Provincia de Manabí

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Provincia de Manab

La provincia de Manab ofrece 350 kilmetros de playa, bosques hmedos,


cabalgatas, deportes nuticos, cultura, deliciosa comida.
La provincia de Manab est ubicada en la parte interior de las costas
ecuatorianas, especialmente en los montes, as como tambin en las riveras de
los ros y carreteras. Limita con Esmeraldas al norte, Pichincha al este, Guayas al
sur y este, el Ocano Pacfico al oeste.
Manab cuenta con 24 cantones: Portoviejo, Bolvar, Chone, El Carmen, Flavio
Alfaro, Jipijapa, Junn, Manta, Montecristi, Pajn, Pichincha, Rocafuerte, Santa
Ana, Sucre, Tosagua, 24 de Mayo, Pedernales, Olmedo, Puerto Lpez, Jama,
Jaramij, San Vicente.
Sus mayores elevaciones, alcanzan hasta 500 msnm, llamados localmente cerro
de Pajn, Puca, Montecristi, Los Liberales, La Canoa, Jama y Coaque.
El ro ms largo de la provincia es el Daule, sin embargo, por atravesar una de las
zonas ms pobladas, el de mayor importancia es el Chone.
Su temperatura promedio es de 25 grados centgrados y posee un clima
subtropical entre seco y hmedo.
La naturaleza ha sido prdiga con Manab, posee montaas, ros, lagos,
cascadas, humedales, bosques seco tropical y hmedo, 350 Km. de playas, islas,
cuevas, valles, colinas, etc.
Las principales actividades econmicas son: la agricultura (cacao, caf, banano,
maz, arroz, algodn, frutas); los recursos forestales; el ganado vacuno y porcino;
la avicultura; las camaroneras; las agroindustrias (fabricacin de grasas y aceites,
confitera, qumicos, papel, cermica); la artesana de paja toquilla y mimbre y la
minera (calizas, arcilla, yeso).
Mabab posee una excelente cocina regional, entre sus platos tpicos
encontramos: el viche (sopa de pescado y man), el sancocho (sopa de pescado y
pltano), empanadas de verde (pltano), patacones (pltano), hayacas (versin

costea de los tamales serranos), cebiches (mariscos diversos, sal prieta (una
especie de salsa, hecha con mantequilla de man, harina de maz y condimentos),
etc.
Turismo en la Provincia de Manab
Ofrece importantes ciudades tales como Manta que se ha constituido en el
segundo puerto del pas, siendo visitado por barcos que se dedican a la actividad
pesquera, industrial, comercial como tambin cruceros internacionales. Adems
existen pueblos pintorescos, playas atractivas, las ms conocidas son: Cojimes,
Pedernales, Camarones, Canoa, San Vicente, Baha de Carquez, San Clemente,
San Jacinto, Crucita, Jaramij, San Mateo, San Jos, Puerto Cayo, Machalilla, Los
Frailes, Puerto Lpez y Salango.
Se puede apreciar una muestra variada de artesanas en mimbre, cermica,
sombreros de paja, cestera, etc.
Datos Geogrficos

La

provincia

de

Manab limita al norte con la provincia de Esmeraldas, al sur con las provincias de
Santa Elena y Guayas, al este con las provincias de Guayas, Los Ros y Santo
Domingo de los Tschilas, y al oeste con el Ocano Pacifico.

Relieve.- Por tratarse de una provincia de la costa, Manab tiene escasas


elevaciones que no sobrepasan los 500 metros , sobre el nivel del mar. De la
provincia del Guayas viene la cordillera del Chongn Colonche y toma los
nombres de cerros de Pajn y luego de Puca. Esta cordillera es la columna
vertebral de laregin.
En el cantn de Montecristi existen los cordones aislados de los cerros de este
nombre y los cerros de Hojas. Hacia el norte se dirige la cordillera de Balzar, que
se encuentra en los cerros de Los Liberales y de

Canoa. De all

sigue un ramal que se une con los cerros de Jama que continan hacia el norte
con los cerros de Coaque.
La costa.- El ocano Pacifico baa 350 kilmetros de costa manabita. Los
accidentes geogrficos de mayor importancia son de norte a sur: la pennsula de
Cojimes; los cabos Pasado, San Mateo y San Lorenzo, las puntas Cojimes,
Surrones, Brava, Charapot, Jaramij, Cayo y Ayampe; las bahas: de Cojimes,
de Carquez y de Manta; las ensenadas: Jama, Crucita, Cayo o Machalilla. Frente
a Cayo, a una distancia de 15Km., de la costa se encuentra la isla de La Plata ,
que tiene una extensin de 4,5 Km . de largo por1,5 Km., de ancho. Otra isla ms
pequea que la anterior es la de Cojimes.
Hidrografa.- Las regiones del norte que comprende los cantones Sucre, Chone y
Bolvar, estn baadas por un sistema fluvial importante que fertiliza estas tierras.
El ro Quininde que pertenece a la vertiente del ro Esmeraldas nace al noroeste
del cantn Chone, contina hacia el oriente y el norte y recibe las aguas de varios
ros; los ms importantes son el Piojito y el Mongoya. El ro ms importante por su
caudal es el ro Chone que nace en las faldas occidentales de la cordillera de
Balzar y desemboca en Baha de Carquez. Sus principales afluentes son: por la
margen derecha los ros Mosquito, Garrapata, San Lorenzo y por la margen
izquierda: el Tosagua, con sus afluentes: Canuto y Calceta. La cuenca que riegan
estos ros es una de las ms importantes y frtiles de la provincia. Otros ros
importantes son: Jama, que nace en los cerros de su nombre y su principal
tributario, el ro Mariano.

El ro Canoa nace en las montaas de ese nombre y recibe las aguas del Tabu
chilla y el Muchacho. Entre Canoa y San Vicente desemboca el ro Briceo que es
de poco caudal
En las montaas de Pajn y Puca nace el ro Portoviejo que desemboca en la
baha de Charapot, en la desembocadura llamada La Boca.
CARACTERSTICAS DEMOGRFICAS
La poblacin de Manab es mayoritariamente joven pues el nmero de habitantes
de ms de 45 aos representa el 13% de la poblacin total, la tasa de natalidad de
la provincia es elevada y a pesar del crecimiento acelerado de la poblacin
urbana, la de carcter rural es mayoritaria y es la que cuenta con menos servicios
bsicos.
Manab registra tasas ms elevadas de emigracin y las provincias que reciben
sus emigrantes son principalmente Guayas y Pichincha.
Clima.- El Clima oscila subtropical seco a tropical hmedo. La estacin invernal
que ce inicia a principios de diciembre y concluye en mayo es calurosa debido a la
influencia de la corriente calidad del Nio.
El verano que va de junio a diciembre es menos caluroso y est influenciado por la
corriente fra de Humboldt. La temperatura no es uniforme en toda la provincia, la
temperatura media en Portoviejo, la capital, es de 25~ C y en la ciudad puerto,
Manta, de 23,80
IDENTIDAD

CULTURAL

MANABITA

La historia ecuatoriana que se ensea a nios y jvenes no refleja el aqu y ahora de la


realidad ecuatoriana. Se ha enseado slo la historia de Los Andes. Se ha ocultado o se
desconoce la historia de la costa ecuatoriana, cuya primera cultura, Valdivia, es, a no dudarlo,
la

primera

de

las

culturas

humanas

indgenas

en

la

Amrica

Latina.

La identidad es una manera de ser, de sentir e interpretar al mundo. Es un legado que


recibimos. Es una construccin social, algo vivo y por tanto, cambiante. La identidad de
manabita es una construccin horizontal en la que participan todos los actores sociales, por

tanto es mucho ms slida porque no es impuesta desde arriba y se ha fortalecido por la


ausencia de diferencias sociales. Es fluida, creativa y cambiante manifestndose de muy
diversas maneras como en la comida, los mitos y relatos campesinos, versos populares o amor
fino, en la hospitalidad e incluso en la casa campesina que es muy esttica, rodeada de jardines
donde

destacan

el

color

el

perfume

de

las

flores.

Entre las condiciones estructurales que forjan la identidad manabita, estoy citando a los
primeros habitantes de la regin, pueblos marineros y comerciantes que, desde el Perodo
Formativo,

estuvieron

en

contacto

con

otras

culturas.

Este interculturalidad enriquece la identidad manabita que se refleja en la mentalidad libre y


abierta que es patrimonio del modo de ser del manabita. El intercambio comercial, el uso de
moneda hizo que se insertaran sin dificultades en la nueva sociedad. Es importante destacar
que

los

incas

no

conquistaron

los

pueblos

de

lo

que

es

hoy

Manab.

La conquista fue violenta en Manab. Pedro de Alvarado destroz todo buscando esmeraldas y
las enfermedades que trajo el conquistador fueron catastrficas diezmando a la poblacin
nativa.
Cito a Carmen Dueas de Anhalzer, la Historigrafa de Manab. Sus referencias ubican al
cacique Baltasar Samn de Charapot quien rene a 100 indgenas de su comunidad para
defender a Manta de los piratas ingleses. As lo hace saber al rey y viaja a Madrid para pedir el
nombramiento

de

Gobernador

de

los

indgenas

de

Manab.

Esta referencia revela una de las caractersticas del modo de ser de los manabitas: la
solidaridad, la interrelacin. No es difcil comprender, entonces, la conformacin de la Liga de
Mercaderes que la Confederacin Mantea estructura para mantener y ampliar sus relaciones
comerciales.
Aos ms tarde aparecer Juan Seguiche, indgena de Jipijapa, quien tambin llega a Espaa
para pedir proteccin al Rey y posteriormente el Cacique Manuel Inocencio Parrales y Guale
quien obtiene el reconocimiento del derecho de propiedad sobre la tierra que habitan los
indgenas

de

sus

comunidades.

Durante la Colonia fuimos una sociedad de fronteras, como el oeste norteamericano, sin
autoridad ni ley. Esto nos hizo autnomos, individualistas. No quieren pagar tributos, no le
hacen caso a las autoridades y los nativos no quieren serlo, son rebeldes y poco acostumbrados
a someterse. Los habitantes no tienen quienes los ampare y refuerzan su identidad
generndose tnicas culturales y de actitudes que se perciben en los montoneros que, al primer
llamado de Alfaro para defender la libertad, acuden presurosos para entregar sus luchas e
incluso

sus

vidas.

Los indgenas de Jipijapa y Montecristi hablan de patria e intercambian sus productos


mientras otros indgenas de los Andes estn sometidos a los mitimaes y obrajes.

La

Provincia

Como provincia, Manab se crea el 25 de junio de 1824 al promulgarse la primera Ley de


Divisin Territorial de la Gran Colombia que divide a estos territorios del sur en tres
departamentos: Ecuador, Cuenca y Guayaquil. El Departamento de Guayaquil comprende las
provincias de Guayaquil y Manab. Manab tiene tres cantones: Jipijapa, Montecristi y
Portoviejo.
El Art. 21 de la referida Ley dice: "La nueva provincia de Manab del Departamento de
Guayaquil ocupa la parte del territorio de Esmeraldas, que por la costa se extiende desde el ro
Colonche hasta Atacames, inclusive. En el interior tendr por lmites los que han separado la
provincia de Quito de esta parte de la de Esmeraldas". En consecuencia, forman parte del
territorio

de

Manab,

Atacames

Santo

Domingo

de

los

Colorados.

Al separarse de la Gran Colombia y constituirse en mayo 13 de 1830 como Repblica de


Ecuador, la regin de Manab pasa a formar parte como una de las siete provincias que
componan los tres departamentos. El Departamento de Ecuador comenz a llamarse
Departamento de Quito porque, desde esa fecha, Ecuador, es el nombre del Estado cuyo
territorio

se

lo

conoce

como

Real

Audiencia

de

Quito.

Por qu desde Bogot se la llama Manab?. El nombre de las otras provincias se identifica con
algn accidente geogrfico: ro, monte, o con alguna ciudad. Por qu no se llam Provincia de
Portoviejo?.

Mi conclusin es muy simple. El nombre de Manab ya existe, tiene vigencia, identifica a la


regin desde tiempos precolombinos. Una voz o dos voces que se van reconfigurando con el
paso del tiempo, como Canceb a Manab o Mana y Phi como algunos sostienen.
La nueva provincia, en consecuencia, asume el nombre que identifica a sus habitantes, con el
que se identifica a su regin, como otros se identifican con el ro Guayas, el monte Chimborazo,
el

Volcn

Pichincha,

el

monte

Imbabura.

El nombre de Manab se inserta en el nombre de la Provincia, su identidad regional, su


identidad socio cultural, su identidad etnogrfica, tiene ahora reconocimiento poltico:
Provincia

de

Manab.

En la Asamblea Constituyente de 1835 se elimina el departamentalismo y se establece el


provincialismo como rgimen poltico administrativo. La provincia de Manab se independiza
de

Guayaquil

de

la

que

dependa

administrativamente.

Hasta fines del siglo XX, 1969, en que surge con fuerza la idea de provincia autnoma el
territorio de Manab est constituido por 18.878 Km2, ubicado en el centro del litoral
ecuatoriano, con 350 Km de playas con el Ocano Pacfico. Limita con Esmeraldas al norte,
Guayas al sur, Pichincha y Guayas al este. Atravesada por la lnea equinoccial, su territorio se
localiza entre las siguientes coordenadas: 025' Latitud Norte hasta 157' Latitud Sur; y entre
7924'

Longitud

Este

8055'

Longitud

Oeste.

Entre sus puntos extremos de norte a sur hay 230 Km; de oeste a este hay 80 Km.. Constituye
el 7% del territorio ecuatoriano y el 30% del litoral. La extensin de sus costas comprende 350
Km

de

playas

representan

el

32%

del

total

del

perfil

costanero.

Su relieve es bajo, formado por los declives del ramal occidental de la Cordillera de Los Andes
desde donde se desprenden vertientes que forman algunos ros que dan lugar a cuencas
aprovechadas para represas y embalses de agua para las temporadas de sequa. Su cordn
montaoso lo integran las Cordilleras de Chongn y Colonche que luego se unen a la de Puca y
Balzar, Jama y Coaque. El Cerro de Hojas y Montecristi son sus mximas elevaciones a 400
metros

sobre

el

nivel

del

mar.

Su actividad econmica mayor es la agricultura junto a la explotacin camaronera y pesquera.


El turismo, el puerto de transferencia internacional de Manta, el aeropuerto internacional con

carcter regional asentado en Manta y la va intermodal Manab Manaos, abren grandes


expectativas.

Su

industria

est

en

crecimiento.

En este marco geogrfico habita el "manabita" que, a la llegada de los espaoles, como
Confederacin Mantea y cultura Jama - Coaque suman cerca de un milln de pobladores
cuyos centros ms habitados fueron los de Manta, Picoaz y Charapot, segn Viliulfo Cedeo
en

su

obra

"La

Confederacin

Mantea".

Para 1.780, la poblacin manabita era de 7.699 habitantes. En 1.858, la habitaban 30.208. Para
el Censo Nacional de 1990, en Manab se contabilizan 1'031.927 habitantes que la ubican como
la tercera ms poblada del territorio ecuatoriano. Para el VI Censo de Poblacin y Vivienda, el
25 de noviembre de 2001, la poblacin supera el milln doscientos mil habitantes. De los 3
cantones

iniciales,

ahora

Manab

tiene

22.

El "manabita". Es un hombre que se identifica como habitante de la regin provincial?.


Lo manabita. Es slo un decir o es un sentir como elemento subjetivo presente en todas las
actividades

humanas

del

habitante

de

esta

regin

provincial?.

El manabitismo. Es un hecho objetivo que ha venido fragundose a lo largo de los tiempos


para constituirse en una identidad cultural que permite una unidad poltico administrativa?.
El manabita, lo manabita, el manabitismo es una identidad colectiva, resultado de un proceso
subjetivo a lo largo de la vida regional y provincial, es un hecho objetivo que deviene del propio
modo de ser del manabita, hecho socio cultural que surge en la prehistoria latinoamericana al
identificarse a esta regin como Cance-b o "Mana-Pi" derivndose el vocablo "P" en "Bi" para
identificarla

como

MANABI.

Es la identidad regional socio-geopoltica, reconocida por el Gobierno Grancolombiano para


designar

La

la

naciente

provincia

con

el

nombre

de

Manab.

identidad:

Dos grandes enfoques deben considerarse en el anlisis de la identidad de grupos humanos.


Uno referente a la antropologa cultural que lo aborda como un proceso subjetivo. Otro,

referente a la filosofa latinoamericana que la concibe como un hecho objetivo.


A estos dos enfoques sustentados por el escritor y socilogo Manuel Espinoza Apolo, en su tan
comentada obra "Los mestizos ecuatorianos", deben agregarse los antecedentes histricos de la
regin y la confrontacin analtica de la realidad actual para responder al objetivo propuesto y
demostrar que el manabita, lo manabita y el manabitismo constituyen una identidad
regional,
La

cultural,
identidad

tnica
como

y
proceso

poltica.
subjetivo:

Como proceso subjetivo, la identidad del manabita es una realidad que se transporta del "yo
personal" al "yo colectivo". Este desplazamiento se ha ido elaborando a lo largo del tiempo y es
hoy una identidad social muy fuerte y arraigada que lo distingue de cualquier otro habitante de
las

restantes

provincias

del

Ecuador.

Recogemos las palabras del historiador, Dr. Wilfrido Loor Moreira: "La provincia entra tan
hondamente en Manab que el nativo de ella cuando sale de su tierra indica su procedencia con
el simple calificativo de manabita, sin indicar si es de Portoviejo, Manta, Chone, etc., como
suele ocurrir en la sierra u otros lugares de la costa, y por esto en ciertos pueblos del Guayas o
de Los Ros dan al manabita el mote de provinciano, como si en Ecuador slo Manab fuese
provincia".
El peyorativo de "manabita", "provinciano", "montubio" o cholo con el que se pretenda
denigrar al habitante de esta regin fue, paulatinamente transformndose, de debilidad en
fortaleza, y es hoy una identidad plena al llamarse "manabita". Es decir, de un estado de nimo,
de un sentimiento del "yo", se fue transformando en un smbolo de identidad personal, en una
conciencia sociocultural, en una experiencia comunicativa, encontrndose donde se
encontrara. Es un autoreconocimiento del "ser" y del "deber ser" habitante de Manab.
El "Yo personal" es hoy un "Yo grupal". Es una identidad colectiva de cuantos viven en la
provincia de Manab, regin geopoltica plenamente diferenciada del resto de las provincias de
Ecuador.
Esta identidad regional podemos definirla como conciencia compartida de los habitantes de
Manab, una conciencia de pertenencia a una comunidad regional especfica, resultado de un
largo proceso que se inicia en la prehistoria latinoamericana, se condiciona durante la

conquista, se refuerza durante la colonia, se vigoriza durante las luchas de la independencia, se


traslade durante la Repblica del siglo XIX como revolucin alfarista, para convertirse hoy,
parafraseando a Marx en una "ideologa manabita" desarrollada sobre la territorialidad y la
etnicidad.
La

identidad

como

proceso

objetivo:

Esta identidad cultural constituida en identidad social, implica una "toma de conciencia" del
ser

deber

ser

manabita.

Estamos

ante

un

"hecho

objetivo"

demostrable.

La filosofa latinoamericana considera como hecho objetivo lo relacionado con el modo


propio del ser. En el caso de la identidad tnico-cultural del manabita este hecho objetivo,
este modo propio de ser es tan maravillosamente real y objetivo que toda actividad humana del
manabita tiene este rasgo que lo individualiza como persona y lo distingue como colectividad.
El filsofo uruguayo Mario Sambarino sustenta que la identidad de la cultura latinoamericana,
-de la que forma parte el manabita-, es una identidad que implica una objetividad y una
objetivacin singular e irrepetible, por lo que se vincula directamente con el problema de la
unicidad
El

o
manabita

tiene

su

especificidad.
propio

modo

de

ser:

Una relacin profunda con la naturaleza que se expresa en su amor por la tierra, las plantas,
las flores, los animales. Se percibe, incluso en las migraciones, dado que el campesino manabita
cuando emigra busca el campo y ejerce all su arraigo nativo trabajando la tierra con el mismo
mpetu

de

su

montuvismo

manabita.

Una relacin solidaria con los dems, condicin que siente y vive en todas las instancias de su
vida: familia, fiestas, juegos, vecinos. En el manabita migrante es notoria esta actitud que, en el
entorno

local

se

subyace

en

lo

cotidiano.

Un estado de nimo positivo frente a la adversidad que enfrenta con altivez. Si por alguna
circunstancia se deprime, su propio modo de ser lo supera inmediatamente. Lo ha demostrado
en los grandes desastres que ha sufrido: largas y prolongadas sequas que lo obligan a emigrar;
el fenmeno de El Nio con sus terribles efectos de torrenciales lluvias, inundaciones,
destruccin de campos, casas, sembros, deslizamientos de montaas y muertes de personas y

animales;

terremotos

como

los

de

Baha,

Jama,

Canoa,

etc.

Una cultura muy "a lo manabita" donde la hospitalidad es smbolo y la generosidad es


patrimonio del manabitismo. Algunos han llegado a confundir estos valores humanos con
sumisin.
Honesto y por correlacin amante de la paz, trabajador y libre, cualidades implcitas en su
naturaleza

humana

aprehendidas

del

entorno

campesino

costero

familiar.

Al considerarse libre ha configurado un alto concepto de su dignidad personal que vincula


estrechamente con su terruo desde donde converge su querencia por la tierra y la familia
donde

la

madre

luego

la

mujer

ocupan

un

lugar

preferencial.

Pero, por oposicin, sus tragedias son el resultado de esta confrontacin. La tierra:
querencia y economa; la mujer: dignidad y familia son los principales de su justicia por
propia mano y/o de la venganza que se hereda como patrimonio de padres a hijos.
La mujer, muy femenina y agraciada, comparte su buen gusto en el vestir con su espritu de
trabajo.

Es

un

culto

al

hogar

la

familia.

La familia manabita, unida e ntegra es casi siempre numerosa y rene, como ninguna otra en
el pas, a abuelos, cnyuges de sus hijos y a veces hasta comparte la casa familiar con nios de
otras

familias

de

escasos

recursos.

Un culto especial por los antepasados que se refleja en sus velorios y apegos profundos a
cementerios, que se mediatiza en recuerdos como patrimonios de familia que van
trasmitindose de generacin en generacin para mantener la tradicin y la identificacin
familiar.
Catlico en su mayora comparte su religiosidad con el sincretismo de sus celebraciones
festivas como las de San Pedro y San Pablo, las fiestas patronales de recintos, parroquias y
cabeceras

cantones,

los

chigualos,

etc.

Se califica como de pensamiento liberal para identificarse con su hroe manabita Eloy Alfaro
y as mantiene su carcter de ser libre, insurgente y trabajador como caractersticas
sociolgicas

de

su

propio

modo

de

ser.

La diversidad del manabita es otro poderoso argumento de su identidad regional porque en ella
encuentra

la

razn

de

su

propio

modo

de

ser.

Vinculados poderosamente con su hbitat, recinto, parroquia o cantn por ser la tierra de la
querencia, de la familia, del nacimiento, del amor y de muerte, el manabita crea su primera
identidad:

Familia-tierra.

La familia tiene pasado, recursos, apellidos, tierra; la tierra tiene historia. Familia y tierra van
generando esa querencia, nica y especial que se trasluce en mitos, leyendas, historias e
identificaciones.
La identidad por lo local es un factor primordial de la diversidad que se estructura en la
identidad cantonal. Ese mismo mecanismo de lo local a lo cantonal va a configurar esa
identificacin profunda y telrica por su tierra regional, por su provincia, como conciencia
compartida, una conciencia de pertenencia a la regin provincial, resultado de un largo proceso
que se inicia en la prehistoria de Amrica, se condiciona durante la conquista, se refuerza
durante la colonia, se vigoriza durante las luchas de la independencia, explosiona durante la
Repblica del siglo XIX como revolucin alfarista y, es hoy, una ideologa manabita
desarrollada

sobre

la

territorialidad

la

etnicidad.

La unidad en la diversidad es fcilmente entendible por los manabitas pero difcilmente


comprensible

para

los

no

manabitas

que

argumentan

divisin

localismos.

Referente a la identidad local, Manuel Espinoza A. sostiene: "La nocin de identidad social slo
tiene sentido e importancia en contextos de diversidad y en situaciones de contraste o
confrontacin entre grupos diversos. Consecuentemente, la nocin de identidad presupone
diferencias socioculturales objetivas, remitiendo en primer lugar a stas, las mismas que
existen antes e independientemente que haya o no conciencia sobre ellas. Las especificidades
socioculturales objetivas definen la diferencia y conforman el bagaje cultural genuino de un
grupo."
De mis experiencias y observaciones a lo largo de varios aos recorriendo Manab, he sacado
algunas conclusiones que justifican las diversidades locales siendo al mismo tiempo, fuente y
fortaleza del modo de ser y del modo de pensar del habitante provincial. Este arraigo, esta
querencia, este modo de pensar, de sentir y de obrar como manabita, a lo largo del tiempo en

este espacio geogrfico ha ido configurado esta identidad cultural y esta ideologa manabita.
En esta urdimbre regional, objetivamente, las caractersticas del entorno geogrfico influyen
para

que

el

manabita

tenga

su

propio

modo

de

ser,

producir

sentir:

Eminentemente localista, identifica su arraigo con la tierra de su heredad de manera tal que,
en el interior de su territorio la fortaleza de su identidad es cantonal para diferenciarse de los
otros, aunque al salir de la provincia, se enorgullezca e identifique como manabita.
El manabita de la zona sur contina manteniendo los rasgos tnicos caractersticos de sus
ascendientes de los pueblos aborgenes quienes declararon ser hombres libres y no querer
cautivarse, y no pagaran tributos aunque les corten el pescuezo, porque el Rey les haba dado
su

libertad.

Pequeo, delgado, enjuto, ojos rasgados, nariz aguilea, como ningn otro ha debido soportar
los engaos de los gobernantes de la Repblica, prolongadas sequas y falta de agua para
consumo humano que lo volvieron desconfiado y alentaron las migraciones hacia Guayaquil y
la

Pennsula.

Sin embargo, identificados profundamente con sus ancestros y herederos de una casta de
insurgentes, hizo de la solidaridad una cualidad para sacarle provecho a las inclemencias de la
naturaleza

enraizarla

profundamente

en

el

alma

manabita.

Tiene en el chivo de castilla a su principal proveedor de leche y carne dado que es animal que
no requiere de pastos para sobrevivir, se alimenta de races y vegetacin seca. Su proverbial
generosidad la caracteriza con un seco de chivo, el greoso o sus ceviches con man o brindar
su

aromtico

caf

pasado,

acompaado

de

tortillas

de

maz

yuca.

El manabita de la zona central, de mediana estatura, piel clara con matices de amarillo, ms
comunicativo y menos introvertido aprovech la presencia de sus pocos ros para explotar la
tierra con sembros de ciclo corto en propiedades pequeas manteniendo una economa
familiar

que

durante

muchos

aos

aport

poco

al

mercado

de

consumo.

Dependiente y conservador, este manabita es ms religioso debido a la marcada influencia de la


Iglesia en sus costumbres y educacin. Apegado a la tierra se mantiene en ella a pesar de
sequas o inundaciones volviendo a reconstruir sus campos despus de cada tragedia.

Conversador mitolgico tiene en la msica y en la guitarra dos poderosas instrumentos de


convalidacin de su yo personal y grupal. Educado a su manera y ufanndose de su
generosidad agarra la gallina ms gorda para brindar su caracterstico caldo de gallina criolla
pata

amarilla,

salprieta,

pltanos

maduros

asados,

man

quebrado.

La connotacin de tierra y dignidad le configuran una visin muy caracterstica en las


relaciones de pertenencia. Las defiende hasta con la vida y no teme en esperar tras la piuela
para cumplir su venganza o practicar un aqu me quedo para cumplir la muerte prefijada de
sus

enemigos.

El manabita de la zona norte, de mayor estatura que los dos anteriores es ms robusto y
extrovertido. Se identifica con la vastedad de sus campos donde abunda el agua y el pasto que
alientan la ganadera y la agricultura para el gran mercado como las frutas, cacao y pltano.
En su composicin tnica han confluido migraciones humanas de diferentes vertientes
impregnando rasgos culturales muy propios y definidos. Igual que los otros, aprendi el valor
inmanente de la libertad y reprodujo su insurgencia en un 5 de mayo de 1895 proclamando
libertad y autonoma bajo la gida de Alfaro. Igual que los manabitas del centro o sur de la
regin, su generosidad en la comida es proverbial y sus mesas, siempre repletas de carne de res,
de

chancho,

chames,

cuajadas,

empanadas,

bollos,

etc.

Rasgos propios del mulato se encuentran en el manabita de la costa norte, migrador


permanente, alegre y trabajador; su actividad econmica la comparte entre la agricultura y la
pesca. Por naturaleza mantiene sus principios de libertad y autonoma, cualidades demostradas
a

lo

largo

de

la

historia

manabita.

Con un concepto claro de su derecho personal y comunitario reclama cantonizacin y


autonoma, proceso que se fue fortaleciendo desde fines del siglo XVI cuando bajo el liderazgo
del mulato Juan Mangache fue reconocido como territorio autnomo dentro de la Real
Audiencia de Quito. Estos afanes se han actualizado para superar el aislamiento y la
desatencin de las autoridades gubernamentales. Como todos los manabitas, derrocha
generosidad con sus comidas como ceviches, viche, corviche, troliche, cangrejos, camarones o
bollos.
Las caractersticas propias del manabita de ser libres, insurgentes, trabajadores y generosos, les
viene

desde

sus

ancestros.

Otros

elementos

de

la

identidad

cultural

Compartimos con Durkkheim que, cuando hablamos de cultura, debemos entender las
maneras de pensar, de sentir y de obrar de un pueblo. Y, en el caso de Manab, la cultura
manabita se refleja esta triloga sociolgica que cotidianamente percibimos como resultado de
los

procesos

subjetivos

objetivos

de

la

identificacin

manabita.

Estas maneras de pensar, de sentir y de obrar que implican los valores, modelos y smbolos
culturales de un pueblo incluyen tambin sus modelos, valores y smbolos as como sus
conocimientos, ideas, pensamientos, formas de expresin, sentimiento e incluso las acciones
objetivas

observables.

En el anlisis de la identidad cultural debemos tambin considerar sus cuatro caractersticas


que

se

resumen

en:

La cultura es accin, es una realidad vivida por personas que se interrelacionan mutuamente
en un entorno geogrfico determinado afectando e influyendo, con su manera de ser, a toda
actividad cognitiva o afectiva de la colectividad que all habita. Este es el caso de la cultura
manabita.
La cultura es la identidad formalizada en un cdigo consuetudinario que se refleja en las
costumbres, en las ceremonias, en el conocimiento tecnolgico, en el arte, en las creencias que
se han ido regulando a lo largo de la historia regional. El modo de cultivar la tierra, la artesana
verncula, el arte culinario tan caracterstico, las aficiones musicales, el valor de la palabra, la
arquitectura de sus viviendas, las festividades patronales, cvicas y religiosas con un alto
componente de sincretismo, la venganza transformada en un valor humano, la religiosidad y
las creencias populares sustentadas en mitos, leyendas y supercheras. Este el caso de la cultura
manabita.
La cultura es este compartir del modo de pensar, sentir y de obrar entre una pluralidad de
personas que se han asentado en 22 cantones, con sus individualidades, pero que comparten
esta ideologa manabita. Cada gentilicio cantonal sustenta el orgullo de su tierra y la altivez de
su derecho. No hay capital provincial que imponga un poder, sino circunscripciones cantonales
que insurgen libres y con sus propias visiones de desarrollo y unidad. En este fuerza telrica de
la identidad local se ha fraguado, como un proceso vigoroso, la identificacin con el yo

regional,

con

la

provincia,

con

Manab.

Pero, la caracterstica ms dominante de la cultura manabita es esta, la cuarta, concerniente a


su modo de adquisicin o transmisin. La adquisicin de la cultura, dice Guy Rocher es el
resultado de los diversos modos y mecanismos del aprendizaje. Mientras los rasgos fsicos
pueden ser compartidos como resultado de la herencia biolgica, los rasgos culturales son un
legado que cada persona debe recoger y asimilar. Otros autores tambin coinciden en afirmar
que la cultura es todo aquello que un individuo debe aprender para vivir en el seno de una
sociedad particular. Aprendidos y compartidos, los valores culturales de los habitantes de la
regin han coincidido en la formacin de la identidad muy propia, personal, regional o
provincial.

La

cultura

manabita

es

un

legado

social

travs

del

tiempo.

Tierra bella cual ninguna, / cual ninguna hospitalaria.... Versos del pasillo Manab de Elas
Cedeo Jervis, que se han repetido y cantado de padres a hijos con devota uncin manabita
hasta llamarlo Himno, sintindolo honda y profundamente como un rasgo de identidad.
En una horma de esperanza / y dedos de clavellina / va tejiendo su sombrero / la manabita
ms linda..., expresin popular del sentimiento de admiracin a la mujer, a la naturaleza, al
trabajo, al pasado, al presente y al futuro. O, reseando el costumbrismo, la denuncia social o la
mitologa de la poca en sus libros como Un hombre y un ro, La mula ciega, La sed en el
puerto,

Los

designios.

El artista manabita conserva la tradicin de sus races culturales. Por eso manifiesta la
artesana en diferentes facetas: elaboracin de sombreros en paja toquilla, gamarrillas, sillas,
mesas,

petates,

hamacas,

alforjas.

En el arte culinario, la cocina manabita ratifica su personificacin provincial. En otras


ciudades, el marketing utilizado enfatiza aquello de comida manabita. El viche, corviche,
ceviche, troliche, greoso, bollos, empanadas de pltano, tortillas de maz o yuca, torta de
pescado, menestra de haba tierna, cuajada, la tonga o la caracterstica sal prieta, comida
distintiva, mezcla de maz tostado y molido con man y especieras que, a decir de Universi
Zambrano

Romero,

es

como

el

gentilicio

de

los

manabas.

Manab es una regin geopoltica con personalidad propia, diferente a cualquier otra regin o
provincia del pas y en ella habita un grupo humano con virtualidad especial que lo distinguen
del resto de ecuatorianos: el manabita, romntico, soador y enamorado de su tierra;

manabita culto, artista, escritor, maestro o poeta; todo ello, producto de esta simbiosis
maravillosa: la fusin hombre-naturaleza, que constituye sin lugar a dudas la identidad
indiscutible del hombre manabita , como categricamente afirma Daro Moreira Velsquez, un
intelectual portovejense a quien le fuera otorgado la Medalla de la UNESCO, lo mismo que al
chonero Gonzalo Abad Grijalva, por sus decididas intervenciones para el reconocimiento de
Quito

como

Patrimonio

Asumir

Cultural

de

la

Humanidad.

la

identidad

Rescato el llamado de la ilustre y connotada historiadora Carmen Dueas de Anhalzer: Los


manabitas debemos vivir nuestra identidad, no mistificarla, sino asumirla con una actitud
critica para sentirnos fortalecidos en este proceso de globalizacin. Tener conciencia de lo que
somos y hacia donde vamos. La identidad manabita significa mirar el futuro. Modernizarnos
significa vigorizar nuestra identidad, recuperar la esttica de nuestra vida y de nuestras
viviendas

las

que

hemos

permitido

que

se

rodeen

de

basura.

La identidad es valorizar lo nuestro, estar conscientes de quienes somos y asumir los nuevos
compromisos como la de convertirnos en una sociedad civil fuerte que defienda los derechos
humanos, que asimile los aportes de la interculturalidad porque la identidad es algo vivo. En
Manab, la identidad manabita es horizontal, un producto de todos los sectores sociales, porque
es

tan

vigorosa

tan

eterna.

Designada Historigrafa manabita por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, sus obras


Marqueses, cacaoteros y vecinos de Portoviejo". Editorial Abya Yala, Ecuador, 1997; y
Soberana e insurreccin en Manab, Editorial Abya Yala, FLACSO, Ecuador, 1991, deberan
ser de obligada lectura para los manabitas.

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