Comunes Contra y Más Allá Del Capitalismo

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Comunes contra y ms all del capitalismo

George Caffentzis y Silvia Federici


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Resumen

Este ensayo contrasta la lgica que subyace a la produccin de los


comunes frente a la lgica de las relaciones capitalistas y describe
las condiciones bajo las cuales stos se convierten en las semillas
de una sociedad que trasciende al mercado y al Estado. Tambin
advierte sobre el peligro de que los comunes queden cooptados
por el capital para proveer formas de reproduccin de bajo costo,
y aborda el modo en que esta posible consecuencia puede ser
prevenida.

Palabras clave: comn, lucha de clases, comunes para el mercado,


capitalismo.

NOTA DE LOS EDITORES. Este artculo fue publicado inicialmente en


septiembre de 2013 con el ttulo Commons against and beyond capitalism en la
revista Upping the Anti: a Journal of Theory and Action. Agradecemos a lxs autorxs por
habernos concedido el permiso para traducir y publicar su artculo. La traduccin
al castellano estuvo a cargo de Nicolas Olucha Snchez y la misma fue revisada por
Paulino Alvarado e Itandehui Reyes Daz.
EL APANTLE COMUNES CONTRA Y MS ALL DEL CAPITALISMO

Introduccin En este artculo examinamos las razones detrs de estas tendencias


y planteamos algunas de las principales preguntas que enfrentan hoy

C ada vez ms, el trmino comn tiene mayor presencia en en da los comunitaristas anticapitalistas:
el lenguaje poltico, econmico e incluso en el inmobiliario.
Derecha e izquierda, neoliberales y neokeynesianos, conservadores t A qu nos referimos cuando hablamos de comunes
y anarquistas utilizan el concepto en sus intervenciones. El Banco anticapitalistas?
Mundial acogi el trmino cuando, en abril de 2012, dictamin t Cmo podemos crear, a partir de los comunes que nacen de
54 que toda investigacin que llevase su sello deba ser de libre acceso nuestra lucha, un nuevo modo de produccin que no est 55
mediante una licencia Creative Commons una organizacin sin basado en la explotacin del trabajo?
nimo de lucro cuyas licencias por derechos de autor tienen como t Cmo podemos prevenir la cooptacin de los comunes y su
objetivo favorecer un mayor acceso a la informacin a travs de conversin en plataformas desde las que la clase capitalista
Internet (Banco Mundial, 2012). Incluso The Economist, un paladn decadente pueda rehacer sus fortunas?
del neoliberalismo, ha saludado el uso de este trmino a travs de los
elogios vertidos sobre Elinor Ostrom decana de estudios sobre lo Historia, capitalismo y comunes
comn en su obituario:
Comencemos con una perspectiva histrica, teniendo en cuenta que
A ojos de Elinor Ostrom, el mundo posea una gran cantidad de la historia en s misma es un bien comn, siempre y cuando las voces
sentido comn. La gente, sin nada sobre lo que apoyarse, creara formas que la narren sean diversas incluso cuando revele los modos en que
racionales de supervivencia y de entendimiento. Aunque el mundo hemos sido divididos. La historia es nuestra memoria colectiva,
tuviese una cantidad limitada de tierras cultivables, de bosques, de agua nuestro cuerpo extendido que nos conecta con un amplio mundo
o de peces, sera posible compartirlo todo sin agotarlo y cuidarlo sin de luchas que otorgan significado y poder a nuestra prctica poltica.
necesidad de contiendas. Mientras otros autores hablaron de la tragedia
de los comunes con pesimismo, centrndose tan slo en la sobrepesca o La historia nos demuestra que producir comn es el principio
la explotacin agrcola en una sociedad de codicia rampante, Ostrom, mediante el cual los seres humanos han organizado su existencia
con sus sonoras carcajadas, se convirti en una alegre fuerza opositora durante miles de aos. Tal y como nos recuerda Peter Linebaugh,
(The Economist, 2012). difcilmente existe una sociedad donde lo comn no est en su
seno (Linebaugh, 2012). An hoy en da existen muchos sistemas
Por ltimo, es difcil ignorar el uso tan habitual que se hace del de propiedad comunal en una gran cantidad de lugares del
concepto comn o bienes comunes en el actual discurso mundo, sobre todo en frica y entre las comunidades indgenas de
inmobiliario sobre los campus universitarios, los centros comerciales Latinoamrica. As, cuando mencionamos el principio del bien
y las urbanizaciones cerradas. Las universidades elitistas que exigen a comn o hablamos de comunes como formas tericas o existentes
los estudiantes matrculas anuales de 50 mil dlares, se refieren a sus de riqueza compartida, no nos estamos refiriendo nicamente a
bibliotecas como centros comunes de informacin. En la vida social experimentos a pequea escala. Hablamos de formaciones sociales
contempornea, parece que es ley que cuanto ms se ataca a los comunes, a gran escala que antiguamente tenan dimensin continental, tales
ms fama alcanzan. como las redes de sociedades comunales que existan en la Amrica
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precolonial, que se extendan desde el Chile actual hasta Nicaragua escatima ningn esfuerzo con tal de asegurar que las empresas
y Texas, conectadas mediante una gran variedad de intercambios tengan el derecho de cercar los ltimos espacios libres en la Tierra,
culturales y econmicos. En Inglaterra la tierra comunal se mantuvo obligndonos a pagar para tener acceso a ellos. No son slo las tierras,
como un factor econmico importante hasta comienzos del siglo bosques o pesqueras que se utilizan para fines comerciales en lo que
XX. Linebaugh estima que en 1688 un cuarto de la extensin total parece ser un nuevo acaparamiento de tierras sin precedentes. De
de Inglaterra y Gales era de carcter comunal (Linebaugh, 2008). Nueva Delhi y Nueva York a Lagos y Los ngeles, el espacio urbano
Sin embargo, tras ms de dos siglos de cercamientos se profundiz se est privatizando; el ejercer la venta ambulante, sentarse en la acera
56 en la privatizacin de millones de acres, segn la 11 Edicin de la o hacer ejercicio en la playa sin pagar est siendo prohibido. Los 57
Enciclopedia Britnica, para 1911 la cantidad de tierra comunal que ros pasan a ser embalses, se talan los bosques, el agua y los mantos
subsisti representaba entre 1.5 millones y 2 millones de acres, apenas acuferos se embotellan para ser vendidos, los saberes tradicionales
el 5 por ciento del total del territorio ingls. A finales del siglo XX las son saqueados mediante leyes de propiedad intelectual y las escuelas
tierras comunales tan solo abarcaban el 3 por ciento del total de aquel pblicas se convierten en empresas de lucro. Esto explica por qu la
territorio (Naturenet, 2012). idea de lo comn resulta tan atractiva para nuestro imaginario colectivo:
Estas consideraciones son importantes para disipar la creencia de su desaparicin expande nuestra consciencia de su existencia, de su
que una sociedad basada en bienes comunes es una utopa o que importancia y aumenta nuestro deseo de conocer ms al respecto.
tan solo pueden ser proyectos a pequea escala, inadecuados para
brindar las bases de un nuevo modelo de produccin. No slo ha Comunes y lucha de clases
habido comunes desde hace miles de aos, sino que an conservamos
elementos de una sociedad basada en ellos, aunque estn bajo asedio A pesar de todos los ataques recibidos, lo comn no ha dejado de
constante, ya que el desarrollo capitalista requiere la destruccin de existir. Como dice Massimo De Angelis, siempre ha habido comunes
propiedades y relaciones comunales. Marx habl de acumulacin fuera del capitalismo que han desempeado un papel clave en la
primitiva u originaria haciendo referencia a los cercamientos de lucha de clases, alimentando el pensamiento radical as como a los
los siglos XVI y XVII, los cuales fueron responsables de la expulsin cuerpos de muchos comuneros (De Angelis, 2007), las sociedades
de los campesinos europeos de sus tierras el acto que dio nacimiento de ayuda mutua del siglo diecinueve son un ejemplo de ello (Bieto,
a la moderna sociedad capitalista. Pero hemos aprendido que esto 2000). Lo que resulta an ms importante es que continan surgiendo
no fue un hecho aislado, circunscrito espacial y temporalmente, nuevos tipos de comunes; del software libre al movimiento de
sino un proceso que se mantiene vivo hoy en da (Midnight Notes economa solidaria, est surgiendo todo un mundo de nuevas
Collective, 1990). La acumulacin primitiva es la estrategia a la relaciones sociales que se basan en el principio del compartir en
que la clase capitalista recurre siempre en tiempos de crisis, cuando comn (Bollier and Helfrich, 2012), reafirmndose en la observacin
necesita reafirmar su dominio sobre el trabajo, y con la llegada del de que el capitalismo no tiene nada ms que aportarnos excepto
neoliberalismo esta estrategia se ha profundizado, de manera que la miseria y divisiones. De hecho, en estos tiempos de crisis permanente
privatizacin se ha extendido a todos los mbitos de nuestra existencia. y ataques continuos a los empleos, los salarios y los espacios sociales,
Vivimos en un mundo en el que todo, desde el agua que bebemos la construccin de comunes tales como bancos de tiempo, jardines
hasta nuestras clulas o nuestro genoma, tiene un precio y no se urbanos, agricultura sostenida por la comunidad, cooperativas de
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alimentos, monedas locales, licencias Creative Commons o trueques Las iniciativas de las mujeres de abajo han desempeado un
representa un modo de supervivencia esencial. En Grecia, en los papel especial en este contexto. Tal y como ha ido demostrando una
ltimos dos aos, mientras los salarios y las pensiones han sufrido creciente literatura feminista1, debido a su precaria relacin con el
recortes del 30 por ciento y el desempleo entre los jvenes ha empleo remunerado, las mujeres siempre han tenido mayor inters en
alcanzado el 50 por ciento, han emergido diversas formas de ayuda la defensa de la naturaleza comn y en muchas regiones han sido las
mutua, tales como servicios sanitarios sin costo, distribucin gratuita primeras en salir en contra la destruccin del entorno: han luchado
de lo producido por agricultores en centros urbanos y servicios de contra la explotacin forestal, contra la venta de rboles con fines
58 reparacin de cables desconectados por falta de pago. comerciales y la privatizacin del agua. Las mujeres tambin han 59
Sin embargo, las iniciativas comunales son ms que diques frente dado vida a diferentes mtodos para poner en comn los recursos,
al torrente neoliberal que amenaza nuestro sustento. Estas iniciativas tales como las tontinas, una de las actividades ms antiguas y
son la semilla, el embrin de un modo de produccin alternativo difundidas de banca popular que an persisten. Estas iniciativas se
que an se est gestando. Es ste el prisma con el que tambin han multiplicado desde los aos setenta cuando, como respuesta
deberamos mirar a los movimientos emergentes de ocupacin a los efectos de los planes de austeridad y la represin poltica en
de tierras en muchas periferias urbanas, smbolos del aumento de varios pases como Chile o Argentina, las mujeres se unieron para
habitantes urbanos desconectados de la economa formal mundial, crear formas comunales de reproduccin social, pudiendo as
reproducindose por fuera del mercado y del Estado (Zibechi, 2012). aumentar sus presupuestos y al mismo tiempo romper la sensacin
La resistencia de los pueblos indgenas americanos frente a la continua de parlisis que el aislamiento y la derrota producan. En Chile, tras
privatizacin de sus tierras y sus aguas le ha dado un nuevo impulso a el golpe de Estado de Pinochet, las mujeres comenzaron con los
la lucha por los comunes. Mientras los zapatistas se alzaban exigiendo comedores populares, cocinando de forma colectiva en sus barrios
una nueva constitucin que reconociese la propiedad colectiva, algo para alimentar a sus familias y a los miembros de la comunidad
que el gobierno mexicano ignor, en 1999 la constitucin venezolana que no tenan recursos suficientes. La experiencia de los comedores
reconoca el derecho de los pueblos indgenas a utilizar los recursos populares fue tan poderosa para romper la cortina de miedo que
naturales de sus regiones. Tambin en Bolivia, en 2009, una nueva haba descendido sobre el pas tras el golpe de Estado, que el gobierno
constitucin reconoca la propiedad comunal. No mencionamos los prohibi y envi a la polica a destruir las ollas comunes y acus
estos ejemplos para declarar que confiamos en la maquinaria legal del a las mujeres de comunistas (Fisher, 1993). De una u otra manera,
Estado como promotor de la sociedad de comunes que deseamos, sino esta es una experiencia que se ha repetido a lo largo de los aos 80 y
para destacar la fuerza con la que se ha exigido, desde las capas ms 90 en muchos lugares de Latinoamrica. Tal y como indica Zibechi
bajas, la creacin de nuevas formas de sociabilidad, organizadas en (2012), en Per y Venezuela han aparecido miles de organizaciones
funcin del principio de cooperacin social y la defensa de las formas populares, cooperativas y espacios comunitarios para tratar asuntos
de comunalismo ya existentes. Como han mostrado Raquel Gutirrez como la comida, la tierra, el agua, la salud o la cultura, en su mayora
(2009) y Ral Zibechi (2012), la Guerra del Agua del ao 2000 organizados por mujeres. Estos espacios han sentado las bases para
en Bolivia no hubiese sido posible sin la compleja red de relaciones 1 Para una revisin del papel de las mujeres en la construccin de formas de
sociales que proporcionaron los ayllus y otros sistemas comunales reproduccin social cooperativas, ver Federici (2010). Ver tambin Shiva (1989,
aymaras y quechuas de regulacin de la vida. 2005), as como Bennholdt-Thomsen y Mies (1999).
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un sistema de produccin cooperativo basado en el valor de uso y Deseoso de aparecer como el gran benefactor, incluso el Banco
operando de manera autnoma frente al Estado y el mercado. Tambin Mundial utiliza el lenguaje sobre lo comn para dar un toque positivo
en Argentina, confrontadas con la cercana del colapso financiero en a la privatizacin y limar el filo a la resistencia esperada. Tras esa
2001, las mujeres salieron a la calle comunalizando las carreteras y imagen de gran protector de los bienes comunes mundiales, el Banco
los barrios, llevando sus cazuelas a los piquetes, asegurando de esta Mundial expulsa a pueblos de las selvas y los bosques en los que han
manera la continuidad de las barricadas y organizando asambleas vivido durante generaciones para, posteriormente, permitir el acceso
populares y consejos ciudadanos (Rauber, 2002). a aquellos que puedan pagarlo, una vez construidos parques temticos
60 De la misma manera, en muchas ciudades de los Estados Unidos, u otro tipo de atracciones comerciales. El principal argumento es que 61
como por ejemplo en Chicago, una nueva economa est creciendo el mercado es el instrumento de conservacin ms racional que existe
por debajo del radar de la economa formal; por una parte por pura (Isla, 2009). La Organizacin de las Naciones Unidas tambin ha
necesidad y por otra para restituir el tejido social que la reestructuracin reafirmado su derecho de gestionar los principales ecosistemas del
econmica y la gentrificacin han daado. Principalmente han planeta (la atmsfera, los ocanos y la selva amaznica) para abrirlos
sido las mujeres quienes han organizado varias formas de comercio, a la explotacin comercial; una vez ms a nombre de preservar la
trueque y ayuda mutua fuera del alcance de las redes comerciales. herencia comn de la humanidad.
Comunalismo es, tambin, la jerga utilizada para enganchar
Cooptando los comunes trabajadores no remunerados. Un ejemplo tpico es el programa Big
Society [Gran Sociedad] del Primer Ministro britnico David Cameron,
cuyo objetivo es movilizar las energas de las personas en programas de
Ante todos estos avances, nuestra tarea es entender cmo podemos
voluntariado, compensando as los recortes en servicios sociales que
conectar estas realidades diferentes y cmo asegurar que los comunes
su administracin introdujo a nombre de la crisis econmica. Siendo
que producimos transformen realmente nuestras relaciones sociales y
una ruptura ideolgica con la tradicin que Margaret Thatcher inici
no puedan ser cooptados. Es un peligro real. Durante aos, parte de
en los aos 80, cuando declar que la Sociedad no existe, el programa
la clase dirigente capitalista internacional ha promovido un modelo
Big Society instruye a organizaciones patrocinadas por el gobierno
de privatizacin ms suave, apelando al principio de lo comn como
desde guarderas hasta libreras, pasando por clnicas a reclutar
un remedio para el intento neoliberal de someter todas las relaciones
artistas locales y a jvenes para que, sin ningn salario a cambio, se
econmicas a las mximas del mercado. Ha podido constatarse que
impliquen en actividades que aumenten el valor social, entendido
la lgica del mercado, llevada al extremo, resulta contraproducente
ste como cohesin social y, sobre todo, como reduccin de los costos
incluso desde el punto de vista de la acumulacin de capital,
de la reproduccin social. Esto significa que las organizaciones no
imposibilitando la cooperacin necesaria para un sistema de
gubernamentales que realizan programas para los ancianos pueden
produccin eficiente. Basta observar la situacin de las universidades
percibir fondos del gobierno si son capaces de crear valor social,
estadounidenses, donde la subordinacin de las investigaciones
el cual se mide siguiendo unos clculos especiales con base en las
cientficas ante los intereses comerciales ha reducido la comunicacin
ventajas de una sociedad sostenible, en trminos medioambientales
entre cientficos, forzndolos al secretismo acerca de sus proyectos o
y sociales, incrustada en una economa capitalista (Dowling, 2012).
resultados.
De esta manera, los esfuerzos comunitarios para construir formas de
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existencia solidarias y cooperativas fuera del control del mercado, se Incluso el Departamento Estatal de Ordenacin de la Pesca de
pueden utilizar para abaratar el costo de la reproduccin social e incluso Maine acepta en la actualidad este sistema comunal de pesca, despus
para acelerar los despidos de empleados pblicos. de haber sido proscrito durante dcadas como una vulneracin de
las leyes antimonopolistas (Caffentzis, 2012). Una de las razones de
Comunes productores de mercancas
este cambio en la conducta oficial es el contraste entre la situacin
del sector dedicado a la pesca de la langosta frente al de la pesca de
Un tipo diferente de problema para la definicin de los comunes peces de profundidad (i.e. el bacalao, la merluza, la platija y especies
62
anticapitalistas, es el planteado por la existencia de comunes que similares) que se lleva a cabo en el golfo de Maine y en el banco de 63
producen para el mercado, orientados por la motivacin de la ganancia, Georges, donde el golfo conecta con el ocano. Mientras que este
por el afn de lucro. Un ejemplo clsico lo encontramos en las ltimo sector ha conseguido ser sostenible de forma continua durante
praderas alpinas suizas no cercadas, que cada verano se convierten en el ltimo cuarto de siglo, incluso durante tiempos de dificultad
zonas de pastoreo para vacas lecheras que producen para la poderosa econmica, desde los aos noventa una especie tras otra de peces
industria lctea suiza. Asambleas de ganaderos dedicados a la lechera, de profundidad se han visto afectadas por culpa de la sobrepesca, en
sumamente cooperativos en sus esfuerzos, gestionan estos prados. De ocasiones dando lugar al cierre oficial del banco de Georges durante
hecho, Garret Hardin no podra haber escrito La tragedia de los aos (Woodward, 2004). En el fondo de la cuestin se observan
comunes si hubiese decidido investigar cmo llegaba el queso suizo diferencias en la tecnologa empleada por los dos sectores pesqueros
hasta su nevera (Netting, 1981). y, por encima de todo, una diferencia en los lugares donde se ejerce
Otro ejemplo habitual de comunes produciendo para el mercado la pesca. La pesca de la langosta tiene la ventaja de contar con zonas
es el de los ms de mil pescadores de langostas de Maine, los cuales de uso comn cerca de la costa y dentro de las aguas territoriales del
operan a lo largo de cientos de millas de aguas costeras donde Estado, lo que permite la reparticin de las zonas entre los grupos,
millones de langostas viven, nacen y mueren cada ao. En ms de un mientras que las aguas profundas del banco de Georges no pueden
siglo, los pescadores de langostas han construido un sistema comunal ser repartidas tan fcilmente. Hasta finales de 1977, el hecho de que
para compartir la pesca basndose en acuerdos previos para dividir el banco de Georges se encontrase 20 millas por fuera del lmite
la costa en zonas cada una de las cuales est controlada por grupos territorial permiti que grupos externos pescaran en la zona con
locales y lmites autoimpuestos sobre la cantidad de langostas redes, lo que contribuy en gran medida al agotamiento de la pesca;
que se pueden pescar. No siempre ha sido un proceso pacfico. Los sin embargo, despus de ese ao el lmite territorial fue ampliado en
habitantes de Maine estn orgullosos de su fuerte individualismo, 200 millas. Por otro lado, la tecnologa arcaica que empleaban los
por lo que los acuerdos entre los diferentes grupos se han roto en pescadores de langostas desanim a la competencia. En contraste a
ocasiones; cuando esto ha sucedido, se han producido estallidos de ello, a comienzos de los 90, los avances tecnolgicos en la pesca
violencia para expandir las zonas adjudicadas de pesca o para rebasar de profundidad mejores redes y equipamiento elctrico capaz de
los volmenes permitidos. Pero los pescadores pronto aprendieron detectar peces de un modo ms efectivo trajeron el caos a una
que las consecuencias de ese tipo de conflictos merman el stock de industria organizada bajo el principio del libre acceso: consigue
langostas y con el tiempo han recuperado el sistema de comunes una barca y podrs pescar. El hecho de disponer de una tecnologa
(Woodward, 2004). de deteccin y captura ms avanzada y ms barata choc con la
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organizacin competitiva de la industria que se haba guiado por el a los que lleva el neoliberalismo y/o reconocen las ventajas de las
lema: unos contra otros y la naturaleza contra todos, finalizando relaciones comunales para la reproduccin de la vida cotidiana. En
con la Tragedia de los Comunes que Hardin haba previsto en 1968. este contexto, los comunes aparecen como un posible tercer espacio
Esta contradiccin no es nica a la pesca de profundidad de Maine, adems de y al mismo nivel que el Estado y el mercado. En palabras
ha afectado a comunidades pesqueras de todo el mundo que en la de David Boller y Burns Weston en su debate sobre una gobernanza
actualidad se ven cada vez ms desplazadas por la industrializacin ecolgica:
en la pesca y el poder de los grandes barcos pesqueros, cuyas redes de
64 arrastre abarrotan los ocanos (Dalla Costa, 2005). Los pescadores El objetivo general tiene que ser la reconceptualizacin del mercado y 65
en Terranova han enfrentado una situacin similar a los del banco el Estado neoliberales, para dar lugar a una triarqua con los comunes:
Estado-mercado-comunes, para redirigir la autoridad y conseguir
de Georges, con resultados desastrosos para el sustento de sus
sustento de nuevas formas ms beneficiosas. El Estado mantendra
comunidades. su compromiso por una gobernanza representativa y la gestin de la
Hasta ahora, los pescadores de langostas de Maine han sido propiedad pblica, de igual modo que el sector privado continuara
considerados una excepcin inofensiva que confirma la regla poseyendo capital para la produccin y posterior venta de bienes y
neoliberal de que los comunes pueden sobrevivir tan slo bajo servicio en el mercado (Bollier y Weston, 2012: 350).
circunstancias especiales y limitadas. Sin embargo, visto a travs del
prisma de la lucha de clases, la organizacin comunal de Maine tiene En esa misma lnea de actuacin, una gran variedad de grupos,
elementos propios de un comn anticapitalista, en cuanto involucra organizaciones y tericos perciben a los comunes hoy en da como
el control de los trabajadores en la toma de decisiones importantes una fuente de seguridad, sociabilidad y poder econmico. Esto
sobre el proceso laboral y sobre sus resultados. Esta experiencia incluye grupos de consumidores, quienes creen que una organizacin
supone un entrenamiento sin precedentes y proporciona ejemplos de comunal puede proporcionarles mejores opciones de compra; as
cmo pueden operar los comunes a gran escala. Al mismo tiempo, el como a compradores de vivienda que, junto con la compra de un
destino de los comunes en la pesca de la langosta contina estando hogar, buscan una comunidad como garanta de seguridad y de un
determinado por el mercado internacional de mariscos al cual mayor campo de posibilidades en la medida que lo permitan los
pertenecen. Si el mercado estadounidense se derrumba o el Estado espacios y actividades existentes. A medida que crece el deseo de
permite la perforacin petrolfera submarina en el golfo de Maine, consumir alimentos frescos y conocer su origen, muchos huertos
sern disueltos. Por tanto, estos comunes dedicados a la pesca de urbanos tambin encajan en esta categora. Los hogares con servicios
langosta no pueden ser nuestro modelo. de asistencia tambin pueden concebirse como parte de lo comn.
Todas estas instituciones se refieren, sin lugar a dudas, a deseos
Comunes como el tercer sector: una convivencia pacfica? legtimos; pero el lmite y el peligro de tales iniciativas es que pueden
generar fcilmente una nueva forma de cercamiento: los comunes
Mientras que los comunes para el mercado pueden ser vistos como que son construidos en funcin de la homogeneidad de sus miembros,
vestigios de antiguas formas de cooperacin laboral, el inters a menudo han dado lugar a comunidades cerradas que proporcionan
creciente por lo comn tambin viene de un amplio rango de proteccin frente a lo otro; todo lo contrario de lo que implica el
fuerzas socialdemcratas que estn preocupadas por los extremos principio de los comunes para nosotros.
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Redefinir los comunes Cmo alcanzar esta meta? Algunos criterios generales pueden dar
unas primeras respuestas a esta pregunta, teniendo presente que en
Entonces, qu puede calificarse como comunes anticapitalistas? un mundo dominado por las relaciones capitalistas los comunes que
En contraste con lo ejemplos que hemos presentado, los comunes producimos son, necesariamente, formas de transicin:
que pretendemos construir tienen por objetivo la transformacin
de nuestras relaciones sociales y la creacin de una alternativa al i. Los comunes no estn dados, son producidos. Aunque digamos que
capitalismo. No estn centrados nicamente en proporcionar servicios estamos rodeados de bienes comunes el aire que respiramos
66 sociales o en amortiguar el impacto destructivo del capitalismo y son y los idiomas que usamos son ejemplos elocuentes de bienes 67
mucho ms que una gestin comunal de recursos. En resumen, no que compartimos, tan solo podemos crearlos mediante la
son senderos hacia un capitalismo con rostro humano. Los comunes cooperacin en la produccin de nuestra vida. Esto es as porque
tienen que ser el medio para la creacin de una sociedad igualitaria y los bienes comunes no son necesariamente objetos materiales,
cooperativa o se arriesgan a profundizar las divisiones sociales, creando sino relaciones sociales, prcticas sociales constitutivas. Esta es
parasos para quienes se lo puedan permitir y que, por ende, puedan la razn por la cual algunos prefieren hablar de comunalizar o
ignorar ms fcilmente la miseria por la que se encuentran rodeados. de lo comn, justamente para remarcar el carcter relacional
En este sentido, los comunes anticapitalistas deberan ser de este proyecto poltico (Linebaugh, 2008). Sin embargo, los
percibidos tanto como espacios autnomos desde donde reclamar comunes deben garantizar la reproduccin de nuestras vidas; una
las prerrogativas sobre las condiciones de reproduccin de la vida, confianza exclusiva en los comunes inmateriales, como Internet,
as como el ncleo desde las cuales contrarrestar los procesos de no funcionar. Los sistemas de suministro de agua, las tierras, los
cercamiento a la reproduccin de la vida y de esta manera desarticular bosques, las playas, as como diversas formas del espacio urbano
de forma sostenida nuestra existencia del Estado y del mercado. Por son indispensables para nuestra supervivencia. Lo que tambin
lo tanto, estos comunes difieren de los defendidos por Ostrom, para cuenta es la naturaleza colectiva del trabajo reproductivo y los
quien los comunes coexistiran con la esfera pblica y la privada. medios de reproduccin implicados.
Idealmente, los comunes anticapitalistas ejemplifican la visin a la ii. Para garantizar la reproduccin, los comunes tienen que incluir
que marxistas y anarquistas han aspirado pero sin xito: una sociedad una riqueza comn en forma de recursos naturales o sociales
constituida por asociaciones libres de productores, autogobernadas compartidos: las tierras, los bosques, el agua, los espacios urbanos,
y organizadas para asegurar, no una igualdad abstracta, sino la los sistemas de comunicacin y conocimiento, todo para ser
satisfaccin de las necesidades y deseos de las personas. Hoy en da utilizado sin fines comerciales. A menudo utilizamos el concepto
tan solo vemos fragmentos de este mundo (del mismo modo que en de lo comn para referirnos a una serie de bienes pblicos
la Europa medieval tarda quiz solo se observaban fragmentos del que con el tiempo hemos acabado considerando como parte
capitalismo), pero los sistemas comunales que construyamos deberan de nosotros, tales como las pensiones, los sistemas sanitarios, la
permitirnos alcanzar mayor poder sobre el capital y el Estado, y educacin. Sin embargo, hay una diferencia crucial entre lo comn
prefigurar, aunque sea de modo embrionario, un nuevo modo de y lo pblico, pues esto ltimo lo controla el Estado y no nosotros.
produccin basado en el principio de la solidaridad colectiva y no en Esto no significa que no nos tenga que importar la defensa de los
un principio competitivo. bienes pblicos. Lo pblico es el terreno en el que se encuentra
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una gran parte del trabajo invertido y, por nuestro propio inters, v. Los comunes requieren de reglas que indiquen cmo utilizar y cuidar
no nos conviene que las empresas privadas se lo apropien. Pero la riqueza que compartimos; los principios rectores tienen que ser:
para el bien de la lucha por los comunes anticapitalistas, es crucial un acceso igualitario, reciprocidad entre lo que se da y lo que
que no perdamos de vista esta distincin. se toma, decisiones colectivas y un poder que surja desde abajo,
iii. Uno de los desafos a los que nos enfrentamos hoy en da es derivado de las capacidades probadas y con un continuo cambio
conectar la lucha por lo pblico con aquellas por la construccin de temas en funcin de las tareas requeridas.
de lo comn, de modo que puedan fortalecerse unas a otras. vi. Igualdad de acceso a los medios de (re)produccin y la toma igualitaria
68 Esto es ms que un imperativo ideolgico. Reitermoslo: lo que de decisiones deben ser la base de los comunes. Es necesario destacar 69
llamamos pblico es la riqueza que hemos producido nosotros este aspecto porque histricamente los comunes no han sido
y tenemos que reapropiarnos de ella. Tambin resulta evidente excelentes ejemplos de relaciones igualitarias. A menudo se han
que las luchas de los trabajadores pblicos no pueden tener xito organizado de un modo patriarcal, muchos comunes discriminan
sin el apoyo de la comunidad; al mismo tiempo, su experiencia en funcin del gnero. En frica, conforme va disminuyendo
puede ayudarnos a reconstruir nuestra reproduccin, a decidir, la porcin de tierra disponible, se introducen nuevas reglas,
por ejemplo, lo que se supone que es un buen sistema sanitario, prohibiendo el acceso a quienes no pertenecen al clan originario.
qu tipo de conocimientos se requieren y as sucesivamente. No Pero en estos casos las relaciones no igualitarias suponen el fin de
obstante, es muy importante mantener la distincin entre lo los comunes, pues generan desigualdades, envidias y divisiones,
pblico y lo comn, pues lo pblico es una institucin estatal permitiendo que algunos miembros de la comunidad cooperen
que asume la existencia de una esfera privada de relaciones con procesos de cercamiento.
econmicas y sociales que no podemos controlar.
iv. Los comunes requieren una comunidad. Esta comunidad no debiera Conclusiones
seleccionarse en funcin de ningn privilegio sino en funcin
del trabajo de cuidado realizado para reproducir los comunes En conclusin, los comunes no son nicamente medios a travs
y regenerar lo que se toma de ellos. De hecho, los comunes de los cuales compartimos de manera igualitaria los recursos que
entraan tantas obligaciones como derechos. As, el principio producimos, sino tambin un compromiso para la creacin de
tiene que ser que aquellos que pertenezcan a lo comnmente elementos colectivos, un compromiso para fomentar los intereses
compartido contribuyan a su mantenimiento: es por este motivo comunes en cualquier aspecto de nuestras vidas. Los comunes
que no podemos hablar de comunes globales, como ya hemos anticapitalistas no son el punto final en la lucha para construir un
visto anteriormente, pues stos asumen la existencia de una mundo no capitalista, sino el medio para ello. Ninguna batalla por
colectividad global que no existe en la actualidad y que quizs cambiar el mundo puede resultar victoriosa si no nos organizamos
no exista jams, ya que no la vemos como posible o deseable. para tener un sistema de reproduccin comunal, no slo para
De este modo, cuando decimos ningn comn sin comunidad compartir el tiempo y el espacio en reuniones y manifestaciones, sino
pensamos en cmo se crea una comunidad especfica en la para poner nuestras vidas en comn, organizndonos en funcin de
produccin de relaciones mediante la cual se establece un comn nuestras diferentes necesidades y posibilidades, y rechazando todo
particular y se mantiene. principio de exclusin o jerarquizacin.
EL APANTLE COMUNES CONTRA Y MS ALL DEL CAPITALISMO

Bibliografa
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