Antología Primer Grado

PRIMER GRADO
La antologa de lecturas Leemos mejor da a da. Primer grado, fue elaborada en la Coordinacin Sectorial de
Educacin Primaria.
Luis Ignacio Snchez Gmez
Administrador Federal de Servicios Educativos en el DF
Antonio vila Daz
Director General de Operacin de Servicios Educativos
Germn Cervantes Ayala
Coordinacin Sectorial de Educacin Primaria
Coordinacin del proyecto:
Felipe Garrido
Academia Mexicana de la Lengua
Laura Nakamura Aburto
Seleccin de textos:
Dolorez Daz Loera
Irene Vargas Len
Elsy del ngel Gmez Villamil
Mara de los ngeles Garca M.
Claudia Regina Gmez Rodrguez
Laura Nakamura Aburto
Mara del Refugio Camacho Orozco
Colaboracin:
Sofa Valdez Martnez
Amrica Martnez Frausto
Mara del Roco Rodrguez Zamora
La mayora de los textos reunidos en esta antologa proceden de los libros que se hallan en las bibliotecas
escolares y de aula. La lectura que se hace al inicio de cada jornada escolar es una invitacin para que los
alumnos y los maestros busquen el libro y lo lean completo.
LEEMOS MEJOR DA A DA
PRESENTACIN
Leer de a de veras es una tarea que ocupa

toda la vida; siempre es posible ser un mejor lector.
Felipe Garrido
La lectura es el instrumento esencial para la mayor parte de los aprendizajes que ofrecen
la escuela y la vida. La lectura es la entrada a la cultura escrita, y sobre la cultura escrita se
ha levantado nuestro mundo. Leyendo podemos aprender cualquier disciplina y abrirnos
mltiples oportunidades de desarrollo, lo mismo personal que comunitario. Una poblacin
lectora es una poblacin con mayores recursos para organizarse y ser productiva.
La aspiracin es que la escuela forme lectores que lean por voluntad propia;
personas que descubran que la lectura es una parte importante de su vida y que, a travs
de la lectura, desarrollen el pensamiento abstracto, la actitud crtica y la capacidad de
imaginar lo que no existe tan til en la poltica, el comercio y los negocios como en la
medicina, las comunicaciones y la poesa. Personas capacitadas para ser mejores
estudiantes, pues sabemos que, en general, el fracaso o el xito escolares tienen una
relacin directa con las capacidades lectoras de cada alumno.
Por todo lo anterior, la Administracin Federal de Servicios Educativos en el
Distrito Federal ha puesto en marcha el programa Leemos mejor da a da. El propsito
de este programa es impulsar el desarrollo de las competencias comunicativas de los
alumnos, de manera enftica en la lectura y la escritura. Para ello se proponen seis
acciones:
1. Lectura de los maestros ante el grupo como la primera actividad del da. En voz
alta, que sirva de modelo, que muestre al grupo cmo se lee, cmo se da sentido
y significado a un texto.
2. Veinte minutos de lectura individual o coral tres das a la semana.
PRIMER GRADO
3. Veinte minutos de escritura libre dos da a la semana.

4. Publicacin en cada saln, escuela y zona escolar de los avances mensuales en
velocidad de lectura. Comunicacin bimestral a padres de familia en los das de
firma de boleta.
5. Veinte minutos de lectura en voz alta en casa. Los padres de familia certifican
con su firma que sus hijos leyeron da a da 20 minutos en casa.
6. Consejos tcnicos centrados en la mejora de la competencia lectora.
La primera accin es la lectura de los maestros ante el grupo como actividad con la
que se inicia el da. Se propone que el maestro inicie la jornada escolar con una breve
lectura. Es sabido que una de las ms eficaces y sencillas maneras de acercar a los nios
y a los adultos a la lectura es leyndoles en voz alta, compartiendo con ellos toda clase
de textos, lo mismo literatura que divulgacin cientfica, historia, tradicin; la lectura en
voz alta, adems, es el mejor modelo para que el alumno vaya descubriendo cmo se lee,
cmo se le da sentido y significado a un texto.
Para que esta lectura diaria cumpla con su propsito debe ser variada; de temas,
tonos, atmsferas y climas diferentes; provocar risa un da, y al siguiente nostalgia, o
curiosidad, o reflexin, o asombro, de manera que despierte en los nios el deseo de
seguir leyendo y la conviccin de que en los libros puede encontrarse la sorprendente
variedad del universo y la vida.
Con la publicacin de esta antologa se pretende que el maestro cuente con un
texto para leer a sus alumnos cada da del ciclo escolar. Los textos reunidos se
caracterizan por su variedad de temas y gneros, as como por su atencin a los valores
la educacin no se constrie a la informacin que reciban los alumnos; requiere trabajar
en la formacin de su carcter y sus actitudes.
La mayora de los textos seleccionados proceden de los libros que se hallan en las
bibliotecas escolares y de aula. La intencin es que sea ms fcil que los alumnos y los
maestros respondan a la invitacin a la lectura que es cada uno de los textos que da tras
da lea el maestro. Los fragmentos que se leen al comenzar el da deben propiciar que los
alumnos y los maestros busquen el libro, lo lean completo y luego pasen a otro... o
vuelvan a leer el primero.
La extensin de los textos est calculada para que su lectura, ms los comentarios
del maestro para iniciar y para concluir la actividad, no lleven ms de tres o cuatro
minutos, y que la lectura que se haga sea eso: una manera amable, interesante, intrigante,
conmovedora de comenzar el da; una lectura en voz alta que abra la jornada escolar.
Algunos de los textos llevan, en cursivas, comentarios o informaciones para abrir y
cerrar la lectura. La intencin es que sirvan de modelo a los maestros, no que sean
seguidos al pie de la letra. Lo importante es recordar que conviene decir unas cuantas
palabras antes de comenzar a leer: para preparar el ambiente, decir lo que significa alguna
palabra rara, informar dnde se encuentra una ciudad o quin es un personaje, o cualquier
otra cosa que permita a los alumnos entender bien el texto no entender lo que se lee es
la razn ms frecuente para aborrecerlo; la comprensin es la meta ms importante de la
lectura.
Igualmente, hace falta, al terminar la lectura, plantear alguna cuestin que gue la
curiosidad o la capacidad de reflexin de los alumnos, que les permita vincular lo que han
escuchado con lo que viven dentro y fuera de la escuela.
La mayor parte de los textos han sido retocados: para aclimatar el lxico y la
sintaxis a los usos del espaol de Mxico y para ajustar su extensin al tiempo previsto
para la actividad.
Algunas lecturas son breves, el propsito es que en ellas haya ms tiempo para
interactuar con los alumnos. Si se estn leyendo adivinanzas o trabalenguas, har falta que
los alumnos intenten adivinar las respuestas o repetir los trabalenguas.
La aspiracin es que todos los das, maestros y alumnos del Distrito Federal
compartan y disfruten este momento de lectura, que favorezca la creacin de un ambiente
de lectura y de complicidad alrededor de los textos.
Un equipo de docentes de las diferentes direcciones operativas del Distrito Federal
se form para elegir los textos. Su experiencia como maestros, su conocimiento de los
alumnos en las diversas etapas de su desarrollo, su sensibilidad como lectores se ha
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aprovechado para integrar las lecturas. La coordinacin de este trabajo estuvo a cargo del
maestro Felipe Garrido, quien con su larga trayectoria y experiencia como formador de
lectores ha brindado acompaamiento y asesora a este equipo en la tarea de seleccin y
en la preparacin de los materiales.
Ahora que esta antologa llega a manos de los maestros, tenemos la oportunidad de
que todos los que quieran participen: pueden solicitar el cambio de una lectura por otra;
pedir que alguna sea suprimida; resaltar las virtudes o las ventajas de algunas; solicitar la
inclusin de ilustraciones y materiales que no estn en el libro que se ha tomado, como
mapas, cuadros, fotos Entre todos, iremos haciendo de esta antologa un acompaante
irreemplazable de cada uno de nuestros das de clases.
La intencin de la antologa es facilitar las lecturas. Pero los docentes pueden
sustituir algunos de estos textos por otros que ellos prefieran.
Lo importante es entender y disfrutar cada lectura. Conviene leer, y hasta ensayar,
cada da lo que se leer al da siguiente. Conviene leer los libros de donde se han tomado
los fragmentos. Conviene leer otros libros, por lo que aprendamos en ellos y por el
inters, por el gusto de leerlos.
1. Los colores
Blanco, amarillo, verde,

rojo, violeta y azul.
Los colores de este mundo

que siempre viste brillar,
si t no sabes su nombre,
canta y lo aprenders.

Verde es la vegetacin,
es la hierba que da al campo
su color y resplandor.
Blanca es la espuma del mar,

las nubes que vuelan,
es la nieve y el azahar.
Roja es la fresa silvestre,

son las amapolas
y el color del corazn.
Amarillo el Sol da su luz,

los campos dorados
que duermen en su quietud.
Blanco, amarillo, verde,

Blanco, amarillo verde,

Violeta, nombre de una flor,

nombre de perfume,
dulce nombre de color.
Azul es el color del mar,
de lagos y ros
y del espacio estelar.
Carmen Martn Anguita, Poemas de lunas y colores. Mxico, SEP-Pearson, 2003.
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2. El da y la noche
El da y la noche parecen un nio y una nia que juegan a perseguirse: primero es de da y luego
de noche y luego de da y luego de noche... y siempre as. En esta lectura vamos a ver por qu.
Mira el cielo, obsrvalo. Qu ves?

Lo puedes tocar?
Quisieras subir y llegar muy alto?
Aunque parezca un techo, el cielo es un espacio enorme.
All viven el Sol, la Luna, las estrellas, los planetas y los cometas.
El mundo
El lugar donde vivimos es un planeta que tiene la forma de una inmensa esfera.
Tiene dos nombres. Se llama Tierra, y tambin se llama mundo.
Como la Tierra es una esfera que gira, el Sol ilumina primero un lado y despus el otro.
Esto produce el da y la noche.
En este momento, es de da o de noche? Muy bien, es de da. Cmo lo sabemos? Porque hay luz, porque
ahora estamos en esa parte de la Tierra que recibe la luz del Sol. A m, en la noche me dan ganas de que
me cuenten cuentos. Y a ustedes?
Julieta Fierro, El da y la noche. Mxico, SEP-Santillana, 2003.
3. Flor chiquita
Vamos a leer un lindo poema sobre una flor chiquita. O, mejor dicho, sobre dos flores chiquitas. Una es
una flor, como las que hay en el campo. Y la otra es una nia, una muchachita a la que se le habla con
cario. A ver si podemos darnos cuenta de que, en realidad, se est hablando de dos flores. [La lectura es
muy corta, para que d tiempo de repetirla.]
Flor
chiquita
se esconde
en el monte.
Cuando paso
t te me escondes,
cuando me mandas a cortar flores
desde el monte me ests viendo.
Flor
chiquita,
pido soar con
esta flor bonita.
Flor, no te escondas.
Flor, no te escondas.
Huele esta flor
huele esta rosa.
Como ven, hay una flor chiquita, la nia, que manda a alguien que le habla a cortar flores en el monte. Y
la flor que le lleva a esta nia es una rosa. Vamos a repetirla, para que veamos lo bonito que es este
poema.
Jess Silva Aparicio, Flor chiquita en Elisa Ramrez (adaptacin), Versos, arrullos y canciones. Mxico,
SEP-CONAFE, 2002.
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4. Qu rico banquete!
Probar la comida de otros lugares es como viajar por esas tierras. Porque cada lugar del pas y del
mundo tiene sus platillos tpicos, su cocina tradicional. Vamos a preparar, leyendo, un rico banquete...
A mis amigos y a m, nos gusta traer comida especial a la escuela, para comer juntos.
Meiko trajo sushi. La familia de Meiko es de Japn.
El sushi se hace con arroz, pescado y verduras. A veces, se envuelve con algas.
Antonio trajo tostadas. La familia de Antonio es de Mxico.
Las tostadas llevan frijoles, pollo, lechuga, queso, crema y salsa.
Larissa trajo pizza. La familia de Larissa es de Italia.
Para hacer pizza, se estira la masa en forma de crculo. A veces, el cocinero la avienta al aire
para estirarla.
Mmm!, qu rico huele!
Mmm!, qu rico se ve!
Mmm!, qu rico sabe!
Qu rico banquete!
A m ya me dio hambre. A ustedes no? Qu se les antoja?
Lynette Evans, Qu rico banquete! Mxico, SEP-McGraw Hill, 2003.
5. Cuntas palabras?
Cada palabra est formada por una serie de letras que unidas hacen un sonido que utilizamos al hablar y escribir. Cada
letra sola no nos dice nada, pero unidas como un gran equipo forman las palabras. Las letras de una palabra pueden
acomodarse de otra manera, y entonces... forman otra palabra! [Es una lectura muy corta. Si se escriben en el pizarrn
algunas palabras ser ms claro cmo al cambiar de lugar las letras una palabra se convierte en otra.]
Cuntas palabras esconde una persona en su nombre:

En Olga se esconde algo que se llama lago.
En Omar hay una mora y la gran ciudad de Roma.

En Eva se esconde un ave que no encuentra quien no la vea.
En Adn no encuentro nada.
Con seis letras en la oreja, aretes lleva Teresa.
Y aunque Olivia no lo sabe, lleva alivio a todas partes.
Cuntas palabras esconde una persona en su nombre...
Con las letras de tu nombre, a ver si puedes formar otras palabras.
Isaas Isabel, Cuntas palabras? Mxico, SEP-Castillo, 2005.
6. La abeja
Abeja
Insecto que produce miel y habita en cualquier lugar donde haya flores. Vive en un panal de cera
que fabrica con las dems abejas. Su enorme familia est formada por una reina madre, un ejrcito
de hijas llamadas obreras y un nico macho llamado zngano.
Cada abeja vive alrededor de 30 das, vuela casi toda su vida y trabaja hasta 10 horas al da,
chupando el nctar de las flores para producir media cucharada de miel diaria.
Qu divertido el trabajo!
Se engolosina la obrera,
en medio de su agasajo,
entre celdillas de cera.
La colonia se alborota
mientras la miel se fermenta,
madurando gota a gota,
desde la flor opulenta. [llena de cualidades: hermosa, perfumada, radiante...]
Pedro Moreno, Mi primer diccionario de fauna de Mxico. Mxico, SEP-SM 2005.
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7. Ronda del enredo
El pez en el aire,
el ave en el mar
Aqu hay algo raro,
no s que ser.
El ave en el aire,
el pez en el mar
ahora s lo dije
como es de verdad!
El ave en el agua,
el pez a volar
Esto no funciona.
Aqu algo anda mal.
Y lo que faltaba
no puede faltar:
la tierra-la tierra,
que es otro lugar.
Y creo que falta

qu me faltar?
No hay otro camino:
Volver a empezar.
Ahora est todo

todo y algo ms:
t y yo por el aire
la tierra y el mar!
David Chericin. Ronda del enredo en Ur, ur, ur. Palabras para jugar. Mxico, SEP, 1994.
8. Un puado de besos
Kati tiene una cajita llena de besos y una gran sonrisa. Cuando va al colegio, siempre lleva
alguno en su bolsa de almuerzo.
Y su madre, al despedirse, siempre le da alguno ms. Ella sabe que es mucho tiempo el que
pasa en el colegio.
Todos sus besos son dulces. Saben a fresa, a vainilla, a chocolate. Y cuando a veces la
sonrisa desaparece de su cara, Kati mete la mano en la bolsa y la sonrisa vuelve grande,
radiante.
Kati tiene muchos amigos. Uno de ellos se llama Csar.
Csar siempre lloraba cuando su madre se marchaba.
Pero Kati le dijo un da:

Quieres un beso de vainilla?
A Csar se le pararon las lgrimas cuando la escuch, y not un
calorcito suave en la cara, que acababa en un sonoromuaaa.
Antonia Rdenas, Un puado de besos. Mxico, SEP-Anaya, 2005.
9. El traje nuevo del emperador

Hace mucho tiempo, hubo un emperador cuya mayor aficin era lucir hermosos trajes.
Nada le produca tanto placer como estrenar un vestido nuevo y desfilar con l delante
de sus sbditos.
Un da se presentaron ante l un par de granujas que, fingindose famosos sastres, le
anunciaron con gran pompa:
Majestad, tenemos una tela maravillosa con la que desearamos hacerle un vestido. Se
trata de la tela ms hermosa que jams ha existido, y adems tiene la asombrosa
propiedad de que slo las personas inteligentes y dignas del cargo que ocupan pueden
verla; para los necios es completamente invisible.
Desde luego, deseo que me hagis un vestido con esa maravillosa tela dijo el
emperador, y les dio una gran cantidad de dinero como adelanto por su trabajo.
Al cabo de unos das aparecieron los dos pillos fingiendo llevar un bulto en los brazos,
aunque en realidad no llevaban nada.
Aqu est vuestro vestido, majestad dijeron al emperador; si nos lo permits, vamos a
probroslo para hacer los ltimos ajustes.
Naturalmente, el emperador no vio nada y tampoco sus ministros y consejeros; pero
como los falsos sastres haban dicho que la tela era invisible
para los necios, el primer ministro, pensando que los dems
lo vean y l no; exclam para que nadie lo tomara por
necio:
Oh, que vestido tan maravilloso! Enhorabuena, majestad!
PRIMER GRADO
Es algo digno de un rey!

Y los dems, incluido el propio emperador, empezaron a alabar el hermoso traje que
nadie vea, por miedo a ser tomados por tontos.
As que el emperador se desnud y los dos granujas hicieron como si le estuvieran
probando y ajustando el traje, y acto seguido el emperador sali a dar un paseo para que
todos sus sbditos admiraran su vestido nuevo.
Naturalmente, todos lo vieron desnudo, pero como se haba corrido la voz de que el
vestido era invisible para los tontos, nadie quera reconocer que no lo vea, hasta que un
nio pequeo grit:
El emperador est desnudo! Est desnudo!
As se dieron cuenta todos del engao, pero ya era demasiado tarde, y el emperador
sigui desfilando muy digno mientras sus pajes fingan sostener tras l la inexistente cola
del vestido.
Hans Christian Andersen, El traje nuevo del emperador en Grandes relatos para lectura infantil. Mxico, SEP-Geo, 2007.
10. Ah vienen los monos

Ah vienen los monos
Ya vienen los monos,
de Cualichand
vienen de Tepic
y el mono ms grande
y el mono ms grande
se parece a usted.
se parece a ti.
Baila la costilla,
Baila la costilla,
baila el costillar;
baila el costillar;
con cuidado chata,
con cuidado chata,
no se vaya a caer.
no se vaya a caer.
Vicente T. Mendoza, Ah vienen los monos en Lrica infantil de Mxico. Mxico, FCE, 1984.
11. Colas
Una cola es una hilera de gente que se forma para comprar algo o para entrar a algn lugar. Tambin es
el rabo de muchos animales. Hay colas de muchas formas diferentes. Este libro nos presenta una serie de
adivinanzas sobre las colas de varios animales. Listos?
Tiene la cola ms elegante

del reino animal;
en ella, muchos ojos
puedes encontrar.
El pavo real tiene una de las colas ms llamativas del reino animal. Los machos viven para
ella: Se la arreglan todo el tiempo para impresionar a las hembras.
Astuto me llaman
y astuto soy;
difcil que me encuentren
pues no saben dnde estoy.
El zorro tiene una cola larga y esponjada que le sirve para despistar: cuando alguien lo
persigue no sabe dnde empieza la cola y dnde la cabeza.
Parece una goma: se alarga, se achica;
el sol no le gusta
y en la tierra se oculta.
La lombriz, tiene cola? S, la cola de la lombriz es el extremo opuesto a la cabeza.
Piense cada uno en su animal favorito. Cmo es su cola? A ver quin me trae maana una adivinanza
sobre esa cola.
Silvia Dubovoy, Colas. Mxico, SEP-Everest, 2002.
PRIMER GRADO
12.
Huesos
Piensa en todas las formas en las que se mueve tu cuerpo. Puedes correr, saltar y andar de
cojito. Tambin puedes parpadear o sacar la lengua. Tu cuerpo se
est moviendo siempre, aunque ests dormido. Tu corazn late, y
tus pulmones respiran para mantenerte vivo. Cuando corres, todo tu
cuerpo se mueve, desde las cejas hasta los dedos de los pies.
Puedes moverte gracias a cmo trabajan juntos tus msculos, tus
huesos, tu cerebro y tus nervios. Unos msculos tiran de tus huesos
y mueven partes de tu cuerpo como los brazos y piernas. Otros,
como los de la cara, tiran de tu piel para hacer que sonras o frunzas
el ceo.
Tu cuerpo tiene ms de 200 huesos que forman tu esqueleto. Cuando naciste tenas unos
350, pero algunos de los ms pequeos se soldaron segn ibas creciendo. Todos tus
huesos tienen diferentes formas y tamaos, y tienen su propio nombre.
Tu esqueleto mantiene unido tu cuerpo y le da forma. Si no fuera por el esqueleto, tu
cuerpo se vendra abajo convertido en un montn informe. Es muy fuerte: protege las
partes blandas: tu crneo, por ejemplo, protege tu cerebro, y tus costillas protegen tu
corazn y tus pulmones.
Tus huesos estn hechos principalmente de agua y de un mineral llamado calcio. Un hueso
es una estructura rgida, pero tiene cierto grado de elasticidad para que no se rompa
fcilmente. El exterior de un hueso es muy duro, pero el interior es blando y esponjoso.
Un hueso roto puede arreglarse por s mismo, pero a menudo necesita la ayuda de yeso
para inmovilizarlo y permitir que se suelde correctamente. Los mdicos usan unas
fotografas especiales, llamadas radiografas, para mirar el interior de tu cuerpo y ver si
tienes algn hueso roto.
Las articulaciones permiten que los huesos se muevan para que puedas girar, inclinarte y
darte la vuelta. Imagnate que no tuvieras articulaciones en los codos: tendras que ir
siempre con los brazos tiesos.
Anita Ganeri, Muvete! Mxico, SEP-Everest, 2005.
13. Mi trabajo como hada de los dientes

Les voy a contar una historia de los das en que fui un hada de los
dientes.
Era mi primer trabajo y no lo haca muy bien. Todo comenz de
esta manera
Acababa de acurrucarme en la cama cuando Taln taln! Son
la campana de los dientes. Nunca se saba cundo a alguien se le va
caer un diente ni cuando un hada de los dientes debe ir a recogerlo.
Los nios se pasan el da entero movindose los dientes para que se les caiga. Joaqun
llevaba todo el da jalando de su diente. Y cuando se puso a masticar un caramelo plin! Se
cay.
Les sorprender saber que hay personas que no creen en las hadas. Es triste pero es
verdad. Curiosamente los nios que dicen no creer en ellas cambian de opinin en cuanto
se les cae un diente.
As sucedi con Joaqun. Cepill su diente hasta dejarlo reluciente y lo coloc debajo de la
almohada y se qued dormido. En ese momento son la campana de los dientes y yo sal
corriendo a buscarlo.
Joaqun viva en el nmero 62 de un edificio de una gran ciudad. Para las hadas las ciudades
son muy confusas as que tard un buen rato en encontrar el lugar. Una vez dentro del
edificio, descubr que haba muchos pisos y cada piso tena muchas puertas con nmeros.
Vol por un montn de pasillos y cada vez me haca ms los. Finalmente par frente al
nmero 26 creyendo que era el nmero correcto y entr por la cerradura. El pequeo
Joaqun estaba acurrucado debajo de las sbanas y en la mesita de noche, dentro de un
vaso de agua flotaban unos dientes, no un solo diente, sino una DENTADURA ENTERA.
Me pareci muy emocionante encontrar tantos dientes a la vez, me los llev y dej una
bolsa llena de oro. En mi opinin era un cambio justo.
Pero ms tarde, cuando le mostr a la jefa de las hadas lo que haba encontrado, se enoj
muchsimo.
PRIMER GRADO
Cmo puede ser un hada tan tonta? grit Son falsos! No podemos hacer perlas con
DIENTES FALSOS! Slo sirven los dientes de nios para hacer perlas para hadas.
As que perd mi empleo. Esa misma noche otra hada fue a casa de Joaqun a recoger el
diente y dejar una moneda de plata debajo de su almohada.
El dueo de los dientes postizos era un abuelito llamado Damin. Cuando se despert, se
sorprendi mucho al encontrar la bolsa llena de oro en lugar de su dentadura (que de
todas formas nunca le haba encajado bien). Desde entonces empez a creer que las hadas
realmente existen.
Geogie Adams, Mi trabajo como hada de los dientes en Historias de hadas contadas por hadas. Mxico,
SEP-Serres-Ocano, 2005.
14.
La boda del conejo
Una boda es la ceremonia en que dos personas se casan, y la fiesta que se hace para celebrarlo.
Haba una vez un conejo que estaba amarrado con un mecate.

De pronto aparece un tigre y le pregunta:
Qu haces ah amarrado conejito?
Lo que pasa es que me voy a casar, pero te puedes quedar
en mi lugar, seor tigre.
El conejo le minti al tigre, dizque se iba a casar. El tigre
acept.
Cuando escuches la msica y los cohetes te pones listo le
dijo el conejo.
El tigre desat al conejo y se amarr en su lugar. Mientras el conejo se echaba a correr, el
mecate se quem y el tigre escap. Fue a buscar al conejo, pero ya no pudo encontrarlo y
no pudo comrselo, y all termina el cuento.
El conejo era mucho ms dbil que el tigre, pero tambin era ms astuto, y por eso consigui escapar.
La boda del conejo, Elisa Ramrez (adaptacin) en Conejo y coyote. Mxico, SEP-CONAFE, 2002.
Ilustracin Francisco Toledo
15. Querida seora LaRue. Cartas desde la Academia

Canina
Se imaginan que los perros pudieran escribir? Pues vamos a leer tres cartas de un perro enojado porque
su duea, la seora LaRue [se pronuncia Larr], lo mand a una academia para perros, a ver si podan
corregirlo.
La seora Gertrudis LaRue inscribi a su perro Ike en la Academia Canina, porque se

portaba muy mal.
Ya no aguanto ms! declar a los peridicos la seora LaRue. Quiero mucho a Ike,
pero est muy malcriado. Se roba la comida de las alacenas, persigue a los gatos de los
vecinos y se la pasa ladrando cuando se queda solo. Y por si fuera poco, la semana pasada
casi me tumb cuando cruzaba la calle y arruin mi abrigo de pelo de camello! Ya no s
qu hacer con l.
Poco despus, la seora LaRue empez a recibir cartas de su perro Ike.
El 1 de octubre lleg la primera:
Querida seora LaRue:
Cmo pudo usted mandarme aqu? Esto es una crcel, no una escuela! Debera
ver a los otros perros. Son un desastre, doa LaRue! Definitivamente, aqu no
me siento a gusto. Estoy angustiadsimo y quizs necesite algo para masticar
cuando regrese a casa. Por favor, venga, a buscarme hoy mismo!
Atentamente,
Ike
Mark Teague, Querida Sra. La Rue, Cartas desde la Academia Canina. Mxico, SEP-Scholastic, 2006.
PRIMER GRADO
16.
En las playas
En las playas de todo el mundo se renen los nios. El cielo infinito, en calma, sobre sus
cabezas; el agua impaciente se alborota. En las playas de todo el mundo, los nios se
renen gritando y bailando.
Hacen casitas de arena y juegan con las conchas. Su barco es una hoja seca que arrojan en
la vasta extensin del mar. Los nios juegan en las playas de todo el mundo.
No saben nadar; no saben echar la red. Mientras el pescador de perlas se hunde en ellas y
el mercader navega en sus barcos, los nios recogen piedritas y vuelven a tirarlas. Ni
buscan tesoros ni saben echar la red.
El mar se alza en una carcajada, y brilla, plida, la playa sonriente. Olas espumosas cantan a
los nios baladas y arrullos, igual que una madre que meciera a su hijo en la cuna. El mar
juega con los nios y, plida, luce la sonrisa de la playa.
Rabindranath Tagore, En las playas, en Espaol Cuarto grado. Mxico, SEP, 1989.
17.
Los delfines
A quin no le gustan los delfines? Son un lindo animal, y uno de los ms inteligentes que existen.
En los mares y ocanos viven muchsimas especies de animales y plantas. Entre ellos, unos
de los ms simpticos y bonitos son los delfines.
Los delfines viven en el mar, pero no son peces, sino
mamferos.
Al nadar van sacando los lomos, con su aleta, siempre en
grupos. Y cuando estn contentos dan grandes saltos fuera del
agua.
Cuando se sumergen bajo el agua aguantan la respiracin, como
hacemos los seres humanos.
Su hocico termina en punta y les sirve para defenderse de sus enemigos, incluso de los
tiburones. Se impulsan con fuerza y golpean con su trompa a sus enemigos.
Los mamferos son animales que no ponen huevos; sus hijos salen de la madre ya formados, y mientras
son pequeos se alimentan mamando. Alcen la mano quienes hayan visto un delfn, aunque sea en el cine
o en la tele. Quines lo han visto en vivo?
Rene le Bloas, El delfn. Mxico, SEP-SM, 2003.
18.
Los duendes de la tienda
La tienda de don Manuel era la ms surtida del pueblo.

Don Manuel viva atrs de su tienda, todas las noches la
cerraba con tres candados y se iba a su casa. Una
noche, don Manuel y su familia oyeron ruidos que
venan de la tienda.
Sern ratas? Maana pongo trampas, pens don
Manuel.
Al otro da, cuando abri la tienda, encontr todo patas
para arriba. Aquello era un verdadero desastre.
La mercanca de los mostradores estaba tirada en el suelo, los sacos de maz y frijol
despanzurrados, los tomates apachurrados.
Esa noche, don Manuel estuvo muy atento a cualquier cosa que se oyera.
Ya muy tarde, despus de la medianoche, se oy un ruidero brbaro.
Don Manuel y su familia fueron a ver qu suceda en la tienda. Cuando abrieron la
puerta se llevaron una gran sorpresa.
Adentro haba un montn de duendes haciendo travesuras. Luchar contra los
duendes era intil. Lo nico que podran hacer era cambiarse a otra casa.
Don Manuel y su familia empacaron todas sus cosas y las de la tienda. Subieron los
bultos a una carreta y se fueron a buscar otra casa en otro pueblo.
PRIMER GRADO
Ya iban en el camino, cuando la esposa de don Manuel se acord que haba dejado la
escoba en la tienda. El ms pequeo de sus hijos se ofreci a ir por ella.
No te preocupes, aqu la traigo, dijo un duende que lleg corriendo. Y en seguida
se oyeron risitas adentro de la carreta.
Los duendes de la tienda, Arturo Ortega (versin escrita). Mxico, SEP-CONAFE 1989.
19. Las mentiras

Dicen que las mentiras son una mala costumbre. Ser? La verdad es que son muy divertidas, como las de
estos versos que nos cont un da doa Mara del Refugio Verdn, en el rancho de San Sebastin El lamo,
municipio de Encarnacin de Daz.
Yo iba por un caminito
Vino el dueo de las uvas
y me encontr un duraznito
me avent un zapatazo.
cargadito de guayabas.
Jess, Mara y Jos!,
Le tir muchas pedradas
me pegaron en un pie,
y cayeron tejocotes.
me amarraron las muelas.

Renuncio a las ciruelas
que ni siquiera prob.
Las mentiras en Isabel Galaor (recopilacin) As cuentan y juegan en los Altos de Jalisco, Manuel Ahumada, ilus. Mxico,
SEP-CONAFE, 2000.
20. El coco coco cocotero

En medio de la selva estaba tirado un tronco de cocotero.
Haca varios das que el huracn lo haba derribado, y all se qued calladito entre las
yerbas.
Tena miedo de que vinieran los hombres con sus hachas a hacerlo
pedacitos.
El tronco se senta resbaloso y hmedo y eso le gustaba muchsimo.
Y pens: Qu bueno! Aqu puedo esconderme sin que los hombres
me vean. Y se acomod entre el agua fangosa, calientita.
Una calurosa maana se oyeron pisadas sobre la hojarasca.
El tronco tembl de miedo y tan grande fue su temblor que empez a rodar hasta llegar a
un pantano que estaba cerca.
Slo cuando las pisadas de los hombres se alejaron, el tronco se atrevi a mirar para
afuera.
Estaba tan bien ah en lo hmedo y haca tanto calor en la selva que decidi quedarse
adentro un poco de tiempo. Durante el da escuchaba el glu-glu-glu-glu de los animalitos
que vivan en el agua.
Cuntas cosas desconocidas iba descubriendo! De noche vea luces verdes y rojas, azules y
amarillas que iban y venan.
Y empez a ponerse verdoso. La lama del agua iba quedndose entre sus escamas de rbol.
Una maana se dio cuenta de que respiraba y que iban nacindole cuatro retoos, dos a
cada lado del cuerpo.
Creo que me estoy convirtiendo en animal!
Cocococococo! grit muy contento, aunque con bastante trabajo.
Mmmm buscar un nombre que recuerde de dnde vengo
Me llamar cocodrilo!
Cmo la ven?
Armida de la Vara, El coco coco cocotero. Mxico, SEP, 1986.
PRIMER GRADO
21. Pero, dnde est Ornicar?

Es el primer da de clases de los animales. La maestra organiza a los alumnos por sus
caractersticas: los que tienen plumas y pico en un grupo; los que tienen pelo, en otro. Pero hay
uno, Ornicar, el ornitorrinco, que no sabe dnde colocarse, pues tienen pico de ave, naci de un
huevo, pero tambin tiene pelo. Est triste porque no encuentra grupo ni amigos. Ornicar es un
animal diferente.
Despus, la maestra ya no se fija en el fsico de los animales y los organiza de acuerdo con
sus capacidades: entre todos, formarn una orquesta. Y all s hay lugar para Ornicar.
Por la tarde organizan un juego de futbol, y Ornicar tambin participa, porque es un buen
portero.
Finalmente, el ornitorrinco participa en el taller de educacin artstica. All cada quien
utiliza su pico, su trompa, lo que tenga. Lo importante es que el resultado sea exitoso.
Entonces los compaeros de Ornicar le otorgan el premio al mejor camarada.
El ornitorrinco es un animal que pertenece a una familia que tiene una nica especie. Este
interesante animalito vive en la regin oriental de Australia, y tambin en la isla de
Tasmania.
Mide de 30 a 45 centmetros de longitud y no llega a pesar ms de cuatro kilos. Pasa la
mayor parte del tiempo nadando en ros y lagos de agua dulce, o se esconde en tneles
que escarba. En estos tneles construye su nido, muy semejante al de algunos pjaros, y
all deposita sus huevos.
Es ms activo durante la noche. Despus del anochecer y antes del amanecer es cuando
normalmente sale a comer. Durante las horas del da se le ve descansando en las orillas
de los ros y arroyos donde vive.
Por qu sus compaeros de clase eligieron a Ornicar como el mejor
camarada? Lo mismo que la lectura de ayer, la de hoy trata de cmo
debemos resolver nuestras diferencias.
Grald Stehr, Pero, dnde est Ornicar? Mxico, SEP-Tecolote, 2004
22. Un corazn que late y late

Tutntutntutntutn Alguna vez escuchaste el sonido de tu corazn? Trabaja y
trabaja, de da y de noche, con fro o calorEs el motor que se encarga de que la sangre
recorra todo tu cuerpo, desde la cabeza hasta la punta de los pies.
El corazn no trabaja siempre igual: tutn-tutn-tutn-tutn cuando saltas mucho, y
tutn tutn tutn tutn cuando duermes. Y sabes algo? El
corazn no es como los corazones que todos dibujan por ah: tiene la forma y el tamao
de un puo y, en cada latido, pasa de rojo apasionado a rosa plido.
Carla Baredes e Ileana Lotersztain, Tu cuerpo del 1 al 10. Mxico, SEP-Cordillera de los Andes, 2005
23. Un hombre cualquiera y los pepinos

Una vez, un hombre cualquiera fue a recoger pepinos a un huerto. Y mientras se
arrastraba hacia los pepinos pensaba: Si alcanzo a recoger un cesto entero de pepinos, lo
vendo y con ese dinero me compro una gallinita. La gallina me va a dar huevos, los va a
empollar y me van a nacer muchos pollitos. Alimento bien a los pollitos, los vendo y me
compro una lechoncita, la engordo y cuando sea marrana me va a parir lechones.
Vendo los lechoncitos y me compro una yegita que me va a parir potranquitos. Alimento
bien a los potrancos, los vendo y compro una casa y hago una huerta. Cultivo la huerta y
siembro pepinos, no me los voy a dejar robar.
PRIMER GRADO
Voy a contratar guardianes, los voy a poner a cuidarme los pepinos y yo mismo, de vez
en cuando, me voy a dar una vueltica por el huerto para gritarles: Hey, ustedes, vigilen
con ms atencin!
El hombre se haba concentrado tanto en sus cuentas, que se le olvid del todo que estaba
en un huerto ajeno y no se percat de haber gritado con toda su alma. Los guardianes
oyeron su llamado de atencin y, obedientes, se pusieron alerta, encontraron al ladrn y
le dieron una paliza.
Len Tolstoi, Un hombre cualquiera y los pepinos en El len y el perrito y otros cuentos. Mxico, SEP-Panamericana,
2002.
24. El elefante y su hijo

El elefante y su hijo pasaban la tarde en casa.
El elefantito tarareaba una cancin.
No puedes estar callado? dijo el pap elefante. Pap intenta leer el peridico y no
puede escuchar la cancin al mismo tiempo que lee el peridico.
Por qu no? pregunt el elefantito.
Porque pap no puede pensar en dos cosas a la vez, por eso respondi el padre
elefante.
El elefantito dej de cantar. Se sent en silencio. Pap elefante
encendi un cigarro y se puso a leer.
Al cabo de un rato el elefantito le pregunt:
Pap, sigues sin poder pensar en dos cosas a la vez?
Si, hijo respondi el elefante. As es.
Entonces dijo el elefantito. Deberas dejar de pensar en el
peridico para pensar en la pantufla de tu pie izquierdo.
Pero hijo dijo el elefante. El peridico de pap es mucho ms interesante e
ilustrativo que la pantufla de su pie izquierdo.
Puede que s dijo elefantito, pero tu peridico no se ha incendiado con la ceniza del
cigarro. En cambio, la pantufla de tu pie izquierdo, s.
Pap elefante corri a sumergir en agua su pantufla. Muy suavecito, el elefantito empez a
tatarear de nuevo.
No siempre el saber puede suplir la observacin directa.
Arnold Lobel. El elefante y su hijo en Fbulas. Mxico, SEP-Celistia, 2006.
25. Adivinanzas
Dgame, quin es el que hace,
ya le pregunten o no,
con la cabeza que s
y con la cola que no?
Cul es la sbana blanca
que se corta sin tijera
pero que verla cortada
nadie en realidad quisiera?
En la calle me toman
en la calle me dejan;
en todas partes entro
de todas partes me echan.
Preguntitas, Mara Snchez de Tagle (seleccin). Mxico, SEP, 1992.
PRIMER GRADO
26. Margarita
El cuento que vamos a leer hoy est en verso. Su autor es Rubn Daro, uno de los mayores poetas de
todos los tiempos. El Seor es Jess.
Este era un rey que tena
Pues se fue la nia bella,
un palacio de diamantes,
bajo el cielo y sobre el mar,
una tienda hecha de da
a cortar la blanca estrella
y un rebao de elefantes.
que la haca suspirar.
Un quiosco de malaquita,
Y sigui camino arriba
un gran manto de tis
por la luna y ms all;
y una gentil princesita,
mas lo malo es que ella iba
tan bonita,
sin permiso de pap.
Margarita,
tan bonita como t.
Cuando estuvo ya de vuelta

de los parques del Seor,
Una tarde la princesa
se miraba toda envuelta
vio una estrella aparecer;
en un dulce resplandor.
la princesa era traviesa

y la quiso ir a coger.
Y el rey dijo: Qu te has hecho?

Te he buscado y no te hall;
La quera para hacerla
y qu tienes en el pecho
decorar un prendedor,
que encendido se te ve?
con un verso y una perla,

una pluma y una flor.
La princesa no menta.
Y as, dijo la verdad:
Las princesas primorosas
Fui a cortar la estrella ma
se parecen mucho a ti.
a la azul inmensidad.
Cortan lirios, cortan rosas,

cortan astros. Son as.
Y el rey clama: No te he dicho
Y as dice: En mis campias
que el azul no hay que cortar?
esa rosa le ofrec;
Qu locura!, Qu capricho!...
son mis flores de las nias
El Seor se va a enojar.
que al soar piensan en m.
Y ella dice: No hubo intento;
Viste el rey pompas brillantes,
yo me fui no s por qu.
y luego hace desfilar
Por las olas, por el viento
cuatrocientos elefantes
fui a la estrella y la cort.
a la orilla de la mar.
Y el pap dice enojado:
La princesita est bella,
Un castigo has de tener:
pues ya tiene el prendedor
vuelve al cielo y lo robado
en que lucen, con la estrella,
vas ahora a devolver.
verso, perla, pluma y flor.

nnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn
nnnnnnn
La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jess.
Rubn Daro, Margarita en Lengua Nacional Cuarto grado. SEP, 1964.
27. Gustavo va a la escuela

El oso Gustavo es grande y fuerte, pero de pequeo no era as. Como todos los osos
grandes y fuertes, alguna vez fue un cachorrito.
En aquella poca viva en una cueva acogedora, con mam Osa, pap Oso, su hermana
Olga y su ta Lili. Gustavo tuvo que aprender todo lo que un oso debe saber. Sus paps le
ensearon a treparse a los rboles, a pescar, a desenterrar races, a obtener miel de las
abejas salvajes, y tambin a cuidarse de sus enemigos.
PRIMER GRADO
Como todos los osos, de pequeo, Gustavo era muy curioso. Le gustaba salir a pasear
por el bosque y las praderas. Una maana, en el camino se encontr a una nia. Ella
llevaba en los brazos un enorme cono de colores.
A dnde vas?
le pregunt Gustavo.
A la escuela
respondi la nia.
Por qu llevas ese cucurucho?
quiso saber Gustavo.
Es para la escuela explic la nia.
Y qu tiene adentro? volvi a preguntar l.
Cosas ricas para comer: chocolates, paletas y ositos de goma.
Ositos? Gustavo dio un brinco del susto.
Los nios se comen a los ositos?
S, pero.
Michels Tilde, Gustavo va a la escuela. Mxico, FCE, 1995.
28. Un azul muy especial

Cmo se imaginan que se les pone color a las cosas? En especial a las telas. Vamos a leer algo muy
interesante sobre una forma muy antigua de ponerle color a las telas.
Estas eran tres hermanas, a las que su abuela regal trajes indgenas. El de la mayor era
una enagua azul; el de la segunda, roja; y la de la ms pequea era una enagua de
caracolillo morada.
La abuela les cont que haban sido teidas con colorantes de origen prehispnico y
decidi llevarlas a Oaxaca, porque all todava se conserva la tradicin de los tintes
naturales.
Y para all se fueron.
Viajaron a tierra caliente, al pueblo de Niltepec, donde los zapotecas

cultivan el ail; planta cuyas semillas se siembran en abril. Las plantas
de ail retoan y viven hasta tres aos. Obtener el colorante es muy
laborioso.
Los antiguos usaban ollas con agujeros, por eso lo llamaban ail de
olla; pero ahora se utilizan pilas escalonadas comunicadas entre s. En la primera se deja
reposar las hierbas en el agua hasta que fermentan y toman un color amarillo verdoso. En
la segunda se le pone el fruto del rbol guya-vere, o cal, para que cuaje, y se bate
fuertemente con un remo. Al agitarse y con el aire, el suero toma un color verde azuloso.
Al pasar a la tercera pila y asentarse, el color se vuelve azul.
Esta lectura est tomada de un libro titulado Tres colorantes prehispnicos. Cules son los otros dos?
El que quiera averiguarlo va a tener que ver el libro.
Beatriz de Maria y Campos Castell, Tres colorantes prehispnicos. Mxico, SEP-Patria Cultural, 1990
29. Qu quieres ser?

Sabes qu hacen los ilustradores, los veterinarios, o los oceanlogos?
Ilustrador
Me paso el da dibujando! Me encargan ilustraciones para libros, revistas o diarios. Casi
siempre ilustro para nios, aunque algunas veces lo hago para adultos.
Para ser un buen ilustrador, no basta con saber dibujar personajes y decorados: tambin
tengo que expresar emociones y darles un toque personal a mis
ilustraciones.
Veterinario
Atiendo a los perros, a los gatos, a los pjaros. Incluso a las serpientes!
Tengo un consultorio en el que ausculto, vacuno y opero. Otros
veterinarios atienden a los animales del campo vacas, caballos y oveja
y van a los criaderos para ayudar en los nacimientos. Y otros trabajan en las fbricas de
alimentos o de medicamentos para animales.
PRIMER GRADO
Oceanlogo
El mar es una extensin inmensa de la que poco se sabe Es un fabuloso campo de
investigacin para los curiosos como yo! Estudio las corrientes, las mareas, el fondo
marino, los efectos de la polucin sobre los animales y las plantas
Investigo de qu manera se pueden aprovechar los recursos del mar o asesoro en el
diseo de sistemas de proteccin de las costasEn el mar mismo o en el laboratorio,
observo, analizo, intento explicar, verifico y vuelvo a observar con un nico objetivo:
develar los misterios del ocano. Y t has pensado qu quieres ser cuando seas grande?
Nadine Mouchet y Sophie Bordet. Cuando sea grande quiero serMxico, SEP-Cordillera de los Andes, 2008.
30. Los colibres

Los colibres zumban cuando vuelan porque agitan las alas al
igual que lo hacen las abejas y las liblulas.
Vuelan como helicpteros multicolores: hacia adelante, hacia atrs o de lado, sin cambiar
la posicin de su cuerpo. En cmara lenta, pues ya se ha podido filmar su vuelo, se aprecia
su vertiginoso movimiento de hasta 75 aletazos por segundo.
Se llama tambin chupamirto, chuparrosa o chupaflor porque con el pico cerrado, a
manera de popote, liba el nctar de las flores, sin necesidad de posarse.
Con su lengua larga puede alcanzar a sus presas a una distancia hasta el doble de pico.
En la punta de la lengua tiene espinitas con las que ensarta a los insectos y araitas que le
sirven de alimento. El colibr habita solamente en el continente americano. De las 500
especies que existen, en Mxico viven ms de 50.
Los machos tienen brillantes colores metlicos en la frente, la garganta y el pecho.
Las hembras construyen preciosos nidos en forma de copa con pelusa de algodn y
telaraas. Depositan dos huevecitos, los incuban, y luego alimentan con insectos a sus
polluelos. Algunos colibres son tan pequeos que pesan menos 2 gramos. 500 colibres no
llegan a pesar un kilo.
Rafael Martnez, Animales mexicanos, aves y mariposas, Felipe Dvalos, ilus. Mxico, SEP, 1995. (Colibr).
31. Ronda de la nia de mis ojos

A la nia de mis ojos
Nia traviesa la nia
yo no la puedo mirar:
de mis ojos de mirar,
mirar de adentro hacia dentro
dentro y fuera, en cualquier sitio
cmo se puede lograr?
y en todo la veo ya.
Porque mi nia traviesa

en todas partes est
y para verla no tengo
ni siquiera que mirar.
David Chericin, El amor es un nio travieso. Mxico, SEP-Panamericana, 2002.
32. Un amigo
Tener un amigo es maravilloso. Es como levantarse y sentir que brilla el Sol.
Un amigo es alguien con quien puedes pasar un rato hermoso.
Pero un amigo es ms que eso. Es alguien que piensa en ti cuando ests lejos. Alguien que
cruza los dedos cuando tienes que hacer algo difcil.
Nunca ests del todo solo cuando tienes un amigo. Un amigo escucha lo que dices y
tambin trata de entender lo que quieres decir. Pero un amigo no siempre est de
acuerdo contigo. A veces te contradice para que pienses
con cuidado.
Un amigo te quiere aunque te hayas equivocado.
Un amigo te impulsa a hacer cosas nuevas, cosas que t
nunca hubieras imaginado.
Amigo es una palabra hermosa. Es casi la mejor palabra!
Todos pueden ser amigos de alguien. Pero es necesario que tengas el corazn abierto para
ver cuando alguien quiere ser tu amigo.
PRIMER GRADO
Un amigo es alguien con quien puedes pasar un rato hermoso, que piensa en ti, que te
escucha y te dice cundo te equivocas, que te ensea cosas nuevas y siempre tiene tiempo
para ti.
Alguien en quien puedes confiar!
Quin es tu amigo?
Leif Kristianson, Un amigo en Espaol. Tercer grado. Lecturas. Mxico, SEP, 1999.
33. La pulga y el camello

La lectura de hoy es una fbula. Un cuento en el que los animales hablan y, con lo que hacen, nos dan
lecciones.
Montada una pulga sobre la carga que llevaba un

camello, presuma que era ms que l, porque iba
encima. Despus de un rato, por fin salt al suelo
dicindole.
Amigo mo, reconozco que peso muchsimo y como
te tengo lstima, acabo de bajarme.
De nada me sirve respondi el camello el favor que crees haberme hecho, pues el
peso de tu cuerpo no quita ni aade nada, en lo ms mnimo, al peso de mi carga.
Moraleja. Hay muchos ridculos que suponen que lo que son o lo que hacen es muy
importante, cuando en realidad no tiene ninguna importancia.
Moraleja se llama la leccin que una fbula pretende darnos. Esopo, el autor de esta historia, es un
fabulista de la antigua Grecia.
La pulga y el camello en Fbulas de Esopo y algo ms. Mxico, SEP-Limusa, 2006
34. Ay seora mi vecina!
Ay seora mi vecina,
Mreme usted como sudo,
se me muri la gallina!
con el corral enlutado,

y el traje amarillo entero,
Con su cresta colorada
ya no la ver ataviada
pues, seora mi vecina,
paseando en el gallinero
se me muri la gallina,
y el gallo viudo!
domingo de madrugada;
Mreme usted cmo lloro,
S, seora mi vecina,
con el pecho destrozado
ay, seora, mi vecina
y el gallo a coro!
domingo de madrugada.
Ay seora mi vecina,
cmo no voy a llorar,
si se muri mi gallina!
Nicols Guilln, Ay seora mi vecina! en Poetas Hispanoamericanos contemporneos. Antologa. Gente nueva, La Habana,
1987
35. Redondo
Podras adivinar cul es la esfera ms grande que puedes tocar? Una pista: no importa a
donde vayas, siempre ests en ella. Exacto. La esfera ms grande que pueden tocar es la
Tierra, el planeta en el que todos nosotros vivimos. Como la
Tierra es tan grande, quienes la estudian han hecho divisiones
imaginarias para saber la ubicacin exacta de los lugares. Estas
divisiones se llaman meridianos y paralelos. Los meridianos son
mitades de crculo. La Tierra dividida en meridianos se parece
PRIMER GRADO
mucho a una naranja entera pelada. Los paralelos son crculos. Dividir a la Tierra en
paralelos es como cortar una naranja en rodajas. En la Tierra hay muchos paralelos, pero
uno es el ms importante: de ecuador. Esta lnea invisible divide a la Tierra en dos partes
iguales a las que llamamos hemisferios. El hemisferio que va del ecuador hasta el Polo
norte se llama hemisferio norte. El que va del ecuador hasta el Polo Sur se llama
hemisferio sur.
Claudia Hernndez Garca, Redondo: o cuando los crculos se convierten en esfera. Mxico: SEP-Castillo, 2006.
36. Historia verdica
El mundo es un lugar maravilloso, sorprendente. Y ms nos vale que conservemos la capacidad de

asombro. En esta lectura sucede algo muy curioso. Vean si no es cierto.
A un seor se le caen al suelo los anteojos, que hacen un ruido

terrible al chocar con las baldosas. El seor se agacha afligidsimo
porque los cristales de anteojos cuestan muy caro, pero
descubre con asombro que por milagro no se le han roto.
Ahora este seor se siente profundamente agradecido, y comprende que lo ocurrido vale
por una advertencia amistosa, de modo que se encamina a una casa ptica y adquiere
enseguida un estuche de cuero almohadillado doble proteccin, a fin de curarse en salud.
Una hora ms tarde se le cae el estuche, y al agacharse sin mayor inquietud descubre que
los anteojos se han hecho pedazos.
Cuando los anteojos se cayeron sin estuche no les pas nada. Cuando ya estaban supuestamente
protegidos, se hicieron pedazos. No les parece curioso? Pero todos los das suceden cosas todava ms
raras.
Julio Cortzar, Historia verdica en Espaol Cuarto grado. Mxico, SEP, 1989.
37. El seor don gato
Estaba un gato sentado
Ton, toln,
en una sillita de palo
muerto lo llevan en un cajn;
con el zapato picado
como el cajn es de palo,
y el sombrero a la francesa.
muerto lo llevan en un caballo;

como el caballo es torsillo,
Llegaron cartas de Espaa
muerto lo llevan en un castillo;
que si quera ser casado
como el castillo es de fuego,
con una gata morisca
muerto lo llevan en un borrego;
de copete colorado.
como el borrego es de lana,
El gatito, de contento,
muerto lo llevan en una cama;
se subi por un tejado
como la cama es de aceite,
y se rompi tres costillas.
muerto lo llevan a San Vicente;
a las doce de la noche
San Vicente est cerrado,
ya el gatito haba expirado.
sale el diablo a repicar

y les da de merendar
Ya muri seor don gato,
guajolotes en conserva
ya lo llevan a enterrar
y lagartijas en pipin.
entre cuatro zopilotes

y un ratn de sacristn.
El seor don gato. Mxico, SEP-Petra 1992.
PRIMER GRADO
38. El arca de No
No se puso de lleno a la tarea, ayudado por toda su familia. Como eran todos muy
trabajadores, formaron un buen equipo y al poco
tiempo el arca estaba terminada. Despus comenzaron
a reunir a los animales y a colocarlos cada cual en su
sitio. Esto tampoco les result difcil porque en
aquellos lejanos tiempos cualquiera tena en su jardn
osos y guanacos, leones y caimanes, y si no estaban en
su jardn estaban en el del vecino y se los podan pedir
prestados, y si el vecino no los tena, con seguridad haba en la selva de la esquina.
Una vez terminada el arca, No fue poniendo en fila los animales que haba en su jardn y
sus hijos salieron a buscar los que faltaban. Al atardecer, No fue pasando lista, y los
animales fueron invitados a pasar al arca.
A ponerse en fila por orden de tamao: los ms chicos primero y los ms grandes
despus dijo No.
Qu ocurre? pregunt una rana distrada y que todava no se haba enterado de nada.
Vamos a jugar al martn pescador?
Qu martn pescador? le replic la cebra Vamos a viajar en arca, mientras dura el
diluvio.
No empujen! gritaba la gallina.
Me estn pisando! deca con toda su voz el bichito de San Antonio.
Que se den prisa los que estn adelante! bramaba el len, y la leona trataba de
calmarlo.
Imposible calcular cunto tiempo tardaron No y sus hijos en poner la fila en orden, pero
de pronto alguien mir para arriba y dijo: Se est poniendo nublado. Y entonces cay la
primera gota.
El arca de No, Beatriz Barnes (adaptacin). Mxico, SEP-CEAL, 1988.
39. Los pregones de Juan Bobo

Un pregn es el llamado que hace un merolico, un vendedor, un trabajador para atraer a la gente. Vamos
a leer unos cuantos, bastante disparatados, por cierto.
Pongan todos atencin,
Ahora s quiero pedirles
escuchen lo que ha pasado:
que escuchen bien lo que digo:
que la gata tuvo hijitos,
los hijitos de mi hermana
y todos salieron gatos!
todos son mis sobrinitos!
Seores, paren la oreja,
Yo no s si ustedes saben
les voy a contar un cuento,
esta cosa sorprendente:
la vaca tuvo vaquitas,
tras de mayo viene junio
y los llamaron becerros!
y tras de agosto, septiembre.
Amigos, no se distraigan,
Lo que si no se sospechan
ah les va una gran noticia:
ni para nada imaginan:
que la esposa de mi to
que todo lo que les dije
dizque dicen que es mi ta!
son puritas boberas!
Margit Frenk, Los pregones de Juan Bobo en Espaol Sexto grado. Mxico, SEP, 1987
PRIMER GRADO
40. Palabras para conocer el mundo

Agua
El agua es un lquido que sirve para muchas cosas. Todos la necesitamos para vivir y las
personas tambin nos lavamos con ella.
Los patitos del estanque
siempre te hablan en latn:
como agua viene de aqua,
cantan cua, cua,cua sin fin.
Beso
Un beso es el contacto de los labios con otros labios o la piel. Es un acto de
cario.
Cuando tengo hambre,
un beso me sabe a queso.
Cuando tengo sed,
un beso me sabe a usted.
Y si hace fro,
tu beso me sabe a abrigo.
Burbuja
Una burbuja es aire rodeado de agua con jabn. Puedes hacer burbujas con un
popote soplando dentro de un vaso de agua jabonosa.
Dentro de una burbuja
va encerradita una bruja.
El aire la eleva y la empuja
la empuja la empuja
Julieta Fierro, Palabras para conocer el mundo. Mxico SEP-Santillana, 2005.
41. La mosca vanidosa

Una hormiga y una mosca discutan sobre cul de las dos
vala ms. La mosca deca:
Cmo puedes soar siquiera en compararte conmigo?
No ves, acaso, cmo vuelo y cunto hago? Me meto en
todas partes, incluso en los palacios y en las mansiones
de los ms ricos; saboreo los alimentos antes que sus
propios dueos; me poso en la cabeza del rey y beso las flores ms bellas y a las ms
hermosas muchachas. Me desplazo por el aire sin ningn esfuerzo y gozo sin
preocupaciones de todo lo mejor que hay en el mundo. Quieres decirme de qu cosa
semejante puedes disfrutar t, hormiguita miserable?
Es verdad respondi la hormiga que es una gran cosa poder asistir a los banquetes ms
elegantes; pero siempre que sea porque te invitaron, no como intruso. S. Ciertamente
frecuentas los palacios y las mansiones reales, pero tienes que hacerlo a escondidas, pues
en cuanto te ven, siempre te quieren espantar, o aplastar.
Hablas majaderamente del rey y de las muchachas, sin el
menor respeto. No te esfuerces en convencerme: todo eso
es verdad. Sin embargo, cuando llega a pasarte cualquier
cosa, no sirves para nada. Llega el invierno y yo tengo
asegurada mi comida. T, en cambio, vas a posarte sobre la
pared donde muere el ltimo rayo de sol... y te mueres de fro. Yo entro en mi casa, bien
provista de todo, y all estoy calientita, sana y salva Por qu no me contestas ahora?
Como la mosca no supo qu contestar, dio dos o tres vueltas volando y se march por la
ventana.
La mosca vanidosa en El libro de oro de los nios. Mxico, SEP-Hispano Americana, 1972.
PRIMER GRADO
42. Los Compadres

Un da un conejo se encontr con un coyote y le dijo:
Maana ponemos una trampa, compadre.
Est bien, compadre.
Y al amanecer pusieron una trampa en el monte. La dejaron sola
un buen rato y despus se fueron a asomar y vieron que haba
cado un pjaro muy grande.
Vamos a asarlo en la barranca, compadre dijo el conejo.
Est bien, compadre.
Y se fueron al cerro a asarlo.
Haz la lumbre, compadre.
Est bien, compadre contest el coyote.
El coyote hizo la lumbre y despus el conejo le dijo:
Ve a sentarte al cerro, compadre, si no se va a caer. Mientras, yo aso el pjaro. Cuando
est cocido te aviso.
Y se fue el coyote a sostener el cerro. Un momento despus dijo:
Ya se coci, compadre?
Todava no.
Y al rato volvi a preguntar:
Ya se coci, compadre?
Todava falta, compadre.
Compadre, ahora si ya se coci?
Y el conejo ya no le contest, porque ya no estaba. Se comi el pjaro y se fue. Y el
coyote le dijo:
Voy a soltar el cerro, compadre.
Enseguida, cansado de preguntar, solt el cerro y se fue a ver a su compadre, que dizque
estaba asando el pjaro.
Me enga mi compadre! dijo el coyote cuando no lo vio Cuando me lo encuentre
me lo voy a comer.
Cuando volvi a encontrarse con su compadre, el coyote le dijo:
Me engaaste, te voy a comer!

No compadre, no me comas. En aquel rbol hay frutas. Te voy a cortar una. Yo me subo.
El conejo se subi y le avent una fruta en el hocico al coyote, que no pudo pasarla.
Mientras el coyote se quejaba, el conejo se escap. El coyote escupi la fruta y dijo:
Me volvi a engaar mi compadre! Cuando me lo encuentre me lo comer.
Se volvieron a encontrar y el coyote dijo:
Ahora s te como, compadre.
No, no me comas, compadre! Mira, en aquel ro hay un queso, ve a sacarlo.
Y el coyote, muy tonto, fue a sacarlo. Pero el conejo lo volvi a engaar: era la luna que se
miraba en el agua.
El coyote casi se ahog por querer sacarlo. Mientras, el conejo se escap.
Y se volvieron a encontrar en un carrizal y el coyote le dijo:
Ahora s te como, compadre!
No, compadre, no me comas. Te invito a un baile. Ser aqu mismo. Qudate aqu.
Est bien, compadre contest el coyote.
El conejo se fue y el coyote se qued. Al rato el conejo le prendi fuego al carrizal y
avent cohetes por todos lados.
El coyote se asust y con el susto de los cohetes que caan en sus patas empez a bailar.
Pobre coyote! El conejo siempre fue ms listo.
Los compadres Elisa Ramrez (adaptacin) en Conejo y coyote. Mxico, SEP-CONAFE , 2002.
PRIMER GRADO
43. Amapolita. Coplas

Amapolita
El palomero
Eres chiquita y bonita
La cucha no quiere maz
y as como eres te quiero:
ni los cuchitos de leche.
pareces amapolita
No quieren comer parados
cortada en el mes de enero.
hasta que la puerca se eche.
Jalisco
Guerrero y Michoacn
El trompito
El torito
Este torito que traigo
Corre muchacho,
lo traigo desde Jalapa
corre corriendo,
y lo vengo manteniendo
que la gallina
con cascaritas de papa.
ya est poniendo.
Este torito que traigo
Corre muchacho
lo traigo desde
por la azotea,
Campeche
que la gallina
y lo vengo manteniendo
cacaraquea.
con pura sopa de leche.
Veracruz
Veracruz
Amapolita, Luz Mara Chapela (recopilacin). Mxico, SEP, 1989.
44. La tortuga y los patos

Los patos levantaron el vuelo, llevando a Doa Tortuga prendida de la vara fuertemente
con la boca. Se levantaron por el aire y Doa Tortuga miraba encantada todo lo que iba
pasando bajo sus ojos. Con la boca bien apretada, se balanceaba por encima de los
rboles. Los dems animales, al verla pasar, no salan de su asombro.
El cerdo, el burro, el chivo, el perro, comentaban en voz alta aquella maravillosa proeza:
Doa Tortuga es la reina de las tortugas! decan. Elevarse por los aires con su casa a
cuestas! Qu maravilla!
Doa Tortuga es la emperatriz de las tortugas! Doa Tortuga los oa y se llenaba de
orgullo. Tanto, que olvid que tena que tener la boca cerrada y grit:
S, soy la reina de las tortugas y me voy a otros pases porque aqu no hay nada que
merezca ser visto por m!
Bueno, eso fue lo que quiso decir, porque apenas abri la boca, empez a caer por el aire,
dando vueltas, y no tuvo tiempo de pronunciar una sola palabra. Lo nico que se le oy
fue: AAhhhhhhhhhhhhhhhhh Patapfate!...
Doa Tortuga cay en mitad de la laguna. Cay y rebot. Menos mal que saba nadar!
Muy agitada, lleg por fin a la orilla. Sus amigos los patos se
alejaban, a todo volar, rumbo a los lejanos pases del Oriente y
Doa Tortuga apenas tuvo tiempo para hacerles adis con la pata.
Los otros animales se acercaron a socorrerla y la acompaaron
hasta su casa. Doa Tortuga se sinti muy triste, y al otro da, para
distraerse y olvidar su pena, sali a dar una vuelta por los
alrededores.
Pobre tortuga! Y qu podemos aprender de lo que le pas?
La tortuga y los patos, Beatriz Barnes (adaptacin). Mxico, SEP-CEAL, 1988.
PRIMER GRADO
45. El desierto
Cuando Benjamn era pequeo, una de las veces que su
pap Armando lo llev al cine, vieron una pelcula que se
desarrollaba en el desierto. Benjamn, de inmediato, asoci el desierto con las dunas
donde jugaba cuando l y su familia iban a la playa, pues se dio cuenta que el desierto
tambin estaba formado por grandes promontorios de arena y escasa vegetacin.
As mismo, Benjamn se percat que el desierto que apareca en la pelcula era enorme y
que las dunas de arena donde jugaba no tenan comparacin con aquellas inmensidad. Vio
que los hombres se vestan con largas tnicas y se cubran la cabeza con unos extraos
enredos, similares a la toalla que su mam se pona cuando terminada de baarse.
Le llam la atencin ver que los hombres del desierto montaban caballos, camellos y
dromedarios. Los caballos le eran ms cercanos, pues hasta los haba montado en el
rancho de su to Miguel; mientras que a camellos y dromedarios slo los haba visto de
lejos en el circo y en el zoolgico de Chapultepec.
Francisco Morosini Cordero, El desierto. Mxico, SEP-Instituto Literario de Veracruz, 2007.
46. La piel es nuestro escudo

Qu tanto cuidas tu piel? Ya que vives con ella, duermes con ella, sueas con ella y a
travs de ella te comunicas, sabas que tu piel es el rgano ms extenso del cuerpo?
Adems de actuar como escudo protector contra el calor, la luz, lesiones e infecciones, tu
piel tambin cumple con estas funciones:
Regula la temperatura corporal.
Almacena agua y grasa.
Evita la prdida de agua.
Previene la entrada de bacterias.
Sabas que las personas cuyos antepasados vivan en regiones soleadas tienen la piel ms
oscura que las personas cuyos antepasados vivan en regiones con menos luz solar?
Dato curioso: No hay dos huellas dactilares iguales.
http://www.CONAFE.gob.mx/mportal7/Chispas/Chispas01Octubre09.pdf
47. Adivinanzas nahuas
A que no la puedes decir:

soy un rollo
que de noche desenrrollo
para que puedas dormir
Adivina adivinando,
todos los das
con la casa va cargando
El caracol (Wilaka)
El petate (Petlatl)
A la comida invitada,
aunque sea de plato
y cuchara.
Hay que adivinar,

no lo puedes ver,
aunque sin esfuerzo
lo sientas correr.
La tortilla (Tlazkalli)
El viento (Yeyekatl)
Jos Antonio Flores Farfn, Adivinanzas nahuas de hoy y siempre. Mxico, SEP-Corunda, CIESAS, 2002.
PRIMER GRADO
48. La liebre y el elefante

Hace mucho tiempo viva una liebre muy inteligente. Desde muy pequea iba siempre a
jugar a la orilla del lago.
El agua de aquel lago era limpia y transparente y todos los animales del bosque iban a
beber all.
No lejos del lago haba un rbol grueso. Los hombres haban cortado aquel rbol y
haba brotado una capa de resina. La liebre vio aquel ancho y cmodo tronco y al saltar
para sentarse, se qued pegada a la resina.
Pobre liebre! No poda moverse del lugar de donde estaba; ni siquiera poda cambiar
de posicin.
Estaba muy asustada pensando que iba a morir all. Pensaba en cosas muy tristes
cuando vio llegar al elefante que iba al lago a tomar agua.
Este elefante me salvar la vida pens la liebre. Y le grit:
Oye, elefante no bebas agua de ah. El dueo del lago me dijo que me quedara aqu
a vigilar para que no bebiera nadie.
El elefante no hizo caso y la liebre, entonces, le grit con ms fuerza:
Eres sordo? No oyes? Si te atreves a beber de mi agua, te arrancar la cabeza!
T sabes bien que ests diciendo tonteras respondi el elefante. El agua no es tuya
sino del lago.
Si bebes de esa agua amenaz la liebre Te romper la trompa con una patada!
Qu liebre tan tonta! Cree que me puede desbaratar. La aplastar y har una
mermelada con ella!
El elefante se acerc a la liebre, la agarr
con la trompa, tir y la arranc de la resina.
El pelo de la liebre estaba tan apegado a
la resina que un poquito se qued pegado en
el tronco. Despus le volvi a salir, pero
desde entonces, el pelo de la parte trasera de
las liebres es blanco.
Ahora chill el elefante te aplastar de un golpe y te meter bajo tierra.

Mi querido hermano mayor. Hace tiempo que tengo ganas de morir, pues llevo ya
miles de aos viviendo; desde que se cre la tierra. Pero como me das lstima, te dir que
hay en todos mis huesos un veneno mortal tan fuerte, que una sola gota matara a
cualquiera. Si me golpeas con tu trompa, mi veneno se meter en ella, y si me pisoteas, el
veneno entrar en tus patas y morirs. Yo, en cambio, seguir viviendo. Si de veras
quieres matarme, tienes que buscar un lugar cubierto de maleza, juncos y caas. Djame
all y entonces s morir.
El elefante cogi a la liebre con la trompa y la dej en un sitio cubierto de caas. En
cuanto la liebre se vio libre sali huyendo como una flecha.
Y mientras corra, iba hablando sola:
Mi hermano mayor, el elefante, cree que estoy muerta. Pero cuando me vea entre
los vivos, comprender enseguida que no puede con mi picarda.
La liebre y el elefante en Marins Medero (recopilacin), Volvamos a la palabra. Mxico, SEP-Limusa, 1989.
PRIMER GRADO
49. Recuerdo
Hoy vamos a leer una poesa linda, muy sencilla, hecha con las palabras que usamos todos los das. Se
titula Recuerdo. Es algo que un hombre recuerda, que lleva en la memoria. Y lo dice con palabras
simples. Es muy cortita. La vamos a leer dos veces. Una senda es un camino.
He venido por la senda

con un ramito de rosas
del campo. Tras la montaa
naca la luna roja;
la suave brisa del ro
daba frescura a la sombra;
un sapo triste cantaba
en su flauta melodiosa;
sobre la colina haba
una estrella melanclica.
He venido por la senda
con un ramito de rosas.
Es tan lindo este poema que dan ganas de hacer otro. As, con palabras que todos conocemos, sobre algo
sencillo, como ir por un camino llevando unas pocas flores.
Juan Ramn Jimnez, Recuerdo en Espaol Segundo grado. Mxico, SEP, 1968.
50. El campesino y los pasteles

Una vez fue un campesino a la ciudad. Y se encontr con un grave problema. Solamente
tena veinte pesos, y le estaba doliendo una muela. El campesino pensaba: " Si me saco la
muela y pago al dentista, no puedo comer; si lo gasto en comer, me seguir doliendo la
muela."
Estaba el buen hombre con estos pensamientos cuando fue a pararse enfrente de una
pastelera. All se qued largo tiempo mirando embobado los pasteles, hasta que pasaron
por all dos muchachos y le dijeron para burlarse:
Cuntos pasteles te atreveras a comer en una comida?
Hombre, me comera quinientos!
Quinientos! Dios nos libre!
Pues de qu poco se asustan ustedes y de esta forma comenzaron a discutir, ellos
diciendo que no y l insistiendo que s.
Qu apuestas? dijeron los muchachos.
Pues... si no me los como, me dejo sacar esta muela y el campesino seal la que le
dola.
Los muchachos aceptaron alegres la apuesta.
El hombre comenz a comer y, cuando ya no tena ms hambre, dijo:
He perdido, seores.
Entonces llamaron a un dentista y le sacaron la muela.
Los muchachos se rean diciendo:
Miren a ese tonto, que por hartarse de pasteles deja que le
saquen una muela.
Entonces les respondi el campesino:
Ms tontos son ustedes, porque gracias a esta apuesta he
matado el hambre y, adems, me han sacado una muela que
me haba dolido toda la semana
Juan de Timoneda
http://foros.enplenitud.com/showthread.php?12274-Cuentos-Mitos-y-Fragmentos
PRIMER GRADO
51. Hechizo para deshechizarse
Si un da pierdes el juicio
a causa de un maleficio,
a nadie pidas permiso
para invocar este hechizo:
POLVO DE ESTRELLAS,
ESPUMA DE MAR,
VIENTOS POLARES,
AURORA BOREAL.
Si dices estas sandeces
y las repites mil veces,
es posible que en un mes
te sientas bien otra vez
Tal vez!
Irene Vasco, Hechizo para deshechizar en El mundo que amo. Antologa de poesa iberoamericana para nios, Francisco
Delgado Santos (invest. y selecc) Mxico, SEP-Euromxico, 2006.
52. El mundo de los insectos

Los insectos son pequeos animales de seis patas, que tiene dos apndices en su cabeza
llamados antenas. Los insectos viven en casi todas partes, desde las montaas ms altas
hasta los desiertos ms inhspitos. Tu jardn es el hogar de miles de estas pequeas
criaturas.
El saltamontes tiene patas largas y flexibles, que hacen de l

un autntico campen de salto. Al primer indicio de peligro,
se impulsa hacia las alturas para alejarse.
Los saltamontes se alimentan de flores y hojitas, Adems,
entonan una sonora meloda para encontrar su pareja.
Qu tan lejos?
Si pudieras saltar como lo hace un saltamontes, podras brincar sobre 10 automviles
estacionados en fila.
A quien llama un saltamontes en peligro?
Al Chapuln Colorado!
El saltamontes macho canta al frotar sus patas traseras contra las alas. Esta friccin
emite un sonido muy caracterstico.
Cuando un saltamontes se enoja, escupe un jugo marrn de aspecto repugnante, llamado
jugo de tabaco, que espanta a sus enemigos.
Algunos saltamontes tienen odos en el abdomen.
Michael Chinery, Insectos. Mxico, SEP-Planeta Mexicana, 2003.
53. Cunta gente!

En el mundo hay millones y millones de personas, pero entre tanta gente, cada uno de
nosotros es diferente: todos somos nicos.
La forma de nuestra nariz es diferente y tambin la de los ojos, el color del pelo y de la
piel, la altura cuntas caractersticas ms se te ocurren?
Hay gente de un extremo del mundo al otro. Gente
muy vieja, como nuestros abuelos, gente mayor, como
tus padres, y nios como t.
Y cada persona es diferente de las dems. A todos los
nios del mundo les gusta lo mismo: jugar y pasarlo bien
con su familia y amigos.
PRIMER GRADO
No somos tan diferentes como parece! Te imaginas saber cosas de toda la gente del
mundo?
Cmo hablan, cmo escriben, cmo bailan Tienes un mundo entero para descubrir!
Cunta gente! Todos diferentes todos iguales en Nios y nias del mundo: de un extremo al otro. Mxico, SEP-Tercera
edicin, 2005.
54. El aire y las nubes

La tierra est rodeada de aire. All estn las nubes que el aire arrastra. Seguramente has
visto cmo se mueven.
El aire tambin transporta polvo, por eso a veces el cielo se ve gris y no azul.
El aire es por donde vuelan las mariposas y los pjaros.
Las nubes suelen ser blancas. Puedes jugar a mirarlas e imagina que tienen formas de
objetos, plantas animales y hasta de personas que conoces.
Aunque parecen bolas de algodn, son de aire. Cuando se ponen grises es que va a llover.
Cuando vean nubes, obsrvenlas con atencin, a ver qu figuras van formando.
Julieta Fierro, El aire y las nubes en El da y la noche. Mxico SEP-Santillana, 2003.
55. La semilla
Un da, mam compr ciruelas para drselas a sus hijos despus del almuerzo y mientras
era la hora, las puso en una bandeja. Vania, que nunca haba comido ciruelas, las oli
durante mucho rato. Le encantaba su olor. Tena unas ganas enormes de comrselas y se
qued mucho tiempo a su lado. Cuando todos se fueron de la despensa, Vania ya no pudo
contenerse ms, tom una ciruela y se la comi. Un poco antes del almuerzo, la mam
tom las ciruelas para limpiarlas y not que faltaba una.
Se lo dijo al padre. Durante el almuerzo el padre coment: Muy bien nios, sera alguno
de ustedes el que se comi una ciruela? Pero todos respondieron:No. Vania, aunque se
puso colorado como un cangrejo, tambin lo neg: No, yo no me la com.
Entonces el padre muy serio continu: Si alguno de ustedes se la comi, est muy mal,
pero eso no es lo peor. Lo peor es que dentro de las ciruelas hay una semilla muy dura, y
si alguien no sabe comrselas y se traga la semilla, entonces se muere al da siguiente. Eso
es lo que de verdad me preocupa.
Vania palideci y exclam: No, yo no me com la semilla, la bot por la ventana.
Entonces todos se rieron y Vania se puso a llorar.
Len Tolstoi, La semilla en El len y el perrito y otros cuentos. Mxico SEP-Panamericana, 2002.
56. Suma de ecos

Del fondo de una granada,
con coleta bien peinada,
hada,
nada
que tambin era princesa,
entre jugos de frutal,
esa
tal
que desayuna manzana,
hada infeliz, oh, sorpresa!
Ana
presa
es su nombre y vive en vilo,
del fondo de la granada.
hilo
para zurcir terciopelo,
pelo
nnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn
nnnnnnnnnn
Antonio Rubio, Suma de ecos en Versos vegetales. Mxico, SEP-Anaya, 2005
PRIMER GRADO
57. Vista de gato, odo de perro.

El perro tiene un odo magnfico. Por la noche descubre hasta el ms sutil de los
ruidos. Es capaz de or aquello que nadie ms puede captar.
El gato tiene una estupenda vista.
Sus ojos brillan en la oscuridad, e incluso puede ver en las tinieblas ms espesas.
Hubo una vez un gato y un perro que dorman en la misma habitacin, y una rata pas
sobre el techo. De la cola de la rata cay un pelo.
Entonces el perro dijo:
He odo algo. Pero no veo nada.
El gato le respondi:
Yo no he odo nada, pero he visto esto.
Y el gato le ense al perro el pelo de la rata.
Vista de gato, odo de perro en El libro de los cuentos y leyendas de Amrica Latina y Espaa. Mxico
SEP-Ediciones B., 2007.
58. El paseo de Chapultepec

En la Ciudad de Mxico hay algo que es muy bueno. Es un lugar para cualquiera que
desee visitarlo, venga de donde venga. Se llama Chapultepec. All
viven muchos animales. Viven unos que trajeron del norte, otros
de frica, y otros ms de algunas partes de Mxico.
All viven elefantes muy grandes que comen paja, y el oso blanco
que viene de donde hay mucha nieve y le gusta meterse en el agua.
Es muy bonito, todo blanco.
All en Chapultepec se ve al puerco espn que viene de frica y es distinto de nuestro
puerco espn, pues es grande. El zoolgico se encarga de cuidarlo y alimentarlo.
Se come todo lo que le dan. Tiene su propia jaula. No recuerdo si lo vi bien o no,
porque lo nico que se le nota son las espinas, que son largas y le salen de la mitad
del cuerpo.
Parece que no se puede agarrar, porque sus espinas son muy puntiagudas y peligrosas.
Es como nuestro puerco espn: no pueden agarrarlo los perros. Est relacionado con
los de nuestra regin.
Ernesto Prez Francisco y Marcelino Lorenzo Meja, El paseo de Chapultepec. Mxico SEP, 2003.
59. La piata
No quiero oro ni quiero plata,
yo lo que quiero es romper la piata.
Echen confites y canelones
pa mis muchachos que son muy tragones.
De los cerritos y los cerrotes
saltan y brincan los tejocotes.
ndale amigo, sal de rincn
con la canasta de la colacin.
ndale amigo, no te dilates
con la canasta de los cacahuates.
Castaa asada, pia cubierta,
que vivan, que vivan los de la fiesta
y que les sirvan ponches calientes
A las viejitas que no tienen dientes.
La piata en Mara Luisa Valdivia (seleccin), Cancionero mexicano , Mxico, SEP, 1993.
PRIMER GRADO
60. Cancin de cuna para despertar a un nio
Te estoy esperando no demores mucho

porque hay tantas cosas que hacer en el mundo
despierte mi nio Despierte mi sol
despierte pedazo de mi corazn.
Yo s que te esperan dolores y penas
que vivir es duro y se es feliz apenas
pero con tu ayuda y la de otros ms
haremos que al fin se pueda respirar.
Te tengo guardada en un cajn la risa
en otro ternura y en otro caricias
y uno est vaco para que despus
lo llene la dicha de verte nacer.
Asmate al mundo y empez a crecer
porque ya no hay mucho tiempo que perder.
Despierta mi nio Despierta mi Sol
Despierte pedazo de mi corazn
Despierte
Marilina Ross, Cancin de cuna para despertar a un nio en Herrn Hidalgo (seleccin) Libro de nanas, seleccin.
Mxico, SEP-Ocano, 2005.
61. Tierra
Alguna vez has cavado en la tierra?
Has hecho pasteles de lodo?
Has ayudado a plantar un jardn?
Probablemente habrs advertido que no toda la tierra tiene el
mismo aspecto.
Hay tierra que es de color oscuro. Otra es de color claro.
Otra es muy pegajosa. Otra ms es blanda y esponjada. La
tierra, en todas sus distintas formas, es importante para
nuestro mundo. Cavemos hondo en la historia de la tierra y
veamos de qu se trata.
Algunas personas piensan que la tierra es slo algo que debe
limpiarse como cuando tienes tierra en tu ropa y echas sta a
lavar. Pero la tierra es en realidad una de las cosas ms
importantes de nuestro Planeta.
A la tierra la llaman suelo los cientficos. El suelo se
encuentra sobre la superficie del Planeta y es tan importante para la vida en nuestro
mundo como lo son el aire o el agua. Sin el suelo, muchos seres vivos moriran.
Steve Tomecek, Tierra, Mxico, SEP-Stampley Enterprises, 2005.
PRIMER GRADO
62. Los veinte ratones

Arriba y abajo
por los callejones
pasa una ratita
con veinte ratones,
unos sin colita
y otros muy colones,
uno sin orejas
y otros orejones,
unos sin patitas
y otros muy patones,
unos sin ojitos
y otros muy ojones,
unos sin narices
y otros narigones,
unos sin chipito (Hociquito)
y otros muy chipones
Vicente T. Mendoza, Los veinte ratones en Lrica infantil de Mxico. Mxico, SEPFCE, 1980
63. Las risas del monte

Antes de llegar a pueblo de Santiago Tuxtla, hay un montecito de donde brota un ojo
de agua fresca. Cuando yo tena como diez aos iba con mi primo Toms a jugar en
ese lugar, el agua era tan limpia y transparente que nos gustaba estar por mucho rato.
Un da vimos a unos jvenes bandose, pero con el sombrero puesto y sobre ste su
ropa.
Oye, por qu traes la ropa en la cabeza? le pregunt a uno.

Si no, se la llevan los chaneques. Te dejan en cueros! nos dijo. Ni caso le hicimos,
nos quitamos la ropa y nos metimos a jugar.
Brincamos y nos revolcamos en la orilla del agua hasta que quedamos arrugados como
gusanos, al rato, decidimos irnos a la casa, pues ya tenamos hambre.
Nos salimos.
Dnde dejaste la ropa, Toms? me pregunt mi primo.
Pues all, en esas piedras.
No, no est, le dije.
Cmo no! me contest. Y ah andamos busque y busque, pero nada, ni los zapatos.
Pues vmonos as me dijo mi primo.
bamos cuidando que nadie nos viera, en cueros como
andbamos lo que iban a pensar A medio monte
escuchamos risas entre las plantas.
Los chaneques! grit Toms. Y nos echamos a
correr, pero entre ms aprisa bamos. Ms risas
oamos, ya llevbamos la carne chinita del miedo, pero
ni modo, as llegamos a la casa y mi mam nos regao,
porque segn ella, nos haban robado.
Las risas del monte en Esperanza Penagos y Luz Ma. Muoz (recopilacin) La tierra de los susurros, Adaptacin de
Jess Paredes y Jess PrezRuiz. Eduardo Enrquez Rocha, ilus. Mxico, SEP-CONAFE , 2004.
PRIMER GRADO
64. Del cacao al chocolate

No sera fantstico que los chocolates crecieran en rboles?
Pues bien, la parte ms importante del chocolate crece realmente
en un rbol: es el cacao. Los rboles de cacao slo se dan en tierras muy calientes y
hmedas, en los llamados trpicos.
Cuando los frutos del cacao estn maduros, los cortan con grandes cuchillos.
Una vez abiertos, se le extraen las semillas. En cada fruto hay alrededor de 60
semillas.
Los granos del cacao se ponen a tostar en grandes hornos. As, el cacao adquiere su
fino sabor. Adems, de esta manera las cscaras de las semillas se resquebrajan y
pueden desprenderse fcilmente. Se ponen a secar y se empacan en grandes sacos.
Estos granos se exportan a muchas partes del mundo en barcos mercantes que
cruzan el mar para que todos los pases puedan disfrutar el chocolate.
Los granos tostados, libres ya de la cscara, se muelen. Pero no se vuelven polvo, sino
que forman una pasta pues los granos contienen grasa en bastante cantidad. Esta grasa
se llama manteca de cacao. Mientras ms finamente se muele la pasta mejor sabor
tendr despus el chocolate.
Con la pasta de cacao pueden hacerse dos cosas: o se le extrae la grasa y se obtiene
el polvo de cacao, o se mezcla con otros ingredientes como leche y azcar, para
preparar chocolate para la mesa, que se bebe disuelto en agua o en leche; o para
fabricar la infinita variedad de chocolates que tomamos como golosinas.
Hay diversos tipos de chocolate: el chocolate con leche de color claro, tiene mucha
leche y sabe dulce. El chocolate amargo, de color obscuro, se hace con mucho cacao
y poca leche. Cada fbrica de chocolate tiene sus propias recetas.
Pero todo chocolate contiene cacao.
Del cacao al chocolate. Mxico, SEP-Fernndez Editores, 1981.
65. Cancin de los constructores
Hay que hacer una casa

sin puertas ni ventanas,
ni techos, ni paredes
una casa muy casa
pero bien ancha,
pero bien larga,
pero bien amplia
para que todos entren,
para que todos salgan,
para que todos todos
a donde vayan vayan
en el verano fresca,
en el invierno clida,
pero sin puertas puertas
ni ventanas ventanas
ni paredes paredes
ni techos techos nada
que impida que la gente
encuentre las entradas
todas bien anchas,
todas bien largas,
todas bien amplias
para que todos entren,
para que todos salgan,
para que todos todos
a donde vayan vayan.
David Chericin, Cancin de los constructores (fragmento), en Ur ur ur. Palabras para jugar. Mxico,
SEP-1994.
PRIMER GRADO
66. Por qu nos comunicamos?

La comunicacin es un intercambio de informacin. Si no
compartiramos los descubrimientos, tendramos que
aprender todo desde cero. No habra manera de saber,
por ejemplo, que el fuego quema hasta que nos
hubiramos herido. Ni tampoco tendramos libros
favoritos. Y lo ms importante, compartir nuestros
sentimientos y tener amigos nos hace la vida ms
agradable.
Cmo nos comunicamos?
Cuando estamos con alguien, utilizamos la voz y el cuerpo para comunicarnos.
Cuando alguien est a mucha distancia, podemos entrar en contacto por telfono o
enviar una carta. Podemos incluso comunicarnos con personas a las que no
conocemos, gracias a los libros y a los programas de televisin.
Cmo habla el cuerpo?
No hace falta hablar para que nos entiendan: podemos utilizar el cuerpo. Imagina
todas las distintas formas de decir hola a alguien.
Dependiendo del lugar del mundo en que estemos, podemos saludar, dar la mano,
besar la mejilla, inclinar la cabeza, dar un abrazo, chocar <<esos cinco>>, frotar las
narices o hacer una reverencia.
Mead Richard, Por qu suena el telfono y otras preguntas sobre las comunicaciones. Mxico, SEP-Everest, 2005.
67. El lagarto
El lagarto est mojado,
tiene cara de pantano,
tiene boca de serrucho
En el agua est embarrado.
El lagarto est pisado,
mil escamas ten cuidado!
Sus ojitos que te miran
con un traje verde claro.
Tiene cortas las patitas,
nada y nada coleando
va de izquierdas a derechas
Como un pndulo va andando.
(No ms bolsos ni chaquetas
ni zapatos ni maletas
las corrientes, las orillas
De los ros de la selva)
Salvador de Toledo, El lagarto en El zooilgico. Mxico, SEP-Everest, 2005.
PRIMER GRADO
68. Se va a caer el mundo

El conejo vio que estaba perdido, que se le vena el mundo encima,
que la peor desgracia que le poda ocurrir la tena a cuatro pasos.
All delante estaba el zorro, astuto y veloz. El conejo no
tena escapatoria.
Fue entonces cuando pens que la nica salida que le
quedaba era engaarlo. Hasta ese momento a ningn conejo se le haba ocurrido
nunca burlar a un zorro. Pareca algo imposible.
Si no se me ocurre algo muy pronto, me va a comer, se dijo. Junto al conejo
haba una piedra. Si al menos pudiera ocultarse tras ella Pero ya era imposible,
porque el zorro lo haba visto.
Se va a caer el mundo en El libro de los cuentos y leyendas de Amrica Latina y Espaa. Mxico, SEP- Ediciones B,
2007.
69. Nariz de pap, cabello de mam

La Tierra es un planeta maravilloso por la diversidad de seres vivos que habitan en
ella. Imagnate cuntos animales conoces: perros, vacas, jaguares, tiburones, cangrejos,
vboras, mosquitos, ranas, guilas, hormigas, nosotros los humanos y muchsimos
otros ms.
Pero no olvides que las plantas tambin son seres vivos. Tenemos palmeras, rosas,
maz, eucaliptos, girasoles, pinos, nopales, pasto, jacarandas y miles de especies ms
que sera imposible enlistar.
Ah! Pensaste que era todo? Nos falta mencionar la enorme variedad de hongos que
existe, con muchas formas y colores, como los championes, el huitlacoche y las
setas. Y si observas a travs de un microscopio, vers organismos muy pequeos

como las bacterias.
Alguna vez te has preguntado por qu cada especie es distinta a las otras? Y por qu
a pesar de que los individuos de cada especie son muy similares entre s, cada uno
tiene caractersticas particulares?
La respuesta est en los rasgos que heredamos los seres vivos generacin tras
generacin a lo largo de muchsimos aos. Te invitamos a que aprendas ms acerca de
este fascinante tema
Desde hace mucho tiempo, sabemos que los perros nacen de los perros, as como el
maz nace del maz. Esto quiere decir que en cada especie existen rasgos o
caractersticas que se han transmitido de generacin en generacin a lo largo de miles
de aos, como tener plumas en el caso de las aves o tener hojas en el caso de las
plantas.
Estas caractersticas que se han transmitido de padres a hijos permiten que la forma
del cuerpo se conserve a travs del tiempo.
Enrique Ortiz Moreno, Nariz de pap, cabello de mam. Los rasgos fsicos y el respeto a la diversidad.
Mxico, SEP- Enrique Ortiz Moreno, 2007.
70. La Cenicienta
rase una vez una hermosa joven que viva con su madrastra y las dos hijas de sta.
Tanto su madrasta como sus dos hermanastras la maltrataban y se burlaban de ella; la
obligaban a hacer todas las tareas de la casa, y como siempre llevaba ropa vieja y
estaba sucia de la ceniza de los fogones, la llamaban Cenicienta.
Un da el prncipe del reino en que viva dio una gran fiesta, pues quera buscar esposa
entre las jvenes del pas. Las hermanastras de Cenicientas se pusieron contentsimas
y empezaron a hacer preparativos para la fiesta, y cuando ella pregunt si podra ir
tambin, se burlaron cruelmente:
T, tan sucia y desastrosa? Quieres que el prncipe muera de susto?
PRIMER GRADO
La noche de la fiesta, cuando su madrastra y sus hermanastras se fueron camino de

palacio, Cenicienta se qued llorando desconsolada en el jardn de su casa. De pronto
apareci ante ella un hada que le dijo:
-No llores, Cenicienta; soy tu hada madrina y voy a ayudarte.
Con un toque de su varita mgica convirti los andrajos de Cenicienta en un precioso
vestido, y una calabaza en una lujossima carroza. Luego transform unos ratoncillos
que correteaban por all en pajes y le dijo a Cenicienta:
Ve a palacio y divirtete; pero regresa antes de medianoche, pues a esa hora
desaparecer el encantamiento, y la calabaza y los ratones volvern a ser como antes.
Cenicienta lleg al palacio, y estaba tan hermosa que todo el mundo qued
deslumbrado, incluido el prncipe, que quiso bailar slo con ella toda la noche.
Tan feliz estaba Cenicienta que no se acord de la hora hasta que en el reloj
empezaron a dar las doce. Entonces ech a correr, mont en su carroza a toda prisa,
y an no haba llegado a su casa cuando la calabaza, los
ratones y sus andrajos empezaron a volver a su forma
original.
Al marcharse corriendo, Cenicienta haba perdido uno de sus
zapatos, tallado en fino cristal, en la escalinata del palacio. El
prncipe, enamorado de ella, recogi el zapatillo y mand buscar a la mujer capaz de
calzrselo, pues era realmente diminuto.
Muchas jvenes del reino se probaron el zapato, pero a ninguna le entraba, hasta que
finalmente le lleg el turno a Cenicienta. Al comprobarse que el zapato era suyo, fue
llevada a palacio y el prncipe la tom por esposa.
Charles Perrault, La Cenicienta en Grandes relatos para lectura infantil. Mxico, SEP-Geo, 2007.
71. Trabalenguas
Me han dicho un dicho
En el juncal con don Joaqun
que han dicho que he dicho yo;
juncos juntaba Julin;
ese dicho est mal dicho,
juntase Juana a las dos
pues si lo hubiera dicho yo,
y entonces, juncos juntaron
estara mejor dicho
Juana, Joaqun y Julin.
el dicho que han dicho

que he dicho yo.
El cielo est enladrillado.

Quin lo desenladrillar?
Una pcara pjara
El que lo desenladrille
pica en la tpica jcara;
buen desenladrillador ser.
en la tpica jcara,
pica una pcara pjara.
Mara Chuchena techaba su choza,

y un techador que por ah pasaba le dijo:
Mara Chuchena, techas tu choza o techas la ajena?
Ni techo mi choza, ni techo la ajena,
que techo la choza de Mara Chuchena.
Margarita, Robleda, Trabalenguas, colmos, tantanes y un piln de Margarita. Mxico SEP-Sitesa, 2008.
PRIMER GRADO
72. Las burbujas

Te habas fijado que todas las burbujas tienen la forma de una esfera? La forma del aro
para hacer la burbuja no importa. Aunque soples por un aro cuadrado, la burbuja
siempre sale como una esfera. Esto pasa porque la esfera es la forma a la que le cabe ms
usando menos material. Suena complicado, pero no lo es tanto. Veamos un ejemplo. Si
metes la mano en un guante, vers que ocupas toda la tela del guante para cubrir tu mano,
desde los dedos hasta la mueca. Ahora, si la metes con el puo cerrado, notars que
sobra la tela que antes cubra tus dedos. Tu mano sigue siendo la misma, pero cuando la
haces bolita necesitas menos tela para cubrirla.
Claudia Hernndez Garca, Las burbujas en Redondo: o cuando los crculos se convierten en esferas, Mxico: SEP-Castillo,
2006.
73. El pjaro carpintero y el tucn

Leyenda de los Huambisa. Amazonas.
Pues dicen los que lo vieron que hace mucho tiempo estaba el pjaro carpintero
picoteando intensamente un hueco en lo alto de un rbol.
Trabajaba con mucha prisa, porque quera poner un huevo en un lugar seguro Con su
fuerte pico golpeaba toc, toc, toc, una y otra vez, rtmicamente, la corteza del tronco,
que retumbaba en toda la selva como si fuera un tambor.
De pronto lleg volando el tucn, con sus preciosas plumas de colores y su enorme pico
grueso y largo como su propio cuerpo, y se pos al lado del pjaro carpintero. Vena a
ver cmo ste haca su nido, pues haba escuchado decir que era el mejor constructor de
nidos de toda la selva.
El tucn le pregunt:
Es cierto que haces los mejores nidos?
Pues eso dicen y es verdad: mira cmo los hago respondi el pjaro carpintero toc,
toc, toc, sin dejar de golpear el tronco con el pico.
El tucn, que a pesar de tener un gran pico no saba hacer huecos y tena que vivir al aire
libre, dijo:
Pjaro carpintero, a m me gustara tener una casa como la suya, para poner los huevos y
vivir tranquilo.
El pjaro entonces tuvo una idea:
Mira, compadre, por qu no hacemos un trato? T me regalas las plumas de colores que
tienes en la cabeza y que me gustan mucho, y, a cambio, yo te regalo mi casa para poner
tus huevos y criar a tus hijos. Te parece bien?
Al tucn le pareci muy buena idea y acept el cambio.
Ea, hagmoslo ya.
As que el tucn le entreg las plumas multicolores de su cresta al pjaro carpintero, y
ste a cambio le cedi su nido. A partir de aquel da se hicieron, adems muy buenos
amigos. Y, desde entonces, los pjaros carpinteros
golpean alegremente con su pico en los rboles y
mueven con orgullo la cabeza, donde se ve un
hermoso penacho de plumas rojas y amarillas.
Y tambin desde entonces los tucanes y sus
familiares, los pjaros tabaqueros, siempre tienen
un lugar donde resguardarse de las intensas lluvias
tropicales de la selva peruana.
El pjaro carpintero y el tucn en Ana Garraln (comp.), Cuentos y leyendas hispanoamericanos, Mxico,
SEP-Larousse, 2007.
PRIMER GRADO
74. Cajitas frutales

Para guardar
el bigote de un ratn,
la cscara de un pin.
Para guardar
las burbujitas de un pez,
la cscara de una nuez.
Para guardar
todas las horas del da
la cscara de sanda.
Para guardar
de todo un poco,
una cscara de coco
Antonio Rubio, Cajitas frutales en Versos vegetales. Mxico, SEP-Anaya, 2005.
75. La muerte y el peln

Haba una vez un seor que se encontr con la muerte que le dijo:
Ahora s te voy a llevar.
No me lleves le dijo el hombre.
Pues vengo dentro de ocho das, entonces si te voy a llevar.
Al regresar a su casa el seor le cont a su esposa que se lo iba a llevar la muerte. Pero su
esposa dijo:
No te llevar, porque cuando te conoci estabas mechudo; y ahora te rasuras peln para
que no te reconozca.
Bueno dijo el hombre.
Se rasur. Lleg el da del plazo, vino la muerte y pregunt por el seor.
Le dijeron que no estaba.
Entonces, si no est el mechudo, aunque sea a este peln me llevo dijo la muerte.
La muerte y el peln en Elisa Ramrez Castaeda (adaptacin), Cuentos de engaos, para hacer rer y fantstico. Mxico,
SEP-CONAFE, 2002.
76. A qu sabe?
Una porcin de pizza sabe deliciosa. El sabor te lo indica la lengua. Mrate en un espejo
y saca la lengua: est cubierta de diminutos abultamientos llamados papilas gustativas.
Envan mensajes a lo largo de nervios hasta tu cerebro para decirte a
qu sabe lo que comes. Las diferentes partes de tu lengua captan los
sabores dulces, cidos, salados y amargos. Los alimentos sabrosos
suelen, adems, oler bien. Tu sentido del olfato te ayuda a captar los
aromas ms delicados de lo que comes. Si ests acatarrado y tienes la
nariz congestionada, probablemente seas capaz de saborear tu comida. Esto se debe a
que tu sentido del gusto y del olfato estn estrechamente ligados.
Anita Ganeri, Tienes hambre? Mxico, SEP-Everest, 2005.
77. Liblula
Insecto capaz de volar en reversa. Cuando nace, parece cucaracha y vive bajo el agua;
cuando crece se transforma. Sus ojos se hacen grandes, le nacen cuatro alas y se le estira
la cola; entonces sale del agua y vuela, con un ruido como de helicptero.
Puede moverse ms rpido que un auto. Con sus enormes ojos puede ver a un mosquito
a varios metros de distancia, alcanzarlo y atraparlo con un labio que se estira hacia
adelante; en un solo da devora cientos de moscos y moscas.
Esbelta, acutica,
antigua, mtica,
vuelas entusiasta
sobre el agua vasta.
Glotona, ruidosa,
te mueves garbosa
atrs adelante,
hermosa, chispeante.
Pedro Moreno y Alma Velasco, Liblula en Mi primer diccionario de fauna de Mxico. Mxico, SEP-SM, 2005.
PRIMER GRADO
78. La matraca traca
Los das de feria
que se desbarata,
la matraca traca
parladora boca,
por todas las calles
pelada carraca
hace su alharaca,
que el ruido mastica
loca chachalaca
y el eco machaca,
cacaraqueadora,
con nada se aplaca
dispara su risa
su seco palique,
de ametralladora,
cotorra de porra
se suelta tronando
curruca y urraca,
de risa se ataca,
se desempaqueta,
rehilete loco,
se desempetaca,
dentada maraca,
que se desternilla,
entre triquitraques
de risa se mata,
la matraca traca.
que se descuaderna,
Gilda Rincn, La matraca traca en Esther Jacob (seleccin), Costal de versos y cuentos , Sergio Arau, ilus. Mxico,
SEP-CONAFE , 1991.
79. El gato con botas

Al morir, el padre de Juan le hered un gato y unas botas.
Para qu quiero un gato?, pensaba Juan.
En ese momento el gato se puso las botas y le dijo:
Si haces lo que yo te diga, sers feliz.
El gato se fue al bosque y atrap un conejo. Se lo llev al rey y le dijo:
Te traigo este obsequio de parte de mi amo, el marqus de Carabs.
El rey nunca haba escuchado aquel nombre, porque el gato lo acababa de inventar,
Al da siguiente el gato fue con el rey y le obsequi dos perdices a nombre del marqus de
Carabs.
Y as, todos los das, el gato iba al palacio y le daba un regalo al rey, de parte del marqus
de Carabs.
Un da, el rey sali a dar un paseo con su hermosa hija. El gato corri hasta llegar con Juan
y le orden que se metiera a nadar al ro.
Juan se quit la ropa y se meti al agua. Entonces el gato escondi las ropas y cuando el
carruaje del rey pasaba por ah, grit:
Auxilio, le han robado las ropas a mi amo!
El rey escuch el llamado y orden que le dieran a Juan uno de sus propios
trajes. Cuando Juan apareci ante el rey con el traje puesto, se vea tan
elegante que pareca un verdadero marqus.
El rey le dio las gracias por todos los regalos que haba recibido.
Juan no entenda nada.
El rey invit a Juan a subir a su carruaje.
Al verlo, la princesa qued tan impresionada que se enamor de l.
Juan se cas con la princesa y de este modo el gato con botas cumpli su promesa de
hacerlo feliz.
Charles Perrault, El gato con botas en Espaol. Primer grado. Lecturas. Mxico, SEP, 1998.
PRIMER GRADO
80. Pedro y el rbol de dinero

Pedro pens en hacer una maldad. De madrugada se fue a un camino, busc un rbol
pequeo y le peg monedas en las ramitas. Cuando acab, se sent cmodamente debajo
de l y esper a que pasara alguien. Ya tena un buen rato cuando aparecieron unos
arrieros, a quienes les ofreci venderles el rbol de dinero.
Cunto vale? pregunt uno de ellos.
Lo doy en cien pesos contest Pedro, que siempre peda esa cantidad.
Est muy caro. Te damos cincuenta.
No, si no estoy loco. Este rbol produce dinero. Si lo compran, se hacen ricos. Se los
dejo en cien pesos. Eso s, con la condicin de que yo le d la primera sacudida.
Est bien, sacdelo. Si produce dinero, ya nos dar ms.
De esta manera, Pedro vendi el rbol y se qued con todo el dinero.
Pedro y el rbol del dinero en Isabel Galaor (comp.), As cuentan y juegan en los Altos de Jalisco, Abelardo Culebro, ilus.
Mxico, SEP-CONAFE, 1991.
81. No puedes ver tus huesos con binoculares

Los binoculares, o catalejos, son esos lentes que se usan para ver de lejos. Por supuesto que no sirven
para ver los huesos. Cmo pueden verse los huesos? Vamos a verlo.
No, no puedes ver tus huesos con binoculares, pero si te lastimas, un

doctor puede ver tus huesos mediante rayos x. Una mala cada o un
accidente pueden causar que cualquiera de tus huesos se rompa. El rea
alrededor de los huesos rotos se inflama y duele.
Tus huesos estn hechos de clulas vivas, tal como todas las otras partes
del cuerpo (excepto por el cabello y las uas).
Cuando te rompes un hueso, pronto se forma un cogulo de sangre
alrededor de las dos partes donde se rompi el hueso. Entonces
empieza un proceso mediante el cual las clulas comienzan a formar un
hueso nuevo.
Las clulas que reparan al cuerpo fabrican un hueso nuevo y lo vuelven a tejer sin ayuda
del doctor. Es necesario que el hueso est colocado exactamente en la misma posicin,
generalmente mediante un yeso, y mantenindolo de esa forma por un tiempo, si no
puede que el hueso no se cure adecuadamente.
Una persona puede terminar con un brazo ms corto que el otro, o con una pierna
chueca.
Con ayuda de los rayos X, el doctor puede colocar el hueso roto exactamente en la
posicin correcta. Ms tarde, otro juego de radiografas le mostrar al doctor cuando las
puntas del hueso se hayan recuperado. Entonces se puede quitar el yeso.
Harrie Ziefert, No puedes ver tus huesos con binoculares: una gua de tus 206 huesos. Mxico, SEP-Planeta Mexicana, 2006.
PRIMER GRADO
82. Pas de la fantasa
Pas de la Fantasa
donde todo es ilusin,
donde los caballos vuelan
como nubes de algodn.
Personajes de mil cuentos
viven en su capital,
no hay fronteras y en su entrada
pone:
Slo hace falta soar!
El Gato con Botas
cantaba feliz,
y Caperucita
quiere ser actriz.
La Bella Durmiente
suea con bailar.
Pinocho ya dice
siempre la verdad.
El Patito Feo
un cisne ser,
y la Cenicienta
ya no barre ms
Alicia siguiendo
al conejo est,
y un mundo de estrellas
suea Peter Pan.
Pas de la Fantasa,
donde todo es ilusin,
donde los caballos vuelan
como nubes de algodn.
Personajes de mil cuentos
viven en su capital,
no hay fronteras y en su entrada
pone:
Slo hace falta soar!
Carmen Martn Anguita, Pas de la fantasa en Poemas de lunas y colores. Mxico, SEP-Pearson, 2003.
83. La camella bailarina

La camella no pensaba en otra cosa que en ser bailarina de ballet.
Para que todos mis movimientos sean un ejemplo de gracia y belleza deca la camella.
se es mi nico deseo.
Practicaba una vez y otra sus piruetas, sus relevs y sus arabescos. Repeta las cinco
posiciones bsicas cien veces al da. Ensay muchos meses bajo el sol abrasador del
desierto. Tena los pies destrozados y el cuerpo dolorido por la fatiga, pero ni una sola vez
pens en desistir.
Por fin, se dijo: Ahora soy bailarina. Anunci un recital y bail ante un grupo de
camellos amigos y de crticos. Cuando termin su actuacin, se deshizo en una reverencia.
No hubo aplausos.
Debo decirle con toda franqueza dijo un miembro del pblico, como crtico y como
portavoz de este grupo, que es usted cachetuda y jorobada, grandota y desmaada. No es
usted, como el resto de nosotros, otra cosa que un camello. Nunca ha sido ni ser una
bailarina de ballet.
Entre risitas y burlas, la concurrencia se disolvi por las arenas del desierto.
Qu equivocados estn! se dijo la camella. He trabajado duro. No cabe duda de que
soy una magnfica bailarina. Bailar y bailar, slo para m.
As lo hizo, y disfrut muchos aos.
Quien se quiere a s mismo es feliz.
Arnold Lobel, La camella bailarina en Fbulas. Mxico, SEP-Celistia, 2006.
PRIMER GRADO
84. Una polla pinta. Coplas
Una polla pinta
Soy caracol, caracoles!
y una colorada
casa no compr ni vendo,
ponen sus huevitos
con orgullo voy y vengo
en la madrugada.
deslizndome entre flores!
Y de rama en rama
Pobrecito gato
y de flor en flor
no hallaba qu hacer:
canta un pajarito
agarr una rata
rendido de amor.
y se la empez a comer.
Paloma blanca, piquito de oro
Prstame tu gato prieto
que con tus alas, volando vas.
para ponerle calzones,
pasan los montes, pasan los ros
me lo llevar a mi casa
pasan las olas del ancho mar.
para que coma ratones.
Una polla pinta en Marines Medero (comp.), Volvamos a la palabra. Mxico, SEP-CONAFE , 1989.
85. La tierra de arena

Hace mucho tiempo slo exista el mar y el cielo. Un da el Seor del viento decidi crear
la tierra, pero necesitaba un poco de arena del fondo del mar.
Al enterarse, los animales marinos quisieron ayudar.
As que se reunieron para ver quin nadaba mejor.
Como el viaje era muy largo, no invitaron a la tortuga. Es muy lenta dijeron.
As el primero en bajar fue el camarn, pero como era tan pequeo se cans muy rpido
y mejor se regres.
Despus sigui el tiburn, pero a medio viaje le dio hambre y a medio viaje se puso a
cazar peces.
En tercer lugar baj el pulpo, slo que se aburri y prefiri irse con el calamar.
Por ltimo fue la ballena, quien nad velozmente, pero casi al llegar se qued dormida.
Total que ninguno logr llegar y subieron muy tristes a ver al Seor del Viento.
Entonces vieron que la tortuga se acercaba con mucha prisa.
De dnde vienes? le pregunt el Seor del Viento.
Traa la arena, pero se me cay contest con tristeza.
Con lo que queda en tus aletas alcanza dijo el Seor del
Viento, quien tom los granos y los reg por todas partes.
De los granos de arena surgieron las playas, los campos y las
montaas.
En agradecimiento, el Seor del Viento permiti que la tortuga
fuera la primera en tocar la tierra.
Y desde entonces se le ve por todas partes.
La tierra de arena en Espaol. Primer grado. Lecturas, SEP, 1998.
PRIMER GRADO
86. Mambr
Mambr se fue a la guerra, do, re, mi,
Mambr se fue a la guerra, no s cuando vendr,
do, re, mi, fa, sol, la, no s cuando vendr.
Sube a la torre nia, do, re, mi,
Sube a la torre nia, a ver si viene ya,
Do, re, mi, fa, sol, la a ver si viene ya.
Ah viene un pajarito, do, re, mi,
Ah viene un pajarito, qu noticias traer?,
Do, re, mi, fa, sol, la qu noticias traer?
La noticia que traigo, do, re, mi,
La noticia que traigo: Mambr ha muerto ya,
Do, re, mi, fa, sol, la, Mambr ha muerto ya.
En caja e terciopelo, do, re, mi,
En caja e terciopelo lo llevan a enterrar,
Do, re, mi, fa, sol, la, lo llevan a enterrar.
Arriba de la caja, do, re, mi,
Arriba de la caja dos pajaritos van,
Do, re, mi, fa, sol, la, dos pajaritos van.
Los pajaritos cantan, do, re, mi
Los pajaritos cantan el po, po, pan,
Do, re, mi, fa, sol, la el po, po, pan.
Mambr en Mara Luisa Valdivia (seleccin de textos) Cancionero mexicano. Mxico, SEP, 1988.
87. Las colas de cerdo

Pedro Urdemales pastoreaba una piara de cerdos cerca de un lugar pantanoso. Los
animales no eran suyos sino de su patrn.
Nos vendes esos cerdos?le preguntaron unos viajeros que por
all pasaban.
Pedro se lo pens bien y respondi:
Los vender, s, pero sin cola.
A los viajeros no les import la curiosa condicin que les pona,
porque lo que queran no era la cola sino todo lo dems.
As pues, pronto se pusieron de acuerdo y acabaron de cerrar el trato. Entonces el pastor
cort la cola a los cerdos. Los viajeros pagaron el dinero convertido y se llevaron los
animales.
Pedro Urdamales, que tena que justificar ante el dueo lo que haba ocurrido con sus
cerdos, fue a su encuentro y le dijo:
Los cerdos se me han escapado y se han hundido en la cinaga. Lo siento! Slo se les
ven las colas.
El amo corri hacia el lugar pantanoso y, en efecto, vio que en medio del cieno asomaban
las colas de sus cerdos.
Ataron sendas cuerdas a dos de ellas y se dispusieron a sacar los animales hundidos. Pedro
tir flojito porque ya saba que no haba nada metido en el barro. En cambio, el dueo dio
un tirn tan fuerte que cay de espaldas al suelo, dndose un tremendo trompazo.
Nunca ms volvieron a intentar sacar ningn cerdo de all, y Pedro Urdemales an se re
de las trampas que urdi, y todava disfruta del dinero que gan con la venta de los
marranos.
Las colas del cerdo en El libro de los cuentos y leyendas de Amrica Latina y Espaa. Mxico SEP-Ediciones B, 2007.
PRIMER GRADO
88. Ms que un par de alas
La Mosca.
La mosca es totalmente inofensiva pero se parece al mosquito y es diez veces ms grande
que l, as que cuando la vemos provoca ms de un susto.
Uno de los problemas de las moscas y mosquitos es que pueden ser portadores de
enfermedades. El mosquito Anopheles infecta a los humanos con la malaria, una
enfermedad muy grave que padecen en el mundo muchas personas.
Se llaman dpteros porque vuelan con las alas delanteras, ya que las traseras las tienen
convertidas en muones, Es un grupo de insectos muy relacionado con el hombre. Los
mosquitos y los tbanos son hematfagos, es decir, se alimentan de la sangre de las
persona o de los animales domsticos. Las moscas se alimentan de cualquier cosa que se
pueda comer: cuerpos de los animales, restos orgnicos, carnes, desechos, incluidos
excrementos. En todos estos sitios la mosca deposita su huevo, de donde nace la larva.
Las larvas de las moscas son blanquecinas, agusanadas y realmente asquerosas.
Xavier Marcet Soler, Ms que un par de alas en Los animales invertebrados. Mxico, SEP-Parramn, 2007.
89. El duende que jugaba canicas

Una noche fui a una fiesta con mis amigos y estuve bailando un buen
rato, luego me aburr y decid irme para mi casa. Iba yo caminando
por la calle cuando llegu a un terreno baldo cercado con alambre
de pas, una cerca muy alta. Apenas lo pas que veo en el corredor
de una casa a un nio jugando a las canicas; eran como las dos de la
maana y pues me pareci raro, muchacho canijo, qu haces a estas
horas! le dije. El chamaco nada ms se me qued mirando. No
oyes? te estoy hablando, ahorita no son horas para jugar. Dime
dnde vives para llevarte le pregunt. El nio: en silencio. Adnde
vives? Qu no sabes hablar?
Nada ms neg con la cabeza. Pues si no sabes hablas, me vas a decir
en qu casa vives. Y que me dice s con la cabeza, se agarr de mi
mano y me fue jalando. Entonces empez lo feo, porque el chamaco
me llevaba hacia el solar cercado. No hombre, all no vamos a
entrar! No hay paso! le dije. Pero el nio me jalaba, tena mucha
fuerza. Llegamos al alambrado y que lo traspasa, sin araarse
siquiera.. Ay, yo quera soltarlo pero no me dejaba!, entonces que le
veo los ojos y los tena como brasas, rojos y brillantes. Ave Mara
pursima! Dios mo!, empec a gritar y que se desvanece el
chamaquito. Luego me agarr un fro, un temblor y me ech a
caminar hasta llegar a mi casa. No, con eso no me quedaron ganas de
volver a ningn baile.
Jess Paredes y Jess Prez-Ruiz (Adaptacin) El duende que jugaba canicas en Esperanza Penagos y Luz Ma. Muoz
(recopilacin) La tierra de los susurros, ilus. Eduardo Enrquez Rocha. Mxico: SEP-CONAFE. 2004.
PRIMER GRADO
90. Los secretos del agua

Mira a tu alrededor. Si observas con atencin, vers que hay agua en muchos sitios: en tu
casa, en los ros y mares. Pero tambin hay agua que no puedes
ver. Sabas que un ser humano de 70 kilos contiene unos 45 litros
de agua?
El agua es el producto qumico ms fcil de obtener, pro sabemos
poco sobre ella.
Hoy en da estamos tan acostumbrados a utilizar el agua que
creemos que es un recurso inagotable. Pero de eso nada!
De hecho, los astrnomos estudian el universo para intentar
descubrir zonas donde pueda haber agua.
Algunas estrellas tienen agua en su atmsfera.
Ya se ha encontrado agua en la atmsfera de algunas estrellas, en las nubes de polvo de
estrellas, en los cometas, en los satlites y en los planetas del sistema solar, en forma de
vapor o de hielo.
Cmo lleg el agua a la Tierra?
Los astrnomos y los gelogos se preguntan cmo pudo llegar el agua a la Tierra. Parece
que ya exista cuando nuestra estrella, el Sol, todava no era ms que una inmensa nube de
gas ardiente. Entonces, el agua estaba unida a otras partculas. Estas, al enfriarse, se
unieron entre s, y formaron enormes meteoritos y, ms tarde, planetas. El agua fue
liberada en los planetas. All, segn la temperatura, se evapor, como ocurri en Venus, o
se hel, como pas en Marte.
Asociacin Pettis Debrouillards, Los secretos del agua, Mxico, SEP-SM, 2002.
91. La luna empieza a salir

La luna empieza a salir
me cobija con su abrazo
y me acuna en su regazo
como hacindome dormir.
Slo le quiero pedir
al verla reina en el cielo
que no limite mi vuelo
mis ansias de libertad.
Quiero crecer de verdad.
eso es todo lo que anhelo.
Y aunque es grande su hermosura
y deslumbra con su luz
no quiero ahogarme en la cruz
de sus brazos de ternura.
Yo prefiero la locura
de mis sueos de papel
para perseguir aquel
verso que me entibie el alma
y me devuelva la calma
confundindome con l.
Mercedes Calvo, La luna empieza a salir en Los espejos de Anaclara. Mxico, FCE-f,l,m, 2009.
PRIMER GRADO
92. El len y el mosquito

Haba una vez un len fiero y perezoso al que le gustaba permanecer echado, haciendo la
siesta. Un da caluroso se tendi a la sombra de un gran rbol a
esperar que pasara la tarde, Pero un mosquito que quera vengarse
de l empez a zumbarle en el odo.
El len se despert rabioso y rugi:
Por qu no me dejas dormir?
Pasaba por aqu, y canto porque vengo contento le contest el
mosquito.
Cmo te has atrevido a molestar al rey de los animales, que te
puede destrozar simplemente con su voz?
Tienes muy mal genio y unos colmillos que espantan a cualquiera, pero yo no te tengo
miedo.
El len se levant y se dirigi hacia l con las fauces abiertas. Entonces el mosquito se le
col por la nariz y empez a picarle por dentro.
El orgulloso animal se revolcaba sobre la hierba, pero no consegua atraparlo ni librarse de
l.
El insecto, seguro de s mismo a pesar de ser tan pequeo, sali de la nariz del len y se
burl de l con estas palabras:
De qu te sirve ser el rey de la selva si no puedes ni con un mosquito?
Y el pequeo animal zumb de nuevo a su alrededor y se le meti en el interior de la
oreja.
Les voy a decir a todos los habitantes de la selva que no has podido conmigodijo el
diminuto mosquito al fiero len para humillarle.
Y cansado de picarle, ech a volar satisfecho y distrado, con tan mala suerte que al pasar
entre unas ramas qued atrapado en una telaraa. Pronto lleg la araa y se lo comi sin
ms, sin preguntarle nada.
El len y el mosquito en El libro de los cuentos y leyendas de Amrica Latina y Espaa. Mxico SEP-Ediciones B, 2007.
93. El hombre feliz

Haba una vez un rey y enfermo. Saba que su
muerte estaba prxima, pero como era tan
poderoso se resista a creer que la muerte pudiera
llevrselo. Mand reunir a los mejores mdicos de
su reino y cuando vio que eran incapaces de
curarlo, orden venir a otros tantos de tierras muy
lejanas. Pero no sirvi de nada: se estaba muriendo
de puro viejo y contra eso, le dijeron, no haba cura posible.
Entonces el rey supo de un sabio que viva muy lejos y que tena respuesta para todo. Al
punto, envi a sus mensajeros a preguntar qu hombre era el que poda curarlo.
Los mensajeros regresaron y dijeron:
Su Majestad tiene que encontrar un hombre que no le pida nada a la vida, tomar su
camisa y ponrsela. Si lo hace, se curar.
El viejo rey se puso muy contento.
Ya me siento mejor! dijo a sus consejeros, y los envi a que buscaran por todo el reino
a aquel hombre. Los consejeros buscaron por aqu y por all, y dieron con un gran
nmero de hombres ricos y felices. Pero, cuando se les preguntaba, siempre echaban a
faltar alguna cosa que haca que su vida no fuera feliz del todo.
Mientras los consejeros se iban adentrando en tierras cada vez ms lejanas, el viejo rey se
debilitaba ms y ms. Una noche, los consejeros escucharon hablar en voz alta a un
hombre de rostro alegre y sano con una jarra de cerveza en la mano, que se encontraba
en una esquina de la taberna donde se alojaban, al lado mismo de la chimenea. Tena
aspecto de ser muy pobre, pues llevaba una chaqueta remendada y unos pantalones
desgastados ya por el uso. De repente, golpe la mesa con el puo y exclam en voz alta:
Yo no le pido nada ms a la vida!
Cuando los consejeros escucharon estas palabras, se acercaron a l y le suplicaron que
fuera con ellos para salvar al rey.
Te har ms rico que lo que jams hayas podido soar!le prometieron.
PRIMER GRADO
Pero si ya soy lo bastante ricodijo feliz el hombre. Tengo todo lo que puedo necesitar,
as que por qu habra de viajar hasta tan lejos para salvar a vuestro viejo rey?
Nadie pudo convencerle y los consejeros empezaron a desesperarse. El simple hecho de
no poder convencerlo con sus sobornos les confirm que efectivamente haban
encontrado al hombre que buscaban. Al final, optaron por ir rellenando con cerveza la
copa del hombre varias veces hasta que ste cay en un profundo sopor. Entonces, lo
metieron en su carruaje y lo condujeron rpidamente hasta el palacio del rey.
Una vez all, llevaron al hombre borracho en presencia del rey.
Majestad dijeron, por fin hemos dado con un hombre que es del todo feliz y que no
pide nada ms a la vida!
El anciano rey, muy debilitado, levant una mano:
Dadme su camisa! orden, Me la pondr y as volver a encontrarme del todo bien.
Los consejeros despojaron al hombre borracho de su chaqueta remendada con gran
rapidez, pero debajo tan solo encontraron un andrajoso chaleco sucio y usado.
Oh, Majestad! exclamaron los consejeros. Parece ser que este loco feliz no lleva
puesta camisa alguna
Entonces, el anciano rey dej escapar un largo y conmovedor gemido y muri. Tan slo
entonces los consejeros entendieron el significado ltimo de las palabras del sabio: no hay
en el mundo persona alguna que tenga todo lo que desea, y ni siquiera los reyes pueden
vivir para siempre.
Antonio Barber, El hombre feliz en Cuentos ocultos de Europa del Este, Paul Hess ilus. Mxico SEP-Shena Guild. 2004.
94. De qu se hace el pan?

El pan se hace de trigo, Los granjeros plantan el trigo en los campos.
Conforme el trigo crece le sale una espiga en la punta: All es donde estn los granos de
trigo.
En el momento de la cosecha una trilladora corta el trigo. Los granos se separan.
El resto de la planta se deja en el campo para que se seque y se convierta en paja.
El granjero vende el grano al molino de harina.

En el molino, los granos se muelen para
convertirlos en harina. La harina se vende a las
panaderas y tiendas.
En la panadera se agrega agua, azcar y
levadura para formar una masa.
La masa se amasa y se mete a cocer al horno
y sale como pan!
Ronne Randall, De qu se hace el pan? en De dnde proviene los alimentos que hay en tu refrigerador?: Para
explicar la fuente de los alimentos. Mxico, SEP-Planeta Mexicana, 2007.
95. Ricitos de oro y los tres ositos

Cierto da, una nia a la que por su hermosa cabellera rubia le
llamaban Ricitos de oro, fue a dar un paseo por el bosque que
haba junto a su pueblo.
Estaba cantando alegremente y recogiendo florecillas cuando,
de pronto, se puso a llover. Ech a correr, buscando cobijo, y
vio a lo lejos una acogedora casita en medio del bosque, hacia
la que se dirigi. Al llegar grit y llam a la puerta, pero nadie
sali a abrir. Ricitos de Oro prob a girar el picaporte y la puerta se abri la puerta: no
estaba cerrada con llave.
La nia entr y vio una mesa con tres platos humeantes; uno grande, otro mediano y otro
pequeo. Frente a cada plato haba una silla cuyo tamao se corresponda con el plato: la
primera silla era grande, la segunda mediana y la tercera pequea.
Ricitos de oro tena tanta hambre que se acerc a la mesa y, al ver que los platos estaban
llenos de gachas, empez a comer del plato pequeo. Cuando termin se comi las gachas
del plato mediano y finalmente se sent en la silla grande y vaci el tercer plato.
Qu buenas estaban!, exclam la nia. Pero ahora me ha dado sueo
PRIMER GRADO
Subi unas escaleras y lleg a una habitacin en la que haba tres camas; una grande otra
mediana y otra pequea. Se tumb en la cama pequea y se qued dormida.
Al rato llegaron los dueos de la casa, que eran una familia de osos: pap oso, mam osa y
su hijo osito.
Se han comido la sopa! exclamaron los osos.
Subieron corriendo a la habitacin y, al ver a Ricitos de oro dormida, dijeron:
Qu nia tan linda!
Ricitos de Oro despert. Como saba cocinar bien, les hizo un gran pastel para compensar
la sopa que se haba comido, y desde aquel da fue muy amiga de la simptica familia de
osos.
Ricitos de Oro y los tres ositos en Grandes relatos para lectura infantil. Mxico, SEP-Geo, 2007.
96. El sueo de Camilo

Como Camilo siempre anda detrs de cosas extraordinarias, le suelen suceder cosas
extraordinarias. Ayer, por ejemplo, mientras buscaba un tesoro enterrado se qued
dormido. Al rato sinti que su cuero se entumeca, que no poda mover los brazos ni las
piernas; en fin que se haba convertido en lombriz! Y como no tena manos para
pellizcarse y averiguar si era un sueo, se dijo:
Aprovechar la ocasin! Buscar el tesoro bajo la tierra!
Y sin esperar ms, emprendi el descenso.
Un bosque de races le dificultaba la marcha pero, de pronto el suelo se abri bajo su
cuerpo y comenz a caer y caer.
Algo tibio y suave interrumpi su cada.
Hola, qu te trae por estas profundidades? pregunt el topo que le haba servido de
colchn.
Busco un tesoro.
Qu es eso?
Es algo muy valioso. Con un tesoro podra hacer realidad mis sueos!
No creo que est por aqu. Te llevar a la capa de ms arriba. All encontrars aire,
restos de plantas y otros animalitos que tal vez sepan dnde est tu tesoro. Y el topo se
aventur por unas interminables galeras hacia la superficie.
Qu fantstico laberinto! Lo hiciste t?
Claro! Pero los hombres me persiguen, dicen que los perjudico con tantos tneles. No
saben que por ellos circula aire que enriquece el suelo.
Falta mucho para llegar a la capa de ms arriba?
No, ya llegamos Que encuentres tu tesoro!
Tesoro? preguntaron un montn de vocecitas. Camilo no vea a nadie.
Somos chiquititas! Nosotros comemos y comemos. Desbaratamos los restos de
animales y plantas para obtener nuestro alimento. Al hacerlo dejamos en el suelo
sustancias nutritivas que lo enriquecen Somos las bacterias! A Camilo le result
conocido el nombre pero lo que ms llam su atencin fue eso de que enriquecan la
tierra.
Una lombriz gorda se le acerc:
Qu triste y flaco se te ve, cuate! qu te pasa?
Busco
Comida!...Pero si ests rodeado de ella.
Camilo mir a su alrededor y slo vio tierra.
Prueba un bocado de tierra. Vers lo bien que te vas a sentir.
Camilo no esper ms y se arrastr hacia la superficie que se hallaba a pocos centmetros.
Una luz dorada lo ceg. Era la luz del sol.
Cuando Camilo despert estaba sudoroso y suciopero se senta requet contento.
Haba descubierto los tesoros de la tierra!
Mnica Lavn, El sueo de Camilo en Cosas curiosas de aqu y de all II. Mxico, SEP-Innovacin y comunicacin, 1991.
PRIMER GRADO
97. La tierra es redonda
La tierra aparece una gigantesca pelota.

Tiene un precioso color azul porque est cubierta de agua.
Est rodeada de una capa de aire.
Gracias al agua y al aire podemos vivir en la Tierra.
La tierra es demasiado grande para que nos podamos dar cuenta de que tiene forma de
pelota. Por eso, durante mucho tiempo se crey que era como un gran plato plano. En
realidad, la Tierra se parece ms a una naranja, achatada por encima y por debajo.
A menudo se llama a la Tierra el planeta azul, porque el agua de sus ocanos cubre dos
terceras partes de su superficie. Entre los ocanos, enormes bloques de tierra forman los
cinco continentes en los que viven las personas. En los continentes tambin hay agua: ros,
arroyos, lagos y fuentes subterrneas que proporcionan agua dulce.
Cmo nos aguantamos sobre la Tierra?
Nos aguantamos sobre la Tierra porque existe una fuerza que nos atrae hacia su centro y
nos sujeta al suelo. La Tierra atrae tambin todos los objetos: si lanzamos una piedra hacia
arriba vuelve a caer al suelo.
Las personas que viven debajo de la Tierra tienen la cabeza hacia abajo?
La Tierra es como una pelota; no tiene parte de arriba ni parte de abajo. Creemos que
tiene una parte encima y otra debajo porque la vemos as en un dibujo, pero la podramos
dibujar en cualquier otro sentido.
Anna Alter y Pascal Weil, La Tierra es redonda en El Universo. Mxico, SEP-Vox, 2002.
98. Cancioncilla
Doa Caracola
y don Caracol
toman en la playa
un bao de sol.
Su bella casita
de ncar y sal
parece un anturio
de rosa y coral.
Estn fatigados
de tanto viajar;
los trajo a la orilla
la mano del mar.
Conocen la historia
de los marineros,
hablan con los peces
y con los luceros.
Fanny Osorio (Colombia)
Cancioncilla en Francisco Delgado Santos (Invest. y selecc) Antologa de poesa iberoamericana para nios. Mxico,
SEP-EUROMXICO, 2006.
99. Por qu tienes hambre?

Tienes hambre? Esa es la forma que tiene tu cuerpo de decirte que necesitas comer
algo. La comida contiene muchas sustancias imprescindibles que tu cuerpo usa para
crecer, permanecer sano y separar las partes que lo necesiten. Los alimentos, adems
te aporta energa.
PRIMER GRADO
Tu cuerpo necesita alimento para funcionar, del mismo modo que un coche necesita
gasolina. Te sientes hambriento cuando tus depsitos de energa se vacan.
Tu cuerpo comienza a digerir la comida tan pronto
tomas el primer bocado. En tu boca, los dientes cortan
y mastican el alimento en trozos pequeos, la lengua
los mezcla y los lleva a la parte trasera de tu boca. Tu
boca fabrica saliva. Humedece los trozos de comida
hacindolos resbaladizos y fciles de tragar. Por eso
ante una comida deliciosa se te hace agua la boca.
Psate la lengua por los dientes Notas sus diferentes formas? Tus dientes delanteros
son afilados, para morder, mientras que los traseros son planos, para aplastar y triturar.
Cuando eres pequeo tienes dientes pequeos, llamados dientes de leche, que se caen
cuando cumples cinco o seis aos; son sustituidos gradualmente por treinta y dos
dientes nuevos, ms grandes.
Anita Ganeri, Tienes hambre? Mxico, SEP-Everest, 2005.
100. El peinado de la ta Chofi

Una historia de pelos! Fjense. Seguro que conocen a alguien que se parezca a la seora de esta lectura.
A m no me gustan las bodas. Pero a mi ta Chofi le encantan. Se viste con plumas, pieles,
piedras y guantes. Y hay algo que siempre me quita la respiracin: su peinado. Y es que
cuando hay una boda, primera comunin, quince aos o funeral, mi ta Chofi hace una cita
en el Saln de Belleza Elodia.
En ese lugar, la seora Elodia realiza el milagro:
agarra los pocos pelos rojos de mi ta. Despus los
lava, los seca, los estira, les hace crep, los extiende y
los soba hasta transformar la escasa cabellera de mi
ta en un edificio de fantasa. Lo hornea durante
varias horas en el secador y despus lo roca con
siete litros de laca para darle firmeza.
El da de la boda, mi ta lleg a nuestra casa con un peinado que meda dos metros de
altura.
Cuando abrimos la puerta para salir, se escuch un zumbido. Al levantar la vista
descubrimos un bicho que se acercaba volando a toda velocidad.
Qu es eso? pregunt mam.
Yo s lo que es! Es un mayate.
Y eso qu es? interrog mi hermana.
Un mayate les inform es una especie de escarabajo, pero ms rechoncho y
escandaloso.
El insecto vol en picada y zaaaas!, se zambull en el peinado.
Qutenmelo, pero sin descomponer el peinado advirti la ta.
Nos asomamos temerosos a las profundidades de esa selva roja.
El peinado segua intacto y el insecto segua adentro. De nada valieron splicas, amenazas
ni los ms rudos procedimientos.
Ni modo se impacient pap. Se nos hace tarde. Tendrs que ir con... con... eso.
Mi ta, aunque nerviosa, saba que no tena alternativa.
La fiesta transcurra normalmente, pero a cada rato mi ta se sobresaltaba. Cuando
terminamos de cenar y empez la msica, mi ta ahog un grito.
Qu te pasa? le pregunt.
Creo que el escarabajo est bailando susurr.
Me asom y, efectivamente, el escarabajo estaba bailando.
Observ fascinado que el merengue del pastel tena grandes semejanzas con el peinado de
mi ta.
Lleg el momento de felicitar a los novios. Mi ta se levant y, al abrazar a la novia...
ZZZZZZZZZZZZZZZ! El escarabajo decidi volar dentro del peinado.
Qu ruido es se? pregunt la novia, asustada. Parece que viene de tu cabeza, ta.
Es mi aparato para la sordera respondi ella con una sonrisa de pnico.
Entonces sucedi lo peor: el escarabajo sali del peinado, camin por su superficie y
zumb malvolamente.
En el peinado de la ta Chofi hay un animal! grit la novia.
A mi ta, de horror, se le erizaron los pelos, y el peinado se desbarat!
PRIMER GRADO
Fue la mejor boda que he asistido. En la siguiente invitacin, la ta Chofi se compr un

sombrero.
Vivian Mansour Manzur, El peinado de la ta Chofi. Martha Avils, ilus. Mxico, SEP-FCE, 2004.
101. La nariz
La nariz es el adorno central del rostro y la sede del sentido del olfato.
Los olores, buenos o malos, atraen o ahuyentan, respectivamente y guan
en la bsqueda de alimento, de un compaero, o de un lugar.
Sin embargo, para algunos animales la nariz no es slo esto, sino
tambin un instrumento con otros usos.
Sin duda alguna la nariz ms larga es la del elefante africano. Su
trompa puede medir ms de dos metros de largo, desde la raz hasta el extremo. Est
formada por una especie de doble tubo musculoso.
El elefante asitico es ms pequeo que su primo africano y se distingue de l, entre otras
cosas, por las dimensiones de las orejas y la conformacin de la punta de la trompa.
Ante todo es una nariz porque el animal usa la trompa para respirar y husmear
exactamente como nosotros (el elefante tiene un olfato finsimo; es lo menos que le poda
suceder con semejante nariz); pero tambin es una mano delicada y potente con la cual,
simultneamente, el animal puede recoger frgiles bayas silvestres, arrancar un rbol,
rascarse la oreja o acariciar tiernamente a sus cras.
Annette y Talus Taylor, La nariz en Los cinco sentidos. Mxico, SEP-Mondadori, 1992.
102. Las hormigas

Un hilo de hormigas
Quisiera contarlas:
como en procesin,
ya pasan de cien!
pasa por el patio
son mil vagoncitos
bajo el girasol.
del anochecer
Parece que viaja
Cuidado amiguito!
sin luz ni motor,
no acerques el pie,
un tren infinito
que se descarrila
que nos dice adis.
mi pequeo tren
La cueva est lejos
Felices los sueos
como una estacin!
que viajan en l1
Ernesto Rodrguez, Las hormigas en Francisco Delgado Santos (invest. y selecc) Antologa de poesa iberoamericana para
nios. Mxico, SEP-Euromxico, 2006.
103. Pulgarcita
rase una vez una mujer que quera tener un hijo pero no saba dnde irlo a buscar. Al fin
se decidi ir con una vieja bruja, quien le dio un grano de cebada, le dijo que lo plantase en
una maceta y le asegur que vera grandes maravillas.
La mujer sembr el grano y brot una gran flor, parecida a un tulipn, pero con los
ptalos cerrados. Le pareci tan bonita que la bes y en el mismo momento se abri la
flor y en su interior apareci una nia pequesima pero muy bonita, a la que llam
Pulgarcita.
PRIMER GRADO
Una noche en que la pequea dorma encima de la mesa, dentro de una cscara de nuez,
entr por un cristal roto de la ventana un sapo, quien pens que Pulgarcita sera una
buena esposa para su hijo. Carg con la cscara de nuez con la nia dentro y sali de
nuevo por el cristal roto. La llev hasta el arroyo y la deposit sobre una hoja de nenfar.
Al encontrarse all y saber que tena que casarse con el horrible hijo del sapo, Pulgarcita
lloraba sin parar. Los pececillos, al verla tan hermosa, sintieron pena de ella. Se reunieron
todos alrededor de la nia y cortaron el tallo del nenfar. La hoja sali flotando ro abajo
llevndose a Pulgarcita lejos del alcance del sapo.
En su barca la nia pas por delante de muchas ciudades hasta que lleg junto a un gran
bosque. El nenfar de acerc a una de las orillas y Pulgarcita pudo bajarse.
Junto al bosque se extenda un gran campo de trigo y por l se adentr la pequea hasta
detenerse frente a la puerta de la casa de un ratn, quien al verla tan bonita y tan sola,
decidi darle cobijo pensando en casarla con su vecino, un topo rico e instruido.
Se hicieron las debidas presentaciones y el topo qued encantado con aquella inesperada
boda. Al da siguiente cuatro araas comenzaron a tejer el ajuar de Pulgarcita. Pero la nia
tampoco deseaba ser la esposa de un topo y vivir toda su vida bajo tierra. De modo que
volvi a echarse a llorar desconsoladamente.
La misma maana de boda acert a pasar por all una golondrina. Pulgarcita al verla, le
pidi que la llevara con ella. La golondrina acept y con la nia
encima vol hacia las tierras clidas. All la deposit sobre un
ptalo de una hermosa flor. Pero qu sorpresa! En el cliz de la
flor haba un hombrecito blanco y transparente que llevaba en la
cabeza una corona de oro. Era el ngel de la flor.
Cuando vio a Pulgarcita qued encantado. Era tan bonita! Y
quitndose la corona de la cabeza se la puso en la de ella, al
tiempo que le preguntaba si quera casarse con l. Pulgarcita, feliz,
dijo que s qu diferencia entre este pretendiente y el hijo del
sapo o el topo!
Hans Christian Andersen, Pulgarcita en Grandes relatos para lectura infantil. Mxico, SEP-Geo, 2007.
104. Un podador
Un podador podaba la parra
y otro podador que por all pasaba
le dijo:
Podador que podas la parra,
qu parra podas?
Podas mi parra o tu parra podas?
Ni podo tu parra ni mi parra podo,
que podo la parra de mi to Bartolo.
Si Roza Rizo
Si Rosa Rizo, rusa,
reza en ruso,
cmo reza Rosa Rizo, rusa,
En ruso?
Parar, pap?
Parar, pen?
Parar.
Un podador en Mara Snchez de Tagle (seleccin), Preguntitas. Mxico, SEP, 1992.
105. La caja
Marta encontr una cajita sobre la mesa de la cocina de Jorge.
No abrir, deca la nota.
No lo har dijo Martha .
No soy fisgona.
Pero Marta no poda apartar los ojos de la caja.
Volvi a leer la nota.
PRIMER GRADO
No abrir, deca.
Marta no poda soportarlo.
Una miradita no har dao a nadie.
Y desat la cuerda.
Toda la coleccin de palomitas de maz de Jorge salt fuera
de la caja.
Cielos! exclam Marta.
A Marta le llev toda la tarde recoger las palomitas de colores.
Una amarilla le dio bastante la lata.
Cuando Jorge lleg a casa, Marta estaba leyendo una revista.
Pareces cansada dijo Jorge.
No pensars que he abierto esa cajita, verdad?
Claro que no contest Jorge.
No soy fisgona explic Marta.
Jorge no dijo una palabra.
James Marshall, Jorge y Marta en la ciudad. Mxico, SEP-Espasa Calpe, 1989.
106. Festn congelado

La Antrtida es una vasta tierra helada que rodea al polo sur. Parece un desierto de hielo,
pero el ocano que la rodea est lleno de peces, ave, focas y ballenas.
En la Antrtida viven siete clases de pinginos, pero los pjaros bobos son los ms
comunes. Se renen hasta cinco millones de ellos en una zona de cra!
Las ballenas jorobadas, y otras catorce especies de ballenas y delfines, viajan cada verano a
la Antrtida para alimentarse.
Crustceos! Estos animales miden slo 4 cm de largo pero son muy abundantes.
Una sola colonia puede cubrir 45 000 campos de futbol y pesar dos millones de toneladas.
Nicola Davis, Festn congelado en Ocanos y mares. Mxico SEP-Altea, 2006.
107. En dnde tejemos la ronda?
En dnde tejemos la ronda?

La haremos a orillas del mar?
El mar danzar con mil olas
haciendo una trenza de azahar.
La haremos al pie de los montes?
El monte nos va a contestar.
Ser cual si todas quisiesen,
las piedras del mundo, cantar!
La haremos, mejor, en el bosque?
La voz y la voz va a trenzar,
y cantos de nios y de aves
se irn en el viento a besar.
Haremos la ronda infinita!
La iremos al bosque a trenzar,
la haremos al pie de los monte
y en todas las playas del mar!
Gabriela Mistral
http://www.silvitablanco.com.ar/gabrielamistral/donde.htm
108. Qu son los sentidos?

Imagina cmo sera el mundo si no pudieses ver ni or hablar a tus amigos, ni oler o
probar tus alimentos. No pensamos en nuestros sentidos, pero ellos nos dicen qu sucede
a nuestro alrededor. Tenemos cinco sentidos principales: la vista, el odo, el olfato, el
gusto y el tacto.
PRIMER GRADO
Los animales tambin tienen sentidos, y algunos son mejores que los nuestros. Los perros
oyen sonidos que nosotros no podemos, y su olfato es mucho ms fino.
Cmo vemos?
Tus ojos, como una cmara toman fotografas del mundo exterior. Puedes ver lo grande y
lo pequeo, as como muchos colores diferentes.
El crculo negro en medio del ojo es la pupila. Es una abertura por la que la luz penetra en
el ojo.
La parte del ojo con color es el iris. Puede ser azul, verde o caf. De qu color es tu iris?
Jinny Johnson. Los sentidos. Mxico, SEP-Altea, 2005.
109. Aventuras de Picofino

Antes de leer, quin se imaginan que es alguien que se llama Picofino? Vamos a ver quines adivinaron.
Quin soy yo?

Yo soy Picofino, un gallo que va por el mundo corriendo aventuras.
Nac en una granja; pero un da me march de casa. No fue por mi gusto. Tuve que
escaparme.
Estaba delgado, tena pocas fuerzas, la cresta muy plida y las plumas cortas.
En resumen, era feo y dbil. No serva de jefe en el gallinero.
Por ese motivo la mujer granjera me quera guisar.
Mi madre lloraba.
Mis hermanos estaban muy tristes. Me decan: Lo siento o Qu
mala suerte. Todos, menos Carolina.
Carolina dijo:
Ya est! Ya lo tengo!: le enseo a volar y luego se escapa.
Carolina volaba muy bien. Era su aficin.
Pero yo tena un miedo terrible a subirme al aire.
Cmo hara Picofino para perder el miedo a volar? Habr que buscar el libro y terminar de leerlo.
Concha Lpez Narvez, Aventuras de Picofino , Juan Ramn Alonso, ilus. Mxico: SEP: Anaya, 2002.
110. El convite del zorro y la cigea

El zorro invit a la cigea a comer a su casa. Pero no
pens en el largo pico de su amiga, y sirvi los deliciosos
manjares en un plato. El zorro comi opparamente, pero
la cigea slo pudo picotear la comida.
Al da siguiente la cigea le devolvi la invitacin. Pero
cuando el zorro lleg a casa de su amiga dispuesto a
comer, encontr los manjares servidos dentro de una
botella. La cigea meti el pico dentro del cuello de la botella y se lo comi todo
pero el zorro slo pudo lamer el borde!
El convite del zorro y la cigea en El libro de los cuentos y leyendas de Amrica Latina y Espaa, Jess Gabn, ilus. Mxico
SEP, 2007.
111. Hola Beb

Desde hace mucho tiempo mam, pap, Bea, Isa y yo hemos esperado que llegue este da.
Mam tiene dolores y eso quiere decir que su beb est listo para nacer. Isa y Bea hacen
una cama gigante al lado de la chimenea para mam y el beb.
Yo ayudo a mam a colocar la ropa del beb en la mesa. Las medias son tan pequeitas
que slo mis dedos caben dentro.
Juan, esta noche vestiremos al beb con su ropa nueva me
dice mam.
Es difcil imaginarlo.
Me pregunto si ser nio o nia.
Me gustara tener un hermano.
Jenni Overend y Julie Vivas, Hola Beb. Mxico, SEP-Ekar. 2002.
PRIMER GRADO
112. Avestruz y otros animales

Todo lo hace en grande el gran avestruz
Ms grande que un hombre,
no puede volar aunque tenga alas.
Pero corre, corre distancias enormes.
Y entre varios nios podran comerse
el tremendo huevo del gran avestruz.
Es el tesoro de China
el oso panda gigante.
Le gustan las hojas tiernas
y los brotes e bamb.
Es bonito. Es elegante.
No lo encuentras as t?
Comiendo frutos e insectos,
alfiletero de agujas,
corretea por los rincones
el erizo pequeuelo.
Si un enemigo lo ataca
no le importa y se hace rosca,
convirtindose en pelota
de duras y agudas pas.
Entre las arenas de grano dorados
camina el camello con sus grandes pasos.
Pasa mucho tiempo sin agua y comida entre la ventisca,
pero siempre llega con las mercancas que le han encargado
Lin Songyng, El zoolgico. Mxico, SEP- Ediciones en lenguas Extranjeras, Beijing, 1992.
113. El enmascarado de lata

Se los juro que s es!
Ay, si y yo soy hijo de Supermn.
Pues mi pap es mejor que el mismsimo Supermn, porque l s es de
este planeta. Les repito que mi pap es. siempre haca una pausa dramtica antes de
decir el otro nombre de mi progenitor El Enmascarado de Lata!
Mi pap me haba dicho mil veces que no anduviera revelando su identidad secreta, pero
como yo le deca: de qu sirve ser el hijo del mejor luchador de Mxico si no puedo
pregonarlo a los cuatro vientos? De cualquier manera, nadie me cree.
Mi pap tena un nombre conocido por todos, Juan Alvarado; y un oficio pblico:
pedicurista. Esta profesin, dedicada a combatir el pie de atleta y acabar con callosidades
provocaba risa, pero yo era testigo de cmo mi padre llegaba cada tarde del pequeo
consultorio, se quitaba la bata blanca, se daba un regaderazo y en un pequeo maletn
introduca una capa refulgente, unas botas doradas, unas mallas bordadas con soles y una
mscara dorada que dejaba libres cuatro agujeros para que de ah emergieran sus ojos,
nariz y boca. Mi mam y yo sabamos que, cada noche, el gangoso pedicurista que se la
pasaba raspando callos durante todo el da se despojaba de su aburrida identidad para
transformarse en un poderoso luchador.
Otra de las razones por las cuales nadie me crea era que mi pap es alto y musculoso, y
yo sal tan chaparrito que siempre me tocaba ser el primero en la fila cuando nos
acomodaban por estaturas.
Si en verdad quieres demostrarnos que t eres hijo de El Enmascarado de Lata, te
propongo algo dijo retadoramente lvaro, el nio que ms me molestaba del saln.
Pide lo que quieras, todo lo puedo cumplir respond, muy envalentonado,
Trenos la mscara de tu pap una hora antes de su lucha
Hecho.
Vivian Mansour, El Enmascarado de Lata, Trino, ilus. Mxico: SEP-FCE, 2006.
PRIMER GRADO
114. El guila
Una vez un guila construy su nido lejos del mar y cerca
de un gran camino. Al terminarlo decidi que estaba tan
bien, que poda vivir all con sus hijos.
Pero un da, cuando el guila volva al nido sosteniendo en
sus garras un gran pescado, se encontr con unos
campesinos que trabajaban en el camino muy cerca del
rbol. Estos apenas los descubrieron, rodearon el rbol y empezaron a gritar y arrojarle
piedras.
El guila se aterr, dej caer el pescado y los campesinos no tardaron en recogerlo.
Apenas lo tuvieron en sus manos se marcharon.
Al pasar el peligro, el guila se acerc al nido y se pos en el borde. Los aguiluchitos, para
saludarla, levantaron las cabezas y piaron: queran comida.
El guila estaba muy cansada y no era capaz de volar otra vez hasta el mar; entonces se
acost en el nido, cubri los aguiluchos con sus alas, los acarici y les organiz las
plumitas como pidindoles que esperaran un poco. As, vol hasta la rama ms alta del
rbol para alejarse un poco de ellos. Pero los chillidos y las protestas de los aguiluchos
eran cada vez ms tristes.
Entonces, de repente, el guila lanz un alarido tremendo, extendi las alas y emprendi el
pesado viaje hacia el mar.
Slo volvi hasta tarde en la noche. Cuando lo hizo volaba despacio y muy cerca a la
tierra.
De sus garras colgaba de nuevo un gran pescado. Antes de llegar al rbol, hizo un rodeo
corto para cerciorarse de que no hubiera gente por all. Pleg sus alas y se pos en la
orilla del nido.
Los aguiluchos levantaron de nuevo las cabezas y abrieron unos picos enormes. Entonces
el guila deshizo el pescado y aliment a sus hijos.
Len Tolstoi, El guila en El len y el perrito y otros cuentos. Mxico SEP-Panamericana, 2002.
115. Jorna, El horno

El purhepecha es la lengua originaria de una parte de Michoacn. En purhepecha, horno se dice jorna. Y
el poema que vamos a leer hoy habla de eso, de un horno de los que se usan para cocer objetos de barro.
El poema dice que el rebozo de la novia cie un cntaro. Es decir, la muchacha usa su rebozo para
sujetar el cntaro lleno de agua, para poder llevarlo aunque pese bastante.
Ah est ese horno

rodeado de tepalcates,
fajado con un mecate;
es de adobe, est fuerte.
Ah hornearon
aquel cntaro,
el que la novia acaricia,
el que cie su rebozo
para ir a sacar agua.
se es el cntaro,
con el que el joven
le ayuda y le susurra
al odo:
Yo te quiero
mucho.
Como ven, se puede hacer poesa sobre todos los temas, todos los objetos. Qu tal si luego ustedes
inventan un poema sobre sus zapatos, o sobre un espejo, o sobre lo que ustedes quieran? Dganselo a su
mam, a su pap, para que ellos lo escriban. Si me los dan, yo los ir leyendo, y los pondremos en el
saln.
Domingo Santiago Baltazar, Jorna, El Horno. Mxico, SEP, 2005.
PRIMER GRADO
116. Ripios y adivinanzas del mar

Creo que todos hemos visto el mar, aunque sea en la tele. Vamos a leer unos versos sobre el mar y sus
habitantes.
Ay, pero qu pena!

Sobrndole tanto el agua,
el mar se lava la cara
con pura arena.
Para vivir tiene el pulpo
tentculos por doquier:
le sirven para comer,
y por ello no lo culpo.
Por ms que se esconde

la tortuga,
y en su concha se acurruca,
llega el tiburn
y se la manduca. [se la come]
Mira qu fiesta:
sobre las rocas

miles de focas
duermen la siesta!
A ver quin le hace un verso a un animal
Fernando del Paso, Ripios y adivinanzas del mar. Mxico, SEP-FCE, 2006.
117. Las siete cabritas y el lobo

rase una vez una cabra que tena siete cabritas. Un da quiso salir al bosque a buscar
comida y llam a sus pequeuelas.
Hijas mas les dijo, me voy al bosque; mucho ojo con el lobo, pues si entra en la casa
las devorar a todas. El muy bribn suele disfrazarse, pero lo conocern enseguida por su
ronca voz y sus negras patas.
Se despidi la mam cabra y emprendi su camino.
No haba pasado mucho tiempo cuando llamaron a la puerta y una voz dijo:
Abran, hijitas. Soy su madre y traigo algo para ustedes.
Pero las cabritas comprendieron, por la ronca voz, que era el lobo.
No te abriremos exclamaron, no eres nuestra madre. Ella tiene una voz suave y
cariosa: eres el lobo.
Se fue ste a la tienda y se compr un buen trozo de yeso. Se lo comi para suavizarse la
voz y volvi a la casita. Llamando nuevamente a la puerta:
Abran hijitas dijoles traje algo. Pero el lobo haba puesto una negra pata en la ventana,
y al verla las cabritas, exclamaron:
No, no te abriremos; nuestra madre no tiene las patas negras. Eres el lobo! Corri
entonces el muy bribn a un panadero.
chame harina blanca en el pie le dijo. Si no lo haces, te devoro. Y el hombre, le
blanque la pata.
Volvi el rufin por tercera vez a la puerta y, llamando, dijo:
Abran, pequeas; soy su mam.
Las cabritas replicaron:
Ensanos la pata.
La fiera puso la pata en la ventana, y, al ver ellas que era blanca, abrieron. Pero fue el lobo
quien entr. Qu sobresalto! Y qu prisas por esconderse todas! El lobo se las engull a
todas menos a la ms pequeita que, oculta en la caja del reloj, pudo escapar. Ya
satisfecho, el lobo se alej y, en un verde prado, se ech a dormir.
PRIMER GRADO
Al poco rato regres a casa mam cabra. Santo Dios, lo que vio! La puerta, abierta, todo
volcado y revuelto; las almohadas, por el suelo. Busc a sus hijitas pero solo la ms
pequea con vocecita queda, dijo:
Mam, estoy en la caja del reloj.
La sac de all, y la pequea le explic lo que haba pasado. Mam cabra lloraba
desconsolada! Cuando ya no le quedaban lgrimas, sali al campo en compaa de su
pequea y, al llegar al prado vio al lobo dormido, roncando. Al observarlo de cerca, le
pareci que algo se mova y agitaba en su abultada barriga. Vlgame Dios! pens.
Sern mis hijitas, que se las ha merendado y que estn vivas an?
Y envi a la pequea a casa en busca de tijeras, aguja e hilo. Abri la panza al lobo, y
saltaron las seis afuera sin dao alguno, pues la bestia, en su glotonera, las haba engullido
enteras. Con cunto cario abrazaron a su mam! Pero la cabra dijo:
Traigan
piedras; llenaremos con ellas la panza de esta bestia. Las cabritas trajeron
piedras y las fueron metiendo en la barriga. La madre cosi la piel y cuando el lobo se
despert, se encamin a un pozo para beber agua.
Al llegar al pozo e inclinarse sobre el brocal, el peso de las piedras lo arrastr y lo hizo
caer al fondo. Vindolo las cabritas, acudieron corriendo y gritando:
Muerto est el lobo! Y, con su madre, se pusieron a bailar en torno al pozo.
Hermanos Grimm
http://loscuentosdehadas.blogspot.com/2009/05/las-siete-cabritillas-y-el-lobo.html
118. Cmo aparecieron las cuevas y las montaas
Todos hemos visto cuevas y montaas, por lo menos en la televisin. Alcen la mano los que hayan estado
en estos lugares. Vamos a ver cmo se formaron, segn un mito indgena.
Hace muchsimos aos, dice la gente ms vieja, el mundo se perdi con el mar. El agua
salada aneg la tierra y toda la gente muri ahogada. El mar dej seales: hay muchos
lugares que son salitrosos. Tambin form el mar grandes montaas. Las olas
amontonaron muchas tierras, de esa manera se formaron las montaas y todos esos
lugares donde el mar pas cuando iba de regreso a su lugar de siempre.
Donde golpeaban las grandes olas, all se formaron las cuevas. El mar hizo grandes
montaas y cuevas.
En esas cuevas, el mar dej muchos animales marinos: caracol, pescado, tortuga y otros
ms. Muchos animales marinos se atoraron en las cuevas donde qued agua de mar.
Dicen los ancianos que antes, cuando iban a las montaas cercanas al pueblo, llegaron a
ver a varios animales marinos pegados en lo alto de la montaa, donde otras personas han
escarbado para extraer la raz de algunas plantas pero encontraron
arena.
As fue, dicen los ancianos, como aparecieron las cuevas y las
montaas.
Los mitos explican cmo aparecieron los seres humanos, los animales, las cosas. La ciencia tiene otras
explicaciones.
Alejandra Cruz Ortiz, Cmo aparecieron las cuevas y las montaas? en El origen del mundo y de los hombres. Mxico,
SEP-CIESAS, 2005.
PRIMER GRADO
119. La edad de la basura

La prxima vez que compres un alimento para llevar, piensa en el empaque. Se usa una
vez, pero puede durar tanto como t o ms.
Basura como sta se agrega a la gran montaa de desechos
que generamos cada ao. Hoy, la basura es un problema
mundial. Tanto, que llega a los rincones ms remotos del
mundo.
Los estilos de vida han cambiado mucho en el ltimo siglo
y los desperdicios tambin. Antes, haba pocas cosas que
se empacaban, y se compraban para que duraran. Ahora, los empaques estn en todas
partes y lo que compramos, desde ropa hasta celulares, pronto hay que sustituirlo por
otro.
Los desechos actuales contienen grandes cantidades de plstico. Los plsticos son muy
tiles y es difcil imaginar la vida sin ellos. Pero como las bacterias y dems microbios no
los destruyen, quiz no desaparezcan. A veces los objetos de plsticos se trituran, pero
sus fragmentos pueden durar cientos de aos.
Una forma de reducir desechos plsticos es eliminar los empaques que nadie necesita, y
algunos pases han establecido multas por arrojar las bolsas de plstico. Mejor an, los
cientficos tratan de desarrollar nuevos tipos de plsticos
biodegradables, que se pudran al tirarlos.
David Burnie, La edad de la basura en Planeta en peligro. Mxico, SEP-Altea, 2006.
120. As nace una rana

Una maana de abril, una rana pone sus huevos en un estanque. Tarda un buen rato
porque pone muchos: unos cuatro mil en total.
La masa que forman los huevos se llama hueva. Cada huevo
parece un diminuto punto negro, envuelto en una bola gelatinosa
que lo protege de los peligros del estanque.
Los huevos cambian rpidamente. En dos semanas salen los
renacuajos.
Los renacuajos recin nacidos no saben nadar. Se pegan a las
hojas y a los tallos acuticos por unos das, mientras se desarrollan un poco ms.
Tres das ms tarde, los renacuajos estn nadando por todo el estanque. Cientos de
diminutos cuerpos menean sus colas para impulsarse en el agua.
El estanque es un lugar peligroso. Muchos renacuajos terminan siendo alimento de peces,
larvas de liblula y escarabajos acuticos.
A las dos semanas de haber salido del huevo, los renacuajos comienzan a cambiar.
Primero se les alarga la cola. Luego les crecen las patas traseras.
Mientras tanto, dentro de sus cuerpecitos se empiezan a formar los pulmones, que pronto
reemplazarn a las branquias, y les permitirn respirar fuera del agua.
En las semanas siguientes, a los renacuajos les salen las patas delanteras. Ahora nadan
hasta la superficie para llenar sus pulmones de aire.
Con los ojos saltones, la boca ancha y el cuerpo ms robusto, los renacuajos se parecen
cada vez ms a las ranas. Pronto desaparecer la cola. Tambin les est creciendo algo
dentro de la boca. Es la lengua larga y pegajosa de la rana!
Una rana es adulta unos dos aos despus de que deja el estanque.
Este maravilloso cambio de renacuajo a rana se llama metamorfosis. En los ltimos das del
verano, empiezan a dejar el estanque.
Las ranas son animales anfibios. Los anfibios nacen en el agua, pero cuando son adultos
viven en la tierra.
Claire Llewellyn, As nace una rana. Mxico, SEP-Santillana, 2005.
PRIMER GRADO
121. Cancin
Se apagaron las estrellas
y la luna duerme;
para que no se caiga,
quin la sostiene?
En el agua del ro
puede caerse.
Cuidado luna!
Que el ro tiene piedritas de colores,
algas y peces
Te mordern toda
para comerte.
Cuidado luna!
quin te sostiene?
Si te quedas dormida
vas a caerte.
Frida Shultz, Cancin en Marins Medero (seleccin), Volvamos a la palabra. Mxico, SEP, 1990.
122. Ruiditos
En cuanto naci empez a hacer ruidos. No el llanto de todos los nios,, sino el sonido de
la vida: ou, ou. No se dedic a hacer ruidos: CRIAC, GURC,ZWARSP, YIIIA,
CRIAC, hasta silbidos soltaba: fiuuu, piuuu, fiiii. No aprendi como todos los bebs, a
decir mam y pap, sino pas, cuas, zumm, crash y en vez de rer dulcemente como hacen
los bebs, Ruiditos aprendi a carcajear terrorficamente: Jia, Jia, Jia.
Se aficion a todos los juguetes que hacan ruido, como los de hule o de plstico que, al
apretarlos, sueltan un silbido.
Desde muy pequeo aprendi a comunicarse a base de ruidos. Cuando quera leche
imitaba a las vacas: muuu, muuu. Si lo que quera era agua, entonces haca glu, glu, glu, glu.
Si tena fro y quera que lo cobijaran: brrr, iuff, brr, iufff, ujujuj, aaaa, aj, aj, aj,. Y como
los paps entendan que haba que taparlo para quitarle el fro. Cuando cumpli seis aos a
sus paps ya les comenz a preocupar que Ruiditos no mostrara el menor inters por
hablar. En la escuela tambin les extra al principio a sus compaeros y profesores pero
luego se acostumbraron.
El da en que en la calle su perrito se le solt de la mano que sujetaba la cadena y lo
atropell un auto, Ruditos le cont a todo mundo que gua, gua, gua,; barrumm, zummm,
shrurrum; gua, gua, gua; zhumm, iuruu, crash, pas, cuas; au, au, a, a, buuu,mja, bay. Y as
supimos que el Canelito haba muerto atropellado.
Sus paps intentaron por todos los medios encontrar una razn para hacerlo hablar y
procuraron demostrarle que no todo se poda decir con ruidos.
Y cmo vas a decirle a alguien que lo quieres mucho? le pregunt su pap. Ruiditos se
llev la mano izquierda al corazn, al que hizo palpitar: Pum, pum, pum, a lo que agreg un
huyyy!.
Ruiditos sigue sin hablar y ya tiene 10 aos.
Qu cosa crees que l no podr decir con ruidos?
Hctor Anaya, Ruiditos en Cuenta, cuenta. Mxico, SEP-Castillo, 2003.
123. La mariposa y el grillo. (Cuento tarahumara)

Una tarde andaba una mariposa volando cerca de unos pedregales cuando oy el canto de
un grillo. Se acerc a la casita para platicar con l:
No hay nada ms hermoso en este mundo que ser mariposale dijo.
Yo vivo muy felizcontest el grilloaunque no puedo volar como t.
Pobre animaluchodijo, se siente feliz cantando y saltando.
La mariposa sigui volando en tanto caa la tarde, Al da siguiente unos
nios salieron al campo y lo primero que vieron fue una linda mariposa.
PRIMER GRADO
Todos trataron de agarrarla. La pobre mariposa iba de un lugar a otro sin poder escapar, y
cansada de tanto volar se par en la ramita de un encino pequeo. Los nios la atraparon:
uno la agarr por las alitas, otro por el cuerpecito y la destrozaron.
El grillo desde su casita lo vio todo y pens. Siendo grillo soy ms feliz que
cualquier animal.
La mariposa y el grIllo en De aluxes, estrellas, animales y otros relatos. Mxico, SEP-Sans Serif, 1991.
124. En espera de la lluvia

En la actualidad, hay mucha gente alrededor del mundo que espera con ansia la lluvia. sta
repone 1% del agua de la Tierra que podemos usar, pues llena los riachuelos, los ros, los
lagos, las charcas y las presas. Tambin ayuda a los campos secos y hace que los cultivos
crezcan.
La lluvia va y viene por todo el planeta, pero nunca desaparece, pues el ciclo del agua es
un sistema cerrado, o sea, que la misma agua cae en forma de lluvia una y otra vez. El
agua que cay como lluvia hace millones de aos, sigue cayendo actualmente. La razn por
la cual el agua contina circulando es que puede cambiar de estado gaseoso a lquido y
viceversa.
El hacer llegar el agua limpia a las casas de las personas es una tarea difcil. En la mayora
de las ciudades y pueblos, el agua se obtiene de ros, lagos y agua subterrnea y se
almacena en las presas. De ah, el agua se filtra, se purifica y se bombea por un sistema de
tuberas para que llegue a nuestra casa.
Despus de que usamos el agua, se recoge y se le da tratamiento, antes de regresarla a los
ros o los mares.
Avelyn Davidson, En espera de la lluvia en El valor del agua. Mxico, SEP-McGraw-Hill Interamericana, 2005.
125. Los fantasmas no existen

Los fantasmas no existen, me digo, mientras subo de dos en dos las escaleras
interminables de la casa de mi abuela.

Los fantasmas no existen, me repito, mientras bajo, otra vez, las interminables escaleras
de esta casa tan grande, llena de recovecos y pasadizos, en donde todava me pierdo
cuando me dejan solo.
Aunque me digo y me repito, no me acabo de convencer de que los fantasmas no existen.
Anita y Edelmira dicen que ah estn, que viven en la casa desde hace aos y que su paseo
favorito es el de las escaleras, tal vez por lo oscuras que son.
A mi abuela no le gusta que me cuenten sobre fantasmas. Cuando le pregunto si es verdad
que me van a sacar de la cama y a jalarme los pies, se pone muy brava.
sas son bobadas contesta y cambia de tema.
Entre el silencio de la abuela y las historias de Edelmira y Anita, vivo muerto de miedo de
las escaleras. Por eso me invento toda clase de trucos y mentiras para que alguien me
acompae en esta casa tan deshabitada y tan habitada al mismo tiempo. (Vivimos slo
cuatro? Vivimos cuatro personas y algunos fantasmas?Cuntos son?) Por eso cuando
estoy solo, subo y bajo corriendo las escaleras, con los ojos casi cerrados, para no verlos
si se asoman por ah. (De qu tamao son? De qu color se ven?)
Irene Vasco, La sombra de la escalera. Mxico, SEP-FCE, 2007.
126. El seor de los siete colores

Pues seor, cuentan los que lo vieron, que hace mucho tiempo el arco iris era un seor
muy pobre. Tan pobre que no tena ni ropa para ponerse.
Su desnudez le apenaba mucho y decidi un da buscar una solucin.
Pero no se le ocurra nada y deca:
De dnde voy a sacar yo ropa?
Y se pona an ms triste.
PRIMER GRADO
Un da brill en el cielo un gran relmpago y el seor decidi ir a visitarle.

Tal vez l pueda ayudarme.
As que se puso en camino y, despus de varios das de viaje, lleg ante l.
Mientras le contaba sus penas, el relmpago le miraba con tristeza y pareca estar muy
pensativo.
Hasta que habl:
Grande es mi poder, pero no tanto como para darte
ropa. Sin embargo, tu historia me ha conmovido y por
eso te voy a hacer un regalo.
Y sigui hablando:
Te voy a dar estos siete colores. Con ellos podrs pintarte el cuerpo y te vestirn para
siempre.
El hombre pobre sonri.
Adems sigui el relmpago, aparecers ante la gente despus de las tempestades y
anunciars la llegada del sol. La gente te querr y te mirar con asombro.
Y as fue como, a partir de ese momento, el arco iris se le llam el Seor de los Siete
Colores.
Y, como me lo contaron, te lo cuento.
El seor de los siete colores en Ana Garraln (Seleccin y adaptacin) Cuentos y leyendas hispanoamericanos.
Mxico, SEP-Larousse, 2007.
127. Flotacin e inmersin.

Algunos materiales son muy ligeros y pueden flotar en el agua o
en el aire. Otros, como las rocas, son muy pesadas y se hunden.
El helio es un gas ms ligero que el aire. Los globos se llenan de
helio para que floten en el aire.
Muchos materiales, como las piedras, son muy pesados para flotar
en el agua. Esto quiere decir que se van al fondo si se les lanza a
un ro o al mar.
La balsa y los salvavidas son de hule. Inflados con aire flotan en el agua. De este modo,
puedes jugar en el mar y tambin mantenerte seguro y a salvo!
Clive Gifford, Flotacin e inmersin en Materiales. Mxico, SEP- Altea, 2006.
128. La cometa
Vientecillo, sopla un poco,
que hemos venido a jugar.
Sube mi cometa al cielo
y djala planear.
Quiero que esque en las nubes
y haga cosquillas al sol,
que suee ser mariposa
y juegue a ser avin.
Vientecillo, sopla un poco,
que hemos venido a soar.
Sube mi cometa al cielo
y djala navegar
Carmen Martn Anguita, La cometa en Poemas de lunas y colores. Mxico. SEP-Pearson, 2003.
129. La liebre y la tortuga

Una liebre y una tortuga hicieron una apuesta.
La tortuga dijo:
A que no llegas tan pronto como yo a ese rbol
Qu no llegar? contest la liebre riendo ests loca. No s lo que tendrs que hacer
antes de emprender la carrera para ganarla.
Loca o no mantengo la apuesta.
PRIMER GRADO
Apostaron, y pusieron junto al rbol lo apostado: saber lo que

era no importa a nuestro caso ni tampoco quin fue juez de la
contienda.
Nuestra liebre no tena que dar ms que cuatro saltos, digo
cuatro, refirindome a los saltos desesperados que da cuando la
siguen ya de cerca los perros, y ella los da muy contenta y sus
patas se ven devorando el yermo y la pradera.
Tena, pues tiempo de sobra para dormir, pasear y para olfatear el viento. Dej a la
tortuga andar a paso lento. sta parti esforzndose cunto pudo: se apresur lentamente.
La liebre, desdeando una fcil victoria, tuvo en poco a su contrincante, y juzg que
importaba a su decoro no emprender la carrera hasta ltima hora. Estuvo tranquila sobre
las fresca hierba, y se entretuvo atenta a cualquier cosa, menos a la apuesta. Cuando vio
que la tortuga llegaba a la meta, parti como un rayo; pero sus patas se atontaron por un
momento en el matorral y sus bros fueron ya intiles. Lleg primero su rival.
Qu te parece? le dijo riendo la Tortuga tena o no razn? de qu te sirve tu agilidad
siendo tan presumida? Vencida por m! qu te pasara si llevaras como yo, la casa a
cuestas?
Esopo, La liebre y la tortuga en Fbulas para chiquitos. Mxico, poca, 2003.
130. Todo un mundo de lgrimas

Las gotitas que derramamos al sentir tristeza, dolor y a veces mucha alegra, no slo
sirven para manifestar un estado de nimoTambin encierran un mundo microscpico,
cuya funcin principal es la de proteger nuestros ojos.
Las lgrimas adems de contener agua y sales, tambin estn
formadas por anticuerpos.
Los anticuerpos, que trabajan como una especie de porteros de
futbol, no dejan pasar los goles enemigosperdn!, esos cuerpos
extraos como el polvo, el polen, las bacterias y otros bichos; si
alguno llega a colarse, los porteros pueden destruirlos sin temor de que un rbitro les
saque tarjeta roja y los expulse del campo.
Todo un mundo de lgrimas en Revista Chispa (seleccin) Cosas curiosas de aqu y de all 1. Mxico. SEP-Innovacin y
comunicacin, 1991.
131. Ese picudo llamado tucn

Aunque el tucn vuela dando la impresin de que se va de cabeza por su enorme pico, en
realidad no tiene ningn problema con l. El pico del Tucn est
formado por delgadas laminillas entre las cuales hay espacios con
aire, por lo que resulta muy ligero.
El vistoso pico del tucn, de apariencia inofensiva, es un peligro para
las aves menores, a las que les roba sus huevos o cras. Tambin lo
utiliza para cazar ratones pequeos, lagartijas e insectos. Y cuando
le apetece un fruto tropical, que crece en una ramita delgada que
no soportara su peso, estira un poco el cuello y, con su largo pico,
zas! Le pega el mordisco.
Los tucanes anidan, por lo general, en las partes altas de los rboles de las selvas
tropicales. La hembra pone de dos a cinco huevos blancos, en el hueco de un tronco:
estos son incubados por la pareja; a los 16 das nacen lo pollos ciegos y pelones y,
durante las seis o siete semanas siguientes, son criados y alimentados por la madre y el
padre.
Aunque los tucanes se dejan domesticar fcilmente y son curiosos y muy juguetones, es
mejor dejarlos libres en su medio.
Luis Cario Preciado, Ese picudo llamado Tucn en Revista Chispa (seleccin) Cosas curiosas de aqu y de all I. Mxico,
SEP-Innovacin y comunicacin, 1991.
PRIMER GRADO
132. Teseo y el Minotauro

Segn un antiguo relato griego, el Minotauro era un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro
que viva encerrado en un laberinto. Cada ao, exiga que le llevaran cierto nmero de muchachas y
muchachos para comrselos. Si no lo hacan, destruira la ciudad. Un da, Teseo, un joven astuto y
temerario, decidi acabar con el Minotauro. Nunca lo habra logrado si no fuera por la ayuda de la
princesa Ariadna.
S, al rey aquello le pareci un disparate, porque l saba que era fcil entrar en el
Laberinto, pero que era dificilsimo salir.
Por dos causas: primero, el laberinto era una trampa terrible, que tena una sola puerta
que serva de entrada y en su interior era tan complicado que todos se perdan por los
pasillos oscuros y retorcidos... Y no podan salir nunca ms!
Y segundo, porque all dentro estaba el Minotauro, que era invencible y no tena piedad ni
compasin de nadie. Cuando los compaeros de Teseo se enteraron de todo esto, se
desesperaron. No haba salvacin posible, por ms fuerte que fuera Teseo!
Pero en medio de su angustia no se haban dado cuenta de una cosa: no todos eran malos
en la isla. Estaba Ariadna, la princesa, juguetona y de piel dorada y ojos de color de las
algas! Y que se haba enamorado de Teseo! Como haba decidido ayudarlo, lo cit a
escondidas de su padre y le dijo:
Eres muy simptico. Y como respeto y admiro tu valenta, te apoyar en todo lo que
hagas.
Gracias le dijo Teseo sorprendido y contento. Me alegro muchsimo de tener de mi
parte a una princesa tan inteligente y bonita.
Quiero matar al Minotauro! Y cuando est bien muerto en Atenas habr fiesta todos los
das! Cuando Teseo termin de hablar, Ariadna aplaudi entusiasmada.
Qu hizo Ariadna para ayudar a Teseo? Le dio un carrete de cordel muy fuerte, para que el hroe fuera
dejndolo caer por los enrevesados corredores del laberinto. Teseo era un gran guerrero: mat al
Minotauro y luego fue siguiendo el cordel hasta que encontr la salida.
Cristina Gudio Kieffer (adaptacin), Teseo y el Minotauro. Mxico, SEP-CEAL, 1990.
133. La hormiga y la cigarra

Muchos de ustedes ya conocen esta fbula: la hormiga trabaja durante todo el verano, y al llegar los fros
del invierno puede encerrarse en su casa y tiene qu comer. En cambio la cigarra se pasa el verano
cantando, y al llegar el invierno no tiene qu comer. Vamos a ver qu se dijeron.
Un esplndido da de primavera estaba una cigarra cantando encima de la hoja de un rbol.

De pronto vio a una hormiga que se diriga nerviosa al hormiguero. La hormiga iba cargada
con una increble cantidad de comida y se la vea trabajar sin descanso. La cigarra se ri de
ella, le propuso que dejara el duro trabajo y que cantara con ella tomando el agradable sol
de la maana. Al pasar el verano, bajaron las temperaturas y con las nevadas la cigarra se
muri de fro. La hormiga, gracias al grano que tena en sus despensas, consigui sobrevivir
al crudo invierno
El origen de esta fbula lo encontramos en la Grecia antigua. La cigarra representa la
despreocupacin por las cosas, mientras que la hormiga hace el papel de persona
inteligente y previsora. Es cierto que las hormigas, que son insectos sociales, pasan el da
recolectando comida para su hormiguero. Las cigarras, entre tanto, no son tan tontas
como cuenta la historia, sino que su tarea es la de cantar sin parar. Gracias al ruido de sus
alas, en realidad, lo que logran es llamar la atencin de su pareja.
Xavier Marcet Soler, La hormiga y la cigarra en Los animales invertebrados.Mxico: SEP-Parramn, 2007.
PRIMER GRADO
134. En el pasado
Imagina que no tuviramos luces que encender por la noche y que no hubiera farolas en
las calles. As era hace miles de aos. Cmo
hacas nuestros antepasados para ver por la
noche?
Desde siempre, el hombre ha necesitado la luz
para ver. Aqu tienes algunos ejemplos de los
mtodos para iluminar que usaban.
Fuego.
Hace ms de 10,000 aos, el hombre utilizaba el
fuego para mantenerse caliente y ver en la
oscuridad. Prendan fuego a palos de madera que usaban como antorchas.
Velas.
Las velas se utilizaron por primera vez para iluminar las casas en el siglo XIV. Las
personas llevaban una vela para poder ver el camino hasta la cama.
Algunas velas estn hechas con la cera que fabrican las abejas.
Lmparas de aceite.
Las lmparas de aceite se han usado desde hace 2,000 aos y hasta hace unos 120 aos.
Tenan una mecha, como una vela, que se empapaba en aceite y arda.
Farola de gas.
En 1813, se encendi en Londres, Inglaterra, la primera farola. Funcionaba con gas y tena
que encenderse manualmente todas las noches.
Penlope Arlon, En el pasado en Luz el descubrimiento empieza con una sola palabra. Mxico, SEP-Cordillera de los
Andes, 2007.
135. El lobo y el perro

Una vez un lobo muy flaco lleg caminando hasta las afueras de un pueblo. Ah se
encontr con un perro gordo y le pregunt:
Cuntame, perro, dnde consiguen la comida?
El perro le contest:
La gente nos la da.
Ah, claro! dijo el lobo Seguro ustedes deben
prestarle un servicio difcil y especial a la gente.
Y el perro le contest:
No, nuestro servicio no es difcil. Slo cuidamos los
zaguanes en la noche.
Y nada ms por eso los alimentan tan bien? replic el lobo. Pues yo me hara parte de
tu servicio enseguida, porque para los lobos no es nada fcil conseguir alimento.
Pues si quieres, ven dijo el perro. Seguro que a ti tambin te alimentar el amo.
El lobo se alegr y se encamin con el perro dispuesto a servir a la gente.
Cuando estaba por pasar la entrada, el lobo not que el perro tena pelada la piel del
cuello. Entonces le dijo:
Oye, perro, por qu tienes eso?
Ah, esto, no es nada contest.
Cmo que no es nada?
S, no es nada ms que por la cadena. Como todo el da estoy amarrado, pues la cadena
me ha pelado un poco la piel del cuello.
La cadena? Entonces, de ser as, yo me regreso, perro dijo el lobo. No me ir a vivir
con la gente. Puede ser que nunca sea tan gordo como t, pero por lo menos soy libre.
La libertad es lo ms precioso que tienen los seres humanos. El estudio nos prepara, nos hace ms
capaces, y eso puede permitirnos ser libres. Siempre que tambin tengamos la voluntad de decidir por
nosotros mismos lo que queremos hacer.
Len Tolstoi, El lobo y el perro en El len y el perrito, y otros cuentos. Mxico, SEP-Panamericana, 2002.
PRIMER GRADO
136. Qu tienen? Adivinanzas

Les gustan las adivinanzas? Qu bueno, porque vamos a leer unas cuantas, y las van a adivinar. Listos?
Mis rayas amarillas y negras y se ven entre rboles y hierbas.

(El tigre)
Tengo grandes colmillos y vivo en climas muy fros.
(La morsa)
Tejo y tejo sin parar hasta mi tela acabar.
(La araa)
Aunque mi aspecto es gracioso puedo ser muy peligroso.
(El rinoceronte)
Vivo en el mar y tengo ocho tentculos para nadar.
(El pulpo)
Salto de rama en rama y soy de color naranja.
(El orangutn)
Si por el bosque quieres pasear, aprovecha cuando yo no vaya a
estar.
(El lobo)
Alain Crozon, Qu tienen? .Mxico, SEP-SM, 2002.
137. El pozo de los deseos

Una vez una ratita encontr un pozo de los deseos.
Ahora podr conseguir todo lo que quiera exclam.
Tir una moneda al pozo y formul un deseo.
Ay! dijo el pozo.
Al da siguiente la ratita volvi al pozo.
Tir una moneda al pozo y formul un deseo.
Ay! dijo el pozo.
Al da siguiente la ratita volvi otra vez.
Tir una moneda al pozo.
Me gustara que este pozo no dijese ay! dijo.
Ay! dijo el pozo Me lastima!
Qu har? dijo la ratita llorando.
As, mis deseos nunca se harn realidad!
La ratita corri a casa. Cogi la almohada de su cama.
Quiz esto sirva dijo la ratita, y volvi corriendo al pozo. La ratita tir la almohada al
pozo. Luego tir una moneda al pozo y formul un deseo.
Ah!, qu diferencia! dijo al pozo.
Bien! dijo la ratita Ahora puedo empezar a pedir.
Despus de este da la ratita formul muchos deseos junto al pozo. Y todos se le
cumplieron.
Arnold Lobel, El pozo de los deseos en Historias de ratones. Mxico, SEP-Alfaguara Infantil, 1992.
PRIMER GRADO
138. El sol y sus amigos

Esta linda flor tiene un amigo.
Esta mariposita tambin tiene un amigo.
Estos nios tienen un buen amigo.
Quin es el amigo de todos ellos?
Puedes adivinarlo?
Su amigo es... el Sol.
El Sol ayuda a que los campos se llenen de flores.
El Sol ayuda a que las plantas crezcan.
El Sol hace que la Tierra sea un buen lugar para vivir.
El Sol es una estrella.
Es nuestra estrella especial.
El Sol nos da luz.
Tambin nos da calor.
Sabes qu ms hace el Sol?
Es de maana, tarde o de noche?
Es de maana: hora de levantarse.
Es de noche: hora de dormir.
El Sol es una gran bola ardiente.
Est muy lejos de nosotros, pero no demasiado lejos.
Si el Sol estuviera muy lejos... tendramos mucho fro.
Y si el Sol estuviera muy cerca... tendramos mucho calor.
Pero nuestra estrella especial est justo donde debe estar.
Est en el lugar preciso para ayudar a que todo crezca: los animales, las flores, los rboles,
t y yo.
Janet Palazzo y Susan Hall, El sol y sus amigos. Mxico, SEP-Sistema Tcnico de Ediciones, 1982.
139. Mi visita a los dinosaurios

Ayer fui a ver los dinosaurios. Iba con mi padre y mi
hermanita. Entramos en un museo, entramos a una
sala y... all estaban!
Grandes esqueletos. Verdaderos esqueletos de
dinosaurios. Uno de los esqueletos era casi tan largo
como toda la sala. Daba miedo.
Pap dijo que no nos asustramos, porque los
dinosaurios vivieron hace millones de aos. Ya no
existen.
Yo saqu una foto del enorme dinosaurio llamado apatosaurio.
Luego me acerqu ms.
El esqueleto estaba sujeto con alambres. Unos fuertes soportes lo aguantaban. Descubr que
algunos de los huesos no eran de verdad, sino de yeso.
Qu trabajo debi de ser armar semejante rompecabezas!
Cmo podan saber dnde iba cada pieza?
Cuando los dinosaurios moran, se iban cubriendo de arena y
barro.
Permanecieron enterrados millones de aos.
La arena y el barro se petrificaron, y los huesos de los
dinosaurios se convirtieron en fsiles.
El primer fsil de dinosaurio fue hallado por casualidad. Pero despus muchos excavadores
comenzaron a buscar fsiles en zonas rocosas.
Aliki Brandenberg, Mi visita a los dinosaurios. Mxico, SEP-Juventud, 2007.
PRIMER GRADO
140. D de despedida
Hay despedidas que son por un rato. Nos decimos hasta luego en la maana, y en la tarde nos vemos para
merendar. Pero cuando alguien muere, la despedida es por mucho ms tiempo. Cuando se despide a un
muerto, su familia se preocupa porque los amigos que vienen a decirle hasta luego estn bien atendidos. Se
prepara comida y bebida, se cuida que estn cmodos.
Mi bisabuela me dio unas aku [semillas de palmeras]. Ahora que ya est muerta, las sembrar.
Recuerdo muy bien a mi bisabuela, sobre todo su cara: unos ojos, una nariz y una boca
preciosos. Cuando iba a verla, siempre me deca: Hola, Ikenna. Eres hermoso y vivaracho como
el Sol.
Saben cmo la llamaba yo? La llamaba mam Nkuelle, porque era muy buena persona, y todos
en Nkuelle pensaban lo mismo.
Cuando mam Nkuelle muri, todo el mundo vino a decirle adis. Mi to Asika dijo que sera
una despedida muy especial. Dur ms das que los dedos que tengo en las manos. Todos se
pusieron a trabajar de lo lindo para preparar el acontecimiento!
Voy a explicarles cmo le dijimos adis.
Mis amigos Uzo y Mara nos hicieron unos trajes para la ocasin, de color blanco, a m, a mi
abuela, a mi madre y a mis tos y tas.
Despus, unos primos nos ayudaron a limpiar y barrerlo
todo.
Mis tas prepararon arroz.
Mis tos pusieron unos toldos para resguardar a los
invitados del sol.
El da siguiente fue muy especial, porque por primera vez la gente le dijo adis a mam Nkuelle.
Es triste que la gente que queremos muera, pero la muerte es algo natural, la parte final de la vida. Y en
cada lugar se despide a los difuntos de diferente manera.
Ifeoma Onyefulu, D de despedida. Mxico, SEP-Intermn Oxfam, 2004.
141. La cancin de la rana

Cuando la rana quiere gozar,
El agua a la lumbre,
viene la mosca y la hace gritar.
la lumbre a la escoba,
La mosca a la rana.
la escoba a la araa,
La rana en el agua se echa a nadar.
la araa a la mosca,
Cuando la mosca quiere gozar,
la mosca a la rana.
viene la araa y la hace gritar.
La araa a la mosca,
Cuando el agua quiere gozar,
la mosca a la rana.
viene la llave y la hace callar.
La llave al agua,
Cuando la araa quiere gozar,
el agua a la lumbre,
viene la escoba y la hace gritar.
La escoba a la araa,
la araa a la mosca,
la araa a la mosca,
la mosca a la rana.
la mosca a la rana.
Cuando la escoba quiere gozar,
Cuando la llave quiere gozar,
viene la lumbre y la hace gritar.
viene el plomero y la hace gritar.
La lumbre a la escoba,
El plomero a la llave,
el agua a la lumbre,
la araa a la mosca,
la mosca a la rana.
la araa a la mosca,
Cuando la lumbre quiere gozar,
la mosca a la rana.
viene el agua y la hace gritar.
La cancin de la rana en A jugar! Lrica popular. Mxico, SEP-Artes de Mxico, 2007.
PRIMER GRADO
142. La sombra de la escalera

Sin saber cmo ni cundo, estoy otra vez en el colegio. Entro
al saln. Todos me miran y pienso que la profesora se dice por
dentro que estoy flaco como alma en pena. Los compaeros
me hacen seas de bienvenida con las manos. Camino hasta mi
pupitre vaco. (Eulalia, dnde ests? Por qu no ests en la
silla de al lado?).
No logro concentrarme en la clase. (Para algo sirve estar
enfermo, no me van a preguntar ninguna leccin.)
En el recreo busco a Eulalia. Nadie me da razn de ella.
Me cuentan que no vino ayer ni la semana pasada, ni la
antepasada. No lleg hoy.
Tal vez venga maana me dice alguien.
Yo s que no va a volver. Pero tambin s que ella est por ah, con sus mariposas negras,
sus trenzas ridculas, sus faldas largas y sus ropas descomunales. Cuida a alguien como me
cuid a m. Cuida tal vez a otro nio condenado por otra maldicin, ayudada por sombras
amigas que saben cmo revocar las sentencias.
Por lo pronto, a m ya me salv. Lo nico que siento es que se fue sin despedirse.
Aunque trato de no pensar mucho en todo esto, en mi cabeza se mezclan los presagios
de Jos Dolores, la procesin de los nazarenos en semana santa y las matas de la abuela
muertas al pie de la escalera.
Irene Vasco, La sombra de la escalera. Mxico, SEP-FCE, 2007.
143. Rayos y truenos

Todos hemos enfrentado alguna vez la gran batalla del cielo durante una tormenta.
Espesas y oscuras nubes que se aprietan en un mismo espacio, las refulgentes luces de los
rayos seguidas por el ruido trepidante del trueno... Ms de alguno habr sentido erizarse
sus cabellos.
Pues deben saber que, antiguamente, el rayo y el
trueno vivan en la tierra y entre los hombres, El
rayo era un gallardo borrego cimarrn que
ostentaba la recia espiral de su cornamenta y se
ergua sobre sus largas patas traseras en la cima de
los afilados riscos. El trueno era su madre, una
vieja borrega gritona y escandalosa.
Pero ninguno era bien visto por los hombres, porque ocurra que, a la menor
provocacin, el joven borrego cimarrn se desataba en furia y empezaba a incendiar las
chozas y con su poderosa cornamenta derribaba los rboles frutales. Daaba toda la tierra
con su fuego y a veces mataba a las personas que se interponan en su camino.
Tan pronto como su madre se enteraba del destructivo comportamiento de su hijo, alzaba
su voz gritando tan fuerte que se escuchaba en todas las aldeas.
Naturalmente, los hombres estaban muy enojados por los destrozos del rayo y por el
insoportable ruido que eran las reprimendas de la madre.
Las tribus consultaron con los hechiceros en varias ocasiones, hasta que finalmente se
decidi que lo mejor era que el rayo y el trueno se fueran a vivir lejos de los hombres. Se
les desterr a la montaa ms alta y les fue prohibido mezclarse con la gente.
De cualquier forma esto no result, ya que el rayo todava poda ver a los hombres
caminando por las tierras que habitaban, vigilante desde su montaa. Estaba resentido por
su destierro y se desquitaba lanzando su furia.
An habran de venir muchos problemas.
El rayo estaba tan disgustado que prendi fuego al matorral durante la temporada de
sequa. Muchos animales que eran el alimento de las tribus murieron quemados o de
PRIMER GRADO
hambre. Las llamas se extendieron hasta los sembrados que la humanidad aprenda a
cultivar apenas. Hubo incluso aldeas que ardieron completamente.
Desesperados, los hombres escucharan los ruidos regaos de la madre trueno llamando al
orden a su rebelde hijo; pero aquello no remediaba la destruccin.
En tal circunstancia se encontraban, que una vez ms se reunieron los hechiceros con los
ancianos de las tribus para encontrar solucin. As, idearon un plan.
Por qu no desterramos a esos dos muy lejos de la tierra? dijo uno de los hechiceros.
Dondequiera que vivan sern un problema, pero si los enviamos al cielo estaremos a salvo
de ellos.
Quedaron de acuerdo y as se hizo.
En un ritual sin precedentes, las artes de los
hechiceros lograron separar los espritus de los
cuerpos del rayo y el trueno, de tal forma que el
borrego cimarrn an seorea su hermosa
estampa en las altas montaas, pero los espritus
furiosos corren por los cielos.
Sin embargo, las cosas no resultaron tan bien
como se esperaba, porque as como la montaa sigue retumbando cuando un macho
cimarrn estrella su cornamenta contra la de su rival en los das de primavera, en las
noches de tormenta el rayo sigue perdiendo el control y enva su fuego a la tierra.
Y an se escucha a su madre que no soporta estar con l y se aleja por un tiempo a otras
regiones del cielo.
Podemos saber que esto ocurre cuando se observa el resplandor del rayo, pero su madre
est tan lejos que no puede verlo y por ello guarda silencio.
Rayos y truenos en Juana Ros Aiz (recop. y adap.) Cuando el mundo se gobernaba de otra manera. Mxico,
SEP-Instituto de Cultura de Baja California, 2007.
144. El mago
Un mago con mucha magia
por una puerta sali
y su sombrero volando
por la puerta regres:
Regres, cruz las piernas
Y en la mesa se sent.
Del sombrero sale un gato,
del gato sale un avin,
del avin sale un pauelo,
del pauelo sale un sol,
del sol sale todo un ro,
del ro sale una flor,
de la flor sale una msica
y de la msica yo.
David Chericin, El mago en Ur ur ur. Palabras para jugar. Mxico, SEP, 1994.
145. Plumas
Las plumas son la caracterstica esencial de las aves. Las protegen del fro y del agua, pero
sobre todo les permiten volar. Adems, gracias a una gran variedad de formas y colores,
les permiten reconocerse entre ellas.
Las plumas ms bellas las poseen los machos: en poca de apareamiento, las exhiben en
danzas en las que despliegan la belleza de su plumaje, con el cual atraen a las hembras,
de aspecto ms discreto. Es de todos conocida la famosa rueda del pavo real.
Las plumas ms largas miden 13 cm. Con la muda cada ao las aves renuevan su plumaje.
Por cada pluma que cae crece otra.
PRIMER GRADO
Entre las aves salvajes, las plumas ms largas son las que adornan la cola del faisn que
llegan a medir 1.8 m., es decir tres veces la longitud de su cuerpo.
Las aves con mayor cantidad de plumas son los pinginos privados de grandes plumas, las
tienen pequeas, cortas y compactas, pero les recubren todo el cuerpo, sin dejar zonas
desnudas tpicas de las otras aves. Su plumaje es el ms tupido que se conoce. El pingino
ms grande, el emperador posee probablemente el mayor nmero de plumas de todas las
aves: ms de 30,000.
Annete Tyson y Taulus Taylor, Pelos y plumas. Mxico, SEP-Mondadori, 1992.
146. El zorro y el gato

Ocurri una vez que un gato se encontr al seor Zorro en el bosque, y pensando: ste
s que tiene experiencia de todas las cosas del mundo, se dirigi a l de la manera ms
amable.
Buenos das, querido seor Zorro! Cmo est usted y
cmo le va en estos tiempos tan duros y penosos?
El Zorro, muy orgulloso, mir al Gato de pies a cabeza,
dudando unos momento si contestarle o no. Por fin, dijo:
Oh, infeliz casaratas, msero robaperros, bigotudo bribn!
. Cmo te atreves a acercarte a mi?. Qu educacin has
recibo? En cuntas artes eres maestro?
Solamente en una dijo el Gato modestamente.
Se puede saber en cul? pregunto el Zorro.

Cuando los perros corren tras de m, trepo por un rbol y as me pongo a salvo.
Y nada ms? pregunt el Zorro. Yo soy maestro en cien artes y, por aadidura, tengo
un saco lleno de artimaas y malicias. Pero me das lstima. Ven conmigo y te ensear
cmo escapar de los perros.
En aquel preciso momento llegaba un cazador seguido de su jaura. El Gato se subi, trepa
que trepars, a un rbol copudo, yendo a parar a la ms alta rama, donde qued
enteramente escondido por las hojas.
Abre tu saco, seor Zorro! Abre tu saco!gritaba el Gato al maestro en artes; pero los
perros le acorralaban y no tardaron en dar cuenta de l.
Oh, seor Zorro! exclam entonces el Gato. T con tus cien artes y tu saco lleno de
artimaas, has sido casado, mientras que yo, con una sola sabidura, estoy a salvo. Con que
hubieras podido trepar hasta aqu, no habras perdido la vida.
El zorro y el gato en Cuentos de Grimm. Mxico, SEP-Juventud, 2002.
147.
Ins del revs
Cuando Ins se levant aquella maana se senta del revs.

Se puso el zapato izquierdo en el pie derecho y el zapato derecho en el pie izquierdo.
Durante todo el da Ins del revs lo hizo todo al revs: mont en bicicleta de espaldas,
ley un libro al revs. Su mam mova la cabeza Y de repente se le ocurri una idea.
Esa noche, a la hora de dormir, acost a Ins con la cabeza a los pies de la cama.
Descorri las cortinas, encendi la luz, y dijo: Buenos das!
Ins se rea sin parar. Mami del revs!, dijo.
Me quieres, Ins del revs?, pregunt su mam dndole un gran abrazo.
No!, contest Ins del revs. Y dio a su mam un beso ENORME.
Anita Jeram, Ins del revs. Mxico, SEP-Kkinos, 2005.
PRIMER GRADO
148. El lobito bueno

rase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y haba tambin
un prncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
haba una vez.
Cuando yo soaba
un mundo al revs.
Jos Agustn Goytisolo
http://www.catedu.es/abrapalabra/index.php?option=com_content&task=view&id=233&Itemid=254
149.
Estaba la calavera. Trabalenguas
Estaba la calavera
Si Pancha plancha
sentadita en su butaca,
con cuatro planchas
Llega la muerte y le dice:
con cuntas planchas
comadre por qu tan flaca?.
plancha Pancha?
Pjaros, pjaros,
Astaba la calavara
pjaros negros.
santadata an sa bataca,
Tpalos, tpalos,
llaga la marta a la daza:
vuela con ellos.
camadra par c tan flaca?

Trabalenguas en Luz Mara Chapela (compilacin) No me maravillara yo. Mxico, SEP, 1993.
150.
Flix no tiene ganas
Flix no tiene ganas de cepillarse los dientes. Se pone a jugar con su cepillo de dientes
llega pap y se cepilla los dientes.
Es divertido tener la boca llena de pasta de dientes! De golpe, Flix tiene ganas de hacer
lo mismo que pap.
Flix no tiene ganas
De recoger sus juguetes. De ir a la cama por la noche. De acabar su comida.
Cuando Flix no tiene ganas de hacer algo
Suspira. Arrastra los pies al andar. Pone cara de enojado. Protesta.
A Flix le gusta mucho el chocolate. Y a ti, qu te gusta?
Flix se pone celoso cuando su mam se ocupa de Juan. Y a ti, qu te pone celoso? Flix
quiere saber todo sobre la tarta de chocolate de pap.
Eres t tambin curioso como Flix? Flix est
decepcionado cuando se le cae la bola de helado al
suelo.
Cul es tu ltima gran decepcin?
Didier Lvy, El imaginario de los sentimientos de Flix. Mxico, SEP-SM, 2005.
151.
El mundo est lleno de bebs!
Por todo el mundo hay bebs que estn naciendo; tu naciste en un cuarto calientito.
Si tu madre fuera un pjaro cuc, sabes lo que habras hecho al salir del cascarn?
Empujar los dems huevos fuera del nido.
Si tu madre fuera una osa polar, sabes dnde habras nacido? En una guarida de hielo, en
pleno invierno.
PRIMER GRADO
Buaaaaaaaaaah! Por todo el mundo hay bebs que estn llorando. T llorabas a menudo
para que tus padres te hicieran caso. Los bebs enseguida reconocen la voz de sus padres,
y los padres distinguen tambin rpidamente la voz de su beb.
Por todo el mundo hay bebs cuyos padres los llevan de un sitio a otro. Quizs a ti te
llevaron de paseo en una mochila especial para bebs.
Mick Manning, El mundo est lleno de bebs!. Mxico, SEP-SM, 2002.
152. La lengua se vuelve loca con estos frutos que

hacen agua la boca
Rosado por fuera
Blanca por dentro,
colorado por dentro,
verde por fuera;
de pepa grandota;
si quieres que te la diga,
comerlo quisiera,
espera.
pero no del centro.

En medio del monte
Ventana sobre ventana,
hay un cantarito,
sobre ventana balcn,
aunque llueva o no llueva
sobre el balcn una dama,
siempre est llenito.
sobre la dama una flor

Un perrito dice gua, gua
Y la seora dice ya va.
Mara Teresa Miaja (compilacin) Ser meln?, ser sanda? Mxico, SEP-Artes de Mxico, 2008.
153.
El ratn joven y el ratn viejo
Varias veces el ratn joven haba observado en las excursiones que haca con su to, que
ste se apartaba del queso que hallaban en la despensa, porque segn l, estaba muy duro
y no poda clavarle los dientes, ya muy flojos.
En alguna ocasin, el to no quiso trepar a un armario, a pesar de que en lo alto haba
olorossimo pan, pues el reumatismo esa razn adujo l se lo impeda.
Aun lleg a ver el ratn joven que, cierto da, el viejo, temeroso de que le dolieran los
dientes, desdeaba un terrn de azcar que estaba invitndolos o roerlo.
Y sigui ocurriendo as hasta que, por ltimo, cansado de que su to desdeara siempre el
excelente queso que estaba en la despensa, el ratn joven dijo para s:
Cosas de viejos!...
Y cay en la ratonera.
Los viejos saben muchas cosas simplemente por eso, por viejos, porque han vivido ya muchos aos y han
visto suceder muchas cosas. Pongmosles atencin.
Francisco Monterde, El ratn joven y el viejo en Lengua Nacional Tercer grado. Mxico, SEP, 1969.
PRIMER GRADO
154. El pantano de la belleza escondida

Un vientecillo apenas perceptible empez a
tomar fuerza hasta agitar las plantas y los rboles
del lugar. Sombras inesperadas aparecieron
danzando al comps del viento, mientras una
parvada de murcilagos sobrevolaba la cabeza de
Luis hacindole gritar, presa del pnico.
No
pasa
animalitos
nada
se
son
deca
murcilagos,
Luis
son
mismo,
intentando darse valor. S, pero tambin son

vampiros, y los vampiros chupan la sangre! se
contestaba.
En su interior, los diferentes Luises que lo habitaban intentaban controlar la situacin.
En las pelculas slo en las pelculas, pero nunca se ha visto que en la realidad existan.
Son slo animalitos, y muy chiquititos. No hacen nada no me pueden hacer nada. Ellos
son chiquitos y yo soy mucho ms grande
De nueva cuenta, la parvada de murcilagos agit la cabellera de Luis, pero esta vez no
hubo gritos. Luis respir profundo y enfrent con la mirada a los murcilagos, que
siguieron volando sin preocuparse mucho por el nio.
El orgullo lo inundaba, se senta triunfante por haber podido enfrentar a los murcilagos.
Ahora los vea como seres inofensivos, simple animalitos nocturnos en busca de alimento;
no sangre, como decan las historias de miedo, sino seguramente insectos, como les haba
contado su maestra en una clase.
Elba Cortez Villapuduar, Terror en la oscuridad. Mxico, SEP-Instituto de Cultura de Baja California, 2007.
155. Caminito de la escuela
Caminito de la escuela,
apurndose a llegar,
porque quieren aprender,
con sus libros bajo el brazo
van todos los animales
va todo el reino animal.
encantados de volver.
El ratn con espejuelos,
El camello con mochila,
de cuaderno el pavorreal
la jirafa con su chal
y en la boca lleva el perro
y un pequeo elefantito
una goma de borrar.
da la mano a su mam.
Cinco gatitos
No falta el len,
muy bien baados,
monos tambin
alzando los pies,
y hasta un tiburn,
van para el Knder
porque en los libros
entusiasmados
siempre se aprende
de ir por primera vez.
cmo vivir mejor.
La tortuga por escrito
pataleando hasta el final,
ha pedido a Santa Clos
la tortuga va que vuela,
sus dos pares de patines
procurando ser puntual.
para poder ir veloz.
Francisco Gabilondo Soler, Cri Cr Cuentos para cantar y canciones para leer. Mxico SEP, 1994.
PRIMER GRADO
156. Resurreccin
Amo la vida,
el sol, el aullido del viento en la montaa,
la tempestad, los truenos,
el canto alegre de los pjaros,
la alegra de los conejos. El ladrido de los perros
y el paseo de los caracoles despus de la lluvia.
Amo la vida,
piel morena o blanca,
el brillo de las mejillas de los negros,
los cabellos que tienen el color
del pelo del maz.
Amo las hormigas nunca ociosas,
el mugido de las vacas
y el tintineo de sus campanas
en los Alpes.
Amo la vida,
el zumbido de las abejas golosas,
las travesuras de las ardillas,
la piel maravillosa del zorro,
la bella estampa del cervatillo
y la gallarda del caballo
con su melena al viento.
Julia Esquivel, Resurreccin en Claudia M. Lee (comp.) A la orilla del agua y otros poemas de Amrica Latina. Mxico, SEPArtes de Mxico, 2003.
157. Dientes
A excepcin de las aves, la mayora de los vertebrados tienen
dientes que les permiten agarrar y sostener el alimento. Las
dimensiones y el nmero de dientes varan considerablemente
segn la alimentacin y las costumbres de cada especie.
Los dientes ms largos pertenecen al elefante africano cuyos
incisivos superiores o colmillos pueden medir hasta tres metros y
medio de largo y pesar 100 kg cada uno. Los de las hembras son
ms pequeos.
Los colmillos demasiado largos pueden ser un gran obstculo para el elefante que se ve
obligado a llevar siempre la cabeza levantada para no arrastrarlos por el suelo. Adems sus
colmillos atraen la codicia de los cazadores. Las hembras son las que poseen el marfil ms
apreciado.
Algunos dientes, como los nuestros por ejemplo, tienen un crecimiento limitado. Otros,
como los de los roedores, crecen toda la vida, pero conservan dimensiones normales
gracias al desgaste.
La morsa tiene colmillos que, en el macho, llegan a medir un
metro de largo por seis kg de peso. Los de las hembras, ms
pequeos que los de sus compaeros, no superan los 60 cm.
Las morsas usan los colmillos como pinzas para hurgar en las
rocas y recoger los moluscos de los que se alimentan.
Tambin les ayudan para apoyarse cuando se arrastran por
el hielo.
Annete Tyson y Taulus Taylor, Dientes y cuernos. Mxico, SEP-Mondadori, 1992.
PRIMER GRADO
158.
El sonido
Hay sonido en todo nuestro alrededor. Omos msica y omos voces, pero el sonido tiene
muchos otros usos. Puede dibujar imgenes y ayudar a los animales a encontrar a su
presa.
Los sonidos que son desagradables al orlos, como el de taladros pesados, son llamados
ruido.
Los murcilagos usan el sonido para cazar. Sus chillidos rebotan en cualquier objeto
slido. Escuchan el eco e investigan dnde se encuentra la comida.
Los mdicos usan el sonido para crear imgenes de bebs que an no han nacido. Ondas
de sonido salen fuera del beb, y las computadoras pueden dibujar la imagen.
www.educared.org.ar
Mike Goldsmith, Luz y sonido. Mxico, SEP-Altea, 2007.
159. Hormiga de noche

1
Como la hormiga quiso viajar segura, se colg una linterna en la cintura.
Nadie en el hormiguero tena experiencia en iluminar la noche con tanta ciencia.
Ninguna de las hormigas se haba animado a desafiar el mundo de lo ignorado.
Por eso nuestra hormiga, que era valiente, tuvo a favor y en contra a toda la gente.
Sali del hormiguero con paso entero, se trep al espinillo [una planta], cant un bolero.
Camin por la plaza de los malvones, vio dormir una abeja sobre almohadones.
Conoci escarabajos bandoneonistas [que tocan el bandonen, una

especie de acorden], mariposas nocturnas, sapos artistas.
Y mecida en la copa de un pensamiento, descans del paseo por
un momento.
Mojadita en roco, pasos ligeros, regres hasta su casa del
hormiguero para contar a todos los que quisieran, del mundo
que se mueve sombras afuera.
Ahora no podemos hacer sombras en la pared, pero cuando salgamos al recreo podemos jugar con
nuestras sombras.
Mara Cristina Ramos, Hormigas de noche en Las sombras del gato. Mxico, SEP-Panamericana, 2006.
160. El agua lo trajo, el agua se lo llev

Tata Bus rezaba a San Isidro: Ay, San Isidro! Por
favor, dame tan siquiera una vaca con su cra. Te
prometo que yo nunca vender leche mezclada con
agua como lo hace mi vecino al que apodan aguador.
San Isidro le concedi su deseo en forma milagrosa y
Tata Bus comenz a vender leche pura de su vaquita
a tres personas.
Un da vino una seora y le suplic: Tata Bus, vndeme siquiera medio calabazo de leche
al da.
Tata Bus dijo que iba a pensarlo. Si le pona medio calabazo de agua a toda la leche que
ordeaba, seguramente no se notara. De ese modo podra venderle a la seora lo que
peda. Y as lo hizo.
Con el dinero que hizo de la venta del medio calabazo diario de agua, compr dos
vaquitas ms. Todos los das las llevaba al campo a pastar.
Un da mientras pastaba su ganado, cay un torrencial aguacero. Tata Bus se apresur a
llevar de nuevo sus vacas al pueblo. La que le haba dado San Isidro cruz oportunamente
PRIMER GRADO
una hondonada, pero las dos que haba comprado con el dinero de la venta del medio
calabazo de agua, se retrasaron y murieron ahogadas.
Entonces Tata Bus dijo:
Y qu ms da! El agua me las trajo, el agua se las llev.
Domingo Dzul Poot El agua lo trajo, el agua se lo llev en Leyendas mayas. Mxico, SEP-Patria, 2002.
161. Lola lvarez Bravo: cazadora de imgenes

Un da, a Lola se le ocurre una idea: hacer retratos de
todos sus amigos; es decir, tomarles fotos.
Los retratos nos permiten saber cmo es una persona
fsicamente, si tiene la nariz grande o chiquita como
de ratn; si tiene pelos en las orejas o slo en la
barba. Adems del aspecto fsico de una persona, un
retrato tambin nos permite ver rasgos de la
personalidad, es decir, aspectos de su carcter. As, un buen retrato nos deja ver si alguien
es tranquilo, tierno y risueo o por el contrario, inquieto, hosco y ms bien serio. La
expresin de su rostro y la postura de su cuerpo hablan por s solos.
Cuando Lola iba a ver a un amigo o amiga para hacer su retrato, a veces, en lugar de
tomar la cmara y poner manos a la obra, se le iba el tiempo en platicar y cuando se daba
cuenta, ya se le haba ido la luz, que es esencial para lograr una buena imagen.
Afortunadamente, como eran sus amigos, se ponan de acuerdo para verse de nuevo y
entonces s, clic!, empezaba Lola con la cara sobre el visor de su cmara de pie y
movindose lentamente.
Para nosotros es ms fcil tomar fotos, con una cmara digital y hasta con un celular. Cuando tomen la
foto de una persona, recuerden que su retrato debe capturar sus rasgos fsicos, y tambin los de su
personalidad.
Carla Faesler, Lola lvarez Bravo: cazadora de imgenes. Mxico, SEP-SM, 2006.
162. Por la va de los sentidos

Mam y pap saben muchas cosas que han aprendido en la escuela, en el trabajo, en la vida, y leyendo
toda clase de libros. Hay que poner atencin a sus lecciones.
Su pap regresaba tarde los lunes, as que lo esperaran a

cenar. Hicieron palomitas de maz para entretener el hambre
y se las comieron en silencio, y cuando el silencio se hizo ms
pesado, Camila se dio cuenta de que su mam preparaba una
andanada de preguntas, de modo que se adelant a interrogar:
Cmo olemos lo que olemos?
Eso era lo que su mam necesitaba para darle una clase de
anatoma, su especialidad.
El olfato respondi es un sentido mudo, no tiene palabras. Por eso es casi imposible
para alguien describir el olor de algo que no ha olido. Es el ms directo de nuestros
sentidos. Cuando aspiro una lila demostr la mam de Camila, acercndole la macetita
que adornaba la mesa, las molculas de olor suben flotando ms all del puente de la
nariz, donde las absorbe la mucosa. All, cinco millones de clulas llamadas cilias disparan
impulsos al centro del olfato en el cerebro.
Si cada cosa huele diferente, Cmo lo reconocemos? pregunt Camila.
Segn algunos estudiosos continu su mam, cada molcula de olor tiene una forma
diferente: hay esferas alcanforadas, la menta es triangular, el
aroma de las flores est hecho de discos minsculos. Cada una
busca en la mucosa el espacio adecuado a su forma.
Y los olores cidos? se interes Camila.
Ah!, sos son muy interesantes explic la mam, su carga es
positiva y se adecuan a un espacio cargado negativamente.
Camila escuch que su pap entraba y corri para contarle
cmo olemos lo que olemos.
Alicia Molina, Por la va de los sentidos en La noche de los trasgos. Mxico, SEP-FCE, 2006.
PRIMER GRADO
163. Lobo Valiente

Hace tiempo, en un pueblo, no lejos de aqu, todo el mundo tena miedo, porque una
manada de lobos rondaba por los campos y atacaba a los animales y a las personas.
El jefe de esta manada se llamaba Lobo Valiente, y era ms audaz y ms cruel que cualquier
otro.
Un da, la mujer de un granjero enferm y su marido tuvo
que llevarla con el doctor, que viva muy lejos.
Lobo Valiente le dijo a sus compaeros de manada:
Ahora que el campesino est fuera, atacaremos su casa.
Los lobos aullaron de alegra.
Sin embargo, la casa no estaba vaca. Haba un caballo, un buey, un gato y un gallo. El
granjero les haba pedido que cuidasen la granja.
El gallo estaba sobre el tejado, el gato cerca de la chimenea, el buey en el establo y el
caballo en el granero.
Cuando se hizo noche, los lobos llegaron a la casa. Lobo Valiente orden:
Esprenme aqu y les dir por dnde tienen que entrar.
Y salt al patio, se desliz a lo largo de la pared y entr al granero. Pero all, el caballo le
solt una tanda de coces y Lobo Valiente tuvo que huir.
Cojeando entr en el establo, pero el buey lo recibi a cornadas, y Lobo Valiente sali
corriendo.
Se desliz en la cocina. Pero el gato le salt encima, le ara el hocico y le arranc la piel
de las orejas.
Lobo Valiente sali corriendo de la casa y, en aquel momento, el gallo le cay encima.
Quiquiriqui! Quiquiriqui! gritaba mientras lo picoteaba. Lobo Valiente aullaba como loco.
Al escucharlo, los dems lobos sintieron miedo y huyeron. Lobo Valiente alcanz a su
manada en el lindero del bosque.
Sin aliento, por haber corrido tanto, le preguntaron:
Pero qu te pas en aquella casa?
Es para morirse de miedo! Hay un fantasma en el granero, que me dio de bastonazos. En
el establo vive un diablo, que quiso traspasarme con una lanza. En la casa hay una bruja,
que me ara con las uas, y sobre el tejado acecha un mal espritu que grita cosas
terribles! Vmonos de aqu!
Pobre Lobo Valiente! Crey que el caballo era un fantasma, el buey un diablo, el gato una
bruja y el gallo un mal espritu.
A los lobos no se les volvi a ver jams. A partir de entonces, todo el mundo puede
dormir tranquilo en ese pueblo, no muy lejos de aqu...
El lobo valiente en Pascale Chenl (adaptacin) El gran libro del lobo feroz. Mxico, SEP-Juventud, 2006.
164. Conozco los alimentos

Qu como y cundo como?
Hoy acompa a mi mam al mercado.
Primero
compramos
arroz
pastas.
Despus,
nos
acercamos al puesto de verduras para comprar zanahorias,

jitomates y cebollas. Cerca encontramos manzanas, uvas y
una sanda para preparar agua fresca.
Luego llegamos al puesto donde venden huevo y queso. Tambin compramos pollo para la
comida de hoy.
Al final convenc a mi mam para que llevramos dulces y chocolates. Saliendo del
mercado, le ped que me comprara un chicharrn.
Al llegar a casa, corr a lavarme las manos, tall mis manos con cuidado y tambin lav mis
uas. Me enjuagu muy bien y me sequ con una toalla limpia.
Despus ayud a mi mam a lavar y desinfectar las verduras y las frutas. Mi mam lav el
pollo y luego lo cocin.
Lo que compra mi mam en el mercado lo utiliza para preparar el desayuno, la comida y la
cena. Todos los das tambin me preparar algo para comer en el recreo. Por la tarde, me
da leche y galletas.
lvaro Osornio, et al, Conozco los alimentos en Yo me cuido. Lo que hago con mi cuerpo. Mxico, SEP-Santillana,
2004.
PRIMER GRADO
165. Stelaluna
En latn, Stela significa estrella. As que Stelaluna es Estrellaluna. En esta lectura se llama as una
murcilago! Ese animalito vive de noche, se cuelga cabeza abajo para dormir y se alimenta de fruta.
En un bosque vivan una murcilago y su beb recin nacida. Cmo quera mam
murcilago a su chiquitina!
La llam Stelaluna.
Una noche, mientras volaba en busca de comida, con
Stelaluna pegada a ella, un bho se lanz contra ellas y, al
chocar, se cay Stelaluna entre los rboles del bosque.
Las ramas detuvieron la cada y Stelaluna se agarr de una
ramita, pero no tena suficiente fuerza y se solt de
nuevo. Finalmente cay en un nido donde haba tres
pajaritos.
Mam pjaro acept a Stelaluna y les llevaba insectos para que comieran los cuatro.
Stelaluna estaba acostumbrada a comer frutas, pero no aguant el hambre y termin
comiendo lo que mam pjaro llevaba.
Stelaluna aprendi a ser como los pjaros. Estaba despierta en el da y dorma de noche.
Sus costumbres de murcilago iban desapareciendo.
Excepto una: a Stelaluna le gustaba dormir colgada de patas, cabeza abajo. Una vez que
mam pjaro no estaba, les dijo a los pajaritos que lo intentaran, y al llegar mam pjaro
vio ocho patitas agarradas del borde del nido. Se enoj mucho y le dijo a Stelaluna que
tena que respetar sus reglas.
Los polluelos crecieron y lleg el da en que tenan que aprender a volar; uno a uno
saltaron del nido, y Stelaluna lo hizo tambin.
Al da siguiente volaron durante horas para ejercitar sus alas. El Sol comenz a ocultarse.
Stelaluna se haba adelantado y los pajaritos, que ya no la vean, decidieron regresar sin
ella.
Stelaluna se qued sola. Vol y vol hasta que las alas le dolieron y se dej caer en un
rbol.
En eso, oy que alguien se acercaba.

Era su mam, que la haba reconocido por el olfato.
La abraz, le pregunt cmo haba escapado del bho y le dijo que estaba feliz de
encontrarla.
Su mam la llev a comer fruta. Stelaluna la disfrut y se dijo que jams volvera a comer
insectos.
Stelaluna le cont a su mam cmo haba vivido con sus amigos los pjaros.
Al da siguiente fue a verlos, y los invit a que conocieran a su mam.
Estuvieron tan felices que les anocheci. Cuando iban volando de regreso, Stelaluna poda
ver bien en la oscuridad, pero los pajaritos no, y ya iban a estrellarse, cuando ella los llev
a unas ramas.
Estamos a salvo, dijo Stelaluna.
Los pajaritos y Stelaluna se preguntaron: Cmo podemos ser tan distintos y sentirnos
tan iguales?
Y dijeron: Eso es un misterio. Pero lo que est claro es que somos amigos.
Una linda historia que nos ensea cmo podemos llegar a ser amigos de gente que es muy diferente a
nosotros. Hay que aceptar las diferencias, no permitir que nos separen y, mucho menos, que nos pongan a
unos en contra de otros.
Janell Cannon, Stelaluna. Janell Cannon, Ilus. Mxico, SEP-Juventud, 2003.
166.
El globo de Francisco
Un da Francisco encontr un globo y como estaba aburrido empez a soplar. El globo se

fue inflando, y Francisco sigui soplando sin darse cuenta que sus pies se despegaban del
piso y comenzaba a volar.
Su mam, que estaba haciendo las camas, lo vio por la ventana y sali corriendo con una
almohada bajo el brazo. Quiso bajarlo, pero slo pudo agarrarse de un zapato de
Francisco, que segua soplando y se la llev por el aire.
PRIMER GRADO
Una vecina que revolva la sopa los vio por la ventana y sali con el
cucharn en la mano. Quiso bajarlos, pero slo alcanz a abrazar la
almohada de la mam de Francisco, que iba agarrada del zapato de su
hijo, que segua soplando y se las llev a las dos por el aire.
El cartero quiso bajarlos, pero slo alcanz a colgarse del cucharn de
la vecina abrazada a la almohada de la mam de Francisco que iba
agarrada del zapato de su hijo, que segua soplando y se los llev a los tres por el aire.
La maestra quiso bajarlos, pero slo pudo sostenerse del bolso del cartero colgado del
cucharn de la vecina abrazada a la almohada de la mam de Francisco que iba agarrada
del zapato de su hijo, que segua soplando y se los llev a los cuatro por el aire.
El panadero quiso bajarlos, pero slo se enganch del bolsillo de la maestra sostenida del
bolso del cartero colgado del cucharn de la vecina abrazada a la almohada de la mam de
Francisco que iba agarrada del zapato de su hijo, que segua soplando y se los llev a los
cinco por el aire.
El barrendero quiso bajarlos, pero slo mordi un pan del panadero enganchado del
bolsillo de la maestra sostenida del bolso del cartero colgado del cucharn de la vecina
abrazada a la almohada de la mam de Francisco que iba agarrada del zapato de su hijo,
que segua soplando y se los llev a los seis por el aire...
El pueblo se haba reunido en la plaza a ver lo que pasaba. El globo pareca una enorme
cometa con una extraa cola. De pronto, Francisco se cans de soplar, mir hacia abajo y
muerto de risa empez a soltar el aire del globo de a poquito.
Todos comenzaron a dar volteretas por el cielo mientras el globo se desinflaba hasta que
el barrendero lleg al suelo y dej de morder el pan del panadero que se desenganch del
bolsillo de la maestra que solt el bolso del cartero que se descolg del cucharn de la
vecina que dej de abrazar la almohada de la mam de Francisco que ya no se agarr del
zapato de su hijo, que aterriz con el globo flaquito en la mano.
Todos volvieron a su trabajo contentos, y Francisco se guard el globo en el bolsillo por si
otro da estaba aburrido y tena ganas de jugar.
Liliana Cinetto, El globo de Francisco. Mxico, SEP-Cultural Librera Americana, 2001.
167. Adivinanzas indgenas
Nace en el monte,
Qu cosa es,
muere en el mar.
en el cielo encendido,
Nunca regresa
serpiente de fuego
a su lugar.
con un chasquido?
El ro.
El rayo.
Qu es,
No hacen tortillas
qu es,
y dan palmadas,
dos negritos
van por el aire
tapan diez?
muy apuradas.
Los zapatos.
Las mariposas.
En la orilla de la mar
Unas estrellas
de algn pjaro el huarache;
subieron al cielo,
de las olas, en tus manos,
otras quedaron
como un trozo de la noche.
brillando en su vuelo.
La estrella de mar.
Las lucirnagas
Adivinanzas indgenas, Elisa Ramrez (adaptacin). Mxico, SEP-Patria Cultural, 1989.
PRIMER GRADO
168. Cmo dicen mam las jirafas?

Durante la primavera, todos los animales han trado al mundo bellas cras. La jirafita ya
salta con sus altas patas; el elefante y rinoceronte comienzan a barritar; el perico, el
antlope y el chimpanc producen sonidos de acuerdo a su
especie.
Pero la jirafita no produce ningn sonido y todos sus amiguitos
se sorprenden. Empieza la aventura, porque cada uno de sus
amiguitos la llevan con los animales que se distinguen por sus
sonidos, como el sapo, el canario, y len, pero todo es intil: la
jirafita no produce ningn sonido.
El len, en su intento de ayudarla, produce uno de sus rugidos
ms fuertes y asusta a todos.
En ese momento llegan las mams de todas las cras furiosas, pero el len les explica que
slo quiere ayudar a la jirafita a producir un sonido.
Entonces mam elefanta explica que las jirafas hablan sin sonidos. Son mudas, afnicas. Su
cuello es tan largo que no tienen cuerdas vocales. Sin embargo, ellas se hablan haciendo
gestos.
Seora jirafa, ensenos cmo se hace entender con su pequea jirafa.
Y, con gran ternura, mam jirafa, con gestos, le dice a su jirafita que la ama.
Grald Stehr, Cmo dicen mam las jirafas? .Mxico, Tecolote, 2006.
169. La ardilla
Hoy vamos a leer un poema pequeo de Amado Nervo.
La ardilla
La ardilla corre,
La ardilla vuela,
La ardilla salta
Como locuela.
Mam, la ardilla
No va a la escuela?
Ven ardillita:
Tengo una jaula
Que es muy bonita.
No, yo prefiero
Mi tronco de rbol
Y mi agujero.
Amado Nervo, La ardilla en Claudia M. Lee (comp.) A la orilla del agua y otros poemas de Amrica Latina. Mxico, SEPArtes de Mxico, 2003.
170. Ernesto, el len hambriento

Una sbana sirve para taparse en la cama cuando uno se va a dormir. Pero la sabana es una gran llanura con unos
pocos rboles y pastos muy altos. Un lugar perfecto para que los leones se escondan cuando necesitan cazar. La historia
que vamos a leer hoy sucede en una sabana del frica.
Caa la tarde y empezaba a refrescar. De pronto, un potente rugido ensordeci la sabana.

El ms temido y fuerte de los animales se estaba despertando... Era Ernesto, el Rey de la sabana. Su
tripa estaba vaca y tena un hambre feroz!
Con ganas de darse un buen banquete, Ernesto, el len, decidi salir de caza. Se puso en guardia y,
con mirada penetrante, observ los alrededores... A ver, qu tenemos por aqu para hincarle el
diente..., se dijo Ernesto.
PRIMER GRADO
Antlopes? No, no. Ya comimos la semana pasada!, Bfalo? Ni hablar! El ltimo result seco y
duro! Avestruz? Demasiado trabajo desplumarlo!
Me apetece cebra! Parece jugosa y muy rica, exclam el len. Sin quitarle el
ojo de encima, se acerc despacio a su presa. Sus movimientos eran muy
lentos... Sus grandes zarpas no hacan el menor ruido!
All estaba ella! Gordita, tremendamente apetitosa y... con su pijama de rayas!
Agazapado entre las hierbas, Ernesto tens sus msculos y se dispuso a saltar... En aquel preciso
instante, se oy por toda la sabana un berrido desgarrador.
Ernestooooooo! Ernestooooooo! Dnde te habas metido?
E l Rey de la sabana reconoci la voz de Magdalena, su leona.
Shhhhhtttt! Silencio, querida No ves que estoy cazando? dijo Ernesto muy bajito.
Djate de tonteras! Se te olvid ir por los nios a la escuela! respondi la leona muy decidida.
No te hagas el valiente y comprtate como un buen padre. Y ahora, djame tranquila que tengo que
ir a trabajar!
Y Magdalena sali a cazar!
Porque ustedes deben saber que las leonas son mejores cazadoras que los leones.
Lola Casas, Ernesto, el len hambriento. Mxico, SEP-Serres, 2006.
171. El Cuervo y el Zorro

Buenos das dijo el Zorro. Linda maana, verdad? Mire usted, apenas me despert, o
unos cantos tan preciosos, que me pregunt: cul ser el pjaro que canta tan lindo?
Busqu y busqu y no encontr nada. Llegu hasta aqu y ahora que lo veo a usted, tan
elegante, tan lustroso, tan bien parado, tan, tan, tan... la verdad es que no hay palabras
para decir lo hermoso que usted se ve, don Cuervo. Solamente digo: esas canciones que
o, slo de su garganta, de su pico, pueden salir. En fin, seor Cuervo, yo creo que habra
que nombrarlo a usted emperador de estos bosques y tambin de los otros, y de los de
ms all. Aqu estoy, ansioso, esperando a que cante usted para tener el privilegio de orlo
en la primera fila. Adelante!
Es un poco extrao, pens el cuervo; jams en toda mi vida de cuervo, me pidi nadie
que cantara, y a lo mejor lo hago muy bien. Si el zorro, que tiene tanto mundo, lo dice,
debe ser verdad. Qu cancin cantar? Podra ser aquella que saba de chico. Claro!
Cantar aquella! Creo que la recuerdo muy bien.
Pronto don Cuervo, pronto. Nunca sent tanta ansiedad dijo el Zorro.
Se alis el Cuervo las plumas, se irgui, abri el negro pico
y... el queso cay justo, justito, en la boca del Zorro, que
sali corriendo.
Qu tonto fui! se dijo el Cuervo Creerme todo lo que
me dijo! Se est comiendo el queso y yo me qued sin
nada. Eso me pasa por vanidoso. Mejor me voy ligerito,
antes de que se me ra en la cara, que eso s que no podra
soportarlo.
La zorra y las uvas, Beatriz Barnes (adaptacin). Mxico, SEP-CEAL, 1988.
PRIMER GRADO
172. Viaje a la Luna

La Luna est muy, muy lejos. Imagnate cmo sera ir a visitarla. Algunas personas han
viajado a la Luna. Son astronautas, que han ido para ver cmo es. Si fueras a la Luna,
tambin t seras astronauta. A la Luna se llega viajando en un cohete enorme. Los
astronautas van en una cabina muy pequea que est en la
punta del cohete.
El cohete sale al espacio. All no hay ms que estrellas y
oscuridad. El viaje a la Luna dura cuatro das enteros. Poco
antes de llegar, te montas en una nave espacial pequea. La
nave baja y baja, hasta que se posa lentamente en la
Luna. Para salir tienes que ponerte un traje espacial. Los
trajes espaciales llevan aire para respirar porque en la Luna
no lo hay.
La Luna es un lugar silencioso, desierto y cubierto de polvo. Tiene montes enormes y
agujeros gigantes. Pero no hay rboles, ni agua, ni animales, ni personas. En la Luna te
sientes muy ligero, casi como si flotaras. Los astronautas andan brincando a grandes
zancadas. Puedes llegar muy lejos de un solo salto, mucho ms que en nuestro planeta.
En ocasiones los astronautas exploran la Luna en un coche lunar. Recogen rocas lunares
para estudiarlas luego. Hacen fotos de la Luna para que los dems veamos cmo es.
Los astronautas colocan banderas para que sepan que han estado all. Nuestro planeta,
la Tierra, se ve desde la Luna. Como est muy lejos, parece muy pequeo.
Cuando llega el momento de irse, los astronautas despegan con rumbo a la Tierra.
La Luna se queda como estaba, sin contar con la bandera, el coche y unas huellas en
el suelo.
Crees que algn da viajars a la Luna?.
Anna Milbourne, Viaje a la Luna. Mxico, SEP, Usborne Ocano, 2006.
173. Por qu a los nios les da miedo la oscuridad?

En la oscuridad, los nios siempre se sienten un poco perdidos. Cuando se despiertan
por la noche, no saben muy bien de qu lado de la cama estn, ven sombras raras que
puedan parecer monstruos y entonces gritan, lloran, llaman a sus paps
Es normal tener miedo, pero la oscuridad no es peligrosa.
Los trucos de Flix para estar tranquilo
Una pequea luz en la habitacin o dejar la puerta de la habitacin entreabierta a un
pasillo con luz.
La oscuridad es bonita.
Pasea por casa a oscuras con pap o mam y
vers que no hay nada de qu asustarse.
Si hubiera un peligro, pap y mam te
protegeran.
Hasta cundo crecers?
Durante los primeros aos de vida, crecemos
mucho.
A los 20 aos dejamos de crecer: ya somos
adultos.
Pero en nuestra cabeza y en
seguiremos creciendo toda la vida.
nuestro
Dormir es crecer
Los nios crecen, sobre todo cuando duermen.
As que, si una maana te despiertas y la pijama te queda pequeaNo es que haya
encogido: t creciste.
Lvy, Didier, Crece con Flix. Mxico, SEP-SM, 2007.
PRIMER GRADO
174. Ahora no, Bernardo

Hola, pa, dijo Bernardo.
Ahora no, Bernardo, dijo su pap.
Hola, ma, dijo Bernardo.
Ahora no, Bernardo, dijo su mam.
Hay un monstruo en el jardn y me va a comer, dijo Bernardo.
Ahora no, Bernardo, dijo su mam.
Bernardo sali al jardn.
Hola monstruo, le dijo al monstruo.
El monstruo se comi a Bernardo de un bocado.
Luego el monstruo entr a la casa.
R., hizo el monstruo detrs de la mam de
Bernardo.
Ahora no, Bernardo, dijo la mam de Bernardo.
El monstruo mordi al pap de Bernardo.
Ahora no, Bernardo, dijo el pap de Bernardo.
Tu comida est lista, dijo la mam de Bernardo.
Y puso la comida frente al televisor.
El monstruo se comi la comida.
Luego vio televisin.
Despus ley una de las historietas de Bernardo.
Y rompi uno de sus juguetes.
Vete a la cama. Ya te sub la leche, dijo la mam de Bernardo.
El monstruo subi las escaleras.
Pero si yo soy un monstruo, dijo el monstruo.
Ahora no Bernardo, dijo la mam de Bernardo.
David, Mckee, Ahora no, Bernardo. Mxico, SEP-Santillana, 2006.
175. Yo siempre te querr

Esta es la historia de Elfi, la mejor perrita del mundo.
Elfi y yo crecimos juntos, pero ella creci mucho ms aprisa que yo.
Me gustaba apoyar la cabeza sobre la piel caliente. Sobamos juntos.
Mi hermano y mi hermana tambin queran mucho a Elfi.
Pero Elfi era mi perro.
Todos los das, Elfi y yo jugbamos juntos.
A veces, Elfi haca alguna diablura, y entonces mis padres se enojaban y la regaaban.
Pero la seguan queriendo mucho.
Slo que nunca se lo haban dicho. Pensaban que Elfi ya lo saba.
Los aos pasaron muy de prisa. Yo creca hacia lo alto, hacia lo alto, y Elfi creca
hacia lo ancho.
Cuantos ms aos tena Elf, ms dorma. Ya no quera salir de paseo como
antes.Aquello me preocupaba!
Llevamos a Elfi al veterinario. No haba nada que l pudiera hacer.
Elfi se est haciendo vieja.
dijo el veterinario.
A Elfi cada vez le costaba ms subir las escaleras.
Pero tena que dormir en mi cuarto!
Le puse un almohadn muy blando para que estuviera ms cmoda.
Cada noche, al acostarnos, le deca:
Yo siempre te querr.
S que Elfi me entenda.
Una maana me despert y vi que Elfi haba muerto durante la noche.
Entre todos enterramos a Elfi. Lloramos y nos abrazamos para consolarnos.
Mi hermano y mi hermana queran mucho a Elfi, pero nunca se lo haban dicho.
Yo tambin estaba muy triste, pero me consolaba pensar que cada noche le haban
dicho: Yo siempre te querr.
Hans, Wilhelm, Yo siempre te querr. Mxico, SEP- Juventud, 2006.
PRIMER GRADO
176. Lola
Cerca, cerca del bosque hay una vieja
Si para lo nico que sirvo es para que se
granja. Y en esa granja viven unas gallinas.
burlen de m, me marcho!, dice Lola
Como vern, se trata de unas gallinas
llorando.
muy especiales.
Y se va.
En esa granja cada maana canta el gallo
Pero, a dnde?
y...
Al bosque...
...cada maana las gallinas se alborotan!
De prisa, Lola.
Quin es la ms bonita?
Apresrate! Rpido!
La ms bonita es Lola.
Entonces...
El gallo no tiene ojos ms que para Lola y
De pronto...
slo Lola.
Es Lola.
Pero, oh tragedia!, ella est enamorada
Hmmm?
de otro.
Me buscabas?
Por qu la vida es tan difcil?, se
Y fum!
pregunta Lola suspirando.

De nada sirve que el gallo se lave las
plumas o se pavonee frente a ella. Nada
de toc toc toc para el gallo.
Para Lola, nada de tralal. Ella no busca
al gallo sino a alguien ms.
Y tiene que buscar muy lejos porque su
hroe est en algn lugar a la distancia,
alejado de ella.
Se siente tan sola!
Las otras gallinas se mueren de risa.
Ajaj... jijij... toooooc...
Tooocojoj... est enamorada. Lola est
enamorada...
Loufane, Lola, Mxico, SEP-Santillana, 2004.
177. La pobre viejecita

rase una viejecita
Y esta pobre viejecita
sin nadita qu comer,
cada ao, hasta su fin,
sino carnes, frutas, dulces,
tuvo un ao ms de vieja
tortas, huevos, pan y pez;
y uno menos que vivir.
beba caldo, chocolate,

leche, vino, t y caf.
Y la pobre no encontraba
qu comer ni qu beber.
Y al mirarse en el espejo
la espantaba siempre all
otra vieja de antiparras [de anteojos],
papalina [gorrito de mujer] y peluqun.
Y esta vieja no tena

ni un ranchito en qu vivir,
fuera de una casa grande
con su huerta en el jardn.
Y esta pobre viejecita

no tena qu vestir,
sino trajes de mil cortes
y de telas mil y mil.
Nadie, nadie la cuidaba

sino Andrs y Juan y Gil
y ocho criadas y dos pajes
de librea y corbatn.
Y a no ser por sus zapatos,

chanclas, botas y escarpn [una clase de
zapato ligero],
descalcita por el suelo
Nunca tuvo en qu sentarse
anduviera la infeliz.
sino sillas y sofs

con banquitos y cojines
y resorte al espaldar [en el respaldo].
Apetito nunca tuvo

acabando de comer,
ni goz salud completa
Ni otra cama que una grande
cuando no se hallaba bien.
ms dorada que un altar,

con colchn de blanda pluma,
mucha seda y mucho holn.
Se muri de mal de arrugas,

ya encorvada como un 3,
y jams volvi a quejarse
ni de hambre ni de sed.
Rafael Pombo, La pobre viejecita. Mxico, SEP, 1999
PRIMER GRADO
178. El regalo del Sol
Sabas que el Sol es un regalo para la Tierra? Porque gracias a la energa del Sol, a
su luz y su calor, las aguas se mueven, los animales y las plantas viven.
En un pequeo poblado vive Thulani con su esposa Dora; a l le gustaba mucho tomar el
sol y no trabajar; uno de sus trabajos era ordear la nica vaca que tenan, pero un da se
cans de hacerlo, y decidi venderla.
Compr un chivo viejo que no le sirvi para nada; slo se coma el maz; su mujer se
enoj y le orden que se deshiciera del chivo.
Thulani se sinti triste, pues ya no podra pasarse los das descansando bajo el sol como lo
haba venido haciendo.
As se pasaba la vida Thulani, comprando y vendiendo animales, y procurando siempre
trabajar lo menos posible, para poder descansar bajo el Sol.
En una ocasin vendi unos gansos y compr semillas, como quera su mujer, pero cuando
comenz a crecer lo que haban sembrado se dieron cuenta de que haban plantado
girasoles y su esposa Dora coment: Esas flores lo nico que hacen es seguir el Sol de la
maana a la noche, igual que t, Thulani.
Finalmente, las plantas que haban sembrado dieron nuevas semillas, y esas semillas
sirvieron para alimentar a las gallinas que Thulani haba comprado, y las gallinas dieron ms
huevos que nunca y a partir de ese momento la vida de Thulani cambi, ya que se dedic a
vender y comprar gallinas, huevos y otros animales tiles; entre ellos una vaca.
Aunque la vida se le haba vuelto a Thulani algo ms ajetreada, el mejor momento era
cuando, despus de ordear a la vaca, se tenda al Sol.
Finalmente, Thulani tambin recibi un regalo especial del Sol, o no?
Dianne Stewart, El regalo del Sol. Mxico, SEP-Colofn, 2005.
179. Quin es la bestia?

Una maana un tigre se encontraba paseando por la selva. Caminaba muy despacio,
moviendo sus patas una tras otra, cuando de pronto se escuch un grito entre los rboles:
La bestia! Vmonos de aqu! Su larga cola sube y baja, y en eso, unos pjaros salieron
volando muy asustados. El tigre, al darse cuenta, sali corriendo de aquel lugar donde
haba una bestia.
Continu su camino y entre los rboles nuevamente se escuch una voz que deca: La
bestia, la bestia! Estoy asustado, veo entre las hojas su lomo con rayas negras y naranja.
Era un changuito que al ver al tigre sali brincando por los rboles. Y, nuevamente, al
escuchar esto, el tigre sali huyendo de la bestia.
El tigre decidi echarse un rato a descansar y, as acostado,
comenz a mover las patas y a juguetear. Cuando de pronto
se escuch una vocecita que deca: La bestia, la bestia! Veo
sus cuatro patas. Era una abeja que en cuanto termin de
decir esto sali volando. Al escuchar aquella vocecita
asustada, el tigre se levant y sali corriendo con miedo de
que aquella bestia lo fuera a atacar.
Se dirigi a un estanque en la selva y, ya en la orilla, escuch
la voz de una ranita que deca: La bestia, la bestia! Veo sus ojos verdes. Apenas escuch
esto el tigre se quedo quieto, con miedo de que si se mova la bestia lo fuera a atacar.
Un rato despus escuch otra voz que deca aterrada: La bestia, la bestia! Veo sus
bigotes, largos y blancos. El tigre retrocedi lentamente y se acerc a la orilla del
estanque. Quiso tomar un poco de agua, pues estaba cansado y sediento de tanto andar
huyendo de aquella bestia a la que todos le tenan miedo.
Mientras tomaba agua, una cabecita se asom y grit: La bestia, la bestia! Tiemblo de
terror. He visto sus garras. Y se sumergi aquel pez gato que haba salido a ver quin
estaba en el estanque.
El tigre se puso muy triste. Volte a todos lados y vio que no haba nadie ms que l. Se
asom al estanque, vio en el agua su reflejo y se pregunt Quin es la bestia? Muy triste
PRIMER GRADO
se contest: No veo a ninguna bestia, slo me veo a m. Yo soy la bestia! Muy triste, se
preguntaba Ser yo la bestia? Despus de un rato de estar pensando se dijo en voz alta:
Regresar. Lo tengo que descubrir. Y as el tigre se dio la vuelta y regres a los lugares
que haba visitado.
Pobre tigre! No saba que l era la bestia. Qu sucedi despus? Volvieron a asustarse todos?
Keith Baker, Quin es la bestia?. Mxico, SEP-Scholastic, 2002
180. No slo las alas sirven para volar

Alguna vez has soado con tener alas para poder volar? Seguro que s. Acaso, no te
gustara ser una bella mariposa y volar entre las flores... cruzar libre, como un pato salvaje,
los cinco continentes formando en escuadrilla con tus mejores amigos, o desafiar al zorro
sin temer a su tamao porque tus alas te permiten volar?
Tener alas es poder subirse a un rbol y, desde lo alto el
mundo mirar.
Pero no todas las alas sirven para volar. Las gallinas las usan
slo para saltar. A las grullas no se les conoce por su vuelo,
sino por su altivez y vistosidad. Y a las garzas por su elegancia.
Incluso los gansos, que saben nadar, adems de volar, prefieren
caminar.
Alas o aletas, qu ms da? Lo importante es navegar, sea por el
aire, sea por el mar.
Y si se tiene imaginacin para poder soar, incluso un ciervo el aire puede surcar, porque
no slo las alas sirven para volar.
Josu Garca, et al. No slo las alas sirven para volar. Mxico, SEP-Mpc Ediciones, 2005
181. El lobo est cansado

El lobo feroz est cansado. De veras!
Ya estoy harto, en todas las historias siempre pasa lo mismo gema. Quin tiene que
correr para atrapar a los cerditos? Yo. Quin tiene que disfrazarse de abuelita para
engaar a caperucita Roja? Yo otra vez. Quin tiene que pelear toda la noche con la
cabrita? Otra vez yo. Ya no puedo ms!
Entonces el lobo feroz tiene una idea. Le saca punta al lpiz con sus colmillos y empieza a
escribir una carta:
Estimada Caperucita Roja, podras venir a mi casa el lunes? Tengo algo importante que
decirte. Firmado: El lobo feroz.
Y despus aade al final de la pagina: Te prometo que no es una trampa.
Y escribe la misma carta a los tres cerditos y a Blanquita, la cabra.
El lunes, el lobo feroz pasea arriba y abajo, nervioso, en la alfombra de su casa, cuando...
toc, toc, toc!
Alguien llama a la puerta.
De prisa, el lobo feroz se arregla el pelo con la garra y carraspea para aclararse la voz,
prepara su mejor sonrisa, abre la puerta y exclama:
Buenos das! pasen, pasen amigos mos.
All estn todos. Caperucita Roja, los tres cerditos y Blanquita. No estn muy tranquilos.
El lobo feroz toma la palabra:
Queridos amigos, quiero decirles algo: ya estoy harto. En todas las historias, siempre soy
yo el malo.
Claro, siempre quieres comernos! dice Caperucita Roja.
Pero no es porque yo sea malo, es porque tengo hambre! responde el lobo.
Preprenme otra cosa para comer y no los molestare ms.
No es mala idea, no habamos cado nunca en ello se dicen los invitados del lobo.
A la maana siguiente; regresan con cestas llenas de comida.
Caperucita roja ofrece al lobo una tarta y un tarrito de mantequilla.
Puag! Demasiado grasiento!, piensa el lobo.
PRIMER GRADO
Los tres cerditos le sirven un plato de bellotas.

Puaf! Demasiado duro!, piensa el lobo.
Blanquita le da una hermosa col.
Es vomitiva!, piensa el lobo.
A m, denme un buen asado o una barbacoa o unas brochetas!
Entonces los invitados se dan cuenta de que el lobo empieza a abrir mucho los ojos y se
relame el hocico... Es hora de salir corriendo!
En un santiamn, Caperucita, los tres cerditos, y Blanquita desaparecen en el bosque.
El lobo feroz se dice que, despus de todo, un poco de ejercicio le sentar bien.
Y se calza sus zapatos para correr silbando una cancin:
Sal al bosque a pasear, cuando el lobo no est...
Qu va a hacer el lobo? Qu se imaginan?
Bertrand Fichou, El lobo est cansado en El gran libro del lobo feroz. Mxico, SEP-Juventud, 2006.
182. La princesa Casilda, I

Hoy, maana y pasado maana vamos a leer una misma historia, as que hay que poner atencin para
seguirla.
En el planeta Rabicn los nios iban a una escuela ms o menos como sta de ustedes.
Como a ustedes, a ellos les encantaba ir, pues los maestros enseaban cosas entretenidas
y en los recreos el patio era un buen lugar para jugar.
Pero entre los nios de Rabicn, haba una nia que no poda jugar ni disfrutar como los
dems. Esa nia era Casilda, la hija del rey, que estaba obligada a aprender infinidad de
cosas que no le gustaban para nada, como cocinar, tocar el piano, entender los idiomas
que se hablaban en los planetas cercanos a Rabicn...
Cuando Casilda protestaba, el rey, su padre, se pona de muy mal humor.
-Casilda!, ya te he explicado miles de veces que algn da tendrs que casarte con un
prncipe y reinar en algn planeta. As que tienes que conocer diferentes idiomas.
-Pero, pap, por qu tengo que cocinar y aprender buenos modales?

-Silencio! No me discutas! Una princesa debe estar bien educada, saber tocar el piano y
aprender a comportarse como una reina.
Pobre Casilda! No tena ms remedio que callarse y obedecer, mientras miraba por los
balcones del castillo cmo los dems nios saltaban y corran por el patio de la escuela, y
vea, muy enojada, cmo su hermano Julin estudiaba matemticas y aprenda a montar a
caballo y a navegar por el ro.
-No s por qu tengo que estar aburrida todo el da; encerrada en el castillo, sin poder
jugar con mis amigos!
Cuando terminaban las clases en la escuela, Juana se acercaba al castillo y llamaba a su
amiga para jugar juntas un rato.
-Casilda! Casilda! Baja corriendo, tengo mucha prisa para llegar a mi casa.
-Qu pasa, Juana? -contestaba Casilda, bajando de tres en tres las escaleras del castilloQu escndalo ests haciendo!
-Tengo que llegar pronto a la casa para ayudar a mis padres a terminar un ropero que van
a presentar en la feria.
-Un ropero? -pregunt Casilda, mientras las dos amigas caminaban juntas- T sabes
hacer armarios?
-Claro que s! Es muy divertido. El mes que viene hay una gran feria y vendr mucha
gente para ver los muebles que hacemos. Mis padres son muy buenos carpinteros, sabes?,
y llevarn a la feria un armario que ya est casi terminado.
-Puedo ayudarlos? Me encantara aprender.
-Claro que s! -contest muy contenta Juana- Ya vers que la pasaremos muy bien!
Y las dos amigas salieron corriendo.
Muy bien, maana seguiremos con la historia de Casilda, as que no vayan a olvidar lo que lemos hoy.
Patricia Barbadillo, La princesa Casilda en Rabicn. Mxico, SEP-SM, 2002.
PRIMER GRADO
183. La princesa Casilda, II

Acurdense de lo que lemos ayer. La princesa Casilda se aburre de estar encerrada todo el da en el
castillo de su padre, el rey. Pero un da se va con su amiga Juana para ayudarla a hacer un ropero.
Casilda muy pronto aprendi a pegar, a lijar, a clavar, a decorar y a dibujar la madera. A
partir de aquel da todas las tardes, despus de que Juana iba a la escuela, la acompaaba a
su casa.
Cada da me hace ms feliz hacer muebles le contaba a su amiga. Me gustara hacer
sillas, mesas, miles de cosas preciosas; pintara de muchos colores la madera para alegrar
las casas de la gente... Casilda se quedaba ensimismada, pensando y pensando...
_Y, por qu no lo haces? pregunto Juana.
Yo? No sabes lo que dices. Mi padre nunca me dejara; quiere que aprenda cosas
aburridsimas, pues cuando sea mayor me tendr que casar con un prncipe y ser reina
contest Casilda con una cara bien triste.
De todas formas podras intentarlo sin que el rey se entere.
Y cmo? Dnde encontrara un lugar para trabajar?
Mis padres seguro te dejarn su taller y te darn madera, y todas las herramientas
necesarias.
Ests segura? pregunt Casilda ms animada.
Claro! Y podrs estar en la feria. Al darse cuenta de lo importante que es para ti la
carpintera, tu padre no tendr ms remedio que dejarte hacer muebles.
Es buena idea, pero la feria ya ser dentro de una semana y no me dar tiempo a tener
algo terminado.
Te ayudaremos todos. Avisar a mis amigos y ya vers que habr tiempo suficiente.
Juana seleccionaba las tablas ms bonitas.
Su hermano Julin se dedic a entretener al rey para que no sospechara nada, para que no
se diera cuenta de la ausencia de Casilda por las tardes.
Casilda decidi que quera hacer un silln enjoyado. El ms hermoso silln que jams se
hubiera hecho.
Lograr su propsito Casilda? Cmo reaccionar el rey cuando se entere de todo este asunto?
Patricia Barbadillo, La princesa Casilda en Rabicn. Mxico, SEP-SM, 2002
184. La princesa Casilda, III
Hoy terminaremos con la historia de Casilda. El rey no sabe que su hija, por las tardes, se convierte en
carpintera.
Finalmente lleg el gran da. Los padres de Juana haban llevado el silln; as que, cuando la
feria se inaugur, ya estaba reluciendo bajo el sol, con centenares de piedras incrustadas
que brillaban alegremente y provocaban la admiracin de todo el que pasaba.
Quin hizo este silln? se preguntaban los visitantes Se ve que es un artesano
formidable.
La llegada del rey a la feria se anunci con un fuerte toque de trompetas.
El rey avanzaba poco a poco, felicitando a los carpinteros, hasta que lleg el lugar donde
se encontraba el silln de Casilda.
Qu maravilloso silln! Quin es el artesano que lo hizo? Quisiera comprrselo y
felicitarlo por su trabajo.
Majestad explic el padre de Juana, el artesano que ha realizado esta maravilla quisiera
regalrsela, pero con una condicin.
Cul es esa condicin? contest el rey, cada vez ms encaprichado con el silln.
Que lo deje instalarse en Rabicn, y que le d su palabra de que podr trabajar como
carpintero.
Concedido, concedido! Contest el rey. Quiero conocerlo. Dnde est? Quin es?
Se produjo un gran silencio. Todo el mundo quera conocer al gran artista. Casilda avanz
unos pasos, pero el rey ni se fij; segua mirando hacia todos lados.
Quin es? Por qu no se acerca? Su peticin est concedida.
Pap... susurr Casilda.
Qu pasa, Casilda? Qu quieres? respondi su padre.
Es que, mira, ese silln... tartamudeaba la nia asustada, imaginndose el regao de su
padre resulta que ese silln lo hice yo.
T? Pero qu dices, nia? Cmo que t lo hiciste? Me quieres tomar el pelo? grit el
rey, ya rojo de lo enojado que estaba.
S, yo lo hice. Verdad que est bonito?
PRIMER GRADO
Pero t tenas que estar estudiando! Me has engaado, me has visto la cara. Y tus clases
de idiomas, de buenos modales, de cocina?
Majestad intervino el padre de Juana, Casilda es una magnifica carpintera y lo ha
demostrado; usted prometi que...
S, s, ya lo s refunfuo el rey. Y si lo promet, as ser.
Hurra! Bravo! gritaron los nios.
Bravo! Muy bien! aplaudi la gente.
Y as fue como el rey consinti que Casilda se pasara el da amontonando viruta, pegando
patas, aserrando tablas... Lo cierto es que, conforme pasaban los das, el rey se senta cada
vez ms orgulloso de la habilidad de su hija. De todos los planetas cercanos a Rabicn
vena gente para admirar los muebles de la princesa. Y yo que los vi, les aseguro que
nunca, nunca he contemplado roperos, sillas ni mesas tan bellos...
As termina la historia de Casilda, la princesa-carpintera.
Patricia Barbadillo, La princesa Casilda en Rabicn. Mxico, SEP-SM, 2002
185. Hermano de los osos

Otra vez tenemos una historia que vamos a leer en dos partes. La de un muchacho que estaba solo en el
mundo y quera compaa. Todos necesitamos amigos y parientes que nos acompaen.
En tiempos muy lejanos, cuando los animales todava hablaban el lenguaje de los hombres,
viva en el territorio de los indios un muchacho que pensaba que nadie lo quera porque
era muy torpe.
No poda trepar a los rboles tan bien como los otros muchachos del poblado.
Tampoco saba nadar ni bucear muy bien, y en las carreras siempre era el ltimo.
Los padres del muchacho murieron cuando l era pequeo.
No haba nadie para cuidarlo, salvo su to, que era el mejor cazador del pueblo.
El muchacho deseaba convertirse tambin en un buen cazador. Cuando su to lo llev con

l a cazar, para ensearle cmo moverse sin hacer ruido, pis una rama seca, que se
parti y les delat.
Este muchacho nunca llegar a ser un buen cazador, se dijo el to, y ya no lo llev con l
cuando iba a cazar.
El muchacho se habra quedado muchas veces sin comer, de no ser por la nia de la
cabaa de al lado, que le llevaba comida.
Un da el to le dijo:
Ven conmigo a cazar.
El muchacho estaba feliz:
De verdad quieres llevarme? pregunt.
S dijo el to. Vamos!
Y marcharon hacia el bosque. El muchacho se esforz mucho en caminar tan
silenciosamente como su to. Pero siempre que haba una rama seca, la pisaba, a pesar del
cuidado que pona en no hacerlo.
El to no dijo ni una palabra y sigui caminando, adentrndose en el bosque. Cuando ya
haban caminado tanto que el muchacho no sabra encontrar el camino de regreso al
poblado, dijo el to:
Qudate aqu y esprame.
El muchacho se sent en el musgo y esper. Lleg la tarde. Lleg la noche. Bajo los
rboles se hizo aun ms oscuro. El to no regres.
Mi to me ha trado tan lejos se dijo el muchacho para que no pueda encontrar el
camino de regreso. No quiere tenerme en su cabaa. Nunca tuve amigos, pero ahora
necesito uno.
Y grit muy fuerte:
Estoy solo, no tengo amigos! Hay alguien que quiera ser mi amigo?
Lo grit una y otra vez.
Como nadie contestaba, se tumb en el musgo deseando morir.
Pobre muchacho! Esta historia parece bastante triste. Espero que maana se componga. Qu creen
ustedes?
Kthe Recheis, Hermano de los osos. Mxico SEP-Anaya, 2002.
PRIMER GRADO
186. Hermano de los osos, II
Se acuerdan del muchacho que estaba tan solo en el mundo que se dej caer en el musgo deseando
morir? Eso lo lemos ayer. Ahora vamos a ver qu sucedi.
De repente el muchacho escuch correr muchas patas. Se incorpor y pens que soaba.
Todos los animales del bosque, desde el pequeo ratn hasta el gran oso y el majestuoso
alce, se haban reunido a su alrededor.
Est muy solo chill el ratn; no tiene ningn amigo. Eso no puede ser. Todo el mundo
debera tener un amigo. Queremos ser sus amigos?
S! dijeron los animales. Claro que queremos! Uno de nosotros debe adoptarlo.
Quin quiere hacerlo?
Yo, yo, yo! gritaron los animales.
As no funciona gru la osa. Cada uno debe explicar dnde y cmo vive. Despus
dejaremos que el muchacho elija.
De acuerdo! contest el ratn. Empezare yo. Nosotros los ratones excavamos
tneles en la tierra. Ah abajo est oscuro pero es acogedor. Para comer hay suficiente:
semillas, races..., todo lo que quieras.
Ratn dijo el muchacho, me gustara ser tu hijo, pero soy demasiado grande para tus
tneles.
Ven con nosotros! dijo la nutria. Nadie sabe nadar y bucear tan bien como nosotros.
Pescamos peces y cangrejos y jugamos unos con otros.
Nutria dijo el muchacho, me gustara ser tu hijo, pero no s bucear ni nadar tan bien
como ustedes.
Ven con nosotros! dijo el castor. Los castores cortamos rboles y comemos su
corteza. Nuestra madriguera se encuentra en el centro del lago. Est caliente hasta en
invierno.
Castor dijo el muchacho, me gustara ser tu hijo, pero no puedo cortar rboles ni
comer cortezas.
Ven con nosotros! dijo la ardilla Las nueces y las races te gustarn. Trepamos a los
rboles y saltamos de rama en rama. Ya vers qu bonito es.
S, sera bonito dijo el muchacho, pero no puedo trepar bien ni saltar de rama en
rama.
Ven con nosotros! dijo el lobo. Nadie camina tan calladamente como nosotros. Con
nuestro fino olfato olemos cada presa. Qu emocionante es cazar en manada! Te gustar.
S dijo el muchacho, eso me gustara. Pero no s andar silenciosamente.
Ven con nosotros! dijo el alce. Somos grandes y fuertes y te protegeremos.
Ven con nosotros! dijeron los linces y los gatos salvajes.
La liebre y el conejo, la marta y el mapache, todos los animales le preguntaron al
muchacho si quera vivir con ellos.
La osa fue la ltima que habl:
Ven con nosotros! dijo. Paseamos por el bosque, nos alimentamos de bayas y
sabrosas races. Yo tengo dos pequeos en mi cueva con los que puedes jugar. Y cuando
haga fro, mi piel te calentar.
S, mam osa dijo el muchacho, quiero ser tu hijo y el hermano de tus cachorros.
Pens que no tena ningn amigo y ahora tengo muchos!
Qu bonito final! Y a ustedes, con quin les gustara vivir?
Kthe Recheis, Hermano de los osos. Mxico SEP-Anaya, 2002.
187. Qu es el azcar
Un da, un nio que estaba celebrando su cumpleaos sopl con todas sus fuerzas y apag
con un solo soplido todas las velas del pastel. Y su madre le dijo: Ayer me pas todo el
da haciendo tu pastel y hoy, en un momento, nos lo comimos todo.
Es que somos un poco golosos coment el abuelo Qu haramos si no tuvisemos
azcar?
Por qu? pregunt Beatriz, la hermana menor.
No sabes que sin azcar no podramos hacer golosinas? Y no encontraramos sabrosos
los helados, ni los flanes, ni los turrones...
El abuelo pregunt al hermano mayor:
PRIMER GRADO
Oriol, sabes de dnde viene el azcar?

S, de la caa de azcar, o del betabel.
Y el padre aadi:
Hay vegetales que contienen azcar. Y tambin la leche y la miel. Pero en poca cantidad.
Y no es igual al que conocen. Es otra clase de azcar. El azcar es un alimento muy
importante. Da energa y calor. A nosotros nos conviene tomarlo mucho. Si van de
excursin, lleven siempre terrones de azcar o caramelos. Cmanlos si estn fatigados.
Pronto se sentirn fortalecidos.
Amelia Benet, Qu es el azcar. Mxico, SEPTeide, 1980.
188. Suena Mxico

Ayer tuve fiebre a la noche y hoy no fui a la escuela.
Desde la ventana de mi casa todo el da oigo Mxico que suena.
Antes del desayuno, a la maana suena el seor que recoge la basura, la campana Tiln,
Tiln
(y sali mi padre corriendo para ver si lo alcanza).
Despus vino el agua para beber de la garrafa.
Se oy el gaaaaas para calentar el agua.
El afilador de cuchillos y tijeras toc su flauta.
Lleg un camin con fruta y se qued un rato en la esquina:
Llveese a diez pesoos la bolsa, seooraaa, de naranjaass, a diez pesoos el kiloo de
pltanooo, el kiiiloo de tomatees, le traeeemos, esta veeez a su casaaa, la papaaaya
a doce peeesooos.
Por la tarde suena la bocina y yo ya s que viene el chavo del pan dulce en su bicicleta con
corbatas y cuernitos y teleras. BBIIP,
BBIIPP.
El seor de los tamales no se puede confundir porque canta tamaleees calientiiitooos,
oaxaqueeeooos, pero yo ya cen y me voy a dormir.
A lo noche de repente se oye el silbido del camote dulce del camotero: nos asusta y
despierta al beb y al perro.
Lo que ms me gusta de todo es a la hora de la siesta, cuando pasan tocando el tambor y la
trompeta y mi mam y yo les echamos una moneda.
Annuska Angulo Suena Mxico. Mxico, SEP-Roco Mireles Gavito, 2006.
189. Historia de un pjaro bobo

Hola! Soy un pjaro bobo de patas azules.
Me dicen bobo porque piensan que soy muy torpe para aterrizar y porque dicen que soy
muy fcil de atrapar, pero eso no es verdad, simplemente es que no soy miedoso.
Vivo en una isla. Esta isla era un volcn que naci en medio del mar. Ahora el volcn
est extinto, por eso muchas aves decidimos mudarnos de aqu.
Cuando era yo un pollo no tena las patas azules, pero com
todos los peces que mis paps me servan, por eso, ahora soy un
bobo muy sano con patas azules.
Estoy buscando una bonita boba que quiera hacer un nido
conmigo.
Para que me volteen a ver, les chiflo cuando pasan.
Los bobos machos le declaramos nuestro amor a las hembras bailndoles una danza.
Es una danza muy especial.
Primero extendemos las alas, alzamos una pata, mientras levantamos hacia el cielo la
cabeza y la cola. Al mismo tiempo les entonamos un suave silbido.
Cuando la hembra nos acepta, construimos juntos un nido sobre el suelo para formar
una familia de bobos. Generalmente ponemos dos huevos, de los que salen unos pollos
muy lindos.
Los dos paps cuidamos mucho a nuestros hijos, por eso cuando hay que darles de
comer, uno se va a pescar, mientras el otro se queda en sus nido.
Martha, Salazar. Historia de un pjaro bobo. Mxico SEP-Pluralia, 2006.
PRIMER GRADO
190. Algo de nada

Cuando Joseph era muy pequeo, su abuelo, que era un sastre, le hizo una preciosa manta
para que durmiese calientito y para ahuyentar los malos sueos.
Pero pas el tiempo para Joseph, y tambin para su preciosa
manta.
Un da su mam le dijo:Mira tu manta, Joseph. Est vieja y
deshilachada. Est impresentable. Es hora de tirarla.
El abuelo la arreglar dijo Joseph.
El abuelo de Joseph mir la manta de arriba abajo, le dio vueltas al
derecho y al revs.
Hmm dijo, mientras haca con las tijeras tris, tris, tras, y daba puntadas con la aguja por aqu y
por all. Aqu hay suficiente material para hacer una preciosa chamarra.
Joseph se la puso enseguida y sali a la calle a jugar.
Pero pas el tiempo para Joseph, y tambin para su preciosa chamarra.
Un da su mam le dijo: Mira tu chaqueta, Joseph. Has crecido y ya te queda chica. Es hora de
tirarla.
El abuelo la arreglar dijo Joseph.
El abuelo de Joseph mir la chaqueta de arriba abajo, le dio vueltas al derecho y al revs
Hmm dijo, mientras haca con las tijeras tris, tris, tras, y daba puntadas con la aguja por aqu y
por all-. Aqu hay suficiente material para hacer...
Qu habr hecho el abuelo? En qu puede convertir la chamarra? No se los voy a decir. Hay que buscar
el libro para averiguarlo.
Phoebe Gilman, Algo de nada. Mxico, SEP-Scholastic, 2003.
191. El da que naciste

Nunca olvidar el momento en que naciste. Primero sali la cabecita cubierta de hmedo
cabello. Despus sali el resto de tu mojado y resbaladizo cuerpo y la comadrona te
sujet con las dos manos.
Soltaste un grito muy fuerte... Pareca increble que una persona tan chiquita pudiera gritar
tan fuerte.
T y yo an estbamos unidas por un largo cordn. Durante los nueve meses que pasaron
antes de que nacieras, la comida y el aire viajaron de mi cuerpo al tuyo por aquel cordn.
Ahora ya no lo necesitabas.
Por eso la comadrona le puso una pinza y lo cort con unas tijeras. No nos doli nada.
Alargu las manos hacia ti y la comadrona te dej en mis brazos.
Pap te bes la cabeza y yo te bes la mejilla. Abriste los ojitos y me miraste un rato.
Poco despus, el doctor te ech un buen vistazo y nos dijo que estabas muy sana
guapsima.
Pap te abraz. Estabas muy graciosa y tranquila, en brazos de pap. Tu dedo pulgar se
desliz hacia tu boca y te pusiste a chuparlo. Pronto se te empezaron a cerrar los ojos.
Nacer no te debi de resultar nada fcil... ver la luz, or nuevos sonidos, sentir el aire... No
es raro que estuvieras cansada.
Mientras dormas, entraron nuestros mejores amigos con un osito de peluche para ti. Tu
ta abuela se present con un triciclo rojo. Tu prima te llev un dibujo de su perro. Y tu
to no par de sacarte fotos.
Todos se alegraron de conocerte!
De repente te despertaste y empezaste a llorar. Yo te tom en mis brazos. Pens que no
ibas a parar nunca!
Pero, mientras yo te acariciaba, respiraste hondo... te callaste y empezaste a mamar.
Hacas unos ruiditos muy graciosos!
Cuando terminaste de mamar, te sostuve sobre mi hombro y te di unas palmaditas en la
espalda.
Entonces soltaste un eructo muy fuerte!
PRIMER GRADO
Por la tarde vinieron los abuelos. Te hablaron de todas las cosas bonitas que haran
contigo... ir al cine, comer helados, colorear dibujos, construir castillos de arena y volar
papalotes.
Aunque no tenas ni siquiera un da de vida, les encant hablar contigo.
Aquella noche, pap rode tu manita con aquella mano suya tan grandota y t le agarraste
un dedo con una fuerza tremenda.
Despus pap se qued dormido y t tambin, sin soltar su
dedo.
Te mir acurrucada entre pap y yo, les di un beso a los dos.
Me daba la sensacin de que te conoca de toda la vida.
Pdeles a tus paps que te cuenten cmo fue el da en que naciste.
Robie H. Harris, El da que naciste. Mxico, SEP-Serres-Ocano, 2004
192. Penlope y los monstruos

Penlope es una pequea con graves problemas a la hora de dormir: aparecen monstruos
de todo tipo en su habitacin. Por si fuera poco, su padre no cree que existan esos seres.
As que para evitar su aparicin, ella promete que no se dormir ni en un milln de
billones de aos.
Al salir su padre de la habitacin los primeros que aparecen son los gnomos, escondidos
en la cmoda. Pap regresa y, luego de una exhaustiva bsqueda, no los encuentra.
A ellos siguen los duendes, ocultos en el closet, que tampoco son encontrados.
Enseguida aparecen los gigantes debajo de la cama, lo cual colma la paciencia de su pap,
que slo le ordena dormir desde el pasillo.
Ante esta falta de apoyo, hacen estragos en la cama, la cmoda y el closet, todos los
monstruos juntos.
Hasta que Penlope se enfada, se arma de valor y dice Basta! Y los hace salir de su
cuarto.
Los monstruos, al ver que ya no causan el efecto deseado, se retiran sin siquiera
despedirse, pero no se van del hogar; nicamente se mudan... al cuarto del pap, quien
ahora oye ruidos en su recmara.
Sheri Radford, Penlope y los monstruos. Mxico, SEP-Cordillera de los Andes, 2006.
193. Si le das una galletita a un ratn

Si le das una galletita a un ratn, te pedir un vaso de leche. Una vez que le hayas dado el
vaso de leche, posiblemente te pedir un helado. Cuando haya terminado, te pedir una
servilleta.
Despus, querr mirarse en un espejo para asegurarse de que no tiene leche en el bigote.
Al mirarse en el espejo, se dar cuenta de que necesita cortarse
el pelo. As que posiblemente te pedir unas tijeritas.
Cuando se haya cortado el pelo, querr una escoba para barrer
el piso. Comenzar a barrer.
Se entusiasmar tanto, que terminar barriendo todas las
habitaciones de la casa. Incluso, hasta lavar los pisos.
Una vez que haya terminado, probablemente querr dormir la
siesta.
Tendrs que prepararle una cajita con almohada y colcha. Se acomodar en la cama, y
sacudir la almohada varias veces.
Posiblemente, te pedir que le leas un cuento. Le leers un cuento de tus libros y te
pedir que le ensees los dibujos. Al ver los dibujos, le gustarn tanto que l tambin
querr dibujar. Te pedir papel y lpices de colores. Har un dibujo.
Cuando haya terminado el dibujo, querr firmarlo con una pluma. Entonces, querr pegar
el dibujo en la puerta del refrigerador. Y para eso necesitar cinta adhesiva. Pegar el
dibujo y dar unos pasos hacia atrs, para verlo mejor.
Al ver el refrigerador se acordar de que tiene sed. As que... te pedir una galletita.
Laura Joffe Numeroff, Si le das una galletita a un ratn. Mxico, SEP-Scholastic, 2002.
PRIMER GRADO
194. El papalote y el nopal

Adis, adis, le dijo a la lagartija; Adis, le dijo a las flores, Me voy a conocer el
mundo. Subi agitando su cola en seal de despedida. Adis, le grit a un gorrin
mientras segua volando.
Mir hacia abajo y vio todo tan pequeo: las plantas y las flores se haban convertido en
manchones verdes, a veces salpicados de puntos como confeti. El diminuto sonido de las
campnulas, el aleteo de las mariposas, todo se perdi all lejos, mientras el papalote se
elevaba. Un zumbido enorme cort el aire.
Alarmado, el papalote busc la causa: un guila pas rozando cerca, muy cerca de l; su ala
toc la cauda y estuvo a punto de arrancrsela. De la que me he salvado dijo el
papalote, el guila no slo me habra dejado sin mi cola, sino que tambin habra rasgado
mi hermoso cuerpo.
Poco a poco, el papalote fue adquiriendo valor para gozar el rapidsimo viaje por las
alturas. Cada vez ms alto, suspir: Quiero llegar hasta las nubes, hasta donde el guila no
pueda hacerlo. Entonces ser ms fuerte.
Abajo ya no se distinguan los puntos de colores entre las manchas verdes. Desde esa
altura jams habra credo que existieran mariposas o flores o lagartijas que, ansiosas,
esperaban los rayos del sol.
Sigui volando y el cielo se asomaba en trocitos, por huecos como ventanas, entre la
blanca espuma de las nubes. El papalote empez a temblar de gusto. Estaba a punto de
llegar. Al fin se acerc a una nube y se meti en ella.
De pronto sucedi algo muy raro: pareca que se hubiera olvidado de volar. Qu me
sucede? se pregunt asustadsimo me estoy cayendo.
El papalote, empapado con las gotas de lluvia de la nube, se hizo tan pesado que se
desplomaba.
Caa... caa... caa... sin remedio sobre una gran mancha de color caf. Alcanz a ver un
pjaro que desapareci; no vio a nadie ms y por fin acab por derrumbarse.
Aline Pettersson, El papalote y el nopal. SEP-Santillana, 2006.
195. Los fantasmas en mi cuarto

Cuando llega la noche
Y yo siento que a mi lado
El abrigo es un GIGANTE
hay un tigre agazapado.
que me mira fijamente.

Veo bichos en cada esquina
El sombrero y la sombrilla
y mi llanto se aproxima
son un OGRO en una silla.

Cierro mis ojos
El florero con la rosa
y oigo sus pasos
es una araa PAVOROSA.

S que ya estn ac
El armario, un ELEFANTE
y llamo a mi MAM
que se acerca amenazante.

Ella llega presurosa
Y la luna en la ventana
y su cara primorosa
es un monstruo que me LLAMA.
aleja monstruos, bichos, miedos

y deja slo AMOR alrededor.
Celso, Romn Los fantasmas en mi cuarto. Mxico SEP-Santillana, 2008.
PRIMER GRADO
196. Querida Abuelita

Vamos a leer dos cartas. Una de Carlos a su abuelita, y la otra, lo que su abuelita le contesta. A veces
escribir una carta es la manera de comunicarnos con alguien que est lejos. Pero tambin se le puede
escribir a los abuelos aunque vivan en la misma casa que uno.
Querida abuelita:
La casa nueva est bonita, pero todava no tenemos cortinas.
Cuando me fui a dormir, mi mam tuvo que colgar una sbana.
Te extrao mucho.
Te quiere,
Carlos.
M querido Carlos:
Despus de ver el plano de tu casa creo que debe estar preciosa.
Te estoy haciendo unas cortinas para tu cuarto.
Te quiere mucho,
Tu abuelita
P.D. Yo tambin te extrao muchsimo.
Claro que ahora nos comunicamos por telgrafo, por telfono, por celular, por correos electrnicos... Pero
escribir una carta es algo especial. Uno tiene ms tiempo para decir las cosas con ms cuidado, con ms
detalle. Quin me escribe una carta? Pueden dictarla, por supuesto.
Avelyn Davidson, Querida abuelita. Mxico, SEP-McGraw Hill, 2003.
197. Me gusta leer

Me gusta leer de todo y en todas partes.
Libros y revistas de ciencia y de aventuras, historietas con
hroes y villanos, algunas noticias del peridico, cuentos,
poesas, recetas de cocina, folletos, anuncios, papelitos,
cartas de amor, y mensajes con secretos.
Por eso leo en el camin rumbo a la escuela, en vacaciones,
en los juegos del parque, en todos los rincones de mi casa,
Y hasta a escondidas en el saln de clases.
Aqu nadie tiene que leer a escondidas. Porque todos los das, para leer mejor da con da, dedicamos
veinte minutos a la lectura, adems de estos breves minutos en que siempre leemos para comenzar bien
el da.
Liliana Santirso y Leonid Nepomniachi, Me gusta leer. Mxico, SEP-Amaquemecan, 1992.
198. El caldo de pollo de la abuela

De todos los remedios que la gente ha intentado durante miles de aos para ayudar a la
gente con gripa a sentirse mejor, resulta que el caldo de pollo posiblemente sea el mejor.
La gente lo ha usado como medicina desde hace muchsimos aos.
Los doctores saben que beber muchos lquidos ayuda en una gripa, y saben que los
lquidos calientes actan como una fiebre que eleva la temperatura de tu cuerpo y frena al
virus. Pero el caldo de pollo parece ayudar incluso ms que eso y los doctores no saben
explicar por qu.
En un experimento, los investigadores le dieron a un grupo de enfermos de gripa, mucha
agua fra. Al segundo grupo le dieron la misma cantidad de agua caliente, y al tercer grupo,
caldo de pollo caliente. La gente que tom el caldo de pollo se alivi de muchos de los
sntomas de la gripa, especialmente la congestin, que las de los otros grupos.
Trudee Romanek, El caldo de pollo de la abuela en Achuuu! .Mxico, SEP-Planeta Mexicana. 2007.
PRIMER GRADO
199. Oscuro, muy oscuro

Haba una vez una llanura oscura, muy oscura.
En esa llanura haba un bosque oscuro, muy oscuro.
En ese bosque haba una casa oscura, muy oscura.
En esa casa haba una oscura puerta, muy oscura.
Tras esa puerta haba un oscuro vestbulo, muy oscuro.
En ese vestbulo haba unas escaleras oscuras, muy oscuras.
Al subir esas escaleras haba un pasillo oscuro, muy oscuro.
Al final de ese pasillo haba una cortina oscura, muy oscura.
Tras esa cortina haba una habitacin oscura, muy oscura.
En esa habitacin haba un armario oscuro, muy oscuro.
En ese armario haba un rincn oscuro, muy oscuro.
En ese rincn haba una caja oscura, muy oscura.
Y en esa caja haba un ratn, muerto de miedo!
Ruth Brown, Oscuro, muy oscuro. Mxico, SEP Ocano, 2007.
200. Mi abuelo es poeta

Un poeta es una persona que juega con las palabras como si fueran piezas de un
rompecabezas.
O como si fueran clips, o papelitos de colores o plastilina.
Un poeta toma en sus manos las palabras, las junta y les da forma. Y construye figuras muy
bonitas.
O a veces logra que las palabras juntas suelten msica. O que suenen chistoso.
Esto no lo puede hacer cualquiera. Slo los poetas.
Por eso, estoy muy orgullosa de mi abuelo, porque es poeta y puede hacer que las
palabras huelan a fresas, o que arrojen chispas o te enseen los dientes.
La semana pasada, por ejemplo, para que me durmiera, me regal un poema chiquito, de
tres palabras.
Arrullo
de mar
Me dej el poema en el bur y apag la luz. En un ratito empec a or las olas, el viento,
las gaviotas, la noche quietecita. Y me qued dormida bien pronto.
Too Malpica, Mi abuelo es poeta. Mxico, SEP-Progreso, 2007.
201. La importancia de los zapatos

Usted seguro sabe que los zapatos generalmente se venden en una zapatera (pero
tambin se pueden encontrar en muchas otras tiendas).
Pues bien, si se asoma a una de ellas podr darse cuenta que los zapatos vienen de dos en
dos, y que los hay de todos tipos: zapatos, zapatillas, de agujetas, de tacn, de piel, de tela,
pantuflas, botas, sandalias.
A todos se les conoce como zapatos.
Djeme platicarle que, a pesar de haber hecho una profunda investigacin, no pudimos dar
con el inventor del zapato.
Buscamos en libros, preguntamos a los viejos ms viejitos y nadie sabe quin los invent.
Cuando se les pregunt a los viejos ms viejitos ellos buscaban en su mente, miraban al
cielo, se rascaban la barbilla y soltaban un em. mm. no, no recuerdo el nombre, pero
s la historia del hombre que usaba un solo zapato.
PRIMER GRADO
Otros dijeron que fue un famoso seor Zapata.

Algunos me contaron alguna leyenda.
Yo creo que en realidad sucedi lo siguiente:
El hombre, hace muchsimos aos (cuando dej de ser todo peludo), sinti fro en sus pies
y al caminar descalzo por todos lados siempre traa los pies bien sucios, as que para no
tener que baarse a diario tom la decisin de cubrirlos con algo. Y claro, as los protega.
Se inventaron as distintos tipos de zapatos segn el clima en que se habitara.
Desde entonces los zapatos siguen siendo lo mismo: vienen de dos en dos, tienen suela,
muchos son de piel y tienen algo para sujetarlos al pie o al tobillo.
Despus, con el paso del tiempo, el hombre descubri que los zapatos servan para
muchas cosas ms:
Para ser ms alto.
Para bailar como estrella de cine, para subir montaas, para reconocer a un payaso, para
jugar ftbol y meter un golazo.
Los zapatos sirven para quitrselos y andar descalzo.
Los zapatos nos llevan. Con ellos podemos llegar casi a cualquier lugar. Los zapatos sirven
para ser minero, para brincar en los charcos. hasta para ir al Banco. Acaso has visto a
alguien descalzo ah?
Gracias a los zapatos existen los zapateros que se especializan en cuidarlos.
Y gracias a los zapatos existen y tiene trabajo los boleros.
Pero a m me gustan los zapatos porque con ellos puestos
no me tengo que baar a diario.
Gerardo Suzn, La importancia de los zapatos. Mxico, SEP-Nostra, 2007.
202. Romeo y Julieta

Haba una vez un enorme elefante, grande como una montaa: su nombre era Romeo y
era feliz.
Bueno, casi
Solamente tena un pequeo problema. Un problemita de nada, pero que le molestaba
mucho.
Era tmido, muy, muy tmido. Por nada se pona rojo, se ruborizaba de la cabeza a los pies.
Era terriblemente molesto. Sus amigos le llamaban Tomate y eso le haca enrojecer an
ms. A su alrededor vea al flamenco rosa, la cebra blanca y negra, la jirafa amarilla y el
cocodrilo verde. Eso era normal.
Pero un elefante rojo, eso es ridculo! Un elefante siempre es de color gris.
Haba adoptado la costumbre de salir cuando la sombra pinta de negro todos los colores
y viste las formas de misterio.
En uno de los paseos nocturnos, escuch una vocecita que le susurraba en las orejas: Eh,
despistado, vigila dnde pisas. No ests solo en el mundo. A m tambin me gusta la calma
de la noche.
Las nubes se alejaron y la luna aclar la escena. Hola, me llamo Julieta, y t?
Yo, Romeo, pero todos me llaman Tomate porque me ruborizo constantemente
Romeo es un nombre muy bonito y el rojo es mi color preferido. As ests muy bien.
Romeo estaba encantado: nunca le haban hablado as.
Se senta ligero como una pluma. La vida era bella.
Llvame a ver el ocano, dijo Julieta.
Con tus enormes patas, seguro que no est lejos!.
Contemplaron el continuo movimiento de las olas que mueren en la orilla de la playa. All
donde abarcaba su vista se extenda un enorme tapiz azul. Se quedaron largo tiempo
fascinados por la infinita lnea del horizonte.
Ves, el cielo, a veces, tambin es rojo, dijo Julieta.
Estoy muy bien contigo, suspir Romeo.
Yo tambin, le confes Julieta.
PRIMER GRADO
Romeo estaba impaciente de ver a los suyos para contarles su

dicha.
Salud, Tomate!, gritaron los elefantes a coro.
Romeo empez a enrojecer, enrojecer, enrojecer
Hola!, dijo Julieta muy educadamente.
Ahhh Una ratita, gritaron los elefantes verdes de miedo.
Parecen un grupo de ensaladas, pens Julieta.
As fue como Romeo reencontr el placer de pasearse tranquilamente al sol.
Por supuesto todava se ruborizaba a menudo, pero saba que era encantador.
Julieta y Romeo todava dan numerosos paseos a la luz de la luna. Nunca se separan
porque estn muy bien juntos. As de simple.
Mario Ramos, Romeo y Julieta. Mxico, SEP-Celistia, 2006
203. Mis manos

Cu cu!
Juegas con los dedos?
Cuentas con los dedos?
Si lo haces, sabes lo mismo que s yo.
Tengo dos manos.
Una mano izquierda y una mano derecha.
Cada mano tiene cinco dedos.
Cada dedo tiene un nombre.
Se llaman:
Pulgar
ndice
Medio
Anular
Meique
El pulgar es el dedo ms gordo.
El ndice es el que seala.

El medio es el dedo ms largo.
El anular es el que lleva los anillos.
El meique es el ms pequeo de todos.
Algunos lo llaman tambin auricular.
Cada dedo tiene una ua. La ua protege el dedo. Con las uas puedo recoger cosas muy
pequeas.
Junto las manos. Los dedos de la mano derecha tocan los mismos dedos de la mano
izquierda.
Ahora estiro los dedos. Hay dos que son diferentes de los dems. Los pulgares!
Se apuntan el uno al otro mientras que los otros sealan hacia arriba o hacia abajo.
Los pulgares sealan hacia arriba o hacia abajo, mientras que los otros dedos apuntan a un
lado y a otro.
Con el pulgar puedo tocar los otros dedos.
Utilizo el pulgar para agarrar o sujetar cosas. Intenta sujetar un lpiz sin utilizar el pulgar.
Intenta abrocharte los botones sin utilizar el pulgar. Intenta hacer chasquear tus dedos sin
el pulgar. No es fcil. Siempre utilizamos nuestros pulgares.
sta es la palma de la mano. Puedo sujetar cosas en mis palmas. Uso las palmas para hacer
bolas de nieve.
Empleo las palmas para acariciar, aplaudir, o para modelar la arcilla.
La yema de los dedos es muy sensible. Me indican si toco algo rugoso, caliente, liso, fro o
espinoso.
Soy zurdo. Algunas personas son diestras. Algunos incluso son ambidiestros!
Pueden valerse de ambas manos para hacer cosas.
Utilizo las manos para escarbar o hacer cosquillas, comer, espantarme las moscas,
rascarme o martillar.
Utilizo las manos para tocar msica y para jugar.
Las personas emplean sus manos para trabajar o jugar, y t tambin lo haces.
Pon las manos en la cabeza. Mira cunto tiempo puedes aguantar sin necesitarlas.
Aliki Brandenberg, Mis manos. Mxico, SEP Celistia, 2005.
PRIMER GRADO
204. Listos, cmara, accin

Ven conmigo! Vamos a conocer a alguien igual a ti, pero diferente.
Alguien que quiz no puede caminar igual que t, ni ver las mismas cosas,
ni escuchar los mismos sonidos, ni aprender al mismo ritmo.
Pero al igual que t, aprende a abrocharse los zapatos y como a ti, le
gusta jugar a la casita.
Le gusta trepar escaleras como chango. Le gusta imaginar que es invisible,
jugar a las escondidillas y rerse de la risa.
Al igual que t, va feliz a la escuela porque ah estn sus amigas y amigos.
En la escuela aprende a leer, a escribir y a descubrir los secretos que
guardan las letras y los nmeros.
Y si no pueden ver, aprende de su maestra a leer con la yema de los
dedos.
Y si no puede or, aprende de su maestra a hablar con las manos.
Y si no puede caminar, aprendemos a esperarlo para que no se quede
atrs.
A veces se aburre, pero otras veces el tiempo pasa volando, como
cuando asiste al teatro.
Si lo molestan se enoja, si le duele llora, y cuando se cae se levanta de
inmediato como lo haces t.
Aun sin ver como vemos t y yo, puede disfrutar de sus amigos, cuidar
una tortuga o compartir la hora del recreo.
Aun sin escuchar los mismos sonidos que escuchamos t y yo, goza
cuando siente el ritmo de la msica, y baila.
Aun sin caminar de la misma manera que lo hacemos t y yo, puede jugar
a la pelota y echarse por la resbaladilla.
Todos somos diferentes y especiales.
Qu nos hace iguales a ti, a m y a todos?
Claudia Burr, Listos, cmara, accin Mxico SEP-Tecolote, 2005.
205. Cinco diablitos

En una lejana llanura haba cinco estatuas solitarias.
Dentro de cada estatua viva un diablito.
Cada da salan y se maravillaban con todo lo que los rodeaba.
Un da decidieron tomar el objeto que ms les gustaba.
Uno tom el Sol, otro tom la tierra, otro tom el cielo, otro tom el mar, otro tom la
Luna.
Escondieron sus tesoros en cada una de sus estatuas, y los admiraban. Pero pronto
comprendieron queel Sol no poda sostenerse sin el cielo, el cielo no tena lugar donde
estar sin la tierra, la tierra empez a morirse sin el agua del mar, el mar no se mova sin la
ayuda de la Luna, y la Luna no poda brillar sin la luz del Sol.
Entonces decidieronvolver a poner todo en su lugar.
Y otra vez se maravillaron con todo lo que los rodeaba.
Sarah Dyer, Cinco diablitos. Mxico, SEP-Planeta Mexicana, 2007.
PRIMER GRADO
CONTENIDO
Presentacin
31. Ronda de la nia de mis ojos
1. Los colores
32. Un amigo
2. El da y la noche
33. La pulga y el camello
3. Flor chiquita
34. Ay seora mi vecina!
4. Qu rico banquete!
35. Redondo
5. Cuntas palabras
36. Historia verdica
6. La abeja
37. El seor don gato
7. Ronda del enredo
38. El arca de No
8. Un puado de besos
39. Los pregones de Juan Bobo
9. El traje nuevo del emperador
40. Palabras para conocer el mundo
10. Ah vienen los monos
41. La mosca vanidosa
11. Colas
42. Los compadres
12. Huesos
43. Amapolita. Coplas
13. Mi trabajo como hada de los dientes
44. La tortuga y los patos
14. La boda del conejo
45. El desierto
15. Querida seora La Rue. Cartas desde
46. La piel es nuestro escudo
la Academia Canina
47. Adivinanzas nahuas
16. En las playas
48. La liebre y el elefante
17. Los delfines
49. Recuerdo
18. Los duendes de la tienda
50. El campesino y los pasteles
19. Las mentiras
51. Hechizo para deshechizarse
20. El coco coco cocotero
52. El mundo de los insectos
21. Pero, dnde est Ornicar?
53. Cunta gente!
22. Un corazn que late y late
54. El aire y las nubes
23. Un hombre cualquiera y los pepinos
55. La semilla
24. El elefante y su hijo
56. Suma de ecos
25. Adivinanzas
57. Vista de gato, odo de perro
26. Margarita
58. El paseo de Chapultepec
27. Gustavo va a la escuela
59. La piata
28. Un azul muy especial
60. Cancin de cuna para despertar a un
29. Qu quieres ser?

30. Los colibres
nio
61. Tierra
62. Veinte ratones
95. Ricitos de Oro y los tres ositos
63. Las risas del monte
96. El sueo de Camilo
64. Del cacao al chocolate
97. La Tierra es redonda
65. Cancin de los constructores
98. Cancioncilla
66. Por qu nos comunicamos?
99. Por qu tienes hambre?
67. El lagarto
100. El peinado de la ta Chofi
68. Se va a caer el mundo
101. La nariz
69. Nariz de pap, cabello de mam
102. Las hormigas
70. La cenicienta
103. Pulgarcita
71. Trabalenguas
104. Un podador
72. Las burbujas
105. La caja
73. El pjaro carpintero y el tucn
106. Festn congelado
74. Cajitas frutales
107. En dnde tejemos la ronda?
75. La muerte y el peln
108. Qu son los sentidos?
76. A qu sabe?
109. Aventuras de Picofino
77. Liblula
110. El convite del zorro y la cigea
78. La matraca traca
111. Hola beb
79. El gato con botas
112. Avestruz y otros animales
80. Pedro y el rbol de dinero
113. El enmascarado de lata
81. No puedes ver tus huesos con
114. El guila
binoculares
115. Jorna, el horno
82. El pas de la fantasa
116. Ripios y adivinanzas del mar
83. La camella bailarina
117. Las siete cabritas y el lobo
84. Una polla pinta. Coplas
118. Cmo aparecieron las cuevas y las
85. La tierra de arena
montaas
86. Mambr
119. La edad de la basura
87. Las colas de cerdo
120. As nace una rana
88. Ms que un par de alas
121. Cancin
89. El duende que jugaba canicas
122. Ruiditos
90. Los secretos del agua
123. La mariposa y el grillo
91. La luna empieza a salir
124. En espera de la lluvia
92. El len y el mosquito
125. Los fantasmas no existen
93. El hombre feliz
126. El seor de los siete colores
94. De qu se hace el pan?
127. Flotacin e inmersin

PRIMER GRADO
128. La cometa
129. La liebre y la tortuga
161. Lola lvarez Bravo: cazadora de

imgenes
130. Todo un mundo de lgrimas
162. Por la va de los sentidos
131. Ese picudo llamado tucn
163. Lobo valiente
132. Teseo y el Minotauro
164. Conozco los alimentos
133. La hormiga y la cigarra
165. Stelaluna
134. En el pasado
166. El globo de Francisco
135. El lobo y el perro
167. Adivinanzas indgenas
136. Qu tienen? Adivinanzas
168. Cmo dicen mam las jirafas?
137. El pozo de los deseos
169. La ardilla
138. El Sol y sus amigos
170. Ernesto, el len hambriento
139. Mi visita a los dinosaurios
171. El cuervo y el zorro
140. D de despedida
172. Viaje a la luna
141. La cancin de la rana
173. Por qu a los nios les da miedo la
142. La sombra de la escalera
oscuridad?
143. Rayos y truenos
174. Ahora no, Bernardo
144. El mago
175. Yo siempre te querr
145. Plumas
176. Lola
146. El zorro y el gato
177. La pobre viejecita
147. Ins del revs
178. El regalo del sol
148. El lobito bueno
179. Quin es la bestia?
149. Estaba la calavera
180. No solo las alas sirven para volar
150. Felix no tiene ganas
181. El lobo est cansado
151. El mundo est lleno de bebs
182. La princesa Casilda I
152. La lengua se vuelve loca con estos frutos
183. La princesa Casilda II
que hacen agua la boca
184. la princesa Casilda III
153. El ratn joven y el ratn viejo
185. Hermano de los osos
154. El pantano de la belleza escondida
186. Hermano de los osos II
155. Caminito de la escuela
187. Qu es el azcar
156. Resurreccin
188. Suena Mxico
157. Dientes
189. Historia de un pjaro bobo
158. El sonido
190. Algo de nada
159. Hormiga de noche
191. El da que naciste
160. El agua lo trajo, el agua se lo llev
192. Penlope y los monstruos
193. Si le das una galletita a un ratn
200. Mi abuelo es poeta
194. El papalote y el nopal
201. La importancia de los zapatos
195. Los fantasmas de mi cuarto
202. Romeo y Julieta
196. Querida abuelita
203. Mis manos
197. Me gusta leer
204. Listos, cmara, accin
198. El caldo de pollo de la abuela
205. Cinco diablitos
199. Oscuro, muy oscuro
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PRIMER GRADO

Leer de a de veras es una tarea que ocupa

3. Veinte minutos de escritura libre dos da a la semana.

Blanco, amarillo, verde,

Los colores de este mundo

Los colores de este mundo

Blanca es la espuma del mar,

Roja es la fresa silvestre,

Amarillo el Sol da su luz,

Blanco, amarillo, verde,

Blanco, amarillo verde,

Violeta, nombre de una flor,

Carmen Martn Anguita, Poemas de lunas y colores. Mxico, SEP-Pearson, 2003.

Mira el cielo, obsrvalo. Qu ves?

Julieta Fierro, El da y la noche. Mxico, SEP-Santillana, 2003.

Lynette Evans, Qu rico banquete! Mxico, SEP-McGraw Hill, 2003.

Cuntas palabras esconde una persona en su nombre:

En Omar hay una mora y la gran ciudad de Roma.

7. Ronda del enredo

Y creo que falta

Ahora est todo

Pero Kati le dijo un da:

9. El traje nuevo del emperador

Es algo digno de un rey!

10. Ah vienen los monos

Ya vienen los monos,

con cuidado chata,

con cuidado chata,

Tiene la cola ms elegante

13. Mi trabajo como hada de los dientes

La boda del conejo

Haba una vez un conejo que estaba amarrado con un mecate.

15. Querida seora LaRue. Cartas desde la Academia

La seora Gertrudis LaRue inscribi a su perro Ike en la Academia Canina, porque se

Rene le Bloas, El delfn. Mxico, SEP-SM, 2003.

Los duendes de la tienda

La tienda de don Manuel era la ms surtida del pueblo.

19. Las mentiras

Yo iba por un caminito

Vino el dueo de las uvas

Jess, Mara y Jos!,

Le tir muchas pedradas

me amarraron las muelas.

20. El coco coco cocotero

21. Pero, dnde est Ornicar?

Grald Stehr, Pero, dnde est Ornicar? Mxico, SEP-Tecolote, 2004

22. Un corazn que late y late

23. Un hombre cualquiera y los pepinos

24. El elefante y su hijo

Preguntitas, Mara Snchez de Tagle (seleccin). Mxico, SEP, 1992.

Este era un rey que tena

Pues se fue la nia bella,

bajo el cielo y sobre el mar,

una tienda hecha de da

a cortar la blanca estrella

que la haca suspirar.

Y sigui camino arriba

un gran manto de tis

por la luna y ms all;