La Autobiografia Final
La Autobiografia Final
La Autobiografia Final
liane Lecarme-Tabone
Traduccin: Nora Letamenda
Trabajo realizado para el grupo de investigacin Semitica del Discurso.
Facultad de Humanidades. Univ. Nac. de Mar del Plata.
La autobiografa
CAPTULO 4
Autobiografa y poesa
La definicin que glosamos aqu postula que el relato autobiogrfico est
escrito en prosa. Por eso, estamos obligados a retomar el sempiterno debate del verso y
de la prosa, el cual ha caducado desde que la versificacin regular fue abandonada por
los poetas.
Los ttulos de ambos muestran bien cmo el poeta adopta una actitud
autobiogrfica. Sin embargo, el tu del primer fragmento, alternando con el yo de la
enunciacin y el nosotros del segundo fragmento indican que el poeta rebasa muy
naturalmente los lmites del yo (sujeto). La poesa de Char o de Lger ha dejado de
ser narrativa y ya no procura relatos, sino unas fascinadoras abreviaciones o elipsis
vastas como la claridad. Ella apunta, por una actitud fenomenolgica, es decir, por la
descripcin de las apariencias, a la esencia misma de la infancia, del sueo o de la
rebelin. No atae a las existencias contingentes de un nio criollo de Guadalupe o de
un pobre hurfano de la Provence. La vie inexprimable, de Char, de la cual la poesa
saca ese fragmento, no est desvinculada de la vida empricamente vivida: es el
duplicado, la sombra inclinada, el reverso dichoso, pero de otro orden. Y, sin duda, el
tiempo de la poesa no est superpuesto al tiempo histrico de la vida; no es un
enunciado autobiogrfico, sino una intuicin metafsica que hace decir a Ren Char:
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Refiero mis defectos, mi edad, mis inclinaciones, mis hbitos. Digo all de qu padre y
de qu madre he nacido
De la mano a la boca se pierde la sopa y hay un largo trecho desde el
proyecto a la ejecucin, puesto que la epstola de Boileau no nos indica sino algunos
rasgos relevantes del curriculum vitae o del cursus honorum. El campo queda virgen
para Raymond Queneau, el ms modesto de los verdaderos inventores.
II
Renovaciones
CAPITULO 6
Autoficciones
Desde hace una buena veintena de aos y desde el histrico fin de las
vanguardias, asistimos a un progreso general de la literatura autobiogrfica, proceso que
sera a la vez, renacimiento, expansin y diversificacin. Dos olas sucesivas de libros
significativos marcan esta empresa triunfal de la primera persona: la primera, hacia los
aos 1975, particularmente con Roland Barthes par Roland Barthes, el W.ou le souvenir
denfance, de Georges Perec, Fils, de Serge Doubrovsky, Livret de familla, de Patrick
Modiano; la segunda, al comienzo del actual decenio, con Enfance, de Nathalie
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De esta lista, hemos apartado (hacia la derecha) a todas las novelas, que
nos obstinamos en llamar autobiogrficas por una contradiccin en los trminos, porque
las suponemos nutridas de la experiencia vivida por el autor. Ahora bien, es suficiente
que el nombre del autor y el del protagonista difieran para que estemos en la novela
pura y simple. Se pueden presentar dos excepciones a esta regla: uno puede proponer al
lector que descifre el nombre del narrador para leer en l el nombre del autor (as,
Diamant, en Femmes est conectado con Joyaux, cuyo Sollers constituye el seudnimo
sustituto); de modo ms desacostumbrado an, un autor podra volver a su patronmico,
dejado atrs por un seudnimo literario (Georges Sand y Alain Bosquet practican este
retorno al nombre paterno). Del mismo modo eliminaremos las series de novelas en las
que un autor se asigna un doble provisto de un nombre diferente: a Drieu la Rochelle le
gusta, de un libro a otro, retomar Gilles, Albert Cohen a Solal; Romain Gary a Rainier.
Pero ah no hay nada de autobiogrfico: slo novelas, a menudo heterodiegticas, a
veces homodiegticas, que no tienen nada que ver con nuestro debate. Como criterios de
pertenencia al conjunto llamado autoficcin, se mantendr de un lado, el alegato de
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ficcin, marcado en general por el subtitulo novela, del otro, la unicidad del nombre
propio en autor (A), narrador (N), protagonista (P). El primer rasgo es genrico y
peritextual, el segundo es onomstico. A ninguno de los dos concierne el rgimen
mismo del texto, y estaramos preocupados por describir un estilo de la autoficcin que
se pudiera distinguir de aqul de la novela o de la autobiografa 9. El segundo criterio
parecer a menudo leve, cuando es necesario hojear todo un libro para ver si el narrador
est sealado o no y cuando una nica circunstancia puede muy bien constituir un
lapsus. Estos indicios se dejan olvidar con facilidad, sin embargo, juegan un rol
esencial. En el caso en que no haya ninguna indicacin genrica, ninguna indicacin
nominal, uno no se sita en el espacio que separara la novela y las confesiones, sino en
una zona de indeterminacin, donde se afirma la no pertenencia a esos dos gneros
literarios, y, por otra parte, a todo gnero literario. No hemos hecho figurar en nuestra
lista El amante, de Marguerite Duras, quien hubiera sido la figura principal: nada de
nombre de pila, ni de apellido, nada de peritexto; slo la blanca virginidad de la
cubierta, cara a las ediciones de Minuit. Se admitir entonces que El amante no es
muestra de ningn gnero, sino de un gnero indeterminado que funciona mediante un
principio de indeterminacin. Y se constatar un efecto muy paradojal del anonimato,
que anula la identidad de la herona, pero provoca una identificacin instantnea de la
lectora o del lector.
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Nota de la trad.: se dice negre a la persona que esboza o escribe la obra firmada
por un escritor clebre, por ej. Les negres de Alejandro Dumas.
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acierto de Barthes nos parece menor que el de Monsieur Jadis, de Antoine Blondin13. El
comienzo de este relato funambulesco y etlico engendra todo el texto: Mucho tiempo
cre que me llamaba Blondin, pero mi verdadero nombre es Jadis. El eplogo deja al
narrador recobrar la alegra rozagante y nueva de su nombre. El juego de las primeras
y terceras personas es anunciado por un epgrafe tomado en prstamo de Un cas
doloreux, nouvelle que figura en Gens de Dublin, de James Joyce: Haba una extraa
mana autobiogrfica que lo induca de vez en cuando a componer mentalmente sobre s
mismo algunas frases que encerraran un sujeto en tercera persona y un verbo siempre en
pasado. Si leemos la nouvelle de Joyce, veremos que se dice de su protagonista que
comienza a poner en duda la realidad de lo que le cuenta la memoria 14. Es
reconfortante constatar que James Joyce ha diseado perfectamente una figura capital
de la autoficcin y que el demasiado ignorado Blondin, quizs entre dos vinos, la ha
llevado a cabo maravillosamente.
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Ver James Joyce, Gens de Dublin, trad. Jacques Aubert, d Gallimard 1974, p. 139
151.
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Malraux
Aunque apenas hubiera bebido, estaba ebrio de esa mentira, de ese calor, del universo ficticio
que creaba. Cuando deca que se matara, no lo crea; pero, puesto que ella le crea, l entraba en
un mundo en el que la verdad ya no exista. No era ni verdadero ni falso, sino vivido. Y puesto
que no exista ni su pasado, que acababa de inventar; ni el gesto, elemental y supuesto, tan
cercano sobre el cual se fundaba su relacin con esa mujer, nada exista. El mundo haba cesado
de pesar sobre l. Liberado, ya no viva sino en el universo fabuloso que acababa de crear,
conciente del lazo que establece toda piedad humana ante la muerte.
Este pasaje de La Condition humaine evoca el personaje de Clappique.
(La Condition humaine [(1933], d.Gallimard, coll. Folio,p.247.)
Drieu La Rochelle
Mi obra novelesca ha fracasado Pero con ms reflexin, habilidad, cuidado, yo hubiera
podido encontrar una forma que concordara con mi escasa inspiracin, con mi apego a lo real tal
cual es. Algo entre el diario y las memorias. Como tantos otros franceses. Fall tambin por otra
razn: la falta de coraje moral. Hubiera podido reemplazar la falta de dones por la sinceridad,
impulsando a fondo la confesin.
O hubiera podido encontrar transposiciones que no hubieran aportado en absoluto la agudeza
de la confesin? Fue falta de coraje? O, simplemente pereza, liviandad? Pienso poco en lo que
escribo.
8 de Octubre de 1939
(Journal 1939 1945. d. Gallimard, 1991. p. 90.)
Cline
La vida ha querido que me ubique en unas circunstancias, en unas situaciones delicadas.
Entonces, he intentado de reproducirlas de la manera ms divertida posible; he debido hacerme
memorialista para no aburrir al posible lector. Y, en un tono que cre diferente de los otros,
puesto que no puedo hacer por completo como los otros No s si Froissart (), Joinville o
Commines han hecho adrede para estar entreverados en los acontecimientos que describen. Se
han encontrado all por falta de acontecimientos histricos.
(Entrevista con Madeleine Chapsal, 1957, en Cahiers Cline, 2, d. Gallimard.)
Leiris
Un libro que no fuera ni diario ntimo, ni obra con todos los requisitos, ni obra de imaginacin,
ni prosa, ni poesa; sino todo eso a la vez. Libro concebido con el objeto de poder construir un
todo autnomo en cualquier momento en que pueda ser interrumpido (por la muerte, se
entiende). Libro, pues, deliberadamente establecido como obra eventualmente pstuma y
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Barthes
Todo eso debe ser considerado como dicho por un personaje de novela o ms bien por varios.
Porque lo imaginario, materia fatal de la novela y laberinto de las fortificaciones en las que se
extrava el que habla de s mismo, lo imaginario se hace cargo de varias mscaras ( personae),
escalonadas segn la profundidad de la escena (y sin embargo nadie detrs). El libro no elige,
funciona por alternancia, avanza por oleadas de imaginario simple y de accesos crticos, pero
esos accesos nunca son slo efectos de rebote: no hay ms puro imaginario que la crtica (de s
mismo).
La sustancia de ese libro, finalmente, es pues, totalmente novelesca. La intrusin, en el discurso
del ensayo, de una tercera persona que, sin embargo, no remite a ninguna criatura ficticia, marca
la necesidad de remodelar los gneros: que el ensayo reconozca ser casi una novela: una novela
sin nombres propios.
Roland Barthes par Roland Barthes, d. du Seuil, 1975 p. 123 124.)
Modiano
Qu es un libro de familia? Es el documento oficial que incorpora a todo ser humano a la
sociedad en la cual viene al mundo. All son consignados, con la sequedad administrativa que
conocemos, una serie de fechas y de nombres: padres, casamientos, hijos y, si ha lugar, muertos.
Patrick Modiano hace estallar ese cuadro administrativo a travs de un libro en que una
autobiografa muy precisa se mezcla con recuerdos imaginarios.
(Page 4 de couverture de Livret de Famille, d. Gallimard, 1977.)
Doubrovsky
Para el autobigrafo, como para cualquier escritor, nada, ni siquiera su propia vida, existe antes
que su texto; pero la vida de su texto, es su vida en su texto. Para cualquier escritor, pero quizs
menos conscientemente que para el autobigrafo, el movimiento y la forma misma de la
scription son el nico registro posible de s mismo; la verdadera huella indeleble y arbitraria, a
la vez totalmente fabricada y autnticamente fiel.
(Linitiative aux maux, Cahiers Confrontation, n1, 1979, p. 105.)
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Duras
Uno no sabe cuando las cosas llegan en la vida. Eso est fuera de nuestro alcance. Me decais el
otro da que la vida se presentaba a menudo como duplicada, mal engastada, mal interpretada,
mal ajustada; en resumidas cuentas, un error . Un policial sin matanzas, sin policas ni vctimas,
sin tema, nada. Podra ser un verdadero film en esas condiciones si no fuera falso. Vaya a saber
lo que sera necesario para que no lo sea!
(La Vie matrielle, d POL, 1987, p. 139.)
Nourissier
Para escribir algunas novelas ha sido necesario desplegar unas artimaas y prodigar una energa
increble. Estoy solo con mis allegados, quizs, quienes han sufrido mis jaleos a saber qu
batalla, a menudo cmica, siempre abrumadora, he llevado a cabo contra los sentimientos de
impotencia y de inutilidad. La mayora de las veces he salido bien, amalgamando confidencia e
invencin hasta no saber ya dnde estaba la confesin, dnde la novela. Me sucedi tambin el
utilizar la primera persona y las apariencias de la confesin a fin de dar a un relato ese
estremecimiento inseparable de la autobiografa (estremecimiento del estilo y malsana
excitacin del lector) que controlo mejor, lo s, que toda otra forma de expresin.
(Bratislava, d. Grasset,1990, p. 32 33)
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Robbe-Grillet
Se puede nombrar, como se habla de Nueva Novela, una Nueva Autobiografa, trmino que ya
ha encontrado alguna preferencia? O bien, de modo ms preciso (), una autobiografa
conciente, es decir, conciente de su propia imposibilidad constitutiva, con ficciones que la
atraviesan necesariamente, carencias y aporas que la socavan, pasajes reflexivos que quiebran el
movimiento anecdtico, y quizs, en fin, conciente de su inconciencia.
[]
Retomando entonces con esa fuerza de ultratumba mi tercer volumen de vagabundeos
autoficcionales que se atasca ms y ms, vuelvo a copiar otra vez las pginas precedentes, en
New York durante el semestre universitario del otoo del 93, habiendo durado la interrupcin
casi un ao entero.
[Yo, en el relato, puede referirse a Alain Robbe-Grillet, verdadero o falso, o al ficticio Henri
de Corinthe.]
(Les Derniers Jours de Corinthe, d. de Minuit, 1994, p. 17, p. 177.)
Roubaud
La relacin entre ficcin y no-ficcin en este ethos es difcil, contrariamente a lo que se puede
creer a primera vista. A primera vista, nada es ms simple: la ficcin all es imposible, puesto
que es estrictamente imposible creer en la ficcin, salvo por una ceguera momentnea y
voluntaria. La aletheia de la veracidad (tanto como la de la verdad) es alrgica a la ficcin, a la
novela. Le grand incendie de Londres es todo menos una novela. ()
Sin embargo podra ser que todo eso no sea sino un artificio de la ficcin, aprovechando una
confusin posible entre verdad y demostrabilidad. [] La afirmacin de veracidad no sera
entonces sino la puesta en prctica de otra idea hermogeniana: la de la complicacin.
(La Boucle, ed. de Seuil, 1993, p. 258.)
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