BARROS - Partes Relacionadas - Ttado Extctt
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As, en materia de imputacin objetiva de los daos consecuenciales, vase infra 30.
Larenz 1987 432, Pantalen 1990 56, Cane/Atiyah 1999 99; la denominacin imputacin objetiva es usada por la doctrina para distinguirla de la imputacin subjetiva que
supone el juicio de culpabilidad: la culpa supone que el acto sea subjetivamente atribuible
como acto libre del responsable (supra N 36); la imputacin objetiva atiende al dao resultante y se exige que entre el hecho del demandado y el dao por el cual se le pretende
hacer responsable exista suficiente cercana (esto es, en el lenguaje del Cdigo Civil, que el
dao sea directo).
5 Alessandri 1943 241.
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11 Aplicando esta doctrina, se ha fallado que si los daos se han podido producir aun
en ausencia del delito o cuasidelito civil, ste no ha sido el origen de aqullos y, por el contrario, () existe relacin de causalidad si los perjuicios requieren como antecedente necesario el hecho culpable cometido (CS, 16.10.1954, RDJ, t. LI, sec. 1, 488); la
jurisprudencia es unnime en este sentido.
12 Respecto de la relacin causal entre el hecho negligente o culpable y los daos producidos debe dejarse dicho que corresponde evaluarlos en forma independiente de acuerdo a los diferentes partcipes, con el objeto de precisar la causa determinante o la que sin
su concurrencia no se hubiera producido el hecho que origin el dao. Sin embargo, quien
sufri el dao puede dirigir su pretensin contra uno o todos los posibles responsables
(Corte de Santiago, 17.4.2002, GJ 262, 81, tambin publicado en RDJ, t. XCIX, sec. 2, 31).
13 El dao moral es de naturaleza anloga al dao psiquitrico (shock nervioso). Las
sutilezas del derecho hacen que la diferencia entre ambos sea decisiva en algunos sistemas
jurdicos, que otorgan accin amplia por el dao a la salud y una mucho ms restringida
para el mero sentimiento de dolor, pena o sufrimiento espiritual (como ocurre en Alemania, Italia, Inglaterra y Estados Unidos). En Chile, como en general en los pases romnicos, se reconoce una accin general por dao moral (supra N 192). En consecuencia, la
pregunta por el lmite de la responsabilidad se plantea al tratar la extensin de los daos
consecuentes que debe indemnizar el autor del dao inicial (dao directo). El dao psiquitrico y el dao moral que se siguen de modo reflejo para personas diferentes a la vctima inmediata son tratados al analizar este tipo de dao moral (supra 25 b).
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Precisamente en un caso de responsabilidad mdica, el tribunal discurre sobre la
base de un concepto de causalidad potencial (Corte de Copiap, 25.3.2002, confirmada
por la CS [cas. fondo], 8.7.2002, GJ 265, 127).
19 En el derecho francs se ha desarrollado una abundante doctrina y jurisprudencia
respecto de la prdida de una oportunidad, pero no respecto de la creacin positiva de un
riesgo (Viney/Jourdain 1998 197). Distinto es el caso en el derecho anglosajn, donde ambos grupos de casos son tratados en conjunto (Cane/Atiyah 1999 93, Epstein 1999 251). La
diferencia radica, probablemente, en una equivocada calificacin que la jurisprudencia francesa hace de la prdida de una oportunidad, evitando tratarla como un tpico problema de
causalidad incierta (Viney/Jourdain 1998 197, Carbonnier 2000 378).
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ducido a la velocidad permitida, el dao no resulta objetivamente imputable a la culpa del demandado.34
b) La exigencia de una conexin de ilicitud se justifica por razones de
justicia y de eficacia preventiva. Desde el punto de vista de la justicia correctiva, la responsabilidad por culpa se justifica precisamente porque el
dao es atribuible a la negligencia del demandado. A la inversa, precisamente porque ste infringi un deber de cuidado, es justo que el causante
del dao sea hecho responsable.35 Por otro lado, si se adopta una perspectiva instrumental, las reglas pueden cumplir su funcin preventiva slo
dentro de un orden de fines y medios, porque la responsabilidad por negligencia no tiene por objeto atribuir los daos que de igual modo se
habran producido si la accin hubiese sido lcita, sino slo aquellos que
son resultado de no haber empleado el demandado el cuidado que deba
aplicar.36 En otras palabras, si la decisin imprudente acerca del riesgo
asumido no fue determinante en el dao resultante, no hay razn para
atribuir responsabilidad.37
c) La idea de fin de la norma atiende a la relevancia del ilcito en el dao
producido. De conformidad con la idea de causa necesaria, no es posible
distinguir entre la negligencia que ha sido sustancialmente determinante
en la produccin del accidente y la que, en verdad, slo es circunstancial.
Por el contrario, el criterio del fin de la norma evita que sean imputados a
34 En este sentido, la Corte Suprema, en un accidente producido por la infraccin reglamentaria tanto del autor como de la vctima, ha sostenido que la norma que prohbe
circular a una velocidad excesiva, no tiene por objeto evitar que el conductor se encuentre
en el lugar del accidente cuando ste sucede, sino impedir otras consecuencias, como la
prdida de control de su vehculo, o la imposibilidad de detenerse frente a obstculos previsibles o, en su caso, de evitarlos o de efectuar maniobras necesarias para la seguridad de
la marcha, etc. () A la inversa, la norma que prohbe irrespetar el derecho preferente de
circulacin de otro vehculo, obstruyndole inesperadamente el paso, s tiene por objeto
evitar que el autor se encuentre donde no deba encontrarse cuando se produce la colisin, ya que lo que tal prohibicin pretende es precisamente que quienes circulan por la
va con paso preferente la encuentren despejada de obstculos de esta clase (CS, 22.4.1998,
F. del M. 473, 342, publicada tambin en GJ 214, 115); el fallo aludi al fundamento legal
del artculo 171 de la Ley del trnsito.
35 Weinrib 1995 158.
36 Calabresi 1975 85.
37 Un anlisis dogmtico penetrante en Hart/Honor 1985 476. La doctrina del fin de
la norma como lmite a la imputacin del dao al hecho culpable parece haberse generalizado en el derecho comparado: para Espaa, Pantalen 1990 1580; para Francia, Viney/
Jourdain 1998 175; para Alemania, Larenz 1987 443; en el common law se acostumbra tratar
la materia desde el punto de vista de la previsibilidad, pero tambin se hace referencia a
los intereses particulares y a los riesgos que cautela la norma (Cane/Atiyah 1999 104, Fleming 1985 101, para el Reino Unido; Prosser/Keeton et al. 1984 289, Epstein 1999 153, para
los Estados Unidos). En Chile, Corral 2003 194 argumenta que el principio neminem laedere
consagrara un mbito global de proteccin; al mismo tiempo, sin embargo, estima que tratndose de ilcitos tpicos la finalidad de la norma podra incidir en el juicio de responsabilidad, lo que conduce necesariamente a limitar el mbito de proteccin.
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Ktz 1991 60 (con referencia a una sentencia del Tribunal Supremo alemn).
Prosser/Keeton et al. 1984 286.
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en su intento de subir al vagn en marcha; a consecuencia de la accin, cae al andn un paquete que el pasajero llevaba bajo el brazo,
activndose unos fuegos artificiales, con el infortunio de que uno de
ellos alcanz e hiri a la demandante, una seora que se encontraba
en otro lugar de la estacin; la Corte declar que no haba lugar a la
responsabilidad, porque el fin de la norma que impeda a los funcionarios de ferrocarriles permitir el acceso a un tren en marcha no era
proteger a terceros que estuviesen en el andn (el funcionario no tena un deber de cuidado respecto de la vctima).40 La doctrina estima
que estos accidentes afectan a vctimas impredecibles, a cuyo respecto
no se puede tomar resguardo alguno, de modo que extender la responsabilidad en su proteccin es tanto como imponer responsabilidad sin culpa.41
c) La responsabilidad tambin puede limitarse en razn de que la norma cautela intereses distintos a los invocados por el demandante. En un caso
espaol se plante la responsabilidad de un empresario por la explosin
de un polvorn, a cuya consecuencia haba muerto una persona. Entre
otras circunstancias, se aleg que el accidente haba ocurrido en da domingo, cuando reglamentariamente la operacin deba estar suspendida.
El tribunal rechaz este concepto de la defensa en razn de que la norma
no tena por fin proteger la seguridad, sino cautelar el descanso dominical.42 De igual modo debe entenderse que no existe relacin entre el ilcito y el dao cuando, sin que intervenga negligencia en la conducta,
participa en un accidente un empresario que ha omitido obtener ciertos
permisos administrativos para desarrollar su actividad, o cuando un conductor experimentado, sin incurrir en otro ilcito, maneja con su autorizacin vencida o con un permiso que no es suficiente para manejar vehculos
como el que participa en el accidente.
d) Tampoco habr responsabilidad si el riesgo que persigue prevenir la
norma es diferente al materializado en el accidente. Un antiguo caso del common law resulta ilustrativo a este respecto: un barco, infringiendo la
reglamentacin vigente, transportaba ganado en la superficie de la cubierta; durante el trayecto el barco enfrent una tempestad, a cuyas
resultas el ganado se perdi en el mar; en el juicio se prob que la
regla infringida fue establecida con el fin de evitar la difusin de plagas contagiosas; el tribunal eximi de responsabilidad al capitn, por-
Argumento del clebre juez B. Cardozo en Palsgraf v. Long Island Railroad Co., 1928,
248 NY 339, 162 NE 99, citado por Prosser/Keeton et al. 1984 284.
41 Abraham 2002 128.
42 Tribunal Supremo espaol (1946), citado por Pantalen 1990 1581. Por lo mismo,
la infraccin a la regla que prohbe estacionarse frente a un grifo de agua no puede ser
invocada en el juicio que tiene por antecedente el accidente provocado por un tercer conductor que maneja con negligencia y en el cual el auto estacionado desempea un rol
puramente pasivo; la infraccin no aumenta el riesgo, en la medida que si no hubiese
habido grifo el accidente de igual modo se habra producido (Abraham 2002 120).
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que ese preciso riesgo no estaba cubierto por la norma que estableca
el deber de conducta.43
250. Fines difusos o mltiples de la norma. Por otro lado, es frecuente
que las normas legales persigan fines que resultan abiertos al momento de
interpretar la norma.44 Un caso norteamericano interesante se refiere al
incumplimiento por una empresa ferroviaria del deber de separar con rejas la lnea frrea; en el juicio de responsabilidad por el atropello de un
nio, la empresa mostr que el objetivo de la norma haba sido impedir
que el ganado atravesara la va; el tribunal estim, sin embargo, que deba
entenderse implcito el propsito de impedir riesgos a las personas que no
estaban en situacin de evaluar el peligro.45 El caso es ilustrativo del sentido restringido que tiene el instituto del fin de la norma como lmite de la
responsabilidad. Todo indica que la limitacin de la responsabilidad atendiendo al fin de la norma slo procede cuando el fin sea claramente discernible, esto es, cuando de la interpretacin se siga que el sentido de la
regla no puede extenderse a riesgos como el que se ha materializado.46
251. El fin de la norma en la legislacin chilena. Relacin con la culpa
infraccional. El criterio de la conexin de ilicitud entre el hecho y el dao
est recogido en nuestra Ley del trnsito, que dispone que el mero hecho
43 Gorris v. Scott (1874), LR 9 Ex. 125, citado por Fleming 1985 101. En la jurisprudencia nacional se ha resuelto un caso de un tren que, transitando de noche sin llevar encendida la luz delantera de la locomotora y sin dar pitazo para anunciar su paso, ambas
circunstancias exigidas por el reglamento, embisti a un vehculo que pasaba por un cruce.
En relacin con la falta de luz, la sentencia seal que la exigencia reglamentaria tena la
finalidad de advertir al maquinista de los obstculos en la va, y no prevenir a los automovilistas sobre el paso del tren. Por esta razn, se estim que el accidente no poda imputarse
a esta infraccin, no obstante lo cual, se tuvo por responsable al maquinista por la segunda
infraccin (Corte de Talca, 17.9.1952, RDJ, t. XLIX, sec. 4, 247).
44 En el caso del permiso para manejar, por ejemplo, puede asumirse que el objetivo
de la norma es evitar que manejen menores o personas con antecedentes conductuales que
hacen presumir su peligrosidad, con prescindencia del comportamiento efectivo que observen, pero, aun as, no hay razn de principio para excluir la posibilidad de que se pruebe diligencia (en la medida que la culpa infraccional sea construida como una presuncin
de culpabilidad). En Estados Unidos la tendencia es a calificar la conducta de acuerdo con
la diligencia empleada, cualquiera sea la regulacin administrativa sobre permisos para conducir (Epstein 1999 153).
45 Di Caprio v. New York Central Railroad, 1921, 231 NY 94, 131 NE 746, citado por Abraham 2002 121; el caso muestra que la limitacin de la responsabilidad atendiendo al fin de
la norma debe restringirse a casos en que este ltimo es inequvoco.
46 Con razn es criticable una sentencia del Tribunal Supremo espaol que no dio lugar a la responsabilidad del conductor de una camioneta que llevaba antirreglamentariamente pasajeros en la parte trasera de la cabina y que sufri un accidente por rotura de
frenos, porque el caso fortuito acreditado (rotura de frenos) no se extiende a daos que se
derivan de la infraccin de otra regla de cuidado cuyo fin es precisamente proteger del dao
materializado (llevar pasajeros al descubierto) (Pantalen 1990 1583).
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a causa de un clavo
la herradura se perdi,
a causa de la herradura
el caballo se perdi,
a causa del caballo
el jinete se perdi,
a causa del jinete
el mensaje se perdi,
a causa del mensaje
la batalla se perdi,
a causa de la batalla
la guerra se perdi,
a causa de la guerra
el reino se perdi,
slo por un clavo,
es todo esto lo que pas
MOTHER GOOSE
254. Limitacin de la responsabilidad a los daos directos. a) La pregunta
por la imputacin objetiva de los daos se refiere esencialmente a los lmites
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68 Epstein 1999 258, con referencia a The Elements of the Common Laws of England, vol. I
(1630): en el derecho no se reconoce la causa remota, sino la prxima.
69 En una influyente obra sobre responsabilidad civil en el derecho norteamericano se
sostiene que el concepto de causa prxima ms bien ha oscurecido el tema de la causalidad,
en especial cuando intervienen causas concurrentes (Prosser/Keeton et al. 1984 263, en especial 279). Sobre el simplismo de la idea de proximidad, Carbonnier 2000 395.
70 En el common law el concepto de dao directo se asocia a una doctrina expansiva de
la causa prxima, que hace responsable al autor del hecho por todas las consecuencias que
se siguen en secuencia ininterrumpida, en oposicin a la concepcin ms limitativa de la
causa prxima, que restringe la responsabilidad slo a las consecuencias previsibles (Fleming 1985 115, Corral 2004 149).
71 Jones 2002 267.
72 Su formulacin original pertenece al fisilogo Von Kries, quien la desarroll teniendo en vista los tipos penales calificados por el resultado. En el derecho civil fue incorporada a comienzos del siglo XX, bajo la influencia de Rmelin y Trger, pero su formulacin
ms influyente se debe a la obra de juventud de Larenz (Hegels Zurechnungslehre und der Begriff der objektiven Zurechnung, 1927). La doctrina ha ejercido influencia conceptual en Espaa (Reglero en Reglero 2002 a 294), en Italia (Trabucchi 1993 188) y, menos reconocidamente, en Francia (Carbonnier 2000 396, Viney/Jourdain 1998 173).
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Con el correr del tiempo, la doctrina ha sido objeto de numerosas formulaciones, tanto en el mbito del derecho penal como del derecho civil.
Segn la formulacin ms tradicional de la doctrina de la causa adecuada, la imputacin de daos consecuentes slo se justifica si desde la perspectiva de un observador experimentado, que mira retrospectivamente la cadena
causal, tales daos no resultan inverosmiles.73 La adecuacin se muestra en
que el hecho culpable es apropiado, bajo un curso ordinario y no extravagante de los acontecimientos, para producir las consecuencias daosas. Por
eso, la causa adecuada no es un criterio que defina positivamente cules
consecuencias deben ser consideradas como daos atribuibles al hecho culpable, sino que establece las condiciones negativas para excluir la responsabilidad cuando los acontecimientos se desencadenan en un curso causal
anormal o extraordinario, ajeno al impuesto por el hecho negligente.
La exigencia de una causa adecuada establece requisitos fuertes para
que sea limitada la responsabilidad por daos consecuentes. Por eso, en
las jurisdicciones en que es adoptada, su aceptacin como excusa del demandado es excepcional.74
b) Desde el punto de vista de la justicia, lo determinante es la aptitud
potencial que tiene el hecho culpable para producir dao; esas potencias
se pueden materializar en riesgos que al menos idealmente pueden ser
dominados por el sujeto responsable.75 Desde un punto de vista preventivo, si se estima que una conducta debe ser desincentivada, es conveniente
que el autor del dao corra con los riesgos provocados por su accin,
aunque le resulten imprevisibles, en lugar de limitar la responsabilidad en
trminos que pueda hacer un clculo preciso acerca de los daos consecuentes que puede verse obligado a indemnizar.
c) Conforme a estas ideas, la adecuacin puede darse por establecida
cuando el dao consecuente se desarrolla en la misma direccin que el dao
inicial.76 As, si una persona sufre un accidente que la lleva a la clnica,
donde contrae una infeccin que le provoca la muerte, este ltimo dao
puede ser objetivamente imputado al accidente, porque ha ocurrido en
una cadena causal que no es inverosmil ni extraordinaria respecto del
curso causal que el hecho inicial ha puesto en movimiento.77 Lo mismo
ocurre cuando el herido en un accidente es transportado a la clnica en
una ambulancia y sufre un segundo accidente en el camino;78 o cuando el
Larenz 1987 436.
Medicus 2002 276.
75 Weinrib 1995 166, Lange 1990 87.
76 Deutsch/Ahrens 2002 27.
77 As, ya el Tribunal Imperial alemn, citado por Larenz 1987 437; en sentido anlogo
la Corte de Casacin francesa (1993), en el caso de una vctima que contrae una enfermedad con posterioridad a una transfusin (Chabas 2000 b N 80).
78 Corte de Casacin francesa (1983), citado por Chabas 2000 b N 80, quien, sin embargo, al igual que en el caso anterior, asume indiferenciadamente las preguntas por la causa
necesaria y el criterio de limitacin de la responsabilidad, estimando que resulta suficiente
el criterio de la equivalencia de las condiciones.
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demandado choca a otro vehculo y un camin que viene detrs se detiene bruscamente a consecuencia del accidente, provocando que un tercer
conductor se incruste en este ltimo provocando su muerte.
Incluso puede aceptarse que la causa es adecuada cuando transcurre
un perodo de tiempo entre el primer y el segundo accidente, como ocurre cuando alguien ha perdido una pierna a consecuencia de un choque y
tiempo despus muere a consecuencia de su incapacidad para huir oportunamente de un incendio, porque segn la experiencia general tiene
que contarse con la posibilidad, si bien no cercana, de que el demandante
sufra nuevos accidentes a consecuencia de la capacidad disminuida a que
lo ha llevado tener una pierna artificial.79 Asimismo, la adecuacin debe
tenerse por acreditada cuando el demandado conoca las circunstancias,
por extraordinarias que fueran, que desencadenaron el efecto daoso.80
d) Se comprueba que los criterios de adecuacin son amplios en la
jurisprudencia comparada. Los principales casos en que se estima que el
dao no puede ser objetivamente imputado al hecho suponen una valoracin judicial, ms que la aplicacin de principios estadsticos de probabilidad. Esta valoracin permite desestimar ciertos daos consecuentes, cuando
resulten extraordinarios o anormales en la perspectiva de la cadena causal
proyectada por el dao inicial.81
As, en el caso inicial del mdico que aplica una inyeccin contra el
ttano, que no tena relacin alguna con el tipo de heridas que el transente haba sufrido en razn del accidente, se estim por el Tribunal
Supremo alemn que no haba una relacin de adecuacin, porque si bien
usualmente se responde por los daos sufridos con ocasin del tratamiento mdico posterior al accidente, lo contrario vale si el mdico aprovecha
la oportunidad para realizar una operacin u otra intervencin inconexa
con el accidente inicial, de lo que deriva el dao consecuente.82 Lo mismo
ocurre cuando a consecuencia de la congestin vehicular en la carretera,
provocada por culpa de un conductor, el tercero pierde una oportunidad
de negocios (en lo que influye, adems, la mayor reticencia a considerar el
dao consecuente que es puramente patrimonial; supra 23 g); o si la
Deutsch/Ahrens 2002 27, con jurisprudencia.
As, se ha fallado que es responsable de cuasidelito de homicidio de una persona que
se encuentra en avanzado y manifiesto estado de ebriedad, quien le propina un pequeo golpe sobre la ceja que, debido a dicho estado, se traduce en una contusin enceflica microscpica de fatales consecuencias (Corte de Santiago, 28.7.1964, RDJ, t. LXI, sec. 4, 244).
81 En el derecho chileno, la causa adecuada aparece como una forma de imputacin
judicialmente valorada en CS, 28.6.2000, GJ 240, 112, publicado tambin en F. del M. 499,
1358, donde se usa este criterio para excluir la relacin causal en un caso de negligencia
mdica.
82 Tribunal Supremo alemn (1963), citado por Buchner/Roth 1984 13. Por el contrario, cuando la inyeccin ha sido aplicada a consecuencia de la herida, el autor del primer
dao responde de los daos consecuentes, aunque la probabilidad de que stos se produzcan sea inferior al uno por mil, en la medida que no se producen en una secuencia extraordinaria respecto del dao inicial (Palandt/Heinrichs 249 60).
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pio no hay razn para limitar su responsabilidad a las consecuencias previsibles. Por eso, el test de previsibilidad para establecer el lmite de la responsabilidad extracontractual es demasiado vago y restrictivo.85 El camino ms
hipcrita para resolver el zapato chino de la previsibilidad del dao sera
extender ficticiamente el mbito de lo previsible, en trminos que el concepto terminara desfigurndose.86 Estas dificultades han llevado a que el
derecho privado contemporneo converja en prescindir de la previsibilidad
a efectos de imputacin objetiva de las consecuencias daosas.87
c) Gran parte de los problemas surgen cuando se confunden las preguntas relativas a la culpa con las que se refieren a la imputacin objetiva
de las consecuencias mediatas del hecho culpable. La culpa supone la previsibilidad del primer dao; pero ese requisito, como se ha visto, no tiene
por qu extenderse a las siguientes consecuencias de la accin culpable
(supra N 48).88 La idea de imputacin objetiva de acuerdo con el criterio
de adecuacin no hace referencia a la previsibilidad concreta de los efectos de la accin, como la culpa, sino a las consecuencias que se pueden
tener por normales de la accin culpable.89
De acuerdo con el criterio de la causa adecuada, consecuencias que
eran psicolgicamente imprevisibles en la posicin de quien incurri en la
negligencia pueden ser atribuidas al hecho del demandado, porque ocurren en el curso normal de los acontecimientos. Quien maneja a exceso
de velocidad no est en condiciones de prever que con posterioridad al
accidente un tercero ir a socorrer a la vctima y que, en ese intento, ser
atropellado por otro vehculo; sin embargo, en general se reconoce que
hay una relacin de causalidad adecuada, porque lo ocurrido no responde
a un curso anormal o extraordinario de los acontecimientos.90 El trasfon85 Fleming 1985 119; a ello se agrega que si slo se responde de los daos previsibles,
se restringe injustamente el conjunto de daos indemnizables, porque se los reduce a aquellos que aparecen en el horizonte de clculo oportunista del agente, que toma su decisin
de incurrir en el ilcito sobre seguro (Bydlinski 1996 199).
86 Christie en Owen 1995 116 y 129.
87 Von Bar 1996 II 160.
88 Ktz 1991 65.
89 Aceptando la idea de previsibilidad en la imputacin objetiva, pero sobre la base de
criterios diferentes de los relevantes en el juicio de culpabilidad, Visintini 1996 II 277; en
Italia, sin embargo, se sigue la tendencia del derecho europeo a que la previsibilidad no
sea requisito del dao indemnizable (Pinori 1994 241). La distincin entre previsibilidad
del dao inicial, a efectos de la culpa, y previsibilidad de los daos consecuentes, a efectos
de causalidad, resulta indispensable en el common law, donde tradicionalmente se acepta
que la previsibilidad sea elemento del deber de cuidado y, luego, de la causa prxima (Abraham 2002 119).
90 En Chile, la jurisprudencia ha extendido ocasionalmente hasta el lmite la idea de
previsibilidad al tratar la relacin causal; en un accidente ocurrido de madrugada, una pequea raspadura provocada por el vehculo del demandado hizo que otro automvil, guiado a exceso de velocidad, bajo la influencia del alcohol y sin respetar una seal de ceda el
paso, perdiera su lnea de trayectoria y se estrellara contra un poste, expulsando a su conductor fuera del mismo, muriendo al golpearse contra la acera. Al establecer la responsabi-
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Puede entenderse que ese observador dispone de la informacin que tiene una persona informada (como propone Larenz 1987 436), pero tambin puede asumirse la perspectiva de un observador ptimo, como ha tendido a aceptar la jurisprudencia alemana, siguiendo
ms de cerca los orgenes probabilsticos de la doctrina.
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Un ejemplo del derecho ingls permite ilustrar esta valoracin. La vctima de un accidente muere mientras es transportada al hospital a consecuencia de la cada de un rbol sobre
el vehculo que la transportaba (Hogan v. Bentinck Collieries, 1949). Podra decirse que el riesgo
no es en absoluto anormal, atendida la edad del rbol, la calidad del terreno, el viento imperante en la zona y la cada de otros rboles semejantes en circunstancias anlogas, de modo que
el observador externo podra estimar que el hecho inicial est en una relacin de causa adecuada con el dao consecuencial. Ello ignora, sin embargo, que una pregunta esencial al momento de determinar la imputacin del dao es el limitado conocimiento que tenemos acerca de
las secuencias causales (Hart/Honor 1985 165). La valoracin consiste en discriminar aquello
que puede ser tenido por ordinario y extraordinario, atendido ese supuesto.
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Ktz/Wagner 2006 84.
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En la jurisprudencia nacional se conoce un caso penal en que circunstancias aparentemente extraas a la accin fueron determinantes en la produccin del dao. Un sujeto, despus de haber hecho un disparo al aire con una pistola en el interior de un
restaurante, fue abrazado por uno de sus contertulios, cayendo ambos al suelo por habrseles enredado sus espuelas. En tales circunstancias, al primero se le escap un tiro que
hiri en la cabeza a quien con su abrazo haba ocasionado la cada. A pesar de que uno de
los considerandos del fallo seala que el hecho de haber disparado el arma y mantenerla
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con independencia de la negligencia incurrida por la empresa ferroviaria (aunque esa negligencia haya sido causa necesaria de que el dao
haya ocurrido).102
b) Por lo general, los criterios de la causa adecuada y del riesgo no
presentan diferencias prcticas de aplicacin. As, los casos precedentes
tambin pueden ser resueltos atendiendo a si existe una relacin secuencial ordinaria entre el dao inicial y los perjuicios consecuentes; y podra
considerarse que el asalto en el camino, a diferencia del accidente en el
hotel, pertenece a un curso de acontecimientos que corre en la direccin
de ese dao inicial.
La perspectiva del riesgo presenta usualmente la ventaja de discernir
de qu manera el dao inicial incrementa el peligro de otros daos o, por
el contrario, es simplemente atribuible a la suerte. Si el accidentado es
transportado en una ambulancia que corre a gran velocidad para llegar a
la clnica, sufriendo un segundo accidente, no hay duda de que ese riesgo
incremental es atribuible a la primera culpa; lo contrario ocurrir en el
caso del herido leve que es transportado sin urgencia alguna en un taxi a
hacerse una curacin. El incremento del peligro, que se muestra en el
caso de la ambulancia y no en el del taxi, es un criterio razonable para
atribuir responsabilidad, porque es justo que quien ha actuado con negligencia se haga cargo de los riesgos que son incrementados por su hecho;103 y es eficiente, desde un punto de vista preventivo, limitar la
responsabilidad precisamente a la esfera de riesgo incremental de la accin negligente.104
Con todo, por mucho que la idea de riesgo agrega un criterio valioso
de atribucin de responsabilidad, tampoco conviene generalizarla, porque,
a la inversa, tambin hay casos que slo se pueden resolver de la mano del
criterio de la causa adecuada. Por ejemplo, si un conductor adelanta a una
velocidad superior a la permitida a otro, quien, sorprendido, sufre una
sobreexcitacin nerviosa que le provoca un infarto mortal, se puede afirmar que la muerte responde a un riesgo que ha sido incrementado por el
conductor que conduca a 140 km/hora, en vez de los 120 km/hora autorizados en el lugar. Sin embargo, si se valora la situacin, puede resultar
excesivo atribuir al primer conductor esa consecuencia, que resulta exorbitante y anormal respecto de la culpa incurrida. Del mismo modo, resultan distintos el sobresalto emocional que sufre el padre que presencia el
atropello de su hijo y el sufrido por un extrao que observa el accidente
en televisin. Por eso, para definir qu riesgos son atribuibles a la negligencia inicial, la idea de causa adecuada suele resultar necesaria en casos
como los referidos.
Hines v. Garret, 108 SE 690 (Virginia, 1921) y Central of Georgia Railway v. Price, 32 SE
77 (Georgia, 1898), respectivamente, ambos citados por Epstein 1999 260.
103 Weinrib 1995 166.
104 Shavell 1980 113.
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pable por condicin necesaria (aunque sea una entre otras) para que haya
lugar a la responsabilidad (supra 28), salvo que no pueda ser normativamente imputado a este ltimo, sea porque no hay una conexin de ilicitud entre ese dao y el fin de la norma (supra 29), sea porque se trata de
un dao indirecto (supra 30).
Aqu son analizadas algunas cuestiones concretas relativas a la imputacin objetiva del dao al hecho del demandado en casos de concurrencia de
varias causas. No se analizan los casos de intervencin causal de varias culpas, que sern desarrollados por separado (infra 33 y 34).
264. Causa de reserva. a) Hay situaciones en que el dao, que causalmente ha sido provocado por el hecho culpable, de igual modo se habra producido si el hecho culpable no se hubiese realizado (causa de reserva): la
cosa destruida por negligencia del demandado tambin lo habra sido por
un incendio que se declar con posterioridad; el perro atropellado padeca de una enfermedad que obligaba a que fuera sacrificado.
En principio, la causa de reserva no excluye la imputacin del dao al
hecho culpable, de acuerdo con el principio de que la concurrencia de
causas no es una excusa aceptable. Es inequvoco que el hecho culpable
fue causa del dao y, por lo tanto, la cuestin relevante es si hay razones
para entender que, a pesar de ello, el dao no puede ser normativamente
atribuido al hecho del demandado.110 Los intentos doctrinarios por establecer un criterio general de atribucin en estos casos deben tenerse por
frustrados, porque las situaciones de hecho son tan diferentes que resulta
necesario resolverlas en su propio mrito.
b) Particularmente relevante es la causa de reserva en los casos en que la
causa alternativa del dao ya estaba operando cuando interviene el ilcito
del demandado. Sera injusto atribuir al autor del hecho negligente algo
ms que el incremento de dao sufrido por la vctima a consecuencia de su
conducta, de modo que la valoracin del dao se debiera hacer segn el
criterio de la diferencia, que supone comparar el estado de cosas luego del
accidente con el que habra existido si ste no hubiese ocurrido.111 As ocurre, por ejemplo, si la vctima de daos corporales padeca de una enfermedad sea que le causara despus de algn tiempo el mismo dao u otro
ms intenso; o del perro que deba morir por disposicin sanitaria; o del
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de la destruccin del cuerpo cierto que se debe por caso fortuito ocurrido
durante la mora del deudor, en cuyo caso el deudor no queda excusado
por la prdida de la cosa debida, a menos que demuestre que sta se
habra destruido tambin en poder del acreedor (artculo 1672 II). El principio que se puede inferir de esa norma es que si a la culpa se agrega otra
causa, sta resulta por lo general irrelevante a efectos de excluir la responsabilidad, a menos que esta segunda causa hubiera provocado el mismo
dao aunque el demandado no hubiese incurrido en la culpa.
266. Intensidad anormal del dao. Predisposiciones de la vctima. a) Puede ocurrir que el dao sea atribuible sin dificultad al hecho culpable, pero
que su intensidad sea anormal. As, por ejemplo, la vctima puede tener
particulares debilidades que aumentan el riesgo que se sigue del accidente: un golpe, que en una persona comn es un riesgo menor de traumatismo enceflico, puede provocar la muerte de quien tiene las paredes
craneanas particularmente frgiles. Asimismo puede ocurrir que otras causas extraordinarias, concurrentes con la negligencia, sean determinantes
de la intensidad del dao.
En general, se ha estimado que la intensidad del dao es un azar que
soporta el responsable. Ello se muestra en que no es igual el costo de
chocar el auto de un rico que el de un pobre. Es una consecuencia de que
la reparacin atiende objetivamente al dao sufrido y no es una retribucin de la culpa (supra N 142).
Esta aleatoriedad del dao resultante se muestra especialmente cuando la vctima tiene predisposiciones que la hacen vulnerable. Por cierto que la
vctima debe tomar las providencias necesarias para hacerse cargo de su
debilidad; sin embargo, tambin tiene derecho a una vida tan cercana a lo
normal como resulte razonable. El autor del dao toma a la vctima tal
cual es, con sus fortalezas y debilidades, segn un principio muy generalizado en el derecho civil.115
La regla puede provocar ciertas perplejidades, pero presenta analoga
con la objetividad con que es juzgada la negligencia del autor del dao,
cuyas particulares debilidades no resultan relevantes al establecer su conducta. El derecho no se hace cargo de muchas diferencias por razones de
eficiencia: no sera viable un sistema de responsabilidad que asumiera todas las peculiaridades del autor del dao y de la vctima. Si las predisposi-
Mazeaud/Chabas 1998 659, Reglero en Reglero 2002 a 303, Larenz 1987 437, Abraham 2002 129. Siguiendo la doctrina francesa ya establecida en la primera mitad del siglo
XX, en igual sentido Alessandri 1943 246. En materia de responsabilidad estricta se sigue
en el derecho norteamericano la regla inversa, de modo que, por ejemplo, si una empresa
elctrica est sujeta a responsabilidad estricta se entiende que no responde por los efectos
que la transmisin de electricidad produce en un sistema de comunicaciones, a menos que
haya actuado con negligencia (Restatement/Torts II 524 A, comentario a). La regla es semejante si se atiende al fin de la norma, porque la imputacin de los daos en ese tipo de
responsabilidad atiende al mbito preciso del riesgo que se pretende prevenir (supra N 249).
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121 Epstein 1999 276, Jones 2002 167. La Law Commission inglesa ha propuesto, sin embargo, ampliar la responsabilidad por daos psiquitricos sufridos por las vctimas secundarias de shocks nerviosos, sobre la base de una presuncin de dao respecto de personas cercanas
a las fallecidas o daadas, respondindose por el dao probado respecto de las dems (Law
Commission N 249, Liability for Psychiatric Illness, 1998, citado por Cane/Atiyah 1999 73).
122 Veloso 2004 260.
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134 Mazeaud/Chabas 1998 669. En Chile, en el caso de un transente que result muerto
luego de que fuera golpeado en la cabeza por un trozo de mampostera que se desprendi
y cay desde lo alto de un edificio, se sostuvo que tratndose de un pas como Chile, en
que son frecuentes los movimientos terrestres, no se puede decir que los temblores de mediana intensidad sean un imprevisto que no sea posible resistir y que constituya fuerza mayor o caso fortuito. En consecuencia, la construccin y el cuidado de los edificios debe llegar
hasta tomar todas las medidas que la prudencia aconseja para evitar daos a terceros con el
deterioro de ellos (Corte de Santiago, 10.9.1940, confirmada por la CS [cas. fondo],
26.8.1941, RDJ, t. XXXIX, sec. 1, 203).
135 Se ha fallado que el conductor no es responsable del accidente provocado por la
pinchadura de un neumtico, en la medida que no le resulta imputable (Corte de Concepcin, 4.9.1991, rol N 9.548-1991, referido por Baraona 2003 a 370).
136 Millet 2001 120.
137 Mazeaud/Chabas 1998 668.
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cunstancias fortuitas, de las cuales el derecho hace abstraccin para efectos de establecer la responsabilidad.138
c) De mayor relevancia es la pregunta referida a las coincidencias por
completo inusuales en la produccin de daos consecuentes. El ejemplo
antes citado de la infortunada vctima de un accidente, que luego muere a
consecuencia de la cada de un rbol mientras es transportada al hospital,139 muestra con claridad el alcance de la pregunta: habiendo concurrido ex post un evento fortuito (ajeno al demandado, imprevisible e
irresistible), cabe indagar todava si el segundo dao puede ser imputado
normativamente al hecho culpable inicial. Mientras en ese caso todo indica que la Corte inglesa fall irreprochablemente al estimar que no haba
lugar a la responsabilidad, distinto es el caso del viento fuerte que sorpresivamente se levanta y permite la expansin de un fuego provocado con
imprudencia.
d) Los criterios del fin de la norma, de la causa adecuada y del incremento del riesgo son suficientes para discriminar entre las situaciones en
que el dao es atribuible al hecho culpable y aquellas en que, por el contrario, esa atribucin no es razonable. En el primer caso, el dao no resulta imputable a la culpa, tanto porque la cada del rbol es un acontecimiento
anormal (de modo que la negligencia no es causa adecuada del dao),
como porque no se produjo dentro del riesgo creado por la negligencia (sino
que pertenece a un riesgo general de la vida que circunstancialmente se
materializ con ocasin del hecho culpable). Exactamente lo inverso podra decirse respecto del viento que incrementa el fuego, o del temblor
que materializa una amenaza de dao mayor que la producida por la negligencia inicial.140
En definitiva, los criterios de imputacin objetiva de daos consecuentes (fin de la norma, adecuacin de la causa, incremento del riesgo) tie138 Con todo, queda abierta la pregunta acerca de si la solucin debe ser de todo o nada,
esto es, si la intervencin de la causa extraa slo puede tener por efecto excluir la imputacin de responsabilidad, o bien resultar por completo irrelevante. No se suscitan problemas
respecto de los daos consecuentes, en cuyo caso los criterios de imputacin del dao (adecuacin y riesgo) parecen suficientes para discriminar los daos que son atribuibles a la culpa y cules no. Pero tambin puede ocurrir que la concurrencia de culpa y caso fortuito sean
determinantes en la produccin del primer dao, de modo que no parezca justo atribuir el
total de los daos al hecho culpable o al revs. La jurisprudencia francesa opt en un momento por seguir analgicamente el criterio de concurrencia de las culpas, atribuyendo una
parte de los daos a la culpa y otra al caso fortuito. Ms all de la primera intuicin, esa solucin debe mirarse con escepticismo, porque, como se ha visto, lo que importa en el juicio de
responsabilidad civil es si la negligencia fue significativamente determinante en el resultado,
sin consideracin de la intervencin de otras causas. Por eso, con razn, esa jurisprudencia
ha sido luego revisada (Carbonnier 2000 399, Mazeaud/Chabas 1998 669).
139 Supra nota a N 285 a.
140 La doctrina sostenida en este prrafo es similar a la que se sigue en el common law
con ayuda del criterio de causa subordinante, entendida sta como la que interrumpe normativamente la relacin entre la negligencia y sus consecuencias daosas (sobre este instituto, Corral 2003 156).
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146 Sobre el aumento de probabilidad como criterio prima facie de causalidad en el derecho norteamericano, Baraona 2004 215.
147 En un fallo muy iluminador acerca del alcance de la presuncin se ha expresado que la
norma del artculo 2329 se anticipa a dar por establecida la concurrencia de los elementos
necesarios para imponer [la] responsabilidad cada vez que una persona sufra un dao que constituya la razonable consecuencia de haberse ejecutado un hecho o dejado de cumplir un deber y tal
accin u omisin es susceptible de perjudicar a terceros (Corte de Valparaso, 3.12.1948, confirmada por la CS [cas. fondo], 4.8.1952, RDJ, t. XLIX, sec. 1, 281; destacado del autor).
148 Es la solucin del derecho francs (P. Jourdain, comentario a cass. 2001, RTDC 2001,
596).
149 As, por ejemplo, Corte de Talca, 21.10.1998, confirmado por la CS [cas. fondo],
28.1.1999, RDJ, t. XCVI, sec 4, 71; CS, 2.9.1999, RDJ, t. XCVI, sec. 1, 148, publicado tambin en F. del M. 490, 1867; Corte de Concepcin, 10.8.2000, confirmada por la CS [cas.
forma y fondo], 24.1.2002, GJ 259, 38, publicada tambin en F. del M. 497, 370; Corte de
Copiap, 6.8.1999, confirmado por la CS [cas. forma y fondo], 22.12.1999, GJ 234, 95, publicado tambin en F. del M. 493, 2822.
150 En este sentido, Corral 2003 206, quien incluso limita la presuncin a la causalidad, con exclusin de la culpa (al respecto, supra N 92).
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Alessandri 1943 248, Corral 2003 207; as parece entenderlo tambin CS, 29.12.1952,
RDJ, t. XLIX, sec. 4, 325; ms recientemente se ha fallado que la causalidad es una cuestin estrictamente de hecho en su primer aspecto el naturalstico, esto es, entendido como
condicin necesaria de responsabilidad; pero la atribucin normativa del dao al hecho
ilcito (dao directo) encierra elementos y aspectos de derecho y, como tal, susceptible de
ser revisado por la Corte Suprema mediante el presente recurso de casacin en el fondo
(CS, 26.1.2004, GJ 283, 121, tambin publicada en F. del M. 518, 3755); vase comentario a
este fallo de C. Pizarro en GJ 286, 25.
154 Esa es la posicin adoptada por la jurisprudencia espaola (Baraona 2003 a 355) y
la francesa (Viney/Jourdain 1998 167). En el derecho alemn las principales orientaciones
jurdicas en la materia han sido dadas por el Tribunal Supremo en sede de recurso de revisin (Larenz 1987 436).
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dos por el total de los daos, sin perjuicio de que el lmite del derecho del
demandante est dado por el monto de sus perjuicios.164
279. Contribucin a la deuda. Norma especial para la responsabilidad por el
hecho ajeno. a) El Cdigo Civil no contiene una norma general que regule las
relaciones internas entre los responsables del dao (contribucin a la deuda). En
efecto, de acuerdo con sus trminos no resulta aplicable en materia extracontractual la regla de contribucin a la deuda del artculo 1522, que slo establece un criterio de distribucin entre los deudores en atencin a su inters en la
operacin contractual que dio lugar a la obligacin solidaria.
b) La ley, en materia extracontractual, slo establece una norma especial
aplicable a la responsabilidad por el hecho ajeno (artculo 2325). Segn esta
regla, la contribucin total recae en el autor del dao, de modo que el tercero civilmente responsable tiene accin en su contra para obtener el reembolso de lo pagado. El reembolso total, con todo, procede a condicin de que no
haya existido culpa personal de ese tercero civilmente responsable. En verdad, la responsabilidad por el hecho ajeno, si bien est sustentada en una
presuncin, tiene por antecedente la culpa efectiva de quien ejerce cuidado
sobre el autor del dao, de modo que, en la prctica, el mbito efectivo de
aplicacin de la regla legal es muy restringido (supra Nos 115 y 125).
c) Para la generalidad de los casos en que rige la solidaridad o la obligacin compromete in solidum por el total a cada uno de los responsables,
es posible idear dos soluciones: se reparte la deuda entre los coautores por
partes iguales,165 o se distribuye entre stos en razn de la intensidad de
sus culpas y de su contribucin causal a la produccin del dao. Esta ltima solucin parece preferible desde el punto de vista de la justicia distributiva y, adems, resulta coherente con el principio de justa reparticin de
la contribucin al dao, que reconoce el artculo 2330 para el caso en que
haya intervenido culpa de la vctima;166 asimismo es la nica compatible
164 Vase CS, 3.4.2003, F. del M. 509, 387, que aunque hace aplicacin del artculo 2317
reconoce que se trata de dos hechos distintos, no simultneos, que originaron conjuntamente el dao. La Ley del trnsito establece expresamente la solidaridad en casos de concurrencias de culpabilidades del conductor y del funcionario que le otorg la licencia
(artculo 174 III), y del propietario o tenedor con el concesionario de un servicio de revisin tcnica que expide un certificado falso (artculo 174 IV).
165 Alessandri 1943 491; R. Domnguez . 2000 21 admiten que pueden haber interpretaciones diferentes, agregando, con razn, que si se funda la accin en la causalidad equivalente debiera hacerse la distribucin en cuotas viriles; agrega, sin embargo, que no hay
razn excluyente para que la jurisprudencia adopte esta posicin.
166 La solucin alternativa es que el demandado no tenga accin restitutoria en contra de
los obligados solidariamente o in solidum, bajo el supuesto de que las reglas de contribucin a la
deuda slo rigen en materia contractual segn el artculo 1522. Como se expresa en el texto,
esta solucin no resulta aceptable, porque producira un empobrecimiento injusto de quien
soporta la obligacin. Se ha argumentado en el sentido inverso por razones preventivas; desde
un punto de vista econmico, se argumenta que la regla de contribucin hace que los incentivos resulten inferiores al nivel ptimo de cuidado, porque cada cual debiera considerar en sus
costos el total del dao a efectos de definir el gasto en prevencin (Posner 1992 181); un interesante enfoque jurdico y econmico en la materia en Parisi/Frezza 1999 252.
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con una aplicacin analgica del artculo 1522. De acuerdo con este criterio, los responsables contribuyen a la indemnizacin en proporcin al grado o intensidad de su culpa y de la participacin causal en el dao
resultante.167 Incluso nada impide que alguno de los responsables deba
soportar el total de la reparacin, en especial cuando concurre causalmente en el dao la simple negligencia con un dolo subsiguiente.168 En casos
de coparticipacin culpable resultan aplicables los criterios referidos respecto a la accin del principal contra el tercero por cuyo acto responde
(infra N 289).
d) Desde un punto de vista tcnico existe una diferencia entre la solidaridad y la obligacin in solidum. En la primera, el responsable que paga
se subroga en la accin que tena la vctima, con deduccin de la parte que
deba soportar quien haya pagado. La segunda es una accin personal que
tiene su fundamento en el enriquecimiento sin causa de quienes son responsables y no han debido soportar la obligacin indemnizatoria. Las diferencias pueden ser significativas (en perjuicio de quien se subroga) en
materias de prescripcin y de renuncia por la vctima de la accin contra
alguno de los responsables.169 No es justo, sin embargo, que quien est
obligado solidariamente quede en una situacin ms desfavorable, y no
pueda ejercer su accin personal de reembolso.
Por eso, debe entenderse que quien paga la indemnizacin a la que
est solidariamente obligado tiene tanto la accin personal de reembolso
(que surge de haber pagado una obligacin que segn la ley tambin pertenece a otro), como la accin subrogatoria (que es propia de la solidaridad). Por el contrario, cuando hay varios responsables por un mismo dao,
pero cuya responsabilidad deriva de hechos diferentes (como en la responsabilidad por el hecho ajeno y en los casos en que el dao se produce
a consecuencia de negligencias sucesivas), quien paga tiene una accin
personal de reembolso basada en el principio del enriquecimiento sin causa
(de quienes siendo en alguna proporcin responsables no soportaron la
carga de indemnizar).
e) Un caso particular de concurrencia de diversos hechos ilcitos que
actan como causas del dao ocurre cuando un tercero interviene ilcitamente en un contrato ajeno (infra 65 b). Tanto dicho tercero como el
deudor que no cumple su obligacin contractual cometen ilcitos, extracontractual y contractual, respectivamente; y ambos hechos generarn para
sus autores responsabilidad por el total del dao experimentado por la
167 As en la jurisprudencia francesa (Viney/Jourdain 1998 282) y en la alemana (Larenz 1987 643).
168 As, por ejemplo, la jurisprudencia del Tribunal Supremo alemn (Deutsch/Ahrens
2002 80).
169 Sin gozar, en contraste, con las ventajas de las preferencias y garantas que puede
tener el deudor contractual que se subroga en los derechos de su acreedor (artculos 1522
y 1612), en atencin a que el crdito indemnizatorio es valista y, por su fuente, est desprovisto de garantas convencionales.
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otra parte del contrato. Con todo, las indemnizaciones no pueden ser acumuladas, porque de ello se seguira un enriquecimiento injusto para la
vctima. La contribucin a la obligacin indemnizatoria debiera regirse
por los mismos principios desarrollados o referidos en este prrafo.
280. Causalidad difusa: hecho cometido por sujeto indeterminado de conjunto determinado. a) Severas dificultades conlleva la causalidad difusa, que
se presenta cuando el dao se debi al hecho culpable de uno o ms entre
varios candidatos a responsables, sin que resulte posible determinar cul
concretamente lo desencaden. En otras legislaciones la ley ha previsto la
responsabilidad de cada uno de tales candidatos.170 En Chile slo se conocen las normas sobre responsabilidad difusa por ruina de edificios y cada
de objetos, que establecen una regla de distribucin proporcional de la
responsabilidad, que constituye una excepcin al principio de solidaridad
del artculo 2317 (artculos 2323 II y 2328 I).
Hay razones para una u otra solucin: la atribucin de responsabilidades simplemente conjuntas a todos los candidatos tiene sustento en la aplicacin analgica de esas antiguas reglas, ideadas precisamente para
situaciones en que el autor est indeterminado; por contraste, la responsabilidad de cada candidato por el total opera como una fuerte garanta
respecto de la vctima, que resulta consistente con los criterios antes analizados sobre responsabilidad por negligencias mltiples. Atendido el conflicto de razones, es probable que las soluciones jurisprudenciales dependan
de la naturaleza de los casos que deban resolverse.
b) De particular importancia en el derecho comparado son los daos a
la salud causados por productos farmacuticos o de consumo, cuando no
es posible identificar precisamente al fabricante o cuando un dao ambiental es provocado por uno o ms agentes contaminadores que no pueden ser definidos.
En un conocido caso norteamericano,171 las demandantes eran mujeres cuyas madres haban tomado una droga durante el embarazo, sin que
se pudiera identificar en el juicio cul laboratorio haba sido en cada caso
el fabricante; la corte determin que las demandantes no deban probar
individualmente la causalidad, sino que la indemnizacin poda ser cobrada de cada demandado en proporcin a su participacin de mercado (market
share liability).
La decisin puede ser defendida desde un punto de vista preventivo y
de justicia correctiva. Desde esta ltima perspectiva, se asume con certeza
que el dao fue provocado por alguno de los demandados (si los demandantes son muchos, puede haber certeza estadstica de que todos ellos
efectivamente lo causaron). En otras palabras, la participacin de mercado como criterio de atribucin objetiva del dao a un demandado no
As, BGB, 830 I.
Sindell v. Abott Laboratories, 26 Cal. 3d. 558, 163 Cal. Rptr. 132, 607 P. 2d. 924 (1980),
citado por Abraham 2002 112.
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ridad. En verdad, la idea de una culpa de la vctima slo adquiere sentido en la relacin de la vctima con el tercero a quien ella pretende hacer
responsable. Por eso, ms que un deber, expresa una carga para quien est
expuesto a sufrir un dao. A diferencia del deber, la carga no impone a la
vctima una conducta, sino establece un requisito, relativo a su propia conducta, como condicin para que tenga derecho a ser indemnizada por
todos sus daos.181
Por eso, resulta discutible que la culpa de la vctima requiera del requisito
de capacidad, porque es distinta la atribucin de responsabilidad a un incapaz de la pretensin de ste de ser indemnizado; en la medida que la conducta del incapaz es objetivamente descuidada (como el nio que atraviesa
sorpresivamente una calle), no hay razn para no considerarla al momento
de medir la intervencin causal que ha tenido el ilcito del demandado, a
menos que el deber de cuidado del demandado est precisamente determinado por la probabilidad de que nios puedan exponerse a accidentes (como
ocurre con el signo que anuncia una escuela en la carretera, supra N 30).182
b) La justificacin del instituto de la culpa de la vctima debe encontrarse
en el principio de igualdad que rige las relaciones de derecho privado.183 No
es justo que el tercero est sometido a una regla de conducta ms estricta que
la mxima de cuidado adoptada por la propia vctima respecto de s misma.184
Por otro lado, desde el punto de vista de la eficacia preventiva, slo si se
181 Un anlisis dogmtico del punto en Deutsch/Ahrens 2002 81; en una perspectiva tico-jurdica, Simons en Owen 1995 476; un interesante desarrollo de esta idea a propsito de
la norma del artculo 669 II, en Atria 2004 24, comentado CS, 1.7.2003, rol N 4.487-2002.
182 En el derecho del common law, el estndar de cuidado atiende a lo que se puede
esperar de un nio, segn su edad; sin embargo, la tendencia es a que la culpa de la vctima incapaz sea considerada a efectos del juicio de contributory negligence (Prosser/Keeton et
al. 1984 181, Markesinis/Deakin et al. 2003 172 y 749); en el derecho francs, la minora de
edad es considerada al momento de fijar el estndar de cuidado, pero no puede ser usada
como excusa si el menor ha contribuido a su propio dao (Viney/Jourdain 1998 356).
183 El instituto de la culpa de la vctima se puede justificar sobre la base del principio
de igualdad (Esser/Schmidt 1977 220); asumiendo ese principio, la regla impide que el tercero subsidie a la vctima reparndole la totalidad del dao, que ella contribuy a crear
(Simons en Owen 1995 466). Por el contrario, Viney/Jourdain 1998 286 lo ven como un
mero resabio (arcaico) de justicia retributiva; me parece que esa calificacin es insensible a
la lgica del derecho privado, como no es inusual en esa gran obra. La cuestin, con todo,
es relevante en un rgimen de seguro obligatorio: en circunstancias que el seguro es un
sistema de distribucin de riesgos, resulta opinable que la negligencia leve de la vctima le
deba privar de una indemnizacin completa; as, se ha propuesto que en caso de seguro
slo quede comprendida la culpa grave como criterio de reduccin de la indemnizacin
(Deutsch/Ahrens 2002 85). En un sistema de seguros forzosos, en definitiva, el instituto de
la culpa de la vctima hace que los nicos que terminan soportando personalmente los riesgos sean las vctimas (Cane/Atiyah 1999 46). Con todo, estas reflexiones pertenecen al derecho de seguros y a las polticas pblicas que definen el alcance distributivo del seguro,
ms que a la lgica interna del derecho de la responsabilidad civil (infra 69).
184 Por lo mismo, no se puede pedir a la vctima ms de lo que resulta exigible; as, el
mdico que yerra en una operacin de esterilizacin no tiene derecho a esperar que la mujer
se practique un aborto (aunque ste fuese legalmente aceptable).
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Alternativamente, y por lo general as ser, la determinacin de los deberes puede ser judicial, sobre la base del estndar de cuidado de la persona diligente y razonable y segn los criterios analizados al tratar la culpa
del demandado (supra N 58).188
285. Criterio objetivo de calificacin de la culpa de la vctima. a) La
culpa de la vctima tiene que medirse de acuerdo a parmetros objetivos,
anlogos a la regla de cuidado que debe observar el tercero. Esta simetra es una consecuencia razonable del principio de igualdad entre las
partes que rige las relaciones de derecho privado. Por consiguiente, el
mismo estndar de cuidado de la persona prudente y diligente, que permite calificar la conducta del tercero, resulta tambin aplicable a la vctima. La jurisprudencia, sin embargo, no siempre sigue este criterio y con
frecuencia no mide con la misma vara la culpa del tercero y el descuido
de la propia vctima,189 lo que es criticable atendido el inters legtimo
del tercero de no verse injustamente expuesto a indemnizar un dao
evitable. A la vctima no se le exige una especial colaboracin, sino la
que razonablemente se puede esperar de una persona prudentemente
preocupada de su propia seguridad.
As, por ejemplo, utilizando el criterio de la probabilidad del dao, se ha determinando que hay culpa de la vctima al hacer de noche su camino por una va en reparacin, no pudiendo serle desconocidos los peligros que ah existan para el trnsito pblico
(Corte de Valparaso, 20.4.1908, confirmada por la CS [cas. fondo], 21.4.1909, RDJ, t. VI,
sec. 1, 393). Aplicando los criterios de probabilidad e intensidad del dao, la Corte Suprema ha sealado que hay culpa de la vctima (un menor de edad) que conduce su bicicleta
en forma descuidada por una avenida de mucho trnsito y llevando a otro menor en la parte trasera (Corte de Santiago, 17.12.1981, RDJ, t. LXXVIII, sec. 4, 267). Pueden verse adems Corte de Concepcin, 28.11.2001, confirmada por CS [cas. forma y fondo], 4.4.2002,
RDJ, t. XCIX, sec. 5, 77, y CS, 8.5.2002, RDJ, t. XCIX, sec. 1, 80, aludiendo ambos a la
intensidad y probabilidad del dao (a la vida), para afirmar la culpa de la vctima; y CS,
3.6.2002, GJ 264, 114, donde se reduce prudencialmente la indemnizacin considerando
el hecho de que las vctimas penetraron en un recinto agrcola cercado, de noche y en solitario, a sustraer frutas. Por el contrario, en Corte de Santiago, 19.6.2003, GJ 276, 111, se
apela errneamente, en mi opinin, a la intensidad del dao (a la vida) para excluir la culpa de la vctima en una fuga provocada por ella, en circunstancias que nada permite suponer que no haya habido una exposicin imprudente al dao; en Corte de Santiago, 20.6.2000,
GJ 240, 178, se alude correctamente a que el dao debe ser previsible para la vctima para
que se le pueda atribuir imprudencia.
189 De la jurisprudencia parece inferirse un sesgo a favor de la vctima al momento de
juzgar su culpa y de comparar su responsabilidad en el dao con la del demandado. En un
caso bien extremo, de un peatn que atraviesa una avenida incurriendo en culpa infraccional, el fallo condenatorio del automovilista descarta la compensacin de culpas, aunque implcitamente parece haberlo hecho al fijar el dao moral (Corte de Santiago, 31.12.2002,
GJ 274, 212); tambin se ha negado valor a la excusa de falta de cuidado de la vctima en la
propagacin de los efectos adversos de un protesto injustificado (Corte de Santiago,
27.12.1996, GJ 198, 55). En otras jurisdicciones parece seguirse una tendencia semejante
(Cane/Atiyah 1999 46).
188
431
b) Una pregunta crucial del derecho de la responsabilidad civil, especialmente en el caso de ilcitos econmicos, es hasta dnde puede llegar la
responsabilidad del tercero cuando existe la expectativa de que la propia vctima cautele sus intereses. Ello se muestra, por ejemplo, en materia de responsabilidad precontractual (ilcitos con ocasin de las negociaciones
contractuales). As, hay un punto imaginario de interseccin entre el cuidado que se puede esperar de quien hace una inversin y del que debe
aplicar la contraparte en la negociacin. Salvo que el demandado incurra
en dolo (por accin o reticencia), en negocios importantes, la vctima est
en situacin de conseguir apoyo de expertos que le evitaran incurrir en
error. Sin embargo, no se puede exigir del comprador de unas pocas acciones el mismo cuidado preventivo de quien est adquiriendo una participacin importante en una compaa (infra N 801).190 En otras palabras,
como en el caso de la culpa del demandado, la culpa de vctima supone
una valoracin normativa de las circunstancias de su propio hecho.
De especial inters resulta la culpa que puede atribuirse a un trabajador
respecto del accidente que sufre durante sus labores. En general, el trabajador est sujeto a una carga de cansancio, monotona, inadvertencia nacida de una continua experiencia del riesgo y, en general, debe entenderse,
al definir el estndar objetivo de cuidado, que cierta tolerancia resulta
necesaria con las debilidades de nuestra naturaleza.191 Por eso, no debe
extraar que en materia de accidentes del trabajo la jurisprudencia adopte una actitud exigente al calificar los hechos del trabajador que dan lugar
a la excepcin del artculo 2330 (infra N 500).192
c) La objetividad de la carga de cuidado que recae sobre la vctima se
muestra en casos lmites, en que ejercerlo repugna a su conciencia en
razn de creencias religiosas o filosficas.193 As, en jurisdicciones en que es
admitido el aborto, se ha fallado que es legtimo que una mujer, a quien
no le fue proporcionado el anticonceptivo prescrito, se resista en razn de
sus convicciones a poner trmino al embarazo.194 Por el contrario, se ha
fallado que una seguidora de la iglesia de la Ciencia Cristiana, que por sus
creencias se neg a hacerse una transfusin de sangre, no puede justificarse frente al autor del dao inicial por las exorbitantes consecuencias que
Cane 1996 459.
Jones 2002 627.
192 Ello se muestra tambin en situaciones que podran ser consideradas de exclusiva
responsabilidad de la vctima; as, por ejemplo, en el caso de un accidente provocado por
la cada de un ascensor en un pique minero, en circunstancias que la vctima orden hacer
una reparacin hechiza, sin esperar la llegada del personal especializado (Corte de Santiago, 31.1.2001, GJ 248, 211). Con todo, a diferencia de lo que ocurre respecto del seguro de
accidentes del trabajo, la excusa del trabajador debe ser justificada; as, exigiendo una conducta prudente del trabajador, CS, 29.1.2001, GJ 247, 199 (infra N 509).
193 Para esta materia, en uno de sus ms finos escritos, Calabresi 1985 45; tambin Simons en Owen 1995 483, con el argumento de que el tercero no tiene por qu subsidiar
las creencias de la vctima.
194 Sobre el hijo no deseado como dao, supra Nos 236 y 237.
190
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CAUSALIDAD
se siguieron de esa decisin. En otras palabras, en la medida que la razonabilidad es una materia objetiva, que no depende de las creencias que de
buena fe cada cual pueda tener, se tiende a desechar como excusa para no
ejercer el cuidado de s mismo las creencias que expresan una especial
idiosincrasia cultural.195 Los lmites con la libertad constitucional de creencias religiosas son sutiles: se puede estimar que acta a su propio riesgo (y
no del tercero) quien profesa un credo que le impide actuar de acuerdo
con las expectativas generales de comportamiento recproco.
286. Conexin de ilicitud entre la culpa de la vctima y el dao. En un
antiguo fallo se declar que haba culpa de la vctima del accidente en un
tranva si sta haba pretendido viajar sin pasaje.196 La decisin resulta discutible a la luz de la doctrina del fin de la norma: en la medida que la
obligacin de pagar el pasaje no es un deber que tenga por objeto evitar
un accidente, no puede estimarse que constituya una exposicin imprudente al dao en los trminos del artculo 2330. La jurisprudencia contempornea, especialmente en accidentes del trnsito, sigue este criterio y
no admite la excepcin de culpa de la vctima cuando, atendiendo al fin
de la norma que le impone la carga o el deber de conducta, la negligencia
no ha tenido influencia determinante en el acaecimiento del dao.197
Calabresi 1985 58.
Los hechos fueron los siguientes: a un menor que intentaba viajar en un tranva sin
pagar su pasaje se le conmina a descender del vehculo por la cobradora; uno de los pasajeros se ofrece a pagar su pasaje, por lo tanto, el menor intenta subir nuevamente al tranva
en movimiento, tropezndose y siendo atropellado por el acoplado; la Corte de Santiago
dijo que de parte de la vctima hubo imprudencia temeraria, pues pretendi ir en el carro
sin su pasaje (Corte de Santiago, 4.10.1912, confirmada por la CS [cas. forma], 22.7.1913,
RDJ, t. XII, sec. 1, 300).
197 As, se descartan faltas de la vctima que no tienen relacin causal con el dao,
sea por su naturaleza o por las circunstancias del accidente. Es el caso del conductor que
maneja con la licencia vencida (CS, 12.4.1978, F. del M. 233, 56); o que conduce a exceso
de velocidad, en circunstancias que de igual modo se habra producido un dao si hubiese conducido a la velocidad reglamentaria (CS, 16.10.1978, F. del M. 239, 307). Incluso
en caso de concurrir diversas infracciones, se ha dado por establecida la ausencia de relacin causal determinante entre esos ilcitos y el dao (Corte de Santiago, 4.9.1991, RDJ,
t. LXXXVIII, 138; CS, 22.4.1998, F. del M. 473, 342, publicado tambin en GJ 214, 115).
Vase, en el derecho comercial, el caso de un acreditivo bancario transcrito incompleto
que no fue tenido por causa de los perjuicios sufridos en una operacin de compra de
hierro (CS, 16.10.1954, RDJ, t. LI, sec. 1, 488). Pueden verse adems: Corte de Santiago,
20.6.2000, GJ 240, 178, donde la vctima choc a una motocicleta de Carabineros; CS,
10.1.2002, GJ 259, 114, en que un perito y un abogado llegan en helicptero a un predio
a realizar una gestin decretada judicialmente, durante la cual son agredidos por los propietarios; y Corte de Santiago, 17.4.2002, GJ 262, 81, publicada tambin en RDJ, t. XCIX,
sec. 2, 31, donde el piloto de un helicptero que se accidenta al despegar de un terrapln de aterrizaje no autorizado, que no tena sealizados los cables de alta tensin que
lo rodeaban, no resulta responsable ya que el dueo del terreno le haba indicado que
poda aterrizar en l y no le advirti del peligro, invitndole a usarlo.
195
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CAUSALIDAD
Sobre esta obligatoriedad, Alessandri 1943 573, R. Domnguez . 1966 43, Diez
1997 230.
202 As, por ejemplo, en el caso de una persona que cruz la lnea frrea de improviso,
cuando se acercaba el tranva (CS, 28.7.1910, RDJ, t. VII, sec. 1, 454); de la vctima de un
atropello que se encontraba bebida (CS, 15.10.1920, RDJ, t. XIX, sec. 1, 378); de la vctima que trat de atravesar las lneas del ferrocarril descuidadamente y con ligereza (CS,
3.8.1932, RDJ, t. XXIX, sec. 1, 549); de la vctima que intent subir a un tranva en movimiento (CS, 15.4.1939, RDJ, t. XXXVI, sec. 1, 544); de la vctima que viajaba en la pisadera
(Corte de Santiago, 26.5.1944, RDJ, t. XLI, sec. 2, 41; Corte de Iquique, 21.4.1952, RDJ,
t. L, sec. 4, 5; CS, 7.4.1958, RDJ, t. LV, sec. 1, 35); de la vctima que intent cruzar un camino pblico de noche y en estado de ebriedad (CS, 9.12.1964, RDJ, t. LXI, sec. 4, 498); y
del menor atropellado que conduca su bicicleta por una avenida de mucho trnsito (CS,
17.12.1981, RDJ, t. LXXVIII, sec. 4, 267). Tambin pueden consultarse Corte de Santiago,
5.10.1999, GJ 232, 171; Corte de Santiago, 28.10.1999, GJ 232, 195, en que un obrero se
sube a un montacargas no destinado para el trabajo que se realiza; CS, 15.11.1999, F. del
M. 492, 2600, en que un menor ingresa a una pista de juegos de automviles pequeos antes de que stos se detengan por completo; Corte de Chilln, 4.1.2001, confirmada por CS
[cas. forma y fondo], 12.3.2001, GJ 249, 130, donde la vctima conduca su auto por un camino de tierra con curvas y a alta velocidad; Corte de Concepcin, 3.4.2001, GJ 261, 80, en
que la vctima conduca a exceso de velocidad y con la licencia vencida; Corte de Valdivia,
25.6.2001, confirmada por la CS [cas. fondo], 6.5.2002, GJ 263, 120, en que un ciclista ingres intempestivamente en la pista del conductor; y Corte de Santiago, 29.8.2003, GJ 278,
282, donde un operario no retir el aire de unas caeras en reparacin, que al llenarse de
agua estallaron. Aunque la mayora de los fallos se refieren a accidentes del trnsito, la culpa de la vctima puede presentarse respecto de todo tipo de ilcitos en que su conducta
imprudente tiene relevancia en la produccin del dao (como ocurre con el herido que
no requiere atencin y el comerciante que no cuida sus intereses de conformidad con las
mximas de diligencia de una persona prudente).
201
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CAUSALIDAD
CS, 16.10.1954, RDJ, t. LI, sec. 1, 488, donde una sociedad annima chilena exportadora de metales demand indemnizacin por perjuicios a un banco chileno a causa de
que ste le comunic de forma incompleta los trminos de un crdito abierto a su favor en
un banco en Argentina, para financiar un negocio con una metalrgica argentina, en circunstancias que los perjuicios se habran producido por un envo espontneo de la sociedad chilena a otra empresa argentina, produciendo un abarrotamiento del mercado y el
fracaso del negocio inicial; la formulacin del criterio de exclusin parece equvoca, porque bien puede ocurrir que el hecho de la vctima no sea causa principal y, sin embargo,
de acuerdo con el artculo 2330 deba disminuirse la indemnizacin en la proporcin que
corresponda. Ms inequvoco parece el caso de una vctima de atropello que atraviesa la
calzada en lugar no autorizado y en estado de intemperancia, estimndose en el fallo que
la mayor o menor velocidad con que el encausado puede haber conducido el vehculo en
la ocasin de autos no es un elemento de juicio que tenga relevancia en la especie (CS,
1.12.1997, rol N 2.642-1997, referido por Baraona 2003 a 371, con la anotacin, que comparto, de que no existe en este caso una relacin entre la infraccin a la regla legal y los
daos, segn el criterio del fin de la norma); ese es tambin el caso del ciclista que atraviesa sorpresivamente la calzada (Corte de Talca, 10.1.2001, confirmada por la CS [cas. fondo], 12.11.2001, GJ 260, 161). Un razonamiento acerca de la culpa concurrente y excluyente
de la vctima puede encontrarse en CS, 25.4.2000, GJ 238, 105. En el derecho ingls se ha
intentado fijar un umbral de relevancia: se estima por completo irrelevante una participacin estimada inferior al 10%. Adems, conviene ser cauteloso cuando la exencin de responsabilidad se produce por esta razn en sede penal, porque bien puede ocurrir que una
participacin sea considerada insuficiente a efectos de dar por establecida la responsabilidad penal y, sin embargo, haya suficiente probabilidad de una contribucin causal al resultado para dar lugar a parte proporcional de la indemnizacin civil.
209
En este sentido se han pronunciado, por ejemplo, CS, 27.8.1965, RDJ, t. LXII, sec.
4, 374, sealando adems que el demandado pudo evitar todo accidente y que su imprudencia fue el elemento determinante del hecho; y Corte de Concepcin, 7.11.1985, RDJ,
t. LXXXII, sec. 4, 288, citando doctrina extractada de CS, 20.8.1970, RDJ, t. LXX, sec. 4,
91. En general, el rechazo de la excepcin se produce si no hay relacin de causa a efecto
entre la culpa infraccional de la vctima y el dao (esto es, cuando est excluida la relacin
de ilicitud); vase una correcta argumentacin en este sentido en Corte de Concepcin,
3.4.2001, GJ 261, 80. Vase adems CS, 16.10.2000, GJ 244, 61, publicada tambin en F. del
437
M. 503, 3477, en que la vctima cruz la lnea frrea cuando el tren se acercaba a la estacin; Corte de Santiago, 7.9.2001, GJ 255, 229, donde un trabajador perdi el equilibrio
mientras limpiaba los vidrios de un edificio a una altura poco considerable; CS, 8.5.2002,
RDJ, t. XCIX, sec. 1, 80, en que un funcionario cambi un neumtico sin contar con las
herramientas precisas; CS, 5.8.2002, F. del M. 501, 1992, donde un conductor empuj su
vehculo para encender el motor hacia la carretera a pocos metros de un camin que se
aproximaba; Corte de San Miguel, 16.8.2002, GJ 266, 159, en que un ciclista conduca su
bicicleta contra el trnsito, llevndola de improviso frente a un automvil; Corte de San
Miguel, 18.6.2003, GJ 276, 176, donde un peatn cruza la calle con luz roja; CS, 21.8.2003,
GJ 278, 162, en que un peatn baj a la calle en forma sorpresiva y descuidada; y CS,
10.12.2003, GJ 282, 155, donde un peatn circulaba al lado de la autopista a oscuras y ebrio,
ingresando a la pista intempestivamente.
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CAUSALIDAD
213 Alessandri 1943 576. Siguiendo esta opinin, se ha fallado que la indemnizacin
que racionalmente se determinar en lo resolutivo de este fallo no puede reducirse, como
lo pretende la defensa del imputado, por cuanto las personas en cuyo beneficio ha de determinarse no fueron las que se expusieron al dao que reclaman (Corte de Santiago,
4.9.1991, RDJ, t. LXXXVIII, sec. 4, 138).
214 Alessandri 1943 576. Aplicando este criterio, se ha fallado que la apreciacin del dao
experimentado por el padre como consecuencia de la muerte de su hijo debe sujetarse a reduccin si se ha establecido que no slo no le prohibi que circulara por las calles, sino
que adems le daba permiso sin problema alguno (CS, 13.11.1980, F. del M. 264, 377).
215 Mazeaud/Chabas 1998 684, R. Domnguez . 1966 50. La jurisprudencia nacional
tambin parece alineada en esta posicin: CS, 25.10.1979, F. del M. 251, 310; CS, 19.10.1981,
F. del M. 275, 480; CS, 8.4.1982, RDJ, t. LXXIX, sec. 4, 22; y CS, 3.6.2002, GJ 264, 114.
216 Una extensin injustificada de la culpa de la vctima se sigui, sin embargo, en el
caso de una vctima cuya indemnizacin fue reducida en consideracin a la culpa del conductor del vehculo donde viajaba, a pesar de que la vctima no tena relacin alguna con
ese conductor (CS, 24.6.1980, F. del M. 259, 168): lo correcto parece ser en estos casos reconocer la plena responsabilidad de ambos responsables, segn las reglas generales, sin perjuicio de la contribucin a la deuda que proporcionalmente les corresponda. Ms
problemtico sera el caso de la vctima que no tiene accin en contra del conductor, en
razn de una inmunidad pasiva, en cuyo caso habra accin por el total contra el tercero,
quien no pudiendo subrogarse en la accin contra el conductor (porque la vctima careca
de esa accin), slo dispondra de la accin personal de reembolso contra el otro responsable (supra N 278).
439
292. Calificacin. La jurisprudencia tiende a considerar la culpa de la vctima como una cuestin de hecho, que no est sujeta a control de casacin.217
Esa calificacin es discutible y ha sido abandonada en gran medida en el
derecho comparado. En efecto, cuando se alega la coparticipacin culpable
del tercero y de la vctima, el juez debe comparar ambas participaciones en
la produccin del dao: en aplicacin del principio de igualdad, el autor
del dao y la vctima tienen que soportar los perjuicios en la extensin en
que hayan puesto las condiciones para que stos ocurrieran.218
Aunque la participacin relativa de la vctima y del tercero se exprese
en un porcentaje numrico, que expresa el resultado de un juicio prudencial, ello supone del juez una accin valorativa en lo que respecta a la
calificacin de los hechos como culpables, a la comparacin de las culpas
y a la determinacin de los daos que pueden ser normativamente imputados a las respectivas culpas. Mientras la determinacin de los hechos en
que se fundan estas apreciaciones corresponde privativamente a los jueces
del fondo, su calificacin y ponderacin es una cuestin de derecho que
requiere de la tarea orientadora del tribunal de casacin.219
b. Hecho de la vctima. Asuncin de riesgo
293. Consentimiento de la vctima. a) Por lo general, en materia de responsabilidad extracontractual la voluntad de la vctima es irrelevante. Sin
embargo, suele ser decisiva en diversos grupos de situaciones (una de las
cuales es analizada en esta seccin). En verdad, el problema del consentimiento de la vctima es de los ms difciles que enfrenta el derecho de la
responsabilidad civil,220 de modo que las respuestas deben ser suficientemente diferenciadas.
b) El consentimiento puede referirse materialmente al bien protegido
(como cuando se autoriza la divulgacin de un hecho protegido por la
privacidad) o a una conducta del demandado. En esta segunda forma,
usualmente no es un dao lo que se autoriza, sino que un tercero realice
una conducta que supone un riesgo (lo que resulta decisivo al juzgar el
alcance de la autorizacin y su licitud).
CS, 18.12.1926, RDJ, t. XXIV, sec. 1, 567; CS, 13.5.1971, RDJ, t. LXVIII, sec. 1, 128.
Esser/Schmidt 1977 II 220, citando una antigua jurisprudencia alemana; anlogo
parece ser el curso adoptado por la jurisprudencia francesa (Viney/Jourdain 1998 296).
219 Alessandri 1943 575 reduce la cuestin de derecho a la calificacin de la culpa; la
Corte de Casacin francesa se ha reservado la facultad de controlar la apreciacin (Viney/
Jourdain 1998 296); en el derecho alemn la jurisprudencia superior ha introducido progresivamente distinciones acerca de la manera como opera la culpa de la vctima en diferentes grupos de casos, como los negocios bancarios, la proteccin de datos, los errores en
la informacin, el trfico de vehculos y muchos otros (Palandt/Heinrichs 254 16); algo
anlogo se muestra inequvocamente en el derecho espaol a juzgar por la jurisprudencia
que el Tribunal Supremo ha desarrollado en la materia (Reglero en Reglero 2002 a 360).
220 Prosser/Keeton et al. 1984 112.
217
218
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CAUSALIDAD
de asumir el riesgo puede ser por completo racional), la idea normativa que
subyace tras esa disposicin no es ajena a estos casos, porque, en definitiva,
el fin de esa norma es que el demandado no corra con (al menos todos) los
costos de decisiones de riesgo asumidas por el demandante.
e) Como se muestra en materia de riesgos mdicos, para que se entienda asumido un riesgo, la vctima debe estar informada. En la medida que
exista asimetra entre el conocimiento de quien realiza u ofrece la actividad riesgosa y de quien asume el riesgo de dao (supra N 81 d), pueden
surgir respecto de aqul deberes de informacin acerca de la entidad del
riesgo (probabilidad e intensidad del dao). No puede entenderse que
asume voluntariamente un riesgo quien no est en situacin de conocerlo
y de medirlo.225
f) En definitiva, la asuncin del riesgo no exime a los dems de sus deberes
de cuidado, pero desplaza el riesgo en casos de mero error de conducta y permite
definir en trminos menos exigentes los deberes de diligencia de los terceros;226 asimismo, hace inaplicables las presunciones de culpa que pudieren afectar al
tercero agente del dao.227 Por eso, la mejor manera de entender el instituto no es como una causal de justificacin, sino como un hecho voluntario
de la vctima de exponerse al peligro, que debe ser sopesado con la culpa
del demandado al momento de atribuir la responsabilidad.228 En el fondo,
la asuncin del riesgo es una variante de la hiptesis del artculo 2330, de la
que se diferencia porque es una imprudencia consciente.229
En pocos casos la justicia correctiva exige una atencin ms sutil a la
relacin entre el autor del dao y la vctima que cuando sta participa en
una actividad o autoriza una accin de tercero que resulta riesgosa por su
naturaleza. El derecho debe buscar el equilibrio entre el acto implcito o
explcito de disposicin de su seguridad que la vctima ha realizado y el
deber de cuidado que, an en tales circunstancias, pesa sobre quien haya
producido el dao.
295. Convenciones modificatorias de responsabilidad y asuncin de riesgo. Un significativo paso ms all de la asuncin del riesgo son las convenciones eximentes o modificatorias de responsabilidad, en cuya virtud se
conviene contractualmente en la aceptacin del dao (como ocurre con el
En un caso en que la parte demandada pretenda una rebaja de la indemnizacin
por asuncin del riesgo por la vctima, la Corte Suprema sostuvo que la exposicin de las
vctimas que autoriza la reduccin prudencial de la indemnizacin segn el artculo 2330
del Cdigo Civil, supone necesariamente que stas se hallen en situacin de determinar la
asuncin del propio riesgo, ya que asumir es atraer para s y slo puede responsabilizarse
de ello a quien se encuentra en la posibilidad de controlar y decidir por s mismo frente al
riesgo (CS, 18.1.2000, RDJ, t. XCVII, sec. 4, 3).
226 Viney/Jourdain 1998 517.
227 Mazeaud/Chabas 1998 683.
228 Deutsch/Ahrens 2002 86.
229 Este es tambin el camino adoptado por la jurisprudencia francesa (Viney/Jourdain
1998 516).
225
443
vecino que acepta contractualmente los ruidos que se siguen de una cierta
actividad molesta), en un menor grado de diligencia (como ocurre con los
vecinos que recprocamente convienen en que slo respondern de incendios forestales atribuibles a su culpa grave), o en un nivel mayor de riesgo
(como ocurre con quien acepta los riesgos de defectos de un producto
farmacutico que est en etapa de desarrollo). A las convenciones sobre
responsabilidad es dedicado ms adelante un apartado especial (infra 70;
vase en particular N 871).
296. Hecho de la vctima posterior al accidente. El caso del suicidio. Se ha
visto que generalmente el mero hecho de la vctima no impide la atribucin
del dao al hecho culpable. La situacin es anloga a la intervencin de un
tercero (supra N 268). Por eso, como en el caso del tercero que interviene
en la materializacin de un dao posterior, el hecho de la vctima puede
alterar de tal modo el curso de los acontecimientos, que el dao consecuente resulte extraordinario o anormal mirado desde la perspectiva del hecho
negligente del tercero. La pregunta, por consiguiente, es si luego de la intervencin voluntaria de la vctima, el dao consecuente an puede ser normativamente imputado a la culpa inicial, segn las reglas generales.
Particularmente difciles son los casos de causalidad psicolgica, en especial si derivan en un suicidio de la vctima. Es el caso, por ejemplo, de
quien se quita la vida por la muerte del cnyuge o con posterioridad al
shock nervioso producido por la muerte en un accidente de su hijo. La
dificultad de la pregunta se muestra en la jurisprudencia comparada: atendidas las circunstancias, el suicidio es imputado al hecho culpable del tercero que desencaden los acontecimientos (si la impresin era tan fuerte
como para provocar una reaccin que no le puede ser psicolgica o normativamente atribuida), o es considerado un hecho voluntario de la vctima, que no puede ser imputado al hecho inicial, porque se entiende que
no hay una relacin de causa adecuada.230 Por lo general, esta parece ser
la solucin, porque el suicidio resulta ser el caso tpico de una consecuencia extraordinaria, que no est en una relacin de causa adecuada con el
hecho del demandado.
As, en la jurisprudencia francesa existen decisiones en uno y otro sentido, segn sea
la entidad de la impresin, la cercana de las fechas y otros factores que resulten determinantes para decidir si existe una relacin de adecuacin entre el hecho y el dao (Mga Code
1383 147). En Inglaterra se parte del supuesto de que el suicidio es un novus actus, que no
puede ser imputado al hecho ms remoto que lo provoca, a menos que se cumplan especiales circunstancias: as se ha estimado que se responde por el suicidio en que incurre el viudo
pocos das despus de la muerte de su cnyuge en un accidente; pero lo contrario se aplica,
como regla general, cuando el suicidio puede ser considerado un acto voluntario que no est
determinado por un desorden mental provocado por el accidente (Jones 2002 263).
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