Martin y El Extraterrestre
Martin y El Extraterrestre
Martin y El Extraterrestre
Cuando lleg la hora de partir, se despidieron con un abrazo y unas bellas palabras,
Martin no pudo evitar que las lagrimas corrieran por su rostro al mismo tiempo que la
nave de Staisky tomaba altura y se alejaba cada vez ms de la tierra.
EL MUSEO ENCANTADO(terror)
Felipe Suarez, haba prometido a sus dos
pequeos
hijos,
llevarlos
al
museo
Con un nio corriendo y otro en brazos, sin querer llego al lugar en donde se presentaran a
todos, las figuras de cera, fue entonces cuando vio al encargado, que le sonri, pareca que
sabia que los haba visto, solo que en ese momento empez a entrar la gente, para esto, las
figuras de cera ya estaban en el lugar de exhibicin.
Felipe ya no pudo salir, lo nico que hizo, fue mezclarse entre las personas y esperar que
abrieran la salida, ya que por la entrada, estaban todos los que no haban podido entrar, fue
entonces cuando sinti un pinchazo en el brazo y unas personas lo tomaron junto con sus
bebes.
Despus solo se supo que los nios, se le entregaron a la madre, pero del padre de familia
nunca mas se supo el paradero, ahora es parte del repertorio de figuras de cera, del museo
encantado que se sigue presentando por toda las ciudades de la regin, recolectando en
cada una de ellas, materia prima para su museo.
Desde ese da llora cerca de la barca de su padre, que a los pocos das regreso a la
casa, y en cambio fue la hija ahora la perdida.
A pesar que ya han pasado muchos aos, el padre asta ahora sufre, cada vez que sale a
pescar, se adentra en el mar, pues cree or a su hija llorando cerca de la barca y el la
quiere consolar..
un fuego de llama azul, una gran chimenea y unos buhitos recin nacidos con su madre en un
rincn. La anciana empez a sacar botes de un armario, colocndolos sobre una mesa que
haba al lado de una olla de gran tamao. Acto seguido meti su contenido en la olla junto con
las palabras:
Luchum mechum, hadomus hadiomus, rubius bonitus, pequeous comb aleos Bum
Bang!
De la olla sali una preciosa hada tal como ella quera. La viejecita le dijo a la chica:
-Esta pequea hada ser tu nueva compaera, se llama Luz, solo falta que le pidas el deseo de
convertirte t tambin en hada.
La chica se sorprendi muchsimo, pero hizo lo que le haba pedido. A los pocos segundos
empez a encogerse y de repentePum!, ella tambin se transform en una preciosa hada.
-Gracias, gracias-dijo la chiquilla.
-De nada. Ahora tenemos que volver al bosque, pero no te asustes ya que al convertirte en hada
ahora podrs ver lo que haba invisible para la vista de las personas corrientes. All
encontraremos a otras hadas y nuevos amigos.
T sgueme-dijo Luz.
Al salir aparecieron en un bosque totalmente distinto al que conoca la pequea. En l se
encontraban duendes, rboles charlando, setas celebrando el cumpleaos de una ardilla, y
hadas, muchas hadas. Una rubia, otra morena, otra marrn, otra verde, otra azul, otra amarilla,
otra negra, y as de todos los colores. Sus nuevos amigos del bosque mgico bautizaron a la
nia convertida en hada con el nombre de Ptalo. Ptalo encontr el hogar que deseaba junto a
las hadas y otras criaturas que le mostraban la belleza de bosque junto con la fantasa y magia
de su mundo.