Counseling Anales Navarra
Counseling Anales Navarra
Counseling Anales Navarra
* Correspondencia a:
Jos Luis Bimbela Pedrola.
Escuela Andaluza de Salud Pblica. Campus Universitario de Cartuja.
Apartado de Correos 2070.
Granada 18080 (Spain).
Tel. 958-027-436.
Fax. 958-027-503.
E-mail: joseluis.bimbela.easp@juntadeandalucia.es
RESUMEN
Este artculo presenta los conocimientos, actitudes y habilidades bsicas que se
requieren para un uso eficaz del counseling (consejo asistido) en la atencin a
pacientes/usuarios/clientes. Se subrayan los beneficios que dicho uso conlleva
para el propio profesional de la salud, en relacin con el manejo de sus propias
emociones y las de los pacientes, y con la facilitacin de cambios duraderos en
las conductas de los usuarios y familiares. Sus ideas-fuerza son:
1.- Desde el counseling se entiende que la salud es un derecho que todos los
ciudadanos tienen (incluidos pacientes y profesionales de la salud, desde luego),
no una obligacin; y eso queda plasmado en contenidos y mtodos especficos.
2.- El Couseling otorga al paciente el papel de "conductor" (de su proceso saludenfermedad) , y al profesional el de "facilitador" (co-piloto de esa conduccin).
6.- Es difcil promover cambios duraderos en las conductas de los usuarios sin
realizar previamente un diagnstico conductual riguroso.
eficaz en el logro del objetivo final y, adems, lo haga al menor coste personal
posible (3).
El logro de los objetivos propuestos pasa por la adquisicin y/o mejora de
una serie de conocimientos, actitudes y habilidades para la relacin "profesionalusuario", en especial en aquellas situaciones donde puedan producirse
alteraciones emocionales en alguno de los protagonistas implicados y/o cuando
se desea promover cambios en las conductas de los pacientes/usuarios/clientes.
Esta sinttica definicin necesita, sin embargo, algunas matizaciones
importantes:
a) En relacin con los protagonistas de la relacin, cabe sealar que la
mayor parte de habilidades que configuran el counseling son tiles
tambin para su aplicacin en otra relacin clave: "profesionalprofesional" (sea el otro profesional un igual, un superior o un
subordinado); es decir, el Counseling ofrece una serie de tcnicas,
instrumentos y mtodos perfectamente aplicables a la mejora de las
relaciones interpersonales de los propios profesionales de la salud.
b) En relacin con el tipo de situaciones en las que es aplicable, es
importante sealar que aunque su utilidad ser mxima en aquellas
situaciones en las que aparecen alteraciones emocionales (angustia,
ansiedad, desmotivacin, miedo, rabia, etc.) en los dos protagonistas
(la escena
que
fuman
habitualmente,
se
sienten
perseguidos/as
culpabilizados/as por las campaas anti-tabaco llevadas a cabo por las distintas
administraciones; y suelen responder con indignacin a dichas campaas ("no
hay derecho! mi salud es ma y estoy en mi derecho de hacer con ella lo que
quiera!"). Adems, se niegan, desde luego, a hacer algn caso a los consejos
recibidos de la campaa. Pese a lo anterior, es habitual que buena parte de
esos/as mismos/as profesionales utilice idnticos argumentos (contenidos,
mensajes) y mtodos (formas de transmitirlos) cuando intenta conseguir que sus
usuarios/as adopten "estilos de vida ms saludables" (sea en relacin con el
consumo de tabaco o con cualquiera otra conducta que tenga riesgos asociados).
Adems, les cuesta mucho entender que (igual que haca l/ella con los
mensajes de la administracin) los usuarios no sigan sus (bienintencionados)
consejos y que, en algunos casos, incluso lleguen a enfadarse con los
profesionales (al sentirse, tambin ellos, perseguidos y/o culpabilizados).
La actuacin del profesional sanitario es radicalmente distinta (en
contenido y en forma) si cree que la salud es un derecho que ese usuario tiene, o
si cree, por el contrario, que es una obligacin. El Counseling apuesta por la idea
de que asumir que la salud (y el seguimiento de las indicaciones terapeticas) es
un derecho o una opcin del usuario, favorece el cumplimiento por parte del
profesional de su funcin facilitadora y evita la tentacin de decidir "por el otro"
(con los enormes riesgos que ello conlleva: incumplimiento de pautas
terapeticas -farmacolgicas y/o conductuales, errores diagnsticos y de
prescripcin, denuncias, etc.) (4).
Tres son los grupos de habilidades fundamentales para una aplicacin
ptima del counseling:
A) Habilidades emocionales.
Son habilidades dirigidas a manejar tanto las propias emociones como las de los
pacientes y allegados, y las de otros profesionales. A continuacin se formulan
algunas preguntas para situar el tema emocional:
Cmo puede intervenir eficazmente un profesional de atencin primaria
que va a visitar a un enfermo en fase terminal y que se siente angustiado ("fatal")
pensando que el enfermo le va a hablar de su muerte inmediata y le va a suplicar
que acabe con su sufrimiento?
Cmo puede comunicarse adecuadamente un profesional que va a
decirle a un usuario que ha dado positivo en la prueba del VIH y que se siente
muy ansioso ("horrible") pensando que el enfermo va a tener ("seguro") una
explosin emocional y le va a agredir? (y el usuario llega a la consulta realmente
nerviossimo, fuera de s, temindose "lo peor") (5).
Cmo puede establecer una relacin que motive al usuario a cuidar su
salud, un profesional que esta "harto", "quemado y ms" de su trabajo?
y a actuar sobre las situaciones a las que estn asociadas (6). El objetivo es
lograr que estas emociones no desborden al profesional (sea por su intensidad
y/o duracin) y pierdan entonces su funcionalidad. Para ello, se interviene sobre
los tres niveles de la respuesta humana que estn en el origen y mantenimiento
de las emociones: nivel cognitivo, nivel fisiolgico y nivel motor (7).
Intervencin en el nivel cognitivo.
La forma cmo se interpreta una situacin, lo que uno mismo se dice respecto a
ella es uno de los puntos clave que determina si una persona va a enfrentarse
eficazmente a esta situacin o si se va a sentir desbordada e incapaz de hacerlo.
Esta suele ser una de las fuentes principales de alteraciones emocionales. En
este sentido, cabe sealar la existencia de una serie de pensamientos que
podran denominarse "improductivos", que:
a) Se centran en los aspectos ms negativos de las situaciones
magnificndolos y olvidando los positivos.
b) Se centran en lo peor que pueda ocurrir, aunque las probabilidades de
que ocurra lo peor realmente son inciertas y, a menudo, remotsimas.
c) Magnifican la propia responsabilidad en las cosas que "salen mal",
incitando al auto-castigo.
d) Juzgan, moralizan.
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1) Describir la situacin.
A veces, cuando la situacin es emocionalmente intensa cuesta mucho limitarse
a describir objetivamente la situacin y suelen aparecer interpretaciones
subjetivas que dificultan una resolucin eficaz.
2) Escribir un listado de alternativas.
Ocurre con frecuencia que no se invierte el tiempo necesario en este paso y se
olvida que esta fase creativa es fundamental para el afrontamiento eficaz de la
situacin. Es clave darse permiso para sentirse libre y para no criticar, juzgar o
boicotear cada una de las alternativas que se van proponiendo. Todas tienen sus
pros y sus contras; pero eso no se analiza en este paso, sino en el siguiente. En
esta fase "todo vale, no se juzga".
3) Valorar cada alternativa.
Esta es la fase crtica donde se analizan, juzgan y valoran a fondo cada una de
las alternativas propuestas en el paso anterior. Desde el Counseling se proponen
dos criterios de valoracin: a) Criterio de coherencia: "Lo que voy a decidir y
hacer tendr que ver con lo que pienso, lo que creo, lo que me hace levantar de
la cama cada maana"; b) Criterio de inteligencia: Analizando los beneficios en
trminos de salud y de convivencia e interviniendo desde el rea "inteligente",
donde coinciden los beneficios para el profesional con los beneficios para "los
otros" (usuario y/o familiares, compaeros de trabajo, etc.). Esta estrategia
("Todos ganan") es la ms adecuada para que los cambios que se consigan sean
duraderos (8). Conviene evitar estrategias del tipo "malvolo": el profesional gana
y "el otro" pierde, pues con esta estrategia los cambios, en caso de producirse por temor, dependencia, autoridad, etc-, no suelen ser duraderos ("hecha la ley,
hecha la trampa": olvidos, retrasos, incumplimientos, boicots, etc.). Tampoco son
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recomendables las estrategias "ingenua" (el profesional pierde y "el otro" gana) ni
"estpida" (donde "todos pierden": ninguno de los dos consigue objetivo alguno).
4) Tomar la decisin.
El mayor riesgo de esta fase es precisamente no realizarla, al no encontrar la
"solucin perfecta", y volver a los anteriores pasos del esquema y entrar en un
"crculo vicioso" que dificulte el paso a la accin.
5) Actuar.
Es muy importante que se asuma que la alternativa elegida es la mejor, no la
perfecta (que casi nunca existe). De manera que luego puedan interpretarse
correctamente las consecuencias negativas que puedan aparecer al ponerla en
prctica.
6) Evaluar la actuacin. El concepto ms clave en este paso es: objetividad.
B) Habilidades de comunicacin.
La comunicacin es la herramienta bsica para la relacin interpersonal, y a
travs de ella se abordan las emociones de los pacientes y se estimulan los
cambios comportamentales de los mismos. Por todo ello, es muy importante: a)
cuidar tanto el nivel verbal de la comunicacin ("la letra") como el nivel no-verbal
("la msica"), y b) entrenar, a fondo, el uso de ciertos verbos clave: concretar
objetivos, preguntar, escuchar (activamente), empatizar (tambin activamente),
sintetizar, retroalimentar y reforzar.
El tema de las habilidades de comunicacin tiene una larga tradicin en la
formacin de los profesionales de la salud (9) (10), por ello solamente van a
ofrecerse algunas sugerencias para evitar uno de los mayores riesgos cuando se
habla de comunicacin: Creer que comunicarse con alguien en hacer teatro.
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Para hacer teatro ya existe una profesin. Distinta, desde luego, a la tarea a la
que se dedican los profesionales de la salud. Un profesional puede "hacer teatro",
excepcionalmente, un da ante una determinada situacin; pero es insostenible
una "actuacin" contina. Si el profesional tiene que interpretar con asiduidad
(con el desgaste y descrdito que conlleva) puede ser a causa de no haber
reflexionado a fondo sobre tres preguntas clave, que se presentan a continuacin:
a) Cul es realmente (HONESTAMENTE) el objetivo del profesional cuando se
comunica con los usuarios?: Impresionarlos? Dejar bien claro que en la
consulta es l/ella quien manda? Demostrarles que estuvo en el ltimo
Congreso Mundial de Diabetes? o, como propone el Counseling, Facilitar
cambios de conducta y motivar la toma de decisiones del paciente?.
b) Cules son las ventajas que el profesional obtiene al ejercer los citados
verbos clave de la comunicacin?: Quin es el primer (y gran) interesado en
obtener, preguntando, informacin fiable para poder intervenir ms eficazmente?,
qu obtiene, qu gana el profesional empatizando? y reforzando?.
c) Cules son las ventajas que el propio usuario obtiene cuando el profesional
se comunica de esa manera (preguntando, escuchando, empatizando) y no de
otra ms "unidireccional"?
Para prevenir el riesgo de "actuacin teatral" en dos de los verbos que ms
fcilmente la provocan (empatizar y refozar) puede ser de utilidad asociarlos a
aspectos concretos y no globales. A modo de ejemplo:
- Empata global: "Te entiendo, te comprendo"
- Empata concreta: "Entiendo que te parezca complicado acordarte cada da de
tomar..."
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Los riesgos de la empata global son varios: adems de sonar "teatral" (con la
consiguiente prdida de credibilidad), es tan inespecfica que no aclara qu es lo
que realmente se entiende y fcilmente puede "volverse en contra": "cmo lo va
usted a entender, doctor. El hijo que est ah muerto, es el mo ! La empata
concreta evita, por una parte, esos riesgos y consigue, por otra, los objetivos
motivadores y facilitadores de la comunicacin que busca la empata. Es por ello
mucho ms eficaz.
Respecto al refuerzo, cabe sealar que los riesgos del refuerzo global son
diversos: adems de sonar "teatral" (falso), es tan poco especfico que no queda
claro qu es lo que realmente se quiere reforzar. El refuerzo concreto evita, por
una parte, esos riesgos y consigue, por otra, los objetivos motivadores que se
buscan con el refuerzo. Resulta, por tanto, ms eficaz ("Me parece estupendo
que durante esta semana hayas logrado tomarte cada da la dosis que te
coment").
Cabe realizar una ltima sugerencia para evitar "sonar falso, teatral": antes
de enviarle al paciente la frase-clave, es recomendable que el profesional se
pregunte:
a) qu es lo que realmente puedo entender/comprender de lo que me dice, de lo
que hace el paciente? (en el caso de la empata). Si la respuesta es "nada", la
sugerencia es que mejor no se intente empatizar teatralmente (hacer como si...).
No es obligatorio empatizar y, desde luego, tiene peores consecuencias para la
comunicacin con el paciente el hecho de "sonar falso" que simplemente no
empatizar en ese momento.
b) qu es lo que realmente encuentro reforzable de lo que dice, de lo que hace
el paciente? (en el caso del refuerzo). Si no se encuentra "nada", mejor no
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un
buen
diagnstico
comportamental
(a
travs
del
"Modelo
P.R.E.C.E.D.E." de LW. Green (11) - adaptado por JL. Bimbela (12)) para poder
luego intervenir con xito en la motivacin de cambios de conducta (a travs de
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analizada, para poder modificarlos, como los de los sujetos que ya la realizan,
para poder reforzarlos y, adems, obtener argumentos pro-conducta que pueden
ser facilitados a la poblacin que no los tiene.
2. Los factores facilitadores tienen que ver con las facilidades que el individuo o
el grupo tiene para realizar la conducta:
a. Las habilidades/destrezas para:
(1) Realizar la conducta (seguir una prescripcin facultativa, negociar con la
pareja cambios en la dieta diaria, negociar la realizacin de sexo ms seguro,
colocar un condn, etc.)
(2) Incidir en el entorno a fin de prevenir y/o modificar acciones del mismo que
sean contrarias a dicha conducta.
b. La existencia y accesibilidad de instrumentos (guas para dejar de fumar,
jeringuillas estriles, bebidas sin alcohol, alimentos dietticos, etc.) y centros con
sus respectivos profesionales (centros de salud, centros de orientacin y
planificacin familiar, etc.) que puedan facilitar la realizacin de la conducta.
Se habla aqu de todo tipo de acccesibilidad: econmica, fsica, horaria, psicosocial, la relacionada con el trato, etc.
3. Los factores reforzantes, hacen referencia a las consecuencias que tiene para
el individuo o el grupo el hecho de haber realizado (o intentado realizar) la
conducta:
a. La respuesta de los agentes-clave del medio (pareja, familia, grupo de iguales,
profesionales socio-sanitarios).
b. La respuesta del propio individuo o grupo (reconocindose, o no, los logros
obtenidos).
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A modo de conclusin:
Las
habilidades
comentadas
(emocionales,
de
comunicacin,
de
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Bibliografa.
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10. Castro JA, Quesada F. Cmo mejorar nuestras entrevistas clnicas. Atencin
Primaria 1996; 18(7): 115-118.
11. Green LW, Kreuter MW. Health Promotion Planning. An Educational and
Environmental Approach. Palo Alto, CA, Mayfield, 1991.
24
18. Mabey J. Counselling for young people. Buckingham, Open University Press,
1995.
21. Bimbela JL. Counseling y gestin. Por que los directivos tambin lloran En:
Sili F, Solas O, eds. Nuevas perspectivas en la gestin estratgica de los
recursos humanos en organizaciones sanitarias. Granada, Escuela Andaluza de
Salud Pblica, 1999;145-155.