Ciencia y Conducta Humana Skinner
Ciencia y Conducta Humana Skinner
Ciencia y Conducta Humana Skinner
(1974)
Ciencia y conducta humana.
Barcelona: Fontanella.
V. Conducta Operante
LAS CONSECUENCIAS DE LA CONDUCTA
Los reflejos, condicionales o no, se encuentran altamente relacionados con la
fisiologa interna del organismo. Sin embargo, a menudo estamos ms
interesados por aquella conducta que tiene algn efecto sobre el mundo
circundante. Dicha conducta origina la mayora de los problemas prcticos de
los asuntos humanos y ofrece tambin un inters terico concreto por sus
caractersticas especiales. Las consecuencias de la conducta pueden volver a
influir sobre el organismo y cuando esto sucede pueden hacer varia la
probabilidad de que la conducta que las ocasion se produzca de nuevo. Los
idiomas tienen muchas palabras tales como <> y <> que hacen referencia a
este hecho, pero solamente podemos tener una idea clara del mismo a travs
del anlisis experimental. CURVAS DE APRENDIZAJE E. L. Thorndike realiz en
1898 uno de los primeros intentos serios para estudiar los cambios
ocasionados por las consecuencias de la conducta. Sus experimentos se
originaron por una controversia que en aquel entonces tena un inters
considerable. Darwin, al insistir sobre la continuidad de las especies, haba
puesto en duda la creencia de que el hombre era el nico animal que posea
facultad de pensar. Se publicaron gran nmero de ancdotas en las que los
animales inferiores parecan demostrar su <>. Pero cuando los trminos que
anteriormente slo se haban aplicado a la conducta humana se llevaron hasta
este punto, se plantearon entonces algunas preguntas acerca de su significado.
Los hechos observados, indicaban procesos mentales o estas seales
aparentes de pensamiento podan de otro modo? Al fin result evidente que no
era necesario suponer que se trataba de procesos de reflexin interior. Tenan
que pasar muchos aos antes de que la misma pregunta se formulara
seriamente referida a la conducta humana, pero los experimentos de Thorndike
y su teora alternativa de la existencia de razonamiento en los animales fueron
importantes pasos en este sentido. 72 Si un gato es colocado en una caja de la
que solamente puede escapar abriendo el cerrojo de una puerta, se
comportar de muchas maneras distintas, algunas de las cuales pueden
resultar eficaces para abrir la puerta. Thorndike descubri que cuando se
colocaba a un gato en esta caja repetidas veces la conducta que le llevaba a
escapar tena tendencia a producirse cada vez con mayor frecuencia, hasta
que finalmente la huida era lo ms simple y rpida posible. El gato haba
resuelto su problema tan bien como si fuera un ser humano <>, aunque quiz
no tan rpidamente. Sin embargo, Thorndike no observ ningn <> y aleg a
modo de explicacin que no se necesitaba ninguno. Describi sus resultados
diciendo simplemente que una parte de la conducta del gato haba <>porque
haba ido seguida por el hecho de abrirse la puerta. Thorndike llam <> al
hecho de que la conducta <> cuando se desprende de ella unas consecuencias
manera que se interferirn con el proceso que queremos observar. Por fin,
despus de ser alimentado de esta forma repetidas veces, comer ya con
rapidez y estaremos entonces preparados para hacer que esta consecuencia
sea contingente respecto a la conducta y observar el resultado. 75
Seleccionamos una conducta relativamente simple, que pueda ser repetida
libre y rpidamente, y susceptible de ser observada y registrada con facilidad.
Si el sujeto del experimento es una paloma, por ejemplo, la conducta de
levantar la cabeza por encima de una altura dada es adecuada. Podemos
observarla mirando la cabeza de la paloma sobre una escala colocada en la
pared opuesta de la caja. Primero estudiamos la altura a la que se mantiene
normalmente la cabeza y fijamos en la escala un punto que se alcanza slo
raramente; al tiempo que observamos la escala empezamos slo raramente; al
tiempo que observamos la escala empezamos a abrir el depsito de la comida
muy rpidamente cada vez que la cabeza se levanta por encima de la lnea. Si
el experimento se efecta de acuerdo con las especificaciones el resultado es
invariable: observamos un cambio inmediato en la frecuencia con que la
cabeza sube por encima de la lnea; tambin observamos}, y esto tiene en
teora cierta importancia, que ahora se sobrepasan lneas ms altas. Podemos
pasar casi inmediatamente a una lnea ms alta determinando cundo deber
ser mostrada la comida. En uno o dos minutos la postura del ave ha cambiado
de tal forma que la posicin de la cabeza raramente est por debajo de la lnea
que elegimos al principio. Cuando demostremos el proceso de impresin de
esta forma relativamente simple vemos que ciertas interpretaciones comunes
del experimento de Thorndike son superfluas. La expresin <> que se asocia
con frecuencia a la Ley del Efecto est visiblemente fuera de lugar aqu.
Aprehendemos algo en nuestras observaciones cuando a cualquier movimiento
ascendente de la cabeza le llamamos <>, y no existe ninguna razn para
llamar <> a cualquier movimiento que no consiga una consecuencia
determinada. Incluso el trmino <> es engaoso. La afirmacin de que la
paloma <> es un relato inexacto de lo que ha sucedido. Decir que ha adquirido
el <> de estirar el cuello es tan solo recurrir a una invencin explicativa,
puesto que la nica prueba que tenemos del hbito es la tendencia que ha
adquirido a llevar a cabo dicha accin. La afirmacin ms exacta posible acerca
de este proceso es sta: hacemos contingente una consecuencia dada ante
ciertas propiedades fsicas de la conducta (el movimiento ascendente de la
cabeza), y entonces observamos que la conducta se produce con ms
frecuencia. Es habitual referir cualquier movimiento del organismo como una
<>. Este trmino procede del campo del acto reflejo e implica un acto que, por
decirlo as, responde a un hecho anterior, es estmulo. Pero podemos hacer que
un acontecimiento sea contingente con la conducta, sin identificar, o sin ser
capaces de identificar, un estmulo previo. No alteramos el medio ambiente de
la paloma para provocar el movimiento ascendente de la cabeza. Es
probablemente imposible probar que cualquier estmulo aislado 76 precede, de
una manera invariable, este movimiento. Una conducta de este tipo puede caer
bajo el control de estmulos, pero la relacin no es la de provocacin
automtica. El trmino <> no es, por tanto, del todo apropiado, pero se
encuentra tan bien establecido que vamos a utilizarlo a continuacin. Una
cientfico que debe estudiarlas, sino tambin para el individuo reforzado por
ellas. Si no vemos claramente que alguien nos presta atencin, aprueba
nuestras acciones o se muestra cordial con nosotros, nuestra conducta nos
estar reforzada firmemente; por tanto, se puede ser dbil, tender a producirse
en un momento inoportuno, etc. No <>. La lucha del nio por llamar la
atencin, del enamorado por una seal de afecto y del artista por el
reconocimiento profesional, muestra la conducta perseverante que, como
veremos en el captulo VI, solamente es resultado de un refuerzo intermitente.
Otro refuerzo generalizado es la sumisin de los dems. Cuando se ha obligado
a alguien a proporcionar varios refuerzos, cualquier indicacin de aquiescencia
por parte suya se convierte en refuerzo generalizado. El fanfarrn es reforzado
por signos de cobarda y los miembros de la clase dominante por signos de
deferencia. El prestigio y la estima solamente son refuerzos generalizados
mientras garantizan que otras personas se comportan de forma determinada.
Que <> es reforzante queda demostrado por la conducta de quienes desean
ejercer control sobre los dems por el gusto de controlar. Las dimensiones
fsicas de la sumisin no son generalmente tan sutiles como las de la atencin,
aprobacin o afecto. El fanfarrn puede insistir en un signo claro de su
dominacin, y las prcticas rituales ponen de relieve la deferencia y el respeto.
Un refuerzo generalizado que se distingue fcilmente por su caracterstica
fsica es la moneda. El ejemplo ms comn es el dinero, Constituye el refuerzo
generalizado por excelencia porque, aunque <>, puede ser cambiado por una
gran variedad de refuerzos primarios. La conducta reforzada con dinero es
relativamente independiente de la privacin momentnea del organismo, y la
utilidad general del dinero como refuerzo depende en parte de este hecho. Su
efectividad se debe asimismo a sus dimensiones fsicas. Estas permiten una
contingencia ms acusada entre conducta y consecuencia: cuando nos pagan
con dinero sabemos lo que nuestra conducta ha realizado y qu conducta lo ha
realizado. El efecto reforzante puede ser tambin condicionado con ms xito:
el valor de cambio de la moneda es ms evidente que el de la atencin,
aprobacin, afecto o incluso que el de la sumisin. El dinero no es el nico tipo
de moneda. En el campo de la educacin, por ejemplo, el individuo acta, en
parte, debido a las notas, graduaciones y 89 diplomas que recibe. Estos no son
tan fcilmente cambiables por refuerzos primarios como el dinero, pero la
posibilidad de cambio existe. Las monedas educativas forman una serie en la
que una puede ser cambiada por la siguiente y el valor comercial o de prestigio
de la ltima, el diploma, est muy claro. Por regla general, los premios,
medallas y becas concedidos por calificaciones altas o realizaciones o
habilidades especializadas no se hallan asociados explcitamente a refuerzos
primarios, pero las dimensiones fsicas claramente definidas de tales premios
representan una ventaja para la preparacin de contingencias. Generalmente
el refuerzo esencial es similar al del prestigio o estima. Es fcil olvidar los
orgenes de los refuerzos generalizados y considerar que constituyen refuerzo
por derecho propio. Hablamos de la <>, la <> y del <> como si fueran
condiciones primarias de privacin. Pero la capacidad de verse reforzado de
esta forma podra difcilmente haber evolucionado en el breve perodo de
tiempo durante el cual se han mantenido las condiciones requeridas. La