms que una parte de su plan. Y aunque yo sinceramente no s
todos los detalles de lo que haba previsto, creo que Tgurneu fue quien envi a
Nashetania y al sptimo, quien est con nosotros ahora, en nuestras filas".
"Que la princesa de todo un pas podra caer en las garras de un Kyoma... Todava
no puedo creerlo", murmur Mora.
"Eso es posible. Mucho antes de que yo naciera, Tgurneu haba extendido sus
manos en el mundo humano. Utiliz el cambio de forma de los Kyomas, era un
Kyoma experto en espionaje y uno que utilizaba la hipnosis para recopilar
informacin, y sobre la exposicin de su plan. No s hasta qu punto su alcance se
haya extendido en todo el mundo, pero reun con calma informacin que era difcil
de adquirir sin tener que venir personalmente al centro del reino".
"..."
"Me cree y me cri por Tgurneu. Bajo su instruccin me hice ms fuerte y continu
matando a los candidatos de las Seis Flores. Yo respetaba profundamente a
Tgurneu, y hasta a veces le tema. Pareca muy clido, y a veces tambin me haca
sentir su frialdad. Era una frialdad que no saba sus profundidades, una frialdad que
no poda entender".
Adlet se dio cuenta de que todava haba un aire de respeto dentro de las palabras
de Fremy.
"No, l era alguien que no poda entender," ella rpidamente se corrigi.
#
"Dios mo," murmur Tgurneu en alguna parte. Fue en el momento exacto en que
Fremy estaba hablando de l.
"Pensaste lo mismo por m, Fremy? Es un poco triste que digas que no me puedes
entender." Tgurneu luego se ech a rer. "Incluso despus de que te haba amado
tanto."

#
Fremy continu su historia.
"Cargikk y Tgurneu se oponen uno contra el otro y todos los Kyomas que los
obedecen se dividen principalmente en la faccin de dos grupos. Si los Kyomas de
Tgurneu y los Kyomas de Cargikk fueran a reunirse ni siquiera se hablaran los unos
a los otros. E incluso el orden inferior de los Kyomas quienes no podan hablar
desnudaran sus dientes y pondran en peligro a los dems".
"Por qu?"
"Hay muchas razones. Tgurneu coloca una gran importancia en las tcticas por lo
que su forma de pensar est en desacuerdo con Cargikk quien trata de atacar a los
problemas de frente. Pero la razn ms importante es la forma en que interactan
con los humanos.
"Tgurneu cree que los seres humanos son herramientas que puede utilizar para
lograr sus fines. Pero Cargikk desprecia fieramente a los humanos y tiene un
profundo desprecio por ellos. Incluso considera que asociarse con los seres
quedara sucio.
"Parece que llegaron dentro de un paso de matarse unos a otros cuando Tgurneu
haba ideado el plan de crearme. Cargikk haba credo que la sangre orgullosa de los
Kyomas no deba mezclarse con la sangre de los seres humanos"
"Podras esperar un minuto?" Rolonia, quien haba estado en silencio escuchando
a Fremy hasta ese momento, levant la mano. "Umm, No dijiste que haba tres
quienes comandaban a los Kyomas?"
Adlet tambin haba tenido curiosidad por eso. Fremy completamente no haba
hablado del otro Kyoma. Y si Cargikk comandaba el 60% de los Kyomas y Tgurneu el
otro 40%, se preguntaba que haca el tercero.
"Yo realmente no s nada del tercero... Dozzu. Aparte del hecho de que l existe, no
he odo nada de l".
"Qu clase de persona es?"

"Dozzu es un traidor. Se dice que posee una potencia a la par con Tgurneu y Cargikk.
Pero he odo que hace doscientos aos traicion al Majin y desapareci del
territorio de los Lamentos de los Demonios. No tengo absolutamente ninguna idea
de lo que est haciendo ahora. Tgurneu puede saber, pero l nunca me dijo."
"Es nuestro enemigo o un aliado?"
"No lo s tampoco. Parece que hay algunos Kyomas dentro de la faccin de Tgurneu
y la faccin de Cargikk quienes han prometido en secreto su lealtad a Dozzu. Pero
slo s de dos Kyomas que fueron purgados despus de ser sospechosos de eso".
"... Miau miau. Cosas como las facciones y las purgas son asuntos sucios miau",
Hans se quej.
"Fremy, si los vieras podras decir si un Kyoma o no pertenece al lado de Tgurneu o
de Cargikk?", Pregunt Adlet.
"Hasta el punto. Creo que los Kyomas que nos encontramos en el pueblo donde nos
conocimos eran del lado de Cargikk. Sin embargo, los Kyomas que nos engaaron
dentro de la Barrera Ilusoria de Niebla y el que se comi a la Santa del Sol Leura,
estaban del lado de Tgurneu".
"As que la princesa estaba siendo utilizada por Tgurneu despus de todo", dijo
Mora.
"Hay una alta posibilidad de que sea el caso."
Y con aquello haban completado la primera parte de su conversacin.
"Pero el problema no es sobre cmo debemos atacar sus posiciones? Y en
particular, no deberamos considerar a Tgurneu como el ms peligroso?" Mora fue
la primera en hablar.
"Cargikk defender al Majin, pero creo que Tgurneu nos atacar. Lo que va a hacer
o cmo lo har, sin embargo, no lo s".
"Creo que es muy poco probable que Tgurneu nos atacar por s mismo", dijo Adlet.

"Estoy de acuerdo. Si Tgurneu es derrotado entonces el 40% de los Kyomas

perderan su estructura de mando. Creo que algunos se querran someter al
mandato de Cargikk, pero el nmero sera pequeo. Sera un duro golpe para los
Kyomas. Y no parece que Tgurneu correra ese riesgo al azar".
"Tengo una pregunta. En cuanto a lo que sucedera si se pierde su cadena de
mando, si Tgurneu muriera qu es exactamente lo que sucedera con los Kyomas?",
Pregunt Mora.
"Los Kyomas estn conectados principalmente por algn tipo de lazo invisible. Si
Tgurneu muriera, al instante todos los Kyomas deberan sentirlo. Bastara un
momento, creo yo, para causar confusin masiva que los conducira a un estado de
pnico."
"Se sentira demasiado, Fremy?"
"... Probablemente," Fremy dijo mientras se desvi la mirada.
"Ya veo... Hmm, as que Tgurneu eh?" Adlet dijo mientras pensaba en la situacin.
Mora estuvo curiosamente interesada en Tgurneu, aunque a diferencia de Adlet y
Fremy ella no tena ninguna conexin personal con l.
"l va a utilizar al sptimo y probablemente nos coloque una trampa, miau".
La conversacin pronto se traslad a la siguiente temtica y Adlet olvid de sus
sospechas menores.
"Quizs. La pregunta es qu har?"
Chamo luego levant la mano. "Hey, hey Chamo ha llegado con algo que podra ser
bueno."
"Yo no creo que vaya a serlo, pero en todo caso," Fremy respondi con frialdad.
Pero Chamo no le hizo caso. "Sin la cresta de las Seis Flores un ser humano no
puede respirar en el territorio de los Lamentos de los Demonios."

Era bien sabido que la cresta de las Seis Flores protega de la toxina en el aire en el
territorio de los Lamentos de los Demonios a quienes la posean.
"Hay seis humanos aqu. Y todos podemos respirar bien. En otras palabras, no
todos tenemos crestas genuinas? Y as, el sptimo es el Kyoma Fremy".
"No fue bueno despus de todo", dijo Fremy con un suspiro. "Incluso los seres
humanos que no tienen la cresta pueden sobrevivir en el territorio de los Lamentos
de los Demonios. Por el lado de Tgurneu hay un Kyoma que crea parsitos
especiales, que si entran en el cuerpo haran a los humanos inmunes a las toxinas
en el territorio de los Lamentos de los Demonios".
"Tienes una prueba de ello?"
"En el centro del territorio de los Lamentos de los Demonios hay un lugar llamada la
Llanura del Odo donde hay muchos esclavos humanos." Mientras deca eso, Fremy
lanz una mirada fugaz hacia Adlet." Tgurneu ha reunido esclavos humanos, pero
con qu fin no lo s. Adlet, la gente de tu ciudad natal probablemente estn all".
Sin pensarlo, Adlet se puso de pie. Tanto su ciudad natal que haba sido destruida y
la gente que se le haba arrebatado aparecieron en su mente.
"Esos esclavos... cmo estn?"
"No lo s. Nunca he estado all. "
"No sabes nada? Cualquier cosa que podras decir estara bien", Adlet le insisti,
pero Mora intervino con una mirada de reproche en su rostro.
"S que ests ansioso por esas personas, pero probablemente deberas centrarte
en derrotar al Majin. Salvar a las personas y devolverlas al mundo de los humanos
ser imposible si no derrotamos al Majin".
Ella tena razn, Adlet pens, al igual que todos los pelos finos en su cuerpo se
erizaron.
Chamo estir el cuello hacia un lado. "Adlet, qu pas?"

Pero sin contestar Adlet empuj a Chamo a la distancia. Fremy rod hacia atrs y
dio un paso atrs con su rifle preparado. Y Hans coloc ambas manos y pies en el
suelo, redondeando la espalda y asumi una postura similar a un gato.
Luego, en el lugar donde haba estado Chamo hace un momento, una planta creci
masivamente y luego explot en una nube de polvo. De esa nube un solo Kyoma
salt.
"Hola", era una extraa voz, aguda y ronca. Pero en el momento que la oy, el
corazn de Adlet, que se haba calmado antes, una vez ms comenz a latir en su
pecho.
"De qu ests hablando? T no debes ir all. Quiero decir, no son los esclavos
intrascendentes?"
"Tgurneu!" Adlet grit. Su sangre hirvi y su corazn se llen de ira. Tgurneu, el ser
que se haba pegado en el fondo de su mente, el que le haba causado tantas
pesadillas..... En este momento l estaba de pie ante los ojos de Adlet.
"T debes estar ms preocupado por m." Tgurneu se enfrent a Adlet y extendi
los brazos. Era como si estuviera diciendo "ven a m".
Entonces ms rpido de lo que el ojo poda ver, Adlet dispar cuatro dardos. Luego
salt hacia Tgurneu, lanzando dos dardos de dolor induciendo a los dos ojos de
Tgurneu y dos dardos de parlisis en los codos.
Se har en un instante, pens Adlet. La pesadilla que he tenido durante ocho aos
va a terminar en un momento.
Sin embargo, los cuatro dardos no funcionaron en Tgurneu. Luego extendi la
longitud de sus brazos varias veces y arremeti contra Adlet. Desde que Adlet
todava estaba en el aire no tena manera de evadir el ataque. l apenas consigui
preparar su espada y bloquear el golpe con ella, pero la fuerza todava lo envi
volando hacia atrs y choc contra el suelo.
"Cuidado!"

Mora fue a atacar a Tgurneu desde el lado. Al mismo tiempo, Hans corri por el
suelo y apunt a las piernas de Tgurneu. Fremy dispar a la cara de Tgurneu y desde
atrs Goldof carg contra l con su lanza mantenindose firmemente por debajo de
su axila.
"Toma esto miau!" Hans grit.
Y tal como Adlet cay al suelo vio la batalla desarrollandose. Uno de los brazos de
Tgurneu se plieg alrededor del puo blindado de Mora y absorbi el ataque. Luego
levant uno de sus pies, esquiv la espada de Hans y sin un momento de descanso,
le dio una patada en la cara. Luego extendi su otro brazo, golpe a Goldof y
termin su carga. Y con los dientes atrap la bala de Fremy.
"Como era de esperar, estuvo cerca," dijo Tgurneu.
Todo el mundo inmediatamente se distanci de Tgurneu. No puede ser, pens
Adlet. Haba sido capaz de bloquear los ataques de los cuatro a la vez.
"No anticipaste esto de antemano? No importa que tctica uses yo puedo
matarlos a todos. Puedo utilizar al sptimo para asesinarlos, o tener la ventaja del
sptimo para una trampa. Bueno, en todo caso, esa es la situacin en la que estn".
Tgurneu extendi ampliamente sus brazos, pero no hubo ruptura en sus defensas.
Adlet se puso de pie y prepar su espada, pero no poda moverse.
"Entonces, cmo te sientes acerca de esta situacin? Sin algn tipo de estrategia o
un plan que vaya atacndome de frente." Tgurneu luego se ri y corri hacia Adlet.

Captulo Dos: Parte Uno.

Un da, hace tres aos, algo sucedi en el templo principal. Fue el caso que llev a
Mora al momento en que iba a matar a Hans.
#
Haba un pequeo anexo en la esquina del templo principal, donde Mora, su
marido y su hija Sheniera vivan en un magro nido de amor. El edificio haba sido
bien utilizado con un estilo y edad de antiguo mobiliario, se le haba sido asignado a
Mora en las mismas condiciones que cuando la cabeza del templo anterior los
haba utilizado. Como corresponde a una persona que serva a los dioses, era una
casa de construccin sencilla.
Mora estaba sentada en un sof en la sala, sosteniendo su cara con las manos
temblorosas. Fue un mes despus de que hubiera comenzado la formacin de
Nashetania y los dems.
"Jefe del Templo... ests escuchando?"
Haba tres personas en la sala. Uno era Mora, y el otro era su marido, Gunner. Sin
embargo, la que llamaba a Mora era una anciana vestida con un sencillo vestido
blanco.
Su nombre era Toulo Maynes y ella era la santa de la Medicina. Su nico poder era
que ella poda curar lesiones y enfermedades, era lo mismo que decir que no tena
habilidades de lucha. Ella y sus seguidores mdicos daban la vuelta al mundo
dndoles una mano a aquellos que trataban de salvarse. Ella era una gran Santa y
alguien a quien Mora respetaba profundamente.
"Jefe del Templo... trata de mantener la calma", dijo Toulo, pero mientras ella
temblaba, Mora fue incapaz de responder. Le era difcil respirar y su visin estaba
temblando. Ella estaba usando toda su energa slo para mantener la compostura.
"Perdnanos San Toulo. Mi esposa no est en un estado para hablar. Voy a escuchar
lo que tenga que decir." Gunner entonces tir de la mano de Mora y trat de
llevarla a la residencia, pero Mora solt su mano, y una vez ms, se sent en el sof.
"Lo Siento. Dimelo otra vez. "

"S Jefe del Templo. La enfermedad de Sheniera... no hay nada que yo pueda
hacer".
Dos semanas antes Sheniera se haba quejado de un dolor terrible en el pecho. Fue
un poco a la izquierda del centro de su pecho y en su piel pareca un moretn
extrao, que pareca un ciempis. Era una enfermedad que nunca haba visto antes.
El dolor empeor da a da y pronto era tan malo que la hica gritar de dolor. No
haba absolutamente ninguna manera de curar la enfermedad y despus de diez
das fue tan malo que estaba araando su pecho, hasta el punto que sus uas se
clavaban en su piel.
Mora haba agotado todas las opciones. Ella vio al mdico residente en el templo,
llamado al mdico superior en el reino, y luego trat de curarla con el poder de las
montaas. Despus de eso ella escribi una carta a Toulo quien haba estado en
una tierra remota y le pidi que viniera al templo sobre su caballo lo ms rpido
posible.
"... Qu est pasando.. Qu? Dime, Toulo."
Sin embargo, tan pronto como Toulo finalmente logr llegar al templo hace tres
das, el dolor de Sheniera haba desaparecido de repente. Haba cicatrices en su
pecho al estar clavndose las uas en su piel, adems de la contusin como
ciempis que todava estaba all, pero aparte de eso ella pareca estar bien.
Apoyando su cabeza hacia un lado, Toulo comprob el estado de Sheniera.
Mora pens que ya que el dolor se haba curado probablemente no haba nada de
qu preocuparse. Por desgracia, sus expectativas fueron aplastadas por lo que dijo
Toulo al momento siguiente.
"Hay una especie de misteriosa anidacin de insectos dentro de su corazn, pero
no puede ser vista ni oda. He probado todos los medicamentos que se me ocurren,
pero no tengo ni idea de por qu ninguno de ellos ha funcionado. Incluso la
administracin del medicamento directamente en el insecto con una aguja en el
pecho no funcion".

"Que suceder? Qu pasar con Sheniera?"

"... No lo s."
"Por Favor. Dime que no es verdad".
Toulo neg con la cabeza y mantuvo su rostro mientras las lgrimas rodaban por sus
ojos. "Ah, pobre Mora. Lo siento, por favor perdname!".
Ningunas palabras de culpa aparecieron en la mente de Mora. Toulo haba hecho
todo en su poder. Y si incluso despus de usar toda su energa la enfermedad se
mantuvo, entonces Sheniera...
"... Mam. Pap." Hubo un golpe en la puerta de la sala acompaado de la voz de
Sheniera desde el otro lado.
"Gunner, por favor.... No le digas."
"Ah, est bien." No era que no estaba triste tampoco. No, l deba haber recibido
un golpe ms grande que ella. Pero de algn sentido la obligacin que senta para
apoyar a Mora, apenas logr mantener la calma.
"Sheniera, tu mam est teniendo una conversacin importante en este momento.
Es un tema para las santas que no puedes or." Gunner le dijo a su hija en el otro
lado de la puerta.
"Pap, yo no estoy bien?" Mora poda or la ansiedad en la voz de Sheniera.
"De qu ests hablando? No que ya no ests sintiendo ms el dolor? TouloObasan dice que vas a estar bien ahora".
"Estoy mejor? No hay nada de malo en mi pecho?"
"S, y dentro de un rato incluso el moretn en tu pecho se desvanecer. Estars
mejor porque no te rendiste. Eres una buena chica".
Sheniera y Gunner luego se alejaron de la puerta, al final del pasillo. Y cuando ellos,
quienes dejaron atrs Mora, ella en silencio solloz mientras miraba sin decir nada.

#
Despus de eso Toulo dej un nmero de medicamentos atrs y abandon el
templo principal. Mora trat de impedir que saliera, pero Gunner la detuvo. No
haba nada que pudiera hacer, incluso si se quedaba. Adems, como la Santa de
Medicina tena la obligacin de salvar a las personas que sufran en todo el mundo.
Mora luego dej sus deberes como jefe del templo a su marido y se encerr a s
misma dentro de su habitacin. Y pareca que Sheniera estaba preocupada de que
esta vez fuera su madre quien se haba puesto enferma.
Sin embargo, tres das despus de la partida de Toulo recibieron una carta de ella.
"Urgente" fue escrito en la portada de la carta, con la condicin de que nadie ms
que Mora se deba permitir ver el contenido de la carta.
En su habitacin desprovista de otras personas, Mora ley la carta. Primero sus
emociones se convirtieron en miedo, pero luego cambiaron a ira.
#
"Qu cosa ha pasado, Mora?"
Estaba en el medio de la noche, cinco das despus de cuando Mora haba recibido
la carta de Toulo. Una Santa estaba de pie delante de Mora, pero no estaban en el
saln del templo principal. Su ubicacin era un pequeo y viejo castillo a dos das
del templo a travs de un coche llevado por caballos.
No haba nadie en el interior del antiguo castillo o el rea circundante. Incluso el
cochero estaba manteniendo las distancias. Era un lugar fro y tan quieto como la
muerte.
"Ah esto es tedioso. Quiero beber. Si tiene negocios vamos a darnos prisa y acabar
de una vez".
Despus de decirlo la mujer se pein una mano por el pelo teido de rojo. Llevaba
un hermoso vestido y maquillaje llamativo, que no eran muy similares a los de una
Santa. El hedor alcohlico de una resaca se deriv hacia Mora. Era una mujer
hermosa, pero ella pareca ser una perezosa.

Su nombre era Marmanna Keynes. Ella era la santa de las Palabras.

"Fue terrible de m el venir de repente hacia ti. Te pido disculpas por mi rudeza."
Mora inclin la cabeza.
"Hay algo que he querido preguntarte desde hace mucho tiempo. Puedo?"
"Qu es?"
"Por qu no envejeces? Cmo preservas tu juventud?"
"Por el consumo de verduras y no quedarme hasta tarde."
"Bueno... no tienes esperanza."
No importa de todos modos, pens Mora.
Marmanna era una Santa otorgada con el poder del Dios de las palabras. Era
probablemente seguro decir que incluso entre las 78 santas haba algunos que
consideraban su poder como una hereja. Sin embargo, a pesar de que no tena
absolutamente ninguna utilidad dentro de la batalla, era muy til.
El poder de la Santa de las palabras podra impedir que la gente mintiera y que la
gente siguiera promesas. A uno no se le permita romper una promesa hecha con
Marmanna porque si lo hicieran no habra reparaciones adecuadas para pagar. Era
una suerte que nadie poda huir. De hecho, incluso si Marmanna muriera la persona
todava tendra que pagar la reparacin. No importa qu tipo de capacidad de un
santo poseyera, o qu tipo de capacidad de un Kyoma tuviera, no podan anular el
poder de la Santa de las Palabras.
El poder haba sido utilizado por generaciones, y en el pasado las mujeres
anteriores que tenan el ttulo de santa de las palabras haban estado presentes en
las transacciones que involucran la realeza, aristcratas y empresarios importantes.
"Bueno, una cuestin por la que me llamas probablemente no es una buena. Es un
acuerdo entre bastidores? O quieres que selle la boca de un amante adltero".

"... Es una negociacin secreta. Quiero solicitar tu garanta de que estos tratos son
un xito. Sera un gran problema para m si las promesas se rompieran ms
adelante".
Marmanna sonri.
"En serio? Un acuerdo de trastienda de la alta moral Mora-sama? Sea lo que sea,
esto va a ser divertido".
"Mi hija ha sido tomada como rehn. Voy a ir a negociar con el responsable".
La carta haba sido entregada a la residencia de Mora con el nombre de Toulo, pero
el contenido haba revelado que haba sido enviada por la persona que haba
plantado el parsito dentro de Sheniera. Le haban indicado una fecha y hora y
exigan que Mora viniera a este viejo castillo. Y si Mora no cumpla la letra aada
que la vida de Sheniera terminara.
"Qu? Sheniera-chan fue secuestrada? Hahahah" Marmanna ri maliciosamente.
Mora la fulmin con la mirada, pero Marmanna no fue perturbada en lo ms
mnimo. As que entonces inst a la Santa de las palabras a caminar con ella en el
viejo castillo. La otra parte de la negociacin estaba all esperando.
"No es ese mocosa slo algo que diste a luz? Debo decir que me pregunto cual es
el gran problema".
"Si tuvieras un nio lo podrias entender. Y si no, entonces para el resto de tu vida
nunca lo sabrs".
"Pero hay una gran cantidad de padres que no lo saben aun despus de dar a luz."
Mora no dijo nada a su respuesta y en su lugar cambi de tema. "Tambin llam a
Welynn, pero ella no poda hacerlo."
"Welynn? Qu piensas al llamar a esa idiota?"
La santa de la sal fue una de las santaas que Mora haba instruido hace un mes. Era
experta en combate a corta distancia, y ella podra utilizar su poder para ahuyentar
y purificar venenos y presencias malignas.

"Puedo depender de ella como un guerrero. Y como persona."

"... Oye, por casualidad la otra parte ser alguien peligroso?" La cara de
Marmanna se puso rgida.
"Nos estamos acercando al punto de encuentro. Entiendo que no puedes sentirlo,
pero la presencia ante nosotros parece ser un enemigo poderoso".
En la parte ms central del castillo por fin llegaron a un lugar que pareca la sala del
trono del rey. Un sonido extrao, como algo que estaba haciendo eco al mascar
estaba saliendo desde la habitacin. Pero no sonaba como una alimentacin
humana. Ms bien, pareca venir de un animal o algo mucho ms repulsivo.
Alguien estaba teniendo una comida, con una rugosidad de un glotn.
Finalmente las dos encontraron la fuente del sonido que sentada en el trono en
ruinas. Haba basura esparcida por todo alrededor del trono, como los pies y las
plumas de un ave pequea, higos medio comidos, avena cruda y ancas de rana. En
el asiento haba un solo gran Kyoma mordiendo una cabeza de jabal recin
cortado. Y justo ante sus ojos el Kyoma coloc toda la cabeza en su boca en un
instante.
Tena la cabeza de un lagarto, pero el cuerpo de una bestia. Y tres alas extendidas
de su espalda. A travs de su intuicin Mora supuso que era el autor de la carta,
Tgurneu.
"Hola."
"Tgurneu, supongo. Eres un ser muy vil", Mora dijo mientras miraba a Tgurneu y lo
vio chupar sus palmas.
"Eso es grosero. Est en mi naturaleza ser un comensal pesado. Voy a morir de
hambre en algn momento si pierdo alguna de mis comidas. Pero espera un
momento mientras yo limpio".
Ya fuera de los buenos modales o no, Tgurneu comenz a recoger todos los restos
de la planta y las puso en una bolsa que llevaba. Luego, cuando termin, se acerc
a las dos mujeres.

"Es un placer conocerte, Mora. Mi nombre es Tgurneu. Yo soy el seguidor de la

parte superior del gran Majin".
Toc la mano en su pecho en un saludo respetuoso. Aunque su cuerpo era muy
diferente de un ser humano, se mostraba a s mismo y se mova de una manera
muy parecida a la humana. Era un espectculo insoportablemente espeluznante.
"....Aha, Ahaha, Mora esto es un poco sorprendente", dijo Marmanna, aunque su
voz temblaba.
"Disculpa, pero quin es esta hermosa persona?", Pregunt Tgurneu.
"Ella es Marmanna la Santa de las Palabras. Estoy confiando los tratos comerciales
con ella".
"No te dije que tenas que venir sola?"
"Tu carta no dijo eso."
Tgurneu se encogi de hombros. Luego se inclin ante Marmanna de la misma
manera que haba cedido ante Mora.
"Bueno, eso est bien. Nunca es un problema estar cerca de una mujer hermosa,
no importa cuntas veces suceda".
"... Aj, estoy siendo admirada por un Kyoma."
Tgurneu se acerc a Marmanna y extendi su mano. Aunque Marmanna pareca
estar preguntndose qu estaba pensando, ella aun as le tom la mano y se inclin
tal como los modales dictaban.
"A partir de ahora vamos a comenzar las negociaciones, pero Marmanna
promteme una cosa. No vas a decirle a nadie sobre lo que hablamos aqu hoy".
"Naturalmente. Si este tipo de historias fueran a ser filtradas a los dems causara
un gran revuelo", dijo Marmanna, y entonces ella activ su habilidad como la Santa
de las Palabras.

Una pequea bola de luz surgi desde la punta de su dedo ndice. Luego se seal a
s misma y comenz a hablar. "Me comprometo al Dios de las Palabras. No voy a
hablar de lo que suceda en este lugar hoy a cualquiera. Si rompo este juramento,
estar bien que yo muera".
La bola de luz luego vol en el pecho de Marmanna, completando la promesa.
Ahora, ni siquiera por s misma Marmanna podra deshacerlo.
"Tgurneu, hars la promesa as? No vas a hablar de lo que pas aqu a los seres
humanos, Kyomas o El Majin. No te importa verdad?"
Si lo que ocurriera en ese lugar fuera expuesto al mundo sera el final de Mora. Ella
sera expulsada del templo principal y probablemente perdera su calificacin como
la santa de las Montaas. Y en cuanto a la familia de un criminal que se ocup de
un Kyoma, su marido y su hija probablemente tambin seran perseguidos.
"Eso est bien", inesperadamente Tgurneu acord rpidamente.
"Si yo no lo prometo, probablemente no llegaras a hacer un trato conmigo. Y no
me has visitado por ninguna razn distinta".
Marmanna produjo una bola de luz y Tgurneu hizo su contrato. La luz luego entr
en el pecho y se termin el contrato. El poder de la Santa de las palabras tambin
qued en el Kyoma. Era un hecho comprobado por un experimento llevado a cabo
hace dos aos en un Kyoma capturado.
"Bueno Mora, no vas a hacer la promesa tambin?"
"Es eso necesario?"
"... Bueno, supongo que eso est bien." Tgurneu se encogi de hombros. "As que,
vamos a comenzar las negociaciones? Tal como ustedes saben, uno de mis
subordinados ha producido un parsito que ahora se anida en el corazn de su hija.
No hay forma de eliminarlo al menos que no sea yo el que lo destruya.
"Con un chasquido de mis dedos su hija estara experimentando el sufrimiento del
infierno, que luego provocara su muerte. Hasta el momento slo ha conocido la
punta de ese sufrimiento".

Los diez das de infierno que Sheniera haba sufrido. Tgurneu colgaba que la
memoria frente a Mora como una amenaza, causando que la ira vertiginosa hirviera
en su interior.
"Sin embargo, reljate Mora. No quiero matar a la adorable Sheniera. Si escuchas
mi peticin y luego Sheniera absolutamente quedar a salvo. Y tan pronto como d
la orden para que se destruya a s mismo, el parsito se desvanecer".
"Cul es tu demanda?"
"Hace falta decirla? Slo tenemos un deseo".
Tgurneu abri los brazos de par en par y comenz a usar el lenguaje corporal y los
gestos como un mal actor mientras l continuaba. "Cuando el Majin despierta los
seres humanos y los Kyomas se enfrentarn por tercera vez en nuestra historia. Y el
momento de la batalla decisiva ya est a la mano".
"El estado de tus demandas."
"Mora. Quiero que mates a los Hroes de las Seis Flores".
"Me niego", Mora respondi en un instante.
Por un momento Tgurneu se la qued mirando en silencio.
"... Oh?"
"Si son derrotados los Hroes de las Seis Flores el mundo se acabar. Y si El Majin
est totalmente curado tanto mi hija y mi marido morirn, lo que hara que
cualquier acuerdo que hag contigo sera sin sentido".
Marmanna mir a Mora con los ojos abiertos.
"Espera un segundo, hablas en serio? No has venido aqu para salvar a Shenierachan?"

Mora no respondi. Ella simplemente se cruz de brazos para ocultar sus manos
temblorosas.
En realidad ella quera aferrarse a los pies de Tgurneu a la vez y rogarle por su
misericordia. Quera gritarle que ella hara cualquier cosa si sera capaz de salvar la
vida de su hija. Pero si ella no poda proteger al mundo entonces ella tampoco sera
capaz de proteger a la hija que amaba.
Tgurneu pens por un momento en silencio. Entonces, por alguna razn comenz a
aplaudir. Cuando se detuvo, sonri y dijo: "Buena respuesta, Mora. Yo haba
pensado que responderas as".
"As que vamos a continuar las negociaciones. La noche an es larga. Y tenemos un
montn de tiempo para hablar." Tgurneu trajo dos sillas del lado del trono. A
continuacin, se las recomend a Mora y Marmanna y l mismo se sent entre los
escombros del castillo.
"Mora, entiendo que viniste aqu con el fin de salvar a tu hija. Esto significa que
viniste aqu para negociar un acuerdo. Por lo que es necesario para nosotros el
hablar".
Despus de dudar un rato, Mora se sent en la silla. Y aunque Marmanna tambin
estaba confundida, ella tambin se sent.
"Si tienes otra peticin tengo la intencin de cumplir. Y si es mi vida la que deseas
voy a presentarla a la vez. Sin embargo, tomar las vidas de los hroes es algo que
absolutamente no har".
"Ya veo. Pero yo no necesito tu vida." Tgurneu se ri misteriosamente. "Yo declaro
Mora. Absolutamente te har matar a los hroes de las Seis Flores".

Captulo Dos: Parte Dos.

Nunca me imagin que esto pasara, Adlet pens cuando Tgurneu carg
directamente hacia l. Su ataque explosivo inicial desde debajo de la tierra haba
tomado a Adlet por sorpresa. Pero lo que le sorprendi an ms fue la idea de que
uno de los comandantes enemigos lanzara un ataque sorpresa contra ellos en
persona. "Vaya, me haba olvidado." Tgurneu de repente se detuvo. Los que sus
ataques haban sido esquivados por Tgurneu rodearon al Kyoma y prepararon sus
armas. Pero Tgurneu no fue perturbado en absoluto y con una sonrisa, comenz a
hablar. "Bueno, no deberan ser tan impacientes Hroes de las Seis Flores. No hay
algo que deben hacer antes de que peleemos?"
"De qu ests hablando?"
"Los saludos. Cuando conoces a una persona se dice, 'hola'. Cuando se despiden
dicen, 'adis'. No son los saludos el primer paso para una vida brillante?"
Adlet no entenda lo que estaba diciendo Tgurneu. Claro, l entendi el significado
de las palabras, pero no pudo captar la intencin del Kyoma. Sin embargo, al lado
de Adlet Hans asinti rpidamente.
"Hola, miau".
"Ese es Hans cierto. Hola a ti tambin. Pues bien, vamos a empezar?"
Tgurneu abri la boca y mir hacia el cielo. No podan or su voz, pero estaba
gritando algo. l estaba enviando un comando a los Kyomas utilizando una
frecuencia particular que nadie, excepto los Kyomas podan or.
"Los refuerzos fueron llamados", dijo Fremy.
Desde ms all de la loma y el noroeste dbilmente podan or las voces de los
Kyomas haciendo eco a su manera. Fue en ese momento cuando Adlet finalmente
se dio cuenta de la razn de la ausencia de los Kyomas en el valle: era para que
pudieran montar su fuerza militar para una emboscada.
"Esto es malo, Adlet. Qu debemos hacer?", Pregunt Fremy.
"No es obvio? Disprale ahora! Ataca de una vez!" Mora grit cuando ella
comenz a lanzarse hacia Tgurneu, quien en el momento pareca tranquilo y

perfectamente integrado. Sin embargo, ninguno de los otros sigui la carga de

Mora.
"Por qu estn dudando?" Pregunt Mora, de repente detenindose y saltando de
nuevo.
"Ven Adlet. Qu esta mal? No hemos de disfrutar de matarnos unos a otros?"
Sonriendo, Tgurneu dio un paso ms cerca de Adlet.
Adlet no saba qu hacer. El rea pronto estara rodeada, Tgurneu podra estar
preparando algn tipo de trampa, y encima de eso Adlet no saba cmo actuara el
sptimo.
Normalmente Adlet habra decidido atacar sin dudarlo. Atro le haba enseado que
no deba luchar en el propio terreno del enemigo.
Pero por el momento Adlet no estaba pensando racionalmente.
"Chamo! Hans! Goldof! Mantengan afuera a los refuerzos provenientes del
noroeste!" Adlet grit, agarrando su espada en la mano derecha.
"Fremy, respaldanos desde lejos! Mora, Rolonia, y yo..." Adlet tom una bomba de
humo de un cinturn en la cintura, la lanz hacia los pies de Tgurneu y luego corri
hacia adelante a travs del humo.
"Ir tras Tgurneu."
Todo el mundo se mova de forma simultnea. Chamo meti la hierba de cola de
zorra por su garganta y vomit a los llamados Jyuma dentro de su estmago.
Entonces Hans y Goldof corrieron junto a los Jyumas hacia el noroeste.
Fremy salt hacia atrs, prepar su rifle y apunt a Tgurneu. Su papel era para nada
ms que de ataques de apoyo. Mientras tanto, Mora rode por detrs a Tgurneu
cuando Adlet lo atac desde la direccin opuesta.
"Bien, bien", dijo Tgurneu. "Yo haba pensado que intentaran eso."
El brazo de Tgurneu se extendi a travs del humo y trat de golpear a Adlet, pero
se tir al suelo y evit el ataque. Adlet entonces bloque el ataque siguiente con su

espada y el choque del impacto hizo que los huesos en su brazo se entumecieran.
Haba una brecha inmensa, tanto en su poder y sus velocidades. E incluso el humo
de Adlet haba sido ineficaz.
Mora luego trat de hacer caer su puo blindado sobre el hombro de Tgurneu. Sin
embargo, el Kyoma esquiv el ataque con slo moviendo la parte superior del
cuerpo. Flexiblemente, lo esquiv sin esfuerzo, eran claramente los movimientos de
alguien que haba estudiado las artes marciales. Uno tras otro Mora trat de
golpearlo con sus puos, pero ninguno de los golpes, incluso llegaron a estar muy
lejos de darle a Tgurneu.
"Da un paso atrs Adlet! T no eres rival para l!" Mora grit.
Pero Adlet lo haba sabido desde el principio. Si se enfrentara a l directamente, no
importaba lo mucho que luchara, no sera capaz de tener una oportunidad. Sin
embargo, fue por ese tipo de oponente por el que Adlet haba llegado tan lejos para
pelear.
Mientras que su siguiente ataque tena el poder de matarlo, Adlet par el golpe con
el hombro blindado. Su aliento fue atrapado en su pecho y sus huesos crujan. Pero
entonces, en ese momento Adlet lanz un arma secreta que haba estado
ocultando en su mano izquierda hacia el brazo de Tgurneu.
Fue una manilla conectada a una larga cadena. Las pas en el borde del accesorio
de metal se incrustaron en la carne de Tgurneu y al mismo tiempo un alambre
envuelto robustamente se apret alrededor del brazo de Tgurneu.
"Muu", Tgurneu gimi.
Adlet luego envain la espada y agarr la cadena con las dos manos. Tir el brazo
izquierdo capturado de Tgurneu con toda su fuerza, derribando el equilibrio y
provocando que su rostro recibiera directamente el golpe de Mora.
"Ya veo. As que tienes la intencin de restringir mis movimientos", Tgurneu dijo
mientras tir la cadena con una fuerza increble. Al darse cuenta de que no poda
mantenerse firme, Adlet salt rpidamente hacia adelante. Y cuando Tgurneu
levant su brazo izquierdo, el cuerpo de Adlet fue levantado en el aire como un pez
en un anzuelo.

"Cuidado!" Fremy grit.

Tgurneu lanz un ataque hacia su blanco en el aire y Adlet apenas logr parar el
golpe con la losa de hierro formada en el tacn de su zapato. Un dolor feroz se
precipit a travs de su tobillo y hubo un sonido un poco desagradable, pero Adlet
no se solt de la cadena.
Aunque el brazo izquierdo de Tgurneu haba sido capturado por la cadena, la
herramienta de Adlet haba sido en gran medida ineficaz de restringir a Tgurneu. Sin
embargo, los movimientos de Tgurneu eran de hecho un poco ms lentos.
Aprovechando la ligera apertura en sus defensas, Mora balance su puo hacia el
Kyoma y Fremy dispar su rifle. Pero desde que Adlet estaba aun tirando de la
cadena, sus movimientos fueron lentos y poco evasivos, lo que resulto en el puo
de Mora rozando su cara y la bala de Fremy perforando su hombro.
"No lo dejes ir Adlet!" Fremy grit mientras carg otra bala en su rifle.
"Yo voy a poner todo lo que tengo sostenindolo. Ustedes dos acaben con l!"
"Bien Adlet! Retenlo as!" Mora bloque el puo de Tgurneu con la mano armada,
y trat de contrarrestar con un golpe de su propio puo. Pero entonces un chillido
inhumano reson en todo el campo de batalla.
"No hables no eres nada ms que un pedazo de mierda sucia de Kyoma no dejar
que te salgas con la tuya contra Adlet!"
Tal como Adlet tir de la cadena, mir alrededor de la zona, preparndose para un
nuevo enemigo. Poda ver que incluso Fremy haba automticamente girado su rifle
apuntando en la direccin de la voz. E incluso los ojos de Tgurneu se haban
ensanchado.
"Yo te mostrar tus entraas voy a arrancarle las entraas a este sucio Kyoma y
mostrrselas a ustedes." Fue Rolonia, hablando increblemente rpida sin respirar;
lanzaba palabras maliciosas y asesinas.
Rolonia, quien haba estado observando la batalla desde lejos, ahora estaba
agarrando el ltigo a su lado. A continuacin, lo levant en el aire con las dos

manos y cuando lo hizo girar, el ltigo de metal de 30 metros se retorci como un

ser vivo. La punta del ltigo casi no poda ni siquiera ser vista por el ojo desnudo.
Tgurneu inclin la parte superior del cuerpo y evit el ltigo, pero la punta le roz
ligeramente el pecho.
Al siguiente momento una gran cantidad de sangre brotaba desde su pecho. Era del
mismo rojo como la sangre humana.
"Guu." El gruido fue el primer sonido de dolor que haba salido de la boca de
Tgurneu
Adlet saba sobre el poder de Rolonia. El ncleo del ltigo haba sido empapado con
su sangre y corra a travs de toda el arma. Y mediante el uso de esa sangre poda
hacer el movimiento del ltigo de una manera que un ltigo normal no poda.
Y encima de eso, ese ltigo forzaba a salir la sangre de cualquier oponente que
tocaba.
"De ninguna manera", Adlet murmur. Rolonia haba madurado en una forma que
estaba muy lejos de lo que haba esperado Adlet.
"La sangre no se detendr. Mustrame tu interior. Mustrame tus entraas. Voy a
masticartelas." Rolonia continu pivoteando su ltigo con una mirada en su cara
que pareca sugerir que ya no era la compaera con quien haban estado viajando y
que ya no quera correr.
Mientras tanto Adlet fue lanzado desesperadamente hacia Tgurneu. La fuerza de
sus brazos fue abrumadora y Adlet simplemente no poda comparrsele. Sin
embargo, Adlet supo tirar de la cadena en el momento oportuno. Si Tgurneu tirara
de la cadena aflojaba su agarre, y si Tgurneu lanzaba su energa Adlet tiraba en la
direccin opuesta. Cmo capturar a alguien con una cadena era otra de las
habilidades que Atro le haba enseado.
Tgurneu trat de quitarse el grillete incrustado en el brazo izquierdo, pero Fremy le
dispar y le impidi tener xito. Y en esa apertura Mora conect un golpe rpido
que envi a Tgurneu volando hacia atrs.

Adlet gru mientras el ltigo de Rolonia rasp su odo, pero no poda dejar de lado
la cadena. A medida que giraban en el aire y luego cayeron por el suelo, Adlet
continu colgando. Slo esperaba que Rolonia todava tuviera suficiente sentido
comn para evitar matar accidentalmente a su propio aliado.
El suelo era de color rojo con toda la sangre que brotaba de Tgurneu. Realmente
podemos derrotarlo como est? Pens Adlet.
A continuacin, un solo disparo son en todo el campo de batalla y Rolonia detuvo
se balancear su ltigo. Fremy le haba disparado a Rolonia. La bala no haba la haba
golpeado, pero pas por sus ojos.
"Qu ests haciendo, Fremy?!" Adlet grit sin pensar.
"Estabas en peligro", Fremy dijo mientras carg otra bala en su rifle.
Agarrando su ltigo con las dos manos, Rolonia mir a Fremy. Y por un momento
pareca que haba un riesgo de que Rolonia la atacara, pero luego volvi la mirada
asesina de nuevo hacia Tgurneu.
"Oh, los desacuerdos entre amigos son duros. Qu demonios podra estar pasando
con todos ustedes?", Dijo Tgurneu, pretendiendo hacerse el tonto. Aprovechando la
pausa en los ataques, trat de quitarse el grillete de su brazo izquierdo, pero Fremy
dispar una bala en la mano derecha.
"Adlet, no bajes la guardia. No sabemos quin es el enemigo," Fremy dijo mientras
preparaba su rifle. Adlet poda decirlo con slo mirarla que a pesar de que estaba
apuntando a Tgurneu, ella tambin estaba observando cuidadosamente tanto los
movimientos de Mora y Rolonia.
"Soy el hombre ms fuerte del mundo. No necesito proteccin. Concntrate en
matar a Tgurneu".
"Eso es correcto Fremy. Abstente de movimientos descuidados", aadi Mora, sin
embargo, sus palabras tambin parecan sugerirle que ella estaba viendo a Fremy
tambin.

Adlet apret los dientes. Observando a Fremy slo en su camino. Por otro lado, si se
tratara de la guardia entonces ellos no sabran lo que el sptimo estaba haciendo. Y
el hecho de aquella cuestin era que Adlet todava no saba quin era el sptimo, y
una vez ms senta la dificultad de esa situacin.
Por el momento, la batalla consisti en cada uno de ellos mirandose el uno al otro y
en busca de una apertura para atacar. Adlet estaba de pie delante del contenido
Tgurneu, Mora y Rolonia se acercaban por ambos lados, y Fremy estaba detrs de
todos ellos, esperando a ver qu pasaba.
"Mata, Mata, Mata, Mata, Mata," Rolonia repiti mientras se acercaba poco a poco
hacia el Kyoma.
Pero entonces Tgurneu dijo de repente, "me doy por vencido. Comet un error. No
era mi intencin atacarlos a todos por sorpresa".
Nadie le respondi.
"Sal de la tierra y me di cuenta de que estaban sorprendidos, pero yo no haba
pensado que todos ustedes luego conspiraran contra m." Tgurneu luego comenz
a rer. "Qu piensas? Fue mi broma de ahora graciosa?"
"... Fue horrible", dijo Mora.
"Hmm. As que fue aburrida. Los chistes humanos son difciles".
Tgurneu luego puso la mano en la barbilla y en ese momento exacto Rolonia grit y
comenz a girar su ltigo de nuevo. Al mismo tiempo, Fremy dispar una bala en la
espalda de Tgurneu.
Los dos y Mora atacaron a Tgurneu todos a la vez, mientras que Adlet, a riesgo de
su propia vida, continuaba aferrndose a la cadena.
Era probablemente seguro decir que estaban ganando la lucha. Sin embargo,
Tgurneu nunca dej caer su actitud despreocupada.
Adlet mir por encima de las colinas al noroeste. Los Jyumas de Chamo haba
asumido formaciones de batalla y se reunan contra la carga de los Kyomas. Kyomas

volando tambin se fueron acercando, pero Hans lanz sus espadas en el aire y los
tal. Y Goldof haba saltado en el centro de los enemigos, cortando a los Kyomas
viniendo de cada direccin en pedazos. No haba ninguna seal de que su defensa
se desmoronara.
Mientras que esquivaba el ltigo de Rolonia Tgurneu dijo, "No debes actuar as
Rolonia. Las palabras vulgares bajarn el valor de tu corazn". Luego tir de la
cadena y le habl a Adlet. "Con que este grillete se hizo as. Despus de todo tu
trabajo duro, no vas a soltarme?"
Una gran cantidad de sangre se haba derramado desde l y su cuerpo estaba
siendo despedazado. Sin embargo Tgurneu no detuvo su charla frvola.
Adlet no poda averiguar cules eran sus intenciones. Pareca como si fuera a ser
asesinado.
Fremy luego se traslad detrs de Adlet y tranquilamente dijo, "... Incluso si
luchamos como ahora no vamos a ser capaces de ganar."
Mirando fijamente a Tgurneu, Adlet no respondi.
"Para derrotar a Tgurneu necesitaremos, como mnimo, cinco veces el poder de
este ataque."
Adlet se sorprendi. Haba pensado que estaban ganando, pero en realidad no
estaban ms que en un punto muerto.
"Si seguimos luchando como ahora podemos ser capaz de ganar. Pero justo antes
de que ocurra el sptimo definitivamente atacar. Pueden lanzar un ataque
sorpresa que terminar matandoted, o pueden atacarte y fingir que haba sido un
fuego amigo".
Fremy mir hacia el noroeste.
"O puede aspirar contra Hans o Chamo y..."
Mora y Rolonia estaban cerrando gradualmente la distancia entre ellas y Tgurneu.
Sin embargo, Tgurneu siempre estaba preparado para sus ataques sin perder nunca
la sonrisa.

"No es un problema. Seguiremos luchando".

"..."
"Reljate. Puedo ver un camino para que ganemos".
Adlet tena un plan secreto, y l no estaba ocultndoselo solo a Tgurneu, sino que
tambin a Fremy, Mora y Rolonia.
Tena un arma mortal integrada en el hombro izquierdo de su armadura. Era la
ltima arma secreta que su maestro Atro le haba transmitido hace
aproximadamente medio ao. Atro la haba llamado su mayor obra maestra, un
arma que podra matar a cualquier Kyoma en un solo golpe.
Colocando toda su energa en restringir a Tgurneu no era nada ms que la base
para esa arma definitiva. l hara que Fremy, Mora y Rolonia se centraran en ver los
ataques de Tgurneu. Luego, cuando hubiera una oportunidad, realizara su golpe
final.
Adlet no se perdera el momento en que los movimientos de Tgurneu se retrasaran
y su atencin se apartara de Adlet. As que por el momento Adlet estaba esperando
esa oportunidad.
Mora y Rolonia se estaban acercando. Y as como l se apoder de la cadena, Adlet
estaba esperando la oportunidad de saltar sobre Tgurneu.
Pero entonces, en ese momento, Tgurneu dijo: "Te voy a decir una cosa buena."
Se los haba tomado por sorpresa. Y los tres se detuvieron sin pensar en ello.
"Adlet, pues creer que el que haya venido a luchar slo contra todos ustedes puede
ser una especie de trampa. Sin embargo, te equivocas. Vine directamente para
matarlos a todos".
"... No le hagas caso", dijo Fremy.

"En cualquier momento ahora voy a empezar a hacer un esfuerzo serio. Y entonces
voy a usar mi carta de triunfo".
Cul es su planificacin?, pens Adlet. Si realmente tena la intencin de utilizar
una carta de triunfo, entonces no tendra que decirlo. Tena algn tipo de objetivo,
o era simplemente un engao?
Entonces una transformacin extraa sucedi en el pecho de Tgurneu. Su carne
comenz a retorcerse como si tuviera pulso entonces form una boca de anfibio
gigante.
Tgurneu meti la mano derecha en la boca en su pecho. Y en ese momento Adlet y
los dems se movieron. El ltigo de Rolonia se balance hacia abajo por su cuello y
Fremy dirigi sus balas en la nueva boca. Pero a pesar de que su brazo izquierdo
todava estaba conectado a la cadena, Tgurneu esquiv los ataques como si
estuviera bailando.
"Por favor, presten mucha atencin. Esta es mi carta de triunfo".
Tgurneu sac su mano derecha desde la boca en su pecho. Sostena una fruta de
figura gigante. A continuacin, mordi la fruta y dijo: "Eleg las cosas mal."
Fremy dispar una bala en la cabeza de Tgurneu, hacindole tambalearse hacia
atrs, mientras que mantena la figura, Mora luego salt sobre l y lo golpe
repetidamente en los lados. Y el ltigo de Rolonia le golpe el hombro y la sangre se
derram. Sin embargo Tgurneu simplemente se ri y se defendi.
"Esperen, esperen por m. Permtanme usar mi arma secreta
Aunque Tgurneu fue restringido por la cadena, Adlet tena un presentimiento
misterioso que no le deban dejar utilizar su supuesta carta de triunfo. Si ellos no lo
podan parar antes de ese entonces las cosas se pondran muy mal. Busc un
momento en el que podran utilizar su propia arma secreta en la armadura de su
hombro.
Pero su impaciencia cre una abertura. Al ver a Adlet liberando el poder de su
brazo izquierdo, Tgurneu tir de la cadena tan fuerte como pudo en la direccin
opuesta. Y en el momento Adlet se tambale, Tgurneu mordi a travs de la

cadena. Su poder era diferente del que era antes. Hasta ahora no haba mostrado
su verdadera fuerza.
"Mierda!"
Tgurneu hizo un salto gigante y se escap desde su crculo a su alrededor. Cuando
aterriz empez a lanzarse hacia los refuerzos al noroeste.
Era terriblemente rpido; ya fuera a la par con Hans o incluso ms rpido. Adlet
intent detener a Tgurneu con sus cuchillos para lanzar, pero sus intentos no le
frenaron ni un segundo.
"Ahora es el momento de usarlo."
Tgurneu nuevamente meti la mano en la boca en el pecho y sac una serie de
explosivos del tamao de uvas. Y mientras corra l las arroj hacia el cielo.
En el borde de la loma Hans, Goldof y Chamo mantenan afuera a los refuerzos. El
nmero de Kyomas que haban aparecido no era muy grande. De hecho, se trataba
de 300, quienes eresn menos del 30% de todas las fuerzas de los Kyomas.
La batalla fue as. Pero a pesar de la diferencia en nmeros, los 70 Jyumas estaban
frenando a los Kyomas. Si Tgurneu se uniera a la batalla se rompera el equilibrio de
la lucha a la vez.
"Hans! Goldof! Cuidado con el ataque de Tgurneu!" Adlet grit.
Pero antes de que pudieran responder, las bombas que Tgurneu haba arrojado,
explotaron delante de sus rostros. A travs del humo se poda ver una lluvia de
polvo de plata que brillaba debajo de los Jyumas. Un instante despus se oy un
sonido ardiente, que fue seguido por el humo blanco que comenz a levantarse de
los rganos de los Jyumas.
"... Eh?" Chamo murmur. Pero entonces los Jyumas comenzaron a gritar y
retorcerse de dolor en el suelo.
"Miau, qu es esto? Ahh".

Hans apret sus manos hacia los ojos. l, los Kyomas y los Jyumas estaban todos
cubiertos en la misma cantidad del polvo de plata. Sin embargo, los Kyomas no
mostraban ningn signo de sufrimiento.
"Qu es esto?! Todos! Que pas?! Sigan atacando!"
Chamo estaba en estado de pnico y abraz a uno de los Jyumas cerca de ella. Al
mismo tiempo, los Kyomas en la zona se prepararon un ataque en toda regla. Y
encima de eso, Tgurneu corra derecho hacia ella.
"Hans! Goldof! Protejan a Chamo!" Adlet grit y los dos se precipitaron de
inmediato a su lado y atacaron a los Kyomas viniendo a atacarla. Y Fremy dispar
desde detrs de l, golpeando a Tgurneu en las piernas y deteniendo su carrera.
Mora y Rolonia entonces persiguieron y atacaron a Tgurneu para proteger a Chamo.
En un instante, la batalla se convirti en una reyerta. Y ahora los Jyumas de Chamo
ya no podan atacar, los Kyomas comenzaron a atacar a los hroes por todos los
lados. Y mientras las Flores evitaron desesperadamente sus ataques, tambin
tuvieron que defenderse de los ataques de Tgurneu.
Chamo, sin embargo, fue la nica que no se movi. Ella simplemente estaba
congelada en el lugar mientras vea a los Jyumas retorcindose en el suelo.
"Chamo! Contrlate!" Adlet grit mientras la protega del Kyoma aproximndose.
Pero Chamo no pareca haber odo lo que le haba dicho. Ella no pareca ser capaz
de ver la situacin a su alrededor. Ella slo se aferr a una babosa gigante Jyuma y
comenz a limpiar el polvo plateado que se aferraba a su piel.
"Qu es esto?! Hace calor! Hace tanto calor!"
Cuando Chamo limpi el humo del cuerpo del Jyuma tambin comenz a levantar
la temperatura de su cuerpo. En un instante Adlet entendi lo que estaba pasando.
El polvo de plata estaba causando una reaccin de calor producindose.
Haba aprendido de Atro que haba productos qumicos, que cuando los tocaban,
haran un calor extremo. Tal vez las bombas que Tgurneu haba arrojado sobre ellos
haban dispersado polvo qumico. Y puesto que todos los Jyumas de Chamo eran

criaturas de tipo anfibio, el calor sera fatal. La carta de triunfo de Tgurneu fue un
extremadamente poderoso golpe demoledor.
Adlet mir hacia su alrededor y vio a Rolonia rodeada de Tgurneu y los Kyomas. Ella
estaba recibiendo la peor parte de su ataque, mientras que Mora y Fremy trataron
de protegerla lo mejor que pudieron.
"Chamo! Has que los Jyuma ataquen por nosotros! Estaremos aniquilados si no lo
hacen".
"Chamo no puede! Todos estn heridos. Si no se les trata rpidamente van a morir
todos!"
Chamo luego comenz a llorar como una nia. Ella abri la boca y grit: "Uuuh!
Todos! Vuelvan! Vuelvan!"
Y uno por uno los Jyumas cubiertos de polvo de plata fueron absorbidos en la boca
de Chamo. Cada vez que se trag a uno, Chamo gru de dolor. Entonces ella
vomit una secrecin blanca hirviendo. Los Jyumas estaban siendo limpiados del
polvo plateado aferrndose dentro del pantano en su estmago.
"Todo el mundo vuelva! Sern asesinados y destruidos si se quedan as!" Chamo
grit y poco a poco los Jyumas desaparecieron del campo de batalla.
"Chamo! No los guardes!" Adlet grit inconscientemente.
"Cllate!" Chamo trag de nuevo un nmero de Jyumas y vomit la secrecin
blanca.
"Piensa en la situacin! Estaremos aniquilados sin ellos".
"Cllate! Cllate! Cllate! Chamo no se preocupa por eso!"
Tal como Chamo grit y patale en la frustracin, los Kyomas fueron corriendo
hacia ella. Adlet se tens a s mismo para mantenerlos a raya.

"Las mascotas de Chamo estn sufriendo! Son nios lindos y estn diciendo que
estn sufriendo y que les duele! Qu sabes t?! Las mascotas de Chamo estn
sufriendo!"
Todos los Jyumas haban abandonado el campo de batalla y ahora trescientos
Kyoma fueron hacia los hroes de las Seis Flores.
Los hroes haban perdido por completo el control. Los Kyomas que los rodearon
les estaban atacando con todas sus fuerzas. Y Tgurneu haba dejado de luchar y
ahora estaba simplemente observando la batalla desde la distancia.
"Ests en mal estado, no es as, Adlet?", Pregunt Tgurneu. "Todos ustedes
debieron haberse rendido. Deberas haber sabido al menos que no estabas
preparado para esta pelea".
"... Mierda!"
Reduciendo al Kyoma viniendo hacia l, Adlet apunt con su espada hacia Tgurneu.
"Detente Adlet! Estars muerto" Fremy grit, pero ella tambin tena sus manos
ocupadas luchando contra los Kyomas y no le poda ayudar.
"Vuelve! !No eres rival para l!", dijo Mora, pero su advertencia no hizo que Adlet
bajara la espada que haba dirigido hacia Tgurneu.
"Sera mejor si renuncias a este comportamiento impulsivo. Te recomiendo que te
rindas", dijo Tgurneu y luego se ech a rer.
"... T, uaahhh!" Adlet grit y carg hacia Tgurneu. Desde la perspectiva de un
extrao, probablemente se vera como Adlet fue corriendo hacia Tgurneu
atacndolo en una ciega rabia. Estaba claro que no importaba lo duro que Adlet
luchara l no sera capaz de dar un golpe slido en Tgurneu.
Sin embargo, Adlet tena un plan. Su ataque aparentemente imprudente era slo un
acto para hacer que Tgurneu bajara su guardia. Y que sin duda creara una abertura
en la defensa de Tgurneu. Y como si se diera cuenta de su superioridad, el Kyoma
relaj su guardia. l vea como si Adlet hubiera perdido todo sentido racional.

"... Has sucumbido a la desesperacin," Tgurneu dijo mientras extendi su brazo y

lo hizo girar hacia abajo como una espada.
Adlet rod por el suelo, evitando fcilmente el ataque. Entonces inmediatamente
se puso de nuevo en pie y continu su avance.
"Miau! Qu ests haciendo?!" Hans corri hacia Adlet con el fin de protegerlo. Y
por un momento los dos se miraron.
Alguien como Hans debi darse cuenta de que Adlet estaba tratando de arrastrar la
atencin de Tgurneu al actuar como un seuelo. l debi ser capaz de captar lo
Adlet deseaba.
Tgurneu empuj a Adlet a la distancia y se estrell contra el suelo. Tres Kyomas se le
acercaron por detrs, dos de los cuales le restringieron escapar hacia la izquierda o
la derecha. Pero Adlet se puso sobre sus pies, ignor a los tres Kyoma que le
rodearon y apunt con su espada hacia Tgurneu.
"Cuidado!"
En ese momento Hans hizo un gran salto en el crculo de Kyomas. Todo el mundo
pens que probablemente Adlet haba perdido el control de s mismo y que Hans
estaba tratando de ayudarle. Pero Adlet atrap a Hans con sus brazos, que luego los
utiliz como un taburete de paso a paso para lanzarse hacia Tgurneu.
Tgurneu fue cogido por sorpresa. l tom una postura defensiva para tratar de
bloquear la espada de Hans. Pero Hans no estaba tratando de atacarlo.
Hans tena como objetivo el grillete incrustado en el brazo izquierdo de Tgurneu y la
cadena que se extenda desde la punta. An en el aire, Hans envain la espada y
agarr la cadena. Luego, con toda la fuerza de su cuerpo le dio un tirn al metal,
restringiendo el brazo izquierdo de Tgurneu.
Al mismo tiempo Adlet haba lanzado una bomba de humo a sus pies. Los Kyomas
rodendolo dejaron de moverse y en un instante Adlet haba escapado de su
crculo.
Tgurneu intent lanzar a Hans lejos con su brazo derecho, pero Mora corri y lo
tom en sus brazos.

Y tal como Adlet corri hacia Tgurneu, quien tena ambas manas frenadas, sac el
arma secreta integrada en la armadura de su hombro izquierdo.
Era un clavo de unos 20 centmetros de largo. Desde fuera pareca un clavo
ordinario. Sin embargo, la punta de la ua albergaba la sangre de una Santa.
Todo el mundo saba que la sangre de las santas era veneno para los Kyomas. Pero
aparte de la Santa de la sangre fresca no hubo nadie que la utilizara como arma
hasta ahora. Eso fue porque a fin de matar a un Kyoma de nivel superior como
Tgurneu, se podra requerir el uso de una taza grande de sangre. Atro haba logrado
extraer el veneno de la sangre de la santa y cristalizarlo. Y la punta del clavo fue
hecha con aquel cristal de veneno.
Si un Kyoma fuera apualado con ese clavo, el veneno instantneamente correra a
travs de su cuerpo. Curarlo con alguna especie de antdoto o extraerlo del cuerpo
con una cierta capacidad era completamente imposible.
Atro lo haba llamado el Clavo de las santas y la haba llamado su mayor obra
maestra.
Sintiendo el peligro, Tgurneu intent patear a Adlet, pero Adlet se inclin, esquiv
el ataque, y luego dio un paso adelante. Agarrando el Clavo de las Santas con
fuerza, lo clav en el costado de Tgurneu.
Hace ocho aos un Kyoma haba robado su ciudad natal. Su tutora haba muerto,
haba perdido a su mejor amigo y su pacfica vida se haba perdido.
Para matar a ese Kyoma. Esa fue la nica razn por la que se haba vuelto ms
fuerte.
Adlet empuj el Clavo de las Santas a lo ms profundo en el estmago de Tgurneu.
"Lo hice!"
"Perfecto Adlet!" Tanto Mora y Hans gritaron mientras saltaban lejos de Tgurneu.
Entonces un sonido provena de Tgurneu cuando su cuerpo comenz a convulsionar
violentamente, un signo de que el veneno flua a travs de l.

Los sntomas iniciales eran que el sistema nervioso del cuerpo caera en un
desorden masivo y un severo dolor atacara el cuerpo. Despus de eso el Kyoma
perdera todo sentido de equilibrio. Y encima iba a tener alucinaciones, or voces, y
experimentar una prdida de memoria. Lo que se esperaba al final de sus cinco o
diez das de sufrimiento era una muerte segura.
De pie donde estaba, Adlet se qued mirando al Tgurneu convulsionando. Senta
una terrible sensacin de calma. Era una sensacin de paz.
Fue suficiente?, pens Adlet.
"Cuidado!" Mora grit, a Adlet fue brutalmente golpeado en la cara. Y de
inmediato empez a perder el conocimiento sin ningn tiempo para considerar
siquiera lo que haba sucedido.
"Adlet, ests realmente tratando de matarme?"
A medida que su visin se desvaneci, lo ltimo que vio fue a Tgurneu con el Clavo
de las Santas todava en su lado, moviendo con calma el puo.
Captulo Dos: Parte Tres.
Mora haba pensado que Tgurneu estaba acabado. Cuando Adlet le haba
apualado con el clavo en el costado de Tgurneu, pens que por fin haban
conseguido la victoria en sus manos. Tgurneu estuvo violentamente convulsionando
y Adlet trat de comprobar si haba ganado, mirando simplemente a Tgurneu como
si estuviera disfrutando del espectculo.
Pero entonces Tgurneu balance su brazo hacia Adlet como si nada hubiera
sucedido.
"Cuidado!" Fremy grit, pero ya era demasiado tarde. El cuerpo de Adlet gir por
el aire, cay al suelo, y cay a unos 20 metros antes de llegar a una parada
completa.
"Adlet!" Fremy grit con voz desesperada.

"... Qu? Ad-kun?", Pregunt Rolonia, quien haba estado arrojando vulgaridades
a los Kyomas patendolos a su alrededor.
Luego sus ojos se abrieron. Como si el guerrero del balanceo-ltigo hubiera sido
una persona completamente diferente, ella volvi a la chica tmida que haba sido
antes.
Los Kyomas comenzaron a correr hacia el cuerpo cado de Adlet para acabar con l,
pero antes de que pudieran llegar a l Mora salt a su lado y lo levant sobre su
hombro. Sintiendo su cuello, ella verific que sus huesos no estaban rotos y que
an respiraba.
"Hey, est vivo?", Pregunt Tgurneu, con el clavo todava apualado en el costado.
Tranquilamente se acerc a Mora cuando los Kyomas se reunieron alrededor de l
para protegerlo.
La batalla era desesperada. Chamo no poda combatir ms tiempo y haban perdido
a Adlet. Lejos de ser capaces de matar Tgurneu, era probable que todos ellos fueran
aniquilados.
No tenemos ms remedio que utilizar la carta de triunfo, Mora pens mientras
llevaba Adlet.
"Mora, todava tienes la intencin de luchar? Bueno, eso es de esperar supongo".
Mirando a Tgurneu, Mora se prepar para lo que estaba por venir. El retiro no era
una opcin y no podran huir de la oportunidad de matar a Tgurneu.
Mora tena una razn por la que tena que matar a Tgurneu, pero el momento en
que se decidi a tomar medidas Hans apareci delante de ella y se puso en su
camino. Tom el cuerpo inconsciente de Adlet desde Mora y dijo: "Mora. Vamos a
salir de aqu. An no tienes que usarlo".
Hans lo ms probable es que no saba nada de la carta de triunfo. Sin embargo, con
slo mirar la expresin de Mora comprendi que estaba a punto de hacer algo.
La carta de triunfo de Mora era de matarse a s misma junto con Tgurneu.

"Mora, manten a Tgurneu, miau! Goldof traer las posesiones de todos! Aparte
de eso, todo el mundo corra!" Hans grit.
Luego corri, haciando su camino a travs de los Kyomas corriendo hacia l. Cogi a
Chamo quien estaba agazapada y escupiendo alguna sustancia con apariencia de
moco (La secrecin). Luego tanto como pudo con ella y Adlet corri lo ms rpido
que el ojo no poda ver.
"Sultame idiota! Idiota, idiota, idiota! Chamo todava puede luchar!" Chamo
golpe a Hans atrs una y otra vez, pero l no le hizo caso.
"Qu te hace pensar que te dejar ir?" Tgurneu pregunt mientras empezaba a
perseguir a Hans, pero Mora se dio cuenta y le atac desde su lado.
Las palabras de Hans le haban ayudado a Mora para recuperar la compostura. Esta
no sera la nica oportunidad que tendran que matar a Tgurneu. Deban escapar y
recuperar su fuerza.
"Mora, voy a respaldarte.", Dijo Fremy, lanzando una bomba que esparci a los
Kyomas alrededor de Tgurneu.
"Atacar... correr... Cmo?..." sacudida, Rolonia bloque los ataques de los Kyomas
mientras miraba hacia sus alrededores.
"Rolonia! Fuera de aqu tambin! Sigue a Hans!" Mora grit.
Finalmente llegando a sus sentidos, Rolonia sigui en direccin de Hans. Sin
embargo, el montculo estaba completamente rodeado. Rolonia balance su ltigo
y Hans luch contra los Kyomas con los pies, pero los dos no pudieron encontrar
una salida.
"Todo el mundo al suelo!" Grit Fremy y tir bombas por todo el lugar en forma
indiscriminada. Un nmero de Kyomas fueron volados en pedazos, y hasta Rolonia y
Hans resultaron heridos. Sin embargo se las arregl para abrir un pequeo camino
a cabo.
"Mora! Vamos a salir de aqu tambin!" Fremy dispar su rifle hacia Tgurneu, y
teniendo esa oportunidad Mora y Fremy le dieron la espalda y corrieron.

"Vamos directo a las montaas! Corre hasta llegar a La Flor Eterna!"

Mora y los otros escaparon de los Kyomas que les rodeaban y se precipitaron por la
loma. Goldof se uni a ellos con todas sus pertenencias, y todos ellos se dirigieron a
la montaa, que en ese momento estaba tan lejos que pareca un bulto.
"Fremy, t y yo cubriremos el escape", dijo Mora mientras corran.
Tgurneu se acercaba a ellos a una velocidad increble. Y era el trabajo de Fremy y
Mora el mantenerlo a raya.
"No hay necesidad de preocuparse. Yo soy ms hbil en huir de las batallas." Dijo
Fremy y luego prepar su rifle.
#
Mora y los otros continuaron corriendo, distancindose de la loma y dejando el
valle. Sin embargo, su escape no estaba tomando la direccin hacia el continente en
el este sino que ms profundamente en el territorio de los Lamentos de los
Demonios hacia el oeste.
Escapar de la batalla result ser ms feroz que la batalla real. Y la persona que tom
el papel ms peligroso fue Mora, quien estaba luchando en la cola del grupo. Ella
tuvo que defenderse de los ataques de Tgurneu sin dejarle pasar.
"Guu!"
Tgurneu los persegua una vez ms. Y cuando lleg en el rango, Mora tuvo que
saltar a un lado para esquivar su puo. Luego, uno tras otro bloque sus ataques
con sus propios puos blindados.
Ayudandola por detrs, Fremy dispar sus balas hacia Tgurneu pasando por la cara
de Mora. Cuando Tgurneu se inclin hacia atrs para esquivar las balas, Mora le dio
una patada en el estmago y corri. Fremy luego lanz una bomba hacia Tgurneu,
detenindolo en seco.

Fremy no estaba mintiendo cuando dijo que era experta en escapar de las batallas.
Fue precisamente por la asistencia de Fremy que Mora de alguna manera lograra
escapar.
Los hroes que corrian por delante de ellas no estaban teniendo un tiempo fcil.
Una y otra vez Hans y los otros fueron atacados por la emboscada de los Kyomas y
los rodearon. Sin embargo, Rolonia logr bloquear sus ataques.
Cuando salieron del valle pudieron ver una montaa de tamao medio hacia la
distancia con Hans y Goldof ya corriendo hacia ella. Ms all de eso estaba "La Flor
Eterna" y si podan aguantar hasta llegar a ese punto estaran a salvo por el
momento.
El nmero de Kyomas persiguindolos fue disminuyendo gradualmente. Aunque no
se haban distanciado de Tgurneu, los otros Kyomas que haba trado con l estaban
siendo cortados uno por uno.
"Esten atentos!"
Tgurneu salt hacia ellos y cuando aterriz comenz a luchar contra Mora. Ella
contuvo sus muecas con las dos manos y los dos entraron en una lucha de poder.
La fuerza de Tgurneu fue abrumadora e incluso con el poder del dios de las
montaas tom todas sus fuerzas slo para sostenerlo durante varios segundos.
"Mora!" Fremy grit mientras ella vino al rescate de Mora.
Arroj algunas bombas detrs de Tgurneu y sus explosiones lo aturdieron por un
segundo. Rpidamente tomaron ventaja de la oportunidad, Mora lanz a Tgurneu
hacia el lado y reanud su escape.
Tgurneu consigui respaldarse correctmente, pero con una mueca de dolor, se
tambale un poco y no pudo pararse totalmente. Mirando de cerca, estaba claro
que Tgurneu tambin result herido. Haba resistido mltiples ataques de Mora,
Fremy y Rolonia. Y a pesar de que no pareca como si hubiesen sido efectivos, el
clavo arma de Adlet segua apualada en el estmago.
"... Creo que Tgurneu se retirar pronto", dijo Fremy mientras apuntaba su rifle
hacia l. La Flor Eterna estaba probablemente a tan slo unos minutos de distancia.

Sin embargo, los Kyomas fueron esparcidos alrededor y casi ninguno los sigui
despus.
Tgurneu dio una amplia sonrisa y dio un paso gigante hacia atrs.
"Ha sido alrededor de medio ao desde que te fuiste, y parece que has madurado
considerablemente. Estoy feliz."
Fremy no respondi.
"Debi ser solitario, eh Fremy? Y estoy seguro de que debes tener un montn de
cosas sobre que te gustara hablar. Oye, por qu no vuelves con nosotros?
Traicionarte era inevitable. Incluso ahora...".
Fremy dispar una bala en su cara, interrumpindolo. Sin embargo, l cogi el
proyectil con sus dientes y luego la escupi al suelo y se encogi de hombros.
"Pirdete".
"Entiendo cmo te sientes, Fremy. Tienes miedo de que tu resolucin pudiera fallar.
Y est pensando que si continuamos hablando as podras ser persuadida.
Naturalmente eres una nia tan dulce".
Mora observ en silencio mientras que Fremy apret los dientes. Su posicin se
complic. Y, probablemente, los sentimientos que albergaba hacia Tgurneu tambin
se complicaron.
Mientras ella los miraba a los dos mirandose el uno al otro, Mora record los
acontecimientos desde hace una hora antes. Fue antes de que hubieran sido
emboscados por el ataque sorpresa de Tgurneu, cuando ella se haba encontrado
con el extrao Kyoma en el Valle de la Sangre Derramada.
El mensaje escrito en su espalda haba dicho que ella estaba fuera de tiempo. Fue
sin duda un mensaje de Tgurneu.
"..."

Mora quera preguntarle qu haba querido decir con eso. Pero ella no sera capaz
de tener esa discusin mientras Fremy estuviera mirando. Sus compaeros no
deban averiguar sobre el acuerdo secreto que haba hecho con Tgurneu hace tres
aos.
Ni siquiera deberan sospechar que se hubiera producido tal acuerdo.
"Mora, debes irte ya. Estoy preocupada por Adlet" Fremy dijo, entonces se detuvo
gradualmente. Tgurneu no pareca que los seguira. l simplemente se qued de
brazos cruzados sin ninguna indicacin de que hara un movimiento.
"Est realmente bien si te quedas para terminar esta lucha?", Pregunt Tgurneu.
Fremy no le hizo caso, pero Mora se detuvo.
"Esta podra ser tu ltima oportunidad de matarme. Y ya que ests fuera de tiempo,
tal vez sea la nica".
"Qu quieres decir con eso?" Mora pregunt sin pensar.
"Tienes dos das restantes. Las cosas van a ser muy malas para ti si no eres capaz de
matarme para entonces. Muy mal hecho".
"Dos das dijo?" Pregunt Mora, cuando Fremy se toc sobre su hombro.
"No te preocupes por l. Es un engao. l honestamente no nos dir si algo
realmente va a suceder en dos das".
"... Pero."
Mora estaba dudando y Fremy estaba instandole a que corriera. Y mirando a las
dos, Tgurneu ri y las salud.
"As tal como Fremy aconsej, vamos a dejar pasar esto por hoy. Adios Hroes de
las Seis Flores. Hasta la prxima vez", dijo Tgurneu.
Luego se dio la vuelta y se fue. l era mucho ms rpido que ella por lo que no
hubo manera de que Mora lo pudiera seguir.

No haba seales de los enemigos en la zona. De alguna manera pareca que la

batalla haba terminado realmente. Tomando respiraciones irregulares, Mora mir
en direccin hacia donde Tgurneu haba partido.
"Hizo como si solo etuviera jugando por un montn de rato. Es una persona as
uno de los comandantes Kyoma?"
"Como siempre, me hace mal del estmago", dijo Fremy, y luego apunt su rifle
hacia Mora.
Mora no estaba tan sorprendida. No crea que Fremy era un enemigo. Si lo fuera, la
habra atacado mientras Tgurneu todava estaba all.
"Qu ests haciendo, Fremy?!"
"Tengo algo que quiero preguntarte, Mora", dijo Fremy, pero el intento asesino no
estaba presente en sus ojos. Ms bien era la sospecha. Fremy estaba cuestionando
si realmente no era el sptimo.
"Qu pas entre t y Tgurneu?"
"... Por qu crees que sucedi algo?"
"Algo en tu expresin pareci extraa cuando dijo, 'Ests fuera de tiempo.' "
El corazn de Mora corri en su pecho, pero ella trat desesperadamente de fingir
que estaba en calma. Y para apoyarse cre una expresin de confusin en
respuesta a la sospecha infundada.
"Extraa? Si tienes un rifle apuntndome por una razn as, entonces incluso si
tuviera un milln de vidas no sera capaz de manejarlas a todos".
"No evadas la pregunta. Respndeme directamente".
"Si yo fuera a decir que no hhay nada estaras satisfecha?" Mora se acerc a Fremy
y agarr el can de su rifle. Luego la oblig a bajarlo. "Fremy, es bueno que estes

tratando de ver a travs de la verdadera identidad del sptimo. Pero no debes

emitir tus sentimientos asesinos".
Fremy no respondi; ella se qued mirando a los ojos de Mora.
"En realidad t eres el sospechoso. Podras estar fingiendo buscar al sptimo pero
realmente estas buscando una oportunidad para matar a nuestros compaeros. Y
qu crees que los dems haran si yo dijera que despus de que me acusaras has
intentado matarme?"
"... Lo entiendo." Fremy guard su rifle. Entonces ella comenz a correr hacia 'La
Flor Eterna'.
Mora sigui detrs de ella. Ella haba sido de alguna manera capaz de dejar de lado
el punto en cuestin. Pero fui capaz de hacerlo bien? Mora se pregunt.
Por naturaleza no era hbil en la mentira y rara vez ocultaba algo. Mora se hizo un
principio de hacer las cosas por adelantado, y hasta ahora haba vivido su vida de
esa manera. Haba vivido su vida creyendo en vivir honestamente, sin ser de dos
bandos era la mejor manera de alcanzar la felicidad.
"Yo haba pensado que Tgurneu estaba mintiendo, pero luego declar algo
especfico que capt mi inters. Me pregunto qu quera decir con 'quedan dos
das.' "
"... No lo s."
Mora no crea que las palabras de Tgurneu fueran un engao. Por el contrario,
estaba segura de que estaba diciendo la verdad, ya que no haba manera de que
Tgurneu poda mentirle.
Mora entonces record los acontecimientos que haban ocurrido hace tres aos. El
momento en el que tuvo que aguantar en hacer un trato con Tgurneu.
#

En el antiguo castillo desprovisto de cualquier signo de vida humana, Mora se

qued mirando a Tgurneu sentado encima de una montaa de escombros. A su
lado estaba Marmanna, mirando a Mora con ansiedad.
Era seguro decir que Mora perdera casi todo. Sin embargo, no poda matar a los
hroes de las Seis Flores. Si lo haca traicionara a todos los seres humanos que
viven en el mundo.
Qu debe hacer para salvar a su hija? Tgurneu estaba ofrecindole a Mora varias
prouestas problemticas para lograr esa hazaa.
"Por qu no nos comprometemos? Est bien si solo matas a una persona. Slo una
persona entre los seis. Eso sera algo que podras aceptar, no?"
Mora no respondi.
"Me doy por vencido. Incluso algo como eso no es bueno...? Eres una madre
cruel." Tgurneu lo dijo e hizo que el cuerpo de Mora temblara de rabia.
"Para empezar, no parece probable que vayas a regresar a mi hija si llevo a cabo
esta promesa."
"Hmm..."
"Ustedes Kyomas rompen sus promesas con los humanos como si nada. As que,
mientras no tenga una prueba de que vas a cumplir tu promesa, estas
negociaciones no pueden seguir adelante", dijo Mora y Tgurneu sonri.
"Tienes razn."
"... Acerca de qu?"
"Seguro que si me gustara ser el victorioso les mentira sin darles ni un segundo
para pensar. As que no debera tener ninguna intencin de mantener las promesas
que hago con los seres humanos".
Estaba dicindole que desde el principio no tena intencin de liberar a su hija?
Mora pens.

"Sin embargo, esta vez las circunstancias son diferentes. Debes creerlo, sin duda,
voy a cumplir mi promesa contigo. El secuestro es un delito de confianza. Si no hay
una semilla como una relacin de confianza entre las vctimas y el agresor entonces
el acto criminal no tendr xito".
"Quieres que confe en ti?"
Tgurneu luego mir a Marmanna sentada junto a Mora.
"Ayuda que la santa de las Palabras est aqu. En el caso de que se logre una
negociacin, me comprometo con la Santa de las palabras, con la promesa de que
si rompo el contrato contigo, dara mi vida".
El corazn de Mora se estremeci. Pens en su propuesta por un momento, y luego
respondi.
"No puedo hacer eso."
"... Por qu?"
"La existencia de los Kyomas es que se precipitan sin ninguna duda si es con el fin
de lograr la victoria. Pero qu seguridad tengo de que tu vida por s sola hara una
diferencia?"
"Ya veo. Yo esperaba una pregunta como esa".
Tgurneu cerr los ojos y pens por un momento. "Lo que estamos sealando es del
todo correcto. Sin embargo, no hay Kyomas que se podran considerar mis iguales.
De las multitudes de Kyomas estoy entre los ms poderosos y yo soy uno de los
comandantes que comanda a un cuarenta por ciento de los Kyomas. Si tuviera que
morir, los Kyomas perderan su cadena de mando y sera un duro golpe que no se
recuperara. Con el fin de ganarle a los Hroes de las Seis Flores mi existencia es
esencial".
"... Un comandante Kyoma?"

Era una frase que podan creer. Ellas solo lo miraban, pero Mora poda decir que
posea un poder temible. Y la informacin sobre que comandaba al cuarenta por
ciento de los Kyomas no pareca una mentira.
"Creo que ofrecer una vida como la ma hace de esta una propuesta una que vale la
pena confiar."
"Marmanna. Puedes confirmar que sus palabras son genuinas?"
Marmanna extendi su dedo y pidi prestado el poder del Dios de las palabras, una
pequea bola de luz se produjo en la punta. Luego vol en la boca de Tgurneu.
"Trata de repetir lo que dijiste antes."
"Soy un comandante Kyoma. Yo comando un cuarenta por ciento de las fuerzas
Kyomas. Si tuviera que morir los Kyomas perderan su cadena de mando y les
inflingira un golpe devastador. Si yo no estoy aqu los Kyomas probablemente no
puedan derrotar a los Hroes de las Seis Flores".
Si hubiera estado mintiendo la bola de luz hubiera sido expulsada de la boca y
volvera hacia Marmanna. Pero la bola no se movi en su interior.
"... Es la verdad. Tgurneu est diciendo la verdad", dijo Marmanna. Sin embargo,
ahora Mora no poda confiar en l an ms.
"Ests todava desconfiando de m? Bueno, entonces vamos a hacer esto. Voy a
prometer a la Santa de las palabras que nunca voy a mentirte. Si lo hago, entonces
estara bien que mis entraas sean rotas y esparcidas. Mientras estamos en ello, yo
te prometo que voy a liberar a tu hija tambin", dijo Tgurneu luego sealando hacia
el lugar donde su corazn estara si fuera un ser humano.
El ncleo para los Kyomas era equivalente a un cerebro. Y aunque era un Kyoma
que se jactaba de una vitalidad enorme, si su ncleo fuera destruido ciertamente
morira. Un Kyoma absolutamente dependa de un ncleo. Eran esferas con un
brillo metlico que iban desde tan grande como 50 centmetros de dimetro a las
ms pequeas que eran como la punta de un dedo meique.

"Djame mostrarte." Tgurneu apret si mano al pecho. Luego se cre un desgarro

en la carne de su pecho y expuso sus rganos. Pero sin embargo, su cuerpo pudo
haber sido compuesta, ni una sola gota de sangre sali. Fue sin duda apuntando al
lugar donde se encontraba su ncleo.
"Bueno, confas en m?"
"Establecer un contrato con la Santa de las Palabras. Si haces eso voy a confiar en
ti".
Marmanna asinti y tom prestado el poder de la Santa de las Palabras. Form una
bola de luz y se absorbi en el cuerpo de Tgurneu.
"Me comprometo. No voy a mentirle a Mora. Si miento, entonces estara bien que
el ncleo en mi pecho se rompa en pedazos. Y al mismo tiempo matara al parsito
dentro del pecho de Sheniera sin ninguna duda".
El cuerpo de Tgurneu se ilumin, sealizando la finalizacin del contrato.
"Est bien? Finalmente podemos empezar la negociacin", dijo Tgurneu con un
suspiro y un encogimiento de hombros. "Bueno, entonces voy a hacer mis
demandas de nuevo. Quiero que mates a uno de los hroes de las Seis Flores".
"No puedo aceptar aquella demanda. Te voy a dar mi vida en su lugar. Ser
suficiente para satisfacerte?"
Tgurneu movi la cabeza de lado a lado. "Me niego. Otra persona acabara siendo
elegida para convertirse en una flor si te matas".
"Asley, Weylynn, o Nashetania. Adems de mi vida yo te dar la vida de una de las
santas que un da ser elegida como un hroe. Sera eso aceptable?"
"Hey!" La persona que gritaba era Marmanna escuchando a un lado. "En qu
piensas? Planeas asesinarlas?"
"No estabas escuchando? Ese es el plan".
"... Ests fuera de tu mente!"

Tienes razn, pens Mora. No hay manera de que la madre de una hija que haba
sido tomada como rehn no estara fuera de su mente.
"Eso no funcionar. Yo slo quiero la vida de un hroe de las Seis Flores. No importa
cuntos candidatos mates no voy a devolver a tu hija. Mi demanda es matar a una
de las Flores. Eso es todo."
Tgurneu rechaz su propuesta. Pensando que no tena otra opcin, Mora admiti.
"Voy a ser elegida como una de los Hroes. Luego despus que haya sido elegida,
en ese momento voy a terminar con mi vida. Cmo te sientes sobre eso?"
"... Eso no es bueno."
"Por qu?!"
"Si no eres elegida como una de las Flores, entonces, tomar un rehn no tendra
sentido. Y crees que la Diosa del Destino elegira a personas que rebosan con el
deseo de quitarse la vida? No tengo ninguna intencin de cambiar mi demanda.
Mata a uno de los hroes. Eso es todo."
Durante mucho tiempo, Mora y Tgurneu se miraron el uno al otro. Pero no haba
ninguna indicacin de que Tgurneu cedera.
"Lo entiendes, no? Si no somos capaces de llegar a un acuerdo entonces no habr
ninguna razn para m dejar que tu hija siga viviendo".
"..."
"Eso es lamentable", dijo Tgurneu y comenz a ponerse de pie.
"Espera. Tengo una condicin." Si ella rompiera las negociaciones luego Sheniera
morira, as que no tuvo ms remedio que responder de esa manera. "Si mueres,
libera inmediatamente a mi hija. Incluso si no mato a uno de los hroes".
"... Lo siento, pero no puedo aceptar eso. Si lo hiciera, entonces simplemente te
dedicaras a matarme con todas tus fuerzas." Tgurneu neg con la cabeza.

"Vamos a establecer una fecha lmite. Me comprometo a matar a uno de las Seis
Flores por ese tiempo. Pero si mueres antes de entonces el contrato se convertir
en no vlido. Absolutamente no voy a reconocer esta condicin".
"Hmm..." Tgurneu coloc una mano en su barbilla estrecha y pens en silencio por
un momento. "Cuando ser la fecha lmite?"
"Veintids das despus de que el Majin despierte. Si ests todava vivo para
entonces, me comprometo a matar a uno de los hroes desde ese da".
Manteniendo la mano en la barbilla, Tgurneu pens por un momento. "... Eso es
apropiado", dijo. "Entiendo. Voy a aceptar esa condicin".
Finalmente se haban establecido con una condicin y ahora Mora poda ver un
camino para salvar a Sheniera.
"Por los 22 das despus de que el Majin despierte, mataras a uno de los hroes de
las Seis Flores. Pero si muero antes de aquel entonces el contrato se convertir en
nulo y tu hija tambin se salvar. Eso est bien?"
Mora asinti.
"Quiero aadir otra solicitud. Hasta la fecha prometida no toques a mi hija".
"Claro. Lo prometo. Hasta el da 22 despus de que el Majin despierte incluyendo a
los Kyomas por debajo de m no vamos a tocar a tu hija. Y los Kyomas que no
comande tambin absolutamente no la tocaran".
Ellos se haban arreglado para hacer un trato. Sin embargo, a pesar de que sera
capaz de salvar a Sheniera, un camino se haba creado que la llevara a terminar
matando a uno de las Seis Flores. As que sera bueno para que ella matara a
Tgurneu dentro de los veinte dos das despus de la reactivacin del Majin.
"Me gustara aadir dos condiciones en la parte superior de esto. Si no puedes
cumplir con tu promesa, voy a tener la vida de tu hija. En otras palabras, si mueres
antes de matar a uno de los hroes. Adems, si te matas a t misma despus de que
seas elegida como uno de los hroes se considerara como el no cumplimiento de
tu promesa".

La primera mitad fue una demanda que poda consentir. Pero lo otro Mora crea
que era una propuesta extraa. Si su objetivo fuera matar a uno de los hroes de
las Seis Flores entonces no deba haber ningn problema con que Mora se matara
a s misma?
Mora haba planeado matar a Tgurneu en el plazo de su contrato. Y si ella no lo
poda matar para entonces, tena la intencin de poner fin a su propia vida para
salvar a Sheniera. Pero ahora se le impidi el uso de esa solucin.
Ella poda permanecer firme en ese punto, pero si las negociaciones se
interrumpieran perdera la vida de Sheniera.
"Voy a aceptar esa condicin."
"... Hemos llegado a un acuerdo?"
"Hay una cosa ms que quiero comprobar. Si t y yo terminamos matndonos unos
a otros, que va a pasar?"
"En ese momento t seras victoriosa y tu hija se salvar."
"Si eso es as, entonces bien."
Mora le hizo seas a Marmanna para que utilizara su poder. Si no recibiera como
garanta a la Santa de las Plabras en el contrato, entonces las negociaciones no
podran ser finalizadas.
La bola de luz producida de Marmanna entr en el cuerpo de Tgurneu.
"Tgurneu promete que cuando termine mi vida tambin lo har el parsito dentro
del cuerpo de Sheniera al mismo tiempo. Incluso cuando Mora y yo nos
terminemos matando unos a otros el parsito morir. Si se rompe el contrato,
entonces no me importa si todos mis subordinados Kyomas mueren".
"Tgurneu si vas a ofrecer vidas distintas a la tuya como reparacin entonces
tenemos que tener tu consentimiento."
"Es eso as? Bueno, entonces, qu debemos hacer?"

"A travs del poder del Dios de las palabras voy a confirmar las intenciones de tus
subordinados. Voy a tratar de pedirte que renuncien a sus vidas si les ordenas".
Marmanna cerr los ojos y se qued en silencio. Luego, despus de un tiempo los
abri de nuevo y dijo: "todos los subordinados de Tgurneu han declarado que no
les importara morir si Tgurneu lo manda. El contrato es vlido".
El cuerpo de Tgurneu brillaba, marcando la finalizacin del primer contrato.
"Yo, Tgurneu prometo que cuando Mora mate a uno de los hroes de las Seis
Flores, voy a hacer que el parsito dentro del pecho de Sheniera muera. Si se
rompe el contrato est bien para m la muerte. Sin embargo, si Mora se suicida el
contrato se considera no vlido".
"Mora ests de acuerdo con estos trminos?"
"Estoy de acuerdo en esos trminos", dijo Mora, completando otro contrato.
"Yo, Tgurneu prometo que hasta los 22 das despus del despertar del Majin ningn
Kyoma inflingir dao a Sheniera. Si este compromiso se rompe, entonces estara
bien para m la muerte, pero no en el caso de que Mora muera antes de que los 22
das pasen despus del despertar del Majin, hasta ese entonces este contrato ser
vlido."
"... Estoy de acuerdo."
El cuerpo de Tgurneu se iluminad, lo que significaba la finalizacin de todos sus
contratos.
Y con eso terminaron sus conversaciones. Mora tendra que matar a Tgurneu antes
de que los 22 das despus del despertar del Majin pasaran. Si no lo haca entonces
ella tendra que matar a uno de los hroes de las Seis Flores. Si ella no poda
hacerlo entonces Sheniera morira.
"Bueno, yo voy a regresar al territorio de los Lamentos de los Demonios. Adis. Nos
encontraremos de nuevo".

Tgurneu se puso de pie y camin hacia la entrada del antiguo castillo. En ese
momento Mora pate lejos su silla mientras se levantaba y luego arremeti contra
Tgurneu con los puos.
"Whoa!" Tgurneu dijo cuando detuvo el golpe letal de Mora.
Mora luego trat de atacar de nuevo, pero Tgurneu se dio la vuelta y sali volando
por la ventana. Ella iba a seguirlo, pero pronto se desliz en el negro de la noche y
ya no poda verlo.
"... Mora. Esto es impensable. De verdad tienes la intencin de matar a uno de las
Flores?"
"Nunca. Si mato aquel Kyoma entonces voy a salvar a mi hija. Eso es todo."
Mora sigui mirando a la oscuridad de la noche. Fue probablemente seguro decir
que las negociaciones haban terminado con un buen resultado. Ella haba sido
capaz de garantizar la seguridad de Sheniera. Y si pudiera matar a Tgurneu ella no
tendra que terminar matando a uno de los hroes. Y como un bono Tgurneu se
impidi el mentirle.
Pero estn las cosas realmente bien? Mora se pregunt. Ella tuvo la sensacin de
que Tgurneu estaba diseando incluso ms trampas.
#
Probablemente no haba duda de que el significado de lo que haba dicho Tgurneu
no fuera sobre que tena dos das para salvar a Sheniera. Pero qu significaba eso?
Mora medit la respuesta mientras suba la montaa con Fremy.
Cuando hice el contrato con Tgurneu habamos fijado la fecha lmite de 22 das
despus del despertar del Majin. Hoy era el da 13. Todava deba haber nueve das
para que terminara.
Las palabras que son comprometidas a la Santa de palabras, no importa cuales, no
podan ser anuladas. Incluso si Marmanna fuera matada por Tgurneu, el contenido

del contrato no podra cambiar. Haba nueve das que quedaban hasta la fecha
lmite. Eso era un hecho inconfundible.
"... Tgurneu."
Sin embargo, Tgurneu se haba comprometido a Mora que si l le menta iba a
perder su vida. Tgurneu absolutamente no debera ser capaz de mentirle.
Qu podra haber querido decir que haba slo dos das para que terminara?
Y cmo puedo matarlo?

Captulo Tres: Parte Uno.

Situado en la parte oriental del Territorio de las Lamentaciones de los Demonios,
haba una pequea montaa en el borde occidental del Valle de la Sangre
Derramada. Tena terreno rugoso, peligroso y muchas cuevas y acantilados. Sin
embargo, no tena algn nombre particular.
A la entrada de una cueva en la mitad de la montaa una sola flor extraa floreca.
Era una flor tan pequea que caba en la palma de la mano de uno y tena seis
ptalos. A primera vista pareca una flor ordinaria, pero no haba otro lugar en el
mundo de la naturaleza, donde el mismo tipo de flor floreciera. Durante mil aos
haba permanecido en un estado medio-completado, donde pareca que iba a
abrirse al mximo, pero nunca lo haca y del mismo modo pareca que iba a
cerrarse, pero nunca cambiaba.
Era la flor que la Santa de la nica Flor haba usado como arma en el pasado.
Hace mil aos, la santa de la nica Flor se someti a una lucha a muerte con el
Majin, agotando toda su energa en la montaa. Ella haba sufrido lesiones en todo
el cuerpo y se hizo ms y ms fatigada hasta que finalmente lleg a su lmite y se
desplom. La santa de la nica Flor no era de ninguna manera omnipotente o
invencible. Ella era un ser humano que si fuera herida sentira dolor y si estuviera
cansada se derrumbara.
Antes de que ella cayera, la santa de la nica Flor plant la misma en el suelo. La
planta posteriormente erigi una barrera que mantena al Majin y a los Kyomas
lejos durante tres das mientras se recuperaba de sus heridas.
E incluso despus de que la batalla termin la barrera de la Santa de la nica Flor
permaneci. Hasta el da de hoy, los Kyoma fueron impedidos de conseguir
acercarse a ella.
Y esa fue la historia de la barrera de "La Flor Eterna."
#
Mora y los dems se dirigan hacia "La Barrera de la Flor Eterna". La flor se
encontraba dentro de una cueva a la mitad de la montaa con su barrera

concentrada all. La barrera era un crculo con un dimetro de aproximadamente 50

metros. Y el interior de la barrera emita una fuerza repulsiva que repela a los
Kyomas o al Majin si se acercaban.
"Puedes entrar en ella, Fremy?" Pregunt Mora cuando estaban a punto de entrar
en la barrera.
Pero como si fuera ni una gran cosa en absoluto, Fremy fue capaz de pasar a travs.
"Me parece estar bien. Creo que es gracias al hecho de que yo poseo la cresta de
las Seis Flores, ya que en el pasado no era capaz de acercarme".
"Eso es bueno. Me sentira mal si todo el mundo a excepcin de una persona
pudiera entrar".
Mora continu hacia la entrada de la cueva, acercndose hacia sus otros
compaeros. La primera persona en salir hacia la luz fue Chamo. Estaba apoyada en
una roca en el borde de la barrera, gimiendo de dolor.
Mora se acerc a ella y le pregunt: "Ests bien, Chamo?"
Chamo haba estado vomitando, su nariz estaba funcionando, y las lgrimas caan
de sus ojos. Su vmito turbio se mezcl con el polvo de color plata de antes. Los
Jyumas dentro de su estmago, probablemente estaban siendo enjuagados del
polvo de plata aferrado a ellos.
"Sus heridas... Chamo no puede curar todas sus heridas... Qu debe hacer Chamo?
Esta es la primera vez que este tipo de cosa ha sucedido," Chamo dijo y entonces
vomit otra vez.
Es lamentable, pero no haba nada que Mora poda hacer para ayudarla. Sanar las
heridas de los Jyumas era algo que nadie a excepcin de Chamo poda hacer.
"Incluso la actual Santa ms poderosa era menos fiable de lo que pensaba", dijo
Fremy desde atrs de Mora. (Co-Co-Co-Combo Breaker!!! Aguante Fremy! xD)
"... Qu?!" Chamo dijo mientras se limpiaba las lgrimas.

"Es un hecho, no es as? Hasta que averigues qu hacer al respecto sobre el polvo
de plata no eres rival para Tgurneu".
"... Guu!" Llorando, Chamo golpe la roca en donde estaba descansando. "Cllate,
cllate! Chamo es la ms fuerte! Cuando las mascotas heridas de Chamo se curen
le ganar a ese tipo haciendo cualquier cosa! Chamo lo golpeara en un caos
sangriento, lo rasgar y se lo comer! Entonces Chamo le permitir continuar
viviendo dentro del estmago de Chamo sin manos o los pies!"
Esto es aterrador, pens Mora. El poder de Chamo era tremendo. Sin embargo,
inversamente proporcional a su poder su mente era inmadura. Ella era egosta,
arrogante y poco cooperativa. Cuando ella estaba en una posicin superior era
descuidada, y cuando se encontraba en una inferior se pona nerviosa.
La responsabilidad de Mora era ensearle a Chamo la vigilancia de un guerrero
maduro. Fue culpa de Mora que no hubiera sido capaz de hacer eso. Pero ya era
demasiado tarde para lamentarlo ahora.
"Lo puedes hacer si eres capaz de hacerle frente a ese polvo de plata."
"Uuu!"
"Fremy! Ests siendo un poco cruel".
Goldof estaba de pie a una poca distancia de su posicin. l estaba de espaldas a
Chamo y estaba de pie y mirando fijamente a la distancia. Pareca como si todava
no haba superado lo que haba sucedido con Nashetania.
Durante mucho tiempo Mora crey que Goldof era el sptimo. Incluso haba
pensado que su expresin atnita era lo ms probable un acto.
Sin embargo, durante su pelea con Tgurneu Goldof no haba hecho nada. l se
ocup de los refuerzos Kyomas llendo junto con Chamo y Hans. Y cuando estaban
escapando corri hacia la cueva llevando bolsas de todo el mundo.
Mora ya no estaba segura de si Goldof realmente era el sptimo.
"Goldof, cmo est Adlet?", Pregunt Fremy.

Goldof en silencio seal a la cueva. Mora y Fremy luego se alinearon y se

dirigieron hacia la entrada.
"Fremy, no sospechas de Goldof, verdad?", Pregunt en voz baja Mora.
"Por supuesto que sospecho. Al igual que ti, Rolonia, Hans, y Chamo".
"Hans y Chamo..."
"No confo en nadie ms que Adlet." Ella declar en voz baja, pero con decisin.
"Est bien Adlet?" Mora llam hacia la cueva.
Adlet estaba tendido en el suelo con Hans y Rolonia a su lado. Un pao hmedo se
haba colocado en la frente de l y Rolonia estaba usando el poder de la sangre
fresca para tratar sus heridas.
Haba una roca sobre la cintura dentro de la cueva. Y encima de aquella una
pequea flor estaba floreciendo. Ese era el centro de la barrera, La Flor Eterna.
Afortunadamente haba tambin un ro brotando en la cueva, as que pareca que el
agua no sera un problema para ellos.
"Estn vivas? Yo estaba pensando en ir a reunirme con ustedes dos", dijo Hans.
"Estamos bien. Ahora, cmo est Adlet?"
"l est bien. Sin embargo, el crneo est agrietado, por lo que no se est
despertando y no lo puedo sanar con mi poder", dijo Rolonia. Ella ejerca el poder
de la sangre fresca y tena la capacidad de curar heridas y hemorragias internas,
pero sus poderes no se extendan a los huesos.
"Voy a tomar el relevo de aqu. Voy a usar el poder curativo de las montaas".
Mora se sent al lado de Adlet. Despus de absorber el espritu de la montaa lo
envi en el crneo de Adlet. Ella estimul la capacidad natural de curacin humana
dentro de l y la fractura en el crneo comenz a sanar.

"Se le puede sanar?"

"S, no hay problema."
De pie detrs de ella, Fremy observ a Mora en silencio. Probablemente ella
sospechaba que Mora slo finga tratar a Adlet y estaba tratando de matarlo. Ella
muy probablemente tena la intencin de mover la mano ms rpido de lo que el
ojo poda ver y disparar su rifle si Mora mostraba cualquier comportamiento
sospechoso.
"l ha sido gravemente herido", dijo Mora, y sus palabras hicieron que el aire en la
cueva creciera pesado. Ellos haban sido golpeados tratando de atacar
directamente hacia Tgurneu sucesivamente. Y para empeorar las cosas, el enemigo
no estaba al mando de toda su fuerza. Bajo tales circunstancias, posiblemente
tendran alguna posibilidad de xito?
"... Si hubieramos sido seis, tal vez podramos haber ganado", dijo Hans. Mora
luego mir hacia l mientras continuaba. "Peleamos mientras que eramos
cautelosos de unos a otros todo el tiempo. No sabamos cuando alguien nos
traicionara, o qu tipo de ataque vendra volando hacia nosotros desde una
direccin desconocida. No hubo manera de que pudiramos luchar con todo
nuestro potencial como eso.
"Tal vez en nuestra condicin actual no somos capaces de mostrar no ms del
sesenta por ciento de nuestra verdadera fuerza, miau".
"... Ciertamente tiene razn en eso", dijo Fremy.
Mora quera decir que una parte de la razn por la que perdieron se debi a Fremy,
pero luego Hans de repente ri.
"Meowhihi, estamos en un apuro gigante. Es divertido, miauw. Vine al territorio de
las Lamentaciones de los Demonios slo para experimentar algo como esto".
Naturalmente Mora se enoj. "Qu es tan divertido, Hans?", Pregunt en un tono
cortante.

"Miau? No te ests divirtiendo? No es esto un poco precioso en lo que nos

hemos metido? Bueno, si no te diviertes, esa es tu prdida".
Mora se quiso agarrar la cabeza. Ella no lo poda entender.
"De todos modos, qu intent hacer Adlet? Pensando en ello, su ataque
aparentemente imprudente cre de repente muchas aperturas en la defensa de
Tgurneu y luego fue capaz de pegarle. Cul fue el punto de eso?"
"S... Ad-kun pareca que de alguna manera estaba seguro de su victoria." Dijo
Rolonia.
"Pero Tgurneu estaba todava muy vivo despus del ataque," Mora respondi
mientras inclin la cabeza hacia un lado.
Hans luego comenz a explicar. "Pareca que Adlet apuntaba a algo grande. As que
retroced y contuve a Tgurneu. Pero ciertamente no esperaba que las cosas
acabaran as, miau".
"En cualquier caso, despus de que Adlet despierte vamos a escuchar la historia de
l."
"Cundo va a despertar?" Fremy le pregunt a Mora.
Imbuida del espritu de las montaas, Mora comprob el estado de Adlet.
"Es probable que vaya a despertar en varias horas. Su dureza es de otro mundo".
"... Es tedioso," Fremy dijo de pronto, pero los dems no saban lo que quera decir
y se limitaron a mirarla.
"Esta ya es la tercera vez que ha estado cerca de la muerte. Me pregunto cunto
vamos a tener que preocuparnos antes de que vaya a estar satisfecho", Fremy dijo y
luego suspir.
"Si no lo dices, miau, entonces l no sabr que te preocupas por l, miau".

"Un idiota como l no lo entendera aunque tratara de decirle. Adems yo

realmente no quiero hablar en este momento".
Mientras trataba a Adlet, Mora record que ayer haba estado a punto de matarlo.
En ese momento ella haba credo realmente que Adlet haba sido el sptimo. En
retrospectiva esa idea ahora pareca dudosa. Sin embargo, en ese momento no
poda pensar en l nada ms como un ser que era el enemigo.
Todo porque cuando Adlet corri l haba tomado como rehn a Fremy.
El uso de un rehn como escudo era algo que Mora no pudo perdonar. No estaba
mal que ella tomara cualquier enfoque con el fin de ganar. Pero Mora pensaba que
haba algunas cosas que no se deban hacer. Y cuando Adlet haba atravesado la
garganta de Fremy con su espada, pareca que su cuerpo haba sido superpuesto a
la imagen de Tgurneu.
Sin embargo, las cosas eran diferentes ahora. Mora estaba segura de que Adlet era
ms fiable que cualquier otra persona.
"Vamos a esperar a que Adlet despierte. Hablaremos despus de eso. Creo que este
chico, sin duda, nos va a plantear un plan en este estancamiento".
Para esas palabras Rolonia dio un poderoso movimiento de cabeza. Hans y Fremy se
encogieron de hombros, aunque Mora no poda decir acerca de lo que pensaba,
con su rostro se limit a tratar a Adlet.
#
Por qu? Dentro de la conciencia dormida de Adlet eso era lo nico que poda
pensar.
En un lugar ni conectado a los sueos, ni la realidad, Adlet estaba luchando con
Tgurneu.
l lanz bombas de humo que trataron de crear una abertura, pero Tgurneu no se
preocupaba por el humo. Adlet luego lanz dardos envenenados, pero ninguno de
ellos fue eficaz. Momento siguiente lanz bombas a la cara de Tgurneu, pero

incluso aquellas no funcionaron. Despus de eso Adlet salt alto en el aire y derrib
la espada con todas sus fuerzas. Sin embargo, Tgurneu fcilmente golpe su cuerpo
en el aire. Por ltimo Adlet lo apual con el Clavo de los Santos. Sin embargo, la
carta de triunfo final de Adlet tambin no tuvo ningn efecto.
Por qu? Pensaba Adlet. Ningn Kyoma poda soportar el Clavo de las Santas. No
deba haber por lo menos. Y si el clavo no fue efectivo luego Adlet estara sin armas
y no haba manera de derrotar a Tgurneu.
"Hey Adlet", dijo Tgurneu, hablndole como si fueran amigos. En serio ests
tratando de matarme?
Gritando, Adlet se levant de un salto.
l estaba en una cueva y a su lado una flor brillaba dbilmente. No pas mucho
tiempo para darse cuenta de que se trataba de la Flor Eterna y que su cuerpo
estaba envuelto en vendas. A partir de esa informacin Adlet pudo conjeturar que
estaba dentro de la montaa de la Flor Eterna y que sus compaeros le haban
tomado y haban escapado de la batalla.
"Ad-kun, ests despierto?"
Rolonia tambin estaba en la cueva, sosteniendo un pao hmedo.
"Estn todos bien?"
"Estamos bien. Los siete estamos aqu".
Despus de escucharla, Adlet agarr su espada del suelo y se levant. No saba que
haban trado, pero su caja de metal con sus armas secretas almacenadas en el
interior tambin estaba en la cueva. A continuacin, tom las herramientas de la
caja y repuso las bolsas en su cintura.
"Qu est mal?"
"Voy a ir a luchar contra Tgurneu de nuevo."
"Espera! Ests herido".

"No es lo mismo de siempre?"

El sueo que Adlet haba tenido anteriormente estaba presente en su cabeza. Si yo
no puedo luchar, entonces no puedo ganar. Ese pensamiento corri a travs de su
cuerpo, lo que le impidi quedarse sentado quietamente. As Adlet se traslad
hacia la cueva, pero antes de que pudiera Fremy se interpuso en su camino.
"A dnde vas, Adlet?" Fremy mir a Adlet con una mirada tranquila. Mirar en sus
ojos finalmente le hizo volver a sus sentidos.
"Si fueras el tipo de tonto que ira a luchar ahora, entonces sera mejor si murieras."
"Est bien. Fue una mala idea. Lo siento", Adlet dijo y envain la espada. Rolonia
lanz un suspiro de alivio.
Adlet sonri; en momentos de dolor, tena que sonrer.
"Todo el mundo est tomandolo con calma por el momento, tratando las heridas, o
reparando sus armas y armaduras. Sera bueno que pudieras hacer lo mismo".
Entonces, como si estuviera harta de la situacin, Fremy suspir. "Tambin debes
abandonar el pensar sobre lo que haremos ms adelante. An no ests en un
estado limpio en tu mente, por lo que no parece que podrs hacer buenas ideas".
"... Ugh." A Adlet le resultaba difcil responder.
"Eres el ms fuerte de todo el mundo aunque me cause molestia."
Fremy pas junto a Adlet y entr en la cueva. A continuacin, se quit la capa y se
quit la capa superior de la ropa.
"Fremy qu ests haciendo?!"
"Me voy a lavar con el agua. No me he baado en das." Fremy dijo, y luego con una
mano an sosteniendo su rifle procedi a extraer hbilmente el resto de su ropa.
Adlet inmediatamente sali corriendo de la cueva.

Lo primero que vio cuando sali fue a Hans comiendo en el lado de la entrada de la
cueva. Sus mejillas estaban llenas con la comida cuando mojaba carne ahumada y
pan seco en un poco de agua.
"As que ests despierto, miau. Cmo te sientes?"
"Estoy bien. Bien lo suficiente para querer ir a matar a Tgurneu en este momento".
"Deja los chistes estpidos y come algo, miau".
Hans comparti su carne ahumada con Adlet. La carne se senta extraamente
suave, con una mirada bien grasosa y no haba algn olor fuerte. La envoltura era
tambin una marca que recordaba haber visto una vez antes.
"Hans, esta no es la comida que Nashetania haba estado llevando, verdad?"
"Miau. Esa chica Nashetania dej sus cosas cuando corri. La comida es buena,
miau".
"Deberas estar preocupado acerca de comer la comida del enemigo."
"No hay idiotas que mezclaran veneno en mi comida." Hans dijo mientras de todo
corazn devoraba su comida.
Mientras Adlet qued perplejo, Rolonia sali de la cueva.
"Si se trata de veneno, entonces no hay necesidad de preocuparse. Vine con todos
los usos de antdotos de Toulo-san... Es decir, la Santo de la Medicina. Y tambin
puedo contrarrestar venenos un poco".
"... Lo siento, pero no tengo ningn inters en eso. El hombre ms fuerte del
mundo es cuidadoso. "Despus de que lo dijo, Adlet sac una pequea porcin de
comida de una de las bolsas en sus cinturones. Era un pequeo cubo con cuatro
lados de centmetros.
"Miau, qu es eso? Est bien?"
"Yo llamo a esto la Alimentacin del ms fuerte del mundo."

"Como de costumbre, tu sentido de lo que es interesante es ridculo, miau".

"He refinado la harina de trigo, extracto de los rganos de algunos animales, y el
polvo fino de doce hierbas medicinales todos mezclados juntos y solidificados con
grasa de vaca. Ya que soy el hombre ms fuerte del mundo, tomo uno de estos cada
da".
"Pero no creo que ser el ms fuerte del mundo tenga algo que ver con la comida...".
Rolonia dijo, estirando el cuello hacia un lado.
"... Est bien?"
Adlet se qued mirando a la pequea comida en su mano por un tiempo. Luego
respir hondo varias veces para calmar su corazn.
"Qu ests haciendo?"
"Hay un truco para comer esto. Primero expulsa todos los recuerdos de todos los
alimentos deliciosos que has tenido en tu vida desde tu mente".
Puso un dedo en la frente y sigui sus instrucciones.
"Entonces imagino que esta es la comida ms deliciosa del mundo. Y si tienes xito
en engaarte a ti mismo con esa buena sensacin..."
Cerr los ojos y meti el cubo en la boca. En una carrera lo mastic en trozos finos y
luego se lo trag de un solo trago.
"El infierno est esperando para ti si pierdes tu fuerza por un momento. Es
francamente el ms intenso de los alimentos".
"... No hay otra manera de comer, miau?" Hans se qued estupefacto.
"Ahora que pienso de ello, todo el mundo ha comido?", Pregunt Adlet, ahora
haba comido y cambi el tema desde el cubo. Las nicas personas que haban
comido eran Hans y Adlet. Fremy se baaba en la cueva, Goldof y Mora mantenan
un puesto de observacin en el borde de la barrera, y Chamo estaba apoyada en
una roca con los ojos cerrados.

"Goldof comi algo por s mismo. Pero todas las chicas an no han comido. No s
por qu."
"Ellas no comen?"
Rolonia luego le explic a los dos. "La comida no es necesaria para m. Puedo usar
los nutrientes dentro de mi sangre. Mora puede intercambiar la energa de las
montaas para la alimentacin, por lo que no necesita comida tampoco".
Eso es conveniente, pens Adlet.
"Qu pasa con Chamo?"
"Chamo-san... probablemente ella no lo necesita por alguna razn. Lo siento, no lo
s".
"Crees que Chamo necesite alimento ordinario?", Dijo Chamo desde la roca en
donde estaba apoyada.
"... No s a ciencia cierta, pero eso es mi entendimiento."
"Chamo cuidar de las heridas de sus mascotas. Chamo no quiere hablar", respondi
ella, luego cerr de nuevo los ojos.
Desde su estmago dbilmente podan or los gemidos procedentes de sus Jyumas.
El sonido hizo recordar a Adlet los Jyumas retorcindose de dolor en el suelo
despus de haber sido llovidos con un polvo de plata. As como ella dijo, era
probablemente mejor si no la molestaba por ahora.
"Y Fremy... eso es correcto. Fremy es medio Kyoma, verdad?"
Adlet haba aprendido acerca de la actitud de los Kyoma desde la vida con Atro. Los
Kyomas no necesitaban comer todos los das como los humanos. Sera suficiente
para ellos el comer slo una vez cada diez das.
"...?"

Adlet sinti algo fuera de lugar y se torci el cuello para mirar en la distancia.
"Qu est mal?"
Los Kyomas coman aproximadamente una vez cada diez das. As que por qu
Tgurneu haba comido una fruta higo?
Pero sus sospechas no lo condujeron a ninguna conclusin y el pensamiento
desapareci de su mente.
#
Mora estaba de pie en el borde de la barrera. Observ cmo Adlet sali de la cueva
y se deteni a comer. Le alivi saber que no haba necesidad de ella se preocupara.
Mora mir por encima de toda la montaa mientras observaba los movimientos de
los Kyomas. Mientras ella estuviera en una montaa, poda utilizar un tipo de
capacidad de doble vista. Se le permita pasar por alto no slo el medio de la
montaa en donde estaba, sino toda su superficie.
Por el momento haba alrededor de 200 Kyomas en el rea alrededor de la Flor
Eterna. Los Kyomas que los haban perseguido se haban organizado en grupos de
cinco y se dispersaron por toda la montaa. Entre ellos pareca que haba una
multitud de clase alta, Kyomas inteligentes.
Somos como ratas atrapadas en una trampa, pens Mora. Era probable que
Tgurneu pretendiera confinar a los Hroes de las Seis Flores en la montaa.
Momento siguiente Mora comprob todas las trampas que les hubieran colocado.
La Flor Eterna, era sin duda un lugar que los hroes visitaran. As que la posibilidad
de que hubiera trampas establecidas cerca de ella era alta. Adems del frente de la
montaa, incluso busc en el suelo, tratando de encontrar algo extrao. Pero por lo
que Mora pudo ver no haba trampas en la montaa.
Tgurneu no se encontraba en las inmediaciones y no pareca que los Kyomas que
estaban al acecho en la montaa, estuvieran tomando rdenes de l. Adems de
eso, ella an no saba lo que haba querido decir Tgurneu con que slo tena dos
das para que lo matara.

"..."
Mora se perdi. Se pregunt si correr realmente haba sido la eleccin correcta, o si
deberan haber matado a Tgurneu por todos los medios posibles, incluso si Mora
tuviera que dar su vida para hacerlo.
No, eso sera un error, Mora se corrigi. Envolvindose alrededor de Tgurneu y
sacrificndose a s misma era un ltimo recurso, ya que si no la vida de Sheniera
tambin se pondra fin al mismo tiempo.
"Mora, cmo estn las cosas?", Pregunt Adlet, haba terminado de comer.
"Este lugar est completamente rodeado, pero no estamos en peligro en este
momento." Mora despus suspendi la vigilancia y le explic sobre su doble vista a
Adlet.
"Vas a descansar un rato? Parece que has estado sin descanso desde hace mucho
tiempo, miau", dijo Hans.
"Tienes razn. Voy a descansar un poco despus. Quiero lavarme tambin", Mora
respondi y luego se dirigi hacia la cueva. Sin embargo, ella nunca dej de usar su
doble vista y sigui mirando vigilante los alrededores.
Cuando entr en la cueva, una Fremy desnuda estaba eliminando el holln aferrado
en su cabello. Pero cuando Mora se dio cuenta de aquello Fremy se haba centrado
en ella y agarr rpidamente su rifle que haba estado a su lado.
"Clmate. No voy a hacer nada", dijo Mora.
Luego se quit la armadura y la bata y se sumergi en el agua fresca de la
primavera (Al parecer as se le dice al agua que hay dentro de la cueva). La suciedad
de repente flotaba en medio de la primavera, pero no fue un problema, ya que ya
haban asegurado su agua potable. El agradable frescor del agua se desprenda por
todo su cuerpo. Y antes de que ella se congelara hasta la mdula, se baj y
comenz a limpiar la suciedad de su cuerpo con las uas y las palmas.
"Estoy agradecida de que haya un montn de agua. Al menos no tenemos que
preocuparnos por cmo nos vemos".

Mora exhal un largo suspiro. No importaba qu tipo de situacin se encontrara, el

tiempo que pasaba limpiando su cuerpo era agradable. Sin embargo, incluso
cuando pensaba en reposo, Sheniera sera no dejaba su mente.
"... Um, Est bien si me uno a ustedes?" Rolonia pregunt al entrar en la cueva.
Luego comenz a quitarse su armadura lentamente.
"... Las tres bandonos a la vez es descuidado. Qu vamos a hacer si pasa algo?",
pregunt Fremy.
"No es problema. Puedes luchar desnuda, verdad? Ser vista desnuda no ser el fin
del mundo." Mora dijo mientras recogi un poco de agua en la mano y se enjuag
la suciedad de su cuerpo. "Rolonia, fue chocante al ver convirtindote tan as de
repente."
"Ustedes... s. De verdad... yo no saba lo que deba hacer. Incluso ahora no puedo
no puedo creer que haya un impostor entre los hroes".
"Me siento de la misma manera. Cuando llegaste pens que mi corazn se haba
detenido", dijo Mora y luego se ech a rer.
"Yo no entiendo a Rolonia", dijo Fremy de repente.
Rolonia, todava quitndose su armadura, salt en la sorpresa.
"Oh! Qu quieres decir?"
"A pesar de que al principio estabas asustada como un ciervo, cuando te
encontraste con el enemigo comenzaste a gritar cosas acerca de matar y arrasar.
As que una de esas personalidades es el verdadero t?"
Mora respondi en lugar de Rolonia. "La chica tmida e indecisa es la verdadera
Rolonia. Los gritos y todo eso... eso es como un ritual para ella".
Fremy inclin la cabeza hacia un lado, como si ella no entenda.
"Quiero preguntarte una cosa. Rolonia, De quin sospechas?"

Rolonia vacil ante esas palabras. "No lo s. Nadie parece como un enemigo".
Fremy mir a Rolonia. "Si yo estuviera en tu posicin, probablemente dudara de mi
misma primero. Yo soy la hija de un Kyoma y yo soy la asesina de las Sies Flores. Soy
la persona que mat a tu conocido Asley. Y yo soy una guerrera que haba sido
creada por Tgurneu. As que me pregunto por qu a pesar de todo eso no
sospechosas de m".
"Bueno, umm..."
"Qu truco ests jugando, Rolonia?"
"Basta, Fremy," Mora intervino, incapaz de soportar ms el interrogatorio. "Rolonia
no depende de nada. Y ella nunca ha sido buena en dudar de la gente en primer
lugar".
"Me pregunto acerca de eso."
"No puedes ser un poco ms suave? O es que slo quieres estar sola? ", Pregunt
Mora.
Fremy mir hacia otro lado, haciendo una pausa por un momento antes de decir,
"... Esta es la nica manera que s cmo interactuar con la gente."
"Fremy-san. Yo...," comenz Rolonia. "Hubo un tiempo en que yo me estuve
preguntado si eras el sptimo. Pero como Ad-kun y Mora-san confan en ti, dej de
dudar de ti."
"... Ya veo."
"T y Ad-kun son cercanos, verdad?"
Sin responder a la pregunta de Rolonia, Fremy comenz a ponerse su ropa. Su
delgado cuerpo estuvo envuelto en un cuero oscuro en un instante.
"Ad-kun, eh? La relacin entre ustedes debe ser muy estrecha," Fremy finalmente
respondi antes de agarrar su fusil y salir de la cueva.

Ella es como un erizo, pens Mora. Ella desconfiaba de cualquier cosa que se le
acercara y as ella siempre tena miedo de algo. Si todo lo que haca era cambiar su
sensacin de debilidad en hostilidad, entonces nunca sera capaz de conectarse con
los dems. Tal vez ella era realmente tmida, no Rolonia.
Rolonia exhal con alivio, dejando que la tensin abandonara su cuerpo. Luego
volvi a quitarse la armadura.
"Debe ser difcil para ti tambin, Rolonia. Parece que eres bastante agradable".
"S. Parece de esa manera." Rolonia ri, aunque su cara se vea preocupada.
"Pero, tambin estoy aliviada. Ella parece ser una persona mucho mejor de lo que
haba pensado".
Me pregunto cmo fue capaz de llegar a esa conclusin a partir de su conversacin.
"Lo que me recuerda, yo te conozco y t con Adlet si se conocan entre s. Es un
mundo pequeo."
"S. Por alguna razn, nunca tuve la oportunidad de hablar sobre Ad-kun".
"Hmm. Te gusta?"
Las manos de Rolonia dejaron de moverse a mitad de quitarse la armadura. "Bueno,
umm, yo no lo s."
Su respuesta fue divertida y sin pensar Mora ri.
"No creo. No, probablemente no. Yo no creo que l me guste o algo por el estilo".
"Creo que eso es lo mejor. Adlet es una persona confiable, pero l es un tonto
increble. Probablemente no habra ningn fin a sus dificultades si fueras a caer en
el amor con l".
"Est bien? Pero no parece de esa manera para m..."

Los jvenes seguro que son despreocupados. Incluso en una situacin como esta
son libres de estar preocupados por asuntos amorosos, Mora pens gratamente.
Pero incluso ahora cuando Mora estaba chismeando con Rolonia, su hija nunca
sali de su mente por un segundo.
Captulo Tres: Parte Dos.
Se estaba acercando la noche. Todo el mundo haba terminado de baarse y
reparando sus armas y armaduras. Ahora los siete estaban sentados en un crculo
frente a la entrada de la cueva, discutiendo su plan de accin.
"Adlet, ests bien?", Pregunt Mora. Sentado en el centro, Adlet asinti. Ella haba
estado bastante sorprendida por su capacidad de recuperacin. No pareca como
un ser humano de carne y hueso.
"Ms importante an, qu ha sido de la situacin? Est Tgurneu cerca?"
Mora utiliz su segunda vista, pero no poda ver ningn cambio en la montaa.
"Tgurneu no est aqu," Mora respondi, haciendo que Adlet pausara para pensar
por un momento.
"Hay doscientos Kyomas, eh? Eso es raro. Eso es slo la mitad de sus fuerzas. Son
demasiado pocos para atraparnos aqu".
"Me temo que tambin debe haber Kyomas afuera de la montaa. Por lo tanto, va a
ser difcil ganar si luchamos contra ellos directamente".
"Incluso si no podemos ganar, todava seremos capaces de pasar a travs de ello.
Mientras Tgurneu no est aqu la cantidad de Kyomas en la montaa no es algo
acerca de que temer", dijo Adlet.
"Mientras Tgurneu no est aqu, eh." Fremy subray.
"En primer lugar quiero preguntarles una cosa. Alguien tiene alguna idea acerca de
la verdadera identidad del sptimo? No necesito escuchar sospechas, o si ha habido

algn comportamiento sospechoso. Lo que quiero saber es, hay indicios

definitivos?"
Mora no tena ninguno. Nadie ms respondi tampoco.
"Pueden explicarme cmo escaparon de la batalla? Estaba inconsciente, as que no
s".
Mora y Hans se turnaron para explicarle acerca de la pelea que tuvieron hasta que
llegaron a la barrera. Cuando terminaron, Adlet puso una mano en la frente; con
una mirada hosca en su rostro.
"... No lo s. Por lo que yo puedo decir, todo el mundo excepto yo tuvo la
oportunidad de detener a alguien".
Mora asinti. Si Fremy fuera el enemigo entonces ella estara muerta.
"Si Goldof o Rolonia nos hubieran traicionado habra sido intenso, incluso para m,
miau. Incluso si yo hubiera sido capaz de escapar con xito, no s si yo hubiera sido
capaz de ayudar a Adlet y Chamo. Y si Chamo era el enemigo me habra matado,
miau".
"No, si Gato-san fuera el enemigo entonces Chamo estara muerta", dijo Chamo a
cambio.
"Por qu el sptimo no est haciendo nada? A qu est apuntando?"
Adlet se preocupaba por las mismas cosas que Mora haba estado pensando. Pero
no importaba lo que ella pensaba, no poda negar que el sptimo se haba perdido
varias buenas oportunidades.
"Yo tena la intencin de matar al sptimo incluso si tuviera que cambiar mi vida
para hacerlo, es decir, si yo supiera quin fuera", dijo Fremy.
"Eh?"
"He estado dispuesta a hacer eso por mucho tiempo. Y no he dejado de tratar de
averiguar quin es el sptimo. Tal vez el sptimo lo sabe. As que hay una

posibilidad de que el sptimo no se mueva, no porque sea una parte de su plan,

sino porque tiene miedo de m y no puede hacer un movimiento."
"Miauw, pero yo todava creo que es antinatural que fuera a pasar por alto esa
oportunidad. Todos estaramos en desventaja si el sptimo hubiera hecho con
habilidad su movimiento," Hans lo dijo y Mora estuvo de acuerdo.
"Hay otra posibilidad", Fremy propuso. "Tal vez Tgurneu le orden que no se
moviera."
"Por qu?", Pregunt Adlet.
"Porque l est jugando con nosotros."
"Eh?"
"Tgurneu juega alrededor de un lote. Durante toda mi vida siempre ha estado
diciendo cosas que yo no poda entender. Y no le importaba que sus acciones le
pusieran en desventaja. As que no s lo que est pensando. Tal vez l no estaba
pensando en nada en absoluto".
Eso es cierto, pens Mora. Tgurneu hablaba de una manera excesivamente amable
y tena la actitud de un bufn. Sus tcticas de lucha eran tambin ilgicas. Las
payasadas a su alrededor eran la nica manera que uno podra describirlo.
"En otras palabras, ests diciendo que simplemente va andando por ah? O que l
no est realmente tratando de matarnos?"
"... No lo s. Tal vez est fingiendo jugar alrededor con el fin de establecer algn
tipo de trampa. O tal vez es verdad que simplemente ande jugando".
Si ese fuera el caso, entonces no haba sentido de tratar de adivinar los
pensamientos de Tgurneu? l es un oponente muy difcil de derrotar, pens Mora.
"Estbamos emboscados en esa colina. Quizs el sptimo nos llev all?" Mora
pregunt entonces.
Adlet cruz los brazos sobre su pecho y ponder su pregunta.

"Pero Mora, t fuiste la que encontr esa colina", dijo Hans.

"Pero yo fui la que propuso hablar all", aadi Fremy.
Entonces Rolonia tmidamente levant la mano. "Umm... lo siento, est bien si
digo algo?" Adlet la inst y Rolonia continu. "El sptimo... no quiere que su
verdadera identidad sea expuesta."
"Qu quieres decir?"
"Bueno, el sptimo no quiere que otras personas conozcan su verdadera identidad.
Y si ese es el caso, entonces no va a hacer nada para que as su identidad
permanezca en secreto. As que sin duda no quiere que se sospeche".
"Si tienes razn entonces por qu el sptimo vino aqu? No tiene sentido en
esconderse en medio de nosotros si su intencin fuera slo para no hacer nada con
el fin de mantener su identidad en secreto," Fremy contrarrest, descartando la
teora de Rolonia.
"No, creo que Rolonia pueda estar justo en punto", dijo Adlet y la mirada de todos
se volvieron hacia l. "Esto es puramente una conjetura, pero... tal vez el sptimo
realmente no est haciendo nada. No nos llev a esa colina y no le est diciendo a
Tgurneu nuestros movimientos".
"Por qu piensas eso?"
"Si hubiramos continuado a lo largo de una ruta segura protegendonos de los
ataques por sorpresa entonces seguramente habriamos pasado por esa colina.
Tgurneu haba reconocido este hecho. As que era probable que slo por casualidad
Tgurneu haya aparecido cuando estbamos descansando en esa colina. Desde que
nos podra haber atacado incluso si no estbamos descansando, con tal vez
probablemente slo la esperanza de que iba a aparecer detrs de nosotros despus
de que hubiramos pasado".
"Por qu el sptimo no hace nada?"

"Supongo que el sptimo nunca haba tenido la intencin de hacer un movimiento

durante la batalla. El simplemente decidi quedarse a nuestro lado como nuestro
compaero".
"Qu significa eso?"
"Esto significa que el sptimo est buscando una oportunidad de destruirnos a
todos. Incluso si hubiera atacado en medio del escape, un nmero de nosotros se
habra deslizado probablemente a travs de sus dedos. Matar a slo uno o dos de
nosotros probablemente no sera capaz de satisfacer al sptimo".
Todo el mundo se qued en silencio.
"El sptimo probablemente no va a hacer un movimiento hasta que llegue la
oportunidad perfecta. Y mientras que no haga un movimiento, su identidad no ser
expuesta. Pero tal como he dicho esto no es ms que una conjetura".
"... Si ese es el caso, cmo debemos exponer la verdadera identidad del
sptimo?", Pregunt Mora. "Mientras que el sptimo no haga un movimiento no
vamos a ser capaces de obtener alguna pista acerca de quien es. Pero cuando el
sptimo haga algo ser cuando todos estemos en una situacin desesperada. Qu
cosa debemos hacer?"
Hans dio una palmada en lo que pareca ser la emocin. "Miau miau? Esto es
terrible. Por casualidad nos ha golpeado, miau?"
"No es slo Tgurneu, este chico est jodiendo demasiado", dijo Mora con tristeza.
Hans puso una cara como diciendo que no tena idea de por qu dira eso. "No, en
serio. Pero al mismo tiempo, no es aburrido tener que ser serio cuando te ests
divirtiendo, miau?"
S, s, pens Mora.
Adlet continu: "Por lo que yo he odo hablar de la historia de Fremy, creo que es
imposible para nosotros leer el comportamiento de Tgurneu ya que utiliza las
mejores estrategias para ganar. De la misma manera tampoco podemos predecir lo
que har el sptimo."

"No eres t el hombre ms fuerte del mundo? Vas a renunciar tan rpido?"
"Estamos completamente rodeados. Adlet, cmo vamos a encontrar nuestra
manera de salir de esto?", Pregunt Mora.
"Tan pronto como se avance la situacin no har sino empeorar. Necesitamos un
plan completo", dijo Fremy.
Como los compaeros todos expresaron sus propias ideas al mismo tiempo, Adlet
dijo en voz baja: "Slo hay una manera de salir de esta situacin".
"Qu es eso?"
"Para desentraar el misterio de Tgurneu." La sugerencia de Adlet hizo que todos se
callaran.
El misterio de Tgurneu? Mora no tena ni idea de lo que Adlet quiso decir con eso.
"Todo el mundo mire esto." Adlet sac un clavo, de unas 22 pulgadas de largo, de
una de sus bolsas. Era el mismo clavo que haba apualado en Tgurneu.
"Miau, qu es eso?"
Adlet explic sobre el llamado clavo de las Santas. Les habl de la forma en la que la
punta del clavo estaba formada con el veneno cristalizado destilado a partir de la
sangre de las santas. Y explic cmo reaccionara un Kyoma si fuera apualado por
l, el veneno correra por supuesto a travs de su cuerpo en un instante.
Mientras escuchaba la explicacin de Adlet, Mora ponder cmo hasta entonces
haba reconocido al llamado Atro Spyker como un guerrero quien estaba muy bien
informado sobre los Kyomas. Pero eso pareca un grave desconocimiento. Nunca
haba odo hablar de alguien siquiera que considerara la conversin de la sangre de
una Santa en un arma, y mucho menos de extraer el veneno de su sangre.
"T... apualaste eso en Tgurneu? Fuiste realmente capaz de hacerlo?" Pregunt
Mora y Adlet asinti definitivamente.

"Definitivamente apual el clavo en el lado de Tgurneu. Y tambin confirm que el

veneno se haba distribuido a travs de todo su cuerpo. Y, sin embargo, Tgurneu
sigue vivo".
No lo puedo creer, pens Mora. Rolonia y Fremy en tanto palidecieron demasiado.
"Por qu no funcion? Si he entendido lo que has dicho correctamente, debera
haber sido el gran avance que necesitamos para derrotar a Tgurneu".
"Miau. Eso es un problema grave, miau", dijo Hans.
Chamo tambin tena una cara que pareca indicar que no entenda absolutamente
la importancia de lo que se estaba diciendo. Era como si no pudiera entender cun
imposible un fenmeno que era la sangre de una Santa no afectara a un Kyoma.
"No soy un experto, pero hay varios tipos de Kyomas, y cada clase tiene
derechamente una capacidad diferente? Si es as, entonces Tgurneu es un Kyoma
que es fuerte contra el veneno".
"... As que no lo consegu. Bueno, permtanme explicar un poco ms claramente",
dijo Adlet con un suspiro.
"Los Kyomas son formas de vida que evolucionan libremente a travs de su propia
voluntad. Estoy pensando que has visto un montn de Kyomas, pero
independientemente de qu tipo son hay una cosa que todos ellos tienen".
"Miau."
"Si desean crecer un cuerno entonces crecern uno. Si desean crecer ms de lo que
pueden llegar a serlo. Su evolucin puede tomar varias docenas de aos o cientos
de aos. Y de vez en cuando incluso hay momentos en que su evolucin ha fallado.
Pero fundamentalmente, siempre y cuando el Kyoma tenga una voluntad entonces
pueden adquirir cualquier tipo de capacidad".
"Realmente, miau? Entonces es posible que adquieran la capacidad de hacer que
el veneno de una Santa sea ineficaz?"

Fremy continu la explicacin desde donde Adlet la dej. "Pero hay excepciones.
Todava hay cosas que son imposibles, no importa cunto lo deseen. Y una de ellas
es para que su ncleo evolucione".
"Ncleo?"
Fremy explic que el ncleo era la parte de los Kyomas que contena su cerebro.
Estaba en algn lugar dentro del cuerpo de cada Kyoma y era su punto ms dbil.
"El ncleo es la verdadera forma del Kyoma. Se le podra llamar al resto del cuerpo
de un Kyoma un mero apndice. As que incluso si un Kyoma podra hacer
evolucionar su cuerpo fsico, no podra evolucionar su ncleo. Y la sangre de una
santa lo destruira."
Hans y Chamo en tanto pareca que no haban captado muy bien lo que Fremy
haba dicho.
"El veneno contenido en la sangre de las santas se deriva del poder de los dioses,
una caracterstica que es diferente de otros venenos. Y una vez que el veneno de la
sangre de una Santa entra en un Kyoma, sus toxinas llegan a ese ncleo de
instantneamente. No importa cmo se desarrolle el cuerpo fsico, el Kyoma no
puede protegerse contra eso. Y despus de que el ncleo ha sido invadido por el
veneno le sera absolutamente imposible de contrarrestar".
"As que..."
"La sangre de las Santas es un veneno que es eficaz contra todos los Kyomas sin
excepcin."
"... Miau? Es as de increble?" Hans pregunt, finalmente dndose cuenta del
poder de la sangre.
"Incluso yo utilizo tcnicas que puedan insertar la sangre de una Santa en el cuerpo
de un Kyoma", dijo Rolonia. "Atro-san me dijo que esas habilidades seran
absolutamente buenas contra los Kyoma."
"Adlet. Quin es este Atro Spyker? Cmo lleg a adquirir estas tcnicas?"
Pregunt Mora.

Adlet inclin la cabeza hacia un lado. "Lo siento, pero yo no lo s. Mi maestro era el
tipo de persona que casi nunca hablaba sobre el pasado".
"Chamo no poda importarle menos un arma tan extraa. Chamo ni siquiera sabe
de este Atro", dijo Chamo en un tono aburrido. "Chamo ms o menos sabe que es
increble. Pero no funcion en Tgurneu, verdad? Bueno, entonces no se necesita
ms. Chamo matar a Tgurneu. Chamo rasgar todo su cuerpo en pedazos y se lo
comer. Chamo entonces lo convertir en una merienda para los animales
domsticos en el estmago de Chamo".
"No lo entiendes, Chamo? Un ataque que debera haber funcionado
definitivamente no lo hizo", dijo Adlet.
"Y qu?"
"Si su Jyuma lo cortan, morir Tgurneu? Va a morir, si los ataques de Rolonia le
sacaran toda su sangre? Qu tal si Goldof o Hans le cortaran en pedazos, o si Mora
lo golpea una y otra vez, o si Fremy le dispara y lo llena de agujeros, morir
Tgurneu? No tenemos ninguna prueba de que nada de eso vaya a funcionar".
"Chamo no lo sabe. Chamo slo va a ganarle a palos".
"Tenemos que acabar definitivamente a Tgurneu. Y con el fin de encontrar una
manera de hacerlo tenemos que resolver el misterio con respecto a su cuerpo."
Tal como Adlet acos a Chamo con respuestas, Mora pens: Esto es malo. El humor
de Chamo est empeorando y podra ponerse violenta.
"... Bueno, qu debemos hacer entonces?"
Sin embargo, contrariamente a las expectativas de Mora, Chamo a regaadientes
dio marcha atrs.
"Voy a desentraar el misterio que rodea a Tgurneu y encontrar una manera de
matarlo. En cuanto a ti, piensa en una manera de ganarle. En particular, un mtodo
para defenderte de aquel polvo de plata".
"Lo tengo. Por el momento, Chamo tratar de actuar despus de pensar".

La actitud obediente de Chamo sorprendi bastante a Mora. Incluso Chamo estaba

madurando. Claro que era slo un poco, pero estaba definitivamente madurando.
"Pero eso no va a resolver nada. Incluso si se resuelve el misterio de Tgurneu,
todava no sabemos la identidad del sptimo", dijo Fremy.
"Creo que si conducimos a Tgurneu a una esquina, el sptimo tambin aparecer
por s mismo."
"Qu quieres decir?"
"Lo ms probable es que el sptimo y Tgurneu estn conectados. Por lo menos no
parece haber ninguna duda de que es nuestro enemigo y est aliado con el Kyoma.
Por lo tanto, debe ser un duro golpe para el sptimo si matamos a Tgurneu. Por eso
creo que si ve a Tgurneu a punto de perder entonces el sptimo se mover para
protegerlo".
"Ya veo. As que en lugar de esperar al sptimo para hacer un movimiento, vamos a
crear una situacin en la que no tenga ms remedio que tomar medidas", dijo
Mora.
"Qu debemos hacer si acorralamos a Tgurneu pero el sptimo no hace un
movimiento?"
"Entonces vamos a matar a Tgurneu. Yo ms bien lo derrotara en lugar de descubrir
quin es el sptimo, ya que sera una mayor victoria".
"Sera mejor si pudiramos hacer las dos cosas, miau", dijo Hans con una
inclinacin de cabeza.
"Todos ellos se sienten tan peligrosos. Ojal supiramos lo que Tgurneu o el
sptimo iran a hacer", dijo Rolonia.
"Yo fui enseado por mi maestro que lo peor que se poda hacer era jugar a lo
seguro y hacer las cosas a medias. Me dijo que de vez en cuando iba a encontrarme
con situaciones como esa. Y a partir de su experiencia el saltar directamente en el
peligro es en realidad menos peligroso. As que vamos a derrotar a Tgurneu con

todo lo que tenemos. Ese es el mejor curso de accin para nosotros en este
momento".
Rolonia pareca an ms inestable despus de escuchar eso.
"Reljate. Yo soy el hombre ms fuerte del mundo."
"Ests diciendolo una vez ms, miau?", Dijo Hans, como si estuviera harto de or la
frase.
"Entiendo lo que quieres decir y lo creo. Ad-kun es el hombre ms fuerte del
mundo". Rolonia estuvo de acuerdo con un movimiento de cabeza.
Pareca que todos estaban de acuerdo con el plan de Adlet y Mora agradeci que
Adlet hubiera decidido derrotar a Tgurneu a cualquier precio. Derrotar a Tgurneu
era la nica manera que poda ayudar a su hija.
Tena que matar a Tgurneu absolutamente.
"Tengo una sugerencia", dijo Mora, levantando la mano.
"Qu es?"
"Tengo un plan secreto. Es una tcnica que prepar para el ao especficamente
para el da que matara a Tgurneu. Y creo que ahora es el momento de usarla. Qu
piensas?"
"Qu tipo de tcnica es?"
"Voy a cubrir toda la montaa con una barrera inmediata y que atrapar a Tgurneu
dentro de la zona de la montaa. Adems de interrumpirle refuerzos, tambin le
impedir escapar. Slo puedo hacerlo una vez, pero debe ser la pena intentarlo."
Los ojos de Rolonia se ensancharon al or el plan de Mora.
"Por favor, espera un momento, Mora-san. Esa barrera es peligrosa".
"Estoy dispuesta a asumir el riesgo. Adlet probablemente habra dicho lo mismo".

Incapaz de reprender a su declaracin, Rolonia se qued en silencio.

"Es esta barrera algo que puedas mantener durante mucho tiempo?"
"No, slo seis horas a lo sumo. Sin embargo, debera ser tiempo suficiente para
matar a Tgurneu".
"Entiendo. Hazlo ", dijo Adlet sin dudarlo.
"La prxima vez que Tgurneu se muestre por s mismo puedo configurarla
inmediatamente. As que Adlet, debe decidir cundo se activar la barrera".
Adlet asinti.
"Muy bien, hemos decidido sobre un plan de accin. Voy a resolver el misterio de
Tgurneu. Y cuando haya descubierto por qu el Clavo de las Santas no funcion, voy
a ser capaz de descubrir una manera de matarlo. Fremy me ayudar".
"... Entendido."
"Hans y Goldof, ustedes dos se librarn de los Kyomas en la montaa. Necesitamos
que reduzcan sus nmeros un poco para nosotros. Pueden hacer eso?"
"Por supuesto, miau. Slo me gustara ser suficiente para esto." Hans se ri y
aunque Goldof no respondi, pareca que haba accedido a la solicitud.
"Mora, utiliza tu capacidad de doble vista para mantener un puesto de observacin
en toda la montaa. Si hay algo extrao nos dices inmediatamente. Tambin, ayuda
a Hans y Goldof".
"Entiendo."
"Chamo, trabajars en una manera de contrarrestar el polvo de plata. Si no soy
capaz de resolver el misterio de Tgurneu entonces t y tus Jyumas se convertirn en
nuestras fuerzas principales. No metas la pata".
"Claro. Y lo mismo va para ti".

"Umm... qu hay de m?" Rolonia levant la mano, pero Adlet dud sobre cmo
responder.
"Rolonia es la santa de la Sangre Fresca. Ella debera ser una especialista cuando se
trata de sangre. Creo que ser til", dijo Mora y Adlet asinti.
Desde que pareca que sus instrucciones haban terminado, sus compaeros
empezaron a moverse. Sin embargo, Adlet les pidi que se detuvieran.
"Hay una ltima cosa que quiero decir de antemano. El sptimo est entre
nosotros." Adlet luego mir por encima a sus compaeros y continu: "Si quieres
derrotarnos, entonces primero piensa en una manera de matarme. No habr vuelta
atrs si no me puedes matar rpidamente".
Nadie respondi; toda la zona pareca estar en silencio.
"Si ests pensando en decir tu frase tpica, no lo hagas. Es por eso que no est
bien." Chamo tena razn en su prediccin.
Entonces inconscientemente Mora y Hans se echaron a rer. Rolonia mir al suelo y
se cubri la boca y Fremy se dio la vuelta. Incluso Goldof pareca estar sonriendo un
poco.
Esta es la primera vez que todos hemos redo juntos, pens Mora. Y por poco
tiempo sinti que tal vez un grupo se haba formado entre ellos.
Adlet era una persona bastante peculiar. Se permiti hacerse un payaso solo para
que pudiera calmar a sus compaeros ansiosos.
#
Despus de que todos se separaron, Adlet volvi a entrar en la cueva. Apret la
espalda contra la pared y se desliz hasta el suelo. Chamo lo haba humillado y
poda sentir que su cara estaba roja de vergenza.
Mierda, yo soy el hombre ms fuerte del mundo, l se jur a s mismo.

Fremy y Rolonia luego entraron en la cueva y se sentaron separados unos de otros,

sus ojos nunca se reunieron. Fremy tena una expresin en blanco en su rostro
mientras Rolonia pareca terriblemente incmoda.
"No se puede evitar que las dos sean cautelosas de cada otra, pero por favor,
llvense bien. Si no cooperamos no vamos a ser capaces de resolver el misterio de
Tgurneu".
"Bien, tienes razn. Fremy-san, vamos a trabajar bien juntas."
"Cierto. Por el momento, vamos a cooperar", Fremy respondi, pero no pareca que
la distancia entre ellas se hubiera reducido en absoluto.
"Voy a hacer un poco de luz." Fremy se traslad al centro de la cueva oscura y
coloc una joya en el suelo. Recit un conjuro y la piedra empez a emitir luz.
"Qu es eso? Ese es tu poder, Fremy?"
"No, es algo que Mora trajo con ella. Ella dijo que fue hecha por la Santa de la Luz,
Pippy. Tengo muchas ms, as que tomen algunas".
Adlet recibi la gema y Fremy le dijo el conjuro. Despus, los tres hicieron un
crculo alrededor de la piedra pequea iluminada.
"... Lo siento, pero Adlet..." Fremy empez. "Honestamente, no parece que vamos a
ser capaces de resolver este misterio. Sabemos muy poco acerca de Tgurneu.
Nosotros simplemente lo combatimos durante unos treinta minutos".
"Por qu ests diciendo eso? Debes saber de Tgurneu mucho ms que nosotros".
"Lo siento, pero no esperes mucho de m", dijo Fremy mientras negaba con la
cabeza. "Yo no s el punto dbil de Tgurneu. Y yo nunca he encontrado una razn
porque el clavo de las Santas no fuera a funcionar en l. Desde el principio Tgurneu
haba tenido la intencin de matarme, as que no haba razn para decirme
cualquier informacin importante".
Yo no lo entiendo, pens Adlet. "No sientes que Tgurneu estaba ocultando algo?"

"... No se."
"Eso es crucial. El hecho de que Tgurneu no te dijera cualquier informacin
importante porque tena la intencin de matarte. As es como podemos romper
este rompecabezas".
"Qu quieres decir?"
"Para ocultar algo de ti es un buen montn de trabajo. Y para evitar que no se
exponga en absoluto es an ms difcil. Mentir, apartar sus ojos cuando escuchaba
la verdad, y pretendiendo actuar natural seran todas las cosas que tendra que
hacer. Sin duda que debe haber dejado algn tipo de rastro", dijo Adlet, mientras
miraba directamente a los ojos de Fremy.
"Si somos capaces de averiguar lo que te haya dicho entonces no va a ser difcil
para nosotros llegar a la verdad."
"An as, no tenemos suficiente informacin", Fremy contrarrest, justo antes
Rolonia tmidamente cort en su conversacin.
"Umm, bueno Ad-kun, puedes prestarme tu espada?"
Adlet no saba por qu la quera, pero le entreg su sable de todos modos. Rolonia
luego sac la espada y mir la cuchilla.
"Ah, la reparaste? Bueno, todava tienes el pao que usaste para limpiarla?"
Adlet tom un trapo viejo de la basura que haba desechado en la entrada de la
cueva. Rolonia tom el pao y luego lo meti en la boca.
"Oye!"
"... Eso es repugnante."
Fremy y Adlet arrugaron la cara de disgusto, mientras Rolonia, avergonzada,
continu chupando el pao empapado en sangre.

"Esta espada cort a seis Kyomas." Rolonia sac la tela y sac su propio ltigo. De la
misma manera como la tela, ella lo lami. "Y este ltigo golpe a diecinueve
Kyomas. Slo hay un tipo entre ellos que sabe lo mismo que una de las sangres en
la espada de Adlet. As que desde esto he determinado la sangre de Tgurneu.
Ahora, por favor espera un momento. Voy a analizar con ms detalle".
Rolonia lami alternativamente la tela y su ltigo. De alguna manera pareca que
estaba examinando la sangre de Tgurneu que se aferraba a cada uno.
"As que, qu has aprendido?", Pregunt Fremy.
"La sangre me puede decir un montn de cosas, de lo que coma, las caractersticas
de su cuerpo, su historia hasta ahora. As que si lamo la sangre puedo conseguir
una comprensin general de esas cosas".
Rolonia continu lamiendo los dos objetos por un tiempo, y cuando termin con
eso cerr los ojos en sus pensamientos.
"... Lo tengo."
"Qu?"
"En primer lugar Tgurneu es un Kyoma compuesto por una mezcla de otros. Tom
las partes de otros Kyomas para hacerse ms fuerte. Su forma bsica es un Kyoma
lagarto. Sin embargo, la forma de lagarto es slo su base y parece que su fuerza
viene de todas las otras partes Kyomas".
"Esa es la informacin importante... pero yo ya saba eso", dijo Fremy.
"l ha mezclado su cuerpo con ocho Kyomas. En primer lugar se combin con un
Kyoma mono gigante para ganar su fuerza fsica. A continuacin, se combin con un
Kyoma pulpo para adquirir la capacidad para alargar y acortar sus brazos. Se
aument la vista de un cuervo Kyoma y su odo agudo y sentido del olfato fueron
por una mezcla con un perro Kyoma. Y un cisne Kyoma provoc su agilidad..."
Rolonia cerr los ojos por un momento y continu estudiando la sangre de Tgurneu.
"... Esto es increble. l absorbi una primitiva, hermafrodita Kyoma y adquiri el
poder regenerativo impensable. Y un aumento en su resistencia y fortalecimiento

de las capacidades de restauracin de su cuerpo provenan de una serpiente

Kyoma".
Adlet y Fremy se sentaron con los ojos abiertos cuando escucharon una lluvia de
todos los detalles de la explicacin de Rolonia.
"Yo no s mucho. Yo slo saba que l era el tipo de Kyoma compuesto por otros
Kyomas".
"Cmo te enteraste de esta habilidad?", Pregunt Adlet.
Tmidamente, Rolonia mir al suelo. "Bueno... he recibido formacin en la forma de
analizar la sangre a travs de lamerla desde Mora-san. Ella me ense varias cosas
tiles, como la curacin y antdotos. Y despus fui enseada por Atro-san sobre la
ecologa y hbitos de vida de los Kyomas y me pregunt si poda poner todo ese
conocimiento en prctica..."
Fremy luego mir hacia Adlet y dijo: "Adlet, sabas de esta capacidad suya?"
"No, esta es la primera vez que he odo hablar de ella. Rolonia est lleno de nada
ms que cosas sorprendentes", dijo Adlet y Rolonia felizmente sonri.
Captulo Tres: Parte Tres.
Despus de que Adlet, Fremy y Rolonia entraron en la cueva, Hans y Goldof dejaron
la Flor Eterna para matar a una banda de Kyomas. Todava en la cueva, Mora estaba
observandolos con su doble vista y vio como el grupo de Kyomas reaccion
rpidamente ante Hans y Goldof ya que comenzaron su ataque.
"Meow-miauw. Goldof, encrgate de los pequeos. Voy a encargarme del ms
grande." Mora poda or la voz de Hans. Su doble vista no se limitaba a la vista, sino
que poda captar sonidos tambin.
El sol ya haba terminado de esconderse y la luz roja tenue que haba estado en el
borde de la montaa haba desaparecido. La luz de las estrellas y la luna iluminaba
a Mora y los otros al entrar en su primera noche en el Territorio de las
Lamentaciones de los Demonios.

Es una noche ruidosa, pens Mora. Ella mir por encima de la montaa con su
doble vista y vio a un gran nmero de Kyomas. Haban odo la batalla Hans y de
Goldof y se dirigan hacia su posicin, uno tras otro.
"Hans, cinco vienen desde el oriente y diez desde el sur", dijo Mora, usando el
poder de los ecos de la montaa, pero ajustndolo para que resonara slo en el aire
donde estaba Hans. De esta forma los Kyomas no podan or su voz.
"Goldof, despus de lidiar con ellos, ataca hacia el norte a la vez. Ser malo si ests
rodeado".
En un abrir y cerrar de ojos el grupo de Kyomas estaba muerto y Hans y Goldof ya
estaban en movimiento. Si las cosas siguen como ahora, entonces no parece que
vaya a tener que preocuparme, Mora pens mientras segua mirando por encima
de la montaa.
De repente sus ojos se movieron hacia un lado. Chamo meti la hierba de cola de
zorra por su garganta y vomit varios Jyumas.
"Qu ests planeando hacer, Chamo?"
"Chamo no necesita la ayuda de Oba-chan. Chamo puede hacer esto por s sola".
Mora vio como los Jyumas dejaron la barrera de la Flor Eterna. Pero tan pronto
como pens que los Jyumas tenan la intencin de luchar contra los Kyomas, los
Jyumas sacaron a unos conejos de la cueva desde su agujero de anidacin. Uno a
uno fueron capturadas ardillas y ratones salvajes y luego se los llev de nuevo hacia
la boca a Chamo.
"Muy bien! Todos ustedes son tan buenos nios" Chamo dijo mientras acariciaba
la cabeza de los Jyuma regresando. Luego mordi a los animales salvajes. Con el
rea alrededor de la boca teida de un rojo intenso, se trag a cada animal y los
agreg al contenido de su estmago.
"... No lo entiendo."
Lo que ella pensaba hacer, Mora no lo saba. Pero era probablemente una lnea de
pensar que slo Chamo entendera, por lo que Mora decidi dejarla sola.

Mientras tanto, la noticia de que Hans y Goldof haban comenzado a luchar pareca
estar extendindose a los otros Kyomas. La montaa se llen con el movimiento y
poda or las voces de los Kyoma que podan hablar.
"Empezaron a moverse."
"... Planean escapar?"
"No, slo dos se estn moviendo."
Exista la posibilidad de que Mora poda entender la estrategia del enemigo al or lo
que hablaban, as que ella se mantuvo alerta y se esforz por or lo que decan.
Muchas cosas pueden suceder, por lo que no podan darse el lujo de ser
descuidados ni una sola vez en el transcurso de la noche.
"Aun as, qu pasa con Tgurneu?", se dijo Mora a s misma.
Una y otra vez vea sobre la montaa con su doble vista. Sin embargo, Tgurneu no
se encontraba por ningn lado. Incluso hubo signos que mostraron que los Kyomas
plantearon una batalla basados en sus mandamientos.
En qu parte del mundo ests? Y qu ests haciendo?
"No dejes que escapen."
"Slo hay dos enemigos. Slo Hans y Goldof. "
El nombre de Tgurneu nunca sali desde la boca de los Kyomas.
Era impensable que en estas circunstancias no hubiera trampas establecidas para
ellos. Tgurneu definitivamente iba a tomar medidas. Quizs l estaba terminando
los preparativos para su ataque.
Entonces Rolonia se acerc al lado de Mora.
"Mora-san. Disclpame por un momento", dijo Rolonia, entonces ella agarr el
puo blindado de Mora y lo lami varias veces.

Su repentina llegada sorprendi a Mora, pero despus de un tiempo Rolonia se

detuvo y dijo: "Lo tengo!" Entonces ella volvi hacia la cueva.
Qu estn haciendo ah? Mora pens mientras inclinaba la cabeza hacia un lado.
#
"Qu pasa?", Pregunt Adlet cuando Rolonia volvi de nuevo a la cueva.
"El guante blindado de Mora-san tambin tiene un poco de la sangre de Tgurneu
untado al mismo."
"Qu has aprendido?", Pregunt Fremy.
"La sangre de Tgurneu contiene la sangre de una Santa. Eso es tan claro como pude
determinarlo al slo lamerlo".
*(Aqu aclaro que la sangre de santa a la que se refiere es a la que Adlet le incrust
con el clavo, para que no vayan a creer que se mezcl con una santa o algo por el
estilo)*
"Ya veo..."
As que el veneno se haba distribuido a travs de su cuerpo despus de todo. La
posibilidad de que el Clavo de las Santas fuera intil por fin haba desaparecido.
"Rolonia. Puedes tambin detectar la composicin del cuerpo de Tgurneu desde el
sabor de su sangre? "
"S, en su mayor parte."
"Hay un ncleo dentro de su cuerpo?"
"S. Despus de analizar su sangre estoy segura de ello".
"Cuntos?"
"Solo uno."

Adlet frunci el ceo.

"Por desgracia, yo no s por qu la sangre de las santas no funcion... Ad-kun, lo
siento. Trat de trabajar ms, pero..."
Los hombros de Rolonia cayeron.
"Qu ests diciendo? Slo falta un poco menos hasta que resolvamos este
misterio. No hay razn para que el hombre ms fuerte del mundo no pueda
resolver esto con slo la informacin que hemos logrado reunir".
Por supuesto que era slo un farol. En la actualidad, Adlet estaba preocupado.
Estaba agradecido por el anlisis de Rolonia, pero l todava no poda encontrar una
respuesta.
Adlet haba llegado con un montn de teoras. Por ejemplo, haba una especie de
Kyoma llamado el tipo divisin. Podran separar sus cuerpos y crear otro yo. Si
Tgurneu fuera un Kyoma como tal poda dividir su cuerpo en dos o ms partes.
Luego podra ocultar su cuerpo principal que albergaba su ncleo en algn lugar y
atacar con el cuerpo que no tena el ncleo. Esta teora explicara por qu la sangre
de las santas no haba funconado en l. Si no haba ningn ncleo dentro de su
cuerpo, entonces, obviamente, el veneno de la sangre de la santa no poda
afectarlo.
Sin embargo, el anlisis de Rolonia haba negado esa posibilidad. El cuerpo de
Tgurneu tena un ncleo. Y encima de eso Tgurneu no era un Kyoma de divisin.
Desde el principio haba sido una teora razonable. Los dems organismos creados
por los Kyomas de divisin, eran criaturas nicas en el nivel de los animales o
parsitos de orden inferior. Era muy poco probable que hubiera otro cuerpo que
poseyera una fuerza como la de Tgurneu.
O haba otra teora: Tgurneu se compona de mltiples Kyomas vivos y haba estado
fingiendo ser slo uno. Su cabeza, base, brazos, piernas... cada parte era uno
diferente, Kyomas independientes. Y por lo que slo uno de los Kyomas haba sido
asesinado por el Clavo de las Santas. La cabeza y las otras partes continuaron
viviendo.

Pero esa teora tambin se contradice con el anlisis de Rolonia. Tgurneu era un
Kyoma de tipo composicin y slo haba un ncleo dentro de su cuerpo. As que
Adlet no tuvo ms remedio que descartar esa teora tambin.
Tambin tuvo otra idea, que el anlisis de Rolonia estuviera equivocado. Pero no
pareca que la chica tmida y meticulosa dira algo que no fuera seguro, por lo que
poda confiar en su anlisis.
"Tanto que l es un Kyoma de tipo divisin y que est compuesto por Kyomas
separados se han desmentido, Adlet. Has pensado en otra cosa?", pregunt
Fremy. Pareca que ella tambin haba estado pensando en las mismas teoras.
Adlet neg con la cabeza.
"Estoy entendiendo esto cada vez menos. Suponiendo que el anlisis de Rolonia es
correcto, entonces eso significa que Tgurneu no tiene la capacidad de ocultar las
cosas ", agreg Fremy.
"Yo... Lo siento", dijo Rolonia.
Realmente no necesitas disculparte, pens Adlet.
"Rolonia, me gustara que salieras afuera por un poco."
"Eh?"
La peticin repentina de Fremy confundi a Rolonia y Adlet.
"Rpidamente".
"Oh vale. Me voy ahora. Lo siento," dijo Rolonia y rpidamente sali de la cueva.
Fremy la vio salir y continu mirando por la cueva para confirmar que no poda orla
ms.
"Qu pasa contigo de repente Fremy?"
"Crees lo que est diciendo Rolonia?" Fremy estaba mirando a Adlet.

"Claro. Ella es la clave para la investigacin de Tgurneu".

"El sptimo actuar para proteger a Tgurneu. T fuiste el que lo supuso. Quizs
Rolonia est tratando de conducirte en la direccin equivocada".
"No hay razn para pensar que ese es el caso."
"Slo estoy hablando de la posibilidad."
"Voy a considerar la posibilidad. Sin embargo, hasta que est claro que Rolonia sea
la enemiga voy a confiar en ella".
"Eres tan descuidado!," Fremy grit. Luego vio a Rolonia mirando a escondidas en
la cueva desde el exterior por lo que Fremy le dio un gesto para que se fuera. "S
un poco ms cauteloso. Y ten cuidado de los otros tambin. Tarde o temprano sers
engaado y matado si sigues as".
"Si el sptimo viene detrs de m, entonces eso es exactamente lo que quiero que
haga. Yo soy el hombre ms fuerte del mundo."
La ira y un poco de tristeza se propagaban en el rostro de Fremy. Pero Adlet no
tena idea de lo que estaba pensando.
"T no eres el ms fuerte del mundo."
"... Qu has dicho?"
"T eres an ms dbil que yo. No, t eres el ms dbil entre los siete. Tira a la
basura tu alta opinin sobre t mismo y conoce tu lugar".
l mismo tuvo que creer que era el ms fuerte del mundo. Esa fue la condena de
Adlet. Si l dejara de creer en s mismo entonces l ya no sera Adlet.
"Soy el hombre ms fuerte del mundo. Ire a derrotar al Majin. Yo no tengo miedo
del sptimo. T, los dems, todo el mundo. Yo los proteger de todo".
Fremy no dijo nada. Ella sacudi la cabeza con tristeza.

"Yo tambin tengo algo que quiero decirte. Cree en tus compaeros un poco ms.
Has como yo que no pienso de todo el mundo como el enemigo", continu Adlet.
"... Est bien. Creo que nuestros compaeros son el enemigo. No debera pensar
de esa manera, ya que no s quin es el enemigo?"
"Ests equivocada. Debemos confiar unos en otros. Si no cooperamos, no vamos a
ser capaces de derrotar al Majin. Si perdemos nuestra unidad slo le daremos a la
sptima una ventaja".
Fremy no asinti; ella slo sigui mirndolo fijamente.
"... Me niego. He tenido suficiente de la confianza".
"T..."
"Quiero matar a todo el mundo excepto t, si me lo permites. Si puedo hacer eso,
entonces voy a dejar de pensar en el sptimo".
"Fremy!"
Cuando terminaron peleando con Nashetania, Adlet haba pensado en que sus
corazones haban sido capaces de conectarse. Pero, tal vez eso haba sido una
ilusin. Por el momento Adlet poda sentir una brecha gigantesca entre los dos.
Si se entendieran entre s, iban a confiar unos en otros. Pero eso fue lo nico que
no se poda hacer, no importa qu. Y pareca que eso siempre ser el caso. Siempre
que Fremy estaba all el pecho de Adlet comenzaba a doler.
"Rolonia, est bien que vuelvas ahora. Vamos a pensar ms sobre Tgurneu" Adlet
llam a Rolonia en un tono irritado.
"Qu est mal? Parece como si estuvieras en un muy mal estado de nimo".
"... No fue una conversacin importante. Fue un derroche improductivo y sin
sentido del tiempo".

El rostro de Fremy no reaccion ante esas palabras. Slo mir hacia otro lado y en
silencio se qued mirando el suelo.
Los tres luego reanudaron su conversacin.
"Rolonia, no Tgurneu realmente no tiene una capacidad de escondite o algo as?",
Pregunt Adlet.
"... S, estoy muy segura de eso. Tgurneu no tiene una habilidad de escondite. Si lo
hiciera yo debera ser capaz de detectarla a travs de lamer su sangre".
"En otras palabras, las capacidades que Tgurneu tiene son..."
"Su increble fuerza, la vitalidad, la regeneracin, y su cuerpo flexible y resistente.
Eso es todo."
Si ese fuera el caso, entonces Tgurneu no tena una habilidad que podra hacer que
la sangre de una Santa fuera ineficaz.
"Me pregunto si lo que hizo que el veneno ufera ineficaz no fuera el propio poder
de Tgurneu. Tal vez alguna otra persona utiliz algn tipo de poder para proteger a
Tgurneu. Debemos considerar eso?", Pregunt Adlet.
"Pero la nica persona presente era Tgurneu."
"Eso no es necesariamente el caso. Puede que haya habido alguien escondido en el
suelo. Otro Kyoma... o una santa."
"Una Santa?" Rolonia dijo, sorprendida.
"Por supuesto que debemos considerar eso. Nashetania nos ha traicionado. Hay
suficiente posibilidad de que haya otras santas traidoras".
"Eso puede ser as, pero..."
Fremy suspir. "No es Mora la que rige el trabajo de las Santas? Me pregunto qu
pas con la supervisin de ella".

"Es... No es culpa de Mora-san..."

"No estoy tratando de culparla. Es slo una queja".
Las fras palabras de Fremy hicieron que Rolonia encogiera los hombros.
"Puede ser que sea mi culpa."
"Por qu?"
"Mora-san haba estado viendo mi instruccin durante mucho tiempo. Incluso
Mora-san haba estado haciendo grandes esfuerzos para convertirme en la ms
fuerte... Mientras ella me estaba entrenando tuvo que dejar el gobierno de las
santas a otras personas. Si yo hubiera sido ms capaz..."
"Uno siempre quiere decir cualquier cosa y todo es tu culpa. Quiero que te dejes;
es tedioso".
"Yo... lo siento." Rolonia se encogi an ms.
Despus de que ellos siguieron hablando durante un rato. Los tres presentaron
varias ideas sobre qu tipo de capacidad podra hacer que el veneno de las Santas
fuera ineficaz. Adlet puso a prueba todos los conocimientos acerca de los Kyomas
que haba aprendido de Atro. Fremy tambin dijo los nombres y las habilidades de
los Kyomas que ella saba. Y Rolonia utiliz su conocimiento limitado sobre la
materia y el pensamiento acerca de las habilidades de las Santas.
Sin embargo, no pudieron llegar a ninguna solucin. Cada posibilidad fue refutada
una tras otra. Ellos simplemente no podan ver una respuesta de por qu el veneno
de las Santas no haba funcionado en Tgurneu.
#
La batalla entre Hans, Goldof y los Kyomas continu. Mora estaba viendo su lucha
con su doble vista y de lo que ella poda decir era que probablemente Hans y
Goldof haban logrado reducir a los Kyomas por veinte porciento.
"Goldof encabeza por all!"

"Hans, muere, muere, vamos a comerte", los Kyomas dijeron mientras intentaban
rodear Hans.
Mientras escuchaba a los Kyomas, Mora emiti instrucciones a Hans con el poder
de los ecos de la montaa.
"Hans, te rodearan si te alojas all. Una vez que vayas directo a la cumbre de la
montaa, gira hacia el oeste".
"Umeomeow! Goldof nos vamos de aqu! Sgueme, miau!"
Los dos cortaron a los Kyomas en su camino e hicieron su ruta de escape.
En cuanto a la fuerza de Hans, era fascinante. Excluyendo a Chamo, pareca ser el
nico en el grupo que lo ms probable le faltara algo en la cabeza. Pero lo ms
sorprendente era que su fuerza era la exactitud en su anlisis de las situaciones. A
pesar de que tena el apoyo de Mora, les debera haber sido casi imposible
continuar luchando sin estar rodeados. Sin embargo, a pesar del hecho de que
estaban en la oscuridad de la noche y que no podan hacer ninguna luz, estaban
teniendo problemas.
Goldof tambin era fuerte. Sigui las instrucciones de Hans y estaba luchando con
comodidad. Mientras que estaba relacionado con la batalla por lo que no pareca
haber ninguna razn para preocuparse por l.
"Goldof, dime si ests cansado, miau. Todava puedes luchar?"
Goldof ni siquiera movi la cabeza. Estaba triste y deprimido tal como se esperaba.
"Hans, despus de que la situacin all se termine puedes ver para comprobar
afuera de la montaa por m? Mi doble vista slo se extiende a la montaa".
"Miau."
Hans y Goldof se dirigieron hacia la cumbre y desde all vean sobre la base de la
montaa.

"No puedo ver ninguna luz, miau. No hay seales de un grupo grande
acercndose".
"Est bien? Bueno, yo entiendo. Continua con la batalla luego".
Mora fue presa del pnico. Todava no poda ver a Tgurneu y como resultado no
poda usar la barrera que haba diseado para atraparlo.
Qu demonios ests haciendo, Mora maldijo a Tgurneu dentro de su mente.
Tgurneu, el sptimo, por qu no estn haciendo un movimiento? Y qu significa
que Tgurneu le dijera que slo dos das le quedaban? Sus preguntas flotaban en la
cabeza de una en una, pero ni siquiera la ms mnima respuesta le vino hacia la
mente.
"..."
Mora tena un miedo. Era un miedo que haba morado dentro de su mente desde
que quedaron atrapados dentro de la Barrera Ilusoria de Niebla.
El sptimo sabe sobre el pacto secreto entre yo y Tgurneu? Claramente Tgurneu le
haba dicho que no iba a hablar sobre el pacto con nadie ms. Pero si haba alguien
que hubiera escuchado nuestra conversacin, sera harina de otro costal.
Aunque eran condiciones del acuerdo, Mora le haba prometido matar a uno de sus
compaeros. Si eso llegara a ser expuesto sus compaeros probablemente dirigiran
su desconfianza hacia ella. Fremy podra tratar de matarla en el acto. Y aunque ella
no muriera de inmediato nadie confiara en ella nunca ms.
Adems de eso, Mora ya estuvo en mal estado durante su tiempo en la Barrera
Ilusoria de Niebla. Ella ya haba perdido una cantidad considerable de la confianza
de sus compaeros. Para el sptimo su situacin debe ser una situacin oportuna.
Sin embargo, no haba indicios de que su pacto secreto con Tgurneu hubiera sido
revelado. Excluyendo a Fremy, no haba nadie que fuertemente sospechara de ella.
El sptimo y Tgurneu, a qu estn apuntando?

"Mora, en qu direccin debemos ir? Ests durmiendo?", Dijo Hans desde la

cumbre de la montaa.
Mora se apresur a detener su actual lnea de pensamiento. Entonces despus de
usar su doble vista para estudiar la zona le hizo entrega de las direcciones.
"Una vez que desciendan de la montaa, vayan por el lado sur. Hay slo unos pocos
Kyomas por all".
"Muy bien, miau".
En ese momento haba un pequeo destello de una idea en el fondo de su mente.
Sin embargo, Mora inmediatamente lo neg.
No puede ser. No hay manera de que sea el sptimo.
#
Hablaron durante quizs dos horas, pero las palabras que los tres estaban diciendo
eran cada vez menos y menos.
Haban discutido a fondo todas las posibilidades probables en cuanto a qu tipo de
habilidad podran haber utilizado para bloquear el veneno de las Santas fluyendo a
lo largo de todo el cuerpo de Tgurneu
Ellos pensaron durante mucho tiempo acerca de lo que Tgurneu podra haber
estado escondindole a Fremy. Pero incluso la informacin que Fremy les
proporcion no fue suficiente para ayudarles a precisar qu exactamente Tgurneu
ocultaba.
Adlet, Fremy y Rolonia se miraron los unos a otro y contemplaban la penumbra de
su situacin.
"... Tal vez deberamos cambiar hasta nuestra forma de pensar", dijo Adlet, harto de
la conversacin dando vueltas en crculos y llevndolos a ninguna parte.
"Cmo debemos cambiar?"

"No debemos pensar en qu tipo de capacidad bloque el veneno de la Santa. En

su lugar debemos discutir si ha habido algo inusual en el comportamiento de
Tgurneu".
Fremy y Rolonia apenas reaccionaron a su sugerencia.
"No ha sido nada ms que un comportamiento inusual. Se le ocurra a partir del
momento, dijo que los saludos eran una especie de primer paso, tena una forma
solapada de hablar..."
Eso era todo cierto.
"Fremy, Tgurneu ha sido siempre as?"
"S. Los saludos son el primer paso para una vida brillante. l ha estado dicindolo
por un largo tiempo. Si los Kyomas de Tgurneu no lo saludan, l se va a enojar".
Cul es el trato con l?, pens Adlet.
"Qu hay sobre la boca en su pecho? Es eso un compartimiento o algo as?"
"As es. Coloca varias cosas all".
"Como qu?"
"Lo que l pone all la mayora de las veces son blocs de notas y tiles de escritura,
brjulas y mapas... Incluso ha puesto juguetes y dulces hechos por el hombre",
respondi Fremy.
"Por alguna razn slo est poniendo cosas ordinarias all", dijo Rolonia.
Fue entonces cuando Adlet record algo particularmente extrao entre el
comportamiento natural de Tgurneu.
"Tgurneu... por qu tena una fruta higo?"
"Eh?"

"No es que los Kyomas casi nunca comen? Por qu entonces caminaba por ah
con la comida?"
"Tgurneu es un Kyoma que extraamente come con frecuencia. l ha dicho que es
un Kyoma ms predispuesto que los ordinarios a tener hambre".
"Es eso cierto, Rolonia?"
"... Predispuesto a comer con frecuencia? Yo no s mucho de eso..."
Adlet record algo ms. Esta vez fue desde hace ocho aos, cuando Tgurneu
apareci en su aldea. Tgurneu haba estado hablando con los aldeanos en una
mesa. Y en ese momento, as que haba una gran cantidad de alimentos en frente
de l. Pero por qu?
"Puede haber algn secreto en el higo."
"El higo?"
"El que Tgurneu normalmente come?"
"l come de todo. Los seres humanos y los animales, vegetales y frutas. Come
mucha fruta en particular. l hace que sus seres humanos capturados crezcan y lugo
los hecha en su boca devorndolos.
"... Come la fruta?"
"Por lo que pude entender de lamer su sangre, Tgurneu come realmente mucho",
respondi Rolonia.
"l ha comido la fruta higo, y la carne de los animales, y las malas hierbas. Y..."
Rolonia dud en medio de la frase. "Ha comido Kyomas tambin."
Adlet se sorprendi, pero Fremy se mantuvo en calma.
"Est bien. Tgurneu come Kyomas. Ha comido a los insignificantes e intiles Kyomas
que sospechaba ser seguidores de Dozzu. Dijo que eran buenos para ganar fuerza".
"Incluso comi a Kyomas de su propio grupo... eso es repugnante."

Un Kyoma que coma mucho. Eso era interesante. Pero, qu significa? Adlet ni
siquiera tena la menor idea de cmo empezar a analizar esa informacin.
Pero Tgurneu haba sacado un higo de la boca en su pecho y lo haba comido
durante su batalla. Y eso no pareca como una accin completamente
intrascendente.
"... No haba ninguna descripcin de que Tgurneu fuera un devorador gigante en la
pasada literatura", dijo Adlet casualmente.
"La pasada literatura?" pregunt Fremy, estirando el cuello hacia un lado.
"No has ledo la el Registro de la Guerra de Byrne? Es el relato escrito de los
sbrevivientes de los primeros hroes de las Seis Flores".
"Nunca antes lo haba escuchado. Tgurneu estaba registrado en ello?"
Adlet asinti. El Registro de la Guerra de Byrne era algo que cualquiera quien
tratara de convertirse en un hroe de las Seis Flores leera.
"Tambin he ledo el Registro de la Guerra de Byrne." Dijo Rolonia, levantando la
mano.
"Fulmer, el rey hroe era genial. Particularmente cuando pele mano a mano con
Zophrair", dijo Adlet.
"Mi favorito era wig-san, la Santo de Fuego. A pesar de que fue la primera en morir
entre los seis..."
Adlet y Rolonia entonces comenzaron a charlar sobre la historia ante Fremy quien
les cort.
"Hay algo que quiero saber. De qu manera Tgurneu se representa en la historia?"

"No aparece directamente el nombre de Tgurneu. Pero entre los subordinados del
Rey Demonio Zophrair haba un Kyoma que tena casi el mismo aspecto exacto
como Tgurneu".
"Rey Demonio Zophrair?"
Adlet se sorprendi que ella no supiera nada de eso.
"Zophrair fue el Kyoma que jug un papel activo en la primera gran guerra de las
Seis Flores. Pareca que era el que mandaba a los Kyomas en ese momento. En
segundo lugar al Majin, el autor Byrne le dio el ttulo de Rey Demonio".
"Sola haber un Kyoma as? No lo saba."
"Bueno, tal como se sabe los Seis Hroes se acercaron al lado oeste del territorio de
los Lamentos de los Demonios en barco. Condujeron a los Kyomas lejos de sus
puestos y cuando sus filas fueron delgadas, desembarcaron. Y luego lanzaron un
ataque sorpresa a la vez en la tierra de la sangre derramada. All era donde se
enfrentaron al rey demonio Zophrair y 22 de sus subordinados.
"Zophrair tena las alas de un pavo real y un aspecto misterioso que no era ni un
pjaro, ni un gato. Byrne, la persona que escribi el historial de guerra, dijo que l
era la existencia ms hermosa que haba visto en su vida".
"Sabes el registro tambin."
"Le detenidamente el registro de la guerra de Byrne hasta el punto en que lo
memoric. As tal como iba diciendo, Zophrair era un Kyoma que posea una
habilidad nica. Byrne le haba llamado Controlador Kyoma".
"Qu tipo de capacidad era?"
"El poder de controlar a otro Kyoma y colocarlos bajo su mando. Los seguidores de
Zophrair lucharon contra las Seis Flores en perfecta sincrona. Ellos no tenan que
hablar entre s, ni tenan miradas dudosas, slo cooperaban perfectamente. Y
estaba escrito que no importaba cuntas veces fueran asesinados los veintids
seguidores, siempre volvan a la vida, siempre y cuando Zophrair viviera sus
nmeros no disminuan".

"... Un tipo de control."

"Zophrair no emita rdenes a sus subordinados. Pareca que tena el control total
sobre ellos. Sus subordinados haban perdido su libre albedro y se haban
convertido en una parte de Zophrair.
"El registro dice que Zophrair ciertamente le haba dado una parte de su cuerpo a
sus subordinados Kyomas. Y dndoles una parte de su cuerpo poda controlar a
otros Kyomas. Ese es el poder del tipo control. Bueno, todo esto es la suposicin del
registro escrito por Byrne".
"Adems de que pareca que Zophrair tambin tena la capacidad de hacer a otros
Kyomas ms fuertes. Estaba escrito que al instante en que Zophrair haba
desaparecido los Kyomas bajo l se debilitaron bruscamente," Rolonia aadi a la
explicacin.
"Entonces qu paso?"
"Tres de las Seis Flores refrenaron a Zophrair mientras que las flores restantes se
precipitaron en la tierra de la sangre derramada. Luego derrotaron al Majin.
Despus de que el Majin haba sido derrotado, Zophrair desafi al rey hroe Fulmer
a una batalla de uno a uno, a la que Fulmer acept. El final de su lucha desesperada
dio lugar a los dos matndose mutuamente".
"..."
"En los registros dejados por el segundo grupo de hroes, Zophrair no hizo acto de
presencia. Tampoco hubo un Kyoma que poseyera las mismas habilidades. Slo
haba un Kyoma de tipo control. Es apropiado entonces llamarlo el Rey Demonio".
"Desde dnde viene Tgurneu en hacer acto de presencia?"
"Hubo un Kyoma que se pareca a Tgurneu entre los seguidores de Zophrair.
Aunque haba un nmero de otros registros dejados por otros hroes, Tgurneu slo
apareci en el registro de Byrne".
"Qu hizo Tgurneu en esa vez?"

"l no hizo nada significativo. Luch con las Seis Flores, fue golpeado y asesinado.
Eso es todo."
"... Yo no saba nada de eso. Lo que yo haba odo hablar de las ltimas grandes
guerras con las Seis Flores fue completamente diferente. Y yo ni siquiera o hablar
del llamado Rey Demonio Zophrair".
Eso es raro, pens Adlet. Zophrair fue sin duda el Kyoma ms fuerte de la historia. Y
en lo que se refiere a las batallas anteriores, Adlet no pensaba que Tgurneu incluso
alcanzara el mismo nivel. Se pregunt de la existencia de un poderoso Kyoma como
tal incluso se dijo de l en las futuras generaciones de la humanidad.
"No sabes acerca de las ltimas batallas?", Pregunt Adlet.
"He odo hablar de ellas. Pero era completamente diferente a lo que estoy
escuchando ahora. Tgurneu me haba dicho que no hubo nadie que mandara a los
Kyomas durante la primera guerra con las Seis Flores. Los Kyomas haban desafiado
a los hroes de una manera desordenada y luego fueron derrotados."
"... Eso es extrao", dijo Adlet. Claramente Tgurneu haba ocultado la existencia de
Zophrair de Fremy. Pero por qu razn?
Hubo una serie de elementos de Tgurneu que eran antinaturales. Sus comidas, los
saludos, y el hecho de que haba ocultado la existencia de Zophrair. Sin embargo,
cmo cualquiera de ellos se refieren al misterio de Tgurneu?
Todo era demasiado vago y Adlet todava no poda ver una solucin.
"... As que parece que tenemos que volver a ese lugar una vez ms despus de
todo." El lugar qe Adlet se refera era la colina donde haban sido emboscados. Les
llevara unos treinta minutos llegar a la colina si se apresuraban.
"Eso va a ser difcil", respondi Fremy." Esta zona est rodeada de Kyomas. Adems
si hubiera una pista all entonces Tgurneu vendra a detenernos para no
encontrarla".
Quera evitar la lucha con Tgurneu otra vez mientras el misterio no quedara
resuelto, sobre todo porque la prxima vez que lo encontraran, podran no ser

capaces de escapar. Sin embargo, tuvieron que considerar cmo iban a regresar a
esa colina, porque si haba realmente alguna pista entonces ese era el nico lugar
que podra ser.
"Voy a ir a ver. Ustedes dos qudense aqu", dijo Fremy y se levant.
"Vas a ir por ti misma?"
"Va a ser ms fcil hacer esto por mi sola, ya que no voy a necesitar prestar
atencin a las cosas superfluas."
"No puedes. Yo tambien voy. Rolonia tambin ir con nosotros".
"No has terminado de recuperarte de tus lesiones. Y Rolonia est fuera de la
cuestin. No puedo tomar a alguien quien podra ser un enemigo".
Eso fue cuando oyeron la voz de Mora desde fuera. "Tgurneu ha llegado!"
Despus de su anuncio los tres se precipitaron fuera de la cueva, al mismo tiempo.

Captulo Cuatro: Parte Uno.

Ese da era hace tres aos antes del despertar del Majin. Era el da despus de que
Mora haba terminado sus negociaciones con Tgurneu. "Esto es una mierda!" Una
voz airada reson dentro de la habitacin personal de Mora en el Templo Principal.
La que hablaba era una mujer sentada frente a Mora en una mesa. Luego se puso
de pie y golpe su puo en la mesa, rompindola en dos como un vaso de agua y
esparciendo fragmentos por el suelo. Esos trozos rotos de madera luego se
convirtieron en grupos de sal antes de que se desmenuzaran sobre la alfombra.
"Weylynn, no rompas mis muebles", le dijo Mora a Weylynn Coteau, la Santa de la
sal. Hasta ese momento Weylynn tena 25 aos. Tena la piel de color marrn claro
y el pelo largo negro azabache. Su cuerpo era delgado, con msculos tonificados.
Estaba vestida con una tnica con las mangas arrancadas y sus manos estaban en
guantes de cuero.
Su sal tena el poder de purificar y ahuyentar el mal. As que por generaciones las
Santas de sal haban estado a cargo de la creacin de barreras para protegerse de
los Kyomas. E incluso tena el poder de hacer que temporalmente la toxina en el
territorio de los Lamentos de los Demonios fuera ineficaz.
Adems de eso Weylynn haba dominado la capacidad de cambiar a los grupos
enemigos en granos de sal. Ella tambin fue considerablemente ms hbil en la
lucha, lo que era raro en las santas de Sal.
Mora le haba contado todo acerca de su pacto secreto con Tgurneu. Tal como
escuch Weylynn su primera emocin fue el shock, pero luego del shock se
convirti en rabia. No fue hacia Mora quien haba hecho un pacto con un
imperdonable Kyoma, sino con con Tgurneu quien haba tomado como rehn a su
hija.
"Jefe! (En el sentido que es la jefe de los templos) Cmo puedes estar tan
tranquila?! Por qu no lo golpeaste a ese Kyoma tanto hasta la muerte?"
"Porque l se escap. Y no es un oponente que pueda derrotar por mi cuenta".
"... Bastardo."

Las camareras de piso vinieron y limpiaron las pilas gigantes de sal, despus de lo
cual trajeron una mesa para sustituirla. Cuando terminaron, Mora confirm que las
haban dejado antes de continuar su historia. Sin embargo, cuando ella empez a
hablar Weylynn de repente trat de salir de la habitacin.
"A dnde vas?"
"No es obvio?! Voy a ir a vencer a ese bastardo Kyoma a palos! T tambin
debes venir, jefe!"
"Clmate. Dnde crees que podra estar?"
"l est, obviamente, en el territorio de los Lamentos de los Demonios. Puedo
entrar con mi poder. Vamos a tomar a alguien como Chamo y Asley, adems de la
princesa y Leura-Basan. Va a ser un preludio de las batallas de los Hroes de las Seis
Flores".
"Ests delirando. Tu poder slo te permitir permanecer en el territorio de los
Lamentos de los Demonios durante dos das a lo sumo. Y eso no sera ni de lejos
suficiente tiempo".
"... Mierda."
Weylynn a regaadientes lo admiti y se sent en el sof.
Mora sostuvo una especial confianza en Weylynn. Era una buena mujer que no
tena doble cara. Ella era sincera, capaz de guardar un secreto, y una vez que haca
una promesa no la rompera por cualquier medio. Era cierto que ella podra ser
simplista e impulsiva, pero an as, entre las santos no haba nadie que no fuera ella
a quien Mora le podra abrir su corazn.
"Por lo tanto, Cmo est Sheniera-chan?"
"La viste hace poco no es cierto? Ella est tan buena como nueva".
*(Debo aclarar que en todo el volumen se ha dicho que la hija de Mora ha sido
secuestrada, pero si no se han dado cuenta, se refieren al hecho de que tiene el
gusano dentro el por qu lo dicen as, no es un error de traduccin, ya que

prcticamente es como si estuviera en las manos del kyoma y no era porque

estuviera secuestrada de verdad)*
"Las criadas le ensearon cmo escribir. Ella es una buena chica. Lo sabe ella?"
"Ella no sabe nada. Ella slo debe pensar que ya est recuperada de su
enfermedad".
Tanto Weylynn y Mora dejaron escapar un suspiro triste al mismo tiempo.
"Hay algo que pueda hacer por esa chica? Cualquier cosa en absoluto, jefe?
Dime," Weylynn declar alentadoramente. Ese era uno de sus puntos buenos.
"... A partir de ahora voy a dedicarme en el entrenamiento. No puedo derrotar a
Tgurneu con mi fuerza actual. As que durante este tiempo por favor protege el
Templo Principal".
"Djamelo a m. Pero yo no tengo que ser pedida de hacer algo as." Weylynn
flexion sus bceps y los golpe con el puo.
"Tgurneu tambin puede ser amenazante con otras Santas, por lo que har arreglos
para hacer de este lugar ms seguro. Tambin cooperar con Marmanna y
examinar si hay alguien como yo, quien haya tenido a alguien secuestrado. Hay un
montn de cosas que hacer".
"No hay problema. Reljese Jefe y centrese en su formacin".
Mora tambin le haba pedido a Gunner que ayudara a Weylynn, por lo que
probablemente no tendra que preocuparse. Pero en ese momento Weylynn dijo
algo en voz desanimada.
"Hey, jefe. Puedo preguntarte algo?"
"Qu es?"
"No quiero decir esto, pero..."

Weylynn estaba siendo inusualmente vacilante. Era como si estuviera tratando de

encontrar la manera de algo que le era difcil de decir.
"Si usted no es capaz de derrotar a Tgurneu en la fecha lmite y tuviera que matar a
uno de los hroes de las Seis Flores, qu vas a hacer?"
"... No pienses en eso. Definitivamente voy a matar a Tgurneu".
"Eso... Eso es correcto. Lo siento por la extraa pregunta".
"Deja de evadir y habla con claridad. No me voy a enojar con lo que estes tratando
de decir", dijo Mora.
Preparndose, Weylynn abri la boca para hablar. "Jefe, si no eres capaz de derrotar
a Tgurneu dentro del tiempo asignado... mataras a uno de los hroes de las Seis
Flores para salvar a Sheniera-chan?" Weylynn mir a Mora con una mirada afilada.
"Porque si esa es tu intencin entonces yo no tengo otra opcin que matarte con el
fin de proteger este mundo. Aunque Sheniera-chan es importante, no la puede
negociar por el mundo".
"... Est bien. No tengo la intencin de hacer eso."
"Lo siento. No debera haber preguntado algo as".
"No te preocupes. Era una pregunta natural".
"Por favor, Jefe; es la nica en quien puedo confiar. Es absolutamente necesario
derrotar a Tgurneu y salvar a Sheniera-chan," dijo Weylynn y luego sonri. "Me
preocupo por esa chica tambin. Tal como hago lo mismo por usted tambin, Jefe".
Mora tambin sonri y le dio una leve inclinacin de cabeza.
#
Unas tres horas haban pasado desde que Goldof y Hans se haban dirigido hacia la
batalla. Se haba hecho tarde y el sol ya se haba levantado hacia el cielo.

"Hans vuelve a la barrera por un momento. Puede que no lo hayas notado, pero
ests muy cansado y tus movimientos son cada vez ms lentos." Mora emiti la
orden utilizando el poder de los ecos de la montaa para que los Kyomas no se
dieran cuenta.
"Miau. Parece que ests en lo cierto. Tambin he estado pensando que era hora de
volver".
La posicin de Hans estaba bastante lejos de la Flor Eterna. As que Mora utiliz su
doble visin para encontrar un camino para que regresara con seguridad.
"Sube hasta la cumbre, a continuacin, a partir de ah de inmediato apresurate
hacia abajo. Hay Kyomas hasta la mitad, pero voy a mandar a Chamo ayudndote."
"Miau, miau, lo tengo. Goldof, de esta manera."
Hans y Goldof entonces comenzaron a moverse. Mientras tanto, Mora cambi su
atencin hacia Chamo quien estaba ocupada rellenando su cara con los animales
salvajes.
"Puedes mover tus Jyumas? Si puedes, encrgate de los Kyomas por encima de tu
posicin".
"Muy bien," Chamo respondi. Ella entonces vomit a cinco Jyumas y les hizo ir
directo hacia la montaa. Mora se dio cuenta de que tenan un nuevo y extrao
brillo en ellos diferente al anterior.
El rea alrededor de Chamo estaba llena de huesos. Se haba aadido casi la
totalidad de los animales en la montaa coo contenidos en su estmago.
"... Uf!, tal como se esperaba no fue tan divertido", dijo Chamo con un eructo
gigante.
"Qu demonios has estado haciendo?"
"Chamo ha estado reuniendo aceites de animales."
"El aceite?" Mora inclin la cabeza hacia un lado.

"Parece que este extrao polvo se har caliente si se toca con el agua. As que
Chamo piensa que si las mascotas de Chamo estn cubiertas en aceite tal vez el
efecto del polvo se ver disminuido considerablemente".
Ya veo. Eso fue sin duda algo que slo se le ocurrira a ella.
"Chamo no sabe cmo ser su eficacia. Y no hay suficiente aceite. Sin embargo,
Chamo piensa que ser capaz de manejarlo de alguna manera".
"Vas a luchar contra Tgurneu?"
"Uh-uh, Chamo va a esperar a todo el mundo, ya que Chamo no es una nia.
Chamo puede esperar adecuadamente".
Mora sonri. Chamo fue madurando poco a poco, despus de todo.
"Est bien. Siempre has sido una buena chica. Acabas haciendo algunos errores".
Mora acarici la cabeza de Chamo, pero la chica golpe su mano con tristeza.
"Chamo dijo que no es una nia."
Incluso mientras hablaba con Chamo, Mora estaba observando atentamente el
estado de la montaa. Hans y Goldof haban recibido asistencia de los Jyumas y se
dirigan de vuelta hacia la Flor Eterna. Y aunque el nmero de Kyomas haba
disminuido, no haba indicios de que haban pedido refuerzos.
Mora busc si algo ms estaba ocurriendo en la zona. Y fue entonces cuando Mora
vio algo anormal. Inconscientemente, todo su cuerpo se puso rgido.
Tgurneu caminaba casualmente en el lado occidental de la montaa. Su andar
careca de motivacin, como si estuviera simplemente tomando un paseo.
l estaba llevando a cuatro Kyomas con l. Dos de ellos eran Kyomas grandes de
ms de diez metros de altura. Uno de los pares tena la forma de un reptil con una
boca gigante. El otro del par pareca un monstruo en forma de una enorme
medusa. Adems haba un mono Kyoma con el pelaje de color arco iris, y un Kyoma
que pareca un hombre de piedra.

"Esa Chamo Rosso era increble. Ella se ve completamente diferente de lo que he

odo".
"Definitivamente. Me pregunto a lo que el interior de su estmago se parece..."
"Con slo mirar a su vez casi me ech a rer. Yo estaba como, vamos, eres
realmente humana?"
Tgurneu estaba charlando alegremente con el mono Kyoma. Tena una actitud que
pareca sugerir que no estaba preocupado en absoluto sobre el estado de la Flor
Eterna o los Kyomas en la montaa.
"Si matamos a Chamo los Kyomas que ella controla tambin sern liberados?"
"Me pregunto. Pues no es nada de qu preocuparse. Son slo Kyomas de Cargikk
despus de todo." Tgurneu luego agreg: "Me pregunto si Mora matar a alguien
pronto."
"No ha habido ningn mensaje que indique que algo haya ocurrido en La Flor
Eterna. Estn probablemente todava confundidos", dijo el mono Kyoma.
Tgurneu se encogi de hombros. "No importa cunto de un tonto sea, creo que por
lo menos puede entender lo que "no hay tiempo" significa. Cunto tiempo tiene la
intencin de mantenerme esperando?"
Espiando en su conversacin, la piel de Mora se levant con la piel de gallina por la
ira. Cunto ms Tgurneu me va a tratar como una tonta?
"Mora realmente matar a uno de ellos?"
"Podran ser necesarios uno o dos empujones ms. Bueno, en todo caso, es slo
una cuestin de tiempo. Vamos a esperar un poco ms".
Despus de eso Tgurneu continu su agradable paseo.
"Qu te pasa, Obachan?" Chamo pregunt desde su lado.

"... As que finalmente ha llegado." Mora sac una estaca de sus bolsas. Era casi tan
gruesa como el dedo pulgar y de slo unos 30 centmetros de largo. Era tan
pequea que no se poda ver sin entrecerrar los ojos. Y una serie de palabras
sagradas finas haban sido grabadas en un patrn en la misma.
Durante los tres aos despus de que haba hecho un pacto secreto con Tgurneu,
Mora hizo una gran preparacin para poder matarlo. Ella haba convocado a
muchos santas y con su cooperacin haba sido capaz de crear varias armas.
Lo tomado en sus manos era una de esas armas. Ella la haba creado junto con
Weylynn, la santa de la sal quien era experta en la creacin de barreras. Weylynn
haba llamado esta barrera en particular, la Corona de Sal.
"Tgurneu est llegando!" Grit Mora y poco despus Adlet sali de la cueva.
#
"... Y esa es la situacin."
Hans y Goldof haban regresado a la Flor Eterna y Mora acababa de terminar de
informarles a todos de la llegada de Tgurneu. Cuando ella les habl de cmo
Tgurneu haba estado charlando junto a los Kyomas mientras caminaba
casualmente, los ojos de Adlet se llenaron de ira. l guardaba rencor hacia Tgurneu
al igual que Mora lo hizo.
"Es posible que nosotros podamos atrapar a Tgurneu a la vez. Has podido hacer
los preparativos necesarios para derrotarlo?", pregunt Mora.
Adlet, Rolonia y Fremy intercambiaron miradas antes de sacudir la cabeza con
pesar.
"Todava no has pensado en algo? Pero tuviste todo ese tiempo. Y Chamo est
lista," Chamo dijo con el ceo fruncido.
Ella estaba tan decepcionada como lo estaba Mora. Mora haba entendido que las
posibles pistas seran escasas, pero ella haba pensado que Adlet sera capaz de
encontrarlas.

"Bueno, no hay nada que podamos hacer al respecto ahora. Vamos a tener que
atacarlo juntos".
Mora estaba a punto de empujar su estaca en el suelo, pero Hans la detuvo.
"Miau, qu pasar si atacamos ahora? La batalla sera igual que antes. Nada ha
cambiado."
Mora trat de quitarse de encima la mano de Hans. "No tenemos muchas
probabilidades de matar a Tgurneu. Tienes la intencin de pasar por alto esta
oportunidad?"
"Me encanta estar en un aprieto, pero no me gusta la temeridad y la imprudencia.
Por mi parte, creo que para luchar ahora simplemente sera desacertado".
"Has perdido tus nervios, Hans?!", grit Mora, ya no oculta su irritacin.
"Qu pasa, Mora-san?", Pregunt Rolonia.
Justo despus Fremy aadi: "Por qu ests tan apurada?"
Los compaeros de Mora la miraban con miradas extraas. Si ella tuviera que seguir
presionando, ellos sospecharan ms y ms de ella.
"Lo siento, pero esto es sin duda el momento de actuar. No hay manera de que
podamos pasar por alto esta oportunidad".
"No hables tan extraa o vas a hacer que me den ganas de matarte", dijo Fremy con
una mirada fra. Rolonia luego mir a Fremy con una mirada asustada.
"Mora. Cunto tiempo durar la barrera de proteccin despus de que se active?",
Pregunt Adlet.
"Fue hecha para permanecer activa durante seis horas. Pero es slo una barrera
instantnea. No s si tiene el poder para mantenerse durante todo el tiempo".
"Dame tres horas. Voy a resolver el misterio de Tgurneu dentro de ese tiempo. Y si
no puedo, entonces voy a renunciar a todo y voy a comenzar nuestro ataque".

"Qu vas a hacer?"

"Voy a salir de esta montaa y volver a la colina donde nos tendieron una
emboscada. Ese es probablemente el nico lugar donde podemos encontrar alguna
pista respecto a las debilidades de Tgurneu".
En realidad Mora quera ir matar a Tgurneu inmediatamente. Tgurneu le haba
dicho que slo tena dos das que le quedaban. Sin embargo, no poda oponerse a
la propuesta de Adlet.
"Muy bien, Adlet. Tienes que encontrar alguna pista que podamos utilizar. Mientras
tanto, nos aseguraremos que Tgurneu no escape".
Mora mostr la estaca en sus manos a sus compaeros.
"Esta barrera slo restringe que los Kyomas salgan y entren. Todo lo dems ser
capaz de pasar a travs de ella sin ningn problema. Despus de activarla, diriganse
hacia la colina de inmediato".
"Espera. Significa eso que no voy a ser capaz de salir de la barrera?", Pregunt
Fremy.
"Lo siento Fremy. Yo no saba sobre ti cuando hice esta barrera. Puedes quedarte
aqu?"
"Eso es un poco imprudente. Es posible que haya indicios que no podamos
encontrar sin Fremy", dijo Adlet.
"No estara bien activar la barrera despus de que Fremy-san se haya ido?",
Pregunt Rolonia.
"Si hacemos eso entonces Fremy no ser capaz de volver a la barrera. Bueno,
entonces, supongo que no hay nada que podamos hacer al respecto. Vamos a tener
que dejar a Fremy atrs" Adlet concedi.
Tal como Rolonia y Adlet discutieron entre s, Mora estaba usando su doble vista
para estudiar los movimientos de Tgurneu. l todava estaba charlando
despreocupadamente.

"Voy a levantar la barrera, bien?" Pregunt Mora y Adlet asinti.

Pero por alguna razn, Hans pareca tener una mirada de asombro en su rostro. Y
Fremy estaba de la misma manera, como si los dos estuvieran confundidos acerca
de algo.
"Qu est mal?"
"Miau, yo realmente no tengo buenos recuerdos cuando se trata de barreras,
miau".
De hecho, pens Mora. Sin embargo, este no era el momento de preocuparse por
eso ahora. Con la ayuda del Dios del poder de las Montaas, la estaca en la mano
comenz a emitir luz.
Normalmente no poda haber dos barreras en el mismo lugar. Pero la barrera de la
Flor Eterna que la santa de la nica Flor haba creado, posea cualidades que eran
diferentes de las barreras normales. Ya haba sido confirmado por las ltimas Santas
que la barrera de la Flor Eterna no chocara con otra barrera.
Justo antes de empujar la estaca en el suelo Mora utiliz su doble vista para mirar a
Tgurneu una vez ms. Al igual que antes l todava estaba paseando a lo largo y
charlando con sus subordinados.
"Cargikk todava no ha tomado una decisin?"
"Parece ser de esa manera. Quiere ganar?"
"Oh bien. Podemos burlarnos de l al recluirse lejos por s mismo".
Pareca que no era ms que una charla. Ellos eran completamente conscientes de la
amenaza que se aproximaba. Podra este tipo posiblemente ser slo un idiota?
Mora estaba empezando a preguntarse.
"... Hu!"
Mora apual la estaca en el suelo. Las palabras grabadas en ella comenzaron a
iluminar, a continuacin, el suelo empez a temblar violentamente.

"Montaas! Liberen su poder oculto y otrgenselo a Mora Chester!" Mora llam a

la montaa.
La montaa respondi hacia la voz de Mora. Ella absorbi el poder de la naturaleza
en la montaa y lo aadi a su fuerza. Era una habilidad de alto nivel que pocas
personas, incluso entre las santas, podran utilizar.
El llamado de Mora se dirigi hacia la sal en el suelo de la montaa. Ella absorbi el
poder purificador que contena la sal y lo reform en una barrera que impeda a los
Kyomas de entrar o salir.
Una gran cantidad de energa flua hacia ella desde la montaa, causando que calor
extremo emanara desde su cuerpo junto con las chispas que volaban a su
alrededor. Ella verti todo el poder que reuni en la hoguera. Y a travs del
encantamiento de las palabras sagradas grabadas en el juego, el poder se
transform en la forma de una barrera.
"Corona de Sal, levntate!"
Un rugido atronador reson a travs del aire. Entonces una onda invisible fue
liberad desde la hoguera. Y en el siguiente instante toda la montaa estaba cubierta
de un velo de luz.
"Funcion?" Adlet grit. Pero no haba ninguna razn para responder. Era seguro
decir que la barrera haba funcionado a la perfeccin.
La barrera no podra haberse realizado sin la cooperacin de la Santa de la sal y de
la santa de las montaas. Si las dos de ellas no poseyeran poderes extraordinarios
hubiera sido algo imposible de lograr. Si Mora hubiera fracasado y no fuera capaz
de controlar el vasto poder que flua en ella, estaba la posibilidad de que su cuerpo
se desintegrara por el poder.
"... Oh?"
Mora estaba observando una vez ms Tgurneu con su poder. El Kyoma mir el velo
de luz que cubra el aire por encima de la cabeza con una sonrisa. A pesar de que
estaba fingiendo que no era un problema, Mora pudo ver que l estaba claramente
perturbado.

"Es una barrera! Traigan a todas nuestras fuerzas a la ubicacin de Tgurneu-sama.

Protejan a Tgurneu-sama!" El mono Kyoma grit.
Sus subordinados inmediatamente comenzaron a extenderse por la montaa,
llamando a otros Kyomas.
"Puede ser que tengamos que enfrentar el ataque de las Seis Flores si nos
quedamos aqu. Vamos a dejar esta montaa de inmediato".
"Tienes razn. Y espero que podamos, pero me pregunto si es posible".
Con una sonrisa extendida por su rostro, Tgurneu comenz a descender la
montaa.
"Tgurneu ha sido atrapado. Adlet, ve directo hacia la colina ahora," Mora orden y
Adlet asinti. "Rolonia, ve tambin. Y Hans, acompalos as, de acuerdo?"
"Miau, por supuesto que est bien. Y Goldof, te irs tambin, miau. Despus de
todo, sera intil si slo te quedas aqu", dijo Hans y luego abofete la espalda de
Goldof. Goldof no mostr ninguna respuesta, pero pareca que haba entendido.
"As que cuatro de nosotros vamos. Todo el mundo, dense prisa y preprense", dijo
Adlet, luego se precipit en la cueva.
Mientras tanto, Tgurneu y sus subordinados haban conseguido finalmente llegar al
borde de la barrera de sal en el pie de la montaa.
Un Kyoma golpe el velo de luz con su cuerpo, pero tan pronto como su cuerpo la
toc, estall en llamas enviando chispas y humo volando. An con vida, el Kyoma
destroz su cuerpo en la barrera una y otra vez, pero el velo no se rompera. Pronto
todo el cuerpo del Kyoma estaba carbonizado y dej de respirar.
"As que no se puede romper despus de todo?" Tgurneu toc el cadver del
Kyoma. "Fue probablemente Mora. Sin embargo, no parece ser una barrera que
podra hacer por ella misma. Me pregunto si Weylynn trabaj con ella".
Los Kyomas dispersos por toda la montaa estaban reunidos alrededor de Tgurneu.
Tgurneu luego comenz a darle rdenes a sus subordinados.

"Es un problema que nos quedemos atrapados aqu. Rompan la barrera".

Un reptil gigante Kyoma golpe su cabeza contra la barrera. Entonces un lagarto
Kyoma escupi cido en ella. Despus de eso, una gran cantidad de Kyoma intent
atacar la barrera a la vez.
Arrodillado en el suelo, Mora segua agarrando la estaca. Cada vez que los Kyomas
chocaban con la barrera recibi una vibracin a travs de la misma y hasta su brazo.
As, aadi el poder del Dios de las Montaas para reforzar la barrera.
Tgurneu se qued all y vio como sus Kyomas se suicidaron uno por uno. l es un
total idiota, pens Mora.
Slo tena que esperar a que Adlet volviera con lo que estaba buscando. Pero hasta
entonces necesitaba seguir protegiendo la barrera.
Por favor Adlet, estoy confiando la vida de mi amada hija a ti.
Captulo Cuatro: Parte Dos.
Adlet abri la caja de hierro y comenz a reponer totalmente las bolsas en la
cintura con las armas secretas que senta que seran tiles para la bsqueda.
"Ad-kun, estoy lista", dijo Rolonia.
l les haba dicho que se dieran prisa, pero Adlet haba sido el nico que necesitaba
prepararse. Rpidamente llen sus bolsillos.
"Adlet, lleva esto contigo."
Fremy le entreg dos pequeos petardos. Eran los petardos de seales que haba
utilizado en la Barrera Ilusoria de Niebla. Si tuviera que romper uno de ellos Fremy
instantneamente conocera su ubicacin.
"Inscrib nmeros en ellos. El nmero uno seala una peticin para salvarte. Si
rompes aquel entonces vamos a bajar la barrera de inmediato y nos dirigiremos a

ayudarte. El nmero dos es para el contacto. Rompelo una vez que hayas
encontrado algo".
"Lo tengo. No creo que vaya a tener que usar el primero".
Adlet se levant y sali de la cueva. Goldof estaba esperando fuera y, como siempre
pareca estar con la moral baja.
"Cul es la situacin con los Kyomas?", Se pregunt Mora. Ella todava estaba
agarrando la estaca para mantener la barrera.
"La mitad de los Kyomas estn con Tgurneu... estn reuniendose al suroeste. Hay
algunos en buscndonos, pero sus nmeros son pocos. Son menos en el norte".
"Si es posible, me quiero ir sin que ellos se den cuenta. Hay un camino que
podamos tomar en el que no seremos descubiertos?", Pregunt Adlet.
"Es muy sencillo," Chamo respondi desde atrs. "Puedes bajar mientras las
mascotas de Chamo llaman la atencin del enemigo."
Adlet se sorprendi un poco. No crea que Chamo ofrecera voluntariamente su
cooperacin.
Fremy entonces sac su arma y mir por encima de la zona. "Yo me encargo de los
enemigos que buscan de esta manera. No es un problema."
"Entonces, vamos a ir. Nuestro tiempo es limitado. Tenemos que completar nuestra
tarea antes de que Tgurneu haga un movimiento", Adlet dijo y el grupo se movi a
cabo.
Bajo la instruccin de Mora, Fremy y Chamo llevaron a cabo el control de los
Kyomas. Y cuando estimara que no habra enemigos en la zona, Adlet y los tres que
lo acompaan correran hacia el norte sin hacer ruido. A medida que se deslizaban
a travs de la oscuridad, el grupo quedara bajo la tierra para minimizar su
exposicin.

"Hay tres Kyoma delante de ti", les dijo Mora con su eco de la montaa. "Lo ms
probable es que no sern capaces de continuar sin que ellos se den cuenta.
Encargate de ellos."
Ellos dbilmente podan ver a los Kyomas en la noche. Adlet lanz tres dardos
parlisis en el grupo de Kyomas que todava no saban de ellos y al instante que los
Hroes los oyeron gemir Hans y Goldof corrieron y acabaron con ellos en voz baja.
"Ahora lo que queda es correr todo el camino hasta que salgamos de la barrera.
Permanezcan caminando silenciosamente".
"Entendido."
No puedo bajar la guardia, Adlet pens mientras corra. El sptimo iba a hacer un
movimiento para proteger a Tgurneu si Adlet consegua acercarse a la verdad. Hans,
Rolonia, y Goldof. Si alguno de ellos fuera el sptimo entonces sin duda trataran de
matarlo.
Cuando terminaron descendiendo la montaa llegaron al velo gigante de la luz
bloqueando su camino. Adlet y los dems intercambiaron una mirada final antes de
pasar por la barrera y fueron por su camino hacia el este.
#
Mora utiliz su doble vista para confirmar la direccin en donde los cuatro se
fueron moviendo. Eso fue lo mejor que poda hacer, porque una vez que salieran de
la barrera ya no estaran dentro del alcance efectivo de sus habilidades.
"Los cuatro bajaron la montaa y ahora se dirigen a la colina sin ningn problema."
"Eso es genial. Bueno... Chamo espera que sern capaces de lograr mucho", dijo
Chamo.
Sin embargo, el problema era lo que vendra despus. Si fueran capaces de
encontrar algo de importancia, pero no pudieran regresar a salvo, entonces todo
habra sido sin sentido.

No haba Kyomas en las inmediaciones y el silencio se haba envuelto en torno a la

zona. Y dentro de ese silencio Fremy haba estado mirando en silencio en la
direccin que Adlet se haba ido.
"Qu pasa, Fremy?" Pregunt Mora, pero Fremy no respondi. Ella slo desvi la
mirada y comenz a distanciarse de Mora y Chamo.
Todava agarrando la estaca Mora le pregunt: "Ests preocupada por Adlet,
Fremy?"
Despus de estar un rato en silencio, Fremy susurr: "... No puedo entender a ese
idiota en absoluto."
"De qu ests hablando? Es un tipo fiable".
"Por el momento Adlet es el nico que es sin duda una autntica flor. Y es evidente
que el sptimo est tratando de atacar a alguien. As que por qu est
quedndose tan vulnerable?"
"Esa podra ser la intencin de Adlet. No crees que l est desafiando al sptimo a
atacarlo?"
"Si eso es cierto, entonces quiero darle un puetazo." Fremy estaba mostrando
claramente su ira, pero Mora le pareci que era un poco encantador.
"Te gusta Adlet?"
"..."
Fremy se qued una vez ms en silencio, pero Mora no le insisti por una
respuesta. Mientras tanto, Chamo suspir con desinters.
"Lo odio. No puedo dejar de enojarme con l".
"Por qu?"
Mirando al suelo, Fremy dijo, "Si me preocupo por Adlet l me mantendra al
margen y tratara de evitarme. Ni siquiera trata de entender lo que siento".

*(Awww Fremy <33333)*

"... Ya veo."
"Cuando estoy con Adlet No tengo ms que sentimientos desagradables. Me duele
el corazn cuando est lesionado. Y me hace enojar cuando hablamos. l me hace
estar irritada, triste e incluso sentir lstima por l... no ha habido ningn
sentimiento que no haya encontrado."
"As que desde el principio de todo esto, las cosas no han ido muy bien para
ustedes dos."
"Quiero deshacerme de estos sentimientos. Quiero olvidarme de l. Si pudiera
seguir adelante y hacerme un favor al morir yo en realidad creo que me pondra a
gusto".
Fremy levant la mirada y mir hacia el cielo del este, donde se diriga Adlet.
"Estoy segura que Rolonia nunca ha experimentado sentimientos como estos
antes."
Eso es cierto. Rolonia era una chica dulce. Ella era diferente de Fremy.
"Me pregunto qu es el amor. Sabes a veces Tgurneu hablaba conmigo sobre el
amor".
"Tgurneu?"
"El amor es un poder muy misterioso que los seres humanos poseen. Y es lo ms
importante en sus mentes. As que con el fin de derrotar a los seres humanos,
primero hay que saber sobre el amor humano".
"Dijo una cosa as?"
"Yo no saba lo que quera decir en ese entonces. Y an ahora no lo s." Fremy
apret la mano hacia su pecho. "Si lo que estoy sintiendo es amor entonces yo
absolutamente no puedo entender a los seres humanos. No entiendo por qu
alguien podra apreciar a cualquier persona que les haga sentir de esta manera".

"... Esa no es una pregunta fcil de responder."

"Qu tengo que hacer? Qu es lo que quiero hacer con Adlet?" Despus de eso
Fremy se qued en silencio por un largo tiempo, mientras que Mora tambin se
qued en silencio incapaz de decir algo.
"... He hablado demasiado", Fremy finalmente dijo y volvi hacia la cueva.
#
Durante su charla con Fremy Mora haba dejado de usar su doble vista. Slo
tendran una larga batalla y estaba cansada tambin. As que ella quera descansar
un poco.
Es por eso que no se dio cuenta de lo que Tgurneu haba dicho en el borde de la
barrera.
"Oy, buenas noches", dijo Tgurneu en silencio con la mano cubriendo su boca."
Buenas noches, Mora. Buenas noches! "Despus de repetir el saludo en varias
ocasiones, Tgurneu inclin la cabeza hacia un lado. "Eso es extrao. No puede estar
durmiendo, verdad? Me sentir un poco solo si no me contestas. Sobre todo
porque me gustara ayudarte a matar a una de las flores".
Una vez ms Tgurneu llam a Mora. "Tienes que darte prisa y matar a una de los
hroes. Si no lo haces pronto, entonces la santa de la sal Weylynn va a matar a
Sheniera-chan".
No hubo respuesta, as que Tgurneu inclin la cabeza hacia el otro lado en la
confusin y dej de llamar a Mora.
#
"Cmo estn sus piernas?" Adlet pregunt a sus compaeros detrs de l a
medida que avanzaban a travs del territorio de los Lamentos de los Demonios en
la noche. Tena en la mano la joya que Fremy le haba dado, la que estaba dando
una tenue luz.

"Por supuesto que estoy bien, miau. Hay un acantilado despus de esto en esa
direccin, as que ten cuidado".
"Umm, por qu camino vamos?" Rolonia pregunt mientras caminaba.
Adlet y los otros no haban estado moviendose hacia el este en lnea recta. Se
haban dirigido primero al sur. Cuando llegaron a un lugar con una vista un poco
buena, Adlet se puso boca abajo en el suelo y mir hacia la montaa.
La luz emitida por el velo de la barrera de sal iluminaba la montaa y pudo ver a los
Kyomas ligeramente. El viento tambin llevaba sus voces y poda or que se gritaban
el uno al otro.
"Qu piensas t, Hans?"
"Lo que dijo Mora no parece ser una mentira. Creo que est bien en confiar en ella
por ahora."
Haban odo hablar de los movimientos de los Kyoma por Mora. Sin embargo, no
haba manera de que podan confiar por completo en lo que haba dicho sin
confirmarlo con sus propios ojos por primera vez.
"Qu estn haciendo?"
"Probablemente estn tratando de destruir la barrera."
Los Kyomas se precipitaban en la barrera. Cuando la tocaban, chispas volaban por
los aires y Adlet los oa gritar en agona. Se pregunt cuntos haban perdido la vida
en el intento.
"No podemos permanecer aqu. Vamos."
Los cuatro entonces continuaron hacia el este. Pareca que los Kyomas en la zona se
haban reunido sobre todo en la montaa, as que no haba nada que obstruyera su
camino.

A toda velocidad la colina estaba a menos de treinta minutos. Y pronto se las

arreglaron para llegar hasta su objetivo, volviendo a la colina donde hace cerca de
12 horas haban sufrido una pelea a muerte con Tgurneu.
"Fue aqu?" Adlet utiliz su joya de luz para iluminar un agujero vaco en el suelo.
La sangre fresca an estaba presente en el suelo y el olor de los cadveres estaba
en el aire. Los Kyomas muertos estaban todos esparcidos sobre la zona y Hans y
Goldof verificaron cuidadosamente a cada uno de ellos, pero ninguno estaba vivo.
No haba seales de cualquier Kyoma viviendo en cualquier lugar cerca de la colina.
Se haba quedado completamente indefensa. Adlet se pregunt si era por descuido
o porque no haba nada de importante, o porque no era necesario colocar en gardia
la zona.
"Lo encontr. Aqui."
Rolonia levant la mano en el aire. A sus pies estaba el agujero ue Tgurneu haba
hecho cuando haba saltado en ellos. Los cuatro se reunieron alrededor del agujero
y miraron dentro.
Incluso con la joya que brillaba en el agujero, todava no saban lo que estaba all
abajo.
"Es muy profundo."
"Voy a tratar de buscar en su interior." Rolonia desenred su ltigo y baj en el
agujero. Durante un tiempo el grupo escuch mientras el ltigo se golpe contra las
paredes del agujero.
"No hay nadie en el interior."
"Voy a tratar de entrar." Adlet agarr el ltigo de Rolonia y entr en el agujero.
Cuando aterriz en la parte inferior brill la gema de luz hacia su alrededor.
El fondo del agujero era una especie de habitacin subterrnea. Era de cinco
metros en cada direccin y la suciedad de las paredes estaba desnuda y sin ninguna

decoracin. Haba madera fortaleciendo el techo para protegerlo contra un

derrumbe. Era una habitacin completamente llana.
En el centro de ese espacio habia una simple mesa y una silla. Haba un libro
encuadernado en tela encima de la mesa y Adlet tmidamente cogi el libro y trat
de leerlo.
"Qu es esto? Tgurneu lee cosas como esta?", Dijo inconscientemente Adlet. El
libro era una coleccin de obras de teatro, pero desde que Adlet no estaba
completamente familiarizado con cualquier cosa relacionada con el arte, l
realmente no entenda su valor.
Dej el libro y mir hacia su alrededor. Haba tneles muy estrechos que se
extendan hacia el norte y hacia el sur. Probablemente alguien tan grande como
Tgurneu no sera capaz de pasar a travs sin acurrucar su cuerpo.
Adlet intent iluminar los tneles con la joya de luz, pero eran profundos y no poda
ver muy lejos en el interior.
"... Bueno, entonces, supongo que debera buscar alrededor."
Tgurneu haba estado all apenas 20 horas antes y tal vez el hecho de que el veneno
de la Santa fuera ineficaz tambin estaba all. Lo que esa persona era, tena que
exponer su verdadera identidad. Sin embargo, contrariamente a las expectativas de
Adlet no haba nada en la habitacin subterrnea. Estaba slo el libro, la mesa y la
silla.
"Sera mejor si me rindiera tambin?" Hans se pregunt desde arriba en la parte
superior del agujero.
"No, estoy bien. Has guardia del exterior", Adlet respondi.
Era posible que el propio tnel fuera una trampa, y podran haber sido equipados
con algn dispositivo que causara que los tuneles de la cueva los enterraran vivos.
Si los otros tres permanecan fuera probablemente seran capaces de venir al
rescate de Adlet. As, deseando que Chamo estuviera all para ayudarlo con su
capacidad para buscar dentro de las plantas, Adlet procedi a investigar el tnel
norte.

Camin en lnea recta durante unos diez minutos. El tnel tena muchas ramas e
incluso el camino en donde estaba se dividi en dos delante de l. As que no tena
la menor idea de lo lejos que tendra que viajar antes de que finalmente pudiera
llegar a la salida.
"... Ah, ahora veo."
Adlet finalmente lo entendi. Desde hace mucho tiempo los Kyomas parecan haber
hecho preparativos para lanzar ataques por sorpresa desde el suelo. Tenan
agujeros cavados debajo de toda la colina y probablemente Tgurneu haba estado
moviendose a travs de ellos. Y l haba planeado atacar a los Hroes de las Seis
Flores cuando revelaran una abertura en sus defensas.
"Qu pasa?" Adlet oy a Hans preguntndole cuando regres a la primera
habitacin subterrnea.
"Los tneles son extensos. Me llevar hasta maana verlos todos. Cmo estn las
cosas en la superficie?"
"Las cosas son pacficas", dijo Hans, al igual que un cuerpo gigante de repente se
dej caer desde la parte superior del agujero. Goldof haba doblado con destreza su
cuerpo gigante mientras salt hacia abajo y luego aterriz en la sala subterrnea
abierta.
Por instinto Adlet se prepar a s mismo, esperando a que Goldof atacara. Pero
Goldof no hizo un movimiento y se qued mirando a los ojos de Adlet.
"Qu?... Qu pasa?"
"Ad-kun! Ests bien?" Rolonia grit mientras miraba hacia abajo en el agujero.
Despus de un largo silencio, Goldof comenz a hablar, "... Es peligroso ir solo."
"Qu! Habl!" Rolonia grit por encima. Adlet tambin estaba bastante
sorprendido.
"Qu es todo esto? Eres capaz de hablar de nuevo? Ests preocupado por m?"

"... Lo siento." Goldof todava no haba regresado a su estado normal, por lo que le
tom mucho tiempo continuar. "... Todo este tiempo he estado pensando. Sin
embargo, todava no he sido capaz de llegar a una respuesta... creo que voy a por
fin entenderlo si lo pienso un poco ms".
"Entender qu? Qu has estado pensando?"
"Te lo dir pronto." Goldof comenz a caminar hacia la entrada del tnel al sur en el
otro lado. "Voy a ir a echar un vistazo. Si encuentro algo te lo har saber. Djamelo
a m."
Y con eso Goldof desapareci en el tnel, ante l incluso la dbil luz de su joya se
desvaneci.
Adlet puso su mano en el pecho. Seguro que le causa mucha preocupacin, pens
Adlet.
"Qu pas, Ad-kun?"
"... Vamos a dejarlo solo por ahora", respondi Adlet.
Goldof era fuerte. Aun cuando se encontrara con un enemigo, a menos que
ocurriera algo extremadamente inusual probablemente podra conformarse con su
propia fuerza. Ahora Adlet tena que centrarse exclusivamente en resolver el
misterio de Tgurneu.
"Rolonia, Hans, no se muevan de ah. Voy a necesitar su ayuda si algo me pasa",
dijo Adlet y sac una sustancia qumica del bolsillo del pecho la cual poda
encontrar rastros de los Kyomas. Era la herramienta que haba utilizado en la
Barrera Ilusoria de Niebla. Una vez rociado con el producto qumico, cualquier
artculo que hubiera sido tocado por un Kyoma cambiara de color.
Uno por uno Adlet ech el producto qumico sobre la mesa, la silla y luego el suelo
del tnel. Tena que darse prisa. La Barrera de Mora no se mantendra para
siempre.
#

Mora estaba de pie en la Flor Eterna con los ojos cerrados y los brazos cruzados
sobre el pecho. El velo de luz que cubra la montaa temblaba de forma continua y
Mora estaba dedicando toda su atencin a la canalizacin para alimentar la barrera.
Los Kyomas estaban tratando de romper la barrera con todas sus fuerzas y el
mantenimiento de la barrera era mucho ms difcil de lo que haba anticipado. Sin
embargo, no poda quejarse. Si la barrera cayera entonces los Hroes perderan la
oportunidad perfecta para derrotar a Tgurneu.
"... Adlet todava no ha vuelto?", Pregunt Mora.
"No he recibido ningn contacto que haya encontrado algo. Manten la barrera
durante dos horas ms", respondi Fremy.
"Estoy en ello. Yo puedo seguir con esto por un tiempo", dijo Mora y luego envi
ms poder en la barrera.
Mora haba dejado de usar su capacidad de doble vista para que pudiera verter
toda su energa en el mantenimiento de la barrera. Sin embargo, una vez cada cinco
minutos la activ de nuevo slo para comprobar a Tgurneu por un corto tiempo.
Haba una gran cantidad de Kyomas acercndose hacia la barrera, tanto dentro
como fuera de ella. En un esfuerzo colectivo estaban todos atacando la barrera.
Chamo le haba ordenado a sus Jyumas que trataran de detenerlos. Pero no todos
los Jyuma se haban recuperado, por lo que sus ataques fueron espordicos.
Protegido por sus Kyomas, Tgurneu estaba sentado encima de una roca con la
mirada perdida en la barrera. l dio rdenes pero no pareca tener ningn tipo de
plan a futuro. Mora poda ver que estaba esperando algo.
De repente Tgurneu levant una de sus manos en el aire. Cuando lo hizo todos los
Kyomas atacando la barrera se detuvieron.
"Est bien. Hemos confirmado lo fuerte que es."
El velo de luz dej de temblar. Qu piensas? Mora se pregunt mientras lo miraba
con su doble vista.

Tgurneu luego abruptamente levant la vista por la montaa, mirando en la

direccin correcta acerca de la Flor Eterna.
"Mora, no vas a contestarme pronto? Yo te he estado llamando una y otra vez por
un tiempo".
Mora trag saliva.
"Puedes or mi voz? Debes tener la capacidad de hablar conmigo, por qu no
ests diciendo nada? Tienes miedo de hablar conmigo, a pesar de que me
compromet a decir la verdad?"
"Mora, qu est pasando?" Fremy le pregunt a su lado.
El corazn de Mora estaba latiendo rpido. "No lo s. De repente dejaron de atacar
la barrera. Por favor, no me hables ahora. Quiero concentrarme en la comprobacin
de Tgurneu."
Fremy mir a Mora con una mirada afilada. Mora estaba segura de que si mostrara
cualquier comportamiento sospechoso Fremy la matara. Pero ella no poda ignorar
el llamado de Tgurneu.
"... Tgurneu. Qu quieres?" Mora respondi usando el poder de los ecos de la
montaa. Y para que no le pareciera sospechoso a Fremy, Mora cre los ecos sin
necesidad de utilizar su propia voz.
"Finalmente respondiste. Pues bien, te lo he dicho varias veces, pero no tienes
tiempo. Temo que Sheniera-chan va a morir si no matas a una de las Flores dentro
de dos das".
Una piel de gallina apareci por todo el cuerpo entero de Mora.
"Por casualidad ya has matado a uno de los hroes? Fue Adlet despus de todo?
O Rolonia? Pareca que seran fciles de tratar. Sin embargo, estara saltando arriba
de alegra si mataras a Hans o Chamo. Esos dos son de miedo".
"... Yo no he matado a nadie."

"Me pareci que era probablemente el caso." Tgurneu se encogi de hombros.

"Realmente eres una madre cruel. No se supone que el amor de una madre es un
poder para superar cualquier reto? Te das cuenta de que has perdido muchas
oportunidades para salvar a Sheniera-chan?"
"Cllate. Qu sabe un Kyoma? Eres un monstruo que no sabe nada sobre el amor
o la honestidad", dijo Mora. Y por primera vez la expresin de Tgurneu cambi y
Mora podra dbilmente ver lo que pareca ira.
"... Voy a ignorar ese insulto, porque soy un generoso Kyoma."
"Hay algo que quiero preguntarte. Qu quieres decir con que no tengo tiempo?"
"Qu significa de hecho? Hmm, me pregunto si es necesario que yo te diga.
Bueno, lo que debes saber es que slo tienes dos das para que termine. Eso es
todo", Tgurneu luego hizo una sonrisa maliciosa.
"Me sorprendi esta barrera, pero fue una prdida de esfuerzo. No puedo ser
asesinado por cualquiera de ustedes. Y tan pronto como les deje esta barrera no
me mostrar de nuevo por el resto de los prximos dos das. As que esta es mi
advertencia; si tienes la intencin de salvar a tu hija entonces mata rpidamente a
uno de los hroes de las Seis Flores".
Mora no pudo decir nada.
"Tal vez si todos ustedes me atacan a la vez en este momento, podras ser capaz de
matarme. Pero me imagino que todos ustedes todava no estn dispuestos a
matarme, verdad? As que debes venir aqu ahora mismo".
Como si se cansara de esperar, Fremy se puso de pie y dijo: "Qu est pasando
Mora? Explica".
"No lo s. Y puesto que no est pasando nada no hay razn para que hable".
"... Eso no logra nada. Voy a comprobar a Tgurneu".

Fremy agarr su fusil y sali de la cueva, con Chamo siguiendola detrs poco tiempo
despus. Sin embargo, Mora se qued donde estaba y le habl a Tgurneu una vez
ms.
"... Quin es el sptimo? Si me lo dices entonces puedo matar a uno de los hroes
en este momento".
"Tienes la intencin de negociar conmigo? Lo siento, no puedo revelar eso."
Tgurneu neg con la cabeza. "Hans Humpty, Chamo Rosso, Fremy Speeddraw,
Rolonia Manchetta, Goldof Aurora, Adlet Maia. Si matas a cualquiera de ellos voy a
liberar a tu hija. No importa si esa persona sea el sptimo".
"... Has dicho que no te importa si mato al sptimo?" Mora murmur.
Pareca que Tgurneu estaba pensando en algo, as que Mora utiliz su doble vista
para mirar el medio de la montaa. Fremy y Chamo haban sido detenidos por una
decena de Kyomas.
"Mira Mora, hay alguien que lucha por all. Si les matas por la espalda seras capaz
de salvar a la hija que amas. Sabes del amor de tu hija, no?"
"Por qu? Por qu hay slo dos das para que termine? El plazo debe ser el da
22 despus de que el Majin despierte!" Mora grit sin pensar. Le ayud que Fremy
no estaba all.
Escuchando las palabras de Mora, Tgurneu apret la mano en su boca y comenz a
rer.
"Qu es tan gracioso?"
"Ah, perdn. Estaba recordando algo. No puedo dejar de rer cuando pienso en
cmo estabas cuando hicimos el pacto de hace tres aos".
La boca de Tgurneu misteriosamente se torci en una amplia sonrisa.
Anteriormente Mora haba pensado que incluso dentro de su enrarecimiento hubo
algunos rasgos que eran bastante humanos. Sin embargo, su sonrisa era ahora
completamente la de un monstruo.

"El da 22 despus de que el Majin despierte? Realmente eres una idiota. Aunque
nos pusimos ese plazo, no tiene sentido".
"Qu?"
"Cometiste un error. Sin embargo, incluso si hubiera existido slo habras recibido
una prrroga de siete das."
"Qu quieres decir?"
"Involucraste a Weylynn la Santa de la Sal. Ese fue tu error".
Las piernas de Mora temblaban violentamente. El rostro de Weylynn con su sonrisa
de gran corazn apareci en su mente.
No poda ser. Era imposible. Ella nunca me traicionara.
Weylynn nunca se cans de ayudar a la gente y ella nunca permitira que las malas
acciones o no razonables la dominaran. Adems, no slo haba sido amiga de Mora
por un largo tiempo, sino que ella amaba a Sheniera tambin. Fuera de todas las
Santas, Mora la elegira a ella como la que en ms poda confiar.
"Weylynn es inocente. Ella es una persona verdaderamente increble, a pesar de
que ella es un poco lenta".
Tgurneu repente sac un lpiz de carbn y un trozo de madera desde la boca en su
pecho.
"No habas sido parte de este espectculo antes? Puedo copiar la letra de una
persona, incluso si la mirara slo una vez. Me deberas alagar. Estudi
incansablemente todos los das durante 50 aos".
Mora record que hace tres aos se haba reunido con Tgurneu por las letras de la
Santa de Medicina Toulo cuando le envi una carta.
"He copiado la escritura a mano y le envi una carta a Weylynn. Debe de llegar en
cualquier momento. Y para decirlo simplemente de esto se trataba su contenido:

"Weylynn. No dejes que nadie lea esta carta. Y despus de leerla, eliminala
inmediatamente. Gunner tiene un corazn dbil y si fueras a mostrarle esta carta, l
podra enloquecer".
Mientras hablaba, Tgurneu escribi las mismas letras en la pieza de madera. No
importa cuanto Mora la mirara, eran sus letras. Probablemente Mora no sera capaz
de decirlo, aparte por su puo y sus letras.
"Fui engaada por Tgurneu. Lo que significa que ya no puedo ser capaz de salvar a
Sheniera.
"Quince das despus de que el Majin despierte el parasito anidado dentro de
Sheniera lanzar una toxina especial. Despus de que ella se haya visto afectada por
el veneno se mantendr con vida, pero se transformar en un Kyoma. Si eso
sucede, entonces incluso si trato de matarla no va a hacer la diferencia. Su cuerpo
se convertir en incapaz de ser asesinado. Y a partir de entonces va a sufrir el dolor
del infierno por el tiempo que siga viviendo.
"Hice un pacto con Tgurneu para que Sheniera no se viera perjudicada. Pero
Tgurneu no lo ve como que est haciendo un ataque. Lo ve como si estuviera
dndole a Sheniera el don de haber nacido de nuevo como un magnfico Kyoma.
Para l es slo un esplndido acto de benevolencia".
Tgurneu tir a un lado la pieza de madera y continu. "Toulo ni siquiera puede
salvarla. Me temo que probablemente ni siquiera sabe cmo eliminar la toxina. Voy
a demostrarte que definitivamente puedo matar a Tgurneu por el momento antes
que los quince das despus de que el Majin despierte. Pero si eso no sucede..."
"... Hijo de puta." Las piernas de Mora temblaban.
"Si cuando pase la medianoche del da 15 y la contusin en el pecho todava no ha
desaparecido, entonces mata a Sheniera por m."
Tgurneu extendi sus brazos exageradamente como un actor de tercera categora.
"Te gusta? Es una cosa maravillosa, no es cierto? Despus de eso escrib frases
diciendo lo mucho que lo sentas y lo mucho que amabas a Sheniera, pero por
ahora las omit".

Tgurneu mostr una sonrisa cruel mientras continuaba. "Si tu marido leyera esto
podra darse cuenta de que es una falsificacin. Pero, Weylynn ignorara las
instrucciones iniciales?
"Lo siento, pero Weylynn Couteau es simple. Ella es tambin leal y honesta. No
parece como si se dara cuenta de que es una carta falsa y creo que definitivamente
seguira sus rdenes. Por supuesto Weylynn o tu esposo podan estar al acecho
sobre cartas falsas. Y podran dudar en matar a Sheniera incluso si no se dieran
cuenta que se tratara de una falsificacin. Y tal vez hubiera algn error y la carta no
fuera entregada. Sin embargo, esto debera servir como una amenaza suficiente,
no te parece?"
Le haba prometido. Le haba prometido que no iba a mentirle a Mora. As que lo
que deca era cierto. Realmente envi una carta.
"Promet que nunca te mentira. Sin embargo, puedo mentirle a Weylynn. Y aunque
te promet que los Kyomas no tocaran a Sheniera, un asesinato humano de
Sheniera no negara esa promesa".
Mora estaba en una prdida para las palabras. Su imaginacin estaba creciendo
desenfrenadamente dentro de su mente. Ella vio una imagen de Weylynn leyendo
su carta, y luego agarrndose su cabeza en seal de socorro. Entonces vio una
imagen de Sheniera juntando enrgicamente sus manos mientras esperaba el
regreso de Mora.
"Por cierto, te voy a decir esto. La secretaria de la transcripcin que habas
empleado hace cinco aos con el nombre de Cannan fue la que te haba
traicionado. Ella fcilmente fue sobornada por el dinero y pas varias
informaciones para m. Ella incluso me ayud a plantar el parsito en Sheniera.
Finalmente se dio cuenta de que su jefe era un Kyoma justo antes de fuera comida.
Bueno, eso no importa ahora de todos modos".
Nada de lo que l haba dicho haba llegado a los odos de Mora.
"Incluso una tonta como t ya debera entenderlo ms o menos, no? Tienes slo
dos das ciertamente. Y con el fin de salvar a tu hija no tienes ms remedio que
matar a uno de los hroes de las Seis Flores".

"... Tgurneu."
"Voy a decirlo de nuevo para ti. Incluso si me matas, no har ninguna diferencia.
Tengo un plan para escapar de esta barrera. Y ahora mismo se est desarrollando
muy bien".
Mora se qued mirando hacia el este donde Adlet. Aprisa, lo llam en su mente.
Por favor, date prisa y vuelve.
#
"Ad-kun, qu est pasando?" Rolonia lo llam. Pero Adlet no respondi. Estaba
mirando el suelo y las paredes.
El espacio bajo el suelo estaba teido de rojo. Adlet haba rociado el qumico que
reaccionaba a las secreciones Kyomas en toda la habitacin subterrnea.
Cuando el producto qumico se aplicaba en los lugares donde un Kyoma hubiera
tocado, cambiara de color. Y cada Kyoma causara que un color diferente aparezca.
Roci el producto qumico en su armadura para confirmar y los lugares que Tgurneu
haba tocado se volvieron de un color marrn rojizo.
En la habitacin haba un sinnmero de lugares donde los Kyomas haban tocado.
Sin embargo, todos haban cambiado del mismo color; un color marrn rojizo.
No hubo ningn Kyoma distinto de Tgurneu en la sala subterrnea. Y cuando Adlet
busc los tneles se encontr con el mismo resultado.
"Tgurneu fue... el nico Kyoma aqu."
"Bueno, no habias dicho que algunas de las Santas haban estado cooperando con
Tgurneu?", Pregunt Rolonia.
Eso pareca poco probable tambin. Adlet haba investigado a fondo los tneles y el
suelo y no haba rastros de que un ser humano hubiera estado all. No hubo
ninguna huella humana que quedara en la tierra blanda, ni haba ninguna prueba
de que las huellas haban sido barridas.

Dnde demonios estaban los Kyomas o la Santa que haba protegido a Tgurneu del
veneno?
"..."
Ya no haba ninguna otra manera de verlo. Sus propuestas se haban equivocado.
Tanto el anlisis de Rolonia y la sugerencia de que la sangre de una santa debera
funcionar en cualquier tipo de Kyoma tendran que ser incorrectas.
"No... eso no est bien."
Haba pasado algo por alto. Adlet fue hacia la habitacin subterrnea, una vez ms.
Esta vez sus ojos se posaron en la mesa. Miraba slo una parte de la mesa que
haba cambiado a un color marrn rojizo. Era slo un punto tan pequeo como la
punta de su dedo, pero esa seccin haba cambiado en realidad a un color naranja.
Adlet inmediatamente roci ms del qumico en ese lugar y confirm el color
naranja. Era un circulo de no ms de tres centmetros de dimetro, tan pequeo
que haba pasado por alto un principio.
Tal vez perteneca a los Kyoma que coma. No, eso no poda ser. El cambio en el
color estaba por encima de la mesa, alrededor del centro.
Hubo otro Kyoma distinto de Tgurneu en la habitacin. Sin embargo, deba haber
sido uno terriblemente pequeo, tan pequeo que podra llevarse en el dedo de
uno. Nunca haba odo hablar de la existencia de un Kyoma de ese tamao.
Quin es este pequeo Kyoma? Y dnde ha estado? Qu ha estado haciendo? Y
dnde se fue? Adlet pens de nuevo en la batalla con Tgurneu y lleg a una
respuesta.
No hay manera. Si realmente hay un Kyoma de este tamao entonces qu diablos
est haciendo?
"... Ad-kun. Ad-kun".
Perdido en sus pensamientos, Adlet no haba notado a Rolonia llamndolo.

"Qu pasa?"
"Dnde ha ido Goldof-san?"
Adlet comprob el rea a su alrededor. Luego, despus de pensar un rato, corri
por el tnel en donde Goldof haba desaparecido.
Captulo Cuatro: Parte Tres.
Un minuto, una hora, un da; Mora no poda sentir nada de eso. Aparte de verter su
energa en la barrera, ella no poda hacer nada ms que esperar a que Adlet y los
dems regresaran.
Ella, sin embargo, us su doble vista para ver a Tgurneu. Estaba sentado
tranquilamente en lo alto de una roca, mirando en la direccin de la Flor Eterna. En
cuanto al resto de los Kyomas, ya haban dejado de atacar la barrera.
Mora ya no saba cunto tiempo iba a ser capaz de mantener a Tgurneu atrapado
dentro de la barrera. La barrera an tena el poder, pero no poda predecir cul
sera el prximo movimiento de Tgurneu. No slo eso, Tgurneu ya le haba
confirmado que haba preparado un plan para romper la barrera.
Mora se toc el plexo solar. All estaba su carta de triunfo final, una joya roja que se
haba incrustado quirrgicamente en su cuerpo. Mora y la santa de Fuego Lenelle
haban combinado sus poderes para hacerla. Y era su arma ms poderosa.
La joya contena el poder de una erupcin volcnica. Cuando las palabras sagradas
son incitadas, la joya absorbera el enorme poder del magma desde el interior de la
tierra. Y no haba control de ese poder. Simplemente causara una explosin
gigantesca y destruira tanto a Mora y todo a su alrededor.
La primera vez que haba peleado con Tgurneu, Mora dud en utilizar el arma, ya
que en ese momento todava haba pensado que haba una posibilidad de que lo
pudiera matar. Pero ahora estaba empezando a lamentar esa decisin.
Pronto Fremy y Chamo, quienes se haban dirigido a explorar, regresaron a la Flor
Eterna.

"Es simplemente tal como dijiste. Tgurneu no est haciendo nada. Me pregunto lo
que podra significar", dijo Fremy.
"... Fremy, Adlet todava no te ha contactado?"
Fremy mir el comportamiento inusual de Mora con una mirada sospechosa.
"Todava no. l no me ha contactado an diciendo que ha encontrado algo".
Eso hizo que Mora se desesperara. Cunto tiempo puedo esperar para conocer
mis expectativas? Sobre todo ahora, ya estoy fuera de tiempo.
Mora recogi sus guanteletes de metal del suelo y desliz sus brazos en ellos.
Entonces ella comenz a alejarse de la Flor Eterna.
"A dnde vas?"
"Voy a luchar contra Tgurneu. No puedo esperar a Adlet por ms tiempo".
"Obachan, qu te pasa? Clmate. Tgurneu no est atrapado en la barrera?",
Pregunt Chamo.
"Da tu completa atencin a la preservacin de la barrera mientras esperas a Adlet."
"No. Si no puedo con Tgurneu..."
"No hay necesidad de apresurarse. En el caso de que Tgurneu escape no sera una
prdida considerable. Esta no es la nica oportunidad que vayamos a tener que
matarlo. Habr otras peleas ms tarde cuando estemos definitivamente listos para
derrotarlo".
"Ciertamente Fremy. Qu ests diciendo?", Agreg la Oba-chan de Chamo.
Seguramente desde su punto de vista, no pareca ser algo que deban hacer. Sin
embargo, Mora ya no tena tiempo. Hizo caso omiso de las dos y sigui caminando.
"... Mora, te estoy pidiendo que pares." Esta vez Fremy sac su rifle con un sonido
que finalmente consigui pasar a travs de los odos de Mora. "Yo apenas confo en

ti. As que dime, qu escondes? Por qu ests tan apurada? No voy a bajar mi
rifle hasta que lo expliques".
"Qu ests haciendo Fremy?!" Chamo grit con ira. Varios de los Jyumas que
haba escupido entonces rodearon a Fremy.
"Chamo, piensa en esto con calma. Mora no est siendo sincera con nosotros".
"T eres de la misma manera Fremy. No has sido del todo sincera con nosotros en
absoluto".
Chamo y Fremy se miraron la una a la otra. Aunque Mora estaba de espaldas y no
poda verlas con sus propios ojos, era capaz de verlas con su doble vista. Y en el
momento en que Fremy apunt su rifle lejos de Mora y apunt hacia Chamo, Mora
corri lejos.
"Mora!" Fremy grit.
Mora ya no poda depender de Adlet. Y tampoco poda esperar que Fremy o Chamo
la ayudaran. Al final, ella no tena ms remedio que matar a Tgurneu con sus
propias manos. Ella usara el arma final formada en su pecho, y cuando ella matara
a Tgurneu su hija estara salvada. Esa era la nica opcin que le quedaba. Tgurneu
le haba dicho que tena un plan para escapar de la barrera. Ella no poda darle el
tiempo para darse cuenta de aquel plan.
Sali desde la Flor Eterna, y despus de caminar por un minuto los Kyomas la
atacaron. Mora no se detuvo por un momento y simplemente embisti a travs de
ellos. Ella no tuvo tiempo de preocuparse acerca de los peones insignificantes.
Cuando Tgurneu not los lejanos sonidos que escuch, "Whoa, qu pas? Hey
Mora, cul es el problema?"
Ella no respondi. Ella slo sigui atacando por los Kyomas bloqueando su camino y
los pisote bajo sus pies. Tgurneu no deba estar al tanto de la gema de erupcin.
As que si ella se acercar, sera capaz de acabar con l. Tgurneu estaba esperando a
que matara a uno de los hroes, por lo que muy probablemente no lo matara tan
fcilmente. Y eso sin duda creara la oportunidad que necesitaba para acercarse a
l.

No, tengo que hacer esa oportunidad.

"Mora, para!" Fremy grit mientras persegua a Mora.
"Si vas a disparar, entonces, dispara," Mora respondi.
Pero en ese momento no le prest suficiente atencin a lo que la rodeaba y fue
agarrada por un Kyoma. Luego fuego surgi desde la boca del can del rifle de
Fremy y la bala roz el brazo de Mora, envi volando por el aire los desechos de la
manga.
"Fremy! Si matas a Obachan, Chamo te matar a ti tambin!" Chamo grit desde
atrs. Ella haba trado a sus Jyumas y tambin fue persiguiendo tanto a Fremy y
Mora.
"Parece que los hroes de las Seis Flores estn haciendo su ataque. La mitad debe
detenerlos".
Mora observaba con su doble vista cmo los Kyomas dentro de la barrera seguan
las rdenes de Tgurneu y comenzaron a moverse.
Los Jyumas de Chamo acabaron con los enemigos que Mora haba arrojado a un
lado. Pero los Kyomas de pie en su camino fueron en aumento. Ella golpe a un
Kyoma de tipo perro gigante, despus se gir en torno a un len Kyoma y rompi su
cuello.
Hacia adelante y hacia adelante, Mora se adelant.
"Mora! Regresa a la Flor Eterna!"
Una de las balas de Fremy roz el hombro de Mora. Pero an as, Mora no lo tom
en mente y sigui corriendo. Mientras Chamo estuviera all Fremy no matara a
Mora. Como plus Fremy tambin estaba siendo atacada por los Kyomas.
"Obachan, qu te ocurri de repente? Si no se lo explicas Chamo no va a
entender!"

Los Kyomas tambin fueron aumentando sus ataques contra Chamo. Ella les orden
a sus Jyumas para que lucharan contra ellos mientras frenticamente corra detrs
de Mora. La situacin estaba transformandose en un lo muy confuso. Mora estaba
llendo hacia adelante, Fremy estaba tratando de detenerla por su espalda, y
mientras Chamo estaba tratando de prevenir que Fremy matara a Mora, ella
tambin estaba tratando de detener el ataque imprudente de Mora.
Los Kyomas estaban atacando a los tres hroes por igual. Y desde la perspectiva de
un forastero probablemente era un espectculo divertido.
Tal Como ella luch, Mora utiliz su doble vista para comprobar a Tgurneu. Haba
formado a sus Kyomas en filas y el mono Kyoma que incluso entre los subordinados
de Tgurneu pareca tener una posicin alta, estaba emitiendo rdenes. Mientras
tanto Tgurneu estaba sentado en la cola de uno de los reptiles Kyoma, mirando en
la direccin de los Hroes con la mano en la barbilla.
Haba ms de ochenta Kyomas bloqueando su camino, y Mora saba que eran
demasiados para que ella se encargara de ellos por s misma. Sin embargo, no haba
manera de que se detendra. No poda permitir que Tgurneu se alejara.
"Vuelve Mora! Qu quieres hacer?" Fremy hizo un gran salto y aterriz en el lugar
delante de Mora en su camino.
"Es obvio. Voy a matar a Tgurneu!" Grit Mora.
Fremy vacil. Si hubiera credo que Mora fuera el sptimo entonces ella no se
preocupara por Chamo y disparara. Sin embargo, Mora no estaba peleando contra
sus compaeras. Ella estaba luchando contra los Kyomas con su mirada en Tgurneu.
"Eres el enemigo? O eres uns tonts sin esperanza?"
"Ests en mi camino. Hazte a un lado!", Dijo Mora y luego se desliz pasando a
Fremy.
Fremy le dispar, pero Mora estuvo muy concentrada y la bloque con su guante.
Momento siguiente Fremy le lanz bombas, pero Mora ni siquiera se inmut en las
explosiones.
"Chamo, Mora que est tratando de hacer?"

"No lo sabes?! Chamo tampoco lo sabe!"

"Aydenme a luchar, ustedes dos!" Mora les grit. "Creen un camino para m!"
Las dos estaban confundidas, pero no le importaba, pens Mora. Yo no puedo
contar con nadie ms. Desde el principio la nica persona que poda salvar a
Sheniera haba sido ella.
En el borde de la barrera Tgurneu haba mirado hacia el campo de batalla con una
amplia sonrisa.
"Mora, puedo escucharte durante todo el camino hasta aqu. No debes estar tan
enojada".
Las flores slo estaban luchando en medio de los Kyomas. Los Kyomas restantes
permanecieron alineados en filas, esperando inmviles por algo. Y a pesar de que
Mora estaba cada vez ms cerca, Tgurneu no pareca preocupado en absoluto.
"Obachan! Cmo vas a conseguir pasar a travs de ellos por tu cuenta?!
Quieres morir?!" Chamo grit.
Mora tena ese pensamiento exacto en su mente, y se lo repiti sin cesar. Pero si
poda salvar la vida de su hija no le importaba si mora.
Mora no tena remordimientos. Si ella hubiera trabajado con sus compaeros y
hubiera combinado sus fuerzas, en ese entonces, habran podido matar a Tgurneu.
Pero Mora haba pensado que no tena tiempo hasta que Sheniera iba a morir. Y era
ese tipo de pensamiento blanda que haba provocado la situacin actual.
Pero ella no lo dudo ms. Ella estaba bien con morir si era para salvar a su hija.
#
Me pregunto cunto tiempo ha pasado, Mora pens cuando un reptil gigante
Kyoma se puso en su camino. Era uno de los Kyomas de alto rango que Tgurneu
haba trado. Mora haba estado luchando contra l durante mucho tiempo, pero no
importaba cuntas veces le atacara, no mora.

"Muvete del camino!"

Voy a matar a Tgurneu. Eso fue lo nico que pens durante los ltimos tres aos.
Ella haba entrenado, pulido sus habilidades, y luchado con guerreros fuertes en
todo el mundo para compensar su falta de experiencia en batallas reales. Junto con
la Santa de la sal Weylynn haba creado una barrera que podra atrapar a Tgurneu. Y
con Lenelle, la santa de fuego haba hecho la gema que matara a Tgurneu. Sin
embargo, el malestar no se borr de su mente.
Ella le haba dicho a Weylynn que no tena la intencin de matar a cualquiera de los
hroes para poder salvar la vida de su hija. Sin embargo, ella saba en el fondo que
no importara lo que le pasara a ella, nunca podra abandonar a su hija.
As que si Tgurneu se escapaba de la barrera, Mora matara a uno de las Seis Flores.
"Retirate Chamo. Debemos dejar ir a Mora!" Fremy grit mientras sus bombas
volaron hacia los Kyomas aproximndose. Estaba lanzando bombas mientras se
escap del ataque de los Kyoma.
"Mora tiene la intencin de morir! As que si ella quiere morir entonces dejala
morir como le plazca!"
"De ninguna manera! Chamo traer a Obachan de vuelta! Puede hacerlo por s
misma!"
Fremy ya haba renunciado a golpear a Mora con sus balas. Sus manos estaban
llenas ocupndose de los Kyomas que estaban atacndola.
"Ests en mi camino! Cllate y muvete a un lado!" Grit Mora ya fuera al Kyoma
o Chamo.
Mora meti la mano en la boca del reptil Kyoma de pie en su camino. A
continuacin, agarr su lengua y le clav los pies en el suelo. Y con un grito que hizo
temblar la tierra, levant al Kyoma y lo lanz por encima del hombro.

Haba un centenar de metros hasta Tgurneu. Estaba tan cerca que si fuera durante
el da habra sido capaz de verlo con sus propios ojos. l estaba siendo protegido
por sus Kyomas que estaban formados en lneas y mirando a su manera.
El Kyoma reptil que haba arrojado dio un paso atrs y salt sobre Mora. Mora
reaccion al ataque justo a tiempo, apenas logrando esquivarlo hacia un lado antes
de qie el Kyoma la aplastara. El Kyoma se puso de pie inmediatamente y corri
hacia ella en el ataque.
"Est bien dejen a Fremy y Chamo solas. Eso s, no dejen que Mora se acerque a
m!" Grit Tgurneu. No haba necesidad para que ella usara el poder de su doble
vista; poda orlo directamente.
Y al orle Mora al instante se dio cuenta de que Tgurneu era consciente del objetivo
de Mora. Probablemente no saba nada de la gema erupcin, pero poda sentir que
Mora estaba tratando de dar su vida.
"Tgurneu! Eres un cobarde? Ven a m!" Mora grit mientras luchaba con el reptil
Kyoma.
"No puedo hacer eso. Puedo ver claramente que vas a venir a hacer algo".
"... Dije que vengas a m!"
Sin embargo, Tgurneu no se movi.
Y Adlet an no haba regresado.
#
Adlet poda or algo extrao mientras corra por el tnel. Alguien estaba gritando en
la distancia. El sonido se hizo eco una y otra vez a lo largo de los vastos tneles
hasta el punto de l no saba de donde se haba originado el sonido.
"Qu est haciendo ese idiota?"

Adlet frenticamente corri por los tneles labernticos. En el camino se detuvo y

tall marcas para que no olvidara el camino. No sera un asunto de risa si uno de los
hroes de las Seis Flores fuera a perderse.
"Este tipo Goldof nos ha estado causando ms que problemas", dijo Adlet,
expresando inconscientemente sus pensamientos internos.
No haba ninguna garanta de cunto tiempo Mora sera capaz de mantener a
Tgurneu atrapado. Y si Tgurneu se moviera podra poner a Fremy y las dems en
peligro. No haba tiempo que perder. Tal vez dos horas ya haban pasado. Y al ritmo
que ellos iban, tendran que regresar sin ningn resultado.
"Pero de qu voz es eso?"
Desde lo profundo de los tneles se poda escuchar algo gritando de agona. No era
la voz de Goldof, sino uno de un Kyoma. Sin embargo, pronto la voz se hizo ms
dbil hasta que ya no poda orla. Y despus de eso oy dbilmente lo que sonaba
como algo de ltima hora.
"Qu hay ms all....?"
Lleg finalmente cerca del sonido. Cuando dobl la esquina de donde se
encontraba el sonido prepar su espada. No saba lo que iba a saltar hacia l.
"... Qu?..."
Al doblar la esquina, vio a Goldof y el cadver de un Kyoma tipo humano cubierto
de piel de acero. Adlet poda sentir la bilis en su estmago. No importa cuntas
veces mirara el cadver del Kyoma slo poda describir la escena como
extremadamente sangre fra.
"Qu ests haciendo?"
Ambas manos del Kyoma se haban roto y ambas de sus piernas haban sido
arrancadas desde las rodillas hacia abajo. La parte del Kyoma que pareca ser la
cabeza se ti con el color del xido. Y en el momento Goldof tena sus manos en la
garganta del Kyoma y pareca que haba estado estrangulandolo.

Goldof comprob que era Adlet antes de decir en voz baja: "Estoy... luchando
contra un Kyoma."
"Puedo ver eso."
La lanza de Goldof segua enfundada en su espalda sin una sola gota de sangre.
Podra haber posiblemente desgarrado al Kyoma con sus propias manos?
"Trat de interrogarlo, pero... No tuve mucho xito. Ya que era mi primera vez y no
saba cmo hacerlo".
"... T..."
"Ahora que lo pienso, alguien me haba dicho que interrogar a un Kyoma no
funcionara", murmur mientras Goldof aplast la cara del Kyoma en sus manos. La
fuerza de sus manos dej a Adlet sin aliento. l era parecido a Hans, puesto que el
guerrero felino tambin era sobrehumano.
"Eres idiota? Crees que un Kyoma escupira informacin? Vamos directo hacia
atrs." Adlet luego comenz a correr y Goldof obedientemente lo sigui detrs.
"El Kyoma habl mucho ms de lo que haba pensado."
"Es eso as?"
"Van a ir fcilmente hacia la muerte si se les ordena, pero al mismo tiempo tambin
se aferran a la vida. Ese Kyoma haba dicho una y otra vez que no iba a morir y que
absolutamente me matara. Era extrao".
"Ya veo. Me alegro de que hayas podido aprender algo. Ahora date prisa y corre." El
tono de Adlet era spero con la irritacin.
"Pareca que el Kyoma estaba en contra de Tgurneu. Pero no dijo por qu estaba
all. Tampoco me quiso decir de la verdadera identidad del sptimo o cuando la
princesa se fue. No me dijo nada".

Tal como Goldof estaba murmurando, la mente de Adlet se centr en el misterio de

Tgurneu. Quin era ese pequeo Kyoma? Y por qu la sangre de las Santas no
haba afectado a Tgurneu?
"Ese Kyoma resenta el hecho de que no poda matarme. Una y otra vez dijo que
quera matarme".
Yo estara de acuerdo con que no hablaras, Adlet iba a decir, cuando Goldof agreg.
"l haba dicho que no iba a ser un problema si tuviera su poder del Maestro
Tgurneu."
Al enterarse de eso Adlet dej de moverse. Goldof entonces choc con l por
detrs enviando a Adlet volando hacia adelante. Su cara se estrell contra el suelo.
"... Ests bien?"
Goldof intent ayudar a Adlet para levantarse. Pero sin tomar su mano, Adlet
continu tumbado en el suelo. Su intuicin le estaba hablando. Y deca que haba
algo importante sobre lo que Goldof acababa de decir.
An en el suelo, Adlet pens en las palabras curiosas de Goldof.
"Dilo una vez ms, exactamente como el Kyoma dijo."
"Si yo tuviera el poder de mi Maestro Tgurneu t no deberas ser un problema."
"Eso es exactamente lo que dijo, palabra por palabra? l definitivamente dijo
eso?"
"Est bien. Lo dijo as. Si tuviera el poder de mi Maestro Tgurneu. Date prisa y
levntate".
Adlet pudo derivar una teora nica de esas palabras. Tgurneu tena la capacidad de
darle fuerzas a otro Kyoma. Pero Rolonia le haba dicho que Tgurneu no deba tener
ningn poder especial.
Todos los recuerdos de Adlet hasta ese momento se precipitaron sobre su cabeza.
Su primera batalla con Tgurneu. El anlisis de Rolonia y su posterior conversacin

con Fremy. La existencia del Rey Demonio Zophrair. El hecho de que Tgurneu era el
subordinado de Zophrair en el pasado. La habitacin subterrnea. Los extraos
tneles. Las extraas palabras del Kyoma.
Y el hecho de que la sangre de las santas no funcionaba en Tgurneu.
Todos los hechos apuntaban a una respuesta.
"Goldof, pudiste habernos hecho el favor ms grande," Adlet dijo mientras se
levantaba.
En una gran prisa regresaron hacia su ubicacin original. Rolonia baj su ltigo que
agarraron y usaron para trepar por el agujero.
"As que por fin has regresado? Yo estaba cansado de esperar, miau", le dijo Hans
a Adlet cuando lleg a la cima.
Junto a l Rolonia pregunt: "De qu te has enterado? Qu debemos hacer
ahora?"
"Tuve la oportunidad de vislumbrar una posibilidad. Sin embargo, no tengo
pruebas".
"Hay que volver? Tambin estoy preocupado por Mora".
Adlet neg con la cabeza. Luego mir sobre la colina oscura y dijo: "No, vamos a
buscar la prueba. Si mi memoria es correcta, la prueba debe estar en esta colina".
"La prueba?"
Rolonia y Hans lo miraron de boca ancha, como diciendo, qu vamos a estar
buscando? Adlet entendi cmo se sentan. Era una teora muy salvaje. Pero si su
pensamiento era correcto, entonces la solucin a todos los misterios pronto
vendra.
#

El reptil Kyoma finalmente muri. Y Tgurneu todava no se haba escapado. No

haba ms de 50 metros entre l y Mora. Y una vez que hubiera cerrado esa
distancia y se dirigiera a su lado ella iba a explotar la gema erupcin.
Entonces todo llegara a su fin.
"Esto no es bueno", dijo Tgurneu hacia sus Kyoma mientras miraba a Mora
acercndose. "Mora no puede acercarse a m. No era ese mi nico fin? Ni siquiera
son capaces de hacer algo as?"
15 Kyomas de varios tipos se dirigieron hacia Mora. Mora golpe a uno de ellos en
un intento de despejar el camino. Pero incluso con la cara rota, el Kyoma se las
arregl para envolverse alrededor de Mora y mantener pulsado uno de sus brazos.
"Por lo tanto, ya est todo bastante persistente cuando pones tu mente en ello."
Uno tras otro Kyomas agarraron a Mora. Cambiaron sus vidas slo para frenar a
Mora durante varios segundos. Todo este tiempo Tgurneu simplemente miraba con
una expresin de satisfaccin.
"Obachan! Chamo no puede ver ms. Preprate a perder un brazo o dos si sigues
tratando de correr!" Tal como grit los Jyumas de Chamo se apresuraron tanto a los
Kyomas y Mora.
Pero con un grito de guerra, Mora hizo a un lado a los Jyumas. Tal como ella mat a
los Kyomas viniendo hacia ella, los Jyumas estaban al mismo tiempo tratando de
frenar a Mora. Ella les hizo a un lado y en un frenes trat de hacer su camino a
travs de su ataque.
Mientras tanto Fremy apunt su rifle hacia Tgurneu con una bomba tambin lista
en sus manos.
En medio de la confusin que ya haba crecido fuera de control, Tgurneu fue el
nico que se ri.
"Ahahah, esto es muy divertido. Eres todo un espectculo".

No importa cuntas veces se forzara a travs de los Jyuma, pronto iran de nuevo
sobre ella. Finalmente, un grupo de babosas Jyumas la rode. Se inmovilizaron sus
pies con un lquido pegajoso y comenzaron a arrastrarla hacia atrs.
"Vamos! Chamo, djame!"
Mora trat de quitarselo de encima, pero no poda liberarse de la fuerza de la
babosa Jyuma. Mora luego cay al suelo. Y cuando ella intent desesperadamente
tirar de su cuerpo hacia delante con los brazos un tipo diferente de Jyuma la apret
en su espalda.
Slo haba una pequea distancia que quedaba entre ellos, y Mora estaba mirando
directamente a Tgurneu. Pero con la fuerza de aquel final Jyuma, ella ya no poda
moverse.
Por qu Tgurneu no huye todava? Mora se pregunt. l dijo que tena un plan
para romper la barrera. Por qu no lo utilizaba?
"Eso es bueno, Chamo. Manten a Mora ah para m", dijo Tgurneu mientras
permaneca de pie. Un instante despus el campo de batalla qued en silencio. Los
Kyomas sobrevivientes detuvieron sus ataques y se reunieron alrededor de
Tgurneu.
Y fue entonces cuando Mora se dio cuenta de cual era el plan de Tgurneu, y cmo
ella completamente haba cado en l.
Tgurneu no tena el poder de destruir la barrera. l slo quera agotar a Mora para
que se quedara sin energa y se volviera incapaz de mantener la barrera.
Tgurneu haba hecho que Mora perdiera la paciencia, lo que la hizo cargar
ciegamente hacia l en un ataque temerario.
Cunto poder me queda? Es suficiente para mantener la barrera?
"Mora. Adquir la cresta del sptimo hace poco ms de 200 aos", dijo Tgurneu.
"Pero en un sentido, la cresta del sptimo no es una falsificacin. La santa de la
nica Flor la produci ella misma. Ella la haba creado para un propsito diferente
al que los Hroes posean."

"Date prisa... a qu quieres llegar?", Pregunt Fremy, su rifle estaba apuntando

hacia Tgurneu y estaba listo para disparar.
"He buscado durante mucho tiempo a la persona que sera adecuada para poseer la
sptima cresta, cuando llegara el momento. Durante mucho tiempo me he
preguntado qu tipo de persona se le deba dar la cresta cuando llegue el
momento. Y cuando hice mi eleccin, la cresta apareci en el cuerpo de esa
persona".
Tal como Mora escuch a Tgurneu, ella ara el suelo, tratando de cargar hacia l
con todas sus fuerzas.
"Obachan! Chamo no haba dicho que no te muevas?," Chamo grit.
Sin embargo, Tgurneu sigui hablando como si no le preocupara en absoluto.
"Mora, realmente eres increble. Eres un verdadero demonio. T ingeniosamente
fingiste que eras una buena persona y sin embargo, al mismo tiempo los dems
estn bajo la impresin de que no eres una mala persona. Pero nadie ms que yo
sabe la verdad dentro de tu corazn.
"Estoy agradecido de que tuve la suerte de que se me permitiera reunirme con un
ser humano como t. Tu amor es definitivamente algo que va a llevar al mundo a la
ruina".
Un instante ms un centenar de supervivientes Kyomas cargaron hacia la barrera
una vez. Al mismo tiempo, 50 Kyomas en el otro lado tambin arrojaron sus
cuerpos en la barrera.
Cuando chocaron con la barrera sus cuerpos fueron quemados por las llamas y se
cambiaron a un sucio barro. Sin embargo, los Kyomas uno tras otro cargaron contra
la barrera, dando sus vidas sin dudarlo. Todos estaban dispuestos a morir.
Cuando Mora haba hecho la barrera, no haba imaginado que 150 Kyomas elegiran
morir slo para derribarla.
El velo de la luz se sacudi violentamente. Mora canaliz toda la energa que le
quedaba en la barrera. Sin embargo, el temblor no se detuvo y en realidad
aument.

"Espera... Espera, Tgurneu."

Al final slo hubo una medusa gigante Kyoma que quedaba. Tgurneu inclin su
cuerpo contra ella. Y su cuerpo estaba siendo tragado en el centro de la misma.
"Ahora que estamos al final te dir. Mora, t eres el sptimo!"
Todo el cuerpo de Tgurneu fue tragado por el Kyoma medusa que luego se lanz
hacia la barrera. En un grito de agona cuando su cuerpo estall en llamas. Sin
embargo, aunque su cuerpo estaba en llamas, el Kyoma medusa haba logrado
atravesar la barrera. A continuacin, arrastr su cuerpo carbonizado hacia el oeste,
un rastro pegajoso fue dejado a su paso.
"Tgurneu! Espera! Dije espera!" Grit Mora, de nuevo, una y otra vez, y otra vez.
Tgurneu no respondi. En el interior del Kyoma medusa, desapareci en la
oscuridad.
Los pocos Kyomas restantes lo siguieron y en un abrir y cerrar de ojos, la zona se
qued en silencio. Y con todo su poder gastado, Mora lentamente cay
inconsciente.
#
"... Obachan! Obachan!!"
Mora no saba cunto tiempo haba sido, pero cuando empez recuperarse vio a
Chamo sostenindola en sus brazos. La chica haba estado gritando su nombre una
y otra vez.
"... Tgurneu..." fue lo primero que sali desde la boca de Mora cuando se despert
completamente.
"l escap. Es lamentable, pero no haba nada que pudiramos hacer. Adems
habr otras oportunidades para derrotar a Tgurneu", dijo Fremy. Ella estaba
apuntando su rifle en direccin a Mora, pero Mora no tena ninguna intencin de
huir.

"... Aunque yo quiero matarte ahora mismo, por el momento, nos gustara que lo
explicaras." Fremy tena el dedo en el gatillo, pero los Jyumas de Chamo estaban de
pie delante de Mora, bloqueano la lnea de fuego de Fremy.
"Chamo no permitir que la mates."
"Hazte a un lado."
"Obachan no es el sptimo. Chamo no sabe la razn, pero Obachan no nos estaba
atacando. Ahora mismo eres la que est actuando de manera extraa".
Cuando las dos se fulminaron entre ellas, Mora susurr: "Tgurneu dijo que yo era el
sptimo."
"Chamo es inteligente, Chamo entiende que Tgurneu obviamente nos minti para
engaarnos. Pero Fremy es un idiota por lo que est siendo engaada por Tgurneu".
"Es obvio que Tgurneu estaba mintiendo. Y esa es otra de las razones por las que
Mora es sospechosa".
A pesar de que no estaban seguros de la validez de sus afirmaciones, Mora saba
que lo que Tgurneu le haba dicho era de hecho la verdad. Tgurneu no poda
mentirle.
Ya veo, as que era el sptimo? Bueno, eso explica muchas cosas que no tenan
ningn sentido antes. Explica por qu nadie haba cooperado con Nashetania
dentro de la Barrera Ilusoria de Niebla. Y por qu el sptimo no haba hecho nada
cuando todos habamos estado huyendo de Tgurneu.
"Hazte a un lado, Chamo".
"Baja tu arma, Fremy!", Dijo Mora. "Vamos a dejar si me deben matar o no en las
manos de Adlet. Voy a seguir lo que l decida".
"... Est bien, Obachan? Adlet es un idiota".
"Confo en Adlet. l no comprendi mal la verdad. Adlet y los otros todava no han
regresado?"

"Todava no. No he recibido ningn contacto de ellos indicando que hayan

encontrado algo".
"Ya veo..."
Fremy luego mir a Chamo. "Ve y renete con Adlet. Tgurneu podra estar
dirigindose hacia ellos. Respaldalos".
"No vas a matar a Obachan?"
"Por el momento voy a esperar y escuchar lo que Adlet tenga que decir. No voy a
matarla hasta entonces. Por supuesto que eso es slo si Mora no se mueve".
"Ten cuidado, Obachan", dijo Chamo, y luego comenz a caminar hacia el este. No
pareca como si estuviera en un apuro, simplemente paseaba junto a su ritmo
normal.
Fremy rode a Mora y se coloc cerca de cinco pasos entre ellas. Todo el tiempo la
mira de su rifle nunca se desvi de la cabeza de Mora.
Sin mirar detrs de ella Mora dijo: "Fremy, me permitirs sanar mis heridas?"
"No te muevas. Utiliza la energa de la montaa para curarte a t misma".
"La energa de la montaa no es un remedio. Si yo no aplico alguna medicina o me
curo las heridas, no sanarn".
"... Supongo que no se puede evitar", dijo Fremy, manteniendo su rifle apuntando
hacia Mora.
Haba un medicamento de accin rpida dentro de la bota de Mora. Adlet no era el
nico que haba abastecido de herramientas su cuerpo.
Tal como Fremy mir, Mora se quit la vestimenta exterior y la armadura y, a
continuacin, utiliz el medicamento para sellar sus heridas.
"..."

Durante tres aos Mora haba sido atormentada por una pesadilla. Y si ella no
fuera capaz de matar Tgurneu y si no fuera capaz de salvar a Sheniera? Al ver la
visin de aquel futuro, la hacan saltar de su sueo, y cuando Gunner no estaba a su
lado incluso hubo noches en las que no poda dormir en absoluto.
Cada vez que Mora pens en esa pesadilla, deseaba que no se hubiera convertido
en una santa y deseaba no haber llegado a ser tan fuerte. Porque fue precisamente
debido a que ella tuviera la fuerza necesaria para ser elegida como una de las seis
flores es que haban apuntado hacia su querida Sheniera.
Y ahora esa pesadilla se estaba volviendo cada vez ms una realidad.
#
Mientras ella trataba a sus heridas, Mora de repente record el pasado.
Probablemente fue hace unos dos aos. Ella estaba en su dormitorio, frente a su
marido. Ella le haba pedido a las criadas que cuidaran de Sheniera de modo que
slo los dos pudieran hablar. Hablaron de cmo iba a confiar la tarea de administrar
los templos a Gunner, tambin cmo ella le confi a Weylynn con la instruccin de
las Santas, y luego discutieron la batalla que se aproximaba.
Cuando termin de hablar, Gunner dijo de repente, "Mora. Si no puedes salvar a
Sheniera..."
Mora se sorprendi. Haba sido un tab entre los dos el mencionar siquiera esa
posibilidad. Ella salvara a Sheniera, salvara al mundo y volvera. Eso es lo que
haban prometido.
"Deja ese tipo de charla. No fue lo que dije, que sin duda salvara a Sheniera?"
"No quiero hablar de eso tampoco. Yo no quiero ni pensar en ello. Pero, tenemos
que hablar de ello por si acaso".
Mora no quera escuchar.
"... No crees en m?"

"Es exactamente porque creo en ti que tenemos que hablar de esto." Gunner mir
hacia los ojos de Mora. "Si no eres capaz de derrotar a Tgurneu en el plazo... y la
situacin se convierte en una de las que tendrs que salvar la vida de Sheniera
contra una de los hroes de las Seis Flores..." Gunner dud, con una expresin
afligida en su rostro. "Si eso sucede, renuncia a Sheniera. No debes matar a uno de
las seis flores".
Mora no respondi.
"Entiendo lo mucho que amas a Sheniera. Por eso me temo. No te gustara acabar
provocando el peor de los casos slo para salvar a Sheniera?"
"No voy a perder. Los hroes de las Seis Flores absolutamente no van a perder".
Dijo Mora y luego desvi la mirada y Gonner la envolvi en un suave abrazo.
"Todava puedes ser capaz de derrotar al Majin incluso si matas a una de las Flores.
Sin embargo, qu ser de Sheniera despus de eso? Ella tendr que vivir su vida
llevando el peso de ser la hija de la asesina del hroe".
"..."
"Sheniera es una buena chica. Y ella crecer para ser una mujer maravillosa como
t. Pero si ella llegara a saber que un desconocido fue asesinado para que pudiera
vivir, ella crecera con la tristeza. Ella sufrira una herida en su corazn que no
podra ser curada. Y yo no quiero tener que hacer frente a los ojos que ella
tendra."
"... Basta Gunner. No puedo soportarlo!" Mora empuj a Gunner hacia el lado y
hundi la cabeza en la almohada.
"Lo Siento. S que ests sufriendo an ms que yo... Perdname." Gunner coloc
suavemente su mano sobre el hombro de Mora. "Soy un padre cruel."
"No, no lo eres. No lo eres de ninguna manera...", Mora respondi. Luego, con la
cabeza todava enterrada en la almohada, ella comenz a sollozar.
#

El siguiente recuerdo fue hace aproximadamente un mes. Fue justo despus de

cuando Mora se haba sometido a la ciruga para insertar la joya erupcin en su
cuerpo.
Sin esperar a que la herida quirrgica se curara, Mora hizo un entrenamiento de
batalla con Weylynn. Despus del entrenamiento se fue directamente hacia su
habitacin sin comer nada y se derrumb sobre la cama, completamente agotada.
Y cuando ella se haba resignado a ir a dormir en ese mismo momento, Mora se dio
cuenta de que Sheniera estaba de pie junto a su cama.
La brillante Sheniera como un beb haba sacado sus labios apretados y estaba
luchando por contener las lgrimas.
"Madre... Vas a morir?" Pregunt Sheniera. Incluso Sheniera ya saba sobre el
Majin. Probablemente tambin saba que Mora sera elegida como una de las Seis
Flores.
"No hay necesidad de preocuparse. El Majin no es suficiente para asustarme".
Mora le acarici la espalda a su hija con el fin de ponerla a gusto.
"Vas a morir por m?"
"Qu?"
"Vas a morir a causa de mi enfermedad? Yo... yo no quiero eso..."
As Sheniera debera haber estado bajo la impresin de que su enfermedad se
haba curado.
Pero quizs Sheniera se haba dado cuenta de la verdad en todo este tiempo.
Durante mucho tiempo Sheniera sigui llorando. Y no importaba cunto Mora la
tranquilizara y le abrazara, ella no poda parar. Slo se detuvo cuando Gunner la
levant en un abrazo y le cant para que durmiera.

Ms tarde Mora descubri que durante varios meses Sheniera haba ido hacia la
estatua de la Diosa de la F en el templo principal todos los das para ofrecer
oraciones.
Y entonces sus oraciones cambiaron y empez a decir: "Est bien si muero, pero
por favor salva a mi madre."
#
Pero esa conviccin no vino desde su amor por Sheniera.
"Fremy", Mora dijo mientras trataba sus heridas. Su mano estaba agarrando un
tubo de metal del tamao de su dedo ndice. Mora lo apret y roci el
medicamento dentro de su cuerpo.
"... Cul es el punto de esta pregunta?"
"Me preocupa que incluso si matamos a Tgurneu, un reemplazo slo podra asumir
el mando."
Ya no haba ninguna duda sobre eso.
"Qu tipo de relacin tienen los Kyomas con Tgurneu?"
"... La lealtad de los Kyomas hacia Tgurneu es absoluta. Es igual a su devocin al
Majin".
Pareca que Fremy estaba empezando a sospechar de la conversacin sin sentido.
"Estoy de hecho escondiendo algo, pero no estoy tramando nada."
"Habla. Qu piensas? Si no me lo dices, voy a disparar".
"Te lo voy a decir todo despus de que Chamo traiga a Adlet detrs."
"T..." Fremy dud un poco en cuanto a cmo continuar. Y en ese momento Mora
se dio la vuelta y corri hacia Fremy.

Y normalmente Fremy probablemente habra disparado instantneamente a Mora

en la cabeza. Pero la bala que dispar slo se roz la oreja.
Mora no esquiv la bala. Fremy simplemente la haba desviado. Ella no era capaz de
disparar a un oponente que estaba a slo cinco pasos de distancia.
Mora no le dio tiempo para saltar fuera del camino.
"Mo..."
Mora entonces solt su cuello y el cuerpo de Fremy cay al suelo.
Tgurneu le haba dicho que era la ms baja de los demonios.
Ella le haba prometido a su marido que no iba a matar a uno de los hroes de las
Seis Flores. Ella le haba prometido a su hija que absolutamente salvara el mundo.
Lo haba hecho con cuidado y con la habilidad sin que nadie lo notara.
Mora recogi sus guantes, colg a Fremy por encima del hombro y luego se ech a
correr hacia la Flor Eterna.
"Lo siento, Sheniera." Mora no estaba hablando con el cuerpo inconsciente de
Fremy, sino con su amada hija lejos. "Lo siento por que tienes a una madre como
yo."
El cuerpo inconsciente de Fremy respiraba tranquilamente encima de los hombros
de Mora. Y no sera muy difcil para Mora encajar su cuello. Pero en el momento no
poda matar a Fremy. Haba pasado mucho tiempo y esfuerzo idear su plan, pero
ella an no estaba lista.
El plan de Mora necesitaba la ayuda de otra persona. Rolonia Manchetta, la santa
de la Sangre Fresca. Mora haba mantenido a la nia prodigio cerca de ella, se
convirti en su maestra y la entren. Todo para que le pudiera ayudar en tener
xito en matar a una de las Seis Flores.

Captulo Cinco: Parte Uno.

La primera vez que Mora se reuni con ella, Rolonia era una chica que no tena
nada.
#
Medio ao despus de que Mora hizo el contrato con Tgurneu, recibi una
preocupante noticia. En el templo de la dulce sangre una persona inadecuada haba
sido elegida para ser una santa por el Dios de la Sangre fresca.
Al parecer, la nueva santa era una nia hurfana que haba sido criada en el templo.
Era una nia lenta sin caractersticas reseables, y realmente no pareca que estaba
en condiciones de ser una Santa. Incluso su predecesor no haba tenido la intencin
de que la chica heredara la santidad.
Mora haba querido confiar la asistencia a los diversos procedimientos
concernientes a la nueva santo a Weylynn, pero como una regla, se requera que el
Jefe de los templos aprobara el retiro de una Santa. As que sin ms remedio Mora
se dirigi al templo de la Sangre Fresca.
Cuando lleg se encontr con la nueva Santa lavando ropa en el pozo de agua en la
parte posterior del templo. Le haban dicho a Mora que lavar la ropa era slo el
deber de la nia. Llevaba un traje de sirvienta montona y sus manos estaban muy
cubiertas de grietas. Pareca que la chica haba conseguido acostumbrarse a otras
personas que se enojaran con ella, y como tal, tena una expresin de servilismo
arraigada en la cara.
Yo no tengo tiempo para estar asociandome con una chica como esta, Mora pens
mientras empezaba a hablar con la joven.
"T fuiste la elegida para ser la nueva santa de la Sangre Fresca?"
Cuando la chica oy hablar de Mora se puso de pie y se gir. Pero en el momento
Mora mir hacia los ojos de Rolonia y una leve carga corri por su cuerpo. Era una
seal de que se enfrentaba a un poderoso guerrero, un sentimiento que slo una
persona que saba de combates poda comprender. Aunque la chica pareca tmida,
Mora poda sentir que ella ya posea una potencia para tener en cuenta.

"Yo... yo... lo siento. Yo fui la que deshilach las prendas interiores. Lo siento!"
Teniendo algn tipo de malentendido sobre algo, la chica inclin la cabeza una y
otra vez.
"Tengo algo que quiero preguntarte." Mora tom suavemente la mano de la nia.
"Puedes curar las grietas en las manos utilizando el poder de la sangre fresca?"
"Eh? Qu? Um... yo fui errneamente elegida para ser una santa, as que um...
una cosa as me..."
"Te estoy preguntando si lo puedes hacer o no. Dale una oportunidad primero".
"S. Lo siento, umm..."
La chica se qued mirando la punta de sus dedos en silencio y verti la energa en
su mano. Su mano se volvi de un color rojizo y se puso caliente, curndose a s
misma ante los ojos de Mora.
A pesar de que haba sido elegida por el Dios de la Sangre fresca, no debera haber
sido capaz de utilizar inmediatamente sus poderes. Slo despus de someterse a la
capacitacin en el uso de su poder y despus de varias ocasiones de hablar con el
Dios de la Sangre fresca sera finalmente convertida en una santa de pleno derecho.
As que para que ella fuera capaz de mostrar tanto como eso a Mora, la muchacha
posea un talento poco comn.
"Soy Mora, la santa de las Montaas. Cul es tu nombre?"
"Mi nombre es... Rolonia Manchetta. Yo slo soy un siervo".
Una vez ms, inclin la cabeza una y otra vez. Cuando Mora mir a la chica,
pensaba en otra cosa. Hace un tiempo haba llegado con una idea, pero luego se
dio cuenta de que era imposible. Sin embargo, tal vez con esta chica podra ser
capaz de tener xito.
Era una idea imperdonable. Un plan imperdonable.
#

Poco despus de ese da, Mora decidi cuidar a Rolonia en el Templo Principal y le
dio educacin especial como una Santa. Ella declar que dentro de tres aos
elevara a Rolonia para que fuera elegida como una de las Seis Flores.
Sin embargo, muchas santas se opusieron a la decisin de Mora. Aunque Rolonia
podra tener las cualidades de una santa, todas dijeron que ella no tena las
cualidades de un guerrero. Y seguramente no importaba cmo la miraran, estaba
claro que Rolonia no estaba en condiciones de ser un guerrero.
Siempre Rolonia se quedaba nerviosa, asustada, o en pnico y no haca nada ms
que llorar.
As que primero Mora le ense las tcnicas necesarias para ser la Santa de sangre
fresca. El poder de curar las lesiones de otras personas. El poder de hacer el
movimiento de su ltigo mediante el uso de la sangre fresca. La capacidad de
analizar la sangre al lamerla. Y la capacidad de utilizar la sangre del enemigo para
infligir lesiones fatales.
Tal como haba pensado, Rolonia posea talento increble. Ni siquiera tuvo que
esforzarse a s misma para memorizar esas habilidades.
Lo siguiente que Mora hizo, fue hacer a Rolonia un aprendiz bajo guerreros
poderosos de todo el mundo. El viejo caballero Straud Kahn le ense sobre el
estado mental de la mente del guerrero y le incrust las tcticas de batalla bsicas
del legendario estratega Thomas Halderoy. Entonces Mora la someti a un
entrenamiento bajo el contra especialiste de Kyomas Atro Spyker, quien la instruy
acerca de los Kyomas.
Pero tal como ella haba esperado, Rolonia no tena lo necesario para ser un
guerrero. Ella tendra miedo si tena que enfrentarse a un enemigo. Y su miedo
empeorara al herir a un enemigo. No importaba cmo muchas tcnicas de Santa
aprendiera, pareca como si ella nunca sera ms fuerte.
Los guerreros tenan que estar orgullosos. Y con el fin de derrotar a un enemigo el
guerrero primero necesitaba creer en sus propias fuerzas. Sin embargo, Rolonia era
una chica que no poda hacer eso en absoluto.

Durante mucho tiempo Rolonia haba sido intimidada por las otras aclitas Santas
en el Templo Principal. Era torpe, su memoria no era buena, y ella haba crecido
oyendo que no era til. Como resultado Rolonia realmente crea que no poda
hacer nada.
"Si una persona no cree que pueda llegar a ser ms fuerte, nunca lo har."
"Mire, jefe. Ya es suficiente. Esa nia nunca ser capaz de convertirse en un hroe
de las Seis Flores," Weylynn le dijo una vez a Mora cuando estaban entrenando en
conjunto. "Rolonia no es apta para el camino del guerrero. El suyo es una ms para
ayudar a la gente".
"Te equivocas Weylynn. Yo s que ella se convertir en un excelente guerrero", dijo
Mora, pero en realidad no lo crea tampoco.
"Rolonia es una buena chica. Ella es ms adecuada para tcnicas de sanacin y
restauracin. Sera mejor tenerla ayudando a las personas que padecen de
enfermedades y lesiones, como Toulo-san. Por qu no puedes entender eso?"
Lo que Weylynn estaba diciendo era correcto. Incluso Mora lo saba. Sin embargo,
para que el plan de Mora tuviera xito, Rolonia era indispensable. Tena que llegar a
ser una de las principales guerreras del mundo y tena que ser elegida como una de
los hroes de las Seis Flores.
No haba manera de que pudiera decir los detalles de su plan a cualquiera, fuera
Weylynn o Rolonia. De hecho no haba nadie en el mundo entero que pudiera
hablar sobre su plan de usar a Rolonia para matar a una de las Flores.
"Cree en m Weylynn. Esa chica definitivamente llegar a ser un gran guerrero".
#
Despus que Rolonia haba regresado de la montaa donde viva el especialista
anti-Kyoma Atro Spyker, Mora la llam a su habitacin y le ofreci vino. A pesar de
que estaba confundida, Rolonia acept y bebi por primera vez en su vida.
"Rolonia. Alguna vez has querido ser fuerte?"

"Slo una vez, pero fue slo por un corto tiempo."

Mora se sorprendi.
"Yo... hice un amigo en casa de Atro-san. Su objetivo era convertirse en uno de los
hroes de las Seis Flores... y l estaba trabajando muy duro".
Que podra haber sucedido en casa de Atro-san, Mora se pregunt.
"Si me hago ms fuerte y fuera elegida como uno de los hroes, me convertira en
til para l, no?" Rolonia agit frenticamente sus manos. "Ah, no debo pensar
as. Un hroe de las Seis Flores... eso es un pensamiento tan indignante... Usted
Mora-san, o Weylynn-san, a diferencia de la gente fuerte como ustedes dos no hay
manera que pueda..."
"... Rolonia."
Mora se levant de su silla, tom la mano de Rolonia e inclin la cabeza.
"Mora-san. Qu... Por qu?"
"Creo que lo que estoy haciendo para ti es inexcusable."
"Umm..."
"Por Favor. Hazte fuerte para m. Pelea contra los Kyoma a mi lado. Te necesito
desesperadamente".
"Yo, pero, pero..."
"Debes ser t!" Grit Mora y el cuerpo de Rolonia tembl en estado de shock. "No
puedo decir por qu tienes que ser t. Y no puedo hacer otra cosa que bajar la
cabeza y preguntar. Pero si yo no te puedo decir nada, por favor dime que te hars
fuerte. Te necesito."
Rolonia neg con la cabeza y con voz asustada dijo: "Mora-san, tengo miedo. No s
lo que debo hacer... ya que esta es la primera vez que he estado alguna vez
necesitada de alguien."

"Hay una primera vez para todo el mundo."

"... Pero..."
Haba una calidad que Rolonia posea y que era mayor en ella que en cualquier otra
persona. Ella estaba ms contenta de ser til para los dems que nadie.
"Qu debo hacer si no puedo? Es obvio que no ser de uso de todos modos".
"... Dlo todo. Eso es todo lo que necesitas hacer. No voy a pedirte nada ms".
"... Entiendo. Har mi mejor esfuerzo. Si trato muy duro, creo que hasta yo puedo
hacerlo".
Rolonia sonri dbilmente. Ella estaba encantada de que alguien dependiera de ella
por primera vez en su vida. Por esa misma razn ella tambin estaba feliz de
finalmente ser til por alguien ms. Y esa fue la primera vez que Mora haba visto la
sonrisa de Rolonia.
#
Rolonia cambi un poco despus de eso. Ella se estaba asustando con menos
frecuencia y la cantidad de veces que se disculpaba por ninguna razn estaba
disminuyendo. Adems, ella era seria acerca de convertirse en la ms fuerte.
Luego hace un ao Rolonia hizo algo extrao en el campo de batalla del Templo
Principal.
Una mueca hecha de paja se haba fijado en el centro del campo de batalla. Tena
la frase, "Kyoma. Realmente el malo de la historia," escrito a travs de su pecho. Y
Rolonia gritaba hacia l.
"Tonto! Te desprecio! Los enemigos son malos!"
Weylynn estaba de pie detrs de ella.
"No no! Pon ms ira en ello. Hazlo otra vez!"

"Estoy... estoy... Voy a darte una paliza y golpearte a palos!" Rolonia veces tena
problemas para articular sus palabras, como si no las utilizara para gritar.
"Te has vuelto un poco mejor. Ese es el tono".
"Yo soy... Yo voy a golpearte hasta la muerte! T demonio inferior! Bastardo! Voy
a detener tu corazn!"
Weylynn palme el hombro de Rolonia.
"Eso es todo! Esa es la forma Rolonia!"
"Lo hice Weylynn-san!"
Las dos se abrazaron en medio del campo de batalla. Pero cansada de esperar,
Mora finalmente las llam "Ahora me pregunto que demonios estn haciendo
ustedes dos?"
Rascndose la cabeza, Weylynn comenz a explicar. "Mira, no te parece que
Rolonia carece de un espritu de lucha, o tal vez debera decir la voluntad de
luchar? As que si hacemos esto y practicamos expresando su ira hacia el enemigo
me pregunto si podramos compensar eso".
Mora estaba naturalmente estupefacta.
"Um, Mora-san. Creo que esta es una muy buena idea. Tal vez con esto podra ser
capaz de ser ms fuerte".
"Si hay resultados, entonces est bien", dijo Mora cuando inclin la cabeza
pensando.
"Rolonia, parece que no sabes muy bien las palabras para maldecir a alguien.
Tienes que aumentar tu vocabulario".
"Cierto. Lo siento."
"Eso est bien. Te voy a ensear, de acuerdo? Probablemente hay ms de cien
maneras diferentes en el mundo slo para decirle a alguien que va morir".

"Es eso cierto...? Weylynn-san, por favor ensame!"

Cuando las dos trataron de salir juntas desde el campo de batalla, Mora les pidi
que se detuvieran.
"Rolonia, lo has olvidado? Hoy es el da que se supone que aprenders tcnicas de
curacin de Toulo y de mi".
"Oh, es cierto. Lo siento, Weylynn-san".
"Ah, est bien. Hasta maana."
Rolonia acompa a Mora y las dos comenzaron a dirigirse hacia el centro mdico
donde Toulo estaba esperando.
"Hoy va a ser una leccin intensa. Tambin vas a participar en la consulta de Toulo.
Mientras Toulo est cortando la parte afectada, hars que la sangre del paciente
contine circulando y mantengas su corazn latiendo. Tendrs que dejar que su
sangre se derrame en conjunto con la dems sangre aumentando la tcnica para
que el paciente no sangre hasta morir. Permanece con tus pies en la tierra". (Aqu le
Mora le dice eso con el fin de que est concentrada)
"Cierto!"
Rolonia se haba desarrollado notablemente. Ella haba dominado muchas tcnicas
mdicas y estudi con entusiasmo la composicin de los cuerpos humanos. Su
habilidad para sanar a otros ya no era inferior a la de Mora. Y aunque era slo un
poco, ella tambin se estaba convirtiendo en una mejor luchadora.
Mora reconoci otro valor que Rolonia posea. El hecho de que Rolonia diera el
mximo esfuerzo para hacer lo mejor que poda, era impresionante. Rolonia puso
todo lo que tena en lo que haca, Mora ms que nadie lo saba.
Rolonia se haba desarrollado exactamente tal como lo haba planeado Mora. Y
despus de un ao haba sido llevada hasta el punto en que no pareca extrao que
fuera a ser elegida como una de los hroes de las Seis Flores.

Sin embargo, Mora no poda decirle a Rolonia sus verdaderas intenciones. No poda
decirle que la verdadera razn de que haba entrnado a Rolonia fue para matar a
uno de los seis hroes.
Estara mintiendo si le dijera que ella no senta punzadas de culpabilidad. Sin
embargo, Mora no tena otra opcin. Tanto para la hija que amaba y por s misma.
#
"Rolonia, por fin ha llegado el momento para que seas de utilidad para m", Mora
murmur mientras corra hacia la Flor Eterna. Sus ojos estaban mirando hacia el
este, donde habia ido Rolonia.
#
En medio de la oscuridad, Adlet y los otros tres se dirigieron hacia la colina en sus
manos y rodillas. Usando la luz de las gemas para iluminar el suelo, el grupo haba
estado buscando la prueba de la cual Adlet haba hablado.
Haba una multitud de restos que quedaron de la batalla. Haba varios cadveres
Kyoma, los dardos envenenados que Adlet haba arrojado, las balas que Fremy
haba disparado, huellas de Mora, y los lugares donde el ltigo de Rolonia haba
rozado. Mientras que l los examinaba todos, Adlet busc en su memoria y busc el
lugar donde debera haber una prueba. Busc cuidadosamente la zona, decorada a
travs de las malas hierbas que crecan poco, y pasando los dedos por la arena
seca.
Tambin tenan que ser conscientes de sus pies. Adlet y los dems estaban
buscando algo extremadamente pequeo. Si accidentalmente lo patearan,
probablemente saldra volando hacia algn lugar. Y si pasaban por ello, podran
aplastarlo.
El tiempo que haban acordado con Mora y las otras se fue acercando. Adlet
levant la vista del suelo y tena la mirada perdida hacia el oeste, preguntndose si
sus compaeros estaban a salvo. Y si Tgurneu todava estaba en la barrera.
"Miau!"

Unos diez minutos despus de haber comenzado la bsqueda, Hans ya estaba

haciendo mucho ruido buscando.
"Silencio. El enemigo va a volver".
"Ya he llegado al lmite de mi paciencia. No me gusta este tipo de trabajo
meticuloso al mximo, miau", dijo Hans y se dej caer al suelo y cay sobre la
tierra. No prestndole cualquier pensamiento, Adlet sigui buscando.
"Adlet, qu has pensado? Qu tipo de prueba es lo que buscas?"
"Explicarlo sera una prdida de tiempo."
"Pero has pensado en algo; una respuesta al misterio de Tgurneu, verdad? Slo
dime eso".
Ese no era el caso en absoluto. El destello de una idea que Adlet haba conseguido
era muy extravagante. Y hasta que viera la prueba de ello con sus propios ojos, ni
siquiera sera capaz de creerlo por l mismo.
"Deja de buscar. Dmonos prisa y volvamos directo. Estoy preocupado por lo que
est pasando all".
"Est bien", respondi Rolonia. "Mora-san est en la Flor Eterna. Si sucede algo ella
debe ser capaz de manejar la situacin".
"... Rolonia, por qu confias tanto en Mora? Ella es bastante sospechosa tambin."
"Ella es una gran persona. Para que ella sea el enemigo... es impensable".
Hans no respondi y se limit a seguir tumbado en el suelo, rascndose la nuca.
#
Mora vio algo inusual con su doble vista. Siete Kyomas se haban acercado a la Flor
Eterna y se haban detenido justo antes de donde seran rechazados por la barrera
de la flor.

"Qu quieren?"
"Se nos orden por Tgurneu-sama ayudarte en matar a uno de los hroes de las
Seis Flores." El que hablaba era el Kyoma similar a un humano hecho de roca quien
haba estado charlando con Tgurneu.
Qu tan bien Tgurneu se haba preparado para esto? Mora se pregunt cuano un
escalofro recorri su cuerpo.
"Parece que hemos perdido el tiempo viniendo aqu. Naturalmente Tgurneu-sama
haba anticipado esto. Te haba visto llevar a Fremy anteriormente".
Sin embargo, Mora seal sus puos hacia el Kyoma y dijo con voz fra, "Deja este
lugar a la vez. Luego vayan a la punta sur de la montaa y fingan que estn
muertos. All podrn esperar mis rdenes".
"... An no la has matado? Por qu?"
"Yo no necesito decirte."
"No quieres salvar a tu hija?"
"... Si vas en contra de mis rdenes incluso un poco, voy a dejar mi plan para matar
a una de las Flores. Si revelas que soy el sptimo me rendir. Qued eso claro?"
El Kyoma la mir por un momento. Mora no saba el alcance de su inteligencia, pero
crea que estaban pensando sobre sus demandas y preguntndose cules eran sus
intenciones.
"Vamos a seguir tus instrucciones. Ahora estamos a la espera de tu comando".
"Ve rpidamente. O quieren morir aqu?"
El Kyoma de inmediato comenz a moverse.
Pues bien, Chamo debi haber odo los disparos y debe volver pronto. Ten prisa y
preprate.

Tgurneu le haba indicado que tena dos das que le quedaban hasta la fecha lmite.
Adlet y los otros estaban preocupados por el misterio de Tgurneu y Chamo todava
no sospechaba de ella. As que esta noche era su nica oportunidad.
Haba un montn de cosas que tena que hacer. Ella hara a Fremy y Chamo
impotentes. Entonces atraera a Adlet y los dems y los dividira en dos grupos.
Entonces ella y Rolonia crearan una situacin en la que slo las dos y su objetivo
previsto estuvieran presentes. Despus de que iban a luchar con esa persona y
tuvieran la victoria. Si no poda cumplir con todas esas cosas, entonces su plan
fracasara.
Mora vio donde Chamo estaba con su doble vista. Ella haba trado a cinco Jyumas e
iba a caballo entre un Jyuma babosa gigante.
"Fremy! Mataste a Obachan!"
Chamo se diriga directamente hacia donde haba estado Tgurneu cuando la barrera
an estaba arriba. Pero cuando lleg all y vio que no haba nadie se confundi.
"Obachan! Dnde ests?! Moriste?"
Ella les orden a sus Jyumas que buscarran en la zona, mientras que ella misma se
precipit sobre la zona encima de la babosa gigante Jyuma.
Mientras tanto Mora haba llevado el cuerpo de Fremy en el hombro a la cueva y lo
coloc en su interior. Luego sac un tubo de metal de su bolso y lo estrell,
causando que el lquido dentro se rociara a su alrededor. Mora luego pate un poco
de tierra para dispersar an ms el lquido por toda la cueva.
"Obachan! Ests realmente muerta? Idiota! Por qu te mueres?!"
Usando su segunda vista, Mora pudo ver que Chamo segua buscando.
"Imbcil! Zoquete! Debilucha! Intil! Obachan Tonta!"
Mora no saba si Chamo la maldeca o se preocupaba por ella. Pero a pesar de la
situacin Mora sonri.

Fue entonces cuando Chamo se dio cuenta de algo. Ella levant la falda y mir hacia
la cima del muslo.
"Ah, ests viva."
Pareca que Chamo finalmente haba recordado que cuando un hroe mora un
ptalo se desvanecera desde la cresta
Un sudor fro comenz a correr por todo el cuerpo de Mora. Ella tena que hacer
que la santa ms poderosa no ocupara su poder. Y si la fortuna no estaba de su
lado, Mora probablemente sera asesinada en un instante.
Mora utiliz el poder de los ecos de la montaa y grit, "Adlet! Chamo! Vuelvan!
Es una trampa!"
"Obachan?"
Mora haba usado los ecos de modo que sus palabras slo alcanzaran a Chamo.
Adlet y los dems lejos en la colina no pudieron orla.
"Dnde? Dnde ests?"
"La Eterna..." Mora se interrumpi a mitad de camino, transmitiendo slo las
palabras. Tal como pensaba Mora, Chamo mand a todos sus Jyumas para volver
hacia la Flor Eterna a la vez.
Mora cubri la nica flor que brillaba con un pao y a continuacin, recit el
encantamiento para extinguir la luz de su joya.
"Obachan! Que pas?!"
Chamo se precipit en la barrera de la Flor Eterna. Entonces al ver que no haba
nadie en la zona fue directo hacia la cueva.
"No te acerques aqu, Chamo!" Grit Mora.
Chamo se detuvo en la entrada de la cueva. "Qu te pasa, Obachan? Por qu est
todo de negro ah?"

"... No entres. No hagas ninguna luz."

"Que pas?"
Mora no respondi. Tena que ganar tiempo.
Chamo no se haba dado cuenta de que Mora haba dispersado un producto
qumico en toda la cueva oscura. Era una droga que Mora le haba ordenado a
Toulo que hiciera para ella. Principalmente se trataba de una droga que suprima el
dolor de las heridas y defenda el cuerpo contra las enfermedades infecciosas. Ella
haba sido capaz de utilizarlo en una capacidad medicinal. Y ella previamente lo
haba utilizado para tratar a Adlet despus de que fue gravemente herido por
Nashetania.
Toulo haba inclinado la cabeza en la confusin cuando Mora le haba ordenado
hacer una gran cantidad de medicina. La droga era extremadamente potente. Slo
al disolver aproximadamente la mitad de una gota en el agua, producira una dosis
suficientemente eficaz. Sin embargo, si el lquido original se untaba directamente
sobre el cuerpo, era muy capaz de hacer dao a la persona.
Adems, como un efecto secundario del frmaco, tragaba la fuerza de una persona
y causaba una intoxicacin similar a un borracho. Incluso si slo inhalaran los
vapores, la droga era lo suficientemente fuerte como para hacer que una persona
cayera sobre sus propios pies.
Toulo le haba dicho a Mora que a pesar de que era una buena medicacin, no
poda llevarla al territorio de los Lamentos de los Demonios. Sin embargo, en
realidad Mora haba metido la sustancia qumica peligrosa en un tubo metlico y en
secreto se lo llev a la mano.
"... Chamo no puede hacer ninguna luz... qu quieres decir?", Pregunt Chamo.
"No puedes entrar. No hagas nada."
"Es por eso que Chamo est preguntando! Que pas?!"

Mora no se atrevi a darle ninguna informacin concreta. Tena que mantener a

Chamo donde estaba, para que pudiera inhalar los vapores qumicos y
desencadenar el efecto de intoxicacin.
Mora haba usado la droga en s misma varias veces, construyendo una resistencia
hacia la sustancia qumica para que no se convirtiera en incapacitado cuando
llegara el momento. Y ese momento era ahora. Toda su preparacin haba sido por
esta noche, el da en que iba a matar a uno de los hroes de las Seis Flores.
"Acabo de volver y me estoy recuperando, as que no te acerques."
"Lo siento Obachan, pero Chamo no puede sentarse y no hacer nada", dijo Chamo y
entr lentamente en la cueva.
Mora estaba agazapada en lo profundo de la cueva y mirando fuera de la oscuridad
a Chamo.
"Por qu me ests frenando? Dnde est Fremy?"
"Fremy... ella escap."
Fue entonces cuando Chamo se detuvo y mir a Mora.
"Hey Obachan, algo no est bien."
Se dio cuenta, pero ya era demasiado tarde. Mora se puso de pie y violentamente
cargo contra Chamo. Chamo trat de saltar hacia atrs para salir del paso, pero sus
piernas tropezaron por debajo de ella y cay al suelo.
Los Jyumas comenzaron a atacar a Mora. Al mismo tiempo, una babosa Jyuma
escupi cido y unos tentculos de un Jyuma tipo ameba arremeti contra Mora, al
mismo tiempo. Y mientras su cuerpo era quemado y sus brazos agarrados, Mora
envolvi sus manos alrededor de la garganta de Chamo.
Haba dos razones por las que ella haba esperado dentro de la cueva. La primera
fue para que el medicamento fuera capaz de tomar su efecto mximo. Y el segundo
fue para que los Jyumas de Chamo no ueran capaces de atacarla a la vez.

Mora puso su dedo sobre la arteria cartida del Chamo y la empuj con fuerza,
pero no con la suficiente energa como para aplastarla. Slo tom un momento
para que Chamo perdiera el conocimiento. Y cuando ella perdi el conocimiento
sus Jyumas se disolvieron en barro y entraron de nuevo en su boca.
"... Ugh..." Mora se quej. Incluso con la tolerancia que haba acumulado, segua
sintiendo los efectos de la sustancia qumica. Sin embargo, su lucha se haba
limitado a llegar a la mitad del camino.
Lo que segua ante ella ahora era el momento crucial. Matar a uno de las Seis
Flores.
#
Rolonia dej de buscar la colina y levant la cabeza. Los cuatro haban estado
buscando pistas por un largo tiempo y muy probablemente el cuello y sus ojos
estaban cansados.
"Yo no lo encuentro, Ad-kun", dijo Rolonia con voz cansada.
Adlet puso una mano en la frente y pens. Tgurneu podra ya haber destruido todas
las pruebas. As que tal vez deberamos renunciar y regresar a la cueva. Ya estaban
ms all de la hora de la reunin que haban acordado.
"Est bien si me dirijo de nuevo ya?" Hans pregunt mientras se rascaba su
trasero.
"Um... como una peticin para m... podras intentar un poco ms difcil?"
"Si me das un poco de dinero, entonces voy a tratar un poco, miau. Llmalo un
pago por adelantado."
"Lo siento, pero no tengo dinero..."
Adlet mir hacia la montaa con la Flor Eterna. No haban recibido ningn contacto
desde Mora todava. As que, o no hubo buenas noticias o se encontraban en una
situacin terrible.

Cuando Adlet mir a lo lejos, Goldof lleg hasta los pies de Hans. Cogi algo que
haba sido enterrado all y se lo mostr a Adlet.
"... Es esto?"
Adlet mir el elemento cubierto de suciedad. Luego sac la sustancia qumica que
reacciona a las trazas de Kyomas y roci el lquido sobre l. Trag saliva cuando se
volvi naranja.
"Sabes lo que es esta cosa?", Pregunt Goldof.
"Miau, lo has encontrado?" Hans finalmente se sent.
Pero Adlet no oy lo que cualquiera de ellos haba dicho. Una sensacin de euforia
brotaba desde el fondo de su estmago y le hizo temblar su cuerpo.
"Lo tenemos", dijo Adlet. "Por fin tenemos a Tgurneu." Adlet coloc el elemento en
una de las bolsas sobre su cintura y le urgi a Hans que se levantara. "Volvamos."
Adlet de inmediato comenz a correr fuera de la colina y los otros tres lo siguieron
a toda prisa.
"Ahora entiendo la verdadera forma de Tgurneu. Todo lo que queda es pensar en
una manera de matarlo", dijo Adlet con una risita. "Muy bien, escuchen. La
verdadera forma de Tgurneu..."
"Espera."
Mientras corran y Adlet comenzaba a hablar, Rolonia lo interrumpi.
"... Atrs!"
Inquieto con anticipacin, Adlet no haba notado el ruido. Fue el eco de la montaa
de Mora procedente de la montaa. Y cuando finalmente la escuch, su corazn
vertiginoso se congel en un instante.
"... Hablar de la verdadera forma de Tgurneu tendr que ser pospuesto un poco",
dijo Hans, y sac su espada.

#
Mora les dio a las inconscientes Fremy y Chamo un narctico para evitar que se
despertaran por un tiempo. Luego sali de la cueva, se sent en una roca, y coloc
una mano en su palpitante cabeza. Pero su cabeza no le dola de cansancio o
mareo.
"... Estoy realmente segura de esto?" Ella pregunt.
Eres pattica, se ridiculiz a s misma. A pesar de que ella haba decidido que iba a
hacer todo lo necesario para su hija, ella segua dudando.
Los rostros de sus compaeros pasaron frente a ella, uno por uno. Ellos no eran
fiables y la hacan sentirse incmodo. Y hubo incluso momentos en los que la
haban hecho enojar. Sin embargo, eran todos jvenes finos. Ellos sin duda
derrotaran al Majin y salvaran el mundo por ella.
Y puesto que as era como las cosas terminaran, Mora definitivamente podra
matar a uno de ellos. Cuando lleg a recordar los rostros de su familia que nunca
podra ver de nuevo, flotaban ante sus ojos.
Olvdate de ellos, se dijo. Ella ya no mereca volver a verlos. A partir de ese punto
en adelante iba a degenerarse en un demonio. No, eso no estaba bien. Ella ya se
haba convertido en un demonio hace mucho tiempo.
Mora se puso de pie, a continuacin, utilizando el poder de los ecos de la montaa
grit: "Adlet! La Barrera de sal ha desaparecido!"
Ella se dio una breve pausa antes de gritar una vez ms, "Vuelve! La barrera ha
desaparecido!"
Captulo Cinco: Parte Dos.
Cuatro luces se balanceaban adelante y atrs mientras el grupo se trasladaba a
travs del Valle del pulmn sangrado. Adlet y los otros corran hacia la Flor Eterna
tan rpido como pudieron.

Desde que se enteraron de que la barrera de sal haba desaparecido, no haban

recibido ningn contacto ms de Mora. Y se preguntaban por qu ella no lo haca y
el corazn de Adlet lata con ansiedad.
Cuando salieron del valle, la montaa completamente oscura apareci en la
distancia. Adlet pudo ver que la barrera de sal en verdad se haba desintegrado.
"Fue destruida, no, miau? Qu quera decir con que desapareci?", pregunt
Hans.
La barrera no haba sido destruida, ni fue desgarrada; haba desaparecido. Adlet no
poda imaginar lo que haba sucedido. La montaa era tranquila y no poda or a
ningn Kyoma, ni los sonidos de la batalla, ni ninguna otra cosa.
#
Mora se subi un poco retirada de la montaa, lejos de la Flor Eterna, y mir hacia
el este. Ella dbilmente poda ver cuatro luces. Probablemente faltaban slo dos o
tres minutos para el final hasta que llegaran a la montaa.
Una vez ms Mora grit: "Adlet! Todava no ests aqu?!"
Las cuatro luces se detuvieron un momento y luego se reanudaron rpidamente.
Estaba claro que los ecos de la montaa de Mora les llegaban.
"Tgurneu se escap! Y los otros Kyoma se fueron con l. Pero... yo..." Ella cort la
frase all. Si ella le explicara la situacin demasiado de una manera organizada,
probablemente parecera antinatural. "Pero un Kyoma que no he visto antes...
lleg y atac la Flor Eterna! Mierda!"
Mora, una vez ms fingi estar en una prdida para las palabras.
"Date prisa y vuelve! Los Kyomas estn tratando de romper la barrera de la Flor
Eterna!"
Despus de que ella grit, Mora rompi una roca y luego golpe los puos contra el
suelo. Su intencin era hacer que sonara como una batalla se llevaba a cabo. La
oscuridad silenciosa de la noche habra sido sospechosa.

Despus de que ella cayera al suelo varias veces, Mora se dio la vuelta. Dos de los
siete Kyomas que Tgurneu le haba enviado a ella estaban parados a la espera
detrs de ella. Ambos posean la inteligencia de un Kyoma de clase alta.
"Ustedes dos, pretendan pelear conmigo aqu. Griten y hagan que parezca que
estn tratando de atacarme. Lo tengo?"
El Kyoma asinti.
"Despus de luchar durante unos cinco minutos, matense ustedes mismos. Si
rompen su palabra todo esto ser para nada".
Mora golpe una vez ms el suelo. Pero estaba preocupada de que ella realmente
estaba siendo engaada.
Las cuatro luces se acercaron a la montaa. Slo un poco ms y entraran en el rea
donde su doble vista poda alcanzar. Mora exhal profundamente y calm su
corazn.
Ella ahora aplicara los toques finales a su plan para separar a Adlet y los dems.
"Fremy! A dnde fuiste? Vuelve! Qu ests tratando de hacer?" Grit Mora. Por
supuesto que Fremy no haba ido a ninguna parte. Ella estaba durmiendo dentro de
la barrera de la Flor Eterna.
"Fremy! A dnde fuiste? ... Adlet! Date prisa y vuelve aqu! Fremy ha
escapado!"
#
"Desde dnde Tgurneu a desaparecido?" Hans murmur mientras corran por la
ladera de la montaa.
Adlet tambin haba estado pensando la misma cosa. El hecho de que la barrera
haba desaparecido no era la nica cosa que le era extrao. Era tan extrao que
tantos Kyomas haban desaparecido al mismo tiempo.

Ellos dbilmente podan or los sonidos de los Kyomas que luchaban en la distancia.
Sin embargo, eran muy pocos en nmero. Por qu el enemigo de repente decidira
hacer un movimiento ahora? Adlet se pregunt. En los meros treinta minutos desde
que haban empezado a correr desde la colina hacia la montaa, la situacin en la
montaa se haba vuelto extraamente agitada.
Innatural. Esa palabra vol a travs de la mente de Adlet. Podra ser que todo era
una mentira? No, este no es el momento de pensar as. Si se trataba de una mentira
o no, no cambia el hecho de que tenan que regresar a la montaa lo ms rpido
posible.
"Fremy! A dnde vas?" Grit Mora.
Algo haba sucedido otra vez. Pero esta vez quera preguntarle de nuevo: Por qu
ests llamando a Fremy con el poder de los ecos de la montaa?
"Adlet! Date prisa y vuelve! Fremy ha escapado!"
Cuando se enter de eso, inconscientemente Adlet lleg a parar.
"... Qu?..."
Fremy haba escapado. Al principio Adlet ni siquiera saba lo que significaban esas
palabras.
"Ad-kun, no puedes parar. Tenemos que darnos prisa." Rolonia tir de la mano de
Adlet, pero Adlet no se movi. Hans y Goldof, ya que no se poda evitar, tambin se
detuvieron.
"Fremy se dirige al suroeste en la direccin que Tgurneu escap! No s por qu!"
"Miau. Qu est haciendo?" Hans pregunt en un tono despreocupado.
Goldof no dijo ni una palabra. Pareca estar pensando en algo, pero al mismo
tiempo como si no pensara en nada en absoluto.

"Hans! Goldof! Vayan hacia el suroeste y vayn detrs de Fremy! Adlet y Rolonia,
ustedes dos vengan aprisa aqu para apoyar!" Los Ecos de la montaa de Mora
fueron cortados.
"Fremy-san... no puede ser..." Rolonia murmur mientras miraba hacia la Flor
Eterna.
"Miau... as que ella era el sptimo despus de todo? Realmente no me siento
bien con esa respuesta, miau".
"Eso no puede ser", Adlet respondi a Hans. Fremy probablemente tena algn tipo
de plan en mente. Y si no, entonces tal vez ella estaba siendo utilizada por Tgurneu.
"Hans, Goldof, puedo dejarles a Fremy a ustedes?"
Goldof asinti, pero Hans neg con la cabeza.
"Fremy me odia, as que creo que sera mejor si fueras t."
Adlet senta como si hubiera algun otro significado oculto detrs de sus palabras.
Sin embargo, antes de que pudiera preguntarle al respecto, Hans tir de la mano de
Rolonia y se ech a correr.
"Miau miau. Rolonia date prisa!"
"Wa, espera un segundo!"
Antes de que se dieran cuenta Hans y Rolonia haban desaparecido.
"... Vamos, Adlet", dijo Goldof, trayendo s Adlet de nuevo a sus sentidos. Luego
comenzaron a lanzarse hacia el suroeste tal como Mora les haba ordenado.
#
Las cuatro luces se haban dividido en dos grupos. Un grupo se dirigi hacia el
suroeste y el otro se precipit hacia la Flor Eterna.

He llegado ms all de la parte ms difcil, pens Mora. Dividir a Adlet y los otros en
grupos de dos haba sido la tarea ms difcil que tendra que enfrentar. Todo su plan
habra fallado si decidieran seguir adelante como un grupo de cuatro, o si se
hubieran dividido en un grupo de tres con slo uno de ellos llendo en la otra
direccin.
"Kyomas, Adlet y Goldof se dirigen directamente hacia su ubicacin", dijo Mora con
sus ecos de las montaas a los restantes Kyomas que Tgurneu le haba enviado.
Luego les emiti rdenes. "Continuen aguantndolos durante el tiempo que vivan.
Y despus de eso, mueran".
Los Kyomas estaban situados esperndolos; Adlet y Goldof se apresuraron a su
manera completamente inconsciente de ellos.
"... Vamos." Una vez ms Mora comenz a moverse. Ella descendi de la montaa y
se dirigi hacia la ubicacin de Rolonia tan rpido como pudo.
Su nico error de clculo fue que Rolonia estara con Hans.
Originalmente Mora haba planeado matar a Adlet. l era ms dbil que Mora y si
fueran a luchar uno contra uno debera ser capaz de derrotarlo suficientemente.
Como Plus Adlet era demasiado optimista e ingenuo. Si fuera a atraparlo con la
guardia baja probablemente sera capaz de matarlo sin mucho esfuerzo.
Incluso si su oponente fuera Goldof haba una posibilidad de xito. l sera un
enemigo ms fuerte que Adlet, sin embargo, haba una oportunidad.
Pero Hans era un opositor considerable. Era cuidadoso de bajar la guardia y lo ms
probable es que un ataque por sorpresa no funcionaria en l. Y encima de eso,
incluso su sencilla destreza en la lucha era sin duda superior a Mora.
Pero extraamente Mora no tena miedo. Desde que ella haba tirado todo, no le
quedaba nada para que temiera. Ella salvara a Sheniera y morira o no la salvara y
morira igualmente. Esas eran sus nicas opciones.
Ella apret sus manos en puos y se precipit por la pendiente de la montaa. Ella
ya no necesitaba usar su doble vista para ver las dos luces. Tengo que ganar el

instante en que nos encontremos, pens Mora. Matar a Hans antes de que pudiera
sacar sus espadas era su nica esperanza.
"Mora-san?" Rolonia la llam.
En ese mismo momento Mora corri hacia Hans con sus manos apretndose en sus
puos. Sin embargo, antes de que pudiera golpearlo Hans lanz la joya de luz hacia
Mora y la piedra emiti un potente destello de luz, quemando los ojos de Mora.
"Uf!"
Habiendo conseguido acostumbrarse a la oscuridad, la luz intensa era
desorientadora. Mora se cubri los ojos con las manos y retrocedi un paso.
"Hans-san! Qu ests haciendo?!"
Cuando Rolonia grit, Mora rod por el suelo hacia un lado. Oy partes de su
cabello que se cortaron y ella inmediatamente saba que la muerte haba pasado
dentro de varios centmetros a su lado.
"Meowhihi, metiste la pata, miauw."
Mora apenas logr abrir los ojos a medio camino, pero ella pudo ver que Hans
estaba dando vueltas en sus espadas vueltas y vueltas.
"Hans-san! Que demonios ests haciendo?! Y Mora-san, esas lesiones son..."
Rolonia agarr su ltigo y lo prepar. Al ver a Mora cubierta de sangre le rob su
voz. No poda entender lo que estaba pasando, y lo repentino de la situacin le hizo
temblar las piernas. Tena los ojos como dardos la ida y vuelta entre Mora y Hans.
"Si yo hubiera sido Adlet hubiera simplemente sido engaado, miau. l es un
blandengue real y habra estado en problemas si hubieras tomado ventaja de ese
hecho".
Resistiendo el dolor, Mora asumi una posicin de combate.

"Hans, as que finalmente tuviste xito en mostrarte. Y puesto que tu verdadera

identidad ya ha sido sacada a la luz, sera una buena idea que te des por vencido".
Mora estaba tratando de engaar a Rolonia. Si pudiera llevar a Rolonia a su lado
entonces sera capaz de tomar a Hans en un dos a uno.
"Meomeow? Puedes mentir de la casualidad bastante bien. Yo haba pensado que
eras una mujer ingenua que haba sido criada con comodidad, sin saber nada
acerca del mundo. Pero improvisaste bien, miau".
Hans no le preocupaba en absoluto.
"Qu quieres decir?! Qu est pasando?!" Rolonia pregunt, mirando como si
estuviera a punto de estallar en lgrimas.
"Mora es el sptimo. Tena la intencin de matarme".
"Hans es el sptimo! l haba planeado matarte, Rolonia!"
Tanto Hans y Mora haban gritado sus acusaciones al mismo tiempo. Aunque
Rolonia compar sus expresiones, no poda moverse. Tal vez incluso alguien como
ella era incapaz de comprender lo extrao de la situacin. Tal vez ella era an
consciente de que Mora estaba mintiendo.
Pero Rolonia slo conoci a Hans esta maana, mientras que ella haba pasado dos
aos y medio junto a Mora. Incluso si ella pensaba que Mora era sospechosa, no
poda luchar contra ella.
"Rolonia, puedes ver desde all. Pero si interfieres voy a matarte, miau".
Hans se movi lentamente hacia Mora, avanz completamente desprovisto de los
movimientos intiles.
Rolonia dio un paso hacia atrs y en ese momento Mora pens que sera imposible
conseguir que luchara a su lado.
"Rolonia, no te involucres," Mora dijo mientras miraba hacia los ojos de Rolonia.
"Cree en mi."

Un instante despus, ms rpido que los ojos podan seguir, Hans se acerc a Mora.
l trat de cortar sus pies, pero Mora se las arregl para bloquearlo con la placa de
metal en sus zapatos. Pero precisamente ese solo ataque adormeci todo su muslo.
"Umeomeomeomeomeomeow!" Hans acuchill una y otra vez a Mora. l era como
un gato persiguiendo un pedazo de rara cola de zorra de hierba. Y luego sonri
como un gato retozando.
*(No se si lo saben pero esas tales colas de zorras son esas tpicas plantas que
aparecen en el anime cuando un personaje est jugando con un gato)*
#
"Has odo eso, Goldof?"
Adlet se dio la vuelta y mir hacia atrs mientras corran. A lo lejos se oa
dbilmente lo que sonaba como una acalorada discusin. Las voces humanas se
hicieron eco en voz alta a travs de la montaa en silencio.
Goldof tambin estaba mirando en la misma direccin. l tambin haba notado
algo extrao. Durante un tiempo, ni uno de ellos haba escuchado los ecos de la
montaa de Mora. Y aunque los dos haban llamado por Fremy varias veces no
hubo una sola respuesta. Tampoco Tgurneu o sus Kyomas estaban a la vista.
Durante su camino, los dos encontraron el cadver de un leopardo Kyoma. Pareca
que Fremy le haba disparado una bala en su cabeza. Pero cuando Adlet toc al
Kyoma se dio cuenta de que se haba enfriado.
"Esto es extrao despus de todo. Lo qu Mora est diciendo no tiene ningn
sentido".
Y con esa declaracin Adlet decidi capturar a Mora e interrogarla con ms detalle
acerca de la situacin. Haba una posibilidad de que lo que haba dicho sobre Fremy
huyendo haba sido una mentira.
"Estn Fremy y Chamo bien?"

Adlet comprob la cresta en la parte posterior de su mano derecha. Los seis de los
ptalos todava estaban all, lo que significaba que las dos estaban sin duda vivas.
"Ellos estan aqui."
Goldof sac su lanza y en poco tiempo cinco Kyomas los haban rodeado. Adlet se
coloc de espaldas a Goldof y prepar su espada y sus dardos envenenados.
Pero los Kyomas no vinieron y los atacaron. Slo lentamente se adelantaron. Adlet
lanz un dardo de veneno en el momento que vio una abertura, llegandole a un
simio gigante Kyoma. Luego, cuando se tambale hacia un lado Adlet corri y lo
cort en pedazos. Pero entonces un Kyomas humanoide de piedra se abalanz
sobre l desde el lado con sus puos.
Despus de intercambiar tres golpes con el Kyoma de piedra, se retir colocando
distancia entre ellos. Y cuando los Kyomas no se movieron para atacar de nuevo,
Adlet se dio cuenta de que su objetivo era mantenerlos ocupados. Y luego todo lo
relacionado con el objetivo de Mora se hizo evidente para l. Ella haba cooperado
con los Kyomas e instruy a las Seis Flores para que pudiera separarlos.
#
Dentro de la oscuridad una bestia corra hacia Mora sin hacer ruido. Como no
llevaba ninguna luz, Mora no poda ver a la bestia. Y la luz que Rolonia sostena
apenas iluminaba.
"Umeow!" Hans grit.
Con su cuerpo se inclin tan bajo que fue prcticamente pastoreando la tierra,
Hans corri hacia Mora con una velocidad aterradora. Luego meti las dos espadas
hacia adelante, tratando de deslizarse entre los pies de Mora.
No poda bloquear el ataque, por lo que salt a la distancia y esquiv las cuchillas.
Hans luego apual una de las espadas en el suelo, con lo que su cuerpo se detuvo
y empuj la otra espada en el aire hacia Mora. El cuerpo de Hans era
increblemente flexible; lo que le permiti lanzar un ataque increble desde una
postura increble.

"Guu!"
Mora se cruz de brazos en el aire, bloqueando el golpe con sus guanteletes. A
pesar de ser una mujer, Mora era bastante voluminosa. Y encima de eso estaba
llevando guantes de hierro y armaduras. Sin embargo, el empuje de Hans siguiente
fcilmente la envi volando hacia atrs.
Hans se lanz como un gato y atac sin piedad con ataques seguidos. En el aire
Mora us los dos puos blindados para desviar desesperadamente hacia un lado los
ataques. La fuerza y el sonido del impacto hicieron que Hans tambaleara
ligeramente. Y Rolonia quien haba estao observndolos desde el lado sin pensar se
tap los odos. Los prximos ataques de Hans se hicieron slo un poco ms lentos.
"Meowha!"
Aterrizando en sus pies, Mora le dio la espalda a Hans y sali corriendo. Ella tena
que poner un poco de distancia entre ellos antes de que pudiera volver a asumir su
posicin de combate. Mora estaba a la defensiva y los ataques feroces de Hans no
le dieron ninguna libertad de devolver un golpe.
Mora nunca haba pensado que haba una gran diferencia entre los dos. Aunque
imperfecta, era una santa. Era una persona que luchaba con el poder prestado de
los dioses. Su fuerza fsica y sus capacidades de movimiento estaban muy lejos de
cualquier ser humano comn.
Y Hans no era ms que un mero humano de carne y sangre.
"No te voy a dejar pasar!"
Mora estaba bloqueando de alguna manera su andanada de ataques con sus
guanteletes. Pero Hans no le estaba permitiendo la oportunidad de poner cualquier
distancia entre ellos.
"Umeow!"
"... A, u... qu... Qu debo?..."

Mientras que Hans y Mora corran frenticamente al este y al oeste, Rolonia los
sigui detrs.
Mora no poda usar la droga que haba usado contra Fremy y Chamo, ya que si se
utilizaba aqu, Rolonia tambin se vera afectada. Hasta que la batalla hubiera
terminado Rolonia tena que permanecer a salvo.
Mientras bloque una de las espadas de Hans, Mora se abalanz con una patada en
la desesperacin. Hans la bloque con su espada y luego hizo un gran salto hacia
atrs. Y en el instante en que haba un poco de distancia entre los dos, Rolonia
corri entre ellos con su ltigo listo.
"Mora-san, Hans-san! Por favor, esperen un minuto!"
"Miau. No has odo cuando dije que te quedaras atrs, miau?"
La caracterstica de un gato, la sonrisa de Hans era bastante espeluznante. Era como
si estuviera diciendo que recortara a Rolonia en pedazos.
"Vamos a hablar el uno al otro. Esperen a que Ad-kun vuelva y luego vamos a hablar
despus de eso".
Eso es definitivamente como Rolonia, pens Mora. Sin embargo, a pesar de que
senta lstima por la chica, no haba manera de que Mora poda hacer eso. No haba
otra manera de salvar a su hija, adems de matar a Hans.
"Miau. Ests muy tranquila, miau. Si fueras tal como estabas esta tarde entonces
vendras hacia m gritandome tonteras.", Dijo Hans. (Se refiere a cuando Rolonia
empez a pelear gritando palabras hacia los Kyomas)
"Uh, ummm..."
Mora saba que los gritos de Rolonia era una rutina que le haca construir su
voluntad de luchar. Ella era sobre todo una chica tmida y cobarde. Sin hacer ese
ritual radical ella no sera capaz de luchar.
"Miau, nada de eso importa de todos modos. Acabo de empezar a divertirme. No te
pongas en el camino".

"Te ests divirtiendo..."

"Es mi naturaleza a querer matar a oponentes fuertes cuando los veo, miau. Tener
amigos ntimos no es malo, pero lo que ms me gusta es matar a otros".
Rolonia dio un paso atrs. Hans la asustaba.
"... Fuera de aqu, Rolonia. Este tipo es un monstruo!".
Mora prepar sus puos, pero Rolonia no dijo nada. Lo qu haba en sus ojos no era
confianza, sino un sentimiento de duda.
"Ven a m, Hans!"
"Meowhahaha, incluso si me dijeras que no lo haga, no me detendra."
Hans salt por los aires y luego se dej caer, Mora junt las manos para proteger su
cara. Y con su pequeo cuerpo en el suelo, trat desesperadamente de sobrevivir a
la embestida de Hans que disparaba hacia ella.
#
Los cinco Kyomas haban sido fuertes opositores. Adlet mat a uno y Goldof mat a
los otros cuatro, que inclua al Kyoma de piedra similar a un humano. Entonces
despus de confirmar que todos ellos haban dejado de moverse, Goldof habl.
"Entonces, qu debemos hacer Adlet?"
Ellos dbilmente podan or el sonido de metal chocando desde la montaa
oriental. No sonaba como una lucha contra un Kyoma. Mora y Hans estaban
luchando entre s, lo que se hizo muy claro es que Mora les haba engaado.
Hay que ir a ayudar a Hans y Rolonia? Adlet se preguntaba, pero luego reconsider
inmediatamente.
"Estn bien por all. Alguien como Hans sin duda ser capaz de aguantar. Hans es
considerablemente potente, aunque, por supuesto, hay una lnea muy fina entre l
y el hombre ms fuerte del mundo".

"Entonces, qu?"
Reacio a perder el tiempo tratando de responder, Adlet se ech a correr.
En este momento sus preocupaciones eran para Fremy y Chamo. Adlet comprob la
cresta en la mano y confirm que todos los ptalos an estaban all. Por el
momento todos los hroes todava estaban vivos.
Delante de ellos en la distancia estaba la Flor Eterna. Adlet no saba lo que haba
pasado all, pero quizs haba algn tipo de pista all.
"... Mora es el sptimo. Pero por qu est haciendo un movimiento ahora?"
Mientras Adlet corra se dijo aquellas palabras de Mora y su comportamiento en la
cabeza. Ella definitivamente pareca sospechosa en la superficie, pero si realmente
era el enemigo entonces l estaba desconcertado por cmo haba actuado hasta
ahora.
Pronto se las arreglaron para llegar a la Flor Eterna. Cuando puso el pie en la cueva
inmediatamente encontraron los cuerpos de Fremy y Chamo.
"Ests bien?!"
Ayud a Fremy a sentarse y ella gimi ligeramente, abriendo sus ojos a mitad de
camino. Pareca que acababa de ser puesta a dormir.
"No hay necesidad de preocuparse," le susurr. "Estoy bien."
Luego se puso de pie y cogi su fusil.
"Que pas?"
"Fui engaada por Mora, perd el conocimiento y acabo de despertar ahora. Aparte
de eso no tengo la menor idea. No s por qu me atac o por qu no me mat".
"... Chamo se ve bien tambin", Goldof dijo mientras revisaba en la joven flor. Ella
estaba durmiendo y no pareca como si hubiera sufrido alguna lesin principal.

"Goldof, vamos a tratarla ms tarde! Tenemos que ir a capturar a Mora!"

Adlet y Fremy entonces se quedaron sin la cueva, y Goldof sigui detrs de ellos
con Chamo en sus brazos.
#
Despus de luchar durante tres minutos, un pensamiento desagradable se abri
camino en la cabeza de Mora. No hay manera de que pueda ganar.
Mora haba adquirido diversas habilidades antes de ser elegida como un hroe de
las Seis Flores. Y ella tambin haba desarrollado muchas nuevas armas con otros
santos. Sin embargo, Mora nunca haba anticipado a un oponente que podra
moverse tan rpido y tan extraamente como Hans.
El cuerpo de Mora haba sido cortado en varias partes. La sangre brotaba de la
arteria cortada en su parte superior del brazo y tena las costillas rotas de todas las
patadas que haba recibido en los costados. Una gran cantidad de sangre se
derramaba hacia fuera de la arteria en el brazo superior. Sus dos piernas tena
cortes profundos y ella dudaba si podra incluso correr ms. Adems, con toda la
sangre que estaba perdiendo de su cabeza, sus ojos estaban nublndose y se estaba
haciendo difcil incluso echar un vistazo a Hans.
"Mora-san, por favor deja esta lucha. No tienes ninguna posibilidad contra l", dijo
Rolonia.
Hans se detuvo tratando de acercarse. "Meowhi. Sigues estando de su lado?"
"No sabemos si Mora-san es el sptimo o si tal vez t ests equivocado y que ha
habido algn tipo de malentendido. As que por favor deja esto ya".
"No se puede hacer. Ella va a morir aqu, miau".
"... Hans-san."
Los ojos nebulosos de Mora miraron a Rolonia. Luego, con una voz que expresa su
intencin de matar, grit, "Fuera de aqu! Esta lucha no ha terminado todava!"

"As que eso es lo que va hacer. Vamos, miau", dijo Hans y luego se ech a correr.
Mora levant sus dos guantes para cubrir su rostro. Mantuvo los codos pegados a
los costados. Luego se inclin de rodillas y se dobl hacia abajo en una bola. Luego
de esa posicin terriblemente retorcida Mora salt hacia atrs. Ella estaba tratando
de proteger su cuerpo, como una tortuga.
"No vas a escapar!"
Cada uno de los ataques sucesivos de Hans trat de deslizarse a travs de las
aberturas de las defensas de Mora. Pero con el menor movimiento posible, Mora
sigui defendindose, siempre y cuando ella no recibiera una herida mortal.
"Ku!" Mora escupi mientras saltaba de espalda, con el dolor intenso que
atravesaba su cuerpo.
Ella segua desesperadamente para moverse de manera que Hans no terminara
dando vueltas detrs de ella. Sin embargo, todo su cuerpo ya estaba cubierto de
heridas y ella casi no tena energa para luchar.
Rolonia al margen simplemente se detuvo y observ su lucha, sin poder hacer
nada.
Hans tena cuidado. No estaba impaciente y no corra. l simplemente estaba
esperando a que la fuerza de Mora se agotara. Hans poda deducir lo que Mora
estaba tratando de hacer. Estaba esperando el momento en que una brecha se
abriera en su ofensiva, sera cuando ella lanzara su ataque. Esa era la nica manera
que Mora podra ganar.
"Umeow. No crees que ya es hora de que te rindas, miau?" Hans hizo girar sus
espadas. "Bueno, lo siento, pero es demasiado tarde. No puedo seguir
divirtindome. Tengo que poner fin a esto matndote".
Hans luego reanud su ataque. Mora protegi su cuerpo como una tortuga, slo
defendindose por ahora.

A diferencia de Hans, Mora tena prisa. Adlet y Goldof llegaran en poco tiempo y
probablemente ya saban que ella los haba engaado. Mora sera capturada y
luego asesinada.
Pero si ella atacara, perdera. Hans no mostraba aberturas en sus movimientos, as
que lo nico que poda hacer para sobrevivir era seguir defendindose.
Mora no poda darse por vencida. Ella tena que salvar a Sheniera. Ya teniendo todo
perdido, ese nico deseo era lo nico que Mora haba dejado. Si ella fuera a
renunciar a eso incluso entonces Mora se convertira en nada.
"Ustedes, las Santas son difciles, miau. Voy a perder mi confianza en m mismo si
no vas a morir pronto, miau!"
Los ataques de Hans se intensificaron y Mora estaba segura de que ahora l estaba
tratando de terminar las cosas.
Una de sus espadas le roz la cabeza, quitndose una parte de su cuero cabelludo y
el cabello. A raz de ese ataque sus piernas se cortaron y ella se derrumb, cayendo
de rodillas. Entonces Hans hizo un crculo detrs de ella.
Mora cerr los ojos y us su segunda vista para mirar por encima de toda la zona.
Ella no pudo ver el momento en que Hans lleg a ella por detrs.
"Umeomeow!"
Hans dirigi la espada por el centro, ligeramente por debajo de las costillas en
donde se encontraba su rin. Cuando los asesinos queran estar seguros al matar a
alguien por la espalda, ellos absolutamente aspiraban a los riones.
Inmediatamente despus de que la punta de la espada de Hans la apual en la
espalda, Mora torci el cuerpo ligeramente. La hoja se desvi ligeramente de su
rin. Y reuniendo toda la fuerza que le quedaba, Mora puso toda su energa en su
espalda.
"Uaaaaa!" Ella grit y arroj su cuerpo hacia atrs en la espada de Hans.

Su espada apual en su espalda y toc su corazn, enviando un escalofro

recorriendo su cuerpo. Pero colocando toda su fuerza en sus msculos hacia la
espalda, ella trat de detenerla.
Al mismo tiempo extendi sus piernas con todas sus fuerzas y empuj contra la
hoja apualada en ella. En otras palabras, ella estaba usando toda su energa para
lanzar su cuerpo sobre la cuchilla. Si tuviera carne humana ordinaria entonces la
hoja se habra ensartado y ella simplemente morira.
"Meowga!"
Detrs de ella oy un sonido de batido. Cuando Mora utiliz su doble vista para ver
detrs de ella se dio cuenta de que era el sonido de la mueca de Hans cortndose.
Entonces la hoja de Hans se detuvo en los msculos de Mora.
La espada de Hans sali de su mano izquierda y al mismo tiempo Mora gir y le
lanz una patada a la cara. Hans se inclin hacia atrs y el pie apenas le roz la
barbilla. El cuerpo de Hans al instante siguiente comenz a temblar violentamente.
Mora le haba dado una patada con todas sus fuerzas, por lo que con slo un simple
roce le haba quitado el equilibrio.
En un instante Mora se quit los guantes y persigui a Hans que cay por el golpe.
Luego agarr el borde de su ropa de camo y tir de l hacia ella con todo lo que
tena.
"Mora-san!" Rolonia grit.
Mora golpe el pecho de Hans con su palma y poda or sus costillas romperse.
Hans luego se estrell contra el suelo. Ella haba dado en el lado izquierdo del
pecho de Hans. Si esa zona fuera golpeada con la fuerza suficiente podra detener
temporalmente el corazn y hacer que la vctima perdiera el conocimiento. No
importa cunto se entrenara su cuerpo, no podran defenderse contra ese ataque.
Mora luego sac la espada clavada en su espalda y la colg sobre el cuerpo de
Hans. Luego puso la hoja en la arteria cartida de Hans y la apret en su piel.

Captulo Cinco: Parte Tres.

"Hans! Rolonia! Dnde estn?!"
Adlet estaba corriendo por la montaa durante toda la noche. Siguiendo detrs de
l estaban Fremy, Goldof y Chamo, quien haba recuperado la conciencia.
Durante mucho tiempo haban odo el sonido de metal chocando contra otro metal,
pero los sonidos finalmente se desvanecieron. Por alguna razn, Hans haba dejado
de luchar.
Corriendo por la montaa, Adlet gir la joya de luz mientras buscaba a Hans.
"Adlet! Mira a tu lado!" Grit Fremy.
Adlet lo hizo y vio que uno de los ptalos haba desaparecido de la cresta de las Seis
Flores en el dorso de la mano. La visin le hizo sentir un miedo que dren la energa
de sus piernas. La desaparicin de uno de los ptalos significaba que uno de los
hroes de las Seis Flores haba perdido su vida.
Quin haba muerto? Fue Hans, Rolonia, o si hubiera sido Mora?
"Hans! Rolonia! Siguen vivos?!" Adlet grit, mucho ms fuerte que antes.
#
Ella solo haba ganado por un pelo. Si Mora estuviera en mal estado y en su lugar
Hans hubiera logrado destruir sus rganos vitales, Mora habra sido la que hubiera
cado. Si ellos pudieron haber luchado diez veces, Hans probablemente ganara
nueve de ellas. Y eso sera debido a las diferencias en sus habilidades.
La batalla haba terminado, y la sangre brotaba del cuello de Hans. Sin embargo, el
sangrado comenz a disminuir, y luego se detuvo.
Mora puso su mano sobre el pecho de Hans, pero no poda sentir su latido del
corazn.
"... A... aahh...."

Mora se puso de pie. Sus rganos apualados gritaban de dolor mientras escupa la
sangre hacia fuera desde su boca. Mientras tanto, Rolonia se acerc hacia el lado de
Hans y coloc una mano temblorosa sobre su cuello para sentir el pulso.
"Sabes lo que debes hacer?, Rolonia", dijo Mora. "Est bien, Rolonia. Haz lo que yo
te ense." Dijo Mora y luego se tambale lejos de los dos. Ella tena la intencin
de irse, pero sus piernas se enredaron debajo de ella y cay al suelo. Los gritos de
Adlet estaban tambin a slo una corta distancia y se fueron acercando ms.
"Est bien, Rolonia! Haz lo que te he enseado!", Dijo Mora, levantndose. Al
instante siguiente, Adlet apareci despus de correr por el acantilado. Con su
espalda se alej desde Adlet y en voz baja dijo: "... Llegaste demasiado tarde,
Adlet."
Y ese fue el final. Toda la lucha de Mora haba llegado a su fin y el parsito en el
pecho de Sheniera debera haber sido retirado. Tgurneu no rompera su promesa.
No tena ninguna razn para hacerlo.
#
Mora declar que haba sido la que mat a Hans. Entonces ella les dijo que era el
sptimo.
Mientras hablaba, Mora sigui mirando sin pestaear a Rolonia quien estaba
tratando a Hans. Rolonia pareca ajena a su entorno mientras desesperadamente
usaba sus tcnicas de curacin.
"Cmo vas, Rolonia?", Pregunt Adlet.
Luego a su derecha Fremy sigui con su propia pregunta. "Rolonia, deberas haber
estado con Hans. Qu demonios has estado haciendo?"
Sin embargo, Rolonia no respondi.
Eso es bueno, pens Mora. Mora y la santa de la Medicina, Toulo, le haban
enseado a Rolonia una y otra vez que cuando ella usara sus tcnicas de sanacin
deba concentrarse en eso y nada ms.

Chamo camin hasta la Mora de rodillas y luego comenz a golpearla con sus
pequeos puos. Ella estaba gritando cuando le daba un puetazo y sus ojos
brillaban con lgrimas. Mora no esperaba que Chamo estuviera tan molesta por
Hans.
Probablemente voy a morir, pens Mora. Todo delante de ella se senta tan lejos. Se
pregunt si este fuera el tipo de sensacin experimentada antes de morir.
"Yo no esperaba que esto sucediera. Yo no quera matarlo. Yo no quera matar a
Hans ni a nadie", dijo Mora. Ella quera que fuera su testamento final.
"De qu ests hablando?"
"No poda pensar en nada ms que hacer. Todos los otros caminos adems de
matar a Hans haban sido cerrados"
Una lgrima cay de los ojos de Mora.
"Quera proteger al mundo. Quera derrotar al Kyoma junto a todos ustedes y
prevenir la reactivacin del Majin".
"Chamo no te cree."
"Y slo hasta ayer, no, slo hasta hace una hora, yo tena la intencin de hacer
precisamente eso."
En el momento en que Mora lo dijo Chamo agarr a Mora desde la oreja y grit:
"Deja de mentir!"
Mora no se gir a ver el resplandor de Chamo. Sus ojos estaban concentados
nicamente en Rolonia, quien estaba tratando de tratar a Hans.
"... Rolonia, no puedes slo hacer circular la sangre en su cuerpo. Pronto se
corromper. Tienes que devolver la sangre que se derram fuera de l".
"De que ests hablando, dselo a Chamo, Obachan!"
Chamo golpe la cara de Mora, pero los ojos de Mora no vacilaron de Rolonia.

"Qu ests haciendo, Rolonia? l no tiene suficiente sangre. No entiendes eso?

Estoy segura de que te ense eso!"
Al or su grito, Rolonia finalmente respondi. "Ci... cierto. La sangre... la sangre de
Hans-san..."
Rolonia coloc una de sus manos en el suelo y se concentr.
"S que es difcil usar dos tcnicas al mismo tiempo. Pero despus de lo lejos que
has llegado, deberas ser capaz de hacerlo ahora".
Con su mano tocando el suelo empapado de sangre, Rolonia respir hondo varias
veces.
"Qu ests haciendo, Rolonia? Mira la cara de Chamo! Hay cosas que Chamo
quiere preguntarte demasiado!" Dijo Chamo.
"No sirve de nada, Rolonia" Fremy dijo desde su posicin lateral. "Su corazn se ha
detenido y la mayor parte de su sangre se ha derramado."
"... Su mueca... Esto es imposible", Rolonia murmur. Pero desde que ella se
estaba centrando toda su concentracin en su tcnica, era como si Rolonia
balbuceaba incoherencias.
"Mueca? De qu ests hablando?"
"Su mueca cortada... costillas rotas... Yo no puedo curarlos."
"Qu quieres decir?"
Mirando al suelo, Rolonia grit: "Pero alguien ms que pueda!"
"Curarlo? Eso no es posible!" Fremy grit.
"Te equivocas! La curacin no es imposible! Las nicas cosas que sucedieron fue
su corazn detenindose y perdiendo la mayor parte de su sangre!"

Tal como ella grit, la mano de Rolonia brillaba y la sangre que empapaba el suelo
fue recogida de la tierra. Luego, la sangre fue enrollada sobre s misma y se form
en una bola en la mano de Rolonia.
"No la regreses a su cuerpo de esa manera! Tienes que deshacerte de las
impurezas!"
"Cierto!"
La bola de sangre contaminada estaba envolvindose en su mano y la hizo girar,
expulsando la arena y el barro mezclados dentro.
"Hans-san! Por favor, vuelve a la vida!" Rolonia grit.
A continuacin, llev la mano izquierda hacia la herida en el cuello y la bola de
sangre fue absorbida por su cuerpo. Entonces el plido cuerpo de Hans comenz a
ponerse ligeramente rojo.
Toda vez que Rolonia haba estado al lado de Hans estaba obligando a las pequeas
cantidades de sangre quedando en su cuerpo a circular entre los pulmones y el
cerebro. Y ella continu haciendolo incluso cuando estaba manipulando la
composicin de la sangre que haba derramado en el suelo. A pesar de que su
corazn se haba detenido, sus esfuerzos mantenan que su cerebro no muriera.
Rolonia haba asistido con la santa de la Medicina, Toulo, varias veces con sus
cirugas. A partir de esa experiencia haba aprendido y perfeccionado la tcnica de
recoleccin de sangre que haba derramado y devolverla al cuerpo. Mora, incluso
ella misma se haba ofrecido como un sujeto de prueba y tuvo a Rolonia
practicando la tcnica en ella.
"Ahora todo lo que queda es... Tengo que empezar por su corazn...".
Con la mano izquierda todava presionando la herida en el cuello de Hans, Rolonia
coloc su mano derecha sobre su corazn. Entonces ella comenz a usar la sangre
de su cuerpo para tratar de mover el rgano inmvil. Mora le haba preguntado una
vez a una persona de edad que haba declarado que slo tena unos pocos das para
dejar de vivir, para que sirviera como un sujeto de prueba para que Rolonia
practicara esta habilidad antes de morir.

"No hay manera... puede volver a la vida?"

El corazn de Hans instantneamente se haba detenido, el Dios de las palabras
debera haber obligado a que Tgurneu matara al parsito. Los dioses entendieron
que uno de los ptalos en la cresta se haba desvanecido y habran declarado que
Hans haba muerto. As tal como lo haba prometido, Tgurneu muy probablemente
ya haba liberado a Sheniera.
Mora ciertamente le haba prometido a Tgurneu que iba a matar a uno de los
hroes de las Seis Flores. Sin embargo, ella no prometi que lo iba a traer de vuelta
a la vida.
La primera vez que Mora haba puesto los ojos en Rolonia ella haba estado segura.
Ella supo en ese momento que la nia posea un talento poco comn que le
permitira incluso ser capaz de aprender la habilidad de traer a los muertos a la
vida.
Sin embargo, hizo que la cuestin ms difcil fuera que con el fin de llevar a Hans a
la vida ms tarde, tendran que matarlo primero. Rolonia slo tena la capacidad de
manipular la sangre, por lo que si el cuello o el crneo de Hans estaban rotos o si su
corazn hubiera sufrido una lesin grave, entonces sera imposible resucitarlo.
"Rolonia, hay algo en que te pueda ayudar?", Pregunt Adlet, ahora entendiendo
lo que Rolonia estaba tratando de hacer. Se acerc a ella y se sent al lado de Hans.
"Su respiracin... Tengo que conseguir que respire...."
"Djamelo a m. Tengo conocimiento mdico, as que le voy a dar respiracin boca a
boca", dijo Adlet y luego se inclin hacia abajo soplando aire en la boca de Hans.
Adlet sopl aire en la boca de Hans. Y tal como Rolonia caus que la sangre
circulara por todo el cuerpo de Hans, el sangrado de su arteria cortada finalmente
se detuvo.
"No puede ser... lo trajo de vuelta a la vida?", Pregunt Chamo. Era natural que
Chamo no pudiera creer lo que estaba sucediendo. Lo ms probable es que Rolonia
sera la primera santa de toda la historia en tener xito en traer a los muertos a la
vida.

Incluso Toulo haba sido incapaz de lograr esa hazaa.

"... Bwahh!" Hans escupi sangre por la boca. Presion sus manos a su pecho y
tosi violentamente una y otra vez. Adlet limpi la sangre de los labios de Hans y
Rolonia le frot la espalda.
"Meo...... Meo..... Umeow...."
Cuando su tos se detuvo, Hans se llev la mano hacia su cuello y grit en lo que
pareca pnico. l acababa de morir antes, as que era comprensible.
"... Adlet, me puedes mostrar tu cresta?", Pregunt Mora.
Primero Adlet comprob su cresta por s mismo, y luego le dio la mano a Mora para
que pudiera ver. La cresta de nuevo tena seis ptalos.
Hubieran tenido xito en el pasado? Mora se pregunt con una sensacin de
alivio. Su lucha habia sido como un largo paseo por la cuerda floja.
Ella no pudo haber matado a Fremy o Chamo. Fremy era medio Kyoma y su cuerpo
era ms probable de una estructura diferente que la de un ser humano normal.
Haba una alta probabilidad de que no habran sido capaces de revivirlas con xito.
Y tomara un trabajo enorme en el cuerpo de una persona que muriera una vez y
luego volviera a la vida. El pequeo cuerpo de Chamo probablemente no habra
sido capaz de manejarlo. La persona a la que tena que matar necesitaba ser Adlet,
Hans o Goldof.
"Mora, tuviste la intencin de hacer esto todo el tiempo?", Pregunt Adlet. "Lo
que necesitabas era matar a Hans, pero al mismo tiempo no lo podas dejar morir,
verdad?"
Mora asinti.
"Qu demonios ha pasado?"
#

Mora les dijo que su historia tomara mucho tiempo, por lo que los siete se
dirigieron de nuevo hacia la Flor Eterna. Adlet le prest a Hans su hombro para
ayudarlo a caminar y Goldof fue restringiendo a Mora.
"Chamo no entiende," Chamo murmur mientras caminaba en la cola del grupo.
Adlet senta lo mismo.
Cuando llegaron a la Flor Eterna, lo primero que hicieron fue ver las lesiones de
Hans. Adlet cosi la mueca cortada de Hans y cur las costillas rotas. Al mismo
tiempo Rolonia aceler la circulacin de la sandre de Hans para prevenir los efectos
adversos potenciales.
Adlet le haba dicho a Fremy que manejara el tratamiento de Mora. Con una
expresin complicada, ella cosi las heridas de Mora y aplic un poco de medicina.
"Ests bien, Hans?", Pregunt Adlet.
Hans hizo una mueca de dolor mientras responda. "... Todo mi cuerpo est
adormecido y no puedo moverme del todo bien."
Mora, quien segua siendo tratada, estaba arrodillada en el suelo con ambas manos
atadas detrs de la espalda.
"Yo quiero que hables", le dijo Adlet a ella.
"Claro. Ya no hay ninguna necesidad de estar en secreto".
Con Adlet y los dems rodendola, Mora les dijo la verdad en los hechos. Ella les
cont sobre el pacto secreto que haba hecho con Tgurneu, la razn por la cual
entren a Rolonia, los detalles de cmo ella slo tena dos das que le quedaban
para matar a una de las Flores y cmo ella era el sptimo.
Adlet escuch la historia de Mora en voz baja. Luego se acord del tema sobre lo
que haba descubierto en la colina y que llevaba en una de las bolsas en la cintura y
se qued mirndola.
Ya veo, as que eso es lo que es, Adlet murmur en su mente.

"... Eso es todo lo que s. Ya me he preparado para lo que vendr despus, por lo
que hganlo rpidamente."
La larga confesin de Mora lleg a su fin y por un rato nadie dijo ni una palabra.
"Por lo tanto, No sabes nada acerca de la princesa?" Pregunt Goldof, el primero
en romper el silencio.
Mora asinti. "Tgurneu no dijo nada acerca de Nashetania o cualquiera de sus
subordinados y mucho menos a m."
"Ya veo. La princesa..." Goldof se contuvo de decir todo lo que estaba a punto de
decir y se qued en silencio de nuevo.
"Esto podra ser un poco difcil. Chamo tena la intencin de matarte, pero Chamo
ahora siente lstima por ti ", dijo Chamo.
"Vas a matar a Mora-san?", Pregunt Rolonia.
"Sin embargo no haba nada ms que pudiera hacer. Su familia haba sido tomada
como rehn. Adems, volvi a Hans-san a la vida".
"Tengo la sensacin de un tanto contradictorio acerca de esto, miau", dijo Hans, con
una rara muestra de ira en su rostro.
"... No deliberadamente slo luchaste y luego perdiste? Si te sirve como razn",
dijo Fremy en un tono fro.
Entonces Mora habl. "Rolonia. No matarme seria demasiado indulgente".
"... Mora-san."
"Despus de que mat a Hans no haba ninguna garanta de que le podra traer de
vuelta a la vida. E incluso si tuvieras xito, podra haber quedado con lesiones o
discapacidades graves. Sin embargo, sabiendo todo esto aun as mat a Hans".
Rolonia se qued en silencio.

"Independientemente del resultado, sin duda, traicion a todos. Tengo que tomar
una clara responsabilidad por mis acciones. Y... yo no quiero tener que seguir
viviendo en desgracia como una persona que traicion al mundo".
"Bueno, es lamentable, pero no se puede evitar." Chamo se rasc la cabeza.
"No hay manera de que pueda confiar en nada de lo que he escuchado de Mora.
Debemos matarla despus de todo," Fremy sugiri.
"Pero..." Adlet intervino. "Me pregunto dnde debo empezar."
"Qu est mal? Ahora que lo pienso, Adlet prcticamente no ha dicho nada esta
noche", dijo Chamo sarcsticamente.
Adlet sin embargo no le prest ninguna atencin. "En primer lugar, voy a empezar
con mis conclusiones. Todo el mundo por favor escuche con calma".
Todo el mundo inclin la cabeza hacia un lado en la confusin. Entonces Adlet en
voz baja, pero en un tono confiado, dijo: "Mora no es el sptimo."
#
Como era de esperar todo el mundo estaba en una prdida completa de las
palabras y se limitaron a mirar a Adlet estupefactos.
"Adlet. No tengo absolutamente ninguna idea de lo que ests hablando. La
evidencia de que yo soy el sptimo ya se ha indicado. Fui amenazada por Tgurneu y
mat a uno de nuestros compaeros," Mora reprendi.
"No has odo lo que ha dicho? Ella dijo por s misma que era el sptimo", aadi
Fremy.
"Ad-kun... lo siento. Di lo que quieras, pero eso no suena bien".
Ni siquiera Rolonia me cree. Esto va a ser difcil de explicar, pens Adlet.
"En primer lugar, Mora probablemente no tena ms remedio que traicionarnos.
Pero ella hizo todo lo posible para evitar que acabaramos muertos. Ella luch para

derrotar a Tgurneu con todo lo que tena. Su intencin era derrotar al Majin y
quera proteger al mundo. Una persona as no es un traidor".
"Tienes razn, Adlet" Fremy estuvo de acuerdo. "Ella no es un traidor, pero ella es el
sptimo."
"No hay ninguna prueba de ello", declar Adlet y el ojo de Fremy se estrech.
"Cules son las circunstancias en relacin con la aparicin de la cresta de la
sptima? Cmo el sptimo fue seleccionado? No tenemos los hechos en nada de
eso. Clmate y trata de pensar. Al llegar a fin de cuentas, la nica prueba que
tenemos es que Tgurneu le afirm a Mora que era el sptimo".
"Y ese punto es probablemente toda la prueba que necesitamos. Tgurneu no puede
mentire por cualquier medio," Mora respondi.
"La idea de que Tgurneu no puede mentir es una trampa."
"... Qu quieres decir?"
"El objetivo de Tgurneu era, por supuesto, conseguir que mataras a una de las
Flores. Probablemente estaba seguro de que nunca abandonaras a tu hija. Pero
debajo de todo eso, haba presentado otra trampa. Y eso era para convencerte de
que eras el sptimo".
Mora se qued sin aliento.
"Cualquiera podra venir con la idea de que una flor genuina se enmarcara y
estuviera hecha para ser el sptimo. Pero ninguno de nosotros ni siquiera haba
pensado en la posibilidad de que una flor genuina se convenciera en pensar que era
el sptimo".
"La persona que s llamamos el sptimo tendra que ser alguien que nadie pensara
posiblemente que fuera un verdadero hroe de las Seis Flores. Tgurneu se lo
otorgara a alguien as. Eso es lo que s".
Adlet sonri. "Mora, de lo que he odo en tu historia, aunque Tgurneu hizo una
promesa con la santa de las palabras significaba que l no sera incapaz de decir
una mentira, verdad? Lo nico que la Santa de las palabras hizo fue configurar la

retribucin de antemano para que la persona que mintiera se viera obligada a

pagar."
Mora asinti.
"En realidad, fue un plan increblemente simple. Hace tres aos Tgurneu le
prometi a la santo de las palabras que no iba a mentir. Y en la superficie hizo que
Mora estuviera dispuesta a sentarse en la mesa de negociacin. Pero otro de los
objetivos de Tgurneu era hacerle creer a Mora que no le mentira".
"..."
"Mora estaba bajo la impresin de que Tgurneu absolutamente no poda mentirle.
Entonces Tgurneu minti y dijo que Mora fue el sptimo. Y as tal como Tgurneu lo
haba previsto, Mora crey que ella era la sptima. No crees que todo sea muy
simple?"
"Espera. Crees que no sospech de Tgurneu?" Pregunt Mora. "Yo haba pensado
que Tgurneu podra estarlo haciendp tambin. Pero los poderes de la Santa de las
palabras son absolutos. Nadie puede escapar de ellos. Incluso la misma Santa de las
Palabras no puede deshacer el contrato".
"Ests diciendo, Adlet, que incluso el poder de la Santa de las Palabras no funciona
en Tgurneu? Eso no es posible", dijo Fremy. "Si eso fuera as, entonces Tgurneu
verdaderamente sera inmortal."
"l no es inmortal. Slo el Majin se ajusta a esa descripcin. No s mucho acerca de
los poderes de las santas y tal vez es imposible hacer que el poder de la Santa de las
Palabras sea ineficaz".
"Entonces que es eso? Ests diciendo que Tgurneu muri para decir esa
mentira?"
"..."
Cmo debo explicarlo?, Adlet se pregunt por un momento.

"Despus de que Tgurneu declar que Mora era el sptimo, pareca que fue tragado
por un Kyoma medusa. No era para que pudiera escapar. Eso era para ocultar el
hecho de que l haba muerto. Tal como lo haba prometido ante la Santa de las
palabras, decir una mentira tena que renunciar a su vida".
Mora neg con la cabeza.
"... Eso no es posible. l era un comandante Kyoma. Si mora todos sus Kyomas
perderan su cadena de mando y se convertiran en una turba desordenada. No hay
manera de que fuera a morir slo para decir una mentira".
"Tgurneu no est muerto," Fremy habl. "Si hubiera muerto los Kyomas debajo de
l habran cado en una gran confusin. Tgurneu sin duda sigue vivo".
"Clmense y permtanme aclarar", dijo Adlet y luego hizo una pausa por un
momento. Dentro de su mente estaba clasificando lo que debera explicar.
"Todos lucharon contra un Kyoma lagarto que tena tres alas. Era un Kyoma que
pensamos todos que era Tgurneu. Pero ese no era l".
"... Qu quieres decir?", Pregunt Fremy.
"En esa colina me di cuenta de la verdadera identidad de Tgurneu. Fremy, Rolonia, y
yo tratamos de llegar a cualquier informacin que nos ayudara con el misterio de
Tgurneu."
"As es," confirm Fremy.
"Los tres juntamos nuestro cerebro sobre por qu el clavo de la Santa no funcionara
en Tgurneu. Y nuestra conclusin fue que la capacidad de Tgurneu no lo protegera
del veneno de las Santas".
Adlet les dijo sobre el anlisis de Rolonia y cmo l no tena ninguna posibilidad de
anular el veneno de las Santas.
"Si ese es el caso, entonces cualquier otro Kyoma o un santo le haban ayudado.
Pero, qu capacidad podra hacer que el veneno de las Santas fuera ineficaz? El
poder para eliminar los venenos? El poder de sustituir el cuerpo de uno? Tanto yo

quien he heredado todo el conocimiento de Atro Spyker y Fremy quien fue

miembro de los Kyomas trabajamos juntos para encontrar una solucin, pero no
importa cunto nos costara, el misterio era que no podamos pensar en un Kyoma
que poseyera esa clase de habilidad".
"As que..."
"As que fue una santa? No, no era eso. Fuimos a la colina donde Tgurneu haba
lanzado un ataque sorpresa contra nosotros y buscamos debajo de la tierra. Pero
no haba rastros de ningn ser humano. El poder que bloque el veneno no era el
de una santa. En ese punto completamente yo me haba dado por vencido. Pero en
ese momento sucedi algo sin esperanza".
"Yo no necesito or hablar de todos los problemas que pasaste. Slo djame
escuchar lo que descubriste, miau".
"Inesperadamente fue el comportamiento de Goldof lo que me dio una gran pista,"
Adlet continu, sin responder a las crticas de Hans. A continuacin, les habl de
cmo haba encontrado a Goldof interrogando a un Kyoma en uno de los tneles
subterrneos.
"Y lo que el Kyoma dijo se qued en mi mente desde entonces. "Si tuviera el poder
de mi Maestro Tgurneu t no deberas ser un problema" ".
"Por qu te preocupas por eso?"
"No es una frase extraa? No debera ser la forma correcta de decirlo, 'Mientras
tengamos a Tgurneu'? Por qu dijo especficamente, 'con el poder del Maestro
Tgurneu'? As que de esas palabras he llegado a una conclusin. Tgurneu tiene la
capacidad de dar su poder a otros Kyomas".
"... Nunca he odo hablar de un poder como tal," dijo Fremy.
"Dar poder a otro Kyoma. Slo sabemos de un Kyoma que ha tenido ese tipo de
poder. Perteneci al Kyoma ms fuerte de la historia; quien apareci en la gran
guerra de las Seis Flores hace setecientos aos. El Rey Demonio Zophrair. Todos
ustedes probablemente por lo menos conocen el nombre".

Excluyendo a Fremy, todo el mundo asinti.

"El poder de Zophrair se denominaba como Control de Kyoma. l tena la capacidad
de dividir su cuerpo y colocar partes de s mismo en los cuerpos de otros Kyomas. Y
como resultado fue capaz de aumentar la fuerza de los otros Kyomas. Adems,
controlaba por completo a los Kyomas a quien les haba dado un pedazo de s
mismo, y poda manipularlos a su antojo".
"Me siento como que sin duda fue escrito, pero...", dijo Mora.
"Entonces me di cuenta de que la capacidad del Control de Kyoma podra negar el
veneno de las santas."
"Qu?... Qu quieres decir?", Pregunt Rolonia.
"Recordemos cmo el veneno de las Santas afecta el cuerpo de un Kyoma. Primero
se confunden mentalmente y todo su cuerpo es atacado con un dolor intenso. El
Kyoma que recibiera el veneno de las santas estara retorcindose de dolor y sera
incapaz de pensar con normalidad. Como progreso del tiempo perderan por
completo su sentido del equilibrio. Y luego sera incapaz de moverse. Adems de
que comenzara a ver alucinaciones, or voces, y sufrir daos en su memoria. Y
dentro de cinco a diez das esto lo llevara a la muerte.
"En otras palabras, el veneno de las Santas es lo que los humanos llaman una
neurotoxina. Un veneno que destruye su cerebro y sus funciones motoras", dijo
Adlet y Fremy lo mir como si se hubiera dado cuenta de algo en su explicacin.
"Pero si el Kyoma que fue inyectado con el veneno de las Santas estaba siendo
controlado por el Control de Kyoma, y si no se mova por su propia voluntad y era
slo un ttere, entonces probablemente se habra visto como el veneno de las
Santas no funcion, al menos en la superficie, no?"Adlet le pregunt al grupo.
"... Eso no puede ser."
"Tgurneu, no, el Kyoma con las tres alas que nos pareci que era Tgurneu estaba
siendo controlado. En realidad, es mejor decir que Tgurneu es el Kyoma
controlando al Kyoma de tres alas".

Hans inclin la cabeza hacia un lado.

"Espera un segundo. En primer lugar, tienes alguna prueba?", Pregunt Fremy. "Si
el Kyomas de tres alas no era el verdadero Tgurneu entonces, dnde estaba?
Siempre he pensado que era Tgurneu. E incluso si pienso en ello ahora, no puedo
pensar en l de ser un Kyoma controlado por otro".
"Es natural que no te dieras cuenta. Desde el principio Tgurneu haba tenido la
intencin de deshacerse de ti. As que l habra actuado de una manera que te
impidiera comprender su verdadera forma".
"Quin es l? Cul es la verdadera forma de Tgurneu?"
Adlet mir hacia sus compaeros. Pareca que la gente que haba viajado con l
hacia la colina, Hans, Rolonia y Goldof, ya lo saban.
"Echen un vistazo a esto."
Adlet sac un objeto pequeo cubierto de arena de una de las bolsas en la cintura.
Era con lo que Goldof haba tropezado accidentalmente cuando los cuatro estaban
buscando en la colina.
"Esos no son slo sobras?", Pregunt Fremy.
"As que eso es lo que era eh? No puedo creerlo, miau. Cuando dijiste sobre
buscar algo pequeo como eso, pens que estabas fuera de tu mente miau", dijo
Hans.
"Esta es una pieza de la fruta higo que Tgurneu se comi."
Adlet record cmo cuando haban luchado con Tgurneu, el Kyoma haba tomado
repentinamente una fruta higo y se la habia comido. En ese momento l haba visto
una pequea pieza derramndose fuera de la comisura de la boca.
"Fremy. Te acuerdas de mi explicacin sobre cuando el Control de Kyoma quiere
controlar a otro Kyoma?"
"Recuerdo."

"Para usar su poder el Control de Kyoma da un pedazo de su cuerpo a otro Kyoma.

En pocas palabras, hace que otro Kyoma coma partes de su propio cuerpo".
"Eso no puede ser..."
"Esto no es slo un fruto higo. Es un Kyoma".
Despus de eso Adlet sac su aerosol qumico que reaccionara a las secreciones
hechas por el Kyoma. Y cuando l roci en la pieza de la fruta higo result ser
naranja.
"El Kyoma con las tres alas se comi la fruta higo. Y ese es el verdadero Tgurneu".
"... No puedo creer eso", dijo Mora.
"Mora, te acuerdas si Tgurneu estaba comiendo esta fruta higo cuando negoci
contigo?"
"Lo siento. No me acuerdo. Aunque siento como si hubo algo as..."
"Fremy, Tgurneu estaba comiendo esta fruta higo cuando estabas hablando con l?"
"No recuerdo con claridad. Coma un montn de cosas, pero no tomaba ninguna
nota".
Satisfecho con esa respuesta, Adlet asinti.
"Tgurneu haba estado escondiendo su verdadera forma de ti Fremy. l haba
fingido ser un glotn para que no pudieras pensar que era antinatural comer una
fruta higo. Y l no te dijo acerca de la existencia del Rey Demonio Zophrair de modo
que no pudieras ser consciente del Control de Kyoma".
"... Si ese es el caso, entonces la explicacin a la que conduce es..."
"Tgurneu probablemente sinti que le faltaba para luchar, as que entonces, de
repente sac un higo de la boca en su pecho y se lo comi. Y despus de aquello su
fuerza de repente aument. No despus de eso fue cuando l dej de ir fcil

contra nosotros? Ese fue el poder de control tipo: fortalecer las capacidades de otro
Kyoma".
Adlet mir a la pieza de la figura cubierta de arena en la mano.
"Me sorprendi tambin. Cuando se trataba de un Kyoma, haba pensado que hasta
el ms pequeo sera del tamao de un ser humano y tendra un aspecto terrible.
Sin embargo, los Kyomas haban tomado originalmente todo tipo de formas. No es
extrao que exista un higo Kyoma".
"Podra ser cierto?"
"No hay ninguna prueba de que esto sea la verdad. Pero no podemos negar la
posibilidad de que haya Kyomas as que existen, no sabemos nada al respecto de
ello y que tengan habilidades que tambin nunca hayamos odo hablar. Sin
embargo, esta conclusin no se contradice con todas las pistas que hemos
adquirido hasta ahora".
Adlet mir a Mora. "Con todo lo que he dicho hasta ahora, debes entender cmo
Tgurneu te enga."
"... Entiendo."
Hace tres aos Tgurneu haba hecho un pacto con Mora. Le haba prometido que si
tuviera que mentir sera aceptable para que el ncleo en su pecho fuera destruido.
Pero ese no era el ncleo de Tgurneu. Era el ncleo del Kyoma con las tres alas.
"El Kyoma de las tres alas no era ms que una herramienta manipulada por el
genuino Tgurneu. Para el verdadero Tgurneu, ese Kyoma no era ms que un pen
que podra utilizar y luego desechar. Desde el principio tena la intencin de romper
la promesa que hiciste con l cuando hizo la promesa con la santa de las Palabras".
Mora estaba en una prdida absoluta. Era como si su comprensin no estaba
siguiendo la situacin que cambi rpidamente.
Adlet le habl a sus compaeros. "Es necesario para m explicar especficamente la
razn por la que Mora no es el sptimo? Tgurneu le haba mentido para que Mora

creyera que ella era el sptimo. Y Mora haba cado ciertamente en su trampa. Pero
definitivamente no es el sptimo".
"Cualquiera que sean las circunstancias, t no tienes que decirle a Chamo", dijo
Chamo con el ceo fruncido.
"Yo soy... no soy el sptimo?" De rodillas en el suelo, Mora estuvo estupefacta.
"Una persona... una persona como yo... es un verdadero hroe de las Seis Flores?
Eso no es una mentira? No me lo puedo creer."
"Ya sea que lo creas o no, yo estoy convencido de que es la verdad", dijo Adlet y
luego extendi su mano hacia Mora. "Bueno, entonces clmate. Tienes que salvar
no slo a tu hija, sino al mundo entero".
Mora tom la mano de Adlet.
Haban sido capaces de ver a travs de la trampa de Tgurneu, incluso si hubiera sido
por medio de una casualidad. Si Adlet no fuera capaz de notar el secreto conectado
con el cuerpo de Tgurneu, o si l hubiera renunciado a tratar de resolver el misterio
de Tgurneu, entonces probablemente no habran sido capaces de llegar a la verdad.
Probablemente tendran que dejarla morir si hubieran sido incapaces de darse
cuenta de que Mora era un hroe genuino.
Pero aunque fuera por casualidad, una victoria es una victoria.
#
Casi al mismo tiempo una gran cantidad de personas se haban reunido en la
enfermera en el Templo Principal. El esposo de Mora, Gunner Chester, estaba all.
Como tambin estaban el padre anciano y la madre de Mora. Weylynn la Santa de
sal tambin estuvo presente, al igual que Marmanna la Santa de las Palabras y
Lenelle la Santa del Fuego. Adems, el encargado de las funciones oficiales del
Templo Principal, junto con los aclitos mujeres que haban acudido todo el camino
desde el templo de las Montaas, y las camareras personales de Mora estaban all.
Desde que la habitacin de espera de la enfermera no era muy grande, todos ellos
no fueron capaces de encajar en la sala y en su lugar estaban llenando el pasillo
fuera de la enfermera.

"... An as? Ese hijo de puta," la santa de sal Weylynn dijo con frustracin.
"Mora... Yo creo en ti." Gunner murmuraba con los brazos cruzados en la esquina
de la habitacin.
Hace 30 minutos Sheniera se haba quejado de un dolor leve en el pecho. Gunner
despus comprob y vio que la contusin como de ciempis haba desaparecido.
Ha muerto el parsito o era algn tipo de extrao presagio? Sin saber cual era el
caso, Gunner inmediatamente llam a Toulo. Poco despus, Weylynn y los otros en
el Templo Principal tambin se apresuraron hacia la enfermera.
Toulo luego sali de la enfermera y la mirada de todo el mundo se centr en ella.
Camin directamente hacia Gunner. Entonces ella tom su mano en la suya y le dio
una poderosa sacudida.
"El parsito se ha ido. Sheniera-chan se ha salvado".
"As se hace jefe!" Weylynn grit y bombe su puo en el aire. Luego corri hacia
Toulo y la abraz tan fuerte como pudo.
Todo el mundo estall en gritos de alegra, estrechando la mano de cada uno y
abrazandose unos a otros. Incluso hubo alguien que corri sobre una mesa, se
quit su tnica y empez a golpear su alrededor.
"Ese Kyoma sucio! Qu te pareci eso?! Te ha gustado ver a nuestro propio jefe
hacer esto?!"
Weylynn lanzado Toulo y luego dio la vuelta abrazando a todo el mundo que
pudiera poner sus manos sobre. Con una fuerza de otro mundo la nia corra
alrededor y gritando por todo el lugar.
"Me pregunto si las cosas estn realmente bien y si ella posiblemente mat a una
de las Flores." Dijo Marmanna con una voz desanimada.
"No hay manera! El jefe obviamente venci a ese tonto gigante y lo mat!"

Liderados por los ayudantes de Toulo, Sheniera sali de la enfermera, pero estaba
asustada por toda la conmocin que suceda en la sala de espera. Gunner se acerc
a ella y la tom en sus brazos con un abrazo. Entonces, como si todo lo que haba
tolerado hasta entonces se desbord dentro de ella, se puso a llorar.
"Hey, vamos a beber! Si no bebemos hoy, entonces cuando podemos beber?!
Abran las reservas!" Weylynn envolvi sus brazos alrededor de los hombros de
Marmanna.
"No ests siendo un poco apresurada? El Majin todava no ha sido derrotado".
"Estamos celebrando la espera! Todo lo mejor para los Hroes de las Seis Flores.
Para el jefe, Rolonia, Chamo, la princesa, Goldof y umm, quien era ese tipo
llamado... verdad, el guerrero cobarde Adlet? Que tengan buena suerte en la
batalla!"
Ninguno de ellos saba la razn por la que Sheniera se haba salvado. Pero no fue
porque Tgurneu haba sido asesinado. Justo despus que Tgurneu le haba mentido
a Mora, tal como se haba prometido Sheniera haba sido puesta en libertad.
Adems ninguno de ellos era consciente de la batalla sucediendo en el territorio de
los Lamentos de los Demonios. Hans solamente le haba dicho a un nmero
limitado de personas que haba sido seleccionado como un hroe de las Seis Flores.
Y no haba ni una sola persona que conoca el nombre de Fremy.
#
El cielo del este estaba convirtiendose lentamente de color rojo, lo que marcaba la
llegada de la primera maana de los Hroes en el territorio de los Lamentos de los
Demonios. Por un momento Adlet, quien haba estado en el puesto de observacin,
fue cautivado por el sol naciente.
Ellos haban decidido quedarse en la Flor Eterna hasta que fueran sanadas las
lesiones de Hans y Mora. Tal vez los dos finalmente seran capaces de moverse
esta noche?, Adlet pregunt. l estaba agradecido de que tenan dos Santas que
posean habilidades curativas. Eso significaba que no tenan que preocuparse
demasiado por las lesiones.

Tanto la Flor Eterna y las montaas a su alrededor estaban en silencio. Ni Tgurneu

ni los Kyomas se podan ver en cualquier lugar. Y aparte de Adlet quien estaba
manteniendo un puesto de observacin, todos los dems estaban descansando.
"... Oye, Adlet", dijo Mora. "Est bien que me dejes seguir viajando junto contigo
despus de lo que he hecho?"
Adlet no respondi. Mora estaba con la moral baja. No estaba contenta de que
haba sobrevivido, e incluso se haba olvidado de la alegra que haba sentido por
primera vez cuando haba salvado la vida de su hija. Ella haba sido engaada por el
enemigo y entonces haba matado a uno de sus compaeros. Y ella lo haba hecho,
teniendo en cuenta que haba una posibilidad de que no poda salvar al compaero
que haba matado.
"Obachan, Chamo no puede permitirlo," En su lugar, Chamo fue la que respondi a
Mora. "Te sientes bien acerca de ser engaada tantas veces? De verdad no tienes
ganas de hacer nada? Te gusta ser engaada?"
No le digas eso, pens Adlet. Mora simplemente se qued mirando el suelo, con la
cabeza colgada.
"Hans, quiero or tu opinin," dijo Adlet. Hans fue la mayor vctima y por lo que su
opinin tena prioridad.
"Bueno, s que tenemos que viajar juntos como esto, pero... mi ira no se ha ido."
Eso era de esperar, pens Adlet.
"Despus de que la pelea haya terminado, mtenme. Tengo que expiar mis
acciones".
"S, y que vamos a ganar?" Hans puso su mano en su boca, una sonrisa
desagradable se extenda por su rostro. "Lo tengo. Dinero, miau. El Templo Principal
es rico, verdad? As que no voy a dejar de cobrar mi deuda hasta que pueda ver el
fondo de sus almacenes. Meowhihihi".
"... Es que eso te parece bien?" Pregunt Adlet automticamente.

"El dinero es importante. Nac para vivir en diversin y vida interesante. Pero sin
dinero no puedo hacer nada de eso".
Como si eso estuviera bien, Mora asinti. Entonces la cara de Hans abruptamente
se puso seria.
"Mora, no voy a perdonar cualquier traspis ms. Tenemos que derrotar al Majin,
incluso si tienes que negociar tu vida para hacerlo. Entiende que esa es la razn por
la que estoy permitiendo que vivas".
"Entiendo. Yo ganar. Incluso si muero voy a mostrarle al mundo que voy a
protegerlo".
Despus de que pareca que Hans se hizo con lo que l haba querido decir. Adlet
mir a Rolonia. En cierto sentido, ella tambin era una vctima en todo esto.
"Mora-san..."
Rolonia probablemente haba confiado en Mora. Y Adlet no poda entender cmo
una chica se sentira despus de descubrir que la verdadera razn por la que se
haba entrenado fuera con el fin de cumplir con un plan para matar a uno de las
Seis Flores.
"Siento que no puedo perdonarte. Y al mismo tiempo tambin siento que por el
amor de Sheniera-san no se poda hacer nada... No tengo ni idea de qu hacer".
Mora no dijo nada. Ella slo sigui colgando su cabeza.
"... Sin embargo slo hay una cosa. Muchas gracias por entrenarme."
"Rolonia, lo siento. Y gracias. En verdad, muchas gracias".
Las dos no se vieron cara a cara. Ellas todava no eran capaces de resolver sus
sentimientos.
"No te importa si de repente cambio la conversacin, miau?"
"Qu pasa, Hans?"

Ignorando el aire sombro, Hans habl en un tono alegre. "Cuando mor qu pas
con las crestas?"
"... Ah," Chamo grit. "Chamo vio. Uno de los ptalos haba desaparecido".
"No es eso una prueba de que soy genuino? Si un hroe de las Seis Flores muere,
uno de los ptalos desaparecer, verdad?"
"Se ve de esa manera. Es seguro decir que Gato-san es un hroe verdadero?"
Chamo estir la cabeza hacia un lado.
"Eso no es una prueba", dijo Fremy. "Aun cuando el sptimo muera un ptalo
puede desaparecer al igual que con un hroe genuino. Todava no conocemos la
naturaleza de la cresta que el sptimo posee".
"... Miau."
"Si alguien muere y un ptalo no se desvanece entonces se confirma que es el
sptimo. Sin embargo, incluso si un ptalo se desvanece cuando alguien muere eso
no es prueba de que esa persona sea genuina. Lamentablemente, no podemos
decir con certeza que Hans fuera una verdadera Flor," Fremy concluy.
"Miau. Esto es difcil, miau. Es un rascador de cabeza", Hans dijo mientras
oportunamente se rasc la cabeza.
"... El sptimo" Adlet murmur. Se qued en silencio ante sus compaeros mientras
hablaban entre s.
En su cabeza una sola pregunta se estaba formando.
Tgurneu haba hecho que Mora, quien era una genuina Flor, creyera que era el
sptimo. As que tal vez lo contrario tambin fuera posible.
Quizs Tgurneu habra actuado de una manera que le hara creer al sptimo de que
era realmente una verdadera flor.

A pesar de que probablemente tuviera mltiples oportunidades para matar a los

hroes, tanto en la batalla dentro de la Barrera Ilusoria de Niebla y durante la
batalla en el Valle de la Sangre Derramada el sptimo no hizo nada.
Quizs el sptimo no saba que era realmente el sptimo.
Y si eso fuera cierto, entonces, quien en el mundo era el sptimo?
Haban terminado una batalla. Sin embargo, todava no haban encontrado ninguna
pista en cuanto al mayor misterio de todos: la identidad del sptimo. Su situacin
se estaba poniendo an ms confusa y el misterio slo estaba creciendo ms
profundo.
#
Un espeso bosque se extenda ms all de la montaa hacia el oeste. Ese era el
lugar donde la santa de la nica Flor haba perdido un dedo de su mano izquierda.
Y por aquello la tierra fue llamada el Bosque del Dedo Cortado.
Treinta Kyomas se haban reunido all. Y en el centro de todos ellos, un solo Kyoma
estaba leyendo un libro. Su gigantesco cuerpo, como de yeti tena la cabeza de un
cuervo.
El Kyoma luego murmur, "Este cuerpo es difcil de mover. Busca uno mejor entre
vosotros".
Haba una fruta higo en el regazo del Kyoma.
"Hey, buenos das," El Kyoma como yeti dijo mientras vea hasta el cielo.
Un pjaro Kyoma volaba, aterriz en el hombro del yeti y le dijo algo. El yeti Kyoma
luego cerr el libro en su mano y pens por un momento.
"Esta noticia es difcil de creer. Los siete Hroes estn vivos," El yeti Kyoma dijo, y
luego tom el fruto higo de su regazo y mordi en l." Mora fall? Fue incapaz de
matar a alguien?"

"Ese no es el caso, Maestro Tgurneu. Mora asesin a Hans. Sin embargo, despus
de eso Rolonia fue capaz de regresar al Hans muerto de vuelta a la vida".
"He sido engaado!" El yeti Kyoma... el nuevo cuerpo de Tgurneu, se golpe la
rodilla. "Ya veo. As que Mora haba entrenado a Rolonia para que pudiera matar y
luego traerlos de vuelta a la vida despus... es una idea absurda. Pero al final Mora
lo haba hecho y me enga".
Tgurneu se puso de pie y comenz a caminar por la zona.
"Parece que ellos tambin fueron capaces de ver a travs de lo que haba dicho y
comprender que Mora no es el sptimo."
"Quin se dio cuenta de eso? Fue Fremy? ... No, tal vez fue Adlet".
El Kyoma por el nombre de Tgurneu mir hacia el centro de la selva. Varios Kyomas
estaban enterrando algo profundo bajo la tierra all. Era el cadver del Kyoma de
tres alas con quien Adlet y los otros haban luchado.
"... Este es un completo fracaso. Fueron incluso capaces de romper a travs de mi
plan de respaldo. Honestamente, debo alabarlos por su lucha".
No haba un aire de impaciencia en sus palabras. Tampoco haba una sensacin de
crisis o ira por el fracaso de su plan. Por el contrario, pareca contento de que las
Seis Flores haban ganado.
"Bueno, eso est bien. Vamos a comenzar la prxima batalla. Lo mejor que puedes
hacer es dejar lo pasado permaneciendo en el pasado".
"Maestro Tgurneu, cules son tus rdenes?", Dijo el pjaro Kyoma.
Con una sonrisa, Tgurneu dijo, "Dile al sptimo que contine sin hacer nada. Debe
seguir ocultndose entre los hroes y no revelar su verdadera identidad".
El pjaro extendi sus alas y se fue hacia el este.
Y viendo al Kyoma volando, Tgurneu murmur: "Bueno, entonces, me pregunto
cmo vamos a jugar de lado. Estos hroes de las Seis flores son tan divertidos".

Haba un bastin en el borde noroeste del Territorio de los Lamentos de los

Demonios. Era una cruda y primitiva fortaleza nica que consista en piedras
naturales apiladas una encima de la otra. Sin embargo, tanto su tamao y su
durabilidad eran mayores que cualquier castillo en todo el continente.
Un estaba de pie encima de una de las paredes de esa fortaleza. Una melena de
plata y armadura de plata cubran todo su cuerpo, y era un Kyoma que caminaba
sobre dos piernas.
El Kyoma estaba usando una espada sin refinar cortada de obsidiana puro como un
bastn y la haba plantado en el suelo.
"... Maestro Cargikk."
Una mariposa Kyoma del tamao de un humano se abalanz desde el cielo y
empez a hablar con el len Kyoma. El len era Cargikk, uno de los tres
comandantes Kyomas y era conocido como el Kyoma ms poderoso.
"Las Flores se encontraron con Tgurneu. En su primera batalla parece que las flores
fueron victoriosas. Tgurneu perdi a ms de 200 Kyomas y termin retirndose".
"No tienes que informarme de eso", dijo Cargikk. "Slo infrmame si Tgurneu muri
o si fueron derrotadas las Flores."
"Como desees." La mariposa Kyoma baj sus antenas en lugar de su cabeza en un
arco.
Cargikk estaba mirando hacia el cielo del oeste donde el sol de la maana se
levantaba con una expresin triste en su rostro.
"No espero nada de Tgurneu. Su derrota es inevitable".
"... S."
"Las luchas deben enfrentarse con su espritu. Pero su vida est vaca por lo que
est destinado a la muerte por parte del enemigo que se merece y est meramente
molestndolos por el bien de ella. Y es por eso que fueron capaces de ganar".

Mirando hacia el cielo del este, los ojos de Cargikk estaban llenos de ira. l dej
escapar un vapor de color rojo oscuro desde su boca. Y luego una bruma tenue
comenz a levantarse de su cuerpo entero.
"Y a pesar de que se puede pensar en planes para mantenerse slo a s mismo vivo,
l slo est a medias tratando de derrotar a las flores. Las acciones de Tgurneu no
han cambiado de las de un ladrn!"
Las escalas de la mariposa Kyoma al lado comenzaron a quemarse y dispersaron
chispas en todo alrededor de s mismo. Cargikk continu hablando mientras miraba
en la distancia.
"No, eso no es correcto. Mientras que valora su propia vida casualmente desecha la
vida de sus hermanos. Tgurneu es una especie de bestia que es peor que la
suciedad! Debera haberlo matado ese da hace doscientos aos".
Su ira no estaba dirigida hacia las Seis Flores. Estaba dirigida a Tgurneu, con quien
haba luchado.
"... Mis amados hijos y yo, vamos a derrotar a los hroes de las Seis Flores. De
ninguna manera ser Tgurneu", dijo Cargikk, sin ninguna vez dejar de mirar al otro
lado del cielo oriental.
#
En el extremo norte del territorio de los Lamentos de los Demonios varios Kyomas
estaban mirando hacia el mar.
Lanzas afiladas como rocas sobresalan de todo el mundo en las aguas poco
profundas. Y a partir de las piedras, el vapor que era de varios cientos de grados en
la temperatura estaba constantemente ondeando. Era una muralla defensiva que
los Kyomas haban construido durante cientos de aos. Y no haca falta decir que
era imposible que cualquiera de los barcos de vela o humanos nadando se
acercaran.
Con ese vapor caliente saliendo sobre el ocano, los Kyomas estaban ocupados
buscando algo.

"... Por ah!"

Uno de los Kyomas encontr una figura con forma humana flotando en el ocano.
El Kyoma que haba gritado era extremadamente pequeo, pero tan grande como
un perro de mascota. Tena una piel suave y ojos redondos lindos. Tambin tena
una gran lengua y una cola. Era una extraa criatura, no era una ardilla, una rata o
un perro. Y el cuerno que creca fuera de su cabeza era ms adorable que aterrador.
Ese Kyoma llam a la figura humana.
"Nashetania! Por aqu! Ve hacia unos quince metros hacia la derecha y luego
sigue recto hacia el continente!"
La figura humana... Nashetania movi lentamente los brazos y los pies y nad. Se
haba quitado la armadura, la espada, y sus zapatos y fue nadando lentamente en
tan slo su ropa interior.
Una seccin de los pilares de roca no estaba soplando vapor caliente pero el aire
segua siendo un poco caliente. Haciendo su camino a travs de esa abertura
Nashetania se dirigi hacia el continente y lleg a la tierra.
"Ests bien, Nashetania?"
El adorable Kyoma corri hacia la medio desnuda Nashetania. Y el Kyoma
acompandola envolvi el cuerpo de Nashetania en una manta.
"... Dozzu!" Nashetania llam al pequeo Kyoma.
El lindo Kyoma era el tercer comandante. El traidor Dozzu.
"Lo siento, no lo he logrado. No slo no pude eliminarlos, yo ni siquiera fui capaz de
matar a uno de ellos".
"Lo s. Pero lo que es ms importante ahora es que te des prisa y vuelvas a ti
misma. Cuando te hayas relajado un poco vamos a ir a la guarida. Es peligroso por
aqu. Los subordinados de Cargikk estn viendo la zona".

El grupo de Kyoma recogi a Nashetania y luego la llevaron lejos de la costa y se

dirigieron al bosque. Dozzu caminaba a la cabeza de la manada, con cautela
controlando la zona por los enemigos.
Nashetania estaba tosiendo violentamente y su cuerpo estaba temblando de fro.
"Cmo fue all?"
"Fall en las negociaciones. Cargikk ni siquiera vino a escuchar lo que tena que
decir".
"...."
Nashetania puso sus ojos en el suelo. "... Me pregunto si esto es por casualidad el
final para todos nosotros."
Al or esas palabras Dozzu se detuvo. Plant sus pequeas piernas en el suelo y se
puso de pie justo en frente de Nashetania.
"Qu ests diciendo? Trata de decirlo de nuevo".
"... Pero Dozzu."
Chispas azulado-blancas se dispararon fuera de todo el cuerpo de Dozzu. La
descarga elctrica quem la hierba a su alrededor.
"Ests diciendo que te vas a rendir aqu? Tienes planes de olvidar nuestros
camaradas que se sacrificaron por nuestros ideales?! Qu excusa le dirs a
nuestros compaeros muertos en el ms all?"
"... Lo siento. Tienes razn. Todava no he terminado".
Dozzu cerr los ojos y asinti con la cabeza, como diciendo que era bueno
escucharlo.
"Como ya he dicho, vamos a darnos prisa y dirigirnos hasta el refugio. Alimentos y
ropa para abrigarnos se nos han preparado".

Nashetania y los otros avanzaron cuidadosamente por el bosque sin hacer ruido.
"Tgurneu debi haber previsto algn tipo de trampa. Pero incluso los hroes de las
Seis Flores probablemente no perderan tan fcilmente. Si aprovechamos mientras
que estn luchando y los cogemos con sus guardias bajas vamos a abrirnos una
oportunidad", dijo Nashetania.
"Ese es el espritu. Debemos tener esperanza." Dozzu mir hacia adelante y habl
con determinacin. "Cargikk y sus Kyomas no sern victoriosos. Por supuesto
tampoco lo harn las Seis Flores. Vamos a ser los que ganaremos. El mundo espera
que seamos victoriosos".
Nashetania en silencio asinti.
"Vamos a cambiar el mundo con nuestras propias manos", dijo Dozzu.
Y luego, Nashetania y los Kyomas acompaantes desaparecieron en el bosque.
Palabras del Autor.
Ha sido un largo tiempo a todos. Yamagata Ishio est aqu. Cmo fue Rokka no
Yuusha 2? Espero que les haya gustado.
En este momento la serie Rokka No Yuusha se est adaptando en una manga y se
publicar en la revista de manga bimensual 'SD AND GO!'. Toru Kei-San es el
ilustrador.
Las ilustraciones son de gran belleza y disfruto recibir manuscritos de cada emisin.
Si ustedes tienen el tiempo, espero que todos le den a esta adaptacin una
oportunidad. As que a partir de ahora por favor, den su mejor esfuerzo para Toru
San, al igual que lo han hecho por m.
Eventos actuales (Aunque yo no tengo nada en particular para escribir)
Algo que he notado recientemente es que parece que cuando escribo escenas de
batalla tengo la mala costumbre de apretar los dientes. Como resultado, cuando

llego a la mitad de camino en el texto, mi barbilla siempre me empieza a doler, sin

falta. As que escribir el volumen final de mi serie anterior, Tatakau Shisho fue duro
para m.
Fui enseado con algunos ejercicios de barbilla por mi dentista por lo que hasta el
punto hasta ahora me estoy recuperando. Sin embargo, creo que Adlet y los otros
lo empeorarn ms en sus peleas y en los eventos por delante, as que estoy
preocupado por lo que me va a pasar. He pensado en si debera comprar una
boquilla, pero me pregunto si incluso tendr un efecto.
#
Tambin fui a visitar la tumba de mis abuelos.
Me sorprendi que los cementerios en estos das se hayan convertido en brillantes
y hermosos. Incluso las lpidas eran realmente nicas. No haba absolutamente
ninguna atmsfera misteriosa, y recuerdo que inclinaba mi cabeza en la confusin y
me preguntaba si realmente era un cementerio.
Probablemente les ser difcil a los fantasmas que aparecen en un cementerio tan
elegante como ese. Aunque salieran como una bola de fuego slo pareceran una
forma de iluminacin del cementerio. No creen que deberan pensar en las
personas que realmente utilizan los cementerios un poco ms?
#
El otro da me compr un vaso pedido por correo que se puede utilizar para
calentarse bien en el horno o en el microondas. Es un verdadero artculo. Tiene una
forma circular, y la mitad superior de la misma se cubre con un escudo para
bloquear las ondas del microondas. Gracias a esto, el calor circula a travs del
vidrio, ya que se est calentando. Y esta conveccin permite que la mitad superior
entre en calor sin que la parte inferior se enfre. Es un producto excepcional y
aunque ustedes pueden calentarlo bien con facilidad, no tiene casi ninguna
diferencia en el sabor cuando se compara con la inmersin de una taza de sake en
agua caliente para una calefaccin.
La cosa ms agradable que hice este invierno fue una mezcla de Bainiku y
espolvorear mominori y katsuobushi en la parte superior de la misma, a

continuacin, gotee la salsa de soja en todo y me lo com como un aperitivo

mientras lo tomaba bien caliente.
Ese es el final de mi informe de noticias de la actualidad.
Por ltimo, me gustara dar las gracias.
Para Miyagi-san el ilustrador, muchas gracias por tus maravillosas ilustraciones de
nuevo. Y gracias por sealar los elementos que pensaba que eran poco claros
acerca de mi manuscrito. Fue realmente una gran ayuda.
Para el supervisor T-san, muchas gracias por ayudarme con tantas cosas. Y a todo el
personal de redaccin, gracias por toda su ayuda.
Y, por ltimo, a todos mis lectores, espero que podamos encontrarnos.
Hasta entonces,
Yamagata Ishio