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Montserrat ABUMALHAM
Entre 1985 y 1986 llev a cabo la edicin ntegra del Kitab d&b alfalslfa atribuido a Hunayn ibn Isbq, en la versin de Muhammad AH ibn
Ibrhim ibn Ahmad ibn Muhammad al-Ansri, que se conserva en un nico
manuscrito en la Real Biblioteca de El Escorial. La edicin contaba con un
aparato crtico donde se recogan las correcciones propuestas para una mejor
lectura del texto, las adiciones marginales y correcciones que el propio manuscrito ofrece, as como las variantes aportadas por otros dos mss.
conservados en Londres (British Museum) y Munich (Hofund Staatsbibliothek).
Se completaba dicha edicin con unos apndices en los que se recogan
captulos que no aparecen en el ms. de El Escorial.
Cuando ya tena la edicin muy avanzada apareci la realizada por el
Profesor Badawi1, decid colacionara con el texto escurialense e incluir sus
aportaciones en el aparato2.
Lo que me movi a llevar a cabo ese trabajo era, de un lado, dar a
conocer uno de los textos que nos pueden acercar a un mejor conocimiento de
la obra de Hunayn y, de otro lado, poner de manifiesto, por una nueva va,
el estado del conocimiento que de la obra de Hunayn se tena en al-Andalus.
Hay que consderar, adems, que de esta obra existen mltiples versiones
peninsulares3; versiones realizadas por traductores hispanos. De modo que,
si la obra de Hunayn tuvo gran fortuna en el mundo rabe en general, no es
menos cierto que despert un inters particular en al-Andalus. Se trataba
adems de comprobar hasta dnde los Adb al-Falsfa eran una obra original
o mera copia de los Nawdir de Hunayn.
La figura de Hunayn ibn Ishq al-lbdi (808-873 d.C.), cristiano
nestoriano, mdico y traductor de obras griegas al rabe, es muy conocida. Su
A. Badawi, l-Iunayn ibu lshq, Adib aI-Fal4th, (versin de) Muhammad Ah b.
lbrhim b. Ahmad b. Muhammad al-Ansri, Kuwayt, 1985. Esta edicin toma tambin
como base el ms. de El Escorial y tericamente el ms. de Munich, entre otros, sin embargo
se ha de advertir al lector acerca de dos inconvenientes: el aparato no refleja las aportaciones
y variantes marginales ni las discrepancias de esos textos; de otra parte, el editor ha corregido
la lengua en que el texto est redactado y la ha convertido en lengua clsica, lo que hace
desaparecer los rasgos dialectales, que podran ser muy reveladores, a la hora de fijar la
procedencia norteafricana o andalus del mismo.
2 La edicin se llev a efecto mediante una Beca de Investigacin concedida por el ll-IAC
(hoy Instituto de Cooperacin con el Mundo Arabe), permanece indita y se conserva copia
en la Biblioteca de dicho Organismo.
J. K. Walsh, Versiones peninsulares del KitAb Ad~b al-FalAsjfa de Hunayn ibn
Isbaq, Al-A ndalus, 41(1976> Pp. 355-384.
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(f. 16), Digenes (f. 44), Pitgoras, entre otros como Hermes o Mahdar9is 9;
sino la descripcin de diversas escuelas filosficas griegas, as como los
mtodos didcticos y el aspecto de las instituciones a las que los griegos
enviaban a sus hijos para que recibieran educacin0.
El original de esta obra se ha perdido, slo se conservan copias tardas o
referencias en otras muchas obras, y por ello se desconoce cul fuera
exactamente su contenido y su extensin. De las copias conservadas sabemos
que aportaba datos para la historia de la filosofa, as como para el conocImiento de los mtodos pedaggicos de los griegos para impartir dicha materia.
Sin embargo, su contenido bsico lo constituyen las mximas registradas y
atribuidas a sabios filsofos griegos, como ya he dicho, junto con las de otros
sabios de la tradicin islmica como Luqrnnt1. A este cuerpo central se
aade una serie de historias de carcter moralizante como la del poeta Ibico
o la de Alejandro Q l-Qarnayn, que tienen origenes diversos.
Se ha venido aceptando que Hunayn no realiz el trabajo de seleccin de
las fuentes originales, sino de florilegios bizantinos, pero hay quienes
exceptan de este procedimiento las mximas atribuidas a Hipcrates y Galeno,
puesto que Hunayn haba traducido las obras mdicas de ambos y muy bien
pudo, a partir de ah, realizar su propia seleccin. En cualquier caso el
problema de las fuentes de Hunayn es muy complejo y, en el terreno de las
mximas de los sabios, an no se ha encontrado el florilegio o florilegios, que
fuera fuente directa de los Naw5.dir.
Los Nawdir al-Fah2sfa, en la versin de al-AnsAr, Kitb db alFalsfa, cuyas copias ms o menos cercanas al original han sido catalogadas,
de forma genrica, bajo el epgrafe de Etica y Poltica, son bsicamente una
obra moralizadora, cuyas mximas, en muchos casos, han llegado a convertirse
en refranes populares. As mismo ese carcter moralizante ha hecho de ellos
fuente de obras del gnero espejo de prncipes o bien fuente obligada por su
autoridad para las obras ms diversas; desde las miscelneas a las obras de
retrica, tanto de autores rabes como no-rabes. Sus ecos llegan incluso, tal
78
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12
3 vols.
y. Chauvin, Ribliographie des ouvrages arabes on relaq/X aux Arabes, Pars, 1905,
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por la defensa de la fe, es la que dara origen a una versin etipica conservada7, y hace aparecer a Alejandro como un personaje cercano a la mstica.
As pues, aunque en una de estas leyendas el personaje citado en el
Corn8 es Moiss, no cabe la menor duda de que el personaje aludido es
Alejandro a quien en textos extra-cornicos se adscribe la ancdota y no al
Moiss bblico. Esta identificacin con Alejandro tambin la llevaron a cabo
los propios comentaristas musulmanes del Corn, aunque la identificacin de
este Alejandro con aquel Alejandro Macedonio no fuera siempre clara para los
exgetas cornicos9.
Los motivos a los que se alude en el Corn tienen, como hemos visto, dos
origenes diferentes; uno es el Alejandro pagano, derivado del PseudoCalistenes, que en su origen es una historia novelada del Alejandro Macedonio
histrico, donde se reunieron materiales de diversa procedencia y que debi
ser redactada haca el s. II por un autor alejandrino desconocido. El otro sera
el que presenta a un Alejandro religioso, de inspiracin cristiana, defensor de
la fe, que es el derivado de la versin cristiano-siraca.
Tanto la leyenda de la fuente de la vida como la de la construccin del
muro, tienen relacin con otros textos y otros personajes, de modo que la
exgesis o la identificacin posterior han hecho que se relacionara a Alejandro
o al protagonista de esas leyendas con al-Jdir~, personaje que, a su vez,
sufre una serie de identificaciones con otros personajes miticos o bblicos. En
el Corn se identifica al acompaante de Moiss o bien a su criado con alJdir2 por parte de algunos comentaristas y se cree que el relato cornico
presenta rasgos que permiten identificar sus fuentes con la epopeya de
~ E. A. Wallis Budge, (cd.), The k a,4 ExpIo its ofAlexander he Oreat being a series
of Ethiopic Texas, London, 1896; F. Corriente, Des elementos folklricos comunes en la
versin etipica de la leyenda de Alejandro y la literatura rabe, Al-Andalus, 32 (1967) p.
221.
~ La historia contada en el Corn es como sigue: Moiss explica a su criado que deben
partir hacia el lugar donde confluyen los dos mares, pero al llegar al trmino de su viaje se
dan cuenta de que el pez que llevaban como vitico ha desaparecido. El criado confiesa que
al contacto del pez con el agua revivi y se perdi nadando en el mar. Moiss, entonces
decide regresar, convencido de que ha pasado ante la fuente de la vida sin haberse dado
cuenta. (Qur. XVIII, 59-63>. La otra histona es como sigue: Do l-Qarnayn, porque as se lo
ha permitido Dios, visita los extremos de la tierra. Al fin de su jornada llega a un lugar cuyos
habitantes se sienten amenazados por Gog y Magog. D l-Qarnayn, para protegerles
construye un muro pero profetiza que un da aquel muro ser destruido. (Qur. XVIII, 82 y
ssj. Vanse las notas correspondientes a estos pasajes en la trad. de J. Vernet, Barcelona,
1980, pp. 276-278.
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Friedlaender, op.
Alejandro
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27
28
E. R. Curtius, Literato-a Europeqy Edad Media Latina, Mxico, 1976,2 vols., vol.
Ip. 66 y Ss; J. Lenzenwegery otros Historia de la Iglesia catlica, Barcelona 1989, pp. 112
83
a 223.
3?
Nl. Cruz Hernndez, Historia del Pensamiento en el Mundo islmico, Madrid, 1981,
2 vols., T. 1, p. 52; R. Walzer, Creek into Arabic, Oxiord, 1962, Pp. 1-8
32
E. R. Curtius, op. cii., T. 1, p. SOy SS. y 92-94.
~L M~ R. Lida de Malkiel, La idea de lafa,na en la Edad Media Castellana, Madrid,
1983, Pp. 95-100 y ss. y 79-80 y ss.
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Montserrat Ahunialham
rimada empleada por los Kttzin, relacionada con prcticas de tipo mgico38.
A ninguna de estas manifestaciones en prosa podemos calificarla de hecho
literario, pues el primer hecho literario, en prosa, lo constituye, sin duda
alguna, el Corn.
Pero, antes de intentar esclarecer el origen o la presencia de literatura
proverbial en el mundo rabe, veamos, muy brevemente, cmo se denomia
a los proverbios, tratando de hallar una explicacin a cada uno de los vocablos
que con este sentido se emplean. La misma problemtica que encontramos en
36
37
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pronunciado.
42
R. Blachre, Contribution
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sapienciales de la Biblia.
O. W. Freytag, Araburn Praverbia, Bonnae ad
R. Blachre, Lirterature..., T. III, pg. 770.
Rhenum, 1839.
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Masdi, Murz29 al-Daha.b 62, que recoge noticias tomadas de otras obras de
diversos autores que siguieron su mismo proceder; es decir que, en la revisin
de la Historia de la Humanidad, introdujeron descripciones de lugares y
acontecimientos imaginarios, as como narraciones de tipo fantstico en
relacin directa con el mito y la leyenda, junto a hechos rigurosamente
verdaderos63.
Con ese toque de lo fantstico entran en estas obras histricas, como
deca, las leyendas heroicas y, de ellas, la ms conocida la de al-Iskandar
]~ii l-Qarnayn, que el propio Masdi incluye en el Capitulo dedicado a los
personajes que vivieron en el intervalo, y, ms adelante, en el Capitulo
dedicado a los reyes griegosTM.
Con la expansin del Islam hacia el occidente, historiadores posteriores
amplan esas leyendas y el campo de accin de sus hroes relacionndolos con
las nuevas tierras, as se vincula la figura de Alejandro, por ejemplo, a
ciudades de al-Andalus como Mrida, Zaragoza o Toledo~. Es, sin embargo,
el Alejandro histrico y heroico el que entra en este tipo de obras y no el
Alejandro sabio.
La figura de Alejandro aparece tambin en recopilaciones de cuentos,
stos reconocidos como fantsticos, o mejor como narrativa de entretenimiento
y moralizante, y que responden al esquema del cuento-marco que engloba
otros cuentos, predominando en esta nueva serie de narraciones de origen
popular la figura del hroe como ocurre en las Mil y una noches~. Sin
embargo, en todos estos relatos fantsticos, tanto en los que slo pretenden
entretener, como en los que tienen como fin reflejar la historia o ensear, las
62
Les Prairies dOr, trad. de E. Maynard y P. de Courteille, revisada por Ch. Pellat,
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Alejandro
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84
Op. ci!., p. 8 y
Op. CII., p. 9
55.
Ya he aludido a las interprereaeiones diversas que tiene este nombre, vase la nota 30
de este trabajo, y que en definitiva apuntaran al propio Huiayn.
86 Op. cir, p. 11.
Loewenthal, op. ci!., p. 22.
~ Vase el testamento de Alejandro en la versin castellana alfons, editada y estudiada
por T. Gonzlez Roln y P. Saquero en La Historia Novelada de Alejandro Magno, EUCM,
1982, Pp. 218-219; o la carta recogida por MubaEir en Mujttir al-Hikam, ed. Badawi (1958),
Pp. 249-250.
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89
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~ El capftulo de las mximas de los genios iue estudiado por L. Cheiju en un artculo
publicado en Ma~riq, 6 (1903), as como otras cien sentencias annimas en otro artculo de
la misma revista del ao 1902; cfr. Merkle, op. cst., p. 34.
~ Ediciones de Cairo 1948-53 o 1967.
~ Ki!&b al-Muh.dara wa-l-Mud&kara, ed. y trad. espaola de M. Abumalham, CSIC,
Madrid 1985-1986,2 vols.
99
95
de
diversas epstolas de Aristteles; vase Loewenthal, op. cii., p. 112, nota 2. Lo subrayado
como titulo corresponde a texto con tinta ms oscura y trazo ms grueso en el ms. E.
lOi En la versin hebrea Cuando conquistes
, Loewenthal, Musr,.., p. 112.
~ En Muj!&r al-Hikam, p. 198.
En Mujiar al-Hikam, p. 205; la versin castellana (ecl. H. Knust, Miteilungen aus
dem Eskurial, Tubinga, 1879) dice: El regnado de soberbia (1. 27 a) y ms adelante:
Pues esta es la manna del sennorio soberbio., porque el soberbio es /segunt/ sennor, e el rrey
es segunt padre(f. 27 a); evidentemente se trata de una confusin del traductor entre las
races gsb y gdb cuya nica diferencia grfica es un punto diacrtico.
~
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i04
En Mujir al-Hikam, p. 205 dice: ab-hu (a su padre), con variantes en otros mss.;
vase all nota 3, pero cree que el texto del ms. E tiene ms sentido.
-
En la versin castellana: Azbidri, otro ma. presenta la variante: Asbidir (1. 27 b), p.
35, nota 2; Badawi, Adb..., lo identifica con Hesiodo, p. 84, nota 2; ea la versin hebrea:
Asbidri, Musr~..., p. 115, nota 1
9.7
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ii4
La versin castellana traduce con mayor desarrollo: consejadme deque guisa puedo
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119
~ Mujir al-hikam, referido a la ciencia p. 243. Los textos en que se hace referencia
al clamo y sus virtudes o las disputas entre l y la espada son numerosos, pues se trata de
un motivo literario de mucho xito; vase F. de la Granja, Maqmas y risA/as andaluzas,
IHAC, Madrid, 1976, p. 131.
124 MujiAr al-hika,n, p. 245.
En el ms. E aparece una grafla poco habitual para este nombre: Aflatus. Mujtcir alhikam dice: Falarus, que podra ser transliteracin de Pilatos(?), p. 245.
loo
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Alejandro oy a dos hombres, de sus privados, que disputaban insultndose, cuando ambos, antes de aquello, haban sido amigos ntimos, y dijo
Alejandro a los miembros de su consejo: Aquel hombre que quiera agradar a
su amigo ha de desearle bienes y no dificultades, pero tampoco ha de
entregarse a l en algo que le pueda perjudicar2t.
Entr a presencia de Alejandro un hombre mal vestido, pero comenz a
hablar con correccin y, al ser interrogado, respondi con acierto. Dijole
Alejandro: Si tu ropa fuera tan buena como tu inteligencia, habras dado a tu
cuerpo el ornato que le corresponde, de igual modo que en la ciencia has
hecho justicia a tu espritu. El hombre replic: Oh rey, la palabra entra dentro
de mis posibilidades, mas t eres quien puede disponer de la ropa (adecuada).
Entonces, di la orden, le regal un traje y le concedi (otros) favores26.
Dos de sus privados pidieron a Alejandro que fuera rbitro entre ambos
y l les contest: La decisin complacer a uno e irritar al otro, as que usad
del derecho entre vosotros para que ambos quedeis satisfechos26.
Dijo: Destituy Alejandro a un servidor de un puesto selecto/(3l) y lo
nombr para un empleo vil. Al cabo de un tiempo, fue a verle y le pregunt:
Qu te parece tu trabajo?, (el servidor) respondi: Oh rey, no es un trabajo
noble el que ennoblece al hombre sino, ms bien, es el hombre quien
ennoblece su trabajo. Aunque el trabajo sea vil, puede transformarlo, con su
recto proceder y administrando justicia a los sbditos, en algo digno27.
(Alejandro) qued complacido de aquello y lo nombr para un cargo honorable.
Recomend Alejandro al caudillo de su ejrcito que hiciera atractiva al
enemigo la huida. El respondi: Si. Entonces, le pregunt: Cmo lo hars?
y contest: Si permanecen firmes, arreciar el combate, pero si huyen ante mi,
no los perseguir28.
Dijo Alejandro a sus pajes, despus de que gentes malvadas lo rec,b,eran
con elogios: Mirad si he cometido alguna mala accin para merecer que me
elogie semejante gentuza2t
Y dijo: El conocedor domina la tierra, mas la tierra domina a quien la
desconoce.
Pas Alejandro por una ciudad que haba sido gobernada por siete reyes,
ya desaparecidos, y pregunt: Queda algn descendiente de los reyes que
126
127
101
gobernaron esta ciudad?. Le contestaron: Si, un slo hombre. Dijo: IndicAdmelo. Le dijeron: Habita en el cementerio. Lo mand llamar, vino a su
presencia y le pregunt: Qu te ha llevado a frecuentar las tumbas?,
Respondi: He querido separar los huesos de los esclavos de los de los reyes,
pero los he hallado idnticos. Le dijo: Te gustara seguirme, a fin de que yo
haga revivir tu grandeza y la grandeza de tus antepasados, /(31 y) caso de que
tengas ese inters?. Contest: Mi ambicin es inmensa, le pregunt: En qu
consiste?, respondi: En una vida que no vaya acompaada de muerte, en
juventud que no vaya seguida de vejez, en riqueza sin pobreza, en alegra sin
adversidades y en salud sin dolencias. Le respondi: Esto no lo hallars junto
a mi. Le replic: Lo buscar en quien lo posea. Dijo: No he visto (hombre)
ms sabio que ste. Luego (el hombre) sali y sigui viviendo entre las tumbas
hasta que muri3t
Noticia sobre Alejandro alfinal de su enfermedad, cuando se cercior de
su muerte, pues le hablan dado a beber el veneno31, y de la cafla a su
madre en la que leprohiba se entriseciera, recomendndole tener paciencia.
As pues, evita, madre, parecerte en flaqueza y debilidad a las otras
mujeres, como yo he evitado asemejarme al resto de los hombres en sus
acciones mundanas, abstenindome de ello. Has de saber que no he pensado
en la muerte ni me he fatigado, porque sabia que ella vendra a mi. Por tanto,
que no te canse la tristeza, porque t no ignorabas que yo era mortal32.
Sabrs que he escrito esta carta porque creo que te consolars con ella; no
defraudes mi conviccin, sabiendo que aquello a lo que voy es mejor y ms
puro que aquello en lo que me encuentro. As, algrate de mi partida33 y
disponte a seguir haciendo el bien para m, pues se ha puesto limite a mi fama,
en aquello por lo que podra ser recordado; tanto en el poder como en la
inteligencia. Mantn viva mi memoria~ en lo que parezca bien a tu juicio
130
Muj&r al-hikom, pp. 243-244; con variantes en la versin hebrea Musrt.., p. 121.
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31, nota 2. Es curioso notar aqu que Alejandro recomienda una actitud digna a su madre, no
porque en ella se encierren valores ticos, sino porque constituye el nico modo de perpetuar
la fama del hroe.
~ Con variantes en la versin hebrea, Musr..., p. 172.
~ La epstola, en general, va tocando todos los tpicos heredados de la antiguedad,
como el tema del ubi sunt, que puedan conducir al consuelo o la resignacin ante la muerte,
Curtius, op. cii., T. 1, p. 123 y ss.
137 El texto, en el ms. E, aparece corrupto y parcialmente corregido al mrgen,
comeidiendo dicha correccin con el texto que edita Hadawi. Este texto aparece ms resumido
y con alguna variante en la versin hebrea, Musru., pl72.
138 La versin castellana de Bocados de Oro dice: Livia y Europa; Mujuir al-hikam
dice: Lubya y tir4fzyya, p. 250. La versin castellana de Buenos Proverbios, dice: e pregona
por toda la tierra (1? 32 a). En la versin hebrea: Libia, Europa, Macedonia y Asia,
Musrp..., p. 173.
103
~
140
14i
notas
suya.
142
a2), parece un
104
Montserrat Abumalham
Pn la versin- hebrea se ha entendido como una irase enunciativa, al igual que las
siguientes interrogativas; MusrA..., p. 175.
~ Falta en la versin hebrea, Masrt.., p. 176.
145 En Buenos Proverbios dice: Madre siempre uestes sabidor que yo avia de morir mas
non sabedes el tiempo ni la razon que yo avia de morir (f. 33 a2), mientras el texto rabe
emplea la primera persona.
105
46
La epstola que recoge Buenos Proverbios,pp. 41-43, es en todo idntica a la del ms.
E que aqu se traduce, slo se eliminan las frmulas de saludo c invocaciones finales, tal vez
por su carcter islmico.
~ Buenos Proverbios entiende como sujeto de todos estos verbos el mundo, pues dice:
este sieglo alegra e adolesce, e tuelle cuydado e faze cuydado
del mismo modo se podra
tambin entender e rabe.
148 El tema de Eclesiasts 1, es tambin un tema de xito en este tipo de literatura y de
su explotacin existen innumerables ejemplos.
149 La versin castellana se aparta del texto rabe aunque manteniendo el sentido general,
Buenos Proverbios, p. 44.
~ Literalmente: de ti.
106
Montserrat Abumalbain
camino que t has seguido; marchar a donde t has ido y llegar a donde has
llegado.
Me aparta de la tristeza y el llnto aquello en lo que espero maana y
tarde, en el transcurso de las horas y en la sucesin de los instantes; que si un
ser vivo pudiera servir de rescate por otro, yo seria el rescate por ti y, si esto
no fuera a servir de nada, que Dios, entonces, me haga reunirme contigo y,
mientras seguir teniendo paciencia y buen consuelo, pues t tenias razn; y
la paz51./(35)
Muerte de Alejandro y su traslado en un atad de oro hacia su madre y
las palabras de ella cuando viti el atad:
Y cuando muri Alejandro en tierras de Babilonia, fue transportado en un
atad de oro junto a su madre, en Alejandra.
Cuando fue colocado el atad ante ella, descubri su rostro y dijo: Es
sorprendente que aquel cuya sabidura alcanz los cielos y cuyo poder los
extremos de la tierra, aquel a quien se sometan los reyes con temor, al que
se entregaban sin remedio en calidad de esclavos y al que se rendan,
vencidos, los leones152, aparezca hoy como durmiente que no despierta,
como mudo que no habla, llevado por las manos de aquellos que no osaban
mirarle. Quin dar, de mi parte, a Alejandro recado de que me aconsej y
me dej aconsejar, que me consol y qued consolada, que me invit a la
paciencia y tuve conformidad, que me evit preocupaciones y ya no me aflig,
que me hizo reflexionar y lo he hecho, que me corrigi y me he enmendado,
que me prohibi.y me he abstenido, que me ense y he aprendido?.
Sin embargo, si yo no fuera a seguirle; a caminar por donde l ha
caminado, ni llegase a ser lo que l, sin duda llorara y me lamentara. As,
sobre ti la paz, vivo y muerto, pues fuiste el mejor de los vivos y el mejor de
153
los muertos eres
Entonces, las mujeres que estaban en su presencia rompieron a llorar.
Dijo una plaidera: Nos ha conmovido Alejandro con su quietud.
Otra dijo: Alejandro nos ha hecho hablar con su siien&io.
Aadi otra: Ayer Alejandro fue un buen orador, mas hoy lo es an
Mejor./(35 y)
151
rasgo islmico.
852 En el ms. E est corregido al margen por aswr (murallas); el texto castellano traduce
tambin leones (p. 44) que tiene ms sentido.
153 Con ligeras variantes en Mujir at-hikam, p. 241.
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La traduccin de Buenos Proverbios sigue fielmente al texto rabe del ms. E, p. 45.
155
Este episodio tambin lo recoge Masdi en Muri4 al-Dahab, Parte 1, Pp. 289-291.
156
El traductor castellano parece que no entendi del todo este pasaje, pues traduce: e
dixo el mayor de todos: el que mayor perdida en este dia a, crecieron los periglos
, p. 46.
57
108
Montserrat Abumalham
Dijo: Acaso fuiste ignorante para que te disculpe o sabio para que te
reprenda?, acaso eras ignorante y te dejaste engaar o sabio y perdiste (tu
conocimiento)?.
Otro dijo: El resplandor de esta muerte es un destello que no engaa58; es
una nube que presagia lluvia cierta, es un retumbar de truenos que no induce
a error y el buen entendedor no se pone a sacar agua
Dijo otro: Ests, acaso, rechazando esta muerte, como si pudieras
rechazar algo que escapa a tu dominio pues, ms bien, se trata de algo a cuyo
poder t ests sujeto?. Cun malos fueron tus excesos de ayer y tu soberbia,
comparados con tu capitulacin ante la muerte!
Otro dijo: Las cosas han cambiado del todo para ti, los recursos te han
abandonado finalmente y te han sobrevenido contrariedades que alejan a las
alegrias/(36 y) de ti. Podrs darme razn de la gloria que poseas o retroceder
del lugar vil en que te hallas hoy?; de ningn modo, antes bien, cmo podras
hacer tal?
Dijo otro: Eras feliz y te has vuelto digno de lstima. Estabas en lugar
dominante y ahora ests humillado, acaso podrs compensar esto en lo que
te has convertido con algo de aquello en lo que estabas?. Si hubieras
adelantado, en los das en que an estabas vivo, un prstamo sustancioso, te
rendira beneficios a la hora de tu muerte.
Dijo otro: Te han sido cortados los lazos (de la vida) y ya no pueden
volver a unirse. Sobre ti ha caido una calamidad que no te ha de tener
consideracin. Nos ser posible, ante tal acontecimiento, alcanzar la salvacin
o, ms bien, no tomaremos ejemplo y pereceremos?
Dijo otro: Si te entristeces por aquello a lo que has llegado, excusaremos
tus acciones por aquellas otras en que te corregiste, mas, quin puede
regresar (a este mundo) para obrar el bien y quin, si obr mal, para
enmendarlo y salvarse?1t
Otro dijo: T que acreciste gloria hasta tu muerte y que sobresaliste en
ciencia hasta tu desaparicin, qu te impidi hacer aquello que te hubiera
permitido ganarte la vida (eterna), mientras viviste, y que no te perjudicara a
la hora de la muerte?.
158
resplandor se refiere al del relmpago y quiere decir que lo que se prevea se cumplir, al
igual que los relmpagos son anuncio de lluvia o tormenta. Vase lbn Qutayba, KiAb aUir
wa-l-fuari, (ed. y trad. De Goeje Gaudefroy-Demomhynes), Paris, 1947, p. 5.
~ Quiere decir que el labrador experimentado, cuando amenaza lluvia, no se ocupa en
acarrear agua para regar. Este texto no fue bien comprendido por el traductor castellano de
Buenos Proverbios, pp. 45-46.
~
109
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62
163
El texto de Buenos Proverbios introduce una serie de mximas que el texto rabe del
ms. E presenta en el f. 40, lnea 15, como ya he comentado en la introduccin a este trabajo,
ocupando aqullas el lugar de stas. Esta alteracin en el orden del texto ya la detect Merkle
y argument, como se ha dicho, a partir de ella a favor de una autora distinta de la de
l-Iunayn. Sin embargo, al existir una escasa relacin temtica y ser las mximas independientes unas de otras, no se puede hablar de modo concluyente de desorden o descuido. Vase
Musrt.., p. 181.
Montserrat
Abunwlham
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Una nota marginal del ms. E parece corregir rey por su mujer, aunque ambas
cosas se pueden mantener. En Buenos Proverbios dice: e dixo su muger de Alexandre e avio
nombre Eurapica, fija de Adaramis (otra variante: Odorcanis) el rrey... p. 51 y nota a. En
la versin hebrea Roxana, Musr~
p. 184, nota 2.
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Montserrat Aburnalharn
es ahora comida para el polvo. Aquel que consuma animales y frutos para
comer es pasto de las bestias en los campos.
El tesorero dijo: Estas son las llaves de la tesorera. (Mas vale que) las
cojas, antes de que reclamen lo que yo no quit o me pidan lo que no se me
di.
Dijo su camarlengo: Yo apartaba de ti a nobles y plebeyos, cuando estabas
en tus aposentos (privados), haciendo que se volviera a la puerta de tus
habitaciones aquel al que t no permitas la entrada y todos se volvan. Ahora
te has marchado de lugar seguro y ha entrado a tu presencia la que no es
visible, por lo que no se le puede impedir (la entrada) y, aunque se la rechace,
no se marcha. Te ha vencido, te ha sacado de tu reino y te ha aislado igual
que t lo habas hecho77.
Su portero dijo: Ha entrado la muerte en tu zona reservada,/(39 y) sin
pedir permiso, y lleg hasta tu lecho sin consultarte.
Dijo el jefe de su guardia: Oh t, cuya clera era temida, cuya compaa
estaba prohibida!, por qu no te encolerizaste para que te temiera tambin la
muerte o por qu no le prohibiste (la entrada) y la arrojaste lejos de t78?
Su verdugo dijo: Qu ha pasado que las espadas de tu venganza han sido
envainadas mientras las espadas de la muerte se desenvainaban contra ti?.
Dijo su secretario: Entramos en el mundo desconociendo, lo poblamos
neciamente y lo abandonamos a disgusto.
Noticia del traslado del aad desde Babilonia a Alejandra:
Luego, cargaron el atad y, cuando llegaron a ella (Alejandra),
informaron del asunto a los filsofos que all estaban y tambin fue informada
su madre. Ella vino a su encuentro y, cuando vi el atad, lo abraz diciendo:
Hoy se ha roto el esplendor del mando y se ha consolidado la muerte del
poder. El reino se ha escapado de las manos de Alejandro y lo ambiciona
quien no lo ambicion; lo codicia quien no lo codici. Cun inmensa es la
desgracia y cun lejano el consuelo!
Luego gimi, aumentando sus sollozos y, por su ianto, lloraron os
privados que estaban con ella. Luego ces de llorar y dijo: Oh hijo, en
consolarme de tu prdida encuentro virtud y honor, pues me habas advertido
de tu muerte antes de que ocurriera, y me consolaste antes de que tuviera
lugar. A Dios vayan, pues, los lamentos, pues l oye los secretos y de El se
debe esperar/(40) el consuelo y de su parte llega la recompensa. De Dios
somos y a El volveremos maana.
Luego se ocult tras su velo.
177 En la versin hebrea el texto es ms breve y falta tambin una segunda mxima en
113
que
eran
diecisiete,
y
uno
79,
Se adelantaron hacia el atad los filsofos
de ellos comenz (a hablar), poniendo la mano sobre l, dijo: Oh valiente
esforzado, qu te ha impedido oir y argumentar?. Reuniste riquezas y todas
sus culpas se han juntado contra ti y sus pecados no te dejan: Ay de tu alma
que est por todos lados en angostura, pues se han desbordado sobre ti las
aguas de la muerte; ya no tienes parientes que te auxilien, ni ministros que te
rediman.
Luego se levant otro y dijo: Acaso no es cierto que Alejandro ha sido
enterrado en el oro que l atesoraba despreocupadamente~ y hoy est mudo
y no contesta, ni sabe cmo atinar, ni puede abrir ninguna puerta?
Luego otro, levantndose, dijo: Este es aquel cuya carrera se ha desviado,
cuyo extravio se ha prolongado, 1-la dado a su vida la muerte, pues se dedic
a atesorar, escogiendo la vida presente en lugar de la eterna; sus ambiciones
perecederas le engaaron del mismo modo que haban engaado a sus
predecesores, Derram sangre y se apropi indebidamente de mujeres, ignor
y fue necio. Ahora est entre los suyos envuelto en un sudario.
Dijo otro~: Los guardias se han descuidado y te has dejado seducir, te
han fallado los soldados y has sido vencido; si no, cmo entr en tus
aposentos privados la muerte sin/(40 y) pedir permiso o cmo lleg hasta ti sin
que dieras la orden?
Otro dijo: Dnde est aquel cuya clera era temida y cuyos aposentos
estaban vedados (a todos)?. Cmo es que no te enfureciste con el fin de que
la muerte sintiera temor de ti, o bien no prohibiste para arrojar de tu lado
semejante humillacin?
Otro dijo: Tiene bastante ejemplo el pueblo en la muerte de los reyes y,
a los reyes, les basta el ejemplo de la muerte del pueblo.
Dijo otro: Este es el camino que hay que seguir y este es el vaso que hay
que apurar. Quien piense que se puede librar de ello, disfrute de su vida y,
quien piense que no escapar, reconozca a su Seor.
Dijo otro: Oh t, aquel que consigui sus ambiciones y alcanz sus
esperanzas, no estuviste rondando a la muerte para alcanzar por su medio
alguna de tus esperanzas o ms bien, no consideraste entre tus esperanzas que
algo impidiera el momento de la muerte?3
Dijo otro: Que nadie confe en la vida, pues es engaosa, ni desconfe de
la muerte porque es veraz.
179
En este parlamento de los filsofos se encuentran las mximas a las que ya he aludido
y que aparecen en otro lugar en el texto de Buenos Proverbios.
Falta en la versin hebrea, Musrt.., p. 186.
Con variantes en la versin hebrea, Musr~..., p. 186.
Vase la nota 63 correspondiente al f. 37.
83 Falta en la versin hebrea, MusrL..,p. 181, nota 2.
Montserrat Abumalham
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Todo este texto aparece en otro lugar en la versin castellana de Buenos Proverbios,
p. 48; y en la versin hebrea Muir?..., p. 181.
~ En la versin hebrea Muir?..., p. 188.
86 Ms breve en la versin hebrea, Muir?..., p. 188.
187 El texto que sigue es repeticin del de 1135, 1. 5 y coincide con cl de Mujiar alhikan,, como ya se ha sealado. La repeticin evidencia que el autor deba tener ante s
distintas versiones y que no orden adecuadamente los materiales. Este desorden, como ya se
ha comentado, sustenta la argumentacin de Mcrkle y tambin la de Derenbourg acerca de la
autora de AI-Ansri, del que por otra parte no existe ninglin dato biogrfico El texto, de
otro lado, es idntico en Buenos Proverbios, p. 53, y en Musru., Pp. 188-189.
115
Montserrat Abwnalha,n
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el cual, por fuerza, se ha de acatar. Nadie se puede apartar de esto, sino que
hacia ello va, ni de ello puede huir, sino que a ello se encamina. El vivo lo
est esperando y el muerto ya lo goza. Los que se quedan estn sumidos en l
y los que pasaron ya estn libres. Es feliz quien escarmienta en otro. Es recto
el que prepara el vitico para la marcha y digno de alabanza el que entrena su
alma para el descanso/(43 y) de su cuerpo.
Oh madre de Alejandro, considera desde la piedad al Seor del mundo,
su Juez, y deja las cosas en manos del Rey Justo, que es quien lo enderez
hacia el poder, lo gui a la sabidura y le reserv la otra vida como morada
y reino. (Le di) su gloria por gloria y le sac de este mundo en pleno
esplendor y poder, como rey victorioso. Vulvete al Creador de las almas,
hacia el que vamos y en cuya voluntad nos movemos91. Consulate por
quien te consol antes de que esto le aconteciera y consolida tu espritu en la
paciencia, para que dure tu memoria por ello hasta el fin de los tiempos, pues
has de saber que el engaado es el que se engaa y desgraciado es el que se
apena. La paz contigo y la misericordia de Dios.
Respuesta de la madre de Alejandro a Aristteles~:
Cuando la madre de Alejandro ley el escrito de Aristteles, le escribi:
He ledo tu carta, oh sabio que muestra el bien y conduce a la felicidad en esta
vida y en la otra, ojal sigas siendo el que seala el bien con que sea feliz
aquel que se esfuerza y sigas indicando la via recta que conduce, al que por
ella camina, a un nimo feliz en la vida y a la alegra tras la muerte. El
consuelo est en relacin con la magnitud de la desgracia por este gran
rey~,
Una hermosa conformidad debe corresponder a una terrible calamidad;
esta desgracia cogi de improviso, pero el consuelo estaba ya establecido y,
aunque la calamidad sobrevino repentinamente, la paciencia ya estaba asentada.
Desgracia que se herman a una ms grande/(44) paciencia! Inmensa
calamidad acompaada, al acaecer, de un gran consuelo, de modo que
conformidad y paciencia quedaron de manifiesto! Pas (el dolor), tras la
desgracia, y se convirti en silencio y sosiego, afirmndose en el consuelo y
la conformidad. Qu cerca est el vivo del muerto y cun prximos el que se
19
. .
I~2
Parece faltar texto, pero este prrafo es muy semejante a otro lugar de la epstola de
Alejandro a su madre donde dice: Que el consuelo sea el correspondiente a la magnitud de
la prdida.
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Montserrat ,4bumallham
194
hebrea, como se ha dicho, ordena todos estos captulos al final de la obra, Muir?..., pp. 170193.