Moral Cristiana
Moral Cristiana
Moral Cristiana
Estudiar los actos humanos es no slo analizar las acciones externas, sino
explorar tambin las intenciones y las actitudes que los originan. Es descubrir la
libertad con la que acta la voluntad de la que proceden. Es explorar las
circunstancias que los rodean. Es examinar la conciencia que los consiente o
promociona. Es comparar su contenido con las normas o leyes divinas y
humanas a las que se ajustan o de las que se separan.
No quiere ello decir que los aspectos racionales de la Etica no sean buenos y
necesarios. Pero no son suficientes para quien tiene la inteligencia y la voluntad
iluminadas y movidas por la gracia divina a la que no llegan las explicaciones de
la razn.
Adems, es preciso ensear al creyente a vivir por encima de la razn, pues tal
es el alcance del evangelio y de muchos de sus postulados.
La base de la moral cristiana es la revelacin llevada a la plenitud por
Jesucristo, Dios encarnado. Es su palabra y su persona las que hacen entender
la moral. El mismo se proclama "Camino, Verdad y Vida" (Jn. 14. 6) y en sus
enseanzas se apoya la conducta del seguidor del Evangelio.
Las actitudes, las preferencias y los sistemas morales son muchos. Todos
coinciden en la preocupacin por diferenciar el bien del mal y en el deseo de
marcar a los hombres el camino mejor para conseguir la rectitud en el obrar.
Pero los criterios y las preferencias son diferentes y, a veces, opuestos del todo,
sin que sea fcil discernir cules son los mejores.
La voz que tenemos en nuestro interior nos dice lo que es bueno y lo que es
malo. Pero cuando se ilumina por las enseanzas de Jess, se vuelve ms
exigente y desconcertantemente benvola: manda perdonar a los enemigos,
ofrecer la otra mejilla, hacer bien a los que se portan mal. La conciencia cristiana
debe ser educada a luz de esas demandas, pues no realizara su funcin
iluminadora si slo se apoyara en postulados naturales o sociales.
La moral de la Iglesia, ms all de los avatares histricos (guerras, pena de
muerte, propiedad) o de las sensibilidades diversas provocadas por variaciones
geogrficas (sentido de la familia, valoracin de la mujer, limosna y justicia),
tiene el fundamento en la Revelacin progresiva de Dios, desde la primitiva
depositada en el pueblo elegido, hasta la plena palabra divina trada por Jess.
2. Enseanzas de Jess
Se centra en las virtudes y valores que la misma naturaleza humana reclama:
libertad, dignidad, honradez, sinceridad, justicia, paz, abnegacin, valenta, por
una parte. Adems aade desinters, altruismo, caridad, incluso cuando debe
asumir estos valores en grado heroico y en ocasiones extraordinarias.
La moral cristiana sita a Jesucristo como centro de todo juicio moral. Para
clarificar lo que es evanglicamente bueno o malo, es preciso dilucidar tres
cuestiones bsicas:
La escena evanglica del maestro de la ley que pidi aclarar cul era el primer
mandamiento de la Ley, refleja con nitidez el sentido de la moral de Jess:
Qu lees en la Ley?... "Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, con
toda tu alma y con toda tu mente..." Y yo te digo: "El segundo es semejante a
ste: "Amars a tu prjimo como a ti mismo". De estos dos mandamientos
depende toda la Ley y los Profetas. (Lc. 10. 25-29; Mt. 35-39). Bien entendido,
este doble precepto de la ley es el eje de la moral de Jess y es la luz que
alumbra al cristiano. Esa actitud de amor a Dios lleva a cumplir sus preceptos
del Sina. Y ese amor al prjimo lleva a cumplir el "nico mandamiento" de la
Nueva Ley: Un slo mandamiento os doy: que os amis los unos a los
3. Objetos de la Moral
El objeto formal y bsico de la moral es la vida entera a la luz de lo que Dios
revel progresiva a lo largo de la Historia de la salvacin. El hombre libre, ser
inteligente que responde desde la fe a de Dios, es el sujeto de esa moral y
promueve su propio modo de entender la vida y la conducta en la tierra.
1. La conciencia
El primer centro de atencin moral no son las acciones en s mismas, sino la
conciencia que las rige moralmente: sus vnculos con la voluntad que hace
posible el querer con libertad y sus luces en la inteligencia para discernir lo
bueno de lo malo.
Esta semejanza con Dios significa que es capaz de pensar y de amar, que es
libre y tambin creador, pues hace cosas en la tierra que Dios le encarg de
cultivar y cuidar. Si le hizo capaz de amar y pensar, de ser libre y de actuar, le
hizo responsable ante El y ante los hombres. El poder de elegir entre el bien y el
mal es el eje de esa liberad de eleccin.
Son los realizados con libertad y con responsabilidad. Los actos propios y los
ajenos se valoran segn el criterio moral que predomina en la mente del agente.
En la moral cristiana existe, adems de la razn, el elemento de referencia del
Evangelio. No basta el anlisis de las acciones externas, sino que se exploran
las intenciones y las actitudes.
Ningn sistema moral da tanta importancia a esa efectiva vida interior como lo
hace la moral cristiana, pues ninguno tiene tanta referencia a la persona, a su
intimidad, a la libertad, a la voluntad, al poder de su inteligencia operativa.
3. Normas y leyes.
Son las consignas grabadas en nuestra misma naturaleza y las que comunica
quien ejerce la autoridad. Los sistemas morales se enfrentan con la realidad de
la ley y de la norma.
Quien tiene la dicha de formarse y orientar su vida en esa moral, sabe que
camina seguramente hacia Dios y hacia su salvacin. Quien se descarra y
constituye como ideal de su vida el goce y el placer, el dominio y la arrogancia,
el tener, el poder y el brillar ante el mundo, no puede entender la supremaca de
la moral cristiana.
- Tambin se puede decir algo similar la Comunidad de los que siguen a Jess
y comunitariamente se ayudan a distinguir el bien del mal. Ellos caminan con
sinceridad hacia Dios como Pueblo elegido y como Cuerpo de Cristo y reciben la
proteccin del mismo Jess.
6. Catequesis y Moral.
La educacin moral es imprescindible para el cristiano. Hay que ensear a todo
creyente a acercarse al verdadero mensaje de Jess, que es tan vital como
doctrinal, con claridad, sinceridad y seguridad. Eso es lo que significa que
educacin moral.
El Evangelio no es una doctrina moral o social ms entre las diversas opciones
religiosas que se han presentado en la historia de la humanidad. Es ante todo, y
sobre todo, la adhesin a una Persona, que es la segunda de la Trinidad y es el
Verbo Eterno del Padre celeste.
Conviene recordar siempre las palabras sabias del Concilio Vaticano II: "Hay
que ayudar a los nios y adolescentes, teniendo el cuenta el progreso de la
psicologa, de la pedagoga y de la didctica, a desarrollar armnicamente sus
condiciones fsicas, morales e intelectuales, a fin de que adquieran
gradualmente un sentido ms perfecto de la responsabilidad en el recto y
continuo desarrollo de la propia vida y en la consecucin de la verdadera
libertad, superando los obstculos con grandeza y constancia de alma. Hay que
iniciarlos conforme avanzan en edad en una positiva y prudente educacin
sexual...
Los nios y adolescentes tienen derecho a que se les estimule a apreciar con
recta conciencia los valores morales y a prestarles una adhesin personal."
(Graviss. Educ. mom. 1)
Temas e ideas para reflexionar
El Evangelio es un mensaje, no un cdigo. Mucha gente identifica moral y
religin. Y entiende los mandamientos como conjunto de normas que limitan
hacer cosas. El catequista debe esforzarse por descubrir todo el valor positivo
de la moral cristiana: amar, vivir, servir, ayudar, perdonar, orar, adorar, construir
el Reino de Dios en el mundo
VOCABULARIO FUNDAMENTAL
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PISTAS PARA EL DIALOGO DE GRUPO