Biblia Platense
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Biblia Platense
JUAN STRAUBINGER
La Biblia Platense y su Traductor
Por Mons. Juan Carlos Ruta
Junio de 1939. Desde Jujuy llega a todos los centros catlicos del pas,
una modesta publicacin con el ttulo "Revista Bblica".
Se firman directores de la misma Mons. Juan Straubinger y el Dr. Cl.
Kopp. El primero reside en San Pedro de Jujuy, el segundo, en Mount
Carmel, Palestina.
Explicando los motivos que los impulsan a iniciar esta obra, despus de
citar documentos pontificios y episcopales en favor de la lectura de la
Biblia, escriben: "Oyendo tan autorizadas exhortaciones, nadie creer
llegan a ser casi tan extensas como el mismo texto sagrado. De esto
hablar luego.
La Editorial Guadalupe va publicando tomo tras tomo, comenzando con
el Nuevo Testamento.
El P. Jos Gallinger, SVD, responsable en un tiempo de dicha Editorial,
escriba en 1980, en la Revista Bblica: "El beato Arnoldo Jansen, Fundador
"No sin cierta inquietud presenta el autor una nueva edicin de la Biblia,
y en vez de congratularse por ello, se siente ms bien obligado a justificar
el esfuerzo intentado, que muchos consideraban imposible.
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"No queremos terminar sin dejar aqu un recuerdo agradecido al que fue
nuestro primer y querido mentor, instrumento de los favores del divino
Padre: Monseor doctor Paul W. von Keppler, obispo de Rotenburgo, po
exgeta y sabio profesor de Tubinga y Friburgo, que nos gui en el
estudio de las Sagradas Escrituras. De l recibimos, durante muchos aos,
el estmulo de nuestra temprana vocacin bblica con el creciente amor a
la divina Palabra y la orientacin a buscar en ella, por encima de todo, el
tesoro escondido de la sabidura sobrenatural". Es l mismo quien ahora
abre un nuevo captulo en la vida de Straubinger. Comienza una actividad
totalmente distinta de los trabajos intelectuales que hasta ahora lleva
realizados.
Esta nueva fase le va a permitir adquirir un conocimiento directo de las
necesidades espirituales y materiales de su pueblo. Ms tarde, muchas de
sus notas han de apuntar a una aplicacin concreta, viva, de los preceptos
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a su fundador".
* * *
Ao 1937. Llega la etapa ms impensada y, sin duda, la ms
trascendente de la vida de Monseor: su venida a la Argentina. Sobre la
misma se han dicho muchas generalidades. El mismo no dio a conocer los
datos precisos sino el ao 1952, ya de vuelta en Alemania. Son los que
siguen.
El Nacionalsocialismo haba ido sembrando calumnias sobre la actividad
de la Iglesia catlica en Alemania.
Un Domingo del ao 1937 (no tengo registrada la fecha exacta), se ley
desde los plpitos de todas las Iglesias, una extensa carta en la que se
refutaban dichos infundios.
Lgicamente, el rgimen totalitario no poda tolerar el hecho. Durante
la semana, la Polica Secreta investiga quin es el responsable de dicho
escrito, orientando sus sospechas hacia Straubinger, quien ya haba tenido
dificultades con las autoridades por defender la libertad e identidad de las
Obras Asistenciales de la Iglesia.
El sbado, la polica logr quebrar la resistencia psquica de un
sacerdote, secretario de Monseor, a quien identific como responsable
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por fin editar y difundir entre los fieles, ejemplares impresos de las
Sagradas Escrituras, principalmente los Evangelios, y procurar con todo
empeo que en las familias cristianas se tenga -ordenada y santamentecotidiana lectura de ellas".
"Por todo esto se ve que los Sumos Pontfices desean que la Biblia llegue
al pueblo, y no solamente a los sacerdotes y laicos cultos. "Sguese de sto
la inmensa responsabilidad de los comentaristas, sobre quienes pesa la
divina misin de explicar al pueblo la palabra que tiene el poder de salvar
las almas (Sant. 1, 21; cfr. Rom 1, 16). No negamos la necesidad de la
crtica textual, ni tampoco el valor de las notas filolgicas, histricas,
geogrficas, arqueolgicas, y gracias a Dios tenemos ese aparato cientfico
en muchas ediciones; mas no olvidemos que en las publicaciones bblicas
que se dirigen al pueblo, no debe faltar el mtodo patrstico, que ante
todo busca en la Escritura las verdades doctrinales y las enseanzas
prcticas para llevar una vida de ms en ms cristiana.
"En la revista Cultura bblica (Febrero de 1950, no 69, pgs. 34-35)
encontramos algunas observaciones tomadas de un artculo de la revista
Civilta Cattolica, que enfocan acertadamente la dificultad que hoy da se
presenta al exgeta catlico. El articulista cita las palabras de von
Dobschtz, quien dice que la Biblia no es una coleccin de documentos
importantes para la historia o la lengua; es un producto de la piedad
religiosa, por lo cual slo un hombre piadoso puede explicar bien este
libro; "ser buena nicamente aquella exgesis que avive la caridad y
sentido religioso, que enfervorice la piedad, embebida en el afecto
piadoso del autor, que se tranfunde a los lectores". Se sobreentiende la
inspiracin de la Biblia.
"A ms de sumamente sencillo, nuestro mtodo no es nada nuevo.
"Teniendo en cuenta el ambiente en que vivimos y para el cual
escribimos, damos preferencia a la explicacin prctica, destacando las
ideas fundamentales de la Biblia y mostrando su aplicacin en la vida.
"Sobre todo hemos procurado mostrar la armona que existe entre los
dos Testamentos y la coincidencia de los pasajes paralelos, a fin de que el
lector tenga siempre a la vista la unidad viva de las Escrituras, desde el
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