Reflexiones para La Columna PDF
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Dentro y fuera del Taller, la coherencia entre sus buenos pensamientos y las buenas obras han
acompaado su trayectoria de Masn, impulsando a sus hermanos a reconocerlo como un
paradigma referencial. Ora vistiendo apasionadamente el Templo, confundido entre los
Aprendices, revelando el mensaje oculto de los smbolos, y otras veces enrgico e
imperturbable ms no autoritario- ante los errores ritualsticos. Siempre haciendo gala de la
ponderacin y pedagoga propias del que tiene mucho que decir, frente al silencio oportuno
del que tiene mucho que aprender.
La Masonera reconoce que los hombres no somos perfectos, pero tambin que disponemos
del libre albedro para elegir entre las virtudes y los vicios, entre el bien y el mal. La
simbologa entonces facilita a los aprendices su aproximacin desde diversos estilos hacia
la verdad, exigiendo de sus miembros la dedicacin de parte de su vida a la evolucin
espiritual, tica y moral, practicando la tolerancia, la fraternidad sincera, la humildad y
afabilidad, sin pensar en una recompensa o gestos publicitarios y procurando un mundo
mejor para el ser humano. Dentro de este quehacer, el RH Mateo como M M haca
de la docencia su obligacin principal y presentaba trazados en los tres Grados, con temas
trascendentes que permitan a los participantes enriquecer sus conocimientos
La temtica tratada es amplia y nos muestra de modo lgico, los procesos inherentes al
recipiendario para convertirse en iniciado. Igualmente el significado simblico de cada
evento y los objetos que adornan nuestros templos, as como las herramientas de uso del
Aprendiz en su diario trajn para lograr la libertad, y la explicacin de los principales valores
que debe practicar.
Damos pues, a nuestro R H Mateo Gngora Gallegos, las gracias por su entrega leal y
por el aporte de sus trazados y hacemos votos ante el G A D U para que lo contine
iluminando de sabidura en bien de nuestra Augusta Orden y que este pequeo pero
significativo compendio contribuya a nuestra formacin masnica.
VM de la B y R L S
Benjamn Prez Trevio No. 86
Reflexiones para la columna de la belleza
Contenido
PRELIMINAR 3
TRIGO, PAN, AGUA, SAL, AZUFRE Y MERCURIO VITAL 11
EL TESTAMENTO 14
LA PUERTA DEL TEMPLO 17
LA PRIMERA COLUMNA 19
RESTITUCIN DE LOS METALES 21
LA CONSAGRACION 29
EL MANDIL 31
LA PALABRA 35
LA INSTRUCCIN SIMBOLICA 38
LA MARCHA DEL APRENDIZ 40
LA BATERA 44
CIELO Y TIERRA 49
EL SOL 50
LA LUNA 52
LA CUERDA CON NUDOS 55
LAS COLUMNAS 57
LOS TRES PUNTOS Y SU SIMBOLOGIA 60
EL TRIANGULO 63
DE DONDE VENIMOS? 65
EL TEMPLO 68
EL ARA 71
LAS TRES LUCES 73
LAS TRES GRANDES LUCES DE LA FRANCMASONERA 75
LAS TRES PEQUEAS LUCES 77
EL PAVIMENTO MOSAICO 80
LA OBRA DEL APRENDIZ 83
LA PIEDRA BRUTA O TOSCA. 86
DESBASTAR LA PIEDRA BRUTA O TOSCA 89
SIMBOLISMO DE LAS HERRAMIENTAS DEL APRENDIZ 92
1
EL IDEAL 95
PENSAMIENTO, PALABRA Y ACCION 98
EL TOCAMIENTO DEL APRENDIZ 102
TIERRA AIRE AGUA Y FUEGO 106
SECRETO Y DISCRECIN 109
LA MEDITACION 112
TOQUES A LA PUERTA DEL TEMPLO 114
LOS TRABAJOS MASONICOS 117
APERTURA DE LOS TRABAJOS EN LOGIA 119
CLAUSURA DE LOS TRABAJOS 121
EL SALARIO DEL APRENDIZ 123
LA LEY DEL PROGRESO 125
LAS EXCELENCIAS DE LA MASONERA ESPECULATIVA 129
LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD 133
LA VIRTUD 137
EL VICIO 139
LA MORAL 141
LA TOLERANCIA 145
LA SOLIDARIDAD 147
LA FIDELIDAD 149
LA RESPONSABILIDAD 151
LA SINCERIDAD 154
LA PACIENCIA 157
LA PULCRITUD 159
2
PRELIMINAR
Los primeros rituales, basados en las tradiciones bblicas -por descansar en ellas
principalmente la fe de sus redactores- nos dicen que: Adn fue iniciado al Oriente
del Edn, por el G:. A:. D:. U:. en los ritos de la Masonera, significando esto, evi-
dentemente que los orgenes de la Masonera deben hacerse remontar hasta la pri-
mera sociedad humana, de la que Adn es un smbolo, correspondiendo con la era
Saturnina o Edad de Oro de la tradicin grecorromana, y el Satya Yuga de los hind-
es.
En los tiempos en los que se daba una sacralizacin del mundo, de sus formas y de
sus efectos; cada oficio posea, aparte de sus tcnicas, los ritos propios de sus traba-
jos que convertan a cada artesano en un obrero y un iniciado. El oficio integraba
una estructura sagrada y otorgaba todo su sentido a la obligacin bblica: Ganars
el pan con el sudor de tu frente , que es necesario interpretar en su espritu y en su
letra. El trabajo significa material y espiritualmente un resultado efectivo.
Es cierto que naci ya en la aurora de la civilizacin (que todas las tradiciones con-
cuerdan en considerar luminosa) ese ntimo deseo de progreso. Esa profunda aspi-
racin hacia la verdad y la virtud. Ese deseo de obrar recta y sabiamente de los que
la Masonera constituye, para sus adeptos: la encarnacin.
Cada oficio tena su peculiar iniciacin, es decir, algo que permita a cada hombre
recibir una influencia espiritual. Lo que haca de su oficio no slo una prolonga-
cin obligada de la mano, sino tambin una proyeccin del ser hacia la realizacin
espiritual.
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El oficio, necesario para la supervivencia material, era asimismo indispensable para
la trascendencia del Ser. Cada individualidad tenda -por el ejercicio de su oficio
sacralizado- a la realizacin de la integridad de sus posibilidades espirituales. Cabe
expresar que, aunque en los primeros tiempos -si el oficio sacralizado perteneca ya
al dominio del esoterismo- la iniciacin, que trasmita a cada uno la influencia espi-
ritual real, no permita a todos una realizacin espiritual total. Todos eran iniciados:
la mayor parte permaneca as. Virtualmente: muy pocos eran elegidos.
Pero si el espritu masnico debi existir desde las primitivas pocas conocidas y
desconocidas de la historia y no fue extrao al primer hombre, manifestacin natu-
ral de su deseo de progreso, de sus esfuerzos constructivos para alcanzarlos. Debi
expresarse naturalmente en una forma adaptada y conveniente en las primeras co-
munidades-ntimas y por ende secretas- de hombres que se apartan de los dems
por su deseo de saber y penetrar el Misterio Profundo de las cosas; es cierto que no
siempre se manifest exactamente en la forma en que hoy se conoce, se ejerce y se
practica.
Sin embargo, los principios inmutables sobre los cuales ha sido establecida -y que
constituyen su espritu y su caracterstica fundamental- no pueden haber sufrido
variaciones substanciales, y desde su inicio en pocas de la antigedad incalculable,
han debido permanecer los mismos, a travs de todas sus metamorfosis o encarna-
ciones exteriores.
Adems, dichas alegoras giran alrededor de un mismo tema o Idea Madre funda-
mental, estas alteraciones han debido de ser ms bien cclicas gravitando alrededor
de un mismo punto y repasando, por consecuencia, ms de una vez por una misma
forma o por formas anlogas.
4
La iniciacin se efectuaba mediante los ritos, se expresaba por smbolos. Nada en
ella implicaba y no implicar ningn tipo de sentimentalismo. Era y sigue siendo
un medio espiritual que tenia por fundamento una tcnica operativa en el pasado,
especulativa en nuestros das excepto en lo que respecta a la camaradera para tra-
tar de volver a hallar el estado primigenio del Ser antes de la cada. La iniciacin
en sus formas, en sus medios, en sus fines, Una en su espritu pero plural en las
diferentes aplicaciones de las tcnicas propias de cada oficio por la Sabidura que
precede a la elaboracin razonada de la obra , por la fuerza que permite su realiza-
cin efectiva y la belleza que da a cada realizador el amor- es decir, el conocimiento
ayudaba al artesano a despojarse del hombre viejo para transformarse en uno nue-
vo, creador de objetos y forjador de otro mundo ciertamente armonioso.
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PREPARACIN DEL CANDIDATO
Solicitar la iniciacin no es cosa balad y hay que firmar un pacto. A la verdad no
hay firma estampada, visible ni externa. No va puesta con pluma empapada de san-
gre, si no que, moral e inmaterial; puramente compromete el Alma consigo misma.
Es un compromiso en realidad muy serio, cuyas clusulas son ineludibles. Los ini-
ciados, en efecto, contraen deberes muy serios con el discpulo que admiten en sus
aulas, y ste queda a su vez -por el slo hecho de su admisin- ligado de un modo
indisoluble con sus maestros.
Los Ritos de la iniciacin son tan slo simblicos que traducen en objetos visibles
ciertas manifestaciones internas de nuestra voluntad, con el fin de ayudarnos a
transformar nuestra personalidad moral. Si todo se reduce a lo externo, la operacin
no dar resultado: el plomo sigue siendo plomo todo lo ms, chapado de oro.
Nadie por cierto querr ser iniciado por un mtodo galvanoplstico. El iniciado
verdadero, puro y autntico no puede contentarse con un tinte superficial: debe tra-
bajarse l mismo, en la profundidad de su ser, hasta matar en l al profano y hacer
que nazca un hombre nuevo. Cmo proceder para logra el xito? El ritual exige
como primer paso que se despoje de sus metales. Materialmente es cosa fcil y
rpida, sin embargo el espritu se desprende con dificultad de todo cuanto lo des-
lumbra. El brillo externo le fascina y es con hondo pesar que se decide a abandonar
sus riquezas. Sin embargo, aceptar la pobreza intelectual es condicin previa para
ingresar en la Confraternidad de los iniciados, como tambin en el reino de Dios.
Las ideas preconcebidas, los prejuicios admitidos sin el debido contraste falsean
nuestra mentalidad. La iniciacin exige que sepamos desecharlos para volver al
Candor Infantil o la sencillez del hombre primitivo, cuya inteligencia es virgen de
toda enseanza presuntuosa.
La planta que atraviesa la superficie del suelo, deja en la tierra corteza que protega
la semilla. El nio al nacer se despoja tambin de las envolturas que encerraban el
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feto. Por analoga el profano no sale de la Cmara de Reflexiones sin despojarse de
algunas de sus prendas de vestir.
Ningn candidato deber entrar al templo con su bculo ni con su vestidura exte-
rior, ni con dinero atado en una bolsa. Estas son ciertas costumbres ceremoniales en
la Francmasonera, que proporcionan lo que puede llamarse, a lo menos coinciden-
cias muy notables con las costumbres judaicas antiguas.
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del estado de ignorancia ceguera, de su incapacidad para recibir la verdadera luz,
una ceguera voluntaria. Finalmente el tringulo de desnudez, que constituye ele-
mento de esta simblica preparacin, es un nuevo despojo voluntario de todo lo que
no es estrictamente necesario y constituir un obstculo al progreso ulterior -el des-
pojo de todo convencionalismo que impida la sincera manifestacin de sus senti-
mientos y de sus aspiraciones ms profundas. La desnudez del pi izquierdo, que
abre nuestra marcha hacia delante- indica la facultad del discernimiento que debe-
mos usar en cada paso de nuestro camino y que nos permite reconocer la verdadera
naturaleza de los obstculos y pruebas del sendero con que podemos tropezar. Con
esta preparacin el recipiendario se halla en condiciones de llamar a la puerta del
templo de pedir, buscar y encontrar la luz de la verdad.
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LOS METALES
El profano que se presenta para ser admitido en la Francmasonera, es inmediata-
mente introducido a un lugar retirado, donde se le invita a despojarse de todos los
objetos metlicos que lleva consigo: dinero, alhajas, armas, decoraciones, etc. Todo
debe ser entregado al hermano experto.
Al ser desposedo de los metales como acto preliminar de la iniciacin, se nos ense-
a simblicamente que la Masonera no tiene miramientos con ningn hombre por
consideracin de su opulencia, dinero, abundancia de bienes. La obra Talmdica
Beracoth, con el mismo carcter de simbolismo prescribe que durante el servicio
del Templo ningn hombre deber ir a la montaa del recinto, es decir, al Templo
Sagrado con dinero ligado en su bolsillo.
Es que los metales representan todo lo que brilla con engaoso destello. Cuando el
espritu es inexperto, se deja seducir fcilmente por falsas nociones, admitidas por
el comn de las personas. El pensador debe desconfiar de las opiniones que recibe.
La mirada corriente de los prejuicios vulgares constituye una riqueza ilusoria, que
el sabio debe de aprender a despreciar. Es preciso hacerse pobre en Espritu, si se
quiere entrar en el Reino de los Cielos, es decir si se quiere ser iniciado y llegar a
concebir la Verdad. Se est ms cerca de ella cuando nada se sabe, que cuando se
permanece apegado a los errores. Ms vale no tener nada que tener deudas.
El hombre que aspira a ser libre, debe de aprender desde luego a liberarse de las
cosas ftiles. Los sabios de la Antigedad despreciaban el lujo. La razn les per-
mita reducir sus necesidades a lo estrictamente necesario y buscar la riqueza en la
ausencia de los deseos inmoderados. El que vive contento con nada, lo posee todo.
Sin embargo, el iniciado no est constreido a hacer voto de pobreza. Debe sim-
plemente acordarse de que la concupiscencia es el eje de todos los vicios antisocia-
les; es el gran elemento de desorden que las antiguas cosmogonas representaban
con la figura de una serpiente, la ambicin individual provoca la ruptura de la ar-
mona general, hace rechazar la humanidad del Edn, destruye la Edad de Oro.
En el ritual escocs del Aprendiz el V.: M.: durante la ceremonia de iniciacin dice
al recipiendario: Os han despojado de vuestro dinero, de vuestras alhajas, estis
casi desnudo. Qu pensis de la condicin en que encontris? No temis que abu-
semos del estado de debilidad al que os habis dejado reducir?, sin armas, sin de-
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fensas y casi sin ropa, os entregis a gente a quienes no conocis, Os inspira esto
algn temor?
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TRIGO, PAN, AGUA, SAL, AZUFRE Y MERCURIO VITAL
Dado que el germen espiritual -la divina semilla de nuestro Ser- es inmortal e inco-
rruptible. Est muerte, desde un punto de vista ms profundo, es simplemente el
despojo de una forma imperfecta y la superacin de un estado de imperfeccin, que
en el pasado fue un eslabn indispensable de nuestro progreso, pero que en la actua-
lidad se ha hecho una limitacin y al mismo tiempo la necesidad, la oportunidad y
la base para un nuevo paso adelante.
Esa imperfeccin limitacin a ser superada por los lmites estrechos en los que se
halla encerrado nuestro pensamiento y nuestro ser espiritual por errores y falsas
creencias asimiladas en la educacin y en la vida profana- es lo que simboliza la
cscara de la semilla que acta como proteccin necesaria antes del periodo de cre-
cimiento. Lo cual es enteramente anlogo a la cscara mental de nuestro propio
carcter y personalidad.
Esa semilla de trigo que debe de morir en la tierra, para dar origen a una nueva vida:
la planta, cuya perfeccin se encierra en estado potencial, ha muerto efectivamente
en el pan que se encuentra sobre la mesa del Cuarto de Reflexin. Ese pan es la
propia sustancia, el cuerpo viviente del logos o sea la Sabidura Creadora, que se ha
hecho carne, siendo la Verdad en el mundo trascendente y la realidad objetiva y
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sensible de todo lo que aparece manifiesto sensiblemente: por lo tanto, al mismo
tiempo alimenta nuestra inteligencia, origina nuestros anhelos y los satisface, sa-
ciando toda hambre espiritual y material. Entonces el pan se transforma en Ambro-
sia, que es la piedra Filosofal.
Por lo dems hay que considerar que ese pan simblico no se limita a la harina de
trigo que para nosotros elabora la espiga, formndola geomtricamente en la luz del
Sol, por la accin combinada de sta con su propio impulso vital, que asocian opor-
tunamente las sustancias extradas del aire y de la tierra; harina empastada y cocida,
cuya coccin le da precisamente su nombre.
Tambin en el gabinete de reflexin, junto con el pan se halla un vaso de agua, que
es la reserva alimenticia que sirve para alimentar el germen de va de desarrollo; Es
decir, aquel elemento hmedo, que es factor y condicin indispensable de creci-
miento, germinacin, maduracin, reproduccin y regeneracin. El agua es el pri-
mer elemento de las cosas, segn Thales de Mileto y otros filsofos antiguos.
Como es de suponer, no es el agua del plano material, sino que en un sentido figu-
rado, expresa el fluido potencial contenido en el espacio infinito, simbolizado en el
antiguo Egipto por Kneph, el Dios no revelado, que representaban en la figura de
serpiente (emblema de la Eternidad) circundando un jarrn de agua, con la cabeza
suspendida sobre las aguas, que incuban su aliento. Y el Espritu de Dios cobijaba
la haz de las aguas.
Como Venus Anadiomena, tambin la vida nicamente pude nacer en el seno de las
aguas, donde se hace Venus Genitriz, la madre Universal; mientras la tierra mitol-
gicamente simbolizada por Gea y remeter se convierte en Nodriza.
El pan y el Agua, asimismo nos indican la nueva forma de vida del iniciado, que en
resumen debe expresar sobriedad y sencillez. Deber aprender a usar del mundo
fenomnico lo indispensable para vivir; y ya no, a la usanza antigua y profana, de
vivir para lo sensorial.
El agua en las prcticas simblicas y religiosas, se usa siempre para lavar las man-
chas del alma como se lavan las del cuerpo. Vosotros conoceris las aguas lstrales
de los antiguos, la piscina de Silo que est a la puerta de Jerusaln: el bautismo de
los cristianos, de manera que encontraris en nuestras ceremonias una gran seme-
janza con las antiguas.
Una vasija de Sal y otra de Azufre, se hallan adems sobre la mesa del Cuarto de
reflexiones, junto con el pan y el agua. La Sal y el Azufre que juntos se presentan,
nos otorgan tambin una enseanza simblica. La sal que vemos, nos es sal comn,
sino la sal Marina, derivada del Alumbre, sea la sustancia primordial, no diferen-
ciada: el Ocano Csmico.
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Esto deber ser tema de meditacin que se presenta al candidato, sobre los medios y
elementos con los cuales debe prepararse para una nueva vida alumbrada por la
verdad. Hecha activa y fecunda con la prctica de la virtud a la que se refieren la sal
y el azufre en su acepcin ms elevada. Como tal, indica el azufre la energa activa,
que se hace Fuerza Universal, el Principio creador y la electricidad vital que produ-
cen y animan todo crecimiento, expansin, independencia e irradiacin. Mientras la
sal es el principio activo que constituye el magnetismo vital, la fuerza conservadora
y fecunda que inclina a la estabilidad y se produce toda maduracin, la capacidad
asimilativa que tiende hacia la cristalizacin, el principio de resistencia y la reac-
cin centrpeta que se opone a la accin activa de la fuerza centrfuga del Azufre.
El Azufre corresponde a la energa expansiva que parte del centro de todo ser (co-
lumna J), su accin se opone a la del Mercurio que penetra todas las cosas, por una
influencia que viene del exterior (columna B). Estas dos fuerzas antagnicas estn
equilibradas en la sal, principio de cristalizacin, que representa la parte estable del
ser.
La accin e interaccin, entre estas dos opuestas tendencias est destinada a produ-
cir en nosotros la fuerza espiritual, activndola desde el estado latente en que se
encuentra al interior de nuestro Germen Espiritual, el mercurio vital principio de
la Inteligencia y Sabidura, que corresponde al ritmo de la naturaleza, producido por
la Ley de la Armona y Equilibrio. El pensamiento, nace, crece, se eleva y sublima
logrando alcanzar horizontes ms altos, amplios e iluminados, segn predomine en
la mente y en la personalidad, el principio del equilibrio y de la armona, que pro-
duce la Msica de las Esferas y engendra toda creacin y concepcin caracterizada
por su genialidad y hermosura. Pues, este mercurio, sublimado es el nico que pue-
de percibir la verdadera Luz.
13
EL TESTAMENTO
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El Testamento es recogido a continuacin por el hermano Terrible tan pronto como
ha sido llenado por el recipiendario y es llevado y presentado a la Logia en la punta
de la espada; y el V.:M.: dispone que se d lectura del contenido para que todos los
asistentes al acto puedan conocer los sentimientos del graduando y formular las
observaciones y las preguntas que crean procedentes durante el examen que precede
a las pruebas.
Una vez terminada la iniciacin, el hermano M:. de C:. recoge el Testamento del
Oriente, colocndose ste en la punta de su espada. La levanta en alto y despus de
mostrrsela al recipiendario para constatar que es el que redact, pasa a quemarlo
entre columnas en presencia del interesado. Explicndosele la significacin y el
objeto que ha tenido aquella hoja en la cual haba consignado sus ms ntimos pen-
samientos e intenciones.
Los deberes para consigo mismo son indicados con la sal, esencia de la personali-
dad. Habindose reconocido, en lo ntimo de su propio ser, en aquella soledad de la
Conciencia que est simbolizada por el cuarto de Reflexin, como una manifesta-
cin expresin individual del Principio Universal de la vida, el recipiendario est
llamado a reconocer cmo su vida exterior se halla ntimamente relacionada con lo
que l mismo es interiormente, y cmo con la compresin de sta relacin, tiene en
s el poder de dominarla y de dirigirla constructivamente. El hombre es como ma-
nifestacin concreta, lo que l mismo se ha hecho y se hace constantemente, con
sus pensamientos conscientes y subconscientes, su manera de ser y su actividad. Su
primer deber para consigo mismo es hacerse y llegar a ser una siempre y ms per-
fecta expresin del Principio de vida que en l busca y encuentra una especial dife-
rente y necesaria manifestacin, deduciendo o sacando a la luz del da las posibili-
dades latentes del Espritu, aquella perfeccin que existe inmanente, pero se mani-
fiesta en el tiempo y en el espacio, en la medida del intimo reconocimiento indivi-
dual.
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Y los deberes para con nuestros semejantes, con el Mercurio que representa la in-
fluencia penetrante del medio ambiente, o sea que todo est necesariamente com-
prendido en la reunin de: el contenido (Azufre), el continente (Sal) y el ambiente
(Mercurio).
Las tres preguntas propuestas abarcan pues, todo el dominio de la moral universal.
Despus de contestarlas el pensador no debe limitarse a la teora. Renunciando a
todas las debilidades del pasado, le corresponde morir por la vida profana para re-
nacer a un mundo Superior de existencia. El candidato se prepara a esta muerte
simblica haciendo su Testamento, acto en el que consigna los mandatos de su vo-
luntad que debern ser ejecutados por el futuro iniciado. La compresin de esta
triple relacin es el principio de la iniciacin, el inicio efectivo de una nueva vida,
el testamento o don que se lega a s mismo, preparndose para ejecutarlo; la prepa-
racin necesaria para los viajes o etapas sucesivas de progreso que le esperan.
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LA PUERTA DEL TEMPLO
La puerta ha sido desde pocas muy antiguas considerada como el smbolo natural
de todo paso o ingreso, y en lo particular de toda iniciacin. Adems la puerta ya es
por s misma un Templo rudimentario. El ternario que forman las dos columnas con
el arquitrabe constituye el elemento fundamental de toda construccin arquitectni-
ca. As, pues, el momento de franquear la puerta del templo -despus de la doble
preparacin moral y fsica de que acabamos de hablar- es uno de los ms importan-
tes de la Ceremonia de Iniciacin.
Privado de sus metales, despojado de una parte de sus vestiduras y cubierto los ojos
con una gruesa venda, se consiente al candidato golpear a la puerta del Templo. Sus
golpes resuenan de una manera desordenada, que ocasionan se turben los trabajos.
Interrogado desde el interior, ste manifiesta su intencin de ser recibido Masn y
hace constatar que ha nacido libre y es de buenas costumbres. Esta respuesta permi-
te que se le conceda la entrada al Templo. Se le abre la puerta con estrpito y para
flanquear el umbral el candidato se encorva hasta el suelo.
En las iniciaciones modernas se trata sobre todo de hacer comprender que la verda-
dera Ciencia es hija de la humildad. Al ser recibido en el Templo, con los ojos ven-
dados entre columnas slo siente sobre su pecho desnudo, la punta de un arma cor-
tante. Esto sirve nicamente para hacerle entender que aunque no vea, puede sentir
y el sentimiento de la verdad ser gua que lo conducir en su progreso y en sus
esfuerzos para recibir la luz.
El recipiendario introducido al Templo con los ojos vendados por el gua o H.:
Terr:. quien conduce individualmente a todo ser que se hace receptivo a su influen-
cia en el camino de la verdad y de la vida, se halla materializado exteriormente por
el Terrible (quien por haberlo recorrido, conoce bien el camino y puede as servir de
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gua al inexperto), sin su gua, le sera imposible al recipiendario llenar debidamen-
te las condiciones que se le piden para su admisin.
Del significado iniciativo de esta doble condicin ya ha sido tratado con ocasin del
despojo de los metales. Este requisito es de fundamental importancia, por cuanto en
virtud del mismo se le abre la primera puerta del Templo, as como las tres puertas
simblicas, representadas por las luces, despus de cada viaje.
18
LA PRIMERA COLUMNA
Las columnas son de Bronce y huecas, que sirven para guardar en ellas las herra-
mientas una vez terminados los trabajos, simbolizando que dichos instrumentos no
pueden ser usados, sino por el masn y deben quedar ocultas hasta que se vuelvan a
reanudar los trabajos.
La letra B queda iluminada durante los trabajos de Aprendiz. Arriba sobre esta co-
lumna se encuentran las borlas dentelladas, de donde parte el cordn anudado que
rodea el interior del templo. Esta columna representa la Belleza y es denominada
Columna del Norte.
El Aprendiz cobra su salario en la columna del Norte, siendo este punto donde tra-
baja, por representar el lugar de la tierra a donde llegan oblicuamente los rayos
solares, produciendo una luz muy tenue y donde reina a veces la penumbra la os-
curidad. Necesita desarrollar sus estudios masnicos y acostumbrar su vista paulati-
namente a la accin de la luz para no deslumbrarse y aturdirse ante la presencia de
una luz muy viva, cuya intensidad podra cegar su inteligencia no estando dispuesta
para recibirla.
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De lo expuesto se desprende con toda claridad, la importancia de la palabra, su in-
terpretacin y significado por ser la inteligencia y el uso de dicha palabra, lo que
verdaderamente, hace al iniciado y al masn. Esta palabra, indistintamente, debe y
puede aplicarse en todas las circunstancias de nuestra existencia, estando en ella el
poder de liberarnos del mal y establecernos en el bien.
El temor es pues, la nica cadena que nos ata al mal y si cesamos en temerle huir
de nosotros, como huyen las tinieblas al aparecer la luz.
20
RESTITUCIN DE LOS METALES
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han sido comunicados. Para la instruccin Inicitica esto representa nicamente el
Punto de partida. Lo esencial, es la opinin que cada cual se forma por sus propios
esfuerzos y razonamientos sobre lo que ha recibido.
Desde el momento que se ha devuelto los metales el nefito tiene el deber de hacer
de los mismos aquel uso sabio para el cual solamente se le restituye su posesin,
pues todo indistintamente nos ha sido dado y se nos da para su uso. No existe po-
sesin de ningn gnero que podamos retener para siempre: ni nuestras propias
creaciones intelectuales, ni tampoco los tomos de que se componen nuestro cuer-
po, que estn sujetos a un cambio incesante. Debemos pues, convertirnos en cana-
les sabios y provechosos de todo lo que pasa por nuestra manos, transmitiendo
como lo hemos recibido, en beneficio de los dems: esto nos lo ensear el primer
uso que har el recin iniciado de los metales que le han sido devueltos, dando su
primer contribucin a la Solidaridad Masnica.
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EL JURAMENTO MASONICO
Juramento es la afirmacin o negacin de una cosa poniendo por testigo al
G:.A:.D:.U:. o en s mismo o en sus criaturas. Es asertorio aquello con que se afir-
ma la verdad de una cosa presente o pasada. Existe pues el propsito, del que jura,
de invocar a Dios, a su conocimiento infalible, a su veracidad y autoridad soberanas
como prueba de alguna cosa cuya verdad no se puede corroborar de otra manera. La
esencia del juramento consiste en que quien jura, quiere y tiene verdadera intencin
de invocar a Dios como testigo de lo que dice.
El juramento puede ser explcito, cuando se invoca a Dios como testigo con deter-
minadas palabras; e implcito, cuando se jura por las criaturas, de manera que cun-
to reluce en ellas de un modo especial, son las perfecciones y atributos de Dios.
Como jurar por los santos, por la cruz, por los Evangelios, el Cielo, la Tierra, etc.,
porque en estos casos se invoca el nombre de Dios, como autor y creador de sus
criaturas.
Las condiciones del juramento son: que sea verdadero, en JUICIO y en justicia. La
verdad del juramento es completamente subjetiva, por lo cual el que jura ha de estar
cierto y seguro de aquello que jura. No de una manera absoluta, infalible, sino mo-
ralmente, de modo que la probabilidad de lo que jura llegue a la certidumbre moral,
excluyendo as toda mentira, pero no el error que puede haber en la cosa jurada.
Que sea en juicio quiere decir, que sea prudente y discreto. Cuando al jurar se falta
a la verdad se comete el pecado o delito del perjurio
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de la supersticin y el fanatismo; el comps que simboliza la vida Superior del
hombre.
El recipiendario se halla ahora dispuesto para cumplir con la formalidad del jura-
mento u obligacin solemne que hizo delante del Ara, que representa su propia
Conciencia. Para ello tuvo que arrodillarse sobre la rodilla izquierda, formando con
la rodilla derecha una escuadra, en signo de humildad, respeto y devocin. Con la
mano derecha puesta sobre la Biblia y teniendo en la mano izquierda un Comps
abierto, una de cuyas puntas apoya sobre el pecho desnudo, smbolo de la plenitud
de la Conciencia y del perfecto entendimiento de su corazn. El juramento se hace
en presencia del G:.A:.D:. U:. y de los hermanos reunidos en la Logia. Alrededor
del recipiendario los Expertos y el Maestro de Ceremonias, con sus espadas juntas,
forman la bveda de acero sobre su cabeza, sin que l pueda darse cuenta todava de
su presencia. Ellos, son el smbolo de aquellas presencias o inteligencias invisibles,
que se hallan constantemente alrededor de nosotros, sin que nos demos cuenta de
ello; mudos testigos de nuestros actos, que nos vigilan, nos protegen y nos ayudan
para llevar a cabo nuestros propsitos y nuestras aspiraciones ms elevadas.
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LAS TRES OBLIGACIONES DEL APRENDIZ MASN
La primera de las obligaciones que contrae el aprendiz masn con el juramento, se
refiere a los Secretos de la Orden. El recipiendario se obliga a no revelar a ninguno
que no sea un bueno y legitimo masn. Es la obligacin de la discrecin en lo que
se refiere a toda enseanza esotrica para que la misma sea til y provechosa, por lo
cual dicha enseanza puede darse nicamente a quien est debidamente preparado
para recibirla, es decir, capacitado para entenderla en su real sentido.
El Aprendiz masn tiene, pues como primer deber el de meditar las enseanzas del
Ritual a fin de proceder de conformidad a ellas; este es su deber por excelencia. Un
deber que abarca todos los dems, privarse de hablar, para limitarse a escuchar, es
una excelente disciplina intelectual cuando se desea aprender a pensar. Las ideas se
maduran por la meditacin silenciosa, que es una conversacin consigo misma. Las
opiniones razonadas son el resultado de debates ntimos que se empean en el se-
creto del pensamiento. El sabio piensa mucho y habla poco.
Un masn joven debe pues, en general mostrarse muy reservado. Le est privado
todo proselitismo intempestivo. No hay peor error que la verdad mal comprendida.
Hablar para hacerse entender mal es a la vez peligroso y nocivo. Es preciso, pues
que siempre nos pongamos al alcance de los que nos escuchan. Tratar de asombrar
exponiendo ideas atrevidas, es esencialmente antimasnico. Para qu escandalizar
a los espritus tmidos? Las inteligencias deben estar preparadas para que reciban la
Luz: Una brusca claridad ciega en vez de iluminar. Cuando cae de sus ojos la ven-
da simblica, el iniciado ha podido constatar que el deslumbramiento produce una
sensacin dolorosa. Escuchemos todos con benevolencia, sin hacer cuestin de
nuestra manera de ver. Tenemos que formar nuestra opinin y por ello nos es venta-
joso or a los abogados de las causas ms contradictorias.
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El formulismo del ritual masnico no ha permanecido por lo dems en absoluto
secreto. Ha sido divulgado en numerosas obras aparecidas desde los comienzos del
ltimo siglo. El Esoterismo no es susceptible de ser divulgado. El pensamiento es
adems en s mismo una fuerza que acta en el exterior de una manera misteriosa.
El puede influenciar la voluntad de otro sin expresarse por escrito ni de palabra.
Esto es lo que revela el estudio de las leyes ocultas del pensamiento. El iniciado
conocedor de estas leyes se dedica a callarse, se concentra a fin de imprimir a sus
ideas una tensin ms alta.
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LA LUZ
Despus de conocer su primer deber de masn, el nefito es conducido al altar don-
de termina por ligarse con un compromiso solemne. A travs de un juramento u
obligacin, que contrae ante todos y fundamentalmente consigo mismo. Promete
por su honor guardar inviolablemente todos los secretos de la Francmasonera y no
revelar ninguno de sus misterios, a no ser que sea a un masn regular y bueno. Pro-
mete dedicarse con toda su inteligencia a buscar la verdad y consagrar todas sus
fuerzas al triunfo de la justicia. Promete amar a sus hermanos y socorrerlos segn
sus facultades. Promete en fin, someterse a todas las leyes que rigen la francmaso-
nera. Consiente, que si se hiciere perjuro, en sufrir las penas que hubiera merecido.
A ser considerado un ser vil, sin honor ni dignidad. El nefito deber tener siempre
presente en su espritu las obligaciones contradas por su propia y espontnea vo-
luntad; estar listo para renovar su compromiso en cualquier ocasin y a sentirse con
fuerzas para cumplirlo.
Las espadas son el smbolo de todas las fuerzas desconocidas que en la vida cons-
tantemente favorecen y ayudan a quien permanece firmemente fiel a sus ideales y
obligaciones, a pesar de la situacin difcil y de las condiciones en apariencia con-
trarias en que se encuentre. Mientras por el contrario, se convierten en otros tantos
flagelos, remordimientos y castigo para quien cede y se asusta, renunciando y fal-
tando al cumplimiento de ellas.
La vida se hace siempre ms dura, difcil e insatisfactoria para los que renuncian a
sus ideales y a sus ms elevadas aspiraciones. Para los que ceden a la contrariedad
aparente de los hombres y de las cosas y se dejan desalentar por su frialdad y falta
de cooperacin. Nunca y por ninguna razn debe uno renunciar a la expresin de su
propio Ser ms elevado y del Divino deseo que constituye el anhelo de su corazn.
Son estos para quien juramenta, adems de un privilegio, una obligacin y un deber
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cuyo perfecto cumplimiento le asegura la investidura de su Primognito. Si bien
debe uno saber esperar con firmeza y confianza, sin que su entusiasmo se entibie o
se enfre, permaneciendo siempre fiel en lo intimo de su corazn a lo que l repre-
senta, el reflejo del propio verbo divino y su ms elevada visin de la realidad. Con
esta firme actitud de su Consciencia, delante de las pruebas contrarias de la vida, se
hace la luz gradualmente en su mundo interior.
Las sagradas escrituras en sus diferentes pasajes consideran la luz en toda su gran-
deza. As, en los Salmos se lee: Por tu luz veremos la luz. Lo mismo en el evan-
gelio de San Juan, que es descrito como la vida y sta como la luz de los hombres.
Juan vino justamente como testigo, para rendir homenaje a la luz: no era la luz
misma, sino testigo de la luz, y El Verbo era la verdadera luz que ilumina a todo
hombre. En el Evangelio de San Mateo se dice:La lmpara del cuerpo es el Ojo;
cuando el ojo est sano, todo el cuerpo estar en la luz, cuando est enfermo, todo
el cuerpo estar en tinieblas, Pero si hay tinieblas en la luz que hay en ti (luz espiri-
tual del alma), entonces habr ceguera completa, mucho mayor que la ceguera del
ojo.
En la epstola de los hebreos, el Hijo de Dios es descrito como alguien que res-
plandece de la Gloria del Padre. En la epstola a los Efesios se lee: Antao erais
tinieblas, pero ahora sois luz en el Seor; obrad como hijos de la luz, pues, es el
fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad Puesto que toda ilumina-
cin del conocimiento es interna y procede de la luz fontanal, toda lumen viene de
arriba y , por tanto, mencionaremos seis modificaciones de la luz, que son:La luz
de la Sagrada Escritura; La luz de la percepcin sensible; La luz del Arte mec-
nica; La luz de la filosofa racional; La luz de la filosofa natural y la luz de
la filosofa moral. Estas seis modificaciones de la luz tienen como agregado una
sptima: la llamada Iluminacin de Gloria.
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LA CONSAGRACION
Toda Iniciacin culmina con una Consagracin, tcita o expresa, a ese estado supe-
rior de Ser en que nos hemos iniciado. La dedicacin facilita grandemente el pro-
greso y el que lo hace, debe tratar de que sea todo lo amplio posible. Es la puerta
indispensable a grandes realizaciones.
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que se exige en este curso que se lo denomina el filo de la navaja. Esto impone
que bajamos por la vida sintiendo una de las puntas del comps que simboliza el Ser
Supremo en nosotros -apoyada sobre nuestro corazn y llevando la mano derecha
sobre la Escuadra- smbolo de la rectitud de nuestro ser inferior. Debemos por lo
tanto iniciar este acto en el fondo de nuestro corazn movidos de Fe, Esperanza y
Amor; de la fe que posee una Visin de la realidad, lo invisible; de la esperanza que
envuelve el deseo o la voluntad; y del amor que rene la Esperanza y la Fe.
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EL MANDIL
Antes de terminar la ceremonia de iniciacin se nos cie este delantal o mandil, con
lo cual se nos indica claramente -desde el principio- que estamos obligados a traba-
jar, vale decir, a servir en algo. Por ello, el nefito al comenzar sus lecciones en el
primer periodo su progreso, debe imprimir en su memoria que el mandil es el pri-
mer presente que recibe; el primer smbolo que se le explica, y la primera evidencia
tangible que posee de su admisin en la Masonera. Cualquiera que sea su adelanto
futuro en el Arte Real y cualquier conocimiento que profundice en su devocin a
la institucin mstica, siempre ser conducido con el mandil de piel de cordero-su
primera investidura- de la que nunca se apartar.
El aprendiz no podr presentarse en Logia sin decorarse con el mandil. Tambin los
grandes hombres tuvieron el honor de usar el modesto mandil de piel de cordero. El
pensador ve en esto, el cuerpo fsico, la envoltura material, con la que el Espritu
debe revestirse para tomar parte en la Obra de la Construccin del Templo Univer-
sal. El mandil representa la tnica de piel o cuerpo fsico y sin el cual no podemos
entrar a trabajar en el Taller de la vida para construir nuestro templo. El sacrnoslo
o ponrnoslo de nuevo indica el despojarnos del cuerpo fsico y volverlo a tomar
peridicamente, adquiriendo nuevamente el cuerpo de Aprendiz, Compaero o Ma-
estro en que hemos estado trabajando, para as continuar la obra. A este respecto se
puede recordar las tnicas de pieles de que se habla en el Gnesis, Adn y Eva las
recibieron como vestido, cuando fueron forzados a renunciar al Paraso (el goce, la
inaccin, el reposo), si los textos antiguos mostraban el trabajo como un castigo, a
la Masonera le toca glorificarlo. El esclavo puede maldecir su trabajo forzado, pero
al hombre libre le repugna la molicie, la ociosidad, experimenta la necesidad de
desplegar su actividad y encuentra el sumun de la dicha, en una accin constante,
fecunda y til al mayor nmero.
El verdadero mandil debe ser de piel de cordero, ya que este animal ha sido siempre
considerado como el smbolo de la inocencia. Alusivo a este es lo que nos ensea
en el ritual del grado de Aprendiz, que por la piel del cordero, se recuerda al masn
de la pureza de vida y rectitud de conducta que son tan esencialmente necesarias
para poder ser admitido en la Logia Celestial Superior, donde el Supremo Arqui-
tecto del Universo preside por una eternidad.
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El mandil tiene la forma de un sobre, la solapa o faldeta es triangular, simbolizando
como el Comps, nuestro Espritu que es Trino. La parte inferior es rectangular y
simboliza como la Escuadra lo material. O sea nuestra naturaleza inferior. Usando
el mandil se adhiere al cuerpo, se sostiene por medio de una cuerda, que forma de
esta manera el crculo y representa el Espritu de Dios (o el hombre). El triangulo
representa nuestros cuerpos inmortales y descansa sobre el cuadrado, el cual repre-
senta nuestros cuerpos mortales (la tierra, la materia, la esencia). Por lo mismo, te-
nemos aqu la representacin del Hombre en Alma, Espritu y Cuerpo.
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LOS GUANTES
La investidura de los guantes tiene intima relacin con la del Mandil, con la que
intervienen conjuntamente en varias ceremonias masnicas. En la iniciacin de
profanos, es costumbre entregar al recipiendario adems del Mandil de cuero de
cordero blanco, dos pares de guantes blancos, uno de los cuales ser para el uso del
recipiendario y que le recuerde la mansedumbre y la pureza a que est obligado. El
otro par est destinado para que el iniciado, pueda a su vez entregarlo a su esposa
o prometida simbolizando que el Masn debe querer y considerar al bello sexo co-
mo digna y necesaria compaera del Hombre; en ste caso hace acreedora no la
mujer que ms ame, sino la que ms ste considerada digna de ser amada.
Los guantes, son muy importantes en la Ciencia simblica, pues en todos los anti-
guos escritos, se encuentran abundantes alusiones a las manos puras o limpias. Las
manos son los smbolos de las acciones humanas. Las manos puras significan, ac-
ciones puras. Las sucias, actos injustos El lavatorio de manos, es signo externo de
la purificacin interna. Por eso dice el salmista: Lavar mis manos en inocencia y
dar vueltas a tu altar, Oh Jehov!.
No cabe duda, que el lavatorio de manos, como smbolo de pureza, era un rito ca-
racterstico de los antiguos. Nadie osaba orar en el templo de Ceres, hasta que se
lave en agua corriente las manos, manchadas en reciente lucha.
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La misma practica prevaleci entre los Judos, recordemos la conocidsima accin
de Pilatos, quien cuando le pidieron los Judos que crucificase a Jess, se presento
al pueblo y se lavo las manos con agua, diciendo: Soy inocente de sangre de ste
justo, vosotros veris. En la Edad Media, los Obispos y Sacerdotes, utilizaban
guantes, para celebrar todas las funciones y ceremonias religiosas. Estos eran de
lino y de color blanco.
Los guantes y el mandil proceden de una misma fuente simblica. Ahora veamos, si
tienen tambin el mismo origen histrico. La adopcin del Mandil en la Francma-
sonera se debe indudablemente a que los albailes emplean en la Edad Media, esta
prenda necesaria, la que nos demuestra con caracteres evidentes, que nuestra Cien-
cia especulativa, se deriva del Arte Operativo. Los Constructores asociados en
compaas, que viajaban a travs de Europa, Palacios y catedrales, nos han dejado
como descendientes suyos: sus nombres, su lenguaje tcnico y esa prenda de vestir,
como que protega sus vestidos, de las manchas que produca el trabajo. Nos lega-
ron tambin los guantes?
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LA PALABRA
La palabra, es la expresin de una idea y el conjunto de signos con que sta se re-
presenta grficamente. Los romanos haban hecho de la palabra una divinidad a la
que adoraron.
En religin representa al hijo unignito del padre, al que tambin se llama Verbo o
sea la Vida, en el lenguaje mstico; y esto se alegoriza en los antiguos misterios
egipcios, por el Circe o heraldo sagrado, que tena a su cargo el explicar a los nefi-
tos las verdades contenidas en su misteriosas jeroglficos y doctrinas, cuyo cargo
est representado en nuestros templos modernos por el H Orad:.
La palabra es uno de los medios adoptados desde el tiempo inmemorial, para reco-
nocer los inicios entre s. Sirve tambin para acreditar los grados que se poseen o en
los que se pretenda darse a reconocer. Estas palabras van casi siempre acompaadas
de signos especiales y diversos para cada uno de los grados. Constituyendo un con-
junto tal, que slo es penetrable e inteligente para el verdadero inicio. Es tal su or-
ganismo, que por mucho que el profano las vea consignadas y escritas nunca podr
vanagloriarse de poseer este conjunto tan heterogneo y complicado para l, como
sencillo y expresivo para todo Masn instruido. Estas palabras, reciben varias de-
nominaciones aunque todas tiendan al mismo fin, cual es: el conocimiento.
La Palabra Sagrada es peculiar a cada grado, por lo que es necesario dar junto con
el toque, para poder tomar parte en los trabajos del mismo. Esta palabra es indis-
pensable; los Masones deben de poner un cuidado muy especial, para tenerla siem-
pre bien presente.
El primer versculo del Evangelio de San Juan, sobre el cual se ponen los instru-
mentos emblemticos de la Masonera al abrirse los trabajos, nos da la clave del
significado de la Palabra, en general para el Masn.
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La afirmacin: en el Principio era el Verbo (o sea la Palabra), es eminentemente
inicitica, Es decir, tal que no puede entenderse sin ingresar en el sentido interior de
las cosas. Es la comprensin de la Verdad, que todo se manifiesta desde un Princi-
pio Interior o espiritual llamado Verbo o Palabra. Es la afirmacin creadora de su
realidad, que lo manifiesta y lo hace existir desde el estado de realidad inmanente,
latente o potencial.
El primer grado del Aprendiz, tiene el privilegio de desarrollar el poder del verbo
sabia y conscientemente en el Iniciado. La palabra significa Fuerza y muchas ve-
ces se usa con significado de Alegra. El supuesto nombre, corresponde al hijo de
Salomn, de la descendencia de Padres, hijo de Jud y de Thamar y uno de los as-
cendientes de David y de nuestro Seor Jesucristo.
As como el toque muestra que el Masn debe esforzarse por penetrar en el esencia
profunda de la cosas, en vez de quedarse en la superficie, la Palabra Sagrada mues-
tra su acto de Fe y la actividad interior de su Conciencia.
Es nuestro Ideal y nuestro concepto de los que hay de ms justo, bueno, hermoso.
Grande, noble y verdadero; conformando nuestras palabras a este Verbo, pronun-
ciamos la Palabra Sagrada y decretamos su establecimiento. Pues, como se dijo
Decretas una cosa, y sta ser establecida en ti, y sobre tus caminos resplandecer
la Luz.
La palabra Sagrada, dada por el VM, que se sienta al Oriente, simboliza la Pa-
labra dada individualmente a cada uno de nosotros, por Espritu de verdad por el
intimo YO SOY que igualmente se sienta y mora al Oriente u origen de nuestro
Ser. A semejanza de la palabra del aprendiz, que se formula al odo, letra por le-
tra, as debe darse la instruccin masnica: se le da a cada cual un primer rudimen-
to; la primera letra de la verdad, para que meditando y estudiando sobre ella, llegue
con su propio esfuerzo a conocer y formular la segunda, que lo har digno de reci-
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bir til y provechosamente la tercera. De esta manera ha sido y fue comunicada la
doctrina Inicitica en todos los tiempos, siendo el mismo smbolo la primera letra de
la mstica Palabra Sagrada de la Verdad.
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LA INSTRUCCIN SIMBOLICA
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En analoga al comunicado de la Palabra directamente; al odo en secreto en-
tendimiento y letra por letra. Es decir, partiendo de los primeros elementos y con
la activa cooperacin del nefito, cuyo progreso no depende de lo que reciba, si no
de los que encuentre por s mismo, con sus esfuerzos, por el uso que hace de la pri-
mera instruccin recibida como medio e instrumento para descubrir la verdad.
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LA MARCHA DEL APRENDIZ
Los pasos del profano son inciertos, ya que no sabe a dnde va y para qu lo hace,
lo que representa el estado de ignorancia del hombre anterior a la civilizacin.
La marcha en el primer grado, consiste andar tres pasos hacia delante, en la forma
que nos es conocida, partiendo de entre columnas, en lnea recta hacia el Altar o
Ara, lo que simboliza que los Francmasones van de las Tinieblas del Occidente,
hacia la luz del Oriente, en busca de la Sabidura. La marcha se ejecuta estando al
Orden, dando tres pasos iguales, partiendo con el pie izquierdo, que a este miembro
lo conceptuamos como la parte ms dbil de nuestra extremidades inferiores, razn
por la cual, necesariamente lo debemos primero afianzar, antes que asegurar el pie
derecho, para evitar con esto un paso en falso y resbalar al abismo; seguidamente se
junta el taln del pie derecho, de modo que los pies formen escuadra, e igualmente
en los dos siguientes pasos.
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La marcha en ste grado indica su espritu: el aprendiz cuyo estado de desnudez
representa al hombre anterior a la civilizacin, tena una marcha insegura, incierta
y que avanzada en lnea recta al adelantar el pie izquierdo al que una el pie dere-
cho en escuadra, para dar a entender que no tiene otro objeto, que el de llegar direc-
tamente y sin rodeos a las luces de la civilizacin.
El aprendiz en los tres pasos iguales de la misma longitud que ejecuta en el R:.
E Ay A recuerda los tres viajes de su iniciacin, los que constituyen el smbo-
lo del triple periodo que marcar las tres etapas de su estudio y su progreso. Estas se
refieren a las tres artes fundamentales que son: La gramtica, la Lgica y la Retri-
ca, a cuyo estudio debe aplicarse. Existe otra interpretacin esotrica, que consiste
que el primer paso simboliza el misterio natural; el segundo el misterio espiritual, y
el tercero el misterio de la muerte. As mismo la marcha del aprendiz simboliza la
regla de 24 pulgadas, que es una herramienta que significa la exactitud y divisin
del tiempo, en ocho horas para el trabajo productivo, ocho horas para el descanso y
ocho horas para realizar un acto de bien, instruir y meditar. Tambin la marcha sim-
boliza los lados del triangulo equiltero que al desdoblarse en lnea recta, contiene
en sus tres segmentos los principios Fundamentales sobre los que descansa la
Francmasonera, cuales son: Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Tantos nuestros paso fsicos, como nuestros pensamientos, parecen tomar cierta
direccin, marchando precisamente en forma espontnea y automtica en aquella
exacta direccin en la cual se fija nuestra mirada, o bien nuestra Visn Interior. Una
percepcin o Visin oscura e indefinida dificulta nuestra marcha y hace que nuestro
pasos sean y vacilantes por los que tropezamos continuamente con obstculos que
se presentan en el camino. La marcha del Aprendiz es fcil, rpida, directa y segura
cuando aprende a encontrar en ese objeto las mejores energas de nuestro pensa-
miento hacia una meta determinada.
Cada vez que nos preguntemos: De dnde venimos y hacia dnde vamos? Estamos
abarcando todo el pasado y todo el futuro en un slo panorama. El presente no es
sino uno de los tantos tramos en este puente que une el Pasado con el Futuro. Otras
veces preguntamos: con que propsito hemos sido creados? y la respuesta ser:
para servir al propsito y la voluntad al bien. Para servir a la Perfeccin.
El anlisis de cada uno de los pasos nos dice: En el primer paso o primera etapa, se
busca la belleza la Armona a travs de la forma y la luz, para ver el cambio hacia
la misma. Es el primer paso gradual hacia la Realidad de la Perfeccin. Existe en
una Escritura antigua la Plegaria del Caminante y al comenzar el verso expresa el
primer paso, diciendo: Guame de la Oscuridad a la Luz.
En la gran Logia del Mundo, existe grabada una invocacin maravillosa, que se
conoce como la Gran Invocacin y en sus tres primeras lneas se expresa:
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La Plegaria del Caminante en su Tercer verso dice: Guame de la muerte a
la Inmortalidad.
No est bien que entremos en logia caminando como caminamos en la calle trope-
zando con las piedras e imperfecciones del piso. Los pasos del Francmasn han de
ser firmes, iguales, rectos y bien calculados: firmes para que un resbaln en el cami-
no del inicio no nos haga rodar al fondo del desprecio del pblico: iguales para no
quedar rezagados en la conquista del terreno, donde hemos de plantar la enseanza
de los progresos legtimos; rectos para no desviarnos de la ruta que hemos tomando
hacia el ideal; y bien calculados a fin de no llegar tarde all donde haga falta el est-
mulo, la esperanza y la obra buena.
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LA BATERA
La batera del primer grado tiene significado moral e indica que el aprendiz ha de
dominar los tres planos a l fronteros, sea el cuerpo fsico con los impulsos prove-
nientes del pasado; el Astral con sus violentos deseos y emociones; y el mental con
sus fisgoneos y veleidades. Todo hombre en el transcurso de su evolucin, ha de
manejar doblemente cada uno de estos tres cuerpos. Primero ha de dominarlos, regir
sus impulsos y someterlos a la obediencia del Ego; y en segundo lugar, ha de conver-
tirlos en positivo, idneo y til instrumento para su servicio.
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aunque an ha de desarrollarlo; y por otra parte se supone tambin que est haciendo
lo posible para dominar su cuerpo Astral. Esta es la labor del primer grado en cuanto
al propio desenvolvimiento, por ms que el masn ha de procurar siempre perfeccio-
narse en todos los aspectos.
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LOS TRES AOS DEL APRENDIZ
Los tres aos del Aprendiz, los tres pasos de su marcha, en recuerdo de los tres viajes
de la iniciacin, representan un smbolo en los estudios masnico.
Decir que el aprendiz masn tiene tres aos, significa informarse de la edad masnica
del hermano, es preguntarle por su grado. El Aprendiz masnico del hermano, es
preguntarle por su grado. El aprendiz masn tiene esa edad masnica, por haber sido
iniciado en los Misterios de los tres primeros nmeros, que son las consecuencias
lgicas que se deducen de las propiedades intrnsecas de esos nmeros. La razn se
basa sobre estas nociones abstractas cuando se aplica a resolver el problema de la
existencia de las cosas.
Esos tres periodos tambin tienen otros significados profundos que pueden ser rela-
cionados as: A las Artes fundamentales como la Gramtica, La Lgica y la Retri-
ca; a las tres cualidades indispensables del masn: Sabidura, Inteligencia y Voluntad;
a los tres primeros Nmeros: 1, 2 y 3. Estas cualidades son inseparables y deben
existir bien equilibradas en el masn para que sea un hombre perfectible, un iniciado
real y no simplemente un individuo que pas por la iniciacin en una forma formal y
no aprovech nada de ese formidable medio de regeneracin.
En consecuencia los tres aos de aprendiz son la expresin del Territorio que puede
ser encarado en mltiples formas. Veamos algunas de ellas que sean ms interesantes
para el estudio que estamos haciendo: Los tres pilares columnas de las Logias
masnicas, las luces del taller: Sabidura, Fuerza y Belleza, representadas por el
Venerable Maestro y los Vigilantes, colocados en Oriente, Occidente y Sur, siguiendo
la orientacin de las tres puertas del Gran Templo de Salomn en Jerusaln, signifi-
ca el Delta Sagrado Tringulo equiltero o compuesto de tres lneas y tres ngulos,
formando un todo completo e indivisible; es el smbolo de la Divinidad que los
cristianos adoran con el nombre de Santsima Trinidad. Los hindes con los nombres
de Brahama, Vishn y Shiva. Simboliza Tambin tres virtudes Teologales: Fe, Espe-
ranza y Caridad.
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entre la Tesis y la Anttesis, entre la afirmacin y la negacin. Superando el conflic-
to encuentra la armona que hace del Todo una cosa nica. Los tres aos del aprendiz
recuerdan los tres aos de preparacin y estudios que Zoroastro impona a sus disc-
pulos iniciados. Durante ese periodo se reuna con ellos en sesiones que comenza-
ban al Medioda y terminaban a Medianoche con un ligero refrigerio.
Cuando el aprendiz afirma que no sabe leer ni escribir, dice apenas una expresin
simblica que significa que no sabe leer ni escribir: El lenguaje de la Verdad, pero
est estudiando y ejercitndose en ello, deletreando letra por letra las verdades fun-
damentales sobre las que se basan los conocimientos masnicos.
En los tres aos de aprendizaje simblico el aprendiz deba conocer las tres lenguas
sagradas: Snscrito, Hebreo y egipcio; las tres religiones: Brahmanismo, Budismo y
Cristianismo; las tres Ciencias Ocultas: Cbala, Magia y Hermetismo.
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Simblicos o reales, los tres aos de aprendiz estn destinados a educar y formar a los
masones. Durante ese tiempo ste ir familiarizndose con los smbolos y la termino-
loga masnica, se ejercitar en el trabajo y aprender a la par las obligaciones y los
deberes, tambin conocer la simbologa de los nmeros.
Tambin tiene evidente referencia los tres aos del aprendiz con el conocimiento del
Universo; agregando que en el plano superior, el nmero no es nmero alguno, sino
Cero- Un Crculo. En el plano de abajo se convierte en Uno, que es un nmero impar.
El nmero (1) uno significa para los inicios de Alejandro un cuerpo derecho, un
hombre vivo de pie, siendo el nico animal que tiene tal privilegio. Y aadiendo al
1 una cabeza fue transformado en una P smbolo de paternidad, de potencia
creadora; mientras que la R significa un hombre en movimiento uno que camina.
De aqu el PATER ZEUS no tuviese nada de sexual, ni de flico, ni en su sonido, ni
en la forma de sus letras, as como tampoco (PATER DEUS) segn Ragn.
Los nmeros impares son decididos, los nmeros pares son terrestres, diablicos y
desgraciados. Los Pitagricos detestaban el binario. Para ellos era el origen de la
diferenciacin, y por lo tanto, de los contrastes, de la discordia o materia, principio
del mal. En todo caso para los primitivos Pitagricos, la duada, era ese estado imper-
fecto en que cay el primer ser manifestado, cuando se separ de la Monada. Era el
punto desde donde los dos caminos, el bien y el mal, se bifurcaban. Todo lo que tena
dos caras era falso, lo llamaban Binario.
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CIELO Y TIERRA
Los pares de opuestos tambin se manifiestan entre el Cielo y la Tierra. Estn em-
blemticamente representados por el Comps y la Escuadra, que entrelazados de la
misma manera el uno con el otro, constituyen los aspectos respectivamente superior e
inferior de una misma cosa. Estas herramientas o instrumentos no representan ms
que el Oriente y el Occidente, con los cuales ya nos hemos familiarizado interpretan-
do el valor esotrico de la ceremonia de Iniciacin.
El Cielo es el aspecto infinito que rodea a la Tierra y en el que se mueven todos los
cuerpos celestes. Presenta en las noches claras, el aspecto de una bveda algo aplana-
da en el Cenit del Observador. El Cielo tambin recibe los nombres de Jerusaln,
Celeste, Empreo, Reino del GADU
El techo de las Logias simblicas debe representar ste espacio difano que rodea a la
Tierra y al que se da el nombre de Cielo bveda celeste o estrellada.
El Cielo se presenta a nuestra conciencia por medio del uso del Comps. Significa el
mundo de la Realidad Trascendente; expresa la facultad comprensiva y comparativa
de la mente que conduce al estudio de las analogas, a la induccin y generalizacin
de las ideas, con las cuales se llega progresivamente desde lo relativo a lo absoluto.
Sin embargo, el camino de la Libertad se encuentra aqu mismo, por medio del uso de
estas leyes en su aspecto progresista y constructivo segn nuestras aspiraciones verti-
cales, indicadas por la plomada.
Es indispensable citar el axioma hermtico que ya se indic cuando nos ocupamos del
cuarto de reflexiones Visita interiore terrae: rectificando invenies occultun lapidem.
Debemos de ingresar dentro de la realidad del propio mundo objetivo, y no contentar-
nos con su estudio o examen exterior, entonces nuestra inteligencia (como lo muestra
la cuidadosa rectitud de los tres pasos de la marcha del Aprendiz) llegaremos al uso
del Comps junto con la Escuadra, o sea al conocimiento de la Verdad que nos libra
de la ilusin.
El Cielo significa lo subjetivo, lo espiritual inmaterial y por eso est simbolizado por
el Comps, mientras que la Tierra significa lo objetivo, lo material, por lo que est
simbolizado por la Escuadra.
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EL SOL
Este astro es a la vez Espritu y Materia, es un perenne manantial de vida, que como
la luz, emana de l sin cesar.
Como dador de vida que es, conserva y sustenta todas las criaturas. Es el corazn de
todo el sistema Solar. Es as mismo, fuente de calor y electricidad. Pero el Sol que
nosotros vemos, estrella central de nuestro sistema, es slo una reflexin, sombra o
cscara del verdadero Sol central espiritual. Para su propio sistema, el Sol es el Alma,
por ser la reflexin y el vehculo del verdadero Sol, que es espritu, invisible en este
plano. En todas las religiones populares exotricas, el sol ha tenido un dual, que fue
antropomorfizado por los profanos; el sol era Osiris, el luminar, el dador de la vida y
de la muerte; asimismo, pilar monoltico, pirmide, torre o templo, originariamente
erigido para glorificar el primer principio o aspecto, andando el tiempo lo vemos
convertirse en templo de un dolo, o lo que es an peor, en flico emblema en su
forma ms grosera.
Esta representacin del Sol como un smbolo de autoridad mientras explica la refe-
rencia del Maestro, nos habilita para ampliar el significado de los tres orgenes de
autoridad en la Logia; y responde a las posiciones respectivas de los Oficiales, some-
tidos a su autoridad. Por lo tanto, el Maestro en el Este es el smbolo del Sol nacien-
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te; el Segundo Vigilante en el Sur del Sol meridiano; y el Primer Vigilante en el
Oeste del Sol poniente.
Por eso en los misterios de la India los principales oficiales se colocan al Este, al
Oeste y al Sur respectivamente para representar al Brahma el Sol naciente, a Visn el
Sol poniente y Shiva el Sol meridiano. En los ritos Drudicos, el maestro sentado en
el Este era asistido por otros dos oficiales. El que se colocaba al Oeste como represen-
tante de la Luna, y el otro que se colocaba al Sur como representante del Sol meridia-
no. Esta triple divisin del gobierno en una Logia entre ofciales representantes del
Sol en sus tres manifestaciones: de Este y Oeste, nos recordar ideas similares en el
simbolismo de la antigedad.
En los misterios rficos, se ensea que el sol surga de un huevo arrojado con fuerza
para que se triplicara por su propia energa. El poder Supremo parece haber estado
siempre unido en las creencias antiguas a una divisin de tres partes. Si como el signo
de autoridad se indicaba por medio del rayo tridente de Jove por el tridente de Nep-
tuno y por los cancerberos de Plutn. El gobierno del Universo diosa gobernaba la
tierra en la figura de Diana, los cielos en la Luna y las regiones infernales en la
Hcate, de aqu sus ritos se practicaran nicamente en un lugar donde se reunan tres
caminos.
A los lados del Delta, que representa la verdadera luz (luz de la Realidad trascenden-
te), aparecen el Sol y la Luna, los dos luminares visibles que iluminan nuestra tierra y
que simblicamente representan la luz intelectual y la material.
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LA LUNA
El oriente del templo masnico del Rito Escocs Antiguo y Aceptado, las lumina-
rias como el Sol, la Luna y las siete estrellas se encuentra en la parte alta al costado
del venerable Maestro. El Sol, se ubica a la izquierda del V:. M:., lugar por donde
sale y tambin a ese mismo costado se encuentran las siete estrellas.
La luna es gua del lado oculto de la Naturaleza terrestre, mientras que el sol es el
regulador y factor de la vida manifestada. Nuestra Madre Luna es ahora el frio resi-
duo, la sombra arrastrada tras el nuevo cuerpo: la Tierra. A sta ha trasladado por
transfusin sus poderes y principios de la vida. Se halla condenada a perseguir a la
Tierra durante largas edades, a ser atrada por ella y a traer a su vez a su hija.
La luna irradia influencia maligna invisible y emponzoada que emana del lado
oculto de su naturaleza pues es un cuerpo muerto y que, sin embargo vive su
mxima influencia sobreviviente en el plenilunio. Sus efectos son psquico fsicos,
haciendo con sus emanaciones perder al hombre no poca energa vital cuando est
expuesto a sus rayos durante el sueo. Las hierbas ponzoosas son ms malficas
cuando se arrancan en noches de Luna.
Cuando llegue a su sptima Ronda se acabar por disgregar como sucede ya con
los satlites de los otros planetas. Su influencia oculta se manifiesta en periodos
septenarios cada uno representado un cuarto de los 28 das del mes lunar. Es repre-
sentada en creciente en forma de copa que simboliza todo cuanto es receptivo en la
naturaleza humana, pues gobierna las emociones, instintos imaginacin, sensibili-
dad, lo femenino en la vida. Confiere intuicin, pasividad, amor maternal y a los
viajes. Esta profundamente relacionada con el crecimiento de los cuerpos. En un
horscopo representa el fsico, la personalidad y la madre. De acuerdo al signo y
casa que se encuentre significa la cualidad, conciencia o estado que el nativo tendr
ms probabilidades de desarrollar. Mal configurada produce versatilidad, frivolidad,
pereza, inconstancia y capricho. Afecta a lo relacionado con el comercio, agua o
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mar a los rganos internos de la mujer, la asimilacin y el gran simptico. Es de
naturaleza acutica, femenina negativa y rige el signo de cncer.
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LAS DOS COLUMNAS
En el templo masnico a tres pasos de la puerta, que se encuentra al Occidente,
estn situadas las dos columnas B y J, emblema de los principios y de los pares
de opuestos que dominan el mundo visible.
Las columnas Masnicas, son a semejanza de las puestas por Hrcules al Occiden-
te del Mediterrneo, e igualmente de aquellas que se colocaron en el Atrio del Tem-
plo del Rey Salomn o sea junto al prtico de ingreso a ese lugar, con cuya edifica-
cin se suele enlazar simblicamente a nuestra Institucin.
El templo masnico sobre capiteles se coloca unas redecillas con granadas entre
abiertas y lirios y donde tambin terminan los extremos de la cuerda con nudos que
circunda el interior del templo. Constituyen en el punto el punto de partida de todo
cuanto se realiza en el. la primera vez que paseamos entre columnas lo hacemos a
ciegas y sin darnos cuenta de ellos, ya sea al iniciar una nueva vida en el oeste o al
nacer a ella, luego hacemos con los ojos abiertos conscientes de ello aunque no
siempre de su significado. Lo repetimos despus de siempre que entramos al templo
o cuando nos podemos al orden del venerable o ser supremo en nosotros para reali-
zar algn trabajo.
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LA CUERDA CON NUDOS
La cuerda que rodea la logia, partiendo de una de las columnas de la entrada para
terminar en la otra, correspondera exactamente al cordn que circunscriba el recin-
to reservado a las Asambleas ya sea polticas y judiciales de los Germanos. Estas
Asambleas se celebraban al aire libre en un lugar consagrado muy a menudo en una
eminencia natural o artificial. El lugar escogido estaba circunscripto por lanzas o
estacas enterradas en la tierra y amarradas por una cuerda slidamente anudada a
estos soportes.
En ese recinto sagrado, aquel que hubiere querido pasar bajo la cuerda para entrar
o salir, se habra hecho culpable de un sacrilegio y habra sido seguramente sacrifi-
cado a las Divinidades de la Horda o del Clan.
Para participar en la Asamblea, era necesario pasar por entre las dos estacas donde
estaban atadas las extremidades de la cuerda. Aqu se colocaba un Heraldo, que
tena por misin oponerse a la entrada de las personas no calificadas. Solo los hom-
bres nacidos libres eran admitidos; deban obligatoriamente estar revestidos de sus
armas, colgadas en la cintura en forma de delantal; pues entre los pueblos aficiona-
dos a combatir desnudos, el equipo de guerra poda en rigor, servir de vestimenta
Desde el punto de vista tradicional todo edificio cual por otra parte actualmente se
especifica expresamente que la Logia, es una rplica o imagen del Cosmos y sin
duda es este el ltimo recuerdo que de aquello ha subsistido hasta hoy en el mundo
occidental. Siendo as, el emplazamiento de un edificio deba ser determinado y
encuadrado por algo que correspondiese de algn modo a lo que podra llamarse el
marco mismo del cosmos; pudiendo decir ya, que el trazado materializado por el
cordel representa propiamente hablando su proyeccin terrestre.
Lo que hace particularmente neto sentido del smbolo es esto, mientras que el cordel
en cuanto instrumento es naturalmente una simple lnea. La Cadena de Unin, al
contrario, tiene nudos de trecho en trecho. Esos nudos son o deben ser normalmente
a los signos del zodiaco. Estos nudos se llaman lazos de amor.
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En efecto el zodiaco es el interior del cual se mueven los planetas. Constituye ver-
daderamente la envoltura del cosmos. Es decir, ese marco tiene carcter no ya te-
rrestre si no celeste.
Muchos tambin pensamos que esos doce nudos implican, al menos idealmente, la
existencia de igual nmero de columnas. Es decir, adems de las dos columnas de
occidente a las que corresponden las extremidades de la Cuerda con Nudos. Es de
notar que tal disposicin, aunque en forma circular, se encuentra en ciertos monu-
mentos megalticos cuya relacin con el Zodiaco es no menos evidente.
Ahora bien, hay aun otra cosa no menos importante entre las funciones de un mar-
co. Quiz la principal es mantener en su sitio los diversos elementos que contiene
o encierra en su interior, de modo tal que forma con ellos, un todo ordenado. Como
se sabe, es la significacin etimolgicamente misma de la palabra Cosmos. Ese
marco debe pues en cierta manera, ligar o unir esos elementos entre s. Lo que
est formalmente expresado por el nombre de cadena de unin. Inclusive de este
resultado es lo que concierne su significacin ms profunda, pues como todos los
smbolos que se presentan en forma de cadena, cuerda o hilo, se refiere en definitiva
al hilo del Espritu, al Ego inmortal, a la divinidad, a la individualidad que se reen-
carna en el hombre una vida tras otra.
Puede decirse que nuestro mundo esta ordenado por el conjunto de las determina-
ciones temporales y espaciales vinculadas con el Zodiaco, por una parte en virtud de
la relacin directa de este con el Ciclo Anual, y por otra por su correspondencia con
las direcciones del espacio.
La cuerda con nudos emblemtica de la cadena lgica. Por medio de ella, nos re-
montamos de la observacin de los efectos visibles a sus causas invisibles, hasta
que llegamos a coordinar en la unidad de nuestro conocimiento o bien en una ley
nica, nuestras diferentes experiencias.
Finalmente esa misma cuerda indica con nudos, el hilo de Oro o Rayo de nuestra
propia Conciencia Individual. La cual atraviesa y une como Principio Permanente
dentro de la Eternidad, las distintas personificaciones o personalidades en las que
aparece y se manifiesta sucesivamente en la contingencia del tiempo, la inmanente
realidad del Ser.
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LAS COLUMNAS
Cada columna tiene nombre y se representa por medio de una letra. Ellas simboli-
zan la doble manifestacin que resulta por combinacin de la lneas con el crculo,
segn el sentido dextrorso y sinestroso, ascendiente o descendiente y la fuerza
centrpeta o centrifuga, que se desarrolla con el movimiento a estas columnas. Se
les denomin con nombres misterios, a la de la derecha con la letra J, que significa
estabilidad; y la de la izquierda con la letra B, que significa Fortaleza. Son tambin
la virtud y la verdad que flanquean el camino de todo progreso real, el deber y el
placer que solo con el se acompaa durablemente en la senda de la libertad. El estu-
dio y prctica que deben armonizarse y sostenerse el uno con el otro, as como los
pies que contribuyen igualmente a dar cada paso. Pero sobre todo en virtud de lo
que significa esperanza, como aquellos que constantemente sostienen nuestro pro-
greso en el camino de la existencia, mientras el Amor es la Fuerza que nos impulsa
constantemente hacia delante.
Siendo el templo la representacin simblica del Universo, es natural que las dos
columnas correspondan a los dos principios de la Actividad de la Inercia; de la
energa y de la materia, de la esencia y de la substancia que han sido representados
por el Azufre y la Sal en cuarto de la reflexin relacionado con los pares de rganos
del hombre, representa los dos principios complementarios de los lados derecho e
izquierdo de nuestro organismo como nuestros ojos, odos, brazos, piernas etc.
Para poder entrar al templo y llevar a cabo la iniciacin, tenemos que pasar inevita-
blemente por entre esas dos columnas poderosas situadas a los lados opuestos de su
portal. Estas columnas tienen importancia fundamental en el Templo.
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LAS ESPADAS
En el seno de la orden las espadas representan FUERZA y decimos fuerza, porque
ellas son empuadas por manos firmes, enrgicas cuando van en defensa de la justi-
cia. Cuando deben de proteger al dbil, o bien cuando nos vemos obligados a usar
de ellas en defensa de los idales de nuestra institucin.
Hoy encontramos la humanidad toda, tendiente a desaparecer por las armas moder-
nas que el hombre ha creado. Ya no necesita de espadas ni de tabucos, ni de plvo-
ra. Ha descubierto armas ms mortferas que arrasan no solo a combatientes en un
campo sino a cualquier ser del reino al cual pertenezca. Tenemos el ejemplo de la
bomba atmica que destruy Nagasaki e Hiroshima. Los misiles que se han em-
pleado en la guerra del Golfo Prsico, etc. Y si meditamos la destruccin que oca-
sion y las que podran causar las nuevas armas de destruccin, como es la de usar
la energa termo nuclear, vemos que si no podemos atajo a esta sed blica en que ha
vivido el hombre desde su creacin, estamos en peligro de destruir el Universo ente-
ro.
La espada, que tanto dao causo en las pocas pasadas la encontramos hoy como
smbolo de justicia, de fuerza, de jerarqua etc., en el mundo profano. Tambin bri-
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lla en nuestros Templo, para indicarnos que en nuestros actos debemos poner tam-
bin un sello de justicia, de igualdad, de fraternidad. Que no debemos temer cuan-
do vayamos en defensa del dbil, o cuando debamos imponer la razn sobre la in-
justicia, la democracia sobre la dictadura, cuando debamos salir en defensa de nues-
tra Augusta Orden, o de cada uno de sus miembros.
Este smbolo grandioso que la orden tan sabiamente ha colocado en nuestros tem-
plos, refleja la Luz de la justicia, de la fuerza de la fraternidad. Por ello, seamos
fraternos, seamos justos, seamos fuertes; y as engrandeceremos nuestra Augusta
Orden.
San Pelayo llama a la espada, la divina ms Honorable del Seor. ste, al ceir la
espada pronunciaba estas o semejantes frases: En nombre de Dios, de San Miguel
y San Jorge, te hago Caballero. Respecto a la espada, dice lo siguiente: Ceidle la
espada que es signo de seguridad contra el demonio y los filos de la hoja significan
el derecho y la ley aludiendo a que el pobre ser defendido del rico; y el dbil del
fuerte.
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LOS TRES PUNTOS Y SU SIMBOLOGIA
En todos los escritos masnicos las abreviaturas estn hechas por tres puntos; y por
lo tanto, tienen un significado simblico. La abreviatura tripuntada naci en nuestra
institucin el da 12 de Agosto de 1774, oportunidad en que el gran oriente de Fran-
cia la uso por la primera vez en una circular enviada a todas las logias de la obe-
diencia. Su origen sin embargo, es mucho ms antiguo.
En estos tres puntos tenemos los tres aspectos inherentes o inseparables de toda
construccin humana. El primero no puede existir sin el segundo; y los dos derivan
del tercero, como causa o principio permanente de los que son respectivamente me-
dio y efecto; sean sus expresiones en el tiempo (accin) y en el espacio (resultado
visible) el punto superior (o causativo). Cuando se considere impersonalmente, se
compara vivamente eterno, existiendo independientemente de sus manifestaciones,
transitoria y contingente en y por medio de dicha pareja que le acompaa en toda
particular construccin.
Si trazamos dos lneas entre el punto superior y los dos inferiores obtenemos un
ngulo, que expresa con sus dos lados que emanamos del vrtice, esta misma duali-
dad de los dos principios. Si trazamos otra lnea obtenemos un triangulo, unido a los
dos elementos, representa el tercero que reproduce en s el mundo de lo relativo
expresando un nuevo aspecto de la unidad absoluta. Es as como, mientras el punto
superior correspondiente al oriente -al mundo absoluto de la realidad- los dos pun-
tos inferiores, corresponden al occidente o sea el mundo Relativo, que es el dominio
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de la apariencia. Los tres puntos que vemos al final de las abreviaturas, son el
smbolo de la DISCRECION y del SIGILO.
Simbolizan la discrecin, porque la Masonera nos inculca que seamos rectos para
formar nuestros juicios y tengamos tacto para hablar u obrar. Pensar, hablar y obrar
es un trinomio que directamente nos concierne en cada momento de nuestra diaria
existencia.
Pensar bien, es pensar rectamente, de acuerdo con la Escuadra del juicio orientando
toda nuestra actividad mental hacia lo que en s: sea bueno, bello y verdadero. El
pensamiento recto, es pensamiento positivo constructivo, sensato sobre los funda-
mentos inviolables de la verdad y del Bien. Pensamientos disarmnicos que descan-
san sobre la ilusin, deben echarse de nuestra mente, as como Jess lo hizo simb-
licamente con los profanadores del Templo.
Esa misma escuadra debe apoyarse segn nos indica el signo del Aprendiz, sobre la
garganta para medir todas nuestras palabras, en conformidad con nuestros ideales y
sentimientos ms elevados, rechazando todas aquellas que no se conformen con esa
medida de manera que nunca se hagan ellas portavoces de nuestras tendencias bajas
y negativas de nuestros errores y juicios superficiales de nuestros resentimientos y
pasiones mezquinas o sea el dominio que la ilusin puede tener todava sobre noso-
tros
Los tres puntos tambin simbolizan el SIGILO, que consiste en la inviolable ad-
hesin a la orden en la que hemos entrado, no descubriendo jams indebidamente
ninguno de los secretos que nos han sido o pueden ser comunicados y fiados. Pues-
tos a nuestro cuidado y evitando prudentemente, toda ocasin que pudiera impeler a
descubrirlos.
De los tres puntos, el superior corresponde al vrtice del triangulo equiltero figura-
do. Representa el primer principio de lo absoluto, de lo nico que es el
GADU en el cual existen originalmente todas las cosas. Es la suprema
realidad invisible que produce todos los seres. En l estn resumidos el pasado el
presente y el futuro, los dos puntos inferiores son la imagen de la dualidad pero los
tres forman uno solo.
Uniendo esos tres puntos tendremos el triangulo equiltero smbolo perfecto del
equilibrio y de la verdad que resultan del conocimiento de la vida del verbo y de la
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luz. Esta unin de los tres puntos evidencia los tres elementos primordiales o sea la
sal, el azufre y el mercurio o el padre, la madre y el hijo, que hacen fecunda y cons-
tructiva la actividad de los tres principios.
El aprendiz debe sentirse feliz de poder agregar a su firma los tres puntos que repre-
sentan tambin tres cualidades indispensables al Francmasn: Sabidura, Voluntad e
Inteligencia. Esas cualidades son absolutamente inseparables y deben existir en
equilibrio perfecto en su persona. Si no hubiera armona, esas tres cualidades crear-
an un ser monstruoso. Si fuera solamente voluntad seria un bruto repleto de energ-
as pero sin amor y el conocimiento. Si fuera solamente inteligencia seria un egos-
ta un intil que solamente cuidara de sus intereses despreciando todo lo que no
satisface todo orgullo. Pero si fuera solamente sabidura o amor, sera tambin est-
ril porque sus grandes y generosas aspiraciones no serian puestas en accin por la
voluntad ni controladas por la inteligencia y por la razn.
Los tres puntos tambin recuerdan el francmasn que l est formado de elementos
animales, vegetales y minerales y que para conservar el equilibrio de su naturaleza
no debe olvidar que entre el mineral y el animal hay intermedio indispensable, el
vegetal que debe predominar la alimentacin y en su vida, para que pueda gozar de
salud y equilibrio mental.
Esos tres puntos tambin recuerdan la flaqueza humana, que uno de los discpulos
del Maestro de la Virtud, Pedro. Lo neg hasta por tres veces jurando no conocerlo.
As tendr el francmasn la certeza de que por grande que sea, esta no podr nunca
confiar totalmente en la naturaleza humana que est sujeta a innumerables flaquezas
debiendo por esto fortificar constantemente su voluntad y sus virtudes.
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EL TRIANGULO
El triangulo equiltero parece haber sido adoptado por casi todas las naciones de la
antigedad como un smbolo de la Deidad, como una de sus formas y emanaciones.
De all probablemente, que la influencia de este smbolo pasara al sistema judo,
donde el Dios dentro del circulo se hizo para representar el tetragamaton o nombre
sagrado de Dios. El triangulo equiltero visto a la luz de las doctrinas de aquellos
que lo hicieron circular como un smbolo divino, representa la primera gran causa,
el creador y recipiente de todas las cosas, como nico e indivisible, que se manifies-
ta en una infinidad de formas y atributos en el Universo..
Desde el tringulo que forma el delta propiamente dicho, irradian en sus tres lados
otros tantos grupos de rayos que terminan en una corona de nubes. Los rayos sim-
bolizan la fuerza expansiva del ser, que desde un punto central infinitesimal se ex-
tiende y llena el espacio infinito. Las nubes, indican la fuerza centrpeta que se pro-
duce como reflujo natural de la primera, con un movimiento de contraccin que
engendra la condensacin de las fuerzas irradiadas.
El tringulo rectngulo, es otra forma de figura que merece ser conocida. Los egip-
cios la conocan como el smbolo de la naturaleza universal: la base representa a
Osiris o principios masculino: la perpendicular a Isis, o principio femenino y la
hipotenusa a Horus su hijo, el producto de los principios masculino y femenino.
Este smbolo lo adopt de los egipcios Pitgoras, durante su permanencia en Egipto
donde conoci la propiedad peculiar que posea. Que es el de la suma de los cua-
drados de los lados ms cortos es igual al cuadrado del lado ms largo, la hipotenu-
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sa. Expresando simblicamente por la formula de que el producto de Osiris e Isis es
Horus.
Cuando los rayos emanan del centro del tringulo, como es ms comn en el smbo-
lo masnico de esta gloria es que simboliza la divina Luz. La verdadera idea mas-
nica de esta gloria, es que simbolizan esa eterna luz de la sabidura suprema y lo
circunda al supremo arquitecto como un mar de gloria y de l como centro comn
emana hacia el universo de su creacin.
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DE DONDE VENIMOS?
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no la utilizan en los altos raciocinios, los que tienen odos espirituales y no quieren
hacer uso de estos. Todos ellos son los que no comprenden las leyes Supremas y
Universales. Por qu entonces tratar de analizar la grandeza de esas Leyes, cuando
ni siquiera conoce el hombre la empobrecida Ley de la Materia, Creadora de Cau-
sas, al igual que la ley relativa que rige el Alma del hombre?
Los Espritus humanizados que pueblan la Tierra, no llegaron cayendo como cae
en puado de arena atrado por la fuerza de gravedad. los espritus ya estaban en el
cosmos y la tierra, cuando sta ultima era todava la parte de una nebulosa y des-
pus galaxia, y despus planeta. La tierra, como todos los dems del mundo sideral,
desde su formacin trae consigo la vida inteligente que se manifestar despus en
ella, porque nada existe que podra estar desligado de la Potencia Creadora del Gran
Espritu.
Nosotros los habitantes de la tierra al igual que otras humanidades, que pueblan
otros tantos mundos, somos un Gran Familia de Almas en Proceso de Evolucin, y
cuando hayamos logrado vibrar en sintona con ese Gran Espritu, todos seremos en
El, pero sin fundirnos con l, porque estamos todos individualizados en nuestra
Conciencia y Voluntad.
En esta edad ya no se puede aceptar la creacin del mundo como explica en Gne-
sis, no se puede aceptar que el da de creacin valga 24 horas ni diez mil aos, ni
millones. No se puede aceptar que los Espritus cayeron, como si la mano poderosa
los hubiese arrojado en puados, tampoco se puede aceptar la creacin milagrosa
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del primer hombre, como lo describe la Biblia. Hay que saber leer e interpretar todo
los smbolos, metforas que encierran la verdad, pero incomprensible para la mente
del hombre de entonces.
Hoy ha llegado la hora. Que la verdad sea conocida por todos, y no tan solo por los
pocos iniciados que juraban guardar celosamente el secreto; adems, que la mayora
de estos iniciados no conocan toda la verdad o solamente una parte muy deforma-
da. Mis QQHH os dejo esta inquietud para que sigis meditando de dnde ve-
nimos.
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EL TEMPLO
La puerta est ubicada en la parte cntrica del occidente entre dos columnas huecas
de bronce, con capiteles armados de Liz egipcios y coronados con granadas entre-
abiertas y lirios; estas granadas recuerdan la familia masnica, en la que todos los
miembros estn armoniosamente ligados por el espritu de Orden y Fraternidad.
Las columnas estn situadas a tres pasos hacia el interior del templo y a la altura de
cada puerta la de sur esta signada con la letra J y es blanca; ella marca el sitio del
2. Vig cuya joya es la Perpendicular. La columna del norte, esta signada con la
letra B y cerca de ella se sita el 1er. Vig y su joya es el Nivel. Estas dos colum-
nas se levantan sobre el pavimento de mosaico y del pi de ellas comienza el tem-
plo.
La cuarta parte del piso del templo, se encuentra ocupado por un estrado ms eleva-
do, al que se sube por medio de tres gradas, que toman toda la extensin de la puer-
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ta principal, esta es la parte que se denomina el Oriente. El resto del piso constituye
el valle y est cubierto por cuadros blancos y negros en forma alternada, lo que se
llama el pavimento mosaico. En el estrado existe una plataforma al que sube por
cuadro gradas. En ese lugar est ubicado el trono del Venerable Maestro y tiene un
dosel rojo cuyos pliegues encuadran el Delta luminoso, que se encuentra suspendido
a la altura del Sol (Sur) y la Luna (Norte) de manera que forma con estos astros un
triangulo invertido. Al costado derecho del silln del Venerable existe un asiento
que debe ser ocupado por el Ex V M I y al costado izquierdo otro asiento que
podr ser ocupado por un R H que el venerable designe.
Un lambrequn dentado forma el friso y sostiene una cuerda terminada por borlas, la
que despus de circular el interior del templo descansan sobre las columnas B y
J Este ornamento ha sido impropiamente designado con el nombre de borla den-
tada. La cuerda se anuda con enlaces llamadas lazos de amor y representa la cadena
de la unin que liga a todos los masones. Los nudos pueden ser doce, para corres-
ponder as a los signos del Zodiaco.
Asmismo en la parte norte est colgada la Estrella Flamgera, cerca del 1er. Vig
En la parte Nor- Oeste, cerca de la columna B se encuentra el trono del 1er. Vig
con una luz para los trabajos en el grado de aprendiz. Al sur Oeste est el trono
del 2do. Vig con tres luces, igual que en la mesa del V M para significar que
el numero tres figura en los trabajos de Primer grado.
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Al costado derecho del 1er. Vig est ubicada la piedra cbica piramidal. Delante
del 2do. Vig hay una piedra bruta o tosca. En cuanto a las tres dimensiones del
templo, podemos considerarlas hasta cierto punto equivalentes. Tanto el norte y el
cenit, como el oriente, indican el mundo divino de los principios o dominio de lo
trascendente; mientras el sur, el nadir y el occidente representan de diferentes mane-
ras el mundo manifiesto o fenomnico. La diferencia estriba principalmente en que
el camino del oriente a occidente, se refiere al sendero de la vida o camino de pro-
greso; El del norte al sur, a la ley de los ciclos, que nos acerca alternativamente al
dominio de las causas y al de los efectos; y la vertical, al Padre y a la Madre, de los
que somos igualmente sus hijos. Es decir, las dos gravitaciones, celestial y terrenal,
que respectivamente atraen nuestra naturaleza espiritual y material.
Tambin podemos ver en estas direcciones dimensionales una alusin a los tres mo-
vimientos de la Tierra, de rotacin (Oriente Occidente) de revolucin (Norte- Sur)
y de Precesin (Cenit- Nadir) o sean las tres dimensiones dinmicas del mundo en
que vivimos.
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EL ARA
Los latinos copiaron los altares del ara mxima de la Roma pagana. Ubicndolas
junto a las tumbas en forma de piedras cuadradas u oblongas, a las que daban tam-
bin el nombre de Aras o Altares. Nuestros altares tienen su origen en estas piedras
cuadradas, que eran otras formas de mojones, los cuales reciban el nombre de Dio-
ses Trmino, Hermes y Mercurio, de donde proviene aquello de los Mercurios
quadratus quedrifons etc, o sea, los Dioses de cuatro caras de quienes esas pie-
dras cuadradas son smbolos desde la ms remota antigedad (H.P Blavatsky, or-
genes del ritual en la iglesia y la masonera).
El Ara o Altar es una mesa consagrada por los Francmasones para recibir los jura-
mentos, ofrendas, libaciones, incienso, sacrificios, etc. Cabe mencionar que la
piedra en que se sentaban los Reyes de Irlanda, era un altar de esta clase. En la
Abada de Westminster, en Inglaterra, existe todava una de estas piedras, a la cual
se atribuye adems una voz y se asegura que fue la piedra en que Jacob apoyo su
cabeza para soar con la escalera que lleva su nombre. Los Reyes de Inglaterra para
ser coronados toman asiento sobre esta piedra actualmente.
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La colocacin del Ara triangular, debe ser con uno de los vrtices del triangulo
dirigido hacia el occidente y adems la base del triangulo orientada hacia el oriente
facilita al V M cuando baje junto al Ara, para tomar el juramento y otorgar el
grado respectivo a los recipiendarios.
El Ara ser cubierta en su parte superior por un pao de terciopelo rojo, smbolo del
R E A y A, sobre l se colocara un cojn encarnado rojo y encima las Tres
Grandes Luces de la Francmasonera La Biblia que dirige y sostiene nuestra Fe; la
Escuadra que regula nuestros actos conforme a los preceptos de la moral; el comps
nos ensea que la justicia y la equidad deben presidir nuestros acciones entre los
hombres y especialmente entre nuestros hermanos. En la parte alta sobre el Ara bri-
llara la Estrella de David o Sello de Salomn. Entre los Druidas se usaba la Espada
Flamgera, llamada de Bellino (El Sol), que contina colocndose entre Masones
sobre el Ara, es el smbolo del Honor por el que juran todos los miembros de nues-
tra orden, representa para el Francmasn la lucha constante entre los dos principios,
el Bien y el Mal; existiendo siempre para el segundo el castigo simbolizado por el
fuego destructor de la conciencia.
El Ara es la mesa que sirve para la Cena Mstica; es el pedestal que contiene el ali-
mento del Alma, por eso est ubicada en el centro del Templo de la sabidura de la
luz y de la verdad. Debe considerarse dedicado en primer trmino a la tolerancia y
donde los Masones agrupados a su alrededor unidos por el mismo pensamiento y
marchando hacia el mismo objetivo forman el indisoluble y delicado lazo que la
filosofa y el Amor han bordado.
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LAS TRES LUCES
Los antiguos masones hacan descansar su obra sobre tres grandes pilares llamados:
Sabidura, Fuerza y Belleza en honor de antiguos dioses, a los que los fabricantes
de imgenes de la Edad Media, han consagrado tres de las 22 composiciones aleg-
ricas del Tarot.
Las tres grandes columnas de una logia, personifican distintos aspectos, facultades y
actividades de nuestro Ser o del Universo. Tiene cada uno, un significado psi-
colgico, y a travs de su actuacin podemos ver cmo funciona el mecanismo de la
Conciencia en el Ser. Segn el dicho Como es arriba es abajo este ser personi-
ficado en la logia en miniatura donde vemos funcionando la triloga; Protn,
Neutrn y Electrn.
En Dios vemos as mismo, la Triloga: Padre, Hijo y Materia, entre estos dos extre-
mos esta el ser humano con la Triloga: Espritu, Alma y Cuerpo. Aun en nuestro
cuerpo o personalidad, vemos actuando tambin la triloga compuesta por los cuer-
pos mental, emocional y fsico.
Esas trilogas se hallan sintetizadas en una logia, por tres grandes dignidades, que
son: el venerable Maestro, el primer Vigilante y el Segundo Vigilante, que son las
columnas que sostienen la Logia. La sabidura, la Fuerza y la Belleza, sea la Om-
nisciencia, la Omnipotencia y la Omnipresencia del G A D U patentizadas
como Principios de Verdad, ubicadas al Oriente, al Occidente y al Sur respectiva-
mente, en donde se manifiestan las tres cualidades.
73
ms elevado de la logia, representando as nuestro ser supremo. Su imagen es la
expresin de la Voluntad espiritual y se manifiesta a travs de la mente Superior.
74
LAS TRES GRANDES LUCES DE LA FRANCMASONERA
En la parte cntrica del Valle del Templo de la Logia, est ubicada el Ara. A su
alrededor tres luces. Sobre el Ara se encuentra un tapiz y sobre ste, se coloca la
Biblia o Volumen de la ley Sagrada, la Escuadra y el Comps. Las que se denomi-
nan Tres Grandes Luces de la Francmasonera. Estas Grandes Luces se encuen-
tran bajo el brillo de la refulgente Estrella de David o Sello de Salomn, cuya signi-
ficado interpreta el masn Goethe diciendo: Para empezar y conducir: Comps,
Plomo y Nivel. Todo se entorpece y paraliza en las manos, si la Estrella no ilumi-
na el da.
La Biblia o Volumen de la Ley Sagrada es: La Luz sobre nosotros, no como auto-
ridad dogmtica, sino como expresin de fe en una ordenacin moral del mundo.
La Escuadra es La Luz en nosotros. El smbolo del derecho y del Deber, de la
accin moral. El Comps es La Luz alrededor de nosotros, el smbolo de la Fra-
ternidad y del Servicio al Prjimo.
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el Cielo, representa al hombre inferior que por ser dominado por lo superior se ele-
va nuevamente a su origen, al Cielo.
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LAS TRES PEQUEAS LUCES
En la lectura del primer grado sabemos que la Logia consta de tres Luces pequeas
simblicas: una de stas se encuentra en el Este, una en el Oeste, y una en el Sur.
No existe luz en el Norte, por razn de que el Templo del Rey Salomn, del cual
todas las Logias es representacin, se colocaba tan al norte que la Elptica que el Sol
y la Luna, al alcanzar su altura meridiana, no podan arrojar sus rayos en la parte
septentrional. Por consiguiente, al norte le llamamos Masnicamente el lugar de la
oscuridad. Este uso simblico de las tres luces pequeas, es muy antiguo, en-
contrndose en las lecturas primitivas del siglo pasado.
Por qu las tres luces? Porque es la parte de nuestro simbolismo: es la Fe, la Espe-
ranza y la Caridad: la Sabidura, la Fuerza y la Belleza: el Omnisciente, Omnipoten-
te y Omnipresente. El Tringulo equiltero representa a Dios, y el smbolo perfecto
de un hombre cuya calidad es la armona de su Ser. El tringulo nos ensea la doc-
trina del Hombre Perfecto un hombre cuya educacin entrenamiento no es unilate-
ral, con prejuicios e incompleta. Un hombre puede ser Sabio entre sus semejantes,
pero si carece de fortaleza fsica, de Belleza del carcter, falla ante los ojos de su
Creador. Puede ser eptome de la fortaleza Mental y Fsica, pero si carece de Sabi-
dura, ser simplemente una Garganta. Si carece de Belleza del carcter del
cuerpo y tampoco tiene sabidura o Fortaleza, no est apto para llevar a cabo su
deber para con su Creador o con sus semejantes.
Las Tres Luces, de igual manera que los Tres Oficiales Principales, y los tres soste-
nes principales, se refieren indudablemente, a las tres estaciones del Sol su salida
en el Este, su meridiano en el Sur, y su puesta en el Oeste: y de este modo el simbo-
lismo de la Logia, como representacin tpica del mundo, continua siendo preserva-
do.
77
tringulo. Desde que es a travs de la Luz que se obtiene el Conocimiento, la Luz
se convierte en Saber. La Biblia que a travs de las Centurias ha sido la Regla y
Gua para los francmasones es la Fuente del verdadero Conocimiento y como est
en el Altar Masnico, sus pginas se hacen visibles a travs de las tres luces cono-
cidas como las Tres pequeas Luces de la Francmasonera y que nuestro ritual
denomina Los Tres Fuegos Ardientes, pero los cuales ms a menudo se les nom-
bra como los Tres puntos incandescentes
Por el ao 1813, cuando las dos Grandes Logias de Inglaterra se unieron, el sistema
de los Antiguos fue adoptado: este sistema se refera a la Biblia, la Escuadra y el
Comps como las Grandes Luces de la Francmasonera, mientras que las Tres Velas
se convirtieron en las Tres Pequeas Luces. En ese tiempo los pedestales empeza-
ron a ser usados y los candiles fueron puestos en los sitiales de las tres Dignidades
donde formaban un tringulo grande usando toda la mitad del Sur de la Logia.
Por esta misma poca fueron separadas y desconectadas una de otra: esto prevaleci
en 1787, porque Preston en su obra Ilustraciones de la Francmasonera enumer
el orden de precesin y consagracin de Perfecta Unidad Logia No. 1 en Maoran,
India
Hemos visto como eran situadas originalmente las Tres Pequeas Luces y cmo
deberan ser acomodadas si es que nosotros siguiramos la historia de su emplaza-
miento Cmo entonces sera la disposicin simblica? Pensemos que no habr
interrogante alguna con respecto a su colocacin en forma de una Tringulo: an
nuestro ritual actual nos dice de las Tres Luces en una posicin triangular en el
Altar. Nosotros damos por correcto que las luces se deben disponer de manera que
den la mayor cantidad posible de iluminacin. El amontonarlas no es la solucin.
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Cada parte de las Grandes Luces deberan estar iluminadas igualmente necesitando
por consiguiente el arreglo de las luces alrededor del Ara o Altar, Y es aqu donde
muchas grandes Logias difieren en la forma como se deben situar estas luces. En
primer lugar no hay ninguna Ley, ni tampoco la ha habido para especificar cmo se
deben acomodar estas luces.
Creemos que la mayora de nuestras jurisdicciones concuerdan en que las luces de-
beran estar alrededor del Ara y no en el Altar: por lo menos esto parece estar de
acuerdo con nuestras tradicionales. Creemos que la Tradicin ms antigua es aque-
lla que pone la luz en cada una de las estaciones principales, pero razones prcticas
parecen demandar en nuestro pas el que coloquemos las luces alrededor del Altar.
En los das de la Antigedad exista el problema de suministrar la luz en las Tenidas
y por consiguiente las tres luces estaban repartidas en el Saln de la Logia para as
cumplir su cometido.
79
EL PAVIMENTO MOSAICO
El pavimento Mosaico ocupa el Valle del Templo y se extiende desde la base de las
columnas hacia el Oriente, igualmente en forma de cuadrilongo, ocupando el centro
del Templo.
La idea Masnica fue quizs sugerida por primera vez en el pasaje, que se encuentra
en el Evangelio de San Juan, por lo que, entonces Pilatos, al or esa mxima, con-
dujo a Jess, y le sent en el trono en el sitio que se llama el Pavimento. Pero que
en Hebreo es Gabbatha. La palabra traducida aqu por Pavimento es en el origi-
nal Lithostroten, que es la misma palabra usada por Plinio para denotar el pavimen-
to formado de piedras ornamentales de varios colores, precisamente lo que se quiere
significar por el pavimento Mosaico.
Por lo tanto, exista una parte del Templo, que estaba decorada con el pavimento
Mosaico. El Talmud nos informa que haba un pavimento de esta forma en el
cnclave, donde el Gran Sanedrn verificaba sus sesiones.
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El pavimento Mosaico es un hermoso emblema de la multiplicidad engendrada por
la dualidad, constituida por los pares de opuestos que se encuentran constantemente
el uno cerca del otro, el da y la noche, la oscuridad y la luz, el sueo y la vigilia, el
dolor y el placer, el xito y la desilusin, la dicha y la desdicha, etc. Sobre estos
opuestos, que se hallan sobre todos los caminos y en todas las etapas de nuestra
existencia, el iniciado que ha gustado la Capa de Amargura debe marchar con ni-
mo sereno e igual, sin dejarse exaltar por las condiciones favorables ni reprimir
por las apariencias desfavorables.
En las Logias de hace dos siglos, el pavimento del Templo se trazaba cada vez en el
suelo con yeso en lugar de tenerlo estampado y se consideraba como parte de los
conocimientos propios del V.:M.: que supiera trazarlo hbilmente sin copiarlo de
ningn modelo.
81
Si bien el profano no ve ms que la posibilidad de andar alternativamente pisando
un cuadrado blanco despus de uno negro y sucesivamente, el Indicado deber ca-
minar por la va marcada por las lneas mosaico, dejando a su derecha y a su iz-
quierda un cuadro de color alternativo. El paralelismo con el tablero de juego de
Ajedrez es inevitable.
82
LA OBRA DEL APRENDIZ
83
los conocimientos y habilidades de cada uno. La divisin del trabajo masnico
asigna al hermano Aprendiz, especulativamente, la misma labor que realizaban ope-
rativamente los antiguos aprendices, incluyendo a los que intervenan en los traba-
jos del Templo de Salomn es decir, las labores ms duras desbastar y pulir la Pie-
dra Bruta, para que pueda ser utilizada en la construccin del Gran Templo.
Para que la accin combinada de ambos instrumentos sea realmente masnica, esto
es, til y benfica para el propsito de la evolucin individual y csmica, tiene que
ser constantemente comprobada y dirigida por la Escuadra de la Ley normas de
rectitud, cuyo ngulo recto representa la rectitud de nuestra visin, que nos pone en
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armona con todos nuestros semejantes y nos hace progresar rectamente en la senda
del Bien.
En esa obra de desbastar la Piedra Bruta existe una gran variedad de categoras
espirituales entre los aprendices, desde el que se destaca por su constancia, por su
inters, por sus virtudes, por el estudio y se convierte prcticamente en un hombre
santo al lograr un altsimo nivel de perfeccionamiento de su persona. Por otra par-
te, existen tambin grandes diferencias en el aprovechamiento de las enseanzas
recibidas en la Logia. La obra de desbastar la piedra bruta encomendada al apren-
diz Masn, es considerada por su enorme complejidad y por los grandes variados
esfuerzos personales que implica, como un trabajo permanente en la vida del
Francmasn.
85
LA PIEDRA BRUTA O TOSCA.
Como joya fija e inmvil, es el estado de la juventud del alma humana. La piedra
bruta o tosca, se encuentra en las Logias representando al recin iniciado o nefito.
Es la piedra extrada de la cantera del universo en las primeras manifestaciones de
la inteligencia. Simboliza al cuerpo fsico del hombre en su propia forma y nos
hace presente el estado todava rudimentario e imperfecto de la naturaleza, como
preparacin material para un trabajo superior.
El aprendiz masn es entonces, materia prima que requiere ser elaborada por el Ma-
zo y el cincel. Entendiendo que con tenacidad en la tarea puede esculpirse y arran-
car sus deformidades espirituales y morales de material bruto, para buscar la perfec-
cin en la armona con la ayuda de la Escuadra. sta ser gua y comprobacin de la
obra bien hecha.
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Toda piedra bruta tosca sale de la cantera; as como el ser humano sale de la ma-
triz materna. Viene a este mundo con el germen de determinadas cualidades, aptitu-
des y caractersticas, cuya actualizacin depende de una parte del ambiente familiar
y por otra de la educacin recibida. Pero el perfeccionamiento del carcter congni-
to y la eliminacin de los defectos o malas cualidades, -en paralelismo con la inten-
sificacin de las virtudes- ha de ser obra del mismo individuo, coaccionado por la
experiencia de la vida terrena a cuyo trmino, -si bien no estar encuadrada del
todo la piedra bruta de su carcter- habr adelantado algn tanto en su labor, que
proseguir en la vida venidera, hasta convertirse en un Sillar perfecto del Templo
del G:.A:.D:.U:.
En la Logia debemos considerar a la persona que viene hacia nosotros y sobre todo
la que el arte se propone emplear los instrumentos de trabajo. Desde luego, nunca
es admitido tan y desbastado material. Por eso no figuran ni el taladro ni el pico. Y
es nuestro deber inquirir, en forma preliminar, acerca de las buenas costumbres del
candidato, para ser presentado. El lenguaje del buen informe odo en su favor, mo-
tiva el crdito constitucional que lo representa, como una parte de lo que se exige.
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El rudo Ashlar, contiene la forma perfecta dentro de s mismo, exactamente cada
block de mrmol, no obstante su rudeza y tosquedad contiene un Apolo una Ve-
nus. As yace en cada ser humano el germen que siendo cultivado puede desenvol-
verse hasta la perfeccin. La misma luz simblica del discernimiento espiritual, es
la que nos revela el estado de imperfeccin de nuestra personalidad o manifestacin
individual y nos indica la necesidad de superar el estado de desorden profano, que
caracteriza al hombre esclavo de sus pasiones, vicios, errores e inclinaciones infe-
riores, ensendonos a desbastar y labrar esa piedra bruta, para manifestar la per-
feccin latente e inherente en la misma.
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DESBASTAR LA PIEDRA BRUTA O TOSCA
Los aprendices trabajan en desbastar la piedra bruta, a fin de despojarla de sus aspe-
rezas y de acercarla ms a la forma que est en relacin con su destino. La misma
luz simblica del discernimiento espiritual es la que nos revela el estado de imper-
feccin de nuestra piedra o manifestacin individual, y nos indica la necesidad de
superar el estado de desorden profano, que caracteriza al hombre esclavo de sus
pasiones, vicios, errores e inclinaciones inferiores, ensendonos a desbastar y la-
brar esa piedra bruta, para que manifieste la perfeccin latente inherente en la mis-
ma, de acuerdo con el Plan del Gran Arquitecto.
Sealar que cada vez que mi vista se dirige en el Templo sobre la piedra bruta o
tosca donde reside el misterio trascendente de su figura, pareciera que mi silencio
escrutador puede fundamentar mi respuesta, como si fuera un buzo preparado con
sus elementos propios que se sumerge en su propio interior, donde desentraar su
verdadera historia. Si aquel smbolo que representa al Aprendiz de pronto hablara,
tal vez nos contara su existencia anterior con todo su pasado gneo y primitivo;
para luego argumentar su razn de ser hoy, con el fin de demostrar que es un smbo-
lo masnico de privilegio y trascendencia.
Es posible que nos revele historias persuasivas de tantos QQ:.HH:. que han sido
valiosos ejemplos generacionales, a diferencia de otros hombres que no entendieron
el lenguaje esencial de la Masonera, o no sobrellevaron el trabajo constante para el
desbastamiento de su piedra bruta y finalmente, decidieron regresar al mundo pro-
fano con su tumulto y su bullicio.
Quiero pensar con alguna certeza que la piedra bruta seala mi origen humano, inte-
ligente pero primitivo, con toda su carga de conceptuarme como un hombre rudi-
mentario que expresa sus debilidades y defectos. Quiero pensar profundamente
que es mi deber modificarme para alcanzar la mutacin hacia un hombre ntegro,
como lo hace el artista que de tanto modelar su escultura logra, finalmente, el resul-
tado de su ntima creacin.
Una vez reconocidas como tales, las imperfecciones naturales del carcter y del
complejo de hbitos y tendencias que matizan la expresin de la vida interna (per-
fecta en s por su carcter divino, aunque parezca exteriormente imperfecta por cau-
89
sa de aquellas), hay que poner en obra aquellas dos facultades que simbolizan res-
pectivamente el martillo y el cincel, con los que trabaja la piedra material, con el
objeto de remediar de una manera permanente ese estado de imperfeccin, mode-
lando el carcter de acuerdo con el Ideal ntimo.
El primero de estos dos instrumentos, aqul que lleva en s y utiliza en forma activa
la propia tendencia de por s, inerte y pasiva de la gravedad; permitindole ejecutar
un trabajo. Es el emblema de la voluntad que existe en todos los hombres indistin-
tamente, pero que, en general, por falta de discernimiento, se confunde con el ins-
tinto y la pasin. Muchas veces se halla pervertida al punto de hacerse destructora,
tanto de las mejores tendencias, como de la vida externa.
Para labrar y pulir la piedra, as como para darlo imprimir y grabar en ella una
forma ideal determinada, el martillo solo nos sirve en proporcin de cmo se aplica
de una manera inteligente y disciplinada, sobre el cincel. Y la combinacin de los
dos instrumentos expresando una idea imagen ideal, har de aquella misma piedra
bruta (que puede ser intilmente hecha pedazos con el slo martillo empleado sin
inteligencia constructiva), una hermosa obra de arte que, como la Venus de Milo y
el Apolo de Belvedere, son evidencias de un genio inspirador.
Ese cincel, que el obrero tiene en la mano izquierda, apoyando su corte en el preciso
lugar en donde la fuerza bruta del martillo debe producir un trabajo til, es em-
blemtico de la determinacin de la inteligencia que gua y dirige oportunamente la
fuerza de la voluntad, produciendo un resultado adecuado al corte del discernimien-
to y a la penetracin mental que se ha aplicado sobre el objeto de los esfuerzos.
Me dramatizara por el paradigma de esos QQ:.HH:. por todo cuanto hicieron por
ellos mismos, por su Madrea Logia y por la sociedad, pero transformando mi propia
tragedia inmaterial en fortalecer mis valores para ser cada da mejor que el anterior,
para eliminar todas las imperfecciones que entraban mi accionar, para prender en mi
alma la pasin del aprendiz con las herramientas del artesano que se nos entrega la
noche de nuestra iniciacin
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Por lo tanto, solo por medio de un acuerdo perfecto entre las dos facultades puede
esperarse tener xito en el trabajo de desbastamiento y pulimento de la piedra del
carcter individual, de manera que en la misma se revela la forma y perfeccin in-
herente de la vida. Elevada interior, que constituye su destino real y verdadero.
3.- El mazo representa la fuerza y la energa, las que vinculadas con la voluntad del
aprendiz le permitirn su efectiva evolucin masnica.
En otras palabras, cada piedra que se emplee en un edificio, elevado segn las re-
glas del arte, ha de ser cortada ortogonalmente, quitndosele por consiguiente todas
las asperezas y todo lo que esconde, en la irregularidad exterior, ese estado ideal
de perfeccin tetragnica, que precisa evidenciar y hacer efectivo. Ningn obrero
puede ser capaz de reducir una piedra bruta al estado de piedra rectangular cbica,
sino en proporcin de cmo saber ver sta en aquella, y se esfuerza en su trabajo
para hacerla evidente, conformndose con esa visin geomtrica ideal.
Para ese objeto se necesitan otros dos instrumentos, que sirven para guiar y contro-
lar el trabajo de los dos anteriores: La regla y la Escuadra. El primero nos da la
norma de la rectitud lineal, y adems la justa medida que permite tanto la igualdad,
como la armnica proporcin de las caras cuadrangulares de la piedra. El segundo
igualmente hace posible la rectitud de cada uno de los tres ngulos que concurren en
cada vrtice ngulo triedro, representando con el ngulo recto el perfecto criterio,
con el cual nicamente la perfeccin ortogonal de la piedra puede hacerse evidente.
91
SIMBOLISMO DE LAS HERRAMIENTAS DEL APRENDIZ
Desde los tiempos ms remotos, en que el hombre por primera vez dirige su vista al
cielo y contempla el infinito, resolviendo luchar por su existencia. Es as como con
el correr de los tiempos se ha visto enfrentado a la necesidad de crear instrumentos
o herramientas para la concrecin de sus ideas y requerimientos. Por ello atribuy
significados espirituales y mgicos a los objetos que iba conociendo y de ah que su
vida estuviera llena de smbolos que si los analizamos en toda su magnitud, vere-
mos que ellos nos dejan significativas enseanzas que nos estimulan para su mejor
estudio y comprensin.
En esa poca el hombre descubri que si tomaba una piedra de forma adecuada y
compacta y con ella golpeaba a otro elemento, paciente y constantemente, al final
lograra modificar su condicin primaria obteniendo la forma deseada an cuando
su terminacin no fuera la ms acabada. Esto lo llev a pensar que para poder
mejorar su calidad y aspecto, tal vez apoyndose en otro instrumento podra supri-
mir las imperfecciones desbastando y puliendo sus asperezas, a fin de lograr el ele-
mento deseado.
Todo esto fue llevado al simbolismo de la Masonera especulativa, Por ello, la tarea
del Aprendiz Masn es la desbastar pulir su piedra tosca. sta representa su Perso-
nalidad; es decir que debe despojarse de todos los defectos del mundo profano, co-
mo son: la Vanidad, el Egosmo, la Ambicin, los Vicios, Prejuicios y Bajas Pasio-
nes, etc. Haciendo uso de su inteligencia y voluntad representadas simblicamente
por el Mazo y el Cincel, con el fin de edificar su propio Templo, libre de ese lastre
que acabo de enumerar. Nuestro mundo est lleno de smbolos y es que la Maso-
nera hace uso de ellos para que nosotros a travs de su estudio y anlisis acucioso,
podamos acercarnos lentamente.
92
convertir tu obra en pedestal y asiento del Amor y de la moralidad superior, que nos
revela la grandeza de la Suprema Razn. De estas palabras se desprende clara-
mente el poder y la Sabidura que estos smbolos representan para el hombre que
trata de perfeccionar su interior. Desde el momento en que entramos en contacto
con esta Augusta Orden y en la Ceremonia de nuestra iniciacin se nos entrega el
Mandil para trabajar, nos transformamos inmediatamente en obreros que debemos
de poner todo nuestro esfuerzo, perseverancia y acuciosidad en desbastar y pulir
nuestra propia piedra bruta o tosca.
Nuestro Templo est coronado de una infinidad de smbolos y objetos que ante los
ojos del profano no son ms que adornos. Ante el iniciado son los ms preciados
tesoros, puesto que en ellos est la sntesis de los ms elevados y puros pensamien-
tos de las inteligencias difanas. Y es a travs de los smbolos y alegoras que se le
entrega al iniciado todas las herramientas para cultivar su espritu y elevar su condi-
cin de Ser.
El Mallete que utiliza el V:.M:. Tambin se llama Hiram, porque como el arquitecto
gobierna el taller y guarda el orden en la Logia. Siendo el Mazo un instrumento
activo smbolo del esfuerzo y voluntad, condicin de todo progreso, simboliza en la
Masonera Especulativa: el Poder, la fuerza fsica, moral, espiritual, la perseveran-
cia y constancia, la voluntad de golpear incansablemente.
El mazo debe ser de la magnitud y fortaleza que la obra requiere para producir un
trabajo til. Pero se debe tener mucho cuidado, pues, su fuerza y uso indiscriminado
e incontrolado, puede perfectamente ser destructivo y desastroso si no tiene la di-
reccin y el propsito adecuado. Para ello se requiere de un complemento y ste es
el Cincel, que es una herramienta pasiva de metal, que lleva en un extremo un filo
adecuado y en el otro una seccin plana para recibir el trabajo producido por el ma-
zo.
93
dimiento humano, est lleno de Sabidura, tiene la virtud de llevar una lnea de ver-
dad, se da con este instrumento forma a las masas deformes de piedra y del mismo
modo en el hombre para cultivar las ideas y pulimentar los rudos pensamientos,
desbastando lo falso, aparente y engaoso de la vida en su afn de superacin y
perfeccin.
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EL IDEAL
Como la forma de ser de unas ciertas entidades, el trmino Ideal se usa para adje-
tivar unos determinados objetos, los llamados objetos ideales. Con ello se quiere
llamar la atencin sobre el hecho de que los objetos ideales son en un sentido dis-
tinto de cmo son los objetos reales.
95
Es, en efecto, el ideal eterno, como lo es la necesidad, urgentemente sentida por el
hombre y por parte satisfecha de interpretar la vida en la medida que le sea dable,
segn las ideas que predominan de momento o las que se presenten como mejores
y ms progresivas. Comprender es comenzar en s mismo a realizar lo que se com-
prende, concebir una cosa mejor que lo existente es un primer trabajo para realizar-
la. El acto es la prolongacin de la idea, el pensamiento es casi una palabra, cpula
mental, que sirve de base al origen natural del lenguaje, somos llevados irremisi-
blemente a expresar lo que pensamos. La concepcin misma es un primer esfuerzo,
se piensa, se siente, y sigue la accin.
Lejos de ser abstracto, eterno y vaporoso, el ideal ahonda en los limbos de toda
nuestra vida, porque las ideas son verdadera energa que, antes, y para reaccionar
sobre lo externo por virtud del mandato voluntario, realizan un complicadsimo tra-
bajo en la vida mental y an en la vida orgnica, traduciendo sus influencias, por
signos fcilmente apreciables, as con rayo de luz muy intensa nos obliga a cerrar
los ojos, la vista de un peligroso instintivamente nos lleva a huir, y cuanto ms in-
tensa es la impresin, tanto ms variados son los movimientos. Fcil ser con lo
expuesto inferir que el ideal ser tanto ms eficaz cuanto ms se acerque al dato real
y concreto,
La vida en los seres est ciertamente ligada a un trabajo constructivo, al cual atri-
buimos tres fases, que corresponden a los tres grados de la iniciacin. Pero en
cualquier grado en que se trabaje, el masn est al servicio de la inteligencia univer-
sal, que preside la evolucin de los seres. Se hace agente, el ministro de la inteli-
gencia, el ejecutor de sus intenciones. El es el rgano activo, el constructor que no
sigue su capricho, sino que se conforma al plan general segn el cual se construye.
As a lo menos lo entendieron los antiguos Iniciados, que se decan Adeptos del
Gran Arte, a la vez sacerdotal y Real.
As como la planta crece y progresa por medio de sus esfuerzos verticales, as tam-
bin nosotros, fijando nuestra mirada en el Ideal que nos revela la verdadera luz,
crecemos en su direccin y llegaremos a encarnarlo, adelantndonos en la senda de
nuestro progreso individual.
Este es el uso que debemos hacer de la plomada para levantar el simblico Templo
a la Gloria del Gran Arquitecto, de que proceden nuestras ms elevadas aspiracio-
nes: El Templo que construimos o levantamos en nuestro interior con nuestra propia
96
vida, la actividad constructora que obra en nosotros segn los planes de la Inteli-
gencia Creadora o Principio Evolutivo del Universo, a la cual tenemos el privilegio
de cooperar conscientemente con nuestro entendimiento y buena voluntad.
El Templo y la piedra cbica son una misma cosa: el Ideal que debemos realizar
individualmente y en nuestra vida esforzndonos en superar nuestros defectos y
debilidades, y en vencer y dominar nuestros vicios, instintos y pasiones, que son las
asperezas de la piedra bruta que representa nuestro estado de imperfeccin.
Desde que el Aprendiz consigue alcanzar ese estado superior de conciencia con los
auxilios que le proporciona la Masonera, cuando llega a la altura de comprender y
de reconocer la luz que existe dentro de l mismo, entonces esa misma luz se mani-
festar en toda su vida, en sus pensamientos, en sus palabras y en sus acciones. El
Ideal del Aprendiz debe ser puesto en accin, para lo cual tiene como smbolo la
Plomada, que al contemplarla ve que est sealando para abajo, pasiones y defectos
que l necesita combatir y vencer o, por lo menos, dominar de tal modo que su
razn impere soberanamente, y para arriba por medio de su cordel hacia el infinito,
mostrando al masn que el cielo es el lmite de sus aspiraciones.
97
PENSAMIENTO, PALABRA Y ACCION
Pensar, hablar y obrar, segn mejor podamos, de acuerdo con nuestros ms ntimos
ideales y profundas convicciones, es un testimonio que directamente nos concierne
en cada momento de nuestra diaria existencia.
El pensar es un acto psquico que tiene lugar en el tiempo, que es formulado por un
sujeto (pensante) y que aprehende un pensamiento, el cual se refiere a su vez a una
actuacin objetiva. Pensar es reflexionar, examinar con cuidado una cosa para for-
mar dictamen.
Las formas del pensar son pues, muy diversas. No solamente cuando son examina-
das desde el punto de vista psicolgico, sino tambin y especialmente, cuando se
someten a examen crtico los usos del pensar. Por otro lado, se ha reconocido que
el pensar no puede fcilmente aislarse de otras actividades psquicas, en particular
la de valorar.
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1. La unidad de la actividad del pensamiento.
2. La indivisibilidad del mirar y ver.
3. La mutua y recproca disposicin de funciones y operaciones, pues, se
mira para ver y en supuesto de ello, y no se ve sin mirar.
4. La Ley de continuidad que precede el ejercicio del pensamiento.
Pensar bien, es pensar rectamente, de acuerdo con la escuadra del juicio, orientando
toda nuestra actividad mental hacia lo que en s sea bueno, bello y verdadero. El
pensamiento recto es el pensamiento positivo y constructivo, sentado sobre las fun-
ciones inviolables de la Verdad y del Bien. Los pensamientos negativos y depri-
mentes y todos los pensamientos inarmnicos que descansan sobre la ilusin deben
desecharse de la mente, as como Jess lo hizo simblicamente con los profanado-
res del Templo.
Esa misma escuadra debe apoyarse, segn lo indica el signo de Aprendiz sobre la
garganta, para dominar y medir todas nuestras palabras. De conformidad con nues-
tros ideales y sentimientos ms elevados, aunado al constante esfuerzo que debe
hacer el iniciado en ese grado, cuidando y rectificando la expresin verbal de sus
pensamientos y rechazando todas aquellas que no se conformen con esa medida, de
manera que nunca se hagan ellas portavoces de nuestras tendencias, ms bajas y
negativas, de nuestros errores y juicios superficiales, de nuestros resentimientos y
pasiones mezquinas o del dominio que la ilusin pueda tener todava sobre noso-
tros.
Los pensamientos son fluidos, etreos, capaces de asumir formas tangibles cuando
hay un esfuerzo o sobrecarga de actividad psquica y mental que los estimula.
La palabra es la expresin de una idea y el conjunto de signos con que esta se repre-
senta grficamente. La palabra es uno de los medios adoptados, desde tiempo in-
memorial para reconocerse los iniciados entre s, y que sirve tambin para acreditar
los grados que se poseen o en los que se pretenda darse a conocer. Existe una le-
yenda que afirma que hubo un tiempo en que el hombre posea una palabra mgica
que, al pronunciarla adquira el poder de realizar fenmenos maravillosos, tales co-
mo hacerse invisible, obtener una alfombra mgica para transportarse a lugares le-
janos, otorgar la salud, multiplicar sus fuerzas, conocer lo oculto y lo manifestado.
Obtener todo lo que deseaba su corazn.
99
Pero el hombre de hoy, olvid la manera de pronunciar esa palabra. Desde el mo-
mento en que su codicia le hizo olvidarse del buen uso que tal poder le conceda.
Esta palabra se llama hoy La Palabra Perdida. Sin embargo, existen hasta hoy
seres humanos que dominan las serpientes por medio de un silbido o una msica.
Como hay otros seres que con su canto dominan las fieras ms salvajes. Otros por
medio de la palabra curan a los enfermos, ayudan a los desanimados. Pero cabe
preguntar Qu hay en el hombre que puede ser despertado por medio de la palabra
y que una vez despertado le comunica un poder ingente de que no dispone en su
estado normal? En el principio era el Verbo, dijo San Juan. Es complemente seguro
que el Verbo, por virtud de la resonancia universal tiene la propiedad de despertar
lo que est latente en el ser y que al emitirse ciertos sonidos, ponen en vibracin
por resonancia tambin los poderes ocultos en el fondo de nuestra subconsciencia.
Esta es la magia del Verbo por el cual todas las cosas fueron hechas.
Debemos as mismo, evitar toda crtica que no sea realmente constructiva, y sobre
todo no permitirnos ninguna expresin que no sea inspirada por una verdadera be-
nevolencia.
100
mismos principios, ideales y aspiraciones. Este es pues, el signo con el cual se hace
universalmente conocer y reconocer el Masn.
101
EL TOCAMIENTO DEL APRENDIZ
Los signos son los medios ms poderosos que poseen los hermanos masones para
poder reconocerse entre s. Esos signos forman el lenguaje mudo, pero elocuente,
que tanta admiracin causa a los profanos y que preocupa a los enemigos de la
Francmasonera.
El tocamiento del Aprendiz, aparte de ser una seal de reconocimiento, quiere decir
que debemos estar prestos a dar la mano al desvalido, al que sufre, al que necesi-
ta de nuestros auxilios. En esto consiste el significado de los tr:. Golp:. o apret:. de
la m:., por medio de los cuales se conocen los masones entre s, tanto en la oscuri-
dad como en la luz del da.
102
lidades reales, es un privilegio de los masones que han profundizado el estudio de
la Verdad y que tienen por esto, profundamente iluminado su espritu. Para estos
masones iluminados y conocedores, no vale de nada la mscara del individuo, sa
mscara que constituye su personalidad, y que no es ms que una superficie ilusoria
que esconde la verdadera individualidad. El Masn profundiza ms sus miradas y
quita esa mscara.
Un masn reconoce a otro masn por su manera de actuar, siempre justa y franca.
Por su lenguaje ponderado y sincero. En fin, por la solicitud fraternal que manifiesta
hacia aquellos a los que est unido por lazos de solidaridad que corresponde al to-
que o tocamiento. El toque del Aprendiz de un modo general, significa la capacidad
de reconocer las cualidades reales y verdaderas que ocultan y esconden bajo la apa-
riencia exterior de un individuo. Si reflexionamos profundamente sobre ese espan-
toso misterio comprenderemos el valor extraordinario de sa seal masnica. Los
profanos basan sus juicios y apreciaciones sobre una persona, por las apariencias
exteriores de la misma, su maneara de vestir, de andar, de hablar, en la elegancia de
sus actitudes y sobre todo por las manera como esa persona sabe cautivar simpatas
despertar antipatas.
103
EL PLAN DEL GRAN ARQUITECTO
El Gran Arquitecto en su infinita sabidura como Inteligencia Creadora, cuyas obras
aparecen por doquiera en el Universo lleva a cabo un Plan y este es la Evolucin, en
consecuencia el Francmasn est obligado a cooperar en la realizacin de la expre-
sin de este plan, que es la evolucin tanto Individual como de la Conciencia, en
constante esfuerzo y en una superacin igualmente constante de las imitaciones,
constituidas por sus realizaciones anteriores.
En los seres inconscientes, que se sientes empujados hacia adelante, el Plan del
Gran Arquitecto obra automticamente en la vida de estos, hasta que ellos mismos
alcanzan el plano o nivel de la autoconciencia, que caracteriza el estado humano y
diferencia al hombre del animal, que no tiene necesidad de darse cuenta de la
razn de los impulsos que lo dominan ni de las Fuerzas que lo conducen.
Para los seres humanos que tenemos el privilegio de estar dotados de autoconcien-
cia, poseer la inteligencia, una imaginacin creadora y el precioso don del Libre
Albedro (los que comieron del simblico fruto del rbol del Bien y del Mal), el
progreso no ser posible en un estado de pasividad, tiene que sera base de com-
prensin y de una inteligente cooperacin activa, en proporcin con el desarrollo de
estas dos facultades.
104
Ahora dado que la Masonera es un estudio y un Arte esencialmente prcticos. Sin
perder de vista ese Supremo Ideal, nos ensea en su tendencia operativa, a usar y
aprovechas constructivamente todas, indistintamente, las experiencias y condiciones
de la vida diaria. Orientado sta, en su propsito hacia la mejor expresin progre-
siva de sus mayores posibilidades; tratando de cooperar en todo momento y en
cualquier circunstancia con el Plan perfecto del mismo Gran Arquitecto o de la Di-
vina Geometra, en el cual se halla la ms justa, recta y apropiada solucin de todo
problema que tengamos que resolver.
En toda actividad u obra particular puede y debe manifestarse este punto de vista
ideal y superior, que constituye la esencia del idealismo prctico: una orientacin
clara, definida y eficaz que, como la brjula del marinero y la luz que alumbra nues-
tro camino, nos gua segura y rectamente en el mare mgnum de la vida y en el caos
de las condiciones y circunstancias externas, para que en aquel podamos seguir
fielmente la ruta mejor, y aparezca en ste el orden divino que resulta con conoci-
miento de la geometra y de su armnica aplicacin.
Esta actitud estriba en una doble cooperacin: interior con el Plan Divino o Prop-
sito Ideal del Gran Arquitecto que preside a toda Evolucin o Construccin, de la
que es al mismo tiempo principio, base , objeto y realidad. Exterior con las condi-
ciones y circunstancias de la vida, cualesquiera que sean, y que siempre deben de
utilizarse de acuerdo con ese plan, encontrndose en ellas las fundaciones y mate-
riales para levantar el edificio de la existencia que constantemente se renueva. En
cuanto como ya lo hemos visto, toda piedra descansa sobre la que se encuentra
inmediatamente abajo y a su vez ha de servir de apoyo para otra que tiene que po-
nerse encima.
105
TIERRA AIRE AGUA Y FUEGO
La Cmara de reflexiones, representa aquel estado del mundo exterior, pero que
para la concentracin y reflexin se hace necesario, es el lugar impenetrable a la luz
del da, est rodeada de emblemas fnebres, representando el seno de la tierra, ese
interior donde se acumulan nuestros esfuerzos y nuestros anlisis que nos conducen
al mundo trascendente de la Realidad. All se realiza el Concete a ti mismo
que fuera expresado por el filsofo griego Scrates, como a medio directo e indivi-
dual para llegar a conocer el Gran Misterio que rodea y envuelve nuestro Ser.
La mitologa pagana haca de la tierra una diosa hija del Caos, esposa de Urano y
madre del Ocano. Este planeta tierra de forma redonda ligeramente aplanada por
los polos, gira sobre si misma en torno a un eje ideal, completando cada da una
revelacin. Es el tercero de los planetas con relacin a la distancia que nos separa
del Sol.
Esta piedra, la famosa Piedra Filosofal, no es otra cosa que la Piedra Cbica de
los francmasones. Es la base de certeza que cada uno debe buscar en s mismo, a
fin de poseer la piedra angular de la construccin intelectual y moral que constituye
la Gran Obra..
106
En los misterios de Ceres a Eleusis, el recipiendario representaba a la semilla su-
mergida en el suelo, que sufra la putrefaccin a fin de dar origen al nacimiento de
la planta, virtualmente encerrada en el germen. El profano sometido a la prueba de
la tierra esta anlogamente llamado a poner en juego, las energas latentes que lle-
va en s. La iniciacin tiene por objeto favorecer la plena expansin de su indivi-
dualidad.
El aire segn los antiguos era considerado como un elemento, comprobndose des-
pus ser un compuesto de zoe y una pequea parte de cido carbnico. Galileo fue
el primero que descubri la pesantez del aire y Torricelli el que demostr esa pro-
piedad. Es la prueba del aire de las antiguas iniciaciones, como tambin en las ac-
tuales como lo demuestra la purificacin por el aire que corona el primer viaje.
El fuego era adorado por los Magos de Persia, como una potencia universal e inteli-
gente manantial de toda creacin. Este ha sido considerado desde la ms remota
antigedad como sagrado y como un don de los dioses. Segn el esoterismo es la
reflexin o representacin ms perfecta como sustancia que es, de la llama Una, es
el smbolo ms alto de la Divinidad, es la vida y la muerte, el origen y el fin de to-
das las cosas. El fuego no es un elemento, sino un principio divino. La llama fsica
es el vehculo objetivo del Espritu supremo.
107
do de los adoradores del fuego. Esta religin no es nicamente antigua, sino tam-
bin universal. De la India pas a Egipto y de ah se extendi a los Hebreos y a los
Griegos, y ha mostrado su poder y predominio an en el entendimiento moderno.
En las riberas del Nilo, es cierto que los pueblos no se prosternaban como los anti-
guos Persas ante la adoracin del fuego, pero veneraban el fuego sagrado y su ense-
anza era simblica. De aqu proviene que las Pirmides sean la representacin
de la flama ascendente.
Gennings Hagrave sagazmente dice: que lo que se ha supuesto ser una tumba en el
centro de la Gran Pirmide, era en realidad el sitio de depsito del Sacrosanto fuego
sempiterno. Durante la segunda mitad del siglo XIII surgi, la teora de la combus-
tin establecida por Lavoisier y los Sabios contemporneos, lo que dejo de lado la
potencia elemental del fuego. Desde aquella fecha ces, pues, de ser un elemento,
un cuerpo, una sustancia, para convertirse en un efecto completo de combinaciones
y de movimientos efecto luminoso proveniente de la combinacin del oxgeno y de
una base. Esta palabra expresa frecuentemente el principio de la luz y del calor.
Durante el tercer viaje pasasteis a travs de las llamas para ser purificados. Entre
los Hebreos la idea sagrada del fuego, como relacionada de algn modo en el Ser
Divino era muy prominente. Dios apareci a Moiss en una llama de fuego, des-
cendi sobre el monte Sina en medio de llamas.
108
SECRETO Y DISCRECIN
Saber callar no es menos importante que saber hablar, y ste ltimo arte no puede
aprenderse a la perfeccin antes de habernos adiestrado en el primero rectificando
por medio de la escuadra de la reflexin todas nuestras expresiones verbales instin-
tivas.
Para poder realizar esta disciplina del silencio, tambin hemos de comprender el
significado y el alcance del secreto masnico. Dado que el masn tiene que callarse
ante las mentalidades superficiales o profanas sobre todo aquello que nicamente
los que se han iniciado en su comprensin pudieran entender y apreciar.
109
Fue costumbre en la antigedad ensear secretamente las Ciencias y las reglas de
las artes y oficios. La Arquitectura al igual que las dems ciencias era enseada,
pues, en secreto y secretamente tambin se conservaron y transmitieron las reglas
del arte de construir, que durante muchos siglos fueron monopolizadas por sacerdo-
tes y corporaciones especiales.
Del Egipto, entre cuyos Sacerdotes se contaban los Arquitectos que proyectaron
aquellos soberbios monumentos de los que algunos, como las pirmides, causan
todava la admiracin del mundo. Los secretos arquitectnicos pasaron a Grecia, a
los sacerdotes Dionicianos o de Baco, que a su vez los introdujeron en Persia y la
Siria, hicieron estacin en Prgamo y ms tarde fueron legados a la Corporacin de
los Attaulus o Compaeros de la Schinda, a los tirios y Judos, a los Hesedianos
Kasedianos y a los Esenios y de estos y los griegos, a los colegios de Arquitectos y
Artfices de Roma, establecidos por Numa Pompilio, de los que emanaron la Con-
fraternidad de los hermanos de San Juan, las Corporaciones francas de constructores
de la Edad Media y por ltimo a las Asociaciones de Masones que expiraron a
principios del siglo XVIII para transformarse en la Institucin de la moderna
Francmasonera.
La discrecin del masn que entiende los secretos del Arte debe ejercerse tambin
en sus hermanos que no poseen todava la suficiente madurez de espritu, que es
condicin necesaria para que pudieran hacer un uso provechoso de sus palabras.
La Verdad no sirve y no puede ser recibida por quien no se halle todava en condi-
cin de entenderla o prefiera vivir en el error.
La discrecin y el silencio son virtudes que constituyen la ciencia del ver madero
carcter masnico, son la salvaguardia de la Institucin, son las que proporcionan la
proteccin y perpetuidad y se les da fuerzas por medio de frecuentes amonestacio-
nes en todos los grados.
110
El aprendiz iniciado principia su vida masnica con el aprendizaje de los deberes de
discrecin y silencio. Por consiguiente es conveniente que en ese grado, que es la
consumacin de la iniciacin, donde se completa el conocimiento perfecto de la
ciencia Masnica, deber emplearse la parte o conjunto abstruso del simbolismo
para imprimir en la mente del nefito las virtudes ms importantes.
Apuleyo fue iniciado en los misterios de Isis y dice: Nada me intimidar, que me
obligue jams a revelar a los iniciados, las cosas que me han sido confiadas bajo las
condiciones del silencio.
111
LA MEDITACION
La meditacin difiere de la Oracin en que es, ante todo, una orientacin de la men-
te que produce comprensin y reconocimiento, y se convierte en conocimiento
112
formulado. Bianco de Siena, hablaba realmente de meditacin cuando dijo: Qu es
la oracin, sino la elevacin de la mente directamente a Dios? La meditacin lleva
el trabajo hasta el reino mental, el deseo cede su lugar al trabajo prctico de prepa-
racin para el conocimiento divino, de manera que el hombre que inici su larga
carrera y experiencias de la vida con el deseo como cualidad bsica y alcanz el
estado de adoracin de la Realidad divina tenuemente percibida, pasa ahora al mun-
do mstico al del intelecto, al de la razn y de la eventual comprensin
Podemos definir tambin la meditacin como el mtodo por el cual el hombre al-
canza la gloria del Yo develado, mediante el proceso de rechazar una forma tras
otra. La meditacin es en consecuencia, un proceso ordenado por el cual el hombre
descubre a Dios. Es un sistema bien probado y constantemente empleado que inva-
riablemente revela lo divino. La meditacin puede ser considerada correctamente,
como parte del proceso natural que hasta ahora ha conducido al hombre por el sen-
dero de la evolucin. Desde una etapa muy cercana a la del animal, a la etapa de la
realizacin mental, de adquisicin cientfica y de divino descontento.
113
TOQUES A LA PUERTA DEL TEMPLO
Para solicitar el ingreso al templo en el cual una Logia se encuentra efectuando tra-
bajos regulares o extraordinarios, el masn debe marcar los toques correspondientes
al grado de Aprendiz o sea en el que estn realizando los trabajos.
El toque reviste una profundidad enorme, de lo cual no se dan cuenta muchos de los
masones, dado que significa, de una manera general, la capacidad de reconocer la
cualidad real que se esconde bajo la apariencia exterior de una persona y, por lo
tanto, implica un grado de discernimiento proporcionado al grado de comprensin
que hemos llegado a alcanzar individualmente.
Llamad y se os abrir.-
Aparte del significado material de solicitar el ingreso al Templo, este toque signifi-
ca tambin la solicitud fraternal del masn a compartir los trabajos que se hallan
realizando sus hermanos, a fin de prestar su cooperacin en la magnfica obra de la
construccin del Templo espiritual.
Tocad a la puerta del Templo del Saber y estas os sern abiertas pues, todas las
puertas se abren al llamado imperativo de la Voluntad y del deseo de aprender, es la
llave nuestra que os abrir todas las puertas cerradas a vuestro paso.
114
Llamad al corazn de vuestros hermanos con el toque sincero de vuestra bondad y
ste os abrir su pecho para compartir con vosotros los dolores y alegras, los pro-
blemas y esperanzas.
Llamad con el llamado mgico del saber en el portal de la vida y sta os abrir hasta
lo ms recndito de sus cmaras, donde los ms ven sin mirar y los odos oyen sin
or.
Pedid y se os dar.-
Este es un deber recproco, pues, todo masn que solicita la cooperacin, atencin o
ayuda material o espiritual de sus hermanos, pueda tener la seguridad de ser am-
pliamente atendido. Sin embargo, siendo el anhelo ms preciado de un masn co-
nocer todo aquello que tienda al encuentro de la verdadera luz, es su obligacin
principal buscarla: Una vez encontrada, esparcirla para bien de la Humanidad. Este
toque se refiere principalmente a la bsqueda de la Perfeccin por medio de la Ver-
dadera Luz, que el Masn debe pedir en la seguridad que le ser otorgada.
Pedid al Maestro la Clave de los Secretos que guarda celosamente, pues, cuando el
discpulo est pronto, el Maestro tambin lo est y os har participar de sus conoci-
mientos a medida que os hagis digno de ellos.
Buscad y encontraris.-
La esperanza de buscar y encontrar la Verdad, que es todo lo que est en armona
con la Ley de lo Infinito promulgada en el Sina, proclamada por el Amor y por
cuya bsqueda se viene luchando de generacin en generacin, es el simbolismo de
ste tercer toque.
Buscando en vuestro corazn encontraris la Palabra suave que borra una aspereza,
el genio dulce que alivie una pena y al Amor sincero que arranque tiernamente la
espina clavada en el corazn de un hermano.
115
formar al animal humano en un ser pensante y que razona y analiza que dirige el
ama.
Buscando en vuestro Espritu hallaris el sentido oculto de las cosas la verdad es-
condida del smbolo y la armona del ritmo de la vida.
Cada golpe es un esfuerzo para penetrar debajo de la piel. O sea bajo la ilusin de la
apariencia, hasta encontrar el Ser Real, es la bsqueda individual, para descubrir el
Misterio Final dentro de uno mismo y de todas las cosas en las tres etapas que re-
presentan las palabras Evanglicas Buscad y encontraris. Pedid y se os dar, Lla-
mad y se os abrir, refirindose a la Verdad, a la Luz y a la Puerta del Templo.
116
LOS TRABAJOS MASONICOS
117
Sin embargo hay opiniones razonables y ms conforme a las antiguas tradiciones
masnicas que los trabajos se abran y cierren en horas diferentes ara los distintos
grados (que representan diferentes pocas o etapas de evolucin), y que particular-
mente para el grado de Aprendiz, los trabajos se abran a la salida del Sol (es decir
en aquel perodo de la vida en la cual la luz espiritual se manifiesta primero en la
conciencia) y se cierra al Medioda (o sea a la hora en la que la plenitud de la luz
permite el paso a una cmara o grado superior).
Tambin desde el punto de vista del simbolismo material, stas horas son las ms
apropiadas para el trabajo especial del Aprendiz (desbastar la piedra bruta, acercn-
dola a una forma en relacin en su destino) mientras las horas sucesivas puedan ser
tilmente aprovechadas por otros obreros que completen el trabajo de los primeros,
llevando las piedras y disponindolas oportunamente en el edificio que se est cons-
truyendo, para cuyo objeto fueron labradas.
118
APERTURA DE LOS TRABAJOS EN LOGIA
Estas ceremonias, que difieren insignificantemente en cada uno de los grados, pues,
tan insignificantemente que no afectan s carcter general, pueden considerarse, con
referencia los dems fines a los que han sido designadas para realizar, en dife-
rentes partes.
La primera condicin para que pueda procederse a la apertura de los trabajos, es que
la Logia se encuentre a cubierto, tanto exterior como interiormente, exteriormente a
cubierto de las indiscreciones profanas, e interiormente por la calidad de masones
que todos los presentes tienen que demostrar.
El V:.M:. dice: Silencio en Logia HH:. mos, y el 1er. Vig:. Servos disponer que
el H:.M:. de C:. examine si todos los presentes son masones, si ocupan sus puestos
respectivos con las insignias y condecoraciones de sus oficios y grados, y si estamos
a cubierto, el 1er. Vig:. Repite la orden y el M:. de C:. se acerca al G:.T:.I:. el que
da con el pomo de la espada en la puerta. Si el Templo se halla a cubierto, el
G:.T:.E:., responde en la misma forma. Luego el M:. de C:. se coloca entre colum-
nas y dice: de parte del V:.M:. de pie y al orden, todos los presentes se ponen de
pie y al orden. el M:. de C:. examina a los presentes y dice: Sentaos HH:. mos,
gracias . Da cuenta al 1er. Vig:. Del resultado, quien a la vez lo hace al V:.M:.
119
Continuando con la ceremonia el V:.M:. dice: HH:.Vig:. servos anunciar a los
HH:. de vuestras columnas, como lo hago en el oriente, se unan a nosotros para
abrir los Trab.: para el grado de Aprendiz en la R:.L:.S:., segn el R:.E:.A:.A:.. Los
Vig.:. repiten y el 1er. Vig:. Da cuenta al V:.M:.
A continuacin sigue a ste doble aseguramiento un dilogo entre el V:. M:. el 1er y
2do. vid.: y cada cual declara su respectiva funcin, como razn explicativa del car-
go que desempea. Habiendo cumplido con estas diferentes formalidades ilu-
minativas y explicativas, y con la seguridad de que la hora y la edad son conve-
nientes, adecuadas y oportunas, el V:.M:. invita por medio de los Vvig.: a que todos
los presentes le ayuden para abrir los trabajos. Esta invitacin muestra en primer
lugar la necesidad de que todos se den cuenta de la importancia y solemnidad del
momento, preliminar para la invocacin del G:.A:.D:.U:. en su tpica expresin,
fijando toda atencin sobre las palabras que se van a pronunciar, y que necesitan el
unsono espiritual de los corazones de todos los miembros de la Logia, despertando
en cada cual un Eco profundo. En segundo lugar hace hincapi sobre la coopera-
cin, como condicin indispensable para la eficiencia de cualquier actividad mas-
nica.
El V:.M:. dice: !En atencin a la hora que es y a la edad que tenis, abriremos los
trabajos. El H:. M:. de C:. se coloca frente al Ara y el V:.M:. dice
A:.L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:., bajo los auspicios de la M:.R:.G:.L:. del Per en nombre
de San Juan Bautista y en virtud de la autoridad que la R:.L:.S:. N. que me han
conferido, declaro abiertos los trabajos en Tenida. Para el grado de Apren-
diz, segn el R:.E:.A:. y A:., el H:.M:. de C:. abre el V:. de la L:.S:. . Si se usa la
Biblia en Salmos CXXXIII CXXXII segn la versin, colocando sobre sta el
comps y la Escuadra en el grado. Los HH:. se pone al Orden y se encienden las
Luces.
El signo indica la cualidad del Masn u obrero consciente y disciplinado del Princi-
pio Constructivo del Universo y asegura al mismo tiempo la fidelidad y discrecin
que deben siempre acompaarse a dicha cualidad. Representando la vigilancia que
el Masn se dispone a observar sobre sus palabras, y la perfecta rectitud con la cual
medir stas, lo mismo que sus pensamientos y acciones.
120
CLAUSURA DE LOS TRABAJOS
Agotados los temas y asuntos en la orden del Da, y antes de proceder a la clau-
sura de los trabajos, el V:.M:., por intermedio de los Vig.:. concede el uso de la pa-
labra por una sola vez en bien general de la Orden, del Taller en particular, y de la
humanidad. Con este acto se da a todo hermano que lo desee la oportunidad de
hablar sobre algn asunto particular que le interesa, dirigiendo sobre el mismo la
atencin de la Logia. Se saluda a los hermanos visitantes, que representan a sus
respectivas Logias, estos igualmente pueden hacer uso de la palabra, trayendo a la
Logia la expresin de sus sentimientos fraternales, as como los mensajes especiales
de los cuales hayan sido encargados, estrechndose as ntimamente las relaciones
de amistad entre las diferentes Logias. Tambin eventualmente se puede hacer al-
guna aclaracin pequea sobre algn asunto que se haya omitido en la orden del
da.
Seguidamente el V:.M:. dispone por intermedio de los Vvig. Para que el H.: Hospi-
talario provisto del tronco de Beneficencia, se coloque entre columnas pueden
hacerlo tambin los HH:. Exper:. Si la Logia lo estima por conveniente en casos
necesarios para otros sacos. Se comienza la circulacin de los sacos, y en este caso
cada masn expresar su solidaridad con toda la Familia Masnica y Humana, por
medio de una contribucin pecuniaria proporcionada de acuerdo a sus medios y
depositada secretamente en el tronco. Terminada la circulacin entre los HH:. pre-
sentes, el producto del tronco de Beneficencia ser destinada a aliviar las desgracias
ajenas, bien para cooperacin para alguna otra benfica, los otros sacos tendrn
fines determinados.
121
El V:.M:. indica que se va disparar una batera, los HH:. vuelven a retomar el signo
al orden y se ejecuta la batera. Seguidamente el V:.M:. lee la seccin para la clau-
sura y al trmino de ella todos los HH:: extienden el brazo derecho hacia delante
diciendo As sea.
Antes de separarse, es costumbre jurar el secreto sobre los trabajos en los cuales los
presentes acaban de participar. El secreto Constructivo representa el silencio que
tiene que preceder a toda nueva actividad, pudindose comprar a la oscuridad pro-
tectora que, dentro del seno de la tierra, favorece la germinacin de la semilla en
sus primeros estados hasta que no se haya abierto su camino hacia la luz.
122
EL SALARIO DEL APRENDIZ
El salario que recibe acercndose despus de su trabajo a la columna B:., esto quiere
decir que el resultado de sus esfuerzos lo consigue el iniciado acercndose al reco-
nocimiento del Principio de Omnipotencia, expresado en el sentido de la Palabra
que es el nombre de dicha columna y que significa: En El la Fuerza.
123
No puede lograrse este conocimiento, sta conviccin que es un estado interior, sin
el estudio, el trabajo y la perseverancia, es pues, la Fe iluminada de que hablamos,
un verdadero salario, fruto o resultado de largos y persistentes esfuerzos sobre el
camino de la Verdad, despus de haberse despojado de todas las superficialidades,
creencias positivas o negativas, errores y prejuicios del mundo profano.
124
LA LEY DEL PROGRESO
Progreso viene del latn, progresus, marcha, de progresa, marchar adelante, com-
puesto de pro, adelante, y gradir, marchar. Si alguna Ley preside al mundo, es el
progreso. Progresa cuanto nos impresiona y cuanto sentimos. Progresa el hombre,
progresan las razas, progresamos nosotros mismos. Todo progresa: como las nebu-
losas, estrellas, planetas, satlites y cometas, el orden sidreo, el mundo terrqueo,
los organismos que en ella desarrolla y los organismos que le constituyen: ideas,
instituciones, creencias, moral y lenguaje.
El progreso es cosa que se siente, que se palpa, que infunde profunda emocin al
nimo. Tiene algo de las figuras de Miguel Angel, algo del colorido de Ticiano,
algo de las Madonas de Rafael, algo de la Venus de Milo, del Apolo de Belveder.
Todo progresa queramos o no por qu?. Porque como hemos dicho al principio, es
la ley que preside al mundo. Si algo hay de prstino en el mundo, debe ser el pro-
greso, su cuna est en la primera actividad csmica. Parece circular eternamente
por los vasos del Universo. Palpita en el espacio firmamental y late en la entraa
terrestre. El progreso es, en el orden abstracto, lo que la energa en el orden concre-
to, como ella se encuentra en incesante circulacin. La detencin del progreso es
una frase sin sentido: es una rebelin del pensamiento del hombre contra la realidad
contra la Naturaleza.
125
en los seres. Para Proudhon el progreso es la realizacin de la justicia. La con-
cisin y elocuencia ms bellas. Resplandecen en la definicin de Vctor Hugo la
vida general del gnero o humano, se llama progrese Segn Litr progreso es
todo lo que avanza en el tiempo, todo lo que se desarrolla, todo movimiento hacia
delante, toda especie de aumento en sentido favorable, todo movimiento progresivo
de la civilizacin.
De modo que, como el mundo existe perfectible, no puede existir perfecto. La per-
feccin fuera a la inmovilidad, y como dijo profundamente un pensador moderno:
El reposo no es de este mundo. Un mundo perfecto en eterna inmovilidad, crista-
lizado, es cosa que repugna a la razn. La idea de un ser Supremo, fuente de per-
feccin y por lo tanto de inmovilidad, est en contradiccin con el carcter del
Creador que se le atribuye. La idea del progreso, conduce derechamente, pues, a
la negacin suprema.
Segn los partidarios de la cada del hombre, l habra sido creado libre, bueno,
justo y perfecto, pero por haber abusado de su libertad, l haba introducido en el
mundo la injusticia, la perversin, el dolor, en fin el mal en todas sus formas. Este
principio entraa terribles consecuencias. Si efectivamente un ser perfecto ha podi-
do decaer, Cunto ms no puede degenerar an un ser degradado de su perfeccin
primitiva?. El mal no puede sino ir creciendo, la injusticia aumentndose, y el
gnero humano caer por ltimo en una depravacin general.
Las formas inferiores aparecen siempre las primeras y de ellas parten y se desarro-
llan perfeccionndose por una graduacin siempre ascendente, las razas y los indi-
viduos y el hombre no escapa a la ley comn Qu era en el origen? Qu ha ve-
nido a ser? Toda la cuestin est aqu, y por poco que se exprese el dogma cientfi-
co y perfectamente establecido de la perfectibilidad indefinida, saldr adelante, no
por el absurdo, sino por el triple punto de vista fisiolgico, intelectual y moral al
menos en lo que toca a la especie humana.
126
un eterno respeto a nuestros primeros maestros pero no han tenido un Newton, ni un
Leibnitz, ni un Khepler, ni un Coprnico, ni un Galileo. No comparis a los astr-
nomos de Caldea con los sabios del observatorio de Paris, ni las antiguas galeras de
Cartago con nuestros modernos buques de hlice. No puede bosquejarse ms
fielmente el cuadro del progreso humano.
El mundo marcha, titul Palleton un libro suyo en que hace fosforecer su fantasa,
libro en que resuena como un Hosanna al progreso. Tiene razn: porque Qu es el
progreso sino el mundo en marcha, pero marchando hacia el bien?
Hacia el comienzo del siglo XVII, la idea de un progreso general entr en los espri-
tus, y Pascal escribi este notable pasaje de su prlogo en el Traite Du Vide No
solamente cada hombre adelantar cada da en las ciencias, sino, que todos los
hombres juntos harn un progreso contino, segn el mundo envejece, porque lo
mismo acontece en la sucesin de los hombres, durante el curso de tantos siglos,
debe ser considerado como un mismo hombre que subsiste siempre y que aprende
continuamente. He aqu el hombre Universal, semejante a un particular que nace,
crece, va siendo cada da mejor, ms fuerte, ms instruido, ms sabio, nuestros pa-
dres son los nios y nosotros los ancianos. As se ha calculado por Helmholtz que
dentro de un milln de aos el Sol acabar su enfriamiento y nuestro mundo pare-
cer aterrido de fro.
Quedemos en que el progreso del tiempo nos lleva a la vida y no a la muerte, por-
que si tenemos idea del equilibrio, del reposo, de la inmovilidad es solamente rela-
tiva y abstracta, suministrada por una operacin reflexiva del entendimiento sobre
el cinematismo general que nos rodea, pues como dijo profundamente Bufn: El
reposo del Universo nace del seno mismo del movimiento.
Es este precisamente el punto en el porvenir que tiene por objetivo el progreso con-
temporneo, y el ms espinoso problema de la edad presente. Toda fuerza activa
127
produce ms de un cambio, toda Causa origina ms de un Efecto. No desconfie-
mos, no de las virtudes del progreso. Entre las ms densas nieblas morales, alum-
bra de repente con destellos de luz. No nos creamos nunca solos, porque l nos
acompaa siempre. Si el riesgo nos asalta, si la duda nos mortifica, si el quebranto
nos acongoja, si la desesperacin nos envenena, hay algo que es nuestro Mentor
sapientsimo, nuestra sombra benfica, nuestro ngel blanco, el genio alado del
progreso que guarda el secreto de nuestros grandes destinos encerrados en su miste-
riosa mano, la fuerza de las ideas el espritu de las cosas, el impulso de los tiempos,
y que se acerca al odo para decirnos con mgico acento, lo que el hombre de la
conquista romana al remero esclavo: Tiemble, Csar va contigo,
128
LAS EXCELENCIAS DE LA MASONERA ESPECULATIVA
No se puede negar que la Masonera se ha hecho notable, por ser una Institucin de
las ms humanas y su seguimiento y continuidad en el tiempo y espacio, as como
por sus trabajos, han dado lugar a la produccin del mayor nmero de moralistas,
legisladores, pensadores, cientficos y sabios de la humanidad.
129
defensora del bienestar social y exenta de participacin en conducta negativa algu-
na, incluida conspiratoria.
Esta leyenda rosada contrasta vivamente con la leyenda negra que ha sido unida a
la Masonera a lo largo de los siglos. De acuerdo con esta prcticamente no ha
existido trastorno histrico que no aparezca vinculado a la accin de los masones,
que seran, a su vez enemigos declarados de todo lo bueno y lo justo, y que se han
coaligado histricamente con la conspiracin juda mundial, si es que no son meros
instrumentos de la misma.
Despus que la Tierra fue poblada, las razas humanas que la componen recibieron
una tras otra los caracteres que la distinguen. Como todas las dems partes del
Universo, estaban sujetas a estos tres estados inevitables: Nacimiento, Vida y Muer-
te. Dios les dio memoria, imaginacin e inteligencia. Los seres por excelencia, que
reunieron en grado superior estas tres facultades del alma, tuvieron el privilegio de
dirigir las naciones hacia la perfeccin y bienestar.
Entonces fue cuando dio principio la Gran Asociacin, pero Dnde, en que poca
y para qu? Esto es lo que puede llegarse a saber por medio de un profundo estudio.
Basta por ahora fijarse en la idea de la Divinidad, mediante los obstculos que im-
puso al hombre para ser dichoso, le ha colocado en la condicin a propsito para su
destino, porque la vida hubiera perdido para l todo el encanto en una felicidad
demasiado fcil, y no hubiera sido ms que un don funesto, en un estado de infor-
tunio irremediable. No debe, pues admirar que la verdad haya a veces prendido su
antorcha en las teas del crimen, ni debe preguntarse por que las naciones se han
visto forzadas a seguir un inmenso rodeo, antes de poder determinar los caracteres
del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto, del vicio y de la virtud, no hay que
inquirir porque lo que pareca bueno ha desaparecido bajo el hacha de lo malo, ni
porque la ciencia, que se compone de ideas fijas y simples, ha sido tan difcil de
descubrir, bajo cualquier forma a que se la buscara.
130
Pretender que la Masonera tuvo su origen en la noche de los tiempos, cuando la
humanidad recibi la luz, es entrar en la simbologa, nada nos permite pensar que
los egipcios, numerosas veces evocados, o el propio rey Salomn, fueran Francma-
sones, tal como se entiende hoy.
Con todo ya a finales de la edad Media encontramos documentos en los que apare-
cen aspectos que reencontramos en las Logias masnicas posteriores. As el Regius
Manuscript de 1390 conservado en el Museo Britnico, es un poema en que apare-
cen referencias a una masonera que podra ser especulativa.. Obra de un Sacerdote
con casi total seguridad, en esta fuente hallamos por primera vez la expresin So
Mote que luego aparecera en los rituales de la Masonera.
A finales del siglo XVI y, sobre todo, durante el siglo XVII, se realiz una mutacin
de enorme importancia que derivara en el nacimiento de la masonera especulativa.
De hecho en 1583 un personaje llamado William Schaw fue nombrado por Jacobo
VI de Escocia, que ms tarde se convertira en Jacobo I de Inglaterra. Quince aos
despus Schaw promulgaba los Estatutos que llevan su nombre en los que aparec-
an establecidos los deberes que los masones deban tener en relacin con su Lo-
gia. Pero an de mayor relevancia resulta el segundo Estatuto de Schaw publicado
en 1599, donde de manera apenas velada se hace una referencia a un conocimiento
131
esotrico comunicado en el seno de la Logia y adems se indica que la Logia Madre
de Escocia, Lodge Kilwinning O, ya exista en aquella poca.
Las primeras iniciaciones de las que tenemos noticias en Inglaterra son de algunas
dcadas posteriores. En 1641 tuvo lugar la de Robert Moray y cinco aos despus
la de Elas Ashmole. La iniciacin de Ashmole reviste una especial importancia
para el historiador por varias razones, Una es que la documentacin que nos ha
llegado sobre la misma, es relativamente importante ya que el propio Ashmole
record el acontecimiento, as como una visita posterior que realiz a la Logia de
Londres en 1682, en su diario. La iniciacin tuvo lugar el 16 de Octubre de 1646 en
Warrington Cheshire, en una Logia convocada expresamente con esta finalidad y
en la que haba un solo miembro albail. La segunda razn por la que el hecho re-
viste relevancia es que Ashmole mantena relaciones estrechas con eruditos de la
poca como Robert Boyle, Christopher Wren, Isaac Newton o Jhon Wiking, pero a
la vez, era un claro aficionado al ocultismo. De hecho dedicaba buena parte de su
tiempo a la alquimia y la Astrologa.
132
LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD
Para elevar al hombre a sus propios ojos, para hacerlo digno de su misin sobre la
Tierra, la Masonera sostiene en principio, que el creador Supremo, ha dado al
hombre como el bien ms precioso, la libertad. Esta es patrimonio de la humanidad
eterna, rayo de lo alto, que nadie tiene el derecho de apagar ni amortiguar y que es
el origen de los sentimientos del honor y de la dignidad.
La libertad que encontramos y que siempre nos es dado a conservar cuando obra-
mos de acuerdo con nuestros principios, ideales y convicciones ntimos, buscando
lo que sea mejor en s y por s, ms bien que buscando nuestra gua inspiradora en
las apariencias y conveniencias externas, modificando y reglando segn palabras, lo
que obtenemos por medio del uso de la Regla y de la Plomada, siguiendo el camino
derecho del progreso y del Deber.
133
La Libertad es entonces la posibilidad de dedicarse y, al decidirse de autodetermi-
narse. Se dice que la libertad existe al principio y no al fin, porque al principio est
todo el pasado, y no la libertad. Esto involucra una cuestin de tiempo Seris libre
al fin? Seris libres despus de muchos das, de muchos siglos? No se trata de
argir con vosotros. Estamos condicionados como creyentes de cualquier religin
ideologa, por estar moldeados por la sociedad, por los acontecimientos por innume-
rables influencias.
La Libertad debe ser implantada porque da a cada uno lo que desea y por esta causa
nadie penetra en los derechos de los dems. La Razn puede aconsejar al hombre
seguir decididamente sus tendencias, pero tambin puede aconsejarle suavizarlas,
corregirlas, modificarlas reprimirlas. Lo que se designa con el nombre de Liber-
tad de espritu, matiza de un modo expresivo la naturaleza ntima de la Libertad, y
levanta el velo de la contradiccin a la que el hombre est siempre sujeto, entre su
Espritu y su cuerpo. Esta contradiccin se halla presente en todo momento en el
cual el hombre ha de tomar una decisin y ejecutar, con arreglo a ella, actos delibe-
rados y voluntarios. La razn, con su claro brillo, cuando se halla debidamente
informada, nos debe conducir inevitablemente al Bien, y slo una ceguera mental,
una insuficiencia de nuestra reflexin, puede inducir al hombre a dejar triunfar los
arrebatos de su instinto sobre lo que claramente se le muestra como recto camino
que ha de conducirle directamente al triunfo de su naturaleza.
134
y con una igual serenidad en las condiciones favorables como en las adversas, en
la fortuna y en la desgracias, en el xito y en el fracaso, en la prdida y en la ga-
nancia o sea delante de todos los pares de opuestos, los cuadros blancos y negros de
la existencia sobre los que igualmente debemos progresar, apoyando nuestros pies.
La Francmasonera reconoce que todos los hombres han nacido iguales, y por tanto
cree que no debe existir ninguna diferencia entre el que manda y el que obedece,
entre el que produce y el que consume, entre el que paga y el que cobra, uno y
otro formando por el mismo principio creador, compuestos de una misma materia,
sujetos a las mismas afecciones fsicas y a las mismas causas de destruccin, se
parecen, segn la expresin de un distinguido escritor, a dos viajeros que parten del
mismo punto, para llegar al mismo objeto, aunque por distintos caminos.
Respetando la posicin, as como respeta las creencias de todos los hombres, pres-
cindiendo de su raza y nacionalidad, a todos los cobija bajo el manto de la ms dul-
ce igualdad, a todos los confunde bajo el carioso ttulo de hermanos. El mrito, el
talento, la sabidura, la virtud y el trabajo son las nicas distinciones que admite
voluntariamente. Sin querer trastornar el equilibrio social, ni igualar fortunas, ni
despojar a los unos en beneficio de los otros, pero preocupndose por el bienestar
de todos, reconoce que el hombre no puede ser venturoso si no tiene la seguridad de
encontrar en su trabajo el pan cotidiano para l y su familia, si no se le pone en ple-
na posicin de todos los derechos que son inherentes a su persona.
La palabra Fraternidad viene del latn fraternitas, que significa unin y buena co-
rrespondencia entre los hermanos o entre los que se traten como tales. La Masoner-
a nos ensea a cultivar la fraternidad, que debera ser un lazo ms ntimo y profun-
do que la simple amistad y a la vez su extensin ms amplia, por cuanto abarca o
debera abarcar a todos a quienes la reconocen y profesan, compartiendo la comuni-
dad de sus ideales, objetivos y aspiraciones, por cuanto su cultura y sus ideas pue-
den ser muy diferentes.
135
siendo como la base del tringulo formado por esas lneas divergentes. La Fraterni-
dad es pues tolerancia con relacin a la libertad, y comprensin con relacin a la
igualdad, manifiesta en desigualdad. Y es, adems lo relacin que la Masonera
establece entre sus miembros, como ncleo y ejemplo de la que debera existir entre
todos los hombres.
Todos los hombres pueden ser hermanos segn conocen y realizan en lo ntimo de
sus corazones la Verdad de la Fraternidad es decir, de su comn relacin con el
Principio de la Vida, por un lado y por el otro con el medio que los hospeda. Ca-
ern entonces las barreras ilusorias que actualmente dividen a los hombres, segn
cae la venda que cubre sus ojos, y la Masonera habr esparcido efectivamente su
Luz sobre toda la Tierra.
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LA VIRTUD
Virtud es el hbito y disposicin del Alma para ejecutar las buenas acciones: signi-
fica propiamente, fuerza, poder. Es la prctica de acciones tiles al individuo y a la
sociedad. La virtud es la fuerza contina para cumplir voluntariamente el bien co-
mo ley de la vida. Es la armona del hbito y de razn, es la fuerza moral de la vo-
luntad, en el cumplimiento de sus deberes.
La virtud en cuanto adquirida, debe ser enseada, los medios generales que se han
de emplear para ensear el arte de ser virtuoso, son:
1 La Cultura general y proporcionada de todas nuestras facultades para que
su ejercicio concierte con la direccin de la voluntad libre al bien,
2 La Direccin recta de la voluntad moral para fortalecerla y habituarla al
cumplimiento del bien, y
3 La subordinacin de los mviles inferiores a los superiores, formando as
buenos hbitos y procurando revelar en todos los actos la abnegacin y el
desinters que caracteriza a la vida moral.
La virtud se refiere por ello a todos las actividades humanas y no slo a las morales.
Por eso en Platn las virtudes Cardinales son la sabidura prctica prudencia, el
Valor Coraje y la Templanza; y el Estagirita clasifica las virtudes en prcticas y
tericas ticas.
137
de la honestidad y del amor. El ignorante que vaga en la noche de su vida, desca-
rriado, necesita de los rayos estimulantes de la virtud de sus semejantes, como el
barco que ha perdido el rumbo o necesita de la luz del faro para orientarse.
Mostraremos nuestras virtudes para que nos sigan, porque en el corazn del hombre
hay esperanza y la esperanza es el amanecer de nuevas auroras en el despertar de la
existencia humana. Las virtudes se han ejercido desde el nacimiento mismo de la
humanidad y se ejercern siempre, mientras las calamidades y miserias existan en
el mundo.
Las virtudes individuales son cinco, a saber: a) la ciencia que comprende, la Pru-
dencia y la Sabidura, b) La templanza, que comprende, la Sobriedad, y Castidad, c)
El valor o sea la fuerza y reciedumbre del Cuerpo y del Alma, d) La Actividad, es
decir el amor al trabajo y la fecunda distribucin del tiempo, e) La limpieza pure-
za del cuerpo, tanto en la vestimenta, como en la habitacin.
La sabidura inicitica nos ensea que cada hombre es un templo, donde mora la
chispa trascendente y nos recuerda siempre la misteriosa unidad existente entre los
seres y el universo. Nada de los que existe es para s, sino que todo est estructura-
do para ser un eslabn vital del Cosmos. El iniciado est obligado a cooperar con el
quehacer evolutivo del Universo y de los seres que le rodean encuadrando sus ac-
ciones, ms en el dar que en el de recibir.
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EL VICIO
139
La debilidad y la cobarda son vicios que sumen al hombre en preocupaciones en
angustias perpetua, mina la salud con el terror a menudo mal fundado, de ataque y
de peligros. Este terror que es un mal, no constituye un remedio y por el contrario
lo hace esclavo de cualquiera que pretenda oprimirlo. Debido a la servidumbre y al
envilecimiento de todas sus facultades, degrada y deteriora sus medios de existen-
cia, hasta depender su vida de las voluntades y de los caprichos de otro hombre.
La pereza y la ociosidad son vicios y los ms perniciosos de todos, porque son vi-
cios que conducen a todos los dems, por eso se dice con razn que la ociosidad es
la madre de todos los vicios. Por culpa de la pereza y la ociosidad el hombre sigue
siendo ignorante y llega incluso a perder la ciencia que haba adquirido. Cae bajo
todas las desgracias que acompaan a la ignorancia y a la estupidez. Por culpa de la
pereza y de la ociosidad el hombre devorado por las preocupaciones, se entrega con
el objeto de disiparlas a todos los deseos de sus sentidos, que adquirindolo un da
tras otro ms imperio, lo tornan intemperante, regan , lujurioso, nervioso, cobar-
de, vil y despreciable. Debido al efecto cierto de todos estos vicios arruina su for-
tuna, consuma su salud y finaliza su vida en medio de todas la angustias, de las do-
lencias y de la pobreza.
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LA MORAL
La moral deriva de mohs, costumbre, lo mismo que tica. Por eso, moral y tica
son empleados a veces indistintamente puesto que se refiere a costumbres. Pero
conviene enriquecer la lengua y llamarla moral. Sin embargo el trmino moral tiene
una significacin ms amplia que el vocablo tica.
La moral es la Ciencia que estudia los valores humanos espirituales. Las virtudes,
por cuya prctica se llega al bien y se es moral, sin las potencialidades habilidades
que tiene el hombre, para realizar determinados hechos. Como la ciencia que trata
del bien en general y de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia.
Conjunto de facultades del Espritu, por contraposicin a lo fsico.
No es slo ciencia de hecho ciencia real, sino ciencia de derecho, del ideal. Las
leyes que descubre no son construcciones arbitrarias del Espritu, antes bien son
inferidas del conocimiento de la naturaleza moral del hombre. La moral indaga las
leyes segn las cuales debe funcionar moralmente la voluntad humana. La moral es
la ciencia de las costumbres, de las relaciones que existen entre los hombres y de los
deberes que nacen de estas relaciones. O de otro modo, la moral es el conocimiento
de lo que deben necesariamente evitar los seres inteligentes y racionales que quieren
conservarse y vivir felices en sociedad, basndose en tres principios fundamentales:
1 La nocin del bien y del mal que corresponde especialmente a la filosofa,
2 La del deber o la obligacin de hacer el bien y de evitar el mal, que corresponde a
la poltica y la nocin del mrito y del demrito, la firme creencia de que el que
obra bien merece recompensa; y
3 El que obra mal, es acreedor a castigo, que corresponde a la religin.
Para que la moral sea universal, debe estar de conformidad con la naturaleza del
hombre en general y fundarse, por lo tanto, sobre su esencia o sobre las propiedades
y cualidades que se hallan constantemente en todos los seres de su especie por las
cuales se distingue de otros animales. La ciencia de las costumbres para que sea
cierta y segura, debe ser una continuacin o encadenamiento constante de experien-
cias reiteradas e invariables, que pueden conducir a la adquisicin del verdadero
conocimiento de las relaciones que existen entre los seres de la especie humana,
esta es la que profesa la Francmasonera.
141
cotidiano? Preguntamos adems Somos mejores que los hombres de otras institu-
ciones? Qu hacemos por nuestros semejantes? Somos verdaderamente masones?
Porque ser masones, es una tarea difcil que muy pocos llegan a cumplir.
En los tres viajes del recipiendario, ste ha recibido del venerable maestro tres lec-
ciones de moral sublime para vencer los obstculos que se opondrn a la marcha
que deber emprender por el sendero de la virtud. Para sostener combate de la sana
moral con los vicios que le acecharn por todas partes, y para encender en su co-
razn la llama del amor a sus semejantes.
El trmino moral ha sido usado a menudo como adjetivo para aplicarse a una per-
sona determinada, de la cual se dice entonces que es moral. Ello ha planteado
varios problemas:
1 En qu consiste ser moral?
2 Si se puede ser moral,
3 Si se debe ser moral.
Este ltimo problema ha sido debatido bajo la forma de Si debe o no hacer lo justo
(en cuanto moralmente justo) . La respuesta a este problema parece obvia, se debe
ser moral o hacer lo (moralmente) justo. Sin embargo, tan pronto como se intenta
encontrar la razn que explique por qu hay que ser moral. Se choca contra toda
clase de dificultades inherentes al fundamente de la moralidad. Indiquemos ahora
simplemente que la razn o razones, dadas para responder a la pregunta en cuestin
afirmativamente pueden ser de varios tipos. As por ejemplo, se debe ser moral por-
que es lo justo, lo adecuado, lo conveniente, conforme al bien. Porque es ordenado,
mandado por alguien o algo, es decir una persona, una institucin, etc. Porque es
un mandato de Dios, Porque nos produce satisfaccin, nos hace felices. Porque es
til para la sociedad. Porque es un mandato de la razn. Porque es mandato de la
conciencia (moral) de la vocacin. Etc.
Comenz por ser ante todo una enseanza recogida en primer trmino de los legis-
ladores y poetas. Los siete Sabios de Grecia, hombres prcticos ms que filsofos,
divulgan en mximas cortas y en discursos familiares las ideas morales. Los poetas
Gnsticos expresan en reflexiones morales los resultados de la experiencia humana
el peligro de la violencia, como consecuencia de una doctrina filosfica. Demcrito
deduce su regla de conducta del sensualismo; considera la dicha como el fin de la
vida y la refiere a la salud, al buen humor y a la tranquilidad de nimo, concluyendo
por recomendar la templanza.
142
sabidura ciencia general del bien. El bien segn Scrates, tiene su origen en la
razn y no en la convencin.
Con la llegada del Cristianismo, la moral deja de tener su base slo en la inteligen-
cia. Se apoya adems en el amor, principio exagerado por los msticos. Kant es el
primero que hace derivar la moral de la idea del deber. Del estoicismo de Kant de-
riva la lnea casi recta, la clebre teora de la moral independiente. Aunque conse-
cuente con el espritu de la Crtica de la razn Pura, construye Kant una moral ex-
clusivamente subjetiva. Asienta sin embargo, en forma de postulados, principios
trascendentales para la ciencia de las costumbres.
Los partidarios de la ciencia positiva. A este fin pretenden que tenga el criterio
para la moralidad como nica base la experiencia, y que la moral se construya no
slo fuera de toda creencia religiosa, si no libre de toda concepcin metafsica. La
moral que toca el fuero interno, que se refiere a lo ms ntimo de la vida humana,
que implica la solucin de los ms complejos problemas, no puede, no debe sepa-
rarse nunca de la filosofa, porque esto equivaldra a reducir el criterio moral a la
observacin y a la experiencia, y a sujetar la regla general de las costumbres a la
serie de los hechos, suprimiendo as toda la racionalidad de nuestra vida y entregan-
do a una completa anarqua la conciencia moral.
143
La moral no puede ser slo subjetiva, ni reducirse a un a tomismo de relaciones
subjetivas. Implica necesariamente la moralidad de doble carcter: individual y
social del hombre. Donde no existe ideal de vida no puede haber moral. Hasta que
no acaba el egosmo no comienza la moral. La crisis actual de las ciencias de las
costumbres parece confirmar el dicho de Schopenhauer: Es fcil predicar la Moral,
pero es difcil establecer sus fundamentos. Podemos declarar que la moral, si es
eterna en sus principios, es progresiva en sus aplicaciones.
144
LA TOLERANCIA
La tolerancia es una virtud, un valor real. Una actitud axiolgica, eje y equilibrio de
toda valiosa apreciacin que acepta la postulacin, ejercicio y prctica de opiniones.
Crea dos tendencias, que sin ser antagonistas lesivos, difieren o en la forma o en el
fondo, de lo sustentado por nosotros. La intolerancia, por el contrario, es el rechazo
soberbio y agresivo de aquellas prcticas y doctrinas, que no siendo de nuestro pa-
recer o militancia, no por ello deben ser avasalladoras o proscritas. Cada individuo
tiene derecho a pensar, expresarse o actuar, siguiendo el dictado de su propia con-
ciencia con la limitacin nica impuesta por la ley moral, tcita o escrita, el honor y
la integridad fsica y mental de los dems , pero comprometindose a su vez a per-
mitir a sus prjimos, cercanos o distantes a actuar del mismo, reversible y recproco
modo.
Las ideas tienen alas, por eso rauda y libremente vuelan de uno a otro confn, son
giles, la libertad es su frmula de vida y el cautiverio su muerte. Dejmosla que
vivan y se multipliquen ya que son mensajeras de paz, de dilogo, de solidaridad y
unin entre los hombres y sus pueblos. Ellas son el patrimonio de la humanidad,
smbolos, signos y lenguaje de la libertad y fraternales recados de ecumenismo
espiritual. Toda idea, por supuesto, nace en el hombre, pero no siempre con el
hombre. A veces se apodera de l, como incorporada a machamartillo en mentalida-
des ridas u abstrusas y lo embruja, lo domina y hasta lo destruye. Este tipo o va-
riedad de ideas, no originales ni propias, suelen ser malsanas, pudiendo hacer del
individuo y de sus actos un frio o burdo autmata. Todo hombre debe saber domi-
nar las ideas y no permitir que estas lo perturben.
145
Proudhon defendi la tolerancia completa como paso necesario a una destruccin de
todas las opiniones falsas y a una instauracin del ideal de justicia universal. Por su
parte Jeremy Benthan defendi tambin una completa tolerancia, en el sentido de
una neutralizacin de ideales, que hiciese posible una libertad verdadera. Comte
proclam la necesidad de la tolerancia como momento necesario durante el proceso
crtico, pero defendi la intolerancia como afirmacin de los ideales de la nueva
edad estable.
Nosotros sostenemos, que por encima de las luchas por verdades, se alza una virtud,
que practicamos en sumo grado los masones. La tolerancia, que nos vuelve al justo
medio, al nivel, en donde nos reunimos y de donde jams debemos salirnos de la
comprensin y el respeto a todas las opiniones o verdades individuales.
Toda opinin sincera por tal razn merece ser respetada aunque no convengamos en
lo concreto sobre la misma. Y la verdadera libertad de pensamiento se mide por la
libertad que cada individuo sabe conceder a los dems.
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LA SOLIDARIDAD
Los que luchan por una particular idea, son solidarios en todo lo que se relaciona
con aquella idea. Y los que ms bien que por una idea particular, se esfuerzan para
lograr el triunfo impersonal del bien, de la Verdad y de la Virtud (Como son y de-
beran ser los masones), convendra que se hallaran todava ms hermanados entre
s, dado que el triunfo de las ms nobles aspiraciones humanas no pueden conse-
guirse sino con la cooperacin y los esfuerzos unidos de los hermanos.
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La solidaridad precede la unidad de pensamiento y vida entre los hombres. Adems
favorece la iniciativa, aumenta el alcance de la sugestin y convierte al individuo
en personificacin de la colectividad. An acentuando el valor plstico y real del
sentimiento de la solidaridad como encarnacin en el individuo, el espritu colecti-
vo, se justifica la verdad relativa.
El espritu ser grande, cuando sus alas cobijen con respeto y con amor a todos sin
distincin de razas y credos. Tratemos y pongamos un grano de arena hacia la
humanizacin del mundo, para sanear el ambiente, brindar la paz y felicidad. Los
masones debemos buscar la Luz que es el fundamento de nuestros destinos y no
detener el progreso espiritual en el cual estamos empeados y debemos practicar la
solidaridad en grado superlativo. Apliquemos las enseanzas que simboliza el
Comps accionando nuestra inteligencia dirigida hacia la bsqueda de la Verdad,
del conocimiento, la sabidura y con la rectitud que significa la escuadra que siem-
pre nos guiar por los senderos de la moral hacia la justicia cristalizada en amplia
solidaridad.
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LA FIDELIDAD
La lealtad o fidelidad es para Royce, un principio tico, por el cual todas las virtu-
des comunes, en tanto que defendibles y efectivas, son formas especiales de la leal-
tad. Advirtamos aqu, como curiosa comprobacin, que al final de su novela Paz en
la guerra publicada en 1897, Unamuno haba empleado ya la expresin lealtad por
lealtad misma. De ah que, en ltimo trmino, la lealtad pudiese definirse como
La voluntad de creer en algo eterno y de expresar tal creencia en la vida prctica
de un ser humano..
Pero este reconocimiento no es, segn Marcel, simplemente un juicio objetivo acer-
ca de las cosas, sino que es la condicin misma de la persistencia el propio yo en el
curso de sus actos trascendentes. El vivir en fidelidad como el vivir en el amor no
es por consiguiente, de acuerdo con dicho autor, una manera forma de vida al lado
de otras posibles, sino que es el fundamento de la existencia, el conjunto de condi-
ciones que la hacen posible. La fidelidad es en suma como la fe, no algo definido
en funcin de un objeto, de una esencia, sino a la inversa: el objeto no es sino La
traduccin al lenguaje de conocimiento (de posicin) del acto privilegiado que es la
149
fe y que ser luego tambin la fidelidad, la fidelidad es esencialmente fidelidad a
una fe, o fidelidad a un valor, o fidelidad a los seres o valores vivientes.
150
LA RESPONSABILIDAD
Todo ser humano es una potencia espiritual independiente y evolutiva, que viene a
este mundo en el que impera la ley de la lucha por la vida, donde prevalece el su-
frimiento como una necesidad para el mejoramiento moral.
Hay que advertir, sin embargo, que los partidarios de la responsabilidad total no
ignoran la flaqueza del ser humano e insisten en que para ser responsables, los actos
deben ser espontneos y no automticos.
151
pabilidad. En tal caso el sentimiento de responsabilidad es un sentimiento personal,
que compromete a cada persona y le hace comprender que no puede simplemente
abandonarse a sus conveniencias individuales.
No hay religin, creencia o Ideal en cuyas filas no tengan seres buenos, regulares y
malos, entonces vemos que el progreso espiritual humano no depende de la religin,
ciencia o ideal, sino exclusivamente del hombre. Es que el gran problema del pro-
greso y de la felicidad humana est por resolverse. Lo har cuando el hombre se
dedique a cumplir con las leyes divinas que no yerran porque son inmutables, las
que por emanar del Altsimo estn inspiradas en el amor y en el progreso de sus
hijos, leyes que hablan a la conciencia personal que nos hablan en todas partes y en
toda circunstancia para inducirnos al bien y brindarnos felicidad. Leyes justas que
contienen en su esencia la ms amplia libertad, que vuelcan generosamente sus do-
nes en las almas virtuosas, sin distincin de creencias y por muy humildes que sean.
152
No es sembrando odio como se ha de mejorar el ambiente. Es necesario que los
bajos sentimientos se eliminen para que triunfe el bien. Vivir en la miseria moral es
contagiarse y ser vctima de sus deplorables consecuencias. Reconozcamos que la
mayor responsabilidad que tenemos, es nuestro porvenir. Pensemos que cuando
llegue el instante supremo de rendir cuenta de la obra ejecutada, nuestro espritu se
hallar solo ante su nica realidad, porque lo llevar fielmente registrado en el libro
de su conciencia. All no encontraremos pensamientos, sugerencias ni accin ex-
traa, sino todo lo puramente personal. Si comprendemos que hemos de llegar com-
pletamente solos a esa circunstancia. Por qu desde ahora no nos hacemos eco de
esa enorme responsabilidad? Ningn ser humano por conspicua que sea su situa-
cin o por santa que crea su profesin, ha de dejar de pasar por ese tamiz justiciero.
En nuestra Augusta Orden, sus adeptos como hombres libres y de buenas costum-
bres indiscutiblemente sern responsables por los actos que comentan, y no puede
ser de otra manera.
153
LA SINCERIDAD
Sincero es aquel que es puro, veraz, sencillo y acta sin doblez, que se siente o
piensa realmente que est exento de hipocresa o simulacin.
Parece que la humanidad estuviese frente al ocaso del Espritu y que una capa de
niebla cubre la moral de los hombres. El mundo est ofreciendo las seas infalibles
de sus pocas crticas, el hombre fsico, la ruptura de las normas morales y la falta
de rumbo poltico. Y cuando estas condiciones se hacen visibles, es porque hay
algo que no funciona bien y es necesario tomar medidas que se pueden condenar
en: Accin y Voluntad. Estas dos condiciones slo pueden ser positivamente ejerci-
das por aqul que es un buen masn, por aqul que inspira su conducta en la devo-
cin hacia la verdad.
Mentir posesin de valores eternos, es como pretender fungir de rico siendo pobre,
o simular ser caballero por la percha y modales de imitacin, mientras se carece de
la contextura moral que da nobleza e integridad al hombre. Para ser sincero es me-
nester conocerse a s mismo, identificarse con el Yo profundo. En asuntos de fe,
principalmente, debe el hombre ser sincero.
Demos una mirada hacia nuestro mundo interior, hacia nuestro Yo tan ntimo y per-
sonal. As muy imperfectamente, en forma nefita, sin atenernos a las leyes o con-
diciones psicolgicas, biolgicas, sociolgicas, etc,; es decir como si de repente
cada uno de nosotros quisiese hacer su propio estado de conciencia o analizarse en
forma imprevista, ntimamente, sin ms ayuda que sus propios sentimientos. Qu
se ve entonces? Con seguridad una maraa inmensa gigantesca e inquieta, en donde
se amida todo aquello que podemos llamar pasin desenfrenada, ira, prejuicios, trai-
cin, hipocresa, falsedad, rencor y cuantas cosas ms; es decir, todo aquello que
154
ubica al hombre en el mismo o plano que el resto de los seres y en ms de una
oportunidad, mas bajo an.
Es nuestro nimo dejar establecido que por nuestra mente no ha pasado en momento
alguno, ni siquiera pretenda en este modesto bosquejo formular crticas. Nada ms
lejos de nuestra intencin, lo decimos con la ms absoluta sinceridad. Mal pode-
mos hacerlas, por cuanto somos los primeros en estar pronto a recibirla, ya que so-
mos accesibles a ellas. Si son bien intencionadas y constructivas, las agradecemos
desde lo ms profundo de nuestra alma porque vienen a iluminar los negros nuba-
rrones de nuestra ignorancia, a sacarnos de un error, o reparar una injusticia, a re-
clamar un perdn o a recordar un deber. Recordemos que somos imperfectos, que
poseemos a veces en accin, ms de lo negativo que lo positivo. Pero dejemos en
claro tambin, que somos fcilmente susceptibles de perfeccin
Acaso por desgracia no hemos sido testigos y a veces tambin actores de situacio-
nes por medio de las cuales afirmamos y aseguramos algo que, una vez abandona-
das las puertas de nuestro taller, se diluye y esfuma frente a la opulencia de un
cargo, ante la grandeza de una posicin econmica o ante el orgullo vano de nues-
tras relaciones sociales? Ah mismo desaparece aquella extraa y vana fraternidad.
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Deseamos recalcar que, si emplesemos en lo que vale y en circunstancias que re-
almente se merece esto que denominamos sinceridad, de mucho ms provecho ha
de resultar nuestra labor, ms firme en la accin, ms fcil en el logro de nuestro
objetivo y en la obtencin de los ideales que aspiramos; pero por sobre todo, po-
dremos pagar en parte la gran deuda que pasa sobre los hombros permanentemente
y que no se cancela jams. No es una deuda material Porque sera efmera y pasa-
jera. Es algo ms grande, es algo que constantemente impresiona nuestros sentidos.
Esa deuda la hemos contrado con Grecia y Roma, con los insondables misterios de
la China milenaria, con las arenas eternas del Egipto faranico, con un Miguel
ngel por sus esculturas que desafan al mundo y al tiempo. Con un Chopin y Mo-
zart por la msica sedante, armoniosa y profunda que nos legaron. Y acercndonos
ms a nosotros, la tenemos con un Tpac Amaru, prcer y patriota. Con un Miguel
Grau, Caballero de los mares, por haber escrito con herosmo en las aguas de todos
los mares, el refulgente nombre del Per.
Estamos en deuda con todos nuestros semejantes, con la naturaleza misma que a
cada instante nos deslumbra con algo nuevo y fantstico. En deuda con aquellos que
comparten nuestras penas y alegras, nuestros triunfos y derrotas. Si bien es cierto
que nunca podremos pagar una deuda de gratitud de tal naturaleza, algo podemos
hacer con la voluntad de servir y con la maravillosa ayuda que nos proporciona la
orden, al impulsarnos siempre a buscar dentro y fuera de nosotros el fin ltimo y
primordial que perseguimos. Con ello llegaremos a valorar y encausar adecuada-
mente la sinceridad para que sea como un soplo vivificante del maana al salir el
Sol, para que quede vibrando un eco en los senderos del mundo y para que vaya
flotando en el aire un perfume de eterna gratitud.
No hay que olvidar que nuestro deber es construir. Construir positivamente. Colo-
car nuestro grano de arena en el monumento ideal, para poder justificar as la exis-
tencia y la alegra de vivir. Difcil es realizarlo bien, pero no imposible. Para lo-
grarlo hay que comenzar por construir firmemente un templo interior, ya que mien-
tras ms slido sea ste, ms fcil y ms positiva ha de ser la accin que se proyecto
intelectualmente y materialmente hacia fuera. Espinas y abrojos, obstculos y vallas
tiene el camino. Para recorrerlo con posibilidades de xito, hay que tener princi-
palmente Fe en s mismo, confianza en s, voluntad para actuar, firmeza para hur-
gar lo que llevamos, pero en especial, ser sincero consigo mismo o para poder serlo
con los dems.
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LA PACIENCIA
Esta es una de las virtudes que la Masonera ensea a cultivar con mayor esmero
imponindola como obligatoria en muchos grados para poderlos poseer. As es
que, solo por paciencia y la humildad, es como se puede llegar a obtener la proyec-
cin del bien.
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comprende lo til. Por lo tanto, es de lo ms importante clarificar la significacin
de muchas apelaciones o ttulos.
La paciencia es un rbol de raz amarga y de fruto muy sabroso, es el valor que sabe
sufrir y esperar. La precipitacin es enviada por el demonio: pero la paciencia abre
la puerta de la felicidad. El remedio para cualquier dolor es la paciencia. El entu-
siasmo y la paciencia son dos condiciones necesarias para avanzar en el camino de
la fortuna. La falta de paciencia agrava muchos males en vez de remediarlos, quien
sufre sin paciencia sufre doblemente. La paciencia verdadera consiste en aceptar
amorosamente el Plan que Dios tenga para nosotros. La paciencia es algo muy
grande en la vida. Cultivarla es llevar pleno de serenidad el corazn. Los trabajos y
las penas sufridas con paciencia y compresin sirven de alas para volar hacia la per-
feccin y el bien. An cuando sea comparativamente una virtud pasiva, La pa-
ciencia es una virtud necesaria para recibir los frutos que nos corresponden de todo
trabajo, actividad o empresa.
Complementa esta virtud la Prudencia al igual que la presteza, todo puede lograrse
con la paciencia que acompaa a la clara percepcin y la firme determinacin; a la
vez sin ella todas las conquistas son efmeras, puesto que carecen de estabilidad.
Con la energa y la prontitud puede conquistarse un imperio, pero solo con la pa-
ciencia y la firmeza se lo puede conservar y hacerlo prosperar.
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LA PULCRITUD
Por qu figura la pulcritud entre las virtudes? Porque es una de las ms importantes
por el hecho de que fluye poderosamente en la salud del cuerpo y en su conserva-
cin.
De suerte que todo el sistema de las mculas, de todos esos ritos de cosa puras o
inmundas, degenerada ms tarde en abusos y prejuicios solo estaban basados, en sus
orgenes, sobre la juiciosa observacin que hombres prudentes e instruidos haban
hecho de la extrema influencia que la pulcritud del cuerpo, en las ropas y en el
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hogar, ejerce en su salud, y como consecuencia inmediata, en la salud de la mente y
de las facultades morales.
As pues, todas las virtudes individuales tienen como finalidad, ms o menos dire-
cta, ms o menos prxima, la conservacin del hombre que las practica. Mediante la
conservacin de cada hombre, tienden a la de la familia y a la de la sociedad que se
componen de la suma reunida en todos los individuos.
La pulcritud observada por los masones debe servir de ejemplo para el mundo pro-
fano. El masn debe ser muy pulcro en la manera de expresarse ante sus hermanos
y mucho ms cuando lo hace dentro de la sociedad.
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