Ole Mis Cojones - Candido Macarro PDF
Ole Mis Cojones - Candido Macarro PDF
Ole Mis Cojones - Candido Macarro PDF
Cndido Macarro
Rodrguez
NDICE
PRLOGO
UN
MADRUGN
ACCIDENTADO
EL GARAJE SINIESTRO
DOROTHY
Y
OTRAS
CONSIDERACIONES
ENCUENTROS
EN
LA
TERCERA FASE
EL HOSPITAL
RESUMEN DE UN DA
ACIAGO
LA HISTORIA
COMIENZA LA AVENTURA
MI PRIMO EDELMIRO
EN LA CARRETERA
BURGOS
EN RUTA HACIA MURCIA
PERO QU CANSINO ES EL
MS ALL!
UN ATISBO DE ESPERANZA
POR FIN EN EL CAMPING!
HOUSTON: TENEMOS UN
PROBLEMA
MI PADRE, EL NUEVO
UN PLAN DE DIMENSIONES
CSMICAS
LA BATALLA
UN FINAL FELIZ
EPLOGO
PRLOGO
innumerables
contingencias
y
riesgos a los que me enfrento da a
da.
Con dos cojones! Incluso con
tres o ms.
UN
MADRUGN
ACCIDENTADO
agolpan en mi cerebro. Es un
cerdo? s, pero el pobre lo est
pasando mal. Le abrazo como un
hombre, sin mariconadas, pero l
Vete t a saber en qu delirio
alcohlico se halla sumido! vuelve
a besarme, esta vez con lengua.
Ahora s que s.
El lmite de mi delicado
estmago es sobrepasado con
creces. Dos arcadas violentas y mi
tostada y mi caf con leche pasan a
ser propiedad de mi vecino por mor
de la ley de los vasos
EL GARAJE SINIESTRO
Prcticamente huyendo de mi
beodo acosador irrumpo en el
garaje sin pensar en nada ms.
nicamente cuando escucho el
estruendo que provoca la puerta
metlica al cerrarse tras de m y su
eco a lo largo del solitario y oscuro
irreverencias, al vertedero ms
cercano, quizs sean las truculentas
historias de fantasmas que se
escuchan en los descansillos de la
escalera en voz muy queda,
prcticamente en un susurro. No lo
s. El caso es que este es el nico
lugar en el mundo donde se me pone
la carne de gallina cuando entro.
Con decir que hay das que dejo el
coche en la calle por no pasar por
ah
Soy sincero y no me considero
un cobardica por ello.
DOROTHY Y OTRAS
CONSIDERACIONES
debera ser de da
Y no lo es!
Como para asegurarme, echo un
vistazo rpido al reloj del panel de
instrumentos de mi coche Marca
las cinco de la maana! Qu coo
est ocurriendo aqu? La lgica me
dice que la hora del coche tiene que
ser la correcta. Pero mi reloj, el
despertador El caso es que no se
ve ni un alma por la calle y el cielo
est
completamente
negro,
salpicado de un montn de
estrellas.
inesperadamente se encuentra la
mente se me nubla de golpe. Pero
Qu es lo que manoseo cada vez
ms nervioso? Aunque estoy casi
seguro de lo que es. Toda mi
excitacin decrece de golpe al
mismo tiempo que otras cosas
crecen en mi partenair.
Ahora
soy
dolorosamente
consciente
de
que
existen
situaciones de peligro de las que no
estoy seguro que mi carcter
valeroso pueda defenderme
Desorientado me apeo de la
solucionar.
Resulta
que
la
camionera no era tal. No que no
condujera un camin, sino que, en
realidadera mitad y mitad
cmo explicarlo? S, tena unos
melones de consideracin pero
tena ms cosas de campeonato que
no me acababan de cuadrar.
LA CAMIONERAERA A
LA VEZ UN CAMIONERO! No s
si me entendis.
Llegados a ese punto de no
retorno en el que se pusieron todas
las cartas sobre la mesa por as
Descojonndose de m!
Se acerca a donde se encuentra
su compaero y en la penumbra del
amanecer observo cmo el otro
comienza a partirse tambin de risa.
Por la ventanilla de mi coche que
an permanece abierta, creo
escuchar algunas palabras sueltas
como
pringao, gilipollas,
subnormal provenientes de donde
se encuentran ese par de cabrones
uniformados, que no son otra cosa,
sin pretender faltar el respeto a los
cuerpos de seguridad del Estado.
dientes:
Ande, circule. Vulvase a
casa que todava le da tiempo
a echar una cabezadita.
Ms mosqueado que un mono
arranco y los dejo atrs, todava
sealndome y partindose de risa.
ENCUENTROS EN
TERCERA FASE
LA
Muy raro!
Observo ahora ntidamente la
luz del sol que no es el sol flotando
unos metros por encima del camino
y lo que es ms inquietante
acercndose
lentamente
hacia
donde yo me encuentro. Ahora que
ya tena seco el pantaln, vuelvo a
mearme encima. Todo alrededor de
la luz est iluminado intensamente,
como si fuera de da. A cincuenta
metros distingo una bola metlica
rodeada por un halo luminoso
pulsante que tiene cinco escotillas,
Efectivamente, me percato de
que en la puerta hay un cartel que
reza: Espere su turno. Si es que
estoy que no estoyPero es que
hoy es como si una mano negra
estuviera guiando mis pasos[5].
Cuando nuestras miradas se
cruzan tanto el polica como yo nos
percatamos de que nos conocemos
de algopero de qu?
Creo que l acaba finalmente de
caer en la cuenta y me reconoce.
Atnito observo cmo coge el
telfono y se re mirndome. Al
EL HOSPITAL
De repente me acuerdo de mi
mujer. Si es sbado debe estar muy
preocupada porque yo no est en
casa. Comienzo a marcar su nmero
pero nadie responde. Caigo en la
cuenta de que slo son las doce y
media. Seguro que todava est en
la cama roncando. Anoche se
Diga? respondo
intentando ocultar el telfono
bajo la palma de mi mano por
si me coloca la polica y me
multa, que estn muy serios
ltimamente con el temaUna familiar voz de grajo me
grita al otro lado. Es mi seora que
se acaba de despertar Y de muy
malas pulgas! por lo que puedo
apreciar.
m.
Tarde tomo conciencia de ello
porque sin tiempo para frenar, ms
pendiente de los improperios que
estoy escuchando por el auricular
del telfono que de la propia
carretera, empotro el morro del
coche con la trasera del camin. El
golpe es bastante fuerte. Vuelvo a
desmayarme pero antes de perder el
sentido an tengo unos recuerdos
confusos. La ltima imagen que
tengo del mundo real es que un
cerdo de los que transporta el
Dn-des-to-yyyy?
Ests en el hospital
comarcal Recuerdas qu te ha
ocurrido?
Apenas recuerdo nada pero es
que adems no tengo la boca para
soltar una parrafada pues la lengua
se me pega al paladar.
Todava
est
conmocionado
por
el
accidente. Hay que darle un
poco de tiempo escucho a
alguien decir cerca de donde
me encuentro, sea el lugar que
montn de moratones y
magulladuras que te van a
doler una temporada. Lo que
no entiendo son las heridas
de la oreja.
Qu no? Pues yo s que las
entiendo. El cabrn del cerdo que
es un animal omnvoro. As le
hagan pronto jamones y chorizos.
Julin vuelven a
llamarme- Ya te hemos hecho
una inspeccin externa y no
parece que tengas nada roto.
Ahora vamos a proceder a una
todo
el
mundo
quiere
inspeccionarlo?
Como un recuerdo reprimido
por mi inconsciente una imagen tan
fugaz como sobrecogedora se me
viene de sopetn a la mente, que
ahora est completamente alerta.
Como para no estarlo! Veo unas
manos oscuras con tres dedos que
no paran de toquetearme, pero
ahora las veo con mucho ms
detalle, el dedo central es
exageradamente grande y no para de
crecer. Son unas manos que
Pero- protesto
intilmente- no me ir a dejar
as.
Pues s seor, me deja con el
favor de explicrmelo? Mi
estado de tensin comienza a
ser insoportable.
Veo acojonado cmo todos y
cada uno de los diecisiete alumnos
de medicina se colocan un guante
de ltex en su mano derecha, pero
no un guante normal de los que
llegan hasta la mueca Nooo! uno
especial que les cubre casi hasta el
codo. Para ser precisos slo son
quince porque uno debe ser
alrgico al ltex y se pone un guante
de nitrilo. El otro dice que para
toquetear,
l
lo
llama
eufemsticamente
hacer
una
exploracin, prefiere no ponerse
guantes. Esa excusa no me la acabo
de creer del todo porque le veo
unos ojillos un tanto vidriosos y
lascivos. Mucho vicio intuyo que es
lo que hay.
Se me hace un nudo en la
garganta cuando escucho que el
doctor los invita uno por uno a
pasar por mi retaguardia y que se
tomen su tiempo inspeccionando.
Pero es que ni puta gracia me hace
hombre!
Pero s, desgraciadamente para
m, mi ojete es violentado una y
otra vez por diecisiete manos llenas
de dedos vidos de conocimiento
Me cago en la madre que pari
a la medicina universitaria!
Tras la inspeccin masiva, el
doctor, Frankestein, al que acabo de
bautizar con ese sobrenombre por
siniestro e hijo de puta, avanza
entre los alumnos y se coloca a mi
lado alzando la voz para que le
escuche todo el mundo.
Julin, no s cmo
decrtelo. No encuentro las
palabras porque es algo
Imposible.
El qu es imposible? le
grito perdiendo totalmente las
maneras.
Es imposible porque no es
natural. T eres un hombre y
adems un mamfero y lo que
tienes dentrolo que tienes
dentroes que es de lo ms
irracionalt tienes
Cooooo! Acabe de una
puta vez que me van a tener
que tratar adems de un infarto
triple por la angustia que me
est
causando
la
incertidumbre
Tienes en tu intestino UN
HUEVO METLICO DEL
TAMAO DE UN LIMN!
Cientficamente podramos
concluir que ESTS EMBA-RA-ZA-DO! Por muy
Querida terrcola me
comunican
telepticamente,
que en eso nos llevan una gran
habitantes de la Tierra ya
conocis de sobra. Sers la
madre del nuevo mesas y lo
engendrars sin contacto con
varn alguno, slo por la
intervencin divina, para que
lo entiendas. Y sers llamada
la madre de todos. Este ser
que ya crece en ti est llamado
a ser un lder espiritual en tu
planeta como ya ocurriera
antao.
Cunto dolor se agolpa en mis
recuerdos!
intiles que
Pues No me han confundido
con una hembra y encima ME HAN
DEJADO PREADO? Era lo que
me faltaba ya hoy.
Todo me da vueltas en la
cabeza. Se me escapa una risa
histrica que alterno con el ms
desconsolado llanto. Los all
presentes, testigos de tamaa
aberracin csmica, se echan las
manos a la cabeza. Detecto
compasivas miradas de lstima
entre los rostros de aquellos futuros
encontrado
la
solucin.
Aunque el procedimiento no
ser de lo ms ortodoxo,
pensamos que a la postre, ser
eficaz que es de lo que se
trata. Hemos mandado traer de
las cocinas del hospital unas
pinzas de barbacoa de las de
darle la vuelta a los chorizos.
Y
del
servicio
de
mantenimiento nos van a traer
un desatascador por si fuera
necesario. Ese engendro te lo
voy a sacar yo de ah como me
llamo
Frankestein me viene a la
cabeza no s muy bien por
quPero como es la nica solucin
que parece viable doy mi
consentimiento a que se practique el
primer aborto extraterrestre del
mundo. Tendr que ser as.
Proceda, doctor. Y
espablese que bastante jodido
estoy yo ya! No me apetece
para nada sermadre.
En un abrir y cerrar de ojos
mdico-culinario,
al
segundo
intento me dejo hacer y el doctor
Frankestein introduce las pinzas de
la barbacoa prcticamente hasta el
mango.
Creo que le va a hacer falta
ms gel anestsico murmura
el stiro de las manos
desnudas
con
voz
enronquecida por el calentn
que le ha entrado al verme de
aquella guisa Y una mierda!- Le gritoComo me vuelvas a tocar el
concebir- Y a ver si a la
prxima atinis, mamones, que
ya os vale!
El silencio se hace en la sala
pero yo, aunque con el culo
dolorido, me bajo de la camilla en
un periquete pidiendo mi ropa.
RESUMEN DE UN DA
ACIAGO
LA HISTORIA
Ha transcurrido ya cierto
tiempo desde que escrib esta
especie de diario de una asombrosa
ristra de desgracias. Con la
perspectiva que me otorgan los das
pasados, lo leo y lo releo y llego a
la conclusin de que el relato no
estara completo si no llegara a
de exorcismo, arrancando de mi
interior esta pelota de hiel amarga
que me atoraba el espritu hasta el
punto de no dejarme vivir en paz.
Si alguien por un momento ha
tenido la intencin de dudar de si la
historia acababa aqu, ramplona y
un tanto forzada, si pensaba que
este era el punto y final a las
aventuras y desventuras de Julin
Martnez Pez Vive Dios! Que ya
le digo yo que no ha de ser as.
Si un servidor se ha tomado la
molestia de llegar hasta este punto y
no se ha muerto de la vergenza
refiriendo intimidades a discrecin,
sin miedo al ridculo ni al escarnio
pblico, bien podr aguantar el
relato del resto de sucedidos, pues
como ya ha quedado dicho
innumerables veces no tengo miedo
a segn qu cosas.
As que con nimo ms
pedaggico que afn de notoriedad
o protagonismo, cosa que no est en
mi ser, retomo el hilo de esta
epopeya de tintes cotidianos y
rutinarios y espero que de su lectura
COMIENZA
AVENTURA
LA
tiene su estomaguito.
Aunque yo saba en mi fuero
interno que aquella situacin
celestial no poda durar, el cielo
con todas sus estrellas y planetas se
me vino a caer encima.
Se jodi lo que se daba!
La solucin, evidentemente,
pasaba por que yo volviera a la
racin carcelaria de pan y agua de
antao y tras la abundancia el paso
a la miseria como que se lleva mal,
muy mal Pero que muy mal!
Pero si quera ser sincero
MI PRIMO EDELMIRO
suerte.
Acced
pues
a
sus
requerimientos aunque si he de ser
sincero, con la esperanza de no
perder al menos algunas de las
prebendas con las que haba
disfrutado en los ltimos tiempos,
ms
que
porque
estuviera
convencido de que un ente mala
gente se hubiera empecinado en
amargarnos la vida.
Yo, aunque apreciaba en gordo
a mi primo por ser uno de los pocos
familiares directos que tena y
Edelmiro-Paez-II-Er-desenlace
Aquella confesin de mi primo,
que para m era mi hroe y mi gua
por lo precoz de su desarrollo me
dej muchos das sin dormir
dndole vueltas a la cabeza
constantemente. Me lleg a
obsesionar hasta el punto de que
durante uno de los muchos veranos
que pas en el pueblo con mis
abuelos le ech el ojo a una burrilla
pequea que ellos tenan para
llevar y traer los aperos a la
pequea finca que cultivaban a las
al aire.
Por supuesto yo guard
respetuoso silencio al respecto pues
recuperado el resuello senta que
me mora de la vergenza. Aquel
sucedido qued en secreto en lo
ms ntimo de m hasta hoy que he
decidido abriros mi corazn. Cierto
es que en mi semiinconsciencia,
cuando andaba siendo atendido por
los hombres de mi abuelo, vi
acercrseme al tonto del pueblo
susurrndome al odo algo que
hasta mucho tiempo despus no
y sibaritismo campista.
Sobre todo, Edelmiro hizo
mucho hincapi en que no
olvidramos llevar Mahous. Como
para una boda nos recomend
concretamente. Y as hicimos. En el
maletero de nuestro coche pude
acoplar unas cuantas decenas de
botes de Mahou siguiendo las
instrucciones de mi primo y para
las ocasiones especiales, que
seguro que habra de deparar la
visita, un par de barriles de
Franciskaner, que era la debilidad
de Edelmiro.
Quin sabe! Quizs, con la
perentoria excusa del ms all
podramos
pasar
unos
das
agradables junto a este querido
matrimonio.
Partimos muy de maana hacia
el camping donde se encontraban,
cuyo nombre me abstendr de
revelar con el nimo de preservar
la intimidad de Paquita y Edelmiro.
Baste notar que era un pequeo
camping de la provincia de Murcia,
en la maravillosa Costa Clida.
EN LA CARRETERA
Ta putaaaa! So
zorraaaaa! Me cago en toda tu
estirpe! -le grit como una
verdulera en un ataque de ira
mientras vea cmo su deseo
de venganza era frustrado por
ocurrira si se enterara.
Pis el acelerador obligando a
mi mujer a volver a cerrar la puerta
y, haciendo ruedas, nos despedimos
definitivamente de aquel lugar.
Conect la radio del coche
intentando buscar algn programa
donde pusieran algo de msica que
pudiera calmar a la fiera pero en
vez de eso, lo que tienen los
programas de madrugada, haba un
grupo de personas hablando de un
tema bastante manido y totalmente
inadecuado
para
mis
propsitos:La
promiscuidad
varonil. Cambiando totalmente el
tercio puse un CD del grupo Nuevo
Mester de Juglara, a ver si con las
jotas consegua distraer su atencin
y rebajaba su nivel de ira, cuya
aguja se acercaba peligrosamente a
la zona roja de calentamiento con
riesgo de explosin.
No s si fue la msica o que la
intensidad de las emociones la
haban dejado rendida, pero
finalmente, sin pronunciar palabra,
Virtudes reclin su asiento hacia
Ya lo s agente le
contest en el tono ms
convincente que me fue
Virtudes,
inconscientemente,
estaba contribuyendo a hacer ms
creble mi coartada. El agente se
retir a departir con uno de sus
compaeros. Nuevamente en un
corto lapso de tiempo sent la
mirada de la ley fijamente clavada
sobre mi nuca. Al cabo de un par de
minutos volvi a acercarse al coche
con un papel en la mano.
Rpido! me dijo al fin
hacindose cargo de lo urgente
de la situacin- No hay tiempo
que perder, a veinte kilmetros
Doctor Tutecre? me
contest una somnolienta
administrativo- En el hospital
A que me la ha
secuestrado una banda de
traficantes de rganos? Pens
cada vez ms nervioso-
Porque la situacin no se
prestaba a ello pero aquel grit se
me asemej a otros que suele dar
ella en otras circunstancias, cuando
hacemos uso del matrimonio,
concretamente. Aunque nunca los
dio tan intensos, la verdad sea
dicha.
Dios! Chorreando adrenalina
por todos los poros de mi piel
empu el bate y me acerqu ms a
la cabina de aquel fatdico camin.
Esper.
Incluso haba dejado de respirar
camionero.
Virtudes me bes despistada.
Por fin la haba encontrado! Pero
slo a su cuerpo, porque su mente
pareca estar lejos de all Muy
lejos!
Cuando le ped explicaciones
por su ausencia me cont que,
casualmente, Dorothy tena que
transportar una carga por la misma
carretera que habamos tomado
nosotros, que nos vio parados en un
control de la guardia civil, y que se
haba decidido a seguirnos hasta el
un ligero estremecimiento.
Ella no me quiso contar nada
ms y yo decid que no quera saber
nada ms. Mejor sera dejar las
cosas como estaban y no hurgar ms
en la herida.
Ni le convena a ella, ni me
convena a m.
Aunque, pensndolo bien
quizs hubiramos descubierto un
revulsivo en nuestra relacin.
Sonre relamindome, slo de
imaginarlo.
Dorothy me gui uno de esos
sexo
Como la aguja de un tocadiscos
cuando cruza de un lado a otro un
disco de vinilo, as son en mis
pensamientos
aquella
ltima
reflexin.
Su puta madre y su puta ella!
Qu rabia me entr de repente al
acordarme del asunto.
Pero no. Me haba hecho el
propsito de no encabronarme con
el tema. Adems, para ser sinceros,
yo
tambin
haba
pecado.
Estbamos
empatados
en
BURGOS
desagradablemente.
Por fin llegamos a aquel antro,
que no era otra cosa. En la puerta
haba un pequeo rtulo que deca
Habitaciones por horas.
Pero dnde nos haba mandado
el hombre este?
En cualquier caso, en aquel
preciso instante, a m slo me
interesaba una cosa de la pensin:
Que tuviera bao. Mientras
Virtudes explicaba a la que haca
las veces de recepcionista de parte
de quin venamos y peda una
que
limpiarme,
pero
otra
desagradable
sorpresa
me
aguardaba: No haba!
La madre que me pari! Qu
situacin
verdaderamente
comprometida.
Pero fueron slo unos minutos
de zozobra porque mi eficiente
Virtudes, que estaba al quite, suba
con un rollo que le haba dado la
recepcionista, que le haba
explicado que no colocaban papel
en los baos porque la gente se lo
llevaba.
Qu mujer, mi Virtudes!
Siempre un par de pasos por
delante de m, solcita y amable
(aunque no siempre, la verdad sea
dicha)
Uy!, s. Tengo las tripas
del revs y me vendra
estupendamente tomarme una
tisanita caliente.
Baj las escaleras y a los diez
minutos volva con una humeante y
confortadora infusin en la mano.
Entramos a la habitacin que,
para mi sorpresa y en contra de lo
Ha sido todo de su
agrado?
Vuelvan
cuando
quieran mientras nos guiaba
un ojo y nos daba una tarjeta
de puntos. Por cada cuatro
pernoctaciones en la pensin
caliente al cuerpo.
En la barra de la cafetera haba
unas cuantas personas, camioneros
con seguridad, a los que la hora del
desayuno les haba pillado en aquel
punto de su ruta. Ambos, Virtudes y
yo, echamos un rpido y disimulado
vistazo a aquellos profesionales,
quizs con la secreta esperanza de
encontrar por all a cierta
camionera/camionero
lujuriosa.
Pero no estaba all. Tambin iba a
ser mucha casualidad. Dejamos
escapar un leve suspiro de
Qu va a ser? nos
pregunt sin dejar de mirar el
escote de Virtudes.
Dos cafs con leche y un
par de tetas dije mosqueado
lanzando la indirecta- digo, y
un par de bollos.
El mensaje lleg claro al
barman que desde ese momento
procur no asomarse donde no era
EN
RUTA
MURCIA
HACIA
en su inconsciencia yo ya me haba
puesto unos tapones[17] en los
odos y apenas llegaba hasta ellos
un lejano rumor de aserradero. No
haba problema, ahora conducira
relajadamente evitando el riesgo
que haba corrido la madrugada
anterior con final en multa dolorosa
y posterior escarnio pblico.
Por esa misma razn, cuando la
rueda delantera derecha de nuestro
coche pinch tras habrsele
clavado un tornillo que haba en la
carretera y que debi haber estado
Tranquilzate, Virtudes.
Slo son un cmulo de
por
si
acaso.
Este
son
perfectamente y tras firmar el parte
de intervencin nos despedimos de
tan
reputados
profesionales.
Cuando les di un billete de
cincuenta euros como propina, hasta
la propia Virtudes, habitual de la
cofrada del puo, estuvo de
acuerdo conmigo.
Habamos perdido un par de
horas entre unas cosas y otras pero,
como habamos salido con bastante
antelacin, todava podamos llegar
a aquel pueblo de Murcia a tiempo
y Virtudes de un consistente
bocadillo de panceta con queso y
una gran cerveza
Cmo lo disfrut la joda! Se
ve que la tensin le haba abierto el
apetito.
Aquella delicatesen manchega
la puso otra vez de buen humor.
Mientras tanto hablaba y hablaba y
no paraba de hablar, signo
inequvoco de que la Mahou ya
comenzaba a dejarse notar en su
organismo, y le caan dos
reguerillos de pringue bajo los
labios
que
continuaban
descendiendo por la barbilla y, si
no es porque yo la aviso, se le
hubieran adentrado en el abultado
escote husmeando en aquellos
intrincados recovecos. Por un
momento me vino a la cabeza la
imagen de las gotas de pringue
corrindole a Virtudes por sus
turgentes y redondeados pechos.
La verdad es que me puse
bastante borrico slo de imaginarlo.
PERO QU CANSINO ES
EL MS ALL!
nuevo la marcha.
La tripilla llena y los efluvios
de la cerveza que Virtudes se
acababa de meter para el cuerpo
acabaron surtiendo el efecto que
deban. Esta no pudo ahora evitar
que le volviera a vencer el sueo.
En el coche mi costilla era como un
nio pequeo, comer, dormir y
de vez en cuandoberrear[20].
No me importaba. Me dispuse a
encarar la ltima etapa de nuestro
viaje con nimos redoblados, algo
ms espabilado con la cafena de la
Qu graciosa! Encima
hacindote la dormida -dije
todava enfadado pero con la
mosca ya tras la oreja- Sabes
que me has hecho dao guapa?
Virtudes continuaba a lo suyo.
La mene un poco con mi brazo y la
momento
desconocamos
las
razones pero todo apuntaba a esa
conclusin. La presin de lo que
quiera que fuera aquello que tan
impunemente se nos estaba
manifestando, se intensificaba por
momentos habiendo llegando ya a
las manos, y para dar fe de ello, el
escozor que senta en mi nuca era
ms que evidente.
Cuando puse al corriente a
Virtudes de lo que me acababa de
acontecer su rostro se ensombreci
de nuevo. Los siniestros temores
solucionemos el problema de
una vez por todas como le
ocurri a tu primo. La pregunta
es A qu nos enfrentamos?
Y...sobre
todo
Cmo
debemos hacerlo?
No poda negar que Virtudes
pareca llevar toda la razn del
mundo. Para nosotros aquella era
una experiencia nueva que no
tenamos ni idea de cmo encarar.
Pero no poda No deba! dejarme
arrastrar por el pesimismo de mi
mujer. De ser as estbamos
vencidos de antemano.
En mi nimo no estaba el
alarmarla ms de lo que ya se
encontraba por lo que intent darle
un capotazo quitndole importancia
al tema. Para ello utilic un
discurso ms desenfadado de lo que
hubiera querido utilizando un
vocabulario un tanto desinhibido,
chabacano y hasta arrabalero para
suavizar la tensin que en aquel
momento se respiraba dentro del
habitculo de nuestro vehculo.
Ya vers cmo al etreo
la
realidad
que
estbamos
sufriendo, pero senta que algo
deba hacer, y ya que el ente
incompetente no se haba dignado
explicarse tras mi invitacin, decid
tomar la iniciativa en esta insalubre
relacin que se haba creado entre
el ms all y el ms ac.
Poco saba yo de estos temas
paranormales ms que como ya he
dicho, por lo que tantas veces nos
han mostrado en el cine, pero
Quin saba? quizs resultara.
Por supuesto me abstuve de
UN
ATISBO
ESPERANZA
DE
del coche.
Al verse tan burdamente
engaado por m supuse que aquel
vengativo espectro, al que no le
agradaba pisar suelo sagrado, se
ira a por lo ms fcil. Y lo ms
fcil era atacar a mi mujer que
estaba totalmente alelada en su
asiento.
Fue una carrera contra el reloj.
Yo llenando la botella de Font
Vella de la pila del agua bendita
ante la mirada estupefacta del cura
y saliendo escopetado hacia el
lo
que
tenamos
antes.
Entusiasmado con aquella primera
victoria sobre el mal no pude
resistir la tentacin de poner en
horizontal mi brazo izquierdo y
hacer un corte de mangas
apotesico mientras daba saltos de
alegra y gritaba slo, en medio de
aquella plaza, ante la mirada
expectante y alucinada de la gente
que se encontraba all en aquel
momento y de la que se iba ya
congregando alrededor:
Chpate esa! Hijo de la
gran puta.
En aquel momento, si yo
hubiera posedo el don de la
videncia, seguramente hubiera
podido ver en un rincn de la plaza
a un ente, una presencia, un
fantasma resentido que nos miraba
con ojos enrojecidos por la ira,
pero que aunque estaba murindose
de ganas no se atreva a acercarse a
nosotros no fuera que le volviera a
caer encima un chorretn de lo que
para l, presencia maligna donde
las hubiera, era un ardiente,
haban
salido
definitivamente
triunfantes.
Pero a la altura de la villa de
Alhama de Murcia, con la fbrica
de embutidos El Pozo al pie de la
imponente sierra de Espua,
volvimos a tomar conciencia de
cunta inquina puede llegar
albergar un fantasma trastornado y
ofendido.
De
nuevo
viajbamos
razonablemente
relajados
atravesando la famosa huerta
murciana, con sus excepcionales
Intent
despistar
al
ectoplsmico conductor acosador
que nos persegua dando un
volantazo y cambindome de
sopetn al otro carril. Mi intencin
era, una vez liberados por detrs de
la mole de hierro, frenar
violentamente para que el camin
con su inercia nos adelantara y
pasara de largo. Comprenda que
era una maniobra muy arriesgada y
demasiado peligrosa, pero de
alguna manera tena deshacerme de
tan incmodo compaero de viaje o
Os vais a acordar de
miiiiii.
Hijos
de
puuutaaaaaaa! Como que me
llamo
NEMEEEESIOOOOOOOOOOO
Virtudes y yo nos miramos
estupefactos pero de pronto nos
echamos a rer.
JA!
TOMA,
TOMA Y
TOOOMAAAAAA!
NOSOTROS 2 CABRN
ECTOPLSMICO
(AHORA
CONOCIDO COMO NEMESIO) 0
Qu subidn! Eso era un uno en
la quiniela fijo.
Y encima, a ver cmo iba el
ente a explicar a su fantasmagrico
seguro la hostia que se acababa de
meter con un camin que pareca
nuevo y que haba quedado
siniestro total.
POR
FIN
CAMPING!
EN
EL
presidente de la comunidad
murciana se haba hecho construir a
la carta para comunicar las dos
poblaciones y facilitarse el camino
a la playa segn dicen las malas
lenguas.
Tras atravesar la inmensa y
frtil huerta lorquina ascendimos
suavemente hasta coronar el
modesto puerto de Purias en la
sierra de la Almenara. A los pocos
kilmetros de comenzar el descenso
divisamos por fin tras una curva
trazada entre montaas, al fondo,
montaas
otorgndole
un
primaveral
microclima
donde
apenas se conoce la crudeza del
invierno tal y como suele
presentarse en la Meseta.
Al fondo, contra el azul intenso
del mar y la nitidez del cielo, se
recortaba guilas con sus edificios
ocres y blancos y sus calles en
cuadrcula al gusto de los
gobernantes ilustrados. El casco
urbano se extenda a lo largo de sus
tres bahas, Poniente, Levante y el
Hornillo,
aunque el ncleo
inmediato
nos
estn
esperando
ya
con una
caravana.
Ah! se sorprendi el buen
hombre- Y a qu nombre est
esa parcela?
Edelmiro. Edelmiro Pez.
Pez? Me pregunt
extraado mientras verificaba
el nombre en su ordenador S, le dije mostrndole mi
DNI. Es mi primo, que est
pasando una temporada en este
camping con su mujer, Paquita
Es imposible conocer a
todos los clientes que entran y
salen constantemente
del
camping, amn de que nuestra
estricta poltica de privacidad
es la de preservar su intimidad
durante su estancia en nuestro
establecimiento, pero tras
revisar
nuestros
ficheros
informticos
puedo
de Edelmiro y de Paquita. A
aquellas horas no haba mucho
movimiento en la recepcin y la
verdad es que el hombre deba estar
algo aburrido con lo poco que tena
que hacer.
Caminamos por las calles del
pequeo camping con la esperanza
de encontrar en alguna de sus
parcelas o doblando cualquier
esquina a nuestros esquivos
familiares.
La gente, que ya se encontraba
en la sobremesa tomando los
ella
Al volver a pasar por la
primera parcela se dio cuenta de un
detalle que para m haba pasado
inadvertido, como tantos otros en
aquel estado de semiembriaguez. Al
pie de la rueda de la caravana haba
un par de cascos vacos de cerveza
Franciskaner. Me lo coment y ca
en la cuenta de que aquella tena
que ser a la fuerza la parcela que
buscbamos, pues esta marca de
cerveza era la debilidad de mi
primo. Llamadlo corazonada si
frecuencia.
HOUSTON: TENEMOS UN
PROBLEMA
ms intensidad y desconsuelo y
Virtudes le ofreci un cleenex
mientras la volva a abrazar
intentando reconfortarla con una
dulzura que haca tiempo que yo no
vea en ella.
Cuando se hubo calmado un
poco nos invit a sentarnos en unas
sillas
que
tena
dispuestas
alrededor de una mesa de camping
bajo el toldo adosado a su
caravana. Entonces sac una botella
de Bayleis, sirvi tres vasos y
comenz a contarnos qu era lo que
siniestro
y de
dimensiones
sobrehumanas se cerna sobre
nosotros, o que por alguna razn
nos haba pillado en medio.
Nos cont que haban llegado a
aquel camping y, efectivamente,
haban pedido al seor de la
recepcin, que no era con el que
nos habamos encontrado nosotros
pues
este
acababa
de
reincorporarse de sus vacaciones,
que no hiciera publicidad de sus
nombres, sobre todo del de
Edelmiro, y que por favor le
recomendado, en un restaurante
cerca del puerto pesquero y hacia
all se fueron.
La comida haba estado a la
altura de sus expectativas y, muy
satisfechos, incluso con un poco de
pesadez de estmago, decidieron
dar un pequeo paseo por las
Delicias, que era como se conoce a
la baha de levante, la que est
situada en medio de las tres sobre
las que se asienta guilas.
Tras rebajar un poquito aquella
pesadez mientras contemplaban los
Vamos a ver dije yo,
porque alguien tena que
romper el angustioso silencio
que se haba creado, an a
riesgo de decir alguna
tontera- estamos metidos de
lleno en un asunto siniestro.
Las fuerzas del mal se han
conjurado para conseguir su
propsito, sea el que quiera
que sea. Y para ello cuentan
no slo con sus propias
fuerzas, sino que tienen
aliados en el ms ac Acaso
Necesitbamos
apoyo
especializado y no sabamos de
nadie ms a quien recurrir.
Maruja, que haca tiempo que
no iba a la playa, vio el cielo
abierto en forma de vacaciones
pagadas, aunque fuera en un
camping, y propuso a Paquita
desplazarse hasta guilas en el
autobs del da siguiente, pues all,
in situ, seguro que iba a ser capaz
de percibir ms seales del ms
all que a seiscientos kilmetros de
distancia, que tambin poda
aquellos momentos.
Mi cabeza se haba despejado
totalmente y ya haba quedado libre
del influjo del alcohol.
Una vez que salimos del recinto
del camping y entramos en la va de
circunvalacin justo en direccin
contraria a la que habamos venido
Virtudes y yo haca slo unas horas,
volvimos a tener contacto visual
con aquel extrao fenmeno
meteorolgico.
Aquel nubarrn se haba
quedado esttico sobre algn punto
adelante.
Por un instante record a la
camionera/camionero y no pude
evitar preguntarme cmo habra
podido caer bajo las garras del
malino. Nunca hubiera imaginado
que estuviera a su servicio. No se
la vea una mala chica. Viciosa s,
pero no mala.
Todo era muy extrao
Era ya noche cerrada y all
estbamos todava a la puerta de
aquella nave industrial esperando a
ver si ocurra alguna cosa que nos
La
camionera
y
los
guardiaciviles entraron en la nave y
rpidamente los perdimos de vista.
An esperamos cinco minutos
inmviles donde nos encontrbamos
sin atrevernos a dar seales de vida
por si se les ocurra aparecer de
nuevo en escena. No queramos ser
descubiertos. Ahora conocamos el
lugar, lo que tericamente nos
proporcionaba una ventaja que no
tenamos intencin de perder.
MI PADRE, EL NUEVO
metidos en el cuerpo.
Finalmente, ante tres deliciosos
mojitos comenzamos a cambiar
impresiones sobre lo que haba
ocurrido aquella noche, la extraa
desaparicin de Edelmiro, y todo lo
que Virtudes y yo llevbamos
pasado durante nuestro accidentado
viaje.
Estuvimos de acuerdo en que,
por alguna oscura razn que
continubamos sin comprender, el
emisario del ms all que nos haba
estado haciendo la vida imposible,
pavor incontrolable.
No es a m a quien debis
temer.-nos dijo escuetamenteMuy impresionados, los tres nos
levantamos al tiempo con la
intencin de irnos y dejar a aquel
espectro con la palabra en la boca,
pues nada bueno nos inspiraba.
Pero nos detuvimos cuando, con una
voz que intentaba ahora dulcificar
con gran esfuerzo para que no nos
asustramos, nos repiti:
No es a m a quien debis
temer. No os dejis engaar
Quin es usted? le
espet
con desconfianzaQu quiere de nosotros? A
qu o a quines se refiere
cuando habla de ELLOS?
Mi nombre no es
importante en este momento.
Todo a su tiempo. Me
YOOOOO?
- grit
alucinado Pues s. T mismo.Puedes
preguntar a tu madre, sin que
se entere tu padre, eso s, si
estoy faltando a la verdad o
no. Para salvaguardar la
integridad de ambos nios el
tierra
una
batalla
muy
parecida. Por avatares del
destino acab venciendo el
bien y siendo expulsado el mal
del planeta durante ese
periodo. Pero las fuerzas de lo
tenebroso nunca se cansan y
actan
cclicamente.
Prometieron volver a intentar
conseguir la hegemona en el
planeta y, todo indica que ya
se han puesto en marcha.
Esperamos su incursin en
breve porque ya hemos
Misin? Paquita y
Virtudes estaban, como yo,
alucinadas.
en el pasado.
Paquita hizo un gesto de
asentimiento con la cabeza.
Estono hay quien se lo
crea dije sacudiendo la
cabeza como para espantar de
la misma tales pensamientos,
aunquealgo en mi interior
me deca que todo aquello
tena que ser verdad Ya, ya s que es difcil de
asumir. Pero tienes que confiar
en m. El tiempo se nos est
acabando y todava tenemos
Pues no se la he
chuperreteado yo veces dej
escapar Paquita que acto
seguido se puso colorada
como un tomate
Llegado el momento continu
hablando
aquel
hombre- deberis unir las dos
UN
PLAN
DIMENSIONES
CSMICAS
DE
temas ms mundanos.
Decidimos comer una paella en
una terraza frente al mar y, mientras
Maruja entraba en el servicio con
su maleta con la intencin de
adecentarse un poco y ponerse ropa
seca, Paquita nos puso al da de su
vida y milagros.
Ya en la parcela, Paquita y
Virtudes decidieron echarse un rato
para despejar la mente, y Maruja,
que estaba deseando pillar la playa,
dijo que se bajaba a la del camping
a darse un chapuzn y a hacer un
poco de topless. A m, de repente,
me
subieron
los
calores
imaginndome
a
esa
mujer
despechada
sobre
la
arena
moviendo
y removiendo
el
voluminoso y apetecible pechamen,
y me ofrec a acompaarla hasta el
agua como desinteresado gua, para
LA BATALLA
desprevenido al
enemigo y
presentarnos impunemente, a pecho
descubierto hubiera desbaratado
nuestros planes.
Con cierta parsimonia nos
fuimos colgando las escopetas de
agua bien abastecidas del bendito
fluido, dos por cabeza, porque
nunca se saba. Nos colgamos
adems del cuello un crucifijo y un
rosario cada uno. Y llevbamos en
los bolsillos un nutrido nmero de
estampitas de la Virgen de los
Dolores, patrona de guilas, por
Eres la vergenza de la
Guard
Un seco golpe con la culata de
su pistola cort bruscamente mi
reproche hacindome una pequea
brecha en el pmulo.
Cllate gilipollas! me
espet rindose a carcajada
limpia de m, con lo que me
jode eso.
La
habamos cagado antes
siquiera de empezar! Tambin era
mala suerte. O simplemente
habamos subestimado al enemigo y
semiinconsciencia,
sonri
bobaliconamente dejando escapar
un hilillo de baba por la comisura
de sus labios. Aunque no estaba
despierto, daba la sensacin de que
algo perciba de lo que estaba
ocurriendo a su alrededor. Paquita,
su Paquita Estaba de nuevo con l!
Satisfecho, yo contemplaba
aquella tierna escena. Por fin
habamos conseguido la primera
parte de nuestro objetivo, que era
encontrar a mi pria mi hermano
Edelmiro.
experimentada?
No tard mucho en conocer la
respuesta cuando escuch gritar a
Paquita:
Onofre, hijo de puta, Es
que no tuviste bastante la otra
vez?[34]
Era
Onofre,
el
antiguo
melonero, ahora trocado en el ente
mala gente que haba estado
haciendo la vida imposible a mi
pri mi hermano Edelmiro y cuya
historia, tan ruinmente, fue llevada
a los papeles por un escritorucho de
NO
LO
HAAAAGAAAAAAAS,
GABRIEEEEEEEEL!
Con que mi padre, el nuevo, se
llamaba Gabriel, como el arcngel?
Interesante! Todas las pasadas
interrogantes iban poco a poco
encontrando respuestas.
Por pura lgica deduje que el
que tan desesperadamente gritaba
deba de ser el del moo que le
estaba viendo las orejas al lobo, lo
cual no era sino una forma de
hablar, porque lo que estaba viendo
en realidad era la terrible y larga
espada de la venganza de Gabriel
UN FINAL FELIZ
y
perdiendo
su
seal
definitivamente, pues no era cosa
de abusar del ritual no fuera que
acabara perdiendo su efecto. Mi
padre, el nuevo, aunque algo reacio
a desconectar porque en aquel
mismo momento, totalmente verraco
y posedo por terrenales y crnicos
deseos, estaba a punto de mandar la
seal definitiva, de culminar
vamos! hubo de quedarse en
puertas
y con las
ganas,
comprendiendo que no era ese el
asunto que nos haba reunido a los
tres all.
Cedi, pues, a mis pretensiones
muy a su pesar y se qued con los
ovoides apndices hinchados y
doloridos pero con la recompensa
espiritual de haber conseguido lo
que en principio se propona por
orden del consejo de sabios de la
luz csmica.
Un coro de ngeles celestiales
se materializ en medio de la nave
tocando las trompetas de la
victoria.
Padre, hijo y el otro hijo,
Se est despertando.
Despertando? gimi
lastimeramente
la
camionera/camionero?- qu
ha ocurrido?
Con suma cautela Virtudes y
Paquita se acercaron a donde
Dorothy ahora estaba incorporada,
sentada en el suelo. Tena cara de
aturdida, como si realmente no
supiera qu narices estaba haciendo
en aquel lugar y con aquella gente.
muy desorientada.
Pobrecita! la consol
Virtudes- El del moo te tena
atrapadita entre sus garras?
Dorothy no saba de qu estaban
hablando las personas que all se
encontraban, pero se tranquiliz
camin.
Ni mi padre ni Edelmiro
llegaron a sospechar nunca nada
pero por razones evidentes yo s
que tena una ligera idea de cul era
el motivo de tanta alegra y
regocijo. Por un momento la nube
negra, la de mis pensamientos
intent anidar en mi mente, pero
tras las experiencias que habamos
vivido los ltimos das desech la
idea de plano.
Y como aceptar la vida como te
viene es de sabios, eso fue lo que
EPLOGO
FIN
BIBLIOGRAFA
CONSULTADA
A ver, seamos serios y
coherentes Acaso te piensas
que para escribir la caca que
acabas de leer el autor ha
[2] Esposa.
[3] El autor
es habitual de una
conocida cadena de supermercados.
[4] Despus
[5]
[13]
[14]
va la marcha.
[16] Putada
[17] De la marca
Deliplus, comprados
en el Mercadona de Burgos, que hay que
explicarlo todo.
[18]
[19]
[20]
[21]
Paez-II-Er-desenlace
[25]
[26]
[27] El razonamiento
se explicaba con
todo lujo de detalles en La asurda e
inqueible historia de Edelmiro Pez pero
para quien no haya ledo el libro Paquita
llama tocino eufemsticamente al sexo. Y,
evidentemente, hartar de tocino a su marido
no tiene otro fin que no tenga cuerpo para
buscar sexo fuera de su casa.
[28]
mes.
[31]
[32] Todo