La Escuela Como Espacio de Formación de Ciudadanía
La Escuela Como Espacio de Formación de Ciudadanía
La Escuela Como Espacio de Formación de Ciudadanía
INVESTIGACIONES
RESUMEN
La investigacin1 que se presenta expone los resultados de las representaciones de ciudadana que construyen
nios y nias de 4 a 10 aos de edad, en discursos y acciones en el espacio escolar. Para ello se utiliz un diseo
de estudios de casos instrumental y mltiple, que permiti entrar en profundidad en la escuela, a travs de los
discursos, observaciones y documentos en cada caso: ocho escuelas de distintas administraciones y localidades
rurales y urbanas. Los anlisis permitieron levantar categoras en tres grandes matrices: La alteridad, el sentido de
lo comn, y la identidad como eje que configura a las dems y que a su vez es determinado por ellas. Lo comn
se presenta como una categora debilitada, tanto desde la experiencia y significacin de los estudiantes as como
de los docentes. Ambos coinciden en sus discursos, en representar la sociedad desde la transaccin instrumental
mercantil, en el cual ellos actan como ciudadanos electores de bienes. En suma, se observa un dficit de lo social
para configurar el sentido de lo comn, en los nios/nias, determinado, entre otros, por el contexto, la procedencia social, la edad y por la mediacin dbil realizada por los docentes.
Palabras clave: escuela, ciudadana, docentes, nios y nias.
ABSTRACT
His research presented, realizes the results obtained with regard to the representations of citizenship built children
aged 4 to 10 speeches and actions in the school space. This instrumental and multiple case which allowed us to
go into depth in the social life of school space, through speeches, comments and documents in each study cases
studies design was used: eight schools of various administrations and rural and urban locations. Records of observation, interviews and analysis of documents, allowed us to lift categories in three large arrays: the otherness,
the meaning of the ordinary, and finally, identity as axis set to others, and which in turn is determined by them.
Usually occurs as a weakened category, both from the experience and significance of students as well as teachers.
Two match in his speeches to represent society from the commercial instrumental transaction in which they act
as voters citizens of goods. In short, notes a social deficit to configure the meaning of the ordinary, in the male/
female, determined by pop-up experience context, social origin, age, and by the weak mediation by teachers.
Keys words: school, citizenship, children, teachers.
I. RESUMO
O trabalho de pesquisa apresentado, reflete os resultados obtidos no que diz respeito s representaes de cidadania construdas por crianas de 4-10 anos de idade, atravs de discursos e aes no ambiente escolar. Foi utilizado
um estudo de caso e vrios instrumentos, que nos permitiu entrar profundamente na vida social do espao escolar,
atravs de discursos, argumentos e documentos em cada estudo de caso: oito escolas de diferentes autoridades e
localidades rurais e urbanas.
La investigacin que se expone en este artculo corresponde al Proyecto de investigacin financiado por
CONICYT-FONDECYT de iniciacin N 11070100: La escuela como espacio de formacin ciudadana.
Las representaciones simblicas en la infancia.
Registros de observao, entrevistas e anlise documental, permitiu-nos levantar trs matrizes principais categorias: A alteridade, o sentido da corrente, e, finalmente, a identidade como um eixo que faz os outros e que, por
sua vez determinada pela elas. Normalmente apresenta-se como uma categoria enfraquecida, ambos a partir
da experincia e do significado de alunos e professores. Ambos concordam em seus discursos, para representar
a sociedade instrumental da transao comercial em que eles agem como cidados eleitores real. Em suma, h
uma falta de social para definir o significado de comum no masculino / feminino, determinado, entre outros, a
mediao da experincia emergente do contexto de fundo social, idade e fracos realizado pelos professores.
Palavras-chave: escola, pblica, professores, meninos e meninas.
I. ANTECEDENTES
En la mayora de los pases latinoamericanos y de la comunidad europea, la importancia de la escuela como espacio de transmisin de valores, formacin para la ciudadana
y lugar pblico institucionalizado en el que se debiera aprender a vivir en democracia, es
tema clave de nuestra era actual. La tarea de los ciudadanos por construir espacios que
nos devuelvan la esperanza del protagonismo civil, para movilizar sociedades ms justas
y democrticas, ubica a la escuela en el centro de los dardos como eje sustantivo de
formacin para la ciudadana. Desde este contexto, vale preguntarse qu significa construir ciudadana en la escuela? Cmo la escuela logra dar protagonismo participativo y
democrtico al alumnado de 4 a 10 aos de edad, para que ejerza sus derechos y deberes
ciudadanos? Cmo el docente configura a este ciudadano/a infante? La importancia por
indagar para comprender y re-interpretar el espacio en comn hecho espacio civil, poltico
y cultural que la escuela debe anidar, forjar y desarrollar, son el cimiento en el cual se
asienta esta investigacin. Qu piensan los nios y nias de su condicin de sujeto de
derechos en el espacio escolar? Qu imaginarios construyen de la vida colectiva en la
que estn inmersos la mayor parte de su tiempo-vital? Qu subyace en los docentes ante
el concepto de infancia, sujeto nio/a y cmo los re-conocen en el mbito del Derecho?
Qu cultura construye la escuela como espacio de formacin ciudadana? Es el centro
escolar el espacio pblico de la vivencia de la ciudadana? Si entendemos el centro escolar
como cultura de agencia de simbolizacin y subjetivacin; de asociatividad asegurada por
la institucionalidad obligatoria de Deber y Derecho pblico, de vivencia de la identidad
y la alteridad, implica un proyecto educativo complejo. Martnez Rodrguez2 explica
cmo aumentan peligrosamente en los centros escolares, las distancias y los desencuentros entre profesorado, familias y alumnado, instalados en reproches, culpabilizaciones y
exigencias recprocas impertinentes. Cmo los derechos de cada sector se lanzan sobre
los otros limitando las posibilidades de intervencin de todos. Desde este contexto de
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Este tema se ampla y se aborda en el texto Construir la Ciudadana en la Escuela el que analiza con
profundidad al centro escolar como un microcosmos de la realidad con la responsabilidad de reinterpretar
el nuevo orden social en el espacio civil, poltico y cultural que le compete a la escuela. Tambin aborda
las temticas de las relaciones entre familia y profesorado, aprendizaje y alumnado, relaciones de miedos
y amenazas, autenticidad y luchas. El tema de los DDHH, la inclusin de la Diversidad, el problema de
la desigualdad, la importancia del protagonismo infantil, la vivencia de los derechos-deberes civiles en la
escuela, la vivencia de la democracia, las diferentes condiciones, formas, sentidos, polticas de participacin.
El currculum como negociacin y sitio de poder: Aprender a negociar contenidos, valores, intereses, y
promover la resolucin de los conflictos son ejes temticos desarrollados en este libro que han iluminado las
reflexiones de este apartado, realizado por Martnez Rodrguez.
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Ver el concepto y el cruce de cinco culturas propuesto por el autor en La cultura escolar en la sociedad
neoliberal, trabajado con profundidad por Angel Prez Gmez.
Se expone con profundidad este tema en el Informe comisin ciudadana, coordinado y liderado por Carlos
Pea.
La Comisin pudo constatar diferencias entre el currculum prescrito y las prcticas en el aula, entre lo
esperado y lo que el sistema escolar efectivamente logra. Estas diferencias derivan de la diversidad de proyectos
educativos; de la grave desigualdad de recursos que todava exhibe nuestro sistema escolar; de la falta de
apropiacin del currculum por parte de los profesores; y de las deficiencias que subsisten en la formacin de
los docentes por parte de las instituciones de educacin superior. En este ltimo aspecto, nuestra investigacin
cobra relevancia, sustento y pertinencia a las demandas de la formacin de pedagogos en las competencias
de la formacin ciudadana y su impacto en la construccin de sociedad.
En definitiva, los miembros de la Comisin sugieren que la educacin no debe olvidar que las disposiciones
ms exigentes, como la de la ciudadana, reposan y se apoyan sobre el desarrollo de virtudes ms simples y
ms elementales. El respeto por las instituciones pblicas, pero, al mismo tiempo, el desarrollo de un hbito
reflexivo y crtico hacia ellas, slo puede ser alcanzado si se cultiva el respeto al maestro, a los procedimientos
de la escuela y al dilogo.
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principios bsicos de vida cvica para contribuir a la cohesin poltica. Sin embargo, en
nuestra sociedad actual, esta idea de escuela heredada de la Ilustracin conducente a
forjar la identidad de un ciudadano y su comunidad, as como su poder institucional,
se han debilitado ante la aparicin de una escuela oferente de servicios a potenciales
clientes.6 Esto se vincula con la vivencia de lo poltico en el contexto del mercado en el
que los votos se compran y se venden en la lgica de votantes consumidores por satisfacer
sus necesidades, pensando la poltica como: Un remedo del mercado en que los votantes
son consumidores, los votos dinero y los polticos comerciantes que venden un servicio
ms o menos intangible. Pero las comunidades polticas no se construyen ni gobiernan
de esta manera. Los pases requieren ciudadanos ms o menos virtuosos, capaces de
tener lealtades entre ellos y dispuestos a cumplir las reglas. Y nada de eso se logra, o
se explica, cuando concebimos la poltica como un simple intercambio (Pea: 2007).
En este escenario, la necesidad por re-pensar el valor de la escuela como espacio de
construccin de ciudadana y la responsabilidad que le compete a los docentes se vuelve
una urgencia de nuestros tiempos, pues los temas contingentes de igualdad versus desarrollo econmico, protagonismo versus pasividad en torno a qu significa elegir, optar,
comprar, son elementos sustantivos del ejercicio ciudadano. La atencin explosiva en el
tema de la ciudadana se explica desde el actual contexto histrico, poltico, econmico
y social que arrastra del fin de milenio pasado los grandes hitos de transformaciones
polticas, econmicas, tecnolgicas, sociales, que entre otros, se vinculan con la cada de
los regmenes comunistas en Europa7, la restitucin de la democracia en Amrica Latina,
la configuracin hegemnica de las grandes potencias sobre el planeta, entendiendo por
grandes potencias no slo a los estados o conglomerados de estados, sino a las transnacionales comerciales, que actan como sper-potencias mundiales que influyen en la
autonoma de los estados ms vulnerables, dbiles y en vas de desarrollo, lo que amerita
aprender a vivir en una nueva democracia ya sea porque era inexistente en el pasado,
o porque hay nuevos desafos y presiones futuras que implican un mayor conocimiento
de la sociedad civil con respecto a sus derechos y responsabilidades.
El concepto de ciudadana parece integrar las exigencias de justicia y de pertenencia
comunitaria, que son respectivamente los conceptos centrales de la filosofa poltica de
los aos ochenta, en donde el actual concepto da cuenta de la unin entre la idea de los
derechos individuales y la nocin de vnculo con una comunidad particular. El componente
tico ideolgico estar siempre presente a la hora de referirse a la formacin ciudadana,
imbricado a los procesos de socializacin y rol que a la educacin le toca jugar en la
sociedad, para formar ciudadanos democrticos, sujetos de derechos-deberes, vigilantes
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Precisamente, la racionalidad imperante en el currculo tcnico viene a exacerbar las dificultades para la
construccin de una ciudadana, al enfatizar el eje econmico productivo de la formacin remitiendo los
contenidos ticos y culturales exclusivamente al mbito privado de la existencia, entendido como un espacio
disociado de lo pblico. Por su parte, el informe Delors propone una educacin para una ciudadana crtica
e intercultural que debe dar a cada persona la capacidad de participar activamente, durante toda la vida
en un proyecto de sociedad, asegurando que tal capacidad pueda ser ejercida por todos y todas, sea cual
sea su origen social, econmico o cultural (Delors: 1996; 65).
En la segunda mitad del siglo pasado (1960) no hubiramos imaginado a Rusia y a China negociando con
EE.UU. y portando en el bolsillo del pantaln un telfono que es computador, que se conecta al satlite y
que pesa menos que la billetera.
Nuestra era posmoderna propicia la emergencia de este anhelo, ya que es en el contexto global de interconexin
tecnolgico, econmico y poltico, en que estos cambios se vuelven ms evidentes debido a: la cada del muro
de Berln, el establecimiento de regmenes democrticos especialmente en nuestro continente latinoamericano
y una gradual reaccin crtica ante la tensin entre comunitarismo y liberalismo, especialmente centrada en
su origen en los Estados Unidos. Esta realidad contextual o sociohistrica sita al currculum de formacin
docente y los procesos educativos en todos los niveles, en la necesidad de abordar esta competencia en los
futuros profesionales de la educacin y por ende en los nios/as, jvenes de un pas.
Por su parte, la cada de los regmenes comunistas en Europa, la restitucin de la democracia en Amrica Latina,
la configuracin hegemnica de las grandes potencias sobre el planeta, entendiendo por grandes potencias no
slo a los estados o conglomerados de estados, sino a las transnacionales comerciales que actan como sperpotencias mundiales que influyen en la autonoma de los estados ms vulnerables, dbiles y subdesarrollados;
todo este contexto amerita aprender a vivir en una nueva democracia ya sea porque era inexistente en el
pasado, o por que hay nuevos desafos y presiones futuras que implican un mayor conocimiento de la sociedad
civil con respecto a sus derechos y responsabilidades.
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Varas, 2004) en el entendido de que es pertinente mirar desde una nueva perspectiva
las acciones docentes y sus vnculos con los valores y prcticas democrticas en la
escuela. Al respecto, conviene destacar los resultados de investigaciones que indican
una debilidad en la aproximacin al concepto de ciudadana, la que se explica entre
otras razones por la persistencia de un currculo de enfoque tcnico que conjugado
con otros factores de orden contextual y social cultural redundan en una deficiente
aproximacin y valoracin del concepto.11 En la cultura escolar se ha evidenciado un
debilitamiento de prcticas que aluden a procedimientos democrticos, en particular
actividades vinculadas a la toma de decisiones por el alumnado y su participacin en
la vida poltica escolar. Se ha producido una subvaloracin de los contextos en que
se desarrollan los consejos de curso, las elecciones de los centros de alumnos, etc.12
Situacin que viene a evidenciar una debilidad en el conocimiento y dimensiones que
puede alcanzar el ejercicio de la vida cvica como parte de la cultura escolar, exacerbado en el tramo de la infancia. Esto queda de manifiesto en el anlisis producto de
investigaciones desarrolladas en nuestra universidad: Contradicciones y paradojas en
la educacin parvularia: Un estudio etnogrfico (Alvarado, Bustamante, Rubio, Tapia,
2002) utiliz un diseo cualitativo, descriptivo e interpretativo, que contempl registros
de observacin y anlisis del discurso de diarios docentes a educadores en proceso
de formacin. Adems se contempl en la unidad de estudio, grupos de discusin de
educadoras de prvulos, abarcando una poblacin de diversos actores, discursos y
realidades de observacin. Los resultados arrojaron categoras vinculadas con: ausencia
de la educadora en sala, ausencia de actividades pedaggicas, tendencia a un inters
personal de comodidad, atropello y abuso de poder por parte del adulto reflejado en
castigos, amedrentaciones y agresiones hacia los nios/as para mantener el control
de grupo y disciplina en la sala. Entre el lenguaje y las imgenes de la cultura de
empresa, la ciudadana se representa como un asunto completamente privatizado cuyo
objetivo es producir individuos interesados nicamente en ellos mismos y que slo
se preocupan por lograr su propio beneficio material e ideolgico. Al convertir los
asuntos sociales en materias estrictamente individuales o econmicas, la cultura de
empresa consigue ampliamente anular los impulsos democrticos y las prcticas de
la sociedad civil al menospreciarlas o al absorber sus impulsos mediante la lgica
de mercado... (Giroux, 2001: 47).
Segn los pases que participaron en el estudio de la IEA: 2000 (International
Association for the Evaluation of Educational Achievement) se plantea que la educacin
cvica, para que incorpore la complejidad actual del ejercicio de la ciudadana, debe
ser multidisciplinaria, participativa, interactiva, relacionada con la vida, llevada a cabo
en un ambiente no autoritario, enterada de los desafos de la diversidad social y con
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Los estudios de investigacin financiados por el CIDE Espaa 1998, titulados: la salud democrtica
en la escuela originaron mltiples producciones tericas que centran el anlisis en la cultura escolar
contrastando la hiptesis de la ausencia de la ciudadana en la escuela. Esta ausencia se debe a la
carencia conceptual de vivir la escuela como espacio pblico poltico y democrtico en el que el sujeto
crea y recrea en la relacin con los otros, la posibilidad social de su desarrollo autnomo.
II. METODOLOGIA
2.1. Epistemologia en la que se asienta el estudio
Conocer las lneas discursivas bsicas que configuran el concepto de infancia y analizar los significados que subyacen en su representacin en docentes y apoderados
de la comunidad escolar.
Proponer lneas de accin que faciliten el espacio escolar como formacin para
ciudadana en la infancia.
2.4. Diseo
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Cuadro 1
La escuela
como espacio
en comn
Reflexiones emergentes
Directivos/Inspectora
como control y castigo
Identidad/
autonoma
Alteridad:
formas de mirarse
construir lo comn
La forma de solucionar
los conflictos dentro de sus
propias relaciones personales
es acusando con la profesora
Estereotipos sexistas:
Como poder, discriminacin
y exclusin
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Los cuadros especficos que contienen la informacin de frecuencia de tiempo ante la TV, programas con
ms alta demanda por nios y nias, cuadro general con respecto a los programas que los nios y nias
observan se encuentra en el informe in-extenso de esta investigacin.
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Cuadro 2
CIUDADANIA
IDENTIDAD
ALTERIDAD
Medios
Espacio fsico
LO COMUN
Autonoma/
dependencia
Profesor/a
Pares
Prcticas democrticas
participacin
Violencia/confianza
Discriminacin
IDEA DE UN NOSOTROS
SENTIDO DE PERTENENCIA
Gnero
Esttica
Capital
social
CONTROL NORMATIVO
GOBERNABILIDAD
Subjetividad
y prestigio
social
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y le incita a que resuelva el error cometido, esta accin tan simple, no lo es necesariamente, pues hace tomar conciencia al agresor del dao que ha cometido y luego hacer
algo para enmendarlo, el problema sucede cuando la accin agresora se invisibiliza, lo
anormal se vuelve normal y los docentes hacen como si nada pasa ante el cansancio
por la repeticin de estas conductas.
3.1.3.1. Discriminacin por esttica. En los distintos casos encontramos que los
nios discriminan a los que no cumplen con las caractersticas socialmente atribuidas
a la belleza. Muchas veces los nios y nias se dejan influenciar por los prototipos de
belleza entregados tanto por la televisin como tambin por la escuela, la familia y la
sociedad en general, los cuales en la mayora de las ocasiones no coinciden con las
caractersticas del pueblo chileno. sta es una problemtica que afecta la red vincular
al discriminar a una persona por su aspecto fsico. La experiencia en ser diferente a
la norma afecta en la mdula de los derechos humanos y de ciudadanos, aspectos
tales como: ser ms bajo, ms gordo, ms moreno, el tener un corte de pelo que no
est a la moda, excluye de lo comn al sujeto. Pues al parecer lo comn en cuanto
a representacin simblica observada conductualmente lo ha configurado el mercado
canalizado por los mass media.
Alumno:
Alumna:
Alumno:
(Caso 1,
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fsicas que no concuerdan con el patrn de belleza validado por el poder dominante, y
que se corresponde al fenotipo aria, hombre/mujer. En el anlisis de los discursos de las
entrevistas con el fin de indagar en las temticas especficas de esttica, las respuestas
dadas por los nios referente al tema no dejan de sorprender, pues el discurso entregado
por ellos es totalmente contradictorio con relacin a lo que se observa. Ellos sealan
encontrar bellas a las personas con las cuales tienen alguna relacin de tipo afectiva y
no hacen referencia a la apariencia fsica, por ejemplo:
Entrevistadora: T A quin encuentras bonito, bello, lindo?
Nia: A mi hermana y a mi otra hermana.
Entrevistadora: Ya y por qu las encuentras lindas?
Nia: Porque me hacen cario y me tratan bien y me dan besos.
(Caso 3, Entrevista N 1).
En la mayora de los casos, estas manifestaciones de discriminacin se dan en el patio
del colegio, durante el recreo, donde por lo general no hay ningn docente que pueda
mediar para que estas situaciones se desaprendan y aprender a vivir en comn. Muchas
veces los profesores/as presencian escenas de discriminacin y no hacen nada al respecto.
Al no hacer nada por revertir estas prcticas estn entregando indirectamente a los nios
y nias el mensaje de que esto est bien y es permitido hacerlo. Se ha automatizado
tanto la vida escolar, que pareciera que el recreo no existe como espacio de enseanza
de responsabilidad docente, slo el aula como espacio tradicionalmente estructurado y
encasillado por canales que transitan fuera de la vida cotidiana.
3.1.3.2.Discriminacin por gnero. El concepto de gnero es un trmino complejo
de comprender ya que se tiende a confundirlo, relacionarlo e incluso a significarlo de
inmediato con el de sexo. La palabra gnero se refiere a los aspectos sociales y culturales atribuidos a la distincin biolgica entre los hombres y las mujeres. El gnero
es un atributo aprendido y no una determinacin biolgica. En otras palabras, aunque
se nazca de sexo masculino o femenino, uno aprende a ser hombre o mujer (OPS).
El concepto de gnero es un concepto aprendido y construido por cada sociedad para
sus hombres y mujeres. Esta construccin comienza en las familias y el hogar desde el
momento en el que el nio/a nace, e incluso antes, pero se agudiza principalmente en
las escuelas, donde nios y nias comparten la mayor parte del tiempo. En este lugar los
nios se empiezan a formar como hombres y las nias como mujeres, discriminndose
por las acciones que debe realizar cada uno. En los centros educativos investigados se
encontr gran cantidad de registros referidos a este tema.
Nio 1: Cacha al Kevin le gana una mujer, es niita, es niita.
Grupo de nios: jajajaja, es niita.
Nio 2: Cmo te puede ganar una mujer? Si las mujeres no saben jugar a las
bolitas.
Nio 3 : Es terrible de buena, mira juega con ella, juega sper bien.
(Caso 4, Reg. N 2).
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privilegios. Este proceso continuo promueve momentos beneficiosos para la configuracin de lo comn, por lo que en algunos casos vara segn los niveles y edades que
los grupos representen. A medida que avanzan en edad, las normas se internalizan, lo
que hace que los nios/as busquen espacios donde aquellas no se puedan ejercer, por
un descontento, considerndolas en algunos casos injustas. Si tomamos en cuenta que
los docentes del establecimiento consideran la libertad como una accin de prdida del
control de las normas, por lo que solo dejan pequeos espacios con libertad de accin,
este sentido de pertenencia se pierde. Por motivos de ausencia discursiva abstracta en el
lenguaje en nios y nias pequeos/as, trabajamos recogiendo informacin con fotosmemorias, es decir, los ms pequeos sacaban una foto al sitio de mayor agrado y
menos gusto por permanecer all. Esta asociacin simblica con el espacio est relacionada
con la sensacin de seguridad, afecto y libertad que le otorga el lugar.
3.2.En la gran matriz de lo comn. Participacin y democracia, gobernabilidad; control normativo; idea de un nosotros/as.
3.2.1.Participacin y Democracia
Esta categora surge con los registros de observacin intra-aula, entrevistas y algunos
anlisis de documentos. En dos de las escuelas pblicas junto a la escuela rural de la
regin de Via del Mar, se observa una construccin de consenso ante las normas que
ordenarn la convivencia de la escuela, destacando que en la escuela pblica urbana
esto se enfatiza en el sector parvulario y tiende a desaparecer a medida que avanza el
tramo evolutivo escolar, paradjicamente. Sin embargo, en los cinco casos restantes,
los estudiantes no deciden casi nada, ni el turno de habla, lugares de asiento, contenidos, actividades, espacio, tiempo escolar. En siete de los casos observados, la directiva
es escogida por el docente, ante el estereotipo configurado de buen alumno o buena
alumna. En dos casos, el docente escoge una terna, y los nios y nias eligen ante esta
propuesta a sus lderes.
Podramos caer en el supuesto desde la psicologa cognitiva segn los estadios de
desarrollo que desde el pensamiento concreto; es difcil imaginar a un nio de cuatro
aos, aspectos abstractos ticos y valricos relacionados con el espacio en comn, sin
embargo los avances demostrados por Dalberg, Pence, Moss, nos hablan de un sujeto
nio/a con potencialidades que superan la lgica estratificada de los estadios cognitivos. Por otro lado, evidencias de teora cognitiva aportada por Kincheloe, Steinberg y
Villaverde sumado a evidencia emprica del proyecto educativo italiano Reggio Emilia,
nos muestran a un sujeto nio/a constructor de relaciones sociales y activo ciudadano de
su quehacer social y personal. Tambin nuestros datos de los estudios de caso nos aportan
informacin de un sujeto nio/a que desea colaborar, decidir, discutir las normas para su
consenso, argumentar y sentirse protagonista de su hacer escolar. El espacio escolar tiene
instalado un currculum docente-cntrico, normativo, directivo, impositivo con estrategias
que no permiten que los estudiantes decidan, haciendo de la forma de relacionarse, una
relacin asimtrica, impositiva, de vigilancia, poder y control, ausente de comunicacin,
mediatizada por el castigo.
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En las salas de clases, las prcticas democrticas son escasas, pues no se atienden
diferencias individuales, no se fomentan valores tales como la justicia, la igualdad, la
solidaridad, el respeto o la aceptacin del otro distinto. La escuela ms que ser un espacio
democratizador es un espacio de vigilancia, control y castigo.
Profesor: Quin dijo que tocaran? Cuando yo diga, cuando yo diga!, ya? Cuando
yo diga vamos a partir por fila. Ya, esta fila primero.
(Caso 3, Registro N 34).
3.2.2.Control Normativo
Se evidencia cmo el centro educativo establece normas para todos los niveles, en
horarios, normas de patio, uniformes, etc. y la educadora o docente como el agente
regulador de normas dentro de la sala, en la que prescribe los ejes sustantivos ticos de
lo correcto e incorrecto a veces sin sentido para los nios y nias y por supuesto
sin participacin. Otro punto importante es la libreta de comunicaciones, la cual es un
instrumento que toma importancia desde primero bsico, el cual es considerado como
elemento castigador desde segundo hasta cuarto bsico, solamente en primero no han
tomado conciencia de la funcin que cumple, por lo que aun hacen referencia de que su
uso se vincula a buena o mala la comunicacin.
Ante la pregunta de si el establecimiento presenta contextos y situaciones en las
cuales el estudiante puede elegir, ellos responden que no, y que solo es posible hacerlo
en el recreo:
No!.... (slo) cuando estamos en el recreo y elegimos los juegos.
(Caso 8, grupo focal).
A veces nos anotan por llegar atrasados, porque una vez nos anotaron porque llegamos
tarde a gimnasia con un compaero, y la ta no nos dej entrar, y tuvimos que ir donde
el to Gustavo para que nos diera un pase y llegamos y la ta nos anot porque habamos
llegado 10 minutos tarde, y habamos llegado 1 minuto tarde.
(Caso 8, grupo focal).
En general en todos los casos, que suman ocho escuelas, el cumplimiento de normas
como plataforma comn se percibe como un sin sentido por los estudiantes y son vivenciados como una contradiccin con el sentido comn que expresan nios y nias,
con los criterios que emergen de sus lgicas reflexivas. Se puede decir que el control
normativo en sus mltiples formas tiende a debilitar el sentido de pertenencia en los
grupos estudiados, pese a la rica actividad social que se propicia en el establecimiento.
Se observa una subjetividad que demanda espacios de expresin y que los recibe dentro
del establecimiento pero que es acogida por las pautas de accin que se desarrollan
entre los docentes desde una aproximacin maternal/paternal, mediatizada por el afecto
controlador que es reforzada por la identidad de familia, con lo que se identifican
algunos centros.
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esta manera se logra mantener unido al grupo curso que les brinda la seguridad de la
pertenencia que se necesita.
Sin embargo, el sentido de pertenencia es distinto en los diferentes centros. En los
colegios privados y subvencionados el sentido de pertenencia est asociado al sentimiento
de seguridad y confort afectivo, vale decir, asociado a la sensacin de integracin que
provoca la docente de cada asignatura, ya que por lo observado se constat que cuando
los docentes no mantienen canales de comunicacin fluidos con los nios/as estos se
resienten demostrando menor integracin grupal, y por tanto menor sentido de pertenencia
al grupo, contrariamente a lo que ocurre cuando los docentes s se preocupan de crear
un buen lazo con sus alumnos/as.
Visto de esta forma, si los individuos no logran forjar una idea de un nosotros,
difcilmente lograrn desarrollar valores ciudadanos, debido a que el trabajo ciudadano
no es una tarea individual, sino un ejercicio social. Sin embargo, en muchas situaciones
se pudieron ver dinmicas que s aluden a esta dinmica, como por ejemplo, en juegos
de patio, en donde los nios y las nias al estar fuera de la supervisin y autoritarismo
del docente practican valores ciudadanos correspondientes al mbito del espacio comn,
como el respeto, la tolerancia, la capacidad organizativa, la solidaridad. Dadas estas dos
contraposiciones, se puede concluir que la dificultad que poseen nios y nias para construir el concepto del nosotros guarda ms relacin con que el dominio de la escuela
no es suyo, lo albergan los docentes y, en general, los adultos en nuestra sociedad. Es
por esta razn que al contestar la pregunta de Sientes que el colegio es tuyo? muchos
respondieron que no, que es de otros, o porque mandan otros, pues no poseen sentido de
pertenencia hacia este espacio. De esta forma, ese otros correspondera a los adultos,
pues los nios y las nias cuando se encuentran solos logran construir normas, establecer
un objetivo comn y cohesionarse.
IV. PALABRAS FINALES A MODO DE CIERRE
Lo comn y la sociedad se presentan como categoras debilitadas tanto desde la
experiencia y significacin de los estudiantes (representaciones simblicas), as como
de los docentes. Ambos coinciden en sus acciones y discursos una constitucin de lo
social en el cual ellos actan de forma pasiva ante una regulacin externa, normativa
regulada por tendencias neoliberales de sustitucin de lo pblico por el mercado.
Los estudiantes reflejan representaciones simblicas configuradas desde los medios
de comunicacin que aluden a: estereotipos sexistas, estereotipos estticos, relaciones
de exclusin, discriminacin, inseguridad y desconfianza; la sociedad est mal,
asociando el mundo social diverso con la violencia que debe ser controlada (crceles
para los delincuentes) para asegurar la felicidad, vale decir, el panptico que se vive en
la escuela trasladado al orden social-estatal. En suma, se observa un dficit de lo comnsocial en los nios/nias mediado por la experiencia disponible dada por la procedencia de
clase social y la edad y por la mediacin dbil realizada por los docentes. Ellos mismos
manifiestan esta debilidad, al mismo tiempo que una debilidad institucional en la entidad
que no ha tenido en el ltimo tiempo una poltica clara y sostenida evaluable por lo cual
se evidencia que los valores morales se pierden al comenzar los nios la adolescencia.
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V. BIBLIOGRAFIA
Alvarado, Bustamante, Rubio y Tapia (2002). Evidencia de Contradicciones y paradojas en la
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