Psicogenesis Resumen 2012

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA
Resolucin Ministerial I.G.J. 1802889
Direccin General: T.F. Mabel Mansilla
PSICOGNESIS DE LA ENFERMEDAD
Alberto Peyrano
RESUMEN DE LAS CLASES
1) EL HOMBRE Y EL RBOL
Introducimos el significado que tena la planta o el rbol para los celtas, porque
esta homologacin con la naturaleza humana nos sirve para ir comprendiendo
no slo la filosofa de Bach sino tambin lo que significa en s misma la Terapia
Floral, por lo cual tambin se nos ir aclarando muchsimo el concepto tan poco
entendido de lo que es la enfermedad.
Al rbol hay que compararlo con la vida misma. Para el celta el rbol es un ser
vivo hace que la vista de quien lo mira se eleve a las alturas. Por lo tanto,
desde la oscuridad del subsuelo, desde lo que no se ve, un ser vivo puede
ascender hacia la luz, proyectndose en las alturas hasta donde su naturaleza
le d. Y en ese trayecto, con los aos, ir creciendo y manifestando una
determinada caracterstica que lo diferenciarn de otras especies similares.
Tambin vea que el rbol era cclico, tena un ritmo existencial y ese desarrollo
estaba unido a otras expresiones, no slo al renacimiento despus del fro
invierno. El rbol daba frutos y con eso aseguraba el futuro de la especie, poda
prolongarse y extenderse en el tiempo aun fuera de su existencia limitada.
Tena, pues, una proyeccin de futuro.
Los druidas los sacerdotes de los celtas- inculcaron el respeto y la adoracin
del rbol. ste lleg a ser un ser sagrado que puede reflejar a la naturaleza
humana con perfeccin. Se impona entonces una ley universal que dice: como
es arriba es abajo, como es adentro es afuera, la ley de la correspondencia. Y
as se lleg al importante concepto, que es clave para comprender lo que es la
esencia de nuestra labor como terapeutas vibracionales: cada ser humano lleva
en su interior un rbol, o, lo que es lo mismo: cada uno de nosotros es un rbol
en s mismo. Y, as como el rbol, el hombre debe estar bien afirmado para
poder crecer de la mejor manera, proyectndose hacia lo Superior.
El rbol, entonces, desde ser una entidad concreta, pasaba a ser una entidad
espiritual que poda proteger todo lo material, viviendo en una continua
regeneracin, siempre en ascenso, con una vida en evolucin continua y en
una subida permanente hacia el cielo. Ahondando ms en las interpretaciones
de la filosofa celta, podemos llevar tambin al rbol las tres dimensiones del
www.escuelafloral.com

tiempo: el pasado, ubicado en las races que son el origen de su presente; su

tiempo de hoy expresado en el cuerpo del rbol, su tronco, el tallo, sus ramas
(que, de algn modo, estn expresando una manera de ser, su modo de
presentacin en la vida); y su futuro a travs de las ramas y de las copas
superiores, como si el rbol fuera un constante aspirante a las alturas. Pero
tambin en los frutos y las semillas que cada ao aseguran la permanencia de
la especia, respondiendo a un continuo plan de la creacin.
Adems, el rbol reuna en si mismo a los cuatro elementos: 1) la Tierra, que
es el suelo donde la planta est afirmada y que es lo que permite soportarla y
aguantar el desarrollo de su cuerpo. 2) El Aire, que envuelve permanentemente
a la planta en toda su extensin, nutrindola y vivificndola. 3) El Fuego, en el
sol necesario y hacia el cual se dirige, tomando de l la fuerza para crecer y
expandirse. 4) Y por ltimo el Agua, aseguradora de su existencia. De aqu
podemos deducir varias cosas: 1) el Fuego del Sol es anlogo al Yo Espiritual.
2) Los vientos y el aire son el prana del hombre, su fuerza vital. 3) El Agua es
portadora de vida, tanto en la naturaleza externa como en el cuerpo etreo del
ser humano. 4) Las sustancias minerales de la Tierra le proporcionan al cuerpo
fsico una sustancia saludable, de afirmacin, de relleno.
Por lo tanto, el rbol era el eje del mundo, la esencia de la Vida. Y para
expresar esto en una realidad concreta, los celtas eligieron a un rey vegetal, a
un soberano entre los rboles, y ste fue el roble.
Cada rbol tiene una historia oculta, legendaria que contar y solo la contar a
quien comprenda que en su tronco, en sus races y en sus ramas late la vida
de un ser majestuoso.
Un pueblo tan sabio como el celta, no poda dejar de tener una Astrologa
Vegetal y a su alrededor fue desarrollada su cultura. Aunando a ella las fases
de la Luna (dato esencial en Bach), los druidas fueron construyendo su
Zodaco con 21 rboles, por medio del cual cada ser, al nacer, tena las
caractersticas de determinada especie vegetal, que se constitua en el rbol
protector del nativo.
As que ya se puede vislumbrar, desde este comienzo, por qu Bach no poda
elegir minerales para su sistema, porque Bach tambin era un celta que no
permaneci ajeno a la tradicin que lo sustentaba. Todo lo celta siempre est
unido al Reino Vegetal, fue una cultura verde.
Para concluir, los rboles son los mediadores entre el reino mineral y el reino
de la Humanidad, o sea son mediadores entre el cuerpo y el alma. Y fue en
esto en lo que se apoy Bach para reafirmar su concepto de Salud, y que fue lo
que le permiti transferir las fuerzas del macrocosmos al microcosmos a travs
de la Terapia Floral.

2) CURARSE A S MISMO
De todos los escritos de Bach, el que mejor encara este tema es Crese usted
mismo.
Bach dice que la ciencia mdica es un fracaso: trabaja sobre los sntomas y no
sobre las causas. La enfermedad cualquiera sea ella- no ha sido atacada en
sus fuentes originales, que son las emociones negativas. Toda esta situacin
Bach la compara con una ciudad asolada por un enemigo que no ve, que
desconoce. La ciudad es un caos, reinan la confusin y el terror, la angustia y
la desesperacin. Como la gente de la ciudad ignora que est sitiada, reparan
los edificios daados, entierran a los muertos, olvidan sus angustias y creen
que as retorna la paz y el equilibrio. La poblacin de esta ciudad no saldr de
su asombro cuando, en breve tiempo, vuelva a ver que las cosas se repiten. Si
los habitantes alargaran la visin y se dieran cuenta que para no volver a
reparar ni lamentar muertes atacaran al origen de sus tristezas, las cosas
resultaran muy diferentes y los males se terminaran.
Bach tambin dice que la ciencia tiene un punto de vista materialista de la
enfermedad, centrado en el rgano afectado, en el cuerpo daado. Pero aclara
que el origen no es para nada concreto ni material sino que es el producto de
un juego de fuerzas entrecruzadas, que est siempre en actividad y que son las
que producen esos resultados en el cuerpo que son conocidos como patologas
o sntomas. Por eso, si a la enfermedad se la trata materialmente con
medicamentos que trabajarn en la superficie del problema y no en la
profundidad, el alivio conseguido ser slo temporal pues la causa real ha sido
ignorada. Todo eso va unido a una cultura sanitaria que ha ignorado los
principios energticos del problema y donde el culto al medicamento y el miedo
a la enfermedad han descentrado al individuo alejndolo de la posibilidad de
curarse a s mismo.
Luego aporta una de sus verdades esenciales: que la enfermedad es el
resultado de un conflicto entre el Alma y la mente y que jams podr ser
vencida sin una toma de conciencia y una elevacin espiritual. Esto implica una
tarea muy grande, que es precisamente la que debe ir desarrollando todo
terapeuta con su paciente: si este trabajo est bien hecho, a conciencia, con un
terapeuta que sabe adnde debe apuntar y un paciente que, vencidas las
resistencias del principio se apreste a colaborar, entonces s se puede llegar al
xito en el objetivo propuesto: curar y prevenir la enfermedad.
El futuro terapeuta debe cambiar radicalmente el punto de vista materialista.
Pues es a la hora de hacer terapias es cuando aparecen las verdades:
trabajamos disociadamente. Por un lado sabemos todas las propiedades de las
38 flores de Bach, de las casi 100 de Bush y las ms de 100 de California,

tenemos muy en claro la postura metafsica de Bach, acompaamos esto con

un modo de vida disciplinado y elevndonos espiritualmente, pero frente a un
paciente lo primero que deseamos es que se le vayan los males lo ms rpido
posible, sea como sea. Y entonces acudimos a las recetas. Aliviamos pero el
paciente no se cura, vuelve con sus males repetidos. Nos hemos puesto
frente a ese paciente, cara a cara, para ahondar en su vida entera? Hemos
establecido con l un plan de trabajo donde la gran colaboradora debe ser su
conciencia? Hay emociones parsitas personales, prejuicios, escrpulos que
nos impiden trabajar en pro del objetivo? He analizado esto con un
compromiso personal? Entonces, si es as, no podemos hacerle Terapia Floral
a nadie si antes no pasamos por la experiencia de la propia Terapia y nos
parimos a nosotros mismos, con dolor, para experimentar ese renacimiento que
nos permitir afrontar una situacin teraputica sin miedo y con un nico
objetivo: restablecer la salud en un paciente y no slo aliviarlo. Dejaremos de
lado, entonces, ese punto de vista materialista que combata Bach y
comenzaremos a actuar en unidad con nosotros mismos, logrando, a la vez, la
unidad del otro. Slo si estamos integrados con nosotros mismos lograremos
integrar a otros.
Si, como dice Bach, el paciente fuera instruido por el mdico o por el terapeuta
sobre la naturaleza de esas fuerzas internas contrapuestas que les provocan
los males, seguramente renovara con sobrado xito su salud. Entonces,
volviendo al principio de este captulo, el paciente habr descubierto aquella
fortaleza que provocaba los males en la ciudad y ella y slo ella ser el objetivo
de su lucha.
Bach considera tambin que la enfermedad, en s misma, es benfica. Cuando
nosotros podamos entender que la leccin que nos da la enfermedad es una
oportunidad de corregir algo que anda funcionando mal dentro de nosotros
mismos, nuestra actitud hacia ella cambiar rotundamente, porque la
enfermedad es una leccin nica para aprender algo: dnde est el error,
dnde me equivoqu, donde est el desacierto que no encuentro.
En esta materia veremos que, de algn modo, lo que aprenderemos ser a
prevenir, seremos orientados hacia una interpretacin ms correcta de las
patologas y terminaremos el curso sabiendo que toda dolencia, toda
enfermedad, todo sntoma, siempre es psicosomtico. Que no hay nada porque
s y que todo efecto proviene de una causa y en nuestro caso la enfermedad
siempre va a provenir de algn problema de carcter emocional. Por eso ser
importante tambin ver cmo funciona nuestra mente, cmo est compuesto
nuestro aparato psquico, cules son sus leyes y su dinmica. Todo sntoma,
por leve e imperceptible que sea, siempre es premonitorio. Y crear alertas y
conciencia sobre ellos nos evitar enfermarnos. Pero para ello deberemos
descartar los esfuerzos sobre lo concreto y lo material y abocarnos al arduo

trabajo espiritual y mental apropiado. Floralmente, deberemos olvidarnos de

aliviar pacientes y centrar nuestro trabajo en curar.
3) LOS PILARES FUNDAMENTALES DE LA TERAPIA FLORAL

1) El Hombre tiene un alma que es su ser real. Con esto est revelando la
naturaleza divina del ser, como siendo participante y parte integrante de un ser
Divino y todopoderoso. El Alma es la parte principal del ser, siendo la parte
material un minsculo reflejo de aqulla. El Alma preexiste a la personalidad y
ser ella el fundamento de nuestra vida. Al tener en claro esto, surge en la
conciencia un compromiso de ordenamiento personal, de integracin, de reunin con ese noble principio ordenador y si supiramos dejarnos guiar por
ella, no habra lugar a desequilibrios ni desencuentros interiores sino una
armona perfecta cuya expresin sera la Felicidad y la Salud permanentes.
2) Nosotros somos personalidades colocadas en este mundo con el propsito
de lograr conocimientos y experiencias a travs de la edad, para desarrollar las
virtudes que estn en potencia dentro de nosotros y de las cuales no somos
concientes. Para lograr esto, que tampoco est librado al azar sino que
obedece a un plan inteligente, Bach concibe a la existencia de un ser como
insertada en un ambiente determinado, vivenciando circunstancias que sern
las mejores para lograr la virtud. De aqu extraemos una gran verdad: cada vida
humana tiene un propsito que deber alcanzar. Nuestra personalidad es la
parte transitoria y es la que nos ayudar a ser entes materiales en la vida. Y en
la medida en que vivamos, aprenderemos lo que desconocemos,
desarrollaremos potencialidades dormidas o almacenadas, puliremos defectos
e iremos descartando lo negativo de cada uno (de ah las diferencias
individuales). Cada rasgo de vida en la Humanidad responde a un plan
preconcebido que es el pasaporte necesario para abrir las puertas de la Virtud.
Y para eso, vamos aprendiendo lecciones cada da, la vida es una escuela
donde todos los das se rinde examen.
3) Nuestra vida no es ms que un momento en la totalidad de nuestra
evolucin, es como si fuera un da de escuela. Entonces a la vida hay que verla
como un proceso y eso inmediatamente nos remite a la idea del Karma, a la
inmortalidad del Alma y a lo temporal de la existencia material. El alma tendra
que transitar un largo camino que es la Evolucin, y el tramo de ese camino
que estamos cubriendo en esta vida, lo recorremos a caballo del cuerpo que
nos toca tener en esta existencia. Por eso, para transitar bien esta parte del
sendero, tenemos que tener bien a ese caballo, lo ms saludable posible y
dndonos cuenta permanentemente de los peligros que podemos afrontar, de
los accidentes que podemos tener o de las sorpresas que nos depara la parte

desconocida de ese sendero, que siempre tiene que ver con los que nos resta
vivir, si queremos arribar bien a destino.
4) El concepto con que Bach mejor define al estado de Salud y enfermedad, es
aquel que dice: el conflicto entre el Alma y la personalidad es la causa de la
enfermedad o infelicidad, y que luego cataloga como uno de los errores
fundamentales vlido para producir un conflicto que conducir a la enfermedad.
O sea: si el Alma y la Personalidad estn en armona todo es dicha y felicidad.
Si estn en disputa, el individuo sufre y se enferma. Bach apunta aqu a la
armona necesaria para que estas dos estructura del ser se comuniquen con un
dilogo equilibrado. Si el individuo est quebrado por dentro, con un dilogo
incompatible entre Alma y Personalidad, las lecciones que tiene que aprender
son ms duras. Esta es la enseanza ms difcil. Pero para ello estn las flores
y ellas se encargarn de ir reequilibrando las energas de manera tal que sea el
mismo individuo el qu se d cuenta dnde no debe poner el nfasis, dejando
sus necesidades de lado esto genera mucho dolor- y apuntando, desde su
conciencia, a la noble misin que le marca su Alma.
5) Por ultimo menciona el principio de la Integracin o la Unidad. Cada cosa en
la vida est unida con el Todo. Hay un principio participativo que nos hace ver
que si una parte del todo no funciona bien, el Todo tampoco lo har. Cada uno,
como partcula de la Creacin, apuesta contra la armona de la creacin, si es
imperfecta. Y la imperfeccin se logra atentando contra nosotros mismos,
dejndonos dominar por la Personalidad, desarmonizando a otros, pues al
causar una imperfeccin en una parte, ya sea en nosotros o en otros, esa
inarmona se refleja en el todo. Cada uno de nosotros es un eslabn nico,
irrepetible, y necesario a la vez, en la gran cadena de la Evolucin, en este
momento del Cosmos. Y para lograr esto se necesita trabajar con el Amor,
primero con el Amor a uno mismo para poder luego Amar a los dems. El tan
mentado Ama a tu prjimo como a ti mismo es una frase final. La primera
parte, tcita, no expresada, sera mate a ti mismo y luego ama a tu prjimo
como a ti mismo. La cultura de la sinrazn y de la ciencia mecanicista nos ha
hecho poner el nfasis en la conclusin de la frase y nos ha hecho ignorar el
principio, que en realidad es a lo que debemos apostar como terapeutas
florales. Si no me amo lo suficiente, no me acepto en mi totalidad. Y por lo tanto
no puedo impartir amor incondicional a otros. La fuerza creadora del Cosmos
es el Amor. Y cada cosa manifestada es una manifestacin de ese Amor. Por
eso, como el Amor une, todo tiene que estar en cohesin, todo debe formar un
gran sistema y de aqu deducimos que sus partes componentes no pueden
separarse. Imagnense entonces, lo que sucede con aquella persona que no
puede conciliar a su Alma y a su Personalidad: est separado en s mismo, no
tiene unin, integracin. Por lo tanto, su vivencia del mundo no ser la de esta
totalidad armnica sino que toda la realidad de ese ser estar dividida en
compartimentos o estancos y le costar mucho llegar a la experiencia del
Amor. Atentar contra el Principio de la Unidad tambin est catalogado por

Bach como el segundo de los errores productores de crisis que luego genera
enfermedad. Bach llega entonces a la conclusin de que toda enfermedad no
slo puede ser prevenida sino curada tambin dado que est en la misma
esencia del individuo esa capacidad: ser sanador de s mismo. Por eso todo
terapeuta no slo debe administrar esencias florales a sus pacientes sino que
el trabajo teraputico debe ir acompaado de una clara observacin que
permitir detectar cules son los errores que el paciente cometi y que lo
llevaron a enfermarse y, al mismo tiempo, informarle con mucho tino y
paciencia cmo pueden salvarse o modificarse esos errores, para arribar juntos
al puerto de la curacin.
4)
LOS
CINCO
POSTULADOS
DE
LA
TEORA
DE
LA
ENFERMEDAD
1)La enfermedad no es un mal a suprimir sino un beneficio a comprender.
Si hay dolor, sufrimiento, postracin o cualquier estado de nimo
desencontrado que aqueja al individuo, ello debe servir para recordarnos que,
cuando se da, hay un alerta que debemos descifrar: el Alma se ha peleado con
la personalidad, hay desavenencias entre ellas. Cuando aprendemos a
escuchar este tipo de alertas, la conciencia se afina como para tratar de
detectar cul es el motivo de la ria y qu es lo que tiene que modificarse al
aprender de ello. Slo haciendo as el individuo puede ir, paulatinamente,
modificando sus imperfecciones, que se traducen en dolor y postracin y, por lo
tanto, revertir sus estados patolgicos. Y para ello no debe perder de vista
ninguna seal que a su conciencia se presente. Todo el desarrollo de este
curso servir para ir educndonos al respecto, aprendiendo recursos, y
seremos ms concientes de nosotros mismos. Nos cabe aclarar algo ms con
respecto a ese beneficio que es la enfermedad: todo crecimiento duele y una
dolencia bien puede ser el precio de ese crecimiento. Ser que todava no
estamos maduros y es necesario que aprendamos la leccin, a cualquier
precio, para crecer? Qu hay de inmaduro en mi que debo fortalecer e
incorporar? Cuando nos alertamos de esta manera sobre la enfermedad,
estamos ms aventajados para poder evolucionar. La enfermedad, por lo tanto,
no es un castigo sino una oportunidad de saber algo ms sobre m mismo, de
indagar en aquello que nunca hice conciente, porque el dolor donde sea que
est ubicado, en el cuerpo o en el alma- siempre es portador de un mensaje
emocional que presiona desde algn lado para ganar la conciencia. Entonces
hay que darle esa oportunidad: que llegue a la luz de nuestro darnos cuenta y
el dolor se disipar. Refuerzo aqu, entonces, lo que dije al principio: aliviar
solamente no sirve. Hay que tratar, y tratar profundo si queremos ser buenos
terapeutas.

2) La enfermedad es consecuencia de un conflicto

Ac volvemos a lo ya expuesto sobre la ria entre el Alma y la Personalidad. El
Alma es la parte ms perfecta y ms pura del ser que no necesita ningn tipo
de reparacin. Pero nuestra condicin humana nos exige una Personalidad que
tiene que convivir con esa Alma, slo que a veces stas no coinciden ni en
esencia ni en discurso. Por lo tanto la Personalidad, formada a partir de las
emociones, que son los ncleos psicolgicos ms primitivos, es la que
ocasiona el problema cuando necesita ser satisfecha y ese objetivo no coincide
con la misin del Alma. Instintivamente, hay una fuerza que me arroja fuera del
camino, que tuerce mi sendero. Esta Personalidad no nace en la adultez, se
genera desde el mismo instante del nacimiento cuando el nio experimenta su
primera emocin que es el miedo. A travs del mundo emocional del nio la
Personalidad va formando cuerpo y presencia. Y ese mundo emocional
coexiste simultneamente con otros mundos emocionales, otras
personalidades, que son las relaciones, los vnculos con los que debemos
convivir y que generan a la vez encuentros o desencuentros nunca exentos de
energa afectiva, ya sea positiva o negativa. Y a partir de ello se van creando
necesidades que la Personalidad exige que sean satisfechas.
3) La enfermedad es producto de la accin de factores personales y
transpersonales
Siempre habr causas personales que construirn una enfermedad. Bach dice
en una parte de sus escritos que interferir en la vida de los otros con nuestro
accionar tambin producir enfermedad. Nosotros como terapeutas no
podemos conformarnos entonces ni con las vrices, ni con el pie hinchado ni
con la contractura del hombro, siempre debemos traducir los sntomas en
smbolos porque son ellos los portadores de las verdades ms claras, slo que
hay que empezar a saber decodificarlos. Estos seran los factores personales.
Pero Bach agrega que hay factores transpersonales y con ello se refiere a la
accin del Karma, o sea que hay deudas pendientes que uno trae al nacer que
no hay que descartar para nada, por eso es necesaria la indagacin del
paciente para saber si el problema es causado por factores personales o
transpersonales. Algo que debemos entender es que si intentamos aliviar o
transformar el Karma de alguien a travs de la terapia, terminaremos nosotros
cargando una pesadsima cruz de una manera intil, gratuita y sin ningn
sentido. El terapeuta es terapeuta y no un redentor y cada uno debe cargar la
cruz que le ha tocado llevar en el calvario de esta vida. Pero hay que darle
oportunidad al individuo de ir quemando su propio Karma a travs de la
conciencia que dan las flores. Slo l puede hacer ese trabajo y nadie ms.
Nosotros seremos meros acompaantes y testigos de su proceso de mejora y
conciencia.
4) La enfermedad no es material en su origen
La enfermedad es el producto final material, concreto, de una lucha de fuerzas
inconcientes que la persona no conoce. Por eso el propsito de todo terapeuta,

al tratar a un paciente, debe ser lograr que ese juego destructivo de energas
comience a hacerse conciente. Y eso equivale a reflotar aquel concepto que ya
hemos visto en Dinmica de la Relacin Teraputica cuando hablamos del
primer mecanismo de defensa, la defensa bsica por excelencia: la represin.
Hay que comenzar a extraer hacia fuera lo que el individuo ha reprimido,
aunque esto le ocasione dolor. La nica manera que tiene de curarse es
enfrentarse con lo reprimido, con lo que no conoce de s mismo. No ser esto
una tarea fcil porque estaremos trabajando con contenidos tempranos muy
primitivos, infantiles, arcaicos, no educados, no civilizados, en los cuales
tambin aflorarn, mezclados con ellos, los primeros vnculos que la persona
tuvo, o sea la relacin con sus padres cuando l era beb. Eso no material en
su origen que es la enfermedad, al comenzar a ser tratado, aflorar por
mltiples partes, ya sea por va directa como puede ser un recuerdo que llega
de improviso, como por imgenes inexplicables que tendr el paciente, sus
sueos, sus errores en el discurso, su lenguaje no verbal, sus fantasas y se
irn ubicando entre el paciente y el terapeuta como un hermoso material de
trabajo que ambos tendrn que saber hacer. El desentraar esta maraa lleva
su tiempo, por eso no hay terapias breves, la terapia dura lo que tiene que
durar y eso depender por un lado de la habilidad del terapeuta y por el otro de
las ganas de colaborar del paciente, que siempre anda teniendo resistencias o
haciendo transferencias que hay que estar disolviendo. En realidad, las
verdaderas causas de la enfermedad, su real fundamento, son los defectos que
luego estudiaremos, defectos que, obviamente, estn totalmente alimentados
por las emociones.
5) En la enfermedad no hay nada accidental
Efectivamente, quien se enferma est respondiendo a un cdigo que est
relacionado con sus conflictos. Por eso quien se enferma del corazn no se
enferma del rin y es muy diferente en sus causas el hacer una diabetes a
hacer una depresin. No hay casualidad en la enfermedad. Por eso los
sntomas no son al azar, siempre habr un rgano del cuerpo o una zona
corporal que ser la que exprese el conflicto interno.
En conclusin, y como lo dice el mismo Bach siguiendo a Paracelso: si
nuestros aspectos espirituales y emocionales estn en armona, la enfermedad
no puede existir.
5) JUNG Y SU MODELO DE TRABAJO DE LA PSIQUE HUMANA

Es necesario ahora remitirnos a la poca en que vivi el Dr. Bach y traer el
aporte de uno de sus contemporneos cientficos ms destacados y uno de los
padres del Pasicoanlisis: Carl Gustav Jung. Siguiendo a Jung nos alineamos
perfectamente con Bach ya que muchas de sus lneas de pensamiento

coinciden. Es probable que Bach haya conocido algunos textos de Jung hacia
el final de su vida pues muchos de los escritos de Bach parecen tener esta
influencia. Pero para la poca, el Psicoanlisis recin comenzaba, fue bastante
discutido en los medios cientficos y tampoco era muy entendido. Slo los
discpulos de Freud, Jung, Adler podan captar con amplitud los postulados
bsicos del psicoanlisis.
Para nuestro objetivo, es necesario entrar en esta disciplina porque si bien
conocemos el cuerpo, a veces no conocemos lo psquico, y nunca debemos
dejar de entender que nosotros somos seres bio-psico-sociales, o sea una
unidad que est compuesta por un cuerpo, una mente y un mundo de vnculos
y de relaciones que coexisten con nosotros en el presente, en el mundo
externo, pero tambin en el mundo interno. Por ejemplo, yo tengo una madre
externa, con nombre y apellido, que me dio el Ser. Viva o muerta, esa mujer es
mi madre. Pero por dentro, tambin esa madre tiene existencia y vida y no
muere nunca. Y as sucede con todas las relaciones importantes con las cuales
hemos ido creciendo: el padre, los abuelos, los hermanos, los hijos, los
amores, los maestros, los amigos.
Para el modelo de trabajo de Jung la psique humana se compone de:
Conciencia personal
Inconciente personal
Inconciente colectivo
Tanto la conciencia personal como el inconciente personal son reas
complementarias dentro del psiquismo, es como que se equilibran una a otra
porque muestran caractersticas opuestas y pertenecen exclusivamente al
individuo. Estn formados por las experiencias de cada ser.
La conciencia personal forma parte del darse cuenta del momento presente.
El inconciente personal es la instancia donde va a parar todo aquello que el
sujeto reprime y expulsa de la conciencia y que pertenece a su historia
individual.
En cambio el Inconciente Colectivo no forma parte de un yo especfico ni es el
resultado de una experiencia personal, sino que es un rea del psiquismo que
depende de los contenidos heredados del funcionamiento psquico en general,
formado por todas las reacciones psquicas y todas las experiencias humanas
desde el origen mismo de la Humanidad. Sera, pues, una mente inconciente
compartida por todos los seres humanos y la que habra dado el material a los
mitos, leyendas, cuentos de hadas, etc., que, aun siendo universales, tienen
ingerencia directa en las psiques individuales.

El Inconciente Colectivo est formado por Arquetipos, a los cuales heredamos,

como heredamos las caractersticas fsicas de nuestros padres. Slo que los
Arquetipos son una herencia compartida por todos los seres humanos.
Aunque el Inconciente Colectivo contenga las experiencias humanas desde los
albores de la especie, no es para nada un material muerto, sino muy dinmico,
constituyndose en la matriz de nuestra conducta y de nuestras reacciones.
A los Arquetipos no los podemos conocer directamente sino slo cuando se
manifiestan como imgenes en nuestra psique. El Arquetipo tendra entonces
un lado conciente (el de la imagen) y un lado inconciente que no se puede
describir con palabras. Podramos entonces decir que un Arquetipo es una idea
raz despojada de forma, que existe antes de tener su revestimiento formal o
material.
Algo que tenemos que tener en cuenta, que es muy, muy importante, es que el
Arquetipo es universal, es nico, es incambiable. Pero se expresa
individualmente de mltiples modos.
Qu funcin cumplen los Arquetipo?
Ellos rigen los principios, las leyes, los fundamentos, en la parte oculta de la
psique humana. Podramos describirlos como campos de fuerza, centros
dinmicos energticos, que sirven para controlar todo aquello que se mete
dentro del inconciente. Cuando un contenido psquico pasa al Inconciente
Personal , ya la conciencia no lo puede manejar ms. Es el Arquetipo quien
ejercer un efecto determinado sobre l y ello tendr un efecto posterior sobre
lo que hacemos o dejamos de hacer.
Vamos a tomar un ejemplo para entender mejor esto: el Arquetipo de Madre.
Quin puede discutir o analizar en s misma la idea de madre sin caer en
imgenes que relacionan con aquella idea? En lo primero que pienso es en mi
madre, una persona con nombre, apellido y una biografa. Pero las
posibilidades de manifestacin, para la idea de madre, podran ser infinitas.
Podramos hablar de una idea que todos tenemos de lo maternal, pero esto
sera la imagen y no el Arquetipo, podramos hablar de lo que nutre, de lo que
suministra, de lo que protege, de lo que acaricia. Podramos hablar, sin ir a una
imagen muy concreta (como podra ser la gestacin), de la imagen de
proporcionar forma, de dar crecimiento, ya que es la madre y slo la madre
quien va dando forma al embrin dentro de su tero. De aqu podemos deducir
que cada objeto, hecho, situacin, persona, objeto, que conecte al hombre con
el sentimiento de seguridad, proteccin, nutricin, crecimiento, caricia,
suministro, lo pone en contacto, inconcientemente, con el Arquetipo de madre.

Aqu estamos hablando de ideas, sentimientos. Pero vayamos a ilustrar este

desarrollo con imgenes concretas que nos pueden conectar con el Arquetipo
de madre. Podramos tomar a la Iglesia como un ejemplo de cmo un
Arquetipo se convierte en una imagen. La Iglesia se supone que da a los fieles
proteccin, amparo, alivio, seguridad interior, tal como hace una madre con su
hijo. Se habla a veces de la Santa Madre Iglesia. Otro ejemplo lo podemos ver
en lo que es para cada uno la Madre Patria, la Madre Tierra.
Y as, por extensin, todo aquello que pueda tener una forma hueca mediante
la cual el individuo adquiera la imagen de sentirse abrigado y contenido tal
como un nio dentro del tero, puede adquirir la imagen Arquetpica del
Arquetipo de Madre. Una cueva, el tero mismo, la casa donde vivo, la vagina
de mi esposa, son smbolos del Arquetipo heredado de lo materno. Por lo tanto,
cuando estas imgenes aparecen en los sueos de los pacientes, nos dan un
material valiossimo para poder interpretar con qu est conectado, con qu
elemento interior, que le ha hecho apelar a determinadas imgenes
arquetpicas. As que si un paciente, por ejemplo, suea con una cueva, puede
el sueo tener una relacin directa del vnculo con la propia madre o puede
estar manifestando el deseo de dar vida o el sentimiento de desproteccin en la
actualidad.
La forma que un Arquetipo adopta al manifestarse, es lo que se llama smbolo.
Por lo tanto cada Arquetipo es un smbolo potencial. As, el Arquetipo de la
Madre se puede representar por una casa, un lago, una flor, etc, que son
smbolos. Y por ello podemos deducir que cada smbolo siempre est
determinado por un Arquetipo que no es perceptible en s mismo. Un smbolo,
para ser considerado como tal, tiene que tener esta base arquetpica, aunque
no necesariamente tiene que ser como el Arquetipo mismo. Y as podemos
llegar a la primera conclusin importante:
Un Arquetipo es un centro comprimido de energa psquica y se le une el
smbolo para hacerlo visible. El smbolo, por lo tanto, sera un aspecto y una
imagen de la energa psquica.
Por lo tanto, el Inconciente Colectivo nos proporciona formas Arquetpicas
vacas en s mismas y que se hallan ms all de nuestra concepcin; entonces
la mente conciente las llena de imgenes similares o relacionadas, de modo
que podamos captarlas.
El que algo adquiera la condicin de smbolo depende de la actitud de la mente
conciente del observador. La cantidad y variedad de smbolos es tan grande
que a veces algunos de ellos se convierten en objetos cotidianos y ordinarios.
As, por ejemplo, un rbol puede ser considerado como un fenmeno
puramente natural y en ese caso no es un smbolo; pero tambin puede ser
considerado como representante de algo que no es, como por ejemplo, una

vida humana y en ese caso s es smbolo, tal como lo hemos visto en la

primera parte.
Adems de los smbolos que estn tomados del mundo real (un rbol, una
cueva, un ro), estn aquellos que no tienen una relacin directa por medio de
la experiencia que transmiten los rganos de los sentidos, sino que son
imgenes que tienen por s solas una fuerza simblica. Jung toma como
ejemplo el ojo dentro del tringulo. Este conjunto no se corresponde con
ninguna realidad y por eso mismo cuando entramos en contacto con l, nos
vemos obligados o motivados a buscar su significado simblico, lo cual no
quiere decir que se lo encuentre enseguida. Eso va a depender del marco
simblico de la mente, de cada sujeto, el que ese smbolo cobre vida o no. Si
el smbolo tiene un significado profundo para la persona, estar vivo para ella.
Hay personas que entiendan muy poco de smbolo y otras que viven en un
mundo de simbolismo. Para los primeros, las estrellas no son ms que estrellas
y por no tener inclinacin al simbolismo, condenarn a la Astrologa por
considerarla absurda. Pero para el individuo que est adaptado a un modo de
pensamiento simblico aquella aseveracin le parecer absurda y no la
comprender. Por lo tanto tenemos dos mentalidades, dos modos psicolgicos
completamente opuestos, con perspectivas totalmente diferentes sobre el
mundo.
Para nuestra labor, quien es amigo del simbolismo sabr encontrar un lenguaje
oculto en toda enfermedad, en toda patologa, en todo cuadro clnico. Quien
rechace al simbolismo no ver ms que un individuo receptivo que adquiri
una enfermedad pero no la gener.
6) LEY DE LA ANALOGIA O DE LA CORRESPONDENCIA

PRINCIPIO DE CAUSALIDAD LEY DE LA SINCRONICIDAD
Como es arriba es abajo; como es abajo es arriba. Este principio encierra la
verdad de que entre los diferentes planos en que se manifiesta la vida, existe
una concordancia o correspondencia que los unifica, es decir, ellos se
entrelazan los unos con los otros formando un todo armnico.
Todo est en movimiento, nada permanece inmvil, todo vibra. Desde la ms
alta manifestacin espiritual hasta la ms baja o densa de la materia, todo est
en perpetua vibracin. La diferencia que separa una cosa de otra consiste en
sus grados de vibracin. La vibracin se produce dentro de lo que la ciencia
denomina frecuencia. Dentro de un determinado espacio de tiempo un tomo
puede tener una frecuencia ms o menos alta, es decir, dentro de ese tiempo el
movimiento vibratorio se produce tantas veces ms o tantas veces menos;

mientras ms veces se produzca, ms alta ser la frecuencia y ms alto el

plano alcanzado.
Para que entendamos bien la Ley de Correspondencia aplicada a la Salud,
debo comprender que si algo me pasa en el plano fsico (el ms denso), algo
est pasando tambin el plano mental (que es ms sutil). O sea que el cuerpo
estara expresando, en correspondencia, lo que le sucede a la mente. Y
podemos ir todava ms profundo: lo que le sucede a la mente est expresando
lo que le pasa al espritu. O sea que nada sucede por milagro y una cosa
remite a la otra.
Cuando usamos la mente con pensamientos de tristeza, de dolor, de
pesimismo, de temor, de rencor, etc., o sea todo lo que no podemos llamar
bueno, generoso ni alegre, estamos haciendo funcionar la mente con una muy
baja vibracin.
Nuestro campo emocional vibra en un tono alto o bajo y estas vibraciones altas
o bajas se reflejan en nuestro plano fsico y as vemos que el cuerpo se
enferma o sana de acuerdo con las emociones que lo sacuden. sta es la Ley
de Correspondencia aplicada a la Salud. Por eso las terapias como la
psicolgica o la floral logran hacer variar el tono mental del individuo. Lo mismo
sucede en las terapias con gemas, con msica, con imanes, etc.
Y de aqu podemos deducir el otro principio tan importante en la Teora
junguiana e importantsimo en la postura cientfica de Bach: Todo efecto
proviene de una causa. El cuerpo obedece fielmente los dictados de la mente
porque el cuerpo es esclavo de sus emociones y la mente es la que lleva la
batuta dirigiendo el campo emocional.
Nuestra frecuencia sale de nuestro cuerpo para tocar a todo lo que nos rodea.
Segn nosotros pensamos, as sentimos o actuamos. Una persona que tiene
una mente alegre, acta constructivamente, es simptica, muestra un
organismo sano y atractivo. Y tambin alegra el ambiente en el que se mueve.
Pero tambin observamos lo contrario, cuando personas abrumadas por
pensamientos o sentimientos negativos comienzan a depositar estos estados
en su cuerpo, extienden su frecuencia densa hacia su propio ambiente.
De ah que otro enunciado de esta ley podra ser: Como es adentro, es afuera
y recprocamente.
Teniendo en cuenta este tipo de hechos, Jung nos acerc su famosa ley de la
Sincronicidad, la cual obedece al Principio de Causalidad. Con la aplicacin de
esta Ley podemos percibir situaciones y acontecimientos que parecen
inexplicables o que no encuadran dentro de las relaciones causa-efecto.

Si un hecho es demostrable por la ley de causa-efecto, no ser necesario

aplicar la Ley de la sincronicidad pues podremos ver que determinados
acontecimientos son el resultado de otros acontecimientos con quienes estn
lgicamente relacionados. Pero cuando la causalidad no es aplicable y parece
que interviniera el azar o el virus, se necesita otro modo de explicar las cosas.
Sincronicidad quiere decir simultaneidad. Se puede aplicar absolutamente a
todo lo que existe. Jung lleg a ella cuando quiso interesarse por los principios
astrolgicos. Descubri conformidades psquicas sin vnculo causal entre ellas
que deban tener algn tipo de conexin que no estaba a la vista.
La Ley de Sincronicidad se define as: La sincronicidad es
temporal de dos o ms acontecimientos no relacionados entre
(no hay una causa ni un efecto evidentes) y cuyo contenido
idntico o semejante. Ello significa que un estado psquico es
uno o varios acontecimientos externos.
la coincidencia
s causalmente
significativo es
simultneo con
En la Terapia Floral, atendiendo pacientes, vamos a encontrar muchas

sincronicidades..
Esta definicin contiene dos conceptos claves: el fenmeno objetivo de
acontecimientos que se producen ms o menos al mismo tiempo sin una
conexin causal entre ellos, y el factor subjetivo por el que la persona siente
que los acontecimientos son un accidente simple desprovisto de significado o
que forman una experiencia muy significativa. El elemento subjetivo del
principio sincronicista hace que sea inevitable que no todo el mundo encuentre
significado en los acontecimentos que tienen lugar simultneamente y que
posiblemente mantienen una conexin significativa.
El principio de Sincronicidad no es una nocin filosfica sino una idea emprica
que surge de la ausencia de cualquier modo apropiado de explicar el creciente
nmero de fenmenos imposibles de aclarar por las leyes de causa y efecto.
As, la esencia Pine operar sincrnicamente sobre los sentimientos de culpa
de un paciente y estos desaparecern cuando el paciente haga conciencia de
los motivos por los que se sinti culpable y rescate del inconciente emociones
malsanas que su conciencia no le permita sentir ni experimentar.
El Inconciente Colectivo humano, que compartimos con todos nuestros
semejantes, lo contiene todo. Est formado por los Arquetipos y su existencia
es un prerrequisito para la formacin de todo lo que toma forma en nuestro
mundo de la existencia, donde introducen un cierto grado de orden. Si los
Arquetipos estn realmente presentes en el inconciente humano como factores
autnomos y ordenadores, entonces es lgica la hiptesis de Jung de que el
inconciente lo sabe todo.

Estas observaciones de Jung fueron hechas a partir de su inters por la

Astrologa, es un modo de expresar el principio astrolgico de que podemos
leer cmo toman forma los acontecimientos pequeos si estudiamos los
acontecimientos mayores de los cielos. Con este principio de sincronicidad
Jung entrega a aquellos cuya mente conciente est habituada al pensamiento
simblico, una clave para entender mejor lo que antes era despreciado por
muchas personas por considerarlo como ideas viejas y mgicas y hoy es
despreciado por la ciencia oficial, especialmente por la Medicina, por no
entenderlo.
Y ahora, como terapeutas, sabemos que frente a un caso, siempre tendremos
que operar con esta ley de la sincronicidad porque causa y efecto estn unidos
en el sntoma pero sin un nexo aparente.
7) EL PRINCIPIO DE LOS OPUESTOS: LA LEY DE POLARIDAD

Todo es dual, todo tiene dos polos, todo tiene su par de opuestos; los
semejantes y los antagnicos son lo mismo; los opuestos son idnticos en
naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades
son semiverdades; todas las paradojas pueden reconciliarse.
Este Principio Hermtico encierra la verdad de que todas las cosas
manifestadas poseen dos aspectos, dos polos que son un par de opuestos con
innumerables grados intermedios entre ambos extremos. La Ley de Polaridad
explica que lo que existe o separa a cosas diametralmente opuestas es
solamente cuestin de grados, y afirma que todo par de opuestos puede
reconciliarse mediante la aplicacin de este principio. As vemos; frente al fro,
est el calor; frente a lo negro est lo blanco; frente al mal est el bien; frente a
la escasez est la abundancia; frente a la salud est la enfermedad. A primera
vista parecen cosas diferentes pero, como esta Ley nos lo hace comprender,
son la misma cosa con diferencia de grados.
Cuando se dice que toda verdad es relativa o que toda verdad es una verdad a
medias, es porque nada hay definitivo. Hay oscuridad verdad? Bien, poco a
poco penetra la luz y en donde hubo oscuridad, hay ahora penumbras. Y si se
sigue ascendiendo en grados, donde hubo oscuridad termina por haber
claridad.
Del mismo modo podemos hablar de enfermedad. Si comparamos a la
oscuridad con la enfermedad y a la luz con la conciencia, ese cuerpo o esa
alma que estaba enferma no era una verdad definitiva sino una verdad a
medias y era susceptible de ser transformada mediante la conciencia. Jams
hay una enfermedad total; la oscuridad o la enfermedad son una verdad
relativa, o sea: dentro de la enfermedad habita la conciencia.

Este Principio se manifiesta siempre dentro de lo que es una misma cosa. No

podemos usar la Ley de Polaridad entre polos de distintas cosas. Por ejemplo
no podemos pasar de lo fro a lo negro o del da a la salud. En fro y calor
estamos entre dos polos de temperatura; entre amargo y dulce estamos entre
dos polos de sabor; entre odio y amor estamos entre dos polos de sentimiento;
entre enfermedad y curacin estamos entre dos polos de salud.
Nunca sabremos dnde termina la oscuridad ni dnde empieza la luz; dnde
comienza la enfermedad y dnde termina la curacin. Son grados de
transmutacin tan sutiles que apenas nos damos cuenta de cmo cambia
aquella cosa de uno a otro polo diametralmente opuesto.
Este Principio opera igual en el plano mental. Hasta aqu lo hemos visto ms
bien en un nivel fsico. Yendo al plano mental, encontramos que el Amor y el
Odio parecen dos sentimientos opuestos, totalmente irreconciliables. Pero si
aplicamos el Principio de Polaridad, encontramos que no existe ni un Amor
absoluto ni un Odio absoluto. Tanto Odio como Amor no son sino dos trminos
aplicados a los dos polos de una misma cosa: sentimiento. Empezando en
cualquier punto de la escala, salindonos de un polo en direccin al otro,
empezamos a encontrar menos odio y ms amor, o viceversa. El Odio
comienza a debilitarse y como el vaco absoluto no existe, empieza a llenarse
con el sentimiento opuesto al odio; o al contrario, si arrancamos del polo Amor
y nos dirigimos hacia ese otro polo que podramos llamar negativo, entonces
empezamos a ver que cada vez hay menos amor y empieza a llenarse el vaco
con algo que comienza en disgusto para la persona, sigue con la antipata y
puede terminar yndose al extremo del polo en algo que conocemos con la
denominacin de odio. Hay muchos grados de amor y de odio y hay un punto
medio tambin en donde el agrado y el desagrado se mezclan de tal forma que
es imposible distinguirlos el uno del otro.
El valor y el miedo quedan tambin bajo esa misma regla. Los pares de
opuestos existen en todo. Donde encontramos una cosa encontramos tambin
su par opuesto. Esto ltimo es lo que permite transmutar un estado mental en
otro, siguiendo la lnea de polaridad. Tratndose de una persona cobarde, si se
elevan sus vibraciones mentales a lo largo de la lnea miedo-valor, se llenar
de valenta y despreciar el peligro. Igualmente, el perezoso puede hacerse
activo y enrgico, polarizndose simplemente a lo largo de la lnea perezadiligencia.
En Somos los culpables de nuestros sufrimientos, Bach habl claramente de
la polaridad cuando afirm que para lograr la curacin hay que reemplazar lo
equivocado por lo correcto (el error por la verdad) sustituyendo a lo malo por lo
bueno. Y haca nfasis en resaltar la virtud, opuesta al defecto, que es el que
ocasiona el error. Por eso tambin dice que el odio slo puede ser curado por
el amor, la crueldad puede derrotarse con la compasin y el miedo con el valor.

Una vez entendido el Principio de Polaridad se nota inmediatamente que los

cambios mentales que deseamos ver en otras personas son posibles aplicando
esta Ley. Es como producir un deslizamiento a lo largo de una escala. No se
trata de transmutar una cosa en otra completamente diferente, sino reducirla a
un simple cambio de grado de la misma cosa. Los estados mentales
pertenecen a innumerables clases, cada una de las cuales tiene su opuesto y a
lo largo de su propia lnea es posible la transmutacin.
Estos dos polos, en todo lo que existe, se clasifican ellos mismos por su grado
vibratorio en POSITIVOS y NEGATIVOS o ACTIVOS y PASIVOS. As, el Amor
es positivo y el odio es negativo; la Fe es positiva; el Miedo es negativo; la
Actividad es positiva; la Inercia es negativa. El color Blanco es positivo en
relacin con el Negro que es negativo. La salud es positiva; la enfermedad es
negativa; la Verdad es positiva, la falsedad es negativa. Lo superior es positivo,
lo inferior es negativo. Debemos recordar que la tendencia de la Naturaleza es
en direccin a la actividad dominante del polo positivo, quiere decir que la Vida
cobra ms actividad y mayor vibracin en el campo del Polo Positivo. Y es ms
receptiva o inerte en el campo del Polo Negativo.
Una conclusin que ya podemos sacar entonces, es que mientras lo Pasivo o
Negativo es Receptivo (recibe), lo Activo o Positivo requiere de accin,
voluntad (emite). Por lo tanto todas las cosas que son Positivas requieren de
nosotros o de los pacientes el suficiente grado de conciencia para que
permanezcan. Donde hay luz no hay oscuridad. Por lo tanto la aplicacin de la
conciencia requiere del sujeto un permanente trabajo de voluntad para que la
Luz contine encendida y el individuo permanezca sano. Podramos agregar
tambin que la Conciencia pertenece al instinto de Vida y la enfermedad al
instinto de Muerte. En consecuencia, siempre que mi conciencia est despierta
y me mantenga en mi yo presente sabiendo quin soy, las fuerzas oscuras de
la pasividad, de la enfermedad o de la desintegracin permanecern alejadas.
Deca Bach que la enfermedad y los errores no se conquistan por medio de la
lucha directa, sino reemplazndolos por lo que es bueno. Y propona, como
objetivo, reconocer nuestros errores y esforzarnos por desarrollar las virtudes
que se les oponen. No hay que luchar contra los problemas y lo mejor para
lograr esto era olvidarse de todo eso y concentrarse en el desarrollo de las
virtudes necesarias.
Adems del cambio de polo de nuestros propios estados mentales mediante el
arte de la polarizacin, el fenmeno de la influencia mental en sus mltiples
fases demuestra que este Principio puede extenderse hasta abarcar las
influencias mentales de uno a otro cerebro; esto es, que los estados mentales
pueden producirse por induccin de una persona a otra. Es pues posible, para
quien se lo proponga, poder polarizar un ambiente, una situacin, etc. La

mayora de los resultados obtenidos mediante los tratamientos mentales se

obtienen aplicando este Principio.
Esta ley nos permite ayudar a otros polarizando situaciones en forma
inteligente. Por ejemplo, si un terapeuta entra en el cuarto de un enfermo, las
vibraciones positivas de su pensamiento cambiarn la polaridad negativa que
impera en la habitacin porque la Luz siempre domina la Oscuridad, porque la
onciencia domina a la enfermedad, porque la Verdad desvirta la Mentira.
Nosotros sabemos que la enfermedad es una mentira, es una apariencia,
sabemos que es una creacin humana, hecha por el mismo paciente. Ante
situaciones as, debemos polarizarnos hacia el Polo Positivo y emitir lo que
corresponde, por lo menos para ayudar.
La Vida es indestructible y ella se repara por s misma, por lo tanto se puede
hacer el milagro mientras nuestra mente no le cierre el paso con falsas
creencias, miedos, temores, afirmaciones negativas, falta de fe, etc. Tanto el
Polo Activo como el Polo Pasivo actan bajo una misma energa. Cualquiera de
nosotros tiene la opcin de usar esa energa en el Polo que elija, he ah el libre
albedro. Contra el libre albedro, contra lo que se escoge, nadie tiene poder
sino uno mismo. Si optamos por el Polo Negativo obtendremos todo lo que a l
pertenece; si se decide por el Polo Positivo se obtendr tambin lo que a l
pertenece.
Si se mastican pesares, uno se quedar fijo en el Polo Negativo, de donde
nadie nos podr sacar, sino nosotros mismos. Por eso hay que polarizar
siempre todas las situaciones en las que uno se encuentre, todos los
ambientes en donde uno est, hay que polarizar a todos aquellos que hablen
con nosotros, a los hijos, a los padres, al cnyuge, a los pacientes, a los
alumnos.
Por eso un enfermo no debe pensar en su enfermedad, no debe darle
presencia. No debemos comunicar a nadie que estamos padeciendo una
dolencia, porque en seguida el pensamiento del otro, al hacerse cargo de la
informacin, reforzar mi condicin negativa con su emisin mental.
Lo no deseable se mata cambiando su Polaridad. La mente, as como los
metales y los elementos, puede transmutarse de grado en grado, de condicin
en condicin, de polo en polo, de vibracin en vibracin. Dominar la Ley de
Polaridad significa dominar los principios de transmutacin o alquimia mental.
Y el terapeuta floral est trabajando con la Ley de la Polaridad al administrar
las flores. Son ellas las que, gradualmente, irn apartando al paciente de su
Polo Negativo (el conflicto por el cual ha venido a consultarnos) para llevarlo
hacia el Positivo (la recuperacin). Pero tenemos que tener en cuenta una
cosa: Nunca ocupemos un polo totalmente vaciando de contenido al otro

porque se producir un desnivel tan dramtico en las corrientes energticas,

que el polo vaco requerir presencia y eso puede dar lugar a conductas
anmalas e inesperadas del paciente. Contentmonos con sentir que ha
llegado a ubicarse en un punto equidistante de los dos extremos y as
sabremos que ha logrado el equilibrio. Llegar a mantener este equilibrio es un
trabajo arduo y que requiere una clara conciencia de propsito. Si tenemos
virtudes (que son las que dan la salud cuando las experimentamos y las
expresamos), tambin del otro lado estn lo defectos. No ignoremos a estos
ltimos, sepamos que existen y estn dentro de nosotros y que as como puedo
expresar y sentir amor, tambin puedo expresar y sentir odio. Por eso
tengamos puntos de vista reales y con los pies en la tierra para la recuperacin
de los pacientes, no fabriquemos productos light sino hombres y mujeres que
sepan que, si son valerosos, en algn lado los est esperando el miedo. Somos
un producto de luces y de sombras al mismo tiempo. Pero sin dejarnos ganar
por las sombras, sabiendo que existen y no perdindolas de vista, yo puedo
vivir cmoda y agradablemente en la luz.
Si uno est polarizado negativamente atrae sobre s toda cosa negativa,
desagradable, mala, afectando otros ambientes, personas o cosas con quienes
se pone en contacto y se convierte en lo que se llama una persona de mala
influencia o un vehculo de cargas negativas, etc. En cambio si nos polarizamos
hacia lo positivo no solamente atraeremos toda clase de cosas buenas y
situaciones positivas sino que las llevaremos a los dems.
Con un paciente que siempre ve negras las cosas, polaricmoslo hacia lo
positivo, hablmosle de las condiciones positivas que busca en l la flor que
est tomando, dmosle como ejercicio que practique afirmaciones de sas que
figuran en los libros y que las diga primero en voz alta con nosotros hasta que
las memorice. Si recuerda algo triste y comienza a llorar, quebremos su llanto y
su tristeza con un caramelo. En lo dulce siempre hay Amor y amor es
contencin, unin, integracin. Eso es polarizar. Pero tambin debemos
polarizar nosotros al paciente, todo lo que podamos, no slo desde nuestro
pensamiento sino tambin desde la combinacin floral que le estamos
prescribiendo.
Las frecuencias vibratorias de alguien que est entrenado en polarizar logran
transformar el ambiente en el que penetra, simplemente con su presencia. Slo
con la vista de sus ojos, de su sonrisa, de su paz, de su alegra, polariza lo que
sea. Con unas cuantas palabras positivas transmuta conceptos ajenos
negativos imperantes en el ambiente porque el humor de los presentes ser
cambiado y se llenan de esperanzas los que antes estaban rendidos.
El ver los dos lados de una cuestin hace que la misma se entienda y
experimente con mayor profundidad e intensidad. Por eso a nuestros pacientes
tenemos que hablarle tanto de las condiciones negativas como de las positivas,

porque ambas son reales, porque ambas se experimentan. Un individuo tiene

un aprecio mayor de su condicin fsica cuando ha experimentado los dos
extremos: la enfermedad y la salud. La diferencia entre enfermedad y salud se
puede experimentar slo en el curso del tiempo, lo mismo que uno llega a
conocer la vida merced a los contrastes de sta en el curso del tiempo. El
contraste aparente de los opuestos est en la raz de nuestra existencia.
Cada cosa que existe es una unidad bilateral con un aspecto positivo y uno
negativo. Aceptando y formando una unin entre estos opuestos o polaridades
que se evocan el uno al otro, puede llevarnos finalmente a la armona interior.
Tanto si examinamos los procesos de la Naturaleza, exploramos las antiguas
filosofas o estudiamos Astrologa, nos vamos a encontrar siempre con esta
serie de leyes fundamentales de la vida.
En base a todo lo que hemos visto, La Ley de Correspondencia, la Ley de
Causalidad con el Principio de Sincronicidad y la Ley de Polaridad, podramos
sacar una conclusin muy importante: Nada permanece en su estado original.
El bien y el mal forman una totalidad paradjica. El reconocimiento de ambos
opuestos hace que los conceptos de bien y de mal sean relativos, y esa
relatividad es aplicable a todas las partes de la vida. Todo tiene dos lados y
ambos opuestos estn presentes en cada uno y al mismo tiempo, aunque uno
de los lados se muestre con mayor claridad y se perciba entonces ms
fcilmente.
Y en cuanto a nuestra herramienta de trabajo, la flor, ella siempre es VIRTUD,
nunca defecto. La flor conectar con la virtud no expresada del paciente (por
ejemplo, el coraje) y paulatinamente ir sacando al paciente del polo del
defecto (el miedo) para ubicarlo en el medio del eje miedo-coraje. El extremo
del coraje es peligroso porque la ausencia de una cuota sana de miedo nos
quita los alertas. La flor har un trabajo perfecto en este sentido.
Pero hay algo que advertir: Nunca la flor conectar con el defecto. No porque
una persona no sienta miedo lo experimentar tomando Mmulus. Hay que
descartar estas utopas que andan perturbando la mente de los alumnos, como
que a una persona que no siente culpas hay que darle Pine para que la sienta.
sa es una postura absurda que distorsiona el mensaje de Bach y revela a las
claras que no se tiene en cuenta o se ignora el luminoso trabajo de las flores.
8) - LOS DEFECTOS
Para Bach son las primeras enfermedades reales del hombre y cada uno de
ellos atentan siempre contra la Unidad. Tambin seran la causa primera de
toda enfermedad actual y, hallarlos en el paciente, significara el punto final de

la terapia. Por lo tanto seran las causas bsicas de todos los sufrimientos y
padecimientos porque cuando se transforman en ncleos crnicos adquieren
continuidad y persistencia y se manifiestan en los sntomas patolgicos. Bach
enumera 7 defectos:
ORGULLO:
Nace de un sentimiento de sentirse muy pequeo, muy insignificante pero sin
que la persona reconozca esta situacin, entonces aparece el orgullo. La
persona niega el papel que el Alma tiene en el desarrollo de sus capacidades y
otorga a la Personalidad el papel de la gran hacedora de su grandeza. En
realidad es el Amor Propio depositado sobre el Ego, sobre el Yo Personal, por
eso el individuo centra su atencin en los logros materiales, se transforma en el
centro del mundo alrededor del cual gira todo y cree que lo nico real es su Yo.
Los dems comienzan a desaparecer, no sirven, no valen, no son nada y si
aparecen en su vida es para sentir que lo hieren, lo agreden, lo lastiman, no lo
respetan. El precio sera la soledad y eso lo va llevando al mismo tiempo a
desintegrarse del todo, a perder el contacto con la Unidad que, como vimos, es
uno de los pilares bsicos de la Terapia Floral: reinsertar al individuo en el
Todo.
Dominar el orgullo es tal vez una de las ms duras lecciones porque es muy
difcil que un ego herido pueda objetivarse o mirarse desde afuera. La persona
orgullosa preferir empeorar sus heridas antes que sanarlas, no emprenden un
camino de superacin sino ms bien de estancamiento pues hacen crnicas
sus frustraciones. Deposita todo el peso de la energa en l, entonces buscan
culpables. Esto va generando problemas con los vnculos, especialmente con
los seres queridos ms cercanos lo que, paulatinamente, los va llevando a
resentimientos ms generales.
El Orgullo ha hecho que el individuo se rodee de una muralla que el terapeuta,
lentamente, tratar que la derribe, ladrillo por ladrillo, piedra por piedra.
Recordemos que es el mismo individuo, de la mano del terapeuta, quien
destruir esta fortaleza. l y slo l, haciendo conciencia a travs de las flores,
podr desnudar su yo y exponerlo a los dems, sintindose igual a todos y
reinsertndose en su mundo de vnculos.
Aqu hay un corazn herido y todo lo que sea relacionado con el corazn tiene
que ver con el Amor. Vemos en el orgulloso que el Amor est egostamente
dedicado a su Yo, no a su Alma, a su personalidad, y jams dedic amor a los
dems; y si crey que lo haca era solamente para sentir importancia personal,
sin que hubiera un intercambio afectivo. Estas personas orgullosas siempre se
dejan amar pero no aman.

Entonces hay un ncleo sustancial, dentro del camino para disolver el orgullo
que cuando el individuo pueda atacarlo y diluirlo, rpidamente iniciar el
camino de la curacin: el Perdn. Si no aprendemos a perdonar, jams
seremos personas sanas interiormente, porque la falta de perdn origina otras
enfermedades internas en el corazn, en la circulacin, en las articulaciones.
La sangre que es amor puro- irriga todo el cuerpo, por lo tanto todo el ser
fsico puede ser afectado cuando el orgulloso no se permite perdonar. Por eso
estas terapias centradas en la disolucin del orgullo son largas.
Nada es porque s. Si se da el orgullo es porque hay una leccin que aprender,
por eso no podemos juzgar apresuradamente a quien padece este defecto. Es
un ser que ha venido a este mundo, a este da de escuela que es la vida, a
aprender algo que le hace falta para la evolucin de su Alma: debe aprender a
aceptar la fragilidad y la pequeez del Hombre frente a la grandeza del
Universo. Cuando comprenda esto, en el otro polo opuesto al orgullo,
comenzar a aparecer la Humildad, y hacia ella comenzar a avanzar.
CRUELDAD
Cuando los dems aparecen llenos de defectos e imperfecciones, pueden
tornarnos intolerantes por no poder soportarlos y entonces, como respuesta
primaria, reaccionamos impiadosamente contra ellos. Puede ser mediante un
ataque directo, fsico o verbal, que tiene por objetivo daar a quien no
soportamos. La falta de caridad, la burla, la humillacin, la maledicencia, el
chisme, la falta de piedad, el juicio apresurado, pueden transformarse en
ejercicios muy divertidos y agradables para quien practica en forma cotidiana la
crueldad. A veces estas actitudes son tan sutiles que no se las nota y quien es
cruel se siente fuerte con respecto a la vctima de su ataque. Y si nota que el
otro sufre siendo el blanco de sus ataques, ms disfruta su crueldad.
Toda accin contra otros es un atentado contra la Unidad Armnica del
Universo, por lo tanto y a la larga, ser una accin contra m mismo pues todo
lo que se emite vuelve al emisor. Hay un ida y vuelta continuo y permanente, lo
cual es una expresin de la Ley de Polaridad. Por eso hay que saber andar sin
caer en los extremos.
Qu causas han llevado al cruel a expresarse tan destructivamente? Quien es
cruel tiene algn tipo de sufrimiento que lo lleva a comportarse de esa manera.
Entonces, como a la vista no estn esas causas, deberamos remitirnos a la
infancia para encontrar all una historia personal donde lo cruel fue
modelando su psiquismo. En ellos siempre vamos a encontrar situaciones de
maltrato y abuso que han padecido, es un sobreviviente de un proceso familiar
que abund en prcticas de crueldad ocasionadas por alguno de los padres, o
hermanos, o abuelos. Encontramos que han sido vctimas de castigos fsicos
rayanos en la tortura, un clima permanente de insultos y agresiones, padres

que aislaban a su hijo no brindndoles ni comunicacin ni cario,

humillaciones, agravios, denigraciones, encierros prolongados, penitencias. E
inclusive a veces este maltrato no se dio en forma fsica sino psquica, a veces
la indiferencia es un maltrato, o el desprecio, o el sealar defectos
permanentemente. El hecho es que toda esta serie de episodios quitaron la
confianza en el crecimiento.
Entonces este paciente ha registrado que alguien, de quien esperaba amor y
cuidado, pudo eliminarlo, contando con todas las condiciones de impunidad
subjetiva y objetiva para hacerlo. Es una infancia donde el terror estaba a la
orden del da.
Que algn otro vnculo cercano haya sido capaces de darle buen trato a esta
persona, donde el sujeto haya podido recibir y dar ternura, ser una de las
condiciones para que, desde la terapia, se pueda intentar disolver la crueldad
del paciente. Por eso es importante, ante un caso de crueldad, tratar de
investigar de quin recibi real afecto durante la infancia. Estas figuras
afectuosas sern rescatadas mediante las flores para que el sujeto comience
su propio trabajo de integracin y, al mismo tiempo, comience a vislumbrar los
valores de los dems en su justa medida.
Muchas veces el paciente no logra ver en su verdadera dimensin a quienes lo
castigaron, para no sentir culpas por su conviccin. Y esto es una forma de
negacin de la verdad, porque el paciente, en vez de traernos al padre real que
existe dentro de l, lo que est haciendo es contarnos una pelcula sobre su
padre. El sujeto debe seguir conservando intacto su arquetipo paterno o
materno para seguir sintindose vivo. Lo que no sabe tampoco, es que l ha
esgrimido los rasgos de violencia de su progenitor y con ello permanentemente
lo descarga de culpas. Las personas que transitan lo cruel reproducen
modalidades crueles sin tener registro de ellas, carecen de registro de la
dimensin de su hostilidad o de su propia crueldad.
Es muy probable que estos pacientes, al ir reconociendo sus rasgos de
crueldad y asumindolos, caigan en profundas depresiones o en angustia
extrema. Por eso puede haber etapas, durante el tratamiento, en donde vengan
a sus sesiones con mucho esfuerzo fsico pero con la decisin de aclarar y
analizar el horror que han descubierto de s mismos. Un sentimiento
predominante, ms que la culpa, suele ser la vergenza. La aparicin de la
vergenza puede constituir un buen indicador cuando es acompaada de un
estar atento a sus acciones crueles. Entonces sintmonos contentos porque
cuando estos rasgos aparecen, ya estamos muy cerca de la curacin.
Y cul es la leccin que esta persona ha venido a aprender? Nada ms ni
nada menos que ver y descubrir lo bueno que hay en los otros, las virtudes de

los otros, las cualidades positivas de los otros, y aceptarlas. Si aprende esta
leccin, comenzar a desarrollarse, en el otro polo, la virtud de la compasin.
ODIO
Segn las mismas palabras de Bach, el odio es lo contrario del Amor, es el
reverso de la Creacin, lo contrario al Esquema Divino en su totalidad, pues
slo conduce a desarrollar acciones y pensamientos contrarios a la Unidad y
opuestos a los dictados del Amor.
Odio y Amor son los dos polos opuestos de un mismo eje llamado Sentimiento.
El Amor une, crea, da vida, suaviza, fusiona y el odio desune, destruye,
lastima, aniquila, separa. Podramos simbolizar en el Amor a la Vida misma y a
la Muerte en el Odio. Tenemos entonces aqu los dos instintos bsicos del ser:
Vida-Muerte. Principio y fin, el Alfa y la Omega.
Ahora bien, como polaridad, no pueden separarse. Por lo tanto, donde est uno
expresndose, del otro lado est el sentimiento inexpresado o el que an no se
manifest. No se puede Odiar a alguien si no hay previamente una relacin de
Amor con esa persona y recprocamente: el comenzar odiando a una persona
puede dar la posibilidad de que despus se la Ame.
Tanto el Odio como el Amor son los sentimientos que ms se proyectan sobre
los otros.
Debemos dejar sentado que el odio no se expresa en forma light o intelectual o
medianamente. El odio compromete al individuo en su totalidad y se siente
como un estado emocional intenso en donde la persona que odia manifiesta
antipata, aversin, repulsin, enojo, rencor, enemistad, agresin.
As como el Amor nos lleva a querer sentirnos cerca del objeto amado, a
fundirnos con l, a disfrutar de su presencia, su conversacin, su mirada, el
Odio tiene como objetivo la destruccin del objeto. Esto puede constituirse en
una obsesin que d lugar a actos violentos. Cul sera la motivacin
conciente de ese odio? Esa persona que odiamos se convierte, de pronto, en
una amenaza para nuestra integridad, atenta contra mi ser. Entonces odio
porque mientras odie voy a preservar mi identidad, mi Ego. Pero lo que no sabe
quien odia es que mientras sienta esta emocin estar unido estrechamente al
objeto odiado y buscar cualquier oportunidad para ponerse a su lado sin
abandonarlo un segundo.
Una de las peores caractersticas del odio es que si no se descarga se va
acumulando, por eso es generador de tantas patologas, el odio afecta
totalmente la salud, especialmente al sistema inmunolgico, es un veneno
mortfero que ser tambin almacenado por el hgado, generar tumores,

problemas cardacos y circulatorios, patologas de piel. La sangre entera est

comprometida con el odio porque la sangre simboliza el amor y entonces
nuestro ser entero corre peligro si uno carga esta cruz que se llama odio. Y una
vez que aparece, es muy difcil erradicarlo. Cuando el odio se ha instalado
cuesta terminar con l porque es un engendro que psicolgicamente gana los
campos ms profundos y primitivos de la persona. Adems no slo vamos a
ver deteriorado al individuo sino que en sus relaciones interpersonales el odio
es un veneno terrible que impide la comunicacin, la armona, la convivencia.
Con l no hay comprensin ni aprecio ni respeto, se anula la creatividad y la
persona queda prisionera de pensamientos obsesivos de venganza,
agresividad y violencia.
Dnde estara el origen de este sentimiento? Todos sentimos odio, pero quien
ha hecho del odio una forma de ser, ha tenido siempre una infancia
devastadora, con episodios en donde el nio fue ignorado, rechazado,
maltratado o abandonado.
Odiar es muy fcil. Para hacerlo, basta con pensar que somos los buenos, los
adecuados, las vctimas, y sentirnos seguros de tener la razn rechazando todo
lo que se oponga a nosotros. Entonces, casi espontneamente brotan desde
nuestro lado oscuro, chorros calientes de lava gris, lista para baar a
cualquiera que sealemos como objeto de nuestra frustracin.
Hace falta mucha madurez para dejar de odiar, una mente abierta y un corazn
dispuesto para enfrentar el veneno. Lo mejor que puede suceder es que quien
es vctima del odio se aleje de los motivos que le dan rabia o que le enojan,
que no los frecuente, hay que hacer un trabajo a conciencia para dejar de
alimentar el odio. Inclusive retirarnos de quienes nos odian ser una buena
estrategia para colaborar con nosotros mismos dado que el odio alimenta el
odio.
Como vimos para los otros defectos, quien experimenta el odio tiene una
leccin que aprender y sta es muy simple: debe aprender a amar. Slo si
aprende esta leccin, desde el polo opuesto comenzarn a asomar el amor y la
entrega para comenzar a ser experimentados.
EGOSMO
Cuando Bach menciona al egosmo se refiere a l como al excesivo cuidado de
nosotros mismos olvidndonos de los dems. Es como si la persona dijera
Primero, yo.
Aqu nos encontramos con un mundo totalmente subjetivo, donde la persona
nunca puede llegar a ser imparcial, pues su orientacin en la vida depende de
lo que l ha valorado del mundo como bueno o como malo y despreciando lo

que piensa la mayora. Encontramos en este defecto un culto al ego. El ego es

lo principal, lo ideal, lo que vale, lo verdadero, como si el Ego fuera la nica
verdad de la existencia.
Los egostas siempre son personas que en su infancia recibieron duras crticas,
tuvieron una educacin rgida, nios que no fueron cuidados adecuadamente ni
tampoco fueron atendidos en sus reclamos. Todos estos episodios y
experiencias le fueron quitando la confianza en los adultos, que continuamente
lo censuraban en su espontaneidad. Por eso llega a la edad adulta convencido
de que slo debe bastarse por s mismo sin esperar nada de nadie. Debido a
esto, los dems se transforman en meros tiles para lograr sus fines, prefiere
adelantarse y utilizar a los otros antes que lo utilicen a l.
Si uno observa a un egosta de cerca, veremos con seguridad a alguien muy
activo, un luchador incansable pero que siempre est en contra de algo, y si
uno le pregunta por qu, responder que ese algo se opone a sus propsitos o
interfiere en su camino. Se siente orgulloso de s mismo y a veces se expresa
con agresividad, resultando un ser hostil y desagradable, que todo critica y
nada le viene bien y hace un culto de sus cosas personales. Tambin se
expresa con fanatismo apasionado sobre algunos temas, como si se estuviera
continuamente reforzando con ellos, apoyndose con pasin en lo que cree
pues si eso le fuera quitado realmente podra sentir que fracasa, se debilita o
muere. Si esta persona tuviera algo de poder, apareceran tambin rasgos de
sadismo.
Su vida es una eterna carrera por ganarle a los dems, por ocupar los primeros
puestos (esto lo vemos mucho en el ambiente de la farndula y de la poltica) y
si algo sale mal, nunca tendr una visin autocrtica sino que echar la culpa a
los dems, victimizndose y advirtiendo exageradamente la torpeza de los
otros, o la ineficacia.
A veces nos sorprenden pues tiene rasgos muy destacados de estar dando
siempre a los dems, pero en realidad utilizan estas acciones para obtener
agradecimientos, con lo cual crece su importancia personal. Por lo tanto no es
que sean generosos, solidarios ni caritativos, sino que buscan siempre ser el
centro de atencin y por eso se transforman en necesarios para los que no
tienen algo y as van reforzando su poder sobre los otros.
El poder en esta gente no es ms que una mscara que cubre sus propias
debilidades y su complejo de inferioridad. Su ego no es tan fuerte, sino
endeble, vacilante y un ego debilitado nunca tiene poder.
La gente egosta ha olvidado el camino del servicio y eso es precisamente la
leccin que deben aprender: olvidarse de s mismos poniendo su energa en
una actitud de servicio permanente, atendiendo y teniendo en cuenta las

necesidades de los dems. Tal vez as comience a aparecer en sus corazones

la virtud que se esconde detrs de este defecto: el dar.
IGNORANCIA
Con este defecto Bach se refera no a la falta de conocimientos sino a la
incapacidad para aprender. La ignorancia es el negarse a ver la verdad cuando
ella es evidente, es el fracaso del aprendizaje en la vida. Un individuo ignorante
es aquel que afirma continuamente No necesito aprender nada nuevo y
permanece con la mente cerrada e inflexible.
Una de las metas de quien est en la terapia floral ya sea como terapeuta o
como paciente, debe ser desterrar este defecto de la mente, uno debe apostar
a la sabidura. Pero a ello se llega nicamente cuando nos vamos dando
cuenta que la realidad es un todo formado por elementos interdependientes, no
hay nada suelto en ella y la urdimbre es perfecta, una cosa siempre nos
remitir a la otra y recprocamente.
Aqu, con la ignorancia, no se trata de marchar contra ella aprendiendo miles
de teora y leyendo cientos de libros o haciendo cuarenta cursos. Eso nos
llevara a afirmar creencias pero no alcanzaramos sabidura as de esa
manera. Por eso la mayora de las personas espirituales slo tiene creencias y
no alcanzan esta dimensin luminosa del ser que es llegar a ser una persona
sabia. Los conocimientos que adquirimos y que capitalizamos son slo
referencias que nos ayudan a mejorar conductas, posturas, filosofas de vida,
nos afianzan en la bsqueda de valores, afinan nuestras expectativas y hasta
mejoramos nuestras necesidades con ellas. Inclusive si nos abrimos a la
dinmica del crecimiento, hasta cambiaremos de creencias o los iremos
modificando y mejorando. Pero no somos sabios. Descartar la ignorancia es
uno de los pasos necesarios para comenzar la autntica transformacin que
dar como resultado ver con claridad y lucidez y percibir el mundo con
sabidura.
Un psiclogo podra decirme, desde su creencia que una persona que sabe es
aquella que tiene capacidad de juicio, que posee habilidad para aprender del
entorno, que tiene una gran aptitud de razonamiento, mucha perspicacia y el
uso efectivo de la informacin presente. Sin embargo, desde el enfoque
bachiano, la sabidura se refiere a una forma de percepcin, es una mente que
percibe la existencia de un modo ms completo y acertado. En realidad somos
ignorantes porque no tenemos suficiente atencin, porque la mente percibe con
distorsiones lo que tiene delante y no ve la autntica realidad. Si la ignorancia
es la percepcin incompleta y parcial de los fenmenos del mundo, la sabidura
es una mente que percibe todo lo que existe sin exclusiones. La ignorancia no
ve y por tanto no sabe lo que hay, mientras que la sabidura percibe todo. Por
eso el ignorante nunca sabe que es ignorante y la persona con ms

conocimientos y con mayor cantidad de diplomas puede llegar a ser un perfecto

ignorante.
La ignorancia es generadora de sufrimientos. Cualquier forma de sufrimiento
que podamos experimentar procede de alguna forma de ignorancia. Esto es,
siempre que sufrimos hay algo que no estamos viendo, algo que se nos escapa
en la realidad que percibimos. La ignorancia es una especie de ceguera que
nos lleva a deformar la existencia, a inventar una idea de nosotros mismos y de
los dems, a construir situaciones de un modo irreal. Es esencial ser
consciente de este punto pues el ignorante no sabe que lo es y la nica pista
que tenemos para reconocer nuestra ignorancia es el sufrimiento que
experimentamos. Cabe aqu destacar una hermosa conclusin para llegar a
conocer nuestro grado de ignorancia: Si sufrimos es porque algo ignoramos.
La nica posibilidad de salir de la ignorancia es entender el sufrimiento como
un aviso y una seal indicadora del camino hacia donde orientarse. Como
florales ya sea en el rol de terapeutas o de pacientes- necesitamos escuchar
el sufrimiento de nuestras vidas y hacer de l nuestro maestro. No podemos
desecharlo ni escapar de l, es nuestra posibilidad de liberacin. El sufrimiento
nos indica que hay algo que no vemos en la situacin que estamos viviendo.
No es "aprender del sufrimiento", sino escuchar lo que la vida nos ensea.
La nica forma de llegar a la sabidura es desarrollar ms atencin, ms
conciencia, es crear alertas, es no dejar pasar nada por alto, es estar atentos
permanentemente a todo porque todo tiene sentido y no hay nada librado al
azar en nuestra vida, nada sucede por nada, no hay casualidades.
Como deca el poeta Csar Vallejo en su poema Los heraldos negros: hay
golpes en la vida tan fuertes... Esos golpes algunas veces, nos llevan a una
mayor conciencia, como cuando padecemos una enfermedad, experimentamos
un fracaso profesional o vivimos la prdida de un ser querido o contemplamos
un marco social desastroso como el de nuestra actualidad. No obstante, en la
mayora de los casos, necesitamos desarrollar la conciencia, hacerla crecer,
amplificarla. La sabidura no viene por s sola con el tiempo y con la edad, es
preciso hacer algo y el mejor mtodo es afinar la conciencia y eso nos llevar,
paulatinamente, a ser ms sabios.
La mayora de nosotros nos hemos quedado en la fe en los maestros, unos
pocos han avanzado un paso ms y tienen firmes convicciones racionales
propias. Pero esto no lleva a realizar cambios y para ello hay que ser flexibles.
Slo alguna rara persona ha llegado a la sabidura. Tal vez el problema est en
la base, quizs no nos demos cuenta de que el sufrimiento est sucediendo de
verdad, un sufrimiento que se basa en nuestra ignorancia, y que es posible
dejar de sufrir porque la virtud opuesta a este defecto, la sabidura, se puede
desarrollar.

INESTABILIDAD
Con esta palabra Bach define a la falta de autodeterminacin emergiendo de
un Yo dbil, con indecisiones y flaquezas, donde la persona no puede unir
aspectos diferentes de una misma experiencia en una totalidad ms
integradora y ms madura.
Por estados de inestabilidad pasamos todos porque a veces en nuestro estado
de nimo aparecen, intermitentemente, el pesar, el optimismo, la alegra, la
tristeza. A veces somos tan negativos que en un momento de desazn
despreciamos los logros que hemos obtenido con esfuerzo y compromiso como
queriendo tirar todo por la ventana. En una relacin amorosa ya consolidada a
veces nos sentimos poco comprendidos y hasta solos. Pero stas son
respuestas emocionales normales que se dan en los momentos difciles de la
vida y suelen desaparecer cuando las dificultades pasan.
Pero no es esto a lo que Bach se refera con la palabra inestabilidad, l se
refera a algo mucho mayor, importante y generador de patologas y con eso
sealaba a personas que se caracterizan por presentar inestabilidad emocional
de forma constante y crnica, de las cuales podemos detallar algunas
caractersticas:
Elevada vulnerabilidad emocional: Son personas muy sensibles, con altibajos
frecuentes en el estado de nimo, con respuestas emocionales muy intensas
que tardan mucho en aliviarse. Las personas de su entorno suelen
considerarlos excesivamente pasionales, con relaciones muy intensas y
tortuosas con los dems, o como personas explosivas, que se enfadan de
forma colrica y pierden el control con facilidad.
Crisis intensas ante acontecimientos negativos: Ante las dificultades suelen
sentirse muy decados y desesperanzados, experimentando con frecuencia
ideacin suicida, e incluso llegando a hacerse dao deliberadamente o a
intentos reales de quitarse la vida.
Pasividad: Suelen ser personas que no afrontan sus problemas de forma
activa; normalmente creen que no pueden hacer nada para resolver las
dificultades y creen que son los dems los que deben afrontarlas.
Autoinvalidacin: Tienen dificultades para reconocer y aceptar sus propias
reacciones emocionales; con mucha frecuencia se sienten inseguros y
culpables, llegando a sentirse enfadados consigo mismos y experimentando un
intenso autorrechazo.

Competencia personal aparente: Paradjicamente, hay momentos o periodos

ms o menos largos en que son personas eficaces, que se enfrentan con
efectividad a su trabajo o a diversas cuestiones de su vida cotidiana; este
contraste hace especialmente complicado que los que le rodean puedan
entender su comportamiento. Normalmente, se quejan de la incomprensin de
los dems.
Algunas de estas personas pueden presentar, adems, problemas con la
alimentacin (p.e., anorexia, bulimia), o con el abuso de alcohol y otras drogas.
Muchas suelen haber seguido diversos tratamientos con diferentes
profesionales con poco o ningn resultado. Con frecuencia lo abandonan de
forma prematura, o es el propio profesional el que les deriva ante las
dificultades para mejorar la situacin.
La inestabilidad emocional hace sufrir mucho al que la padece y a los que se
cruzan en su camino debido a la variacin en los sentimientos y los estados
emotivos, los altibajos del nimo sin motivo o por causas insignificantes. La
persona inestable vive en una montaa rusa emocional: va dando tumbos con
las emociones y es incapaz de conservar los afectos porque los cambia segn
cambia el viento. Y, aunque da la impresin de ser feliz, vive con la pesada
carga de no poder consolidar algo permanente. Sin saberlo, la persona
emocionalmente inestable busca el cambio continuo para no enfrentarse a s
mismo. En cierto modo, los sntomas se parecen a los del trastorno bipolar
(neurosis manaco-depresiva), pero en miniatura.
Afectivamente tienen una gran dificultad para separar los diferentes mbitos de
su vida; si tienen conflictos familiares, los trasladan a la pareja, el trabajo o los
amigos. Suelen ser dependientes e inseguros: necesitan apoyarse en muchos
pilares y en cuanto uno falla se ven asaltados por un sentimiento destructivo
que irradia hacia otras situaciones de su vida. De ah que rompan con lo que
ms necesitan antes de tener que enfrentarse a la posibilidad, an remota, de
que tambin falle.
Lo que falla aqu es la autoestima. O est muy deteriorada o no existe, dando
como resultado una total falta de firmeza cuando la persona tiene que vencerse
a s misma o lograr algo permanente en la vida.
La leccin de la Inestabilidad es aprender que siempre es mejor actuar que
dejar pasar las oportunidades. Aqu encontramos un defecto construido sobre
la debilidad. Por lo tanto es importante apelar a su polaridad, la virtud que se
llama: fuerza.

CODICIA
Con este defecto Bach se refera al deseo de poder, o sea a la persona que
desea gobernar y moldear a otros, mandar en lugar de reconocer que estamos
aqu para desarrollarnos y evolucionar. Esto nos lleva al anlisis de la
personalidad autoritaria.
Jung deca que el trmino personalidad se refiere a un arquetipo al que l
llam la mscara. Llevado esto a la psicologa se refiere a los diferentes roles
que uno tiene que ir escenificando en la vida. Cada situacin, cada hecho, es
como un escenario donde uno tiene que interpretar determinado rol que exige
salirnos de nosotros mismos para pasar a ser otros.
Ya desde el nacimiento nos ponen mscaras en forma de normas o valores de
los cuales deberemos participar sin darnos cuenta. O sea que nuestros roles
estn determinados desde afuera, ya sea desde la educacin, desde la cultura
en la que nos toca vivir, desde los valores familiares en los que crecemos.
El autoritarismo guarda relacin con normas sociales que aprueban el dominio,
el poder y el control sobre los dems, el ejercicio de la autoridad y el castigo
ante su trasgresin.
La transmisin de estas normas puede comenzar desde la primera infancia,
cuando los padres responden con hostilidad al nio cuando ste les contrara
(llora, se queja, se equivoca, ). Por eso este modelo de comportamiento ser
repetido por el nio, ms tarde, cuando experimente frustracin en sus
relaciones sociales. Es importante acotar que no hay una predisposicin al tipo
de personalidad autoritaria, en cuanto que sta no se hereda sino que se
desarrolla a partir de unas normas sociales transmitidas por la familia y otros
agentes sociales
El autoritarismo puede ir desde el dominio sobre otros hasta el sadismo, que
sera la variante ms grave y que significa gozar con el sufrimiento de otro.
Los autoritarios suelen ser seres dominantes, agresivos, dogmticos o incluso
violentos con los dems. En su vida son muy disciplinados y les apasiona
mandar, poner normas y castigar su violacin, llegando al uso de la amenaza o
humillacin para conseguir su fin. Tambin responden enrgicamente ante el
cuestionamiento de su autoridad o cuando les desafan. Se muestran
insensibles ante las necesidades y sentimientos de los dems, llegando a
parecer fros y de corazn duro. Tampoco suelen expresar sus sentimientos,
algo que consideran como signo de debilidad.
Funcionan muy bien en estructuras de poder tradicionales, jerrquicas,
sobretodo si ocupan puestos de direccin, y se expresan de diferentes
maneras, que es muy bueno describir aqu para poder identificando a estos

seres: pueden ser explosivos, con arranques de ira incontrolable dirigidos

normalmente contra su familia, y agresiones que no buscan tanto el dominio,
sino liberarse de la frustracin. Despus tenemos a autoritario tirnico que es el
ms violento y cruel. Experimenta gran satisfaccin ante el sufrimiento que
genera en los dems, y se muestra fro y calculador.
Hay otro que es el que se hace respetar, siendo estricto en el cumplimiento de
las reglas y cree que tiene legitimidad para controlar y castigar a los dems. A
ste lo encontramos en cargos que implican el uso de sanciones y castigos. Y
tambin tenemos al autoritario dbil, que es inseguro, cobarde y dirigen su
violencia a vctimas dbiles o cabezas de turco o chivos expiatorios con la
finalidad de crearse una apariencia fuerte y temida.
Hay muchos estudios que apuntan que la personalidad autoritaria tiene su
origen en una relacin hostil, intolerante y punitiva de los padres hacia el nio.
Sea el temperamento colrico del nio o las frustraciones laborales o
personales de los padres el desencadenante de este tipo de relacin, el
resultado sera que el nio aprende este modelo autoritario de comportamiento
como gua para sus relaciones sociales, que pondra en marcha ante las
frustraciones interpersonales.
Lo que caracteriza a estas personas no es tanto una incapacidad para
adaptarse a los cambios externos y una necesidad de control en el entorno
(caractersticas ms propias de una personalidad perfeccionista), cuanto la
vigilancia en el cumplimiento de unas normas de las que ellos se hacen
valedores. La trasgresin de esas normas, reglas, convenciones u rdenes
implica el castigo, la agresin, humillacin o amenaza. Esa hostilidad no es
gratuita ni indiscriminada (como en el caso de personalidades antisociales o
psicpatas), sino dirigida a las personas que guardan una relacin de
dependencia o subordinacin, o son ms dbiles. La violencia en estos casos
no es percibida como desproporcionada por el autoritario, sino justificada y
apropiada (se lo mereca, es por su bien). Estas personas son
particularmente hbiles a la hora de identificar las debilidades o
vulnerabilidades de sus victimas, que pueden ser utilizadas para proferirles
mayor dao o humillacin.
Hay que tener en cuenta que los autoritarios no buscan el aislamiento ni la
soledad, es ms, quieren estar rodeados de personas a quien poder dominar y
mandar, aunque por el comportamiento que despliegan la gente tiende a
evitarlos y rehuirlos. El problema es que en muchas ocasiones no es posible
este alejamiento ya que la posicin que ocupa lo dificulta (un jefe del trabajo,
un maestro de escuela, un padre,).
Para la persona autoritaria es evidente que est experimentando casi de
continuo estados de ira y enojo. Estos estados emocionales conllevan un
importante desgaste fsico al implicar la continua activacin del sistema

nervioso simptico, y la liberacin de diversos neurotransmisores y

neurohormonas. Est ampliamente documentada la relacin entre los estados
continuos de ira y agresividad manifiesta con patologa cardiocoronaria como
infarto agudo de miocardio, angina de pecho, o accidentes cerebro-vasculares.
Un autoritario no viene a la consulta. Es muy difcil darles consejos para
ayudarles a cambiar ya que no consideran que exista un problema o que ellos
mismos sean un problema para otro. Si buscan ayuda suele ser debido a
problemas secundarios derivados de su estilo de personalidad, como
problemas de ansiedad o depresin (p. ej. si le despiden del trabajo por ser
demasiado duro con sus subordinados).
Estas personas suelen verse a s mismas como realistas, enrgicas,
competitivas, fuertes y, como he dicho antes, justifican y racionalizan sus
accesos de violencia, entendindolos como justicia. En cualquier caso, el
cambio, aunque difcil, debera comenzar por una remoralizacin de la persona,
en el sentido de ayudarle a adquirir valores verdaderamente morales que
gobiernen sus relaciones sociales. Estos valores deben incluir precisamente la
virtud a la que deben apelar: el respeto y la tolerancia hacia los dems,
cualquiera que sea su condicin, siendo sta tambin la leccin que deben
aprender.
9) CMO INFLUYEN LAS EMOCIONES EN LA SALUD

El sistema nervioso central y el sistema inmunolgico se comunican: sendas
biolgicas que hacen que la mente, las emociones y el cuerpo no estn
separados sino ntimamente interrelacionados. Se dice que el sistema
inmunolgico es el "cerebro del organismo". Sus clulas se desplazan en el
torrente sanguneo por todo el organismo, poniendo prcticamente en contacto
a todas las otras clulas. Al encontrar clulas que reconocen las dejan en paz,
cuando encuentran clulas que no reconocen, atacan. El ataque nos defiende
contra los virus, las bacterias y el cncer o, si las clulas del sistema
inmunolgico no logran reconocer algunas de las clulas del propio organismo,
crean enfermedades autoinmunes como la alergia o el lupus.
Existe una nueva mirada a los vnculos que existen entre el sistema
inmunolgico y el sistema nervioso central a travs de la disciplina llamada
Psiconeuroinmunologa, la cual advierte que las emociones ejercen un efecto
poderoso en el sistema nervioso autnomo, que es el que regula todo, desde
cunta insulina se segrega, hasta los niveles de presin sangunea.
Otra va clave que relaciona las emociones y el sistema inmunolgico es la
influencia de las hormonas que se liberan con el estrs. La adrenalina y

noradrenalina, el cortisol y la prolatina, as como los opiceos naturales, se

liberan durante el aumento del estrs. Cada una de estas sustancias ejerce un
poderoso impacto en las clulas inmunolgicas pues mientras aumentan en
todo el organismo, la funcin de las clulas inmunolgicas se ve obstaculizada:
el estrs anula la resistencia inmunolgica, al menos de una forma pasajera,
supuestamente en una conservacin de energa que da prioridad a la
emergencia ms inmediata, que es una mayor presin para la supervivencia.
Pero si el estrs es constante e intenso esta anulacin puede volverse
duradera.
Debido a que ignoran la Ley de la Sincronicidad, muchos mdicos son
escpticos en cuanto a que las emociones tengan alguna importancia clnica.
Uno de los motivos es que aunque muchos estudios han descubierto que las
emociones negativas y el estrs debilitan la eficacia de las diversas clulas
inmunolgicas, no siempre queda claro que el alcance de estos cambios es lo
suficientemente amplio para tener importancia mdica. No obstante, cada vez
son ms los mdicos que reconocen el lugar que las emociones tienen en la
medicina.
Se descubri que las personas que experimentaban ansiedad crnica,
prolongados perodos de tristeza y pesimismo, tensin continua u hostilidad
incesante, tienen el doble riesgo de contraer una enfermedad. Esta magnitud
hace que las emociones perturbadoras sean un factor de riesgo tan daino
como lo son, por ejemplo, el hbito de fumar o el colesterol elevado para los
problemas cardacos; en otras palabras, una importante amenaza a la salud.
Hay emociones especficas que afectan la salud y que son provocados por el
estrs: la ira, la ansiedad y la depresin.
LA IRA:
Daa el corazn. Una personalidad apresurada y de alta presin tiene ms
riesgo de sufrir una enfermedad cardaca. Si el ritmo cardaco es ms rpido y
la presin sangunea ms elevada porque la persona est furiosa
habitualmente, eso puede conducir a una formacin ms rpida de sedimentos
y as producirse la enfermedad coronaria. Los mecanismos disparados por la
ira afectan la eficacia misma del corazn como bomba. La consecuencia es
que la ira resulta especialmente letal en aquellos que ya padecen la
enfermedad cardiaca. El hecho de que la ira se exprese o no resulta menos
importante que el hecho de saber si es crnica o no. Una muestra ocasional de
hostilidad no es peligrosa para la salud; el problema surge cuando la hostilidad
se vuelve tan constante que define un estilo personal antagonista, un estilo
marcado por repetidos sentimientos de desconfianza y cinismo y por la
tendencia a los comentarios desdeosos y a los desprecios, as como a
arranques temperamentales y ataques de ira ms evidentes. Pero la hostilidad
es un hbito que puede modificarse. Las flores adecuadas irn regulando el

uso del humor negativo. Est comprobado que quienes as lo han hecho
conforman un ndice menor de un segundo ataque cardaco que en aquellos
que no han intentado cambiar su hostilidad.
LA ANSIEDAD:
Es provocada por las presiones de la vida, es tal vez la emocin con mayor
peso como prueba cientfica al relacionarla con el inicio de la enfermedad y el
curso de la recuperacin. Cuando la ansiedad nos ayuda a prepararnos para
enfrentarnos a algn peligro, nos ha prestado un buen servicio. Pero en la vida
moderna, es ms frecuente que la ansiedad sea desproporcionada y est fuera
de lugar; la perturbacin se produce ante situaciones con las que debemos vivir
o que son evocadas por la mente, no por los peligros reales que debemos
enfrentar. Los ataques de ansiedad repetidos sealan niveles de estrs
elevados y puede provocar la ulceracin del aparato gastrointestinal,
ocasionando colitis ulcerosa o inflamacin intestinal. Los riesgos de salud
parecen mayores para aquellos cuyos trabajos suponen una "tensin" elevada:
tener exigencias de una gran presin en el desempeo mientras se tiene poco
o ningn control acerca de cmo hacer el trabajo (ej: la hipertensin en los
conductores de los colectivos de pasajeros). Las tcnicas de relajacin- que se
oponen directamente a la excitacin fisiolgica del estrs- se utilizan
clnicamente para aliviar los sntomas de una amplia variedad de enfermedades
crnicas. Estas incluyen la enfermedad cardiovascular, algunos tipos de
diabetes, artritis, asma, alteraciones gastrointestinales y dolor crnico, por
nombrar slo algunos. Obviamente las flores actan como agentes reguladores
internos, seran algo as como masajistas interiores que van disminuyendo,
aplacando y neutralizando las tensiones en las zonas o reas especficas. En la
medida en que cualquier sntoma se ve empeorado por el estrs y la
perturbacin emocional, ayudar a los pacientes a sentirse ms relajados y
capaces de manejar sus turbulentos sentimientos ofrece cierto alivio.
LA DEPRESIN:
Cuando una persona recibe un pronstico reservado como el cncer o padece
una enfermedad crnica, inmediatamente entra en depresin. Lo mismo
sucede con aquel paciente que tenga que hacerse la ms mnima ciruga. La
depresin juega un importante papel en muchas circunstancias mdicas, sobre
todo en el empeoramiento de una enfermedad una vez que ha comenzado.
Esto demuestra que sera conveniente tratar siempre la depresin de los
pacientes que sufren enfermedades graves y que estn deprimidos. Una
complicacin, al tratar la depresin de los pacientes, es que los sntomas de
este mal, incluida la falta de apetito y el letargo, son fcilmente confundibles
con los de otras enfermedades, sobre todo por mdicos que tienen poco
entrenamiento en el diagnstico psicolgico. La incapacidad para diagnosticar
la depresin puede en si misma sumarse al problema, dado que supone que la

depresin de un paciente pasa inadvertida y no es tratada. Y el fracaso en

diagnosticarla y tratarla puede sumarse al riego de muerte en la enfermedad
grave. La enfermedad cardiaca tambin parece exacerbarse por la depresin.
Est comprobado que quienes tienen una sensacin de quejosa desesperacin
e impotencia presentan un ndice elevado de enfermedad cardiaca. Y en los
que estn muy deprimidos, el ndice de muerte por enfermedad cardaca comparado con el ndice de aquellos que no tienen sentimientos de depresines cuatro veces mayor. La depresin parece plantear un riesgo mdico
especialmente grave para los sobrevivientes del ataque cardaco.
En resumen, se ha descubierto que la mente humana es el factor ms
importante en las artes de la sanacin. Algunas veces incluso ms que la
medicacin. Si alguien se encuentra enfermo, y tiene la alternativa de explorar
lo que existe en su mente y que lo est creando, si la situacin es aguda y
realmente pudiera causarle la muerte, obviamente la medicina ser una opcin
sabia a medida que explora lo que sucede en su mente y en su rea
emocional. Por eso, no hay que negar la medicina pues toda forma de sanacin
ocupa su lugar.
10) LAS SIETE EMOCIONES PERJUDICIALES

Toda enfermedad es psicosomtica porque en las dolencias el factor emocional
juega un papel preponderante en su gnesis, sobre todo su rol estresante. La
energa no es psiquismo ni es cuerpo fsico en s pero est creando a la psiquis
y al soma en cada segundo de su existencia. Energa y materia son la misma
cosa. La nica diferencia est en sus diversos grados de evolucin y de
transformacin y en su frecuencia vibratoria, tal como se ha visto en la Ley de
Correspondencia. Por lo tanto la Teraputica deber dirigirse especficamente
a la energa, porque su desequilibrio terminar provocando la enfermedad. Por
eso se dice, con mucha razn, que la enfermedad es un proceso dinmico.
Las emociones se desencadenan por el contacto sensorial con el mundo
exterior mediante los cinco sentidos. Ese contacto genera respuestas
interiores" por lo tanto, en su primera fase, es una funcin fisiolgica del
sistema nervioso, no un proceso psicolgico.
Los Chinos y otras tradiciones orientales adems de los cinco sentidos
consideran a la mente como un sexto sentido, y por lo tanto de acuerdo a
nuestras experiencias pasadas y creencias o escala de valores, las fantasas,
los sueos y otras imgenes mentales generadas por uno mismo, conciente o
inconscientemente, funcionarn de la misma manera que las imgenes
exteriores reales para generar reacciones emocionales.
Despus de eso, la emocin deja el dominio de la mente y entra en el sistema
de meridianos corporales como una forma de energa la cual viaja a travs de

esos canales energticos. Igual que todas las formas de energa humana, las
emociones producen profundos efectos fisiolgicos en los rganos, glndulas y
otros tejidos. Dicho de otro modo la mente asigna un valor al estimulo sensorial
fsico o cerebral, y pone en marcha una poderosa corriente de energa
emocional a travs de los canales de energa.
Una vez que esa energa est en movimiento adquiere vida propia,
produciendo
secreciones
de
diversas
hormonas,
liberacin
de
neurotransmisores en el cerebro y sistema nervioso, cambios en el ritmo
cardiaco y presin sangunea, ajustes de la respiracin y estimulacin o
supresin de la digestin. Cuando las emociones son moderadas, equilibradas
y de curso rpido y suave, no causan dao e incluso pueden producir
estimulacin positiva en el sistema rgano-energtico; pero cuando una
reaccin emotiva se hace extrema y se prolonga o se repite con frecuencia se
produce una serie de reacciones fisiolgicas graves que desequilibran todo el
sistema energtico.
Cada una de las partes del cuerpo, atrae hacia s lo que es semejante a ellas.
O sea que el rgano sera algo as como un smbolo en el cual determinado
tipo de energa va a instalarse por afinidad. Por lo tanto, las emociones
perjudiciales seguirn directamente su camino hacia el rgano que les
corresponde. Lo semejante atrae lo semejante y nuestro hgado o nuestro
corazn no estn ajenos a esa Ley csmica.
En el sistema de salud chino, a las reacciones extremas se las llaman las
"Siete Emociones Perjudiciales" que, segn ellos, son las principales causas
internas de la enfermedad. Pero, chinos o no, la verdad es universal y esas
siete emociones que ellos calificaron como malficas o inarmnicas,
corresponden a todo ser humano y nos enferman.
1 La alegra .La alegra y la risa en exceso daan al corazn y dispersan el
espritu.
2 La Rabia. La ira daa la energa total del corazn y la energa Ying del
hgado, que controla la sangre, la bilis y otros fluidos asociados, este
desequilibrio aumenta la energa Yang del Hgado que asciende hasta el
corazn y la cabeza, produciendo dolor de cabeza, mareo, visin borrosa y
confusin mental. Los frecuentes estallidos de clera daan al Hgado, dao
que hace ms propenso a la rabia estableciendo un circulo emocional
destructivo. Tambin el hgado daado produce problemas en la vista. Al
hgado se le ha llamado el rgano de la ira y tambin el rgano de la
amargura.
3 La angustia. Bloquea la energa y daa los pulmones. La respiracin
superficial y entrecortada que se experimenta durante los periodos de ansiedad

intensa es un sntoma comn conocido por los mdicos. Tambin perjudica al

intestino grueso pudiendo producir estreimiento o colitis ulcerosa; adems la
angustia crnica daa las actividades del pncreas y estmago.
4 La concentracin. La concentracin excesiva (obsesiva concentracin
mental en un problema) daa el bazo, pncreas y puede perjudicar la digestin.
5 La afliccin. Los periodos prolongados de gran afliccin hacen dao al
corazn y a los pulmones; hace que se disipe rpidamente la energa vital
produciendo un grave debilitamiento de la resistencia, la medicina sabe bien
que las personas afligidas son vulnerables a las enfermedades graves, entre
ellas el cncer. Dentro de la afliccin el pesimismo es muy nocivo para el
corazn lo mismo que en las personas con corazn dbil hay propensin a la
afliccin y al pesimismo pudiendo formarse un crculo psicofisiolgico continuo.
6 El Temor. El temor en exceso daa la energa de los riones hacindola
bajar produciendo a veces el descontrol de la vejiga (rgano pareja Yang) por
otro lado si la energa renal es dbil (por ejemplo por una infeccin crnica) se
es propenso al temor crnico. El temor y la paranoia crnicos causan
fcilmente insuficiencia renal y dao permanente a los riones. Los nios que
se mojan en la cama suelen tener sentimientos de miedo.
7 El Susto .El susto se distingue del miedo por su naturaleza sbita e
inesperada, que conmociona al organismo provocando una dispersin de la
energa, daando principalmente al corazn. En su fase inicial, si el susto
persiste, se transforma en temor crnico y daar tambin a los riones.
Existen otras causas internas que nos enferman dependiendo del valor que la
mente asigna o asign al estimulo sensorial, stas son el resentimiento y las
criticas.
a) El Resentimiento. La misma palabra nos indica su significado re-sentir,
recordar y sentir ahora cosas que ya pasaron, en forma continuada da a
da. Un resentimiento largamente cultivado, una pena que tuvimos y la
recordamos como si fuera hoy, el sentirnos culpables hoy por lo que ya
fue, el no perdonar lo que nos hicieron, puede carcomer el cuerpo hasta
convertirse en la enfermedad que llamamos cncer. Se sabe que
cuando alguien se queja de mucho dolor generalmente es una persona
que carga con mucha culpa. Se ha comprobado que al perdonar y
renunciar al resentimiento se puede disolver incluso el cncer.
b) Las Crticas. Con frecuencia el hbito permanente de la critica (somos
severos en juzgar nuestros comportamientos y el de los dems) conduce
a problemas seos como ser la artritis.

Cmo evitar las consecuencias producto de nuestras emociones y

pensamientos: Cambiando nuestros puntos de vista, aceptando las distintas
penas de nuestro pasado (El por qu a m? Hay que cambiarlo por el por
qu a mi no?) para no volverlas a revivir, modificar los distintos mandatos,
desprenderse de culpas que coartan nuestra libertad y perdonando a los
dems.
Tenemos que tener en cuenta que aquellas cosas que pertenecen al pasado
solo existen en los registros mentales, lo pasado, pasado, lo que es nuestra
historia ya no se puede cambiar, pero s podemos cambiar nuestra manera de
pensar y sentir en ella, no hay porque vivir mal en el presente por las cosas
que pertenece al pasado. Con la ayuda de las esencias y durante las
entrevistas se podrn llegar a la raz de los desequilibrios energticos,
modificando nuestras creencias equivocadas y aquellas cosas que subyacen
por debajo de la conciencia obteniendo as resultados maravillosos.
Es importante entonces la simbologa del cuerpo, porque el smbolo tiene un
lenguaje propio y el sntoma alberga una emocin bsica perjudicial.
Enfoqumonos hacia ello como una regla matemtica porque no falla. Y eso
tambin nos ayudar en la eleccin de los remedios.
11) LA ENERGIA
As como todo en la naturaleza y en la vida es movimiento, tambin el sistema
psquico del hombre se halla en movimiento constante. La causa de este
dinamismo es lo que Jung llama la fuerza psquica o libido y la define as:
La fuerza psquica es la fuerza total que fluye a travs y vincula unas con otras
todas las formas y actividades del sistema psquico. Es lo que se llama la
libido y se define como la intensidad de los procesos psquicos y su valor
psicolgico, entendiendo por tal la fuerza determinadora que encuentra
expresin en algunas actividades psquicas.
La energa psquica es una forma de energa que se caracteriza por el hecho
de que no est presente en el mundo de los fenmenos objetivos sino que slo
se da en nuestra experiencia subjetiva, o sea que slo el individuo la percibe.
Siempre que se trate un paciente hay que pensar que se est frente a su
energa psquica y que es a su energa psquica a la que estamos hablando.
En las circunstancias cotidianas, la energa psquica se manifiesta siempre en
los fenmenos especficos de la psique, como impulsos, deseos, decisiones,
afectos, esfuerzos realizados. La voluntad, por ejemplo, es un caso especial de
energa psquica concientemente dirigida. Es ella, la voluntad, quien ha trado

al paciente a la consulta, y la voluntad es conciencia pura, el paciente sabe que

vino aqu y sabe por qu.
Sin embargo, cuando esta energa slo est presente potencialmente, cuando
aun no se ha expresado plenamente, se deja sentir como habilidades
particulares, posibilidades, actitudes, etc. que no es el caso del paciente que
venga voluntariamente. A este tipo de expresin de la energa lo detectaremos
a travs del discurso del paciente, cuando nos cuente qu le gusta, qu espera
o qu suea. As pueden darse un cmulo de temas para ir desarrollando con
nuestro paciente, ya que debemos buscar siempre sus potencialidades para
que las haga conciente y las desarrolle.
Jung dice que el proceso psquico es un proceso vivo con una funcin
especfica que cumplir; es decir, ha de conservar un equilibrio mutuo entre los
opuestos mientras los mantiene bajo constante tensin. Cuanto mayor sea la
oposicin en un determinado proceso psquico, con ms intensidad se
manifiesta la energa psquica en forma de acciones, imgenes mentales,
sueos, entusiasmos, etc. Esto se debe a que la psique es un sistema
autorregulador y se esfuerza siempre por conservar un equilibrio, liberando la
afluencia de energa psquica o libido.
Jung afirma que la cantidad de energa de un sistema psquico permanece
constante, variando slo su distribucin. En el caso de los opuestos de la
psique, una concentracin de energa en uno de los polos producir
automticamente una retirada energtica en el polo opuesto. As, si yo pongo
energa en el polo del amor, no puedo sentir odio. Esto puede mantenerse as
hasta que el desequilibrio sea demasiado grande; se producir, entonces,
como consecuencia, una afluencia inversa de la energa. Ah es cuando mis
expectativas de amor no coinciden con lo que yo recibo como respuesta desde
el afuera y a partir de una desavenencia o de un reclamo, el otro polo comienza
a expresarse, con sentimientos de odio, venganza o resentimiento, o
simplemente un disgusto con la persona que amo.
Jung traza una clara distincin entre las direcciones en que se mueve la
energa psquica. Y habla de un movimiento progresivo y de uno regresivo,
totalmente diferentes uno de otro pero ambos son indispensables en nuestra
vida diaria.
No podemos ponerles juicios de valor a esos movimientos de la energa. Se
parecen mucho a la distole y a la sstole, en donde la distole sera una
expansin extrovertida de la libido hacia afuera (yo siento amor por alguien), y
la sstole su contraccin hacia el individuo (yo comienzo a almacenar odio por
alguien).

El movimiento progresivo adopta su direccin desde la conciencia (yo s que

amo). Se compone de un proceso continuo y sin interrupciones de ajuste a los
requerimientos concientes impuestos por la vida (estoy solo, no me gusta esta
situacin y comienzo a buscar un objeto de amor para compartir mis
momentos; llega el objeto y me enamoro).
Para conseguir el ajuste, el individuo se ve casi siempre inclinado a
comportarse unilateralmente, pues se ve obligado a tener en cuenta las
realidades prcticas. Cuando se est acostumbrado a abordar los problemas
prcticos por medio del pensamiento racional, no le resulta fcil conceder igual
alcance a los sentimientos; por tanto, cuando se est situado en una situacin
de la que es imposible salir mediante el pensamiento, esa persona se siente
indefensa. Podra decirse que su libido es como un gran ro lleno de pedazos
de hielo que bloquean los canales de navegacin: su fluencia de liberacin est
bloqueada. Mientras que para que se d la libre fluencia, es esencial que los
impulsos y sus contra-impulsos se anulen y enfrenten unos a otros como
cuando uno esgrime argumentos a favor o en contra de algo.
La vida cotidiana va de la mano con la alternancia de procesos progresivos y
regresivos. Todo lo que concientemente deseamos o hacemos, toda
percepcin y todo esfuerzo psquico son formas de la fluencia progresiva de la
libido. Por otra parte, la fatiga, la mente ausente, el sueo y las reacciones
emocionales son manifestaciones de la fluencia regresiva, tan necesarias para
asegurar que la fluencia progresiva no se desequilibre, o para asegurar, si llega
a desequilibrarse la restauracin del equilibrio.
En suma, podemos decir que la fluencia progresiva se basa en la necesidad del
ajuste al mundo exterior y que la fluencia regresiva se basa en la necesidad de
ajuste interno, es decir, en la ley interior del individuo. Progresin y regresin
son simplemente fases de la circulacin de la energa, por medio de las cuales
la intensidad de la afluencia es determinada por la diferencia de carga entre los
diversos factores psicolgicos.
Cuando examinamos la afluencia progresiva de la libido y comenzamos a
observar a la gente, la podemos ver manifestada en aquellas personas activas,
dinmicas, vitales, ejecutivas, extrovertidas, expeditivas, porque se manejan
con la fuerza continua e impulsora del universo emitida hacia afuera, ms el
movimiento y la energa. Siempre las vamos a ver que marchan hacia adelante,
no se quedan, crean continuamente, se manifiestan, son espontneas, directas
en su expresin, no andan con vueltas. Recordemos que es una energa de
ajuste con el mundo exterior.
La afluencia regresiva es una energa de ajuste con el mundo interior. Aqu
encontramos a esas personas introspectivas, con un gran mundo interno, que

les cuesta un poco la comunicacin, no se mueven mucho, son renuentes a los

cambios y estn como ms sujetas al destino, encerrndose en s mismas.
Pero tambin podramos observar un tercer grupo de personas en donde
manifiestan admirablemente las dos caractersticas anteriores reunidas. Son
personas hbiles para aprender de la experiencia, adaptables, flexibles a los
cambios, amigos de las novedades y continuamente estn reciclando la
emisin de la energa, fluctuando entre regresiva y progresiva alternadamente.
De las tres modalidades, este ltimo grupo es el menos intenso, pues sus
componentes son ms dbiles que los otros dos pues tienen una naturaleza
dual y ms repartida, mientras que el primero est fuertemente influenciado
hacia el afuera y el segundo hacia el interior de s mismos. El tercer grupo es el
adaptable, el que integra y resuelve al mismo tiempo.
Bastante de acuerdo con la filosofa china, Jung dice que mientras toda la vida
se divide en opuestos aparentes, tanto en nuestra psique como en el mundo
exterior, esos opuestos, sin embargo, se esfuerzan en armonizarse unos con
otros. Por ejemplo, el paciente viene a la consulta porque la gran expresin de
su defecto le trae resonancias de una virtud no expresada y que busca
inconcientemente recuperar. O sea que ya con el slo hecho de consultar a un
terapeuta para poner fin a sus males, est expresando esta necesidad de
equilibrio de los opuestos.
12) LA PROYECCIN
Nos gusta suponer que sabemos mucho de nosotros mismos. Pero si tomamos
un individuo y le pedimos una descripcin de s mismo es probable que nos d
una imagen muy amplia de su personalidad. Pero pidmosle a su mujer que lo
describa, y podramos pensar que est hablando de otro individuo. Uno
empieza preguntndose quin est engaando a quien. Preguntemos a sus
hijos qu es lo que piensan y obtendremos un cuadro completamente diferente;
sus colaboradores aportarn informacin an ms dispar, y la imagen que
darn sus conocidos casuales ser la de un hombre completamente distinto.
As podemos comprobar que siempre vemos lo que queremos a travs del
cristal de nuestra propia psique; y dado que nuestra concepcin de la realidad
est siempre teida por el color de nuestras lentes, es inevitable que sobre
nuestro propio yo sepamos mucho menos de lo que nos imaginamos. Como
terapeutas, tenemos que reconocer que no tenemos conciencia de todas
nuestras motivaciones y, dado nuestro grado de ceguera, mal podemos estar
en situacin de percibir las de nuestros propios semejantes.
La psique humana contiene un vasto campo de material oculto que slo es
comunicable a travs de canales a los que generalmente se pasa por alto o se
los rechaza. Si nos atenemos al tema de las relaciones, quizs el de la

proyeccin sea el mecanismo ms importante que poseemos y el que nos

permite atisbar el interior de la psique.
Cuando vemos una imagen proyectada sobre una pantalla, la miramos y
reaccionamos ante ella. Cuando una persona proyecta sobre otra alguna
cualidad inconciente que existe dentro de s misma, reacciona ante la
proyeccin como si perteneciera al otro. Entonces tratar a la proyeccin como
si existiera fuera de s, y su impacto le movilizar una gran carga emocional,
porque ante lo que se encuentra es ante su propio inconciente.
Este sencillsimo mecanismo funciona cada vez que ante otra persona tenemos
alguna reaccin emocional o de tintes muy subidos, ya sea positiva o negativa.
Reintroyectar estas cualidades inconcientes, reconocerlas y reincorporarlas a
nosotros mismos, para as poder percibir los inciertos lmites de la identidad del
otro, es la labor de una vida entera. Y, ciertamente, no estamos cerca de
lograrlo, sino que nos alejamos cada vez ms, cuando el establecimiento o la
ruptura de una relacin responde a reacciones basadas en nuestras propias
proyecciones.
El yo es el centro de la conciencia cotidiana y racional, es lo que s o lo que
creo que s que soy yo mismo, y cuando desde ese punto contemplamos el
mundo, ste se nos aparece teido por el punto de vista particular del yo. En
cualquiera que lo vea de manera diferente suponemos una obstinada estrechez
mental, una mentira deliberada, o incluso podemos considerarlo anormal o
loco. A medida que avanzamos hacia la edad adulta, hay en nuestra naturaleza
muchas cualidades que, aun pertenecindonos indudablemente, no se
incorporan al desarrollo del yo. Son cosas a las que se les debe permitir que
vivan, pero que quizs sean inaceptables para los padres, o contradigan las
doctrinas religiosas; puede ser que violen normas sociales o, en ltimo trmino
y el ms importante, pueden simplemente estar en conflicto con lo que ms
valora el yo. Algunas de estas cualidades rechazadas pueden ser negativas en
el sentido de que sean destructivas; algunas pueden ser positivas e incluso ser
de mucho ms valor, individual y socialmente, que lo que el yo ha hecho de s
mismo, y quedan as relegadas al inconciente. Todas estas cosas sern
entonces proyectadas sobre un objeto adecuado.
No solamente los individuos son susceptibles de convertirse en objeto de
proyecciones. Puede ser una nacin, una organizacin, una ideologa o un tipo
racial lo que se convierta en foco de la proyeccin de nuestro lado oscuro y no
reconocido. Aceptar la dolorosa y omnipresente posibilidad de estar
equivocado nos repugna, porque significa renunciar a ilusiones sobre nosotros
mismos que acariciamos desde hace tiempo. Por lo tanto no es asombroso que
proyectemos, porque slo hacindolo podemos seguir culpando a los otros de
nuestro sufrimiento, en vez de reconocer que la psique contiene tanto la luz
como la sombra, y que nuestra realidad es la realidad que nosotros mismos
nos hemos creado. Sin embargo, la proyeccin constituye un vehculo de

enorme importancia, mediante el cual podemos llegar a conocer tanto lo que

hay oculto en nosotros como lo que no vemos en los dems.
Es habitual que la proyeccin se haga sobre una pantalla que presente alguna
ligera semejanza con la imagen proyectada, aunque por lo general la
semejanza sea errneamente interpretada como identidad. Pero, a pesar de la
semejanza entre la pantalla y la imagen, nunca son la misma cosa, y la
proyeccin es casi siempre una burda exageracin de alguna cualidad que, sin
interferencias, podra estar integrada armoniosamente en la naturaleza de la
otra persona, o en la nuestra.
Hay ciertos aspectos desagradables de la proyeccin que interfieren en las
relaciones. Si una persona es perpetuamente el blanco de las cualidades
inconcientes de otra, y si la persona/pantalla carece del conocimiento de s
misma que le permita discernir lo que est sucediendo, con el tiempo
comenzar a parecerse a la proyeccin. Mediante nuestras proyecciones
tenemos el don de movilizar en otros cualidades que, sin nuestra influencia,
quizs habran permanecido en estado germinal, no llegando nunca a brotar.
Probablemente en el hombre que supone a las mujeres voraces,
manipuladoras y destructivas, hay alguna parte inconciente con esas
cualidades. Ese hombre enmascara todo eso tras una actitud conciente de
atraccin hacia el sexo opuesto; y sin embargo, puede quedarse horrorizado al
descubrir que todas las mujeres con quienes se vincula terminan intentando
devorarlo, manipularlo y destruirlo. Tal vez crea que ha percibido una verdad
general referente a la condicin femenina, pero es posible que l mismo haya
movilizado esas cualidades en mujeres que, de otra manera, quizs jams las
habran exhibido, por lo cual podemos, sin mayor riesgo de error, abrigar
algunas sospechas en lo que se refiere a nuestro pobre caballero devorado.
Pero a quin hay que culpar aqu? Podemos decir que uno es responsable
del inconciente? No es ms realista y ms caritativo admitir que no podemos
controlar aquello que ignoramos? Qu hay, entonces, de nuestras
proyecciones inconcientes de hostilidad, enfado, estupidez, espritu destructivo,
posesividad, celos, mezquindad, brutalidad y los otros mil aspectos de nuestro
propio lado sombro, que perpetuamente creemos ver en las personas que
sentimos nos han desilusionado? Aunque no seamos responsables del
inconciente, somos responsables de intentar aprender algo al respecto dadas
las limitaciones de la conciencia.
Ahora podemos ver que la mayor parte de lo que sucede en una relacin es
inconciente, porque la mayor parte de lo que un hombre es, pertenece a lo
inconciente. El misterio de por qu un hombre se siente atrado por
determinado tipo de mujeres, por qu empieza su relacin de determinada
manera, por qu la relacin sigue el curso que sigue y por qu el sujeto
tropieza precisamente con los problemas con que tiene que enfrentarse, parece

menos misterio cuando nos damos cuenta de que gran parte de lo que
llamamos atraccin y repulsin es en realidad atraccin o repulsin referida a
cualidades inconcientemente interiores al hombre mismo. Es raro el hombre
que pueda decir que no hay ningn elemento de proyeccin en sus relaciones,
porque es probable que en el inconciente haya muchos contenidos que jams
pueden volverse concientes, y que eternamente proyectaremos.
13) LA SOMBRA Y SU INTEGRACIN PSICOLGICA

La naturaleza humana tiene un lado destructivo, al que Jung llama la sombra.
Muchas personas prefieren muy comprensiblemente- no remover el avispero y
hay alguna sabidura en esa actitud. Es mucho ms agradable creer que uno
es una persona decente y bien quizs con alguno que otro fallo pero
bsicamente correcta- y es mucho ms fcil suponer que el gobierno o los
narcos, o los extremistas o los latinoamericanos residentes aqu son los que
han creado todo el mal que hay en el mundo. Para algunas personas es ms
fcil suponer que es el Diablo el que ha creado todo el mal que existe en la
tierra, porque as deslindan completamente del problema toda responsabilidad
humana.
Desdichadamente es probable que las repercusiones de este tipo de apata y
de ceguera lleguen a convertirse en un problema social importante, e incluso
devastador. Todos estamos familiarizados con la actitud segn la cual no soy
responsable en modo alguno de lo que no pasa en mi casa y slo cuando su
propia oscuridad se apodera de l y lo devora, un hombre empieza a
cuestionarse a s mismo.
Este tipo de situacin es muy clsico. Pdasele a cualquiera que d una
descripcin del tipo de personalidad con quien le resulta ms imposible llevarse
bien, y saldr describiendo sus propias caractersticas reprimidas; se trata de
una descripcin de s mismo que es totalmente inconciente y por ello, en todo
momento y en todas partes, tortura al individuo cuando ste recibe su efecto
proveniente de la otra persona.
Lamentablemente, aunque este lado sombro de la personalidad es
completamente inconciente en el individuo, no est oculto de la misma
manera para los dems; y cuanto ms reprimido est y ms inconciente sea,
ms obvio ser ese aspecto para los otros. Ya puede ser la gente dictatorial,
haragana, estpida, egosta, prejuiciosa, iracunda, manipuladora o insensible la
que nos enfurece: el hecho es que estar ciegos para nuestro propio lado oscuro
y proyectarlo sobre los otros- es algo increblemente comn, y muy poca
gente est exenta de que le pase. Lo que generalmente no hacemos es
entender lo que eso significa.

La sombra es casi siempre inconciente, y no bastan la voluntad ni la agudeza

intelectual, ni siquiera las buenas intenciones, cuando uno trata de enfrentar
este aspecto, sumamente desagradable, de la personalidad humana. El
reconocimiento de la propia oscuridad no slo es un requisito previo necesario
para el conocimiento de s, sino tambin para poder conocer y aceptar a los
dems.
Como todo lo que hay en el inconciente, si no se la trae a la luz, la sombra
termina por ser proyectada. Es muy posible que si tuviramos un mayor
conocimiento de esta oscuridad que albergamos, no se produciran jams
aquellos fenmenos colectivos que llevan el sello de la proyeccin de una
sombra grupal, como pueden serlo las persecuciones, las inquisiciones, las
purgas, la intolerancia racial, el prejuicio, y otros fenmenos que llevan implcito
el sacrificio de un chivo emisario. Incluso entre los nios encontramos
manifestaciones de esta aberracin. En un grupo infantil siempre hay un nio
que, por razones que pueden ser inherentes a su propia psicologa, pero que
difcilmente son culpa de l, atrae la proyeccin de la sombra del grupo y se
convierte en el chivo emisario, el descastado de quien se hace burla y a quien
se ridiculiza. Se ve obligado a cargar con todo el peso de ese salvajismo y esa
brutalidad de los nios que, si no se los controla en la niez, terminarn por
expresar su aspecto menos destructivo en el fanatismo, y que pueden alcanzar
su florecimiento ms horrendo en ejemplos de bestialidad tan increbles como
los de Dachau o Auschwitz.
Hemos visto cmo cada tipo psicolgico tiene su lado inferior, y cmo los
componentes de la funcin inferior de la conciencia imprimen un marcado
colorido a la naturaleza de la sombra. Generalmente la sombra se aparece a la
conciencia del hombre como una figura humana, una imagen que se puede
rastrear comnmente en aquellos sueos en los que el soante es perseguido
o atacado por un enemigo misterioso y malvolo, de su propio sexo.
Normalmente, la proyeccin de la sombra se hace sobre alguien del mismo
sexo, y podemos lograr una gran penetracin psicolgica mediante una sincera
consideracin de aquellas cualidades que nos parecen aborrecibles en otras
personas de nuestro sexo. Todos tenemos una doble y polar naturaleza y esto
es algo que el individuo debe reconocer si quiere tener alguna participacin
conciente en la decisin de si lo que ha de expresar a sus semejantes ser su
lado oscuro o el luminoso. En ocasiones, la proyeccin de la sombra cae sobre
una institucin o una religin, y no sobre un individuo. Este fenmeno es
fcilmente observable en todas las formas fanticas de odio ideolgico. Todas
nuestras opiniones son sospechosas cuando son portadoras de una elevada
carga emocional. As, cuando nos encontramos a nosotros mismos como
vctimas de una reaccin emocional que no guarda proporcin con la situacin,
o cuando tenemos una reaccin as con respecto a una situacin que no nos
concierne realmente, sino que es estrictamente asunto de otro, debemos

sospechar que estamos reaccionando ante algo propio, pero que no hemos
reconocido como nuestro.
Una de las actitudes ms pretenciosas de que son capaces los seres humanos
es la creencia en que la culpa es siempre del otro. Los nios conocen por
instinto la autonoma de la sombra, y muchos compaeros de juego imaginarios
son personificaciones de sta. Este tipo de doble destructivo suele hacer su
aparicin cuando a un nio lo obligan a ser bueno demasiado tiempo. Los
adultos reaccionan de manera similar cuando se los acusa de un
comportamiento que es una manifestacin de su propio lado oscuro. Decirle a
alguien que est expresando sus cualidades inconcientes ms odiadas es
poner en peligro toda su imagen de s mismo, cosa que por lo comn suscitar
una clera extrema y un estallido de rabia justiciera fuera de toda proporcin a
la observacin hecha, que bien puede haber sido exacta y ofrecida con nimo
constructivo. Si furamos tan sinceros como los nios, podramos decir, y muy
justificadamente, No he sido yo, fue otra vez mi sombra. Y, lo que es ms
importante, podramos preguntarnos Qu ser lo que quiere?
Como todos los contenidos inconcientes, la sombra busca la conciencia; quizs
fuera ms til abstenerse de juzgar con demasiada dureza este aspecto de la
psique, abandonar el intento de luchar contra l en los otros, y dirigirle una
mirada con nimo objetivo, para as descubrir qu es lo que tiene para
ofrecernos. Para muchas personas, la sombra es un secreto vergonzoso que
hay que mantener oculto a cualquier precio. En consecuencia, intentamos
mostrarnos unos a otros nada ms que perfecciones, y la tensin del esfuerzo
es, al mismo tiempo que una carga intolerable, una garanta de que jams
veremos cumplidas nuestras expectativas.
La sombra es un arquetipo, es decir, es una experiencia interior comn a toda
la humanidad, en todos los siglos y en todas las civilizaciones. Las artes y los
cuentos de hadas nos ofrecen aqu su sabidura, cuando nos hablan del hroe
flanqueado por cierto compaero peculiar, con frecuencia primitivo, feo o
ligeramente malicioso, en ocasiones un animal, que provoca problemas
interminables debidos a su bestialidad y su estupidez. Pero al mismo tiempo
esta figura es tambin la que siempre, valindose de su sabidura natural e
instintiva, salva al hroe cada vez que ste se encuentra atrapado en un dilema
que ni su propia destreza ni la nobleza de su nacimiento le ayudan a resolver.
Un ejemplo clsico es el de Don Quijote y Sancho Panza. En otras ocasiones,
la figura de la sombra es un enemigo, una hechicera o un feroz guerrero, que
intenta destruir al hroe. Y sin embargo, de alguna curiosa manera, siempre las
malas intenciones de la sombra hacen posible que el hroe logre su objetivo,
aunque a veces por caminos tortuosos. Los cuentos de hadas nos transmiten
un hecho importantsimo referente a la sombra: secretamente, por detrs de su
torpeza y de su oscuridad, se ocultan mltiples cualidades que, lejos de ser
malas, son precisamente aqullas que, en forma embrionaria, necesita el yo

para convertirse en una totalidad integrada. No es posible deshacerse de la

sombra intentando mejorar el comportamiento conciente, y si no integramos
sus cualidades, es probable que se vengue de nosotros formando su propio y
autnomo alter ego, es decir, el doble, la figura siniestra que asedia las obras
de Poe, Dostoiewsky y Robert Louis Stevenson. Cuanto ms equilibrado sea
un hombre, al permitir que en su personalidad se exprese algo de lo inferior,
tanto ms equilibrada ser su sombra; y, en cambio, ser tanto ms negra y
destructiva cuanto ms virtuoso se esfuerce en ser. Como terapeutas sepamos
que el primer arquetipo que debe ser integrado a la conciencia del paciente es
la sombra. Percibir la sombra es como mirarse en un espejo que nos muestra
los recovecos de nuestro inconsciente personal, y, por lo tanto, aceptar la
sombra es aceptar el "ser inferior" que habitar siempre en nuestro interior.
La sombra que todava no ha sido integrada en la conciencia origina multitud
de proyecciones. La sombra proyectada es la causante que acusemos a los
dems de defectos que anidan en nuestro interior y que no nos gusta
reconocerlos como tales.
La represin que nuestra "funcin superior" (la funcin psicolgica ms
imperante en nuestro Yo consciente de las cuatro posibles: intuir, pensar, sentir
y percibir) y nuestra tipologa psicolgica (introvertido o extravertido) lleva a
cabo con todo aquello que no se ajusta a ellas origina un incremento de
energa psquica en la sombra, con lo cual sta se torna ms negativa. Pero la
sombra es algo consustancial al individuo, ya que la propia naturaleza del
mundo implica que exista luz y exista oscuridad.
Se precisa una decisin moral considerable para confrontarse, reconocerse,
admitir e integrar a la sombra con el Yo. El mismo Jung advierte que "vivir
consigo mismo requiere una serie de virtudes que cada uno debe aplicar a la
propia persona, o sea, paciencia, amor, fe, esperanza y humildad". La
tolerancia es, pues, una virtud que primero debe aplicarse uno consigo mismo y
despus con los dems.
14) SISTEMA SIMBLICO DEL CUERPO

Cuando una persona presenta una dolencia siempre, siempre vamos a
descubrir que lo que le pasa viene precedido de algn suceso preocupante y lo
ms probable es que este suceso haya quedado bloqueado despus de
producirse por ser desagradable. Pero el cuerpo, que no es capaz de bloquear
cosas, reacciona con una dolencia.
Desde el dolor de cabeza hasta el cncer o el sida, siempre hay un suceso
asociado con la enfermedad que se ha desencadenado.

Cuanto ms sana es emocionalmente una persona, se enferma con menos

frecuencia. Y cuanto ms advertimos los mensajes de las emociones, menos
se van a acumular los sentimientos sin expresar, por lo cual subir el umbral de
salud que naturalmente tenemos.
A veces podemos hacer el camino contrario. Podemos tomar el sntoma fsico y
rastrear, desde l, el camino que nos lleve a la emocin que se sinti
intensamente y a la que no se le prest atencin o pas desapercibida y que
fue la que ocasion la patologa.
No registramos una emocin o un sentimiento generador de una patologa, lo
reprimimos, lo olvidamos, no lo atendemos, no somos concientes de ello, pero
de ninguna manera podemos desatender el cuerpo. Si padecemos de jaqueca,
de tortcolis o de dolor de estmago, no lo podemos pasar por alto.
Inmediatamente el sntoma viene a nuestra conciencia y lo atendemos. Todos
escuchamos al cuerpo.
Un sntoma, siempre significa una emocin. Para cada dolencia existe un
suceso desgraciado de tal magnitud, que sobrepasa el aguante del cuerpo y es
ste el que contrae la dolencia, que es como una incapacidad para seguir
funcionando.
Algunas pautas de personalidad estn asociadas con regularidad a ciertas
dolencias, a veces graves, incluso mortales.
Es fundamental que la persona viva lo ms feliz posible, que siempre haga
acopio de una cantidad suficiente de buenos sentimientos para sacar a su
cuerpo (y a su mente) del peligro de la enfermedad.
Cuanta mayor atencin el terapeuta preste atencin a los sentimientos del
paciente, y se lo ensee a ste, advertirn cundo el paciente se siente mal y
podrn dar salida a los sentimientos para no enfermar.
El cuerpo da indicaciones. Si se las examina, se sabr lo que hay que buscar,
se aprender a reconocer los sentimientos y a darle salida, evitando as el dolor
y las enfermedades.
Toda enfermedad es psicosomtica, aun las contradas por virus o microbios o
por predisposiciones constitucionales o por factores congnitos. Continuamente
el cuerpo est emitiendo seales que no slo se refieren a lo que sucede en el
cuerpo sino tambin a lo que sucede en la mente. Todos tenemos dolores y
molestias, picazones, puntadas, eructos, toses, pero no todos somos
concientes de que estas seales corporales pueden tener un significado que va
ms all de los procesos fisiolgicos que les corresponden.

El cuerpo nunca miente. Siempre dice la verdad.

Cuanta mayor es la represin, cuanto mayor es el dolor emocional, ms serias
e insistentes se vuelven las seales del cuerpo. Pero, del mismo modo que el
cuerpo expresa las emociones por medio del malestar, asimismo otras seales
del cuerpo pueden marcarnos el camino para identificar las cosas que nos
hacen sentirnos bien. Las emociones y experiencias positivas potencian
nuestro sistema inmunolgico, que mejoran nuestras actitudes y que
contribuyen a garantizar nuestro bienestar general.
Todos podemos saber y ser concientes de cundo estamos locos de alegra y
cundo somos francamente desgraciados. Pero en general no vivimos la vida
en un estado emocional extremo. Desde nios nos han enseado a
comportarnos medidamente, nos han enseado que la expresin de emociones
excesivas es inadecuada como conducta social. Nos han enseado a
condicionarnos para no expresar nuestras emociones. Todos aprendemos a
reprimir nuestros sentimientos hasta tal punto que a veces dejamos de ser
concientes de lo que sentimos y cmo sentimos.
Pero, por mucho que lo intentemos, no podemos quitarnos de encima las
emociones reprimidas. As, stas encontrarn un medio de expresin que suele
transcurrir a travs del cuerpo fsico, siempre presente y siempre cierto.
Qu es una emocin? Es una reaccin, una respuesta automtica ante un
suceso, un pensamiento, una experiencia u otro estmulo.
Cuando tenemos una emocin suceden dos cosas: 1)
Existe
un
conocimiento conciente de la emocin. Por ejemplo, s que estoy enojado, s
que lo que me dijo Fulano me da rabia, no puedo olvidar el odio que me
produjo aquel hecho. 2) Se producen cambios fsicos y qumicos en el cuerpo.
Se ponen en marcha una serie de cambios fsicos en el hipotlamo, una regin
en forma de mariposa prxima al centro de la parte inferior del cerebro que est
situada por encima y a los lados de la glndula pineal, que tiene forma de uva y
que cuelga bajo los lbulos del cerebro. La pineal se llama la glndula maestra
del cuerpo y est conectada directamente con el hipotlamo que la recubre.
Cuando el hipotlamo transmite impulsos a la pineal, como en el caso de una
amenaza, la pituitaria a su vez transmite impulsos a las glndulas
suprarrenales, que estn ubicadas sobre los riones. Las suprarrenales, a su
vez, producen unas sustancias qumicas llamadas catecolaminas, entre las que
se encuentra la adrenalina. Las catecolaminas producen cambios fsicos en
todo el cuerpo y bajo su influencia, la presin arterial aumenta, se acelera el
ritmo cardaco, se erizan los pelos de todo el cuerpo, los intestinos sufren un
espasmo. Al mismo tiempo llega ms sangre a los msculos grandes, que son

lo que utilizamos para huir de la situacin o para atacar. Este tipo de reaccin
corporal se transmite por un complejo sistema nervioso que se llama Sistema
Nervioso Simptico.
Por el contrario, cuando el cuerpo se siente seguro y libre de amenazas, capaz
de disfrutar de actividades como el sexo, la digestin o la contemplacin
pacfica, este grupo de actividades se transmite por una red llamada Sistema
Nervioso Parasimptico.
En conclusin, el cuerpo tiene dos modos de reaccionar: uno para la guerra y
otro para la paz.
Con la enorme dote de nuestra inteligencia superior tenemos la posibilidad
suficiente para incorporar todas las prohibiciones en nuestras pautas de
pensamiento y en nuestra conducta. Tenemos gran capacidad de aprendizaje y
cuando llegamos a la adolescencia la mayora hemos perdido una buena parte
de aquella conciencia emocional temprana que nos haca ser tan espontneos
y sanos.
Pero aunque hayamos perdido la conciencia de nuestras emociones no por eso
dejamos de reaccionar emocionalmente. Lo que sucede es que en cambio
reaccionamos de manera inadecuada ante una extensa variedad de estmulos.
Esto es lo que llama una conducta neurtica, una conducta que no tiene
sentido.
Todos tenemos una parte emocional incivilizada que pide a gritos liberarse. La
Naturaleza no nos form tal como somos para que guardemos esto, lo que
hacemos no es natural. Y para liberar la emocin que nos desborda hemos
adoptado recursos que a veces tambin nos avergenzan como por ejemplo
llorar.
La agresin, las lgrimas y la risa son los medios con que contamos para
liberarnos de las emociones.
Por elevado que sea nuestro grado de civilizacin no obstante los seres
humanos reaccionamos ante los estmulos emocionales de manera fisiolgica o
primitiva.
No quiere decir esto que tengamos que dejar de ser civilizados para estar
sanos. Pero detectar el sentimiento que una persona me produce, reconocerlo
y rehuir o no contactarme con esa persona en el futuro me ayudar a evitar el
malestar fsico que acompaa a la emocin reprimida como por ejemplo una
tortcolis, un dolor de cabeza repentino, molestias intestinales.
En conclusin, podemos pensar y sentir con nuestros cuerpos.

El mayor territorio para ser explorado es el cuerpo humano. Slo es necesario

detenernos un momento, para entrar en resonancia con nuestro cuerpo.
Debemos observarnos. La mayora de nosotros y de la gente pasa todo el da
sin observarse, sin darse cuenta cmo est su cuerpo, sin escucharlo y sin
darse cuenta del mensaje que tal vez le est mandando.
Por lo general slo sintonizamos con el cuerpo cuando nos vamos a dormir,
cuando nos levantamos, al llegar a casa despus del trabajo. Hasta ah todo
bien, pero si el cuerpo nos enva alarmas dolorosas, alarmas que no podemos
seguir ignorando, entendemos realmente lo que nos dice o lo que necesita?
Le damos alguna respuesta? O nos limitamos a cerrarle la boca, hacindolo
callar con una aspirina, o bebiendo, o prendiendo la TV o exagerando la
dedicacin al trabajo? Entonces, en vez de aliviar o de anestesiar el cuerpo,
deberemos considerar la posibilidad de trabajar y de cooperar con l.
Es hora de iniciarnos en una disciplina corporal. Todos los caminos corporales
parten de 3 supuestos bsicos:
a) Algo est contrado, apresado, bloqueado mal usado o desequilibrado
generalmente debido al hbito o al exceso de tensin muscular.
b) El cuerpo no fue esculpido en piedra: es plstico y moldeable, puede ser
reparado y educado siempre es posible hacer alguna cosa con l.
3) El cuerpo es el lugar para la transformacin.
Esos caminos corporales comparten una misma meta: cambiar, para mejorar la
vida de la persona. El cambio puede ser el alivio inmediato del displacer y del
dolor o la modificacin a largo plazo de patrones cronificados, lo que resulta en
una mejora de las funciones. La verdadera meta es hacerse amigo del propio
cuerpo e ir descubriendo su sabidura.
Descubrir la Sabidura del Cuerpo es el camino para llegar a la autoconciencia
y prestarle ms atencin y a las seales que transmite continuamente. Si el
cuerpo dice Me encuentro mal, hay que escucharlo. Y hay que intentar
advertir qu nos est haciendo infeliz. Entonces, ah cuando nos demos
cuenta, comenzaremos a aprender a apartarnos de situaciones indeseables.
El lenguaje del cuerpo a nuestra conciencia va desde el susurro, pasa por el
grito y termina en alaridos.
Comencemos por observar el cuerpo y veamos las tres formas esenciales en
que se agrupan las clulas: tejidos duros, tejidos blandos y fluidos.
Relacionaremos a estas tres estructuras celulares con nuestra energa
espiritual, mental y emocional.

TEJIDO DURO
Es el armazn del cuerpo. Es el factor fundamental sin el cual no puede haber
vida humana o sea que es el ncleo central ms profundo de la existencia
fsica. Los huesos estn representando el impulso inicial de la encarnacin
pues si tiene que haber vida, sta habr de cobrar una forma. Entonces es
como si los huesos correspondieran a nuestra voluntad de ser que es lo mismo
que decir el deseo de vivir o el instinto de vida. Cuanto ms dura es la forma,
ms elevada es la cantidad de energa contenida. Por lo tanto los huesos
representan la energa cristalina en nuestro interior, la ms densa y slida y
tambin la ms potente, es la energa que mantiene la vida y le permite
manifestarse. Del mismo modo, la energa espiritual da vida a nuestros
sentimientos y pensamientos, es la energa oculta que habla a travs de las
imgenes mentales, la comunicacin y las emociones. De la espiritualidad
depende toda nuestra perspectiva de la vida, todas nuestras motivaciones, toda
nuestra direccin. Por lo tanto, as como el ser humano no puede existir sin
huesos, no estamos verdaderamente vivos si no establecemos contacto con el
aspecto espiritual. En consecuencia, la correspondencia es entre el tejido duro
y el ser espiritual. Cualquier traumatismo o fractura en el tejido duro puede
indicar un conflicto en el nivel ms profundo de nuestro ser, tan profundo que
entorpece la progresin hacia delante, cuando no la detiene por completo, tanto
a nivel externo como interno. Una fractura en el tejido duro puede significar
tambin una ruptura o conflicto en la energa espiritual y eso afecta a todos los
aspectos del ser, lo ms profundo del ser se halla en conflicto. Y la parte del
cuerpo donde se produce la lesin o la fractura aportar ms informacin sobre
la naturaleza del conflicto que se expresa.
TEJIDO BLANDO
Aqu podemos incluir la carne, la grasa, los msculos, los nervios, la piel, los
rganos. Es la estructura de tejidos ms responsable de la forma, tamao,
apariencia y fuerza del cuerpo, as como del equilibrio nervioso y el
funcionamiento normal del organismo. El tejido blando se corresponde
directamente con la energa mental y a medida que cambia el modo de pensar,
tambin va cambiando el aspecto de la persona. Por lo tanto el tejido blando va
expresando los movimientos de cambios que tienen lugar en nuestro interior. El
conjunto del tejido blando refleja las experiencias, actitudes y pautas de
conducta del pasado. As como los tendones rgidos indican tendencias
tambin rgidas, podemos encontrar traumas y conflictos bajo la superficie del
tejido blando. Entonces, podemos levantar capas de grasa para envolver
recuerdos desagradables; los msculos atrofiados o hiperdesarrollados
retratarn debilidades o permisos particulares que la persona se dio; los
msculos tensos, los tumores o los depsitos de grasa sealarn conductas
relacionadas con la parte del cuerpo afectada. Por lo tanto el tejido blando es
como un instrumento capaz de medir el punto que ocupamos en nuestro propio

interior, expresar el movimiento que se registra dentro de nuestro ser, as

como los conflictos y confusiones que nos afectan.
LQUIDOS O FLUIDOS
Ms del 90% del cuerpo es lquido: agua, sangre, orina, transpiracin, saliva,
lgrimas, secrecin de leche, secreciones endocrinas, secreciones sexuales.
Los fluidos irrigan todo nuestro ser y son como un gran ocano que se agita en
nuestro interior y en el que las mareas suben con los deseos, sentimientos e
impulsos personales. Los lquidos, al desplazarse por todo el cuerpo,
transportan alimentos y hormonas fundamentales, o sea llevan los mensajes
qumicos procedentes del cerebro, y tambin llevan oxgeno, trasladan y
eliminan residuos. Los lquidos tambin generan excitacin, calor, energa,
como cuando nuestros genitales, pezones y labios se llenan de sangre y nos
sentimos cariosos, excitados y deseosos de compartir esas sensaciones con
otra persona. Por lo tanto tienen su correspondencia con las diversas
emociones. Cada lquido corporal corresponde a un aspecto distinto de nuestra
naturaleza emocional. Un desequilibrio en el sistema de fluidos que acaba en
hinchazn, problemas de miccin, hemorragia excesiva, dificultades de
coagulacin, sudoracin o sequedad excesivas, indican un desequilibrio en el
plano emocional, en la expresin o represin de sentimientos y respuestas. La
emocin de que se trata depender del lquido que est siendo afectado. Los
lquidos marcan una direccin y un objetivo al movimiento que es posible entre
los huesos y los msculos. De forma similar, las emociones expresan el
propsito espiritual y adems canalizan y ofrecen una salida a nuestra energa
mental.
COSTADOS DEL CUERPO
Entre ambos existen algunas diferencias. Representan los dos hemisferios del
cerebro y cada uno es responsable de funciones muy diferentes.
COSTADO DERECHO
Est gobernado por el hemisferio izquierdo del cerebro. Por lo tanto representa,
tanto en el hombre como en la mujer, la naturaleza masculina: intelectual,
agresiva y afirmativa, la que se enfrenta con la realidad cotidiana, las
cuestiones prcticas y del trabajo. Es autoritaria, lgica y racional. Es la
naturaleza Yang del ser humano. Los problemas en esta parte del cuerpo en
los hombres pueden representar un conflicto de competencia o de
masculinidad. En la mujer, conflictos con la dificultad de ser una mujer
independiente, profesional o integrar una naturaleza ms afirmativa.

COSTADO IZQUIERDO
Est gobernado por el hemisferio derecho del cerebro que representa el
principio femenino o la energa Ying del ser. Aqu reside la creatividad, lo
artstico, cualidades como la dulzura, la receptividad, la irracionalidad y la
intuicin, o sea: el mundo interno. Representa la relacin con la naturaleza
femenina tanto en nuestro interior como con respecto a los dems. En el
hombre, los problemas en el costado izquierdo pueden indicar conflictos a la
hora de expresar sus cualidades para el cuidado y la proteccin, su capacidad
para llorar o consolar, as como dificultades para recibir, sobre todo amor o
descargas emocionales. En la mujer indica confusin para expresar su
feminidad o conflictos por el hecho de ser mujer. En ambos sexos puede haber
problemas en relacin con las mujeres (madre, hija, esposa, novia).
CENTRO PRINCIPAL DE ACTIVIDAD: LA CABEZA
Desde la cabeza, la accin se inicia como pensamiento para reflejarse luego a
travs de dos medios de expresin: el centro motor y el centro actor o de
accin.
EL CENTRO MOTOR
Ocupa el espacio del cuerpo comprendido entre las caderas y los pies.
Representa la direccin que tomamos, cmo progresamos en nuestra vida, el
movimiento que tiene lugar en el interior del ser. Esto hace referencia directa a
la pelvis que es la zona donde damos origen a una nueva vida y tambin origen
psicolgico a nuevos movimientos internos. Desde ella podemos atender
nuevas reas del conocimiento a medida que ampliamos nuestra conciencia o
descender cuando marchamos por el mundo con nuestros pies. Es por la pelvis
que podemos expresar la energa del corazn al compartir nuestra sexualidad,
y tambin la liberacin de la ira y del temor por medio de la miccin.
Corresponde a nuestros aspectos ms sociales y externos, donde residen
nuestras relaciones. Desde la pelvis la energa de cada uno desciende primero
a travs de las piernas que expresan los sentimientos y las actitudes referidos
al propio movimiento. Luego a las rodillas que amortiguan los golpes y
confieren gracia al movimiento cuando caminamos por un terreno irregular.
Muchos problemas en esta zona indican orgullo, obstinacin. Baja la energa
hasta los tobillos que representan un apoyo mental y espiritual, que es se en
el que confiamos y que sirve de base a nuestra actividad. Y por ltimo, los pies,
la direccin que tomamos en el mundo, nuestro punto de contacto con la tierra,
con ellos tomamos posicin y fuerza en el lugar que ocupamos en el mundo.
Esta es la primera parte del cuerpo que progresa hacia delante, as como la
que avanza ms espacio. Si esta mitad inferior del cuerpo es mayor que la
mitad superior, hay una falta de conexin con la tierra porque la energa que
desciende hacia el suelo resulta insuficiente, por lo cual podramos deducir que
en ese caso se est poniendo nfasis en el impacto que causamos en el
mundo ms que consolidarnos en la propia posicin.

EL CENTRO ACTOR
Desde la columna vertebral hasta las manos pasando por los hombros, se
extiende nuestro centro actor. All es donde se aloja lo que pensamos sobre lo
que hacemos y lo que nos hacen los dems, la capacidad que tenemos para
gobernar nuestra vida. Esta zona representa tambin el deseo de expresarse:
mediante el uso de las manos podemos expresar la energa interna ms
artstica y creativa; con los brazos y las manos podemos compartir nuestro
amor; a travs de las caricias, el tacto y los abrazos podemos asir, atraer o
apartar. Los hombros representan nuestros sentimientos ms ntimos sobre lo
que hacemos o nos hacen los dems. Aqu cargamos nuestras
responsabilidades, lo que hacemos de mala gana que no queremos hacer,
cuando nos aferramos a emociones negativas y sentimientos de culpa que
tienen relacin con algo que hicimos en el pasado. Los brazos trasladan esa
energa al exterior, son un puente entre nuestros deseos ms ntimos y su
expresin en el mundo. Los codos dan flexibilidad y soltura a ese flujo de
energa, las muecas llevan esa energa an ms lejos. Y en lo que concierne
a las manos son el medio que permiten que nos aferremos a hechos o
sentimientos o expresan por qu somos incapaces de manejar situaciones
nuevas. Las manos permiten soltar y liberar nuestra creatividad, comunicarnos
y compartir. Son la expresin ms externa de nuestra energa de accin.
EL SISTEMA ENDOCRINO
Las secreciones de las glndulas de secrecin interna tienen tanta fuerza que
mantienen un equilibrio especfico en todo el organismo. Segn el estado de
las glndulas podremos sentirnos deprimidos, enojados, pesimistas, o felices,
tranquilos, optimistas y seguros de nosotros mismos.
GLNDULA PITUITARIA O HIPFISIS
La glndula pituitaria es una glndula endocrina situada debajo del cerebro, por
debajo del hipotlamo y que, secretando las estimulinas que actan sobre otras
glndulas endocrinas, juega un papel mayor en la regulacin de las
secreciones hormonales. Acta pues como gran maestra con relacin a las
dems glndulas del cuerpo. Juega un papel de jefe de orquesta. Su buen
funcionamiento ayuda al equilibrio de mis facetas racional e intuitiva. Si se
manifiesta un desequilibrio, o si se sobrecalienta mi lado racional sin que deje
lugar a mis aspectos intuitivo, creativo y emocional, tambin mi lado intuitivo,
mis dones psquicas se sobrecalientan a su vez, porque quiero ir demasiado
de prisa, tomando clases, leyendo todo tipo de libros, ensayando todo tipo de
tcnicas, etc., y creo un desequilibrio porque mi cuerpo fsico no puede
soportar todos los cambios interiores que se producen. Ya que la glndula
pituitaria controla el buen funcionamiento de mi organismo, me aseguro que mi
cuerpo y mi mente estn en equilibrio evitando los excesos y me aseguro el
dominio de mis pensamientos y de mis emociones.

GLNDULA PINEAL O EPFISIS

Ubicada detrs de los ojos, es como el director de la orquesta endocrina y todo
nuestro equilibrio fisiolgico depende de ella. Controla y mantiene los aspectos
del desarrollo y est ntimamente ligada a la pubertad, al embarazo, la fertilidad
y otros aspectos del sexo femenino. Si no funciona bien puede acarrear
problemas o pautas anormales de crecimiento fsico.
GLNDULAS TIROIDES Y PARATIROIDES
Permiten al ser humano acceder al ser. Se encuentran ubicadas en el cuello.
La tiroides desempea un papel muy importante en el ritmo metablico y en la
respiracin, que es lo que le da vida al cuerpo. La paratiroides mantiene el
equilibrio del ritmo de inhalacin y de exhalacin.
TIMO
Situado cerca del corazn, su funcin consiste en transformar las nuevas
clulas inmunitarias en las que se llaman clulas T, que son esenciales para un
sistema inmunitario sano, pues atraviesan todo el cuerpo en busca de intrusos
peligrosos. O sea que de la zona cardaca emana la capacidad para
protegerse, para proteger el cuerpo, para combatir y ganar nuestras batallas
internas sin necesidad de pedir ayuda al exterior.
GLNDULAS SUPRARRENALES
Segregan las catecolaminas, especialmente una de ellas, la adrenalina, que se
produce frente a las situaciones de lucha o huda. La adrenalina estimula
nuestra decisin de huir o luchar, nos capacita para enfrentarnos con
emociones debilitadoras y estresantes. Tambin son importantsimas para el
mantenimiento del nivel de azcar en la sangre y para la tensin sangunea.
GNADAS
En la mujer estn situadas en los ovarios y en el hombre en los testculos.
Ellas aseguran nuestra continuidad a travs de la reproduccin o sea que nos
mantienen vinculados al mundo fsico. Ellas representan la accin de compartir
nuestro cuerpo con el de los dems por medio de la sexualidad. Cuando hay un
exceso de energa aplicada a la actividad sexual se dar la correspondiente
falta de energa para las actividades espirituales.
-----------------Una vez que hemos interpretado aquello que el cuerpo nos dice y tenemos
localizada la zona interna del conflicto reprimido, debemos encontrar la manera
ms conveniente de liberarnos de las viejas pautas e instalarnos en una nueva
forma de entender las cosas.

LA CABEZA
Es el lugar desde el cual conectamos con el mundo a travs de los sentidos y
tambin desde donde el mundo se conecta con nosotros. Aqu el tejido duro
rodea al tejido blando y los lquidos, o sea que la energa espiritual envuelve a
las energas mental y emocional. Pero en el resto del cuerpo el hueso reside en
el interior y est recubierto por el tejido blando y los lquidos. Esto demuestra
que la cabeza es esencialmente espiritual y que all las energas mental y
emocional estn sometidas a la influencia espiritual. En la relacin
psicosomtica se da una separacin: el cuerpo experimenta una cosa y la
cabeza otra y somos incapaces de conciliar ambas. Cada sector de la cabeza,
a la vez, nos hablar de los distintos aspectos de este centro de control.
LA CARA
Es la parte del ser que se enfrenta al mundo. Es la mscara tras la cual
podemos escondernos o la expresin abierta de nuestra naturaleza interior. O
sea que concebimos y modelamos nuestra cara segn nuestra naturaleza
interior y tambin en base a lo que creemos ser en el mundo.
LOS OJOS
Se les llama tambin los espejos del alma. Son una profunda expresin de
nuestro ser interno. Todas las emociones se expresan mediante los ojos, desde
el erotismo hasta el odio. Con los ojos aceptamos o rechazamos, acariciamos y
herimos. Al mirar, estamos captando o incorporando la realidad. Los problemas
de visin estn ligados a la propia interpretacin del mundo. Tambin la salud
de los ojos traduce la capacidad para aceptar o no aquello que vemos. Las
lgrimas son una profunda liberacin del dolor interno. Dada su naturaleza
lquida representan emociones. Los ojos tienen un potencial de sabidura
trascendente al estar conectados con el chakra del tercer ojo, pueden ver fsica
y metafsicamente, al exterior y al interior.
LOS ODOS
A travs de los odos percibimos nuestra realidad sonora para luego ubicarnos
con relacin a ella. Cuando no estamos contentos con lo que omos retiramos
energa de esa zona o desconectamos la funcin auditiva. El ser duro de odo
a menudo no es ms que un proceso selectivo. La prdida de audicin o el
aumento del dolor de odos pueden ser producto de una crtica excesiva a
nuestra persona, tanto por parte de otros como de nosotros mismos. Si los
odos pierden el sentido del equilibrio significa que nuestra vida tambin lo ha
perdido o est fuera de control, los acontecimientos nos han desbordado y
descentrado.

LA NARIZ
Participa de la respiracin junto con los pulmones, por lo tanto contribuye para
que podamos mantenernos vivos. Cuando nos sentimos decepcionados,
desilusionados, impotentes, podemos provocar un fuerte resfro que bloquee y
cierre los conductos respiratorios en un intento inconciente por detener la
respiracin o el mecanismo que nos mantiene vivos. La nariz es tambin el
medio que tenemos para experimentar sensaciones a travs del olfato. Olores
especiales pueden asociarse a acontecimientos especficos y una obstruccin
nasal puede relacionarse con el bloqueo del recuerdo de una situacin
dolorosa. La combinacin de olores y la respiracin supone la inhalacin del
olor de la vida, como cuando olemos una rosa y nuestro ser se alegra.
LA BOCA
Es nuestro medio de comunicacin ms directo. Por ella expresamos
sentimientos y pensamientos, ingerimos alimentos e iniciamos el proceso
digestivo. Con la boca besamos, remos, hacemos muecas, gruimos,
escupimos, masticamos y mordemos. Aceptamos nuestra realidad o la
rechazamos cuando sta no sabe bien. Con la boca tambin hablamos,
cantamos, silbamos. Semejante cantidad de uso convierte los problemas
bucales en un fenmeno comn. Los trastornos en esta zona pueden estar
relacionados con dificultades a la hora de probar y luego digerir- la propia
realidad; o tambin con una actitud reacia a digerir lo que est sucediendo; o
quizs una falta de alimentacin en la vida a causa de la cual la boca pasa
hambre. Tambin puede haber un deseo de expresar sentimientos y
pensamientos negativos que creemos no deberamos expresar y que
retenemos en la boca; o un deseo inconveniente de besar y amar, cuando en
realidad, estamos siendo rechazados. Los labios tambin son particularmente
sensibles a nuestros sentimientos. Las infecciones en la boca indican una
irritacin, ya sea por aquello que ingerimos o por el modo como nos
expresamos.
LOS DIENTES
Ellos representan el aspecto espiritual de la boca, mientras que la lengua y los
tejidos blandos representan el aspecto mental, y la saliva y otros lquidos el
aspecto emocional. Los dientes son como una puerta entre nosotros y el
mundo exterior, actan como un filtro que controlan lo que entra y lo que sale.
Los dientes se ocupan de las primeras impresiones sobre lo que nos
disponemos a ingerir, la informacin entrante, los sentimientos y percepciones
son separados aqu antes de seguir su camino en el proceso de asimilacin.
Mediante la masticacin destrozamos la realidad para echarle un vistazo desde
el interior. De esta forma podemos discriminar entre lo que queremos y no

queremos, y escupir lo que es inaceptable. Apretar los dientes es como cerrar

una puerta, resistir a lo que se aproxima a nosotros y retener aquello que debe
salir. Los dientes suponen la primera etapa en la recepcin del amor y
alimentos; dependemos de ellos para asimilar y transformar lo que recibimos
en algo digerible. Si los dientes son ineficaces, estaremos tragando cosas que
no deberamos tragar, cosas difciles de digerir o integrar. Los dientes y la
mandbula estn estrechamente ligados, ya que si cerramos o apretamos la
mandbula tambin lo hacemos con los dientes. De esta forma se interrumpe la
ingestin y es posible resistir cualquier cosa sin cambio alguno. Hacemos
rechinar los dientes de rabia; echamos la mandbula hacia atrs para evitar la
expresin de esa rabia, y esto puede acumularse hasta tensar y deformar los
msculos del maxilar inferior.
EL CUELLO
Por el cuello se desciende de los abstracto a lo fsico, por l pasan el aire de la
respiracin y los alimentos que nos nutren. O sea que es un puente entre dos
direcciones, entre el cuerpo y la mente. A travs del cuello todos nuestros
pensamientos e ideas pueden manifestarse en accin. Al mismo tiempo, a
travs del cuello los sentimientos internos sobre todo los del corazn- pueden
ser liberados. Cruzar el puente del cuello exige el compromiso de estar aqu y
participar plenamente de la vida. Ah tenemos a la garganta, por la cual
tragamos nuestra realidad. Por eso los problemas fsicos en esa zona pueden
estar relacionados con una resistencia a aceptar y asumir la realidad. Los
problemas en la garganta siempre responden al conflicto que produce una
realidad que no es aceptada y las emociones a que est unida. Si creemos que
expresar esas emociones es perjudicial, les cerramos el paso y provocamos
que esa energa se acumule en la garganta. El hecho de tragarse los
sentimientos pude derivar tambin en una tremenda tensin en el cuello y en
las glndulas que estn all. Mediante el cuello tambin podemos ver en todas
direcciones. Cuando se pone tenso y rgido limita los movimientos y, en
consecuencia, tambin la visin. Esto implica volverse estrecho de miras y que
slo estamos dispuestos a ver las cosas desde nuestro punto de vista, lo que
tenemos por delante y no otra cosa.
LOS HOMBROS
Sobre los hombros cargamos el peso y la responsabilidad del mundo. Ellos
tambin son el lugar donde encuentra su expresin la energa emocional del
corazn cuando asciende y sale a travs de brazos y manos. Si retenemos los
sentimientos y conflictos, ms tensos y rgidos estarn los hombros. Los
hombros pueden estar tensos y erguidos, rgidos, por miedo o ansiedad. O
tambin pueden echarse hacia atrs y sacar el pecho hacia delante como para
demostrar que se puede mostrar una buena imagen aunque la espalda est
dbil y deformada. Recordemos que los msculos corresponden a la energa

mental por eso es frecuente encontrar nudos en la zona de los hombros que
expresan muchos deseos reprimidos. Si la tensin se localiza en el costado
izquierdo, estar relacionado con los sentimientos o con las imgenes
femeninas. En cambio las tensiones o nudos en el costado derecho se
relacionan ms con el trabajo y las cuestiones prcticas de la vida cotidiana
como las obligaciones o las responsabilidades. Pero tambin puede indicar
conflictos con figuras masculinas.
LOS BRAZOS
Cuando la energa desciende por los brazos hasta las manos se desplaza
desde los aspectos internos y personales hasta los externos o ms activamente
expresados. Con estos miembros podemos acariciar, sujetar, abrazar, dar,
estirar, esconder, tomar, empujar, plegarlos, proteger nuestro corazn de
alguien que se nos acerca. De esta forma los brazos comunican y expresan
nuestras actitudes y sentimientos interiores. Es una zona que se utiliza como
medio de comunicacin cuando hablamos, como mover los brazos para
expresar algo. A travs de los brazos tambin recibimos impresiones e
informacin del mundo externo.
LOS BRAZOS SUPERIORES
Se utilizan para expresar fuerza o poder. En los hombres hay una tendencia a
hiperdesarrollar los bceps y ello a veces coincide con una resistencia a
expresar la energa del corazn, los aspectos ms tiernos, sensibles y
afectivos. Los hombres que cultivan sus msculos all reflejan falta de gracia y
desean entrar en accin de una forma agresiva, mostrndose ms masculinos.
Si los brazos superiores son poco desarrollados y delgados indicarn timidez
en la expresin, resistencia a liberar el flujo de la energa, revelando debilidad
en la participacin de la vida, incapacidad para estirarse y apoderarse de la
vida.
LOS CODOS
Tradicionalmente se dice que ellos reflejan nuestra incomodidad y ambicin. De
un codazo podemos deshacernos de alguien que nos molesta, doblamos los
codos para dar una imagen de valenta y poder porque con los codos as los
brazos parecen armas. Tambin manifiestan duda o conflicto sobre la propia
capacidad para responder o ser lo bastante competente para hacer algo. Todas
las articulaciones aportan libertad y fluidez al movimiento y permiten que ste
se lleve a cabo. Si existe un problema en esa zona tal vez significa que no nos
valoramos tanto como podramos.

LOS ANTEBRAZOS
Son una zona de accin, como cuando nos arremangamos para meternos ms
en una accin concreta. Ellos estn alejados de la expresin interna y ms
prximos a la expresin externa. La sensibilidad de la parte inferior del
antebrazo sugiere la delicadeza y vacilacin que podemos experimentar antes
de expresar algo en el mundo, el momento en que ese algo es todava privado
pero est a punto de hacerse pblico.
LAS MUECAS
Son articulaciones que permiten el movimiento mientras la energa se
manifiesta hacia fuera. Facilitan la llegada de una enorme tranquilidad y libertad
a nuestras acciones, pero cuando estn rgidas la expresin se vuelve torpe y
deformada. Por eso las muecas posibilitan que seamos flexibles y
acomodaticios en el manejo de nuestros asuntos.
LAS MANOS
Son la expresin ntima del ser en el mundo. Son como antenas que nos
preceden para tener una perspectiva del terreno e informarnos. Con las manos
pintamos, hacemos msica, escribimos, manejamos, curamos y un largo etc.
Cuando sufrimos una lesin en las manos quedamos casi indefensos porque
es a travs de ellas como normalmente interactuamos con el mundo. Las
manos llevan marcados nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro y lo
que es nico para cada ser humano: las huellas digitales. Las manos pueden
volverse rgidas y deformadas fcilmente por medio de afecciones como la
artritis cuando nos atamos a algo que no podemos soltar. Son tambin el medio
de contacto y relacin con otro ser humano. La cualidad de ese contacto
transmite mucha informacin acerca de nosotros: es un medio de comunicacin
silencioso y profundo. Un problema en las manos puede indicar un gran deseo
de tocar o ser tocado pero tambin el miedo a expresarlo.
LA ESPALDA
Es un conjunto de smbolos y significados. Aqu es donde dejamos todo aquello
que no queremos ver o que no deseamos mostrar a los dems; es nuestro
tacho de residuos, el lugar donde enterramos todos los sentimientos y
experiencias que nos han causado dao o confusin. Pero por otro lado la
espalda contiene la columna vertebral, el elemento ms importante de toda la
estructura psicosomtica, el pilar que sustenta nuestro ser, los cimientos sobre
los que se asienta el cuerpo.

LA COLUMNA VERTEBRAL
Es la serie de huesos que representa nuestra energa interna ms profunda y
que corresponden a nuestras aspiraciones espirituales ms elevadas. La
columna nos hace fuertes y competentes o bien nos hace parecer
invertebrados. Adems se relaciona con los diversos aspectos de nuestro ser
a travs del esqueleto, y a travs del sistema nervioso central y el suministro
sanguneo central que van del cerebro al resto del cuerpo. De este modo, cada
pensamiento, sentimiento, hecho, respuesta e impresin quedan marcados en
la columna vertebral as como en las partes relevantes del cuerpo implicadas.
LA ESPALDA SUPERIOR
Es la zona que va desde los hombros hasta la base de los omplatos. Los
problemas que se registran aqu tienen que ver invariablemente con
sentimientos o confusiones relativos a uno mismo. ste es el lugar donde
podemos expresar el chakra del corazn y la energa afectiva a travs de los
brazos y las manos. El aspecto de esta expresin que permanece encerrado en
la espalda es el amor que sentimos por alguien y que somos incapaces de
expresar, de modo que lo mantenemos escondido, o bien todo lo contrario, el
odio y la frialdad que no queremos admitir. Tales sentimientos tratan de
encontrar una va de escape pero como son ignorados o negados
continuamente se acumulan y pueden resultar en un odio reprimido. La espalda
superior est estrechamente ligada a los hombros. El dolor o la tensin que se
experimentan estn conectados con la frustracin o irritacin por no hacer lo
que realmente se desea, con una ambicin o un logro truncados. Esto se debe
a que nos hemos desprendido de nuestros verdaderos deseos internos y los
hemos enterrado en la espalda, quizs porque resultaban inaceptables o
entraban en conflicto con lo que se esperaba de nosotros.
LA ESPALDA MEDIA
sta es la zona del plexo solar, es como el eje de un columpio que equilibra los
aspectos internos con los ms pblicos o externos. Cuando esta zona est
abierta y funciona bien somos libres para expresarnos. Cuando est cerrada y
bloqueada, indica un conflicto en esa expresin, una retencin de la energa
que debera descender libremente. Podra tratarse de una resistencia a
desplazar la energa hacia fuera, ya que nos sentimos ms seguros cuando la
guardamos dentro. En realidad, esto se refiere a una resistencia a crecer, a
asumir responsabilidades o a afrontar la propia mortalidad. Aqu debemos
pasar del yo a la relacin con los dems y esto implica la obligacin de
enfrentarse consigo mismo y con los aspectos adultos y maduros. Por lo tanto,
cualquier inarmona aqu est indicando retos o conflictos de poder.

LA ESPALDA INFERIOR
Va desde el plexo solar hasta el coxis. Todas las patologas y dolores en esta
zona se relacionan con la edad adulta y nos recuerdan que nos hemos hecho
mayores. Aunque por lo general se atribuyen los dolores a levantar pesos es
ms probable que exista ya una debilidad en esa parte de la espalda que se
manifiesta cuando se la somete a una tensin excesiva. La debilidad se refiere
a esa resistencia a madurar y crecer en el contexto de la sociedad y las
relaciones. Este fenmeno se observa casi siempre en Occidente, donde se
pone nfasis en ser joven, vivir muchos aos y mantener la juventud el mayor
tiempo posible.
LA PELVIS
Esta parte de la espalda inferior se une con la energa de la columna vertebral
y representa el mundo de las relaciones. Los temores y conflictos que tienen
que ver con nuestra seguridad, con los seres queridos, familiares o amigos se
localizan en esta regin. El conflicto con nuestra energa sexual se localiza en
la regin plvica, al igual que el miedo a la supervivencia, o el temor a perder
de vista el terreno que pisamos. La pelvis es el pivote del cuerpo, que
acompasa el movimiento ascendente del pecho y la cabeza, ms expuesto
ante el mundo, con el movimiento descendente hacia los pies que garantiza la
direccin y el apego a la tierra. Es de aqu de donde salimos al encuentro del
mundo y es tambin aqu donde descubrimos la reaccin del mundo hacia
nosotros.
LAS NALGAS
Tambin estn comprendidas dentro de la espalda inferior, la zona sobre la que
nos sentamos y de la que estamos convencidos que nadie puede ver. Las
nalgas tienen que ver con la eliminacin, por lo tanto se relacionan con la
liberacin y expresin de sentimientos, emociones y sexualidad. Cuando estn
tensas y contradas suelen reflejar una verdadera tensin en la expresin, una
supresin de la tranquilidad. La contraccin de esta zona puede provocar dolor,
tensin, deformacin de los msculos y hemorroides. Los msculos anales
tienen una estrecha vinculacin con la infancia (tiempo de educacin de
esfnteres) y, por lo tanto, con un conflicto y represin emocionales y con
problemas sexuales.
EL PECHO
Toda esta zona tiene que ver con el yo de la persona, es la regin de lo privado
y de lo personal. Aqu est el sentido de la identidad propia. Es dentro del
pecho donde expresamos la mayora de nuestros sentimientos, sobre todo los
relacionados con nosotros mismos. Tales sentimientos podran incluir la

sensacin de amor propio o la autoinsatisfaccin, la capacidad para quererse a

s mismo (lo cual luego permite querer a los dems) y los sentimientos de ira o
frustracin respecto de s mismo. La tensin en esta zona permite construir una
coraza, una armadura que protege contra el dolor o el rechazo, como si el
individuo quisiera encerrar su corazn y sus emociones ms sinceras. En esta
zona almacenamos los sentimientos ms internos, que hallan expresin luego
en nuestras relaciones bajando por la pelvis y las piernas, o subiendo por los
brazos o la voz.
EL CORAZN
Construido por tejido blando, el corazn es una parte de nuestra energa
mental, mientras que su funcin consiste en la distribucin de la energa
emocional a travs de la sangre. Es el smbolo del amor. Representa todas las
emociones romnticas y solitarias que acompaan el amor: nos rompen el
corazn, se nos encoge el corazn, dejamos el corazn con alguien, lo
colocamos en algn lugar, segn las circunstancias. El corazn tambin est
vinculado al chakra del corazn y, por lo tanto, a las manifestaciones ms
elevadas del amor tales como la compasin o el afecto. El mensaje que se
desprende del corazn es que debemos amarnos y aceptarnos a nosotros
mismos si queremos realmente amar a los dems. Tambin el corazn va
asociado al timo y en consecuencia a la produccin de clulas T en el sistema
inmunitario. Recordemos que cuando experimentamos sentimientos positivos y
afectivos la inmunidad tiende a reforzarse y a estar ms capacitado para
combatir las infecciones. Cuando el centro cardaco no est abierto sino que
experimenta emociones negativas como enojo, ira, frustracin, insatisfaccin, el
timo se debilita y el sistema inmunitario refleja esta situacin mostrndose
menos preparado para resistir las invasiones. Los problemas cardacos son
indicio de que en este poderoso centro de actividad hay desequilibrio, de que
existe una represin mental, un bloqueo o resistencia a experimentar amor, o
una imposibilidad de expresarlo. Los problemas de corazn nos aconsejan que
aminoremos la marcha, que echemos un vistazo a lo verdaderamente
importante y, por sobre todo, que empecemos a amarnos a nosotros mismos y
compartamos luego ese amor con los dems.
LOS PULMONES
La inhalacin de aire supone nuestra apuesta por la vida. Por lo tanto, y de
acuerdo con la ley de polaridad, los pulmones pueden contener tambin el
miedo a la vida o la resistencia a comprometerse plenamente con ella. Con la
respiracin profunda podemos superar el miedo, estar tranquilos, nos
contactamos con nosotros mismos. Con la tos o la inflamacin de los bronquios
expresamos frustracin o irritacin con nosotros mismos. Hay algo que eliminar
del pecho o algo que tratamos de decir y est bloqueado. Puede tambin
ocurrir que hay contenidos muy profundos que han salido a la superficie pero

aun no hemos tenido el valor de afrontarlos. O tal vez nuestra vida y

experiencias nos enojan y esto nos impide inhalar profundamente. No
queremos recibir ni tampoco dar.
LOS SENOS
Es el principal smbolo de la feminidad. Proporcionan felicidad, angustia,
alimento, confort. El pecho izquierdo representa esta preocupacin en un nivel
profundamente personal pues se une con el principio femenino, los aspectos
ms internos y emocionales. El pecho derecho refleja los aspectos de la mujer
en un mundo agresivo y masculino y marca el conflicto entre lo que se espera
de la mujer y lo que sta puede dar, o bien cmo se ve a s misma como mujer,
en el mundo. Los senos dan alimento, por lo tanto dan vida. Y tambin con ello
le estn dando al nuevo ser confort y tranquilidad. No obstante, si hay
confusiones con respecto a esta cualidad dadora de la vida, se puede reflejar
esto en los pechos y all es cuando aparece el cncer de mama, que se halla
estrechamente vinculado a los sentimientos sobre la propia feminidad, sobre la
capacidad para expresarse como mujer. Tambin est relacionado con el temor
al rechazo ajeno o con el rechazo de s misma.
LA CAJA TORCICA
Las costillas forman un estuche protector en torno a los aspectos ms
vulnerables del ser: el corazn y los pulmones. Estos rganos nos dan una vida
independiente y las costillas son los centinelas que custodian esa vida. Si se
rompen, es porque nos sentimos desprotegidos, frgiles o vulnerables a un
ataque, o perdimos nuestro sentido de la seguridad y nos sentimos indefensos,
expuestos a cualquier peligro.
EL DIAFRAGMA
Es un msculo plano y extenso que separa el pecho del abdomen, o sea que
acta como una puerta entre las partes superior e inferior de nuestro ser. Por
esa puerta pasan los sentimientos e impresiones de arriba que debemos tragar
para asimilarlos y digerirlos, as como las exigencias e inspiraciones de las
zonas inferiores que necesitan desplazarse hacia arriba para hallar expresin.
Los problemas en el diafragma, tales como la hernia hiatal, son una seal de
que este flujo bidireccional de energa encierra algn conflicto. Y si esta zona
se bloquea la energa interna se reprime o la actividad externa se torna
superficial y vaca. El diafragma tiene mucho que ver con la respiracin y
cualquier restriccin en este msculo har que no respiremos profundamente
indicando con ello que no podemos (o no queremos) recibir la vida con
plenitud.

EL ABDOMEN
Ingresamos ahora en el rea de las relaciones. As que cualquier problema en
esta zona tiene que ver con conflictos o bloqueos entre nosotros y el mundo en
el que vivimos, o sea con nuestras relaciones. Tambin es una zona donde por
la cual podemos originar otro ser, por lo tanto es una zona que est relacionada
con nuestro crecimiento y con la posibilidad de abrir nuevos aspectos
personales. Aqu recibimos, asimilamos y digerimos la realidad propia,
quitamos lo que no nos interesa y eliminamos lo que no queremos. Tambin
aqu retenemos o liberamos aspectos individuales. El abdomen es el lugar
donde procesamos nuestra realidad, una realidad sobre la cual nos
construimos y que permite compartir el resultado de esa construccin con los
dems. Si nuestra realidad es dolorosa y abusiva lo que devolveremos ser
dolor y abuso. Si es clida y afectiva estaremos bien nutridos y nuestro propio
amor y energa creativa sabrn expresarse con suficiente libertad. Es una zona
estrechamente conectada con pensamientos y sentimientos internos
EL ESTMAGO
El alimento representa la madre, el amor, el afecto, la seguridad, la
supervivencia y la recompensa. Sustituimos nuestra necesidad de uno de estos
elementos por comida como un modo de llenar el vaco interno. O sea que a
veces nos servimos de alimentos en lugar de afecto y amor, especialmente en
pocas de prdidas, separaciones o muertes. Tambin utilizamos al alimento
para mitigar tensiones econmicas o materiales. El consumo de dulces es una
forma de satisfacer la ternura que tanto ansiamos o una manera de
autoconcederse lo que otros no nos dan. Por otra parte, cuando se expresa la
necesidad de nutricin puede darse el caso de dejar de comer, con lo que se
reduce as la propia necesidad de afecto hasta un nivel en el que ya no se
requiere nada ms. La obesidad y la anorexia manifiestan un estado similar: el
de no quererse a s mismos y necesitar imperiosamente el estmulo y la
afirmacin ajena, sin recibirla suficientemente. La reaccin a este estado se
expresa en aspectos contrapuestos: la obesidad indica una prdida del control
personal, mientras que la anorexia implica un esfuerzo de control
desmesurado. El estmago modifica y descompone la comida, la prepara para
que pueda ser absorbida antes de enviarla a los intestinos. Esto puede
demandar muchas horas por lo que no nos debe sorprender descubrir que
tambin se instalen aqu, por mucho tiempo, pensamientos y sentimientos,
originando nuseas o tensiones. Una zona gstrica rgida y tensa puede indicar
una resistencia a dejar pasar determinados aspectos a fin de prevenir
movimientos y cambios que son inevitables.

LOS INTESTINOS
En los intestinos absorbemos las sustancias nutritivas y separamos lo bueno de
lo malo. Esto supone un proceso de anlisis, integracin y liberacin, no slo
de alimentos sino tambin de sentimientos, pensamientos y experiencias. Si
este proceso de liberacin se restringe (debido a la inseguridad, el miedo y
otros factores emocionales) se produce una retencin y el consiguiente
estreimiento, lceras intestinales o un colon perezoso o espstico. Si la
eliminacin es rpida y reduce el tiempo de integracin, puede dar lugar a la
diarrea. Hay veces en que la realidad que debemos digerir resulta
desconcertante, abrumadora, angustiosa y no deseamos aferrarnos a nada que
no sea absorber cualquier informacin de esa situacin. Entonces solemos
padecer diarrea, como un animal que vaca sus intestinos cuando afronta una
situacin de riesgo en su vida. No obstante, son ms propensas a sufrir
diarreas peridicas aquellas personas que se zambullen en las situaciones sin
detenerse a escuchar o asimilar lo que se les dice. Por lo tanto hay una falta de
nutricin y fortaleza, porque no hay reservas a las que les podamos echar
mano. En tal caso, el mensaje del cuerpo nos dice que debemos frenarnos,
tomarnos tiempo para escuchar y asimilar plenamente una situacin antes de
afrontar la siguiente.
EL HGADO
Este rgano es el que nos suministra y conserva la vida. El hgado absorbe y
almacena grasas y protenas, al mismo tiempo que ayuda mantener la
proporcin de azcar en la sangre. Resulta fundamental en la desintoxicacin
de los venenos que acceden al aparato digestivo y desempea un importante
papel en el sistema inmunitario. El hgado es capaz tambin de regenerar su
propio tejido. Podra decirse que debido a que absorbe sustancias nutritivas de
la sangre, juega un idntico papel con las emociones. En la acupuntura
tradicional china se cree que est vinculado a la ira y as podemos ver cmo el
hgado absorbe la rabia presente en la sangre y garantiza as un estado
emocional equilibrado. Si esta funcin no se cumple debidamente, muy pronto
nos sentiremos abrumados o reprimidos en el plano emocional. No obstante, el
hgado tambin es un almacn de alimentos nutritivos y se sabe que alberga no
slo la ira sino tambin la amargura, por lo que sta puede acumularse aqu
para empezar a provocar daos si no se la identifica y elimina. El odio hacia s
mismo y la falta de afecto puede conducir a la depresin; a medida que sta
aumenta, da lugar a un hgado perezoso o defectuoso. El papel del hgado en
el sistema inmunitario pone de relieve la influencia de los pensamientos y
sentimientos negativos en el estado general de salud. A medida que el odio o la
amargura se acumulan, el hgado experimenta esa tensin y no es capaz de
funcionar a pleno. Esto afectar no slo al hgado sino tambin a la sangre y
los sistemas inmunitarios y, en consecuencia, a nuestra capacidad para
combatir las infecciones.

LA VESCULA BILIAR
Este pequeo rgano tiene un lenguaje descriptivo que nos dice con claridad
qu est ocurriendo. La funcin de la vescula consiste en la descomposicin
de las grasas mediante la bilis, que se produce en esta glndula. La vescula va
asociada a la valenta y al coraje pero tambin a la irritacin y a la
insensibilidad. Bilis es un trmino que sugiere amargura, algo que tiene un
sabor muy cido y amargo. La falta de bilis puede vincularse a pautas mentales
y emocionales de enojo y amargura hacia otras personas, o a situaciones en la
vida que nos trastornan. Estos modelos de pensamiento pueden coagularse y
endurecerse, con lo que se convierten en clculos biliares cuya eliminacin
suele resultar muy dolorosa. Por eso es que tenemos que cuidar tanto los
pensamientos negativos.
EL PNCREAS Y EL BAZO
Ambos rganos participan en el proceso de secrecin y distribucin de la
insulina. El pncreas mantiene el equilibrio de azcar en la sangre. Sin l la
proporcin aumenta y origina numerosos problemas como la diabetes. La
hipoglucemia es el caso contrario, cuando no existe suficiente azcar en la
sangre, de lo que pueden derivarse mareos y debilidad. La proporcin de
azcar en la sangre tiene obviamente que ver con la cantidad de dulzura y
amor en nuestra propia vida y con lo contrario: la acidez y el odio. Una diabetes
puede indicar que el amor que se recibe es incontrolable y excesivo, hasta el
punto de resultar asfixiante y abrumador. Es adems, inservible, por cuanto se
elimina constantemente en la orina, respondiendo as a una sensacin de
prdida y tristeza interior. En esta condicin se da un gran deseo de amor que
contrasta con la incapacidad de saber actuar cuando se recibe ese afecto. Esto
da lugar a la ira y el rencor, a culpar a los dems de nuestro propio miedo y
confusin internos en el momento de afrontar el amor. La palabra bazo
sugiere, adems, malhumor e irritabilidad. La hipoglucemia indica los mismos
conflictos en la expresin y recepcin de la dulzura, pero el conflicto deja un
agotamiento y vaco internos.
LOS RIONES Y LA VEJIGA
El proceso de expulsin de residuos, de limpieza de la sangre de los productos
residuales dainos al mismo tiempo que se mantiene el equilibrio rotativo, se
inicia en los riones. Como sta es la regin de la pelvis, hay que recordar que
esas emociones tienen que ver con el yo y los dems, con las relaciones
interpersonales, con la reaccin e interaccin con el mundo que nos rodea. Los
riones estn estrechamente vinculados a las glndulas suprarrenales (una
encima de cada rin) y a la adrenalina, que se libera en momentos crticos y
tensos frente a las situaciones de lucha o huda. Por lo tanto, los riones estn

asociados con el miedo: miedo a una relacin, miedo a la expresin de lo

negativo, miedo a la supervivencia. Los clculos renales suelen desarrollarse
cuando nos aferramos a viejos pensamientos o actitudes que deberan haberse
liberado o a tristezas pasadas que ahora toman forma. La eliminacin propicia
la oportunidad de cambio a un nuevo estado libre del ser a medida que nos
alejamos del pasado.
LOS RGANOS REPRODUCTORES
La totalidad de los rganos reproductores est relacionada naturalmente con la
sexualidad, con los sentimientos ms ntimos sobre la propia feminidad o
masculinidad, con la propia aceptacin o rechazo. Aqu reside nuestra
capacidad para crear una nueva vida, y para compartirnos con otra persona a
travs del sexo y de la procreacin. Los problemas en esta zona son una
manifestacin de conflictos y confusiones internos, dificultades en la
comunicacin, en el acto de compartir, en sentirse a gusto consigo mismo y
con el sexo opuesto, en ser libre y capaz de confiar, en ser respetuoso y
considerado. Los trastornos sexuales como la impotencia o la frigidez reflejan
vestigios de un dolor, trauma o abuso en el pasado, inseguridad, sentimientos
de inadecuacin y fracaso, aversin hacia uno mismo, culpabilidad y
negligencia. La energa sexual constituye una de las expresiones ms
poderosas de todo el sistema psicosomtico por cuanto se trata de la energa
que reside en la base de nuestro viaje descendente hacia el nacimiento y la
madurez, y en el principio de nuestra trayectoria ascendente hacia los niveles
ms elevados de la conciencia. Gracias a esta energa podemos disolver el
ego, dar origen a nuevos conocimientos y libertades internas. Es un lugar
donde se produce una tremenda transformacin.
LAS PIERNAS
Las piernas conducen la energa en movimiento hacia fuera, al mundo externo,
y representan nuestra marcha y direccin. Gracias a ellas podemos andar,
correr, encontrar un ritmo y una direccin en el desplazamiento. Las piernas
son la base de nuestro arraigo en la tierra, el lugar donde encontramos apoyo y
estabilidad, son como nuestras races personales y fsicas a partir de las cuales
hemos evolucionado. Al fluir la energa desde la tierra, en sentido ascendente,
nos proporciona sensacin de firmeza y seguridad. Y cuando el movimiento
descendente de la energa hace que vaya del cuerpo a la tierra, nos
mantenemos en contacto con la realidad. Por eso las piernas estn
simbolizando no slo la raz o la firmeza de nuestro ser sino tambin cmo
hemos caminado por la vida o qu direccin hemos seguido o la que seguimos
en la actualidad. Tambin las piernas simbolizan nuestra posicin en el mundo
y ello tiene que ver con la imagen que los dems tienen de nosotros. Estn
comunicando al exterior cmo nos valemos por nosotros mismos. Sostenerse
sobre las piernas es un rasgo de independencia. Las piernas dbiles suelen

mostrar la falta de energa que las recorre lo cual significa dbiles races, falta
de arraigo, incapacidad de sostenerse a uno mismo, falta de fuerza en el
mundo. Por eso las piernas dbiles pueden dar una tendencia a la
dependencia, buscando en los dems apoyo y proteccin. Las piernas muy
bien desarrolladas y fuertes, con grandes msculos, hace que las personas se
arraiguen fuertemente a la tierra lo cual dificulta a veces un cambio de direccin
necesaria o hay poca espontaneidad. Esto origina tendencias a la repeticin, a
seguir siempre el mismo camino. Pero tambin puede indicar miedo a abrirse
emocionalmente. En las piernas muy gruesas predomina la apata, la falta de
respuesta. Las piernas flacas o muy delgadas, casi sin carne estn llenas de
energa pero la misma no fluye plsticamente. Entonces se hace frgil y se
estanca o se bloquea en las articulaciones.
LOS MUSLOS
Al ser los ms prximos a la pelvis, tienden a representar la faceta ms interna
del movimiento. Estn ligados a la sexualidad, a la expresin, a la capacidad de
compartir con otra persona nuestro cuerpo. Estn estrechamente relacionados
con nuestro sentido de la masculinidad o la feminidad. Hay en ellos cuestiones
relativas a los padres pues debemos alejarnos de la pelvis materna para crecer
y madurar. Si hay exceso de peso en esta zona es como una gran
concentracin de resistencia mental al encuentro de la propia direccin y no
hay armona con el desempeo sexual, demostrando el sujeto que evita
experimentar realmente la profundidad de sus sentimientos.
LAS RODILLAS
Es bueno tratar de inmovilizarse las rodillas para saber lo que ellas significan.
La marcha es dificultosa, as como son imposibles el ascenso y el descenso. La
sensacin es de total rigidez e inflexibilidad. Por lo tanto las rodillas
representan la capacidad de doblarse, de ceder, de ser espontneos, de ser
humildes. Mediante las rodillas nos arrodillamos, acto asociado al
reconocimiento de una jerarqua superior y no a la rendicin a la misma. Un
problema fsico all puede revelar la tendencia obstinada de no querer darse
por vencido, de no saber aceptar una situacin y rendirse a ella, en una
palabra, de ser rgidos frente a situaciones definitorias. Las rodillas nos dan
flexibilidad, son amortiguadoras de golpes y son mediadoras entre la presin
que tenemos encima y debajo de nosotros.
LOS TOBILLOS
Tambin son articulaciones que guardan una relacin casi inmediata con la
direccin en la que vamos y nuestra capacidad de afrontarla. Pero tambin otro
simbolismo ms: son el puente entre el cuerpo y los pies, entre el arriba y el

abajo, entre la mente y la tierra. Por eso, si la energa no fluye con libertad
hacia el suelo, puede acumularse aqu, dando como resultado muchos
problemas en el tendn de Aquiles o esguinces. Cuando el tobillo cede, todo el
cuerpo se desmorona. Si se produce una torcedura, hay una torsin en la
estructura de apoyo, ya nada resulta sencillo y claro sino que todo se vuelve
confuso y complicado. Hay un deseo inconciente de cambiar de direccin, una
necesidad de enderezar la propia vida. Esto se da frente a la vivencia de
situaciones traumticas o frente a cambios definitorios. Un tobillo fracturado
representa este conflicto tambin pero en un grado mucho ms profundo. Las
torceduras, fracturas o esguinces, detienen nuestra progresin hacia delante
por un tiempo, un perodo durante el cual pueden realizarse los ajustes
necesarios y aceptar la situacin.
LOS PIES
Son una parte especial del ser ya que reflejan a todo el cuerpo y a todos sus
rganos. Tambin constituyen el verdadero contacto con la tierra y son los que
permiten que nuestro ser se comunique con el mundo. Ellos son los primeros
que se mueven hacia adelante y es la parte que ms avanza, la que ms se
extiende hacia fuera. La falta de equilibrio en los pies desequilibra el resto del
cuerpo. Su estado fsico es revelador de lo que sucede en nuestra vida. Los
dedos representan la cabeza y las diferentes funciones sensoriales de la
misma. Los pies planos indican que hemos perdido los lmites, no hay
separacin entre interior y exterior y eso nos deja muy vulnerables y
desprotegidos porque mientras no encontremos nuestros lmites no nos
podemos desarrollar como individuos. Si los arcos son muy pronunciados,
existe una frontera muy clara entre lo pblico y lo privado y rara vez se permite
que ambas esferas se superpongan. El taln es la madre tierra, simboliza
nuestra participacin con la realidad. Andar de puntillas indica que la persona
evita caminar la realidad, finge no estar aqu, es como que tiene la cabeza en el
cielo y no se contacta con el suelo. Cuando hacemos bajar los talones se
entabla una relacin con el mundo.

Psicogenesis Resumen 2012

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

Psicogenesis Resumen 2012

Cargado por

Información del documento

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

Psicogenesis Resumen 2012

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Resolucin Ministerial I.G.J. 1802889

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

RESUMEN DE LAS CLASES

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

tiempo: el pasado, ubicado en las races que son el origen de su presente; su

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

tenemos muy en claro la postura metafsica de Bach, acompaamos esto con

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

trabajo espiritual y mental apropiado. Floralmente, deberemos olvidarnos de

3) LOS PILARES FUNDAMENTALES DE LA TERAPIA FLORAL

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

2) La enfermedad es consecuencia de un conflicto

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

5) JUNG Y SU MODELO DE TRABAJO DE LA PSIQUE HUMANA

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

El Inconciente Colectivo est formado por Arquetipos, a los cuales heredamos,

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

Aqu estamos hablando de ideas, sentimientos. Pero vayamos a ilustrar este

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

vida humana y en ese caso s es smbolo, tal como lo hemos visto en la

6) LEY DE LA ANALOGIA O DE LA CORRESPONDENCIA

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

mientras ms veces se produzca, ms alta ser la frecuencia y ms alto el

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

Si un hecho es demostrable por la ley de causa-efecto, no ser necesario

En la Terapia Floral, atendiendo pacientes, vamos a encontrar muchas

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

Estas observaciones de Jung fueron hechas a partir de su inters por la

7) EL PRINCIPIO DE LOS OPUESTOS: LA LEY DE POLARIDAD

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

Este Principio se manifiesta siempre dentro de lo que es una misma cosa. No

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

Una vez entendido el Principio de Polaridad se nota inmediatamente que los

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla

mayora de los resultados obtenidos mediante los tratamientos mentales se

ESCUELA DE TERAPIA FLORAL INTEGRADA

Direccin General: T.F. Mabel Mansilla