Lobato Correa - El Espacio Urbano, Cap 4 y 5
Lobato Correa - El Espacio Urbano, Cap 4 y 5
Lobato Correa - El Espacio Urbano, Cap 4 y 5
EL ESPACIO URBANO*
Roberto Lobato Corra**
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Procesos y formas espaciales
La gran ciudad capitalista es el escenario privilegiado de una serie de procesos sociales,
entre los cuales la acumulacin de capital y la reproduccin social tienen una importancia
fundamental. Estos procesos crean funciones y formas espaciales, o sea, crean actividades y sus
materializaciones, cuya distribucin espacial constituye la propia organizacin espacial urbana.
Entre los procesos sociales por un lado y las formas espaciales por otro, aparece un
elemento mediador que permite que los procesos espaciales originen las formas espaciales. Este
elemento viabilizador est conformado por un conjunto de fuerzas actuantes a lo largo del tiempo,
puestas en accin por los diversos agentes modeladores, y que permiten localizaciones y
relocalizaciones de las actividades y de la poblacin de la ciudad. Son los procesos espaciales,
responsables inmediatos de la organizacin espacial desigual y cambiante de la ciudad capitalista.
Aadiramos que los procesos espaciales son las fuerzas a travs de las cuales el movimiento de
transformacin de la estructura social, el proceso, se efectiviza espacialmente, reconstruyendo la
espacialidad de la sociedad. En este sentido los procesos espaciales son de naturaleza social,
acuados por la propia sociedad.
Sobre el concepto de proceso espacial es conveniente hacer un comentario, antes de
proseguir. Se trata de una expresin empleada por los gegrafos para intentar dar cuenta de lo que
ocurre en el espacio a lo largo del tiempo. Puede ser visto como sinnimo de procesos ecolgicos
de la Escuela de Chicago; sin embargo, no admitimos ninguna analoga, al nivel explicativo, basada
en la ecologa vegetal, tal como aparece en el concepto de procesos ecolgicos. Visto como
concepto geogrfico, ha sido considerado de modo impreciso e incluso inadecuado: a veces es visto
como sinnimo de desplazamiento, como la jornada de viaje al trabajo o como flujos de bienes y
servicios sobre el espacio de una regin, a veces de modo vago. Creemos que sera til repensar y
recuperar el concepto de procesos espaciales debido a su utilidad en la conexin accin humana-
tiempo-espacio-cambio.
Los procesos espaciales y las respectivas formas son los siguientes:
Es conveniente dejar claro que estos procesos y formas espaciales no son excluyentes entre s,
pudiendo ocurrir simultneamente en la misma ciudad o en el mismo barrio. De este modo, por
ejemplo, un proceso de descentralizacin puede estar ocurriendo, originando nuevos subcentros
*
Ttulo original: O Espao Urbano; Editorial tica, Ro de Janeiro, 1993. Traduccin: Ricardo Apaolaza.
Supervisin de la traduccin: Luis J. Domnguez Roca. Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofa y
Letras, Ctedra de Geografa Urbana. Esta traduccin es para uso exclusivo de los alumnos de la ctedra.
**
Profesor de la Universidad Federal de Rio de Janeiro. Gegrafo del IBGE.
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comerciales intraurbanos, al mismo tiempo que surgen nuevos barrios de la lite, fuertemente
segregados: en este sentido se puede afirmar que los procesos espaciales son complementarios entre
s.
Proceso y forma aparecen como productos del capitalismo. Cmo? Lo que sigue pretende
dar respuesta a esta pregunta de un modo general.
La ciudad mantiene una serie de lazos con el mundo exterior a ella, lazos que incluyen
flujos de capitales, mercancas, personas e ideas. Para eso ella es un foco de transporte
interregional. Este es un hecho comn a la ciudad, tanto en una fase precapitalista o en la fase
mercantilista del capitalismo.
Con el advenimiento de la Revolucin Industrial, las conexiones de la ciudad con el mundo
exterior se ampliaron cualitativa y cuantitativamente. En esta ampliacin los ferrocarriles tuvieron
un papel destacado, transformndose a partir de la segunda mitad del siglo XIX en el medio de
transporte interregional ms importante. Numerosas empresas y lneas fueron creadas por el capital
privado, siendo ellas razonablemente independientes unas de otras. Por otro lado, algunas ciudades
se transformaron en grandes centros metropolitanos, siendo servidas por numerosas lneas
ferroviarias: Londres, Pars y Chicago son excelentes ejemplos.
Las terminales ferroviarias dentro de las grandes ciudades se localizaron lo ms prximas
posibles unas de otras y prximas tambin, cuando fue el caso, de la terminal martima. Esto
garantizaba la disminucin de los costos de transbordo.
Prximas a estas terminales van a localizarse aquellas actividades, muchas de ellas
incipientes o en ampliacin, orientadas hacia el mundo exterior a la ciudad: el comercio mayorista,
depsitos, oficinas y la industria, cuya localizacin junto a las terminales de transporte era esencial
para la disminucin de costos. Estas actividades crearon un enorme mercado de trabajo, haciendo
que el rea se convirtiese, adems de centro de transporte interregional, en centro de transporte
intraurbano, que tambin, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, fue largamente ampliado.
Emerge as un rea de mayor accesibilidad dentro de la gran ciudad.
La accesibilidad, a su vez, atrajo a los incipientes grandes almacenes una creacin que
buscaba distribuir una gama enorme y creciente de productos industriales para un creciente mercado
consumidor constituido predominantemente por asalariados y a otros gneros del comercio
minorista, as como a numerosas actividades instaladas en oficinas. El mercado de trabajo fue
ampliado an ms y los transportes intraurbanos pasaron a servir a este sector de la naciente rea
central.
Se verifica una cierta sincrona entre el emerger del capitalismo en su fase plenamente
industrial y el surgimiento del rea central. Proceso, forma y tambin las funciones estn as
conectados.
Por qu emergi el rea central, a partir del proceso de centralizacin?
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Dado el esquema centralizador de los medios de transporte, que en el perodo que se
extiende desde la segunda mitad del siglo XIX hasta mediados del siglo XX se caracterizan por la
enorme rigidez espacial, por el hecho de ser transporte sobre rieles trenes y tranvas-, se verifica
que el acceso al mercado consumidor y a las fuentes de materias primas no es uniforme en el mbito
de la ciudad, privilegiando el lugar en torno a las terminales de transporte, el rea central. Ah las
empresas pasan a disponer de externalidades, sea debido a la accesibilidad, sea debido al hecho de
estar juntas, generando economas de aglomeracin.
En razn de sus ventajas locacionales, el precio de la tierra y de los inmuebles es all ms
elevado. Esto lleva a una seleccin de actividades. Se localizan en el rea central aquellas
actividades que son capaces de transformar costos locacionales elevados y amplia accesibilidad en
lucros maximizados: son las actividades orientadas a un amplio mercado, nacional, regional o
abarcando toda la ciudad. Las otras actividades, que no requeran ni soportaban una localizacin
central, se localizaban fuera del rea central. Su surgimiento se debe as a las demandas espaciales
del capitalismo en su fase concurrencial, donde la localizacin central representaba un factor crucial
en la competencia capitalista. El rea central es de este modo, y en gran parte, un producto de la
accin de los propietarios de los medios de produccin, an cuando el Estado fuese llamado a
intervenir.
[GRFICO 1]
El ncleo central se caracteriza, en la segunda mitad del siglo XX, cuando el proceso de
centralizacin ya no desempea el papel relevante que desempe en el pasado, por los siguientes
aspectos, conforme apuntan Horwood y Boyce18:
a) Uso intensivo del suelo. Se trata del rea de la ciudad de uso ms intensivo, con mayor
concentracin de actividades econmicas, sobre todo del sector terciario. Es ah que se
encuentran los precios de la tierra ms elevados, justificando de este modo la intensidad del
uso del suelo.
b) Amplia escala vertical. El ncleo central presenta la mayor concentracin vertical,
fcilmente distinguible en el paisaje urbano. La presencia de edificios de oficinas, juntos
unos a otros, favorece las ligaciones interpersonales vinculadas a los negocios.
c) Limitada escala horizontal. En oposicin a la caracterstica anterior, el ncleo central es
limitado en trminos de extensin, siendo, por regla, factible de ser recorrido a pie.
d) Limitado crecimiento horizontal. Su expansin se hace sobre todo por la acentuacin de la
verticalizacin, demoliendo edificios ms antiguos, que son substituidos por otros ms
elevados. Esta caracterstica est asociada a las anteriores.
e) Concentracin diurna, durante las horas de trabajo de la poblacin, sobre todo de peatones.
Al no constituir un rea residencial, se presenta desierta por la noche.
f) Centro de transportes intraurbanos. Es el punto de convergencia del trnsito urbano y, en
muchos casos, el punto de transbordo para barrios situados a lo largo de diferentes
direcciones.
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g) rea de decisiones. En el ncleo central se localizan las sedes sociales u oficinas regionales
de las principales empresas que actan en la ciudad y en su regin de influencia. El Estado
tiene all muchas de sus instituciones. Es as el punto principal de la gestin del territorio.
La zona perifrica del centro constituye un rea que rodea al ncleo central. Sus principales
caractersticas, en la segunda mitad del siglo XX, son:
a) Uso semi-intensivo del suelo. Las actividades que all se encuentran son, sobre todo, el
comercio mayorista, el almacenaje y las industrias livianas; hay terrenos abandonados,
transformados en muchos casos, en estacionamientos. Estas actividades estn fuertemente
vinculadas a las del ncleo central y la ciudad toda, beneficindose de la accesibilidad que
el conjunto del rea central disfruta.
b) Amplia escala horizontal. Las actividades all localizadas ocupan edificios bajos, siendo
fuertes consumidoras de espacio: por eso la zona perifrica del centro se extiende por una
amplia rea, lo que es posible por el hecho de que el precio de la tierra es menos elevado
que en el ncleo central.
c) Limitado crecimiento horizontal. Su restringido crecimiento se debe, en primer lugar, al
hecho de que muchas de las nuevas empresas y actividades, creadas recientemente, ya no
precisan ms de esta localizacin, instalndose en otros lugares. En segundo lugar, otras
actividades abandonan el rea en busca de terrenos ms amplios y baratos, al mismo tiempo
que son pocas las que se instalan en la zona perifrica del centro.
d) rea residencial de bajo status social. La zona perifrica del centro presenta un amplio
sector residencial caracterizado por residencias populares y de clase media baja, muchas de
ellas deterioradas, como los conventillos, donde reside parte de la poblacin que trabaja en
el rea; posee por esto comercio minorista y servicios para esta poblacin. Este sector del
rea central constituye, por otro lado, el principal foco de las polticas de renovacin
urbana. stas consisten, sobre todo, en la sustitucin de predios residenciales deteriorados
por nuevos edificios de apartamentos. En forma concomitante se verifica la sustitucin del
contenido social, esto es, salen los pobre y entra la clase media.
e) Centro de transportes interregionales. El rea constituye el centro ms importante de la
circulacin interregional; all se localizan las terminales ferroviarias y de mnibus,
justificando la presencia de numerosos depsitos, garajes y hoteles baratos. Cuando se trata
de una ciudad portuaria, all se localiza una extensa zona de muelles, almacenes y
actividades conexas. Asociado a estas actividades, aunque no exclusivamente, aparece un
subsector mal reputado de diversiones.
El rea central ha sufrido el efecto desde la dcada de 1920 y sobre todo despus de la Segunda
Guerra Mundial, de un crecimiento espacialmente descentralizado. De hecho, actividades que hasta
entonces estaban centralmente localizadas, son transferidas o creadas fuera del rea central. Vamos
a tratar esta temtica en breve. Por ahora importa decir que el proceso de descentralizacin implic
las caractersticas de limitado crecimiento horizontal tanto del ncleo central como de la zona
perifrica del centro. Los terrenos ociosos existentes en este ltimo sector se deben, en parte, a la
descentralizacin, que en cierto modo vaci la zona perifrica del centro.
La tendencia del rea central, especialmente del ncleo central, es la de su redefinicin
funcional, transformndose en el foco principal de las actividades de gestin y de oficinas de
servicios especializados, mientras que el comercio minorista y ciertos servicios se encuentran
dispersos por la ciudad. Se cuestiona entonces hasta qu punto el rea central no es una herencia del
pasado, no siendo ms enteramente necesaria para el capitalismo en su fase actual.
Y el rea central de la ciudad brasilera? Creemos tener aqu un amplio campo para la
investigacin. Los estudios de Milton Santos sobre el centro de Salvador, de Aluzio Duarte sobre
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Ro de Janeiro, y el de Helena Cordeiro sobre San Pablo revelan, ms all de las diferencias de
abordaje y de la poca en la que fueron realizados, una rica variedad de situaciones.
Algunas preguntas son ahora indicadas para suscitar investigaciones sobre el tema en cuestin.
Primero, Cmo surgieron las reas centrales de los diferentes tipos de ciudad brasilera ciudades
con pasado colonial y ciudades nuevas, con industrializacin relativamente antigua y, por ejemplo,
sin actividad industrial significativa, ciudades espontneas y ciudades planificadas, etc.? En
segundo lugar, Cmo evolucionaron las reas centrales desarrolladas bajo condiciones distintas de
sitio de la ciudad, tamao demogrfico urbano, industrializacin e infraestructura de transportes
interregional e intraurbano? En otros trminos, Qu singularidades y particularidades presentan las
reas centrales brasileras en lo que se refiere a gnesis y dinmica?
Dentro de esta segunda pregunta un punto relevante para la investigacin es el de la
redefinicin funcional y social del ncleo central de muchas ciudades. Se trata de su transformacin
en lugar de comercio y servicios, en muchos casos aquellos del circuito inferior, para una poblacin
pobre. Redefinicin que, en muchos casos, ha sido influenciada por la descentralizacin
administrativa, comprendiendo la inversin oriunda de recursos pblicos escasos, la valorizacin
fundiaria y los intereses de firmas prestamistas y de los promotores inmobiliarios.
La descentralizacin, por otro lado, apunta Colby, solamente se verifica cuando hay o aparecen
atracciones en reas no centrales, como las siguientes:
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Es necesario, sin embargo, que haya un mercado que justifique cada localizacin, as como
accesibilidad a las sucursales. La competencia entre firmas comerciales presupona anteriormente
una localizacin central; hoy en da, adicionalmente, varias localizaciones descentralizadas.
Las actividades nuevas, por otro lado, directamente pueden surgir en reas no centrales: ya
nacen as descentralizadas, evitando posibles desventajas del rea central y, al mismo tiempo,
beneficindose de las ventajas de reas distantes del centro.
La descentralizacin fue viabilizada por el desarrollo de medios de transporte ms flexibles,
liberados de los rieles, como el mnibus, el camin y el automvil. Result tambin de los intereses
de los propietarios fundiarios y promotores inmobiliarios. Pero es preciso considerar, sin embargo,
la propia dinmica capitalista que, de modo ponderable, acta subyacentemente a los factores de
repulsin y atraccin arriba mencionados. En esta dinmica tambin estn presentes los intereses de
los industriales del sector de transporte.
El proceso de centralizacin del capital, que gener el surgimiento de grandes y poderosas
empresas, implic economas internas de escala en el mbito de la unidad fabril, esto es, la grande y
moderna fbrica ya no depende de las externalidades del rea central para realizar todas sus
operaciones. Su gran escala es suficiente para justificar que en la propia fbrica sean producidas
algunas materias primas y bienes intermedios, o la localizacin de otras fbricas y servicios junto a
ella. Puede as localizarse fuera del rea central, sumando otras ventajas como el costo del terreno y
la proximidad de la fuerza de trabajo. La sede social de la empresa, sin embargo, puede localizarse
en el rea central. Est localizacin, con todo, ya no es imperativa como lo fue en el pasado: los
modernos medios de comunicacin llevan a una flexibilidad locacional incluso de las actividades de
gestin.
La centralizacin del capital, la caracterstica bsica de la fase monopolista del capitalismo, est
asociada, en lo que se refiere al sector terciario, a la creacin de cadenas de ventas supermercados,
pticas, electrodomsticos, confecciones, tejidos, tintas, farmacias, de variedades (como las
Tiendas Americanas), etc.- pudiendo permanecer la sede de la empresa en el rea central.
Solamente el gran capital, en expansin, demanda nuevos espacios y nuevos mercados. La
descentralizacin se transforma en una manera de mantener una tasa de ganancia que la exclusiva
localizacin central ya no es capaz de proporcionar. En este sentido se constata que en el
capitalismo monopolista hay centralizacin del capital y descentralizacin espacial, diferente, por lo
tanto, de lo que ocurra en el capitalismo concurrencial, donde la centralizacin espacial se derivaba
de una dispersin de capitales.
El significado de la descentralizacin
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Hablamos de redes integradas de tiendas dirigidas desde el rea central. Se trata,
efectivamente, de una red de drenaje de salarios de la poblacin. A travs del consumo los salarios
fluyen hacia las sucursales de venta, de ah hacia las instituciones bancarias y de stas hacia las
sedes de las empresas centralmente localizadas. Tal drenaje viabiliza la acumulacin capitalista en
general, pues es a travs de ella que se da efectivamente la realizacin del valor y la plusvala. De
este modo la red de tiendas, fruto de la descentralizacin, tiene un enorme papel en el proceso de
acumulacin de capital. Pero la red integrada de tiendas est tambin asociada a la reproduccin
social en general, dado que esta reproduccin comprende tambin el consumo de bienes y servicios.
Desde el punto de vista de los promotores inmobiliarios, la descentralizacin representa un campo
para nuevas inversiones y reproduccin del capital: esto es particularmente notable en el caso de los
shopping centres, en muchos casos planificados, construidos y administrados por el capital
vinculado al sector inmobiliario.
El proceso de descentralizacin tiene as una lgica: la del capitalismo monopolista.
Veamos ahora la naturaleza selectiva de la descentralizacin.
La selectividad de la descentralizacin
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Cuadro 1
Los ncleos secundarios de comercio y servicios
Forma | Funcin Jerarquizada Especializada
Subcentros Distritos mdicos
Regional Distritos de diversiones
reas De barrios Etc.
De barrio
Tiendas de esquina
Calle comercial de barrios Calles de autopiezas
Ejes Calle comercial de barrio Calles de muebles
Calles de confecciones
Etc.
Los ncleos jerarquizados son una rplica intraurbana de la red regional de lugares
centrales. El subcentro regional se convierte en una miniatura del ncleo central. Posee una gama
compleja de tipos de tiendas y de servicios, incluyendo una enorme variedad de tipos, marcas y
precios de productos. Muchas de sus tiendas son sucursales de firmas del rea central, y, a
semejanza de sta pero en menor escala, el subcentro regional se convierte en un importante centro
de lneas de transporte intraurbano.
La magnitud de estos subcentros depende de la densidad y del nivel de ingreso de la
poblacin de su rea de influencia. En la ciudad de Ro de Janeiro, por ejemplo, los subcentros
regionales de Madureira, Mier, Tijuca y Copacabana son ejemplos notables de las diferencias de
magnitudes22.
Los otros tipos de subcentro son, por su parte, rplicas menores de los regionales, tanto en
lo que se refiere a la oferta de bienes y servicios como a la dimensin del rea de influencia. Las
tiendas sucursales de firmas del rea central estn presentes en menor nmero y como punto focal
de transporte intraurbano la magnitud de ellos es inferior.
Por toda la ciudad aparecen pequeos agrupamientos de tiendas localizadas en esquinas: de
dos a cinco tiendas, como panadera, carnicera, verdulera, farmacia, almacn, bar, que atienden la
demanda muy frecuente de la poblacin que habita en las manzanas inmediatas al agrupamiento.
Los comerciantes son moradores del barrio y conocidos de los clientes. Es sobre estos pequeos
ncleos comerciales que inciden los efectos de la expansin de los supermercados: en muchos
barrios desaparecieron o perdieron importancia.
Los ncleos ligados a las actividades terciarias, sin embargo, no son solamente
jerarquizados, sino tambin especializados. Vamos a considerarlos en breve, cuando abordemos el
proceso de cohesin.
Dos comentarios son ahora necesarios. Primero, la jerarqua arriba indicada fue marcada,
luego de la Segunda Guerra Mundial, por el surgimiento de los Shopping Centers planificados,
localizados en reas que renen dos caractersticas: la fuerte accesibilidad y el status social elevado
de sus habitantes. Los efectos de estos emprendimientos, que involucran poderosos intereses
inmobiliarios y comerciales, sobre la estructura comercial de las grandes ciudades brasileras estn
todava por ser verificados.
En segundo lugar, debe ser apuntada la cuestin de la estructura comercial de las ciudades
del Tercer Mundo. La estructura arriba comentada no es exclusiva, correspondiendo a aquello que
Milton Santos23 denomina circuito superior de la economa, el sector moderno, plenamente
capitalista, de las ciudades de los pases subdesarrollados.
El circuito superior puede convivir en la misma calle con el circuito inferior de la
economa, con los numerosos vendedores ambulantes que venden una gama cada vez ms variada
de productos industriales. Pero puede tambin estar espacialmente disociado, como se indica en el
ejemplo de las dos estructuras comerciales existentes en Manila, en Filipinas24.
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Cuadro 2
La estructura comercial de Manila en la dcada de 1950
Elite y clase media Popular
Ncleo central Mercado pblico central
Subcentros jerarquizados Mercados pblicos menores
Tiendas especializadas de barrios Tiendas no especializadas de barrio
Est es, sin duda, una temtica para la investigacin. La figura 2, por otro lado, indica en lneas muy
generales las formas espaciales derivadas de la descentralizacin.
[GRFICO 2]
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materias primas importadas. Los molinos de trigo son claros ejemplos de este patrn de localizacin
en las grandes ciudades portuarias brasileras.
La localizacin industrial descentralizada tiene en los ejes industriales el principal patrn
locacional intraurbano, tal como se procura indicar en la figura 2. A lo largo de las vas frreas o
caminos que conectan la ciudad con su hinterland regional o nacional, se forma un alineamiento de
industrias transferidas del centro o que all fueron creadas: bienes de capital, de consumo durable y
no durable. Todas se benefician de la accesibilidad a los mercados, de los terrenos amplios y
baratos, as como de la proximidad de la fuerza de trabajo.
El distrito industrial, de localizacin perifrica, resulta de una accin del Estado para crear
economas de aglomeracin para las actividades de produccin industrial a travs de la
socializacin de varios factores de produccin como terrenos preparados, accesibilidad, agua y
energa y de acuerdo con intereses de otros agentes sociales, como los propietarios fundiarios e
industriales. El impacto del Estado sobre la organizacin espacial de la ciudad es, sin duda, un
importante tema de investigacin.
En la estructura descentralizada de la actividad industrial hay tambin numerosas pequeas
y medianas industrias distribuidas por casi toda la ciudad. Ellas producen bienes de consumo para el
mercado prximo utilizando, por lo general, materias primas producidas en la misma ciudad: las
pequeas fundiciones que producen rejas, portones y estanteras metlicas son un buen ejemplo de
estas industrias dispersas por la ciudad, tal como ocurre en Ro de Janeiro.
El proceso de cohesin puede ser definido como aquel movimiento que lleva a las actividades a
localizarse juntas. Es sinnimo de economas externas de aglomeracin. La cohesin o
magnetismo funcional, como se refera Colby, se verifica en relacin con las actividades que:
a) A pesar de no mantener ligaciones entre s, como las tiendas minoristas de la misma lnea
de productos, forman un conjunto funcional que crea un monopolio espacial, atrayendo
consumidores, que tienen as la posibilidad de escoger entre varios tipos, marcas y precios.
Las calles especializadas en muebles, autopartes, lmparas y confecciones en el comercio
mayorista son ejemplos tpicos de cohesin de firmas de una misma lnea de productos.
b) Incluso siendo de naturaleza distinta, estn localizadas juntas unas de las otras, formando
un conjunto cohesionado que puede inducir al consumidor a comprar otros bienes que no
eran parte de sus propsitos. El comercio minorista del ncleo central, de los subcentros
regionales espontneos y de los shopping centres constituyen ejemplos de actividades
dispuestas espacialmente de modo cohesionado.
c) Son complementarias entre s, como se ejemplifica con las asociaciones funcionales entre
fabricacin, comercio mayorista de confecciones, compaas de seguros, bancos, sedes de
empresas e industrias con vnculos entre s tanto hacia atrs -materias primas- como hacia
delante -mercado consumidor-.
d) Juntas crean economas de escala. Es el caso de las pequeas industrias que solas no
tendran escala suficiente para atraer otros industriales, productores, por ejemplo, de bienes
intermedios, firmas de servicios de reparacin de mquinas, empresas de transporte, etc.
Las pequeas industrias de la zona perifrica del centro se localizan all por las economas
de escala que a su vez ellas, por estar juntas, amplan.
e) Exigen contactos personales cara a cara. Tales actividades se agrupan como se
ejemplificaba con las sedes de las grandes empresas: en este caso la accesibilidad es
fundamental.
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La consecuencia de este proceso es la creacin de reas especializadas, tanto en el rea central
como en otros sectores de la ciudad. En este sentido es preciso notar que la cohesin es un proceso
que est presente tanto en la centralizacin como en la descentralizacin, volvindolos de hecho
ms complejos, as como a la organizacin espacial intraurbana.
En lo que se refiere al ncleo central, el proceso de cohesin aparece a travs de distritos
especializados, tal como indican Murphy, Vance Jr y Epstein26, y como Duarte evidencia en
relacin con la ciudad de Ro de Janeiro durante la dcada de 1960:
a) Distrito de venta minorista que ocupa una porcin importante del ncleo central, estando
caracterizado por calles con una secuencia continua de tiendas; las calles peatonales estn
localizadas ah.
b) Distrito de oficinas en general, coincidiendo generalmente con el rea de mayor
crecimiento vertical; el comercio minorista es ah muy especializado, incluyndose tiendas
de material de oficinas y papelera, y servicios, como el de gastronoma.
c) Distrito de bancos y sedes sociales de empresas.
d) Distrito de diversiones y hoteles, donde tienden a concentrarse cines y teatros.
En la zona perifrica del centro se verifica tambin la existencia de ciertas actividades que
tienden a presentarse espacialmente cohesionadas, como el comercio mayorista y los depsitos, los
servicios ligados a la circulacin y las pequeas industrias.
Fuera del rea central, el proceso de cohesin genera distritos y calles especializadas: de
consultorios y clnicas mdicas, de muebles, autopiezas, ejes industriales, etc. Cada uno de estos
distritos y calles presenta la misma importancia relativa uno con relacin al otro. Ellos no estn
organizados jerrquicamente segn la teora de los lugares centrales, pero coexisten en la misma
ciudad, hacindola ms compleja, ms fragmentada, incidiendo as en una articulacin ms variada
entre reas.
Se puede ahora formular un interrogante: si las reas especializadas no tienden a constituirse en
una forma espacial ms expresiva, de mayor importancia que aquellas jerarquizadas. Y esto en parte
porque la circulacin individual tiende a ampliarse ms y ms sobre un espacio cuyos obstculos
son cada vez ms reducidos. Este argumento, sin embargo, slo tiene sentido cuando se considera la
poblacin de medio y alto status social. Este es, sin embargo, un tema para la investigacin.
Asociado a esta temtica, se pregunta si nuevas formas descentralizadas de cohesin no estn
siendo producidas como los distritos administrativos, tal como ocurre en algunas capitales
brasileras, como Salvador y Cuiaba, entre otras. Y esto para no hablar de Brasilia, donde el Plan
Piloto es, en trminos de espacio de actividades, un agregado de sectores especializados.
Veamos ahora los procesos y formas espaciales vinculados sobre todo a la existencia y
reproduccin de los diferentes grupos sociales. Se refiere, por lo tanto, a las residencias y no a las
industrias, comercios y servicios, aunque no estn desvinculadas de stos. Los procesos que siguen
definen especficamente la divisin social del espacio, mientras que los considerados anteriormente
definen la divisin econmica del territorio.
El primero de estos procesos es la segregacin residencial, concepto que aparece con la
Escuela de Chicago, primero con Robert Park y, luego con Mckenzie, que lo define como una
concentracin de tipos de poblacin dentro de un territorio determinado. La expresin espacial de la
segregacin es el rea natural, definida por Zorbaugh como un rea geogrfica caracterizada por
la individualidad fsica y cultural. Ella sera resultado de un proceso de competencia impersonal que
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generara espacios de dominacin de los diferentes grupos sociales, trasladando al nivel de la ciudad
procesos que ocurren en el mundo vegetal.
Frente al concepto de reas naturales aparece ms tarde, parcialmente liberado de sus races
naturalistas, el concepto de reas sociales definido por Shevky y Bell como reas marcadas por la
tendencia a la uniformidad de la poblacin en trminos de tres conjuntos de caractersticas: status
socioeconmico (renta, status ocupacional, instruccin, etc), urbanizacin (mujeres en la fuerza de
trabajo, fase del ciclo de vida, esto es, solteros, parejas jvenes con hijos pequeos, etc) y etnia. La
uniformidad de tales caractersticas origina reas sociales, esto es, barrios homogneos, segregados,
como por ejemplo barrios obreros con modestas residencias unifamiliares, de empleados del sector
terciario residiendo en edificios de apartamentos, de directores de empresas en sus residencias
suntuosas, etc.27
La segregacin residencial es, en realidad, un proceso que origina la tendencia a la
organizacin espacial en reas de fuerte homogeneidad social interna y de fuerte disparidad entre
ellas, conforme apunta Castells (1983). Es un producto de la existencia de clases sociales, siendo
su espacializacin en el mbito urbano. Su origen se remonta al propio surgimiento de las clases
sociales y de la ciudad, que se verificaron de modo simultneo. McGee28 nos proporciona un buen
ejemplo al describir la segregacin en las ciudades sagradas del sudeste asitico, considerando la
ciudad Khmer de Angkor Thon, actualmente territorio camboyano, en el siglo XIII, en un contexto
precapitalista:
La segregacin residencial es una expresin espacial de las clases sociales. Para comprender mejor
esto, es importante que se conozca como en el capitalismo las clases sociales fueron estructuradas.
De acuerdo con Marx, Poulantzas y Giddens, Harvey29 argumenta que en el capitalismo hay tres
fuerzas bsicas que estructuran las clases sociales:
a) Una fuerza primaria, bsica, que proviene de las relaciones entre capital y trabajo,
generando una estructura dicotmica de clases: los propietarios de los medios de
produccin y los que venden su fuerza de trabajo.
b) Una fuerza residual, que se origina en formas pretritas de organizacin social o de
contacto entre un modo de produccin dominante y uno subordinado. Se traduce, por
ejemplo, en la existencia de una aristocracia rural y de campesinos ms o menos
incorporados al capitalismo.
c) Fuerzas derivadas, que emergen debido a las necesidades de preservar los procesos de
acumulacin del capital a travs de innovaciones tecnolgicas y controlar los cambios en la
organizacin social. Tales formas generan: i) fragmentacin de la clase capitalista y
proletaria debido a la divisin del trabajo y la especializacin funcional; ii) clases distintas
de consumo procurando una demanda variable y continua; iii) surgimiento de una clase
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media burocrtica, trabajando en la esfera del Estado y de grandes empresas, debido a la
necesidad de organizar la produccin, la circulacin, la distribucin y el consumo; iv)
desviaciones en la conciencia de clase y proyeccin ideolgica de la clase dominante, para
desviar la atencin de los problemas de las relaciones capital-trabajo; v) control sobre la
movilidad social a travs de la creacin de barreras, procurando evitar la inestabilidad
social que pudiera ser causada por cambios en el proceso de produccin, de intercambio, de
comunicaciones y de consumo.
En la medida en que estas fuerzas actan intensamente y durante un largo perodo de tiempo,
generan una marcada fragmentacin de la estructura social, al mismo tiempo que se verifica una
creciente concentracin de actividades y poblacin en la ciudad. De la localizacin diferenciada en
el espacio urbano de estas clases sociales fragmentadas, emerge la segregacin residencial de la
ciudad capitalista.
Pero, cmo se verifica la repercusin en el espacio de las clases sociales fragmentadas? Se
observa bsicamente debido a la diferencia en la capacidad que cada grupo social tiene para pagar
por la residencia que ocupa, la cual presenta caractersticas desiguales en lo que se refiere al tipo y a
la localizacin. En otras palabras, las reas sociales resultan de las diversas soluciones que las
clases sociales y sus fracciones encuentran para resolver los problemas de cmo y dnde morar.
Pero estas soluciones no se desprenden de una accin autnoma por parte de las clases sociales en
tanto que consumidoras.
Para entender la cuestin de cmo morar es preciso que se comprenda el problema de la
produccin de la vivienda. Se trata de una mercanca especial, que posee valor de uso y valor de
cambio, lo que hace de ella una mercanca sujeta a los mecanismos de mercado. Su carcter especial
aparece en la medida en que depende de otra mercanca especial la tierra urbana-, cuya produccin
es lenta, artesanal y cara, excluyendo de su acceso a una porcin importante, si no la mayor parte,
de la poblacin, atendiendo apenas a una pequea demanda solvente.
La intervencin del Estado, directa o indirecta, se vuelve necesaria. Indirectamente, a travs del
financiamiento a los consumidores y a las firmas constructoras, ampliando la demanda solvente y
viabilizando el proceso de acumulacin capitalista. Directamente, a travs de la construccin de
viviendas por el propio Estado. La sublocacin de residencias deterioradas se presenta como otra
alternativa al cmo morar por parte de aquellos que no consiguen entrar en el mercado capitalista de
viviendas; otras alternativas remiten a la autoconstruccin en la periferia urbana, y otra todava, a la
construccin de casillas (barracos) en favelas.
En relacin con el dnde morar es preciso recordar que existe un diferencial espacial en la
localizacin de residencias, en trminos de confort y calidad. Esta diferencia refleja en primer lugar
un diferencial en el precio de la tierra que est en funcin de la renta esperada-, que vara en
funcin de la accesibilidad y de las amenidades. Los terrenos de mayor precio sern utilizados para
las mejores residencias, atendiendo a la demanda solvente. Los terrenos con menores precios, peor
localizados, sern utilizados en la construccin de residencias inferiores, para ser habitadas por los
que disponen de menor renta.
El cmo y el dnde se funden dando origen a reas que tienden a ser uniformes internamente en
trminos de ingreso, patrones culturales, valores y, sobre todo, en trminos de los papeles a ser
cumplidos en la sociedad por sus habitantes. Esta tendencia se afirma de modo ms marcado en los
extremos de la sociedad, esto es, en los grupos ms elevados y ms bajos de la sociedad.
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esta segregacin de la clase dominante es la existencia de barrios suntuosos y, ms recientemente,
de los condominios exclusivos, con muros y sistemas privados de vigilancia, disponiendo de reas
de ocio y ciertos servicios de uso exclusivo, entre ellos, en algunos casos, el servicio de escuelas
pblicas eficientes.
La clase dominante o una de sus fracciones, por otro lado, segrega a los otros grupos
sociales en la medida en que controla el mercado de tierra, la incorporacin inmobiliaria y la
construccin, direccionando selectivamente la localizacin de los dems grupos sociales en el
espacio urbano. Indirectamente acta a travs del Estado.
En realidad se puede hablar de auto segregacin y segregacin impuesta30, la primera
refirindose a la segregacin de la clase dominante, y la segunda a la de los grupos sociales cuyas
opciones de cmo y dnde morar son pequeas o nulas. La segregacin as redimensionada aparece
con un doble papel, el de ser un medio de mantenimiento de los privilegios de la clase dominante y
el de un medio de control social ejercido por esta misma clase sobre otros grupos sociales,
especialmente la clase obrera y el ejrcito industrial de reserva. Este control est directamente
vinculado a la necesidad de mantener grupos sociales desempeando papeles que les son destinados
dentro de la divisin social del trabajo, papeles que implican relaciones antagnicas de clase,
papeles impuestos por la clase dominante que precisa controlar un gran segmento de la sociedad, no
slo en el presente sino tambin en el futuro, pues se torna necesario que se reproduzcan las
relaciones sociales de produccin.
De hecho, de acuerdo con Lefebvre (1976), la reproduccin de las relaciones sociales de
produccin constituye el papel ms importante que la organizacin espacial de la ciudad est
destinada a cumplir: y es mediante las reas sociales segregadas que esto puede ser llevado a cabo.
El significado de la segregacin
En resumen, la segregacin social puede ser vista como un medio de reproduccin social, y
en este sentido el espacio social obra como un elemento condicionante sobre la sociedad. De este
modo, mientras que el lugar de trabajo, fbricas y oficinas, se constituyen en el lugar de produccin,
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las residencias y los barrios, definidos como unidades territoriales y sociales, se constituyen en el
lugar de reproduccin.
As, la segregacin residencial no slo significa un medio de privilegios para la clase
dominante, sino tambin un medio de control y de reproduccin social para el futuro.
[GRFICO 3]
El primer modelo de segregacin fue, posiblemente, aquel formulado en 1841 por el
gegrafo alemn J. G. Kohl. l generaliz la manera en que los grupos sociales estaban distribuidos
en las ciudades de Europa continental, en una poca en que los efectos del capitalismo sobre la
organizacin espacial no se hacan sentir plenamente: se trataba, en realidad, de la ciudad
preindustrial.
Segn Kohl la ciudad estaba caracterizada por la segregacin de la elite junto al centro,
mientras que en la periferia vivan los pobres. La lgica de este patrn resida en el hecho de que, en
la mitad del siglo XIX, as como anteriormente, la movilidad intraurbana era muy limitada y la
localizacin junto al centro de la ciudad constitua una necesidad para la lite, porque all se
localizaban la instituciones urbanas ms importantes: el gobierno, a travs del palacio, la Iglesia, las
instituciones financieras y el comercio exterior. La localizacin central de la lite se deba, pues, a
una cuestin de accesibilidad a las fuentes de poder y de prestigio.
Hay numerosas evidencias empricas de verificacin de este patrn de segregacin
residencial: ciudades africanas del perodo colonial, Mosc en al final del siglo XIX, ciudades de
Amrica Latina en el perodo colonial y todava actualmente, el sur de Estados Unidos
anteriormente a la Guerra de Secesin, etc.
Basndose en las grandes ciudades norteamericanas de la dcada de 1920, E. Burgess
generaliza un patrn de segregacin residencial en que los pobres residen en el centro y la lite en la
periferia de la ciudad, en apacibles suburbios.
La lite, a partir del momento en que se inicia el proceso de centralizacin, comienza
progresivamente a abandonar sus residencias centralmente localizadas, yendo a residir en la
periferia. Las reas residenciales localizadas en el centro son desvalorizadas y ocupadas por
familias y personas solteras, inmigrantes recientemente llegados a la ciudad, que alquilan
residencias o cuartos en inmuebles que, en la mayora de los casos, terminan fuertemente
deteriorados.
Es conveniente recordar que en la dcada de 1840 Engels describiera la misma situacin
para la gran ciudad inglesa. Retomaremos este punto en breve.
Se trata, por lo tanto, de una evolucin en la cual la ciudad descrita por Kohl pasa, con la
fase industrial del capitalismo, a una organizacin espacial de la segregacin de acuerdo a como fue
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descripta por Burgess. Se tendra, de este modo, una secuencia evolutiva de la organizacin espacial
de la ciudad. Esta evolucin ha sido un punto polmico entre los estudiosos del espacio urbano.
La polmica, sin embargo, es en parte minimizada por la aparicin, en 1939, del modelo de
Hoyt, un economista norteamericano. Segn l, la segregacin espacial no asuma un patrn en
crculos en torno al centro, sino en sectores a partir del centro. Las reas residenciales de alto status
se localizan en el sector de mayores amenidades, hallndose cercadas por los sectores de poblacin
de medio status. Diametralmente opuesto se encuentra un amplio sector habitado por la poblacin
de bajo status.
La lgica del modelo de Hoyt est en la tendencia autosegregativa de la poblacin de alto
status, que se expande a lo largo de un eje de circulacin que corta las mejores reas de la ciudad,
desde donde puede ejercer un efectivo control sobre su territorio. A partir de su accin se establecen
los dems grupos sociales en otros sectores.
Movilidad y segregacin
La dinmica espacial de la segregacin gener por un lado aquello que la literatura registra
como la zona en transicin, rea de obsolescencia en torno al ncleo central, tambin denominada
zona perifrica del centro. La expresin zona en transicin, sin embargo, ya no se justifica.
Elaborada en el mbito de la Escuela de Chicago, estaba basada en la expectativa que tenan los
propietarios de inmuebles de, ms tarde o ms temprano, beneficiarse del impacto de la expansin
del ncleo central, sustituyndolos por edificios comerciales. Mientras esperaban que esto ocurriera,
los inmuebles eran alquilados a los inmigrantes; su conservacin no se justificaba econmicamente,
lo que generaba un rpido deterioro33.
La expansin horizontal del ncleo central, sin embargo, se detuvo, como ya se indic
anteriormente. El proceso de descentralizacin implic que las actividades saltasen del ncleo
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central a reas ms distantes: la demanda de espacio en la zona de transicin se detuvo. El uso
residencial con base en una poblacin de bajo status social y el deterioro fsico del rea la
estigmatizaron, creando una imagen de pobreza, vicio y crimen. Ya no se trata de una zona en
transicin, sino de una zona cristalizada. En la ciudad de Ro de Janeiro los barrios de Lapa,
Gamboa y Sade son ejemplos de reas que pasaron por el proceso arriba descripto.
Por otro lado, la dinmica espacial de la segregacin genera nuevos barrios habitados por
los grupos sociales de alto status. Estos grupos constituyen una demanda solvente para el capital
inmobiliario, que se interesa en producir barrios dotados de nuevos valores de uso, de nuevas
amenidades. Reproduce as, a travs de nuevas formas, nuevas reas sociales segregadas y dotadas
de nuevos estilos de vida.
[GRFICO 4]
La figura 4 procura dar cuenta de esta doble dimensin de la dinmica de la segregacin. Se
refiere a la ciudad latinoamericana en general. Primero se aprecia el abandono del centro y de sus
proximidades por la poblacin de alto status: un sector dotado de amenidades es entonces ocupado.
La expansin espacial del grupo de alto status, incentivada por los intereses fundiarios e
inmobiliarios, produce nuevos barrios selectivos a lo largo del mismo sector. En realidad la
dinmica de la segregacin, en lo que se refiere a los grupos de status, significa un cambio en la
estructura de la segregacin, del patrn indicado por Kohl al identificado por Hoyt.
En segundo lugar, la figura 4 indica la movilidad de la poblacin de bajo status, desde la
zona rural o desde pequeas ciudades hacia el rea central, abandonada por la lite. En este sentido
y con relacin a esta rea de la ciudad, se pasa del patrn indicado por Kohl al apuntado por Engels
y transformado en modelo por Burgess. La zona perifrica del centro, sin embargo, no se constituye
para siempre en un receptculo de corrientes migratorias de poblacin de bajo status. Medidas de
renovacin, por ejemplo, pueden transformar este papel. En el caso de las ciudades brasileras, como
se ejemplificaba con Ro de Janeiro, las favelas se transforman, en una fase posterior, en
receptculo de los inmigrantes y en lugar de relocalizacin de aquellos expulsados de las reas
centrales renovadas.
La periferia de la ciudad, lugar de la poblacin de bajo status social, ratifica, en un
momento posterior, este papel: es el locus de corrientes migratorias de la zona rural y de pequeas
ciudades, as como de grupos provenientes de antiguas periferias de la ciudad, ahora valorizadas y
que, por eso mismo, eliminan parte de sus moradores. Es, en parte, a travs de este proceso que se
expande el espacio urbano a lo largo de la periferia popular, sin amenidades.
El patrn latinoamericano
Los tres patrones anteriormente comentados, de Kohl, Burgess y Hoyt, pueden ser vistos en
realidad como posibilidades tericas y no como patrones caracterizados por la exclusividad
descriptiva de la realidad urbana. Ninguno excluye al otro, pudiendo convivir entre s, configurando
el mismo espacio urbano. Cada uno de ellos, sin embargo, puede tambin ocurrir en plenitud
relativa, como fue sobre todo el caso del patrn identificado por Kohl, que marc, por mucho
tiempo, en una fase preindustrial, la organizacin espacial intraurbana.
La coexistencia de los tres patrones aparece claramente en la gran ciudad latinoamericana.
A este respecto el trabajo de Yujnovsky es notable. Segn l la ciudad de Amrica Latina pas por
tres perodos. El primero se extiende desde el siglo XVI hasta cerca de 1850: se trata,
genricamente, del perodo colonial. La ciudad presentaba una configuracin de acuerdo con el
patrn identificado por Kohl, con la lite residiendo junto al centro. La segregacin est
fundamentada y legitimada por las Leyes de Indias que estipulan, entre otros aspectos, como deba
ser la organizacin socioespacial de la ciudad.
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El segundo perodo se extiende desde ms o menos 1850 hasta cerca de 1930. Con la
independencia y la expansin de las actividades de exportacin, las principales ciudades fueron
afectadas tanto en trminos funcionales como sociales y espaciales. De un lado emerge una clase
media y se afirma una clase dominante vinculada a la propiedad de la tierra, al gran comercio y, en
muchos casos, a la industria incipiente. De otro, se verifica una reduccin de la friccin de la
distancia, gracias a la introduccin de tranvas y trenes, que permiten el desarrollo de nuevas reas
residenciales y la reformulacin de otras:
a) Parte de la lite transforma en residencia permanente sus chacras situadas en la periferia: se
crean loteos exclusivos dotados de toda la infraestructura necesaria y usos relacionados al
status de la poblacin, como parques, hipdromos, campos de golf, etc.
b) Las corrientes migratorias tienden a converger en el centro abandonado por la lite,
ocupando viejas mansiones ahora transformadas en conventillos.
c) A los diversos segmentos de la clase media resta una localizacin en ciertos sectores de la
periferia o en reas no distantes del centro.
[GRFICO 5 ]
La figura 5, adaptada de Mertins y Bhr35, procura retratar el patrn bsico de la
organizacin espacial de la gran ciudad latinoamericana en la segunda mitad del siglo XX. Se trata
de un patrn complejo, que implica la concrecin de varias de las posibilidades tericas de
organizacin del espacio.
Esto nos remite a la cuestin de las relaciones entre proceso y forma espacial, como aquella
de la fuerza de permanencia de ciertas formas, de la inercia espacial.
a) Una relocalizacin podra implicar costos elevados; las ganancias adicionales de la nueva
localizacin no justificaran los riesgos de la nueva inversin.
b) La creacin de nuevos factores de permanencia a travs del surgimiento de economas de
aglomeracin, por la creacin de unidades de produccin y servicios hacia atrs o hacia
delante de la unidad en cuestin, garantizando ventajas no existentes en el momento de la
implantacin original.
c) Por la inexistencia de conflictos con otros posibles usuarios del suelo urbano circundante, o
pretendientes de aquella porcin del espacio, o por el hecho de que los otros usuarios no
detentan poder para forzar la remocin de aquella unidad.
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d) Por la fuerza de sentimientos y simbolismo que se atribuye a las formas espaciales y a su
contenido.
Vamos a considerar slo esta ltima razn que nos remite a la esfera del barrio, de lo
cotidiano, al espacio residencial, que incluye la existencia y la reproduccin de los grupos sociales.
Antes, sin embargo, una nica observacin. La inercia, ms que otros procesos, est
marcada por un fuerte relativismo. La permanencia de un determinado uso del suelo nos puede
parecer la cristalizacin de aquel uso cuando, en realidad, se trata de un proceso de cambio muy
lento, difcil de ser percibido por el investigador en un momento dado de tiempo. Veinte aos
despus un nuevo investigador constata que hubo un profundo cambio en los ltimos cinco aos:
para l, no se trata de un proceso de inercia. Es preciso, pues, tener mucho cuidado cuando el
proceso en cuestin fuera abordado.
Veamos la fuerza de los sentimientos y del simbolismo como factor de inercia y de la
existencia de reas cristalizadas. Consideraremos el estudio de Walter Firey35 sobre el rea central
de Boston, realizado en la dcada de 1940. Firey argumenta que los smbolos y los sentimientos son
variables que afectan el uso de la tierra, y que el espacio no tiene nicamente atributos econmicos
como accesibilidad y amenidades, sino que posee otro atributo, el de ser, en ciertas circunstancias,
smbolo de determinados valores culturales que all se hallan asociados.
Tres reas en el centro de Boston son entonces estudiadas: el barrio de Beacon Hill, el
llamado Boston Common, los cementerios y el barrio de North End, donde la fuerza de inercia es
muy fuerte.
El barrio de Beacon Hill esta habitado por una poblacin de alto status. Sin embargo, slo
dista cinco minutos a pie del ncleo central de Boston, estando contiguo a las reas deterioradas. Es
un barrio antiguo, de comienzo del siglo XIX, situado sobre una colina con calles tortuosas. Fue
rea residencial de la lite de la ciudad y an conservaba esta tradicin cuando Firey la estudi.
El impacto de sentimientos estticos, histricos y familiares aparece en su preservacin a
travs de tres modos:
a) Retencin. Es el nico barrio prximo al ncleo central que desde el final del siglo XIX present
un aumento del nmero de personas de alto status; los dems barrios centrales se tornaron reas
sociales de bajo status, deterioradas fsicamente.
b) Atraccin. Las personas del barrio pasaron a comprar las casas que eran vendidas,
reformndolas, manteniendo la apariencia exterior, y revendindolas para familias de alto status.
c) Resistencia. Creacin de asociaciones para evitar e impedir el cambio en el uso del suelo, como
el uso comercial y la construccin de edificios de departamentos.
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valores. Y muchos de ellos tendran condiciones para hacerlo. Los hijos, sin embargo, bajo
influencia cultural diferente se mudan para otras reas de la ciudad.
Un comentario debe ser hecho. Admitimos que los casos de Beacon Hill, de Boston
Common y de los cementerios coloniales, se trata de valores burgueses, de la clase dominante, que
impone la preservacin de determinados usos del suelo en funcin de sentimientos y simbolismos
suyos y que son difundidos y acogidos como de todos. En el caso de North End, se trata de un
modelo de preservacin que remite a un sentimiento de nostalgia del pas de origen, mientras que en
los dos otros casos, de un sentimiento que representa el poder, el status de una clase dominante, de
su tradicin, y que se traduce en la manutencin de smbolos del pasado, de formas espaciales cuyo
contenido no se quiere cambiar; en el caso de North End se quiere preservar sobre todo el
contenido, pues la forma ya est deteriorada, ya cambi.
He aqu un tema para la investigacin que parece ser extremadamente promisorio. Introduce
al investigador en otra dimensin de la aprehensin de la naturaleza y del significado del espacio
urbano, rompiendo con una interpretacin economicista, que por lo general permea muchos de
nuestros anlisis.
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Consideraciones finales
Vamos a finalizar este trabajo presentando algunas cuestiones para la investigacin. Estn
organizadas en dos grandes bloques. El primero se refiere a los agentes modeladores del espacio
urbano y el segundo a los procesos y formas espaciales.
Con relacin a los propietarios de los medios de produccin, propietarios fundiarios,
promotores inmobiliarios, Estado y grupos sociales excluidos, hay una cuestin general que es la
siguiente:
-Qu estrategias y prcticas desempea cada uno de los agentes en los diferentes tipos y
tamaos de ciudad? Esta cuestin incluye la accin de los agentes en ciudades industriales,
portuarias, centros metropolitanos y centros regionales, entre otros tipos, as como ncleos
urbanos de diferentes dimensiones tanto demogrfica como de ingreso.
He aqu una larga tarea cuya realizacin ciertamente contribuira a una mejor comprensin
de la ciudad y, por consiguiente, de la sociedad brasilera. Este es, sin duda, un paso importante.
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Vocabulario crtico
Escuela de Chicago: se trata de una corriente de la Sociologa norteamericana tambin
conocida como Escuela de Ecologa Humana. Nace en la Universidad de Chicago con Robert Ezra
Park. El artculo La ciudad: sugerencias para la investigacin del comportamiento humano en el
medio urbano publicado en O fenmeno urbano (Ro de Janeiro, Zahar, 1967), organizado por
Otvio G. Velho, publicado originalmente en 1916 es el marco inicial de esta corriente.
Constituye una tentativa de transposicin de los principios bsicos de la ecologa vegetal
hacia el marco urbano: competicin, en razn de la lucha por la supervivencia; dominacin, de los
ms adaptados al medio ambiente; y sucesin, subtitucin de un grupo por otro en el espacio. En
este sentido es una interpretacin naturalizante de la sociedad y de su espacio. La Escuela de
Chicago es un ejemplo de la aplicacin del darwinismo social de Herbert Spencer, donde la idea de
equilibrio social y espacial es parte del ideario. Entre sus mayores exponentes estn Ernest Burgess
y Roderick Mckenzie. Las numerosas crticas a la Escuela de Chicago son plenamente justificadas.
No obstante, su contribucin es enorme y posible de ser recuperada crticamente: los conceptos de
centralizacin, descentralizacin y segregacin, entre otros, fueron desarrollados por los ecologistas
humanos, y an hoy son considerados por las diversas corrientes que abordan el espacio urbano.
Renta de la tierra: aparece como la remuneracin que se obtiene en razn de: a) propiedad
de la tierra, que autoriza al propietario a extraer una remuneracin, independientemente de
cualquier otra cosa: se trata de la renta absoluta; b) localizaciones privilegiadas que inciden en la
disminucin de los costos de produccin en razn, por ejemplo, de la proximidad del puerto o de
vas frreas, o en el aumento de las ventas por la localizacin junto al centro o subcentro comercial
intraurbano: se trata de la renta diferencial, que implica una sobreganancia; c) localizaciones
selectivas, por ejemplo, en reas de amenidades, que poseen y confieren status a su poseedor: se
trata de la renta de monopolio, que implica tambin una sobreganancia. Sobre el asunto, que es rico
en controversias, ver, entre otros: Urban ground rent; building a new conceptual framework
(Antipode, 6 (1), 1974), de Richard Walker y Notas sobre a renda de terra urbana (Cho, 5,
1979), de Luis Czar Queiroz Ribeiro.
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Valor de uso y valor de cambio: conceptos clsicos de la economa poltica que fueron
retomados y enriquecidos por Marx. Cada mercanca tiene, en la sociedad capitalista, un doble
aspecto en lo que se refiere al valor. Posee un valor de uso y un valor de cambio. El primero est
relacionado a la esfera del consumo y el segundo a la de la circulacin. Estos dos conceptos, sin
embargo, estn dialcticamente relacionados entre s: es solamente a travs del cambio en el
mercado que una mercanca realiza plenamente su valor de uso. Ver sobre el asunto David Harvey,
A justicia social e a cidade, que discute los conceptos, aplicndolos a la tierra urbana.
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Bibliografa comentada
La bibliografa est dividida en dos partes. La primera se refiere a las obras generales,
abarcando tanto contribuciones tericas como estudios de caso fuera de Brasil. Incluye obras de un
nico autor y antologas. La segunda parte abarca los estudios sobre el espacio urbano de las
ciudades brasileras. En ninguna de las partes la bibliografa es exhaustiva.
General
BOURNE, Larry (comp.): Internal structure of the city. Oxford University. Toronto, 1982 [1971]
Antologa de artculos sobre el espacio urbano. El abordaje es en la lnea de la nueva geografa. Contiene
numerosos artculos sobre los diversos patrones de uso de la tierra, los procesos determinantes, y los
problemas del espacio urbano.
CARTER, Harold: The study of urban geography. Edward Arnold. London, 1972.
Libro-manual; posee captulos donde se aborda el plano urbano, los modelos clsicos de uso de la tierra
Burgess, Hoyt y Harris-Ullman-, el distrito central de negocios, las reas residenciales, la periferia rural-urbana
y la localizacin industrial intraurbana.
CASTELLS, Manuel (comp.): Estructura de clases y poltica urbana en Amrica Latina. SIAP.
Buenos Aires, 1974.
Antologa de artculos sobre las relaciones entre clases sociales, conflictos de clases, poltica pblica,
vivienda popular y el espacio urbano.
CASTELLS, Manuel: A questo urbana. Trad. de Arlene Caetano; Paz y Tierra. Ro de Janeiro,
1983.
La obra de Castells constituye un marco fundamental de la literatura sobre el espacio urbano, referencia
bsica para quien estudia la ciudad en un abordaje crtico. De especial inters es la tercera parte del libro, La
estructura urbana, as como la cuarta, sobre la poltica urbana: en ambos la cuestin espacial es tratada.
CASTELLS, Manuel: La ciudad y las masas: sociologa de los movimientos sociales urbanos.
Alianza. Madrid, 1986.
Estudio de evaluacin de los movimientos sociales urbanos. Contiene una historial de la cuestin y varios
estudios de caso: los grandes conjuntos habitacionales de Pars, los movimientos sociales de San Francisco,
los pobladores en Amrica Latina, y el caso de Madrid. El autor finaliza con una discusin terica sobre el
tema.
24 of 29
CLARK, David: Introduo geografia urbana. Trad. de Lcia Helena de Oliveira Gerandi y
Silvana Mara Pintaudi. Difel. San Pablo, 1985.
Libro-manual, contiene un excelente captulo, La estructura interna de la ciudad, donde el autor analiza las
diferentes perspectivas con que el espacio urbano fue tratado.
DEAR, Michael & Allen SCOTT (comp.): Urbanization and urban planning in capitalist society.
Methuem. Londres, 1981.
Antologa de artculos que crticamente abordan, entre otros temas, el espacio urbano: la teora de la
acumulacin, el Estado capitalista, la tierra urbana, estn entre los temas abordados.
FARRET, Ricardo (comp.): O espao da cidade. Projeto Editores Associados. San Pablo, 1985.
Antologa de artculos sobre el espacio urbano. Contiene un anlisis de los enfoques con que cada disciplina
trata el espacio urbano, y otro sobre los paradigmas que guiaron la concepcin de espacio; la renta de la
tierra y arquitectura y estructuracin social son otros artculos que componen el libro en cuestin.
FOLIN, Marino: La ciudad del capital y otros escritos. G. Gili. Mxico, 1977.
El autor, un urbanista, aborda crticamente la ciudad, considerndola como un producto del capitalismo: es
capital fijo, respondiendo a la lgica de la explotacin capitalista y la lucha de clases. La forma de la ciudad es
discutida a partir de proposiciones anteriores, como la de Burgess.
FORTI, Reginaldo (comp.): Marxismo e urbanismo capitalista. Cincias humanas. San Pablo,
1979.
Antologa de artculos sobre temas como el papel del Estado, la renta de la tierra y el ciclo de reproduccin
del capital inmobiliario.
GEORGE, Pierre: Geografia urbana. Trad. Coordinada por Liliana Lagan Fernandes. Difel. San
Pablo, 1983.
Libro-manual; presenta captulos sobre la forma, desarrollo y estructura de las ciudades.
HARVEY, David: Society, the city and the space-economy of urbanism. En: Resource Paper, 18.
Association of American Geographers, 1972.
En este estudio, Harvey analiza el espacio urbano como el punto donde el excedente es generado y
apropiado: el lugar de la residencia es privilegiado.
HARVEY, David: A justicia social e a cidade. Trad. De Armando Correia da Silva. Hucitec. San
Pablo, 1980.
Antologa de artculos del autor. Se trata, juntamente con el libro de Castells, de uno de los marcos
fundamentales de la literatura sobre el espacio urbano, dentro de una visin crtica. De especial importancia
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son los artculos sobre redistribucin de la renta en la ciudad y las relaciones entre valor de uso, valor de
cambio y el espacio urbano.
LOJKINE, Jean: O Estado capitalista e a questo urbana. Trad. De Estela dos Santos Abreu.
Martins Fontes. San Pablo, 1981.
El autor analiza las relaciones entre la poltica urbana y la segregacin social, la lucha de clases y los
movimientos sociales urbanos.
MAYER, Harold & Clyde KOHN (comp.): Readings in urban geography. University of
Chicago. Chicago, 1959.
Antologa de artculos, incluyendo numerosos sobre el espacio urbano, entre ellos el de Hoyt (parcial) y el de
Harris y Ullman.
ROCH, Fernando & Felipe GUERRA: Especulacin del suelo?. Nuestra Cultura. Madrid, 1979.
Los autores, urbanistas crticos, analizan el papel de los agentes de la produccin inmobiliaria capitalista -
propietarios del suelo, promotores inmobiliarios, las empresas de construccin y los usuarios-, el problema del
suelo urbano y la respectiva poltica.
SCOTT, Allen: The urban land nexus and the State. Pion. Londres, 1980.
Contribucin en la lnea marxista sobre el espacio urbano. El autor enfatiza la cuestin de la tierra en la
ciudad, la produccin y reproduccin del espacio urbano y el papel del Estado en el planeamiento capitalista.
SCHWIRIAN, Kent (comp.): Comparative urban structure. Studies in the ecology of cities. D.C.
Heath Company. Lexington, 1974.
Antologa de estudios sobre el espacio urbano, incluyendo temas como la franja metropolitana, las
densidades urbanas, los factores de la organizacin espacial y la segregacin residencial.
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TIMMS, D.: The urban mosaic: towards a theory of residential differentiation. Cambridge
University. Cambridge, 1971.
El estudio focaliza la cuestin de la diferenciacin residencial a partir de la teora de las reas
sociales/ecologa factorial.
Brasil
BERNADES, Lysia & Maria Therezinha SOARES: Rio de Janeiro, cidade e regio. Secretaria
Municipal de Cultura. Ro de Janeiro, 1987.
Antologa de artculos publicados durante las dcadas de 1950 y 1960. Contienen un estudio sobre el sitio
original de la metrpoli, otro sobre la expansin del espacio urbano, y otros que abordan los barrios de la
ciudad y la integracin de la periferia a la ciudad. Constituye tambin una lectura bsica para los interesados
en la metrpoli carioca.
BLAY, Eva (comp.): A luta pelo espao. Textos de sociologa urbana. Vozes, Petrpolis, 1978.
Antologa de artculos que enfatizan la cuestin habitacional para los estratos populares. Los estudios se
refieren a las ciudades de San Pablo, Ro de Janeiro, Porto Alegre y Brasilia.
DUARTE, Aluizio Capdeville: Area Central da cidade do Rio de Janeiro. IBGE. Ro de Janeiro,
1967.
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Antologa de contribuciones sobre el centro de la metrpoli carioca. Se destacan los estudios sobre las
funciones del rea central y su dinmica, la estructura y delimitacin espacial de la misma. Hay adems un
conjunto de anlisis sobre cada una de las funciones del centro de la metrpoli, y sobre las comunicaciones y
transportes. Obra de referencia bsica.
MACHADO DA SILVA, Lus Antnio (comp.): Solo urbano; tpicos sobre o uso da terra.
Zahar. Ro de Janeiro, 1981.
Antologa de artculos sobre el mercado de tierras, la produccin de la vivienda, las polticas pblicas y los
conflictos vinculados a la tierra urbana.
ROCHA, Oswaldo Porto & Lia de Aquino CARVALHO: A era das demolies; habitaes
populares. Secretaria Municipal de Cultura. Ro de Janeiro, 1986.
Se trata de dos trabajos que estudian las transformaciones verificadas en el rea central de Ro de Janeiro
entre 1870 y 1920. El primero reporta la reforma Passos, mientras que el segundo analiza la problemtica de
los conventillos y barrios obreros.
28 of 29
Notas:
18
HORWOOD, E. M. y R. R. BOYCE: Studies of the central district and urban freeway development
Seattle, University of Washington, 1959.
19
COLBY, C.: Centrifugal and centripetal forces in urban geography. En: MAYER, H. y C. KOHN
(comp.) Readings in urban geography.
20
Esta expresin est tomada de: HAIG, R. M.: Towards an understanding of the metropolis. En SMITH,
R., TAAFEE, E. y KING, L. (comp.) Readings in economic geography, Chicago, Rand McNally & Co.,
1968 (original 1926).
21
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