Evaluación Estado de La Conciencia
Evaluación Estado de La Conciencia
Evaluación Estado de La Conciencia
Seccin Monogrfica
Las causas ms comunes de dichas lesiones son el traumatismo craneoenceflico (TCE) y la encefalopata hipoxico-isqumica (EHI) (The
Multi-Society Task Force on PVS, 1994). Los TCE que dan lugar alteraciones de conciencia graves suelen estn relacionados con accidentes
de trfico, aunque en menor porcentaje, tambin con cadas o agresiones. La EHI, por el contrario, ocurre tras una ausencia prolongada de
oxgeno, en la mayora de los casos tras parada cardio-respiratoria,
aunque tambin tras ahogamiento, envenenamiento con monxido de
carbono, etc. (The Multi-Society Task Force on PVS, 1994). Gracias a
los avances en la atencin mdica de urgencia, la universalizacin del
uso de la ventilacin asistida y la presencia de desfibriladores en lugares pblicos, un gran nmero de pacientes sobreviven a ambos tipos
de accidentes en la actualidad (Fernandez-Espejo & Owen, 2013). Sin
embargo, debido a su extrema gravedad, muchos de ellos sostienen lesiones cerebrales graves y entran en una fase de coma.
El coma es un estado agudo (normalmente dura unos das o semanas) en el que el paciente no muestra signos de alerta ni conciencia:
no presenta apertura ocular espontnea y no puede ser despertado
con la aplicacin de estimulacin sensorial vigorosa (Plum & Posner,
1982). Una vez superada la fase de coma, parte de los pacientes recuperan la conciencia y evolucionan de modo favorable (aunque con
secuelas cognitivas de diversa gravedad). Un porcentaje significativo
de ellos, sin embargo, superan el coma (abren los ojos) pero no recuperan la conciencia y entran en lo que se conoce como estado
vegetativo (EV).
A diferencia del coma, el EV se define por la preservacin de la alerta, manifestada por la presencia de ciclos de sueo y vigilia, en ausencia de conciencia (Jennett & Plum, 1972). Estos pacientes recuperan la
funcin autonmica, la capacidad de regular la respiracin y frecuencia cardiaca sin la ayuda de ventilacin mecnica, pero no reaccionan
de manera intencional a la estimulacin, no responden a rdenes sencillas, ni presentan capacidad comunicativa alguna (Royal College of
Physicians, 2003). Por ello se considera que no son conscientes de s
mismos o del entorno que les rodea. El EV se considera persistente
cuando el paciente se mantiene sin cambios un mes tras el accidente, y
permanente cuando no se registra mejora tras 12 meses tras el TCE, o
3/6 meses (dependiendo de si se siguen criterios americanos o britnicos respectivamente) en los casos de EHI (Royal College of Physicians,
2003; The Multi-Society Task Force on PVS, 1994). Una vez se alcanza
el diagnstico de EV permanente, se considera que este estado es irreversible y no hay posibilidad de recuperacin.
Antes de alcanzar el criterio de permanente, algunos pacientes comienzan a mostrar signos fluctuantes, pero claros, de conciencia y progresan a lo que se conoce como estado de mnima conciencia
(EMC) (Giacino et al., 2002). Esta categora comprende a un grupo
ms heterogneo de pacientes que en la parte inferior del espectro son
capaces de seguir con la mirada un objeto en movimiento, y en la parte superior son capaces de seguir rdenes sencillas. En los casos en los
que no existen patologas concomitantes que reduzcan la esperanza
de vida, el paciente puede sobrevivir en un EV o EMC durante dcadas. Algunos pacientes comienzan a ser capaces de utilizar de manera
funcional objetos cotidianos, como por ejemplo una taza, o un peine, o
manifiestan capacidad comunicativa funcional (es decir, son capaces
1
http://eciemaps.mspsi.es/ecieMaps/browser/index_10_mc.html
ESTADO DE CONCIENCIA
Seccin Monogrfica
DAVINIA FERNNDEZ-ESPEJO
manera espontnea, como en respuesta a la estimulacin externa proporcionada por el evaluador (Royal College of Physicians, 2003). La
funcin principal del clnico es deducir si los comportamientos que
muestra el paciente son reflejos o indican que es capaz de interactuar
con su entorno de manera intencional. Determinar si un comportamiento es reflejo o voluntario es extremadamente complejo, y en muchos
casos el proceso diagnstico se complica an ms por la presencia de
dficits motores o lingsticos concomitantes que dificultan la evaluacin (Majerus, Bruno, Schnakers, Giacino, & Laureys, 2009; Majerus,
Gill-Thwaites, Andrews, & Laureys, 2005; Schnakers et al., 2015). En
sendos estudios en centros de neurorehabilitacin especializados en los
Estados Unidos y el Reino Unido en los aos 90, se encontr que, debido a estas dificultades, el 37% y el 43% (respectivamente) de pacientes
que ingresaban con un diagnstico de EV haban sido incorrectamente
diagnosticados. Cuando estos pacientes fueron re-evaluados por personal cualificado con experiencia en el diagnstico de alteraciones de
conciencia, se identificaron signos de conciencia parcial, o en algunos
casos incluso total (Andrews, Murphy, Munday, & Littlewood, 1996;
Childs, Mercer, & Childs, 1993). Los autores apuntaron a la falta de
familiaridad con los criterios diagnsticos, y la falta de evaluaciones
estandarizadas como responsables principales de estos errores.
Tras estos trabajos, las comunidades cientfica y clnica coincidieron
en recomendar que la exploracin clsica a pie de cama no es suficiente para diagnosticar a estos pacientes, siendo necesario utilizar
bateras estandarizadas e incorporar en el proceso a familiares y cuidadores (Bernat, 2006; Gill-Thwaites, 2006). En 2010, se cre el grupo Brain Injury-Interdisciplinary Special Interest Group, Disorders of
Consciousness Task Force, durante el American Congress of Rehabilitation Medicine, con el objetivo de revisar la literatura cientfica y forma-
TABLA 1
RECOMENDACIONES DE LA DISORDERS OF CONSCIOUSNESS TASK FORCE SOBRE ESCALAS PARA
EL DIAGNSTICO DE LAS ALTERACIONES DE CONCIENCIA (American Congress of Rehabilitation Medicine, Brain Injury-Interdisciplinary
Special Interest Group, Disorders of Consciousness Task Force, 2010)
Escala
Nombre Completo
Referencia
Recomendacin
CRS-R*
CNC
Coma/Near-Coma Scale
Rappaport, 2005
CLOCS
No
INNS
Born, 1988
Benzer et al., 1991
Borer-Alafi, Gil, Sazbon, & Korn, 2002
No
No
No
MATADOC
SMART*
Gill-Thwaites, 1997
SSAM
FOUR
No
No
WHIM
WNSSP
S
Con reservas
No estudiada
Seccin Monogrfica
ficacin de un programa de rehabilitacin y el seguimiento de sus
efectos en el paciente (Gill-Thwaites & Munday, 2004). Contiene 29
sub-escalas que permiten una exploracin completa de las cinco modalidades sensoriales, la funcin motora, la comunicacin funcional y
nivel de alerta. Las respuestas del paciente se clasifican jerrquicamente en base al nivel funcional que representan (ausencia de respuesta,
respuesta refleja, respuesta de retirada, respuesta de localizacin, respuesta diferencial). Para acceder a esta escala es necesario recibir formacin especfica por parte del equipo desarrollador, lo cual, junto a
su elevado coste, hace que en la prctica sea inaccesible para la mayor parte de clnicos e investigadores no residentes en el Reino Unido
(American Congress of Rehabilitation Medicine, Brain Injury-Interdisciplinary Special Interest Group, Disorders of Consciousness Task Force
et al., 2010).
Con un nfasis similar en la rehabilitacin, en este caso basada en la
musicoterapia, el Royal Hospital for Neurodisability ha publicado recientemente la escala Music Therapy Assessment Tool for Awareness in
Disorders of Consciousness (MATADOC) (Magee, Siegert, Daveson,
Lenton-Smith, & Taylor, 2013). En el primer estudio de estandarizacin, esta escala mostr una validez interna satisfactoria y un diagnstico consistente con el obtenido con las escalas SMART y CRS-R
(Magee et al., 2013). Al no depender de estimulacin lingstica, esta
escala es especialmente til en pacientes con afasia (Schnakers et al.,
2015), o pacientes peditricos (Magee, Ghetti, & Moyer, 2015). Sin
embargo, sufre similares problemas de acceso que la escala SMART,
con lo que su uso an no est extendido.
La escala CRS-R evala especficamente todos los comportamientos
descritos por el Aspen Workgroup para el diagnstico diferencial
del EV y EMC (Giacino et al., 2002), y cuenta con una excelente validez de contenido (American Congress of Rehabilitation Medicine,
Brain Injury-Interdisciplinary Special Interest Group, Disorders of
Consciousness Task Force et al., 2010). Adems, a diferencia de las
dos escalas anteriores, es de acceso gratuito y no requiere formacin reglada para su administracin (Giacino et al., 2004). Esto la
ha convertido en la escala de uso ms extendido en la literatura
cientfica especializada. Consiste en 25 tems ordenados de manera
jerrquica y distribuidos en 6 subescalas que evalan procesamiento auditivo, visual, motor, oromotor, comunicacin, y alerta. La puntuacin en cada subescala se basa en la presencia o ausencia de
comportamientos especficos en respuesta a la estimulacin sensorial
que el evaluador presenta de manera estandarizada. Puntuaciones
bajas reflejan comportamientos reflejos, mientras que las puntuaciones ms altas representan comportamientos mediados cognitivamente (Giacino et al., 2004). Esta escala ha sido recientemente
adaptada al castellano por el equipo de Enrique No, del Servicio
de neurorehabilitacin y dao cerebral del Hospital NISA, en Valencia (No et al., 2012).
A pesar de la alta disponibilidad de estas escalas de evaluacin (y
en particular el fcil acceso a la CRS-R), la publicacin de criterios
diagnsticos diferenciales (Giacino et al., 2002), y la recomendacin
de realizar evaluaciones estandarizadas que aparece en las guas de
prctica clnica para el manejo de pacientes con alteraciones de conciencia (Royal College of Physicians, 2003), un estudio reciente en el
que se evalu a 103 pacientes en Blgica, encontr un porcentaje de
error diagnstico similar al descrito en los aos 90 (Schnakers et al.,
ESTADO DE CONCIENCIA
DAVINIA FERNNDEZ-ESPEJO
Seccin Monogrfica
En paralelo, gracias a los avances en las tcnicas de neuroimagen
funcional se ha descubierto un nuevo grupo de pacientes conscientes
cuya deteccin no es posible incluso con evaluaciones realizadas por
equipos de expertos (Owen, 2013), o tcnicas estructurales. Estos pacientes retienen capacidades cognitivas complejas pero son incapaces
de mostrarlas con comportamientos externos y, por ello, son diagnosticados incorrectamente como EV (ver Figura 1). Su identificacin solo
es posible mediante el uso de tcnicas como la resonancia magntica
funcional (RMf) o la electroencefalografa (EEG), que permiten relacionar cambios en la activacin cerebral tras la presentacin de estmulos
sensoriales con procesos cognitivos concretos, sin necesidad de que el
paciente produzca respuestas externas verbales o motoras (Owen, Epstein, & Johnsrude, n.d.). Los primeros estudios de activacin cerebral
realizados en pacientes en EV o EMC se basaron en la presentacin de
estimulacin pasiva, y demostraron que algunos de ellos conservan capacidades de procesamiento emocional, y son capaces de reaccionar
por ejemplo ante su propio nombre (Di et al., 2007; Fischer, Luaute, &
Morlet, 2010; Qin et al., 2010; 2008; Staffen, Kronbichler, Aichhorn,
Mair, & Ladurner, 2006), voces familiares (Bekinschtein et al., 2004;
de Jong, Willemsen, & Paans, 1997; Machado et al., 2007), caras familiares (Menon et al., 1998), o piezas musicales con contenido emocional personal (OKelly et al., 2013; Okumura et al., 2014; Varotto et
al., 2012). Estudios sucesivos han encontrado tambin evidencia de
procesamiento sensoriomotor (Moritz et al., 2001; Schiff et al., 2005),
visual (Monti, Pickard, & Owen, 2013; Moritz et al., 2001; Zhu et al.,
2009), y lingstico (Bekinschtein et al., 2005; Fernandez-Espejo, Junque, Cruse, et al., 2010b; Fernandez-Espejo et al., 2008; Moritz et al.,
2001; Owen et al., 2005; Schiff et al., 2005).
Varios autores han destacado la necesidad de realizar las tareas de
estimulacin pasiva de manera jerrquica, comenzando por estudiar
los procesos cognitivos ms simples y aumentando progresivamente su
complejidad (Laureys, Owen, & Schiff, 2004; Owen & Coleman,
2008a). Siguiendo este razonamiento, Rodd y colaboradores desarrollaron un paradigma auditivo que avanza desde el procesamiento
acstico bsico de estmulos no lingsticos, hasta el procesamiento semntico y la comprensin lingstica (Rodd, Davis, & Johnsrude,
2005). En 2009, Coleman y colaboradores utilizaron este paradigma
en un grupo de 41 pacientes (22 EV, 19 EMC) (Coleman et al., 2009),
revelando que 19 de ellos (7 EV, 12 EMC) demostraron evidencia de
reconocimiento de los estmulos lingsticos (comparado con otros sonidos) y 4 de ellos (2 EV, 2 EMC) evidencia de comprensin lingstica,
a pesar de lo que se podra inferir por su diagnstico. Es de destacar
que los 7 pacientes en EV que mostraron respuestas lingsticas en este
paradigma progresaron a un EMC a los 6 meses, lo cual sugiere que
la informacin obtenida en tareas de RMf puede tener valor pronstico. De hecho, en una revisin de los 15 estudios de RMf y tomografa
por emisin de positrones en pacientes en EV publicados hasta 2008,
Di y colaboradores encontraron que la presencia de activacin en reas asociativas predice una evolucin favorable con un 93% de especificidad y un 69% de sensibilidad (Di, Boly, Weng, Ledoux, & Laureys,
2008). En un estudio lingstico similar al anterior pero realizado en
Espaa, tambin se encontr que el nico paciente en EV que mostr
respuestas lingsticas en la RMf (Fernandez-Espejo et al., 2008) tuvo
una progresin favorable y recuper la conciencia un ao tras la lesin inicial (Fernandez-Espejo, Junque, Cruse, et al., 2010b).
Seccin Monogrfica
La ventaja principal de los paradigmas de RMf pasivos es que no requieren de la participacin voluntaria del paciente, y por tanto pueden
proporcionar informacin acerca de procesos cognitivos concretos, independientemente de su capacidad o intencionalidad de colaborar.
Sin embargo, y a pesar de que se puedan encontrar funciones cognitivas contrarias al diagnstico (e.j. comprensin lingstica), este tipo de
paradigmas no nos permiten realizar inferencias acerca del estado de
conciencia del paciente. La nica excepcin es el paradigma publicado
recientemente por Naci y colaboradores (Naci, Cusack, Anello, &
Owen, 2014), en el que se demostr que cuando varias personas ven
una pelcula (en este caso un fragmento de un cortometraje de Hitchcock), su actividad cerebral se sincroniza con la del resto de espectadores, y correlaciona con la demanda ejecutiva de la pelcula. Se
present el mismo fragmento a un paciente en EV y se demostr que su
actividad cerebral correlacionaba altamente con la de los voluntarios
sanos, lo cual fue interpretado como evidencia de que el paciente comparta la experiencia consciente del cortometraje con ellos.
Otros intentos para superar esta limitacin se han basado en el uso
que se hace en la prctica clnica del seguimiento de rdenes sencillas
(ej. abre la boca, seala el techo, etc.) como prueba definitiva de
conciencia (Giacino et al., 2004). Con esta idea en mente, se desarrollaron paradigmas de RMf activos, en los que se pide al paciente
que, en lugar de responder a estas rdenes externamente, lo haga
modulando voluntariamente su actividad neuronal (Fernandez-Espejo
& Owen, 2013). Esta aproximacin se basa en el hecho de que ciertas tareas de visualizacin mental se asocian con patrones de activacin cerebral especficos. As, la presencia de dichos patrones puede
utilizarse para determinar que el paciente sigui las instrucciones y realiz la visualizacin cuando se le peda (Owen & Coleman, 2008b).
En concreto, el paradigma que ha demostrado mayor xito para identificar seguimiento de rdenes en pacientes en EV se basa en la visualizacin motora y de navegacin espacial. Se instruye al paciente a
que imagine que mueve su mano para golpear una pelota de tenis repetidas veces cada vez que escucha la palabra tenis, o que se imagine que recorre las habitaciones de su casa e intente visualizar los
objetos que se encontrara cada vez que escucha la palabra
casa(Boly et al., 2007). En voluntarios sanos, ambas tareas elicitan
una activacin cerebral muy similar a la que obtendramos si el participante estuviera de hecho moviendo su mano (rea motora suplementaria), o realizando una tarea de navegacin espacial (corteza
parahipocampal, lbulo parietal posterior, y corteza premotora lateral) (Boly et al., 2007).
En 2006, Owen y colaboradores utilizaron esta tarea con una paciente en EV y encontraron que su actividad cerebral era indistinguible
de la obtenida en voluntarios sanos, lo cual demostraba que la paciente era capaz de entender las instrucciones y seguirlas y, por tanto, no
se encontraba realmente en EV (Owen et al., 2006). Diversos estudios
posteriores han empleado con xito este paradigma para identificar
seguimiento de rdenes en pacientes no responsivos (Fernandez-Espejo
& Owen, 2013; Gibson et al., 2014; Monti et al., 2010). Por ejemplo,
Monti y colaboradores estudiaron un grupo de 23 pacientes en EV y
encontraron evidencia de seguimiento de rdenes en el 17% de ellos
(Monti et al., 2010). Lo que es an ms importante, uno de estos pacientes consigui utilizar la activacin en estas dos tareas (visualizacin motora y espacial) para comunicarse con los investigadores; esto
ESTADO DE CONCIENCIA
es, utiliz un tipo de visualizacin para responder s y el otro tipo para responder no, y contest correctamente a 5 preguntas autobiogrficas (e.j. Tu padre se llama Alexander?) (Monti et al., 2010).
Recientemente, esta tcnica permiti a otro paciente, en EV desde haca 12 aos, responder preguntas con implicaciones importantes para
su calidad de vida (e.j. si sufra algn tipo de dolor) (Fernandez-Espejo
& Owen, 2013). Este paciente tambin demostr que saba el nombre
de la persona que haba sido su cuidadora principal desde el accidente, y a la cual no conoca con anterioridad, demostrando que era capaz de crear memorias de hechos ocurridos mientras se encontraba
diagnosticado como EV. Aunque hasta la fecha este paradigma solo
est disponible en centros de investigacin especializados (Royal College of Physicians, 2013), se ha demostrado que puede ser realizado
con xito en un escner de RM clnico (Fernandez-Espejo, Norton, &
Owen, 2014).
Otras tareas activas que se han aplicado para evaluar seguimiento
de rdenes en pacientes en EV y EMC con RMf incluyen la visualizacin motora de actividades como la natacin (Bardin et al., 2011; Forgacs et al., 2014), la preparacin motora (Bekinschtein, Manes,
Villarreal, Owen, & Della-Maggiore, 2011), o la atencin dirigida a
estmulos concretos presentados de manera auditiva (Monti et al.,
2015; Naci & Owen, 2013; Naci, Cusack, Jia, & Owen, 2013), o visual (Hampshire et al., 2013; Monti et al., 2013). Hasta la fecha, la
nica de estas tareas que se ha utilizado con xito para comunicarse
con pacientes en EV o EMC, se basa en la atencin selectiva a las palabras s o no (dependiendo de la respuesta) presentadas de manera auditiva (Naci & Owen, 2013).
A pesar del gran xito de la RMf en este campo, se trata de una tcnica costosa, no disponible en muchos hospitales, y que no se puede
realizar en pacientes que presenten por ejemplo una excesiva agitacin, tengan determinados implantes metlicos, o sean incapaces de
tumbarse en decbito supino en una superficie plana. Por ello, varios
grupos de investigacin han desarrollado paradigmas activos similares
a los anteriores, pero basados en la EEG (Coyle, Stow, McCreadie,
McElligott, & Carroll, 2015; Cruse et al., 2011; Cruse, Chennu, Chatelle, et al., 2012a; Cruse, Chennu, Fernandez-Espejo, et al., 2012b;
Gibson et al., 2014; Horki et al., 2014; Lul et al., 2013; Pan et al.,
2014; Schnakers et al., 2008). Por ejemplo, Cruse y colaboradores,
consiguieron identificar respuestas en dos tareas de visualizacin motora (imaginar que cerramos la mano y la volvemos a abrir, e imaginar que movemos los dedos de los pies) en el 19% de 16 pacientes en
EV (Cruse et al., 2011). Esta tcnica es porttil, con lo que no es necesario trasladar al paciente, se puede realizar con el paciente tumbado
o sentado, y tiene un coste mucho menor. Sin embargo, hasta la fecha,
ningn paciente en EV o EMC ha conseguido utilizar EEG para comunicarse.
CONCLUSIONES
De los estudios discutidos aqu se pueden extraer 3 conclusiones principales:
En primer lugar, la evaluacin clnica para el diagnstico de pacientes con alteraciones de conciencia ha de incluir la administracin repetida de escalas estandarizadas por parte de personal especializado,
para garantizar la identificacin de signos sutiles de conciencia que el
paciente es capaz de mostrar.
DAVINIA FERNNDEZ-ESPEJO
Seccin Monogrfica
American Congress of Rehabilitation Medicine, Brain Injury-Interdisciplinary Special Interest Group, Disorders of Consciousness Task
Force, Seel, R. T., Sherer, M., Whyte, J., Katz, D. I., Giacino, J. T.,
et al. (2010). Assessment scales for disorders of consciousness: evidence-based recommendations for clinical practice and research.
Archives of Physical Medicine and Rehabilitation, 91(12), 1795
1813. doi:10.1016/ j.apmr.2010.07.218
Ammermann, H., Kassubek, J., Lotze, M., Gut, E., Kaps, M., Schmidt,
J., et al. (2007). MRI brain lesion patterns in patients in anoxia-induced vegetative state. Journal of the Neurological Sciences, 260(12), 6570.
Andrews, K. (2004). Medical decision making in the vegetative state:
withdrawal of nutrition and hydration. NeuroRehabilitation, 19(4),
299304.
Andrews, K., Murphy, L., Munday, R., & Littlewood, C. (1996). Misdiagnosis of the vegetative state: retrospective study in a rehabilitation
unit. BMJ (Clinical Research Ed.), 313(7048), 1316.
Ansell, B. J., & Keenan, J. E. (1989). The Western Neuro Sensory Stimulation Profile: a tool for assessing slow-to-recover head-injured patients. Archives of Physical Medicine and Rehabilitation, 70(2),
104108.
Bardin, J. C., Fins, J. J., Katz, D. I., Hersh, J., Heier, L. A., Tabelow, K.,
et al. (2011). Dissociations between behavioural and functional
magnetic resonance imaging-based evaluations of cognitive function after brain injury. Brain, 134(Pt 3), 769782. doi:10.1093/
brain/awr005
Bekinschtein, T. A., Manes, F. F., Villarreal, M., Owen, A. M., & DellaMaggiore, V. (2011). Functional imaging reveals movement
preparatory activity in the vegetative state. Frontiers in Human Neuroscience, 5, 5. doi:10.3389/fnhum.2011.00005
Bekinschtein, T., Leiguarda, R., Armony, J., Owen, A., Carpintiero, S.,
Niklison, J., et al. (2004). Emotion processing in the minimally conscious state. Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry,
75(5), 788.
Bekinschtein, T., Tiberti, C., Niklison, J., Tamashiro, M., Ron, M., Carpintiero, S., et al. (2005). Assessing level of consciousness and cognitive changes from vegetative state to full recovery.
Neuropsychological Rehabilitation, 15(3-4), 307322.
Benzer, A., Mitterschiffthaler, G., Marosi, M., Luef, G., Phringer, F.,
La Renotiere, De, K., et al. (1991). Prediction of non-survival after
trauma: Innsbruck Coma Scale. The Lancet, 338(8773), 977978.
Bernat, J. L. (2006). Chronic disorders of consciousness. Lancet,
367(9517), 11811192.
Boly, M., Coleman, M. R., Davis, M. H., Hampshire, A., Bor, D., Moonen, G., et al. (2007). When thoughts become action: an fMRI paradigm to study volitional brain activity in non-communicative brain
injured patients. NeuroImage, 36(3), 979992. doi:10.1016/
j.neuroimage.2007.02.047
Boly, M., Faymonville, M.-E., Peigneux, P., Lambermont, B., Damas, P.,
Del Fiore, G., et al. (2004). Auditory processing in severely brain
injured patients: differences between the minimally conscious state
and the persistent vegetative state. Archives of Neurology, 61(2),
233238.
Boly, M., Faymonville, M.-E., Schnakers, C., Peigneux, P., Lambermont,
B., Phillips, C., et al. (2008a). Perception of pain in the minimally
Seccin Monogrfica
conscious state with PET activation: an observational study. The
Lancet Neurology, 7(11), 10131020.
Boly, M., Phillips, C., Tshibanda, L., Vanhaudenhuyse, A., Schabus,
M., Dang-Vu, T. T., et al. (2008b). Intrinsic brain activity in altered
states of consciousness: how conscious is the default mode of brain
function? Annals of the New York Academy of Sciences, 1129,
119129. doi:10.1196/annals.1417.015
Borer-Alafi, N., Gil, M., Sazbon, L., & Korn, C. (2002). Loewenstein
communication scale for the minimally responsive patient. Brain Injury : [BI], 16(7), 593609. doi:10.1080/02699050110119484
Born, J. D. (1988). The Glasgow-Lige Scale. Prognostic value and
evolution of motor response and brain stem reflexes after severe
head injury. Acta Neurochirurgica, 91(1-2), 111.
Bruno, M. A., Fernndez-Espejo, D., Lehembre, R., Tshibanda, L., Vanhaudenhuyse, A., Gosseries, O., et al. (2011). Multimodal neuroimaging in patients with disorders of consciousness showing
functional hemispherectomy. Progress in Brain Research, 193,
323333. doi:10.1016/B978-0-444-53839-0.00021-1
Buckner, R. L., Andrews-Hanna, J. R., & Schacter, D. L. (2008). The
brains default network: anatomy, function, and relevance to disease. Annals of the New York Academy of Sciences, 1124(1), 1
38. doi:10.1196/annals.1440.011
Childs, N. L., Mercer, W. N., & Childs, H. W. (1993). Accuracy of diagnosis of persistent vegetative state. Neurology, 43(8), 1465
1467.
Coleman, M. R., Davis, M. H., Rodd, J. M., Robson, T., Ali, A., Owen,
A. M., & Pickard, J. D. (2009). Towards the routine use of brain
imaging to aid the clinical diagnosis of disorders of consciousness.
Brain, 132(Pt 9), 25412552. doi:10.1093/brain/awp183
Coyle, D., Stow, J., McCreadie, K., McElligott, J., & Carroll, . (2015).
Sensorimotor modulation assessment and brain-computer interface
training in disorders of consciousness. Archives of Physical Medicine
and
Rehabilitation,
96(3
Suppl),
S6270.
doi:10.1016/j.apmr.2014.08.024
Cruse, D., Chennu, S., Chatelle, C., Bekinschtein, T. A., Fernandez-Espejo, D., Pickard, J. D., et al. (2011). Bedside detection of awareness in the vegetative state: a cohort study. Lancet, 378(9809),
20882094. doi:10.1016/S0140-6736(11)61224-5
Cruse, D., Chennu, S., Chatelle, C., Fernndez-Espejo, D., Bekinschtein, T. A., Pickard, J. D., et al. (2012a). Relationship between
etiology and covert cognition in the minimally conscious state. Neurology, 78(11), 816822. doi:10.1212/WNL.0b013e318249f764
Cruse, D., Chennu, S., Fernandez-Espejo, D., Payne, W. L., Young,
G. B., & Owen, A. M. (2012b). Detecting awareness in the vegetative state: electroencephalographic evidence for attempted
movements to command. PloS One, 7(11), e49933. doi:10.1371/
journal.pone.0049933
de Jong, B. M., Willemsen, A. T., & Paans, A. M. (1997). Regional
cerebral blood flow changes related to affective speech presentation
in persistent vegetative state. Clinical Neurology and Neurosurgery,
99(3), 213216.
Di, H. B., Yu, S. M., Weng, X. C., Laureys, S., Yu, D., Li, J. Q., et al.
(2007). Cerebral response to patients own name in the vegetative
and minimally conscious states. Neurology, 68(12), 895899.
Di, H., Boly, M., Weng, X., Ledoux, D., & Laureys, S. (2008). Neu-
10
ESTADO DE CONCIENCIA
roimaging activation studies in the vegetative state: predictors of recovery? Clinical Medicine (London, England), 8(5), 502507.
Fernandez-Espejo, D., & Owen, A. M. (2013). Detecting awareness after severe brain injury. Nature Reviews Neuroscience.
doi:10.1038/nrn3608
Fernandez-Espejo, D., Bekinschtein, T., Monti, M. M., Pickard, J. D.,
Junque, C., Coleman, M. R., & Owen, A. M. (2011). Diffusion
weighted imaging distinguishes the vegetative state from the minimally conscious state. NeuroImage, 54(1), 103112.
doi:10.1016/j.neuroimage.2010.08.035
Fernandez-Espejo, D., Junque, C., Bernabeu, M., Roig-Rovira, T., Vendrell, P., & Mercader, J. M. (2010a). Reductions of thalamic volume
and regional shape changes in the vegetative and the minimally
conscious states. Journal of Neurotrauma, 27(7), 11871193.
doi:10.1089/neu.2010.1297
Fernandez-Espejo, D., Junque, C., Cruse, D., Bernabeu, M., Roig-Rovira, T., Fbregas, N., et al. (2010b). Combination of diffusion tensor
and functional magnetic resonance imaging during recovery from
the vegetative state. BMC Neurology, 10, 77. doi:10.1186/14712377-10-77
Fernandez-Espejo, D., Junque, C., Vendrell, P., Bernabeu, M., Roig, T.,
Bargallo, N., & Mercader, J. M. (2008). Cerebral response to
speech in vegetative and minimally conscious states after traumatic
brain injury. Brain Injury : [BI], 22(11), 882890.
doi:10.1080/02699050802403573
Fernandez-Espejo, D., Norton, L., & Owen, A. M. (2014). The clinical
utility of fMRI for identifying covert awareness in the vegetative
state: a comparison of sensitivity between 3T and 1.5T. PloS One,
9(4), e95082. doi:10.1371/ journal.pone.0095082
Fernandez-Espejo, D., Soddu, A., Cruse, D., Palacios, E. M., Junque,
C., Vanhaudenhuyse, A., et al. (2012). A role for the default mode
network in the bases of disorders of consciousness. Annals of Neurology, 72(3), 335343. doi:10.1002/ana.23635
Fischer, C., Luaute, J., & Morlet, D. (2010). Event-related potentials
(MMN and novelty P3) in permanent vegetative or minimally conscious states. Clinical Neurophysiology : Official Journal of the International Federation of Clinical Neurophysiology, 121(7),
10321042.
Forgacs, P. B., Conte, M. M., Fridman, E. A., Voss, H. U., Victor, J. D.,
& Schiff, N. D. (2014). Preservation of electroencephalographic organization in patients with impaired consciousness and imagingbased evidence of command-following. Annals of Neurology,
76(6), 869879. doi:10.1002/ana.24283
Giacino, J. T., & Kalmar, K. (1997). The vegetative and minimally conscious states: a comparison of clinical features and functional outcome. Journal of Head Trauma Rehabilitation, 12(4), 3651.
Giacino, J. T., Ashwal, S., Childs, N., Cranford, R., Jennett, B., Katz,
D. I., et al. (2002). The minimally conscious state: definition and diagnostic criteria. Neurology, 58(3), 349353.
Giacino, J. T., Kalmar, K., & Whyte, J. (2004). The JFK Coma Recovery
Scale-Revised: Measurement characteristics and diagnostic utility.
Archives of Physical Medicine and Rehabilitation, 85(12), 2020
2029.
Gibson, R. M., Fernandez-Espejo, D., Gonzalez-Lara, L. E., Kwan, B.
Y., Lee, D. H., Owen, A. M., & Cruse, D. (2014). Multiple tasks and
DAVINIA FERNNDEZ-ESPEJO
Seccin Monogrfica
Kinney, H. C., & Samuels, M. A. (1994). Neuropathology of the persistent vegetative state. A review. Journal of Neuropathology and Experimental Neurology, 53(6), 548558. Retrieved from
http://journals.lww.com/jneuropath/Abstract/1994/11000/Neuropathology_of_the_Persistent_Vegetative_State_.2.aspx
Laureys, S., Faymonville, M. E., Degueldre, C., Fiore, G. D., Damas, P.,
Lambermont, B., et al. (2000). Auditory processing in the vegetative
state. Brain : a Journal of Neurology, 123 ( Pt 8, 15891601.
Laureys, S., Faymonville, M. E., Peigneux, P., Damas, P., Lambermont,
B., Del Fiore, G., et al. (2002). Cortical processing of noxious somatosensory stimuli in the persistent vegetative state. NeuroImage,
17(2), 732741.
Laureys, S., Owen, A. M., & Schiff, N. D. (2004). Brain function in coma, vegetative state, and related disorders. The Lancet Neurology,
3(9), 537546.
Laureys, S., Perrin, F., & Bredart, S. (2007). Self-consciousness in noncommunicative patients. Consciousness and Cognition, 16(3), 722
41 discussion 7425. Retrieved from https://www2.bc.edu/
~slotnics/articles/ps571_C_Laureys2007.pdf
Lavrijsen, J. C. M., van den Bosch, J. S. G., Koopmans, R. T. C. M., &
van Weel, C. (2005). Prevalence and characteristics of patients in a
vegetative state in Dutch nursing homes. Journal of Neurology,
Neurosurgery & Psychiatry, 76(10), 14201424.
Le Bihan, D., Mangin, J. F., Poupon, C., Clark, C. A., Pappata, S.,
Molko, N., & Chabriat, H. (2001). Diffusion tensor imaging: concepts and applications. Journal of Magnetic Resonance Imaging :
JMRI, 13(4), 534546.
Luaut e, J., Maucort-Boulch, D., Tell, L., Quelard, F., Sarraf, T., Iwaz,
J., et al. (2010). Long-term outcomes of chronic minimally conscious
and vegetative states. Neurology, 75(3), 246252.
Lul, D., Noirhomme, Q., Kleih, S. C., Chatelle, C., Halder, S., Demertzi, A., et al. (2013). Probing command following in patients
with disorders of consciousness using a brain-computer interface.
Clinical Neurophysiology : Official Journal of the International Federation of Clinical Neurophysiology, 124(1), 101106.
doi:10.1016/j.clinph.2012.04.030
Lutkenhoff, E. S., Chiang, J., Tshibanda, L., Kamau, E., Kirsch, M.,
Pickard, J. D., et al. (2015). Thalamic and extrathalamic mechanisms of (un)consciousness after severe brain injury. Annals of Neurology. doi:10.1002/ana.24423
Lutkenhoff, E. S., McArthur, D. L., Hua, X., Thompson, P. M., Vespa, P.
M., & Monti, M. M. (2013). Thalamic atrophy in antero-medial and
dorsal nuclei correlates with six-month outcome after severe brain
injury. NeuroImage: Clinical, 3, 396404. doi:10.1016/
j.nicl.2013.09.010
Machado, C., Korein, J., Aubert, E., Bosch, J., Alvarez, M. A., Rodr i
guez, R., et al. (2007). Recognizing a mothers voice in the persistent vegetative state. Clinical Neurophysiology, 38(3), 124126.
Magee, W. L., Ghetti, C. M., & Moyer, A. (2015). Feasibility of the
music therapy assessment tool for awareness in disorders of consciousness (MATADOC) for use with pediatric populations. Frontiers
in Psychology, 6, 698. doi:10.3389/fpsyg.2015.00698
Magee, W. L., Siegert, R. J., Daveson, B. A., Lenton-Smith, G., & Taylor, S. M. (2013). Music Therapy Assessment Tool for Awareness in
Disorders of Consciousness (MATADOC): Standardisation of the
11
Seccin Monogrfica
principal subscale to assess awareness in patients with disorders of
consciousness. Neuropsychological Rehabilitation. doi:10.1080/
09602011.2013.844174
Majerus, S., Bruno, M.-A. E. L., Schnakers, C., Giacino, J. T., & Laureys, S. (2009). The problem of aphasia in the assessment of consciousness in brain-damaged patients. Progress in Brain Research,
177, 4961.
Majerus, S., Gill-Thwaites, H., Andrews, K., & Laureys, S. (2005). Behavioral evaluation of consciousness in severe brain damage.
Progress in Brain Research, 150, 397413.
Mason, M. F., Norton, M. I., Van Horn, J. D., Wegner, D. M., Grafton,
S. T., & Macrae, C. N. (2007). Wandering minds: the default network and stimulus-independent thought. Science, 315(5810), 393
395. doi:10.1126/science.1131295
Maxwell, W. L., MacKinnon, M. A., Smith, D. H., McIntosh, T. K., &
Graham, D. I. (2006). Thalamic nuclei after human blunt head injury. Journal of Neuropathology and Experimental Neurology,
65(5), 478488.
Maxwell, W. L., Pennington, K., MacKinnon, M. A., Smith, D. H.,
McIntosh, T. K., Wilson, J. T. L., & Graham, D. I. (2004). Differential responses in three thalamic nuclei in moderately disabled, severely disabled and vegetative patients after blunt head injury.
Brain, 127(Pt 11), 24702478. doi:10.1093/brain/awh294
Menon, D. K., Owen, A. M., Williams, E. J., Minhas, P. S., Allen, C.
M., Boniface, S. J., & Pickard, J. D. (1998). Cortical processing in
persistent vegetative state. Wolfson Brain Imaging Centre Team.
Lancet, 352(9123), 200.
Monti, M. M., Coleman, M. R., & Owen, A. M. (2009). Neuroimaging
and the vegetative state: resolving the behavioral assessment dilemma? Annals of the New York Academy of Sciences, 1157, 8189.
Monti, M. M., Pickard, J. D., & Owen, A. M. (2013). Visual cognition
in disorders of consciousness: from V1 to top-down attention. Human Brain Mapping, 34(6), 12451253. doi:10.1002/hbm.21507
Monti, M. M., Rosenberg, M., Finoia, P., Kamau, E., Pickard, J. D., &
Owen, A. M. (2015). Thalamo-frontal connectivity mediates topdown cognitive functions in disorders of consciousness. Neurology,
84(2), 167173. doi:10.1212/ WNL.0000000000001123
Monti, M. M., Vanhaudenhuyse, A., Coleman, M. R., Boly, M.,
Pickard, J. D., Tshibanda, L., et al. (2010). Willful modulation of
brain activity in disorders of consciousness. New England Journal of
Medicine, 362(7), 579589.
Morel, A., Magnin, M., & Jeanmonod, D. (1997). Multiarchitectonic
and stereotactic atlas of the human thalamus. The Journal of Comparative Neurology, 387(4), 588630.
Moretta, P., Estraneo, A., De Lucia, L., Cardinale, V., Loreto, V., & Trojano, L. (2014). A study of the psychological distress in family caregivers of patients with prolonged disorders of consciousness during
in-hospital rehabilitation. Clinical Rehabilitation, 28(7), 717725.
doi:10.1177/ 0269215514521826
Moritz, C. H., Rowley, H. A., Haughton, V. M., Swartz, K. R., Jones, J.,
& Badie, B. (2001). Functional MR imaging assessment of a non-responsive brain injured patient. Magnetic Resonance Imaging, 19(8),
11291132.
Naci, L., & Owen, A. M. (2013). Making every word count for nonresponsive patients. JAMA Neurology, 70(10), 12351241.
doi:10.1001/jamaneurol.2013.3686
12
ESTADO DE CONCIENCIA
Naci, L., Cusack, R., Anello, M., & Owen, A. M. (2014). A common
neural code for similar conscious experiences in different individuals. Proceedings of the National Academy of Sciences, 111(39),
1427714282. doi:10.1073/ pnas.1407007111
Naci, L., Cusack, R., Jia, V. Z., & Owen, A. M. (2013). The brains
silent messenger: using selective attention to decode human thought
for brain-based communication. The Journal of Neuroscience : the
Official Journal of the Society for Neuroscience, 33(22), 9385
9393. doi:10.1523/JNEUROSCI.5577-12.2013
No, E., Olaya, J., Navarro, M. D., Noguera, P., Colomer, C.,
Garca-Panach, J., et al. (2012). Behavioral recovery in disorders of consciousness: a prospective study with the Spanish version of the Coma Recovery Scale-Revised. Archives of Physical
Medicine and Rehabilitation, 93(3), 42833.e12. doi:10.1016/
j.apmr.2011.08.048
OKelly, J., James, L., Palaniappan, R., Taborin, J., Fachner, J., &
Magee, W. L. (2013). Neurophysiological and behavioral responses to music therapy in vegetative and minimally conscious States.
Frontiers in Human Neuroscience, 7, 884. doi:10.3389/ fnhum.2013.00884
Okumura, Y., Asano, Y., Takenaka, S., Fukuyama, S., Yonezawa, S.,
Kasuya, Y., & Shinoda, J. (2014). Brain activation by music in patients in a vegetative or minimally conscious state following diffuse
brain injury. Brain Injury : [BI], 28(7), 944950. doi:10.3109/
02699052.2014.888477
Owen, A. M. (2013). Detecting consciousness: a unique role for neuroimaging. Annual Review of Psychology, 64, 109133.
doi:10.1146/annurev-psych-113011-143729
Owen, A. M., & Coleman, M. R. (2008a). Detecting awareness in the
vegetative state. Annals of the New York Academy of Sciences,
1129, 130138. doi:10.1196/annals.1417.018
Owen, A. M., & Coleman, M. R. (2008b). Functional neuroimaging of
the vegetative state. Nature Reviews Neuroscience, 9(3), 235243.
doi:10.1038/nrn2330
Owen, A. M., Coleman, M. R., Boly, M., Davis, M. H., Laureys, S., &
Pickard, J. D. (2006). Detecting awareness in the vegetative state.
Science, 313(5792), 14021402.
Owen, A. M., Epstein, R., & Johnsrude, I. S. (n.d.). Functional Magnetic
Resonance Imaging. An Introduction to Methods. (P. Jezzard, P. M.
Mathews, & S. M. Smith) (2001st ed., pp. 311328). Oxford: Oxford University Press Inc.
Owen, A., Coleman, M., Menon, D., Johnsrude, I., Rodd, J., Davis, M.,
et al. (2005). Residual auditory function in persistent vegetative
state: a combined pet and fmri study. Neuropsychological Rehabilitation, 15(3-4), 290306.
Pan, J., Xie, Q., He, Y., Wang, F., Di, H., Laureys, S., et al. (2014).
Detecting awareness in patients with disorders of consciousness using a hybrid brain-computer interface. Journal of Neural Engineering, 11(5), 056007. doi:10.1088/1741-2560/11/5/056007
Parvizi, J., & Damasio, A. R. (2001). Consciousness and the brainstem.
Cognition, 79(1-2), 135160.
Pisa, F. E., Biasutti, E., Drigo, D., & Barbone, F. (2014). The prevalence
of vegetative and minimally conscious states: a systematic review
and methodological appraisal. The Journal of Head Trauma Rehabilitation, 29(4), E2330. doi:10.1097/HTR.0b013e3182a4469f
DAVINIA FERNNDEZ-ESPEJO
Plum, F., & Posner, J. (1982). The diagnosis of stupor and coma. (3rd
ed.). Philadelphia: Oxford University Press.
Qin, P., Di, H., Liu, Y., Yu, S., Gong, Q., Duncan, N., et al. (2010).
Anterior cingulate activity and the self in disorders of consciousness.
Human Brain Mapping, 31(12), 19932002. doi:10.1002/
hbm.20989
Qin, P., Di, H., Yan, X., Yu, S., Yu, D., Laureys, S., & Weng, X.
(2008). Mismatch negativity to the patients own name in chronic
disorders of consciousness. Neuroscience Letters, 448(1), 2428.
Rader, M. A., & Ellis, D. W. (1994). The Sensory Stimulation Assessment Measure (SSAM): a tool for early evaluation of severely braininjured patients. Brain Injury : [BI], 8(4), 309321.
Rappaport, M. (2005). The Disability Rating and Coma/Near-Coma
scales in evaluating severe head injury. Neuropsychological Rehabilitation, 15(3-4), 442453. doi:10.1080/09602010443000335
Rodd, J. M., Davis, M. H., & Johnsrude, I. S. (2005). The neural mechanisms of speech comprehension: fMRI studies of semantic ambiguity. Cerebral Cortex (New York, N.Y. : 1991), 15(8), 12611269.
doi:10.1093/cercor/bhi009
Rosenbaum, A. M., & Giacino, J. T. (2015). Clinical management of
the minimally conscious state. Handbook of Clinical Neurology,
127, 395410. doi:10.1016/B978-0-444-52892-6.00025-8
Royal College of Physicians. (2013). Prolonged disorders of consciousness: National clinical guidelines. (RCP). London. Retrieved from
https://www.rcplondon.ac.uk/sites/default/files/pdoc_web_final_navigable_2014.pdf
Royal College of Physicians, W. P. (2003). The vegetative state: guidance on diagnosis and management. Clinical Medicine (London,
England), 3(3), 249254.
Sao u t, V., Ombredane, M. P., Mouillie, J. M., Marteau, C., Math e,
J.-F., & Richard, I. (2010). Patients in a permanent vegetative state
or minimally conscious state in the Maine-et-Loire county of France:
A cross-sectional, descriptive study. Annals of Physical and Rehabilitation Medicine, 53(2), 96104.
Schiff, N. D. (2008). Central thalamic contributions to arousal regulation and neurological disorders of consciousness. Annals of the
New York Academy of Sciences, 1129(1), 105118.
Schiff, N. D., Rodriguez-Moreno, D., Kamal, A., Kim, K., Giacino, J.
T., Plum, F., & Hirsch, J. (2005). fMRI reveals large-scale network
activation in minimally conscious patients. Neurology, 64, 515
523.
Schnakers, C., Bessou, H., Rubi-Fessen, I., Hartmann, A., Fink, G. R.,
Meister, I., et al. (2015). Impact of aphasia on consciousness assessment: a cross-sectional study. Neurorehabilitation and Neural
Repair, 29(1), 4147. doi:10.1177/1545968314528067
Schnakers, C., Perrin, F., Schabus, M., Majerus, S., Ledoux, D.,
Damas, P., et al. (2008). Voluntary brain processing in disorders of
consciousness. Neurology, 71(20), 16141620. doi:10.1212/
01.wnl.0000334754.15330.69
Seccin Monogrfica
Schnakers, C., Vanhaudenhuyse, A., Giacino, J., Ventura, M., Boly,
M., Majerus, S., et al. (2009). Diagnostic accuracy of the vegetative
and minimally conscious state: clinical consensus versus standardized neurobehavioral assessment. BMC Neurology, 9(1), 35.
doi:10.1186/1471-2377-9-35
Shiel, A., Horn, S. A., Wilson, B. A., Watson, M. J., Campbell, M. J.,
& McLellan, D. L. (2000). The Wessex Head Injury Matrix (WHIM)
main scale: a preliminary report on a scale to assess and monitor
patient recovery after severe head injury. Clinical Rehabilitation,
14(4), 408416.
Silva, S., Alacoque, X., Fourcade, O., Samii, K., Marque, P., Woods, R.,
et al. (2010). Wakefulness and loss of awareness. Brain and brainstem interaction in the vegetative state. Neurology, 74, 313320.
Staffen, W., Kronbichler, M., Aichhorn, M., Mair, A., & Ladurner, G.
(2006). Selective brain activity in response to ones own name in
the persistent vegetative state. Journal of Neurology, Neurosurgery
& Psychiatry, 77(12), 13831384.
Stanczak, D. E., White, J. G., Gouview, W. D., Moehle, K. A., Daniel,
M., Novack, T., & Long, C. J. (1984). Assessment of level of consciousness following severe neurological insult. A comparison of the
psychometric qualities of the Glasgow Coma Scale and the Comprehensive Level of Consciousness Scale. Journal of Neurosurgery,
60(5), 955960. doi:10.3171/ jns.1984.60.5.0955
The Multi-Society Task Force on PVS. (1994). Medical aspects of the
persistent vegetative state (I). New England Journal of Medicine,
330, 14991508.
Vanhaudenhuyse, A., Noirhomme, Q., Tshibanda, L. J.-F., Bruno, M.A., Boveroux, P., Schnakers, C., et al. (2010). Default network connectivity reflects the level of consciousness in non-communicative
brain-damaged patients. Brain, 133(Pt 1), 161171. doi:10.1093/
brain/awp313
Varotto, G., Fazio, P., Rossi Sebastiano, D., Avanzini, G., Franceschetti, S., Panzica, F., & CRC. (2012). Music and emotion: an EEG connectivity study in patients with disorders of consciousness.
Conference Proceedings : ... Annual International Conference of the
IEEE Engineering in Medicine and Biology Society. IEEE Engineering
in Medicine and Biology Society. Conference, 2012, 52065209.
doi:10.1109/ EMBC.2012.6347167
Weijer, C., Peterson, A., Webster, F., Graham, M., Cruse, D., Fernandez-Espejo, D., et al. (2014). Ethics of neuroimaging after serious
brain injury. BMC Medical Ethics, 15, 41. doi:10.1186/14726939-15-41
Wijdicks, E. F. M., Bamlet, W. R., Maramattom, B. V., Manno, E. M.,
& McClelland, R. L. (2005). Validation of a new coma scale: The
FOUR score. Annals of Neurology, 58(4), 585593.
Zhu, J., Wu, X., Gao, L., Mao, Y., Zhong, P., Tang, W., & Zhou, L.
(2009). Cortical activity after emotional visual stimulation in minimally conscious state patients. Journal of Neurotrauma, 26(5), 677
688.
13