La Democracia Liberal y Su Epoca
La Democracia Liberal y Su Epoca
La Democracia Liberal y Su Epoca
evitar
esta
espiral auto-destructiva
estos
autores
estiman necesario una estructura de derecho que sea til para todos, que
aporte orden y seguridad a todos individuos de la sociedad. Hace falta pues
el mejor derecho para llevar la felicidad al mximo nmero de personas.
Para MacPherson Bentham aqu solo est describiendo y justificando el
funcionamiento de la sociedad capitalista de mercado de la poca. Desde el
punto de vista econmico la seguridad ilimitada que proporciona la institucin
poltica (bsicamente proteccin de la propiedad) encaja con este supuesto deseo
natural ilimitado de los individuos y les permite la maximizacin de la riqueza sin
los peligros de una situacin de guerra de todos contra todos. Esta es la
apropiador consumidor infinito sino alguien que ejerce, desarrolla y disfruta de sus
capacidades humanas. Una buena sociedad segn Mill ser aquella que permita
y aliente el desarrollo y el ejercicio de estas capacidades.
Macpherson ve como Mill tropieza con una dificultad insalvable. Hay un diferencia
entre la definicin de felicidad (placer) de Bentham y la de Mill. Mill no defiende
que el mximo de felicidad total de una sociedad es el mximo de productividad
material a la que sta pueda llegar. La mayor felicidad segn l es la que permite
al mximo nmero de personas desarrollar su personalidad en los trminos que
hemos visto antes. Esto permite que estas personas alcancen placeres derivados
ms elevados. Al mismo tiempo l reconoce que la psima redistribucin de la
riqueza del sistema capitalista impide que buena parte de la sociedad (clase
obrera) pueda desarrollarse de esta forma. El problema que ve McPherson es que
Mill defiende que la nica justificacin de la propiedad privada es un principio
equitativo, el cual estipula que las personas han de adquirir una remuneracin
justa en funcin del trabajo/esfuerzo que hayan realizado. Cuando intenta
aplicar este principio a la relacin del capital con la fuerza de trabajo surge una
contradiccin. Para l esta relacin est bien justificada ya que entra dentro del
marco de un acuerdo justo: el propietario del capital proporciona los medios para
que el trabajador genere unos frutos, si el trabajador accede voluntariamente el
propietario tiene derecho a una parte de estos frutos. Macpherson critica que Mill
no puede apreciar la incongruencia de la realidad de esta relacin econmica con
su principio equitativo; los poseedores actuales del capital lo consiguieron en
muchos casos mediante transferencia (herencias) y no mediante el resultado
de ningn acuerdo ni mucho menos de su esfuerzo propio. En vez de eso Mill
ve esta situacin como algo mucho mejor a una sociedad en la que el capital no
existiera. MacPherson lamenta que Mill no puede vislumbrar que ste es el
principal motivo de la desigual distribucin de la riqueza. l atribuye la desigualdad
a la distribucin mediante la violencia que se practic en la Edad Media, pero no
ve que el principio capitalista de la propiedad es el que ha perpetuado las
desigualdades.
Modelo n3: La democracia como equilibrio.
distribuirlas
es
con
este
mecanismo
de
economa
competitiva. Son tan diversas (en la medida que todos los individuos tienen sus
propios intereses) que ninguna agrupacin de ellas podra producir una postura
poltica clara y defendible. Como en democracia el gobierno debe expresar la
voluntad de la mayora este mecanismo de mercado debe permitir que se
produzca esta voluntad partir de las diferentes demandas o produciendo un
conjunto de decisiones que resulte lo menos desagradable para todo el conjunto
de demandas individuales. El gobierno pues produce un equilibrio entra la oferta y
la demanda aportando seguridad y estabilidad al sistema
MacPherson piensa que esta es una descripcin precisa del funcionamiento de los
estados democrticos liberales occidentales.
su
inters.
McPherson
carga
contra
esta
hiptesis
porque
pocos
proveedores estos
no
necesitan
responder
ante
los
la
abundancia
del
sistema
capitalista
(con
todas
sus
Estos 2 requisitos parecen entrar dentro de un crculo vicioso, ya que parece difcil
que sin ms democracia participativa puedan darse. La salida a esta situacin
explica Macpherson puede estar en la bsqueda de fallos dentro del circulo, fallos
que puedan hacer replantear al pblico la validez del modelo actual.
Modelo 4-A. Aproximacin (sovitica) abstracta
Para MacPherson el modelo ms sencillo de democracia participativa es un
sistema piramidal con democracia directa en la base en el nivel local (Barrio,
fbrica, etc.) dnde se debatiran y se tomaran decisiones por consenso o
mayora. Estos rganos locales elegiran posteriormente a unos delegados. stos
despus se reuniran con otros delegados locales en consejos de mayor nivel
territorial. Habra varios niveles: municipal, regional, etc, y cada uno elegira sus
delegados para el nivel superior. As hasta llegar hasta la cspide, el nivel
nacional. El autor reconoce que la democracia sera ms delgada en los niveles
no locales pero cree que los delegados seguiran las instrucciones/decisiones
exactas del nivel inferior del cual salieron elegidos pues seran responsables ante
ste con la posibilidad de ser reprobados o destituidos. A nivel nacional sugiere
que s podran surgir rganos de carcter no directamente piramidal como un
Comit del Consejo Nacional que se encargara de proponer y estudiar los temas
de Estado ms importantes. Este sistema se parece a otros sistemas piramidales
en los que la democracia brillaba por su ausencia (soviets). Macpherson estipula
tres pre-condiciones para que este sistema se pueda ejecutar democraticamente
sin caer en la dictadura:
Cabe preguntarse si estos altos requisitos funcionales podrn ser cumplidos jams
por alguna sociedad humana. A la vista de nuestra historia, biologa y psicologa
social resulta un escenario improbable.
Modelo 4-B. Segunda aproximacin (ms realista?)
A Macpherson tambin le parece improbable la aplicacin del modelo 4-A, un
modelo sin partidos o con un partido nico adems sera difcil de aceptar por
parte de las sociedades occidentales. A l le parece ms probable que el sistema
piramidal se implante mediante un frente popular o una coalicin de partidos. En
este contexto la combinacin de democracia directa (sistema asambleario
piramidal) con la indirecta (sistema representativo con partidos) le parece la salida
ms factible. El autor expone que incluso puede ser deseable que se mantengan
los partidos polticos. Segn l, en un escenario de democracia directa implantada,
stos ya no tendran la funcin de difuminar la divisin de clases y podran
emplearse en la discusin de los grandes temas de estado. En la prctica -expone
el politlogo canadiense- el sistema poltico se podra configurar de dos maneras
diferentes para acomodar el elemento de democracia directa manteniendo los
partidos; 1) Con la introduccin de una Constitucin asamblearia que permita el
funcionamiento de 2 o ms partidos (Macpherson lo ve imposible) 2) Mantener la
estructura de gobierno representativo y confiar en que los partidos funcionen
internamente con una estructura parlamentaria o congresual.