2006 Realidad y Abstraccion Limitaciones PDF
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Las tecnologas SIG se han desarrollado dentro de la arqueologa con una inesperada rapidez gracias a las bases tericas
de nuestra disciplina. En este artculo presentamos una breve discusin sobre el modo en que los SIG son creados, as
como los lmites que ello implica. Diferentes ejemplos nos
muestran situaciones distintas sobre cmo la realidad est integrada en los sistemas informticos y los riesgos que esta integracin puede conllevar. Otro aspecto del trabajo evala en
qu medida el paisaje real y el informtico concuerdan.
1. INTRODUCCIN
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Este modelo se ha repetido al menos en dos ocasiones, en principio con la aparicin de los sistemas CAD
y posteriormente con la actual generacin de SIG presentes en el mercado. Las dos fases intermedias de
abstraccin y adaptacin a modelos computerizados
de la informacin se realiza a partir de distintos modelos o estructuras de datos.
El primero de ellos, el modelo raster, se basa en el
principio de la reduccin teselar. La realidad en este
caso se ve reducida mediante simplificacin de una
malla de teselas a un conjunto de valores asignados a
dichas celdillas. En este modelo de datos, cualesquiera
que sean las dimensiones reales a tratar, siempre se
vern sujetas a las limitaciones derivadas de la resolucin de la celdilla. En cualquier caso, el ajuste a la
realidad del modelo computacional no ser exacto,
mxime cuando las resoluciones de la celdilla no sean
muy detalladas.
Este tipo de estructuras resulta muy til en el caso
del tratamiento de datos con alto peso grfico (imgenes de satlites, fotografas), o para la representacin
de densidades o gradientes. En nuestro campo, resulta
muy poco adecuado para el tratamiento de entidades
lineales o puntuales, ya que introduce imprecisin debido a la propia morfologa cuadrangular del pxel.
El modelo vectorial parte de la definicin cartesiana de elementos a partir de sus coordenadas referidas a
un sistema de proyeccin geogrfica. Los modelos son
creados, de esta forma, desde lo ms simple a lo ms
complejo. El modelo de datos se basa en el objeto, o lo
que es lo mismo, en que las entidades del mundo real
se definen por sus propias caractersticas espaciales,
a partir de criterios de exactitud espacial. Las estructuras bsicas de este modelo sern, por tanto, puntos,
lneas o polilneas y polgonos.
En estos casos, la idoneidad de aplicacin se dirige
hacia elementos claramente delimitables en el espacio,
como hallazgos aislados, red viaria, superficies limitadas o permetros. No obstante, la realidad arqueolgica nos muestra que, salvo entornos microespaciales,
resulta extrao el carcter puntual de los datos, y se
debera hablar ms de entornos o reas de influencia
que de entidades de precisin global.
Por otro lado, la inclusin en los actuales paquetes informticos (basados inicialmente en estructuras
de datos vectoriales)1 de mdulos de anlisis basados
en formatos raster, se realiza con carcter excluyente
en la mayor parte de los casos, estableciendo un tratamiento operativo segregado de ambos modelos de datos. Esta situacin supone para los estudios arqueolgicos una seria limitacin, dada la enorme variabilidad
de realidades a las que nos enfrentamos.
En algunos casos se han propuesto como estructuras de datos diferenciados los TIN (Triangular Irregular Network). Realmente, no son ms que estructuras
derivadas de matrices de puntos con valores altim-
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Figura 1. A. Curvas y puntos altimtricos del ejemplo estudiado. B. Modelo digital de terreno elaborado a partir de una malla regular
de puntos (Grid). C. Modelo digital de terreno elaborado a partir de datos altimtricos procedentes de curvas de nivel.
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Figura 2. A. Resultado del proceso de generacin de un MDT de mallas de polgonos distintas, variando la resolucin, y dejando
constante el resto de variables (Robinson y Zubrow, 1999). B. Resultado del proceso de generacin de un MDT de 5 mallas de polgonos distintas, variando el tipo de algoritmo con que se generan, y dejando constante el resto de variables (Robinson y
Zubrow, 1999).
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Figura 3A. Necrpolis de El Cigarralero, segundo cuarto s. IV a. C, representacin del sexo en color (Quesada et al., 1999).
Figura 3B. Necrpolis de El Cigarralero, segundo cuarto s. IV a. C, representacin de tumbas segn el sexo (en colores) y la riqueza
de los ajuares (en altura). (Quesada et al., 1999).
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Figura 5. A. Paisaje real de la vista exterior desde la boca de la Cueva del Esquilleu (Cantabria). B. Paisaje digital de la vista exterior
desde la boca de la Cueva del Esquilleu (Cantabria) a travs del empleo de series altimtricas de alta resolucin (mallas de 25 x 25 m)
procedentes de los servicios cartogrficos oficiales (punto del observador de coordenadas x: 371515; y: 4787985; z: 427).
quilleu3 pretende analizar hasta qu punto existe fidelidad entre el paisaje real y el paisaje digital generado
a partir de la integracin de los datos en un SIG. Para
ello decidimos generar una serie de modelos digitales del escenario en el que se enmarca el yacimiento a
partir de series altimtricas de media resolucin (mallas de puntos con cota cada 25 x 25 m) procedentes
de los Servicios Cartogrficos Nacionales4. Los datos,
una vez integrados mediante procesos de conversin,
son empleados en estado bruto para la generacin de
series de MDT mediante el empleo de mdulos de manipulacin de datos tridimensionales en ARCGIS 8.2
(mdulo ArcScene). Una vez creados, mediante la seleccin de las coordenadas de la cueva como punto de
observacin, nos permiten generar una serie de imgenes digitales que pueden a su vez, ser comparadas con
el paisaje real observado desde el propio yacimiento.
En la figura 5 presentamos algunos de los resultados obtenidos para la vista exterior de la boca (orientacin este), que ponen de manifiesto claramente, el grado de fidelidad que modelos de datos de distribucin
comercial proporcionan al estudio del paisaje arqueolgico. A diferencia de la imagen esttica que la visin
desde el sitio arqueolgico nos proporciona, estos sistemas nos permiten iniciar un proceso de navegacin
virtual que multiplica las posibilidades de percepcin
paisajstica dentro del propio sistema, como por ejemplo, el marco de la cueva desde los puntos vistos desde
sta.
8. CONCLUSIN
Los puntos dbiles que existen a lo largo del proceso
de creacin de un SIG aplicado a la arqueologa podran resumirse en los siguientes puntos:
Primero, la calidad de los datos geogrficos y
cartogrficos que manejamos, ya que en numerosas
ocasiones combinamos series de naturaleza muy diferenciada (en especial, si partimos de datos exclusivamente arqueolgicos). Adems, las aplicaciones desarrolladas suelen carecer de un control del proceso de
integracin de los datos en el sistema.
El software empleado es, con frecuencia, una fuente inagotable de imprecisiones y de errores por razones tan diversas como la escasa formacin de los arquelogos en su conocimiento y manejo, o las propias
limitaciones de los algoritmos en que se basan. Ello
nos obliga a adaptar nuestro campo de anlisis a las
opciones que el software nos ofrece.
A pesar de ello, es la calidad de nuestros datos la
que genera un mayor grado de imprecisin en los resultados. La indefinicin de las entidades arqueolgi3. Proyecto financiado por la Diputacin de Cantabria con el
ttulo Las estrategias de produccin ltica durante el paleoltico inferior y medio en el centro de la regin cantbrica
4. Se han empleado las series: MTN 25 Modelo Digital Terreno
56-4, 56-2, 32-4, proporcionadas por el Centro Nacional de
Informacin Geogrfica, Ministerio de Fomento, Madrid.
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