Universidad Anhuac Quertaro

Escuela de Psicologa

Mtra. Michelette Palacios

Sexualidad Humana

Paula Mara Corte Gonzlez

LA CONSTRUCCIN DE NUESTRO DESEO Y LA INTELIGENCIA SEXUAL

Fecha de Entrega: Lunes 7 de Noviembre 2016.

Es posible reconocer detrs de cada deseo particular un ansia de plenitud, de ser

ms a partir de las zonas donde somos menos.

Ana Clavel
La libertad es una facultad que se le exige al hombre y al mismo tiempo se le niega.
Al tratar de definir el concepto de Sexualidad Humana, los libros refieren que esta se
diferencia del instinto animal porque pertenece a la dimensin de la libertad, nica del ser
humano.
Sin embargo, encontramos que esta libertad est sesgada por la historia de nuestra
cultura, desde la divisin Oriente-Occidente, la religin, la ciencia y ahora el consumismo,
han formado en nosotros una libertad condicionada. Nuestro deseo est construido por la
historia colectiva, sus estigmas y las formas que la sociedad ha encontrado de transgredir
los lmites.
Pero es esta misma condicin del ser humano de decidir, la que le abre la puerta
para construir su propio deseo, en base a sus necesidades. As, Marty Klein propone el
concepto de Inteligencia Sexual, para referirse a la habilidad de crear y mantener el deseo,
entendiendo la experiencia sexual como una manifestacin de nuestra identidad, que no
puede someterse a los estndares de normalidad ni funcionalidad, abriendo la posibilidad a
experimentar placer sin culpa.

La libertad es una facultad considerada propia del hombre, se cree que es resultado
de un largo proceso evolutivo, la transicin del instinto a la razn, que se manifiesta en la

toma de decisiones. Por eso, cuando se aborda el tema de la Sexualidad Humana, el prlogo
de los libros siempre inicia destacando esta cualidad:
La actividad sexual para el humano no es una necesidad instintiva que se le impone contra su voluntad,
sino un deseo sentido sobre el cual puede y debe tomar decisiones. Lo que humaniza la sexualidad es que
pertenece al reino de la libertad (Rathus, 2005)

Sin embargo, esta dimensin se pone en duda cuando observamos que esta toma de
decisiones est sesgada por factores como la cultura y nuestra historia tanto colectiva como
personal. Lo que nos lleva a preguntarnos si realmente somos libres.
Tal parece que el simple hecho de nacer en una regin determina y condiciona la
realidad que aceptaremos. Nuestra mente crecer y aprender de manera limitada, sin la
posibilidad de contemplar otras realidades. (formacin de identidad)
Nuestra cultura occidental guarda una historia que se nos transmite a travs de los
genes para luego ser reforzada a travs del aprendizaje, aumentando las probabilidades de
que esta realmente nos determine.
La historia de la sexualidad ha transitado diversos periodos, donde se le han
asignado y depositado creencias con origen en el miedo, que dificultaron y nos siguen
dificultando un deseo libre de prejuicios y estereotipos.
La religin como idea fundamentalista y rgida ha jugado un papel muy importante
para la concepcin de la sexualidad y el cuerpo humano, donde el deseo se convirti en
pecado, culpa y vergenza.
...el pecado original es la desobediencia. Y tras ella, la conciencia de la desnudez, la dimensin del
cuerpo. (Clavel, 2010)

Y cuando la religin no bast para explicar el miedo al deseo, surgi en Occidente la

ciencia, que curiosamente proviene del mismo vocablo que la esquizofrenia (skhizein) que
significa dividir, as que clasificaron el cuerpo y medicalizaron la sexualidad, creando
estndares de normalidad, entonces aquello que sala del promedio se volvi enfermedad.
A esto se suma el consumismo, donde el otro y uno mismo se percibe como un
objeto, donde los medios de comunicacin difunden slo la informacin que produce
beneficios econmicos para unos cuantos, por lo que el deseo propio est condicionado por
los intereses del poder.
la vida cotidiana y el individuo ya no tienen un peso propio, sino que han sido incorporados al proceso
del consumo. (Clavel, 2010)

En sntesis, nuestro deseo fue castigado, estandarizado y valuado. Nuestro deseo se

volvi inflexible, as como un trastorno de personalidad, casi imposible escapar de las
construcciones sociales dominantes.
Sin embargo, la premisa de la libertad del hombre no es errada, siempre se puede
elegir: el individuo puede aceptar y tomar como verdades estos constructos sociales que

rigidizan su deseo o elegir reconstruirse a s mismo desde una perspectiva propia, que
permita cuestionar aquello que se le impuso, donde quepa lugar a la duda sobre la
normalidad, y lo ms importante, que se permita desear en base a su individualidad.
La propuesta de Marty Klein, es un modelo de Inteligencia Sexual donde se
cuestiona la normalidad, la funcionalidad y el xito como metas de la sexualidad, lo que
permite al individuo ser flexible, reconocer sus necesidades y sus preferencias,
encaminando su vida sexual hacia el placer.
La concepcin de la sexualidad a travs de la Inteligencia Sexual, nos permite verla
como el resultado de un aprendizaje, del crecimiento personal y de la madurez, que
conlleva decisin y la decisin requiere responsabilidad.
Integrar el cambio corporal y fisiolgico con un cambio de creencias y expectativas,
que inciten el deseo de descubrirnos y reinventarnos desde tres diferentes aspectos
1. La Identidad: Crecimiento Personal
Es a travs de la experiencia propia que el individuo va integrando los rasgos y
caractersticas que lo unifican. Sin embargo, encontramos que la gente busca el sexo como
la nica actividad para confirmar, reafirmar y recompensar las creencias sobre su rol como
hombre o mujer y que alivie su ansiedad.
Ante la problemtica que esta situacin propone, donde la actuacin en la cama
define nuestro ser y nuestro potencial se podra considerar a la mayora de problemas
sexuales, en realidad conflictos existenciales.
La Inteligencia Sexual comienza desde el trabajo con uno mismo, donde se conocen,
se aceptan y se comunican las necesidades emocionales, para buscar diferentes escenarios
que nos permitan completarnos.
De otra manera estaremos destinados a la insatisfaccin, que no tiene origen en el
acto sexual, sino en que este nunca nos dar aquello que le exigimos por miedo a no
reconocer nuestro miedo.
2. La Normalidad: Que el estndar sea tu placer.
La investigacin del ser humano y el intento por la ciencia de conocer para
controlar, nos coloca a todos dentro de la curva de la normalidad, donde pareciera que estar
en la media sera alcanzar el xito, pero ocupar las desviaciones estndar nos
estigmatizara.
Debemos recordar que estos estndares se basan en ideas fundamentalistas, cuyo
objetivo es el control y el beneficio econmico.
La normalidad es el intento de delimitar el sexo para que no pueda escaparse, adquirir demasiada fuerza. (Klein,
2012)

Debemos cambiar entonces esta aspiracin a una sexualidad normal para buscar ms
bien una sexualidad ntima, donde la meta sea el crecimiento personal y de la pareja, siendo

autnticos con nosotros mismos y con el otro, evitando el desarrollo de secretos que
pudieran tener una repercusin en la dinmica. Evaluar nuestra sexualidad de acuerdo al
placer, la conexin con el otro y los valores
3. La Funcionalidad: Reconocer la sabidura del cuerpo. qu comunica la
disfuncionalidad
Despus de estudiar el recorrido del constructo de la sexualidad en la cultura
occidental, se puede reconocer un patrn que culpa a lo externo de los ms profundos
sentimientos. La idea de la funcionalidad es un error cultural y psicolgico que
internalizamos cada da.
Nuestro cuerpo y nuestra mente se encuentran siempre funcionando, y esta funcin
es ntegra al manifestarse. Curiosamente, el sistema nervioso autnomo encargado de las
respuestas involuntarias de nuestro cuerpo, paradjicamente tiene un componente
voluntario, si no concuerda nuestro inconsciente y nuestro consciente, las neuronas dejan de
hacer sinapsis.
La disfuncin sexual puede ser vista como una crisis, que puede entenderse como
un peligro o como una oportunidad, es cuestin de decisin. La disfuncin abre la
oportunidad de indagar en el porqu de esta, para despus explotar la creatividad. La
disfuncin nos muestra el origen de la cura.
COMPONENTES DE LA INTELIGENCIA SEXUAL
Se pueden reconocer los tres componentes de la Inteligencia sexual, tomando como
base la escena de Adn y Eva cuando son deserrados del paraso:
-

La manzana: Que simblicamente representa el conocimiento.

Se nos presenta como un contenido prohibido que genera culpa y vergenza, aunado
a que es la mujer la que incita al hombre a comerlo.
En contraposicin Klein, propone que la informacin y el conocimiento son la base
para una sexualidad libre, que permita la expresin del deseo de la pareja.

Consciencia Corporal: y entonces se dieron cuenta que estaban desnudos y se

cubrieron con hojas
El cuerpo se carg de creencias negativas, donde era preferible negar la
corporalidad a caer en el pecado.
La Inteligencia sexual, conlleva un aprendizaje de la propiocepcin y la consciencia
cintica para lograr sinestesia con la pareja.

Habilidades Emocionales: Qu hubiera pasado si el deseo de conocer y el deseo

corporal no hubieran sido castigados con la consecuencia del pecado?
Autoaceptacin del deseo, no necesidad de actuar, confianza, crecimiento y
comunicacin.

CONCLUSIN

La construccin del deseo propio requiere valenta para aceptar que la realidad en la
que hemos crecido es slo una perspectiva de la realidad, que en la mayora de las veces
esclaviza en estndares nuestras necesidades.
La libertad de la que hablan los libros subyace en esta concepcin de la sexualidad
como una herramienta para el aprendizaje y crecimiento personal, la cual se sintetiza en el
constructo de Inteligencia Sexual, donde es el reconocimiento de nuestro deseo el que nos
lleva a transgredir los lmites y las leyes impuestas, para definir las necesidades y
preferencias propias, para lograr el placer.
Negar nuestro deseo es un sntoma narcisista que anestesia los sentidos e impide el
contacto con el deseo del otro, prohibiendo la intimidad. La libertad sera entonces
reconocer e ir en busca de nuestro deseo.

BIBLIOGRAFA
1. Clavel, A., (2010). Brevsima historia del deseo. Revista Nexos.
2. Klein, M., (2012). Sexo Inteligente: La inteligencia sexual, clave para volver a
disfrutar con el cuerpo, la mente y el corazn. Ediciones Urano. Barcelona
3. Pea, Y., Ortiz, F., Hernndez, L., (2005). Memorias de la II Semana Cultural de la
Diversidad Sexual. INAH. Mxico, DF.
4. Rathus, S., Nevid, J., Fichner-Rathus, L., (2005) Sexualidad Humana. 6ta Edicin.
Pearson Prentice Hall. Madrid