Ceremonial de Obispo S
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PROEMIO
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nuevo
libros
en el
modo
PARTE 1
LA LITURGIA EPISCOPAL EN GENERAL
19
CAPITULO I
INDOLE E IMPORTANCIA DE LA LITURGIA EPISCOPAL
1. DIGNIDAD DE LA IGLESIA PARTICULAR
1.
"La dicesis es una porcin del Pueblo de Dios que se
confa al Obispo para ser apacentada con la cooperacin de su
presbiterio de suerte que, adherida a su Pastor y reunida por l en
el Espritu Santo por medio del Evangelio y la Eucarista, constituya
una Iglesia particular, en que se encuentra y opera verdaderamente
la Iglesia de Cristo, que es una, santa, catlica y apostlica") Ms
an, "en ella est presente Cristo, por cuya virtud se congrega la
Iglesia. Rectamente lo dijo san Ignacio: "Donde se presente el
Obispo, all ha de reunirse la asamblea de los fieles, al igual que,
dondequiera que est Cristo Jess, all est la Iglesia catlica".
2.
Corresponde, por tanto, a la Iglesia particular la dignidad
de la Iglesia de Cristo. No es, pues, un grupo cualquiera de hombres
que se renen espontneamente para alguna obra comn, sino
que es un don que procede de arriba del Padre de las luces. Ni
tampoco se debe considerar como una mera distribucin
administrativa del pueblo de Dios, porque ella a su modo posee y
manifiesta la naturaleza de la Iglesia universal, que brot de l
costado de Cristo crucificado, vive y crece continuamente con la
Eucarista, unida a Cristo, madre de los fieles; es "en su lugar, el
Pueblo nuevo, llamado por Dios en el Espritu Santo y en gran
plenitud".
2
2
3
4
Conc. Vat. II, Decr. sobre el oficio pastoral de los Obispos en la Iglesia, Christus
Dominus, n. 11; cf. Const. dogmtica sobre la Iglesia, Lumen gentium, n. 23.
Cf. Conc. Vat. ll, Const. dogmtica sobre la Iglesia, Lumen gentium, n. 26.
San Ignacio de Antioqua, Ad Smymaeos, 8,2: ed. Funk I, p. 283.
Conc. Vat. II, Const. dogmtica sobre la Iglesia, Lumen gentium, n. 26
20
3.
Ninguna reunin de fieles ni ninguna comunidad de altar es
legtima, si no es bajo el sagrado ministerio del Obispo. Esta forma
de reunin de la Iglesia particular se extiende y vive en cada una
de las comunidades de fieles que el Obispo preside por medio de
sus presbteros que "bajo su autoridad santifican y gobiernan la
porcin de la grey del Seor a ellos encomendada".
5
4.
Corno la Iglesia universal est presente y se manifiesta en
la Iglesia particular,' as tambin las Iglesias particulares aportan
sus dones propios a las otras comunidades y a toda la Iglesia "de
tal modo que el todo y cada una de las partes aumenten por la
mutua comunin entre todos y tiendan a la plenitud en la unidad".
8
5.
Revestido de la plenitud del sacramento del Orden, el
Obispo rige, como vicario y legado de Cristo, la Iglesia particular,
en comunin y bajo la autoridad del Romano Pontfice.
9
"Los Obispos, pues, son puestos por el Espritu Santo, como los
sucesores de los Apstoles y como Pastores de las almas. Porque
Cristo dio a los Apstoles y a sus sucesores mandato y poder para
ensear a todas las gentes, para que santifIcaran a todos los
hombres en la verdad y los apacentaran. Los Obispos, por
consiguiente, han sido constituidos por el Espritu Santo, que les ha
Cf. ibidem, n. 26
6 Cf. ibidem, nn. 26,28; COnst. de Sagrada Liturgia,
41.
5
Sacrosanctum Concilium,
n.
Cf. Conc. Vat. 11, Const. dogmtica sObre la Iglesia, Lumen gentium, n. 23.
Conc. Vat. Il, Cons t. dOgm tica sobr e la Ig lesia, Lumen gentium, n. 13.
Cf. Conc. Vat. 1l, Const. dogmtica sobre la lglesia, Lumen gentIum, nn. 26,27;
Decr. sobre el oficiO pastoral de los ObispOs, en la lglesia, Christus Dominus, n.
3.
21
6.
Por la predicacin del Evangelio el Obispo, con la fortaleza
del Espritu, llama a los hombres a la fe, o los confirma en la fe vital,
y les propone el ntegro misterio de Cristo."
7.
Por medio de los sacramentos, cuya celebracin legtima
y fructuosa regula l con su autoridad, el Obispo santifica a los
fieles. El dispone la administracin del Bautismo, por medio del
cual se concede la participacin en el sacerdocio de Cristo. El es
el ministro ordinario de la confirmacin, el dispensador de las
Sagradas Ordenes, y el moderador de la disciplina penitencial. El
dirige toda celebracin legtima de la Eucarista, por medio de la
cual continuamente vive y crece la Iglesia. Solcitamente exhorta
e instruye a su pueblo para que participe con fe y reverencia en la
liturgia y, sobre todo, en el santo sacrificio de la Misa.
12
8.
En la persona del Obispo, a quien asisten los presbteros,
el Seor Jesucristo, Pontfice Supremo, est presente en medio de
los fieles. Porque, sentado a la diestra del Padre, no est ausente
de la comunidad de sus pastores, quienes, elegidos para apacentar
la grey del Seor, son los ministros de Cristo y los dispensadores
de los misterios de Dios. Por consiguiente "el Obispo debe ser
considerado como el gran sacerdote de su grey, de quien deriva y
depende en cierto modo la vida en Cristo de sus fieles"."
13
9.
Conc. Vat. lI, Decr. sObre el oficio pastoral de los Obispos en la Iglesia, Christus
Dominas, n.2
Cf. ibidem, n. 12.
1 2 Cf. Conc. Vat. lI, Const. sObre la lglesia. Lumen gentium, n. 26; Decr. sObre el
oficio pastoral de los ObispOs en la Iglesia, Christus Dominus, n. 15.
13 Cf. Ibdem, n. 21.
1 4 Conc. Vat. II, Const. de Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, n.41.
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22
sa c e r do c i o " 1 5 y de l d e pe n d e n , e n e l ej er c i c i o de su pr o pi a
potestad, tanto los presbteros, que, ciertamente, cul prvidos
colaboradores del Orden Episcopal han sido tambin constituidos
verdaderos sacerdotes del Nuevo Testamento, como los diconos,
que, ordenados para el ministerio, estn al servicio del pueblo de
Dios en comunin con el Obispo y su presbiterio; as, pues, el
Obispo mismo es el principal dispensador de los misterios de Dios,
as como tambin moderador, promotor y custodio de toda la vida
litrgica en la Iglesia que le ha sido confiada. 1 6 Y a l mismo "ha
sido confiado el oficio de ofrecer a la Divina Majestad el culto de la
r el i gi n c r i st i an a y de r e gl am e nt a rl o en con fo rm i da d c on lo s
prece pto s del Seor y l as l ey es de la I g lesi a, preci sa da s m s
concretamente para su dicesis, segn su criterio"
10.
El Obispo rige la Iglesia particular que le ha sido
encomendada, con consejos, exhortaciones, ejemplos y tambin
con la autoridad y sagrada potestad que recibi por su ordenacin
episcopal 1 8 y que emplea para edificar a su grey en la verdad y
santidad. "Los fieles, por su parte, deben estar unidos a su Obispo
como la Iglesia a Jesucristo y como Jesucristo al Padre, para que
todas las cosas se armonicen en la unidad y crezcan para glor ia de
11.
15
16
Conc. Vat. II, Const. dogmtica sobre la Iglesia, Lumen gentium, n. 26.
Cf. ibidem, n. 21; Decr. sobre el oficio pastoral de los Obispos en la Iglesia,
Christus Dominus, n. 3.
1 9 Conc. Vat. ll, Const. dogmtica sobre la Iglesia, Lumen gentium, n. 27.
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12.
Las sag ra d a s c e le b ra c i o n e s q u e p resid e el O b isp o
manifiestan, pues, el misterio de la Iglesia en el cual est presente
Cristo; no son, por lo tanto, una mera suntuosidad de ceremonias.
Por lo dems, conviene que las mismas celebraciones sean
modelo para toda la dicesis, y resplandezcan por la participacin
activa del pueblo. Por tanto, la comunidad congregada participe en
ellas con el canto, el dilogo, el silencio sagrado, la atencin
interna y la participacin sacramental.
13.
En tiempos determinados y en los principales das del ao
litrgico prevase esta plena manifestacin de la Iglesia particular
a la cual se invite al pueblo para que concurra de las diferentes
partes la dicesis, y en cuanto se pueda, a los presbteros. Para que
los fieles y los presbteros puedan ms fcilmente reunirse de todas
partes, annciese la reunin en varias ocasiones y diversos lugares
de la dicesis.
14.
En estas reuniones extindase la caridad de los fieles a la
Iglesia universal, y despirtese en ellos un servicio ms ferviente
del Evangelio y de los hombres.
24
17.
Como la predicacin es un oficio tan propio del Obispo,
que no lo ejercen los dems ministros a no ser en lugar suyo,
compete al Obispo que preside la accin litrgica hacer la homila
l mismo. El Obispo predique sentado en la ctedra con mitra y
bculo, a no ser que le parezca otra cosa.
21
22
Cf. Conc. Vat. Il, Const. sobre la Iglesia, Lumen gentium, n. 25.
Conc. Vat. ll, de Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, n. 35.
25
CAPITULO
OFICIOS Y MINISTERIOS EN LA LITURGIA EPISCOPAL
18.
"En toda comunidad de altar", congregada "bajo el sagrado
m i n i s t e r i o de l O bi s po " , s e m a n i f i e s t a " el s m bo l o de a qu el l a
caridad y unidad del Cuerpo mstico, sin la cual no puede haber
salvacin".
23
19.
En la asamblea que se rene para celebrar la liturgia, sobre
todo cuando preside el Obispo, cada uno tiene el derecho y el deber
de prestar su participacin de diferente manera, segn la diversidad
de orden y de ministerio. "Cada cual, ministro o simple fiel, al
desempear su oficio, har todo y slo aquello que le corresponde".
Conc. Vat. Il, Const. dogmtica sobre la Iglesia, Lumen gentium, n. 26.
C f. S. Co ng r. de Rito s, lns tr. s obre la s im plific aci n de lo s r ito s y las ins ig nias
pontificales, Pontificales ritus, 21 de junio de 1968, n.24: A.A.S. 60 (1968), p. 410.
25
Cf. Conc. Vat. II, Const. de Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium n. 28.
23
2A
26
Los presbteros
20.
Los presbteros, aunque no tengan la suprema cumbre del
pontificado y dependan del Obispo en el ejercicio de su potestad,
estn, sin embargo unidos con l en el honor del sacerdocio.
'Los presbteros, prvidos cooperadores del orden episcopal y
ayuda e instrumento suyo, llamados para servir al pueblo de Dios,
forman, junto con su Obispo, un solo presbiterio. Ellos, bajo la
autoridad del Obispo, santifican y rigen la porcin de la grey del
Seor a ellos encomendada".
27
21.
Por consiguiente se recomienda en gran manera que en las
celebraciones litrgicas el Obispo tenga presbteros que lo asistan.
Ms an, en la celebracin eucarstica presidida por el Obispo, los
presbteros concelebren con l, para que en la Eucarista se
manifieste el misterio de unidad de la Iglesia, y ellos aparezcan
ante la comunidad como presbiterio del Obispo.
22.
Los presbteros que participan en las celebraciones
episcopales, hagan slo aquello que les corresponde como
presbteros; si no hay diconos, suplan algunos de los ministerios
de ste, pero nunca lleven vestiduras propias del dicono.
28
Los diconos
23.
Entre los ministros ocupan el primer lugar los diconos,
cuyo orden ya desde los primeros tiempos de la Iglesia ha sido
26
27
27
tenido en gran honor. Los diconos, hombres de buena fama,
llenos de sabidura, ayudados por la gracia de Dios, deben obrar de
tal manera, que sean reconocidos como verdaderos discpulos 0 de
Aquel, que no vino a ser servido, sino a servir y que estuvo en medio
de sus discpulos como el que sirve.
29
32
24.
Fortalecidos con el don del Espritu Santo, ayudan al
Obispo y a su presbiterio en el ministerio de la Palabra, del altar y
de las obras de caridad. Constituidos ministros del altar, anuncian
el Evangelio, sirven en la celebracin del Sacrificio y reparten el
Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Los diconos consideren al Obispo como padre y prstenle su
ayuda como al mismo Seor Jesucristo, Pontfice eterno, presente
en medio de su pueblo.
25.
Pertenece a los diconos en las acciones litrgicas: asistir
al celebrante, servir al altar, tanto en lo referente al libro, como al
cliz, dirigir oportunas moniciones al pueblo, proponer las intenciones
de la oracin universal y proclamar el Evangelio.
Si no est presente ningn otro ministro, supla l segn la necesidad
los oficios de los dems.
33
28
diversos ministerios, y por lo menos uno de ellos preocpese de la
participacin activa de los fieles.
34
Los aclitos
27.
El aclito tiene sus funciones propias en el servicio del
altar, funciones que debe ejercer, aun en el caso de que estn
presentes ministros de orden superior.
28.
Aclito es instituido para que sirva al dicono y al sacerdote.
Es propio de l tener cuidado del servicio del altar, ayudar al
dicono y al sacerdote en las acciones litrgicas, sobre todo en la
celebracin de la Misa. Adems, como ministro extraordinario,
distribuir la Sagrada Comunin de acuerdo con las normas del
derecho.
Cuando sea necesario, el aclito instruya a los que sirven en las
acciones litrgicas, acerca de la forma de llevar el libro, la cruz, los
cirios, el incensario o cumplir otros ofIcios semejantes. Sin embargo,
en las celebraciones presididas por el Obispo, conviene que sirvan
los aclitos institudos, segn el rito previsto. Y si son varios, se
distribuirn entre ellos los diversos oficios.'
29.
34
35
29
Los lectores
30.
El lector tiene sus funciones propias en la celebracin
litrgica, las que deben ejercer, aun en el caso de que estn
presentes ministros de orden superior.
36
31.
D e en tre lo s min is tro s in fe r io res, d el p ri me ro q u e
histricamente hay constancia es del lector. Se encuentra en todas
las Iglesias, y su ministerio siempre se ha conservado. El lector es
instituido para el ministerio que le es propio, a saber, leer la Palabra
de Dios en la asamblea litrgica. Por ello, en la Misa y en otras
acciones sagradas lee las lecturas, excepto el Evangelio. Si no hay
salmista, recita el salmo interleccional. En caso de no haber
dicono, propone las intenciones de la oracin universal.
En cuanto sea necesario, el lector prepare a los fieles que pueden
leer la Sagrada Escritura en las acciones litrgicas. Sin embargo,
en las celebraciones presididas por el Obispo, conviene que lean
lectores instituidos segn el rito previsto, y si son varios, se
distribuirn entre ellos las lecturas.
37
32.
35
37
30
El salmista
33.
Dada la importancia litrgica y pastoral que tiene el canto
interleccional, conviene que en las celebraciones presididas por el
Obispo, sobre todo en la iglesia catedral, haya un salmista o cantor
del salmo, dotado del arte de salmodiar y formado espiritualmente.
A l le corresponder cantar el salmo u otro cntico bblico en
forma responsorial, o en directo, as como el gradual y el "Aleluya",
de tal manera que los fieles encuentren ayuda oportuna para el
canto y para meditar el sentido de los textos.
38
El maestro de ceremonias
34.
Para que la celebracin, especialmente la que preside el
Obispo, resplandezca por su decoro, simplicidad y orden, es
necesario un maestro de ceremonias que la prepare y dirija en
estrecha cooperacin con el Obispo y los dems que tienen el
oficio de organizar sus partes, sobre todo bajo el aspecto pastoral.
El maestro de ceremonias debe ser verdaderamente perito en
sagrada liturgia, su historia y su ndole, sus leyes y preceptos. Pero,
adems, debe ser versado en pastoral, para que sepa cmo se han
de ordenar las sagradas celebraciones, a fin de fomentar tanto la
participacin activa del pueblo, como para promover su belleza.
El maestro de ceremonias debe procurar que se observen las leyes
de las sagradas celebraciones, segn su espritu verdadero y las
legtimas tradiciones de la Iglesia particular, que sean de utilidad
pastoral.
35.
31
El sacristn
37.
El sacristn prepara las celebraciones del Obispo juntamente
con el maestro de ceremonias, y bajo su dependencia. El sacristn
arregla con diligencia los libros para la proclamacin de la Palabra de
Dios y para el rezo de las oraciones, las vestiduras y lo dems
necesario para la celebracin. Vigila se toquen las campanas para la
celebracin. Cuida que se observe el silencio y la modestia en la
sacrista y en el "secretarirum". El ajuar conservado por tradicin local,
no se menosprecie, sino ms bien consrvese en ptimas
condiciones. Y lo que se deba adquirir, escjase segn las leyes del
arte contemporneo, evitando, sin embargo, la sola aficin de
novedades.
38.
Al ornato del lugar de la celebracin sagrada pertenece,
ante todo, la esmerada limpieza del piso, de las paredes y de todas las
imgenes y cosas que se usan o se exponen a la mirada. Evtese en el
ornato tanto la suntuosidad, como la avaricia; en cambio
mantngase las leyes de la noble sencillez, de la decencia y del arte
genuino.
La ndole de los pueblos y la tradicin del lugar indicarn las cosas que
deben emplearse y como se han de ordenar "con tal que sirva a los
edificios y ritos sagrados con el debido honor y reverencia".
39
39
32
40.
Los msicos tengan presente sobre todo las normas acerca
de la participacin del pueblo en el canto.
Adems deben vigilar que el canto en las celebraciones presididas
por el Obispo manifieste ndole universal. De modo que, los fieles
puedan decir o cantar a una, no slo en lengua verncula, sino
tambin en lengua latina, las partes del ordinario de la Misa que les
corresponde.
41. Desde el Mircoles de Ceniza hasta el himno Gloria a Dios
en el cielo en la Vigilia Pascual, y en las celebraciones de difuntos,
el sonido del rgano y de los otros instrumentos se reserven slo
para sostener el canto. Sin embargo, se excepta el Domingo
41
Misal Romano,
Instruccin general,
sobre todo nn. 12, 19, 22, 63, 64, 272, 274,
40
41
275, 313, 324; Ordenacin del Canto de la Misa, Nociones preliminares; Liturgia
d e las Ho r as , I ns tr uc c i n g e ne r al, nn. 26 8 - 28 4 ; R itual R o m ano , I nic ia c i n
cristiana, Nociones preliminares, n. 33; Ritual del Culto o la Eucarista fuera de
Misa, nn. 12, 104; Ritual de la Penitencia, nn. 24, 35; Ritual del Cuidado pasto ral
y uncin de los enfermos, n. 38,d; Ritual de Exequias, n. 12; Cf. S. Congr. para
los Obispos, Directorio acerca del ministerio pastoral de los Obispos, 1973, n. 90
d.
Cf. S. Congr. de Ritos, lnstr. Musicam sacram, 5 de marzo 1967, n. 66: A.A.S. 69
(1967) p. 319.
33
Laetare ( Do m i n go I V de C u a r e s m a ) y l a s so l em n i da de s y l a s
fiestas.
34
CAPITULO III
LA IGLESIA CATEDRAL
42.
La iglesia catedral es aquella en la cual el Obispo tiene
situada la ctedra, signo del magisterio y de la potestad del pastor
de la Iglesia particular, como tambin signo de unidad de los
creyentes en aquella fe, que el Obispo anuncia como pastor de la
grey.
En la iglesia catedral el Obispo preside la Liturgia los das ms
solemnes y, a no ser que circunstancias pastorales aconsejen otra
cosa, consagra el santo crisma, y hace las ordenaciones.
43.
La iglesia catedral "por la majestad de su construccin, es
signo de aquel templo espiritual, que se edifica en las almas y que
resplandece por la magnificencia de la gracia divina, segn dice el
Apstol Pablo: "Vosotros sois templo de Dios vivo" (2 Co 6. 16).
Adems debe ser manifestacin de la imagen expresa y visible de
la Iglesia de Cristo que predica, canta y adora en toda la extensin
de la tierra. Debe ser considerada ciertamente como imagen del
Cuerpo mstico de Cristo, cuyos miembros se unen mediante un
nico vnculo de caridad, alimentados por los dones que descienden
como el roco del cielo".
42
44.
Por tanto, la iglesia catedral se ha considerado con razn el
centro de la vida litrgica de la dicesis.
45.
Inclquese en el nimo de los fieles, por los medios ms
oportunos, el amor y la veneracin hacia la iglesia catedral. Para
esto es muy conveniente la celebracin anual de su dedicacin,
42
Pablo Vl, Const. Apost. Mirificus eventus, 7 de diciembre 1965: A.A.S. (1965),
p p . 9 4 8 -9 4 9.
35
47.
La ctedra de la cual se habl en el n. 42, debe ser nica
y fija y colocada de tal manera que se vea que el Obispo preside
verdaderamente toda la comunidad de los fieles.
El nmero de gradas que tenga la ctedra, se debe adaptar a la
estructura de cada iglesia para que el Obispo pueda ser visto con
facilidad.
No se coloque baldaquino encima de la ctedra, pero consrvens e
con diligente cuidado las obras preciosas que han legado los siglos.
Excepto los casos previstos en el derecho, en la ctedra se sienta
el Obispo diocesano o el Obispo al cual l mismo se lo haya
concedido."
A los dems Obispos o Prelados, acaso presentes, se les preparan
sedes en un lugar conveniente, que no sean, sin embargo, ereg idas
a modo de ctedra.
45
43
C f . M i s a l R o m a n o , I n stru cc in ge ne ra l , n n . 2 5 3 - 3 1 2 ; O r d e n a c i n d e l a s L e c t u r a s
de la Misa, Nociones preliminares, nn. 32-34; Pontifical Romano, Ritual de
Dedicacin de una Iglesia y de un altar, cap. Il, n. 3; cap. lV, nn. 6-11; Ritual
Romano, Ritual del Culto a la Eucarista fuera de Misa, Nociones preliminares, nn.
9-11
36
L a s e de pa r a e l pr e s b t e r o c e l e br a n t e pr e p r e se e n u n l u ga r
diverso.
48.
El altar se construya y se adorne segn las normas del
derecho. Sobre todo se debe atender a que el altar ocupe un lugar
que verdaderamente sea el centro al cual se dirija espontneamente
la atencin de la asamblea de los fieles."
El altar de la iglesia catedral de ordinario ha de ser fijo y dedicado,
se pa r a do de l a s par e des pa r a qu e s e pu eda f c il m en t e pa sa r
a l r e de do r de l y s e pue da r e a l iz a r l a c el ebr aci n de c ar a a l
pueblo Sin embargo, cuando el altar antiguo est situado de tal
manera que haga difcil la participacin del pueblo y no se pueda
trasladar sin detrimento de su valor artstico, erjase otro altar fijo,
artstico y dedicado ritualmente y slo sobre l realcense las
sagradas celebraciones.
No se adorne el altar con flores desde el Mircoles de Ceniza hasta
el himno Gloria a Dios en el cielo de la Vigilia Pascual, ni tampoco
en las celebraciones de difuntos. Se excepta el Domingo Laetare
(Domingo IV de Cuaresma) y las solemnidades y las fiestas.
49.
Se recomienda que el tabernculo, segn una tradicin
antiqusima conservada en l as iglesias catedrales, se coloque en
una capilla separada de la nave central."
Si en algn caso particular el tabernculo se encuentra sobre el
altar en el cual va a celebrar el Obispo, trasldese e l Santsimo
Sacramento a otro lugar digno.
46
37
50.
El presbiterio, o sea el lugar donde ejercen su ministerio el
Obispo, los presbteros y los ministros, debe distinguirse en forma
conveniente de la nave, ya sea, por alguna elevacin, o por alguna
estructura peculiar u ornato, de tal manera que por su misma
disposicin muestre el carcter jerrquico de los ministros.
Su amplitud debe ser tal que los ritos sagrados puedan desarrollarse
y verse cmodamente.
En el presbiterio se dispondrn convenientemente sillas, u otro tipo
de asientos para los cannigos y presbteros que quizs no
concelebren, pero que asisten con vestido coral, y tambin para los
ministros, de tal manera que tambin se favore2ca el recto
desempeo de la funcin de cada uno.
Durante las celebraciones litrgicas no debe entrar al presbiterio
ningn ministro que no lleve el vestido sagrado o sotana y
sobrepelliz y otra vestidura legtimamente aprobada.
49
51.
La iglesia catedral ha de tener ambn, construido segn las
normas vigentes.
5
49 Cf. infra nn. 65 -67; cf. Misal Romano, Ordenacin de las Lecturas de la Misa,
Nociones preliminares, n.54.
50 Cf. Misal Romano, Instruccin general, n. 272; Ordenacin de las Lecturas de
la Misa, Nociones preliminares, nn. 32-34.
38
pascual. Este bautisterio se construir segn las normas dadas en
el Ritual Romano?51
53.
En la iglesia catedral no debe faltar el "secretarium", es
decir una sala digna, en lo posible cercana a la entrada de la iglesia,
en la cual el Obispo, los concelebrantes y los ministros puedan
ponerse los vestidos litrgicos, y de la cual se inicie la procesin de
entrada.
La sacrista ser de ordinario diferente del "secretarium"; en ella se
guarda el ajuar sagrado, y en ella los das ordinarios el celebrante
y los ministros se pueden preparar para la celebracin.
54.
Para que pueda hacerse una reunin de fieles, provase en
cuanto sea posible, cerca de la iglesia catedral, otra iglesia, o sala
a pt a , o pl a z a , o c l a u s t r o do n de s e h a ga l a b en di c i n de l a s
candelas, de los ramos, del fuego y otras celebraciones preparatorias,
y de donde se inicien las procesiones hacia la iglesia catedral.
5'
Cf. Ritual Romano, Ritual del Bautismo de Nios: Iniciacin Cristiana, Nociones
preliminares, n. 25.
39
CAPITULO
IV
55.
Segn la ensean2a del Concilio Vaticano II hay que
procurar que los ritos resplandezcan con una noble sencillez. Esto
tiene valor tambin para la liturgia episcopal, por ms que en ella
no se deba desatender el profundo respecto y reverencia debidos
al Obispo, en el cual est presente el Seor Jess en medio de los
creyentes y de quien como gran sacerdote, deriva y depende de
cierto modo la vida de sus fieles.
52
53
56.
52
Sacrosanctum Concilium, n.
34.
Cf. Conc. Vat. ll, Const. dogmtica sobre la Iglesia, Lumen gentium, n. 21; Conc.
Vat. II, Const. de Sagrada Liturgia,
Rm. 12,10.
40
mismas que las del presbtero. Pero es conveniente que
celebracin solemne, segn la antigua costumbre, debajo
casulla vista la dalmtica, que podr ser siempre blanca,
todo en las Ordenaciones, en la bendicin del Abad y
Abadesa, y en la dedicacin de una iglesia y de un altar.
en la
de la
sobre
de la
57.
Las insignias pontificales que lleva el Obispo son: el anillo,
el bculo pastoral, la mitra, la cruz pectoral, y, adems, el palio si
le corresponde por derecho.
58.
El anillo, insignia de fe y de unin nupcial con la Iglesia, su
esposa, debe llevarlo siempre el Obispo.
59.
El bculo, signo de su ministerio pastoral, lo usa el Obispo
en su territorio. Pero puede usarlo, con consentimiento del Obispo
del lugar, cualquier Obispo que celebra solemnemente.
55
41
la homila, cuando saluda, cuando habla o hace las moniciones, a
no ser que inmediatamente despus deba dejarla; cuando bendice
solemnemente al pueblo, cuando realiza gestos sacramentales,
cuando acompaa las procesiones.
El Obispo no us a la mitra: para las preces introductorias; las
oraciones; la oracin universal; la Plegaria Eucarstica; la lectura
del Evangelio; para los himnos, si se cantan estando de pie; en las
procesiones en las cuales se lleva el Santsimo Sacramento o las
reliquias de la Santa Cruz del Seor y en presencia del Santsimo
Sacramento expuesto.
Est permitido al Obispo no usar la mitra y el bculo si va de un
lugar a otro y el espacio entre ellos es pequeo. 5 7
Para el uso de la mitra en la administracin de los sacra mentos y
sacramentales, se observar aquello que se indica ms adelante
en los lugares correspondientes.
61.
La cruz pectoral se usa debajo de la casulla o de la
dalmtica o del pluvial; en cambio, se usa sobre la muceta.
62.
El Arzobispo residencial que haya reci bido ya del Romano
Pontfice el palio, lo lleva sobre la casulla, dentro del territorio de
su jurisdiccin, cuando celebra Misa estacional, o por lo menos con
gran solemnidad, y tambin cuando hace las ordenaciones, la
b e n di c i n d e u n A b a d, d e u n a A ba d e s a , l a c o n s a g r a c i n d e
vrgenes y la dedicacin de una iglesia y de un altar.
La cruz arzobispal se emplea cuando, despus de haber recibido el
palio, se dirige a la iglesia a celebrar alguna accin litrgica."
63.
se
42
de ella, consta de la sotana de color violceo, una banda de seda
de l mi s mo co lor co n fl eco s ta m bi n de seda c om o a do rno en
ambos extremos (mas no con borlas), roquete de lino o de otro
tejido semejante, muceta de color violceo (sin cogulla), cruz
pectoral sostenida sobre la muceta por un cordn de color verde
entretejido con oro, solideo tambin de color violceo, bonete del
mismo color, con borla.
Cuando el Obispo lleve la sotana violcea, tambin usa medias de
ese color. Sin embargo, es absolutamente facultativo el uso de las
medias moradas cuando se usa sotana negra adornada con un
ribete. 59
64.
La capa magna violcea, sin armio, slo puede ser usada
en su dicesis y en las festividades ms solemnes.
Vestiduras de los presbteros y de los otros ministros
65.
La vestidura litrgica comn para todos los ministros de
cualquier grado es el alba, que debe ceirse a la cintura con el
cngulo, a no ser que est hecha de tal manera que pueda ajustarse
al cuerpo sin necesidad de cngulo. Pero antes de ponerse el alba,
si sta no cubre perfectamente el vestido ordinario alrededor del
cuello, pngase el amito. El alba no puede cambiarse por una
sobrepelliz, cuando se ha de vestir la casulla o la dalmtica, o
cuando la estola cumple la funcin de casulla o dalmtica. La
sobrepelliz ha de llevarse siempre sobre la sotana.
6
Cf. Secretara de Estado, Instr. acerca de las vestiduras, ttulos e insignias de los
de Cardenales, Obispos y Prelados de menor orden, Utsivesollcite, 31 de marzo
de 1969 , n. 4: A. A. S. 61 (1969 ), p. 3 35.
6
Cf. Misal Romano, Instruccin general, n. 298.
59
43
66.
La vestidura propia del sacerdote celebrante, en la Misa y
en otras acciones sagradas que directamente se relacionan con
ella, es la planeta o casulla, a no ser que se diga lo contrario, la cual
se reviste sobre el alba y la estola.
La estola la lleva el sacerdote alrededor del cuello y pendiente ante
el pecho.
El sacerdote utiliza la capa pluvial en las acciones sagradas
solemnes, fuera de la Misa, en las procesiones y en otras acciones
sagradas, segn las rbricas propias de cada uno de los ritos.
61
67.
La vestidura propia del dicono es la dalmtica, que se
reviste sobre el alba y la estola. La dalmtica se puede omitir por
necesidad o por una solemnidad de grado menor.
El dicono lleva atravesada la estola, desde el hombro izquierdo,
pasando sobre el pecho, hacia el lado derecho del tronco, donde se
sujeta.
63
II. Los
68.
Con la inclinacin se significa la reverencia y el honor que
se tributa a las personas mismas o a aquello que las significan.
44
a)
69.
La genuflexin -que se hace slo con la rodilla derecha,
doblndola hasta el piso- significa adoracin, y por esta razn se
reserva al Santsimo Sacramento, sea que est expuesto, sea que
est reservado en el sagrario; tambin a la Santa Cruz desde la
solemne adoracin dentro de la Accin litrgica del Viernes Santo
en la Pasin del Seor, hasta el principio de la Vigilia pascual.
70.
No hacen genuflexin ni inclinacin profunda aquellos que
porten objetos, que se usan en la celebracin, como por ejemplo,
la cruz, los cirios, el Evangeliario.
45
67
67
los aclitos "toman los candeleros con la mano derecha, de tal manera que el que
avanza por la derecha, coloque su mano izquierda en el pie del candelabro, y la
derecha en la mitad -en la bola-, y el que avanza por la izquierda coloque su mano
derecha en el pie del candelabro y la mano izquierda en la mitad -en la bola-",
(Ceremonial de los O bispos ed. 1 886, l, Xl, 8).
Cf. Misal Romano, Instruccin general, nn. 93-95, 131. Segn la costumbre
Romana cuando el turiferario va en la procesin, "debe -con las manos a igual
46
El dicono, de pie en el ambn y vuelto hacia el pueblo, despus
de que haya saludado a l a asamblea, teniendo juntas las manos,
con el dedo pulgar de la mano derecha signa con el signo de la cruz,
primero el libro sobre el principio del Evangelio que va a leer,
despus se signa a s mismo en la frente, en la boca y en el pecho,
diciendo: Lectura del Santo Evangelio.
El Obispo, a su vez, se signa, de igual manera, en la frente, la boca
y lo mismo hacen todos los dems.
Despus, al menos en la Misa estacional, el dicono inciensa tres
veces el Evangelio, es decir, en el medio, a la izquierda y a la
derecha. En seguida lee el Evangelio hasta el final.
Terminada la lectura, el dicono lleva el libro para ser besado por
el Obispo, o el mismo dicono lo besa, a no ser que como se dijo
en el n. 73, la Conferencia Episcopal haya determinado otro signo
de veneracin.
68
47
77.
Cuando la ctedra del Obispo est detrs del altar, los
ministros saludan o al altar o al Obispo, segn se acerquen al altar
o al Obispo, pero eviten, en cuanto sea posible, pasar entre el
Obispo y el altar, a causa de la reverencia a ambos.
.
78.
Si acaso en el presbiterio estn presentes varios Obispos,
se hace reverencia slo al que preside.
79.
48
80.
En la procesin, el Obispo que preside la celebracin
litrgica, revestido con las vestiduras sagradas, va siempre solo,
despus de los presbteros; aunque delante de quienes lo asisten,
que van un poco detrs de l.
81.
Al Obispo que preside o participa en una sagrada celebracin
slo con el hbito coral, lo asisten dos cannigos revestidos con su
hbito coral, o presbteros o diconos con sobrepelliz sobre la
sotana.
82.
El que gobierna la Repblica, si viene a la liturgia por su
oficio, es recibido por el Obispo, ya revestido, en la puerta de la
iglesia, y si es catlico, y se juzga conveniente, le ofrece agua
bendita, lo saluda segn se acostumbra, avanza a su izquierda y lo
conduce al lugar destinado, fuera del presbiterio. Terminada la
celebracin lo saluda, cuando se retira.
83.
Los otros magistrados, que tienen la ms alta autoridad en
el gobierno de la nacin, la regin o la ciudad, si suele hacerse, son
recibidos, cerca de la puerta de la iglesia, segn las costumbres de
los lugares, por el ms digno del clero, el cual los saluda y los
conduce al lugar reservado para ellos. El Obispo, a su vez, puede
saludarlos mientras va en la procesin de entrada y cuando se
retira.
III.
INCENSACION
84.
El rito de incensacin expresa reverencia y oracin, como
se da a entender en el salmo 140,2 y en el Apocalipsis 8,3.
85.
La materia que se coloca en el incensario, debe ser o slo
y puro incienso de olor agradable, o si se le agrega algo, procrese
que la cantidad de incienso sea mucho mayor.
86.
49
a)
b)
c)
d)
87.
Tambin se usa incienso, como se describe en los libros
litrgicos:
a)
b)
c)
d)
88.
Adems el incienso se emplea de ordinario, en las
procesiones de la Presentacin del Seor, del Domingo de Ramos,
de la Misa en la Cena del Seor, de la Vigilia pascual, en la
solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo; en la solemne
traslacin de las reliquias, y en general en las procesiones que se
hacen con solemnidad.
89.
En Laudes y Vsperas solemnes, se puede incensar el altar,
al Obispo y al pueblo mientras se canta el cntico evanglico.
90.
El Obispo, si est en la ctedra, o en otra sede, se sienta
para poner incienso en el incensario, de no ser as, pone el incienso
71
50
estando de pie; el dicono le presenta la naveta y el Obispo
bendice el incienso con el signo de la cruz, sin decir nada."
72
92.
C on tr e s mo vi mi e nt os dobl e s s e inc i en sa: el S an tsi mo
Sacramento, la reliquia de la Santa Cruz y las imgenes de l Seor
expuestas solemnemente, tambin las ofrendas, la cruz del altar,
el libro de los Evangelios, el cirio pascual, el Obispo o el presbtero
72
73
74
75
51
celebrante, la autoridad civil que por oficio est presente en la
sagrada celebracin, el coro y el pueblo, el cuerpo del difunto.
Con dos movimientos dobles se inciensan las reliquias e imgen es
de los Santos expuestos para pblica veneracin.
93.
El altar se inciensa con movimientos sencillos de la siguiente
manera:
a)
b)
S i e l a l t a r e s t u n i do a l a pa r e d, el O bi s po , m i en t r a s v a
pasando, inciensa primero la parte derecha, luego la parte
izquierda del altar.
95.
Las reliquias y las imgenes sagradas expuestas a la
vene racin pbl ica se inc iens an de spu s de la inc ensacin del
altar. En la Misa, sin embargo, nicamente al inicio de la celebracin.
96.
El Obispo, tanto en el altar como en la ctedra, recibe la
incensacin estando de pie, sin mitra, a no ser que ya la tenga.
El dicono inciensa a todos los concelebrantes al mismo tiempo.
76
52
100.
Mientras tanto los concelebrantes, los diconos, los dems
ministros y tambin los Obispos acaso presentes, se dan de modo
semejante unos a otros el saludo de paz.
El Obispo que preside la sagrada celebracin, sin que concelebre
la Misa, da la paz a los cannigos, o a los presbteros, o a los
diconos que lo asisten.
101. Tambin los fieles se dan el saludo de paz, segn el modo
determinado por las Conferencias Episcopales.
53
102.
Si el que Preside la Nacin, viene por oficio a la sagrada
celebracin, el dicono o alguno de los concelebrantes se acerca
a l y le da el saludo de paz, segn la costumbre de los lugares.
103.
Mientras se dan el saludo de paz, puede decirse: La paz sea
contigo, a lo cual se responde: Y con tu Espritu.
Tambin pueden usarse otras palabras, segn las costumbres
locales.
V.
17
18
54
sobre las ofrendas en la Misa para la epclesis antes de la
consagracin.
Para la consagracin, mientras el Obispo tiene en las manos la
hostia o el cliz y pronuncia las palabras de la consagracin, los
concelebrantes pronuncian las palabras del Seor, y si parece
oportuno extienden la mano derecha hacia el pan y hacia el cli2.'
Manos juntas
107.
El Obispo, a no ser que lleve el bculo pastoral, tiene las
manos juntas,80 cuando revestido con las sagradas vestiduras,
avanza para una accin litrgica, mientras ora de rodillas, mientras
va del altar a la ctedra o de la ctedra al altar, y cuando las
rbricas lo prescriben en los libros litrgicos.
Tambin los concelebrantes y ministros, mientras van caminando
o estn de pie, tienen las mano s juntas, a no ser que tengan que
llevar algo.
55
110.
Todos al ingresar a la iglesia, segn una laudable costumbre,
humedecen la mano con agua bendita preparada all en un
recipiente, y con ella se signan con el signo de la cruz para evocar
el Bautismo.
111.
Si se va a ofrecer agua bendita al Obispo cuando entra a la
iglesia, lo hace el ms digno del clero de la Iglesia, le entrega el
aspersorio con el cual el Obispo se roca a s mismo y a quienes lo
acompaan. Luego devuelve el aspersorio.
112.
Todo lo anterior se omite si el Obispo entra ya revestido a
la iglesia y cuando en la Misa dominical se hace la aspersin en
lugar del acto penitencial.
113.
De la aspersin que se hace al pueblo en la Vigilia pascual
y en la dedicacin de una iglesia, se tratar ms adelante en los nn.
369 y 872.
114.
La aspersin de los objetos que se bendicen, se hace segn
las normas de los libros litrgicos.
bendice a otros o alguna cosa, e ntonces vuelve el dedo pequeo h acia q uien
bendice -y al bendecir- extiende completamente la mano derecha, con todos los
dedos igualmente juntos y extendidos" (Misal Romano, ed. 1962, Rito que debe
observarse en la celebracin de la Misa, llI, 5).
56
VII. CUIDADO DE LOS LIBROS LITURGICOS
Y MODO DE PROCLAMAR DIVERSOS TEXTOS
115.
Los libros litrgicos deben ser tratados con cuidado y
reverencia, ya que sirven para proclamar la Palabra de Dios y
hacer la oracin de la Iglesia.
P o r t an to, ha y qu e a t en de r , so br e to do e n l a s c elebr ac io n es
litrgicas realizadas por el Obispo, que haya disponibles libros
oficiales de la ltima edicin, bellos y bien presentados, por la
edicin tipogrfica y por la encuadernacin.
116.
En los textos que el O bispo, los ministros o todos los
dems, deben pronunciar con voz clara y alta, sta debe corresponder al
gnero del texto mismo, segn sea lectura, oracin, monicin,
aclamacin, canto y tambin a la forma de la celebracin y a la
solemnidad de la asamblea.
117.
En las rbricas y en las normas siguientes, las palabras
"decir", "leer", "proclamar", se deben entender, ya sea del canto,
ya sea de la lectura, observando los principios propuestos en cada
libro litrgico y las normas que se dan ms adelante en sus
respectivos lugares.
118.
La locucin "cantar o decir", que se utilizan con frecuencia
ms adelante, se debe entender del canto, a no ser que exista algn
motivo que no aconseje el canto.
82
82 Cf. por ejemplo, Misal Romano, Instruccin general, nn. 18-19; Liturgia de las
Horas, Instruccin general, nn. 367-284; S. Congr. de Ritos, lnst. Musicam
sacram, 5 de marzo de 1967, nn. 5-12: A.A.S. 59 (1967), pp. 301-302; S. Congr.
para el Culto Divino, Carta circular sobre las Plegarias Eucarsticas, Eucharistiae
participationem, 27 de abril de 1973, n. 17: A.A.S. 65 (1973), pp. 346 -347.
PARTE II
LA MISA
59
CAPITULO
119.
La principal manifestacin de la Iglesia local tiene lugar
cuando el Obispo, gran sacerdote de su grey, celebra la Eucarista
sobre todo en la iglesia catedral, rodeado por su presbiterio y los
ministros, con plena y activa participacin de todo el pueblo santo
de Dios.
Esta Misa, llamada estacional, manifiesta tanto la unidad de la
Iglesia local, como la diversidad de ministerios alrededor del
Obispo y de la Sagrada Eucarista
Por lo tanto, convquese a ella la mayor cantidad de fieles; los
presbteros concelebren con el Obispo; los diconos ejerzan su
ministerio, los aclitos y lectores desempeen su oficio propio.
2
120.
Esta forma de celebrar la Misa se ha de conservar sobre
todo en las mayores solemnidades del ao litrgico, cuando el
Obispo consagra el sagrado crisma, y en la Misa vespertina en la
Cena del Seor' , en las celebraciones del Santo Fundador de la
Iglesia local o del Patrono de la dicesis; en el "da natalicio" del
Obispo, en las grandes reuniones del pueblo cristiano y tambin en
la visita pastoral.
121. La Misa estacional se celebrar con canto, segn las
normas que se encuentran en la Instruccin general del Misal
Romano.'
Cf. Conc. Vat. Il, Const. de Sagrada Liturgia. Sacrosanctum Concilium, n. 41.
Cf. ibidem, nn. 26-28.
Cf. Misal Romano, Instruccin general, nn. 157-158 a.
Cf. ibidem, nn 12, 18, 19, 77, 313. Si es del caso, at indase tambin al
1
2
3
4
60
122.
Conviene que haya por lo menos tres diconos, que sean
verdaderamente tales, uno que sirva al Evangelio y al altar, y otros
dos que asistan al Obispo. Si son varios distribyanse entre s los
diversos ministerios, y por lo menos uno de ellos preocpese de la
participacin activa de los fieles.
Si no pueden ser verdaderos diconos entonces es conveniente
que su ministerio lo cumplan los presbteros, los cuales vestidos
con sus vestiduras sacerdotales, concelebren con el Obispo,
aunque deban celebrar otra Misa por el bien pastoral de los fieles.
123.
Si hay Captulo en la iglesia catedral, conviene que todos
los cannigos concelebren con el Obispo la Misa estacional , sin
que por ello queden excluidos otros presbteros.
5
5
6
el Mi sal ;
el Leccionario;
Plegarias Eucarsticas para los concelebrantes;
Ordenacin del Canto de la Misa. Cf. Misal Romano, Disposicin del Canto de la
Misa, Nociones preliminares Cf. tambin S. Congr. de Ritos, lnstr. Musicam
sacram, 5 de marzo de 1967, nn. 7, 16, 29 -31: A.A.S. 59 (1967), pp. 302, 305,
3 0 8 - 30 9 .
Cf. Misal Romano, Instruccin general, n. 157.
Cf. Liturgia de las Horas, Instruccin general, nn. 31 a y 93.
61
b)
c)
E n u n l ug a r a d e c u a d o :
el Evangeliario;
incensario y la naveta con incienso;
cruz para ser llevada en la procesin;
siete (o por lo menos dos) candeleros con cirios encendidos;
y adems:
para el Obispo: palangana, jarra con agua y toalla; amito, alba,
62
LLEGADA Y PREPARACION DEL OBISPO
126.
Despus de que haya sido recibido el Obispo, segn se
indic antes (n. 79), ste, ayudado por los diconos asistentes y
otros ministros, los cuales ya tienen puestas las vestiduras litrgicas
antes de que l llegue, deja en el "secretarium" la capa o la muceta,
y segn el caso, tambin el ro quete, se lava las manos y se reviste
con amito, alba, cruz pectoral, estola, dalmtica y casulla.
Despus uno de los dos diconos coloca la mitra al Obispo. Pero
si e s Arzo bi spo, ant es de reci bir l a mitr a, el pri mer di cono le
coloca el palio.
Entre tanto los presbteros concelebrantes y los otros diconos,
que no sirven al Obispo, se ponen sus vestiduras.
127.
Cuando ya todos estn preparados, se acerca el aclito
turiferario, uno de los diconos le presenta la naveta al Obispo, el
cual pone incienso en el inc ensario y lo bendice con el signo de la
cruz. Luego recibe el bculo, que le presenta el ministro. Uno de los
diconos toma el Evangeliario, que lleva cerrado y con reverencia
en la procesin de entrada.
RITOS INICIALES
e l t u r i f e r a r i o c o n e l i n c e n s a r i o h u m e a n t e;
un aclito que lleva la cruz, con la imagen del crucifijo puesta
en la parte anterior; va entre siete, o por lo menos dos aclitos
que llevan candeleros con velas encendidas;
63
129.
Es recomendable que la cruz llevada procesionalmente se
coloque cerca del altar, de tal manera que se constituya en la cruz
del mismo altar. De lo contrario, se guarda.
Los candeleros se colocan cerca del altar, o sobre la credencia, o
cerca del presbiterio.
El Evangeliario se coloca sobre el altar.
130.
Todos al entrar al presbiterio, de dos en dos, hacen
profunda reverencia al altar.
Los diconos y los presbteros concelebrantes suben al altar, lo
besan y luego se dirigen a sus sitios.
131.
Cuando el Obispo llega al altar, entrega al ministro el
bculo pastoral, y dejada la mitra, junto con los diconos y los otros
ministros que lo acompaan, hace profunda reverencia al altar. En
seguida sube al altar y, a una con los diconos, lo besa.
Despus, si es necesario, el aclito pone de nuevo incienso en el
Cf. supra n. 71.
64
incensario y el Obispo, acompaado por los dos diconos, inciensa
el altar y la cruz.
9
132.
65
66
En seguida el Obispo se sienta y, como de costumbre, de uno de
los diconos recibe la mitra. Y todos se sientan. Los diconos y los
dems ministros se sientan segn la disposicin del presbiterio,
pero de tal manera que se note la diferencia de grado con los
presbteros.
LITURGIA DE LA PALABRA
137.
Despus de terminada la oracin colecta, el lector va al
ambn y lee la primera lectura, la cual todos escuchan sentados.
Al final canta o dice Palabra de Dios y todos responden con la
a c la m ac in.
138.
Despus el lector se reti ra. Todos en silencio meditan
brevemente la lectura escuchada.
Luego, el salmista o cantor, o el mismo lector, canta o lee el salmo,
segn uno de los modos previstos. 1 2
139.
Otro lector desde el ambn hace la segunda lectura, como
se dijo antes, estando todos s entados y escuchando.
140.
Sigue el Aleluya u otro canto, segn las exigencias del
tiempo litrgico. Al iniciarse el Aleluya todos se ponen de pie,
menos el Obispo.
Se acerca el turiferario y uno de los diconos le presenta la naveta.
El Obispo pone incienso y lo bendice sin decir nada.
El dicono que va a proclamar el Evangelio, se inclina profundamente
ante el Obispo, pide la bendicin en voz baja, diciendo: Padre,
dame tu bendicin. El Obispo lo bendice, diciendo: El Seor est en
Nociones preliminares,
67
tu corazn.
Amn.
Entonces el Obispo, dejada la mitra, se levanta.
El dicono se acerca al altar y all van tambin el turiferario con el
incensario humeante, y los aclitos con los cirios encendidos. El
dicono hace inclinacin al altar y toma reverentemente el
Evangeliario, y omitida la reverencia al altar, llevando solemnemente
el libro, se dirige al ambn, precedido por el turiferario y los aclitos
con cirios.
141.
En el ambn, el dicono, teniendo las manos juntas, saluda
al pueblo. Al decir las palabras Lectura del santo Evangelio, signa
el libro y luego se signa a s mismo, en la frente, la boca y el pecho,
lo cual hacen todos los dems. Entonces el Obispo recibe el
bculo. El dicono inciensa el libro y proclama el Evangel io,
estando todos de pie y vueltos hacia el dicono, como de costumbre.
Terminado el Evangelio, el dicono lleva el libro al Obispo para que
lo bese. Este dice en secreto: Por la lectura de este Evangelio; o
tambin el mismo dicono besa el Evangeliario, diciendo en
secreto la misma frmula.
Por ltimo, el dicono y los ministros regresan a sus sitios.
El Evangeliario se lleva a la credencia u otro lugar apropiado.
142.
Luego, estando todos sentados, el Obispo, con mitra y
bculo, si lo considera oportuno, y sentado en la ctedra, hace la
homila, a no ser que haya otro lugar ms adecuado para ser visto
y odo cmodamente por todos. Terminada la homila, se puede
tener algn momento de silencio.
143. Despus de la homila, a no ser que en este momento se
celebre algn rito sacramental o consecratorio o de bendicin,
segn las normas del Pontifical o del Ritual Romano, el Obispo deja
68
144.
Terminado el Credo, el Obispo de pie en la ctedra, con las
manos juntas, invita con la monicin a los fieles a participar en la
oracin universal.
Despus uno de los diconos o el cantor o lector u otro, desde el
ambn o desde otro lugar apropiado, dice las intenciones, y el
pueblo participa segn le corresponde. Por ltimo el Obispo, con
las manos extendidas, concluye las preces con la oracin.
LITURGIA EUCARSTICA
145.
Terminada la oracin universal, el Obispo se sienta y
recibe la mitra. Los concelebrantes y el pueblo igualmente se
sientan. Entonces se comienza el canto para la presentacin de los
dones, que se prolonga por lo meno s hasta que stos sean
colocados sobre el altar.
Los diconos y aclitos colocan en el altar el corporal, el purificador,
el cliz y el Misal.
Luego se traen las ofrendas. Es conveniente que los fieles manifiesten
su participacin trayendo pan y vino para la celebracin de la
Eucarista, y tambin otros dones con los que se ayude a las
necesidades de la Iglesia y de los pobres.
Los diconos o el mismo Obispo reciben las ofrendas de los fieles
13
69
en un lugar adecuado. Los diconos llevan el pan y el vino al altar,
lo dems a un lugar apropiado, preparado con anterioridad.
146.
El Obispo va al altar, deja la mitra, recibe del dicono la
patena con pan, y con ambas manos la eleva un poco sobre el
altar, dicien do en secr e to la frmula corr espondient e. Lu ego
coloca la patena con el pan sobre el corporal.
147.
Entre tanto, el dicono vierte vino y un poco de agua en el
cliz, diciendo en secreto el agua unida al vino." Despus el
Obispo presenta el cliz, que tiene con ambas manos un poco
elevado sobre el altar, dice en sec reto la frmula establecida, y
luego, deja el cliz sobre el corporal, y el dicono, si se requiere,
lo cubre con la palia.
148.
secreto
149.
En seguida el turiferario se acerca al Obispo, el dicono le
pr e s e nt a l a n a v et a, y e l O bi s po po n e inc i en so y l o ben di ce.
Des pu s el O bi spo m ism o recibe de l dicono el incensar io, y
acompaado por ste, inciensa las ofrendas, 1 5 el altar y la cruz,
como lo hizo al principio de la Misa. Terminada esta incensacin,
todos se ponen de pie, el dicono desde un lado del altar inciensa
al Obispo, el cual est de pie y sin mitra; luego a los concelebrantes
y despus al pueblo.
Tngase cuidado de que la monicin Orad, hermanos, y la oracin
sobre las ofrendas no se digan antes de que haya terminado la
incensacin.
15
El dicono puede hacer la preparacin del cliz, y la infusin del vino y del agua
en la credencia. Cf. Misal Romano, Instruccin general, n. 133.
So br e e l mo do de ince ns ar la o blata, c f. s up r a nn. 9 1 -9 3.
70
del altar y sin mitra, se le acercan los ministros con la jarra del
agua, la palangana y la toalla. El Obispo se lava y se seca las
manos. Si es necesario uno de los diconos toma el anillo del
Obispo. Mientras ste se lava las manos dice en secreto: Lvame,
Seor, mis culpas. Una vez que ha secado las manos y colocado
el anillo, el Obispo regresa al centro del altar.
151.
El Obispo, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las
manos invita al pueblo a orar, diciendo: Orad, hermanos.
152.
Una vez dada la respuesta El Seor reciba de tus manos, el
Obispo, con las manos extendidas, canta o dice la oracin sobre
las ofrendas. Al final el pueblo aclama: Amn.
153.
Despus el dicono toma el solideo del Obispo y lo entrega
al ministro. Los concelebrantes se acercan al altar y estn de pie
cerca de l, de tal manera que no impidan el desarrollo de los ritos
y que la accin sagrada pueda ser mirada atentamente por los
fieles.
Los diconos estn detrs de los concelebrantes, para que cuando
sea necesario, uno de ellos sirva en lo referente al cliz o al misal.
Ninguno permanezca entre el Obispo y los concelebrantes, o entre
stos y el altar.
154.
Entonces el Obispo empieza la Plegaria Eucarstica con el
prefacio. Extendiendo las manos canta o dice: El Seor est con
vosotros, y cuando dice: Levantemos el corazn, eleva las manos,
y con ellas extendidas, aade: Demos gracias al Seor nuestro
Dios. Despus de que el pueblo respondi: Es justo y necesario, el
Obispo prosigue con el prefacio. Una vez terminado ste, junta las
manos y canta juntamente con los concelebrantes, los ministros y
el pueblo: Santo.
155. El Obispo prosigue la Plegaria Eucarstica segn lo que se
dice en los nn. 171-191 de la instruccin general del Misal Romano
71
16
72
157.
En la Misa crismal, antes de que el Obispo diga en la
Plegaria Eucarstica I: Por quien sigues creando todos los bienes, o
antes de la doxologa Por Cristo, en las otras Plegarias Eucarsticas,
se hace la bendicin del leo de los enfermos, como se dice en el
Pontifical Romano, a no ser que por razones pastorales, se haya
hecho despus de la Liturgia de la Palabra.
158.
Para la doxologa final de la Plegaria Eucarstica, el dicono,
de pie al lado del Obispo, tiene elevado el cliz, mientras el Obispo
eleva la patena con la hostia, hasta que el pueblo haya respondido
Amn. La doxologa final de la Plegaria Eucarstica la dice o slo
el Obispo, o a una con todos los concelebrantes.
159.
Terminada la doxologa de la Plegaria Eucarstica, el
Obispo, con las manos juntas, hace la monicin previa al
Padrenuestro, que todos lo cantan o lo rezan. Tanto el Obispo como
los concelebrantes estn con las manos extendidas.
160.
El Obispo, con las manos extendidas, dice l solo: Lbranos
de todos los males. Los presbteros concelebrantes, juntamente
con el pueblo, dicen la aclamacin final: Tuyo es el reino.
161.
A continuacin el Obispo dice la oracin: Seor Jesucristo,
que diste. Terminada sta, el Obispo, dirigindose a la asamblea,
anuncia la paz diciendo: La paz del Seor est siempre con vosotros.
El pueblo responde: Y con tu espritu. Si se cree oportuno, uno de
Rituales l); por los nefitos (MR, Misas Rituales l); por los confirmados (MR, Misas
Rituales I); por los ordenados, diconos, presbteros, obispos (MR, Misas Rituales
ll); por los esposos (MR, Misas Rituales lVI) por las vrgenes consagradas (MR,
Misas Rituales VI); por los religiosos profesos (MR, Misas Rituales VIl); en la
Dedicacin de una iglesia (MR, Misas Rituales VIII).
2 . E n las o tr as P le g ar ias E uc ar s tic as : p o r lo s d ifunto s e n las P l e g ar ias ll y
lll (OM); por los nefitos (MR, Misas Rituales I); por las vrgenes (MR, Misas
Rituales V l); po r los relig ioso s p ro feso s (M R, Misas Rituales VII); en la
Dedicacin de una iglesia (MR, Misas Rituales VIII).
73
los diconos, dirigindose a la asamblea, hace la invitacin para la
paz con estas palabras: Daos fraternalmente la paz.
El Obispo da la paz al menos a los dos concelebrantes ms
cercanos a l, despus al primero de los diconos. Y todos segn
la costumbre de cada lugar, se manifiestan mutuamente la paz y
la caridad
162.
El Obispo inicia la fraccin del pan y la prosiguen algunos
de los presbteros concelebrantes, y entre tanto se repite Cordero
de Dios, cuantas veces sea necesario para acompaar la fraccin
del pan. El Obispo deja caer una partcula en el cliz, diciendo en
secreto: El Cuerpo y la Sangre.
163.
Dicha en secreto la oracin antes de la Comunin, el
Obispo hace genuflexin y toma la patena. Los concelebrantes uno
a uno se acercan al Obispo, hacen genuflexin, y de l reciben
reverentemente el Cuerpo de Cristo, y tenindolo con la mano
derecha, y colocando la izquierda debajo, se retiran a sus lugares.
Sin embargo, los concelebrantes pueden permanecer en sus
lugares y recibir all mismo el Cuerpo de Cristo.
Luego el Obispo toma la hostia, la sostiene un poco elevada sobre
la patena, y, dirigindose a la asamblea, dice: Este es el Cordero de
Dios, y prosigue con los concelebrantes y el pueblo diciendo:
Seor, no soy digno.
Mientras el Obispo comulga el Cuerpo de Cristo, se inicia el canto
de Comunin.
164. El Obispo, una vez que bebi la Sangre de Cristo, entrega
el cliz a uno de los diconos y distribuye la Comunin a los
diconos y tambin a los fieles.
rr
74
Los concelebrantes se acercan al altar y beben la Sangre, que los
diconos les presentan. Estos limpian el cliz con el purificador,
despus de la Comunin de cada uno de los concelebrantes.
18
165.
Acabada la Comunin, uno de los diconos bebe la Sangre
que hubiere, lleva el cliz a la credencia y all, en seguida, o
despus de la Misa, lo purifica y arregla. El otro dicono, o uno de
los concelebrantes, si hubieren quedado hostias consagradas, las
lleva al tabernculo, y en la credencia purifica la patena o el copn
sobre el cliz, antes de que ste sea purificado.
166.
ctedra,
manos.
sagrado
167.
Despus el Obispo de pie en la ctedra, y sostenindole el
libro el ministro, o habiendo regresado al altar con los dicono s,
canta o dice: Oremos y, con las manos extendidas, dice la oracin
despus de la Comunin, a la cual puede preceder un breve tiempo
de silencio, a no ser que ya lo ha ya habido despus de la
Comunin. Terminada la oracin el pueblo aclama: Amen.
RITOS DE CONCLUSION
168.
Terminada la oracin despus de la Comunin, se dan, si
lo hay, breves avisos al pueblo.
169. Finalmente el Obispo recibe la mitra, y extendiendo las
manos, saluda al pueblo, diciendo: El Seor est con vosotros, al
cual responde el pueblo: Y con tu espritu. Uno de los diconos
18
Cf. Misal Romano, Instruccin general, nn. 201-206, donde tambin se describen
otros modos de distr ibuir la Com uni n b ajo amb as especies.
75
puede invitar a todos diciendo: Inclinaos para recibir la bendicin,
o algo similar. Y el Obispo da la bendicin solemne, usando la
frmula ms conveniente de entre las que se encuentran en el
Misal, en el Pontifical o en el Ritual Romano. Mientras dice las
primeras invocaciones, o la oracin, tiene extendidas las manos
sobre el pueblo. A las invocaciones todos responden: Amn. Luego
recibe el bculo, i9 y dice: La bendicin de Dios todopoderoso, y
haciendo tres veces el signo de la cruz sobre el pueblo, agrega:
Cf. S. Congr. de R itos, Instr. sobre la sim plific acin de los ritos e ins ig nias
pontificales, Pontificales ritus, 21 de junio de 1968, n. 36: A.A.S. 60 (1968), p.
411.
7 ' 3 En lo que respecta al rito y a las frmulas de la bendicin apostlica, cf. infra nn.
1 1 2 2 -1 1 26 .
77
CAPITULO II
OTRAS MISAS CELEBRADAS POR EL OBISPO
171.
Aun cuando el Obispo celebre la Misa c on menor
concurrencia de pueblo y de clero, ordnese todo de tal manera
que aparezca como el gran sacerdote de su grey, pastor de toda su
Iglesia. As, pues, cuando visite parroquias o comunidades de su
dicesis, es conveniente que los presbteros de la parroquia o de la
comunidad concelebren con l.
172.
Ayudar un dicono revestido con las vestiduras de su
orden. Si no lo hay, un presbtero leer el Evangelio y servir al
altar; y si ste no concelebra, vista alba y estola.
21
78
Obispo. En las Plegarias Eucarsti cas l, II y III, el Obispo despus
de las palabras: el Papa N. aade: conmigo indigno siervo tuyo. En
la Plegaria Eucarstica IV, despus de las palabras: el Papa Pi.,
aade: de m indigno siervo tuyo.
Al final de la Misa, el Obispo bendice, como se dice en los nn. 11201121.
174. El Obispo, que no es Ordinario del lugar, con el
consentimiento del Obispo diocesano, puede usar en la celebracin
la ctedra y el bculo (cf. n. 47 y n. 59).
79
CAPITULO
III
175.
Como segn la doctrina y la tradicin de la Iglesia es propio
del Obispo presidir la Eucarista en sus comunidades, es sumamente
conveniente que cuando el Obispo est presente en la Misa, l
celebre la Eucarista.
Pero si por justa causa est presente en la Misa sin celebrarla, es
mejor, a no ser que otro Obispo vaya a celebrar, que l presida la
celebracin celebrando por lo menos la Liturgia de la Palabra y
bendiciendo al final al pueblo. Esto vale sobre todo para aquellas
celebraciones eucarsticas en las cuales se realiza algn rito
sacramental, o consecratorio o de bendicin.
22
22
C f. S. Co ng. de R ito s, I ns tr. sob re la s im plific aci n de los rito s e insig n ias
pontificales, Pontificales ritos, 21 de junio de 1968, n. 24; A.A.S. 60 (1968), p.
410.
80
178.
Cuando llegan al altar, el celebrante o los concelebrantes
hacen profunda reverencia. Pero si el Santsimo Sacramento se
conserva en el presbiterio, hacen genuflexin. Luego suben al
altar, lo besan y se dirigen al asiento que se les asign.
El Obispo entrega al ministro el bculo pastoral, y dejada la mitra,
hace, junto con los diconos y los ministros, profunda reverencia
al altar, a no ser que, como en el caso anterior, se deba hacer
genuflexin. Luego sube al altar y lo besa.
Si se usa incienso, el Obispo inciensa, segn el modo acostumbrado,
el altar y la cruz, acompaado por dos diconos.
Luego por el camino ms corto va a la ctedra con sus diconos,
los cuales se colocan a cada lado cerca de ella, para estar
dispuestos a asistir al Obispo.
179.
Desde el comienzo de la Misa hasta que se termina la
Liturgia de la Palabra, obsrvense las normas dadas acerca de la
Misa estacional del Obispo (cf. nn. 128-144). Sin embargo, si se ha
de celebrar algn rito sacramental, o consecratorio o de bendicin,
tnganse presente las normas referentes al Credo y a la oracin
universal.
180. Terminada la oracin universal, o celebrado el rito
sacramental, o consecratorio, o de bendicin, el Obispo se sienta
y recibe la mitra.
Entonces un dicono y los ministros preparan el altar como de
costumbre. Si los fieles traen las ofrendas, las recibe el celebrante
o el Obispo.
Despus el celebrante, hecha profunda reverencia al Obispo, va al
altar a iniciar la Liturgia de la Eucarista, segn el Rito de la Misa.
181. Si hay incensacin, el Obispo es incensado despus del
81
celebrante. Dejada la mitra, se pone de pie para recibir la incensa cin. De lo contrario lo hace despus del Orad, hermanos, permanece
de pie en la ctedra hasta la epclesis en la Plegaria Eucarstica.
182.
Desde la epclesis hasta terminar la elevacin del cliz, el
Obispo, vuelto hacia el altar, se pone de rodillas en el reclinatorio
preparado para este fin, o ante la ctedra o en otro sitio conveniente.
Luego nuevamente se pone de pie en la ctedra.
183.
Despus de la invitacin del dicono: Daos fraternalmente
la paz, el Obispo da la paz a sus diconos.
Si el Obispo comulga, en el altar toma el Cuerpo y la Sangre del
Seor, despus del celebrante.
184.
Mientras se distribuye la sagrada Comunin, el Obispo
puede sentarse hasta el principio de la oracin despus de la
Comunin, la cual dice l mismo estando de pie en el altar o en la
sede.
Terminada la oracin, el Obispo bendice al pueblo, como se dice
en los nn. 1120-1121. Uno de los diconos asistentes despide al
pueblo (cf. n. 170).
185.
Por ltimo, el Obispo y el celebrante, como de costumbre
veneran el altar con el beso. Hecha la debida reverencia todos se
retiran en el mismo orden en que vinieron.
186. Si el Obispo no preside la Misa segn el modo antes
descrito, participe en ella vestido con muceta y roquete, pero no en
la ctedra, sino en el lugar ms apto, que se le haya preparado.
PARTE III
LITURGIA DE LAS HORAS
Y CELEBRACIONES DE LA PALABRA DE DIOS
85
188.
189.
190.
2
3
188.
189.
190.
2
3
86
CAPITULO 1
CELEBRACION DE VISPERAS EN LAS
PRINCIPALES SOLEMNIDADES
191.
Para la llegada del Obispo a la iglesia, obsrvese lo que se
dice en las normas generales, referidas en el nmero 79.
192.
En el "secretarium", el Obispo, ayudado por los diconos
y los otros ministros, que antes de su llegada ya se han revestido
con sus vestiduras litrgicas, deja la capa o la muceta y, segn las
circunstancias, tambin el roquete, y se reviste con amito, alba,
cngulo, cruz pectoral, estola y pluvial. Luego recibe de uno de los
diconos la mitra, y tambin el bculo.
Entretanto, es conveniente que los presbteros, especialm ente los
cannigos, se revistan con la capa pluvial sobre la sobrepelliz o
sobre el alba; los diconos con la capa pluvial o con la dalmtica.
87
194.
Se recomienda que la cruz llevada procesionalmente se
coloque cerca del altar, de tal manera que sea la cruz del altar, de
lo contrario se guarda.
Cf. supra n. 71
90
CAPITULO II
VISPERAS CELEBRADAS EN FORMA MAS SIMPLE
209.
Todo se hace como se dice en los nn. 191-208, con las debidas
adaptaciones.
210.
CAPITULO III
LAUDES MATUTINAS
212.
Las laudes matutinas se pueden cel ebrar con el mismo
rito de las Vsperas, excepto lo siguiente.
Si se antepone el Invitatorio, en vez del versculo: Dios mi
ven en mi auxilio, el Obispo comienza las Laudes con el versculo:
Seor, abre mis labios, al cual se responde: Y mi boca proclama
tu alabanza. Mientras se dice este versculo, todos se signan
213.
92
CAPITULO IV
OFICIO DE LECTURA
93
94
CAPITULO V
95
CAPITULO VI
COMPLETAS
219.
auxilio.
Cf. supra n. 63
)6
CAPITULO
VII
Conc. Vat. ll, Const. dogmtic a sobre la Divina Revelacin, Dei Verbum, n.
21 9 Cf. Misal Romano, Ordenacin de las Lecturas de la Misa, Nociones
generales, n. 3.
97
DESCRIPCION DE LAS CELEBRACIONES
PARTE IV
CELEBRACION DE LOS MISTERIOS DEL SEOR
DURANTE EL AO LITURGICO
101
CELEBRACIONES DE LOS MISTERIOS DEL SEOR
DURANTE EL AO LITURGICO
NOCIONES GENERALES
227.
"La santa madre Iglesia considera deber suyo celebrar con una
sagrada recordacin, en das determinados durante el decurso del
ao, la obra salvfica de su divino Esposo. Cada semana, en el da que
llam del Seor, conmemora su Resurreccin, que una vez al ao
celebra tambin, junto con su bienaventurada pasin, con la mxima
solemnidad de la Pascua.
Adems, durante el ao litrgico despliega todo el misterio de
Cristo, desde la Encarnacin y la Natividad hasta la Ascensin,
Pentecosts y la expectativa de la dichosa esperanza y venida del
Seor.
Renovando as los misterios de la Redencin, abre a los fieles las
riquezas del poder santificador y de los mritos de su Seor, de tal
manera que en todo tiempo, en cierto modo, se hacen presentes
para que los fieles puedan ponerse en contacto con ellos y llenarse de
la gracia de la salvacin".'
El da domingo
228.
102
10_
salvacin.
Ao litrgico
231. La celebracin del ao litrgico posee una peculiar
eficacia sacramental, ya que Cristo mismo es el que en sus
misterios, o en las memorias de los Santos, especialmente de
106
10
10
H
107
12
Cf. Liturgia de las Horas, en la Epifana de[ SeOr, ll Vspenas, antfona para el
cntico: Proclama mi alma.
110
14
15
111
CAPITULO III
TIEMPO DE CUARESMA
249.
La observancia anual de la Cuaresma es un tiempo favorable
por el cual se asciende al monte santo de la Pascua.
i6
250.
16
Cf. Vat. ll, Const. de Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, n. 109; Norma
universales sobre el ao litrgico y el calendario, n. 27
112
1 Cf. Conc. Vat. [l, Const. de Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, nn. 105.
109-110.
Cf. infra nn. 622-632.
Cf. Misal ROmanO, Instruccin general, n. 308 f; S. Congr. de Ritos, [nstr. Musicam
s ac ra m, 5 d e m a r z o d e 1 9 6 7 , n . 6 6 ; A . A . S . 5 9 ( 1 9 6 7 ) , p . 3 1 9 .
18
18
113
CAPITULO
IV
MIERCOLES DE CENIZA
253.
El Mircoles de ceniza los cristianos, al recibir la ceniza,
entran en el tiempo establecido para purificar el alma.
254.
255.
256.
Despus del Evangelio y de la homila, el Obispo, de pie y
sin mitra, con las manos juntas, invita al pueblo a orar y des pus
de una breve oracin en silencio, bendice la ceniza, que un aclito
29
Cf. 2 Sam 13, 19; Est 4, 1; Jb 42, 6; 1 Mac 3, 47; 4, 39; Lamentaciones 2, 10.
114
257.
258.
Entre tanto se canta el salmo Misericordia, Dios mo, con una de las
antfonas, como por ejemplo: Seor, borra mi culpa, o el responsorio:
Comamos aquello que por ignorancia, u otro canto apto.
259. Terminada la imposicin de la ceniza, el Obispo se lava las manos
y prosigue con la oracin universal.
La Misa contina como de costumbre.
11F
CAPITULO V
ASAMBLEAS CUARESMALES
260.
Todos los aspectos de las observancias cuaresmales ha
de orientarse tambin a que la vida de la Iglesia local se presente
y se fomente con mayor claridad.
2'
C f. M is a l R o m a no , R b r ic a a l i ni c io d e l tie m p o d e C u a r e s m a
la procesin.
En el lugar ms apto, el Obispo se pone las vestiduras litrgicas con
color morado requeridas para la Misa. En vez de la casulla puede
usar la capa pluvial, que deja al terminar la procesin. Recibe
mitra sencilla y el bculo, y con los ministros y, si es del caso, los
concelebrantes revestidos para la Misa, va al lugar de reunin
116
Terminado el canto, el Obispo deja la mitra y el bculo y saluda al
pueblo. En seguida, y despus de una breve monicin dicha ya por l
mismo, ya por uno de los concelebrantes o un dicono, el Obispo,
con las manos extendidas, dice la oracin colecta que trata del
misterio de la Santa Cruz, de la remisin de los pecados, de la
Iglesia, especialmente de la local, o una de las oraciones sobre el
pueblo que estn en el Misal.
A continuacin el Obispo recibe la mitra y, si cree oportuno, pone
incienso en el incensario y cuando el dicono dice en voz alta
Avancemos en paz, se o r den a la proc esin hac ia la iglesia,
mientras se cantan las letanas de los Santos. En el momento
apropiado, se pueden introducir las invocaciones del Santo Patrono, del
Fundador, y Santos de la Iglesia local. Al llegar la procesin a la
iglesia, cada uno se coloca en los sitios asignados.
Al llegar el Obispo al altar, deja el bculo y la mitra y venera e
inciensa el altar. En seguida se dirige a la ctedra, donde deja la
capa pluvial, si la us en la procesin, y toma la casulla. Omitidos los
ritos iniciales y, si cree oportuno, tambin el Seor, ten piedad, reza
la oracin colecta de la Misa.
La Misa contina como de costumbre.
El Obispo puede tambin, silo cree ms conveniente, dejar la capa pluvial
y revestir la casulla, cuando haya llegado al altar, y antes de
venerarlo.
262. En estas asambleas t ambin se puede tener, en vez de
Misa, una celebracin de la Palabra de Dios, tal como se dice en los nn.
222-226, o a la manera de las celebraciones penitenciales que se
proponen para el tiempo de Cuaresma en el Ritual Romano (cf. nn.
640-643).
117
CAPITULO VI
263.
22
264.
23
265.
266.
23
Rom 8, 17.
Cf. Misal Romano, Domingo de Ramos, en la Pasin del Seor, n. 2.
118
de pie y de cara a[ pueblo, dice: En el nombre del Padre, y del Hijo,
tal como se
encuentra en el Misal Romano, o con otras
palabras
semejantes.
Y
comienza
la
procesin hacia la iglesia donde se celebrar
la Misa.
hermanos:
como
la
muchedumbre,
115
120
25
HISTORIA DE LA PASION
seguida la Misa
121
CAPITULO VII
MISA CRISMAL
2 7 4 . E s t a m i s a , qu e e l O b i s p o c e l e b r a c o n s u p r e s b i t e r i o ,
dentro de la cu al consagra el santo crisma y bendice los dem
leos, es como una manifestacin de comunin de los presbtero
con el propio Obispo. 2 6
Cf. Conc. Vat. ll. Decr. sobre la vida y el ministerio de los Presbteros, Presbyterorum
Ordinis, n. 2.
C f. M is al R o m ano , Jue v e s d e la Se m ana S an ta, [ntr o d . al a M is a C r is m al.
122
275.
29
276.
277.
278.
Para la bendicin de los leos, adems de lo necesario para
la celebracin de la Misa estacional, preprese lo siguiente:
a)
b)
2
9
123
una mesa para colocar las nforas de los leos, dispuesta de
tal manera que los fieles puedan cmodamente ver y participar
en toda la accin sagrada;
279.
280.
33
281.
282.
124
De regreso al altar, la procesin se organiza as:
el ministro que lleva el recipiente con las aromas, si el
Obispo
mismo quiere preparar el crisma;
otro ministro con el nfora del leo de los catecmenos, si
se
va a bendecir;
otro con el nfora del leo de los enfermos;
el leo para el crisma lo lleva en ltimo lugar un dicono o un
presbtero;
a stos los siguen los ministros o fieles que llevan el pan, el
vino y el agua para celebrar la Eucarista.
34
283.
Durante la procesin a travs de la iglesia, el coro canta el
himno O Redemptor, al cual todos responden, u otro canto apropiado,
en vez del canto de presentacin de ofrendas.
El Obispo recibe las ofrendas en la ctedra, o en el
lugar ms adecuado.
284.
34
35
Cf. Pontifical RomanO, Rito para bendecir el leo de los catecmenos y de [Os
enfenmos y pana elaborar el crisma. n. 16.
Cf. ibidem, nn. 17-18
125
El
Obispo
y
los
concelebrantes,
acompaados por los diconos y ministros,
se acercan a la mesa, de manera tal que el
Obispo de pie y vuelto hacia el pueblo, tenga
cerca de s, a ambos lados, los concelebrantes
a modo de corona, mientras los diconos con
los ministros permanecen de pie detrs del
Obispo.
287.
288.
37
126
127
293.
Precede el turiferario con el incensario humeante, luego
viene la cruz y a continuacin los ministros que llevan los leos
benditos.
Mientras tanto el coro y el pueblo cantan algunas estrofas del
himno O Redemptor, u otro canto apto.
294.
En el "secretarium", el Obispo, oportunamente, recuerda a
los presbteros el respeto y veneracin con que se han de tratar los
leos y el crisma y el cuidado que han de tener para su debida
conservacin. 3 9
128
CAPITULO VIII
40
4
41
unive nsales acerca del ao litrg ico y del c alend ario, n. 18.
Cf. Conc. Vat. [l. Const. de Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, n. 110.
129
CAPITULO
IX
42
costumbres y en su vida.
El Obispo, aunque por la maana haya
celebrado la Misa crismal, tenga en mucha
estima celebrar tambin la Misa en la Cena
del Seor con plena participacin de los
presbteros, diconos, ministros y fieles en
torno a l.
298.
Conc. Trid. Sess, XXll, 17 sept. 1562, DOctr. De ss. Missaesacrif., c. 1: Concilium
Tridentinum, DiariOrum, Actorum, EpistOlarum, traclatuum nova collectio, ed.
Soc. Goerresianae, t. Vlll, Aclorum pars V, Friburgi Brisgovlae, 1919, p. 960.
30
asim ismo los s acer dote s que hay an concel ebr ado en l a Mi sa
crismal, pueden nuevamente concelebrar en la Misa vespertina.
43
99. A dem s de l o n e c e s a r i o pa r a l a c e l e br a c i n d e l a M i sa
stacional, preprese lo siguiente:
a) En un lugar conveniente del presbiterio:
131
46
132
48
49
48
4 9
13:
53
51
134
CAPITULO
55
57
58
5 5 1 Co 5, 7 .
57
Cf. S. Len Magno, Sermn 58 De Passione Domini, 1: PL 54,
332.
5
B Conc. Vat. Il, Const. de Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, n. 5.
5 9 Cf. Misal Romano, Viernes SantO en la Pasin del Seor, Celebracin de la Pasin
del Seor, n. 3.
135
60
a)
En el "secretarium":
para el Obispo y los diconos vestiduras de color rojo, como
para la Misa; el Obispo usa mitra sencilla, pero no usa ni anillo
ni bculo;
otras
b)
En un lugar conveniente:
dos candeleros.
c) En el presbiterio:
el Misal;
los leccionarios;
el mantel;
el corporal;
estolas de color rojo para los presbteros y
diconos que reciben la Comunin.
d) En el sitio de la reserva del Santsimo Sacramento:
- v el o h u m e r a l de c o l o r r o j o o bl a n c o pa r a e l di c o n o;
- do s c a n d e l e r o s p a r a l o s a c l i t o s .
6'
ibidem, n. 2.
RITOS lNTRODUCTORIOS
3 1 6 . E l O bi s po y l o s di c o n o s , c on v e s t i du r a s d e c o l o r r o jo ,
como para la Misa, avanzan en silencio hasta el altar.
136
LITURGIA DE LA PALABRA
63
67
13"
321.
En seguida se hace la presentacin y adoracin de la santa
Cruz, con una de las formas que se proponen en el Misal.
a) Primera forma de presentacin de la santa Cruz: Mientras el
dicono, acompaado por dos aclitos con cirios encendidos
lleva al altar la Cruz cubierta, el Obispo se acerca al altar con
sus diconos asistentes y all, de pie y sin mitra, recibe la
Cruz y en tres momentos sucesivos la descubre y la presenta
a adoracin de los fieles, repitiendo cada vez el invitatorio:
Mirad el rbol de la Cruz (el dicono o, si es el caso, el coro
puede
138
67
131
SAGRADA COMUNION
324.
69
140
71
141
74
Rrro
DE CONCLUSION
sobre tu pueblo.
75
76
74
75
76
Cf. ibidem, n. 27
Cf. ibidem, n. 28
Cf. ibidem, n. 28.
CAPITULO XI
VIGILIA PASCUAL
NOCIONES GENERALES
78
79
'
143
a)
Para el pregn:
337.
Antes del comienzo de la Vigilia el Obispo, los concelebrantes
y diconos se revisten en el "secretarium", o en otro lugar apropiado,
con las vestiduras blancas para la Misa. 8 2
338.
144
340.
'3
ibidem, n. 8.
Cf. ibidem, n. 9.
145
gloriosamente resucitado.
PROCESION
Despus de encendido el cirio pascual,
el Obispo pone incienso en el incensario. El
dicono recibe del aclito el cirlo pascual.
342.
343.
146
gracias a Dios.
PREGON PASCUAL
86
87
87
147
LITURGIA DE LA PALAB RA
Terminando el pregn
apagan sus velas y se sientan.
346.
pascual,
todos
148
de esta
348.
349.
Terminada
la
ltima
lectura
del
Antiguo
Testamento,
con
su
responsorio
y
su
oracin
correspondiente, se encienden las velas del altar y
entona solemnemente el himno Gloria a Dios en el cielo, que
todos continan, mientras se hacen sonar las campanas,
segn las costumbres de cada lugar. 92
350.
351.
99
91
94
149
352.
353.
Despus el Obispo se sienta, pone incienso y bendice al
di cono pa r a e l E va n gel io de l a m an e r a aco s tu mbr a da. No se llevan
cirios para el Evangelio. 9
354.
D e s pu s de l Ev a n gel io s e h ac e l a ho mi l a . L u ego se
procede a la liturgia bautismal. 9 7
LITURGIA BAUTISMAL
355.
Es muy conveniente que el Obispo mismo administre los
sacramentos del Bautismo y de la Confirmacin en esta Vigilia. 9 8
9s
" C f. i bi de m, n. 3 4 .
% Cf. ibidem, n. 35.
" Ibi de m n. 3 6 .
C f. R itual Rom ano , R itual de lnic iac i n cr is tiana de lo s ad ultos, Noci one s Generales, n. 44.
150
357.
Primero se llama a los catecmenos, quienes son presentados
por sus padrinos o, si son nios, son llevados por sus padres y
padrinos.
1oo
358.
Entonces, si debiera hacerse la procesin al bautisterio o a
la fuente bautismal, sta se organiza de inmediato.
Precede el aclito con el cirio pascual,
lo siguen los catecmenos con los padrinos,
de spu s los diconos, lo s concele brant es y el O bi spo, con
mitra y bculo.
Durante la procesin se cantan las letanas. Terminadas stas, el
Obispo deja el bculo y la mitra y hace la monicin: Hermanos,
360.
T e r m i n a da s l a s l e t a n a s , y h e c h a l a m o n i c i n po r e l
Obispo, como se dijo antes, el Obispo de pie cerca de la fuente
bautismal, sin mitra y con las manos extendidas, bendice el agua,
diciendo la oracin: Dios nuestro, que con tu poder invisible; y
Cf. Misal Romano, Vigilia pascual, n. 37.
Cf. ibidem, n. 37.
' Cf. ibidem, nn. 39, 41 y 38.
'@ Cf. ibidem, nn. 38-39.
99
10
10
151
361.
Terminada la bendicin del agua y, dicha la aclamaci n por el
pueblo, el Obispo se sienta y recibe la mitra y el bculo.
io5
A
continuacin
el
Obispo,
informado
oportunamente por el padrino acerca del nombre de cada
uno de los adultos que van a ser bautizados, pregunta a
cada uno de ellos acerca de la fe, como se indica en el
Ritual de Iniciacin cristiana de los adultos.
363.
107
364.
05
152
Ritual de Iniciacin crist i ana de a dulto s,
B a ut i s mo de n io s.
io9
y en el Ritual del
10
365.
Despus del bautismo, los nios son ungidos con el crisma por los
presbteros o diconos, sobre todo cuando los bautizados son muy
numerosos, mientras el Obispo dice para todos los bautizados a la
vez: Dios todopoderoso.
A todos, sean adultos, sean nios, se l es entrega la vestidura
blanca, mientras el Obispo dice: N. y N. ya sois nueva criatura."'
Despus el Obispo, o el dicono, recibe el cirio pascual de manos
del aclito, y dice: Padrinos, acercos. Y los padrinos encienden las
velas de los nefitos mientra s el Obispo dice: Ya sois luz en
Cristo.
12
Para los nios la entrega del cirio y el rito del Effetha se omiten,
segn se indica en el Ritual de Bautismo de nios.
13
366.
Terminado la ablucin bautismal y los dems ritos
explicativos, a no ser que todo se hubier a desarrollado en el altar,
se regresa al presbiterio, en procesin como antes, los nefitos, o
los padrinos o los padres llevan los cirios encendidos.
Durante la procesin se entona un cntico bautismal, como por
ejemplo: Quienes habis sido bautizados.
153
368.
vez."'
C f.
C f.
16
Cf.
1
" Cf.
14
15
R itual Rom ano, Ritual de I nic lac i n cr istiana de ad ultos, nn. 227 -2 31.
M is al R o m ano , V ig ilia p as c ual, n. 4 6 .
ibidem, n. 47.
ibidem, nn. 48 -49
158
CAPITULO
XIV
134
132
Normas universales del ao litr gico y d el calendario. n. 45.
Ibidem, n. 46
lbidem, n. 47
'33
34
159
CAPITULO XV
al
Obispo
diocesano,
teniendo
en
160
c i r c u n s t a n c i a s , j u z g a r a c e r c a d e l a o po r t u n i d a d, d e l l u g a r y
organizacin de esta procesin, para que se realice con dignidad
y sin menoscabo de la reverencia debida a este Santsimo
Sacramento.
Donde la procesin n o se puede efectuar en esta solemnidad,
co n vi en e qu e s e r e a li c e o tr a c e l e br ac i n p blica pa r a to da l a
ciudad o sus sectores principales, en la iglesia catedral o en otro
lugar ms adecuado.
136
PROCESION EUCARISTICA
387.
Es conveniente que la procesin se haga d espus de la
Misa en la cual se consagra la hostia que se lleva en procesin. Pero
nada impide que la procesin se efecte tambin despus de una
pblica y prolongada adoracin que siga a la Misa.
i37
388.
Adems de lo necesarlo para la celebracin de la Misa
estaoional, preprese lo siguiente:
a)
En el presbiterio:
En un lugar conveniente:
capas pluviales de color blanco o festivo (cf. n. 390);
velones y cirios
(palio).
136
'
37
161
Cf. i bi de m, n. 105.
162
163
del
165
CAPITULO
XVI
396.
398.
142
145
146
169
CAPITULO I
INICIACION CRISTIANA
NOCIONES GENERALES
405.
Cf. Conc. Vat. ll, Decr, sobre el oficlo pastoral de los Obispos en l a Iglesia, Christus Dominus,
n. 15.
Cf. Conc. Vat. ll, Const. dogmtica sobre la Iglesia, Lumen gentium, n. 26. Ad.
Smyrnaeos. 8, 2: ed. Funk. I, p. 283.
Cf. Ritual Romano, Ritual del Bautismo de nios, iniciacin cristiana, Nociones
preliminares n. 12.
170
que de ordinario celbrelos en la iglesia catedral o en las iglesias
parroquiales, de tal manera que la comunidad cristiana pueda
participar.
I. INICIACION CRISTIANA DE ADULTOS
406.
407.
Los dems ritos que el Obispo desee presidir, los celebrar tal
como se indica en el Ritual Romano.
Rito de eleccin o de inscripcin del nombre
171
10
B
9
10
172
414.
los elegidos.
" Cf. Misal Romano, Instruccin general, n. 330 y ms adelante Apndice Il de este libro.
12
Cf. R itual Rom ano, R itual de lnic iac i n cr istiana de ad ultos, n. 142 .
1 3 C f. ibi dem, n. 143.
173
15
14
15
174
16
16
Cf. ibidem, nn. 141 y 150; Cf. Misal Romano, Ordenacin de las Lecturas de la Misa, nn. 22-24.
Cf. Misal Romano, Ordenacin de las Lecturas de la Misa, nn. 748 -749. Cf. Misal Romano,
Ritual de Iniciacin cristiana de adultos, nn. 181 -182.
17
18
175
19
Terminada la oracin, el Obispo despide a los elegidos y con los fieles procede
a celebrar la Eucaristia.
178
eucarstica, en la cual ellos puedan comulgar bajo las dos especies.'
Ritual simplificado de Iniciacin
431.
a)
b)
c)
d)
e)
f)
2A
75
179
26
27
28
22
Cf. Ap nd ice ll d e
180
437.
Cuando ya todos se han colocado en los sitios que se les
asignaron en la iglesia, el Obispo deja la mitra, se levanta y omitiendo el
acto penitencial y el Seor, ten piedad, dice: Gloria a Dios en el cielo, segn
las rbricas y proclama la oracin colecta.
438.
En seguida se celebra la liturgia de la palabra, con homila del
Obispo.
181
441.
Cuando llegan a la fuente, o al lugar donde se desarrollar
la celebracin del Bautismo, el Obispo introduce esta parte de la
celebracin recordando brevemente a los presentes el admirable
designio de Dios que quiso santificar el alma y el cuerpo del
hombre por medio del agua.
442.
Despus se sienta y, recibe la mitra y el bculo, pregunta
a los padres y padrinos, acerca de las renuncias a satans y acerca
de la profesin de fe. 3
444.
Despus el Obispo se sienta con mitra, mientras el prroco
u otro presbtero hace la uncin con el crisma, impone la vestidura
blanca, entrega el cirio encendido, y si hubiere de hacerse, re aliza
el rito del Effeta, mientras el Obispo dice las frmulas establecidas. 32
Cf. Ritual Romano, Ritual del Bautismo de nios, nn. 53 -55, 223-224.
ibidem, n. 18b; 56-59.
' Cf. i bi de m, nn. 60 -61.
32 Cf. ibidem, nn. 62-66.
Cf. ibidem, n. 67.
29
3 Cf.
33
182
Despus, omitido el Credo, la Misa
prosigue como de costumbre.
446.
34
35
183
En seguida el dicono despide al pueblo, diciendo: Podis
r en paz y todos responden: Demos gracias a Dios.
448.
453.
184
III
C o N FI R M A C I O N
456.
Por causa grave, como ocurre algunas veces por el crecido
nmero de los confirmandos, el Obispo puede hacerse acompaar
de algunos presbteros para celebrar el sacramento. Se aconseja
invitar a presbteros:
a)
36
185
b) asientos para los presbteros que ayudar n al Obispo;
38
186
Los presbteros que ayudarn al Obispo en la
celebracin de la Confirmacin, a no ser que
concelebren, revestirn la sobrepelliz sobre la sotana, o
el alba, la estola y, si se juzga oportuno, la capa pluvial.
459.
Los das en que se permiten las Misas
rituales, puede celebrarse la Misa para la celebracin de
la Confirmacin, con sus lecturas propias.
El color ser rojo o blanco.
Pero si no se puede celebrar la Misa ritual, se puede
tomar una de las lecturas que se proponen en el
Leccionario para dicha Misa.
Cuando ocurren los dias que se encuentran bajo los nn.
1-4 de la tabla de los das litrgicos,
se dice la Misa
del da, con sus lecturas.
Siempre se puede usar la frmula de la bendicin final propia de la
39
41
Misa ritual.
39
187
43
Terminada
la
homilia,
el
Obispo,
sentado, con mitra y bculo, interroga a los
confirmandos, que estn de pie, les pide la
renovacin de los compromisos bautismales,
y al final proclama la fe de la Iglesia, a la cual
la asamblea asiente con una aclamacin o con
un canto adecuado.
463.
44
46
188
465.
466.
467.
a lo
468.
469.
470.
189
La Misa prosigue de la manera acostumbrada.
Mientras se canta
el canto de la presentacin de dones, algunos confirmados
oportunamente llevan el pan, el vino y el agua para celebrar la
Eucarista.
En la Plegaria Eucarstica se hace memoria de los confirmados,
usando la frmula que se propone en el Misal.
Los confirmados, sus padrinos, sus padres, los catequistas y los familiares
pueden recibir la Comunin bajo las dos especies. 49
471.
Para dar la bendicin al final de la Misa, el Obispo usar la
bendicin solemne o la oracin sobre el pueblo, como se indica en el
Pontifical Romano.
5o
Los recin confirmados estn de pie ante el Obispo. Este, a su vez, de pie
con mitra, dice: El Seor est con vosotros.
472.
JE
190
La
celebracin
de
la
Palabra,
la
presentacin de los confirmandos, la homila y lo
dems se realiza como se dice en los nn. 461-469.
475.
Podis ir en paz.
191
CAPITULO
II
53
Cf. ibidem, nn. 26,27; Decr. sobre el oficio pastoral de los Obispos en l a Iglesia,
Christus Dominus, n. 1.
192
eterno S acer dote, par a pre dicar el E van ge lio y apac entar a lo s fieles y para
celebrar el culto divino". 5 4
1.
ADMISION
AL DIACONADO Y AL PRESBITERADO
DE
LOS
CANDIDATOS
SG
193
El
rito
de
admisin
puede
hacerse
c u a l q u i e r d a , especialmente en los das de fiesta, en una
iglesia o en otro lugar adecuado, ya sea dentro de la Misa,
ya sea en una celebracin de la Palabra de Dios. Sin
embargo, este rito, por su misma naturaleza, nunca se una
con las Ordenes sagradas ni con la institucin de lectores
o aclitos.
482.
El Obispo est acompaado de un dicono o
de un presbtero delegado para llamar a los candidatos, y
tambin de otros ministros segn convenga.
Si el rito se celebra dentro de la Misa, el Obispo usa las
vestiduras litrgicas requeridas para la celebracin
eucarstica y tambin mitra y bculo.
Pero si el rito se celebra fuera de la Misa, el Obispo puede
o llevar la cruz pectoral, la estola y capa pluvial del color
conveniente sobre el alba, o slo la cruz y la estola sobre el
roquete y la muceta: en este caso no usa ni mitra ni
bculo.
483. Si el rito se cumple dentro de la Misa, se puede
celebrar ia Misa por las vocaciones a las Ordenes sagradas,
con las lecturas propias del rito de admisin.
481.
58
59
194
das que estn bajo los nn. 1-4 de la tabla de los das litrgicos. 6 1
62
63
4 88 . En to nc e s el O bi s po , de j a e l bcu lo y l a mi tr a, se l eva nt a,
y con l todos igualmente se levantan.
6' C f. A p ndice ll de e s te lib ro.
67.
C f. Po ntific al Ro m ano, A dm is in de un as p ir ante co mo c and id ato al Dlaco nado
y al Presbiterado, n. 5.
la Cf. ibidem, n. 6.
6 4 Cf. ibidem, n. 7.
195
490.
"Los candidatos al Diaconado, tanto permanente como
transitorio, y los candidatos al Presbiterado, deben recibir los
ministerios de lector y de aclito, si todava no los han recibido, y
ejercerlos durante un tiempo conveniente para mejor prepararse a
las futuras funciones de la Palabra y del Altar".
67
67