Manual de Laicos Carmelitas Del Sagrado Corazón
Manual de Laicos Carmelitas Del Sagrado Corazón
Manual de Laicos Carmelitas Del Sagrado Corazón
INDICE GENERAL
PRESENTACIN Y METODOLOGA
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Qu es un carisma
Carisma y experiencia de Dios
Seguimiento de Cristo desde un carisma especfico
Madre Luisita: depositaria y portadora del Carisma
El carisma Carmelita del Sagrado Corazn
6. La proyeccin misionera del Carisma Carmelita del Sagrado
Corazn
- Origen histrico de la proyeccin misionera del carisma
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1. Contexto socio-poltico-religioso
- Primer Perodo del Gobierno de Jurez (1858-1866)
- Segundo Perodo del Gobierno de Jurez (1867-1872)
- Lerdo y su Gobierno (1872-1876)
- El Porfiriato (1877-1910)
2. Primera etapa de su vida (1866-1904)
- Familia y nacimiento
- Infancia y educacin
- Adolescencia de Luisita
- Catorce aos de vida matrimonial
3. Fundadora de las Carmelitas del Sagrado Corazn
(1904-1937)
- Los principios de la congregacin
- Primera configuracin con el Instituto
- El difcil camino de agregacin a la Orden del Carmen
- Primeras profesiones y apertura del noviciado
- Primeras fundaciones
- La persecucin de la Iglesia en Mxico
- La huida a los Estados Unidos
- El regreso a Mxico y la situacin del Instituto
- Gobierno del Instituto y aprobacin de las constituciones y
el ceremonial
- Otras fundaciones
- Muerte de la venerable Madre Luisita
El Dios providente
El Dios bueno
El Dios misericordioso
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Oracin contemplativa
Oracin filial
Oracin teologal
Oracin centrada en Cristo
Oracin como trato de amistad
Hacer de la vida una oracin
Oracin humilde y confiada
Oracin de silencio y recogimiento
Oracin en comunin eclesial
Ficha
Ficha
Ficha
Ficha
Ficha
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MDULO 4: FRATERNIDAD
TEMA 1. EL CORAZN DE JESS EUCARISTA ES FUENTE
DE FRATERNIDAD
* Jess es el enviado del Padre a anunciar su reinado de amor
* La entrega eucarstica de Jess es revelacin del amor total
del Padre
* El amor de Jess nos hermana y crea fraternidad
-
Eucarista y comunin
Eucarista y lavatorio de los pies
Celebracin cultural y existencial
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Ficha 1
Ficha 2
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Ficha 4
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PRESENTACIN
Hermanas y hermanos:
Religiosas Carmelitas del Sagrado Corazn
y laicas y laicos que comparten nuestro carisma:
El XIII Captulo General celebrado en el ao 2003 al reflexionar sobre la riqueza
de nuestro carisma y la importancia de comunicarlo a todos y todas los que
comparten nuestra vida y misin de Carmelitas del Sagrado Corazn,
determin lo siguiente:
Formar un equipo, integrado por una hermana de cada consejo general y
provinciales para que elabore material de reflexin y orientacin desde los
diversos aspectos apostlicos como Carmelitas del Sagrado Corazn. Este
material trazar un itinerario gradual y sistemtico para las diversas pastorales
y nos ayudar a releer el carisma en forma creativa (XIII Captulo general,
conclusin operativa No. 4, comunidad proftica, Pg. 27).
En respuesta a esta inquietud de las hermanas de la congregacin y de muchos
laicos y laicas que desean conocer, profundizar y encarnar este Carisma en su
vida y misin apostlica, hemos preparado 7 mdulos que corresponden a los
elementos fundamentales del Carisma de Carmelitas del Sagrado Corazn:
MDULO
MDULO
MDULO
MDULO
MDULO
MDULO
MDULO
1:
2:
3:
4:
5:
6:
7:
METODOLOGA
VER ILUMINAR ACTUAR CELEBRAR - EVALUAR
Introduccin:
La metodologa que proponemos para compartir estas fichas de formacin en
el Carisma es la de VER-ILUMINAR-ACTUAR-CELEBRAR-EVALUAR, que se ha
utilizado en Amrica Latina a partir de los documentos de Medelln (1968) y
Puebla (1979) y desde entonces se ha aplicado en la pastoral de la Iglesia. A
pesar de que han pasado muchos aos, todava sigue vigente como un mtodo
sencillo, pero sobre todo, permite que los contenidos se conviertan en
vivencias para transformar nuestra vida personal y el entorno donde vivimos.
Por lo que, esta metodologa ha sido retomada por la V Conferencia
Latinoamericana realizada en Aparecida, Brasil (2007), por lo tanto, seguir
vigente en toda la misin eclesial de nuestro continente:
Este mtodo implica contemplar a Dios con los ojos de la fe a travs de su
Palabra revelada y el contacto vivificante de los sacramentos, a fin de que, en
la vida cotidiana, VEAMOS LA REALIDAD que nos circunda a la luz de su
providencia, LA JUZGUEMOS SEGN JESUCRISTO, Camino, Verdad y Vida, y
ACTUEMOS DESDE LA IGLESIA, cuerpo mstico de Cristo y sacramento universal
de salvacin, en la propagacin del reino de Dios, que se siembra en esta
tierra y que fructifica plenamente en el cielo (Aparecida 19).
DESCRIPCIN DEL MTODO:
Este mtodo originalmente tuvo tres pasos: VER-JUZGAR-ACTUAR, y
posteriormente se le agregaron otros dos: CELEBRAR Y EVALUAR. La
comisin que prepar estos 7 mdulos, lo propone utilizando un lenguaje ms
acorde con el Carisma-espiritualidad que Dios regal a toda la Familia de
Carmelitas del Sagrado Corazn a travs de N. M. Luisita. Enseguida vamos a
describir brevemente la metodologa con cada uno de sus pasos:
PRIMER PASO:
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LAS
CAUSAS
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CONSECUENCIAS
DE
ESA
Cuando se utilicen los evangelios podemos hacer alguna introduccin que site sobre el
contexto en que fue escrito, a quienes est dirigido, etc. De igual forma, respecto a la vida y
escritos de Madre Luisita, introducir con algunos datos que ubiquen en qu circunstancias fue
escrito y a quin fue dirigido con el fin de que se oriente y actualice a los actuales destinatarios.
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CUARTO PASO:
CELEBRAR Y FESTEJAR EL PASO DE DIOS POR NUESTRA VIDA Y LA
HISTORIA DE NUESTRO PUEBLO (ORAR-CONTEMPLAR)
El descubrimiento del Dios de la vida en la realidad personal y social (ver), el
encuentro con l a travs de su Palabra (iluminar) y el compromiso por la
transformacin de la realidad (actuar), llevan espontneamente a la
celebracin gozosa y agradecida de la experiencia vivida. Para el cristiano, la fe
y la vida estn integradas; por eso hay que celebrar el paso de Dios por
nuestra historia personal y comunitaria, que va generando bsqueda,
esperanza, alegra, perseverancia, etc. Celebrando la vida concreta se
reconoce la presencia de Dios liberador haciendo historia con su pueblo.
Los tres primeros pasos (VER-ILUMINAR-ACTUAR) nos permiten concretizar
nuestro compromiso para colaborar en el proyecto de Dios, de acuerdo a la
realidad. Para este cuarto paso (CELEBRAR), proponemos dos espacios que
pueden realizarse continuados o de manera opcional.
a. CONTEMPLAR DE CORAZN A CORAZN
Para nuestra Madre Luisita la contemplacin se realiza de corazn a corazn
por lo tanto, en este momento no son necesarios grandes discursos o
profundas reflexiones, basta dejar hablar al corazn que se expresa desde un
trato sencillo, ntimo y personal con Dios, y a la vez, dejarnos amar por l, que
es la fuente del amor.
Aplicacin del mtodo:
13
En este espacio contemplativo dirigido o libre, vamos a dejar que fluyan desde
nuestro corazn los sentimientos que aparecen durante este encuentro
formativo (gratitud, confianza, abandono, esperanza, fe, amor), y que nos
permiten sintonizar con Dios, que es la fuente de los valores humanos, y los va
consolidando en nuestra vida a travs de la oracin y el compromiso.
Para este momento, muchas veces es suficiente una palabra o frase (mantra):
gracias, me abandono en ti, aydame, confo en ti, qudate
conmigo que se repite desde lo hondo del corazn hasta entrar en una
profunda comunin con Dios, porque lo hemos experimentado fiel y amoroso
dentro de nosotros/as mismos/as.
En ocasiones, podemos simplemente dejarnos amar por l en silencio, no es
necesario decir nada, basta que experimentemos su mirada bondadosa,
providente y misericordiosa sobre nosotros/as, sintindonos abrazados/as
enteramente a su Corazn Divino.
b. FESTEJAR SU BONDAD, MISERICORDIA Y PROVIDENCIA SIN
LMITES.
La celebracin revela y alimenta la dimensin litrgica y sacramental de la
realidad (ver), del discernimiento de la voluntad de Dios (iluminar) y del
compromiso transformador (actuar). La celebracin fortalece la fe y pone al
grupo y a sus miembros en contacto directo con el misterio central del
cristianismo: la pasin, muerte y resurreccin de Jesucristo.
Aplicacin del mtodo:
Se elige de antemano algn salmo, oracin o canto. Tambin pueden
expresarse oraciones espontneas de peticin, accin de gracias, alabanza,
etc. siempre en consonancia con el tema reflexionado en ese da.
QUINTO PASO:
EVALUAR EL PROCESO DE ESTUDIO Y PROFUNDIZACIN
CARISMA CARMELITA DEL SAGRADO CORAZN
DEL
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TEMA I.
EL CARISMA-ESPIRITUALIDAD: DON DEL ESPIRITU
SANTO2
Introduccin
El carisma-espiritualidad es un don del Espritu Santo para el servicio del reino
de Dios. Es una gracia y una bendicin para quienes lo reciben y la realidad en
la que se encarna, ya que inspira y comunica vida autntica y abundante. Se
otorga gratuitamente para que los seguidores de Cristo hagan presente el
amor del Padre en situaciones muy concretas de la historia.
Por lo tanto, el carisma-espiritualidad de Carmelitas del Sagrado Corazn es un
regalo para la humanidad y fue germinando en el corazn de Madre Luisita
mientras perteneca junto con su esposo a la Conferencia de San Vicente de
Pal. Al quedar viuda, ella se mantiene en bsqueda y docilidad a los caminos
de Dios, que en 1904 se perfilan hacia la consagracin religiosa, por eso,
cuando es nombrada superiora de la comunidad naciente, comienza a florecer
el carisma de ser y hacer presente la providencia, bondad y misericordia del
Padre, a travs de una congregacin religiosa que lo acoge y encarna por ms
de 100 aos, en las distintas realidades histricas y culturales de cada pas
donde se ha hecho presente.
El concilio Vaticano II fue una oportunidad para revalorar todas las vocaciones
presentes en la Iglesia, y comenzar a soar que el carisma recibido a travs de
Madre Luisita, pudiera ser vivenciado por otras mujeres y hombres que desde
su vocacin cristiana, sientan el llamado a participar de este rico don; as,
religiosas y laico/as bebiendo de la misma fuente, daremos un testimonio de
unidad en la diversidad y ese carisma se extender a todos aquellos mbitos
donde cada uno y cada una realiza su trabajo y apostolado.
1. QU ES UN CARISMA?
Etimolgicamente charisma viene del griego. Charis: conceder gracia, favor
gratuito de Dios. Ma: es el objeto y el resultado de una accin.
San Pablo utiliza la palabra Carisma 16 veces (Rom, 1, 11; 5, 15: 16; 6, 23;
11, 29; 12, 6; 1 Cor 1, 7; 7, 7; 12, 4. 9. 28. 30. 31; 2 Cor 1, 11; 1 Tm 4, 14; 2 Tm
1, 6). Fue el apstol que profundiz ms sobre la doctrina de los carismas;
algunas veces lo aplica a la aptitud, otras es sinnimo de gracia sacramental
de estado. Pero siempre se trata de una gracia del Espritu Santo que habilita a
quien la recibe para servir a la edificacin del cuerpo mstico de Cristo, su
Iglesia.
Algunas caractersticas del Carisma:
* Es un don para la Iglesia. Aunque el trmino "carisma" parece ser
propiamente paulino, la realidad a que se refiere est ya claramente operante
2
La mayor parte de este tema est tomado de la ponencia: La misin nica a la luz de la V
Celam, que la Hna. Juana ngeles Zrate Celedn, expuso en el II Congreso de la Misin nica,
de diciembre del 2007.
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4. LUISITA DE LA PEA:
DEPOSITARIA Y PORTADORA DEL CARISMA
La mujer elegida por Dios para recibir y transmitir el Carisma de Carmelitas del
Sagrado Corazn fue Luisita de la Pea Navarro, y lo ms interesante es que no
sucedi precisamente para la fundacin de la congregacin, sino muchos aos
antes, cuando junto a su esposo se dedic al servicio de los pobres a travs de
la conferencia de San Vicente de Pal que dar sus frutos ms palpables y
fecundos en el hospital Sagrado Corazn de Atotonilco el Alto, Jalisco.
Cuando se inaugur el hospital Sagrado Corazn, los socios y socias, no
buscaban compartir nicamente sus bienes econmicos, sino tambin sus
propios dones al servicio de los enfermos pobres. Por eso, surgi el deseo y
compromiso de atenderlos de tiempo completo y as se fueron turnando para
cuidarlos personalmente.
Con la muerte de su esposo, a sus 29 aos Madre Luisita sigue buscando la
voluntad de Dios, que descubrir 9 aos ms tarde, cuando decide consagrarle
su vida a travs de la vida religiosa. En el ao 1904 es confirmada junto a sus
cinco compaeras para dar continuidad al servicio a los enfermos de Atotonilco
y lo hacen desde la mstica y experiencia del amor del Padre que da la vida y
vida en abundancia; y que en el transcurso del tiempo se ir perfilando con tres
rasgos caractersticos de: providencia bondad y misericordia.
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Cfr. DA No. 41
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econmicas, culturales que son causas y producen una realidad humana que
necesita ser liberada.
Por lo tanto, no podemos anquilosar el carisma con las formas o estructuras,
por ejemplo, el carisma no surge para crear el hospital Sagrado Corazn,
sino para atender la situacin deshumanizante de enfermedad fsica,
emocional y espiritual, consecuencia de la pobreza.
Es por eso, que las expresiones evangelizadoras, que hasta ahora hemos
llamado pastorales son cambiantes, (educacin, salud, parroquial, misionera y
espiritualidad), como cambiantes son las expresiones de las realidades
humanas. As entendemos la maravillosa pluralidad de presencias y
diversidades apostlicas que se han ido gestando en la historia de la
congregacin.
Los/as Carmelitas del Sagrado Corazn no debemos preguntarnos dnde hace
falta un colegio, una misin, un hospital o una casa de retiros, debemos
preguntarnos dnde hace falta la providencia, bondad y misericordia para
hacer presente el amor paternal de Dios que pasa hacindonos el bien. Por lo
tanto, la misin nica de Carmelitas del Sagrado Corazn consiste en proyectar
una identidad carismtica: ser y hacer presente el amor bondadoso, providente
y misericordioso del Padre.
* Origen de la proyeccin misionera del carisma 5
Dentro del marco socio-poltico-eclesial, que hemos conocido brevemente en el
tema 1 sobre la Vida y obra de Madre Luisita, podremos comprender mejor la
vida del matrimonio Rojas de la Pea, y la respuesta que desde la fe, trataron
de dar a las interpelaciones de Dios en la historia. Ah estaba el pueblo pobre,
en una sociedad en la que las clases privilegiadas haban acaparado la
prosperidad porfiriana, y la mayora se vea privada de educacin, atencin
mdica y servicios sociales. Iniciaremos dando algunos datos generales del Dr.
Z. Pascual Rojas Santoscoy, dado que la vida de Madre Luisita, ha sido ya
conocida.
Dr. Z. Pascual Rojas Santoscoy, naci en Atotonilco el Alto, Jalisco, el 5 de
noviembre de 1851. Sus Padres D. Jos Mara Rojas Navarro y de Da. Rosario
Santoscoy Daz del Villar. Pascual, ocupa el sexto lugar, en una familia de
nueve hermanos. Econmicamente eran ricos. D. Jos Mara, fabricante del
exquisito vino de naranja Rojas. En su pueblo, Atotonilco el Alto, Jal., para
honrar su memoria, hay una calle que lleva su nombre. Doa Rosario
Santoscoy naci en Guadalajara, Jal., desde los 7 aos radic en Atotonilco el
Alto, donde contrajo matrimonio. El Dr. Pascual Rojas Santoscoy realiz sus
estudios universitarios de medicina en Guadalajara, Jal.
Haba lazos que unan a las dos familias, por lo que se frecuentaban mucho, as
que el Dr. Rojas era contado entre las amistades de los seores De la Pea. l
era de intachables costumbres, alegre y de buena posicin social; estudioso y
amaba mucho al pueblo, a cuyo servicio quera consagrar sus conocimientos y
5
Este apartado est tomado textualmente de la ponencia: Raz histrica de la misin nica que
la Hna. Margarita Mara Castellanos J., expuso en el II Congreso de la misin nica, en diciembre
del 2007.
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Todas las obras de Dios llevan el sello de su Bondad: El medio que nuestro
Seor proporcion para que comenzara esta junta de caridad fue el siguiente:
Una pobre mujer herida que estaba en la crcel fue visitada por la Srita.
Carmen Gutirrez y viendo la triste situacin en que estaba, se sinti inspirada
de invitar a otras seoritas, para que tomaran parte en los actos de caridad
que ella comenz a practicar a favor de la mencionada enferma.
Antes de que la Srita. Gutirrez iniciara la idea de las juntas de caridad, que
ella con muy buen xito comenz, ya se haba pensado en que se arreglara un
Hospital en una pequea casa que regal con este fin el Sr. D. Pascual
Reynaga, pero por dificultades que se presentaron y no pudieron vencerse se
desbarat el plan que se haba formado respecto de este establecimiento y
recogi la casa dicho Sr. Reynaga.
La urgencia de responder a las necesidades del pueblo y de mostrar la
providencia, bondad y misericordia del Padre a los ms necesitados es el mvil
de Junta de Caridad, por lo que se constituye y organiza, en el mes de octubre
de 1891. De este movimiento laical, surge la semilla y empieza a germinar en
la Sra. Luisa de la Pea de Rojas, el Carisma de la Congregacin y por
consiguiente la Misin nica.
El da 9 de octubre de 1891 fue la instalacin de la junta de caridad para
Seoras, siendo presidida por la seorita Carmen Gutirrez que la inici.
Presidenta la seora D. Luisa Pea de Rojas y las principales seoritas de la
ciudad, reunidas en la casa de la seora Presidenta, se les dirigi una
exhortacin sobre la caridad. En seguida se procedi al nombramiento de las
Dignatarias que formaran el Consejo, se design el da en que se verificaran
las juntas, se reuni la cuota y se concluy con algunas oraciones. Las
Dignatarias nombradas fueron:
Presidenta
Vicepresidenta
Secretaria
Prosecretaria
Tesorera
Subtesorera
Ropera
Calificadoras
Todo esto se hizo con la aprobacin del actual Prroco D. Celso Snchez Aldana,
y el 7 de enero del siguiente ao, acept el nombramiento de Director, y las
simples juntas ya fueron sustituidas por Conferencias que el Sr. Cura presida, y
dispuso que en adelante llevara el nombre de Conferencias de San Vicente de
Pal bajo los auspicios del Sagrado Corazn de Jess. Esta Conferencia fue
erigida cannicamente el 15 de noviembre de 1892.
El Prroco del Lugar dice en un informe: Hay las Conferencias de San
Vicente de Pal, una de seores, al cargo del Padre Velsquez y otra de seoras
al cargo del prroco, estn en estado floreciente. Por lo que sabemos, el Dr.
Rojas fue el Presidente de la Conferencia de varones hasta su muerte, seguro
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La primera persona que gratuitamente vino a vivir a este Hospital para asistir y
cuidar a los enfermos fue la Srita Julia Aceves a ella la sustituy la Srita. Teresa
Prez, das despus estuvo la Sra. Presidenta unos das, a continuacin la Srita.
Gregoria Daz, despus de ella la Srita. Gracia Escoto, al faltar esta ltima vino
a ocupar su lugar la Srita. Guadalupe Ruiz deseosa de vivir retirada del mundo
y con la esperanza de que este Hospital se convirtiera en casa religiosa, con
gusto se dedic a servir a los enfermos, acompaada de la Sra. Paula Ibarra V.
de Mrquez y las seoritas Mnica Angulo y Maura Castellanos.
Las cuatro ltimas socias que permanecieron en el Hospital atendiendo a los
enfermos adems de Mara Ruiz Navarro que fungi mucho tiempo como
secretaria, junto con la Sra. de la Pea Vda. de Rojas o sea de Madre Luisita,
fueron los primeros miembros de nuestra Congregacin. La semilla da su fruto.
Los mdicos que gratuitamente han prestado sus servicios profesionales a esta
casa son: Dr. D. Pascual Rojas hasta que falleci, lo sustituy el Dr. D. Ramn
Ibarra, cuando el muri sigui el Dr. D. Cruz Crdoba que por temporadas ha
recetado a los enfermos, el Dr. Gil y Landeros tambin recet algn tiempo,
despus el Dr. Arvalo hasta que muri y a continuacin el Dr. D. Taurino Sotelo
hasta que muri. El Sr. D. Pascual Rojas al morir (3 de abril de 1896) leg a
favor de este hospital su biblioteca y arsenal. Otros mdicos que atendieron el
hospital con igual caridad y desinters fueron el Dr. Esteban Martn del Campo
Navarro y el Dr. Carlos Mercado Zamora. Como podemos percibir la mayora de
ellos sirvieron a los pobres gratuitamente hasta que partieron a la casa del
Padre.
An despus de haberse establecido el hospital las socias seguan visitando a
los enfermos en sus domicilios y recogan las limosnas para su sostenimiento.
El nmero de socias de la Conferencia fue aumentando si hacemos un
promedio se puede decir que regularmente asistan unas 50 socias a las juntas
semanales. Las actas de sus reuniones nos pueden mostrar lo que hacan:
Acta del da 15 de octubre de 1894. Presentes la Sra. Presidenta. Proveedora
y 59 socias se comenz con las preces de costumbre, se ley en el Reglamento
en el libro de las Conferencias y el acta anterior que fue aprobada. Las seoras
enfermeras dieron cuenta de los enfermos que visitaron, siendo 10 al Hospital
de los cuales uno muri y otro sali por estar mejorado. A domicilio se visitaron
4 Atotonilco, octubre 15 de 1894. Firma y Rubrica: Elena Crdoba. Prosecretaria.
Acta del da 30 de septiembre de 1895. Presente el Sr. Director, la Sra.
Presidenta, Tesorera, Secretaria, Proveedora y 67 socias se comenz con las
preces de costumbre, se ley en el Reglamento, la Introduccin a la Vida
Devota y el acta anterior que fue aprobada Las seoras enfermeras dieron
cuenta de los enfermos que visitaron y fueron al Hospital 8 de stos 2 salieron
aliviados y a domicilio visitaron 3 Atotonilco septiembre 30 de 1895. Firma y
Rbrica: Pro-secretaria Mara Prez.
Acta del da 1 de febrero de 1897. Presentes el Sr. Director, la Sra.
Presidenta, Tesorera, Secretaria, Proveedora y 39 socias. Se ley el
Reglamento, en el informe de la Conferencia y el acta anterior que fue
aprobada.
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Acta del da 4 de abril de 1892 Se nombr una comisin [de socias] para
que fueran a pedir $500 que una persona piadosa dej en bien de los pobres.
Acta del da 20 de junio de 1892 La comisin que sali a pedir material para
el techo de una pieza, dio cuentas de lo que junt: 13 vigas, 1,200 ladrillos y
$326.
Acta del da 28 de junio de 1892 Unas de las socias regalaron unos aretes, y
dispuso el Sr. Director se rifaran, para lo cual se hicieron boletos y se
repartieron entre las socias para su venta Acta del da 5 de septiembre de
1892 Se hizo la rifa de las alhajas y la seorita Mara Romo que fue quien se
las sac las regal a los fondos de los pobres.
La Conferencia de San Vicente de Pal, hace cada ao una rifa solemne para
ayudarse en sus gastos, este ao fue el 27 de julio en la casa Cural y estuvo
muy buena, habiendo sido propiamente una Velada Musical a la cual asistieron
la principales familias de la ciudad....
Acta del 26 de septiembre de 1892: El Sr. D. Cleofs Romo mand a la
tesorera 12 borregos para que se distribuyan entre los pobres.
Acta del da 5 de diciembre de 1892 La seora Presidenta propuso que
saliera una comisin de socias a pedir maz, se aprob y se nombr la
comisin.
Acta del da 12 de diciembre de 1892 Una persona piadosa regal unos
objetos en bien del Hospital, los cuales dispuso la Sra. Presidenta que se
rifaran, y para el efecto se repartieron los boletos entre las socias que
asistieron a la junta.
Acta del da 13 de marzo de 1893 El Sr. Pbro. Don Jess Ursa regal a los
enfermos $10.00.
Noviembre 2 de 1909. Se le escribi al Sr. D. Joaqun Aceves dndole las
gracias porque regal cien fanegas de cal a favor de esta casa y por tal motivo
se le considera como bienhechor de ella.
Podemos constatar que el Hospital, se sostena con las ayudas del pueblo,
mediante la Conferencia de San Vicente. Haba mucha caridad.
* Acompaamiento espiritual:
En el Hospital se trataba de ayudar no slo al restablecimiento fsico sino
tambin al espiritual, se llevaban a cabo algunas prcticas piadosas ya que los
enfermos pasaban temporadas ms o menos largas dentro de la Institucin.
-
Con los enfermos: Se rezaba el Rosario como a las tres de la tarde; a las
11 de la maana se tena un ratito de lectura, era frecuente Las Glorias de
Mara. Los domingos estudiaban el catecismo Haba personas que
31
El domingo del Buen Pastor comulgaron los enfermos para cumplir con el
precepto de la Iglesia.
32
intimidad. Ahora, saba por experiencia, que Dios Padre mostraba a todos su
providencia, bondad y misericordia, era un don que se encarnaba en su propia
vida y en la cercana a los dems. Estaba segura de que el Padre deba no slo
ser conocido por los dems sino que tenan que palpar su presencia cercana.
Otras actividades que realiz en estos aos de viudez tuvieron tambin una
trascendencia en el desarrollo del Carisma otorgado por Dios a Luisa de la Pea
Vda. de Rojas, parecieran sin importancia especial, ah nacer la Congregacin
y sus actividades apostlicas desde una sola Misin.
Luisita, tena el deseo de levantar un monumento a la memoria de su esposo el
Doctor Rojas, pensaba sera buscando los mejores artistas europeos... El buen
prroco de Atotonilco, Sr. Cura D. Celso Snchez Aldana, a quien ella revel su
plan ambicioso, no estuvo de acuerdo. No sera mejor erigir en su memoria un
monumento vivo, que sirviera a los pobres a quien l haba amado? Por qu
no una Capilla para el Hospital qu l y ella haban fundado juntos? El resultado
de esa sabia consulta es la noble capilla gtica del Calvario... En 1900 se
abrieron los cimientos, gracias a la piedad y beneficencia de la Sra. Luisa Pea
Vda. de Rojas, en terreno contiguo al Hospital; slo tres aos dur en
construccin, al cabo de los cuales, el 9 de mayo de 1903 se hizo la dedicacin
de la Capilla del Calvario. Proyecto del Arquitecto Adamo Boari y decorada por
el pintor jalisciense Jos Vizcarra.
Los casi nueve aos, que pas como viuda, dieron grandes frutos en diferentes
campos, as siendo la presidenta de la Conferencia de San Vicente y de
acuerdo con el Prroco, cuando en 1903 fue necesario dejar el local que
ocupaba el colegio para la escuela Parroquial, la Sra. Luisa P. Vda. de Rojas
ofreci al Sr. Pbro. D. Jos Refugio Huerta, el segundo departamento del que
estaban concluidas algunas piezas, para que se trasladara el Colegio del
Sagrado Corazn de Jess, que haba fundado dicho sacerdote para la atencin
de las nias el 15 de noviembre de 1899, el padre acept y el colegio se
traslado al referido lugar. Permaneci el colegio bajo la direccin del Padre
Huerta hasta septiembre de 1904 en que dej la poblacin de Atotonilco el
Alto, Jal.
Cualquiera poda pensar que la vida de Luisa de la Pea Vda. de Rojas estaba
completa. Como laica dentro de la Iglesia pueblo de Dios, haba palpado las
necesidades no slo fsicas sino tambin el hambre de encuentro con el Padre
que es Providencia, Bondad y Misericordia. Amaba entraablemente la obra
comenzada a favor de los pobres y se preguntaba sobre la continuidad de la
misma.
Tena 38 aos, recorridos en la cercana a Dios y al pueblo pobre, quera seguir
respondiendo a ese llamado interior y el camino que se le present fue el de la
Vida Religiosa como Carmelita Descalza, en el Monasterio de Santa Teresa de
Guadalajara. Su ingreso fue el 3 de marzo de 1904. Pronto comprendi que la
vida de claustro en el Carmelo no era lo que Dios quera para ella, y as dej el
monasterio el 20 de junio de 1904, en el acta se escribe como motivo de su
salida la falta de salud. Los tres meses de estancia de la viuda de Rojas en el
monasterio le dieron ms claridad a sus anhelos de unirse a otras mujeres que
quisieran consagrarse completamente a Dios y a practicar la caridad cristiana.
En la breve ausencia de la Seora de la Pea, la Conferencia de San Vicente se
hizo cargo, como antes del Hospitalito y dems actividades que se realizaban.
33
Cf. Crnica Primera parte A Carmelitas del Sagrado Corazn. Apuntes Relativos a la Casa del
Sagrado Corazn de Jess. 1891-1913. Contiene 56 hojas foliadas, transcritas a mquina.
- Cf. Constituciones y Normas Complementarias. Carmelitas del Sagrado Corazn. Guadalajara,
Jal., Mxico 1989. Impresas en Surez-Muoz Ediciones, A. en P.
- Cf. CARTAS Y APUNTES ESPIRITUALES. Mara Luisa Josefa del Santsimo Sacramento (Madre
Luisita). Contraportada, personalidad y foto de la biografiada. Editorial Progreso, S. A. de C. V.
Mxico, D. F., 11 de febrero de 1997.
- Cf. Primer Curso, Historia de la Congregacin de Carmelitas del Sagrado Corazn, (CSC).
Mxico, D. F., 2005. Elaborada por Fray Jos de Jess Orozco Mosqueda. OCD.
34
TEMA II.
VIDA Y OBRA DE MADRE LUISITA
DE LA PEA NAVARRO
Introduccin:
Antes de comenzar a profundizar en los elementos del carisma de Carmelitas
del Sagrado Corazn, vamos a situar su vida y su obra desde el contexto sociopoltico-religioso-econmico para que entendamos mucho mejor la realidad en
que se ubica su vocacin como cristiana, esposa, religiosa y fundadora. Por lo
tanto, esta ficha tiene cuatro apartados:
1. Contexto socio-poltico-religioso.
2. La vida de Madre Luisita.
3. La obra de Madre Luisita.
1. CONTEXTO SOCIO-POLTICO-ECONMICO-RELIGIOSO9
Vamos a intentar dar un panorama sinttico pero veraz del tiempo en el que
vivi y se fund la obra de M. Luisita de la Pea Navarro. En l se mezclan
todos los elementos sociales, polticos, econmicos y religiosos que nos
interesan para comprender mejor su llamado y su respuesta en ese contexto
concreto.
Luisita tena un ao cuando entr triunfante a la Capital de la Repblica D.
Benito Jurez en 1867. Abarcaremos:
Los gobiernos de Jurez (1858-1872) Lerdo (1872-1876)
La dictadura de Porfirio Daz (1876-1910).
Primer Perodo del Gobierno de Jurez (1858-1866):
En este primer tiempo de la regencia de Jurez, haba dos Gobiernos el
Conservador y el Liberal. En tres campos lucharon los dos Gobiernos: En el
Legislativo, donde extremaron sus posiciones; en el diplomtico, que ejerci
influencia decisiva; y en el militar que dirimi por fin la contienda. Los
conservadores abrogaron toda la reforma liberal, apoyaron al clero y sus
derechos, procuraron el restablecimiento de la Monarqua. El Gobierno liberal
fue ms all de la Constitucin, decretando lo que est no se haba atrevido, y
concretizando en la Iglesia al sujeto expiatorio de la oposicin conservadora. En
el terreno religioso dicho partido tenda a suprimir la enorme influencia de la
Iglesia en el pueblo mexicano, y la de subordinarla al Estado laico. Todo esto
trae como consecuencia la separacin de la Iglesia y el Estado.
En el campo diplomtico tanto uno y otro gobierno procuraron contar con el
apoyo extranjero. En el terreno militar los Estados Unidos intervienen haciendo
invencible a Jurez. La guerra se desenvuelve en cuatro perodos: 1.
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Jacobinos: Se ha aplicado este nombre a los que apoyan opiniones revolucionarias extremas.
Las tcnicas de coaccin y liquidacin de la oposicin fue la manera de actuar del jacobinismo.
Sus lderes tenan mucha habilidad para dirigir a la opinin pblica.
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11
Cf. Historia de la Iglesia en Mxico. Jos Gutirrez Casillas S. J. Editorial Porra, S. A. Mxico
1933. Tercera Edicin Revisada y Adicionada. La primera Edicin se hizo en el ao 1974.
- Cf. El Aguijn del Espritu. Historia Contempornea de la Iglesia en Mxico (1892-1992) Jos
Miguel Romero Sols. IMDOSOC Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana. Mxico, D. F.,
2006. Se termin la impresin en Diciembre del 2005 en los Talleres de Impresora Varel.
12
La primera etapa de su vida est tomada textualmente de Cartas y apuntes espirituales, pp.
13-33. Algunos datos han sido actualizados o corregidos de acuerdo a las fuentes histricas.
13
Muri de joven.
14
Las nias Magdalena Cleotilde del Refugio y Mara Cleotilde de Jess, murieron antes que
Luisita. No se sabe con exactitud, pero posteriormente murieron siendo todava pequeos, Mara
del Carmen y Saturnino.
42
Fue confirmada entre los das 16-27 de junio de 1874, por el Exmo. Sr.
Arzobispo de Guadalajara, Don Pedro Loza, en su visita pastoral a Atotonilco.
* INFANCIA Y EDUCACIN
El ambiente que rodea a los nios ejerce un enorme influjo en su desarrollo
posterior. Luisita no estaba exenta de esta realidad humana. En ella influyeron,
sin duda, la naturaleza de la regin, el verdor de las huertas, la alegra de los
habitantes de Atotonilco que hacan de cada fiesta o celebracin religiosa y
civil una ocasin de regocijo popular con derroche de flores y juegos
artificiales, msica, ferias y cabalgatas.
Influy igualmente el ambiente escolar. Aunque no existan por entonces en el
pueblo instituciones escolares que impartieran una educacin sistemtica
como la conocemos ahora, las nias acaudaladas tenan institutrices en su
propia casa o se agrupaban alrededor de mujeres competentes y afables que
impartan toda clase de conocimientos elementales y hogareos dentro de un
ambiente apacible y familiar.
Era la Srita. Mara Reynoso quien tena a su cargo en esos aos la educacin de
las nias pertenecientes a las mejores familias del pueblo, y por supuesto,
entre ellas estaba Luisita. Con ella tuvo su instruccin acadmica y la
oportunidad de relacionarse con las nias de su edad. En su casa las hermanas
ms cercanas a ella eran nueve aos menores. El estilo de educacin mezclaba
los ejercicios de lectura y escritura con la aritmtica, el bordado y el tejido.
Principalmente, como es normal, en la educacin de Luisita influyeron sus
padres. Se pareca poco a ellos. Enfermiza y delicada no participaba del buen
humor de su padre ni de la entereza y flexibilidad de su madre. Era notorio, en
sus primeros aos, un cierto desdn e indiferencia hacia los dems, un orgullo
reconcentrado y altivo nacido, tal vez de su propia debilidad fsica como
defensa contra peligros exteriores, as como un fuerte retraimiento. Sus padres
cayeron en la cuenta del extrao carcter de su hija y se propusieron corregirlo
lo antes posible. El Seor de la Pea procuraba que la nia lo acompaase con
frecuencia a recorrer sus propiedades, cosa que haca en caballo o en berlina.
l saludaba afablemente a cuantas personas se encontraba a su paso, ya
fuesen ricos hacendados o campesinos pobres. En cambio, Luisita apenas si se
dignaba mirarlos. Vista esta actitud, su padre la reprendi:
- Se te gastara mucho la lengua si saludaras?.
La madre, observadora y detallista, se dio ms exactamente cuenta del
carcter de su hija y no se limit a consejos e insinuaciones, sino que baj al
terreno spero de la prctica, donde la virtud suele costar lgrimas, pero era
necesario dirigir las fuerzas expansivas de aquel carcter fuerte y rico, oculto
bajo un velo de debilidad. No fueron pocas las pruebas a las que someti a
Luisita; una, recordada muy recordada fue cuando no la dej asistir a una
corrida de toros, se lo prohibi a ltima hora y con dureza. Estas pruebas le
costaron lgrimas, pero no fueron estriles.
La nia taciturna y altanera fue declinando para dejar el paso a la joven
amable, prudente y emprendedora. Gracias a la educacin de sus padres,
super los obstculos que le ponan delante sus enfermedades y su
temperamento.
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a abrazar el estado matrimonial. Una cosa es cierta en todo esto: Dios la quera
esposa. Ella as lo entendi y acept el matrimonio que se le propona y am
profundamente al que Dios le dio como esposo y compaero. Don Pascual
Rojas Santoscoy era un joven mdico de 30 aos de edad, de intachables
costumbres, amable, de buena posicin social y econmica; amante del trabajo
y de buen humor; resuelto y emprendedor. Por su profesionalismo solicitaron
sus servicios en la ciudad de Mxico, pero no acept. Lo que ms le interesaba
no era la fortuna; el era hijo de Atotonilco y a su pueblo consagr sus
conocimientos y su vida. Su entrega fue tan notoria como bienhechor de la
clase desvalida que en el cuaderno de la fundacin del pueblo aparece entre
los que merecen ser llamados hijos distinguidos del pueblo. En ese cuaderno
se encuentra un retrato con esta leyenda, que compendia toda su vida: el
pueblo lo recuerda con admiracin y cario por los beneficios que prest a los
pobres.
Luisita, a sus escasos 16 aos, tena otras inquietudes; sin embargo, las
continuas visitas del Dr. Rojas a casa de sus padres y las largas conversaciones
que sostena con Don Epigmenio, as como los comentarios de conocidos y
amigos, le hicieron ir comprendiendo que el objeto de la relacin del doctor con
su familia, era ella.
Y efectivamente, pronto el padre le pregunt si estaba dispuesta a casarse con
Don Pascual, pues a l le agradaba mucho tenerlo como miembro de su casa.
Aunque las costumbres de la poca eran que los padres arreglaran el
matrimonio de sus hijos, en ese caso, sin embargo, consta que se pidi el
parecer de Luisita.
El matrimonio eclesistico tuvo lugar el 9 de febrero de 1882, en el templo
parroquial de Atotonilco el Alto. Bendijo esta unin el Excmo. Sr. Obispo de
Zacatecas, Vicario Apostlico de la Baja California, Don Buenaventura Portillo y
Tejeda. Este acontecimiento se celebr con grandsima solemnidad. El padre de
Luisita no omiti detalle alguno para que nada faltara al esplendor de la fiesta
de que era objeto su hija predilecta. Todo el da fue de regocijo y de festejos.
El viaje de bodas fue a la ciudad de Mxico. Eso representaba entonces una
empresa arriesgada y costosa. Primero haba que ir a la ciudad de Guadalajara
y de ah tomar la diligencia para la capital. Era un viaje de ms de 600
kilmetros. En la metrpoli el doctor se inclinaba en sus visitas por los museos
artsticos o histricos; Luisita en cambio, prefera visitar Iglesias y conventos.
En particular le llam la atencin el monasterio de las Concepcionistas. Lo
recorri, habl con las religiosas y, con un sentido del humor que, por otra
parte manifestaba sus inquietudes de vida religiosa, le pidi que la admi tieran,
delante de su esposo.
El choque entre las inclinaciones de Mara Luisa y las obligaciones de su nuevo
estado era inevitable. Don Pascual era un hombre prudente y procur suavizar
las cosas. Pero cuando la joven esposa se dio perfecta cuenta de los deberes
que haba contrado en su nuevo estado, se fueron calmando sus inquietudes y
su vida tom derroteros hasta entonces insospechados.
Su vida matrimonial tuvo como domicilio el pueblo de Atotonilco. Los
testimonios subrayan la gradual integracin de los esposos que los fue
llevando a compartir una vida cristiana profunda y los convirti en modelo de
45
vida conyugal. El carcter del doctor era inclinado a las reuniones sociales. A
ellas llevaba a Luisita. Aunque ella no hubiera querido participar en esas
convivencias, las aceptaba como parte de sus obligaciones y procuraba, a su
vez, que el esposo la siguiera en sus prcticas piadosas. Ambos caracteres se
fueron acoplando. El doctor se volvi de verdad a Dios y Luisita perdi una
buena dosis de su cortedad e introversin al acostumbrarse ms al trato con
las personas, tan necesario en su vida futura. A pesar de sus deseos, nunca
pudieron tener hijos.
Una fuerte vida de piedad caracteriz tambin al matrimonio Rojas Pea.
Luisita se levantaba muy temprano a hacer oracin y asista a misa de 6:00 a.
m. en la parroquia de San Miguel. Al volver a su casa despertaba a su esposo
para que tambin asistiera a misa, as como a la servidumbre. Personalmente
preparaba el desayuno a su marido y lo ordenaba todo con cuidado. Durante
las comidas de la servidumbre, sola leer la vida de los Santos.
Otra caracterstica del doctor Rojas y de Mara Luisa era el amor, y el servicio a
los pobres. En sus catorce aos de vida matrimonial Dios no les dio hijos de la
carne, pero los hizo padres de muchos pobres. El doctor pona su ciencia y
Luisita sus palabras de aliento y otras ayudas para aliviar el dolor, la
enfermedad y las carencias de los hermanos. Con discrecin y sencillez
derramaban el bien a manos llenas entre la multitud de menesterosos.
A este respecto hay que recordar dos iniciativas importantes que tuvieron: la
fundacin de la Conferencia de San Vicente para ayudar a los necesitados y
la construccin de un hospital para los pobres. El hospital fue inaugurado el 6
de enero de 1892. En 1909 tuvo una ampliacin que fue costeada por la Sra.
Concepcin de la Pea, hermana de la sierva de Dios. Luego la Sra. Mara de
los ngeles Morales obsequi un terreno anexo al hospitalito y las seoritas
Josefina y Ana Mara Torres regalaron los fondos para la obra. Poco despus, la
Sra. Elena A. de Castaeda levant otro departamento. Luisita de la Pea era
el alma de estas iniciativas en las que empleaba el tiempo que su estado le
permita. La actividad y el roce continuo con toda suerte de adversidades y
personas, cambiaron intensamente su modo de ser. Ya no fue ms la jovencita
cohibida y delicada de los primeros aos de vida matrimonial. Se convirti en
una mujer de grande y decidida actividad. Supo, aprovechar 1as oportunidades
para hacer el bien y guardar en su, corazn el tesoro de las experiencias de la
vida cotidiana vistas desde la fe.
A los catorce aos de matrimonio, el doctor Rojas necesit una intervencin
quirrgica en la ciudad de Guadalajara. A ella se prepar como un cristiano
que se prepara para la muerte. Poco despus de la operacin muere el doctor.
Era sbado de gloria. Muri a las 6 de la tarde con la paz y la tranquilidad con
la que mueren los justos. Su cadver fue trasladado a Atotonilco donde lo
recibi una multitud de personas encabezadas por el prroco. El dolor de
Luisita ante la muerte de su esposo fue como todos sus sentimientos,
vehemente, pero escondido y profundo. Llor mucho y, cuando sinti el alivio
de las lgrimas, se puso de pie, tranquila y serena, conforme con la voluntad
de Dios y dispuesta a continuar adelante siguiendo los caminos que le sealara
la Providencia.
Con la muerte de su esposo dio principio para Mara Luisa una nueva etapa de
bsqueda de la voluntad de Dios. Fue un tiempo de oscuridad y de espera. La
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Esta etapa de la vida de Madre Luisita est tomada textualmente de Cartas y apuntes
espirituales, pp. 33-69 Algunos datos han sido actualizado o corregidos desde las fuentes
histricas.
48
y atender a los enfermos y a los nios. El Sr. Ortiz les permiti tener la
adoracin del Santsimo Sacramento desde las cuatro de la maana hasta las
10 de la noche.
En noviembre de l905 comienzan a servir en el ministerio de la enseanza en
el Colegio del Sagrado Corazn. Al cumplir un ao de iniciar esta vida, el 24 de
diciembre de 1905, hacen por primera vez la promesa al Sagrado Corazn de
Jess de guardar por un ao pobreza, castidad y obediencia y de atender los
enfermos y a los nios. Recibe esta promesa el nuevo prroco, Dn. Jos Arnulfo
Jimnez, sucesor del Sr. Medrano. Es el Sr. Cura el que hace algunos cambios a
la comunidad. Sobre todo flexibiliza ms la clausura; podrn salir para hacer
visitas a domicilio a los enfermos; las maestras podrn asistir a los exmenes
pblicos. Madre Luisita y sus hijas salieron a las calles y casas de la poblacin,
segn las determinaciones del nuevo prroco, hasta que el Sr. Ortiz orden lo
contrario. Tambin cambi la forma de llamar a la superiora: En adelante se le
llamara Madre.
Algunos de estos cambios chocaron con los ideales de la madre Luisita, pero
ella siempre acostumbrada a no violentar las cosas, obedeci con prontitud las
rdenes de sus superiores eclesisticos. No se sabe la fecha de su primera
profesin. Slo aparece en las crnicas el cambio de fecha de las renovaciones.
Se haran en adelante, el 6 de enero.
El Sr. Arzobispo, Don Jos de Jess Ortiz, tom bajo sus cuidados de pastor a la
nueva congregacin religiosa, que viva con mucha intensidad su consagracin.
En marzo de 1909, entreg a la M. Luisita la regla que normara la vida de la
comunidad, dejando en libertad a la superiora para modificar todo aquello que
viera necesario. El mismo arzobispo envi al P. Izaguirre, sacerdote jesuita, a
dirigirles los Ejercicios de San Ignacio. Fue l quien pidi a la M. Luisita que
durante los mismos escribiera los deseos que tena respecto a la vida de
comunidad. Al terminar los ejercicios la madre fundadora manifest
nuevamente que se senta atrada a una vida mixta de oracin y apostolado.
De 1904 a l912 segn aparece en las crnicas, la vida y servicio de la naciente
congregacin se caracteriz por un profundo amor al Sagrado Corazn y a
Jess Sacramentado. Esto se manifestaba en los actos de piedad, tanto de la
comunidad como del hospital y del colegio, propios de la poca. Se form entre
las alumnas un grupo llamado La Corte de Amor, cuya finalidad, era la
adoracin de Jess Eucarista. Es tambin digno de nota, a este respecto, que
las dos primeras obras del Instituto (Hospital y Colegio) fueran dedicadas al
Sagrado Corazn.
* EL DIFICIL CAMINO DE AGREGACIN A LA ORDEN DEL CARMEN
Todo pareca ir por buen camino para que la Congregacin que viva el espritu
carmelitano, se convirtiera tambin jurdicamente en un Instituto ms dentro
de la gran familia de la Virgen del Carmen. Cuando el Seor Arzobispo Jos de
Jess Ortiz Rodrguez manifest su deseo de que se unieran a las Adoratrices
del primer monasterio de la ciudad de Guadalajara, Madre Luisita, aunque
internamente se resista a abandonar a sus enfermos y a los nios, y a la
espiritualidad carmelitana, obedeci inmediatamente y se pone en contacto
con la superiora de las Adoratrices.
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MDULO 1.
EXPERIENCIA DE DIOS PADRE
Introduccin:
La experiencia del amor del Padre es fundamental para cada uno/a de los/as
que participamos del Carisma-espiritualidad de la familia de Carmelitas del
Sagrado Corazn (religiosas, laicos y laicas, destinatarios de nuestras obras,
etc.); por lo tanto comenzaremos este itinerario espiritual estudiando y
profundizando este elemento del Carisma de Madre Luisita, en el cual se
cimientan todos los dems19, y que en las constituciones de la congregacin se
define de la siguiente manera:
Un total abandono y disponibilidad para los caminos de Dios asumidos en
esperanza activa: actitud orante que brota de una profunda experiencia de
Dios como Padre providente, bondadoso y misericordioso (Constituciones
10.1).
La palabra experiencia significa: ex = fuera de; peri = alrededor de; encia =
ciencia. Por lo tanto, es la ciencia o el conocimiento que el ser humano
adquiere cuando sale de s mismo (ex) y estudia un objeto por todos lados
(peri). Por ejemplo, un mdico experimentado, es aqul que confront muchas
veces la misma enfermedad hasta conocerla, a tal punto de no sorprenderse o
engaarse. Conoce, no porque estudi en los libros, sino porque estuvo en
contacto concretamente con la enfermedad y conoce sus sntomas. En nuestro
caso tener experiencia de Dios significa conocerlo ntimamente, haber tenido
muchas veces vivencias de su amor, de su solicitud, de su misericordia, de su
perdn20. Es haberlo encontrado y descubierto en nuestra vida personalmente,
reconocer su paso providente, bondadoso y misericordioso en los
acontecimientos felices y dolorosos, en las esperanzas y contradicciones, en el
despojo y en la realidad a veces incomprensible, en la cual se nutre la fe,
esperanza y amor. El verdadero conocimiento de Dios debe penetrar hasta el
corazn y traducirse en la vida real; esta experiencia va en continuo
crecimiento21.
Por eso, te invitamos a adentrarte en la veta riqusima de este primer elemento
carismtico de la experiencia de Dios, pues hoy ms que nunca los cristianos
estamos comprometidos a dar razn de nuestra fe y necesitamos transparentar
la relacin que tenemos con Dios a travs de valores muy concretos, que nos
distingan como seguidores de Cristo. En esta ficha vamos a profundizar en la
experiencia de Dios Padre en Jess, Mara de Nazaret, Madre Luisita y
finalmente en la propuesta concreta para todos/as los/as que participamos del
Los otros rasgos son: 2) Seguimiento y configuracin con el corazn de Jess
Eucarista, obediente al designio salvfico del Padre, que se expresa en un amor eficaz
en la vida fraterna, acentuando la vivencia de los valores humanos a la luz del
evangelio; 3) un servicio apostlico que se compromete en la promocin integral del
ser humano, optando preferencialmente por el pobre; 4) Tener a Mara, Madre del
Carmelo, como nuestra madre, maestra y modelo de unin con Dios y apertura a los
hermanos.
20
Carmelitas del Sagrado Corazn, ACERCAMIENTO a N. M. Fundadora: Experiencia de
Dios, Pg. 1.
21
Ibidem.
19
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TEMA 1.
EXPERIENCIA DE DIOS PADRE EN JESS
La experiencia de Dios fue central y decisiva en la vida de Jess. El profeta
itinerante del reino, curador de enfermos y defensor de pobres, el poeta de la
misericordia y maestro del amor, el creador de un movimiento nuevo al
servicio del reino de Dios, no es un hombre disperso, atrado por diferentes
intereses, sino una persona profundamente unificada en torno a una
experiencia fundamental: Dios, el Padre de todo. Es l quien inspira su
mensaje, unifica su intensa actividad y polariza su energa. Dios est en el
centro de esta vida. Pero, qu experiencia de Dios tiene Jess? Quin es Dios
para l? Cmo se sita ante su misterio? Cmo le escucha y se confa a su
bondad? Cmo lo vive? No es fcil responder a estas preguntas. Jess se
muestra muy discreto sobre su vida interior. Sin embargo, habla y acta de tal
manera que sus palabras y sus gestos nos permiten vislumbrar de alguna
manera su experiencia.
Hay algo que se percibe enseguida. Jess no propone una doctrina sobre Dios.
Nunca se le ve explicando su idea de Dios. Para Jess, Dios no es una teora. Es
una experiencia que lo transforma y le hace vivir buscando una vida ms
digna, amable y dichosa para todos. No pretende en ningn momento sustituir
la doctrina tradicional de Dios con otra nueva. Su Dios es el Dios de Israel: el
nico Seor, creador de los cielos y de la tierra, el salvador de su pueblo
querido, el Dios cercano de la Alianza en el que creen los israelitas. Ningn
sector judo discute con Jess sobre la bondad de Dios, su cercana o su accin
liberadora. Todos creen en el mismo Dios. La diferencia est en que los
dirigentes religiosos de aquel pueblo asocian a Dios con su sistema religioso, y
no tanto con la felicidad y la vida de la gente. Lo primero y ms importante
para ellos es dar gloria de Dios observando la ley, respetando el sbado y
asegurando el culto del templo. Jess por el contrario, asocia a Dios con la vida:
lo primero y ms importante para l es que los hijos e hijas de Dios disfruten de
la vida de manera justa y digna. Los sectores ms religiosos se sienten urgidos
por Dios a cuidar la religin del templo y el cumplimiento de la ley. Jess, por el
contario, se siente enviado a promover la justicia de Dios y su misericordia.
Jess sorprende no porque expone doctrinas nuevas sobre Dios, sino porque lo
implica en la vida de manera diferente. No crtica la idea de Dios que se
transmite en Israel, pero se rebela contra los efectos deshumanizadores que
produce esa religin tal como est organizada. Lo que ms escandaliza es que
Jess no duda en invocar a Dios para condenar o transgredir la religin que lo
representa oficialmente, siempre que esta se convierte en opresin y no en
principio de vida. Su experiencia de Dios le empuja a liberar a las gentes de
miedos y esclavitudes que les impiden sentir y experimentar a Dios como l lo
siente y experimenta: como verdadero Padre, que desea la vida y felicidad de
sus hijos e hijas.
63
* Arraigado en la fe de su pueblo
Jess naci en un pueblo creyente. Como todos los nios y nias de Nazaret,
aprendi a creer en el seno de su familia y en los encuentros que se celebraban
los sbados en la sinagoga. Ms tarde conocera en Jerusaln la alegra
religiosa de aquel pueblo que se senta acompaado a lo largo de su historia
por un Dios amigo al que alababan y cantaban en las grandes fiestas. Es
posible captar algo de lo que Jess interioriz de las diferentes tradiciones
religiosas que alimentaban la espiritualidad de Israel? Qu es lo que qued
ms grabado en su corazn?
Dios es el amigo de Israel. Las tradiciones histricas judas no hacen sino
contar, recordar y celebrar los gestos que va teniendo con su pueblo. Desde el
comienzo, Dios ha sido aliado: cuando los israelitas vivan como esclavos del
faran, l escuch sus gritos, tuvo compasin de aquel pequeo pueblo
oprimido por el poderoso imperio egipcio, lo libert de la esclavitud y lo llev a
una tierra escogida por l para que Israel pudiera vivir en libertad. Esta es la
experiencia central que Jess capta en la fe de su pueblo. No es una fe
ingenua. Dios acta en la historia de Israel, pero nadie lo confunde con un lder
o un rey humano. Dios es trascendente. Nadie lo puede ver ni experimentar
directamente, pero acta en lo ms profundo de los acontecimientos. Lo que
ocurre en la historia tiene sus propias causas y protagonistas. Todos saben que
es as, pero Dios est actuando en el interior de la vida movido por su deseo de
ver al pueblo libre y dichoso. Los israelitas lo tratan de sugerir por medio de
smbolos diversos. La accin de Dios es como la del viento, que nadie lo
puede ver, pero cuyos efectos se sienten, es tambin como la accin de la
palabra, que, cuando sale de la boca, es aliento que no se ve, pero cuya
fuerza se puede observar cuando se cumple lo pronunciado.
Desde nio qued grabada en Jess la imagen de este Dios Salvador,
preocupado por la felicidad del pueblo, un Dios cercano que acta en la vida
movido por su ternura hacia los que sufren. Su propio nombre se lo recordaba:
Yasha, Yavhe salva. Esta conviccin llena de gozo su corazn: Dios busca lo
mejor para sus hijos e hijas. Sin embargo, no parece interesarse mucho por lo
que Dios hizo en el pasado: no habla de la liberacin de Egipto o del xodo de
su pueblo hasta llegar a la tierra prometida; apenas sugiere algo sobre la
eleccin de Israel o su alianza con Yahv. Jess siente a Dios actuando ahora,
en el presente. La accin creadora de Dios no es algo del pasado: mientras
recorre los caminos de Galilea, l mismo intuye su aliento de vida alimentando
a los pjaros del cielo y vistiendo de colores a las flores del campo. Tampoco la
accin salvadora de Dios es algo que solo pudieran contemplar los
antepasados: l capta la presencia de su Espritu al curar a los enfermos y al
liberar del mal a los posedos por espritus malignos. No fue slo Moiss o los
grandes lderes del pueblo quienes escucharon en otro tiempo la Palabra de
Dios. Jess se alegra de que las gentes ms sencillas e ignorantes escuchen
ahora la revelacin del Padre.
Jess va conociendo tambin el mensaje de los profetas de Israel. Su palabra
era escuchada con atencin en las sinagogas, antes de traducirlas y
comentarlas en arameo para que todos la entendieran mejor. Se nutre tambin
de la tradicin sapiencial de Israel. Estos sabios no eran profetas, pero ofrecan
al pueblo su reflexin sobre la vida, el ser humano, el comportamiento sensato
64
Cfr. 2 Pe 3, 13
65
como un Padre cercano que dialoga con Jess para descubrirle su misterio de
Hijo: T eres mo, eres mi hijo. Tu ser entero est brotando de m. Yo soy tu
Padre. El relato subraya el carcter extraable y gozoso de esta revelacin.
As la escucha Jess en su interior: Eres mi hijo querido, en ti me complazco.
Te quiero entraablemente. Me llena de gozo que seas mi Hijo. Me siento feliz.
Jess responder con una sola palabra: Abba. En adelante no lo llamar con
otro nombre cuando se comunique con l. Esa palabra lo dice todo: su
confianza total en Dios y su disponibilidad incondicional.
La vida entera de Jess transpira esta confianza. Jess vive abandonndose a
Dios. Todo lo hace animado por esa actitud genuina, pura, espontnea, de
confianza en su Padre. Busca su voluntad sin recelos, clculos ni estrategias.
Esta confianza genera en Jess una docilidad incondicional ante su Padre. Slo
busca cumplir su voluntad. Es lo primero para l. Nada ni nadie le apartar de
su camino: como hijo bueno busca ser la alegra de su Padre; como hijo fiel vive
identificndose con l e imitando siempre su modo de actuar. Esta es la
motivacin secreta que lo alienta en todo.
* Dios es Padre
Jess vive desde la experiencia de un Dios Padre. As lo capta en sus noches de
oracin y as lo vive a lo largo del da. Su Padre Dios cuida hasta de las
criaturas ms frgiles, hace salir su sol sobre buenos y malos, se da a conocer
a los pequeos, defiende a sus pobres, cura a los enfermos, busca a los
perdidos. Este Padre es el centro de su vida.
Desde tiempos remotos, los judos daban a Dios en nombre de Yahv, para
diferenciarlo de los dioses de otros pueblos. Sin embargo, despus del
destierro, este nombre empez a emplearse cada vez menos. Poco a poco se
fueron introduciendo otros para evocar a Dios sin nombrarlo directamente. El
nombre santo de Yahv qued reservado para el culto oficial del templo. En la
conversacin ordinaria se utilizaban expresiones como los Cielos, el Poder,
el lugar, el que habita en el Templo, el Seor. Tambin Jess como todo el
pueblo, recurre a este lenguaje, pero no es su rasgo ms caracterstico. Lo que
le nace de dentro es llamarle Padre.
No es algo absolutamente original. Ya en las Escrituras de Israel se habla de
Dios como padre en sentido metafrico para destacar su autoridad, que
exige respeto y obediencia, pero ante todo su bondad, solicitud y amor, que
invitan a la confianza. Esta imagen de Dios como padre es una ms, junto a
las de Dios esposo, pastor, o liberador. Jess sabe que la tradicin bblica
considera las relaciones de Dios con Israel como las de un padre con sus hijos.
Algunas oraciones recogidas en el libro de Isaas son conmovedoras: Seor, t
eres nuestro padre, nosotros somos la arcilla y t el alfarero, somos obra de
tus manos. T, Seor, eres nuestro padre, desde siempre te invocamos como
libertador. Seor por qu permites que nos alejemos de ti, y endureces
nuestro corazn para que no te respetemos?.
Esta visin de Dios como padre no se perdi nunca entre los judos. Sabemos
que Jess todos los das pronunciaba las dieciocho bendiciones, donde
repetidamente se le invocaba a Dios como nuestro padre y nuestro rey. A
Jess le gusta llamar a Dios Padre. Le brota de dentro, sobre todo cuando
66
67
Jos Antonio Pagola, Jess aproximacin histrica, PPC, Espaa, 8. Edicin, 2008, pp. 303326.
68
TEMA 2.
EXPERIENCIA DE DIOS PADRE EN MARA
Mara tiene una experiencia personal de Dios, que revela en el canto del
magnificat, donde expresa con alegra desbordante, todo lo que l ha realizado
en y a travs de ella para toda la humanidad. Independientemente del status
de subordinacin al que la ley someta a las mujeres judas, la revelacin
bblica nos muestra que eran conocedoras de la promesa y conservaban una
clara conciencia -de acuerdo a la tradicin-, de que una de ellas sera la madre
del Mesas.
El Magnificat24 puede llamarse el cntico de la paternidad de Dios con el nuevo
Israel segn el Espritu. Recordemos que en el pueblo judo se reconoce a Dios
como Padre porque crea, salva y libera. Se revela como Padre en la experiencia
24
Cfr. Lc 1,46-55
69
70
71
TEMA 3.
LA EXPERIENCIA DE DIOS PADRE PROVIDENTE, BONDADOSO
Y MISERICORDIOSO DE MADRE LUISITA
En el desarrollo de cada ser humano es muy importante el amor que recibe de
sus padres, con el aporte femenino y masculino que le permitirn ser una
persona integrada. Luisita naci de un matrimonio unido, feliz y muy cristiano,
28
72
tan
Luisita fue una nia muy acogida por sus padres, los cuales supieron brindarle
todo su amor y comprensin, a pesar de que tambin tuvieron que marcarle los
lmites para convertirla en una mujer fuerte y valiente. Esta experiencia del
amor humano, le permiti descubrir el amor de Dios Padre en la naturaleza, en
la eucarista, en su propio corazn y en el de Jess, en las personas, en la
realidad, en la cruz, etc. de tal forma, que muy pronto lo fue reconociendo
como Padre providente, bondadoso y misericordioso. A continuacin se
desarrollan cada uno de estos 3 rasgos:
* La experiencia de la providencia de Dios Padre
Madre Luisita experimenta a un Dios como Padre providente que se le dona
continuamente a travs de gestos muy concretos. Ha constatado en su vida
que la providencia amorosa de Dios se desborda inconteniblemente para dar,
desarrollar y conservar la vida de los seres humanos. Ella experimenta la
providencia de Dios con los siguientes rasgos:
- Dios da la vida y vida en abundancia:
Madre Luisita nos insiste que la existencia es un don de Dios, que nos ha
creado nicos e irrepetibles, con valores muy particulares, todos encaminados
a ser personas autnticas, segn su proyecto de amor. Por lo tanto, cada
persona es un don de la providencia de Dios, para que sea feliz y desde su
originalidad lo haga presente en las circunstancias e historia que le toc vivir,
todas encaminadas a la salvacin de la humanidad.
Cudate mucho tu salud, es un deber de conciencia la conservacin, no
podemos nosotros disponer de nuestras vidas, ni quitarnos la salud; Dios tan
slo puede disponer, pues El nos cri, es el dueo de ellas y la salud es un don
de l29.
Quiero que ests alegre, contenta en todas las circunstancias de la vida;
ofrecindole a Ntro. Seor tus penas y alegras, pues todo viene de su mano y
para nuestro bien30.
Yo he estado bien de salud a pesar de la enfermedad de las nenas que me
desvelaba como era natural; pero una vez ms me hizo ver nuestro Seor que
l es la salud y la vida. Bendito sea31.
Conque tuvieron sus das de angustia. Bendigamos a Ntro. Buen Dios en todo
y por todo y tengamos puestas en l nuestras miradas, nuestras esperanzas y
nuestro amor y as pasaremos siempre tranquilas los vaivenes de esta vida
que tiene sus fases como la luna, el dolor precede al gozo, el temor a la
firmeza, la debilidad a la fuerza, pero todo redunda en bien de los que aman y
sirven a Dios32.
29
30
31
32
Carta
Carta
Carta
Carta
41
33
214
137
73
74
38
Cfr. Testimonios, Pg. 103; Cartas y apuntes espirituales, Pg. 49; Cartas 51, 77, 80, 135, 273,
491
39
Cfr. Ex 34, 6; Dt 4, 31
40
Cfr. Lc 6, 36
41
Cartas y apuntes espirituales, Pg. 875.
42
Carta 255
75
Carta 227.
Cfr. Lc 10, 25. El evangelista Lucas nos narra tambin la parbola del hijo prdigo (Lc 15, 11 y
ss.) que puede servirnos de referencia para seguir profundizando en el amor incondicional del
Padre hacia su hijo, que toma la iniciativa, le acoge en su casa, le ofrece una vida nueva y
celebra convocando a toda la familia para vivir la alegra de la comunin y la reconciliacin de
los hijos e hijas del Padre comn, de la cual brota la fraternidad de los hermanos y hermanas.
45
Cf. Carta 59, 86, 257, 358, 378, 388, 495, 591.
46
Cf. Cartas y apuntes espirituales, Pgs. 859, 861, 871, 876.
47
Carta 110
48
Carta 285
49
Carta 294
44
76
50
51
52
53
54
55
56
Carta 318
Carta 349
Carta 614
Cartas y apuntes espirituales, pp. 862.
Carta 567
2. Relacin de testimonios, M. Catalina de la Cruz
2. Relacin de testimonios, M. Imelda del Santsimo
77
TEMA 4.
ABANDONO Y CONFIANZA FILIAL
DE MADRE LUISITA EN LAS MANOS DEL PADRE
Es a partir de esta honda experiencia del amor providente, misericordioso y
bondadoso de Dios, que Madre Luisita se abandona totalmente a El, abierta y
disponible a su accin:
"Deja a nuestro Buen Dios que haga de ti lo que El quiera y que modele tu alma
como ms le agrade"58 y a sus caminos por imprevisibles que sean:
"Hay que recibirlo todo con calma y espritu de fe, mucha serenidad en todos los
acontecimientos de la vida y esperar todo bien nicamente de Dios y no fiarnos
de las creaturas que hoy tiene uno su estimacin y aprobacin y maana es lo
contrario. Ten contento siempre a Dios y te basta"59.
* La experiencia filial
Madre Luisita tuvo una experiencia filial del Padre que se manifest en
abandono y confianza en sus manos, para aceptar y realizar siempre su
voluntad, a travs de las distintas mediaciones presentes a lo largo de su
historia:
Qu grandsima confianza debemos tener en Dios Nuestro Seor y no
desalentarnos por ninguna circunstancia que se nos presente 60.
Esa actitud de hija, con la mirada puesta en su Padre, la retrat enteramente.
Su experiencia filial le permiti mantenerse en una actitud de permanente
disponibilidad para realizar con prontitud su voluntad:
57
58
59
Carta 577
60
78
Carta 207
62
79
conducir por los caminos del abandono y la confianza, para que l se vaya
haciendo presente en este mundo que ordinariamente prioriza valores
contrarios, por lo tanto, Madre Luisita se convierte en la presencia bondadosa,
providente y misericordiosa de Dios y quiere animarnos a vivenciarla en
nuestra propia experiencia de creyentes.
TEMA 5.
LA EXPERIENCIA DE FILIACIN
DE LAS Y LOS CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZN
* Experimentar la providencia, bondad y misericordia de Dios en la
cotidianidad
Hoy ms que nunca estamos convencidos de que el amor es bsico y
fundamental en la vida de todo ser humano. El amor que recibimos en el
vientre materno y la primera infancia marca para siempre nuestra historia. Slo
s hemos experimentado el amor incondicional y gratuito de nuestros padres,
podremos confiar y abandonarnos en sus brazos, con la certeza de que siempre
estarn a nuestro lado para protegernos y ayudarnos. Ese amor humano, -con
sus imperfecciones- nos sirve de referencia para entender el amor del Padre
que rebasa todo lo imaginado: ya que es un amor gratuito, sin lmites y para
siempre.
La experiencia del amor providente, bondadoso y misericordioso del Padre es la
triple dimensin de la nica fuente, que es el Corazn amoroso de nuestro
Dios, que tanto am al mundo que nos entreg a su nico Hijo 68; as de radical
es el amor del Dios de Jess y de Madre Luisita. Por lo tanto, los y las
Carmelitas del Sagrado Corazn estamos invitados/as a descubrir en nuestra
propia historia de salvacin las huellas de este Dios, que respetuosamente se
ha hecho presente en nuestras vidas y ha llegado hasta nosotros/as con su
oferta de salvacin, slo espera que abramos nuestros ojos y el corazn y
acojamos el regalo de su presencia liberadora en nuestra existencia. Para
lograr esta experiencia de Madre Luisita, podramos profundizar en tres
elementos que forman parte de esa vivencia espiritual:
* Hacer experiencia de filiacin
68
Cfr. Jn 3, 16
80
69
70
Cfr. 1 Jn 1, 1
Cfr. Jn 21, 7
81
71
No te sientas sola porque no lo ests, Ntro. Seor en el Smo. Sacramento quiere ser tu
confidente, tu amigo y consolador; quiere llenar tu alma con su amor (Carta 318).
72
Bendigamos a Ntro. Buen Dios en todos los acontecimientos sean adversos o prsperos, pues
de todos podemos sacar grandes bienes (Carta 160).
73
Su presencia de Dios no la pierda, con suavidad, dentro de s misma (Carta 74).
74
Urge la paz en el alma para pasar este destierro y llegar felizmente al cielo (Carta 134).
82
Se acrecientan los deseos del cielo 75, sin dejar de vivir muy insertos en la
realidad actual; se disfrutan los espacios de silencio, soledad y oracin, donde
se nutre y da nombre a esa experiencia de Dios 76. La persona se experimenta
aceptada y amada por Dios incondicionalmente77. Le da sentido al sin sentido
(pecado-muerte), comienza a armonizar miedos con confianza, distancia con
cercana, culpa con amor, etc.
En relacin consigo mismo, mejora la autoestima porque descubrimos que
somos valiosos/as para Dios78. Sanan las heridas de la historia personal a la luz
del amor eterno de Dios. Hay una experiencia muy honda de la propia
capacidad de amar, como algo que brota de lo ms profundo del ser 79. Se
reconocen y afloran los valores y virtudes80. Se experimenta una paz tan
honda, que nada le perturba, lo nico que le preocupa es cambiar para bien
suyo y de los dems81.
Por la experiencia de Dios nace la experiencia de ser hermano/a de todas las
personas que habitan el planeta, lo que genera una gran compasin por los
que sufren o son excluidos 82. Construye la fraternidad con los valores
evanglicos del servicio, la humildad, la sencillez, el desprendimiento, la
paciencia, la libertad, etc. ms all de su pueblo, religin, orientacin sexual,
gnero, etc.
En relacin con la creacin se experimenta como parte del mismo ser83. Se vive
en comunin total con todos los seres creados. El universo se experimenta
como algo armnico y bueno, caminando juntos hacia la redencin de ambos,
que ser al final de los tiempos.
75
No hay que afligirnos porque nuestra hermana se nos vaya al cielo, all podr hacernos
mayor bien y Ntro. Seor que es su dueo, dispone de ella, pues bendigmosle (Carta 169).
76
En la lectura del refectorio se nos encareci mucho el silencio y la soledad, sindonos muy
tiles para nuestras almas como para hacer bien al prjimo (Cartas y apuntes espirituales, Pg.
875); se nos encomi mucho la vida ordinaria de comunidad; hacerla sobrenaturalmente en
unin de la Sgda. Familia, imitndola, haciendo por santificarnos en la vida escondida de oracin,
silencio y trabajo (Cartas y apuntes espirituales, Pg. 884).
77
Hagamos con gusto lo que Dios Ntro. Seor disponga, nos ama mucho y sabe lo que ms nos
conviene (Carta 71).
78
Cun bueno es Dios y por qu distintos caminos lleva a las almas y no lo dudes, t le has sido
muy querida y es natural que sea celoso con las almas que El tanto ama, te quiere toda para l
(Carta 318).
79
Dios mo, yo os amo!. Esta palabra expresa todos los deseos de un corazn entregado a Dios,
para quien Dios es todo y a quin Dios slo basta Cartas y apuntes espirituales, Pg. 870).
80
Cmo has estado? Ojala y enriquecindote mucho con meritos para el cielo, pues de eso nos
sirven los sufrimientos en esta vida, nos purifican y hacen que practiquemos las virtudes que
debemos practicar delante del Seor (Carta 44).
81
Parece se acaba el mundo y no es as, pasan como las fuertes tempestades que sirven para
purificar la atmsfera. Calma, calma y oracin; hasta ahora pareca que iba todo viento en popa,
era de esperarse esta sacudida que sirve para ver cuando una obra lleva el sello de Dios (Carta
384).
82
estn las muchachas invitadas para que pongan escuela en Ameca y tambin en un
pueblecito. cerca de Mxico del Estado de Hidalgo, en donde hay tanta ignorancia en los inditos
que da compasin (Carta 273).
83
Cfr. DE LA CRUZ TORRES J., A zaga de su huella, Mxico, 1961, Pgs. 44-45.
83
MDULO 1
LA EXPERIENCIA DE DIOS PADRE
Ficha 1. Experiencia de Dios Padre en Jess
Objetivo: Conocer y profundizar la experiencia paternal-filial de Jess, para
reconocer nuestra relacin personal con Dios Padre y el compromiso que
implica ser sus hijos y hermanos de todos.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
Opcin 1: El tazn de madera
El viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro aos. Se mud
de casa. Estaba solo y deseaba compartir en sus ltimos das. Los aos no
pasaron en balde y ya las manos le temblaban. La vista era torpe y los pasos
no eran tan fuertes como hace unos aos. Toda la familia coma junta en la
mesa. Pero las manos temblorosas y la vista enferma del abuelito hacan del
alimentarse un asunto difcil. Los guisantes caan de su cuchara al suelo y
cuando intentaba tomar el vaso, no era difcil que se derramara la leche sobre
el mantel. El hijo y su esposa se cansaron de la situacin: "Tenemos que hacer
algo con el abuelo", dijo el hijo. Ya he tenido suficiente y estoy muy harto de
esta situacin. Derrama la leche; hace ruido al comer y tira la comida al suelo".
As fue como el matrimonio decidi poner una pequea mesa en una esquina
del comedor; pasaban los das y el abuelo coma solo mientras el resto de la
familia disfrutaba la hora de comer. Como ya haba roto varios platos, su
comida era servida en un tazn de madera. De vez en cuando miraban hacia
donde estaba el abuelo y podan ver una lagrima en sus ojos mientras estaba
ah sentado solo. Sin embargo, las nicas palabras que la pareja le diriga, eran
fros llamados de atencin cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida. El
nio de cuatro aos observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el
pap observo que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo. Le
pregunto suavemente: "Que estas haciendo?" Con la misma dulzura el nio le
contest: "Ah, estoy haciendo un tazn para ti y otro para mam para que
cuando yo crezca, ustedes coman en ellos.
Sonri y sigui con su tarea. Las palabras del pequeo golpearon a sus padres
de tal forma que quedaron sin habla. Las lgrimas rodaban por sus mejillas. Y,
aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos saban lo que tenan que
hacer. Esa tarde el esposo tom gentilmente la mano del abuelo y lo guo de
vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus das ocupo un lugar en la
mesa con ellos. Y por alguna razn, ni el esposo ni la esposa, parecan
molestarse mas cada vez que el tenedor se caa, la leche se derramaba o se
ensuciaba el mantel.
Preguntas para profundizar la realidad:
- Actualmente Cmo manifiestan su amor los padres a los hijos?
84
85
MDULO 1
LA EXPERIENCIA DE DIOS PADRE
Ficha 2: Experiencia de Dios Padre en Mara
Objetivo: Descubrir y profundizar la experiencia paternal-filial de Mara de
Nazaret, que nos motive a seguir afianzando nuestra relacin con el Padre, y
nos comprometamos como hijos e hijas a dar un s generoso y entusiasta a
su proyecto de amor.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
MI PADRE ES EL PILOTO
Un nio muy educado y formal subi a un avin, busc su asiento y se sent. El
nio abri su libro de pintar y empez a colorearlo. No presentaba rasgos de
ansiedad ni nerviosismo al despegar el avin. Durante un buen rato, hubo
tormenta y mucha turbulencia. En un determinado momento hubo una
sacudida fuerte, y todos estaban muy nerviosos, pero el nio mantuvo su
calma y serenidad en todo momento.
Cmo lo hacia?, Por qu estaba tan calmado? Una mujer frentica le
pregunt:
Nio: no tienes miedo?
No seora-, contest el nio y mirando su libro de pintar le dijo: "Mi padre es el
piloto".
Sorprendido? Hay tiempos en nuestra vida en los que los sucesos nos sacuden
un poco y nos encontramos en turbulencia. No vemos terreno slido y nuestros
pies no pisan lugar seguro. No tenemos donde asirnos y no nos sentimos
seguros. Pero recuerden que nuestro amantsimo Padre Celestial es nuestro
piloto.
A pesar de las circunstancias, nuestras vidas estn puestas en el creador del
cielo y la tierra. Y la prxima vez que llegue una tormenta a tu vida o si en este
momento ests pasando por una, alza tu mirada al cielo, sintete confiado y di
para ti mismo: Mi Padre es el piloto!
Preguntas para profundizar la realidad:
-
permitido
86
Lc 1, 39-56.
87
MDULO 1
LA EXPERIENCIA DE DIOS PADRE
Ficha 3. Experiencia de Dios Padre providente, bondadoso y
misericordioso en Madre Luisita
A. La experiencia de la providencia de Dios Padre
Objetivo: Conocer y profundizar la experiencia del Dios providente de Madre
Luisita, , para que ilumine nuestra propia vivencia y nos motive a cuidar,
conservar, potenciar y defender la vida en todas sus manifestaciones.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
LA SOPA DE PIEDRA
En un pequeo pueblo, una mujer se llev una gran sorpresa al ver que haba
llamado a su puerta un extrao, correctamente vestido, que le peda algo de
comer. Lo siento dijo ella- pero ahora mismo no tengo nada en casa.
No se preocupe dijo amablemente el extrao-, tengo una piedra de sopa en
mi bolso. Si usted me permitiera echarla en una olla de agua hirviendo, yo
hara la ms exquisita sopa del mundo. Una olla muy grande, por favor.
A la mujer le pic la curiosidad, puso la olla al fuego y fue a contar el secreto
de la piedra de sopa a sus vecinas. Cuando el agua rompi a hervir, todo el
vecindario se haba reunido all para ver a aquel extrao y su piedra de sopa.
El extrao dej caer la piedra en el agua, luego prob una cucharadita con
verdadera delectacin y exclam: Deliciosa! Lo nico que necesita es unas
cuantas patatas.
Yo tengo patatas en mi cocina, grit una mujer. Y en pocos minutos estaba de
regreso con una gran fuente de patatas peladas que fueron derechas a la olla.
El extrao volvi a probar el brebaje: Excelente!, dijo. Y aadi
pensativamente: Si tuviramos un poco de carne, haramos un cocido de lo
ms apetitoso...
Otra ama de casa sali corriendo y regres con un pedazo de carne que el
extrao, tras aceptarlo cortsmente, introdujo en la olla. Cuando volvi a
88
probar el caldo, puso los ojos en blanco y dijo: Ah, qu sabroso! Si tuviramos
unas cuantas verduras, sera perfecto, absolutamente perfecto...
Una de las vecinas fue hasta su casa y volvi con una cesta llena de cebollas y
zanahorias. Despus de introducir las verduras en la olla, el extrao prob
nuevamente el guiso y, con tono autoritario, dijo: La sal. Aqu la tiene, le
dijo la duea de la casa. A continuacin dio otra orden: Platos para todo el
mundo. La gente se apresur a ir a sus casas en busca de platos. Algunos
regresaron trayendo incluso pan y frutas.
Luego se sentaron todos a disfrutar de la esplndida comida, mientras el
extrao reparta abundantes raciones de su increble sopa.
Todos se sentan extraamente felices mientras rean, charlaban y compartan
por primera vez su comida. En medio del alborozo, el extrao se escabull
silenciosamente, dejando tras de s la milagrosa piedra de sopa, que ellos
podran usar siempre que quisieran hacer la ms deliciosa sopa del mundo.
Preguntas para profundizar la realidad:
-
Por eso cuando las veo que se afanan y parece lo esperan todo de alguna
persona me entristece y quisiera se fiarn ms de la Divina Providencia,
pues de lo contrario tendrn que sufrir muchos frentazos y fracasarn en
sus proyectos, todo lo humano es veleta y el que ahora es contigo maana
es contra ti. Fate hija de lo divino, procura a todo trance tener contento a
Dios Ntro. Seor y todo lo tendrs, El mover las voluntades y lo har todo
siempre que confiemos en El (Carta 210).
- Slo con los aos conoce uno a la Providencia y a los hombres y de este
89
Cmo podemos colaborar con el Padre providente que da, cuida, prolonga
y potencia la vida?
90
Bendigo al Seor.
Por los humildes, pobres y enfermos, de Cristo sacramento,
Bendigo al Seor.
Se ha acercado a mi vida, entr de lleno en mi vida,
me ha transformado la vida: Gustad y ved qu bueno es el Seor.
Me llev siempre de la mano, me bendijo, puso sobre m su mano,
me guarda en la palma de su mano: Gustad y ved qu bueno es el Seor.
Alent sobre m su Espritu, me enciende y gua su santo Espritu,
me embriaga su santo Espritu: Gustad y ved qu bueno es el Seor.
5. EVALUAR EL PROCESO DE ESTUDIO Y PROFUNDIZACIN DEL
CARISMA
91
MDULO 1
LA EXPERIENCIA DE DIOS PADRE
Ficha 3. Experiencia de Dios Padre providente, bondadoso y
misericordioso en Madre Luisita
B. La experiencia de la misericordia de Dios
Objetivo: Conocer y profundizar la experiencia del Dios Padre misericordioso en
Madre Luisita, para que ilumine nuestra propia vivencia y seamos para los
dems el rostro visible de la misericordia del Padre.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
UNA HISTORIA DE AMOR
Como cualquier madre, cuando Karen supo que un nuevo beb vena en
camino, hizo todo lo posible para ayudar a su otro hijo, Michael, de tres aos de
edad, a prepararse para la llegada del beb. Los exmenes mostraron que era
una niita, y todos los das Michael cantaba cerca de la barriga de su madre. l
ya amaba a su hermanita antes de nacer. El embarazo se desenvolvi
normalmente. En el tiempo programado, vinieron las contracciones. Primero,
cada cinco minutos; despus cada tres; luego, a cada minuto una contraccin.
Ms de pronto, surgieron algunas complicaciones y el trabajo de parto de Karen
demor horas. Todos discutan la necesidad probable de hacer una cesrea.
Hasta que, al fin, despus de mucho tiempo, la hermanita de Michael naci.
Con la sirena al mximo, la ambulancia llev a la recin nacida para la UTI
neonatal del Hospital de Saint Mary. Los das pasaban... Y la pequeita
empeoraba. El mdico les dijo a sus padres: Preprense para lo peor. Hay pocas
esperanzas. Karen y su marido comenzaron entonces, los preparativos para el
funeral. Algunos das antes ellos estaban arreglando el cuarto para esperar al
nuevo beb. Hoy... los planes eran otros.
Mientras esto suceda, Michael, todos los das, peda a sus padres que lo
llevasen para conocer a su hermanita:
- Yo quiero cantar para ella les deca.
La segunda semana de UTI lleg, y se esperaba que la beb no sobreviviese
hasta el final de esta. Michael continuaba insistiendo con sus padres para que
lo dejasen cantar para su hermana, pero los nios no eran permitidos en la UTI.
Entonces, Karen se decidi. Ella llevara a Michael al hospital de cualquier
manera. l no haba visto a su hermana y, si no fuese hoy, tal vez maana ya
no la vera con vida. Ella visti a Michael con una ropa un poco mayor, para
disfrazar su edad, y tom rumbo para el hospital.
La enfermera no permiti que el pequeo entrase y exigi que ella lo retirara
de ah. Pero Karen insisti:
- l no se ir hasta que no vea a su hermanita.
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94
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MDULO 1
LA EXPERIENCIA DE DIOS PADRE
Ficha 3. Experiencia de Dios Padre providente, bondadoso
y misericordioso en Madre Luisita
C. La experiencia de la bondad de Dios Padre
Objetivo: Conocer y profundizar la experiencia de la bondad de Dios Padre en
Madre Luisita, que nos lleve a constatar su presencia bondadosa en nuestras
vidas para que nos impulse a hacer el bien a los dems.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
EL COLLAR DE TURQUESAS
Detrs del mostrador el hombre miraba distradamente hacia la calle mientras
una pequea nia se aproximaba al local. Ella aplast su naricita contra el
vidrio del espectacular aparador y de pronto sus ojos color miel brillaron
cuando vio determinado objeto. Ella entr decididamente en el local y pidi ver
un hermoso collar azul que le haba llamado la atencin y le dijo al vendedor:
Es para mi hermana. Podra hacerme un lindo paquete?
El dueo del local, quien estaba a un lado, mir a la chica con cierta
desconfianza y con toda tranquilidad le pregunt: Cunto dinero tienes,
pequea?
Sin alterarse ni un instante, la nia sac de su bolsillo un atadito lleno de
nudos, los cuales delicadamente fue deshaciendo uno por uno. Cuando
termin, coloc orgullosamente el pauelo sobre el mostrador y con inusitado
aplomo, dijo: Esto alcanza, no?
En el pauelo solamente haba unas cuantas monedas Mirando al dueo con
una tierna mirada que expresaba una mezcla de ilusin y tristeza le dijo:
Sabe, desde que nuestra madre muri, mi hermana me ha cuidado con
mucho cario y la pobre nunca tiene tiempo para ella Hoy es su cumpleaos
y estoy segura que ella estar feliz con este collar, porque es justo del color de
sus ojos.
El empleado miraba al dueo sin saber qu hacer o decir, pero ste slo le
sonri a la nia, y se fue a la trastienda, y personalmente lo envolvi en un
espectacular papel plateado e hizo un hermoso moo con una cinta azul.
Ante el estupor del empleado, el dueo coloc el hermoso paquete en una de
las exclusivas bolsas de la joyera y se lo entreg a la pequea dicindole:
Toma, llvalo con cuidado.
96
Ella se fue feliz saltando calle abajo. Todava no haba terminado el da cuando
una encantadora joven de cabellos rubios y maravillosos ojos azules entr en el
negocio.
Coloc sobre el mostrador el paquete desenvuelto y pregunt: Este collar fue
comprado aqu?
El empleado cortsmente le pidi que esperara un momento y fue a llamar al
dueo, quien de inmediato regres, y con la ms respetuosa sonrisa le dijo: S,
seora, este collar es una de las piezas especiales de nuestra coleccin
exclusiva y en efecto, fue comprado aqu esta maana.
Cunto cost?
Lamento no poder brindarle esa informacin, seora. Es nuestra poltica que
el precio de cualquier artculo siempre es un asunto confidencial entre la
empresa y el cliente.
Pero mi hermana slo tena algunas monedas que ha juntado haciendo
muecas de trapo con ropa vieja, pues mi sueldo es demasiado modesto y
apenas nos alcanza para sobrevivir. Este collar ciertamente no es de fantasa, y
ella simplemente no tendra dinero suficiente para pagarlo.
El hombre tom el estuche, rehizo el envoltorio casi ceremoniosamente, y con
mucho cario coloc de nuevo la cinta diciendo mientras se lo devolva a la
joven: Ella pag el precio ms alto que cualquier persona puede pagar. Ella
dio
todo
lo
que
tena.
El silencio llen el local y las lgrimas rodaron por el rostro de la joven,
mientras sus manos tomaban el paquete y sala de all lentamente,
abrazndolo fuerte contra su pecho.
Preguntas para profundizar la realidad:
- Qu motiva a la nia de nuestra historia para invertir todo su escaso
dinero en comprar un collar de turquesas para su hermana?
- Qu gener en el dueo del negocio?
- Qu producen a nuestro alrededor los actos de bondad?
2. ESCUCHAR, ACOGER, MEDITAR Y COMPARTIR LA ENSEANZA DE
MADRE LUISITA:
- Qu gusto me ha dado saber que las favorecen con verdura y leche.
Bendito sea Dios, pues es de lo principal. Cun bueno es Dios, cunto
cuidado tiene de sus hijas (Carta 294).
- Cun bueno es Dios y por qu distintos caminos lleva a las almas y no lo
dudes, t le has sido muy querida y es natural que sea celoso con las almas
que El tanto ama, te quiere toda para l (Carta 318).
- Me felicito y las felicito por la casita que estn haciendo, espero quedar
hermosa y de grande utilidad. Bendito sea Dios. Cun bueno es (Carta
349).
- vaya que Ntro. Buen Dios sabe mezclar alegras en las tristezas. Cun
Bueno es (Carta 614).
97
98
99
MDULO 1
LA EXPERIENCIA DE DIOS PADRE
Ficha 4. La confianza y abandono
en las manos del Padre en Madre Luisita
Objetivo: Conocer y profundizar en la actitud de confianza y abandono que
caracteriz a Madre Luisita, para que encarnemos estos dos rasgos
evanglicos en nuestra vida, como un signo proftico frente a la prepotencia y
autosuficiencia que vive nuestra sociedad.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
LA CUERDA
Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar una altsima montaa,
inici su travesa despus de aos de preparacin, pero quera la gloria solo
para l, por lo tanto subi sin compaeros. Empez a subir y se le fue haciendo
tarde, y ms tarde, y no se prepar para acampar, sino que decidi seguir
subiendo, y oscureci. Subiendo por un acantilado, a solo unos pocos metros
de la cima, se resbal y se desplom por el aire, cayendo a velocidad
vertiginosa. El alpinista solo poda ver veloces manchas oscuras y la terrible
sensacin de ser succionado por la gravedad. Segua cayendo... y en esos
angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos los episodios gratos y
no tan gratos de su vida. Pensaba en la cercana de la muerte, sin embargo, de
repente, sinti el fortsimo tirn de la larga soga que lo amarraba de la cintura
a las estacas clavadas en la roca de la montaa. En ese momento de quietud,
suspendido en el aire, no le qued ms que gritar:
- AYDAME DIOS MIO!
De repente, una voz grave y profunda de los cielos le contest:
- QUE QUIERES QUE HAGA?
- SLVAME DIOS MO!
- REALMENTE CREES QUE YO TE PUEDA SALVAR?
- POR SUPUESTO SEOR
- ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE...
Hubo un momento de silencio; el hombre se aferr ms an a la cuerda.
Cuenta el equipo de rescate, que al otro da encontraron a un alpinista
colgando muerto, congelado, agarradas sus manos fuertemente a la cuerda...
A TAN SOLO DOS METROS DEL SUELO...! Y t? Qu tan aferrado ests a tu
cuerda? Te soltaras?
Preguntas para profundizar la realidad:
- Qu falt para que ese alpinista se salvara?
- Qu le falta a la humanidad para salvarse de s misma?
2. ESCUCHAR, ACOGER, MEDITAR Y COMPARTIR LA ENSEANZA DE
MADRE LUISITA (ILUMINAR):
100
Te voy a confiar una grande pena, que necesito colgarme del cuello de
Ntro. Seor y dejarlo todo en su divino Corazn, para soportarla con
tranquilidad y gracias a Dios lo he conseguido (Carta 479).
101
102
MODLO 1
LA EXPERIENCIA DE DIOS PADRE
Ficha 5. La experiencia de Dios y respuesta de filiacin de las y
los
Carmelitas del Sagrado Corazn
Objetivo: Desde la vida y testimonio de Jess, Mara y Madre Luisita, descubrir
y profundizar en nuestra propia experiencia de Dios Padre para ser parbolas
de su providencia, bondad y misericordia en nuestras realidades concretas.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
CARTA DE UN PADRE
Era una maana como cualquier otra. Yo, como siempre, me hallaba de mal
humor. Te regae porque te estabas tardando demasiado en desayunar, te
grite porque no parabas de jugar con los cubiertos y te reprend porque
masticabas con la boca abierta. Comenzaste a refunfuar y entonces
derramaste la leche sobre tu ropa. Furioso te levante por los cabellos y te
empuje violentamente para que fueras a cambiarte de inmediato. Camino a la
escuela no hablaste. Sentado en el asiento del auto llevabas la mirada perdida.
Te despediste de m tmidamente y yo solo te advert que no te portaras mal.
Por la tarde, cuando regres a casa despus de un da de mucho trabajo, te
encontr jugando en el jardn. Llevabas puestos unos pantalones nuevos y
estabas sucio y mojado. Frente a tus amiguitos te dije que debas cuidar la ropa
y los zapatos, que pareca no interesarte mucho el sacrificio de tus padres para
vestirte. Te hice entrar a la casa para que te cambiaras de ropa y mientras
marchabas delante de mi te indique que caminaras erguido.
Ms tarde continuaste haciendo ruido y corriendo por toda la casa. A la hora de
cenar arroj la servilleta sobre la mesa y me puse de pie furioso porque no
parabas de jugar. Con un golpe sobre la mesa grite que no soportaba ms ese
escndalo y sub a mi cuarto. Al poco rato mi ira comenz a apagarse. Me di
cuenta de que haba exagerado mi postura y tuve el deseo de bajar para darte
una caricia, pero no pude. Como poda un padre, despus de hacer tal escena
de indignacin, mostrarse sumiso y arrepentido? Luego escuche unos
golpecitos en la puerta. "Adelante" dije adivinando que eras t. Abriste muy
despacio y te detuviste indeciso en el umbral de la habitacin. Te mire con
seriedad y pregunte: Te vas a dormir?, vienes a despedirte? No contestaste.
Caminaste lentamente con tus pequeos pasitos y sin que me lo esperara,
aceleraste tu andar para echarte en mis brazos cariosamente. Te abrac y con
un nudo en la garganta percib la ligereza de tu delgado cuerpecito. Tus
manitas rodearon fuertemente mi cuello y me diste un beso suavemente en la
mejilla. Sent que mi alma se quebrantaba. "Hasta maana, papito" me dijiste.
Qu es lo que estaba haciendo?, Por qu me desesperaba tan fcilmente? Me
haba acostumbrado a tratarte como a una persona adulta, a exigirte como si
fueras igual a m y ciertamente no eras igual. T tenas unas cualidades de las
que yo careca: eras legtimo, puro, bueno y sobre todo, sabias demostrar
103
104
Se recita la oracin del PADRE NUESTRO, diciendo una frase cada uno,
unida a alguna peticin que exprese lo que en este da se ha reflexionado y
los compromisos adquiridos.
105
MDULO 2.
CORAZN DE JESS EUCARISTA84
Introduccin
El Sagrado Corazon y la Eucarista son dos rasgos del carisma de Madre Luisita
que podemos contemplar en un solo misterio: el Corazn de Jess fue para ella
manifestacin del amor hasta el extremo que lo llev a quedarse para siempre
en la Eucarista y, su presencia eucarstica era un signo y declaracin
permanente de su Corazn apasionado de amor por la humanidad. En esta
ficha vamos a profundizar en estos dos elementos cristolgicos del carisma: el
Corazn de Jess Eucarista, que es fuente del amor que debe acompaar la
vida y donacin de los y las Carmelitas del Sagrado Corazn, como el camino
de transformacin a travs del cual Jess ir configurando nuestro corazn con
el suyo, unidos/as por los mismos sentimientos, que se traducirn en la
vivencia de valores humanos y nos permitirn humanizar a nuestro mundo de
hoy.
Siguiendo la misma metodologa de las fichas anteriores, el primer tema estar
dedicado al Corazn de Jess Eucarista, que nos revela el amor providente,
bondaoso y misericordioso del Padre; enseguida Mara, mujer eucarstica, que
guarda todo en su corazn; luego la experiencia del Corazn de Jesus Eucarista
en Madre Luisita y el humanismo que la caracteriz a partir de esa relacin
amorosa; para concluir con la manera especfica en que los y las Carmelitas del
Sagrado Corazn encarnamos estos dos elementos cristolgicos-carismticos
hoy.
TEMA 1.
EL CORAZN DE JESS EUCARISTA, NOS REVELA EL
AMOR PROVIDENTE, BONDADOSO Y MISERICORDIOSO
DEL PADRE
Todos los bautizados tenemos una experiencia personal de Jess, sin embargo,
los que participamos del carisma de Madre Luisita, estamos invitados a vivir
nuestro seguimiento desde dos manifestaciones del amor de Cristo: Su
Sagrado Corazn y la Eucarista, pues necesariamente una nos lleva a la otra, y
adems de afianzar nuestra relacin con l, favorece nuestra comunin con los
dems y la misin pastoral que se nos ha confiado. A travs de este primer
tema vamos a profundizar en el significado teolgico del Corazn de Jess
Eucarista; enseguida cmo Dios nos manifiesta su amor en la historia de la
salvacin, a travs del Antiguo y Nuevo Testamento.
* El significado teolgico del Corazn de Jess Eucarista 85
Cuando contemplamos el Corazn de Jess Eucarista, se adora el amor de
Cristo manifestado al instituir la Eucarista y al quedarse con nosotros en este
84
Algunos temas de este mdulo estn inspirado o tomados textualmente de las fichas
cristolgicas: Jess Eucarista y El Corazn de Jess, elaboradas por el gobierno general CSC
en los aos 2003-2004 y 2004-2005 respectivamente.
85
Cfr. www.Catholic.net
106
Sacramento del amor para darse como alimento de nuestra vida. Alimento que
nos lleva a un compromiso real y concreto hacia nuestros hermanos, al
configurar Jess en nuestro corazn sus sentimientos y compartirnos su misma
misin.
El Corazn de Jess es anuncio gozoso del evangelio, que nos revela que nos
am hasta la entrega total de s mismo: Antes de la fiesta de la Pascua,
sabiendo Jess que haba llegado su hora de pasar de este mundo al Padre,
habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los am hasta el
extremo (Jn 13, 1 y ss.).
El encuentro con el Corazn de Jess, nos ayuda a darnos cuenta del infinito
amor del Padre, que con gran benevolencia ha querido que su Hijo se quedase
verdaderamente presente en la Eucarista para que nosotros pudisemos
beneficiarnos de su amor.
En cambio, la Eucarista nos introduce directamente en el Corazn de Jess y
nos hace gustar sus delicias espirituales y su compromiso radical con los
hermanos/as. En la Eucarista, como en la cruz, est el Corazn de Jess
abierto, derramando torrentes de gracia y de amor. Conocer el amor de
Jesucristo y estar alimentados de l, es anticipar el reino de Dios en el
creyente. El Corazn de Jess, vive y nos ama en el Santsimo Sacramento, en
la Eucarista encontramos al Corazn de Jess y aprendemos a amar autntica
e integralmente.
* El amor de Dios en la historia de la salvacin.
- El amor de Dios manifestado en el A. T.
La historia de salvacin, es una cadena continua de gestos del amor de Dios a
la humanidad. Apenas haba creado el mundo, el Corazn del Padre tiene su
primer impulso de amor: crea al ser humano a su imagen y semejanza 86. Y
simultneamente les ofrece el alimento material87 y tambin los alimenta
espiritualmente con su presencia88 A pesar de que el hombre y la mujer
muchas veces no correspondieron a ese amor de Dios 89, su corazn se
conmueve y jura: Nunca ms volver a maldecir el suelo por causa del
hombre... no volver a herir a todo ser viviente como lo he hecho (Gen 8, 21).
De entre todos los pueblos de la tierra, Dios elige uno para realizar con l una
alianza que le permita gozar de su amor, conservar su recuerdo y preparar la
venida del Mesas. Se fija en Abrahn, lo pone a prueba y en otro gesto
paternal de amor le asegura: Por mi mismo juro orculo de Yahv- que por
haber hecho esto, por no haberme negado a tu hijo, tu nico, yo te colmar de
bendiciones y multiplicar inmensamente tu descendencia como las estrellas
del cielo y como la arena de las playas marinas (Gen 22,16-17).
Tiempo despus, este pueblo elegido, gime y clama esclavizado por el faran
de los egipcios. El Padre Dios no es indiferente a su sufrimiento, al contrario, su
86
87
88
89
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Gen
Gen
Gen
Gen
1,
2,
3,
6,
27.31
9
8.
5
107
90
91
92
93
94
95
96
97
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Ex 16, 1 y ss.
2 Cro 24,18
Os 11,1; 2,16; Is 49,15; Ez 16
1 Jn 4,8.16
Tit 3,4
Jn 3,16
Mt 11,29
Lc 6, 36; 10, 37
108
109
TEMA 2.
MARA MUJER EUCARSTICA,
QUE GUARDA TODO EN SU CORAZN
Entre las caractersticas del Carisma plasmado en las Constituciones de
Carmelitas del Sagrado Corazn, hay una dedicada especialmente a la madre
de Jess:
98
Ex 17;1-6
Jn 19, 34
100
Ez 47, 1-12
101
Cfr. Dt 6.5; Mt 22,37
99
110
Tener a Mara, Madre del Carmelo, como nuestra madre, maestra y modelo de
unin con Dios y apertura a los hermanos. Ella se proclama esclava del Seor y
est totalmente disponible a su palabra, que conserva y contempla en su
corazn (10.4).
En el evangelio de Lucas contemplamos a Mara, la Madre de Jess, abierta
totalmente a Dios, para colaborar activamente en su proyecto de salvacin;
pero cuando tiene que concretizar ese s disponible al Padre, en el da a da,
la vemos centrada totalmente en su Hijo, como la discpula perfecta guardando
cada palabra, gesto, accin, acontecimiento, desde la fe, esperanza y amor,
para seguirlo en su bsqueda de la voluntad del Padre, por caminos muchas
veces imprevisibles y desconcertantes.
* El corazn de Mara asociado al Corazn de Jess.
Dentro de los textos marianos de Madre Luisita y los testimonios de las
primeras hermanas, encontramos un vnculo inseparable: Sagrado CoraznEucarista y nuestra Santsima Madre. Se celebraban con especial solemnidad
los viernes primeros de cada mes, consagrados al Sgdo. Corazn de Jess y el
mes de mayo, dedicado a la Sma. Virgen 102. Promovi la devocin al Sagrado
Corazn y a la Sma. Virgen del Carmen 103. Trabajad con empeo con las
nias, enfermos y en las conversaciones por hacer amar al Smo. Sacramento y
a Ntra. Sma. Madre104. Esto nos sugiere que para nuestra madre fundadora
son dos amores que no pueden separarse, porque el Corazn de Jess est
siempre asociado al corazn de Mara.
Dos textos bblicos iluminan este tema. En el primero: Lc 2, 19, el evangelista
Lucas subraya la atencin amorosa de Mara a todo lo que ve y escucha
respecto a los acontecimientos divinos en los que se ve envuelta; medita e
intenta comprender desde su corazn y a la luz de la revelacin del Padre en
Jess, el misterio que est viviendo.
En el segundo texto Lc 2, 41-51, el evangelista relata que los padres de Jess
no comprendieron su respuesta en el templo, sin embargo, resalta una actitud
constante de la madre quien: conservaba todas estas cosas meditndolas en
su corazn. As como se convirti en la madre del Hijo de Dios por la adhesin
a la Palabra del Padre en la anunciacin, despus transciende su maternidad,
porque no fue slo la madre biolgica, sino que se hizo modelo de discpula
que realiza progresivamente su propio itinerario en la fe, al escuchar y guardar
en su corazn el evangelio. Fue as, como la madre llev a Jess, ms en su
corazn que en su seno, ya que lo engendr por la fe ms que por la carne.
Este vnculo es ms fuerte y profundo que el de la carne y sangre, ya que en la
cruz prob su fidelidad al proyecto del Padre 105. Esa nueva relacin entre el
corazn del Hijo y el corazn de la Madre, no se rompi con la muerte, sino que
se expres ms plenamente cuando esper contra toda esperanza en la
resurreccin de Jess.
102
103
104
105
111
106
107
108
109
Cfr. Lc 10, 25
Cfr. 2. Sam 6, 12
Juan Pablo II, Ecclesia de Eucharistia, 55
Ibidem.
112
TEMA 3.
MADRE LUISITA Y EL CORAZN DE JESS EUCARISTA
Madre Luisita a travs de sus escritos nos expresa su experiencia eucarstica,
como presencia de un Dios cercano y bondadoso simbolizado en el amor
infinito y fiel del Corazn de Cristo 114, que se convierte en fuente de
contemplacin y entrega sin lmites a los hermanos 115.
Vamos a profundizar este rasgo carismtico desde la ntima comunin que vivi
nuestra fundadora con el Corazn de Jess Eucarista, que le revela el Corazn
del Padre y las caractersticas espirituales que brotan de esta experiencia;
enseguida como el Corazn del Padre se le revela en el corazn del pueblo a
travs de los pobres.
* El corazn de Jess le revela el corazn del Padre.
110
Cfr. Lc 2, 22
Cfr. Lc 2, 34.35
112
Juan Pablo II, Ecclesia, 56.
113
Cfr. Nuevo Diccionario de Mariologa, Ed. Paulinas, pp. 953-954
114
Constituciones 3
115
Constituciones 34
111
113
M. Luisita vivi una relacin profunda y cercana con el Sagrado Corazn, al que
encontr en la Eucarista, como revelacin de la humanidad de Cristo y del
amor bondadoso y cercano del Padre a travs de l. Esta experiencia fue
central y fundante en su vida y fuente de su rico humanismo en la vivencia y
promocin de los valores humanos y de la fraternidad.
Madre Luisita y Jess tienen un nico amor: El Padre. Este amor comn los une
para siempre. El corazn de Jess es para ella el corazn encarnado del Padre.
Experiment el amor predilecto del Padre que se concretiza en el Corazn de
Jess que en la Eucarista, se hace pan para alimentarnos y donde
cotidianamente Madre Luisita va configurando su corazn con el de Jess, a
travs de este mismo gesto eucarstico de donacin a los dems. Ella centra
totalmente su amor en Jess, al que le dedica su vida entera, y se lo expresa
en un amor reservado todo a l y descentrado en el cario concreto a sus
religiosas y a los hermanos, especialmente los ms necesitados del amor de
Dios.
* Madre Luisita y Jess: un solo corazn y una sola alma.
Madre Luisita, fascinada por Jess y su Reino, despus de enviudar se
compromete con l a travs de los votos religiosos. A partir de entonces hace
pblico lo que en su corazn estuvo latente por tantos aos: Jess haba
conquistado su corazn desde muy joven y a travs de la consagracin quiere
vivir toda para l y dedicar su vida entera a que los dems, experimenten la
buena noticia del amor de Dios encarnado en Jess. Ahora se perteneca el
uno al otro a travs de una alianza de amor que los une para siempre. Por ello
propone como modelo a una mujer que conoci, se convirti y predic el amor
del Maestro: Santa Magdalena, la primera adoradora del corazn de Jess
debe ser el modelo de nuestro amor; de ese amor tierno y generoso que no
sabe rehusar nada y que siempre est pronto a darse enteramente 116.
El Corazn de Jess Eucarista es lugar privilegiado de encuentro con el Amado
y es a partir de una experiencia esponsal y de amistad, que lo descubre y
encuentra en l su asilo117, morada118 y habitacin119. Si profundizamos la gama
de significados que tiene para el ser humano tener un hogar propio: como un
sitio seguro y privado donde se forja toda la personalidad y sus relaciones; que
al mismo tiempo es oasis para descansar y festejar; habitacin donde se nace,
crece y compromete; lugar ntimo donde se encuentran a solas los
enamorados... descubrimos la hondura de la experiencia de N. Madre
Fundadora que encuentra todo esto 120 y mucho ms en el Corazn de Jess
Eucarista: Es su gozo, su fortaleza, su felicidad, su vida.
Pero, al mismo tiempo el corazn de madre Luisita es descanso, consuelo,
sagrario donde el Esposo y Amigo encontrar su cielo. Por esto, insiste en el
vaciamiento del corazn para que l se posesione totalmente y lo ocupe como
propiedad personal.
116
114
Carta 45
Cartas y apuntes espirituales, Pg. 872
Notas de una libreta de M. Luisita, vol. ea; Cartas y apuntes espirituales, Pg. 842
Cartas y apuntes espirituales, pg. 126
115
116
117
TEMA 4.
EL CORAZN DE JESS EUCARISTA: FUENTE DEL
HUMANISMO
Y DE LOS VALORES HUMANOS DE MADRE LUISITA
M. Luisita vivi muchas de las devociones propias de su poca, como la
consagracin al Sagrado Corazn que tanto recomienda a sus hijas, incluso por
la maana y por la tarde; los viernes primeros con la intencin de desagraviar
al Corazn de Jess por los pecados del mundo; la coronilla, las letanas. Sin
embargo, el momento ms especial para ella, era la adoracin al Santsimo
Sacramento, en donde se encuentra con el corazn amoroso de Jess. Esto nos
permite constatar que ella trasciende lo cultual o devocional, para encontrarse
de corazn a Corazn con el humanismo de Jess.
De dicha contemplacin brota ese profundo humanismo en M. Luisita que se va
expresando en la vivencia de los valores humanos de acogida, sencillez,
perdn, justicia, alegra serena, cercana, gratitud, amabilidad, y otros muchos
detalles que nos revelan este talante hondamente humano y por lo tanto
hondamente evanglico.
En su primera obra apostlica: el hospital de Atotonilco dedicado al Sagrado
Corazn logra concretizar el amor de Dios. Su corazn de mujer se conmueve
por la enfermedad, la soledad y la pobreza, se convierte en asilo para todos los
que se sienten fatigados y agobiados 131 e invita a travs de la acogida, ternura
y sencillez, a llevar la cruz con Jess para que sta sea ligera y redentora.
Madre Luisita fue formada desde pequea por sus padres en valores humanos
que fueron forjando su corazn e hicieron de ella una persona abierta a la
accin de Dios Padre, que va transformando con su amor a sus hijos e hijas, a
semejanza de Jess.
Nuestra Madre fundadora descubri en la contemplacin del Corazn de Cristo,
la fuente de donde brotan todos los valores humano-evanglicos. Del Corazn
de Jess Eucarista recibe las mejores lecciones de humanizacin que le
permitiran ir transparentando cada vez ms el rostro de Dios y ser en el
mundo una parbola de la providencia, bondad y misericordia del Padre. Ella
misma nos comparte lo que el Corazn de Jess Eucarista ha significado para
131
Cfr. Mt 11, 29
118
132
119
de
humildad
sobre
todo
interiores,
sea
verdaderamente
Paz:
Cunto gozo me da que te sientas tranquila y contenta verdaderamente la
paz del alma es la vida y sin ella no es vivir 141.
Descanso y cuidado de la salud:
Muy de corazn me alegro hayan estado contentas con sus vacaciones,
espero acumulando muchas fuerzas para trabajar mucho por la gloria de Dios
Nuestro Seor y para conservar su salud que tambin es un deber muy
sagrado142.
Cudate mucho tu salud, es un deber de conciencia la conservacin, no
podemos nosotros disponer de nuestras vidas ni quitarnos la salud, Dios tan
slo puede disponer pues el nos cre, es el dueo de ellas y la salud es un
don143
Estos fragmentos de sus cartas, nos permiten saborear algunos rasgos de los
valores humanos que nuestra M. Luisita vivi y nos hered como propuesta y
camino de transformacin hasta llegar a vivenciar su rico humanismo.
Madre Luisita aporta esos valores humanos a la construccin de la fraternidad,
los cuales a aprendido del Corazn amoroso de Jess Eucarista, que ocupa un
sitio central en todas sus comunidades, porque descubre en l la fuente del
amor autntico y radical, que desde la experiencia de la comunidad trinitaria,
realiza la comunin a todos los niveles, como un signo del reino de Dios.
136
Carta 561
Carta 254
138
Carta 121
139
Carta 117
140
Carta 182
141
Carta 575
142
Carta 358
143
Carta 41 a Ma. del Socorro del Espritu Santo
137
120
TEMA 5.
LAS Y LOS CSC UNIDOS AL CORAZN DE JESS EUCARISTA:
GENERADORES DE HUMANIDAD
A travs de este tema vamos a concretizar este elemento cristolgico en los y
las Carmelitas del Sagrado Corazn, que hemos sido llamados a encarnar y
vivenciar este carisma a nivel personal, familiar, profesional y apostlico.
Madre Luisita descubri en la contemplacin del Corazn de Jess Eucarista, la
fuente de donde brotan todos los valores humano-evanglicos. Del Corazn de
Jess Eucarista recibe las mejores lecciones de humanizacin que le permitirn
ir transparentando cada vez ms el rostro de Dios y ser en el mundo una
parbola de la bondad, misericordia y providencia del Padre.
A continuacin proponemos algunas actitudes o valores de Madre Luisita, que
estamos invitados e invitadas a vivir los y las que nos sentimos llamados y
llamadas a hacer nuestro este carisma:
* El amor al Corazn de Jess Eucarista se traduzca en compromiso
con el pueblo.
El amor que tengamos al Corazn Eucarstico de Jess, se ver manifestado a
travs del amor que le tengamos a su pueblo, entendiendo como prjimo al
ms cercano; al ms necesitado del amor de Dios, que con sus manos
extendidas clama por su exclusin y marginacin; al que necesita ser
escuchado o es asediado por la violencia, el sufrimiento y el dolor. As nuestra
vida entregada nos conducir a Dios y sobre todo a la construccin del Reino;
ser promotora de la fraternidad y la justicia entre los hombres; creando un
contexto y proceso de liberacin, que nos permitir luchar contra el mal que
existe en el mundo, como expresin del desamor.
No tengis por perdidos los momentos que pasis postrados delante del altar.
Sean vuestras virtudes amables a los ojos del prjimo. Con este fin procurad
revestiros de la mansedumbre de Jesucristo 144.
As el amor se transformar en actitudes concretas, donde haremos presente la
caridad de Jess, que pas por este mundo haciendo el bien a los dems.
* El amor recibido del Corazn de Jess Eucarista sea fuente de
fraternidad.
La amistad que tenemos con la humanidad de Jess manifestada en su
Corazn y la Eucarista, produce en cada uno y cada una el deseo y el
compromiso de liberar toda nuestra capacidad de amar, as como Jess va
haciendo por cada uno/a de nosotros/as. Slo desde la fuente de su amor,
seremos capaces de relacionarnos como hijos e hijas de Dios, hermanos y
hermanas de Jess y de la humanidad entera, iniciando por los ms cercanos y
por los excluidos de la historia.
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Corazn
de
Jess
Eucarista
como
camino
de
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MDULO 2:
CORAZN DE JESS EUCARISTA
Ficha 1. El Corazn de Jess Eucarista nos revela
la providencia, misericordia y bondad del Padre
Objetivo: Conocer y profundizar el amor del Corazn de Jess Eucarista que
nos manifiesta la providencia, bondad y misericordia del Padre, para que
fortalezcamos nuestra experiencia de amistad con l, que nos permita ser
signos de su amor en el mundo de hoy.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
EL CORAZN DE UN PADRE
El da que mi hija naci, en verdad no sent gran alegra. Porque la
decepcin que senta pareca, ser ms grande que el gran
acontecimiento que representa tener una hija. Yo quera un varn! A los
dos das de haber nacido, fui a buscar a mis dos mujeres, una luca
plida y agotada y la otra radiante y dormilona.
En pocos meses me dej cautivar por la sonrisita de mi Carmencita y
por la infinita inocencia de su mirada fija y penetrante, fue entonces
cuando empec a amarla con locura. Su carita, su sonrisa y su mirada
no se apartaban ni por un instante de mis pensamientos, todo se lo
quera comprar, la miraba en cada nio o nia, haca planes sobre
planes, todo sera para mi Carmencita.
Este relato era contado a menudo por Rodolfo, el padre de Carmencita y
yo tambin senta gran afecto por la nia que era la razn ms grande
para vivir de Rodolfo segn deca l mismo.
Una tarde estaba mi familia y la de Rodolfo, haciendo en da de campo a
la orilla de un ro cerca de casa y la nia entabl una conversacin con
su pap, todos escuchbamos: Papi, cundo cumpla quince aos Cul
ser mi regalo?
- Pero mi amor, si apenas tienes diez aitos, No te parece que falta
mucho para esa fecha?
- Bueno papito, tu siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo
nunca lo he visto por aqu. La conversacin se extenda y todos
participamos de ella. Al caer el sol regresamos a nuestras casas.
Una maana me encontr con Rodolfo enfrente del colegio donde
estudiaba Carmencita quien ya tena catorce aos. Rodolfo se vea muy
contento y la sonrisa no se apartaba de su rostro.
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MDULO 2:
CORAZN DE JESS EUCARISTA
Ficha 2: Mara mujer eucarstica, que guarda todo en su corazn
Objetivo: Conocer y profundizar en la actitud permanente de Mara, que
guardaba todo en su corazn para ser como ella, hombres y mujeres
portadores de vida, como Jess Eucarista.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
EL BAMB AMADO
Haba una vez, un maravilloso jardn, situado en el centro de un campo. El
dueo acostumbraba pasear por l al sol de medioda. Un esbelto bamb era el
ms bello y estimado de todos los rboles de su jardn. Este bamb creca y se
haca cada vez ms hermoso. El saba que su Seor lo amaba y que l era su
alegra. Un da, su dueo pensativo, se aproxim a su amado bamb y, con
sentimiento de profunda veneracin el bamb inclin su imponente cabeza. El
Seor le dijo:
-"Querido bamb, Yo necesito de ti."
El bamb respondi:
-"Seor, estoy dispuesto; haz de m lo que quieras."
El bamb estaba feliz. Pareca haber llegado la gran hora de su vida: su dueo
necesitaba de l y l ira a servirle. Con su voz grave, el Seor le dijo:
-"Bamb, slo podr usarte podndote."
-"Podar? Podarme a m, Seor?. Por favor, no hagas eso! Deja mi bella
figura. T vez cmo todos me admiran."
-"Mi amado bamb," -la voz del Seor se volvi ms grave todava: .- "No
importa que te admiren o no te admiren si yo no te podara, no podra
usarte."
En el jardn, todo qued en silencio el viento contuvo la respiracin.
Finalmente, el bello bamb se inclin y susurr:
-"Seor, si no me puedes usar sin podar, entonces haz conmigo lo que
quieras."
-"Mi querido bamb, tambin debo cortar tus hojas"
El sol se escondi detrs de las nubes unas mariposas volaron asustadas
El bamb temblando y a media voz dijo:
-"Seor, crtalas"
Dijo el Seor nuevamente:
-"Todava no es suficiente, mi querido bamb, debo adems cortarte por el
medio y sacarte el corazn. Si no hago esto, no podr usarte."
-"Por favor Seor" dijo el bamb "yo no podr vivir msCmo podr vivir
sin corazn?".
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Lucas 2, 19 y 4, 41-51
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MDULO 2
CORAZN DE JESS EUCARISTA
Ficha 3. Madre Luisita y el Corazn de Jess Eucarista
Objetivo: Conocer y profundizar en la relacin amorosa de Madre Luisita y el
Corazn de Jess Eucarista, que ilumine nuestra propia experiencia, para que
seamos portadores del amor autntico a los dems.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
LAS GAFAS DE DIOS
Iba un difunto camino del cielo, donde esperaba encontrarse con Dios para su
juicio. Se acerc a la entrada: las puertas estaban abiertas de par en par y
nadie vigilaba. Se anim y cruz la puerta. Estaba dentro del cielo! De sala en
sala se fue internando en el cielo, hasta que lleg a lo que tendra que ser la
oficina de Dios; en su centro vio, sobre un escritorio, las gafas de Dios. No pudo
resistir la tentacin de echar una mirada a la Tierra con esas gafas. Con ellas se
vea la realidad profunda de todo y de todos: lo profundo de las intenciones de
los polticos, las autnticas razones de los economistas, las tentaciones de los
hombres de Iglesia, los sufrimientos de las dos terceras partes de la
humanidad.
Entonces se le ocurri localizar a su socio de la financiera donde trabajaba; lo
logr; en ese instante su colega estafaba a una pobre mujer viuda con un
crdito bochornoso que terminara de hundirla en la miseria para siempre. Al
ver la injusticia que su socio iba a realizar, tuvo un profundo deseo de justicia.
Busc bajo la mesa el banquito de Dios y lo lanz a la Tierra. El banquito le
peg un gran golpe a su socio, tumbndolo all mismo. En ese momento Dios
llegaba a su despacho. Nuestro amigo se sobresalt; Dios le llam, pero no
estaba irritado. Simplemente le pregunt qu estaba haciendo. El pobre trat
de explicar que haba entrado en la gloria porque estaba la puerta abierta; l
quera pedir permiso; pero no saba a quin...
-No, no -le dijo Dios-, no te pregunto eso. Lo que te pregunto es lo que hiciste
con mi banquito.
Animado, le cont que haba entrado en su despacho, haba visto el escritorio y
las gafas, y no haba resistido la tentacin de echar una miradita al mundo.
Que le peda perdn por el atrevimiento.
-No, no -volvi a decirle Dios. Todo eso est muy bien. No hay nada que
perdonar. Mi deseo profundo es que todos los hombres fueran capaces de ver
el mundo como yo lo veo. En eso no hay pecado. Pero hiciste algo ms. Qu
pas con mi banquito donde apoyo los pies?
Animado del todo, le cont a Dios que haba estado observando a su socio
justamente cuando cometa una tremenda injusticia, y que sin pensar en nada
haba tomado el banquito y se lo haba arrojado a la espalda.
-Ah, no! -volvi a decirle Dios-. Ah te equivocas. No te diste cuenta de que, si
bien te habas puesto mis gafas, te faltaba tener mi corazn. Imagnate que si
yo cada vez que veo una injusticia en la Tierra me decidiera a tirarles un
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MDULO 2
CORAZN DE JESS EUCARISTA
Ficha 4. El Corazn de Jess Eucarista:
fuente del humanismo y valores humanos de Madre Luisita
Objetivo: Conocer y profundizar el humanismo que caracteriz a Madre Luisita,
como resultado de su comunin con el Corazn de Jess Eucarista, para que
nos impulse a dejarnos configurar por l y ser as, promotores de humanismo
evanglico en la sociedad actual.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
EL CORAZN DE LA MUJER
Cuando el Seor hizo a la mujer, era su sexto da de trabajo, haciendo horas
extras... Un ngel apareci y dijo Por qu pasas tanto tiempo en sta?. Y el
Seor le contest: Has visto el formulario de especificaciones que tiene?.
Debe ser completamente lavable, pero no plstica, tiene 200 partes movibles,
todas reemplazables, funciona con caf y algo de comida, tiene un regazo en
el que caben 2 nios al mismo tiempo, pero que desaparece cuando se
incorpora, tiene un beso que puede curar cualquier cosa, desde una rodilla
raspada hasta un corazn roto.
El ngel trat de detener al Seor. Esto es demasiado trabajo para un solo
da, mejor espera hasta maana para terminar.
Pero no puedo, protest el Seor. Estoy tan cerca de terminar esta creacin,
por lo que est muy cerca de mi corazn. Se cura a s misma cuando est
enferma, puede alimentar a una familia con una hamburguesa y puede hacer
que un nene de 9 aos se quede bajo la ducha.
El ngel se acerc y toc a la mujer. Pero la has hecho tan suave, Seor
Ella es suave, asinti el Seor, pero tambin la hice fuerte. No tienes ni idea
de lo que puede resistir o lograr. Podr pensar?, pregunt el ngel. El
Seor respondi: No tan slo ser capaz de pensar, sino tambin de razonar y
negociar.
El ngel not algo, se estir y toc la mejilla de la mujer. Oh, parece que este
modelo tiene una prdida. Le dije que estaba tratando de poner demasiadas
cosas. sa no es una prdida, objet el Seor, Eso es una lgrima. Y
para qu son las lgrimas?, pregunt el ngel. El Seor dijo: Las lgrimas
son la forma en que ella expresa su alegra, su pena, su desilusin, su soledad,
su dolor y su orgullo.
El ngel estaba impresionado. Eres un genio, Seor, pensaste en todo, ya que
las mujeres son en verdad asombrosas. Las mujeres tienen fuerzas que
asombran a los hombres. Llevan a los hijos, sobrellevan dificultades, llevan
135
Parece que por el momento Dios Ntro. Seor quiere que te encargues de
tus hermanitas: pobrecitas, cudalas mucho, ten corazn de madre para
con ellas y las mams tambin reprenden y aconsejan y vigilan mucho a
sus hijos y prevn los peligros que se divisan desde muy lejos. Eso debes
t hacer y no confundirte y mortificarte por el cargo de la familia, Dios te
ayudar. (Carta 40)
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MDULO 2
CORAZN DE JESS EUCARISTA
Ficha 5. Las y los Carmelitas del Sagrado Corazn
unidos al Corazn de Jess Eucarista:
generadores de humanidad
Objetivo: Profundizar y actualizar la propuesta de Madre Luisita y su carisma
en relacin al Corazn de Jess Eucarista, que nos permita ser presencia
humanizadora y liberadora, a travs de la providencia, bondad y misericordia,
donde quiera que nos encontremos.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
DONAR SU SANGRE
Hace muchos aos, cuando trabajaba como voluntario en un hospital de
Stanford, conoc a una niita llamada Liz quien sufra de una extraa
enfermedad. Su nica oportunidad de recuperarse aparentemente era una
transfusin de sangre de su hermano de 5 aos, quien haba sobrevivido
milagrosamente a la misma enfermedad y haba desarrollado los anticuerpos
necesarios para combatirla.
El doctor explic la situacin al hermano de la nia, y le pregunt si estara
dispuesto a dar su sangre a su hermana. Yo lo vi dudar por solo un momento
antes de tomar un gran suspiro y decir: "si, lo har, si eso salva a Liz.
Mientras la transfusin continuaba, l estaba acostado en una cama al lado de
la de su hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistamos a l y a su
hermana, viendo retornar el color a las mejillas de la nia. Entonces la cara del
nio se puso plida y su sonrisa desapareci. Mir al doctor y le pregunt con
voz temblorosa: "A qu hora empezar a morirme?.
Siendo slo un nio, no haba comprendido al doctor; l pensaba que le dara
toda su sangre a su hermana. Y aun as se la daba.
Preguntas para profundizar en la realidad:
- Qu nos ensea el gesto generoso de este nio?
- Cmo vivimos hoy la entrega gratuita a los dems?
2. ESCUCHAR, ACOGER, MEDITAR Y COMPARTIR LA PALABRA DE DIOS
A TRAVS DE LA DOCTRINA DE MADRE LUISITA
-
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MODULO 3.
ORACIN CONTEMPLATIVA
Introduccin
Todos los cristianos y cristianas estamos llamados a ser personas orantescontemplativas, dejando que el Espritu de Dios nos oriente en el camino de la
oracin, para que emerja de nuestro interior lo que ya tenemos como potencia.
Por eso, este mdulo 3 pretende ayudar a los laicos y laicas a iniciar el camino
y la aventura de la oracin contemplativa, con el tinte especfico del carisma
Carmelita del Sagrado Corazn. A travs de l, les invitamos a descubrir y
conocer ms sobre la oracin cristiana, teniendo como maestros a Jess, a
Mara de Nazaret, los santos carmelitas y a nuestra madre Luisita.
Orar es entrar a nuestro corazn, mar adentro de nosotros mismos, en nuestro
ms profundo centro, el fondo de nuestra vida. Es una invitacin a descubrirnos
en lo interior, a experimentarnos en esa zona de soledad que todos y todas
llevamos dentro, donde descubrimos al Dios cercano, entraable y amigo del
alma. La oracin implica entrar dentro de nosotros mismos, hasta el centro del
corazn, donde habita el Padre que nos ama; donde mora el Hijo que nos salva;
donde tiene su morada el Espritu Santo que nos vivifica.
Estamos habitados por la Trinidad, somos casa de Dios, ya lo deca la beata
carmelita, Isabel de la Trinidad: "La Trinidad: aqu est nuestra morada, nuestro
hogar, la casa paterna de la que jams debemos salir... Me parece que he
encontrado mi cielo en la tierra, puesto que el cielo es Dios y Dios est en mi
alma. El da que comprend eso todo se ilumin para m" 149. En lo profundo de
cada uno de nosotros est la Trinidad que se hace vida en nuestra vida,
corazn de nuestro corazn. Descubrir ese tesoro escondido es el reto para
todos/as los/as bautizados/as 150.
En el fondo de nosotros mismos est siempre la presencia de la Trinidad, que
nos impulsa hacia esa zona interior, en la que podemos responder a Dios y
dejarle un espacio para que l nos hable, eso es la oracin 151. Por eso, est al
alcance de todos los creyentes, basta que nos decidamos a ser personas
orantes, puesto que la oracin no es otra cosa que abrirnos a la amistad
profunda con Dios, a vivir un encuentro personal y amoroso entre dos que se
aman, y quieren conocerse y relacionarse en el amor y en la verdad. Orar es
experimentar a Dios que toma la iniciativa porque nos ama profundamente y
nos busca en lo ms ntimo de nosotros/as mismos/as: Mira que estoy a la
puerta y llamo. Si tu quieres y me abres, Yo entrar y cenar contigo, tu
cenars conmigo (Apocalipsis 3,20).
Nuestro carisma de Carmelitas del Sagrado Corazn hunde sus races en el
terreno rico y frtil de la espiritualidad carmelitana 152. Teresa de Jess, maestra
de oracin, nos dice que todos/as estamos llamados/as a ser orantes,
contemplativos/as, porque orar: "A mi parecer no es otra cosa oracin sino
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tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos
nos ama"153.
Para comenzar este encuentro de amistad y de amor, se requieren varias
cosas:
Hay que empezar por aprender a crear soledad, que es el clima y espacio
necesario para el encuentro con Dios. "As lo haca Jess siempre que oraba",
dice Santa Teresa. Se requiere la soledad para entender "con Quin estamos".
Silencio del cuerpo y de la mente para buscar a Dios en nuestro interior. Es en
el silencio cuando Dios se comunica mejor con la persona, porque permite
entrar en contacto y dejarse amar por l.
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permanecer con quien sabemos nos ama 154. Segn la santa del Carmelo, la
oracin de contemplacin es la "Fuente de Agua Viva" que prometi el Seor a
la Samaritana155. "Mirad que os llama a todos... no dijo, a unos dar y a otros
no". Es decir, no dijo que dara de esta "Agua" a unos y a otros no, sino que
dijo: "Todo el que beba de este agua, no volver a tener sed" 156.
Una vez que hemos puntualizado algunos de los elementos y caractersticas de
la oracin contemplativa, podemos estar seguros que la semilla de la oracin
ha sido depositada en lo ms ntimo del corazn de todo ser humano, y que
slo puede germinar si nos disponemos y nos abrimos para que Dios la pueda
hacer crecer en nosotros/as, al sentarnos a los pies de Jess, el Maestro,
simplemente para mirar, escuchar, amar y dejarnos amar por l.
TEMA 1.
ORACION CONTEMPLATIVA DE JESS
En el tema de la oracin contemplativa Jess, es el Maestro de maestros,
nuestro modelo por excelencia. El Evangelio nos ensea que ser discpulo de
Jess es seguirlo e imitarlo y que en eso consiste la vida cristiana. La oracin
cristiana tiene su fundamento en la persona y en la vida de Jess. Por eso, es l
nuestra referencia principal para aprender a orar, esto es, hay que mirarlo,
descubrir cmo vive, asomarse a su corazn para conocer lo que lleva dentro.
En su oracin Jess se dirige a Dios llamndole: Abba!, que es lo mismo que
decir Padre, que refleja una relacin de amor incondicional, de ternura
entraable. Cuando los discpulos le rogaron que les enseara a orar, l no
pudo decirles otra cosa que el Abb: cuando oren digan: Abb! Padre! (Lc
11,1).
Nos damos cuenta que nuestra oracin participa de la misma oracin de Jess,
de su relacin llena de confianza con el Padre. l vive la oracin como
realizacin constante y espontnea de su condicin filial: Es el Hijo y encuentra
la expansin de su ser en su relacin con el Padre. Esta relacin la expresa por
medio de: la alabanza, accin de gracias, peticin.
* En qu momentos ora Jess?
Jess ora para acoger el plan de salvacin; el plan del Padre para toda la
humanidad. Con el Padre y ante el Padre vive los momentos cruciales de su
existencia: Padre, te doy gracias (Jn 4, 19); Padre, pase de m este cliz (Mt
26, 39; Lc 22, 42); Padre, en tus manos encomiendo mi espritu (Lc 23, 46).
Su oracin no es cosa de un momento. Han transcurrido largas horas y noches
enteras en ese trato familiar.
Jess ora para escuchar de labios del Padre las palabras de consuelo profundo:
T eres mi Hijo, el amado (Mt 3, 17; Mc 1, 11; Lc 3, 22). Jess ora para vivir la
vida nueva de entrega eucarstica, animado siempre por el Espritu. La oracin
de Jess est profundamente arraigada en su misin apostlica. Ora en los
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156
143
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Mt 3, 17; Mc 1, 11; Lc 3, 22
Mt 4, 1; Mc 1, 14; Lc 4, 1.
Mc 3, 13
Mt 14, 19 . 15, 36; Mc 6, 41; Mc 8, 6; Jn 6, 11
Mt 17, 1 y ss.; Mc 9, 2 y ss.
Mt 26, 36; Mc 14, 31; Lc 22, 39; Jn 18, y ss.
Mt 27, 46; Mc 15, 33; Lc 23, 46
144
TEMA 2
ORACIN CONTEMPLATIVA DE MARIA
Despus de haber profundizado en la oracin de Jess, que es nuestro modelo
por excelencia y la forma cmo l nos ensea a orar, contemplemos ahora a
Mara, mujer sencilla y humilde de Nazaret, modelo tambin cualificado de
oracin, porque supo guardar la Palabra en su corazn y hacerla vida.
Mara, esposa, madre, primera cristiana seglar en la iglesia, llev una vida
ordinaria en su casa y en su pueblo, una vida sencilla, del estilo de la mayor
parte de nosotros. Su camino puede ser el nuestro. Aunque son pocos los
textos bblicos que nos hablan de Mara, te invitamos a profundizar en la
actitud orante y contemplativa de Mara de Nazaret, quien se convierte en
modelo de autntica oracin cristiana para nosotros, por su modo de
relacionarse con Dios, su cercana existencial al misterio y el desarrollo de su fe
en medio de la incertidumbre 164.
* La oracin de Mara es contemplativa y comprometida con la
voluntad del Padre.
La oracin de Mara es contemplativa y teologal porque toda ella est habitada
por la Trinidad, por lo tanto, descubre y contempla a Dios en todo, al mismo
tiempo que se va avivando su fe, esperanza y amor.
La anunciacin seal un momento decisivo en la experiencia de Dios de Mara
y en su estilo de oracin. Ella se convierte en casa de Dios: y la Palabra se
hizo carne y puso su morada entre nosotros (Jn 1, 14; Cfr. Gal 4, 4) y en
colaboradora directa del Espritu Santo, porque le permite entrar y lo acoge en
164
Cfr. Gobierno general CSC (2003-2009), Ficha Jess Orante y contemplativo, Pg. 29.
145
Cfr. Ibidem.
Cfr. Nuevo Diccionario de Mariologa, Oracin Mariana, Pg. 1488
146
Cfr. Lc 2, 19. 51
147
148
hasta el final de su vida 169. La oracin mariana es una oracin de comunin con
los hermanos en la fe, en un solo corazn y una sola alma, con la actitud de
vigilancia y constancia170 que Cristo mismo haba recomendado a sus
seguidores y seguidoras.
Mara, es orante y contemplativa, cuya oracin suscita y describe el talante de
una mujer proftica y generadora de vida nueva, a travs de la gestacin de su
Hijo y de su continua cercana e intercesin para concretizar en las realidades
deshumanizantes de cada ser humano la accin salvadora de su Hijo. Hagan
lo que el les diga (Jn 2, 5) es una prolongacin de su propio hgase, que se
gest en la oracin, al guardar, discernir y encarnar la Palabra del Padre 171.
Hemos visto en este tema que la vida de Mara es una expresin acabada de
oracin, porque sus das y sus horas son una alabanza permanente, una honda
accin de gracias al Seor. Su vida es un hermoso ejemplo de entrega a la
voluntad divina. Toda su persona irradia aceptacin y confianza, que nace de
su abandono y apertura a los designios del Seor. Ella es la bienaventurada, la
llena de gracia. Es la mujer plena, forjada en la disponibilidad de su s a los
planes del Creador.
TEMA 3.
ORACIN CONTEMPLATIVA DE MADRE LUISITA
Ahora te invitamos a acercarte a Madre Luisita, otra maestra de oracin, por su
profunda vida de oracin, quien nos quiere compartir su estilo peculiar que nos
dej como herencia en su carisma-espiritualidad. Desde su niez estuvo
abierta a la presencia de Dios en su vida, y en el transcurso del tiempo, se
distingui porque dedicaba largos ratos al dilogo de amistad con l, en el
silencio y la soledad. Pero lo ms importante es que vivi la oracin como
actitud de vida; fue una autntica contemplativa en medio de las actividades
que realiz en beneficio de los hermanos; por eso, fue desarrollando con
intensidad creciente a lo largo de su vida, una profunda vida de oracin en la
que descubri y experiment a Dios como a un Padre, providente, bondadoso y
misericordioso. Tambin lo descubre en la Eucarista como a un Dios cercano,
simbolizado en el Corazn de Cristo172.
Madre Luisita, fue una mujer sencilla, delicada y acogedora, con una intensa
experiencia de Dios a quien experiment, como lo mencionamos
anteriormente, como a un Padre cercano a todos sus hijos y pendiente de los
ms desprotegidos. Esta experiencia contemplativa fortaleci en ella una
fuerte vivencia teologal, que la llev a descubrir a Dios en todo.
169
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90
177
Relaciones XL, RR, p. 8
150
RG., p. 3
Cartas y apuntes espirituales, Pg. 896
180
Cartas y apuntes Espirituales, Pg. 867
181
Cartas y apuntes Espirituales, Pg. 885
182
Carta 491
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Carta 113
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152
153
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TEMA 4.
VIDA TEOLOGAL DE MADRE LUISITA
Los cristianos por vocacin somos llamados a orar, con asiduidad y sin
desfallecer como nos recomend el mismo Jesucristo; pero orar no depende
totalmente de nosotros, ya lo hemos dicho anteriormente, orar es un don y una
gracia que Dios nos concede si se lo pedimos y nos disponemos a la accin del
Espritu Santo, que ora en nosotros 202.
Al hacernos hijos de Dios por el bautismo, el Espritu Santo nos regal las
semillas de las virtudes teologales: de fe, esperanza y caridad. Estas tres
virtudes, en los principiantes de la vida cristiana, actan como la inteligencia y
voluntad de un nio de corta edad. Con el crecimiento fsico se van
desarrollando tambin el conocimiento y la razn, van siendo ms libres y se
acrecienta su posibilidad de amar. De igual manera, a travs de la vida de
gracia es como el cristiano cultiva la semilla de la fe, de la caridad y de la
esperanza; sin embargo, la oracin autntica es un espacio privilegiado donde
las virtudes teologales se hacen fecundas y producen frutos.
Una vida cristiana, por la gracia, fortificada en la recepcin de los sacramentos
y la oracin, va a ser como el fluido que recibe una estufa elctrica, que poco a
poco se va poniendo incandescente, o como el madero segn S. Juan de la
Cruz, que envestido por el fuego, se convierte en brasa.
Todos los seres humanos tenemos entendimiento y voluntad, pero no todos las
ejercitamos mediante el estudio y el dominio propio. As sucede con las
virtudes teologales, que todos los cristianos tenemos como semillas en
potencia, pero si no las alimentamos, nos las regamos, no las cultivamos se
quedan como el grano de trigo en un montn de ceniza que no puede
germinar, porque necesita buena tierra, agua, sol y cultivo. Precisamente la
oracin es todo eso (tierra, agua...) para el cristiano. La oracin puede
desarrollar las semillas de las virtudes teologales en nuestra vida. Cuando no
hay oracin nuestra vida se parece a un rido desierto.
La oracin despierta, aviva, fecundiza y desarrolla nuestra fe, que nos permite
conocer mejor a Dios y ayuda a trascender todos los acontecimientos de
nuestra existencia y a lanzarnos con esperanza en los brazos amorosos de
Dios, como el nio que espera a su madre y sabe que no le engaa. Esto
incentiva y acrecienta nuestro deseo de proyectarnos y comprometernos a
travs de la caridad con nuestros prjimos, sobre todo con los menos
favorecidos.
* La fe
Como hemos visto, Madre Luisita fue una persona orante y de profunda vida
espiritual, por eso las virtudes teologales crecieron y se desarrollaron en ella
202
Cfr. Rom 8, 15
155
156
vida, como un rasgo esencial del carisma de los y las Carmelitas del Sagrado
Corazn, para que a la luz de su testimonio, demos nuestra respuesta personal
a Dios y nos comprometamos con nuestros hermanos; pues la vida cristiana,
que es una vida en Cristo, se acoge por la fe, se expresa en el amor y se vive
en la esperanza.
TEMA 5.
ORACIN CONTEMPLATIVA
DE LOS Y LAS CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZN
Te invitamos a profundizar en este apartado que viene siendo la pedagoga que
poco a poco vamos a ir implementando, de acuerdo al carisma de Carmelitas
del Sagrado Corazn.
La imagen paterna de Dios que nos revela Jess y que experimenta tambin
nuestra madre Luisita, nos conduce a abrirnos a la gracia del Espritu en
nosotros, para desarrollar una actitud filial de abandono confiado en el amor
del Padre y de disponibilidad a su voluntad salvadora, que quiere darnos vida y
vida en abundancia.
Hemos visto tambin, cmo fue la relacin de M. Luisita con Dios Padre,
algunas caractersticas de su oracin, las actitudes y valores que a travs de
esa relacin se consolidaron en ella y la llevaron a ser una mujer toda de Dios y
servidora de los hermanos.
El carisma de Carmelitas del Sagrado Corazn tiene como uno de sus pilares: la
experiencia contemplativa de Dios, pues al hundir sus races en el terreno rico
y frtil del Carmelo, asume existencialmente este rasgo espiritual 209.
Esta relacin contemplativa, se alimenta en la experiencia filial del amor del
Padre providente, bondadoso y misericordioso, que con suma delicadeza va
orientando nuestra vida hacia su voluntad. La contemplacin nos gua a la
relacin y comunicacin personal con Dios, es la atencin amorosa a su Palabra
y a su paso en nuestra vida; es la experiencia de sentirnos amados/as y as
Dios nos va capacitando para amar y despojarnos de nuestra voluntad para
acoger amorosamente la suya.
La relacin de un/a Carmelita del Sagrado Corazn con Dios, tiene que llegar a
ser filial, llena de fe, confianza y amor hacia un Padre que nos ama
infinitamente. Por eso, Madre Luisita nos invita a seguir creciendo en confianza
y abandono para afrontar las dificultades de la vida:
Cada da hay que aumentar en nosotros la confianza en Dios y en la oracin y
que nada nos desanime ni entristezca 210.
Un abandono grandsimo en las divinas manos de Dios nuestro Seor, ofrcele
tus penas y alegras con paz y contenta 211.
209
Cfr. Constituciones 8
Carta 212
211
Carta 391
210
157
Constituciones 33
Cartas y apuntes espirituales, Pg. 883
Carta 160
Carta 605
Constituciones 10.1
LG 8
158
Constituciones 8
Carta 592
Carta 24
Cartas y apuntes Espirituales, Pg. 880
Constituciones 33
Constituciones 34
159
Carta 538
Carta 12
Carta 388
Santa Teresa, Fundaciones 5, 2
Santa Teresa, Vida 8, 5
Carta 45
Cartas y apuntes espirituales, Pg. 856
160
Constituciones 30 y 32
Carta 207
Carta 628
Carta 119
Carta 121
Carta 297
Carta 131
161
Carta 129
Carta 98
Carta 403
Constituciones 33
Constituciones 36
Cfr. Constituciones 38
162
163
MDULO 3
ORACIN CONTEMPLATIVA
Ficha 1. Oracin contemplativa de Jess
Objetivo: Conocer y profundizar en la oracin contemplativa de Jess, como
una motivacin y propuesta para dejarnos conducir por el Espritu Santo que
siempre nos impulsa a una intimidad permanente con el Padre.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
164
agua all abajo... y sinti una paz enorme, una paz viva, que vena de la
profundidad. Y ya no eran slo las manos, sino los brazos, y... todo el pozo,
el que se refrescaba y saciaba su sed en el agua. Entonces el pozo
experiment que aquello justamente era su razn de ser; all, en el fondo,
se senta l mismo. Hasta entonces haba credo que el ser pozo era el tener
un gran brocal, muy rico y adornado, bien lleno de cosas.
Y as, mientras otros pozos trataban de agrandar su brocal, para que el
hueco fuese mayor y cupieran ms cosas, ste, buceando en su interior,
descubra que lo mejor de s mismo estaba en la profundidad, y que era
ms pozo cuanto ms profundidad tena... Feliz por su descubrimiento,
intent comunicarlo, y comenz a sacar agua de su interior, y el agua, al
salir fuera, refrescaba la tierra reseca y la haca frtil y pronto brotaron las
flores alrededor del pozo. La noticia cundi enseguida. Las reacciones
fueron muy variadas: unos se mostraron escpticos ante el descubrimiento;
otros sintieron la nostalgia de algo que, en el fondo, tambin ellos
perciban. Otros despreciaron aquel alarde de poesa, como lo llamaron.
Hubo a quien le pareci una prdida de tiempo aquel trabajo de sacar agua
de su interior...
Y la mayora opt por no hacer caso, pues la verdad es que estaban muy
ocupados rellenando de cosas el brocal, y ya se haban acostumbrado a la
satisfaccin que el tener les produca, y se sentan a gusto en el ruido, y
estaban contentos con las sensaciones que experimentaban desde fuera...
Sin embargo, algunos intentaron la experiencia, y, tras liberarse de las
cosas que les rellenaban, encontraron tambin el agua de su interior.
A partir de entonces las sorpresas para stos fueron en aumento:
comprobaron que, por ms agua que sacaban de su interior para esparcirla
en torno suyo, no se vaciaban, sino que se sentan ms frescos,
renovados...
Y, al seguir profundizando en su interior, descubrieron que todos los pozos
estaban unidos por aquello mismo que era su razn de ser: el agua. As
comenz una comunicacin a fondo entre ellos, porque las paredes del
pozo dejaron de ser lmites infranqueables. Se comunicaban en
profundidad, sin importarles como era el brocal de uno o de otro, ya que
eso era superficial y no influa en lo que haba en el fondo. Eso s: en cada
pozo el agua adquira un sabor, incluso unas propiedades distintas: era lo
caracterstico del pozo.
Pero el descubrimiento ms sensacional vino despus, cuando los pozos
que ya vivan en su profundidad llegaron a la conclusin de que el agua que
les daba la vida no naca all mismo, en cada uno, sino que vena para todos
de un mismo lugar... y bucearon siguiendo la corriente del agua... Y
descubrieron... el manantial! El manantial estaba all lejos: en la gran
Montaa que dominaba el Pas de los Pozos, que apenas nadie perciba su
presencia, pero que estaba all, majestuosa, serena, pacfica... y con el
secreto de la vida en su interior.
165
La montaa haba estado siempre all: unas veces apenas visible, entre
brumas; otras veces radiante, siempre vigilante y dndose cuenta de todo
lo que ocurra en torno suyo... Pero los pozos haban estado muy ocupados
en adornar su brocal, y apenas se haban molestado en mirar a la montaa.
La montaa tambin haba estado siempre aqu, en la profundidad de cada
pozo, porque su manantial llegaba hasta ellos haciendo que fueran pozos.
Desde entonces, los pozos que haban descubierto su ser, se esforzaban en
agrandar su interior y aumentar su profundidad, para que el manantial
pudiera llegar con facilidad hasta ellos... Y el agua que sacaban de s
mismos haca que la tierra se fuera embelleciendo, y transformaban el
paisaje... Mientras all afuera, en la superficie la mayora seguan ocupados
en ampliar su brocal y en tener cada vez ms cosas.
Preguntas para profundizar en la realidad:
- En qu se parecen los pozos a las personas hoy?
- Qu simbolizan el pozo, el brocal, la montaa y el manantial?
- Qu cuestionamiento te hace esta parbola?
2. ESCUCHAR, ACOGER, MEDITAR Y COMPARTIR LA PALABRA DE DIOS
(ILUMINAR)
- Jess ora secretamente, en silencio y soledad: (Mt. 6, 5-6).
- Jess ora sin cesar: (Lc 11,5-8; 18,1).
- Jess ora (Mc 1, 35; Mt 11, 25; Lc 22, 32; 23, 33; Jn 11, 42)
especialmente antes de tomar decisiones importantes (Lc 3, 21; 6,
12; 9, 18; 9, 29; 23, 45; Mc 14, 36; Jn 8, 29).
- Jess ensea la manera de pedir al Padre: (Lc 11, 5-13; 18, 1; Mc 9,
23; 11, 22), pero tambin nos ensea a pedir antes que nada que se
haga la voluntad del Padre (Mt 6, 10; 7, 21; 12, 50; Jn 4, 34; 7, 17)
Preguntas para profundizar en los textos bblicos:
- Cmo ora Jess?
- Dnde ora Jess?
- Cul es el contenido de su oracin?
- Qu efectos tiene la oracin de Jess?
3. COLABORAR EN EL PROYECTO DE DIOS (ACTUAR)
- Qu medios ponemos para saborear el silencio interior
experimentar la presencia de la Trinidad en nosotros?
- A qu nos compromete la oracin de Jess como bautizados?
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MDULO 3
ORACIN CONTEMPLATIVA
Ficha 2. Oracin contemplativa de Mara
Objetivo: Conocer y profundizar las caractersticas de la oracin contemplativa
de Mara, para que aprendamos de la maestra y discpula de Jess aquellas
actitudes que nos conviertan en hombres y mujeres de oracin-contemplacin.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
ENTREVISTA CON DIOS
Que se aburren de ser nios por la prisa de crecer y luego suspiran por
regresar a ser nios. Que primero pierden la salud para tener dinero y
enseguida pierden el dinero para recuperar la salud. Que por pensar
ansiosamente en el futuro descuidan su hora actual con lo que ni viven el
presente ni el futuro. Que viven como si no fueran a morirse y se mueren
como si no hubiesen vivido.
Con los ojos llenos de lgrimas y la voz entre cortada dej de hablar. Sus
manos toman fuertemente las mas y seguimos en silencio. Despus de un
largo tiempo y para cortar el clima, le dije:
167
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MDULO 3
ORACIN CONTEMPLATIVA
Ficha 3: Oracin contemplativa de Madre Luisita
Objetivo: Conocer y profundizar el estilo propio de orar-contemplar de Madre
Luisita para que nos vayamos configurando con su manera especfica de
comunicarse con Dios y nos vaya convirtiendo en contemplativos en la accin.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
BUSCAR A DIOS DONDE SE ENCUENTRA
Un ermitao en oracin oy claramente la voz de Dios. Le invitaba a acudir a
un encuentro especial con l. La cita era para el atardecer del da siguiente, en
la cima de una montaa lejana. Temprano se puso de camino; necesitaba toda
la jornada para llegar al monte y escalarlo. Ante todo, quera llegar puntual a la
importante entrevista.
Atravesando un valle, se encontr a varios campesinos ocupados en intentar
controlar y apagar un incendio declarado en el bosque cercano, que
amenazaba las cosechas y hasta las propias casas de los habitantes.
Reclamaron su ayuda porque todos los brazos eran pocos. Sinti la angustia de
la situacin y no poder detenerse a ayudarles. No deba llegar tarde a la cita y,
menos an, faltar a ella. As que recitando una oracin para que el Seor les
socorriera, apresur el paso, ya que haba que dar un rodeo a causa del fuego.
Tras ardua ascensin, lleg a la cima de la montaa, jadeante por la fatiga y la
emocin. El sol comenzaba su ocaso; llegaba puntual, por lo que dio gracias al
cielo en su corazn. Anhelante esper, mirando en todas las direcciones. El
Seor no apareca por ninguna parte. Por fin descubri, visible sobre una roca,
algo escrito. Ley: Dispnsame, estoy ocupado ayudando a los que sofocan el
incendio.
Preguntas para profundizar en la realidad:
- Los hombres y las mujeres de nuestro tiempo Dnde buscan a Dios?
- Dnde quiere que le encontremos?
2. ESCUCHAR, ACOGER, MEDITAR Y COMPARTIR LA ENSEANZA DE
MADRE LUISITA (ILUMINAR)
-
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todo lo que las rodeaba: las flores, el agua, el horizonte y las huertas
fecundas. An recuerdan el gusto con que se agrupaban todas en torno
de la Madre para orla hablar durante las recreaciones de todas esas
cosas con la misma naturalidad del que las est viviendo
continuamente (A zaga de su huella, Pg. 120).
Otro de mis deseos ha sido el abandono en las manos de Dios y hacer
actos de amor y de confianza, vindome a sus pies, descansando en l
sin gana de meditar; y decir: quiero quererte como t quieres que te
quiera, bendecirte como lo desees y darte gracias como deba drtelas y
he querido permanecer as con deseos que Su Divina Majestad me hable
y yo estar en silencio (Cartas y apuntes Espirituales Pg. 896).
Debemos presentarnos a la oracin con humildad y as permanecer
como mendigo a la puerta del Seor, pues al examinar bien lo que
somos no podremos menos de darnos golpes de pecho (Cartas y
apuntes Espirituales Pg. 867).
No te sientas sola porque no lo ests, Ntro. Seor en el Santsimo
Sacramento quiere ser tu confidente, tu amigo y consolador; quiere
llenar tu alma con su amor, quiz por eso te ha hecho sentir el vaco de
las criaturas (Carta 318).
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MDULO 3
ORACIN CONTEMPLATIVA
Ficha 4: Vida teologal de Madre Luisita
Objetivo: Conocer y profundizar en la respuesta teologal que caracteriz la
oracin-contemplacin de Madre Luisita, para que aprendamos a contemplar a
Dios en todo y transparentarlo a los dems con nuestra vida.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
EL MAYOR TESORO
Un sennayi es en la India una persona que tras haber hallado la iluminacin, se
convierte en mendigo y viaja en forma errante, ya que siente que el mundo
entero es su hogar, el cielo su techo y Dios su padre que cuidar siempre de l.
Iba una vez un sennayi caminando, cuando al llegar a un pequeo pueblo, un
aldeano se acerc a l exclamando:
- No lo puedo creer!.
- Qu es lo que no puedes creer?.
Contest el hombre sabio con asombro. El aldeano le respondi que durante la
noche haba soado que se encontrara con un sennayi errante que le regalara
una piedra preciosa, que le hara el hombre ms rico del mundo.
- Es sta la piedra a la que usted se refiere?- dijo el sennayi mostrndole
un enorme diamante.
- Va usted a drmelo?.
- Por supuesto, puedes conservarlo, lo acabo de encontrar en el bosque y si
t lo necesitas es tuyo y se sent a la sombra de un rbol a descansar,
no dando mayor importancia a lo ocurrido.
El aldeano no poda creer que le hubieran regalado algo tan valioso y estaba
tan impactado, que en vez de regresar a su casa, se puso a pensar, sumido en
profunda meditacin. Horas ms tarde habiendo comprendido al sennayi se
acerc a l y devolvindole la piedra le dijo:
- Podra darme usted algo an ms valioso?.
- Qu ms deseas?- le contest el hombre sabio.
- Podra darme la riqueza que le permite deshacerse de esta piedra
preciosa tan fcilmente?.
Preguntas para profundizar en la realidad:
- La gente de nuestro tiempo Dnde ha puesto su corazn?
- A qu nos invita este sabio? Qu debemos priorizar en nuestra vida?
2. ESCUCHAR, ACOGER, MEDITAR Y COMPARTIR LA ENSEANZA DE M.
LUISITA (ILUMINAR)
-
Siempre hay su mezcla de dulce y amargo; pero estemos seguras que todo
redunda en nuestro bien: hay que recibirlo todo con calma y espritu de fe.
174
Hija ma, que te consuma el amor divino, pues para eso estamos en este
mundo; todo lo dems, e s un poco de humo que se desvanece y queda el
mal olor (Carta 118).
Otros textos que se pueden consultar son: carta 98 (Acercamiento Pg. 27),
carta 202 (Acercamiento Pg. 25); carta 212 (Acercamiento Pg. 28); carta
602 (Acercamiento, Pg. 30); carta 113 (Acercamiento, Pg. 31); carta 356
(Acercamiento, Pg. 32); carta 160 (Acercamiento, Pg. 46); carta 190
(Acercamiento, Pg. 109); carta 24 (Acercamiento, Pg. 120).
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MDULO 3
ORACIN CONTEMPLATIVA
Ficha 5. Oracin contemplativa de las y los Carmelitas del
Sagrado Corazn
Objetivo: Conocer y profundizar en la oracin especfica de las y los Carmelitas
del Sagrado Corazn a la luz de las enseanzas de Jess, Mara y Madre Luisita,
para hacer de nuestra vida una oracin desde el estilo propio de la vocacin
laical.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
UNA VISITA INESPERADA
Una noche un ngel se apareci a una familia muy rica y dijo a la duea de
casa:
- Te traigo una muy buena noticia: esta noche vendr el Seor Jess a visitar tu
hogar.
La seora qued entusiasmada, pues nunca haba imaginado ni credo posible
que en su casa sucediese ese milagro. Prepar una cena excelente para recibir
a Jess. Encarg pollos, conservas y vinos importados.
De repente son el timbre. Era una mujer mal vestida, de rostro sufrido, con el
vientre hinchado por un embarazo muy adelantado.
- Seora, dijo con voz triste, no tendra algn trabajo para darme? Estoy
embarazada y en gran necesidad.
- Pero, qu hora es esta de molestar? Vuelva otro da, respondi la duea de
casa. Ahora estoy muy ocupada preparando la cena para una importante
visita.
Poco despus un hombre lleno de grasa llam a la puerta.
- Seora, mi camin se ha daado aqu en la esquina, por casualidad no
tendr usted una caja de herramientas que me pueda prestar?
La seora ocupada como estaba, limpiando los vasos de cristal y los platos de
porcelana se irrit mucho:
- Usted piensa que mi casa es un taller mecnico? dnde se ha visto
importunar a la gente as?, por favor, retrese, no ensucie mi entrada con
esos pies tan llenos de grasa y tierra.
La anfitriona continu preparando la cena: abri latas de caviar, puso la
champaa en nevera, escogi de la bodega los mejores vinos, prepar unos
coctelitos. Mientras tanto, alguien bati palmas.
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- Ser que ahora llega Jess?, pens ella emocionada, y con el corazn
acelerado fue a abrir la puerta.
Pero no era Jess. Era un nio harapiento.
- Seora, me puede dar un poco de comida?
- Cmo le voy a dar comida, si todava no cenamos? Vuelva maana, porque
esta noche estoy muy atareada.
Al final, la cena estaba ya lista. Toda la familia emocionada esperaba la ilustre
visita. Sin embargo, pasaban las horas y Jess no apareca. Cansados de
esperar, empezaron a tomar los coctelitos, que al poco tiempo empezaron a
hacer efecto en los estmagos vacos y el sueo hizo olvidar los pollos y los
platos preparados.
A la maana siguiente, al despertar, la seora se encontr con el ngel.
- Un ngel puede mentir?, grit ella disgustada. Prepar todo con esmero,
aguard toda la noche, y Jess no apareci. Por qu me hizo esta broma?
- Yo no ment. Fue usted la que no tuvo ojos para ver, dijo el ngel. Jess
estuvo aqu tres veces, en la persona de la mujer embarazada, en el
camionero y en el nio hambriento, pero usted no fue capaz de reconocerlo y
de acogerlo.
Preguntas para la profundizacin de la realidad:
-
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Una poca de oracin junto a Ntro. Seor y calman las penas por
enormes que parezcan y se ven ya las cosas de otra manera (Carta
388).
Todos los das como me parece te dije, estate con el Smo. Sacramento,
antes de comenzar tus tareas ordinarias, pidindole su ayuda y
manifestndole tus dificultades; como Dios todo lo sabe, pero como tu
Padre debes decrselo todo (Carta 538).
Ahora comienza a orar con los textos de Lucas 11, 2 y Romanos 8, 15.
Relee la palabra Padre, Abb, Padre
Piensa de qu manera la pronunci Jess de qu manera la pronunci
Madre Luisita?
Ahora reptela t varias veces y con mucha confianza como un mantra.
Dirgete al Padre y eleva oraciones de splica, de agradecimiento, de accin
de gracias.
Abre tu corazn a su amor providente, bondadoso, misericordioso.
180
181
MDULO 4.
FRATERNIDAD
Introduccin:
Estrenamos un nuevo siglo con muchas expectativas de mejorar nuestra vida
en todas sus dimensiones (relacional, intelectual, econmico, poltico) y
niveles: personal, familiar-comunitario, nacional y mundial. El progreso
cientfico y tcnico nos ha envuelto en su vorgine, estamos enfrascados en
una lucha por nuevos descubrimientos, presentar nuevas inventivas,
revolucionar los sistemas de informacin y comunicacin, elevar la educacin a
grados de profunda especializacin, etc., que van modificando la vida de las
personas y de las sociedades.
Sin embargo, la situacin de progreso y bienestar contrasta a la vez con la
realidad concreta de grandes masas y conjuntos humanos de nuestro mundo,
que no han podido satisfacer sus aspiraciones de ser tratados como verdaderas
personas en igualdad de derechos y participacin social. Ya que todos los
avances tecnolgicos estn al servicio del mercado y de la economa por lo
cual, en lugar de aprovecharlos en beneficio de la persona y de su desarrollo
integral, nos enrolamos detrs de las ofertas que aparecen todos los das en
nuestra vida, como el nico camino para salir del anonimato y ser reconocidos
por una sociedad, que prioriza el tener sobre el ser.
Podemos verificarlo en la avalancha de propuestas en relacin a los medios de
comunicacin, los cuales podran aprovecharse para vivir ms unidos y
solidarios, y sin embargo, paradjicamente, las relaciones estn ms rotas que
nunca: familias divididas por la migracin, esposos separados por falta de amor
autntico que conlleva la reconciliacin, pases en guerra por la intolerancia
religiosa o tnica, conflictos regionales por su independencia, feligreses de
iglesias divididos por su mentalidad tradicional o liberal, el fundamentalismo
religioso que no favorece el dilogo y ecumenismo, el relativismo que favorece
todo tipo de mentalidad y estilo de vida, la brecha cada vez ms escandalosa
entre ricos y pobres, etc. Este mundo dividido y roto, nos est reflejando la
desintegracin interior que existe en la persona a causa del desamor, que se
proyecta en comportamientos aislados, agresivos y violentos.
Hoy ms que nunca urge formar para la comunin y la fraternidad. Por eso, en
esta ficha queremos ofrecerte la riqueza del estilo particular de fraternidad
segn el carisma de Madre Luisita y su propuesta concreta, que sigue siendo
actual, porque es un regalo del Espritu que lo va recreando para que sea un
signo proftico en el mundo de hoy. Igual que las fichas anteriores en primer
lugar reflexionaremos en la propuesta de Jess y Mara, que han inspirado y
son modelos de fraternidad para Madre Luisita y concluiremos con la propuesta
concreta para los y las que participamos del Carisma de Carmelitas del
Sagrado Corazn. A travs de esta ficha tendremos la posibilidad de tener una
experiencia personal y comunitaria sobre este elemento fundamental para
cualquier cristiano, que est comprometido por el bautismo a construir la
civilizacin del amor.
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TEMA 1.
EL CORAZN DE JESS EUCARISTA
ES FUENTE DE FRATERNIDAD
* Jess es el enviado del Padre a anunciar su reinado de amor
Dios ha creado al ser humano a su imagen y semejanza, por lo tanto, lo ha
creado para la comunin. El Dios creador que se ha revelado como Amor, como
Trinidad y comunin, ha llamado al hombre y a la mujer a entrar en ntima
relacin con l y a la comunin interpersonal, o sea, a la fraternidad universal.
Esta es la ms alta vocacin de cada persona: entrar en comunin con Dios y
con los otros hombres, sus hermanos.
Este designio de Dios qued comprometido por el pecado, que rompi todas las
relaciones: entre el gnero humano y Dios, entre el hombre y la mujer, entre
hermano y hermano, entre los pueblos, entre la humanidad y la creacin. Por
su gran amor, el Padre envi a su Hijo para que, como nuevo Adn,
reconstruyera y llevara toda la creacin a la unidad perfecta. Viniendo a
nosotros, constituy el comienzo del nuevo pueblo de Dios, llamando en torno
a s a los apstoles y discpulos, hombres y mujeres, como parbola viviente de
la familia humana congregada en la unidad. Les anunci la fraternidad
universal en el Padre, el cual nos ha hecho familiares suyos, sus hijos y
hermanos entre nosotros. As ense la igualdad en la fraternidad y la
reconciliacin en el perdn. Cambi totalmente las relaciones de poder y de
dominio, dando l mismo ejemplo de cmo se ha de servir y ponerse en el
ltimo lugar244.
Durante la ltima cena, les dio el mandamiento nuevo del amor recproco:
que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse as como yo los he
amado (Jn 13, 34; cf 15,12); instituy la Eucarista que alimenta el amor
mutuo hacindonos comulgar el nico pan y el nico cliz. Despus se dirigi al
Padre pidiendo, como sntesis de sus deseos, la unidad de todos conforme al
modelo de la unidad trinitaria: Como T, Padre, ests en m y yo en ti, que
tambin ellos sean uno en nosotros (Jn 17,21).
Entregndose a la voluntad del Padre, en el misterio pascual, realiz aquella
misma unidad que haba enseado a vivir a sus discpulos y que haba pedido
al Padre. Con su muerte en la cruz destruy el muro de separacin entre los
pueblos, reconciliando a todos en unidad245, ensendonos de este modo que
la comunin y la unidad son el fruto de la participacin en su misterio pascual.
* La entrega eucarstica de Jess es revelacin del amor total del
Padre
La vspera de su muerte Jess celebr la ultima cena, en la cual, aparecen una
serie de aspectos profundamente relacionados entre s y de gran significado
para los creyentes. El principal de ellos es que Dios es amor y la mayor
manifestacin de este amor es Jess de Nazaret. La vida y entrega de Jess
habla del amor de Dios como amor desbordante, para siempre y hasta el final.
244
245
Cfr. Jn 13,2
Cfr. Ef 2,14-16
183
184
185
Cfr.
Cfr.
248
Cfr.
249
Cfr.
247
Mt
Mt
Mt
Mt
186
una gran accin sacramental, porque quiere que sigan vinculados a l y que
alimenten en l su esperanza. La comunin con l no quedar rota por su
muerte; se mantendr hasta que un da beban todos juntos la copa de vino
nuevo en el reino de Dios. No sentirn el vaco de su ausencia: repitiendo
aquella cena podrn alimentarse de su recuerdo y su presencia. As mismo,
podrn mantener la comunin entre ellos, a partir del ejemplo de Jess que en
la Eucarista entrega su cuerpo por cada uno 250 y de la sangre que se ha
derramado por la salvacin de todos251.
En la Eucarista se da una comunin total con Cristo, que a su vez, nos
compromete a vivir en comunin con los dems, sin exclusiones. Por lo tanto,
San Pablo les recuerda a los Corintios que donde hay divisiones entre ricos y
pobres es imposible comer la cena del Seor 252.
- Eucarista y lavatorio de los pies
Es interesante que el evangelista Juan no describe el desarrollo de la ltima
cena, ni recoge las palabras de Jess sobre el pan y el vino. Ms bien relata el
"lavatorio de los pies" dentro de ella 253, como si la cena se redujese a este
gesto de servicio, el primero con el que comenzaba un banquete, segn los
usos del mundo greco-romano. Ante la mirada atnita de sus discpulos, en
medio de la cena de despedida, Jess se pone a lavarles los pies. El seor y
maestro asume las actitudes de un esclavo (no judo) o de una mujer (la
esposa al marido y la hija al padre), personas que hacan este oficio como
criados en aquella sociedad patriarcal. El relato insina un modelo de
comportamiento opuesto a los usos sociales del amo sobre el esclavo y del
varn sobre la mujer.
Los discpulos no lo entienden y Pedro se irrita. El gesto del lavatorio muestra
una inversin del estatus social, pues Jess, siendo seor y maestro, hace de
servidor como los esclavos y mujeres. Realiza el gesto proftico de lavar los
pies a los discpulos como anticipacin simblica de su muerte, ejemplo de
servicio total y acceso al banquete fraterno fundante de la nueva comunidad.
Situando el lavatorio de los pies en un momento imprevisible y vacindolo de
su funcin ordinaria Jess lo transforma necesariamente en gesto de alto valor
simblico. De un modo indirecto, al hacerse esclavo, Jess condena toda
esclavitud.
El Hijo de Dios con su gesto nos invita y compromete a romper con todas
aquellas actitudes, costumbres y esquemas que rompen la fraternidad, que no
nos permiten sentirnos incluidos en la mesa comn, que fomentan relaciones
de opresin de unos hacia los otros, que nos impiden sentirnos iguales, que no
valoran la originalidad y diversidad de personalidades, que no promueven la
puesta en comn del carisma personal para que sea multiplicado en beneficio
de los dems.
- Celebracin cultural y existencial
As como Jess entreg el pan y el vino en la ltima cena diciendo: hagan esto
en memoria ma (Lc 22,19), en el evangelio de Juan despus que ha realizado
250
187
188
TEMA 2:
MARA, MADRE QUE CONVOCA A LA FRATERNIDAD
Mara, la madre de Jess, fue una mujer que siempre vivi en comunin con
Dios y con los dems, por eso se mantuvo en apertura a l y a los hermanos y
hermanas para servirles y enriquecerlos con el don su persona 255. Se le define
como una mujer de comunin, porque puso al centro de su vida al Hijo que
lleva en sus entraas, para irla ampliando y fortaleciendo en torno a l. Por
eso, toma la iniciativa de desplazarse hasta las montaas de Ain Karim para
servir a Isabel, que propicia la comunin y continuidad entre el Antiguo y el
Nuevo Testamento, a travs del encuentro de dos madres, una anciana y una
joven, que renen al precursor y al Redentor 256. De igual manera, con una
actitud acogedora y disponible va creando una fraternidad incluyente cuando
254
255
256
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TEMA 3.
PROYECTO DE FRATERNIDAD INSPIRADO POR EL ESPRITU
A MADRE LUISITA
* Su experiencia familiar
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261
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Lc 2, 16 y ss.
Mt 2, 9 y ss.
Jn 19, 26
Mt 12, 47; Mc 3, 32; Lc 8, 20
Hech 4,32
190
Madre Luisita naci y creci en Los Altos, una regin de Jalisco en la cual la
familia ocupa un lugar fundamental, por lo tanto, aprendi de sus padres y
hermanos a vivir la fraternidad en la diversidad. Aunque por varios aos fue
hija nica, lleg el momento en que tuvo que dejar espacio para incluir a sus
hermanas gemelas y posteriormente al resto de hermanos que vendran a
acrecentar sus lazos y relaciones familiares. No le fue fcil pasar de ser la hija
nica, a compartir el cario y atenciones de sus padres hacia el resto de
hermanos, pues desde que naci haba sido muy enfermiza, y por lo tanto,
especialmente cuidada.
Sin embargo, gracias al cario y ayuda de sus padres, pronto fue abriendo su
corazn y ensanchndolo, no slo para sus hermanos de sangre, sino para
otros familiares y amigos, tal es el caso de Agapita Flores (Pita) que fue su
educadora y compaera de juegos, los trabajadores de la hacienda, a los que
su padre trataba con toda familiaridad, etc. Como su padre era una persona
muy sociable, nunca le permiti aislarse debido a su carcter tmido y retrado,
sino al contrario la anim a salir de s misma y hasta lleg a participar en algn
concurso de belleza de la regin.
Cuando se cas con el Dr. Pascual Rojas Santoscoy, pronto formaron una
comunidad fundada en el amor y el respeto, donde se fueron entretejiendo sus
sueos de servicio a los dems, a travs de la tolerancia y el respeto de la
diferencia y el enriquecimiento en la diversidad. Aunque no tuvieron hijos, su
matrimonio fue muy fecundo ya que supieron expresar el amor que los una en
el servicio a los menos favorecidos de su tiempo, as fue como se organizaron
para dedicar su tiempo a Dios y a los hermanos, lo cual les gan el ttulo de
Padres de los pobres. En esta poca, su participacin en la Conferencia de
San Vicente de Pal, le result muy valiosa para abrirse y fortalecer sus
relaciones interpersonales a travs del servicio a los dems.
Despus de haber realizado un largo aprendizaje en la vida compartida en su
familia, en su matrimonio y en su apostolado, en conjunto con otras personas
que tenan sus mismos ideales de servir a los desprotegidos, cuando fund la
congregacin tena una rica experiencia que puso al servicio de sus hermanas,
y juntas fueron creando un estilo muy particular de ser familia.
* El Corazn de Jess Eucarista: centro y fuente de la fraternidad.
Madre Luisita desde muy nia fue una devota del Sagrado Corazn y de Jess
Eucarista; con el paso del tiempo, al contemplar estos dos misterios del amor
del Padre a travs de su Hijo, se convierten en una nica experiencia ya que el
Corazn de Jess se queda para siempre en la Eucarista y a su vez, esta
presencia eucarstica es revelacin de su Corazn, del cual recibe las ms
grandes lecciones de amor.
Por eso, lo pone al centro de sus comunidades, ya que el Corazn de Jess
Eucarista, es el recordatorio permanente de la invitacin que nos ha hecho a
vivir el mandamiento del amor a travs de la donacin cotidiana, como el pan
eucarstico que se parte y reparte y el servicio despojado y humilde de
empequeecernos para lavarles los pies a los dems. l es el modelo por
excelencia del amor donado hasta el extremo, por eso, lo contempla
permanentemente en la eucarista, en el tabernculo o en su corazn,
irradiando amor para los dems, que a travs de una comunin total entre ella
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193
TEMA 4.
MADRE LUISITA CONSTRUYE LA FRATERNIDAD
ACOGIENDO Y PROMOVIENDO EL DON DE CADA PERSONA
Madre Luisita tuvo un corazn de madre y hermana que le permiti descubrir y
valorar el don personal de cada una de las religiosas y de las personas con las
que entabl una relacin cercana. Tena la capacidad de contemplar en cada
268
Carta 567
Carta 245
270
DE LA CRUZ TORRES J., A zaga, Pg. 120
271
Cartas y apuntes espirituales, Pg. 869
269
194
TEMA 5.
272
273
Cfr. Gn 4, 1-16.
Cfr. Ex 1, 8; 37, 3 y ss.
195
196
cada una de las partes. Sin embargo, la comunin es un don de Dios, que se
realiza a travs del Espritu Santo que es el inspirador y promotor de la
fraternidad. Es importante abrir el corazn a Dios y al hermano, reconociendo
que necesita del otro para vivir, porque una vida aislada, egosta,
autosuficiente, pierde su sentido. As, la vida en comn, se vuelve anticipo de
la alegra sin lmites que se vivir en el cielo, al participar del banquete eterno
preparado por Dios para sus hijos.
* Ser signo proftico de los valores humanos
Entre las caractersticas ms sobresalientes de la fraternidad de los y las
Carmelitas del Sagrado Corazn es la vivencia de los valores humanos, tan
necesarios en nuestra actualidad. Madre Luisita aprendi del Corazn de Jess
Eucarista rasgos humanos que encarn en su vida hasta ser transparencia del
Corazn providente, bondadoso y misericordioso del Padre.
En la sociedad de hoy los valores primordiales son: el tener, el poder y el
placer, que van deshumanizando al ser humano; en cambio, Madre Luisita
escuchando el Corazn de Jess en la Eucarista descubri valores que son
fundamentales para el proceso de humanizacin de la persona, ellos son: el
amor, la paciencia, el respeto, la tolerancia, el perdn, la amabilidad, la
acogida, la sinceridad, etc.
Los valores son pautas, guas o caminos que marcan las directrices de una
conducta coherente. Permiten encontrar sentido a lo que se hace,
responsabilizarse de sus actos, tomar decisiones con serenidad y coherencia,
resolver conflictos personales, proporcionando equilibrio y paz. Pero sobre todo,
permiten testimoniar los valores de Jess de Nazaret, que se qued en el Pan
Eucarstico para reafirmarnos su amor, que se proyectarn en las relaciones
con los dems para favorecer una vida fraterna ms evanglica.
* Transparentar el Corazn del Padre
Slo quien ha conocido el amor de Dios Padre y es capaz de reconocerse y
reconocer al otro como diverso, hechura de su mano providente, que no ha
querido hacernos en serie, sino que ha modelado cada corazn, podr ser
constructor de la fraternidad, aportando su don particular para conseguirlo sin
autosuficiencia, ni egosmos, sino todo lo contrario. El que ha entendido esta
propuesta del Padre, podr introducirse en la comunin del reino, y unidos,
hombres y mujeres, adultos y nios, seremos un reflejo del corazn de Dios:
porque donde se pone en comn se multiplican los dones y el pan, donde se
siembra hombro a hombro, codo a codo, se cosecha entre cantos de alegra y
fiesta, donde se tira la red y se realiza un trabajo conjunto para arrastrarla a la
orilla con el sudor del grupo, se consigue una buena pesca y entonces,
seremos un signo viviente del Corazn bondadoso, providente y misericordioso
del Padre.
A todas las cito para que estemos en el Corazn de Ntro. Buen Dios, El sea
nuestro asilo y en El encontraremos la fortaleza, la vida, la felicidad 274. Con
estas palabras de Madre Luisita, escritas en la distancia fsica de sus hijas, nos
convoca a todos y todas las que formamos su familia: religiosas y laicos para
que vivamos unidos en el Corazn de Dios, el nico capaz de ofrecernos los
valores autnticos, que el mercado no puede darnos y desde esa experiencia
274
Carta 180
197
de su amor, logremos cimentar nuestra vida sobre roca firme y aportar desde
nuestro don a la civilizacin de amor.
Solo quien es capaz de vivir en la presencia amorosa del Padre, haciendo su
voluntad a cada momento, puede hacer una cadena de comunin, que aunque
invisible, se haga visible por el amor donado y sea un signo para todos del
Corazn bondadoso, providente y misericordioso del Padre. Seremos signo del
amor del Padre siempre que vivamos unidos en la familia, que extendamos esa
experiencia a nuestro campo de trabajo, estudio y convivencia diaria, para que
hagamos verdaderos equipos y comunidades cristianas, capaces de
transformar el ambiente en el que nos desenvolvemos, donde la competencia
no es la prioridad sino la solidaridad, donde el afn no es figurar, sino que
todos sean valorados por lo que son como personas, etc.
Hemos concluido este estudio-reflexin de la fraternidad desde el Carisma de
Carmelitas del Sagrado Corazn y seguramente han quedado resonando en
nuestro corazn muchas luces nuevas, que nos ayudarn a transformar nuestra
vida, para convertirnos hombres y mujeres de comunin, que tanto necesita
nuestra sociedad, para seguir construyendo una sociedad nueva sumando el
don de cada uno y cada una, para que la riqueza de la diversidad nos motive a
seguir apostando por la fraternidad a todos los niveles, ms all de nuestra
ideologa, raza y religin.
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MDULO 4
FRATERNIDAD
Ficha 1. El Corazn de Jess Eucarista es fuente de fraternidad
Objetivo: Conocer y profundizar el estilo de fraternidad cristiana inaugurada
con la venida de Cristo y su grupo de seguidores y seguidoras, para que
acojamos su propuesta y la encarnemos en nuestro mundo de hoy.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
EL PUENTE
Esta es la historia de un par de hermanos que vivieron juntos y en armona
por muchos aos. Ellos vivan en granjas separadas pero un da
cayeron en un conflicto, este fue el primer problema serio que tenan en 40
aos de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e
intercambiando cosechas y bienes en forma continua.
Comenz con un pequeo malentendido y fue creciendo hasta que explot
en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.
Una maana alguien llam a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontr a un
hombre con herramientas de carpintero:
- "Estoy buscando trabajo por unos das", dijo el extrao, "quizs usted
requiera algunas pequeas reparaciones aqu en su granja y yo pueda ser
de ayuda en eso".
-
Mire al otro lado del arroyo, en aquella granja vive mi vecino, bueno, de hecho
es mi hermano menor. La semana pasada haba una hermosa pradera entre
nosotros pero l desvo el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros. l
pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor.
- Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero
que construya una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca
ms."
El carpintero le dijo:
- "creo que comprendo la situacin".
El hermano mayor le ayud al carpintero a reunir todos los materiales y dej la
granja por el resto del da para ir por provisiones al pueblo. Cerca del ocaso,
cuando el granjero regres, el carpintero justo haba terminado su trabajo. El
granjero qued con los ojos completamente abiertos, su quijada cay. No haba
ninguna cerca de dos metros. En su lugar haba un puente que una las dos
granjas a travs del arroyo. Era una fina pieza de arte, con todo y pasamanos.
En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y
abrazando a su hermano mayor le dijo:
199
"Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente despus de lo
que he hecho y dicho".
Estaban en su reconciliacin los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero
tomaba sus herramientas.
- "No, espera". "Qudate unos cuantos das tengo muchos proyectos para ti",
le dijo el hermano mayor al carpintero.
- "Me gustara quedarme", dijo el carpintero, "pero tengo muchos puentes
por
construir".
Preguntas para la reflexin de la realidad:
- Cmo vivimos hoy entre hermanos/as, esposos, vecinos/as, compaeros/as
de trabajo, etc.?
- Qu aprendemos de este cuento?
- Qu nos ensea el carpintero?
2. ESCUCHAR, ACOGER, MEDITAR Y COMPARTIR LA PALABRA DE DIOS
(ILUMINAR):
- Jn 13, 1 y ss.
- Jn. 15, 13 y ss.
- Mt 26, 17 y ss.
- Mc 12, 28 y ss.
- Mc 14, 12 y ss.
- Lc 22, 14 y ss.
Preguntas para la profundizacin de los textos bblicos:
- Cules son las principales enseanzas que nos deja Jess para vivir como
hermanos y hermanas?
- Cmo hizo para construir un puente indestructible entre Dios y la
humanidad?
- A qu nos invita para que construyamos la fraternidad a todos los niveles?
3. COLABORAR EN EL PROYECTO DE DIOS (ACTUAR)
- Cmo podemos ser constructores de puentes siguiendo el ejemplo de
Jess?
4. CONTEMPLAR Y FESTEJAR EL PASO DE DIOS POR NUESTRA VIDA Y LA
HISTORIA DE NUESTRO PUEBLO (ORAR-CELEBRAR)
SALMO DE LA COMUNIDAD
(de Emilio L. Mazariegos)
Al caer la tarde, entre dos luces, reunidos con los tuyos,
dejando fuera la ciudad, celebrando la gran semana,
has llenado con tu grupo la mesa grande en la hora
de tu vuelta, llevndonos como hijos prdigos, a tu casa.
Es la hora de sentarse como hermanos a la mesa,
es la hora de ser como amigos entraables la alianza,
es la hora de romper el pan y pasarlo a todos,
es la hora de beber la copa en vino reventada.
Es la hora de hacer, de tu grupo, comunidad abierta
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MDULO 4
FRATERNIDAD
Ficha 2. Mara, madre que convoca a la fraternidad
Objetivo: Conocer y profundizar el aporte de Mara de Nazaret a la primera
comunidad cristiana de discpulos y discpulas de Jess, para que
enriquezcamos nuestra vivencia de la fraternidad desde el mbito familiar,
laboral y social.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
El prpura enrojeci con toda su fuerza. Era muy alto y habl con gran
solemnidad: Soy el color de la realeza y del poder. Reyes, jefes de
Estado, obispos me han escogido siempre, porque soy el signo de la
autoridad y de la sabidura. La gente no me cuestiona sino que me
escucha y obedece,
El ail habl mucho ms tranquilo que los otros, pero con igual
determinacin: Piensen en m. Soy el color del silencio. Raramente
repararn en m, pero sin m todos ustedes seran superficiales.
Represento el pensamiento y la reflexin, el crepsculo y las aguas
profundas. Me necesitan para el equilibrio y el contraste, para la oracin
y la paz interior.
As fue como los colores estuvieron presumiendo, cada un convencido de
que l era el mejor. Su querella se hizo ms y ms ruidosa. De repente,
apareci un resplandor de luz blanca y brillante. Haba relmpagos que
retumbaban con estrpito. La LLUVIA empez a caer a cntaros,
implacablemente. Los colores comenzaron a acurrucarse con miedo,
acercndose unos a otros, buscando proteccin.
La lluvia habl: Estn locos, colores, luchando contra ustedes mismos e
intentando cada uno dominar al otro. No saben que Dios los ha hecho a
todos? Acaso cada uno no tiene un objetivo especial, nico, diferente?
Dios los ama a todos. Junten sus manos y vengan conmigo. Dios quiere
extenderlos a travs del mundo en un gran arco iris de colores, como
recuerdo de que los ama a todos, de que pueden vivir juntos, en paz;
como promesa de que est en ustedes; como seal de esperanza para el
maana.
Y as fue como Dios us la lluvia para lavar el mundo. Y puso el arco iris
en el cielo para que, cuando lo miren, se acuerden de que tienen que
tenerse en cuenta unos a otros.
Preguntas para la profundizacin de la realidad:
-
Jn 19, 26-27
Hec 1, 12-14
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Hec 2, 42-47
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MDULO 4
FRATERNIDAD
Ficha 3. Proyecto de fraternidad inspirado
por el Espritu a Madre Luisita
Objetivo. Conocer y profundizar el estilo peculiar de fraternidad que
inspir el Espritu a nuestra madre fundadora, para integrar y recrear en
nuestra vida cristiana su propuesta de comunidad.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
HERMANDAD
El maestro caminaba con sus discpulos. Avanzaban apiados aprendiendo
de todos y de todo. La sabidura del Maestro sacaba tema de cualquier cosa:
animales, canciones, elementos de la naturaleza, refranes, acertijos Todo era
nuevo o todo lo hacia nuevo.
Aquel da era ya el atardecer- , se le ocurri preguntar:
Sabemos que ahora empieza la noche, pero saben ustedes cundo
amanece? Cundo es de da?.
Los alumnos demostraron su ingenio diciendo cada uno, con ms o menos
tino y gracia: cuando distingues una cabra de un toro al lechero del guardia
de trfico un rbol de una farola una bombilla de un baln de ftbol un
paraguas de una nube. El Maestro escuchaba e insista para que siguieran
discurriendo, hasta que se agotaron las respuestas. Al final dijo l con mucho
aplomo y ternura:
Cuando miras a una persona y reconoces en ella a tu hermana o a tu
hermano, entonces es de da si no es as, sea la hora que sea, sigue siendo
noche para ti.
Preguntas para profundizar en la realidad:
- Qu inquietudes deja en ti este dilogo con el Maestro?
- Crees posible la experiencia de la fraternidad entre los hombres?
- Has tenido o conocido alguna experiencia de autntica fraternidad?
Cundo y con quin?
2. ESCUCHAR, ACOGER, MEDITAR Y COMPARTIR LA ENSEANZA DE
MADRE LUISITA (ILUMINAR)
-
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MDULO 4
FRATERNIDAD
Ficha 4. Madre Luisita construye la fraternidad
acogiendo y promoviendo el don de cada persona
Objetivo: Conocer y profundizar el estilo particular que tuvo Madre Luisita de
construir sus comunidades, para que acogiendo la diversidad de cada persona,
promovamos la fraternidad en todos sus niveles.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
NOSOTROS Y LA COMUNIDAD
Un individuo que no saba cmo hacer para sentirse dentro de una comunidad
en la cual le costaba ver el amor entre los hermanos porque vea las
caractersticas particulares de cada uno y eran muy distintos como para ser los
unos para los otros, y se sent a orar pidindole al Seor, que le mostrara la
forma de amar a su comunidad.
Luego de un tiempo y en el anhelo de recibir la respuesta del Seor, se
encontr con un hombre que miraba un grupo de piedras de diferentes tipos,
unas de cemento, otras de rub, otras de plata, otras de arcilla, todas muy
distintas entre s; y el hombre le pregunt:
- Qu ve usted amigo mo?
- Un grupo de piedras respondi l.
- Y qu aprecia en ellas?.
- Veo que hay unas muy bonitas que hay que cuidar, otras que hay que
limpiar y otras que yo tirara.
Y el hombre le respondi:
- Muy buena apreciacin particular de lo que tengo, venga maana y le
mostrar lo que yo veo.
Al da siguiente regresa el individuo y se encuentra un hermoso mural de Cristo
Resucitado realizado con todas las piedras que l haba clasificado segn su
parecer y el hombre que realiz el mural le dijo:
- Yo vea este gran mural y entraba en una profunda reflexin de cules eran
las piedras que usara y decid iniciarlo sin sacar ninguna y cuando lo
termin, me di cuenta que necesitaba cada una de ellas y que ahora, si
quito alguna de las piedras, el mural estara incompleto.
Esto me ilumin dos cosas: una, que el valor particular de cada una de ellas
segn mi parecer, no es el mismo valor que le da Dios a ellas; y en segundo
lugar, si yo fuera una de estas piedras que forman el cuerpo de Cristo, para
que yo me vea bien en este mural, slo tendra que quedarme en el sitio que
me corresponde, porque de lo contrario, no sera la figura exacta de lo que el
autor quera.
Preguntas para profundizar en la realidad:
- En nuestra sociedadSe promueve el valor de la fraternidad?
- Cmo se valora el ser y quehacer de los dems?
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MDULO 4
LA FRATERNIDAD
Ficha 5. La fraternidad de las y los Carmelitas del Sagrado
Corazn:
signo proftico del Corazn de Dios en el mundo de hoy.
Objetivo: Conocer, profundizar y encarnar desde las diversas realidades
que vivimos la propuesta de Jess, Mara y Madre Luisita para ser un
signo del Corazn del Padre en el mundo.
1. CONTEMPLAR
(SENTIR-VER)
LA
REALIDAD
DESDE
EL
CORAZN
DE
DIOS
Opcin 1:
LA FLORES
Nac en mayo, tal vez por eso me gustan tanto las flores... El otro da, en una
reunin, una compaera nos ley un precioso cuento; trataba de un jardn lleno
de flores marchitas por el que alguien pas intentando descubrir la razn de su
tristeza y afinando el odo pudo escuchar sus quejas:
Y
De pronto, el visitante encontr una flor que creca fresca y lozana, pequea,
casi oculta entre la hierba, en un rincn sombro del jardn: era la violeta. Muy
intrigado se acerc y le pregunt cul era el secreto de su lozana.
Ella le respondi:
- Soy feliz por ser como soy.
Opcin 2:
LA CARPINTERA (Adjunto en diapositivas PPT)
Opcin 3:
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214
Seor Jess, alegra mi corazn para que sea un arco iris de alegra.
Foratelce mi corazn para que sea roca firme que d apoyo.
Libera mi corazn para que sea un mar sin fronteras dnde ser libre.
Da esperanza a mi corazn para que ayude siempre a caminar.
T que eres el amor del Padre entre los hombres,
dame tu espritu de amor para que ame, sencillamente y de verdad.
T eres AMOR: amor entregado hasta el extremo;
Tu eres amor: AMOR sin dos caras, abierto al juego limpio.
CANTO: Fuego de fraternidad (No. 9 Cd adjunto)
Se juntan las voces de todos, se juntan para celebrar
/Gloria a ti Padre bueno, eterno creador, que nos llamas a la hermandad/.
Se juntan las manos de todos, se juntan para compartir
/Gloria a ti hermano nuestro, Hijo redentor, entregado por la unidad/.
Se juntan los sueos de todos, se juntan para caminar
///Gloria a ti Espritu Divino, fuego ardiente de fraternidad///.
Lugar de tierra sagrada
Este
Este
Este
Este
lugar
lugar
lugar
lugar
es
es
es
es
tierra
tierra
tierra
tierra
sagrada.
de encuentro.
de todos.
de amor.
Este
Este
Este
Este
lugar
lugar
lugar
lugar
es
es
es
es
tierra
tierra
tierra
tierra
de
de
de
de
Este
Este
Este
Este
lugar
lugar
lugar
lugar
es
es
es
es
tierra
tierra
tierra
tierra
distinta.
de hijos.
de hermanos.
de Dios.
vida.
gracia.
amigos.
luz.
215
MDULO 5.
BSQUEDA ORANTE DE LA VOLUNTAD DE DIOS275
Introduccin:
La bsqueda orante de la voluntad de Dios fue una caracterstica de Madre
Luisita, que la convirti en la hija obediente al Padre, siempre dispuesta a
realizar su proyecto de salvacin para toda la humanidad. Pareciera que este
elemento del Carisma de Carmelitas del Sagrado Corazn slo atae a las
religiosas por el voto de obediencia, sin embargo, hacer la voluntad del Padre
est a la raz de la identidad cristiana, ya que los bautizados estn llamados a
hacerse hijas e hijos junto a Cristo Jess, el hermano mayor.
Hoy ms que nunca entendemos que la libertad de la persona es un don y un
privilegio que Dios le ha regalado para su humanizacin, por lo tanto, ha
crecido la conciencia de que la libertad es un valor universal que debemos
respetar y utilizar adecuadamente, ya que La libertad es un valor sagrado. Tan
sagrado como la persona, que no puede serlo sin ser libre. Ese es el plan de
Dios para sus hijos: que san personas libres, que nada ni nadie los esclavice y
les arrebate su dignidad primera. Esa es la gloria de Dios: la vida del hombre
en libertad. Pero la vida se ha encargado de demostrarnos cun fcil es
convertir ese valor sagrado en un dolo de muerte. La libertad se presenta al
hombre moderno y posmoderno como un ideal que disfrutar, como un valor
absoluto que reclamar276. Por ese motivo se van dando tendencias:
Por un lado, el ser humano busca disponer de s mismo sin referencia a nada
que est por encima o al lado de l, es decir, en autonoma absoluta, poniendo
los propios deseos como voluntad suprema. Por el otro, nunca como ahora,
est tan condicionado por los innumerables mensajes que recibe de fuera,
bombardeado constantemente por los medios de comunicacin y por los
sistemas de vida social, que le influyen tanto, que le es difcil evadirse de lo
que todo el mundo hace, dice o piensa.
Hoy se busca desesperadamente una libertad regalada, gratuita, sin el
compromiso que este don conlleva, ya que siempre implica a los dems; no
podemos pasar por encima de ellos, priorizando nuestros derechos. Y
precisamente, en esa bsqueda de la libertad, es donde el cristiano y la
cristiana encuentra en Cristo y su propuesta del reino, la opcin fundamental
que le llevar a realizar un camino de liberacin, que desembocar en la
autentica libertad de los hijos de Dios.
De ah, la urgencia que tiene el creyente cristiano de orientar toda su vida
desde el proyecto de Dios, que quiere su humanizacin a travs del
seguimiento de Cristo que es el modelo de obediencia por excelencia, quien en
el momento culminante de la donacin de su vida, hace resplandecer con
mayor fuerza su abandono y disponibilidad a los caminos del Padre, para hacer
presente su reinado de amor a la humanidad de todos los tiempos.
275
Este mdulo est inspirado y tomado textualmente de la ficha cristolgica: Cristo obediente
al designifio salvfico del Padre, elaborada por el gobierno general CSC (2005-2006).
276
Felicisimo Martnez Dez, Refundar la vida religiosa, Ediciones San Pablo, Madrid, 1994, pp.
104-107.
216
Por eso, en esta ficha, igual que en las anteriores vamos primero a profundizar
en la obediencia de Jess al Padre, enseguida la figura de Mara y Madre
Luisita, que supieron hacerse discpulas del Corazn del Hijo: escuchar su
Palabra, y ponerla en prctica, para finalizar con el estilo concreto de las y los
Carmelitas del Sagrado Corazn en el mundo de hoy.
TEMA 1.
LA OBEDIENCIA AMOROSA DE JESS AL PADRE
Jess nos da ejemplo de una obediencia amorosa y liberadora desde el
momento de la Encarnacin, hasta su muerte en la cruz: todo est
consumado (Jn 19,30), expresa su total identificacin con el querer del Padre.
Yo he bajado del cielo, no para hacer lo que deseo, sino lo que desea el que
me ha enviado (Jn 6, 38), fue el objetivo que orient siempre el ser y quehacer
de Jess. Ser hijo del Padre lo llev a vivir su relacin filial hasta las ltimas
consecuencias.
* Apasionado por su Padre
El Evangelio narra la infancia de Jess en la humilde casa de Nazaret, en la
que, obediente a sus padres, progresaba en sabidura, en estatura y en gracia
ante Dios y ante los hombres (Lucas 2,52). Al hacerse nio, quiso compartir la
experiencia humana. Se despoj de s tomando condicin de siervo
hacindose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre;
y se humill a s mismo obedeciendo hasta la muerte (Filipenses 2, 7-8).
Cuando a la edad de doce aos se qued en el templo de Jerusaln, mientras
sus padres le buscaban angustiados, l les dijo: Por qu me buscaban? No
saben que yo deba estar en la casa de mi Padre? (Lucas 2, 49). Con estas
palabras anticipa que su existencia siempre estar orientada a hacer el deseo
de su Padre, por lo que su consigna ser: alimentarse de la voluntad del que le
ha enviado y realizar su proyecto de salvacin (Cfr. Juan 4, 34).
El bautismo constituye la experiencia fundante donde Jess es confirmado
como el Hijo amado del Padre (cfr.Mt 3, 13; Mc 1, 9; Lc 3, 21), que lo seduce
con su amor y proyecto de salvacin. Por eso, su nica tarea ser complacerlo,
sin embargo, no fue fcil, pues aunque era el hijo, por lo que padeci aprendi
la obediencia (Heb 5, 8). Los evangelios nos narran momentos cruciales de la
vida de Jess, que le llevaron a tomar en libertad total decisiones
fundamentales; vamos a profundizar en tres experiencias que consideramos
relevantes, porque lo fueron revelando como el Hijo obediente del Padre:
* En el desierto: Opta por el proyecto del Padre desde su experiencia
de filiacin
La primera de estas tres experiencias se da en el desierto donde es tentado por
el espritu del mal, para que niegue su relacin de filiacin con Dios Padre.
Despus del bautismo y antes de iniciar su ministerio, Jess recibe el Espritu
que lo conduce al desierto, donde se probar su fidelidad a la causa de Dios y
su reino: antes de predicarlo, Jess tendr que optar por el Padre, sin otro
apoyo y certeza que su Palabra expresada a travs de las Sagradas Escrituras.
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En esta etapa del camino, Jess camina firme y decidido porque lleva tres
amores apasionados en su corazn: amor a su Padre, a los marginados, pobres
y pecadores y amor al Reino de Dios. Lleva fuego en su corazn: He venido a
encender fuego a la tierra y cmo deseara que ya estuviera ardiendo! (Lc 12,
49). Jess exige radicalidad y firmeza a quienes llama y quieren seguirle. Jess
por el camino instruye y forma a sus discpulos y discpulas con orientaciones,
aclaraciones y correcciones. Jess sigue anunciando su cruz: Suban camino
de Jerusaln y Jess iba delante de sus discpulos que lo seguan admirados y
asustados Miren, estamos subiendo a Jerusaln y el Hijo del hombre va a ser
entregado (Mc 13, 32-34)278. La connotacin iba delante nos indica que
estaba dispuesto a entregar su vida por amor a toda la humanidad, por eso,
una vez tomada la decisin se adelanta en el camino, para ensear a sus
discpulos lo que implica seguirlo en fidelidad al proyecto del Padre:
disponibilidad absoluta para realizar su voluntad.
* El oracin en el huerto: La entrega voluntaria de su vida por la
salvacin de la humanidad
La tercera y ltima experiencia fundamental de la vida de Jess en la cual se
resalta su relacin filial con el Padre, es el momento de la oracin en el Huerto.
Este hecho es narrado por los cuatro Evangelios. Cada uno con una coloracin
diferente segn su propia sensibilidad y las necesidades de la comunidad para
la que escriba, que nos permite verificar la importancia que tuvo este episodio
de la vida de Jess para la comunidad cristiana 279.
En los evangelios sinpticos (Mateo, Marcos y Lucas) se pone nfasis en la
obediencia dolorosa de Jess. Mientras que el evangelista Juan nos presenta la
dimensin gozosa de su obediencia, porque no est buscando su propio
bienestar, ni reconocimiento, sino la realizacin de la voluntad del Padre que
quiere que todos sus hijos e hijas se salven.
Se acerca la Hora tantas veces anunciada, el momento definitivo, y Jess
necesita orar. Sabe que es la nica manera de poder enfrentarse con fuerzas a
la prueba y a la tentacin (Mc 14, 38). Todo llega a su fin, y Jess vive un
momento dramtico280. Los gestos de Jess son los de una persona que se
debate en una angustia mortal: Ora de rodillas, con mayor insistencia, su
sudor se convirti en gotas de sangre (Lc 22, 41. 44), postrado rostro en
tierra (Mt 26, 39), sintiendo pavor y angustia, una tristeza mortal (Mc 14,
33-34), con gritos y con lgrimas (Heb 5, 7). En esta noche de la Pascua,
noche de fiesta y jbilo para Israel, contrasta con la oracin dramtica de
Jess. Para l comienzan el pavor, la angustia y la soledad.
278
Javier Saravia, Un camino de amor y servicio, Buena Prensa, Mxico, D. F., 2002, pp. 133142.
279
Raniero Cantalamessa, Jess en Getseman, extrado el 15 de de ocutubre del 2008 de la
World Wide Web: www.zenit.org/article
280
Eduardo Sanz de Miguel, La semana santa y la pascua de Jess, extrado el 15 de de
ocutubre del 2008 de la World Wide
Web: http://www.caminando-con-jesus.org/
CARMELITAS/ESDM/
220
La palabra agona aplicada a Jess en Getseman (Lc 22, 44) hay que
entenderla en el sentido originario de lucha con Dios: De sus labios sale la
splica: Abb, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mi este cliz (Mc 14,
36). Llega el tiempo en que la oracin se transforma en combate, fatiga,
agona. Es la prueba mxima de la obediencia al Padre. La accin de Dios se
hace incomprensible y desconcertante. Parece que toda su predicacin est
encaminada al fracaso ms absoluto, a favor de los fuertes y poderosos que
estn prximos a triunfar. Jess lucha para plegar su voluntad humana a Dios.
Lucha porque el espritu est pronto, pero la carne es dbil (Mc 14, 38). En
plena prueba, en medio de la ms negra oscuridad, Jess sigue manifestndose
como el Hijo, con las palabras: pero no se haga mi voluntad sino la tuya (Lc
22, 41), expresa que est dispuesto a sufrir las consecuencias, por seguir
testimoniando el amor liberador del Padre.
El evangelista Juan nos narra la pascua de Jess desde otra perspectiva, en la
cual subraya su donacin gozosa, porque l es el Hijo de Dios al que nadie
arrebata su vida, sino que se adelanta para ofrecerla anticipadamente: "Doy mi
vida, para recuperarla de nuevo. Nadie me la quita, yo la doy voluntariamente"
(10,18). Comienza aqu el misterio de la entrega: es durante la noche (Jn 13,
30), en la hora del poder de las tinieblas, cuando los hombres creen llevar las
riendas y creen arrebatar la vida a Jess, pero en realidad es l quien la
entrega voluntariamente como haba dicho en la ltima Cena: Esto es mi
Cuerpo, que se entrega por ustedes (Lc 22, 19).
Jess, cuando descubre la voluntad del Padre, la acoge y se entrega libremente
para que se realice su proyecto de salvacin, en eso encuentra su alegra y
felicidad, aunque implique la dolorosa muerte en la cruz. Porque del costado
abierto de Jess brotar una nueva creacin de creyentes, que participarn de
su reino, alimentados por su Palabra:"Todo el que es de la verdad escucha mi
voz" (18,37).
Todos los cristianos hemos nacido de la Pascua de Cristo, por eso, estamos
invitados a participar de la salvacin que nos ofrece Dios y a testimoniarla con
nuestra vida, eso implica, orientar siempre nuestra vida hacia Jerusaln, para
entregar la existencia por los dems en el da a da, alimentados del banquete
de su Palabra y de su Pan Eucarstico, que nos ofrece la vida abundante de la
gracia, que conlleva la libertad autntica de los hijos del Padre y hermanos con
toda la humanidad.
TEMA 2.
APERTURA Y DISPONIBILIDAD DE MARA
A LA VOLUNTAD DE DIOS
Con la obediencia de Jess y Mara se inaugura una nueva era de creyentes,
por lo tanto, la madre es modelo para todos los cristianos de apertura y
disponibilidad a la voluntad de Dios, lo cual, la convierte para Madre Luisita y
los que compartimos su carisma en un ejemplo a seguir, dado que tambin por
vocacin estamos invitados a participar del proyecto de Dios haciendo siempre,
por encima de gustos e intereses particulares, el deseo de Dios. Por eso, en
221
este tema vamos a profundizar en aquellos textos bblicos que puedan iluminar
nuestra manera propia de vivir la obediencia como Carmelitas del Sagrado
Corazn.
* La disponibilidad de Mara a la propuesta de Dios
A lo largo de toda la Antigua Alianza, la misin de Mara fue preparada por la
misin de algunas santas mujeres. Al principio de todo est Eva, quien a pesar
de su desobediencia, recibe la promesa de una descendencia que ser
vencedora del Maligno y la de ser la Madre de todos los vivientes. En virtud de
esta promesa, Sara concibe un hijo a pesar de su edad avanzada. Contra toda
expectativa humana, Dios escoge lo que era tenido por impotente y dbil para
mostrar la fidelidad a su promesa: Ana, la madre de Samuel, Dbora, Rut, Judit
y Ester, y muchas otras mujeres. Mara "sobresale entre los humildes y los
pobres del Seor, que esperan de l con confianza y acogen la salvacin y la
acogen. Finalmente, con ella, excelsa Hija de Sin, despus de la larga espera
de la promesa, se cumple el plazo y se inaugura el nuevo plan de salvacin" 281.
Con el hgase de Mara se inaugura una nueva era en la historia de la
salvacin. Es un s gozoso contrario a la desobediencia de Eva, quien en el
afn de hacer su propio proyecto rompe la comunin con su Creador y
comienza un camino marcado por la desunin y la desarmona. Mara, elige
libremente participar en el proyecto de Dios, y lo acoge con todas sus
consecuencias. As como Eva, dio la espalda a Dios y su proyecto de comunin;
Mara abre sus manos en signo de disponibilidad y pobreza para que Dios haga
en y a travs de ella su designio de salvacin.
Se hace la sierva y permanece atenta a los deseos de su Seor. Ella constata
que Dios es fiel a su promesa, por lo que le corresponde en fidelidad amorosa,
que la motiva a vivir confiada y abandonada en sus manos y le permite
disfrutar de una libertad jams alcanzada, porque no es ella quien dirige su
vida, sino que es Dios, en su infinita bondad y providencia quien la va guiando.
Cuando acepta y pronuncia su Fiat, se produce el ms grande acontecimiento
que jams ha sucedido en el mundo. Ese Fiat es el nuevo y definitivo acto de la
creacin, pues con la Encarnacin del Hijo de Dios, surgir una nueva
humanidad y un mundo nuevo. A partir de entonces, el s de los bautizados,
tiene un sentido redentor, porque est unido al s de Jess y Mara al Padre.
Ella, criatura igual que todos los seres humanos, hermana en la fe, nos seala
el camino y la manera de participar activamente en este proyecto de Dios, sin
resistencia, sin titubeos, sino con la fuerza y valenta de saber de quien nos
hemos fiado.
* El servicio generoso de Mara al proyecto de Dios
La obediencia de Mara, igual que la nuestra, incluye a los dems, sobre todo a
los ms dbiles. Por eso, la sierva de Dios, inmediatamente sintoniz con la
necesidad de su prima anciana que pronto dar a luz. Mara, se manifiesta
como una mujer abierta a Dios y a sus planes imprevisibles, que la conduce
hacia el ms necesitado. De igual manera, cuando Jess comienza su misin,
281
MC 489
222
Cfr. Lc 2, 6
Cf. Mt 2, 13
Cf. Lc 2, 44-50
Cf. Jn 19, 25
Lc 11,28.
223
TEMA 3.
LA OBEDIENCIA DE MADRE LUISITA
A LA VOLUNTAD DEL PADRE
* Fundamento de su obediencia
Madre Luisita aprendi de sus padres en la prctica amorosa y alegre de la
obediencia. Pero, en la medida que fue descubriendo y haciendo experiencia
del amor del Padre, se fue apasionando ms y ms por realizar su voluntad, lo
cual la liber de su propia visin e intereses, para ser fiel al proyecto de Dios.
Por ello, continuamente se une al Hgase de Jess y de Mara.
* Actitud de permanente discernimiento contemplativo
Toda su vida se manifest como una mujer obediente a la voluntad del Padre,
por eso, cuando aparece el Dr. Pascual Rojas en su vida y le propone
matrimonio, lo acepta con la certeza de que Dios lo ha enviado para que su
amor sea fecundo en el servicio a los dems. Pero, cuando queda viuda a la
edad de 29 aos, su mundo parece detenerse, sin embargo, a travs de un
largo camino de incertidumbre y bsqueda descubre que Dios la llama a
dedicarse de tiempo completo a su causa a travs de la consagracin religiosa.
Se manifiesta abierta a acoger un nuevo proyecto de vida, por lo tanto, acude
a las Carmelitas de Guadalajara, donde solicita su ingreso a la clausura. El
tiempo que transcurri en el convento, sabore hondamente la vida
contemplativa, sin embargo, descubre que Dios le tiene una propuesta
diferente: dedicarse al servicio de los pobres, para lo cual tendr que
abandonar la clausura para seguir a Cristo en la vida religiosa apostlica y, una
vez ms, se fa de su Palabra y comienza junto a cinco compaeras un nuevo
proyecto de vida, como religiosa y fundadora.
Cuando la Congregacin comienza a crecer y fructificar, el obispo Jos de Jess
Ortiz le propone anexarse a otra congregacin, lo cual, le produce un gran
dolor, pero quiere ser fiel al deseo de Dios manifestado en los superiores. Esta
propuesta queda en suspenso e incertidumbre debido a la muerte del prelado.
Posteriormente, a travs del Sr. Obispo Francisco Orozco y Jimnez vendr a
concretizarse. Y a pesar del enorme sufrimiento que le produce, es la primera
en animar la fe, esperanza y amor de sus religiosas para que obedezcan con
prontitud y alegra, pues en su corazn abrigaba la certeza de que Dios tena
otros planes para su congregacin 287. Por lo tanto, se mantuvo a la escucha del
Corazn del Padre y en dilogo con los superiores, as que, cuando la decisin
fue confirmada por el obispo Orozco y Jimnez se dispuso a dejar la
congregacin de Siervas de Jess Sacramentado para reiniciar su vida y todos
287
224
los compromisos apostlicos adquiridos desde antes de dejar Atotonilco 288 con
apenas cinco hermanas.
Pero, todava habra de pasar otras dolorosas pruebas como cuando le piden
que por un tiempo, no reciba vocaciones y que acepte como maestra de
formacin una religiosa franciscana289. No protest cuando tuvo que sufrir
junto a sus hijas la persecucin religiosa y salir del pas para salvar la vida de
su familia religiosa290. Vivi as mismo con mucha serenidad otros
acontecimientos difciles, como la pobreza, la enfermedad, la contradiccin,
etc., pues en todos experiment el amor providente de Dios Padre:
Seremos felices si nos sometemos a todo lo que Dios disponga, con respecto
a nosotros, sin atender si es o no conforme a nuestro gusto. (Cartas y
apuntes espirituales, Pg. 869).
Que en todo se cumpla la Santsima y adorabilsima voluntad de Dios; pues lo
que disponga es lo mejor (Carta 212).
En medio de los eventos dolorosos, hubo tambin momentos de gozo que la
confirmaron en el camino de bsqueda y aceptacin de la voluntad de Dios.
Madre Luisita sinti la felicidad que trae consigo la aceptacin de su voluntad;
experiencia que acrecent su disponibilidad para continuar trabajando en la
construccin del proyecto del Padre, l mismo le va abriendo nuevos caminos,
se van multiplicando los milagros de su providencia: En poco tiempo nuevas
vocaciones tocan a la puerta de su convento, son valoradas por varios
sacerdotes por ello las invitan a fundar alguna obra apostlica en su parroquia,
reciben la agregacin oficial a la Orden del Carmen Descalzo etc.
Lo que resalta en este camino de bsqueda es: que Madre Luisita supo
descubrir en todos los acontecimientos de la historia alegres o adversos, el
amor de Dios, que la inundaba de felicidad, por eso, pudo exclamar:
Qu hermosa es una sujecin completa a la Divina Voluntad! Cunto se goza
en decir voluntad de Dios (Carta 109).
Qu bueno es Dios; qu pendiente est de estas sus pobrecitas hijas. S.C.
procure comer y dormir bien y estar contenta como Dios Ntro. Seor la tiene, si
es posible hasta alegre, viendo en sus enfermedades y dems acontecimientos
la Sma. Voluntad de Dios. Alegre a las hermanas en los recreos, en fin, sea de
corazn una hija sumisa a Dios Ntro. Seor y valo en todas partes y en todo
(Carta 240).
* Configuracin con Jess obediente al designio del Padre
Madre Luisita encuentra eco en el corazn de Jess obediente, que se va
reconociendo Hijo en la medida que asume la voluntad de Dios y hace de ella
su alimento. Ella encuentra sintona total con Jess, que encarna en su vida el
proyecto de su Padre, por lo que es Puerta y Camino para su fiel cumplimiento.
288
289
290
225
226
TEMA 4.
LA FIDELIDAD AMOROSA DE MADRE LUISITA
A LA VOLUNTAD DEL PADRE
Hemos considerado anteriormente que Madre Luisita es obediente porque se
ha experimentado hija querida del Padre y por ello quiere realizar su proyecto
de salvacin, en abandono y disponibilidad a sus caminos, con la seguridad de
que l se mantendr fiel a su amor y a su palabra.
Por lo tanto, vivi a la escucha de su voz como hija amorosa y pendiente de
su divina mirada para hacer su deseo. Permaneci en atencin amorosa para
descifrar los mensajes del amor del Padre: en su corazn, en las personas, en
la comunidad y en los acontecimientos. Y desde esta experiencia privilegiada
de saberse amada personalmente por Dios, va trascendiendo y encauzando
sus elecciones y opciones orientndolas siempre a cumplir el designio del
Padre en ella y su familia religiosa.
Conocemos su larga bsqueda, en sufrimientos, luchas, oscuridades,
desprendimientos, hasta que tuvo la certeza de que Dios la llamaba; no slo a
la vida religiosa, sino a ser fundadora de una Congregacin y aun cuando
valoraba la enorme responsabilidad y compromiso que esto implicaba, Madre
Luisita, no se ech para atrs sino que cumpli este encargo de Dios; su
obediencia que le llev a lograr vivir en comunin con El, se hizo fecunda pues
dio a luz una familia religiosa que se ha ido insertando en todos aquellos
lugares donde hace falta la presencia bondadosa, misericordiosa y providente
de Dios.
296
227
297
Te adjunto la contestacin de papacito para que la veas y te quedes muy tranquila esperando
la voluntad de Dios. Entre tanto tranquilzate ponindote en las Manos de Dios y haciendo muy
de corazn actos de confianza en S. D .M., y como el buen siervo pendiente de la mirada de su
amo para hacer lo que le disponga (Carta 232).
298
Qu dicha la ma tener en m compaa, poseer, tener por mo al mismo Jess ! Quin podr
jams arrebatarme a mi Jess? Semejante al sol por doquiera le veo; todas las cosas las alumbra
y vivifica. Es compaero de mi destierro, es pan en mi peregrinacin y me seguir y me
sostendr hasta llegar al puerto de salud? Oh dulce destierro, amable viaje en compaa de
Jess! (Cartas y apuntes espirituales, Pg. 868)
228
Los y las que nos sentimos llamados a seguir a Cristo desde este Carisma, que
enfatiza entre sus rasgos: la bsqueda y cumplimiento de la voluntad de Dios,
por ello necesitamos vivir en continuo discernimiento para unirnos a la
obediencia de Cristo, e irnos configurando con su corazn disponible y
abandonado a las sorpresas del Padre en lo ordinario y extraordinario.
Los cristianos podemos elegir entre dos opciones, comportarnos como siervos o
como hijos, la diferencia est en que el sirviente obedece a todo sin replicar,
porque es una persona asalariada, que tiene que seguir fielmente las
instrucciones de su amo, porque de eso depende su empleo, no cuestiona,
responde automticamente. En cambio, la obediencia del hijo, resulta ms
complicada, porque el deseo del Padre se descubre a travs de mediaciones,
que implica la atencin y escucha, la confianza y el abandono, la incertidumbre
y la certeza.
La otra diferencia sustancial entre la obediencia del siervo y del hijo, es que el
hijo ejercita y progresa en su libertad, debido a que comulga con el proyecto
del Padre; mientras que en el sirviente hay sometimiento para ganar mritos y
se esclaviza todava ms, porque en ellos encuentra su vanagloria. La
experiencia del hijo suscita la fidelidad creativa, mientras que la del siervo
paraliza; la voluntad de Dios siempre desestabiliza, mientras que la del siervo
atrapa.
Madre Luisita hizo este camino de obediencia amorosa y liberadora, que la fue
transformando en la hija predilecta del Padre. Tanto el hijo como el esclavo
atienden y escuchan, pero la diferencia estaba en la actitud amorosa, que
despierta la pasin por el Padre y la compasin por el ms necesitado. El
distintivo de Madre Luisita es que se puso a la escucha permanente de los
sentimientos del Corazn del Padre. Permanece unida a l, para sintonizar
siempre con su voluntad.
* Rasgos especficos de la obediencia de las y los CSC
- Escucha permanente del Corazn del Padre
Todos los que participan del carisma de M. Luisita, --la hija obediente al Padre--,
estn invitados a mantenerse a la escucha del Corazn de Dios, en la actitud
filial de hijos e hijas que quieren conocer los secretos de su reino y colaborar en
su proyecto con el aporte personal y comunitario.
Que hermoso estar en las manos de Dios y pendientes de su divina mirada
para hacer lo que El quiera (Carta 207), es la recomendacin de Madre Luisita,
para vivir en total abandono a Dios, al mismo tiempo, que permanecemos
atentos y disponibles para hacer su voluntad, que siempre nos motiva a mayor
amor y generosidad con los dems, para construir la fraternidad.
- Confiar en el amor de Dios y su proyecto liberador
Es indispensable tener una experiencia de la paternidad de Dios, que nos lleve
a confiar totalmente en su amor y creer que todo lo que Dios permite es para
nuestro bien, pues de todos los sucesos de nuestra historia podemos sacar
grandes bienes:
229
230
MDULO 5
BSQUEDA ORANTE DE LA VOLUNTAD DE DIOS
Ficha 1. Obediencia amorosa de Jess al Padre
Objetivo: Conocer y profundizar la obediencia de Jess al Padre, para que
vivamos ese camino pascual de bsqueda orante de la voluntad de Dios, en
comunin y configuracin con el Hijo.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
UN PEQUEO GUSANO
Un pequeo gusanito caminaba un da en direccin al sol. Muy cerca del
camino se encontraba un Chapuln:
- Hacia dnde te diriges?, le pregunt.
Sin dejar de caminar, la oruga contest:
- Tuve un sueo anoche; so que desde la punta de la gran montaa yo
miraba todo el valle. Me gust lo que vi en mi sueo y he decidido realizarlo.
Sorprendido, el chapuln dijo, mientras su amigo se alejaba:
- Debes estar loco!, Cmo podras llegar hasta aquel lugar?, T, una simple
oruga!. Una piedra ser para ti una montaa, un pequeo charco un mar y
cualquier tronco una barrera infranqueable.
Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuch. Sus diminutos pies no dejaron
de moverse.
La oruga continu su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centmetros.
Del mismo modo, la araa, el topo, la rana y la flor aconsejaron a nuestro
amigo a desistir de su sueo!
- No lo logrars jams!, le dijeron, pero en su interior haba un impulso que
lo obligaba a seguir.
Ya agotado, sin fuerzas y a punto de morir, decidi parar a descansar y
construir con su ltimo esfuerzo un lugar donde pernoctar:
- Estar mejor, fue lo ltimo que dijo, y muri. Todos los animales del valle
por das fueron a mirar sus restos. Ah estaba el animal ms loco del pueblo.
Haba construido como su tumba un monumento a la insensatez. Ah estaba
un duro refugio, digno de uno que muri "por querer realizar un sueo
irrealizable".
Una maana en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los
animales se congregaron en torno a aquello que se haba convertido en una
advertencia para los atrevidos. De pronto quedaron atnitos Aquella concha
dura comenz a quebrarse y con asombro vieron unos ojos y una antena que
no poda ser la de la oruga que crean muerta. Poco a poco, como para darles
tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas arco iris de
aquel impresionante ser que tenan frente a ellos: una mariposa!.
No hubo nada que decir, todos saban lo que hara: se ira volando hasta la
gran montaa y realizara su sueo; el sueo por el que haba vivido, por el que
haba muerto y por el que haba vuelto a vivir. "Todos se haban equivocado".
231
Filipenses 2, 7-8
Jn 5, 36-38
Jn 10, 17-18
Lc 9, 52
Mc 13, 32-34
Mc 14, 36
Jn 10, 18
232
pongo
pongo
pongo
pongo
pongo
pongo
en
en
en
en
en
en
tus
tus
tus
tus
tus
tus
manos:
manos:
manos:
manos:
manos:
manos:
hgase en m tu voluntad.
de nuevo digo hgase.
he aqu la esclava del Seor.
lo que quiero, Seor, es darme.
mi proyecto es tu proyecto de vida.
mi voluntad es por tu vida desgastarme.
233
MDULO 5
BSQUEDA ORANTE DE LA VOLUNTAD DE DIOS
Ficha 2: Apertura y disponibilidad de Mara a la voluntad de Dios
Objetivo: Conocer y profundizar en la apertura y disponibilidad de Mara a los
planes de Dios, para que nos motive a acoger el proyecto de salvacin, con un
s generoso y comprometido da con da.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
EL BORDADO DE DIOS
Esta parbola nos puede ayudar a comprender mejor los planes de Dios en
nuestra vida. Cuando yo era pequeo, mi mam sola coser mucho. Yo me
sentaba cerca de ella y le preguntaba qu estaba haciendo. Ella me responda
que bordando.
Yo observaba el trabajo de mi mam desde una posicin ms baja que donde
estaba sentada ella, as que siempre me quejaba dicindole que desde mi
punto de vista lo que estaba haciendo me pareca confuso. Ella me sonrea,
miraba hacia abajo y gentilmente me deca: Hijo, ve fuera a jugar un rato y
cuando haya terminado mi bordado te pondr sobre mi regazo y te dejar verlo
desde mi posicin.
Me preguntaba por qu ella usaba algunos hilos de colores oscuros y por qu
me parecan tan desordenados desde donde yo estaba. Ms tarde escuchaba la
voz de mi mam dicindome: Hijo, ven y sintate en mi regazo. Yo lo haca de
inmediato y me sorprenda y emocionaba al ver la hermosa flor o el bello
atardecer en el bordado. No poda creerlo; desde abajo se vea tan confuso...
Entonces mi mam me deca: Hijo mo, desde abajo se vea confuso y
desordenado, pero no te dabas cuenta de que haba un plan arriba. Haba un
diseo, yo slo segua ese diseo. Ahora mralo desde mi posicin y sabrs lo
que estaba haciendo.
Muchas veces a lo largo de los aos he mirado al cielo y he dicho: Padre, qu
estabas haciendo? El me ha respondido: Estoy bordando tu vida.
Entonces yo le he dicho: Pero se ve tan confuso.... es un desorden. Los hilos
parecen tan oscuros, Por qu no son ms brillantes?.
El Padre parece decirme: Mi nio, ocpate de tu trabajo, yo seguir haciendo el
mo y un da te traer al cielo y te pondr sobre mi regazo y vers el plan
desde mi posicin. Entonces entenders....
Preguntas para profundizar en la realidad:
- Cmo ests sintiendo en este momento de tu vida el bordado que
Dios est tejiendo en tu persona?
- Hay gente dispuesta a dejarse bordar por Dios?
- Qu resultados constatamos cuando nos dejamos bordar por Dios?
234
Lc 2, 1 y ss.
Jn 2, 1-5
en
en
en
en
en
en
en
en
en
en
235
MDULO 5
BSQUEDA ORANTE DE LA VOLUNTAD DE DIOS
Ficha 3. Obediencia de Madre Luisita a Dios Padre
Objetivo: Conocer y profundizar la obediencia de Madre Luisita a la voluntad
del Padre, que nos introduzca en el camino del discernimiento orante y
contemplativo para descubrir su mensaje en nuestra vida cotidiana y
colaboremos en su proyecto de amor.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
EL PLAN DE DIOS
En una cena de recaudacin de fondos para una escuela que da servicios a los
nios
con capacidades diferentes o problemas de aprendizaje, el padre de uno de
ellos ofrecera un mensaje que ninguno de los asistentes olvidara. Luego de
exaltar a la escuela y a su dedicado personal, hizo una pregunta: Todo lo que
hace Dios, lo hace a la perfeccin. Sin embargo, mi hijo Gerardo no puede
aprender de la misma manera que aprenden otros nios. No puede entender
las cosas como otros nios. Dnde est el plan de Dios reflejado en mi hijo?.
La audiencia se paraliz ante tal pregunta. El padre continu. Creo, contest el
propio padre, que cuando Dios trae a un hijo como Gerardo al mundo, la
oportunidad para llevar a cabo el Plan divino se presenta por s sola y viene en
la forma en que la gente trata a ese nio. Entonces, procedi a contar la
siguiente historia:
Un da Gerardo y yo pasbamos por un parque donde jugaban pelota unos
nios que Gerardo conoca. ste me pregunt: crees que me dejarn jugar?
Yo pensaba que los muchachos no querran tenerlo en su equipo. Pero
comprend que si a mi hijo se le permita jugar le dara un gran sentido de
aceptacin. Por eso decid acercarme a uno de los muchachos en el campo de
juego y le pregunt si poda permitir que Gerardo jugara.
El muchacho mir a su alrededor para orientarse con sus compaeros de
equipo y no obtuvo respuesta. Entonces tom el asunto en sus propias manos y
me dijo: Estamos perdiendo por seis carreras y el juego est en la octava
entrada. Creo que puede entrar al equipo y trataremos de ponerlo al bate en la
novena.
Al final de la octava entrada, el equipo anot varias carreras, pero estaba
perdiendo por tres. En la primera parte de la novena entrada, Gerardo se puso
el guante y jug en el outfield. Aunque ningn hit vino en su camino,
obviamente, ste se senta extasiado por tan solo estar en el terreno de juego,
saludndome con una sonrisa de oreja a oreja que le responda desde las
gradas. En la ltima parte de la novena entrada, el equipo de Gerardo anot
nuevamente. Ahora con dos outs y las bases llenas, la potencial carrera
236
237
Que algunas veces nos ver desde lejos trabajar, luchar y sufrir, pero
que El ir a nosotros como lo hizo con sus Apstoles. Qu grandsima
confianza debemos tener en Dios Ntro. Seor y no desalentarnos por
ninguna circunstancia que se nos presente (Cartas y apuntes espirituales,
Pg. 882).
238
239
MDULO 5
BSQUEDA ORANTE DE LA VOLUNTAD DE DIOS
Ficha 4: Fidelidad amorosa de Madre Luisita a la voluntad del
Padre
Objetivo: Conocer y profundizar en la respuesta filial de Madre Luisita, que la
hizo vivir en las manos del Padre y realizar con fidelidad amorosa y alegre su
proyecto para la humanidad.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
FIDELIDAD A TODA PRUEBA
Un famoso maestro se encontr frente a un grupo de jvenes que estaban en
contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo
constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con
la relacin cuando este se apaga, en lugar de entrar a la hueca monotona del
matrimonio. El maestro les dijo que respetaba su opinin, pero les relat lo
siguiente:
Mis padres vivieron 55 aos casados. Una maana mi mam bajaba las
escaleras para prepararle a pap el desayuno y sufri un infarto. Cay. Mi
padre la alcanz, la levant como pudo y casi a rastras la subi a la camioneta.
A toda velocidad, rebasando, sin respetar los altos, condujo hasta el hospital.
Cuando lleg, por desgracia, ya haba fallecido. Durante el sepelio, mi padre no
habl, su mirada estaba perdida. Casi no llor. Esa noche sus hijos nos
reunimos con l. En un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas
ancdotas. El pidi a mi hermano telogo que le dijera donde estara mam en
ese momento. Mi hermano comenz a hablar de la vida despus de la muerte,
conjetur cmo y donde estara ella. Mi padre escuchaba con gran atencin. De
pronto pidi:
- Llvenme al cementerio.
- Pap -respondimos-, son las 11 de la noche, no podemos ir al cementerio
ahora! Alz la voz y con una mirada vidriosa dijo:
- No discutan conmigo por favor, no discutan con el hombre que acaba de
perder a la que fue su esposa por 55 aos.
Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos ms.
Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador, con una linterna llegamos a
la lpida. Mi padre la acarici, llor y nos dijo a sus hijos que veamos la escena
conmovidos:
- Fueron 55 buenos aos...saben? Nadie puede hablar del amor verdadero si
no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer as.
Hizo una pausa y se limpi la cara.
- Ella y yo estuvimos juntos: en aquella crisis econmica, el cambio de
empleo, continu... hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos
mudamos de ciudad, compartimos la alegra de ver a nuestros hijos
240
terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de seres
queridos, rezamos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos
apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos
nuestros errores...Hijos, ahora se ha ido y estoy contento, saben por que?,
porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agona y el dolor de
enterrarme, de quedarse sola despus de mi partida. Ser yo quien pase
por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado
que sufriera...
Cuando mi padre termin de hablar, mis hermanos y yo tenamos el rostro
empapado de lgrimas. Lo abrazamos y l nos consol:
- Todo est bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen da.
Esa noche entend lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo,
no tiene que ver demasiado con el erotismo, ms bien se vincula al trabajo y al
cuidado que se profesan dos personas realmente comprometidas. Cuando el
maestro termin de hablar, los jvenes universitarios no pudieron debatirle,
ese tipo de amor era algo que no conocan.
Preguntas para profundizar en la realidad:
- Cmo se vive hoy la fidelidad?
- Qu implica la fidelidad hasta el final?
2. ESCUCHAR, ACOGER, MEDITAR Y COMPARTIR LA ENSEANZA DE
MADRE LUISITA (ILUMINAR)
-
241
242
MDULO 5
BSQUEDA ORANTE DE LA VOLUNTAD DE DIOS
Ficha 5. La obediencia de los y las Carmelitas del Sagrado
Corazn
al proyecto del Padre
Objetivo: Conocer y profundizar en el estilo propio de vivir la bsqueda orante
de la voluntad de Dios en nuestra vocacin de laicos Carmelitas del Sagrado
Corazn a la luz de la obediencia de Jess, Mara y Madre Luisita, que nos
permita vivir en una actitud filial de confianza total en sus manos para asumir
con esperanza activa sus caminos en la historia.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
DNDE ESTUVO DIOS?
Tu dices que nunca olvidars dnde estabas cuando escuchaste las noticias el
11 de Septiembre, 2001. Tampoco yo lo olvidar.
Yo estuve en el piso 110 en un cuarto lleno de humo con un hombre que llam
a su esposa para decirle Adis. Yo sostuve firmemente sus dedos mientras l
marcaba. Yo le d paz para decir, Querida, no voy a regresar, pero est bien
estoy preparado para irme.
Yo estuve con su esposa cuando l llam mientras daba el desayuno a sus
hijos. Yo la mantuve en pie mientras ella trataba de entender sus palabras y
cmo ella se dio cuenta de que l no regresara a casa esa noche.
Yo estuve en las escaleras del piso 23 cuando una mujer me gritaba llorando
por ayuda. Yo he estado tocando a la puerta de tu corazn por 50 aos dije
yo, por supuesto te mostrar el camino a casa, solo cree en m ahora.
Yo estuve en la base del edificio con el predicador consolando a las personas
heridas y devastadas. Yo lo llev a casa para cuidar su rebao en el cielo. l
escuch mi voz y contest.
Yo estuve en los cuatro aviones, en cada asiento, en cada oracin. Estuve con
la tripulacin mientras estaban siendo tomados. Yo estuve en los corazones de
los creyentes ah presentes, confortando y asegurndoles que su fe los haba
salvado.
Yo estuve en Texas, Kansas, London Yo estuve a tu lado cuando escuchaste la
terrible noticia. Me sentiste?. Quiero que sepas que yo mir cada cara. Yo
conoca todos los nombres aunque no todos me conocan. Algunos me
conocieron por primera vez en el piso 86. Algunos me buscaron en su ltimo
respiro. Algunos no podan escuchar que les llamaba a travs del humo y de las
llamas, Ven a mpor aqutoma mi mano.
243
Yo no te puse en la torre ese da. Pero, Yo estaba all. T no sabras por qu,
pero Yo s. El 11 de Septiembre del 2001 no fue el final del viaje para ti. Pero
algn da tu viaje acabar. Y yo estar all para ti, tambin. Bscame ahora,
mientras puedo ser hallado. Entonces, en cualquier momento, t sabrs que
ests listo para partir. Yo estar en las escaleras de tus momentos finales.
Recuerda...Yo te amo, DIOS.
Preguntas para reflexionar la realidad:
-
244
C. Guardar la Palabra.
* Clave de lectura:
El cuarto evangelio especifica que estos discpulos estaban junto a la cruz (Jn
25-26). Un detalle ste de profundo significado. Slo el cuarto evangelio narra
que estas cinco personas estaban junto a la cruz. Los otros evangelistas no
245
especifican. Lucas, por ejemplo, narra que todos aqullos que lo conocieron lo
seguan desde lejos (Lc 23,49). Tambin Mateo cuenta que muchas mujeres
seguan desde lejos estos sucesos. Estas mujeres, haban seguido a Jess
desde la Galilea y le servan. Pero ahora lo seguan desde lejos (Mt 27,55-56).
Marcos, lo mismo que Mateo, no ofrece los nombres de aqullos que seguan la
muerte de Jess desde lejos (Mc 15,40-41). Slo el cuarto evangelio especifica
que la Madre de Jess con las otras mujeres y el discpulo amado estaban
junto a la cruz. Estaban all, como siervos ante su Seor. Estn valerosamente
presentes en el momento en el que Jess declara que ya todo est cumplido
(Jn 19,30). La Madre de Jess est presente en la hora que finalmente ha
llegado. Aquella hora preanunciada en las bodas de Can (Jn 2,1ss). El cuarto
evangelio haba anotado tambin en aquel momento que la Madre de Jess
estaba all (Jn 2,1). Por esto, aqul que permanece fiel al Seor en su suerte es
el discpulo amado. El evangelista deja en el anonimato este discpulo de modo
que cualquiera de nosotros nos podremos reflejar en l que ha conocido los
misterios del Seor, apoyando su cabeza sobre el pecho de Jess durante la
ltima cena.
* Preguntas y sugerencias para orientar la meditacin y la
actualizacin
-
Lee otra vez el texto del evangelio, y busca en la Biblia todos los textos
citados en la clave de lectura. Intenta encontrar otros textos paralelos que
te ayuden a penetrar a fondo el texto de la meditacin.
Con tu espritu, ayudado por la lectura orante del relato de Juan, visita los
lugares de la Pasin, prate en el Calvario para aprovechar con Mara y el
discpulo amado el acontecimiento de la Pasin.
Qu es lo que ms llama tu atencin?
Qu sentimientos suscita en ti el relato de la Pasin?
Qu significa para ti el hecho de que Jess padece activamente su Pasin?
D. Oracin
E. Contemplacin
Repite con frecuencia, con calma, estas palabras con tu corazn unido al de
Jess en el ofrecimiento de si mismo:
Padre me pongo en tus manos, haz de m lo que quieras.
5. EVALUAR EL PROCESO DE ESTUDIO Y PROFUNDIZACIN DEL
CARISMA
246
MODULO 6.
MISIN NICA299
Introduccin:
Dios cre al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, para que viviera en
profunda comunin de amor con l. El proyecto de Dios es que toda la
humanidad forme una gran familia en el amor, siendo seores de la creacin.
Sin embargo, a causa del pecado la persona rompi la comunin con Dios,
consigo mismo, con los dems y con la naturaleza, por lo que se requera de un
salvador, y Dios en su infinita misericordia y amor hacia la humanidad, no
escatim nada, envi a su Hijo muy amado con una misin redentora: Tanto
am Dios al mundo que le dio a su Hijo nico, para que todo el que crea en l
no perezca, sino que tenga vida eterna. Dios no envi a su Hijo para
condenarnos, sino para salvarnos por medio de l (Juan 3, 16-17).
Jess, fue enviado al mundo como verdadero mediador entre Dios y los
hombres. El hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba
perdido (Lc 19, 10), para dar su vida por la redencin de todos y ofrecerles la
vida verdadera y abundante300.
Por el bautismo todos los seguidores de Cristo participamos de la misma misin
del Hijo, que a su vez, nos ha hecho un envo para que vayamos por todo el
mundo y anunciemos su evangelio301. Por este motivo, los y las que
participamos del carisma de Madre Luisita, unidos a la nica misin salvadora
de la Santsima Trinidad la realizamos desde la misin nica, que brota de la
experiencia carismtica de sabernos amados y amadas por Dios y se
concretice en: Mantener viva en el mundo la experiencia del Padre
providente, bondadoso y providente.
Igual que las fichas anteriores, vamos a comenzar por profundizar en la misin
de Jess, el enviado del Padre; Mara la discpula y misionera; Madre Luisita,
misionera de la providencia, bondad y misericordia del Padre; las
caractersticas propias como nuestra madre fundadora realiz esa misin; y
finalmente la manera concreta como realizamos esta misin nica las y los
Carmelitas del Sagrado Corazn, con el fin de dar respuestas nuevas desde la
riqueza del carisma en el mundo de hoy.
TEMA 1.
JESS, EL ENVIADO DEL PADRE
* La misin de Jess
La misin de Jess es poner por obra la voluntad del Padre que quiere que
todos los hombres se salven; es el Espritu quien le seala el contenido de su
misin:
299
247
302
303
304
248
Dejarlo todo y seguir a Jess 305: Significa abandonar todo aquello que le
aparta de Dios, para seguir el camino que Jess indica, y seguir su ejemplo
de vida.
Sentarse a los pies de Jess 306: Escuchar su Palabra, con serenidad y
atencin total, con el corazn dispuesto para escuchar sus enseanzas.
Creer en Jess307: Es entender que todo lo que hizo y dijo Jess, no son
simplemente acontecimientos histricos y palabras bonitas, sino
enseanzas para que cada discpulo las ponga en prctica
Amar a Jess ms que a nada en el mundo 308: Jess tiene que ser para el
discpulo una persona viva, a quien ama por encima de todo y no
simplemente "personaje de historia" a quien se admira. Se le tiene que
amar ms que a todas las personas y cosas, es decir, que l tiene que ser el
centro de su vida.
Renunciar a todo lo que se posee309: No implica dejar todo lo que se tiene
(casa, familia, trabajo), sino darles la importancia que les corresponde;
jerarquizarlas desde el amor de Dios y no vivir aferrado a ellas.
Cargar con la cruz310: Es aceptar alegre el seguimiento de Cristo con las
propias limitaciones y contradicciones de la existencia misma, que muchas
veces nos quieren hacer volver atrs; es aceptar con esperanza la cruz con
la certeza de que siempre es liberadora y redentora.
Hacer la voluntad del Padre 311: Es no quedarse solamente con aquello que le
gusta de Jess, sino preguntarle a Dios qu quiere para ir transformando la
propia vida y la realidad desde lo que se va aprendiendo de Jess y su
mensaje.
Alabar a Dios312: Significa ser hombres y mujeres de oracin, que siempre
encuentran un momento para comunicarse con Dios y para alabarlo en el
momento ntimo y en la vida cotidiana.
Amar a los hermanos313: Exige al discpulo vivir su relacin con Dios
incluyendo a los dems. El discpulo se compromete con sus hermanos, con
sus alegras y sufrimientos.
Dar frutos314: Un discpulo no puede limitarse a conocer y amar a Jess. Es
preciso que los dems se den cuenta que conoce y ama a Jesucristo. Para
ello debe dar frutos, es decir, poner por obra lo que est aprendiendo junto
a Jess.
Cfr.
Cfr.
307
Cfr.
308
Cfr.
309
Cfr.
310
Cfr.
311
Cfr.
312
Cfr.
313
Cfr.
314
Cfr.
315
Cfr.
306
Lc 5, 11
Mt 10,38-42
Jn 2, 11
Lc 14, 26
Lc 14,33
Lc 14,27
Jn 15,14
Lc 19,37
Jn 13,35
Jn 15,8
Lc 6,12-13
249
Para que estuvieran con l. Cuando Jess los llama uno por uno, ellos dejan
su casa y su trabajo para ir a vivir con el Maestro y comienzan a ser
discpulos.
Para enviarlos a predicar. Cuando Jess los enva, ellos dejan su tierra para
ir a predicar a tierras lejanas. Sin embargo, nunca dejan de ser discpulos,
sino que adems de discpulos, ahora son apstoles.
Segn los textos de Mateo 18, 19-20 y Marcos 16, 15 la misin implica algunos
verbos:
316
317
318
319
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Cfr.
Jn 20, 21
Mc 6, 14-15
Hec 1, 12-14
Hec 2, 1-11
250
como Jess les ense, y es el misionero quien tiene que motivar este
cambio.
Discipulado y misin son dos dimensiones inseparables, el discpulo no puede
dejar de anunciar al mundo que slo Jesucristo nos salva, esta es la tarea
esencial de la evangelizacin, que incluye a los ms alejados y a los ms
pobres y necesitados320.
* Jess es el misionero de la providencia, misericordia y bondad del
Padre.
La misin de Jess es revelarnos al Padre, manifestarnos su misin salvadora y
su proyecto de redencin. Vamos a profundizar cmo el Hijo nos revela la
providencia, misericordia y bondad del Padre, los tres rasgos de la experiencia
de Dios de madre Luisita.
- La misin de Jess nos revela la providencia del Padre.
Jess nos revela que el Padre est a favor de la vida: la crea, la sostiene y la
defiende. Esta revelacin la hace a travs de su predicacin; de su accin
misericordiosa; de sus milagros; de smbolos como el pan de vida, el
manantial de agua viva, su corazn traspasado del que brota sangre y agua y
otros; y finalmente venciendo totalmente toda muerte a travs de su
resurreccin. Jess promueve la vida luchando contra todo lo que en su tiempo
era raz de muerte: Acoge y convive con los marginados; devuelve a la mujer
su dignidad; combate toda divisin injusta; combate todo lo que daa la vida;
desenmascara la falsedad de los lderes que matan la vida del pueblo.
Enseguida vamos a profundizar un poco ms en su lucha a favor de la mujer y
contra el mal que daa la vida.
- Jess acoge y valora a la mujer
La mujer por su condicin sexual de gnero era marginada, podemos consultar
el libro del Levtico en los captulos 15, 19-27; 12,1-5 que nos narran las
prescripciones legales y religiosas sobre las mujeres. No poda participar en la
sinagoga, ni ser testigo en la vida pblica. Jess rompe esa marginacin al
acoger y valor a la mujer:
320
Cfr. DA 146
251
Las madres con hijos pequeos son recibidas y bendecidas por l, contra
el parecer de sus discpulos (Mt 19, 13-15).
Mara Magdalena, considerada poseda, fue curada por Jess (Lc 8,2) y
recibi de l la misin de transmitir la Buena Noticia de su resurreccin a los
apstoles (Jn 20, 16-18).
Texto
Mc 6, 35-44
Mc 1,32-34
Lc 7,13
Mc 1, 22; 6,2
Mt 9,36
Mt 11,28; Mc 1, 40-41
Mc 2,23-28; 3,4
Mc 5,41-42; Lc 7, 11-17
Mc 9, 38-40; Jn 4, 9-10
Mt 23,13-15; Mc 7, 8-13
Mt 5,20; Lc 22,25-26
Mc 2,5
Mc 1,25.34; Lc 4,13
Jess lucha por recuperar la bendicin de la vida 321, perdida a causa del
pecado322. A quien quiera seguirlo, l le da el poder para curar enfermedades y
expulsar los espritus malos323. Los discpulos y las discpulas deben asumir la
misma lucha en defensa de la vida.
- La misin de Jess nos revela la misericordia del Padre
321
322
323
252
253
los
misericordiosos,
porque
ellos
254
Jess se siente conmovido ante el entierro del hijo nico de una viuda, y se
acerca a consolarla de una manera muy eficaz 330.
TEMA 2.
MARA, DISCPULA Y MISIONERA
Antes de profundizar en el tema de Mara discpula y misionera, es importante
recordar que todos y todas estamos llamados y llamadas a vivir esta doble
dimensin por nuestro bautismo.
Tambin es importante aclarar lo que significa evangelizar o ser misionero o
misionera. Existen muchas definiciones, pero lo esencial es ser portador o
portadora de la Buena Nueva. Por eso decimos que Mara es el primer ejemplo
330
331
332
Cfr. Lc 7,12-15
Cfr. Mt 20, 34
Cfr. Mt 15, 32
255
256
Mara se pone en camino con prontitud, sin demora, con prisa; lleva la
presencia viva de Dios a la casa de Isabel y va feliz por haber confiado en l,
busca caminos para llevar la buena noticia de que ha sido objeto 334. A ella,
como primera enviada a predicar, se pueden aplicar las motivadoras y
solemnes palabras de Isaas: Sube a un alto monte, alza con fuerza tu voz,
mensajera de buenas nuevas, di a las ciudades de Jud: He aqu a vuestro
Dios(Is 40,9). Con tan solo su presencia, hace que Isabel, llena del Espritu
Santo, con voz proftica y jubilosa llegue a exclamar: Bendita t entre las
mujeres y bendito el fruto de tu vientre! (Lc 1,41-42). Es la sensibilidad
amorosa de una mujer que intuye el misterio de Dios, y sobrecogida por lo
divino, le dirige la mayor de las alabanzas: Dichosa t que has credo! Porque
lo que te ha dicho el Seor se cumplir (Lc 1,45).
Mara no retuvo la alegra de saberse habitada por Dios y prorrumpi en una
oracin potica; proclama no slo lo que Dios ha hecho en su vida, sino que
alza su voz para cantar la accin divina en toda la humanidad. Es a ella, a
quien tenemos como madre y como modelo, a quien hemos de dirigir nuestra
mirada para comprender en su totalidad el sentido de su misin, ella es la
mensajera de buenas noticias.
* Primera evangelizadora
Mara, portadora de la Palabra de Dios, estar dedicada exclusivamente a la
Vida que habita en ella. Vivir atenta al Hijo que ha dado a luz 335. En Mara se
dio una contemplacin y un cuidado colmado de amorosa entrega al Hijo que
naci de sus entraas, del que fue carne y sangre suya, y desde este
momento, Mara entrega a su Hijo al Padre, lo ofrenda, porque sabe que es
para el mundo, que ha venido con una misin de salvacin. Jess es el Dios que
salva, y aunque muchas cosas no las comprenda, Mara las guardar y
meditar en su corazn.
De esta manera, Mara, es la primera evangelizadora en Beln, al dar a conocer
a Jesucristo a todos los que se acercan al pesebre. Para ellos, la madre es
instrumento de Dios para que su Hijo sea conocido y amado. En el pasaje de la
visita de los pastores, se narra que ellos se regresaron glorificando y alabando
a Dios por todo lo que haban visto y odo (Lc 2,20).
Mara junto con Jos, en la vida oculta de Nazaret o al lado del Hijo en su vida
pblica, es maestra de seguimiento incondicional.
* Madre de los discpulos
Aos ms tarde, desde la cruz, Jess completa el mandato misionero de Mara,
al encomendarle la misin de ser la madre de la Iglesia y de la humanidad
redimida. Y all, junto a la cruz comienzan a brotar las seales de la nueva
misin de Mara al entregarla Jess como madre al discpulo. Ahora es la madre
de todos los discpulos y discpulas, misioneros y misioneras de su Hijo. Surge
de esta manera la nueva maternidad en la misin de ser madre de todos los
creyentes336.
334
335
336
Cfr. Lc 1,39
Cfr. Lc 2, 7
Cfr. Jn 19,26-27
257
TEMA 3.
MADRE LUISITA, MISIONERA DE LA PROVIDENCIA,
BONDAD Y MISERICORDIA DEL PADRE
* Luisita es la enviada del Padre, del Hijo y del Espritu Santo
Madre Luisita es enviada por el Padre a participar en la obra de Jess de hacer
presente el reino, con la ayuda del Espritu Santo. Esta experiencia de envo se
ir consolidando a lo largo de su vida, a travs de una bsqueda comprometida
de la voluntad del Padre, para realizar la misin especfica que le ha confiado.
Durante su matrimonio proyect la dimensin misionera de su vocacin
bautismal en el servicio a los ms necesitados. El Dr. Pascual Rojas S., y Luisita
de la Pea, pertenecieron y fueron presidentes de la Conferencia de San
Vicente de Pal, a travs de la cual se daba doctrina, visitaban a los enfermos y
a los presos, acogan y buscaban nuevo hogar a los hurfanos, allegaban
recursos econmicos para los pobres, etc.; Procurando que los enfermos
recibieran una mejor atencin, se comprometieron junto con un grupo de
familias pudientes, en la construccin de un hospital que habra de acoger a los
ms pobres. Cuando qued viuda, ingres a un convento de Carmelitas
Descalzas, pero descubri que Dios no la llamaba a la vida de clausura sino a la
vida apostlica y fund una Congregacin con la ilusin de continuar con la
obra iniciada en el hospital de Atotonilco.
Madre Luisita se convierte en la misionera del Padre, que la enva a proclamar
su amor a todos los hombres y mujeres, especialmente a aquellos que haban
sido olvidados por la sociedad, a los que acude con prontitud y solicitud
maternal. En apertura y docilidad a la accin del Espritu Santo, Madre Luisita
se fue convirtiendo en buena y feliz noticia del reino, que se fue extendiendo
fuera de Atotonilco y de Jalisco. Su corazn se fue ensanchando frente a las
337
LG 58
258
259
Carta 125
Cfr. Jn 15, 15
344
Carta 274
345
Carta 58, Cfr. Cartas 119, 214, 240
346
Cfr. Testimonios, Pg. 103; Cartas y apuntes espirituales, Pg. 49; Cartas 51, 77, 80, 135, 273,
491
347
Cfr. Carta 273
343
260
348
349
Carta 227
Cfr. DE LA CRUZ TORRES J., A zaga, Pg. 37
261
As fue Nuestra Madre dulce toda su vida con todas las personas, amable
con los pobres, caritativa. Nadie se iba desconsolado de con ella, aunque
fueran unas pocas palabras de aliento350.
Con su bondad les despierta la ilusin de seguir creyendo y esperando en Dios,
a travs de una relacin confiada hacia su Padre. Ella se convierte en el puente
que los conduce a l. Es muy evidente en sus cartas y escritos que su nico
objetivo en la misin fue hacer el bien, como reflejo de la experiencia de un
Padre bueno que genera en sus hijos la capacidad de ser bondadosos. Todos
sus escritos estn impregnados de este nico deseo.
No se fije en las personas conocidas, noms procure hacerles el bien con el
buen ejemplo y sus oraciones351.
Que siempre nos ocupe Nuestro Buen Dios en su via y tengamos a quien
hacerle el bien352.
S que te quieren bien las nias, se es un buen medio para que les hagas el
bien a sus almas353.
Es para alabar a Dios que tengas discpulas a quien hacerles el bien. Bendito
sea354.
Bendigo a Dios Nuestro Seor al ver por tu cartita lo contenta que ests con
tus nias. Cunto bien puedes hacer con ellas y con todas las que trates 355.
No desperdicies el tiempo que Nuestro Seor te est concediendo para hacer
el bien, atendiendo esos pobres enfermos 356.
Es una bondad que no puede reservarse para s misma, tiene que utilizarla y
transmitirla en su misin. Bondad y bien que constituyen un binomio para su
vida de entrega ordinaria, no necesitaba ms para hacer la misma misin que
el Hijo, que pas toda su vida haciendo el bien 357.
La caridad que tuvo para todos, ricos y pobres, fue en sumo grado. Toda
persona que conoca a Nuestra buena Madre Luisita, se senta que a ella la
estimaba como en primer lugar; as fue de bondadosa para con todos:
sacerdotes, hombres, mujeres, ancianos y nios 358.
TEMA 4.
MADRE LUISITA REALIZA LA MISIN
COMO DISCPULA DISPONIBLE A LA VOLUNTAD DE DIOS
350
262
Carta 61
Carta 232
Cartas y apuntes espirituales, Pg. 861
Cartas y apuntes espirituales, Pg. 856
263
Cartas
Cartas
Cartas
Cartas
Cartas
y
y
y
y
y
apuntes
apuntes
apuntes
apuntes
apuntes
espirituales,
espirituales,
espirituales,
espirituales,
espirituales,
Pg.
Pg.
Pg.
Pg.
Pg.
856
855-856
868
868
856
264
con toda claridad lo que el Padre desea para ella. La bsqueda permanente de
su voluntad le facilita participar de la intimidad y relacin que une al Padre y al
Hijo.
No te andes afligiendo por nada en este mundo, preocpate por el eterno y en
todas tus dificultades y temores recurre luego a tu Buen Jess, l te ayudar,
te inspirar lo que debes hacer y te dar fortaleza y dems virtudes que
necesites. Con que, a estar contenta y confiada en donde Ntro. Seor te tenga
y como te tenga368.
Pidan a Nuestro Seor est contento con lo que se est haciendo, pues lo
dems sale sobrando369.
Dios Nuestro Seor te ayude y est contento de tu mucho trabajo, pues todo
lo has de hacer por amor a l370.
S que tienes mucho trabajo, bendito sea Dios, cunto gusto es para m saber
que ests haciendo lo que ms le agrada a Nuestro Seor. Que te preocupe
cumplir muy bien con la misin tan hermosa que se te ha dado 371.
Aspirar a unirse con Dios es querer de tal manera renunciar uno a sus ideas, a
sus gustos que no tenga ya ms que las ideas, los deseos y los pensamientos
de Jesucristo; ese es por lo dems, el distintivo del amor 372.
* Algunas caractersticas del servicio misionero de Madre Luisita:
- Acercarlos al Corazn del Padre amoroso
Madre Luisita tiene una pedagoga propia para realizar la misin, que consiste
en tres momentos: a) hacerse amar o ganarles el corazn; b) con suavidad y
prudencia; c) para llevarlos a Dios
Su nico objetivo en la misin era llevar a los hermanos a Dios, pero saba que
la nica forma de conseguirlo era amarlos desinteresadamente, sin forzarlos,
sino con una actitud permanente de suavidad y prudencia para que libremente
optaran por Dios.
Ser manso es poseer la tierra, quitando condicin para dar gloria a Dios y paz
a los hombres. Si no posees la tierra conquistando los corazones, cmo
puedes darlos a Dios? Hay que hacerse amar de todo el mundo para poder
hacer bien a todos. Consentir en desagradar es alejar voluntariamente a las
almas a quienes se podra ser til373.
Dios Ntro. Seor te alivie si es de su divino agrado, para que le cuides esas
pobres huerfanitas y se las lleves a l, lo que mucho le agradar 374.
368
369
370
371
372
373
374
Carta 284
Carta 296
Carta 409
Carta 616
Cartas y apuntes espirituales, Pg. 865
Apuntes Espirituales, pgina 863
Carta 624; Cfr. Carta 75, 191, 291, 315
265
Esta pedagoga es la que debe animar la misin nica del instituto, a travs de
sus pastorales.
- Enfocada a la promocin integral del ser humano
Madre Luisita fue una mujer que se adelant a su tiempo cuando propuso que
la salvacin del ser humano era integral, por lo que no slo haba que
preocuparse de salvar su alma, sino a la persona entera, completa.
M. Luisita fue una persona totalmente unificada e integrada desde su centro
vital que era Jess Eucarista, fuente de su humanismo. Cuando insiste en
formarles el corazn se refiere a una formacin integral que facilite una
profunda experiencia de Dios, capaz de transformar todas las dimensiones
humanas de la persona. Por ello, apost por una promocin humana y
espiritual en la que no hay ruptura, donde una necesariamente favorece a la
otra, logrando una humanizacin integral de la persona que se traduce en
actitudes de servicio y compromiso por los dems y se revertir en la
construccin de una sociedad nueva.
La sierva de Dios fund la Escuela del silabario. Se trataba de grupitos de
nios y adolescentes que trabajaban por la tarde. Ella misma les daba clases
de lectura y escritura. Adems los llevaba a la capilla 375.
- Apstol de la Palabra
Nuestra Madre Fundadora, no dej explcitamente en sus escritos su amor por
la lectura y estudio de la Biblia, sin embargo, ella nos leg implcitamente en
su vida, el cuidado, la observacin y el amor por vivir el contenido de las
Sagradas Escrituras376. Estuvo pronta a encarnarla en su vida y ha
comunicarla con su palabra y su testimonio. Saba que la Palabra de Dios era
semilla del reino, que siempre fecunda el corazn y se muestra disponible para
acogerla.
Procura ser apstol: una palabra que se diga en nombre de Dios, puede ser la
salvacin de una alma377.
- Compromiso que nace de la contemplacin
Con el ejemplo de la palmera Madre Luisita se define a s misma, como una
mujer unificada, mientras su mirada est puesta en Cristo, que significa todo
para ella, la sombra de sus hojas acogedoras y amorosas se extienden a todos
los hermanos, para hacerles el bien.
La palmera se eleva hasta al cielo y su sombra da a la tierra, as el alma debe
tener su mirada fija en Cristo que es su cielo, y su sombra ha de dar a la tierra
haciendo el bien en todas partes 378.
La contemplacin y la accin no son tareas distintas, sino una nica misin.
Aunque s enfatiza que es necesario tener el corazn puesto en Cristo para
lograr un apostolado fecundo y eficaz.
375
376
377
378
266
Con cunto afecto la saludo, desendole sea su vida de tal modo en este
rinconcito de la tierra, como una hoguerita de amor que se consuma en el
amor de Dios y celo por las almas. S, gnele muchas con sus oraciones, buen
ejemplo y la instruccin379.
Slo aprueba el apostolado si est avalado por una vida intensa de oracin 380,
que la ha convertido en una experta de Dios, cualquiera sea la tarea que
realice por el reino.
No seamos nada ms maestritas, sino almas de oracin. Qu van a dar a las
nias? No sean como canales, porque un canal se vaca y se queda seco; sino
fuentes que siempre estn dando sin agotarse 381.
- Promueve la oracin como apostolado
Como hija fiel de Teresa de Jess y Juan de la Cruz, Madre Luisita integr en su
vida misionera la oracin como un apostolado autntico:
Jesucristo durante su vida se sustrajo a las miradas de la multitud y se
ocultaba para consagrarse a la oracin y a la contemplacin. La oracin de una
sola alma unida a Jess que hace oracin en el fondo del tabernculo puede
salvar al mundo382.
Madre Luisita, enamorada y seducida por Jess y su reino, va formando
personas orantes, que se comprometan con la misin de Jess, subrayando la
fuerza de este apostolado cuando se realiza en comunin con Jesucristo, el
Misionero del Padre por excelencia.
- Pobre entre los pobres
La opcin preferencial por los pobres de Madre Luisita, surge de su experiencia
del amor misericordioso del Padre. Ella siente el dolor del pueblo y se
conmueve en lo ms profundo de su corazn por la postracin del malherido en
el camino, se duele con su situacin, padece con l y hace suyo su sufrimiento.
Ms an, los caminos de Dios la llevan -en fidelidad a la misin- a compartir la
suerte de los pobres, asumiendo la pobreza y estrechez.
En un principio ella quera establecerse en el centro de la ciudad para quedar
cerca de la Iglesia del Carmen, pero el Sr. Arzobispo la orient a que abriera un
Colegio para pobres en la periferia de la ciudad. Mayor pobreza apenas poda
imaginarse. Lo mejor que tenan era la huerta con sus flores y sus frutos.
Todo lo dems era improvisado: las camas de tablas sobre banquillos, unas
sillas bajas, loza corriente y escasa, alimento pobre y habitaciones estrechas.
Una de ellas fue acondicionada para oratorio. Otra servira para una Escuela de
nias pobres, hijas de los soldados residentes en el Cuartel Colorado. Cada
vez quedaba ms claro que el Seor haba elegido a la Congregacin para
servir y hacer el bien preferencialmente a los pobres, a los indigentes. Esta
pequea escuelita pronto se uni al Colegio de la Parroquia de la Inmaculada
Concepcin383.
379
380
381
382
383
Carta 17
Cfr. Carta 124
Beatificationis et canonizationis, articuli, Pg. 73-74, Cfr. Carta 319, 538
Cartas y apuntes espirituales, Pg. 856
Cartas y apuntes espirituales, Pg. 48
267
384
385
386
387
388
389
390
Carta 561
Cfr. Cartas y apuntes espirituales, Pg. 61-62
Carta 152
Carta 321
Carta 330
Carta 117
Testimonios, Mara Ana de la Sgda. Familia, Pg. 20.
268
Hacerlo todo nicamente por Dios Nuestro Seor, verlo en la persona de los
pobres y enfermos391.
- Peregrina y abierta a los signos de los tiempos
Cuando las nuevas fundaciones y la persecucin religiosa la hicieron salir de su
tierra natal y de su pas, Madre Luisita vivi desprendida de todo, con el
corazn descalzo se abri a las nuevas realidades, donde descubri el paso de
Dios por la historia y se mantuvo en apertura a los signos de los tiempos y
lugares.
acostmbrense a hablar en ingls ordinariamente y as se van
acostumbrando, yo creo que lo que les hace falta es prctica, ofrzcanle ese
sacrificio a Nuestro Seor392.
la verdad que en estos tiempos hay que ayudarles a las jovencitas, de lo
contrario pobres de ellas393.
Cunto debemos hacer en estos tiempos calamitosos por los pobres nios 394.
- Abraza la cruz del seguimiento de Cristo
Madre Luisita descubre que realizar la misin al estilo de Jess conlleva la cruz,
por eso, anima a sus hijas a abrazarla con la certeza de que estn en el camino
de la fidelidad al Evangelio y es muy importante no desanimarse frente a las
empresas que desde el proyecto de Dios se les ha encomendado:
No seas tontita, hija, todas las obras de Dios llevan el sello de la
contradiccin, dificultades y grandes penas y humillaciones y si no hay esto no
te fes de ellas...395.
Ella misma, que conoci el sufrimiento de la enfermedad y de las penas propias
de la vida, supo aprovecharlo desde una dimensin apostlica para unirse a la
misin salvadora de Jess.
Oh! Hija, no sea boba, levante los ojos al cielo y vea la dicha que le espera y
que est ganando por medio de su enfermedad, ya fue apstol enseando a
las nias, ahora ser mrtir en el lecho del dolor 396.
- Evangeliza con el testimonio de la vida
Luisita de la Pea, fue una mujer autntica, que considera e integra en su
persona la coherencia de vida como una forma de hacer apostolado, ms
atractiva y legible a toda la gente que la rodeaba.
Cmo les ha ido? Qu dicen las clases? Estn contentas las que las dan y a
las que se las dan? Encomindense mucho a Nuestro Seor, no se les olvide lo
que son y enseen ms con el ejemplo que con las palabras... 397.
391
392
393
394
395
396
397
269
- Alegra en el servicio
Uno de los valores humanos ms sobresalientes de Madre Luisita es la alegra,
pero una alegra que brota de hacer la voluntad del Padre y estar dispuestas
por l a entregar y desgastar la propia vida a favor de los dems:
queramos lo que Dios Ntro. Seor quiere y sirvmoslo con alegra en dnde y
cmo El, lo quiera398.
Cunto deseo que estn bien de alma y cuerpo y contentas, sirviendo a Dios
Ntro. Seor con alegra399.
Alegra y mucha alegra y a trabajar 400.
- En comunin eclesial
Madre Luisita fue una mujer eclesial, que am a la Iglesia, vivi y propici la
comunin con sus pastores y con todos los seguidores de Cristo, buscando la
unidad como testimonio misionero a favor del Evangelio.
Ya papacito dio ayer el permiso por escrito para que vivamos aqu y
establezcamos un colegio Bendito sea Dios! Qu hermoso es hacerlo todo
de acuerdo con sus padres! Verdaderamente se siente satisfaccin 401.
Dales de mi parte a las madres un saludo carioso y en todo lo que hagas con
ellas, que sea de acuerdo con el prroco e invtalo a las juntas e insprales a las
seoras mucha adhesin y sumisin al Sr. Cura y deseos de ayudarle en su
difcil cargo y que se lo manifiesten, pues le servir al seor de consuelo 402.
Al concluir este apartado podemos sintetizar que Madre Luisita fue la misionera
del Padre, enviada a ser transparencia de su Providencia, Misericordia y
Bondad, a partir de la experiencia de discipulado con el Corazn de Jess
Eucarista, que la convierte en apstol y con la ayuda del Espritu Santo realiza
su tarea apostlica desde unos rasgos muy concretos.
TEMA 5.
LA MISIN NICA
DE LAS Y LOS CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZN
Despus de su resurreccin, Jess enva a sus discpulos y discpulas a anunciar
y testimoniar su Reino en el mundo. Como hemos visto en el tema 3, madre
Luisita, a lo largo de su vida fue descubriendo el envo recibido del Padre, en el
Hijo y a travs del Espritu, que en un momento concreto de su existencia, la
lleva a fundar una congregacin para dar respuesta a la realidad histrica y la
misin encomendada.
Las religiosas a travs de su seguimiento a Cristo y el servicio a los
hermanos/as, han querido actualizar entre el pueblo, la presencia salvadora de
su Maestro que curaba las enfermedades fsicas y morales (pastoral de la
salud), enseaba (pastoral educativa), anunciaba la buena nueva a sus
398
399
400
401
402
Carta
Carta
Carta
Carta
Carta
84
220
561
259
80
270
La pastoral de la espiritualidad
La pastoral educativa
La pastoral de la salud
Tiene como tarea hacer llegar el anuncio del Evangelio a todos los lugares de la
tierra y se hace presente entre el pueblo, en los ambientes parroquiales
preferentemente entre marginados urbanos, campesinos, indocumentados,
etc., para acompaarlos en su proceso de fe, participando en todo aquello que
construya la comunidad y favorezca la transformacin del mundo; propiciando
a travs de la oracin contemplativa el anuncio proftico de la palabra, el
compromiso solidario y la convivencia fraterna. La presencia misionera se
271
272
406
Consideren el amor tan grande que nos ha demostrado el Padre: hasta el punto de llamarnos
hijos de Dios; y en verdad lo somos (1 Jn 3,1).
273
274
Del encuentro con Dios, que es amor, se van dando nuevas relaciones y
actitudes de encuentro con los hermanos y con el cosmos. Ser discpulas y
discpulos de Jess nos hace crecer en humanismo, para erradicar de nuestra
vida todo aquello que contradice nuestro verdadero ser, como son las actitudes
de egosmo, odio, envidia, individualismo, violencia, apata, etc.
Nuestra misin, es anunciar que el Padre se acerca gratuitamente a cada
hombre y mujer para ofrecernos la experiencia de su amor, que nos ayude a
vencer cada da, los brotes de inhumanidad, que contradicen el don de la
filiacin y de la fraternidad.411
- Para hacer su voluntad
La experiencia de filiacin orienta nuestra vida al cumplimiento de la voluntad
del Padre, al que deseamos servir desde la gratuidad y la disponibilidad que
vamos aprendiendo de Jess.
El discipulado a los pies de Jess nos permite ser un don para los hermanos y
hermanas, llevando a todos la buena nueva de que el Reino se ha acercado a
nosotros, pues el amor del Padre es incondicional y Jess nos lo ha hecho
tangible.
La experiencia del discipulado nos ayuda a descubrir la presencia del Dios
Trinidad en la historia, en cada persona, en cada situacin y desde ese espritu
contemplativo y proftico, nos compromete a participar en la construccin del
Reino.412
* El rasgo fundamental de la misin nica de CSC
Las y los Carmelitas del Sagrado Corazn, participamos en la extensin del
Reino de Dios desde los rasgos propios de la misin nica que tenemos como
familia y que concretamos en el servicio que nos permite anunciar la Buena
Noticia del evangelio en medio de las realidades sociales y culturales donde
estamos insertos/as.
El rasgo fundamental de la proyeccin pastoral del carisma es: acompaar a
nuestros hermanos/as en la bsqueda de una autntica experiencia de
Dios413. Esta es nuestra misin nica en todos los servicios que realizamos en
la Iglesia y en todos los lugares en los que hacemos presente el reino de Dios.
Esta misin nica que nos une e identifica a toda la familia de Carmelitas del
Sagrado Corazn, es ms urgente que nunca, ya que al inicio del tercer
milenio, nos encontramos con grandes desafos imprevistos, vivimos un cambio
de poca caracterizado por transformaciones culturales y corrientes seculares
que estn modificando las conductas, los estilos de vida, los gustos y la
jerarqua de valores...es alarmante el estado de insatisfaccin y prdida del
sentido que experimentan el hombre y la mujer de nuestro tiempo 414.
411
Cfr. Bucker B., Horizontes de la Vida Consagrada en Amrica Latina y el Caribe, Bogot, 2006,
pp. 159-163
412
Cfr. Constituciones 56
413
Constituciones 10.3
414
Carmelitas del Sagrado Corazn, El dueo de la presencia y la intimidad, 2003, Pg. 73
275
415
416
417
276
418
419
420
421
422
423
Carta 215
Constituciones 8
Cartas y apuntes espirituales, Pg. 856
cfr. Constituciones 15 y 56
cfr. Constituciones 58
cfr. XI Captulo General, Pg. 18
277
MDULO 6
LA MISIN NICA
Ficha 1. Jess: el enviado del Padre
Objetivo: Conocer y profundizar en la misin de Jess de la cual participamos
por nuestro bautismo, para que nos pongamos al servicio del reino de Dios
desde las distintas realidades donde nos encontramos presentes.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
EL MUNDO EN MINIATURA
(Adjunto en Power Point)
278
Lc. 4,17-19
Lc 19, 10
Juan 3, 16-17
Jn. 10, 10
Marcos 13, 13-15
Mc 16, 15
Mt 28, 29
279
Y as en marcha ir cantando
por calles predicando lo grande que es tu amor,
Seor tengo alma misionera,
condceme a la tierra que tenga sed de Dios.
5. EVALUAR EL PROCESO DE ESTUDIO Y PROFUNDIZACIN DEL
CARISMA
280
MDULO 6
LA MISIN NICA
Ficha 2. Mara, discpula y misionera
Objetivo: Conocer y profundizar en la misin que realiz Mara dentro de la
historia de salvacin, para que motivados por su testimonio de discpula de
Jess y misionera de su buena noticia, realicemos el servicio que l nos
proponga, desde nuestro ambiente cotidiano.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
EL PERFUME
Un da Dios llam a tres personas y les regal a cada una un pequeo frasco
que contena el perfume de la Vida Eterna.
La primera de ellas, abrumada por tal regalo del mismsimo Dios, fue corriendo
por una cadenita de oro para colgarse el pequeo frasco del cuello. Eso le
recordara a Dios y le hara tenerlo siempre presente.
La segunda march de prisa a su casa, derram el perfume en un recipiente y
comenz a analizar su composicin qumica hasta obtener la frmula. Se la
aprendi de memoria e hizo que los dems tambin se la aprendieran para que
supieran en qu consista el perfume de la Vida Eterna.
La tercera persona abri el pequeo frasco y vaci todo el perfume sobre su
cabeza y se march a perfumar el mundo.
Preguntas para la reflexin de la realidad:
-
Cada una de estas tres personas elegidas por Dios acogi de manera
diferente el regalo de Dios. Ordinariamente qu hacemos los
cristianos con la misin que nos ha confiado en este mundo y
realidad concreta?
Lc 1, 39-45
Hec 1, 12-14
281
282
MDULO 6
LA MISIN NICA
Ficha 3. Madre Luisita: misionera de la providencia,
bondad y misericordia del Padre.
Objetivo: Conocer y profundizar en la misin que le confi el Padre a Madre
Luisita, de transparentar su providencia, bondad y misericordia, para que
hagamos su misma experiencia a travs de la propia vocacin que nos implica
un servicio apostlico-pastoral-misionero a los dems.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
LAS MEJORES SEMILLAS
Un empresario agricultor, de poco estudio, participaba todos los aos de la
principal feria de agricultura de su ciudad. Lo ms extraordinario es que l
siempre ganaba, ao tras ao, el trofeo: MAZ DEL AO. Entraba con su maz
en la feria y sala con la faja azul recubriendo su pecho. Su maz era cada vez
mejor. En una ocasin de esas, un reportero de TV abord al agricultor despus
de la tradicional colocacin de la faja de campen! l qued muy intrigado con
la revelacin del agricultor, de cmo acostumbraba cultivar su calificado y
valioso producto. El reportero descubri que el agricultor comparta buena
parte de las mejores semillas de su plantacin de maz con sus vecinos.
- Cmo puede usted compartir sus mejores semillas con sus vecinos,
cuando ellos estn compitiendo directamente con usted?
El agricultor respondi:
- Usted no sabe? Es simple! El viento recoge el polen del maz
maduro y lo lleva de campo en campo. Si mis vecinos cultivaran maz
inferior al mo, la polinizacin degradara continuamente la calidad de
mi maz. Si yo quiero cultivar maz bueno, tengo que ayudarlos a
cultivar el mejor maz, cediendo a ellos las mejores semillas. Aquellos
que escogen estar en paz, deben hacer que sus vecinos estn en
paz. Aquellos que quieren vivir bien, tienen que ayudar a los otros
para que vivan bien. Aquellos que quieren ser felices, tienen que
ayudar a los otros a encontrar la felicidad, pues el bienestar de cada
uno est ligado al bienestar de todos.
Ahora entiendes que todos somos importantes unos para otros y que para
vivir bien, dependemos unos de los otros? Espero que tambin consigas ayudar
a tus vecinos a cultivar cada vez ms las mejores semillas, los mejores maces
y las mejores amistades. Para tratar contigo mismo, usa la cabeza. Para tratar
con los otros, usa el corazn.
Preguntas para la reflexin de la realidad:
- Qu tipo de semillas sembramos en el mundo?
- Qu frutos estamos recogiendo?
283
284
285
MDULO 6
LA MISIN NICA
Ficha 4. Madre Luisita realiza la misin
como discpula disponible a la voluntad del Padre
Objetivo: Conocer y profundizar en la disponibilidad que caracteriz a Madre
Luisita para que a travs de nuestro discipulado hagamos nuestra la pedagoga
que la caracteriz: con suavidad ganar el corazn del pueblo para llevarlo a
Dios.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
DEPENDE DE TI
Unos obreros estaban picando piedras frente a un enorme edificio en
construccin. Se acerc un visitante a uno de los obreros y le pregunt:
- Qu estn haciendo ustedes aqu?
El obrero lo mir con dureza y le respondi:
- Acaso usted est ciego para no ver lo que hacemos? Aqu, picando piedras
como esclavos por un sueldo miserable y sin el menor reconocimiento. Vea
usted ese mismo cartel. All ponen los nombres de Ingenieros, Arquitectos,
pero no ponen los nuestros que somos los que trabajamos duro y dejamos en la
obra el pellejo.
El visitante se acerc entonces a otro obrero y le pregunt lo mismo.
-Aqu, como usted bien puede ver, picando piedras para levantar este enorme
edificio. El trabajo es duro y est mal pagado, pero los tiempos son difciles, no
hay mucho trabajo y algo hay que hacer para llevar la comida a los hijos. Se
acerc el visitante a un tercer obrero y una vez ms le pregunt lo que estaba
haciendo. El hombre le contest con gran entusiasmo:
-Estamos levantando un hospital, el ms hermoso del mundo. Las generaciones
futuras lo admirarn impresionados y escucharn el entrar y salir constante de
las ambulancias, anunciando el auxilio de Dios para los hombres. Yo no lo ver
terminado, pero quiero ser parte de esta extraordinaria aventura.
El mismo trabajo, el mismo sueldo, la misma falta de reconocimiento; una
misma realidad. Tres maneras distintas de vivirla: como esclavitud; como
resignacin; como pasin, aventura y desafo.
Piensa que el mundo es un infierno y lo ser. Piensa que este mundo es parte
del Paraso y lo ser. Vivir con ilusin, convertir el trabajo en una fiesta,
sentirnos parte de las buenas obras...
286
De ti depende!
Preguntas para la reflexin de la realidad:
-
Cmo asumimos las propuestas que nos hace Dios para servirlo en los
dems? cmo esclavitud? con resignacin? o con pasin, aventura y
desafo?
287
288
289
MDULO 6
MISIN NICA
Ficha 5. La misin nica de los y las Carmelitas del Sagrado
Corazn
Objetivo: Recrear la misin nica de Madre Luisita a partir de las enseanzas
de Jess y Mara, para que mantengamos viva en el mundo la experiencia de
Dios providente, bondadoso y misericordioso en las distintas realidades donde
nos encontramos presentes.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE
VER)
Se invita a hermanas o laicas/as para que
Tambin se pueden fotocopiar algunas de
las que se compartieron en el Congreso
nica).
Procuren estar contentas en donde Dios las tiene y como las tenga,
fjense en hacer la voluntad de Dios y hganla suya (Carta 61).
Procura ser apstol: una palabra que se diga en nombre de Dios, puede
ser la salvacin de una alma (Carta 75).
290
291
292
MDULO 7.
LA OPCIN POR LOS POBRES
Introduccin:
Los cristianos atendemos amorosamente a los pobres porque fue la opcin de
Jess, que vino a enriquecernos con su pobreza 424. Por eso, la Iglesia universal
opta preferencialmente por el ser humano desfigurado por las distintas formas
de deshumanizacin. En cualquier tiempo y lugar donde se atente contra la
vida de las personas, los bautizados se comprometen generosamente para
hacer presente la compasin de Dios, que desde siempre ha estado del lado de
los marginados y excluidos.
Por este motivo y porque el dolor de los empobrecidos cautiv personalmente
el corazn de Madre Luisita, la opcin preferencial por los pobres es uno de los
elementos fundamentales del carisma de Carmelitas del Sagrado Corazn.
Nuestra fundadora, desde antes de ser religiosa volc su amor maternal haca
a los desposedos a los que atendi amorosa y generosamente a travs de la
Conferencia de San Vicente de Paul. Por lo tanto, es una opcin que
acompaar toda su vida y su misin apostlica.
Esta opcin por los pobres de nuestra madre Luisita la llev a abrazar la
pobreza material y espiritual, que estuvo cimentada en el amor filial al Padre y
la confianza que senta en su providencia. La experiencia de la paternidad de
Dios es el fundamento de su opcin por los excluidos, que a su vez, fue
ensanchando su corazn, hasta acoger a todos aquellos rostros concretos de
pobres que requeran del amor providente, bondadoso y misericordioso del
Padre.
Igual que en los mdulos anteriores, haremos nuestra profundizacin desde
cinco temas, en el primero la opcin de Jess por los pobres, en el segundo
Mara la pobre de Yahv, en el tercero veremos cmo Madre Luisita hace suya
esa opcin de Jess, en el cuarto los rasgos de su pobreza y pequeez y en el
quinto algunos elementos concretos de la opcin por los pobres de los y las
que participamos de su carisma de Carmelitas del Sagrado Corazn.
TEMA 1.
LA OPCIN DE JESS POR LOS POBRES
El anuncio de Jess, su buena noticia, tuvo como primeros destinatarios a los
pobres, los enfermos, los pecadores, las mujeres, los nios, etc. y todo aquellos
que formaban el cinturn de excluidos de la sociedad civil y religiosa de su
tiempo. Son los pobres una realidad escandalosa, producto de una estructura
socio-religiosa de pecado, que denigra la dignidad humana y niega el derecho y
la posibilidad del encuentro con Dios, fijando leyes injustas que alejan a Dios
del Pueblo y al Pueblo de Dios.
* Contexto del pueblo de Israel en tiempos de Jess
424
293
En hebreo, el diezmo se llama maaser, lo que significa literalmente la dcima parte del
ingreso que una persona ha separado con cierto propstivo. En tiempos bblicos, existan tres
clases de diezmos: el primer diezmo llamado masser rishn, que era dado al levita, quien a su
vez diezmaba al sacerdote (Nm. 18, 24). El segundo diezmo, llamado maaser sheni, era
consumido durante una celebracin especial (Deut. 14, 22-23). Los eruditos asumen que ese
segundo diezmo era llevado a Jerusaln durante una de las tres fiestas principales, Pascua,
Pentecosts y Tabernculos, y se coma en los contornos del Templo. El tercer diezmo, el maaser
ani, era tambin llamado el diezmo del pobre, y se distribua a los tres principales grupos de
pobres, especficamente los hurfanos, las viudas y los extranjeros, adems de los levitas (Detu.
14, 28-29).
294
426
GONZALEZ BUELTA, Benjamin, Signos y parbolas para contemplar la historia, Sal Terrae,
Espaa, 1992.
295
* La pobreza de Jess
La pobreza de Jess no es principalmente carencia de bienes, ya que vive en la
casa de su padre Jos (Mt 2, 23); ejerce un oficio remunerado (Mc 6,3); su
grupo est sostenido por la ayuda de los amigos, sobre todo de las mujeres
acomodadas de la burguesa (Lc 8, 1-3); posee una ropa ms que decorosa (Jn
19, 23). Su pobreza equivale a libertad (Mt 8, 20), a mansedumbre, a humildad
de corazn (Jn 11, 29), a disponibilidad a la voluntad del Padre (Jn 4, 34). Cristo
siendo rico se hizo pobre para enriquecer a los dems (2 Cor 8,9). Ese es el
ms grande don que puede compartir con la humanidad, su propia persona a
disposicin de todos; en total apertura, abandono y disponibilidad al Padre,
para el servicio de los hermanos.
Jess ofrece como "signo" del cumplimiento de las promesas mesinicas la
evangelizacin de los pobres (Mt 11, 5; Lc 7, 22) y sintetiza el dato existencial
de la pobreza integral: "Las zorras tienen madrigueras y los pjaros del cielo
nidos, pero el hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza" (Mt 8,20).
Jess se pone de parte de los pobres (93 veces en el evangelio), los felicita en
la primera bienaventuranza y les garantiza que de ellos es el reino (Mt 5, 3; Lc
6, 20); los exalta en la parbola del rico epuln y del pobre Lzaro (Lc 6, 19-31)
y en el "bolo de la viuda" (Mc 12, 41-44); quiere hacer que participen de la
vida social (Lc 14, 21), compartiendo los bienes con los dems (Mt 19, 21).
Exhorta a no preocuparse por las riquezas (Mt 6,19-21.25-33), advierte de sus
peligros (Lc 12,16-21; Mc 10,17-25) e invita al joven rico a renunciar a todo lo
que tiene (Cfr. Lc 18, 18). La condicin esencial para seguir a Jess es "hacerse
pobre".
Jess prevea que no faltaran nunca pobres. Su palabra no institucionaliza la
pobreza, sino que busca motivar en los discpulos el esfuerzo por eliminar un
malestar, un sufrimiento, una indigencia a travs de la justicia social (Mt
23,23), el reparto de la propia riqueza (Mt 19,21; Lc 12, 33; 19, 8), la
distribucin generosa y purificadora (Mt 6, 2; Lc 11, 41; 12, 33-34), la ayuda
tangible y real (Mt 23, 3-46), sin interrupcin. Los pobres en la dimensin del
evangelio son "sacramento". En ellos se oculta el mismo Cristo y se le sirve o
se le desprecia (Mt 10, 42; 25, 40-45), ellos simbolizan la realidad del reino
celestial (Lc 14, 15-24; 15, 11-32; 16,19-31). Los pobres constituyen la prueba
427
Julio Lois Fernndez, Jess: compromiso con el pobre, extrado el 15 de enero del 2009 de la
World Wide Web: http//www.ciberiglesia.net/discipulos/06/06 cristologia_pobres _jlois.htm.
428
Ibidem.
296
297
muchos de aquellos pobres que parecen tenerlo todo sern los ltimos. La
alegra de los mendigos no poda ser mayor. En su corazn se despertaba una
esperanza nueva. Jess es el profeta de la misericordia de Dios, su palabra no
significa ahora mismo el final del hambre y de la miseria de estas gentes, pero
s una dignidad indestructible para todas las vctimas de abusos y atropellos:
prostitutas y pecadores, paganos y samaritanos, leprosos y posesos, mujeres y
nios, enfermos y publicanos, el pueblo campesino y los que no tienen voz. Su
vida es sagrada. Todo el mundo ha de saber que son los hijos predilectos de
Dios431.
TEMA 2.
MARA LA POBRE DE YAV
Mara perteneca a los pobres de Yav, llamados Anawin, ese pequeo resto del
pueblo de Israel que permaneci fiel a la alianza y espera fielmente la venida
del Mesas prometido, ofrecido por Dios. Los evangelios nos presentan a la
madre de Jess, como la mujer pobre, que vive en Nazaret, un lugar
insignificante; en una casa ordinaria y sencilla, realizando los trabajos
domsticos; comparte la realidad de opresin de su pueblo; da a luz en un
cueva de Beln, porque no hay un lugar reservado para ellos en la posada;
tiene que refugiarse en Egipto para salvar a su Hijo; es marginada por su
condicin de mujer, etc. Todos los textos bblicos nos la retratan como la mujer
sencilla y humilde, totalmente centrada en Dios y su Hijo Jess, abierta al
Espritu y al servicio del pueblo. Vamos a profundizar en algunos de ellos:
* El magnificat
En el cntico del magnificat Mara ratifica que Dios se ha fijado en su humilde
esclava (Lc 1, 48), se reconoce a s misma como miembro del grupo de los
anawin (=los pobres de Yav), aquellos que lo esperan todo de Dios, por lo
tanto, se convierte en la representante de los pobres, portadora del mensaje
liberador de que la salvacin ha llegado en la persona de Jess. Por eso, se
llena de gozo y afianza su fe, esperanza y amor en el Dios de Israel que
sorprende a la humanidad, al elegir a una mujer pobre y pequea para que sea
la madre del Redentor.
Mara es modelo de compromiso con el pobre. No tuvo que hacer la "opcin
preferencial" por los pobres de que tanto se habla hoy, porque ella fue
realmente pobre, no se esclaviz a los bienes; pero tampoco acept su pobreza
y la pobreza de su pueblo como algo deseado o impuesto por Dios, sino que
comprendi que era culpa de un sistema que excluye y de personas
prepotentes que no sienten compasin por sus hermanos 432: Despleg la
fuerza de su brazo, dispers a los soberbios en su propio corazn. Derrib a los
potentados de sus tronos y exalt a los humildes. A los hambrientos colm de
bienes y despidi a los ricos sin nada..." (Lc 1, 51-53).
* El nacimiento
431
298
433
299
Mara, es la madre solidaria de los necesitados, y que por otro lado, propicia
una relacin entre su Hijo y los sirvientes, que slo una mujer pobre puede
realizar sin ganarse el crdito, al contrario, dejando a su Hijo el espacio para
que se revele prdigamente. Los encamina por el camino del discipulado,
porque ella, ha hecho esta experiencia, pues ha sido la primera en acoger la
Palabra, que ha sido encarnada en su seno, al mostrarse totalmente abierta y
disponible, como vasija vaca, libre y receptiva para recibir el Vino Nuevo, el
Verbo Divino. Por primera vez nos muestran los evangelios a Mara cumpliendo
su misin como intercesora, porque es la mujer que sabe estar atenta a las
necesidades de los dems, a travs de una relacin de confianza ilimitada en
Dios.
En Mara se conjuntan armoniosamente la pobreza material y espiritual. El
secreto de su pobreza era uno slo: Dios. Solamente en l estaba firme su
corazn. Slo en l tena sus alegras, sus consuelos, sus esperanzas y
confiando en su providencia nunca sinti necesidad de nada ms. Por lo tanto,
permaneci abierta y receptiva a Dios y a la realidad de su pueblo, vivi
comprometida con l y su proyecto de salvacin para siempre, por eso, se
mantuvo fiel junto a la cruz, haciendo hasta el extremo la voluntad de Dios. La
pobreza de Mara no qued infecunda, al contrario, se enriqueci totalmente al
convertirse en morada del Hijo de Dios y posibilitar a la humanidad entera la
gracia de conocerlo, amarlo y seguirlo como su mayor tesoro y felicidad.
TEMA 3.
LA OPCIN POR LOS POBRES EN MADRE LUISITA
Luisita de la Pea Navarro naci en una familia rica, donde cont con los
recursos necesarios para su desarrollo integral. Sus padres, fueron personas de
gran caridad, que supieron compartir sus bienes con los menos favorecidos,
adems de que siempre los trataron con amabilidad y cordialidad. En su vida
matrimonial, Luisita de la Pea junto a su esposo el Dr. Pascual Rojas, se dedic
a atender a los enfermos necesitados, a los cuales visitaba, llevaba alimentos y
medicinas. El dinero que Dios nos ha dado ha de ser como la sangre de Cristo:
tiene que servir para redimir a los pobres. -frase que todava se conserva del
discurso de inauguracin del Hospital del Atotonilco-, refleja muy bien el lema y
programa de vida del matrimonio Rojas de la Pea.
Cuando Luisita qued viuda a los 29 aos de edad, sigui atendiendo a los
pobres y despus de casi nueve aos de que muri su esposo, nuevamente le
pregunta a Dios qu quiere de ella y descubre que la llama a cristalizar su
deseo de entrega a l y a los dems, a travs de la consagracin religiosa. As
fue como ingres al monasterio de las Carmelitas Descalzas en Guadalajara.
Sin embargo, en los momentos de contemplacin se le revelaban una y otra
vez, los rostros de los pobres, que necesitaban de una atencin humana y
espiritual de acuerdo al proyecto salvfico del Padre. Por ello, despus de
consultar a las personas adecuadas y ser confirmada en su bsqueda, decidi
regresar a Atotonilco, su pueblo natal, para continuar con la obra ya iniciada en
el Hospital Sagrado Corazn.
Madre Luisita enamorada de Jess, lo descubri como el tesoro escondido por
el cual fue capaz de venderlo todo (cfr. Mt 13, 44-46). En la Navidad de 1904,
emprendi un camino nuevo junto a sus primeras cinco compaeras y puso en
300
comn los bienes que posea para sostenimiento de la obra naciente; siguiendo
el ejemplo del Divino Nio en el pesebre, se confi en la providencia de Dios,
para realizar la misin que se le haba encomendado.
No eran tiempos fciles, pues desde 1876 ao en el que subi al poder el
general Porfirio Daz, Mxico viva una situacin de aislamiento. La guerra
contra el imperio haba sido una de las causas principales para su marginacin.
No haba inversiones por falta de garantas. La vida poltica era inestable y el
presupuesto del Estado raqutico. El comercio casi estaba paralizado por la
inseguridad y la carencia de vas de transporte. Las relaciones internacionales
con algunas naciones estaban suspendidas, porque se tenan deudas
impagables por el momento. Se dieron algunos avances en el campo
econmico, aunque la mayora segua viviendo en pobreza extrema.
Cuando se fund la congregacin la etapa porfirista tena 28 aos, con sus
funestas consecuencias. Por lo tanto, el corazn tierno y amoroso de Madre
Luisita se conmovi profundamente ante el clamor de los empobrecidos y su
misin se enfoc principalmente a facilitarles una experiencia del amor de
Dios, que les abriera a la posibilidad de crecer integralmente a travs de un
acompaamiento humano-espiritual. Su opcin por lo pobres se manifiesta
principalmente al poner al servicio el escaso personal religioso que tena, con
el fin de acudir a los distintos lugares donde se requera de su servicio. La
providencia de Dios manifestada en nuevas vocaciones, le permiti compartir
desde su pobreza y enviar a las hermanas para que se dedicaran a la atencin
de los ms necesitados de su tiempo.
Aunque ella libremente opt por una vida pobre y austera para compartir la
suerte de los empobrecidos, Dios le permiti saborear la pobreza extrema, lo
cual, le favoreci en su camino de pobreza espiritual y le llev a aceptar con
alegra la llamada que haba recibido desde muy pequea a aceptar la pobreza
como su compaera cotidiana: Comprend la gracia que nuestro Seor me
haba hecho, dndome gusto desde pequea al estado pobre 435.
435
301
La Sma. Virgen y Seor San Jos, no se quejaron de lo feo y pobreza del portal
de Beln, ah estaban con el Divino Nio, era su Voluntad tenerlos en tantas
incomodidades y esto les bastaba para ser felices (Carta 561).
El seguimiento a Jess la impuls a abrazar con alegra la pobreza, pues esto le
permita identificarse totalmente con l. Se fi de su Palabra y comenz un
camino de desprendimiento continuo que la llev a vivir y morir totalmente
despojada.
ahora s hemos sabido lo que es ser pobre. Bendito sea Dios, es una gracia
la que nos hace facilitarnos lo que hemos ofrecido e imitar en eso poquito a
Ntro. Seor Jesucristo (Carta 152).
El pesebre y la cruz fueron los dos grandes ejes de su camino espiritual, en el
cual se dej conducir por las propuestas del Espritu de Dios, que la animaba a
responder en fidelidad creativa de acuerdo a la historia que le toc vivir:
Qu hermoso, hermanas el que Nuestro Seor nos haga practicar de verdad la
pobreza. Nosotras s tenemos nuestra tarima, nuestra casa indispensable, pero
recordemos su nacimiento y su muerte (Testimonio de la Hna. Rosala de
Santa Teresa, Placencia Gutirrez).
Descubri que Jess opt por la pobreza, para combatir los males que
ocasionaba la ambicin y la avaricia. Por lo tanto, Madre Luisita en su
seguimiento no slo se desprendi de su bienes materiales, sino que toda su
persona se puso al servicio de los dems, y esto es corroborado por algunos de
los testimonios de las hermanas y personas que la conocieron y que se iban
muy enriquecidos por sus palabras de aliento y esperanza en sus necesidades,
por el tiempo y paciencia para escuchar sus sufrimientos, porque los orientaba
con sus consejos e ideas, etc.
As fue N. Madre dulce toda su vida y con todas las personas, amable con
los pobres, caritativa. Nadie se iba desconsolado de con ella, aunque fueran
unas pocas palabras de aliento436.
No se reservaba nada para s, ni sus bienes, ni su tiempo, ni sus dones, todo
estaba al servicio del reino y de los carentes de vida. As, en la medida que ella
se empobreca para servir con mayor libertad a los pobres y compartir su
suerte, los iba enriqueciendo con el don de su persona, siempre abierta y
disponible para escucharlos, motivarlos y acompaarlos.
- Atencin especial a los pobres
Madre Luisita desde antes de consagrarse a Dios por los votos religiosos, fue
una laica comprometida con las realidades dolorosas de su pueblo natal:
Atotonilco el Alto, Jalisco. Haba muchos grupos de empobrecidos por la
situacin del pas, pero especialmente fue sensible frente a la enfermedad,
como la mxima pobreza que puede experimentar la persona humana.
Descubri en cada uno de ellos el rostro de Cristo y constat que los enfermos
eran los preferidos de Dios:
436
302
Conque tienes mucho quehacer con tantos enfermos. Qu bueno hija, dale
gracias a Dios, es prueba de que te quiere mucho, te ocupa con sus miembros
ms queridos; dale infinitas gracias y aprecia la gracia que te hace (Carta
631).
Nuestra madre fundadora cuid con mucha delicadeza y ternura de los
enfermos, porque le conmova su situacin de pobreza al lmite. Sin embargo,
se mantuvo atenta a las realidades deshumanizantes que vivan los pobres, y
de su corazn compasivo surge la diversidad de pastorales de la congregacin
de Carmelitas del Sagrado Corazn: educacin, salud, parroquias, misiones y
espiritualidad.
- Abraz la pobreza con alegra y creatividad
Dios no quiere que la gente sufra carencias materiales, por eso ha querido
proporcionar a los seres humanos los medios necesarios para que vivan y se
desarrollen integralmente. Pero, el sistema de injusticia imperante en nuestro
planeta ha abierto una brecha, que se agranda cada da ms, entre ricos y
pobres. Adems de esta situacin de empobrecimiento, nos hemos convertido
en vctimas del materialismo y del confort, que nos atrapan con sus ofertas,
que nos llevan a invertir muchas veces los valores, dando prioridad al tener
sobre el ser.
Madre Luisita nos ensea que en la medida que vaciaba su corazn de los
bienes terrenales, se llenaba de la presencia de Dios y esto le produca una
enorme alegra:
Bendigamos a nuestro Seor que nos tiene tan pobres, pues indudablemente
nos har bien el carecer de recursos, nada ms aceptemos con gusto las
privaciones que nos trae la pobreza (Carta 200).
Dios Nuestro Seor quiso probarla con suma pobreza, la que ella supo sufrir
con admirable paciencia (Sor Margarita de Cristo y de san Martn de Porres,
1. Relacin).
No asumi la pobreza como si fuera un fin, sino para compartir su suerte y
ayudarles a los pobres a salir de su miseria. Ella misma, se preocup de que a
sus hijas no les faltara lo indispensable para conservar la vida, como es el
alimento y las medicinas, lo dems era relativo:
Los veinte pesos que mand para pagar a Elenita, que se queden nicamente
para las medicinas de Mara de. C., porque no quiero le falten y dilatar en
poder mandarles ms dinero porque estamos con fuerte deuda en renta de
casa. Cuando les mande Margarita, aprtenle a Mara para sus medicinas. Por
amor de Dios, que no le falten ni su leche en la maana y en la noche (Cartas
y apuntes espirituales, Pg. 558).
Por lo mismo, las motiv siempre a buscar creativamente la forma de allegarse
recursos que les permitiera tener el mnimo necesario para desgastarse al
servicio del reino de Dios:
Dios Ntro. Seor nos ayude como hasta aqu; es admirable cmo S. D. M. ha
hecho que palpemos que l es quien nos sustenta y da para lo necesario; sin
303
304
305
estamos en el tiempo de las posadas, hay que pedirlas y que nos sean
negadas (Carta 590).
Madre Luisita era feliz donde y con lo que Dios le ofreciera, y esta experiencia
de confianza y abandono en su providencia, la fue transformando en la mujer
itinerante y libre, apasionada y valiente, capaz de dejarlo todo por Jess y su
Reino.
- Promovi la mstica del trabajo como fuente de autofinanciamiento
En los tiempos difciles que le toc vivir junto con su naciente congregacin, no
se cruz de brazos, sino que busc trabajo y otras formas de allegarse recursos
para su familia religiosa, siempre que estuvieran en consonancia con su ser de
mujeres consagradas. Aunque la providencia no la abandonaba y siempre la
sorprenda con su generosidad, ella pona cuanto estuviera de su parte, con el
fin de agenciarse los ingresos necesarios para vivir con dignidad:
Tengo muy buena voluntad para que se atiendan a las pobres
estuviramos desahogadas no pediramos dinero; pero te consta
necesitamos de nuestro trabajo para comer y eso hace que pidamos
retribuidas las que den las clases; yo nicamente har porque no
personal (Carta 285).
y si
que
sean
falte
306
TEMA 4.
RASGOS DE LA POBREZA Y PEQUEEZ EN MADRE LUISITA
La pobreza y pequeez de la cual nos habla el evangelista Mateo en 5, 1:
Bienaventurados los pobres de espritu, significa total disponibilidad ante el
Seor y es condicin para acoger la Palabra de Dios, por lo tanto, tiene el
mismo sentido que el tema evanglico de la infancia espiritual.
* La pobreza espiritual en las Sagradas Escrituras y en la realidad de
hoy
Para entender un poco ms la pobreza espiritual de N. M. Luisita podemos
acudir a las Sagradas Escrituras en donde encontramos un largo inventario de
personas humildes en pugna con grandes grupos que las avasallan, las
aplastan, las superan en nmero y muchas veces parecen destruirlas
completamente. Los israelitas en Egipto sufren la esclavitud (Cfr. Ex 1,8.).
David lucha contra Goliat (cfr. 1Sam 17, 32). Los exiliados, obligados a partir de
Jerusaln despus de la destruccin del templo, soportan humillaciones (cfr.1Re
8, 47). Jos abandonado por sus propios hermanos, conoce el aislamiento (cfr.
Gen 37, 12). Ruth, viuda en un mundo masculino, se resiste al desnimo (cfr.
Rut 2, 1). Esther, separada del pueblo juda y llevada a la corte del rey persa,
se enfrenta a la muerte (cfr. Ester 4, 15). Judith, a quien se deja sola a la hora
de hacer frente al guerrero Holofernes, lleva a sus espaldas las esperanzas de
todo el pueblo (cfr. Jdt 9,1). Uno tras otro se enfrentan a fuerzas demasiado
poderosas para ellos y sobreviven para empezar de nuevo.
Sin embargo, sean cuales sean las connotaciones bblicas, la impotencia, la
pequeez y la debilidad no son imgenes que valoremos ni en esta cultura ni
en este mundo. Es ms, no son papeles que aceptemos con ecuanimidad. La
lucha por la supremaca sigue siendo encarnizada en todos los terrenos:
economa, comercio, ciencia, poder militar, e incluso en el deporte, que antes
era un simple juego y ahora es objeto de intrigas polticas a nivel internacional.
Vivimos en un mundo competitivo que calcula el valor en cifras y mide la
importancia por el tamao. Basamos nuestra publicidad en la dimensin de las
cosas en lugar de su calidad, nuestros eslganes hablan de poder y dominio:
Somos el nmero uno, somos el lder en nuestro campo, etc.
Evidentemente, no sabemos casi nada de la vitalidad de la pequeez, y no
digamos de su atractivo. Apenas sabemos nada de la mano de Dios en
situaciones desesperadas. Nos especializamos en el tamao, no
necesariamente en el compromiso 437.
437
CHITTISTER J., El fuego en estas cenizas, Sal Terrae, Espaa, 1998, pp. 96-107.
307
Esta cultura est afectando a nuestro mundo, porque nos hemos metido en el
torbellino de la competencia, la fama y el poder. No queremos quedarnos
detrs, aunque sacrifiquemos muchas cosas: el tiempo con la pareja o con los
hijos, las amistades, las relaciones, el descanso, la salud, etc. Y lo ms grave
es que con esa mentalidad estamos excluyendo a personas por haber
envejecido, porque no fueron concebidos en el momento deseado, porque
estn enfermos o porque nacieron con otras capacidades. Precisamente en
esta lucha por ganar y vencer, es significativo el testimonio de M. Luisita y su
existencia abandonada totalmente en las manos de Dios, porque ha
experimentado que la pequeez le agrada y lo cautiva totalmente:
Te voy a confiar una grande pena, que necesito colgarme del cuello de Ntro.
Seor y dejarlo todo en su divino Corazn, para soportarla con tranquilidad y
gracias a Dios lo he conseguido (Carta 479).
Cada da estoy ms hinchada y parece extenuada, es natural pues dada mi
enfermedad, edad, pendientes con tanta familia y las penas, que gracias a
Dios no escasean pues antes tengo vida y tambin Ntro. Seor me da muy
grandes consuelos, ser que me ve muy debilita, como dice San. Agustn soy
su pollito (Carta 104).
* Pobreza y pequeez inspirada en el pesebre y la cruz
Madre Luisita fue alimentando su espritu de pequeez desde la experiencia del
amor del Padre y la pasin que siente por Jess y su reino:
La meditacin de la encarnacin del Divino Verbo. En ella nos mostr el padre
el amor que Ntro. Seor Jesucristo nos tiene, el ejemplo que nos dio, pues baj
por nosotros (nos hizo fijar que baj). Que Ntro. Seor aquellos que llam para
s los hace participes de su vida, de sus humillaciones, de su pobreza, de sus
desprecios, de sus dolores y su cruz (Cartas y apuntes espirituales, Pg. No.
880).
Su congregacin haba nacido junto al pesebre de Navidad, como un
recordatorio permanente de que deba seguirlo por el camino del
empequeecimiento confundiendo a los grandes y poderosos al elegir siempre
los valores de la humildad, sencillez, ternura, confianza, abandono, etc. Ser
fundadora de una nueva familia religiosa en un mundo prioritariamente
masculino y machista no fue nada fcil, sin embargo, la mujer frgil y
enfermiza, se convierte en una madre valiente y decidida porque su fuerza
proviene de hacer nicamente la voluntad de Dios.
As fue como el primer grupo de seis mujeres 438 se lanz a la aventura del
seguimiento de Jess, confiando en que l les ira sealando el camino con su
vida y su evangelio, que revolucion corazones y al mundo con su propuesta
de: vivir ocultos (Mt 6, 4-6.18), no buscar reconocimiento, ni los aplausos del
mundo (Lc 18, 9-16), ocupar los ltimos asientos (Mt 23, 6; Mc 12, 39; Lc 14, 7
y ss.), lavar los pies a los dems (Jn 13, 2 y ss.), ser como un grano pequeo de
438
La cinco mujeres que iniciaron la familia de Carmelitas del Sagrado Corazn junto a Madre
Luisita fueron: Guadalupe Ruiz, Paula Ibarra, viuda de Mrquez, Maura Castellanos, Mnica
Angulo y Mara Ruiz Navarro.
308
mostaza (Mt 13, 31; Mc 4, 30; Lc 13, 19), etc. Son los criterios de Jess, que
nos revela su amor a travs de su Corazn Eucarstico, totalmente contrarios a
los que rigen en la sociedad.
Un evento muy significativo para darnos cuenta de la honda espiritualidad del
empequeecimiento de Madre Luisita, es que cuando le piden anexarse a la
congregacin de las Siervas de Jess Sacramentado, como fue caracterstico en
ella, obedeci con prontitud, y cualquiera se hubiera sentido fortalecida y
segura en una familia religiosa que pareca ms consolidada que la suya, ya
que contaba con el apoyo incondicional de los obispos. Sin embargo, cuando
constat que Dios le haba hecho portadora de un carisma distinto con una
proyeccin apostlica muy especfica y se aprob su regres a Atotonilco: se
encontraba de nuevo como al inicio, porque la mayora de hermanas se qued
en esa congregacin, nicamente cinco 439 se congregaron junto a ella para
continuar la obra iniciada, eran las de mayor edad y las menos preparadas
intelectualmente. Esto no la asust, pues haba experimentado las maravillas
que Dios realiza cuando los pequeos se ponen en sus manos, y as fue como
floreci nuevamente su familia religiosa. Una vez ms, Madre Luisita se confi
plenamente en el Seor y en fidelidad creativa al Espritu y desde la minoridad
del grupo, se fue gestando la vida nueva del instituto.
El testimonio de Madre Luisita es una invitacin a cambiar de actitud, de
tctica, de estrategia, de postura, para que nuestra vida cristiana sea fecunda.
Podemos caer en el desnimo al mirar el pasado y lamentarnos de los viejos
tiempos en los que nos hartbamos de las cebollas de Egipto, y precisamente
en las Sagradas Escrituras tenemos los mejores ejemplos de cmo Dios
conduce la historia a travs de los pobres y pequeos, que confan nicamente
en l. As como Abraham y Sara fueron capaces de dejarlo todo para dar a luz a
un nuevo pueblo, tambin cada un@ de nosotr@s, reconociendo nuestra
pobreza y pequeez, podemos dejar que Dios haga cosas grandes en la historia
de hoy, siendo instrumentos dciles de su providencia, bondad y misericordia.
Cuando reconocemos nuestra inutilidad para afrontar los enormes retos que
nos impone la realidad actual, es cuando se comienza a generar la creatividad.
Cuando reconocemos nuestra impotencia podemos comenzar a sumar
esfuerzos dndonos la mano y colaborando juntos para la transformacin de un
mundo ms humano y fraterno. Esta espiritualidad de la pequeez la vivi
Madre Luisita hasta sus ltimas consecuencias, ya que termin su vida en una
estrecha y oscura habitacin rentada 440 que se encuentra ubicada en la calle
Garibaldi 761, del centro de Guadalajara, Jalisco.
* Pequeez y pobreza al lmite
Madre Luisita por amor a Jess y su reino acept con alegra todas las
carencias que la fidelidad al servicio a los pobres le ocasionaba, pero an ms,
se fue adentrando en el camino espiritual que le implicaba un desprendimiento
total de s misma, para darle a Dios la total primaca de su vida:
439
Las hermanas que se regresaron a Atotonilco con Madre Luisita segn la relacin de la Hna.
Magdalena DE LA INMACULADA (Maura Castellanos Ramrez) fueron: la Hna. Luz, la M. Manuelita,
la Hna. Gertrudis, la Hna. Carmen, y ella misma.
440
DE LA CRUZ TORRES J., A zaga. Pg. 192
309
TEMA 5:
441
310
Jos Reyes, Opcin por los pobres hoy y vida cristiana, el 20 de noviembre del 2008 de la
World Wide Web: http://www.laicosignacianos.cl/articulo.php?idarticulo=1422
311
312
313
Se dio a Dios por entero; se dio a sus hijas, se dio al prjimo, particularmente
a los ms pobres de los pobres (Testimonio de la Hna. Margarita Mara Hernndez, del Sagrado Corazn, 1. Relacin).
- Globalizar la caridad y la solidaridad
Madre Luisita y sus religiosas vivieron mucha pobreza, sin embargo, nunca les
falt lo ms indispensable, ya que promovi la solidaridad entre sus
comunidades. Hoy, ms que nunca su ejemplo es significativo y urgente,
porque nuestro mundo est sufriendo los estragos de la desmedida riqueza,
ambicin, codicia, corrupcin. Por lo tanto, los y las Carmelitas del Sagrado
Corazn, estamos invitados a no carecer, pero sin apego a los bienes
materiales, para globalizar la caridad con los que menos tienen. Tambin
estamos comprometidos a hacer una promocin para que otros tambin lo
hagan.
Les agradezco en el alma a ti y a mis buenas hijas me proporcionen recursos
para ir a visitaras, que tanto lo deseo y con gusto acepto su ofrecimiento. Si
Dios Ntro. Seor quiere, lo ms pronto posible estar en sa; cunto gusto ser
para m volverlas a ver (Carta 158).
Agradezco a las personas de Long Beach y a las que les dieron sus aguinaldos
y dales saludes de mi parte y gracias. Me agrada, me satisface que se hagan
sus obsequios las dos familias; pues quiere decir que hay unin y eso es muy
bueno, as atraern las bendiciones de Dios (Carta 245).
Agradezco-en el alma el buen tratamiento que te dieron en el hospital las
buenas religiosas, a quienes saludars de mi parte y les dars las gracias; diles
que no olvido sus bondades que tambin tuvieron para conmigo (Carta 476).
Nos ha servido mucho el frijol que nos mandaron y s que tienen otro saco,
mndanoslo, Dios Ntro. Seor les pagar la caridad (Carta 543).
Me agrada ests con Cata, y debes verla con confianza, pues su carcter se
presta y es todo corazn como su mam y as ella tambin estar ms
contenta viendo que s la tienes. Saldamela, lo mismo que al Sr. su esposo,
aunque no tengo el gusto de conocerlo, manifistales mi gratitud y dales las
gracias a mi nombre por el bien que a Uds. estn haciendo (Carta 421).
La opcin por los pobres es un llamado a formarse como discpulos que
comparten el abajamiento de Jess. Jess est en medio de los pobres, y optar
por los pobres es un modo de bajar al encuentro de Dios. El sujeto de esta
misin somos todos los bautizados, colaborando unos con otros. La dinmica
de la opcin preferencial por los pobres no es de triunfalismo, sino de
abajamiento, se relaciona con la encarnacin y la cruz. Estamos llamados a
trabajar por ellos y a dejarnos evangelizar por sus valores, de esta manera
iremos construyendo una sociedad ms justa y fraterna y una Iglesia ms
inclusiva y acogedora.
314
MDULO 7
OPCIN POR LOS POBRES
Ficha 1. Opcin de Jess por los pobres
Objetivo: Conocer y profundizar la opcin por los pobres de Jess para que en
sintona con su corazn compasivo, contribuyamos a un mundo ms justo y
fraterno.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
LA INDIFERENCIA: LA LIEBRE Y EL TIGRE
Haba una vez un hombre que se encontraba decepcionado de la humanidad,
decepcionado de la indiferencia de los hombres con sus semejantes, de que
cada vez el hombre est dejando de ser menos humano y se estaba
asemejando a un animal.
Cuando crea que la humanidad no tenia sentido y que todo estaba perdido,
caminando cierto da por un bosque, se qued sorprendido con lo que sus ojos
observaban. Haba una liebre que le estaba dando de comer a un tigre que
estaba mal herido. Sorprendido volvi al da siguiente para comprobar si es que
era casualidad lo visto, y lo que haba visto se repeta todos los das, hasta que
un da el tigre ya recuperado, se levant simplemente sin decir gracias a la
liebre y se fue.
El hombre admirado por la solidaridad de la liebre se dijo: Si entre los animales
se ayudan, siendo ellos menos inteligentes que el hombre, entonces todava
hay esperanzas. Entusiasmando quiso comprobar si todava hay solidaridad
entre los hombres. Por lo que cierto da se ech en medio de la pista a ver si
alguien se acercaba a ayudarlo. Y as estuvo todo el da: en la maana, la tarde
y en la noche. Cuando ya era media noche triste y decepcionado, se deca as
mismo Este mundo no tiene esperanzas. Y una voz por ah que con el viento
venia le dice: Deja de comportarte como el tigre y acta como una libre.
Preguntas para la reflexin de la realidad:
- Cmo vivimos en la realidad actual nos comportamos como tigres o
como liebres?
2. ESCUCHAR, ACOGER, MEDITAR Y COMPARTIR LA PALABRA DE DIOS
(ILUMINAR)
- Filipenses 2, 7-8
- Lucas 2, 6-7
- Mateo 8, 20
- Lc 4, 18 y ss.
Preguntas para la profundizacin de los textos bblicos:
- Qu senta Jess frente a la situacin de su pueblo?
315
316
Has dicho que el corazn del Padre no tiene doble cara, ni hace juego sucio.
El corazn del Padre Es. Y has dicho que el Padre es feliz en su ser verdadero.
Y que el hombre es feliz cuando no hace juego sucio.
Has dicho que slo con el corazn limpio se ve al Padre.
Y entonces el corazn se hace fiesta de mil colores.
Felices los limpios de corazn como es limpio el del Padre!.
Has dicho que el Padre siempre crea y da paz.
Que en su corazn hay unidad, armona, comunin.
Has dicho que el Padre es feliz con todos sus hijos en casa.
Que su corazn es fiesta cuando todos se encuentran.
Y has dicho al hombre y a la mujer que siembren paz y bien,
Que lleven por el mundo la bondad y la ternura,
Que haga encuentro y que canten con corro la paz.
Felices los que comunican paz, como el corazn del Padre!
Has dicho que felices los perseguidos, los marginados,
Aquellos que no tienen derechos y slo obligaciones.
Has dicho que el corazn del Padre est feliz
Del lado del que nada tiene, del lado del que sufre.
Has dicho que el bien sea la fuerza de vencer el mal,
Y que la violencia sea olvidada hasta la raz.
Has dicho que la muerte slo engendra muerte,
Y que la vida es la nica que da vida.
Has dicho que se acabaron las luchas y las guerras
Entre los hombres. Y que el Reino es comunin.
Felices los perseguidos por hacer el bien, como el Padre!
Has dicho, desde la cruz en alto, clavado en el madero,
Que cuando los maldigan y persigan y calumnien,
Que no se encojan, que miren al madero, que te miren.
Y que se alegren, que se muestren contentos,
Porque detrs de la cruz est el nuevo da, la resurreccin.
Has dicho que as se trata al verdadero profeta.
Has dicho que t eres feliz al morir por la causa del Padre: el Reino.
Felices los que dan su vida por la causa del Padre!.
Seor Jess, que tu Reino llegue al corazn del hombre.
Tu reino sin poderes, con un corazn pobre.
Tu reino de sencillez, de compasin y ternura.
Tu reino de paz, de justicia, de mansedumbre.
Tu reino de misericordia, de compasin y perdn.
Tu reino de corazn limpio, sin doble cara.
Tu reino de fraternidad, de compartir, de hacer mesa.
Tu reino de verdad, de caridad, de justicia.
Seor Jess, danos un corazn feliz como el del Padre.
Danos un corazn que haga feliz al hermano.
Danos un corazn que experimente el corazn del Padre,
Y entonces sabremos amar desde la felicidad
Y crear la Nueva Humanidad de las Bienaventuranzas.
Feliz t, Seor Jess, porque viviste con el corazn del Padre!
Feliz t, que has amado hasta dar la vida sin medida!
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MDULO 10
OPCIN POR LOS POBRES
Ficha 2. Mara, la pobre de Yav
Objetivo: Conocer y profundizar en la opcin por los pobres de Mara, la pobre
de Yav, para que su ejemplo de pobreza material y espiritual nos lleve al
servicio de los ms necesitados del amor de Dios.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
TE HE HECHO A TI
Por la calle vi a una nia tiritando de fro dentro de su ligero vestidito y con
pocas perspectivas de conseguir una comida decente.
Me encoleric y le dije a Dios. Por qu permites estas cosas? Por qu no
haces nada para solucionarlo?
Durante un rato, Dios guard silencio. Pero aquella noche, de improviso, me
respondi: Ciertamente he hecho algo. Te he hecho a ti.
Preguntas para la reflexin de la realidad:
- De qu manera este cuento refleja nuestra realidad?
2. ESCUCHAR, ACOGER, MEDITAR Y COMPARTIR LA PALABRA DE DIOS
(ILUMINAR)
-
Lc 1, 48. 51-53
Lc 2, 24 (Lev 12, 8)
Jn 2, 1 y ss.
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MDULO 7
OPCIN POR LOS POBRES
Ficha 3. La opcin de Madre Luisita por los pobres
Objetivo: Conocer y profundizar la opcin por los pobres de Madre Luisita para
que nosotros igual que ella, seamos el rostro providente del Padre, que a
travs de un servicio y acompaamiento integral les anunciemos la vida digna
y feliz que l les ofrece.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
EL PAN DE CRISTO
El siguiente es el relato de un hombre llamado Vctor. Al cabo de meses de
encontrarse sin trabajo, se vio obligado a recurrir a mendigar para sobrevivir,
cosa que detestaba profundamente. Una fra tarde de invierno se encontraba
cerca de un club privado cuando observ a un hombre y su esposa que
entraban al mismo. Vctor le pidi al hombre unas monedas para poder
comprarse algo de comer.
- Lo siento, amigo, pero no tengo nada de cambio -replic hombre elegante.
La mujer, que oy la conversacin, pregunt: - Qu quera ese pobre
hombre?.
- Dinero para una comida. Dijo que tena hambre -respondi su marido.
- Lorenzo, no podemos entrar a comer una comida suntuosa que no
necesitamos y dejar a un hombre hambriento aqu afuera!-Dijo la esposa.
- Hoy en da hay un mendigo en cada esquina! Seguro que quiere el dinero
para beber.
- Yo tengo un poco de cambio! Le dar algo.
Aunque Vctor estaba de espaldas a ellos, oy todo lo que dijeron.
Avergonzado, quera alejarse corriendo de all, pero en ese momento oy la
amable voz de la mujer que le deca:
- Aqu tiene unas monedas. Consgase algo de comer. Aunque la situacin est
difcil, no pierda las esperanzas. En alguna parte hay un empleo para usted.
Espero que pronto lo encuentre.
- Muchas gracias, seora! Me ha dado usted ocasin de comenzar de nuevo y
me ha ayudado a cobrar nimo. Jams olvidar su gentileza.
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- Estar usted comiendo el pan de Cristo. Comprtalo -dijo ella con una clida
sonrisa- dirigida ms bien a un hombre y no a un mendigo. Vctor sinti como si
una descarga elctrica le recorriera el cuerpo.
Encontr un lugar barato donde comer, gast la mitad de lo que la seora le
haba dado y resolvi guardar lo que le sobraba para otro da. Comera el pan
de Cristo dos das. Una vez ms, aquella descarga elctrica corri por su
interior. El pan de Cristo!
- Un momento! -pens-. No puedo guardarme el pan de Cristo solamente
para m mismo.
Le pareca estar escuchando el eco de un viejo himno que haba aprendido en
la escuela dominical. En ese momento pas a su lado un anciano.
- Quizs ese pobre anciano tenga hambre -pens-. Tengo que compartir el
pan de Cristo.
- Oiga -exclam Vctor-. Le gustara entrar y comerse una buena comida?.
El viejo se dio vuelta y lo mir con descreimiento. - Habla usted en serio,
amigo?.
El hombre no daba crdito a su buena fortuna hasta que se sent a una mesa
cubierta con un hule y le pusieron delante un plato de guiso caliente. Durante
la cena, Vctor not que el hombre envolva un pedazo de pan en su servilleta
de papel.
- Est guardando un poco para maana? -le pregunt.
- No, no. Es que hay un chico que conozco por donde suelo frecuentar. La ha
pasado mal ltimamente y estaba llorando cuando lo dej. Tena hambre. Le
voy a llevar el pan.
El pan de Cristo. Record nuevamente las palabras de la mujer y tuvo la
extraa sensacin de que haba un tercer Convidado sentado a aquella mesa. A
lo lejos las campanas de una iglesia parecan entonar a sus odos el viejo himno
que le haba sonado antes en la cabeza.
Los dos hombres llevaron el pan al nio hambriento, que comenz a comer
rpidamente. De repente ... se detuvo y llam a un perro, un perro perdido y
asustado.
- Aqu tienes, perrito. Te doy la mitad -dijo el nio.
El pan de Cristo. Alcanzara tambin para el hermano cuadrpedo. El nio haba
cambiado totalmente de semblante. Se puso de pie y comenz a vender el
peridico con entusiasmo.
- Hasta luego -dijo Vctor al viejo-. En alguna parte hay un empleo para
usted. Pronto dar con l. No desespere. Sabe? -su voz se torn en un
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susurro-. Esto que hemos comido es el pan de Cristo. Una seora me lo dijo
cuando me dio aquellas monedas para comprarlo. El futuro nos deparar algo
bueno!.
Al alejarse el viejo, Vctor se dio vuelta y se encontr con el perro que le
olfateaba la pierna. Se agach para acariciarlo y descubri que tena un collar
que llevaba grabado el nombre del dueo.
Vctor recorri el largo camino hasta la casa del dueo del perro y llam a la
puerta. Al salir ste y ver que haba encontrado a su perro, se puso
contentsimo. De golpe la expresin de su rostro se torn seria. Estaba por
reprocharle a Vctor que seguramente haba robado el perro para cobrar la
recompensa, pero no lo hizo. Vctor ostentaba un cierto aire de dignidad que lo
detuvo. En cambio dijo:
- En el peridico vespertino de ayer ofrec una recompensa. Aqu tiene!.
Vctor mir el billete medio aturdido.
- No puedo aceptarlo -dijo quedamente-. Solo quera hacerle un bien al
perro.
- Tngalo! Para m lo que usted hizo vale mucho ms que eso. Le interesara
un empleo? Venga a mi oficina maana. Me hace mucha falta una persona
ntegra como usted.
Al volver a emprender Vctor la caminata por la avenida, aquel viejo himno que
recordaba de su niez volvi a sonarle en el alma. Se titulaba "Parte el Pan de
Vida". . .
Preguntas para la reflexin de la realidad:
-
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ahora s hemos sabido lo que es ser pobre. Bendito sea Dios, es una
gracia la que nos hace facilitarnos lo que hemos ofrecido e imitar en eso
poquito a Ntro. Seor Jesucristo (Carta 152).
- Nos aconsejaba que cobrramos por nuestro trabajo, porque como los
pobres, debamos vivir de nuestro trabajo, pero al mismo, tiempo servir a
los pobres que no nos podan pagar (M. Beatriz de Jess, Ochoa, 2.
Relacin).
Preguntas para profundizar en el carisma - espiritualidad de Madre
Luisita:
- Qu motiva la pobreza de Madre Luisita?
- Cmo se conmueve su corazn frente a los pobres?
- Cmo promueve la causa de los pobres?
3. COLABORAR EN EL PROYECTO DE DIOS (ACTUAR)
- Qu podemos hacer para mejorar la suerte de los pobres, sobre todo,
de los que estn a nuestro alrededor?
- Cmo podemos ser el rostro de la providencia, bondad y misericordia
del Padre?
4. CONTEMPLAR Y FESTEJAR EL PASO DE DIOS POR NUESTRA VIDA Y LA
HISTORIA DE NUESTRO PUEBLO (ORAR-CELEBRAR)
SIGUIENDO TUS HUELLAS
(No. 17 CD adjunto / No. 16 CD centenario Caminando hacia ti)
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MDULO 7
OPCIN POR LOS POBRES
Ficha 4. Rasgos de la pobreza y pequeez en Madre Luisita
Objetivo: Conocer y profundizar la pobreza espiritual de Madre Luisita, para
que su camino de empequeecimiento ilumine nuestro propio camino
espiritual hasta llegar a confiar plenamente en su amor y su providencia.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
CUNTO CUESTA UN MILAGRO?
Esta era una nia precoz de ocho aos. Un da escuch a su madre y a su
padre hablar acerca de su hermanito Andrew. Ella solo saba que su hermano
estaba muy enfermo y que su familia no tena dinero. Planeaban mudarse para
un complejo de apartamentos el siguiente mes porque su padre no tena el
dinero para las facturas mdicas y la hipoteca. Solo una operacin costossima
podra salvar a Andrew. Escuch que su padre estaba gestionando un prstamo
pero no lo consegua. Escuch a su padre murmurarle a su madre, quien tenia
los ojos llenos de lgrimas, -Solo un milagro puede salvarlo.
Tess fue a su cuarto y sac un frasco de jalea que mantena escondido en el
closet. Vaci todo su contenido en el suelo y lo cont cuidadosamente. Lo cont
una segunda vez, una tercera! La cantidad tena que ser perfecta. No haba
margen para errores. Luego coloc todas las monedas en el frasco
nuevamente, lo tap y se escabull por la puerta trasera y camin seis bloques
hasta la farmacia que tena el jefe indio color rojo en el marco de la puerta.
Esper pacientemente su turno. El farmacutico pareca muy ocupado al
momento y no le prestaba atencin. Tess movi su pie haciendo un ruido.
Nada. Se aclar la garganta con el peor sonido que pudo producir. Nada.
Finalmente, sac una moneda del frasco y golpe el counter.
-Qu deseas?- le pregunt el farmacutico en un tono bastante desagradable.
Y! le dijo sin esperar respuesta: Estoy hablando con mi hermano que acaba de
llegar de Chicago y no lo he visto en aos.
-Bueno, yo quiero hablarle acerca de mi hermano- le contest Tess en el mismo
tono que usara el farmacutico. -Est muy enfermo y quiero comprar un
milagro. -Qu dices?- dijo el farmacutico.
-Su nombre es Andrew y tiene algo crecindole dentro de la cabeza y mi padre
dice que solo un milagro lo puede salvar. As que, cunto cuesta un milagro?
-Aqu no vendemos milagros, pequea. Lo siento pero no te puedo ayudar. Le
contest el farmacutico; ahora en un tono ms dulce.
-Mire, yo tengo el dinero para pagarlo. Si no es suficiente, conseguir el resto.
Solo dgame cuanto cuesta.
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Te voy a confiar una grande pena, que necesito colgarme del cuello de
Ntro. Seor y dejarlo todo en su divino Corazn, para soportarla con
tranquilidad y gracias a Dios lo he conseguido (Carta No. 479).
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mi
proceso
de
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MDULO 7
OPCIN POR LOS POBRES
Ficha 5. Opcin por los pobres
de los y las Carmelitas del Sagrado Corazn
Objetivo: Recrear en nuestra vida la opcin por los pobres a la luz del
testimonio de Jess, Mara y Madre Luisita, para que la hagamos nuestra con
acciones y actitudes muy concretas.
1. CONTEMPLAR LA REALIDAD DESDE EL CORAZN DE DIOS (SENTIRVER)
NUEVAS REALIDADES, NUEVOS ROSTROS DE POBRES:
NUEVAS RESPUESTAS
Se puede utilizar la proyeccin en diapositivas o algunas imgenes que reflejen
los distintos rostros de pobres.
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Dios Ntro. Seor arreglar todo, los muchos aos que tengo me han
hecho conocer en lo que es posible la Providencia de Dios y cremelo, ya
no me afecta ni temo nada pues la experiencia me ha hecho ver lo muy
pendiente que est de nosotros y que nos ayuda en todo (Carta 351).
Agradezco a las personas de Long Beach y a las que les dieron sus
aguinaldos y dales saludes de mi parte y gracias. Me agrada, me satisface
que se hagan sus obsequios las dos familias; pues quiere decir que hay
unin y eso es muy bueno, as atraern las bendiciones de Dios (Carta
245).
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