Inve Mem 2012 131316 Urbe Ludens
Inve Mem 2012 131316 Urbe Ludens
Inve Mem 2012 131316 Urbe Ludens
en la ciudad
Angelique TRACHANA
Dra. Arquitecta, Profesora de la Universidades Politcnica de Madrid, ETSAM y Camilo Jos Cela, ESAyT
1. Introduccin
expresin artstica y espacios de la pura reflexin donde anidan utopas de reformas sociales como el Situacionismo. El artculo mantiene una cierta estructura cronolgica
haciendo referencia a algunos paradigmas
histricos desde los espacios para la educacin fsica en la antigua Grecia hasta el espacio libre que concibe el urbanismo moderno y el papel de los modernos espacios
Agradezco a los evaluadores annimos sus comentarios
que han contribuido a mejorar el texto substancialmente.
Estudios
2. El significado antropolgico
del juego
El juego es ms viejo que la cultura, nos dice
Huizinga. La verdadera cultura nace en forma
de juego y cuando el hombre juega es nicamente cuando crea verdadera cultura. Las
grandes ocupaciones del hombre como el lenguaje, los mitos, el culto, la poltica, la guerra...
estn impregnadas de juego. El juego es, pues,
esencial para el hombre y la sociedad en la
que vive. El juego es una accin o actividad
voluntaria que se desarrolla sin inters material
dentro de ciertos lmites fijos de tiempo y espacio, segn una regla libremente consentida
pero completamente imperiosa, provista de un
fin en s misma y acompaada de un sentimiento de tensin y alegra (HUIZINGA, 1972).
Huizinga concibe el Homo Ludens, hombre
que juega no simplemente en sus aspectos
biolgicos, psicolgicos, etnogrficos o culturales, sino como la funcin humana esencial
en la reflexin y el trabajo, mostrando as la
insuficiencia de las imgenes convencionales
del homo sapiens y el homo faber. Desde los
supuestos del pensamiento cientfico-cultural,
el juego se ubica como gnesis y desarrollo
Hans-Georg Gadamer es fundador de la teora filosfica hermenutica o teora de la interpretacin que reconduce con ISER
(1976) y JAUSS (1977) hacia la esttica de la recepcin.
424
ponentes de la identidad ciudadana. Los espacios de explotacin privada y el ocio promovido por las instituciones o las empresas
mercantiles no responden precisamente a las
actividades individuales que surgen espontneamente en total libertad.
Estudios
El arte pierde su distancia respecto a la realidad y adquiere una fisicidad y una materialidad
que nunca haba posedo antes; la msica es
sonido, el teatro es accin, el arte figurativo
tiene una consistencia a la vez visual, tctil y
conceptual. Ya no son imitaciones de la realidad, sino realidades tout court no mediadas ya
por la experiencia esttica; son extensiones de
las facultades humanas que, sin embargo, ya
no deben rendir cuentas al sujeto porque ste
se ha disuelto completamente en una exterioridad radical. Esta idea del arte actual no se
diferencia de la idea situacionista de la ciudad.
La ciudad podra convertirse en una obra de
arte total situacin o ambiente inspirada y
realizada por y para la comunidad sin sustraerse de la vida cotidiana.
Los juegos en el espacio de la ciudad reflejan
la construccin de su identidad histrica-social,
el imaginario individual y colectivo configurando los verdaderos espacios pblicos que se
han trasformado y actualizado pero siempre
permanecen bajo nuevas formas caracterizndose por ser la formulacin de un proyecto
ldico-artstico. Son espacios donde tiene lugar el desarrollo de las actividades, acciones,
expresiones de la creatividad individual y colectiva. Los lugares del juego, aglutinan el smbolo y la fiesta. Son lugares donde se manifiesta la comunicacin intersubjetiva frente a
los no lugares o lugares carentes de comunicacin y de memoria (AUG, 1994). En estos
lugares se manifiesta la memoria de las efemrides, se reafirma la identidad histrica y
social por la repeticin de manifestaciones cvicas y rituales religiosos. Son lugares de una
densidad significativa, una complejidad y siempre actualidad en tanto que siguen siendo escenarios vivos de la sociedad actual. Son por
eso elementos estructurales de la ciudad. Desde la ms remota antigedad los espacios reglados para juegos y para actividades ldicas
formaron parte de la ordenacin de la ciudad y
siguen siendo referencias vivas para la creacin de espacios urbanos hoy. Pero a esa estructura habra de incluir aquellos poco conformados y a veces efmeros o improvisados que
algunos sectores de la sociedad actual sectorializada y desigual pueden promover; o
aquellos que en condiciones de precariedad
como en la crisis econmica y social actual
pueden surgir desde la base y como reivindicacin de espacio vital y, sobre todo, habra de
426
reivindicar aquellos espacios de calidad posibles slo con la colaboracin entre sectores de
la administracin sensibles y colectivos ciudadanos implicados y responsables que de la
mano de profesionales dispuestos a investigar
y experimentar nuevas formulaciones son capaces, a travs del proyecto del espacio pblico, a integrar necesidades sociales y culturales con soluciones a problemas ambientales,
recreacin de la naturaleza en las reas urbanas y recuperacin de espacios degradados y
residuales.
FIG. 2/ arr. izda. Plano del santuario de Olimpia, sede de los juegos olmpicos desde 776 a.C. donde se destacan
la palestra, el gimnasio y el estadio;
arr. dcha. Representacin de Priene donde se destaca al borde de la ciudad la palestra y el estadio;
ab. izda. Plano de Pompeia destacando en la parte sur el teatro grande, prtico de gladiadores, palestra y
anfiteatro;
ab. dcha. Foto area del teatro grande y el prtico de gladiadores
Estudios
5. Juego y ritual
Otro tipo, totalmente distinto, de cultura que se
canaliza como juego, lo encontramos en los antiguos Mayas quienes practicaban el Juego de
Pelota. Como se ha comprobado este juego tena mucho ms de ritual religioso que de deportivo. Pues entendan que jugando se recreaba
la victoria de sus dioses contra los demonios
del mal, y la llegada de una nueva raza maya
como smbolo de vida y de reencarnacin. Sin
embargo, el destino del vencedor de cada torneo era misterioso y estremecedor: voluntariamente y con gran honor era decapitado en honor a Kukulkn. El hombre luchaba por un
destino superior, sobrehumano y desconocido.
Comparable a la mstica de este ritual es la
grandeza y monumentalidad de los espacios
para este juego que nos ha legado la civilizacin maya. Uno de los enclaves ms impresionantes es el de Chichen Itza, la explanada ms
grande de Mesoamrica de 168 m de largo y 70
de ancho (ver FIG.3), como smbolo quiz de
todos los espacios de contenido metafsico o
ideolgico concebidos por el ser humano.
6. Reminiscencias de juegos
medievales
Muchos espacios de la vida pblica en las ciudades de hoy configurados habitualmente
como plazas son espacios que se utilizaban en
su origen para juegos y torneos medievales.
Este origen de numerosas plazas slo tiene su
parangn en el nmero de plazas que proce-
428
formas primitivas de juegos que nos han llegado hasta hoy, son los juegos taurinos. Pues
tienen su origen a juegos y rituales muy antiguos y las plazas de toros no son ms que el
revival de los anfiteatros romanos, tambin llevados al terreno de la expresin, esta vez, de
la cultura hispnica global.
7. Los laberintos
A partir del Renacimiento se hicieron una
moda en la construccin de jardines, los laberintos hechos con altos setos y con el propsito nico de divertir (ver FIG.5). El laberinto
es un juego muy antiguo. Como se sabe, tiene su origen en el mito de Minotauro. Escribe
Nathaniel Hawthorne en su libro Cuentos de
laberintos,
no puede haber nada ms intrincado, excepto quiz que el cerebro de un hombre como
Ddalo, que lo plane, o el corazn de cualquier hombre comn....
FIG. 4/ arr. y ab. dcha. Plaza de los Fueros de Vitoria y ab. izda. Plaza de la Trinidad en San Sebastin, obras del
arquitecto vasco, Luis Pea Ganchegui junto con el escultor vasco Eduardo Chillida, la primera, que incorporan el
frontis y el gradero para las competiciones de deporte rural vasco
Estudios
FIG. 5/ Planos de laberintos. De izda. a dcha. Jardin-laberinto de Filarete; diseos de laberinto de conexiones
mltiples y laberintos que no tienen circuitos cerrados; dibujos del jardn de Lastanosa en Huesca (siglo XVII)
Fuente: Antonio NAVAL MAS http://www.antonionavalmas.net/spip.php?article69.
el ser humano y en los animales. Para los diseadores de computadoras, los robots que
manejan laberintos son parte de un emocionante programa para construir mquinas que,
como los animales, saquen provecho de su
experiencia. Sigue pues el juego del laberinto
siendo el smbolo de la inteligencia humana
que no repara nunca en invertirse en lo complejo gratuito de la hazaa que inici el genial
arquitecto Ddalo quien adems de construir
para el rey Minos de Creta el laberinto del Minotauro, invent, segn parece, tambin la
primera mquina voladora. Segn la leyenda,
construy unas alas mecnicas para su hijo
Icaro quin pereci por volar muy cerca del
sol, viva metfora esa tambin de las proezas
del ser humano que quiere superarse; que
quiere superar su destino humano.
430
FIG. 6/ ar. izda y dcha. Versalles, vista del Grand Canal, grabado de Nicolas Perelle, 1680; ab. izda.
Fuente: Latona, esculpida por Jean Le Pautre, 1678; ab. dcha. Fuente de Apolo, esculpido por Louis de Chastillon, 1683.
Estudios
reorden el espectculo y la diversin del pblico, de modo que la lidia de toros practicada
desde muy antiguo, se ha reglamentado y dio
lugar a la corrida de toros que conocemos hoy
como un espectculo de masas. Slo hubo
otros dos espectculos que rivalizaban en
aquel entonces con el anterior en concurrencia, animacin y aparato: los autos de fe celebrados por la Inquisicin y la procesin, la otra
manifestacin simblica ms caracterstica del
mundo hispano (DE LA FLOR, 2001). Esas manifestaciones, siempre apoyadas por la monarqua, se incorporan en una genealoga de tc-
FIG. 7/ arr. izda. Auto de Fe en la Plaza Mayor de Madrid. Francisco de Ricci, 1683, Museo del Prado; arr dcha.
Corrida de Toros en la Plaza Mayor de Madrid, Museo Municipal de Madrid; centro izda. Procesin, F. Goya y
Lucientes, 1815-19; centro dcha. La Plaza Mayor de Madrid en el plano Texeira; ab. Grabados sobre toreo de Goya,
en la serie La Tauromaquia
Fuente: Museo del Prado. Museo Municipal de Madrid.
432
FIG. 8/ La partida de croquet, Manet, 1873; resto: Explanada de la Isla de Corf donde se sigue jugando el croquet
Estudios
434
FIG. 9/ izda. y ar. dcha.: Coney Island y ar. cen. : Crysler Building, ilustraciones de Rem Koolhaas, Delirius New York,
(1979); ab. dcha.: Figuraciones de Hugh Ferris, Metropolis of Tomorrow (1929)
Estudios
En la segunda mitad del siglo XX los postulados de la ciudad moderna entraron en crisis
por haberse prestado a los intereses de la especulacin inmobiliaria y por haber producido
efectos de uniformidad, monotona y baja calidad espacial. Ante esos fenmenos se form
una plataforma crtica que entre sus diversos
componentes, el movimiento situacionista o
Situacionismo3 protagoniz una nueva forma
de ver y experimentar la vida urbana; deri-
436
tuacionista no es distinto de una eleccin moral, que es la toma de partido por lo que asegura el futuro de la libertad y del juego. Ligado
a la certeza de que el tiempo libre ira en continuo y rpido aumento gracias a la industrializacin y la automatizacin sin embargo se
opone totalmente al desarrollo del vasto sector industrial del ocio que es, segn Debord,
un incomparable instrumento de embrutecimiento del proletariado mediante los subproductos de la ideologa mistificadora de los
gustos de la burguesa, por lo que haba de
arrojar nuevas fuerzas en la batalla del ocio.
Pero Debord no se limit a teorizar; su obra
fue siempre una construccin viva mediante
la cual se propuso el uso de ciertos medios
de accin y el descubrimiento de nuevos en
la perspectiva de una interaccin de todos los
cambios revolucionarios. La finalidad ltima
de estas iniciativas sera
la liberacin de la personalidad y del comportamiento humano de las estructuras opresivas del capitalismo
Las propuestas finales de la Internacional Situacionista pretendan superar el arte y desembocar en el urbanismo y el ambiente ldico.
El urbanismo unitario sera un ambiente implicado y efmero cuyo objetivo era la creacin
de experiencias de vida alternativas, denominadas situaciones. Pero finalmente la resignacin cundira en el grupo, que dedicara su
esfuerzo slo hacia metas menores (barricadas, derivas, grafitis...etc.). El nico que se
empea a realizar un proyecto serio para la
creacin del urbanismo unitario es NIEUWENHUYS (1974). New Babylon, es una de sus
propuestas ms ambiciosas, que toma como
modelo los campamentos de los gitanos nmadas observados por Constant en Italia.
Esas construcciones efmeras, que se desarrollaban en un devenir constante y eran fabricadas con elementos transportables e intercambiables fueron el principio generador de
New Babylon. Constant trabaj desde 1950
en una serie de pinturas, dibujos, textos y maquetas que describan la forma de una sociedad post-revolucionaria. Una serie de estructuras transformables elevadas sobre el suelo
y vinculadas entre s a modo de una megaestructura que literalmente dejaba la metrpolis
burguesa abajo. En la Nueva Babilonia, las
cadenas burguesas del trabajo, la vida familiar
y la responsabilidad cvica seran alteradas. El
individuo se converta en vagabundo, un
errante de un entorno ldico a otro en busca
de nuevas sensaciones, la autorrealizacin y
la autosatisfaccin que eran los objetivos sociales de Constant. El ser humano, en calidad
Estudios
FIG. 11/ Constant Nieuwenhuys, planos y maquetas de New Babylon, una megaestructura transformable
continuamente por su poblacin nmada (a partir de 1959)
438
Estudios
FIG. 12/ Aldo Van Eyck, espacios de juegos para nios, msterdam, aos 1950. Todos los lugares eran apropiados
para los parques de juego; solares vacos llenos de escombros, huecos entre medianeras, plazas y espacios
pavimentados sin ningn uso se transformaron en parques de juego para los nios
440
FIG. 13/ arr.: Zeedijk, msterdam centro, 1955-1956; Mural pintado por Joost Van Roojen(1958). ab.: Zaanhof,
Spaarndammerbuurt, msterdam Oeste (1948-1950)
Estudios
FIG. 14/ Peter Latz. Landschaftspark, Duisburg-Nord (1991-2001); arr.: Plazametlica; ab.: un club de buceo
instalado en los viejos depsitos Mller y el antiguo gasmetro; el viejo alto horno utilizado para escalar
442
15. Conclusin
Bien es verdad que la potica de lo sucio y
degradado, la apologa del caos, constituyen
hoy nuevos dominios estticos que presentan
objeciones tericas contra conceptos como
espacio pblico, contexto, luga, tachndolos de mticos y anticuados. Frente a
esos conceptos asociados a la ciudad estable
hay que entender hoy lo urbano, nos dice
DELGADO (2007), como una masa movediza,
sociedad lquida (BAUMAN, 2007) e invisible
(INNERARITY, 2004) que reivindica el uso de la
tecnologa como instrumento de colaboracin
y mediador de la realidad pues, nos comunica, nos globaliza y nos convierte en una comunidad distinta. Los avances tecnolgicos
pueden implementar la forma de interpretar y
despus construir el mundo escogiendo segmentos, trozos de la parcelacin del mundo,
respetando su multiplicidad, su heterogeneidad, y otorgando legibilidad a las relaciones
puestas en evidencia. En un mundo donde
cada vez ms es prioritaria y constante la participacin del ciudadano, la tecnologa contribuye a reinventar lo comn de los hombres
(NEGRI, 2010) y a concebir una nueva forma
de estar juntos (MAFFESOLI, 1990). Esa es
una de las grandes gestas de nuestra poca,
a la vez globalizada y ultralocal.
En el exterior urbano que viene a ser como
una especie de lquido amnitico los concurrentes buscan y encuentran lugares provisionales que consideran propios en tanto que
apropiados en una dinmica infinita de colonizaciones transitorias. Lo urbano es todo lo que
en la ciudad no puede detenerse ni cuajar, lo
que no puede planificarse; una esfera de y
para las prcticas y saberes especficos al servicio de una organizacin singular de las coexistencias basada en la carencia de lugar, el
no lugar y la no ciudad, nociones que dependen de los valores perceptuales y sensibles del desplazamiento, del cambio y de la
inestabilidad como materia prima. El lugar sostiene ARENDT (2002) slo es un lugar del espritu, es un pensar y para existir no se necesita de ningn lugar. El sujeto no est sino
que trabaja, es el ser concebido como no-posicin que por eso slo puede ser disposicin:
apertura, expectativa ante lo que en cada momento est a punto de ocurrir.
Ese profundo cambio en la concepcin del ser
implica una radical transformacin de la percepcin de los lugares y hasta pone en cuestin la planificacin de la ciudad y el proyecto
urbano. Son en realidad cuestionados los viejos patrones basados en el control absoluto del
diseo, la espectacularidad y la mercantilizacin del espacio pblico. Por eso, la administracin pblica no debera renunciar el respaldo de toda iniciativa que trata de erradicar la
especulacin del ms feroz de los liberalismos
que depreda y haga de la ciudad un mero negocio; que convierte sus espacios en productos para el consumo; que estimula la propiedad pero que restringe la apropiacin; que
contempla la utilidad urbana siempre como
obstculo para un buen marketing urbano y
como fuente de desasosiego para cualquier
forma de poder poltico. Lo urbano entendido ya no como lo estable-construido sino como
lo humano-fluctuante a no poder ser planificado, slo es posible vigilando los espacios
por los que transcurre la utilidad urbana, contemplando todo lo imprevisto, los acontecimientos, las escapatorias, las posibilidades de
emancipacin, las relaciones mnimas que
pueden alcanzar un alto nivel de intensidad, la
lugarizacin latente, posibilidad o potencia de
lugar o de ciudad. Recordando a Lefebvre:
Estudios
que potencian los aspectos sensibles del lugar frente a la imposicin de modelos basados en ideas preconcebidas. Esa es la ptica de DE C ERTEAU (1984: 43-49) de las
prcticas cotidianas y colaborativas, que escapan del control panptico (F OUCAULT ,
1967); prcticas, algunas de las cuales hasta
no requieren su propio espacio sino slo su
propio tiempo.
15. Bibliografa
ARENDT, H. (2002): De la vida del espritu, Paids
Ibrica, Barcelona.
ARGULLOL, R. (2000): La atraccin del abismo: un
itinerario por el paisaje romntico, Destino, Barcelona.
AUG, M. (1994): Los no lugares, espacios del anonimato: una antropologa de la sobremodernidad,
Editorial Gedisa, Barcelona,
BAUMAN, Z. (2007): Tiempos lquidos, Tusquets Editores, Barcelona.
BENEVOLO, L. (1994): La Captura del Innito, Celeste
Ediciones, Madrid.
CALABRESE, O. (1994): La era neobarroca, Ctedra,
Madrid,.
DEBORD, G. (1957): Manifiesto Situacionista. Informe sobre la construccin de situaciones y sobre
las condiciones de la organizacin y la accin de
la tendencia situacionista internacional, Revista
Bifurcaciones: http://www.bifurcaciones.cl/005/reserva.htm. [Consulta: 8/1/2011]
(1999): La sociedad del espectculo Pre-Textos,
Valencia.
(1990): Comentarios sobre la sociedad del espectculo, Anagrama, Barcelona,.
DE CERTEU, M. (1999): La invencin de lo cotidiano,
Universidad Iberoamericana, Mxico,.
DE GRACIA SORIA, F. (2009): Entre el paisaje y la
arquitectura, Nerea, San Sebastin.
DELGADO, M. (2007): Sociedades movedizas, Anagrama, Barcelona.
HUIZINGA, J. (1972): Homo Ludens, Emec Editores,
Espaa.
FOUCAULT, M. (1997): Los espacios otros Astrgalo Cultura de la arquitectura y la ciudad, 7: 83-91.
GADAMER, H. G. (1991): La actualidad de lo bello.
El arte como juego, smbolo y esta, Paids/
ICE de la Universidad Autnoma de Barcelona,
Barcelona,.
ISER, W. (1976): Der Akt des Lesens. Theorie sthetischer. Wirkung, Munich.
INNERARITY, D. (2004): La sociedad invisible, Espasa
Calpe, Madrid.
JAUSS, Hans-Robert (1992): Experiencia esttica y
hermenutica literaria, Taurus, Madrid.
JAUSS, Hans-Robert (1995): Las transformaciones
de lo moderno. Estudio sobre las etapas de la
modernidad esttica, Visor, Madrid.
444